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El proceso de ejecución previsto en la Nueva Ley Procesal del Trabajo, Ley N° 29497,
en adelante NLPT, define la competencia en el conocimiento de dicho proceso
básicamente en razón a la cuantía, salvo el caso de la cobranza de los aportes
previsionales del Sistema Privado de Pensiones, en cuyo caso la competencia es
exclusiva de los Juzgados de Paz Letrados, resultando irrelevante el importe materia
de cobranza.
En esa misma línea, ANACLETO GUERRERO señala que la finalidad del juicio
ejecutivo no consiste en lograr un pronunciamiento judicial que declare la existencia o
inexistencia de un derecho sustancial incierto, sino en obtener la satisfacción de un
crédito que la ley presume existente, en virtud de la peculiar modalidad que reviste el
documento que lo comprueba. Por ello, los dos extremos principales que ha de reunir
el título son suficiencia e integración; es decir, debe bastarse a sí mismo, sin que
pueda ser completado con prueba de otra índole, porque el título mismo es una suerte
de prueba.2
1
ARÉVALO VELA, Javier. “Comentarios a la Nueva Ley Procesal del Trabajo, Ley N° 29497”, Juristas Editores, febrero
2011, página 249.
2
ANACLETO GUERRERO, Víctor. “Manual de Derecho del Trabajo”, LEX & IURIS Grupo Editorial, agosto 2015,
página 772.
Al respecto PRIORI POSADA señala que, el proceso de ejecución supone partir de la
certeza que genera el título ejecutivo, por lo que únicamente corresponde ejecutar el
derecho.
Con ello, lo que se hace frente a una demanda que cumple los requisitos es la emisión
de un mandato de ejecución que ordena al ejecutado cumplir con su obligación. Por
ello, la defensa que puede realizar un ejecutado es muy limitada: consiste únicamente
en oponerse al mandato de ejecución a través de una contradicción.3
3
PRIORI POSADA, Giovanni F.; CARRILLO TEJADA, Santiago; GLAVE MAVILA, Carlos; SOTERO GARZÓN, Martín;
PÉREZ-PRIETO DE LAS CASAS, Roberto. “Comentarios a la Nueva Ley Procesal del Trabajo”, Ara editores, 2011,
página 278.
4
VINATEA RECOBA, Luis y TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. “Análisis y comentarios de la nueva Ley
Procesal del Trabajo”, Gaceta Jurídica, Primera Edición noviembre 2012, página 292-293.
partes, prohibiéndose los artículos de nulidad y la concesión de medios impugnatorios
con efecto suspensivo, hasta que no se haya dado cumplimiento a la obligación
ejecutada.5
5
PAREDES INFANZÓN, Jelio. “Análisis de la Nueva Ley Procesal del Trabajo, Ley N° 29497”, Edición 2010,
Editorial Multiservicios La esperanza S.A.C, página 360.
II.- Títulos ejecutivos.
6
Obra citada. ARÉVALO VELA, Javier. Página 250.
7
Obra citada. ARÉVALO VELA, Javier. Página 250.
8
Obra citada. VINATEA RECOBA, Luis y TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. Página 293.
9
HINOSTROZA MINGUEZ, Alberto. “Procesos de ejecución”, Segunda Edición, Jurista Editores, página 16.
Siendo que cuando el artículo 690-A del Código Procesal Civil indica que a la
demanda se debe acompañar el título ejecutivo, además de los requisitos y anexos
provenientes en los artículos 424 y 425 y los que se especifiquen en las disposiciones
especiales, es por qué en este tipo de procesos señala PAREDES INFANZÓN el
contradictorio se invierte. La sola afirmación contenida en la demanda y sustentada en
el título que se adjunta es suficiente para que el órgano jurisdiccional expida el
mandato ejecutivo.10
De lo hasta aquí expuesto, los títulos ejecutivos deben contener como requisito
indispensable, una obligación cierta o veraz, expresa es decir indubitable y exigible,
por lo que, si está sujeta a plazo debe encontrarse vencido y si la obligación está
sujeta a condición, ésta debe haberse cumplido. Cuando se trata de un título que
contiene una obligación de dar suma de dinero, ésta debe ser, además, líquida o
liquidable mediante una simple operación aritmética.
