Sie sind auf Seite 1von 29

Tecnológico Nacional De México

Instituto Tecnológico De La Laguna

ELECTROMETALURGIA
Tema 9

CORROSIÓN

Equipo

Aidé Rubio
Angélica Arreola
David Méndez
Gerardo De León
Narda Acosta
Corrosión

1.- Introducción
La corrosión se define como el deterioro de un material a consecuencia de
un ataque electroquímico por su entorno. De manera más general, puede
entenderse como la tendencia general que tienen los materiales a buscar su forma
de mayor estabilidad o de menor energía interna. Siempre que la corrosión esté
originada por una reacción electroquímica (oxidación), la velocidad a la que tiene
lugar dependerá en alguna medida de la temperatura, de la salinidad del fluido en
contacto con el metal y de las propiedades de los metales en cuestión. Otros
materiales no metálicos también sufren corrosión mediante otros mecanismos. El
proceso de corrosión es natural y espontáneo.
La corrosión es una reacción química (oxido-reducción) en la que intervienen tres
factores: la pieza manufacturada, el ambiente y el agua, o por medio de una
reacción electroquímica.
Los factores más conocidos son las alteraciones químicas de los metales a causa
del aire, como la herrumbre del hierro y el acero o la formación de pátina verde en
el cobre y sus aleaciones (bronce, latón).
Sin embargo, la corrosión es un fenómeno mucho más amplio que afecta a todos
los materiales (metales, cerámicas, polímeros, etc.) y todos los ambientes (medios
acuosos, atmósfera, alta temperatura, etc.)
Es un problema industrial importante, pues puede causar accidentes (ruptura de
una pieza) y, además, representa un costo importante, ya que se calcula que cada
pocos segundos se disuelven cinco toneladas de acero en el mundo, procedentes
de unos cuantos nanómetros o picómetros, invisibles en cada pieza pero que,
multiplicados por la cantidad de acero que existe en el mundo, constituyen una
cantidad importante.
La corrosión es un campo de las ciencias de materiales que invoca a la vez
nociones de química y de física (físicoquímica).
Lo que provoca la corrosión es un flujo masivo generado por las diferencias
químicas entre las piezas implicadas. (la corrosión es un fenómeno
electroquímico) Una corriente de electrones se establece cuando existe
una diferencia de potenciales entre un punto y otro. Cuando desde una especie
química se ceden y migran electrones hacia otra especie, se dice que la especie
que los emite se comporta como un ánodo y se verifica la oxidación, y aquella que
los recibe se comporta como un cátodo y en ella se verifica la reducción.
Para que esto ocurra entre las especies, debe existir un diferencial electroquímico.
Si separamos una especie y su semireacción, se le denominará semipar
electroquímico; si juntamos ambos semipares, se formará un par electroquímico.
Cada semipar está asociado a un potencial de reducción (antiguamente se
manejaba el concepto de potencial de oxidación). Aquel metal o especie química
que exhiba un potencial de reducción más positivo procederá como
una reducción y, viceversa, aquél que exhiba un potencial de reducción más
negativo procederá como una oxidación.
Este par de metales constituye la llamada pila galvánica, en donde la especie que
se oxida (ánodo) cede sus electrones y la especie que se reduce (cátodo) acepta
electrones. Al formarse la pila galvánica, el cátodo se polariza negativamente,
mientras el ánodo se polariza positivamente.
En un medio acuoso, la oxidación del medio se verifica mediante un electrodo
especial, llamado electrodo ORP, que mide en milivoltios la conductancia del
medio. La corrosión metálica química es por ataque directo del medio agresivo al
metal, oxidándolo, y el intercambio de electrones se produce sin necesidad de la
formación del par galvánico.

Esquema de oxidación del hierro, ejemplo de corrosión del tipo polarizada.

La manera de corrosión de los metales es un fenómeno natural que ocurre debido


a la inestabilidad termodinámica de la mayoría de los metales. En efecto, salvo
raras excepciones (el oro, el hierro de origen meteorítico), los metales están
presentes en la Tierra en forma de óxidos, en los minerales (como la bauxita si
es aluminio o la hematita si es hierro). Desde la prehistoria, toda la metalurgia ha
consistido en reducir los óxidos en bajos hornos, luego en altos hornos, para
fabricar el metal. La corrosión, de hecho, es el regreso del metal a su estado
natural, el óxido.
A menudo se habla del acero inoxidable:

 Este tipo de acero contiene elementos de aleación (cromo) en 11 % como


mínimo lo cual le permite ser inoxidable al estar expuesto al oxígeno, además
de ser un estabilizador de la ferrita.
 El cromo hace que se contraiga la región de la austenita y en su lugar la región
de la ferrita disminuye su tamaño.
2.- Termodinámica de las reacciones de corrosión

Las diferencias de potencial electroquímico son el origen de que unas regiones


actúen como ánodos y otras como cátodos. El conocimiento del potencial
electródico es, por tanto, muy importante para determinar los mecanismos de
corrosión electroquímica y su medida permite establecer quién actuará como
ánodo y quién como cátodo. El potencial electródico se define como la diferencia
de potencial entre un metal y sus iones presentes en una disolución en el
momento del equilibrio [4]. De acuerdo con la ley de Faraday, existe una relación
lineal entre la velocidad de disolución de un metal a cualquier potencial, ν M, y la
densidad de corriente parcial anódica para la disolución del metal ia,M:

En esta ecuación n es el número de carga (adimensional), el cual indica el número


de electrones intercambiados en la reacción de disolución, y F es la constante de
Faraday, F = 96485 C/mol (carga que transporta un mol de electrones). En
ausencia de una polarización externa, un metal en un medio oxidante adquiere
espontáneamente un cierto potencial, llamado potencial de corrosión, E cor. La
densidad de corriente parcial anódica en el potencial de corrosión es igual a la
densidad de corriente de corrosión icor. La Ecuación entonces queda como:

El cambio de energía libre ∆G para una reacción química, en general, puede


expresarse en función del cambio de energía libre en condiciones estándar ∆G o ,
de la constante de los gases R, de la temperatura T y de la constante de la ley de
acción de masas a presión constante K, a través de la ecuación:

De esta forma para una sustancia s y siendo as su actividad se tiene:

Para una reacción electroquímica, que no deja de ser un tipo de reacción química,
el cambio de energía libre también se puede expresar en función de la constante
de Faraday F, del número de electrones intercambiados n y del potencial al que
tiene lugar el proceso E, de acuerdo con la expresión:
En una reacción cualquiera del tipo:

La energía libre es la diferencia entre la energía libre molal de productos y


reactivos:

Sustituyendo en la Ecuación se obtiene:

Entonces se deduce:

Esta ecuación se conoce con el nombre de ecuación de Nernst y expresa el


potencial de un electrodo en función de las actividades de los iones y de la
temperatura. E o representa el cambio de energía libre estándar para la reacción
electroquímica y se denomina potencial normal o estándar. Cabe destacar que en
la mayoría de casos es habitual manejar concentraciones en lugar de actividades,
puesto que las primeras son más fáciles de conocer, es decir, en la práctica se
considera que el factor de actividad es igual a la unidad. Siguiendo el mismo
criterio, cuando se trata de gases se utilizan presiones parciales en vez de
fugacidades.

