Sie sind auf Seite 1von 11

XII CONGRESO INTERNACIONAL DE GESTALT

UMBRAL DE LA UNIDAD
5 AL 8 DE MAYO 2011. PIRIÁPOLIS, URUGUAY

Aproximaciones a la clínica de personas con


Trastorno Obsesivo Compulsivo.
Comprensión Gestáltica.
Desde el ciclo de la experiencia al modo de afrontamiento terapéutico.
Articulación de aspectos espirituales a la dinámica en el proceso de
sanación.

Lic. Ps. M. Laura Ugartemendía Maclean


27/10/2010

Resumen: El trabajo reflexiona acerca del proceso terapéutico gestáltico de personas con TOC.
Recorre el ciclo de la experiencia para estos pacientes como base fundamental en la
comprensión de su existir. Desarrollando así un diagnóstico fenomenológico, comprendiendo
los bloqueos que imposibilitan su autorrealización. Posteriormente se aborda el modo de
afrontamiento terapéutico y presupuestos básicos que sustentan su abordaje. Se comparte un
análisis descriptivo- reflexivo, articulando aspectos de la dimensión espiritual a la dinámica en
el proceso de sanación.
Objetivo: Compartir reflexiones teóricas- técnicas en cuanto a la clínica de
personas con TOC, tendiendo a ampliar conceptualizaciones hacia una mayor
comprensión y mejor práctica. Ahondar en el ajuste creador, articulando
aportes del proceso de espiritualización a la dinámica en el proceso de
sanación.

Introducción

Breve descripción-

El TOC es una patología que perturba la vida de relación. Es uno de los


trastornos por ansiedad. En su origen aparecen factores genéticos, sociales, y
los referentes a la estructura de personalidad. De acuerdo a diversos estudios
realizados se sabe que los pacientes afectados por este trastorno, presentan
una anormal concentración de serotonina en el cerebro. La segregación de
neurotransmisores en cantidad excesiva o escasa afecta la salud mental.

La definición del trastorno en el DSM III R dice: El rasgo esencial son


obsesiones recurrentes y/o compulsiones. Las obsesiones son definidas como
ideas, pensamientos, imágenes o impulsos persistentes o recurrentes que son
ajenos al yo (egodistónico), es decir se experimentan como ideas que invaden
el campo de la conciencia. Se realizan intentos por ignorarlas o suprimirlas.
Las compulsiones son conductas que no se experimentan como resultado de la
volición, sino que van acompañadas de una sensación de compulsión (que se
impone) y de un deseo a resistirse. La conducta compulsiva puede volverse
muy elaborada y repetidamente estereotipada, lo que se llama “rituales
compulsivos”.

Desarrollo

Lo que ocurre fase por fase en el ciclo de la experiencia -

Reposo- El proceso comienza desde un estado de indiferenciación donde la


persona está libre de asuntos que le puedan entorpecer su equilibrio.

Sensación-la persona capta una señal de su organismo, que puede brindarle


información de su interior o del mundo externo, es decir provenir de estímulos o
demandas del exterior a través de sus sentidos.
Formación de la figura o darse cuenta- Es frecuente encontrar en esta fase,
que la persona desarrolle una rica y florida actividad en la zona de la fantasía,
alterando la clara formación de la figura; haciendo interpretaciones
distorsionadas de las sensaciones, inventando sentidos a éstas, donde
comienza a crearse un circuito de retroalimentación negativo entre la mente y
el cuerpo, donde se intensifica la activación mental, producción imaginaria (que
puede ser catastrófica o no), produciendo como consecuencia una falta de
contacto con la realidad y el presente. También se altera la percepción de la
necesidad y se pierde el control. Hay proyección.

Determinados detalles de la realidad, del entrono se tornan figura, al paciente


focalizarse en ellos. La percepción está marcada por la necesidad, que en este
caso es la necesidad de control, de protección de lo contaminante, de lo que él
percibe como tóxico, de lo ajeno, de lo que vive como amenazante.

Movilización de la energía- Se distorsiona la realidad con la producción


imaginaria (actividad intelectual y de la fantasía), surgen pensamie ntos
intrusivos (que se le imponen), de los cuales siente no tener control. Confunde
lo obvio con lo imaginario, lo que es se pierde en todo lo que imagina que toma
un lugar y un peso preponderante. Estos pensamientos e ideas obsesivo-
compulsivas se pueden tornar en imposiciones a las que la persona puede
llegar a responder de una manera que se aleja de lo proporcionado y
adecuado a la situación o sano.

Linda con la perfección, el control de lo que tendría que lograr, y en todo esto
está alejado del aquí y ahora reales.