Se ejecutan exclusivamente ante el juez que conoció la demanda y dentro del mismo
expediente, es decir, si la demanda si hubiese iniciado ante una Sala Laboral, es
competente el Juez especializado de trabajo de turno, siendo que en este caso ya no
existe el turno, será competente el Juez especializado de Trabajo, en forma aleatoria
según su ingreso al Sistema Integrado Judicial (SIJ).
Siendo que dichas resoluciones deben establecer una condena, es decir, aquellas en
la que se tenga que cumplir una obligación de dar, de hacer o de no hacer.
10
Obra citada. PAREDES INFANZÓN, Jelio. Página 361.
11
Obra citada. ARÉVALO VELA, Javier. Página 251-252
b) Las actas de conciliación judicial.
Son aquellos acuerdos totales o parciales a los que arribaron las partes, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 30 de la NLPT, teniendo las mismas la
autoridad de cosa juzgada y que se ejecutan exclusivamente también ante el juez que
conoció la demanda y dentro del mismo expediente. De igual manera, que en el caso
anterior si la demanda se hubiese iniciado ante una Sala Laboral, sería competente el
Juez Especializado de Trabajo, en forma aleatoria en la medida que ya no existe el
turno, como forma de determinar la competencia.
En palabras de ARÉVALO VELA, el laudo puede definirse como decisión final que
emiten los árbitros dentro de un proceso arbitral condenando a una de las partes a
cumplir una obligación de dar, hacer o no hacer.12
Sin embargo, debemos estar frente un laudo arbitral firme, por el cual se haya resuelto
un conflicto jurídico y no aquellos que resuelvan conflictos económicos de naturaleza
laboral, el que va ser tramitado conforme a la norma general de arbitraje, prevista en
el Decreto Legislativo N° 1071, en los que no se haya otorgado facultades de
ejecución a los árbitros, según inciso 1) del artículo 67 del referido Decreto Legislativo,
pudiéndose tratar de laudos arbitrales firmes emitidos en derecho o en equidad.
Por su parte, entre otro supuestos cuando estamos frente a una controversia jurídica
entre el empleador y el trabajador, ambos acuerden firmar un convenio arbitral y la
remuneración mensual del trabajador supere las setenta (70) unidades de referencia
procesal, el laudo arbitral que se emita, una vez firme, constituirá un título ejecutivo.
Estas resoluciones pueden ser emitidas por el Ministerio de Trabajo y Promoción del
Empleo o por la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral – SUNAFIL, a
través de las cuales se reconocen obligaciones.
12
Obra citada. ARÉVALO VELA, Javier. Página 252.
ELIAS MANTERO señala que las resoluciones administrativas por su propia
naturaleza pueden ser cuestionadas en la vía judicial a través del proceso contencioso
administrativo, siendo el requisito esencial de procedencia la interposición de la
demanda dentro del término de tres meses señalados en el artículo 17 de la Ley N°
27584, (Ley que Regula el Proceso Contencioso Administrativo). La interposición de la
demanda no determina de por si la interrupción de la ejecución, en cuyo caso se
requeriría una medida cautelar, no necesariamente fácil de obtener en razón de que
los pronunciamientos de la autoridad están premunidos de una presunción de
legalidad, lo que hace difícil, aunque no imposible, cumplir con el requisito de la
apariencia del buen derecho o verosimilitud dela obligación.13
Son títulos ejecutivos en este caso las transacciones extrajudiciales, cuando las
mismas aborden asuntos laborales, no debe tratarse de aquellos casos en los cuales
ya existe un proceso judicial, sino previas al mismo y que contengan concesiones
recíprocas y no equivalentes.
