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perros
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Alejandro Martínez
Educador y adiestrador canino
Ver fichas dePerros
El condicionamiento operante en perros es un tipo de
aprendizaje que tiene que ver con el desarrollo de nuevas
conductas, y no con la asociación entre estímulos y
conductas reflejas como ocurre en el condicionamiento
clásico.
Los principios del condicionamiento operante fueron
desarrollados por B. F. Skinner, quien recibió la influencia de
las investigaciones de Pavlov, de Edward L. Thorndike y de la
teoría de la selección natural de Charles Darwin.
En este artículo de ExpertoAnimal te explicaremos cómo
ponerlo en práctica y te explicaremos ejemplos para que
comprendas de qué se trata. Sigue leyendo:
También te puede interesar: Condicionamiento clásico en
perros
3. Extinción
Es la disminución de la frecuencia de una conducta
aprendida, que ocurre cuando la conducta deja de ser
reforzada. Es decir que dejan de existir las consecuencias
que antes reforzaban la conducta (premios, felicitaciones etc.)
Ejemplo de extinción de conducta: Imagina que cuando tu
perro era un cachorro saludaba a las personas saltando
sobre ellas, porque lo acariciaban y jugaban con él. Entonces
aprendió que esta es la manera correcta de saludar a la
gente. Un buen día, la gente deja de acariciarlo y jugar con él
cuando salta. En cambio, le dan la espalda y lo ignoran. Con
el tiempo tu perro deja de saltar para saludar a las personas.
Esto ocurre porque la conducta aprendida (saltar sobre las
personas) deja de tener consecuencias reforzantes y,
entonces, se produce la extinción de la conducta.
Es una buena forma de tratar las actitudes que no nos gustan
del perro sin exponerle a castigos ni a riñas. Este proceso
sería el ideal para trabajar una conducta no apropiada en un
perro con graves problemas del comportamiento como el
estrés o la ansiedad.
Durante este tiempo (del día 3 al 16) es cuando muchos de los criadores
proactivos establecen una estimulación neurológica temprana ("súper cachorros",
como dicen algunos), que muchas veces podría hacer que estos se conviertan en
perros adultos más equilibrados.
Los oídos comienzan a abrirse alrededor del día 14 y los párpados entre los días
10 al 16. Como te puedes imaginar, estos eventos les proporcionan a los
cachorros un nuevo punto de vista (literalmente) de su mundo.
Para el día 15, la mayoría de los cachorros ya están de pie, y en los próximos días
darán sus primeros e inestables pasos. En este punto, pasan de tener una
dependencia total hacia la madre a ser un poco más independientes.
2-3 semanas Muestra sus primeros signos sociales, gruñendo y meneando la cola.
2-3 semanas El cachorro responde a la luz y al movimiento.
2-3 semanas El cachorro empieza a mostrar interés por los alimentos semisólidos
(aunque sigue mamando también de su madre). Ya puede beber leche o
agua a lametazos de un plato.
6-8 semanas Debe estar ya totalmente destetado y comer cuatro o cinco veces al día
pequeñas cantidades.
6-9 semanas Esta edad es en la que el cachorro está más abierto a la socialización. Una
buena idea es llevarlo a una clase para cachorros a la que puedas llevarlo
para que conozca y juegue con otros cachorros y adquiera destrezas
sociales muy importantes para su vida más adelante. Puedes sacarlo a la
calle antes de que haya recibido todas las vacunas siempre que lo lleves en
brazos y no lo dejes en el suelo, ni vayas a zonas donde es posible que
hayan estado otros perros.
7-9 semanas Los cachorros suelen verse separados de su madre y sus hermanos para ir
a su nuevo hogar. Pregunta al criador por las vacunas y los tratamientos de
desparasitación que ha recibido el cachorro. Es una buena idea que hables
con un veterinario sobre vacunaciones y castración antes de recoger al
cachorro.
10 semanas Los machos pueden empezar a levantar una pata para orinar.