Hay introyectos a los que responde. Puede sentir culpa por los pensamientos
negativos hacia otros que ama.

Acción- Todo este estado artificialmente creado en su mente le lleva a crear un


estado afectivo de perturbación, de angustia, de miedo, ansiedad, descontrol,
intranquilidad, que para calmarlo o en el intento o afán de evitarlo, de salirse de
ese estado desarrolla la acción compulsiva. Conductas irracionales que lleva a
cabo compulsivamente. Y que una vez realizadas provocan alivio u en otros
casos más angustia.
La focalización previa orienta la acción. Actividad compulsiva que responde a
sus necesidades no conscientes y presentes.

Puede haber retroflexión, causándose alteraciones a nivel físico (dolores de


cabeza, malestar digestivo, contracturas musculares, etc.) o auto interrupciones
a su placer o alegría.

Todo este proceso de la acción, se encarga de esconderlo, de mantenerlo


tapado, bajo máscaras de excusas frente a los otros, disimulando la
irracionalidad de sus conductas y procederes inexplicados. Puede sentir
vergüenza de lo que se le ocurre y hace.

Pre contacto- Puede aparecer la picardía, la manipulación, la exigencia y el


control como formas de hacer frente a todo esto, muchas veces tratando de
evitar situaciones angustiantes o estresantes. Deflexión.

Contacto-Hay aceptación de las sobrecargas autoimpuestas. Cumpliendo con


lo autoimpuesto. Pueden surgir sentimientos de agotamiento y cansancio.
Deflexión: evitación del contacto con otros o del contacto con la conducta
propia.

Termina envuelto en una maraña de acción y si mismo confusa, confluencia.


Dificultad para distinguir lo propio del entorno, de lo externo a él.

Cierre-Una vez concluida la acción compulsiva, se cierra el ciclo, provocando


una sensación de “falso” reposo y alivio luego del torbellino atravesado, del que
no siente control.

Retirada- Si la persona no puede soltar el control, (lo cual suele ser difícil en
este tipo de trastorno), no puede retirarse como para digerir las experiencias y
aprender de ellas. Por lo cual, mientras la asimilación e integración de las
experiencias se dificulta, no hay aprendizaje. Y esto, en lugar de lograr un
crecimiento, lleva a un decrecimiento o involución. Que genera sentimientos de
inadecuación, inferioridad, malestar, tristeza, depresión.

La persona no comprende lo que le ocurre. Se siente esclava, presa de rituales


que debe cumplir. Su autoestima desciende. No puede cumplir con objetivos.
Los vínculos se distorsionan. Sus comportamientos son autodestructivos y
destructivos de las relaciones y vínculos que establece. Los que le rodean
hacen esfuerzos de comprensión y de colmar sus expectativas y
requerimientos, pero esos esfuerzos nunca son suficientes.

La persona va perdiendo contacto con la realidad, produciéndose una


desconexión de la experiencia del aquí y ahora, de lo que es. Se apega a lo
fijo, a la rutina, a lo que debe de efectuarse o no efectuarse de determinada
manera.

Luego comienza el ciclo distorsionado y auto interrumpido nuevamente.


Llevando a la persona, con el tiempo a un estado de agotamiento, de pérdidas
(cosas que va dejando por el camino por no poder afrontar y/o disfrutar), de
cansancio.

La persona llega a consulta aquejada por lo que le sucede, generalmente con


toma de conciencia de las consecuencias negativas de lo que está
aconteciendo en su vida cotidiana, y cuando siente que todo ya se le ha ido de
las manos. Paradójicamente al control que intenta sobre la realidad, se va
sumergiendo en el descontrol de esto que avanza, sino se detiene a buscar
ayuda.

Modo de afrontamiento terapéutico de este trastorno. Presupuestos básicos


que sustentan su abordaje-

A partir de la confirmación del diagnóstico, es importante dar seguridad y


sostén al paciente de que esto que le sucede tiene salida. Que se sienta
contenido y sostenido, que sienta que ya no está sólo, y que cuenta con un
profesional que va a ir guiando y acompañando el proceso de sanación. El
cual va a ser un proceso de autodescubrimiento de cómo está siendo su modo
de estar en el mundo. Y de la comprensión de cómo ha desembocado en esta
realidad.

Vamos desenredando la madeja que contiene múltiples elementos de los que


no tiene conciencia aún. Llega sin saber de qué forma se crea su propio
infierno, esta infelicidad en la que vive. Tomando conciencia de lo que evita
aceptar en su vida y saber de sí.