En estos casos el Juez al calificar el título ejecutivo deberá observar especial cuidado,
es decir, verificar de lo expuesto en los documentos y en su caso requerir a la parte,
que señale si existe algún tercero que pueda afectarse con lo acordado en la
transacción extrajudicial, por cuanto, muchas veces mediante estos documentos, se
quiere generar supuestas obligaciones para otorgarles un derecho preferencial y/o
generar un derecho persecutorio y burlar de esa forma el cobro de acreedores reales y
no ficticios; así como, deberá apreciarse al calificar el título ejecutivo, que el trabajador
en la transacción no este renunciando a derechos laborales.
La conciliación extrajudicial es el acuerdo de las partes para poner fin una controversia
evitando que la misma llegue a la vía judicial.14
13
Obra citada. ELIAS MANTERO, Fernando. Página 12.
14
Obra citada. ARÉVALO VELA, Javier. Página 255.
derechos del trabajador reconocidos por la Constitución Política del Perú y la Ley. Se
indica además que la misma será atendida por los Centros de Conciliación Gratuitos
del Ministerio de Justicia, Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo y por los
Centros de Conciliación privados para lo cual deberán de contar con conciliadores
acreditados en esta materia por el Ministerio de Justicia. En la audiencia de
conciliación en materia laboral las partes podrán contar con un abogado de su elección
o, en su defecto, deberá de estar presente al inicio de la audiencia el abogado
verificador de la legalidad de los acuerdos.
En ese sentido, el artículo 27 del citado Decreto Legislativo señala que el área de
Conciliación Administrativa, está destinada a promover el acuerdo entre empleadores
y trabajadores o ex trabajadores a fin de encontrar una solución autónoma a los
conflictos que surjan en la relación laboral. La asistencia del trabajador y del
empleador a la Audiencia de Conciliación es de carácter obligatorio. La Audiencia de
Conciliación puede ser solicitada por el trabajador, ex trabajador, la organización
sindical, por el empleador o por ambas partes. Para la realización de la Audiencia de
Conciliación debe notificarse a ambas partes, con una anticipación no menor de diez
(10) días hábiles.
La NLPT viene siendo implementada en nuestro país y no dudo que con éxito, sin
embargo, la misma fue diseñada bajo el criterio de especialidad y bajo el modelo del
Despacho Judicial Corporativo, conforme a la Resolución Administrativa N° 127-2012-
CE-PJ de fecha 4 de julio del año 2012, dicho modelo requiere de al menos un
Juzgado de Paz Letrado y un Juzgado Especializado de Trabajo para su
funcionamiento.
Sin embargo, resulta ser que aproximadamente el noventa por ciento (90%) de los
expedientes que conocen los Juzgados de Paz Letrados, están referidos a la cobranza
de aportes previsionales del Sistema Privado de Pensiones, situación que se ha visto
acentuada con lo acordado en el Segundo Pleno Jurisdiccional Supremo en Materia
Laboral, que en el Quinto Tema del mismo, en relación a la competencia de los
Juzgado de Paz Letrados, se precisó lo siguiente:
“5.1….. ¿Son competentes los juzgados de paz letrados para conocer pretensiones no
cuantificables? El pleno acordó por unanimidad: Los juzgados de paz letrados no son
competentes para conocer pretensiones no cuantificables, pues de conformidad con el
artículo 1 de la Ley N° 29497, Nueva Ley Procesal del Trabajo, sólo son competentes
para conocer pretensiones cuantificables originadas en demandas de obligación de
dar sumas de dinero y títulos ejecutivos, cuyas cuantías no sean superiores a
cincuenta (50) Unidades de Referencia Procesal (URP).