Los primeros tres meses de vida son de especial importancia para la vida del cachorro. Conocer
cuál es el comportamiento normal de su organismo cuáles son las anomalías que pueden
presentarse, qué gravedad revisten; estar advertido sobre el comportamiento normal de la
perra en lo que hace al correcto cuidado de su cría y cómo actuar en caso de que no resulte una
"buena madre", son algunos de los importantes temas que la doctora María Elena Loza,
docente de la Cátedra de Obstetricia y Patología de la Reproducción (F.C.V - UBA), aborda en
este exhaustivo reportaje.
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Nacen con lo ojos y los oídos cerrados. No caminan, sino más bien, reptan. Las patas de atrás,
prácticamente no las mueven, sólo se movilizan en busca de calor con las patitas de adelante.
Tanto el sistema nervioso como el muscular no están totalmente desarrollados, y recién
terminarán de formarse con el transcurso de los días.
Depende de la raza e incluso hay variaciones individuales pero, por lo general, lo hacen entre
los diez y los quince días de vida, aunque a veces demoran un poco más. Pero, el hecho de que
se le despeguen los párpados no significa que vean con claridad. A partir de los veinticinco días
comienzan a definir imágenes porque, además de tener los ojos cerrados al nacer, la retina del
globo ocular tampoco está suficientemente desarrollada.
Por lo general, los cachorritos pueden recibir del medio externo en el que viven ondas sonoras
fuertes, aproximadamente a los veinte días. Hasta ese período, prácticamente, no tienen
noción, a través del sonido, de lo que ocurre a su alrededor.
Si no encuentran fuente de satisfacción, emiten señales sonoras, que se las conocen como
"quejidos de desamparo".
Sería lo ideal. Son muy importantes, en especial, las mamadas que se realizan durante los
primeros días porque a través del calostro, que todavía no es la leche propiamente dicha, los
cachorros reciben anticuerpos para defenderse de las enfermedades virósicas.
No; una perra con sus vacunas al día pasará a sus cachorros más anticuerpos que otra que las
tenga vencidas. Y, esto también es importante porque a esa edad tan temprana ellos no están
en condiciones de crear sus propios anticuerpos.
En primer lugar, cuando nacen sus hijos, se ocupa de ingerir las membranas que recubren al
cachorro, corta el cordón umbilical y les lame todo el cuerpo para estimular el aparato
respiratorio y circulatorio de los recién nacidos. También los limpia para eliminar adherencias
o líquidos que pudieran quedar sobre sus cuerpos y producirles infecciones. (En estado salvaje,
también la higiene del perrito recién nacido se efectúa para evitar que posibles depredadores
los huelan y puedan atacarlos)
¿Los lengüetazos de la madre pueden compararse con las palmadas que se les dan
a los bebé cuando nacen?
Ocurre algo parecido. La perra lame a los recién nacidos, con bastante energía, incluso, los
revuelca por el piso. Esto provoca una cierta resistencia en los cachorros y esto, de algún modo
y muy levemente, también les sirve para ejercitar su sistema muscular. Además, las lamidas
que realiza sobre la pancita y alrededor de los esfínteres de sus hijos es para estimular la
micción y la defecación.
En ese caso y aclaro que no es lo habitual, el dueño de los cachorros tiene que ocuparse de la
tarea. Para ello, con un algodón humedecido en agua tibia y exprimido debe masajear la
zona genital y perineal de los cachorros para ayudarlos a hacer sus necesidades. Este
trabajo debe hacerlo cada dos o tres horas luego que los cachorros terminan de mamar y
hasta que los perritos no necesiten ayuda para cumplir con sus funciones orgánicas. También
deberá el dueño limpiar la paridera.
Las estufas o calentadores no son recomendables. De ser necesario, se puede colocar, en los
costados de la paridera, bolsitas de agua tibia o botellas de agua caliente envueltas en tela, de
modo que los cachorritos queden en el centro y la madre ocupe uno de los lados.
Entonces, los perritos se juntan, se apilan entre ellos, y evitan pérdidas de calor.