Series electroquímicas y galvánicas

Cuando un átomo metálico pasa a disolución como ión, al estar cargado, se


genera una diferencia de potencial en la interfase metal-electrolito, que al ir
creciendo se opone con más fuerza a la entrada en solución de más iones. Para
una diferencia específica para cada sistema metal-solución, se alcanza un
equilibrio en el cual el intercambio entre átomos metálicos y sus iones se realiza a
igual velocidad en ambos sentidos. Cuando se alcanza el equilibrio en el sistema
que representa la ecuación, la variación de energía libre es cero:
Para cada sistema de este tipo se obtiene, en condiciones estándar, un valor de
potencial, de manera que pueden establecerse series de potenciales en las que
los distintos equilibrios aparecen ordenados en función de los valores que toma
Eo.

Los potenciales normales se refieren al semielemento H+/H2 constituido por una


lámina de platino cubierta con negro de platino sumergida en una disolución ácida
de actividad igual a 1 y saturada con gas hidrógeno a la presión de 1 atmósfera.
Este potencial se toma como cero arbitrario de potenciales. El otro semielemento
lo forman los diversos metales frente a soluciones de sus iones de actividad 1. De
este modo es posible disponer los potenciales normales de los metales, ya sean
de reducción u oxidación, de una forma ordenada. A estas disposiciones se las
denomina series electroquímicas.

Normalmente la serie electroquímica está ordenada respecto al proceso de


reducción. Así, los metales que tienen un potencial de reducción positivo en esta
serie se oxidan con mayor dificultad que los de potencial de reducción negativo.

Como las actividades hacen variar el potencial, el valor del mismo se puede ver
muy afectado dependiendo del medio en que se encuentre el metal. Esta variación
en muchas ocasiones es significativa e incluso se puede dar el caso de que se
llegue a invertir la secuencia de la serie electroquímica.

Debido a esta problemática existen las series galvánicas. Estas series son
parecidas a las electroquímicas pero en ellas aparecen metales y aleaciones
ordenados de acuerdo con los potenciales reales medidos en un determinado
medio.
3.- Superficies e Interfases.
La corrosión puede presentarse de diferentes formas en la naturaleza. En todos
los casos termina por la deterioración o destrucción del metal y puede ser
caracterizada de las siguientes tres formas:

 Metal – Líquido
 Metal – Gas
 Metal – Metal
Metal – Líquido

Supongamos una chapa de aluminio que contiene impurezas de cromo en su


superficie como se muestra

Supongamos también que el ambiente se encuentra con una humedad relativa del
80%. Entonces, debido a la elevada humedad puede formarse sobre la superficie
del metal una delgada capa de agua. El agua actuará como electrolito.
Encontramos que el aluminio se comporta como ánodo mientras que el cromo
actúa como cátodo. El medio de conducción de electrones está dado por el
contacto entre el cromo y el aluminio. En consecuencia, podemos modelizar la
situación como sigue:

Metal – Gas

En la reacción entre el metal y un medio gaseoso las moléculas de gas son


absorbidas sobre la superficie del metal mediante la reacción de los átomos del
metal y el gas formando productos de corrosión
Usualmente debido a la electronegatividad de los “no metales” generalmente
presentes en forma gaseosa en el medio ambiente, la corrosión Metal – Gas
puede ser expresada químicamente como:

Metal + No Metal  Oxido o Sal

Por ejemplo: 4Fe + 302 2Fe2O3

Dependiendo del metal el no metal y el medio (Temperatura, humedad, etc.) la


tasa de corrosión puede variar. Por ejemplo, el aluminio en aire es muy activo y la
corrosión actúa rápidamente sobre la superficie.

Metal – Metal

Recordemos que los sólidos no presentan una superficie idealmente lisa sino una
superficie rugosa (o montañosa) que está determinada en forma relativa como
coeficiente de roce. Esta propiedad, que es la causa de fricción entre superficies,
también es la causa fundamental de la corrosión por fricción (Fretting Corrosión) y
del efecto de erosión de superficies. En ambos casos la corrosión del metal es
consecuencia de la remoción de la película protectora (elemento sobre la
superficie del metal que retarda la acción corrosiva) que como resultado
incrementa la tasa corrosiva. Podemos definir corrosión por fricción como el efecto
que se produce en la interface de contacto de dos superficies (una o ambas
metálicas) sujetas a un movimiento relativo entre ellas (slip).

4.- Cinética de las reacciones de corrosión.


Para predecir la velocidad a la cual el metal se va a corroer necesitamos incluir
factores cinéticos. A final de cuentas, lo que buscaremos de la cinética es que nos
diga qué cantidad de metal por unidad de tiempo se está disolviendo en un medio
dado, cuando este sistema esté desplazado de una situación de equilibrio. Para
introducirnos al mundo de la cinética de corrosión debemos olvidarnos por un
momento de la corrosión y pensar en un metal que no se corroe cuando se le
sumerge en cierto electrolito.

Pensemos que ese metal sea el cobre y que esté sumergido en una solución
conteniendo iones cobre. La solución no contiene oxígeno disuelto. Bajo estas
condiciones nuestra pieza de cobre no se corroerá. Esto se debe
fundamentalmente a que el cobre es mucho más noble que la reacción de
desprendimiento de hidrógeno según lo indica la Tabla de la Fuerza Electromotriz,
ECu > EH. Aparte del hidrógeno iónico no existe otro reactivo más catódico en ese
medio, por lo tanto decimos que el cobre establece un equilibrio del tipo

Cu2+ + 2e- Cu

que ocurre precisamente al potencial relativo estándar EºCu/Cu2+ establecido


anteriormesnte.

