Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
I
J
üs oot
II COMPOSICIÓI{ Y ESTRUCTURA.
IATRAMA
99
IOO ]-A ESCIUTURA DRA,\,{ATICA
n ha sido susrituido
istrucrura,:cogp.
ge,,estrucrura, : cornplslo_o entosffi
gstá formada. de su dispoi
' claude Lévi-st¡aus s, A,te, Ienguaje, etnorogía,México, Ed. siglo )oil, 196g,
COIV{POSICIÓN Y ESTRUCTURA. LA TR¡.\IA IOI
presentada por actores, a fin de que ésta tenga e\ mayor nivel posible de
creatividad y complejidad, y que despierte el inte rés y la curiosidad del es-
pectador, a partir de una serie de variables aporradas por la tradición y la
evolución del arte teatral de todos los tiempos, La estructurateatral no es
la mera división de una trama en escenas, cuadros o actos (estructura su-
perficial), sino la relación funcionaly causal (estructura profunda) entre
las partes que constituyen la obra, en especial entre la trama y los perso-
najes, y sus formas de manifestarse (el lengu aje).
En la vieja disputa sobre cuál de estos elementos es el principal en la
estrucru¡a dramática, Aristóteles se decantó por \a trama, partiendo de los
orígenes conocidos del teat¡o griego. Para él,Ia acción erala única forrnu-
lación posible del ser dramático, A los personajes --dijo-- se les singulari-
za sÓlo por sus acciones. Esta opinión puede no ser compartida en la ac-
tualidad, tanto porque se dé un mayor valor al personaje, como porque en
la moderna dramarurgia han cobrado relieve otros elementos de la teatra-
lidad (el espacio, el movimiento, el ámbito y los lenguajes expresivos...)
Partiendo del modelo clásico podemos definir la estrucrura dramárica
co
I¿ rru¡m
::" l?: t
?::i=:I ::.'r:i': I
o-
noss imjttcióq de la vida,r A" i l
w,
ffi-Y
em_ocional .r
_
queÉ99,Por su naruraleza,
g{relesPectado¡-
es
uv ¡4 vlu4 -lt _
Anton Chejov
tz. Ér coxFLICTo
Co r,,r o
hemos visto en el punto anterior al hablar de la trama,la mayoria
de los autores y teóricos de todas las épocas, y estilos, coinciden en seña-
lar que e] elemento esencial que estrucruray caracterizala obra drarnática
es el conflicto. Stanislavski basa su sistema en este concepto; también Ber-
tolt Brecht, y Ia mayoría de los seguidores de ambas corrientes teatrales
continúan considerándolo el núcleo dramático del teatro. Veamos algunas
opiniones:
Villiam Layon aftrma (en ¿Por qué? Trampolín del actor? su libro que
recoge su obra teórica) que es la fuerza central que impulsa los demás as-
pectos que intervienen en la acción: .Conflicto significa lucha. Es la ten-
sión entre dos partes parz- conseguir una meta. El conflicto es el motor de
lo dramático, de 1o teatrai".
Bertolt Brecht señala que el teatro es un entretenimiento cuya finalidad
es la torRa de conciencia social por el espectador, y que esto se consigue
mostrando las contradicciones de las relaciones humanas por medio de
conflictos:
Bertolt Brecht, Breuiario de estética teatral, Buenos Aires, Ed. La Rosa Blindada, ry57.
LI 107
IOE LA ESCFJTLTA DR{]VTAIICA
PRoulelclóru y DESoBEDIENCTA
juste de los personajes con el medio, con las costurnbres, con las leyes...).
La desobediencia ,la falta de acatamiento a esas prohibiciones, es el en-
frentamiento que dará origen aIa obray ala vida de los personajes.
Prohibición y desobediencia son, pues, fundamentales, ya que el en-
cuentro de dos personajes del lado de la prohibición de algo, y otro
-uno
del lado de la desobedls¡6i2- es el resorte de donde surge la colisión que
da lugar al teatro. Si la vida se desarrollara en un hipotético perfecto y pa-
radisiaco lugar donde cada uno tuviera siempre lo que quisiera, el teatro
no sería posible. La escrirura dramática expone y desarrolla conflictos, es
decir, plantea las dificultades de un personaje que se fija una meta incom-
patible con el statu quo en el que se encuentra (política, amorosa , familíar
o económicamente, etc.). Cada personaje defiende su deseo según su per-
sonalidad, sus razones y sus necesidades. De una escena a otra se van re-
duciendo sus oportunidades de obtener lo que desea, y va aumentando la
urgencia por conseguirlo, ya que el tiempo se le acaba, hasta llegar a un
punto en el que no se puede ir más lejos en la situación.