5.2….. ¿Son competentes los juzgados de paz letrados para conocer pretensiones no
cuantificables acumuladas con una pretensión cuantificada que sí es de su
competencia por la cuantía? El pleno acordó por unanimidad: En la Nueva Ley
Procesal del Trabajo, los juzgados de paz letrados no son competentes para conocer
pretensiones no cuantificables acumuladas con una pretensión cuantificada que si es
de su competencia por la cuantía; pues éstos únicamente pueden conocer las
materias expresamente señaladas en el artículo 1 de la Ley N° 29497”; en conclusión,
los juzgados de paz letrados no pueden conocer pretensiones no cuantificables, aún
estas estén acumuladas con pretensiones cuya cuantía no supere las cincuenta (50)
Unidades de Referencia Procesal, lo que casi convierte a los mismos en órganos
jurisdiccionales a exclusividad para conocer la cobranza de aportes previsionales del
Sistema Privado de Pensiones, significando que la mayoría de las pretensiones sean
conocidas por los Jueces de Trabajo, los que tienen que afrontar una gran cantidad de
procesos, atentando con ello el principio de celeridad que inspira al nuevo proceso
laboral, lo que hace necesario una modificación legislativa al respecto, para que los
Juzgados de Paz Letrados asuman competencia frente a pretensiones no
cuantificables acumulada a una cuantificable no mayor a cincuenta (50) Unidades de
Referencia Procesal, dado que son órganos jurisdiccionales que han sido creados bajo
el criterio de especialidad en dicha materia.
15
Obra citada. ARÉVALO VELA, Javier. Página 257.
Al respecto ELIAS MANTERO, señala que el proceso de ejecución de los adeudos
contenidos en la liquidación de cobranza que debe preparar la AFP, se debe llevar a
cabo de acuerdo con lo señalado en la NLPT. El tema está regulado por el artículo 38
del D.S. 054-97-EF (Texto Único Ordenado de la Ley del Sistema Privado de
Administración de Fondo de Pensiones). Este dispositivo señala las pautas especiales
para la tramitación de la ejecución y las razones para sustentar la contradicción de la
ejecución.16
En ese sentido, siguiendo el principio que rige para la solución del conflicto de normas,
que la norma especial rige sobre la norma general,17 se tiene que habiéndose
establecido expresamente en la norma especial, incisos c), d) y e) del artículo 38 del
Texto Único Ordenado de la Ley del Sistema Privado de Administración de Fondo de
Pensiones, aprobado por Decreto Supremo N° 054-97-EF, que para la ejecución de
los adeudos contenidos en la Liquidación para Cobranza de aportes previsionales del
Sistema Privado de Pensiones que si se formula contradicción, el juez expedirá
sentencia dentro de los cinco días de realizada la absolución o sin ella, no se efectuará
audiencia y que independientemente de la cuantía de la pretensión, conocerá la
apelación el Juez de Trabajo, quien expedirá sentencia dentro de los diez días de
recibido el expediente, no admitiéndose informe oral, primando dichas normas
especiales, sobre cualquier otra de carácter general.
Es importante resaltar por otro lado, que las normas del Código Procesal Civil, no son
de aplicación supletoria en forma directa a la cobranza de aportes previsionales, en la
medida que existe normas especiales que establecen el proceso a seguir, su
aplicación estará supeditada a que al respecto no exista nada regulado ni en la norma
especial, ni en la NLPT.
16
ELIAS MANTERO, Fernando. “Comentario Exegético de la Nueva Ley Procesal del Trabajo”, En:
Actualidad Laboral. Número 476, Mes de Febrero, Año 2016, página 13.
17
PECES-BARBA, Gregorio, FERNÁNDEZ, Eusebio, DE ASÍAS, Rafael. “Curso de Teoría del Derecho”,
Editorial Marcial Pons 2000, Madrid, Barcelona, España, Página 194. “La máxima specialia generalibus
derogant entiende que prevalece la norma especial sobre la general en materia, espacio o sujetos
afectados”.