Al decir que la pieza de cobre no se corroe cuando está en contacto con una
disolución de sus propios iones, queremos expresar que no hay una
transformación química neta. Sin embargo, debemos dejar muy claramente
establecido que aun cuando el sistema se encuentre en equilibrio, éste no es
estático sino dinámico. Al potencial Eº, existen reacciones de oxidación por las
cuales se disuelve cobre, y también reacciones
de reducción en donde cobre en solución se
deposita como metal. Estas reacciones ocurren
de continuo y simultáneamente, siendo iguales
en la magnitud de la carga transferida, aunque
en sentido contrario. La velocidad con que se
disuelve el cobre de la pieza es igual a la
velocidad con que el cobre en solución se
deposita. En resumen, en el equilibrio
dinámico Eº, no existe flujo de electrones ni,
por lo tanto, transformación química netos.

En electroquímica, a este flujo de electrones


generados en la reacción de disolución (oxidación), el cual es igual al flujo de
electrones consumidos en la reacción de reducción, se le llama densidad de
corriente de intercambio io, siendo una característica de un metal en equilibrio.
Cada interfase tendrá una io característica y su magnitud refleja la facilidad que
posee esa interfase metal/solución para soltar y aceptar electrones.

Como lo mencionamos, cada interfase en equilibrio posee una io específica, cuya


magnitud proviene de consideraciones cinéticas con más fundamento, tales como
arreglos atómicos, enlaces electrónicos, etc, que no son consideradas en este
libro. Sin embargo, la importancia de io en los procesos de corrosión será tratada
más adelante en este capítulo.

Por supuesto, como las velocidades de oxidación y de reducción son iguales en


magnitud, pero de signo opuesto, no habrá un flujo de electrones neto y, por lo
tanto, será imposible medir laio en un instrumento. Si la corriente anódica (de

oxidación) se representa por y la corriente catódica (de reducción) como , en


el equilibrio

en donde io es, como ya lo dijimos, la densidad de corriente de intercambio.

Cualquier desviación que haya de la condición de equilibrio, desplazará el


potencial del electrodo y entonces modificará las magnitudes de las velocidades
anódicas y catódicas, produciéndose un flujo neto de electrones. Supongamos que
nuestra pieza de cobre, inicialmente en equilibrio con sus propios iones, se
conecta a una laminilla de platino sumergida en el mismo electrolito a través de
una fuente de poder. Si asumimos que al manipular la fuente de poder podemos
establecer una diferencia de potencial entre el cobre y el platino que haga fluir
electrones entre estos metales, entonces se estarán modificando las condiciones
de equilibrio reinantes en cada una de las interfases del cobre y del platino.
Imaginemos que la diferencia de potencial impuesta por la fuente propicie que el
cobre se disuelva, actuando éste como ánodo, pasando a solución como iones
cobre Cu2+. Habrá entonces un flujo de electrones generados que viajarán hacia el
platino (que actuará entonces como cátodo) a través de las conexiones eléctricas.
El flujo de electrones ha propiciado que los potenciales de equilibrio de cada una
de las fases se desvíen de su valor inicial. Esto es lo que precisamente significa el
término polarización, el desplazamiento de un potencial de equilibrio hacia otro
valor por medio de un flujo de corriente eléctrica.

En la interfase cobre/solución se dejará sentir pues, un incremento en la velocidad


de oxidación del cobre. Las reacciones de reducción en esa interfase aún
existirán, aunque ahora comparativamente más pequeñas que las de oxidación.
Las viejas condiciones de equilibrio han desaparecido para dar cabida a nuevas
situaciones al no equilibrio. En la lámina de cobre, la magnitud de la corriente
indicará el grado en que la velocidad de oxidación, por decir algo, excederá a la
reducción. Es decir, nos dará una indicación de la corriente neta del proceso. La
velocidad neta del proceso de oxidación o anódico estará dada por:
ia (neta) = —

A principios de este siglo, un investigador llamado Tafel halló en forma


experimental que, a menudo, el flujo neto de corriente variaba linealmente con la
magnitud de la desviación que tiene el potencial de equilibrio, h, a través de la
relación:

h = a + b log i(neta)

en donde h se le conoce como sobrepotencial y se le define como

h = E(aplicado) — E(equilibrio)

Es decir, h es la magnitud de la desviación del potencial electroquímico del


sistema en observación (en este caso cobre) a partir de su valor de equilibrio
original, ineta es la densidad de corriente neta anódica o catódica y a y b son
constantes. A esa relación se le llama, en honor de dicho investigador relación de
Tafel y es de suma importancia en el análisis cinético de un proceso de corrosión.
Esta relación de Tafel es la de una ecuación de una recta, en donde la variable
independiente es la corriente presentada en forma logarítmica y la variable
dependiente es el sobrepotencial.

El valor de la constante "a" está relacionado con la velocidad de las reacciones


anódicas y catódicas ( io) bajo condiciones de equilibrio, es decir, cuando el
sobrepotencial h es cero. Cuando la desviación del potencial de equilibrio es
positiva (+h) se dice que el proceso es anódico, o sea, el metal se oxida o
disuelve. Si la desviación es negativa (— h), el potencial aplicado toma valores
más negativos que el de equilibrio y el proceso es catódico, habiendo reacciones
de reducción en la interfase metal/medio electrolítico.

La figura representa gráficamente la relación de h contra log i para la reacción


anódica de disolución (corrosión) metálica de la pieza de cobre considerada en el
ejemplo cuando su potencial de equilibrio sufre una desviación en la dirección
positiva (+h) (cuadrante superior derecho). Se observa que, al incrementar la
desviación en la dirección anódica, se estimula la velocidad de disolución de Cu
(log i). En la misma figura se aprecia la conducta que sucedería en el caso de que
la lámina de cobre hubiera sido alejada del equilibrio, pero ahora en la dirección
negativa o catódica (— h) (cuadrante interior izquierdo). Esto se realizaría
simplemente cambiando la polaridad de las conexiones en la fuente de poder. La
reacción catódica que se efectuaría sería predominantemente la depositación de
cobre como se indica. Ambos procesos giran alrededor del potencial de equilibrio.

Una manera más familiar y también fácil de ver esta misma relación es como la
que se representa en la siguiente figura. Esta representación se obtiene al doblar
el lado izquierdo sobre el derecho tal y como se muestra en el recuadro. A este
tipo de diagramas se les conoce con el nombre de Diagramas de Evans.

