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Discriminación positiva: arma de doble filo

Si se mira la historia de la humanidad, no es difícil identificar a los personajes con


privilegios innatos: los hombres, la gente blanca, los ricos, gente que por el simple hecho de
tener alguna de estas características tiene menor dificultad para lograr ciertos objetivos. Estos
personajes son los protagonistas de las historias, o mejor dicho, los que las escriben.
En el otro lado del espectro se encuentran los históricamente discriminados: las
mujeres, la gente de color, los pobres. Estos grupos han tenido que luchar para poder ser
escuchados, para conseguir los mismos derechos que los privilegiados, porque el argumento
de que todos somos personas no es suficiente.
Esta lucha no pasa desapercibida por las autoridades, y así es como durante los años
60, en Estados Unidos, nace el concepto de discriminación positiva, la cual se entiende
como las políticas o acciones que buscan favorecer a grupos históricamente discriminados,
con el propósito de lograr mayor igualdad en la sociedad. Aunque originalmente fue aplicada
para combatir la discriminación racial en el ámbito laboral, luego comenzó a abarcar otras
esferas, como la religiosa, el género, etc. y otros ámbitos, como el educacional, enfoque de
este ensayo.
La discriminación positiva ha generado diferentes reacciones al ser aplicada en el
ámbito educacional. Por un lado, “alrededor de un cuarto de los países del mundo tienen
alguna forma de discriminación positiva en la admisión de estudiantes a la educación
superior”1, entre ellos Nueva Zelanda, que da beneficios al momento de ingreso universitario
a gente con ascendencia maorí o polinesia. Por otro lado, hay países que la rechazan, como
Eslovaquia, que en 2005 prohibió este tipo de medidas en ciertas esferas, indicando que
“necesitamos deshacernos de crear estereotipos basados en raza o etnia”2, y Alemania, donde
se rechazó la posibilidad de facilitar el acceso a niños de la clase obrera que no les fuera bien
académicamente al Gymnasium (educación secundaria). Directores de los Gymnasien
objetaron, diciendo que sería un “deservicio” para los niños pobres.
Las diversas opiniones al respecto de ésta hacen cuestionarse si debería aplicarse o
no; aunque en la teoría tenga un objetivo noble, en la práctica causa polémica, la cual subyace
en dos principales interrogantes: hasta qué punto llevarla, y cómo lograr la inclusión y

1
«Iniciativas de discriminación positiva en todo el mundo» Dudley, Laura y Michele S.
Moses.
2
Daniel Lipšic, exministro de justicia eslovaco.
desarrollo favorable de los candidatos. Sí se debería dar prioridad a postulantes que
pertenezcan a grupos históricamente desfavorecidos, sin embargo, no de forma desmesurada,
ni con la mentalidad de que es lo único que se deba hacer para mejorar la igualdad en la
sociedad.
Como se mencionó anteriormente, en la actualidad, el esfuerzo y la dedicación no son
los únicos factores relevantes al momento ingresar a la educación, también existen otras
variables, como el género, el nivel socioeconómico, etc que afectan la posibilidad de ingreso.
Es por esto que se utilizan diferentes métodos para disminuir el sesgo histórico, como cuotas
de género (por ejemplo, que un 40% de los seleccionados sean mujeres), programas de
admisión especial (PIANE-UC, convenios étnicos, entre otros), etc. Un ejemplo de esto sería
la medida adoptada por la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, que consiste en 40
cupos exclusivos para mujeres (lo que representa, aprox., un 5% adicional a los alumnos que
ingresan cada año), como respuesta a “la PSU es una prueba en la cual curiosamente a las
mujeres les va peor que a los hombres, a pesar que en el colegio éstas tienen mejores notas en
general”3, así fomentando la integración de las mujeres en el área científica.
Es importante que éstas políticas sean tratadas con cautela, de lo contrario, pueden
tener el efecto opuesto, como el aumento del resentimiento social generado en el grupo que
no cumple la condición de borde para ser clasificado, ni es tan privilegiado como para no
necesitarlo. Un ejemplo de esto sería como la discriminación positiva para los afroamericanos
en las admisiones universitarias ha ido perdiendo su apoyo en los últimos años4. Esto es,
principalmente, porque una gran parte de los candidatos aceptados terminan obteniendo
calificaciones menores en relación al resto, y tienen un alto porcentaje de deserción. Esto
hace que aumente el rechazo hacia ellos, fomentando la idea de que el cupo está siendo “mal
utilizado”5.
Lo anterior suele ocurrir debido a que, una vez aceptados, los candidatos no siempre
cuentan con apoyo por parte de la institución. No porque hayan sido aceptado significa que
serán recibido acogedoramente o que tendrán las capacidades y conocimientos previos
suficientes para mantenerse y terminar sus estudios. El ingreso del estudiante debe ser
acompañado de un proceso de inserción. Dicho proceso debe incluir, si es necesario, un