Un argumento,.sin esta lucha, nunca puede ser dramático, sino una hi.s-
toria descriptivay narrativa. La resolución de esos conflictos estará en fun-
ción de la ideología del autor su historicidzd-, como veremos en los
-y
capítulos dedicados a los procesos filosóficos de las obras.
L¡ r¡Nsrón on¡¡¿Álc¡
L I
t*
IIO LA ESCzuTLJRA DRAT4ÁT]CA
Trpos DE coNFLrcTo
las nta-
Qaimito ttega basta la jaula del bantster con una boja de lecbuga en
nos.)
JAIMITO: Torna, Humphrey, lechuga, come. ¿Está buena? A la Chusa Ie darán la
comida también así, por las rejas. ¿Quieres más? Desde luego es que te lo tie-
nen que hacer todo. Te lo tienes montado a lo Onassis. Como un faraÓn ahi,
prr"trdo de todo. Sólo re faltan las pirámides. Si quieres que te digala verdad,
ilumpfuey, estoy hecho polvo. Tela de chungo estoy. No, no es el brazo' eso
no duele ya, un tiro no es nada. Bueno, si te lo dan a ti, que efes un pequeña-
jo, a lo mejor te espachurran. Lo que duele es lo otro. ¿Qué le hab: é visto yo a
y
esa gilipolias? ¿Pero rú re has ftjado? Si está en los huesos, ni tetas ni nada, un3
."r^ d"tonta que no se lame. Cadavez que iba averme al hospital me sentab;r
peor que la pénicilina. Por cierto, que tú no has aparecido por la 4zz, sinvei-
-güenza.
Hay que visitar a los amigos cuando les dan un tiro, Ya lo sabes, para
la próximavez.l
ffi :[i'"'ü:Í:x'.:X,V{:#':;!ít:*$:'iI;,::TJ:ilI6i:tri
- ..NFLTCTO DE Srruacró¡.r' ios personajes ruchan contra
redado de su pasado, quilren un presente he_
y aspiran a una situación económi.r,
9¿Á:;
;irerl d";; ;;;;:r"
enrorno,
que er momento dado pase, ,ori"r t;;;";ri_"ror,
ansían
etc., com o en rri, n"r*iárde
en que los personajes en conflicto chéjov,
son frisioneros de su situ"ción,
e'o intensifica rr-, ái-..rsión dram y
at¡cí.Veamos una parte de
cena 3.'der III acto, con er ra es_
bre lavieja ".rfr".rt"-i""-r" enke Natascha y orga
-criada
Anfisa, como pretexto paraun enfrentamiento so_
yor entre ellas, ma_
)i A¡ton
Pi:.].:; l3atro_qríeso, Madrid,Ed. Aguilar ,
Chéjov, Obras completas, Madrid,
ry78.
fj. Águif", , 1979.
EL CONFLICTO ri j
glrna forma, social, ya que nace, como hemos visto, de la desobe_
diencia de una prohibición, pero a veces esta lucha contra una es-
trucfura sociai, política o económica existente se manifiesta de forma
más evidente como, por ejemplo, en la mayoría de las obras de Bertolr
Brecht; en Lln enemigo det puebto, de Ibsen, etc. veamos de esta obra
la escena enre el Alcalde y ei Doctor stockman, en el II acto:
l=' rt
I
II4 I-{ ESCR]TURA, DRA]VLATiCA
Nunca conseguirás que por temor a]a decisión de Zeus me muesrre débil co-
mo una mujer y que con las manos tendjdas como elias suplique al gran odia-
do que me desare de estas cadenas. Estoy muy lejos de elló.2
L I
---l¡(
176 LA ESCRITURA DRA.\4ÁT]CA
Todas las cosas son criadas a mane¡a de contienda o batalla, dice aquel
.gran sabio Heráclito en este modo: .Omnia secundum litem fieri,, sentencia a
mi ver digna de perperua y recordable memoria. [...] eue aun la mesma vida de
los hombres, si bien lo miramos, desde la pnmera edad hasta que blanquean
las canas, es batalla. Los niños con los juegos, los mozos con las letras, los man-
cebos con los deleites,los viejos con mil especies de enfermedades pelean.S
r17
II8 L{ ESCRITURA DRA.\4ATICA
nos: ¿Quélazos sociales existen entre ellos? ¿Qué siente cada uno oor el
otro? ¿CÓmo ha sido hasta este rnomento su relación? cada
¿eué
"rp"rá