Un ejemplo sencillo de la Cinética de un Proceso de Corrosión


En contraste al caso del cobre, cuando un pedazo de zinc se pone en una solución
acuosa deareada de sus propios iones, éste se corroe. Esto es debido a que el
desprendimiento de hidrógeno es termodinámicamente posible (Ezn<EH). Debido a
heterogeneidades presentes en la superficie del metal zinc, se establecen de
inmediato zonas anódicas y zonas catódicas las cuales desarrollan entre sí
diferencias de potencial, acarreando como consecuencia de ello un flujo neto de
electrones de las zonas anódicas a las catódicas y con ello, el establecimiento de
la corrosión. Así es que los dos sistemas electroquímicos presentes, uno basado
en el equilibrio Zn/Zn2+ y el otro en el equilibrio H+/H2, buscan inicialmente
mantener un equilibrio sobre la misma superficie del metal. Sin embargo, la
corrosión que ocurre lo impide. Por un lado el zinc se disuelve y por el otro el
hidrógeno gaseoso se desprende de zonas metálicas que funcionan como
cátodos. Al haber corrosión, hay un flujo de corriente y por lo tanto ninguno de los
sistemas electroquímicos está en equilibrio. De ahí se desprende que ambos
sistemas se desvían de sus potenciales de equilibrio (se polarizan) y alcanzan un
potencial común de
electrodo en donde sucede
que la corriente anódica de
disolución (la velocidad con
que se corroe el zinc) es
igual a la corriente catódica
(la velocidad con que se
desprende el hidrógeno). El
diagrama de Evans de la
figura muestra el análisis
de este suceso.

El potencial uniforme al
que se llega sobre la superficie metálica se llama el potencial de corrosión (Ecorr).
La velocidad de corrosión está dada por icorr, la cual puede ser convertida a
pérdida de peso usando las Leyes de Faraday. El lector recordará de la sección
anterior que aunque exista una disolución de zinc neta, ocurre también un
desprendimiento neto de hidrógeno pero que no hay manera de poder medir o
usar el flujo de corriente entre los pares galvánicos establecidos. Toda esta
energía se desperdicia.

El ejemplo anterior pone de manifiesto, una vez más, que durante el proceso de
corrosión de un metal se llevan a cabo simultáneamente reacciones anódicas y
catódicas sobre la superficie de éste. En las zonas anódicas el metal se disuelve y
en las zonas catódicas ocurren reacciones de reducción entre el metal y el medio,
por ejemplo la reducción de H+. Ni las fases anódicas ni las catódicas se
encuentran en su potencial de equilibrio (Ezn/Zn2+ y EH/H+ respectivamente). Según
la figura ambos potenciales de equilibrio son desplazados a un valor común, el
potencial de corrosión, en el cual la velocidad de oxidación del metal (corrosión) es
igual a la velocidad de reducción del protón H+. Por lo general, cuando medimos el
potencial de un metal sumergido en un medio agresivo, contra un electrodo de
referencia, lo que realmente medimos es el potencial de corrosión mixto, Ecorr.

La velocidad de corrosión de un proceso, icorr, puede tomar diversos valores


dependiendo de varios factores que modifican su magnitud destacando:

a) la densidad de corriente de intercambio, io. La figura demuestra este punto.


La io para una reacción depende mucho de la superficie en donde se lleve a cabo.
Así por ejemplo, es más fácil desprender hidrógeno sobre hierro (io2) que sobre
zinc (io1). La velocidad de corrosión aumentará de icorr2 a icorr3

b) la fuerza motriz para llevar a cabo la corrosión, es decir, la diferencia de


potencial termodinámico del par galvánico. La figura muestra que mientras más
grande sea la diferencia de potencial entre la reacción anódica y la catódica,
mayor será la velocidad de corrosión.

c) un último factor lo constituye el valor de la pendiente de Tafel, la cual nos


dice de la facilidad o dificultad de transferir cargas esta vez cuando una fase se
aleja del equilibrio (las unidades de la pendiente son: volts/década de corriente).
Haciendo referencia a la misma figura 18 observamos que al disminuir la magnitud
de la pendiente para la reacción catódica (línea punteada), ésta se vuelve más
fácil, aumentando por lo tanto la velocidad de corrosión de icorr3 a icorr4.
5.- Pasivación.
Metales y aleaciones pasivas son ampliamente utilizadas como metales de
construcción resistentes a la corrosión. La protección a la corrosión en un medio
dado depende del contenido de cromo en la aleación, el contenido de cloro y
oxígeno en el medio y también de la temperatura.

La pasividad se puede definir como la perdida de reactividad química


experimentada por ciertos metales y aleaciones bajo determinados medios.
Algunos metales vienen a ser esencialmente inertes y actúan como si fueran
metales nobles.

La pasivación es la formación de capas superficiales sobre un metal, el cual queda


protegido de los agentes químicos agresivos, por lo general, esta capa son óxidos
de metal que se está protegiendo.

Para la formación de estas capas es necesario que exista humedad, si no está


presente, el metal sufrirá una corrosión severa en lugar de una pasivación.

Existe el peligro de que estas capas pasivas se rompan, ya sea que


mecánicamente o por la acción de agentes químicos agresivos, en este caso el ion
cloruro, que rompe la capa pasiva creando en la superficie una serie e orificios
rompiendo localmente la pasividad y generando una corrosión por picaduras.
El picado se presenta por encima de un cierto potencial que se conoce como
potencial de ruptura (Er) o potencial de picado y es el valor del potencial donde
inician las picaduras en el electrodo pasivo y es siempre más positivo que el
potencial de corrosión.

Comportamiento de un metal o aleación pasiva.


Si consideramos un metal que
presenta pasividad, su
comportamiento puede ser dividido en
tres regiones.

Una región activa donde el


comportamiento es idéntico a la de un
metal no pasivo.

Una región pasiva donde al aumentar


la concentración del poder oxidante de
la solución o el sobrepotencial hay un
rápido decremento de la velocidad de
corrosión.

Una región transpasiva donde las velocidades de corrosión aumentan debido a la


alta concentración de oxidantes o del sobrepotencial.
Factor Efecto Explicación
Contenido de cromo Alto contenido de cromo El cromo desvía la
ayuda a la pasivación. curva anódica a
corrientes muy bajas.
Temperatura La baja temperatura La baja temperatura
ayuda a la pasivación. desvia ambas curvas de
polarización a corrientes
muy bajas.
Iones cloruro Son iones Iones despasivantes
despasivantes que desvían las curvas de
impiden la pasivacion. polarización anodica a
corrientes muy altas.
Oxigeno El oxígeno ayuda a la El oxígeno despolariza
pasivación. la curva catódica.

5.1 Diagrama de Pourbaix.


Un diagrama de Pourbaix es una representación gráfica del potencial (ordenada)
en función del pH (abscisa) para un metal dado bajo condiciones termodinámicas
standard (usualmente agua a 25 ºC). El diagrama tiene en cuenta los equilibrios
químicos y electroquímicos y define el dominio de estabilidad para el electrólito
(normalmente agua), el metal y los compuestos relacionados, por ejemplo, óxidos,
hidróxidos e hidruros. Tales diagramas puedes construirlos a partir de cálculos
basados en la ecuación de Nernst y en las constantes de equilibrio de distintos
compuestos metálicos.