Para ello debemos indicar que conforme a lo precedentemente expuesto, existen dos
supuestos:
Sin contradicción: El segundo supuesto que puede generar dudas sobre el tipo de
resolución a emitirse, es aquel en el cual no se ha formulado contradicción y se emite
resolución ordenando llevar adelante la ejecución, supuesto no señalado en la norma
especial, pero siguiendo la misma lógica, si interpuesto el recurso de apelación contra
la citada resolución, está debe ser resuelta por el Juez de Trabajo por una sentencia,
no puede ser la resolución materia de apelación un auto sino una sentencia, por
cuanto dicha resolución también al igual que en el primer supuesto, resuelve llevar o
no adelante la ejecución. Por otro lado, cualquiera sea la posición que se adopte
tratándose de una resolución que pone fin al proceso de ejecución, interpuesto el
recurso de apelación debe ser concedido con efecto suspensivo conforme al artículo
371 del Código Procesal Civil y no sin efecto suspensivo y sin la calidad de diferida, en
cuyo caso se remitirá un cuaderno de copias certificadas, lo que atenta contra los
principios de celeridad y economía procesal que inspiran al nuevo proceso laboral,
conforme al artículo I del Título Preliminar de la NLPT.
Surge de las normas especiales previstas en el artículo 38 del Texto Único Ordenado
de la Ley del Sistema Privado de Administración de Fondo de Pensiones, aprobado
por Decreto Supremo N° 054-97-EF, duda en cómo se debe interpretar lo dispuesto en
el inciso b) literales 1), 3) y 4) del referido artículo, cuando señala que: “El ejecutado
podrá contradecir la ejecución solo por los siguientes fundamentos: 1. Estar cancelada
la deuda, lo que se acreditará con copia de la Planilla de Pagos de Aportes
Previsionales debidamente cancelada; (…) 3. Inexistencia del vínculo laboral con el
afiliado durante los meses en que se habrían devengado los aportes materia de
cobranza, lo que se acreditará con copia de los libros de planillas. 4. Error de hecho en
la determinación de monto consignado como deuda en la Liquidación para Cobranza,
lo que se acreditará con copia de los libros de planilla o de las boletas de pago de
remuneraciones suscritas por el representante del demandado; (…)”.
La norma examinada delimita los supuestos que van a permitir justificar y sustentar la
contradicción a la ejecución de las Liquidaciones para Cobranza emitidas por las
Administradoras de Fondo de Pensiones en ejercicio de la obligación que bajo
responsabilidad le impone el artículo 37 de la misma Ley del Sistema Privado de
Fondo de Pensiones, que dentro de este marco jurídico su mérito ejecutivo sólo va a
poder ser válidamente enervado acudiendo a cualquiera de las hipótesis taxativamente
determinadas; empero no podría también sostenerse que la acreditación de la
configuración de cada supuesto señalado se encuentre en estricto vinculado al mérito
exclusivo y excluyente de dichos documentos: planilla de pagos previsionales
debidamente canceladas y copia del Libro de Planillas o con las boletas de pago de
remuneraciones, con lo cual estaríamos implícitamente tipificando un supuesto de
prueba tasada ajena al ámbito y contornos del Principio de Libertad Probatoria bajo el
cual se estructura el Sistema Probatorio que acoge la Nueva Ley Procesal del Trabajo
concordado con el Código Procesal Civil.18
Pues en realidad la finalidad del citado artículo es relevar en forma enunciativa cual es
el instrumento que en forma directa, adecuada e idónea cumpliría con tal propósito sin
descartar que pueda ser alcanzado vía otros elementos de prueba o sucedáneos
probatorios que incidan en demostrar la cancelación de la deuda, la inexistencia del
vínculo laboral acusado o el error de hecho en la determinación del monto consignado
como deuda, salvo bajo la limitación procesal que se traten sólo de documentos
conforme el último párrafo del inciso b) del artículo 38 del Texto Único Ordenado de la
Ley del Sistema Privado de Administración de Fondo de Pensiones, aprobado por
Decreto Supremo N° 054-97-EF que indica: “(…) No se admitirá prueba distinta a los
documentos. (…)”, lo cual por lo demás resulta razonable y proporcional a la
naturaleza del proceso de ejecución; de lo que se desprende que si es admisible
cualquier documento cuyo mérito sirva para el objetivo y propósito de probar el
supuesto de contradicción denunciado, es decir, otorgan la habilitación para respaldar
la configuración de un supuesto de contradicción en el mérito de cualquier documento
18
GOZAINI, Osvaldo Alfredo. “La Prueba en el Proceso Civil Peruano”, Normas Legales, setiembre 1997,
Página 146. Sobre el particular señala citando a Devis Echandía: “Para que la prueba cumpla su fin de
lograr la convicción del juez sobre la existencia o inexistencia de los hechos que interesan al proceso, en
forma que se ajuste a la realidad, es indispensable otorgar libertad para que las partes y el juez puedan
obtener todas las que sean pertinentes, con la única limitación de aquellas que por razones de
moralidad versen sobre hechos que la ley no permite investigar, o que resulten inútiles por existir
presunción legal que las hacen innecesarias, o sea claramente impertinentes o inidóneas”.