3
«La discriminación (positiva) en Ingeniería de la Chile: ¿por qué las académicas apoyamos
los cupos de equidad de género?» Hitschfeld, Nancy y Bárbara Poblete.
4
En The Washington Post, Stauss, Valerie.
5
En The Atlantic, Sander, Richard y Stuart Taylor Jr.
programa de nivelación durante el verano para disminuir la brecha de conocimientos, y otro
de acompañamiento durante el año. Además, la inclusión no solo debe estar enfocada en el
candidato, sino que también en el resto del alumnado. Esto incluye jornadas reflexivas, para
brindar un espacio en donde se sensibilice de la importancia de la inclusión, y de aceptar a
todos, porque somos personas, entre algunas posibles medidas. Es fundamental que no se vea
a los candidatos como un número, una cifra para mostrar una buena imagen del
establecimiento, sino como personas que se merece una oportunidad y el apoyo que esta
conlleva. Todo lo anterior para así lograr una la integración académica y social efectiva del
alumno.
Hay quienes consideran que la discriminación positiva, por muy positiva que sea, no
deja de ser discriminación, y que fomenta la inconformidad en la sociedad, no obstante, en la
actualidad son útiles, debido a que el sistema de ingreso tradicional no toma en cuenta el
resto de las variables que influyen en el desempeño académico, entre otros. La verdadera
solución sería educación de calidad para todos, sin embargo, todavía no se logra. Por ahora,
la discriminación positiva es un instrumento efectivo para mejorar la igualdad.
En conclusión, sí se debería dar prioridad a postulantes que pertenezcan a grupos
históricamente desfavorecidos, sin embargo, no de forma desmesurada, cuidando de no
impactar negativamente al resto de los candidatos fuera del borde. Asimismo, el ingreso del
candidato debe ser acompañado de inclusión y apoyo, pues sin éstas, la medida no tiene
sentido. Por sobre todo, se debe tener en cuenta que estas medidas simplemente son una
forma de disminuir las brechas existentes por el momento “las políticas de igualdad se
pueden diseñar de mejor manera para reflexionar y contrarrestar la manera en que las diversas
formas de desventaja se cruzan en las vidas de los estudiantes”6. Lo que lleva a las preguntas
¿cuándo dejaremos de necesitar medidas como estas? ¿Realmente existen medidas para
eliminar brechas sociales de forma efectiva?

6
«La discriminación (positiva) en Ingeniería de la Chile: ¿por qué las académicas apoyamos
los cupos de equidad de género?» Hitschfeld, Nancy y Bárbara Poblete.
Bibliografía
1. https://en.wikipedia.org/wiki/Affirmative_action
2. https://fr.wikipedia.org/wiki/Discrimination_positive
3. https://blog.oxfamintermon.org/la-discriminacion-positiva-ejemplos-y-ventajas/
4. https://euobserver.com/justice/20123
5. https://ssociologos.com/2012/08/09/que-es-la-discriminacion-positiva/
6. http://ceppe.uc.cl/images/stories/recursos/ihe/Numeros/77/art02.pdf
7. http://www.uchile.cl/portal/presentacion/asuntos-academicos/pregrado/admision-
especial
8. http://www.uc.cl/es/inclusion-en-la-uc
9. https://www.washingtonpost.com/news/answer-sheet/wp/2017/08/02/actually-we-
still-need-affirmative-action-for-african-americans-in-college-admissions-heres-
why/?noredirect=on&utm_term=.33f0645791ec
10. https://www.theatlantic.com/national/archive/2012/10/the-painful-truth-about-
affirmative-action/263122/
11. http://ingenieria.uchile.cl/noticias/94805/la-discriminacion-positiva-en-ingenieria-de-
la-chile
12. «De la discrimination positive», Keslassy, Éric; edición 2016.

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