𝑅𝑇 [𝑝𝑟𝑜𝑑𝑢𝑐𝑡𝑜𝑠]
𝐸 = 𝐸𝑜 − ( ) ln
𝑛𝐹 [𝑟𝑒𝑎𝑐𝑡𝑖𝑣𝑜𝑠]

Características de los diagramas de Pourbaix.


Como puedes observar en las Figuras 1 y 2, hay tres tipos generales de líneas en
los diagramas de Pourbaix, cada una representa un equilibrio entre dos especies:

 Líneas horizontales. Indican reacciones con dependencia solamente del


potencial.
 Líneas verticales. Indican reacciones con dependencia solamente del
pH.
 Líneas oblicuas. Indican reacciones con dependencia tanto del
 potencial como del pH.
También puedes observar que estos tres tipos de líneas aparecen representadas
en el diagrama con dos tipos de trazado: continuo y discontinuo fino. Si aparecen
con trazado continuo indican un equilibrio bien entre dos especies sólidas o bien
entre una especie sólida y una especie soluble con distintos valores de actividad
(10–6, 10–4, 10–2 y 100). Si aparecen con trazado discontinuo fino indican un
equilibrio entre dos especies solubles.

Por último, verás que en los diagramas aparecen dos líneas discontinuas gruesas
señaladas como “a” y “b”, que representan el equilibrio de descomposición del
agua con desprendimiento de oxígeno e hidrógeno, respectivamente. La región
entre las dos líneas representa una zona donde el agua es estable con respecto al
oxígeno y al hidrógeno. Por encima de la línea “a” (condiciones oxidantes), el agua
se descompone por desprenderse oxígeno en forma de gas. Por debajo de la línea
“b” (condiciones reductoras), el agua se descompone por desaparecer los
protones en forma de hidrógeno gaseoso.

Usos de los diagramas de Pourbaix.


Los diagramas de Pourbaix son particularmente útiles en el estudio del
comportamiento frente a la corrosión de materiales metálicos, ya que permiten
predecir las zonas de inmunidad, corrosión y pasivación de un metal en un medio
agresivo determinado. Si el metal en su forma elemental es la fase
termodinámicamente estable, esto indicará condiciones de inmunidad. La
corrosión ocurrirá si un catión soluble del metal es la fase termodinámicamente
estable. Si un anión complejo soluble del catión en medio alcalino es la fase
termodinámicamente estable, lo que ocurre en el caso de metales anfóteros,
como, por ejemplo, hierro, aluminio, cinc, etc., esto indicará condiciones de
corrosión alcalina. La pasivación ocurrirá si un compuesto sólido del metal es la
fase termodinámicamente estable, como, por ejemplo, óxido, hidróxido o hidruros.
Esta es la razón por la cual habitualmente en los estudios de corrosión los
diagramas de Pourbaix aparecen de forma simplificada mostrando las regiones
descritas y sin precisar cuáles son las especies estables en cada condición
6.- Mecanismos de corrosión
Corrosión CO2
El CO2 seco ya sea en fase gaseosa o como fluido supercrítico no es corrosivo
para metales y aleaciones. Sin embargo, en presencia de fluidos que contengan
agua la corrosión se presenta en la infraestructura y puede resultar debido a la
formación del ácido carbónico.
La corrosión de los materiales que entran en contacto con el CO 2 depende de; la
concentración del CO2, la química del agua, las condiciones de operación y el tipo
de material.
Una gran cantidad de químicos dependientes de CO2 de los procesos
electroquímicos y de trasporte masivo ocurren simultáneamente en la superficie
del acero corroído. Las diversas reacciones responden de manera diferente a los
cambios de presión parcial de CO2, la temperatura, química del agua, flujo y otros
parámetros operativos.
Por ejemplo, cuando el acero al carbono se expone directamente al agua y al CO 2,
la tasa de corrosión del acero al desnudo se reducirá, las circunstancias se
vuelven prohibitivamente altas para la producción de petróleo y gas. Se tiene una
tasa de corrosión pronosticada hasta los 40 ° C y se aplica al acero desnudo.
Corrosión MIC
Los medios donde trabajan los materiales no son estériles, sino que contienen
gran cantidad de microorganismos. Existe el peligro que éstos en determinadas
condiciones, se multipliquen. Al contrario que otros materiales, el cobre es
abiertamente hostil contra los microorganismos, como la flora microbial natural y la
legionella.

¿Cuáles son las condiciones óptimas para el crecimiento de la legionella y otros


microorganismos?
 En aguas frías apenas hay crecimiento.
 25 - 40ºC y un substrato que les sirva de nutriente puede llevar a
crecimientos explosivos de su población
 60ºC representa la desinfección térmica en minutos
 70ºC representa la desinfección térmica en segundos

En el caso que un material se vea afectado por la corrosión microbial o MIC


(Microbially Induced Corrosion) esto no sebe a los microbios en sí, sino a la capa o
biofilm que su presencia provoca en el substrato. Esto puede producir corrosión
por picadura , debido a las turbulencias provocadas por el substrato o el
desprendimiento de cobre al formar sales con otros elementos. En la corrosión
microbial o MIC es un fenómeno poco común en el caso del cobre y sus
aleaciones.

Corrosión H2S
El sulfuro de hidrógeno (H2S) es un gas incoloro, inflamable y extremadamente
peligroso con un fuerte olor a "huevo podrido". El sulfuro de hidrógeno es
particularmente peligroso para el equipo cuando hay humedad presente. La
corrosión H2S, a veces denominada corrosión ácida, puede provocar daños
rápidos y extensos a los metales, incluida la corrosión uniforme, las picaduras y el
agrietamiento gradual.