Es de vital importancia que recupere el contacto con el aquí y ahora para darse
cuenta de cómo interrumpe el proceso natural de la energía.

Se irá dando cuenta de cómo y qué hace para crearse este modo de vivir. Irá
tomando responsabilidad. Puede haber falta o exceso de esta. Por tanto irá
aprendiendo a hacerse cargo de lo que le corresponde y a respetar la
necesidad organísmica del momento actual.

Se dará cuenta de la magnitud de su pensar, del poder otorgado a la fantasía, y


de cómo responde a éstas, más que a la realidad misma. De cómo se evade
del presente, creando otro sustituto que modela su conducta y determina su
sentir.

El trabajo cognitivo se centrará en iluminar y modificar creencias e imágenes


mentales, que pueden estar fuera de su darse cuenta o no, y que con
frecuencia se hallan asociadas a esquemas de culpabilidad y responsabilidad.

Desarrollar la conciencia para discernir lo que pertenece a lo imaginario, es


crucial. Aprender a distinguir lo que es de las interpretaciones y creaciones
fantásticas personales es fundamental para superar de un modo adaptativo lo
que le aqueja.

Se observa en estos pacientes dificultad para recibir y aceptar lo bueno en sus


vidas; todo lo bueno que cada uno ha generado, aunque así no lo puedan
reconocer o tengan dificultades para hacerlo. Es más fácil recibir el dolor,
quedando arraigados al sufrimiento. El advenimiento de una gran felicidad
puede generar miedo. Trabajar este sentimiento cuando es disfuncional,
encauzando y articulando el trabajo de sanación afectivo- emocional con el
proceso de espiritualización, en la medida de las posibilidades y niveles de
crecimiento de cada persona en cada momento, a su tiempo particular.

Forma parte del proceso de espiritualización y desarrollo del ser humano el


aprendizaje de la receptividad. Todo lo vivo proviene de un aspecto creativo y
otro receptivo. Son los dos principios básicos que forman y permiten la vida.
Mientras lo creativo engendra, lo receptivo acoge. Son dos formas de
movimiento y de quietud diferentes. El movimiento de lo creativo es dirigirse
hacia delante, hacia la meta, y su quietud es detenerse. El movimiento de lo
receptivo, en cambio, es apertura, y su quietud es clausurarse, cerrarse.

La sociedad en la que vivimos apoya y fomenta el afán por hacer, poseer,


controlar y escapar de la vulnerabilidad, colocándonos así en un universo
competitivo, ambicioso, activo, lineal en sus concepciones y formas de
transitar, de vivir. Provoca miedo y ansiedad estar abiertos a lo desconocido, a
lo nuevo, a lo que hay, que es la acción receptiva. Tener conciencia de lo que
ocurre dentro y fuera de nosotros y acompañar estos procesos en gestación,
en desarrollo. Aprender a reconocer ambos modos de energías y darles su
lugar en el proceso creativo es un paso fundamental hacia la salud psíquica y
social.

Cuando la persona se aboca a una actividad compulsiva está tratando de


escapar de un miedo, o de llenar un vacío. La persona está más identificada
con sus roles, posesiones, pensamientos o conocimientos que con su ser
mismo. Ser persona es mucho más que lo creado, y se expande a lo no
creado, al vacío, a la nueva posibilidad.

Ser receptivo es no tratar de controlarlo todo y entregarse: gran desafío en la


persona con TOC. Ver más allá de los muros que impone su percepción.
Disfrutar y respetar de lo logrado e incorporar lo nuevo. Cultivar la actitud
receptiva de aceptar, dejar de apretar, de presionarse, darse espacio interno y
externo, permitirse la escucha profunda y que la vida se despliegue en su
amplitud, calma y libertad. Mientras más se aferre a la búsqueda desenfrenada
de la seguridad, su vida se verá carente de sentido, en la medida que perderá
contacto con el mundo, con la realidad y con el Ser.

Trabajar las polaridades que aparezcan: inseguridad- seguridad, control-


descontrol (soltar, abandonarse), miedo- confianza, amor; rigidez- flexibilidad,
tolerancia.
Aprender a conocer sus debilidades, sus características de personalidad, y las
que usadas de determinada manera se pueden tornar en destructivas, usadas
de otro modo se tornan en virtudes. Aprender a convertir características propias
en fortalezas, usadas y desarrolladas en determinados ámbitos (laboral,
artístico, etc.).

Preguntarse ¿qué es lo que está haciendo actualmente que le impide estar a


gusto consigo mismo? y ¿Qué es lo que no está haciendo que lo ayudaría a
estar a gusto consigo?