uno del comportamiento del otro?, erc. Sranislavski nos expiica esta rela-
ción de personajes enfrentados en términos de acción y reacción:
z William Layton, ¿Por qué? Trampolín del actor, Madrid, Ed. Fundamentos, I989
L
IzC) i-A ESCR]TURA DRAMAT]CA
l¿ uRc¡lvcn
L¡s ¡¿orv¡cIoNES
Las razones y las motivaciones por las que luchan los personajes deben
ser claras, y justificarse con argumentos relacionados con la vida de lo-s
mismos. Hay que decidir, así mismo, si estas motivaciones son abiertas (lq
que diceq los personaje$ o.secretasj(lo qug no dicer!. Lo secreto se man-
tendrá oculto hasta que el Personaje lo revele como estrategia, porque
pierda el control emocional, o hasta que otro personaje lo descubra en un
momento de la acción. A su vez, estas rnotivaciones (abiertas o sg*c.,5.E¡¿s)
pped.qn serr altrui$g; g,e.goípt¿s, práqticas q emocionales, éticas o ideoló+
giE4s, mofalgq a;aci4les, CQ-p'S-C194tes o inconscientes, etc;Que sean de un
tipo u otro, diferenci ará las acciones que originan en los distintos perso-
najes ilLA;qp,gJiY=eplé*4r.gpp4 pugde faltadsi desconocemos la causa y el
propóiitó délas accionés, si no sabemos lo que está en juego, o cuál es el
motivo por el que un personaje hace algo, el público no conectará con l;r
trama, y verá lo que sucede en escena como algo ajeno y lejano. Para qrir
l
rz2 LA ESCRITLJ-RA DRAMÁTI CA
4 Lee Strasberg, El Método del Actor's Studío. Conuersaciones con lee Strasberg, Madrid,
Ed. Fundamentos, r976.
PROTAGONISTA Y ANTAGONISTA r23
Las rsrnerEcrAs
Veamos, para finalizar este capítulo, las estrategias que usa el protago-
nista con el antagonista, en una parte de una escena de conflicto de mi
obra Bajarse al moro. El esquema de la escena es el siguiente: el protago-
nisra (Jaimiro) quiere del antagonista (Alberto): "deja de hacer algo injusto
(irte) y cumple con tu deber con una tercera persona (Chusa), por el bien
de todos,lrazón secreta: no te vayas con la mujer que quiero, Elena]. Las
estraiegias van entfe corchetes, en mayúscula y subrayadas:
,
4
ueda
VUES-
,a por
:alas
rpre a
)uede
Jerse.
as co-
;omos
rablar
lí, por
'imo...
,la in-
t).
rrarán
s el di-
zaély
ido sin
to. ¿Te
ro más
William La¡on
jtengo
lo que
ntos, y
entado José Luis Alonso de santos, Bajarse al moro,Madrid, Ed. cáredra, r9gg.
Escena de Bajarse al moro, deJ. L. Aronso de sanros, dirigida por Gerardo
Maila
(nror3 ctÁ a: Q"d"i5 o
L¡ sru¡clóx
;ifl,,F
IJO LA ESCRJTUR{ DRA.\TÁTI CA
de-, en qué lugar y condiciones está colocado .an[es, de] conflicto. Es muv
diferente nuestra situación en un conflicto si a la vez estam", ;;";;';;
otros, sanos o enfermos, o si hemos ganado o perdido en problemas
pare-
cidos a éste que hayamos tenido anteriormente, etc. Las circunstancias
dadas en que está un personaje no es toda su vida ante¡ior al
momento del
conflicto, sino aquellos datos que son significativos e importantes precisa-
mente para su modo de enfrentarse a él.Las circunsta.,.ir., además
de los
antecedentes, determinan el lugar y ei tiernpo en que ocurre
el conflicto:
¿De dónde vienen los personajes? ¿En qué día y hora viven?
¿cómo ha in_
fluido su medio en sus expectativas sobrela vida?, etc. la siiuación esta-
blece, por tanto, lo que es o no posible en la historia de los personajes;
es
drama en potencia, mientras que Ia acciónes drama ,.to. En cada si-
tuaciÓn sólo es posible un determinado tipo de sucesos, ".r lo cual no es
una
limitaciÓn, sino que permite al escritor dar unida d a la trama.