El sulfuro de hidrógeno puede causar posibles situaciones de peligro de vida si no


se maneja adecuadamente. Los trabajadores expuestos al H 2S pueden
experimentar efectos graves a corto y largo plazo, que incluyen inconsciencia
rápida, coma e incluso la muerte. En ambientes de refinación de petróleo donde la
exposición al H2S es posible, todos los trabajadores deben emplear
procedimientos apropiados para identificar, monitorear y prevenir la exposición al
H2S.
El H2S es aproximadamente tres veces más soluble que el gas CO2, el ácido
creado por la disociación del H2S es aproximadamente tres veces más débil que el
ácido carbónico. Por lo que el efecto del gas H2S en una solución de bajo pH es
aproximadamente igual a la del gas CO2. A diferencia del CO2, el H2S disuelto no
necesita el paso de baja hidratación para convertirse en acido. Cuando el H 2S está
presente en baja concentración en un sistema dominado por CO 2, la capa de
sulfuro de hierro interfiere con la formación de la capa de carbono. Esto es de
interés debido a que la capa de sulfuro de hierro podría removerse rápidamente de
la pared de la tubería a comparación de la capa de carbonato de hierro. Bajo
condiciones turbulentas, la remoción de la capa protectora llevara a una rápida
corrosión. La cinética de la formación de la capa en el sistema CO 2/ H2S es
complicado y no muy bien entendido. La formación de la capa bajo estas
condiciones no va a solo depender de la química de la solución y de la solubilidad
del sulfuro de hierro y del carbonato de hierro, sino también de la cinética de la
formación de los dos mecanismos

Corrosión por erosión


La corrosión por erosión es una aceleración en la tasa de ataque de corrosión en
el metal debido al movimiento relativo de un fluido corrosivo y una superficie de
metal. El aumento de la turbulencia causada por las picaduras en las superficies
internas de un tubo puede provocar un rápido aumento de las tasas de erosión y,
finalmente, una fuga. La corrosión por erosión también puede verse agravada por
una mano de obra defectuosa. Por ejemplo, las rebabas que quedan en los
extremos de los tubos cortados pueden alterar el flujo suave del agua, causar
turbulencias localizadas y altas velocidades de flujo, lo que resulta en erosión por
corrosión. Una combinación de erosión y corrosión puede conducir a tasas de
picaduras extremadamente altas. En los sistemas de pozos mar adentro, la
industria de procesos en la que los componentes entran en contacto con líquidos
que contienen arena, es un problema importante.
La selección de materiales juega un papel importante para minimizar el daño por
corrosión por erosión. Se debe tener precaución al predecir el comportamiento de
corrosión por erosión en base a la dureza. La alta dureza en un material no
garantiza necesariamente un alto grado de resistencia a la corrosión por
erosión. Las características de diseño también son particularmente importantes.
En general, es deseable reducir la velocidad del fluido y promover el flujo
laminar; los diámetros de tubería aumentados son útiles en este contexto. Las
superficies rugosas son generalmente indeseables. Los diseños que crean
turbulencias, restricciones de flujo y obstrucciones son indeseables. Se deben
evitar los cambios abruptos en la dirección del flujo. Las tuberías de entrada del
tanque deben dirigirse lejos de las paredes del tanque, hacia el centro. Las
secciones de tubería con bridas y soldadas siempre deben alinearse
cuidadosamente. Las placas de impacto de los deflectores diseñadas para
soportar el peso del daño deben ser fácilmente reemplazables.

El grosor de las áreas vulnerables debería aumentarse. Las férulas


reemplazables, con un extremo cónico, se pueden insertar en el lado de entrada
de los tubos del intercambiador de calor, para evitar daños a los tubos reales. Se
pueden implementar varias modificaciones ambientales para minimizar el riesgo
de corrosión por erosión. Las partículas abrasivas en los fluidos se pueden
eliminar por filtración o sedimentación, mientras que las trampas de agua se
pueden usar en sistemas de vapor y aire comprimido para disminuir el riesgo de
impacto por gotitas. Los inhibidores de la des-aireación y la corrosión son medidas
adicionales que se pueden tomar. La protección catódica y la aplicación
de revestimiento protector también pueden reducir la tasa de ataque.

Corrosión galvánica
La corrosión galvánica o por contacto se produce debido a errores en el
ensamblaje o construcción, cuando metales con distintos potenciales se ven
unidos o se produce un contacto directo del uno con el otro. El cobre y sus
derivados se ven poco afectados debido a su carácter noble. Sin embargo tienen
una influencia negativa sobre los metales "menos nobles". Se puede prever
la corrosión por contacto aislando las piezas susceptibles de ser afectadas unas
de otras. Solamente entonces podría verse afectado por la presencia de un
electrólito. Además debido a que el cobre y aleaciones derivadas tienen
potenciales muy similares, no existe peligro de corrosión en conexiones
establecidas entre estos materiales.

Él no tener contacto directo también puede llevar a corrosión en el caso de la


utilización de metales "menos nobles" si hubiera un medio líquido presente. Podría
darse que un calentador o conducciones de agua de acero se vieran sometidas a
corrosión cuando el agua anteriormente hubiera circulado por conducciones de
cobre. Las trazas de cobre que hay en disolución, se cementarían en el acero y
crean un centro activo des de el que se puede activar la reacción de corrosión.
Para ensamblar "instalaciones mixtas" de cobre y acero, se deben seguir unas
ciertas regulaciones para evitar tales problemas.
Corrosión por oxidación

El óxido no es más que el resultado de una reacción química donde el oxígeno del
aire y el disuelto en el agua de mar se combinan con el hierro para crear óxido
férrico. Es natural como la vida misma y ocurre irremediablemente al buscar el
hierro su estado más estable en forma de óxido de hierro combinado con el
oxígeno.

La capa de óxido que se forma aísla al acero del casco que queda debajo,
deteniendo el proceso químico de oxidación hasta que no se vuelva a poner el
acero limpio en contacto de nuevo con el oxígeno. El problema es que el óxido de
hierro se desprende y disuelve fácilmente lo cual deja al descubierto el nuevo
acero para continuar con el proceso destructivo.

Como la oxidación se produce en agua salada o ambiente húmedo, la reacción es


mucho más virulenta al producirse un efecto electroquímico acelerado por la sal
disuelta en el agua de mar. Y todavía puede ser peor debido a las corrientes
eléctricas en el casco, producidas por efectos de fricción del movimiento del barco,
o por la utilización de metales diferentes, que actúan entre sí como si se tratara de
una verdadera pila eléctrica.
Corrosión por bajo depósito

La corrosión bajo depósito se produce cuando la arena, las sustancias corrosivas


o los sólidos porosos se adhieren a la superficie del metal. Si bien la zona debajo
del depósito es resistente a los inhibidores y puede corroer rápidamente, este tipo
de corrosión a menudo puede controlarse limpiando las superficies internas de las
tuberías, por ejemplo mediante la utilización de diablos.