que en forma valida, razonable y proporcional sirva para demostrar su existencia con
lo cual el sentido interpretativo fijado se ve incluso respaldado desde un criterio de
interpretación sistemática.
Mientras ello sucede, queda en manos del Juez de Trabajo, adopte alguna alternativa
de solución, la formal sería simplemente que al no haberse acompañado las
documentales con la contradicción y no encontrándose los documentos presentados
en alguno de los supuestos previstos en el artículo 374 del Código Procesal Civil, es
decir, se trate de medios probatorios referidos a la ocurrencia de hechos relevantes
para el derecho o interés discutido, pero acaecidos después de concluida la etapa de
postulación del proceso o documentos expedidos con fecha posterior al inicio del
proceso o que comprobadamente no se hayan podido conocer y obtener con
anterioridad, procederá a confirmar la sentencia apelada y ordenar se prosiga con la
ejecución.
Sin embargo, también en justicia podría tomar la alternativa de admitirlo de oficio los
medios probatorios acompañados con el escrito de apelación, con arreglo a lo
dispuesto en el artículo 22 de la NLPT, en cuyo caso podría afectar el derecho de
contradicción de la contra parte, o teniendo en cuenta el primer párrafo del artículo III
del Título Preliminar del Código Procesal Civil que indica que: “El juez deberá atender
a que la finalidad concreta del proceso es resolver un conflicto de intereses o eliminar
una incertidumbre, ambas con relevancia jurídica haciendo efectivos los derechos
sustanciales, y que su finalidad abstracta es lograr la paz social en justicia. (…)”.
Para efectos de obtener un fallo justo, y no soslayar los elementos fácticos que fluyen
del proceso y obtener una decisión mucho más analítica, exhaustiva e integral del
caso y en la medida que resulta imprescindible determinar con la mayor certeza, si la
parte ejecutada, en base a los documentos adjuntados a su recurso impugnatorio,
resulta ser la obligada para atender el monto devengado, ello a fin de evitar un posible
enriquecimiento indebido por parte de la ejecutante, podría ordenar que el Juzgado de
Paz Letrado evalúe bien los documentos aportados por la ejecutada en su escrito de
apelación y los que fueran necesarios, en tanto que los primeros no se consideraron
para la emisión de la resolución materia de apelación; tanto más, si el Juez de Paz
Letrado puede acceder a otros tipos de instrumentos tales como: Sistema de Planillas
Electrónicas Web (para verificar la fecha de ingreso y cese de cada trabajador afiliado)
o solicitar a las partes información relevante respecto de lo peticionado, concediéndole
a la ejecutante el traslado respectivo para que pueda exponer los argumentos que
considere pertinentes a su derecho y a la ejecutada para que se pronuncie sobre la
situación de los aportes previsionales, que pretende desvirtuar con la documentación
acompañada con el escrito de apelación, preservando con ello el derecho de
contradicción de la parte ejecutante, contra la documentación presentada; abonan a
una solución en justicia el hecho de que el sistema de pagos AFP Net, al efectuarse el
mismo, solicita el ingreso mediante el sistema de la planilla de pago, y el pago se
puede efectuar con un comprobante con el cual se hace efectivo directamente en las
oficinas bancarias o inclusive debitado directamente de las cuentas de la empleadora,
mientras que por su parte, la norma le exige la planilla de pagos de aportes
previsionales (la que es ingresada al sistema AFP Net) debidamente cancelada, (lo
que puede acreditarse con el comprobante de pago o el estado de cuenta en la que
figure el débito en la cuenta respectiva de la ejecutada), sin perjuicio de indicarse que
por lo menos desde el punto de vista normativo, el Ministerio de Trabajo y Promoción
del Empleo debería permitir a todos los Jueces Laborales, el acceso a la información
de las planillas electrónicas.