De esta for-
ma, el interés dramático de un personaje depende, en buena
.su situación. Tomemos como ejemplo
medida, de
ra señoritaJulia, de strindberg; en
esta obra la protagonista va creando el conflicto én función, justamente,
de la situación en la que se encuentra, como explica propio
autor en el
prólogo de su obra: "t
que pueden esrar presentes al completo o no. Todos eilos (clase, raza, nA-
crón, ciima, famiha, fortuna, apetitos, etc.) pueden Suponer un grado c1e
dificul¡ad alahora de vivir, a la hora de definirse uno mismo, pero nunca
impiden el ejercicio de la libertad, que es una cualidad que pertenece a i:l
existencia, no a la situación. La libertad no es más que un individuo tc-
mando decisiones ante sus circunstancias, o lo que es lo mismo, no hay li-
bertad en lo general, sino en lo Concreto: dentro de una sifuación.
partiendo de este pdncipio filosófico, Sartre dirá que una obra dramá'
tica no es más qlt" ,r.," seri,e de personajes dentro de una situación. Y de
las muchas situaciones posibles,'el dramaturgo debe escoger aqueilas que
permitan al espect ador senlirse reflejado, Y 9ue , alavez, tengan la fuetza
suficient p^ri remontarse sobre lo anecdótico, sobre ia situaciÓn que se
agot^ ",i misma. Así, la situación dará paso a su concreción histórica,
".,
conl,irtiéndose en reflejo de nuestra condición humana' pues no háy dra-
ma individual que no esré delimitado por la condiciÓn histÓrica, y no hay
cuestión individual que no incida eflla situación social. Situaciones qtre
pueden todas resumirse en una: la del personaje real,izánd?t: en el mo-
libertad. Dice Sartre:
-..rto de la elección, la de un personaje ejerciendo su
Lo que el teatro puede rnostrar como más emOcionante es un CaráCter en
trance de hacerse, el momento de la elección, de la libre decísión que compro-
mete una moral y toda una vida, la situación es una llamada; nos acerca' nos
pfopone soluciones para decidirnos' Y para que la decisión sea profundamen-
hay que
te human a, pafaque ponga en juego Ia totalidad del hombre, cadavez
llevar a la escena situaciones-límite, es decir, que presenten altefnativas de las
que la muerte es uno de los términos. Así, la libertad se descubre en su más al-
tá grado, ya que acepta perderse para poder afirma¡se. Y como no hay teatro si
no se realiza la unidad de todos los espectadores, hay que encontraf situacio-
en esas si-
nes tan generales que Sean comunes a todos. Meted a unos homb¡es
tuaciones universales y extremas, de manera que no les queden -át que un
habrérs
par de 6alidas, haced que escogíendo la salida se escojan ellos mismos:
ganado, la pieza es buLna. Caia época escoge la condición humana y los enig-
á^, q,r" le son propios a su liberrad a t¡avés de situaciones particulares. Antí-
y
gorr", en la trrg"alá de Sófocles, debe escoger entre la moral de la ciudad la
áoral de la familia. Esto no tiene casi sentido hoy. Pero nosotros tenemos nues-
trosproblemas:eldelfinl'losmedios'eldelalegitimidaddelaviolencia'elde
con la colecti-
las consecuencias de la acción, el de las relaciones de la persona
vidad, el de la empresa individual con las empresas históricas, y otros cien'2
L"
732 L{ ESCRITURA DR{MÁTrCr'.
Son ese "algo especial,,de una persona que provoca una emociÓn con-
creta en otra, al márgen del confllcto que les va a enfrentar' Puedo deci¡
que una persona es igradable, pero que me rnolesta que sólo se ocupe cie
sí mismo, o que hablé bien delante de las personas pero mal a sus
espal-
das, etc. Ese .pero, que tenemos hacia los demás despierta una relaciÓn.'
emácional que es inierpretable por un actor. Los 'pero$", eSas grandes
134 LA ESCzuTURA DRAMÁTICA
Llamamos así a los lazos entre los personajes que crean una relaciÓn
es lo mismo
social o de Poder entre ellos antes de entrar en el conflicto. No
7 Anton Chéjov, Correspondencia con Gorki, Buenos Aires, Ed. Quetzal, ry66.
8 Eric Bentley, La uida del drama, Barcelona, Ed. Paidós, 1982.
y Gonhold Ephraim Lessing, Dramaturyia de Hamb*rgo, Madrid, Ed. ADE, 1993.
13ó L{ ESCRITURA ozuulÁrlca
vicio, que ningún valor tjenen como docurnentos humanos.
Esperg que los
medios dete¡minen a los personajes y que éstos actúen
según la .lógica de los
hechos combinada con la|ógica de su propio temperamento.io