Daños por Hidrógeno

Aunque técnicamente no es un fenómeno de corrosión, la fragilización por


hidrógeno se produce mediante reacción química, y es de gran importancia para
los productos de cobre y sus aleaciones derivadas.
Un cobre que contiene oxígeno y se vea sometido a elevadas temperaturas en
presencia de hidrógeno, es susceptible de verse afectado por el fenómeno de
la fragilización. Esto es debido al reducido radio atómico del hidrógeno, que
favorece, junto al aumento de temperatura, a la difusión de éste en el cobre. Una
vez difundido dentro del cobre, se produce una reacción parcial:

𝐶𝑢2 𝑂 + 𝐻2 ↔ 2𝐶𝑢 + 𝐻2 𝑂

El hidrógeno reduce el óxido de cobre, y se forma vapor de agua dentro de la


estructura cristalina. Éste no es soluble y el tamaño de la molécula impide su
difusión fuera de la estructura cristalina del cobre. Debido a la elevada
temperatura y el volumen de las moléculas contenidas el cobre se ve sometido
a elevadísimas presiones internas. Eso deriva a una relajación estructural y sobre
todo a la separación del material en los límites de grano.

La fragilización es más probable:


 Cuando más alto sea el contenido en oxígeno del cobre
 Cuando más alto sea el contenido de hidrógeno en la atmósfera
 Cuando más alta sea la temperatura de recocido
 Cuando más largo sea el tiempo de recocido

Un recocido a 500ºC durante 1,5 h con atmósfera controlada del 2% de hidrógeno


todavía es un período factible para que un cobre con oxígeno no resulte afectado
por la fragilización.
Sin embargo otros factores pueden influir de forma indirecta la presencia de
hidrógeno en la atmósfera, como por ejemplo, la disociación del vapor de
agua hidrocarburos (restos grasos) en moléculas de hidrógeno debido a las
elevadas temperaturas.

La mejor solución es emplear cobre libre de oxígeno (OFC) o cobre desoxidado


mediante fósforo (DHP) .
7.- Proceso de corrosión atmosférica
La corrosión atmosférica es la causa más frecuente de la destrucción de los
metales y aleaciones.

El mecanismo de corrosión es de naturaleza electroquímica. El electrolito es una


capa de humedad sobre la superficie del metal cuyo espesor varía desde capas
muy delgadas (invisibles) hasta capas que mojan perceptiblemente el metal. La
duración del proceso de corrosión depende sobre todo del tiempo durante el cual
la capa de humedad permanece sobre la superficie metálica.

Como el mecanismo de corrosión es electroquímico, su característica principal es


la presencia de un proceso anódico y otro catódico, con un electrólito de
resistencia óhmica determinada.

En el proceso anódico el metal se disuelve en la capa del electrolito, en la cual la


concentración se eleva hasta la precipitación de un compuesto poco soluble.En el
proceso catódico, bajo la capa de humedad, la mayoría de los metales expuestos
a la atmósfera se corroen por el proceso de reducción de oxígeno.

La resistencia óhmica entre las zonas anódica y catódica de las minúsculas pilas
de corrosión que se distribuyen sobre el metal es grande cuando el espesor de la
capa de humedad es pequeño.

La corrosión atmosférica puede ser clasificada en:

 Corrosión seca. Se produce en los metales que tienen una energía libre de
formación de óxidos negativa.
 Corrosión húmeda. Requiere de la humedad atmosférica, y aumenta cuando
la humedad excede de un valor crítico, frecuentemente por encima del 70%.
 Corrosión por mojado. Se origina cuando se expone el metal a la lluvia o
a otras fuentes de agua.

Factores que afectan los procesos de corrosión atmosférica


La acción conjunta de los factores de contaminación y los meteorológicos
determinan la intensidad y naturaleza de los procesos corrosivos, y cuando actúan
simultáneamente, aumentan sus efectos. También es importante mencionar otros
factores como las condiciones de exposición, la composición del metal y las
propiedades del óxido formado, que combinados entre sí influyen en los procesos
de corrosión.
Influencia de las condiciones meteorológicas en los procesos de
corrosión
La característica atmosférica más importante que se relaciona directamente con el
proceso de corrosión es la humedad, que es el origen del electrolito necesario en
el proceso electroquímico.

La figura III.1 muestra la relación que existe entre la corrosión atmosférica y el


espesor de la capa del electrolito sobre la superficie metálica. Se observa que en
espesores pequeños la corrosión no existe, pues la resistencia óhmica de la capa
del electrolito sobre la superficie metálica es muy grande y la disolución del metal
es difícil. Al aumentar el espesor disminuyen la resistencia de la capa del
electrolito y la polarización catódica, lo que origina un aumento en la velocidad de
corrosión hasta que alcanza un nivel máximo, que disminuye después con el
aumento del espesor. En esta zona, la reacción catódica es determinante en el
proceso de corrosión; el factor óhmico y la polarización anódica pierden
importancia, pues la difusión de oxígeno en la superficie metálica es muy lenta y
por tanto determinante del proceso global.

Figura III.1. Influencia del espesor de la película de humedad condensada sobre la


superficie metálica en la velocidad de corrosión.

Esto nos permite comprobar la importancia del conocimiento de las causas y los
factores que influyen en la formación de películas de humedad sobre la superficie
metálica. La causa más importante es la precipitación atmosférica (en forma de
lluvia o niebla espesa).

Existe también la condensación de humedad, que se origina cuando la humedad


relativa de la atmósfera sobrepasa el 100%. Es importante mencionar también la
condensación por adsorción, la condensación capilar y la condensación química.
Influencia de la contaminación atmosférica en los procesos de
corrosión
Cuando se alcanza el nivel de humedad necesario para la formación de pilas
de corrosión, comienza a ser importante un segundo factor: de contaminación
atmosférica.

Contaminación atmosférica
Se puede definir la contaminación atmosférica como "la presencia en el aire de
sustancias extrañas, sean éstas gaseosas, sólidas o la combinación de ambas, en
cantidad y durante un tiempo de permanencia que puede provocar efectos nocivos
para la salud humana y un deterioro de los bienes de uso y del paisaje"

En relación a su toxicidad, los contaminantes producen efectos nocivos en el ser


humano y su medio ambiente, como irritación en los ojos, nariz y garganta.
Además, atacan a muchos metales y materiales de construcción, deterioran
equipo eléctrico, superficies pintadas, etcétera.

Los contaminantes atmosféricos de mayor importancia son: partículas


suspendidas totales, ozono, monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno y dióxido
de azufre.

Esto implica, por consiguiente, la necesidad de medir la cantidad de los distintos


contaminantes dispersados dentro de la capa de aire. Lo anterior puede lograrse
usando equipo adecuado o mediante el uso de los modelos de difusión de gases
contaminantes.

Se analizan cinco de los contaminantes para los que existen normas de calidad
bien establecidas en Estados Unidos y Canadá. Estos son: dióxido de azufre,
monóxido de carbono, ozono, óxidos de nitrógeno, partículas suspendidas totales
y finas e hidrocarburos. Desafortunadamente, existen limitaciones en cuanto al
equipo necesario para la determinación de todos los contaminantes.