h) Otros títulos ejecutivos.
Debemos señalar que a diferencia de lo que sucede en la norma procesal civil (inciso
11 del artículo 688), en el caso de la Nueva Ley Procesal del Trabajo, no se ha
previsto que tengan mérito de título ejecutivo, otros títulos a los que la Ley les da ese
mérito, pero nada quita que el legislador, mediante una norma de ese rango así lo
establezca. Al respecto VINATEA y TOYAMA señalan que por la redacción de este
dispositivo se entiende que no existen otros títulos ejecutivos distintos de los
específicamente mencionados, a diferencia de la norma procesal civil que utiliza el
esquema de númerus apertus.19
19
Obra citada. VINATEA RECOBA, Luis y TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. Página 293.
20
Obra citada. PRIORI POSADA, Giovanni F.; CARRILLO TEJADA, Santiago; GLAVE MAVILA, Carlos;
SOTERO GARZÓN, Martín; PÉREZ-PRIETO DE LAS CASAS, Roberto. Página 282.
21
Obra citada. PRIORI POSADA, Giovanni F.; CARRILLO TEJADA, Santiago; GLAVE MAVILA, Carlos;
SOTERO GARZÓN, Martín; PÉREZ-PRIETO DE LAS CASAS, Roberto. Página 282.
IV.- Multa por contradicción temeraria
22
CABANELLAS, Guillermo. “Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual”, Tomo III, T-Z, Editorial Hiliasta
S.R.R., Buenos Aires, Argentina, Edición 1981, página 28 se señala: “TEMERIDAD.- (…) Juicio temerario, el
formulado sin la debida razón y fundamento”.
23
Obra citada. VINATEA RECOBA, Luis y TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. Página 305.
se autoriza la utilización de medidas de coacción para que se dé cumplimiento a lo
ordenado por el Poder Judicial.24
Finalmente, en el artículo 63 de la Nueva Ley Procesal del Trabajo, señala que los
derechos accesorios a los que se ejecutan, como las remuneraciones devengadas que
son conocidas también como salarios caídos no percibidos por el trabajador durante el
periodo en que no prestó efectivamente servicios por razón de haber sido despedido y
encontrarse siguiendo un proceso para lograr su readmisión en el empleo25 y los
intereses, se liquidan por la parte vencedora, la cual puede solicitar el auxilio del perito
contable adscrito al juzgado o recurrir a los programas informáticos de cálculo de
intereses implementados por el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo.
Vencido el plazo el juez, con vista a las liquidaciones que se hubiesen presentado,
resuelve acerca del monto fundamentándolo. Si hubiese acuerdo parcial, el juez
ordena su pago inmediatamente, reservando la discusión sólo respecto del diferencial.
24
Obra citada. ARÉVALO VELA, Javier. Página 265.
25
Obra citada. ARÉVALO VELA, Javier. Página 267
XI.- Conclusiones.
El título ejecutivo debe contener como requisito indispensable, una obligación cierta o
veraz, expresa o indubitable y exigible, es decir, si está sujeto a plazo este debe
encontrarse vencido y si está sujeto a condición, esta debe haberse cumplido.