Descubrir lo que necesita dejar de hacer para no crearse el malestar, el ciclo


destructivo, será determinante en su proceso de sanación.

Aprender a relajarse, mantener la calma, aprender a vivir el presente, sin


torturarse con el pasado, ni evadirse hacia el futuro que no es y posiblemente
no sea como lo imagina.

Que pueda aprender a controlar la ansiedad, enfrentándose progresivamente a


situaciones que le resultan ansiógenas, que entrañan una moderada angustia y
que dan lugar a compulsiones. De manera de poder enfrentar la realidad de
forma más calma y positiva.

La confianza en el terapeuta; y dejarse fluir en el proceso curativo serán


importantes para el éxito del tratamiento. Como en todo proceso no forzar,
respetar el ritmo de cada paciente.

Generalmente son pacientes comprometidos, cumplidores, colaboradores y


adheridos al tratamiento. Y se obtiene un gran porcentaje de mejoría.

Conclusión

El TOC no es un defecto ni un signo de debilidad.

Si bien el desarrollo de esta enfermedad, está relacionada con características


de su personalidad o carácter, y sabemos que la estructura de personalidad no
cambia, con una terapia adaptada es posible el retorno y la recuperación de
una vida saludable y plena.
Con el profundo autoconocimiento la persona logrará disponer de más
elementos, de mejores recursos para hacer frente a las situaciones de forma
sana, con un funcionamiento adecuado, reconociéndose a sí mismo y al
entorno tal cual son.

La persona podrá utilizar la enfermedad como partida a su camino espiritual.


Camino que es individual, una experiencia interna y sutil de transformación
profunda. Tanto la felicidad como el sufrimiento son parte de este camino.

Creamos sufrimiento sin saber que lo estamos haciendo. El no saber, la


ignorancia afecta nuestra experiencia de vida. La vida que tenemos es el
resultado de nuestro propio hacer. Somos cocreadores de nuestra realidad.

Hay una intensión detrás de la acción y esto genera resultados.

Vivir una vida consciente es un requisito para el camino espiritual. Aprender a


vivir una vida consciente, no mecánica.

No hay nada que tengamos que temer. Podemos elegir ser dañados, heridos o
podemos elegir la felicidad.

El crecimiento espiritual lleva a un cambio de conciencia. Y este cambio va a


provocar cambios en la vida diaria. Estos cambios no serán forzados sino
naturales.

La inconsciencia fragmenta la personalidad. La conciencia nos unifica en la


plenitud de nuestro Ser.
Bibliografía

 Delacroix, Jean- Marie, Encuentro con la Psicoterapia, Cuatro Vientos,


Segunda edición, 2009.
 Salama Penhos, Héctor, Psicoterapia Gestalt. Proceso y Metodología,
Alfaomega, 2001, Segunda edición.
 Spangenberg, Alejandro, Terapia Gestalt: Un camino de vuelta a casa.
Teoría y Metodología, Psicolibros, 2006.
 Zinker Joseph, El proceso creativo en la Terapia Gestáltica, Paidós,
Primera edición, 1979.
 Fahrer Rodolfo, Manual de Psiquiatría, Cap.10 Neurosis. López Libreros
Editres, 1993.
 Sogne Francesca, Tesi di Laurea: Disturbo Ossessivo compulsivo:
un´applicazione clínica del Testi di Rorschach secondo il sistema
comprensivo di Exner, Universitá degli studi di Padova, Facoltá di
Psicologia, 2001- 2002.
 Van Noppen Barbara, Pato Michele T. y Rasmussen Steven, Aprender a
vivir con el Trastorno Obsesivo Complulsivo, 2001.
 Material del NIMH, ¿Se siente atrapado en un ciclo de pensamientos
indeseables y negativos?.
 El hombre de los lobos: Una aproximación gestáltica a un paciente de
Sigmund Freud. (no dispongo de autor)
Síntesis CV

M. Laura Ugartemendía Maclean.


Licenciada en Psicología egresada de la Universidad de la República
(1993). Terapeuta Gestáltica postgraduada en el Centro Gestáltico de
Montevideo (1995), especialización adultos. Formada en el Enfoque
Holístico de la salud y la Enfermedad con la Dra. Adriana Schnake en
Centro Anchimalén, Chiloé, Chile. Espiritualidad, Transpersonalidad y
Trascendencia en el Centro Gestáltico de Montevideo.
Coordinadora de grupos de reflexión, psicoeducación y cursos de
formación. Columnista de medios radiales y escritos en nuestro medio.
Docente de ISEF, Instituto Superior de Educación Física de la
Universidad de la República.

Das könnte Ihnen auch gefallen