También se han establecido normas mexicanas dentro de los rangos aceptados


internacionalmente. El cuadro III.2 describe las normas de calidad de aire para los
cinco contaminantes atmosféricos más importantes.
CUADRO III.2. Puntos de quiebra para el IMECA

IMECA 50 100 200 300 500 UNIDAD

Partículas suspendidas totales (Promedio de 24


137 275 456 637 1 000 mg /m3
horas)

Bióxido de azufre (SO2) (promedio de 24 horas) 0.06 0.13 0.35 0.56 1.0 ppm

Partículas suspendidas totales SO2 (promedio


- - 23 91 171 .
de 24 horas) (ppm x mg/m3)

Ozono (O3) (promedio de 1 hora) 0.05 0.11 0.23 0.35 0.60 ppm

Monóxido de carbono (CO) (Promedio de 8


6.5 13 22 31 50 ppm
horas)

Bióxido de nitrógeno (promedio de 1 hora) 0.10 0.21 0.66 1.10 2.00 ppm

Principales contaminantes que afectan la velocidad de corrosión


El NaCl y el SO2 son los principales contaminantes corrosivos de la atmósfera.

Entre todos estos contaminantes, el SO2 tiene una importancia especial en los
procesos de corrosión atmosférica, a causa de su incidencia directa en la
velocidad de corrosión de los metales expuestos a la atmósfera.

Los metales no ferrosos consumen SO2 en las reacciones de corrosión, y sus


productos principales son los sulfatos metálicos, mientras que en la oxidación del
hierro y del acero los sulfatos ferrosos son hidrolizados formando óxidos y
generando ácido sulfúrico.

Una característica importante del SO2 es que es más soluble que el oxígeno, lo
cual origina que cuando se producen concentraciones muy bajas en la atmósfera
pueden obtenerse películas de humedad sobre la superficie metálica con altas
concentraciones de SO2, lo cual ocasiona el deterioro de la misma. Esto tiene una
gran importancia, ya que estudios atmosféricos basados en técnicas de química
analítica y en computadoras de alto poder resolutivo han llegado a la conclusión
de que la composición de la atmósfera se ha convertido en un reservorio de gran
cantidad de trazas de especies gaseosas.

A pesar de las bajas concentraciones en que se encuentran estas sustancias,


frecuentemente representan un riesgo para la vida de plantas y animales, pueden
alterar el clima y constituyen una aportación muy importante a los fenómenos de
corrosión.

El cálculo indica que la mayoría de estas sustancias están presentes en la


atmósfera a niveles más altos de los esperados en equilibrio termodinámico con el
nitrógeno, el oxígeno, el bióxido de carbono y el vapor de agua. La composición de
estas trazas está controlada por una serie de mecanismos cinéticos y engloban
una combinación complicada de procesos químicos, físicos y biológicos.

Las reacciones químicas entre los constituyentes mayoritarios de la tropósfera son


prácticamente inexistentes; en cambio, la formación de muchas especies químicas
activas bajo la influencia de la luz solar produce un rápido incremento de
reacciones en cadena que desempeñan un papel muy importante en la presencia
de trazas en la composición de

La gran mayoría de las especies traza que llegan a la atmósfera están en estado
de fase reducida (SH2, NH3, CH4, etc.); en cambio, las sustancias que regresan de
la atmósfera a la superficie terrestre, usualmente por dilución en las gotas de lluvia
o por sedimentación, están altamente oxidadas (H2SO4, HNO3, CO2, etc.).

Mapas de la corrosividad
Las predicciones de corrosión o agresividad de las atmósferas pueden servir como
orientación respecto a las medidas protectoras que deben adoptarse para la
conservación de una estructura metálica, y se tendrán en cuenta en la
planificación de una obra, para especificar el metal o aleación que hay que utilizar,
el tipo de recubrimiento protector y sus características —si es que se emplea
alguno— y la frecuencia del mantenimiento. Así, la importancia de estos factores
nos muestra el interés que tienen los mapas de corrosividad de países y áreas
geográficas, que informen directamente acerca de los riesgos de corrosión.

Para la confección de estos mapas es posible utilizar dos enfoques distintos:

 La medida directa de la corrosividad de las atmósferas por su


acción sobre ciertos metales, Fe, Zn, Al y Cu, generalmente.
 Determinación del efecto de los principales parámetros en la
corrosión atmosférica, con el fin de trazar el mapa de corrosividad
en función de la variación geográfica de aquéllos.
Mapa de corrosividad atmosférica de México
Para la elaboración del mapa de corrosividad de México se ha renunciado a la
idea de calibrar de modo directo la corrosividad de las atmósferas, por exigir este
planteamiento la instalación de cientos, tal vez miles de estaciones de ensayo,
labor que rebasa con creces las posibilidades experimentales y económicas del
equipo de investigadores con que se cuenta.

Por ello, el esfuerzo se centra en medir la corrosividad atmosférica en una serie


limitada de puntos, con la esperanza de llegar a generalizaciones que permitan
formarse una idea acerca de los niveles de corrosión previsibles a lo largo y ancho
de toda la geografía de México. Hasta agosto de 1990 se contaba con las
siguientes estaciones distribuidas por todo el país:

Las estaciones señaladas iniciaron su periodo de exposición de metales en el mes


de agosto de 1989, estando prevista la primera retirada de probetas para finales
del mes de agosto de 1990. Se han expuesto probetas de acero, cobre, zinc y
aluminio de 150 x 100 µm y de diferentes espesores, de acuerdo con la
metodología propuesta por la Organización Internacional de
Estandarización (ISO).

Estación Tipo de atmósfera Institución responsable

San Luis Potosí Urbana Instituto de metalurgia, UASLP

Acapulco Marina-urbana IIE (Instituto de Investigaciones Eléctricas)

Cuernavaca Urbana IIE (Instituto de Investigaciones Eléctricas)

Distrito Federal Urbana Facultad de Química de la UNAM

Irapuato Rural CFE (Comisión Federal de Electricidad)

Mérida Urbana CIEA (Centro de Investigación y Estudios


Avanzados)

8.- Bibliografía
https://www.springer.com/materials/surfaces+interfaces/journal/11124
https://es.scribd.com/document/242881156/Simpsosio-SIU-SUPERFICIES-E-INTERFASES-UDEA-pdf
http://www.aero.ing.unlp.edu.ar/catedras/archivos/Apunte%20Corrosion.pdf

Das könnte Ihnen auch gefallen