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I.- Introducción.

El proceso de ejecución previsto en la Nueva Ley Procesal del Trabajo, Ley N° 29497,
en adelante NLPT, define la competencia en el conocimiento de dicho proceso
básicamente en razón a la cuantía, salvo el caso de la cobranza de los aportes
previsionales del Sistema Privado de Pensiones, en cuyo caso la competencia es
exclusiva de los Juzgados de Paz Letrados, resultando irrelevante el importe materia
de cobranza.

La regulación prevista sobre el proceso de ejecución en la NLPT, requiere establecer


previamente qué debemos entender como proceso de ejecución y qué como título
ejecutivo, sobre aquello se tratará de definir su diferencia con el proceso de
conocimiento, su estructura y finalidad y en cuanto al título ejecutivo, se tratará de
verificar su contenido, es decir, la obligación que este puede contener y la limitación de
las defensas que contra el mismo, se puede generar.

Se revisará qué títulos ejecutivos ha señalado expresamente la NLPT, pueden ser


tramitados mediante el proceso de ejecución, haciéndose énfasis en los referidos a la
cobranza de aportes previsionales del Sistema Privado de Pensiones, dado que los
mismos constituyen aproximadamente el noventa por ciento (90%) de los expedientes
que conocen los Juzgados de Paz Letrados, verificándose entonces en ellos las
incidencias que surgen en la cobranza de los referidos títulos ejecutivos.

Finalmente, serán materia de análisis los supuestos de suspensión extraordinaria de la


ejecución, la multa por contradicción temeraria, definiendo para ello, lo que se debería
entender por conducta temeraria y distinguirla de la conducta procesal de mala fe,
para luego ingresar a la revisión del incumplimiento injustificado al mandato de
ejecución, en el caso de las obligaciones de hacer y no hacer y las consecuencias que
se proponen legislativamente y la forma de cálculo de los derechos accesorios.
II.- Proceso de ejecución.

La NLPT en el Título II, en su Capítulo V, desde el artículo 57 a 63, trata sobre el


proceso de ejecución.

En cuanto a la competencia el inciso 2º del artículo 1 de la NLPT, señala que los


procesos con título ejecutivo cuando la cuantía no supere las cincuenta (50) Unidades
de referencia procesal (URP) son competencia de los Jueces de Paz Letrados; salvo
cuando se trata de la cobranza de aportes previsionales del Sistema Privado de
Pensiones retenidos por el empleador, en cuyo caso los Jueces de Paz Letrados son
competentes con prescindencia de la cuantía.

Por su parte, el artículo 57 de la NLPT específicamente señala qué títulos ejecutivos,


van a ser tramitados mediante el proceso de ejecución. De esa forma, debemos tener
presente dos conceptos: el de proceso de ejecución y el de título ejecutivo.

Así, para el Juez Supremo ARÉVALO VELA, el proceso de Ejecución Laboral es un


conjunto de actos procesales a través de los cuales el acreedor de un derecho
persigue el cumplimiento por parte de su deudor de una obligación de dar, hacer y no
hacer, para lo cual sustenta su pretensión en la existencia de un proceso previo,
donde se ha declarado su derecho, o del documento denominado título al cual la ley le
otorga la presunción de legitimidad.1

En esa misma línea, ANACLETO GUERRERO señala que la finalidad del juicio
ejecutivo no consiste en lograr un pronunciamiento judicial que declare la existencia o
inexistencia de un derecho sustancial incierto, sino en obtener la satisfacción de un
crédito que la ley presume existente, en virtud de la peculiar modalidad que reviste el
documento que lo comprueba. Por ello, los dos extremos principales que ha de reunir
el título son suficiencia e integración; es decir, debe bastarse a sí mismo, sin que
pueda ser completado con prueba de otra índole, porque el título mismo es una suerte
de prueba.2

1
ARÉVALO VELA, Javier. “Comentarios a la Nueva Ley Procesal del Trabajo, Ley N° 29497”, Juristas Editores, febrero
2011, página 249.

2
ANACLETO GUERRERO, Víctor. “Manual de Derecho del Trabajo”, LEX & IURIS Grupo Editorial, agosto 2015,
página 772.
Al respecto PRIORI POSADA señala que, el proceso de ejecución supone partir de la
certeza que genera el título ejecutivo, por lo que únicamente corresponde ejecutar el
derecho.

Con ello, lo que se hace frente a una demanda que cumple los requisitos es la emisión
de un mandato de ejecución que ordena al ejecutado cumplir con su obligación. Por
ello, la defensa que puede realizar un ejecutado es muy limitada: consiste únicamente
en oponerse al mandato de ejecución a través de una contradicción.3

Por otro lado, para VINATEA y TOYAMA en los procesos de ejecución ya no se


discute la existencia del derecho contenido en el título ejecutivo, pues ya está
reconocido en el propio título, aunque naturalmente se concede al demandado,
llamado ejecutado, mecanismos de defensa destinados a cuestionar únicamente la
validez del título o la exigibilidad de la obligación, entre otros motivos taxativamente
contemplados. Señalan además los citados autores, que dicho proceso tiene por fin
último la materialización de las decisiones judiciales o de los derechos reconocidos por
las partes, o declarados por un tercero, satisfaciéndose así los intereses respecto de
los cuales se solicita tutela jurisdiccional.4

Por su parte, PAREDES INFANZON señala que el proceso de ejecución es uno


diferente al proceso de conocimiento, tanto por su contenido como por su estructura y
finalidad, ya que aquel no parte del conflicto de derechos, que es atendido más bien
por este último, el que lo resuelve en forma declarativa o constitutiva a través de una
sentencia. El proceso de ejecución no tiene por finalidad resolver un conflicto, por lo
que en su interior no existe debate posicional, ni actuación probatoria ni expedición de
una sentencia, sino por el contrario se inicia con la acreditación de un derecho
reconocido o declarado a través de un Título que se encuentre pendiente de
cumplimiento para luego de calificarlo debidamente se expida un Mandato de
ejecución que no permite la discusión del origen del derecho, sino únicamente la
argumentación sobre la exigibilidad de la obligación que contiene el título, la misma
que en caso no tener fundamento adecuado, induce al Juez a emplear todos los
medios imperativos, forzosos, coactivos o coercitivos que la Ley franquea para lograr
el cumplimiento de la obligación de parte del deudor y ofensor. Ello determina que sea
un proceso breve, expeditivo y conminatorio que no admite mayor debate entre las

3
PRIORI POSADA, Giovanni F.; CARRILLO TEJADA, Santiago; GLAVE MAVILA, Carlos; SOTERO GARZÓN, Martín;
PÉREZ-PRIETO DE LAS CASAS, Roberto. “Comentarios a la Nueva Ley Procesal del Trabajo”, Ara editores, 2011,
página 278.

4
VINATEA RECOBA, Luis y TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. “Análisis y comentarios de la nueva Ley
Procesal del Trabajo”, Gaceta Jurídica, Primera Edición noviembre 2012, página 292-293.
partes, prohibiéndose los artículos de nulidad y la concesión de medios impugnatorios
con efecto suspensivo, hasta que no se haya dado cumplimiento a la obligación
ejecutada.5

A lo anteriormente expuesto por la doctrina citada, debo agregar que la única


excepción por la cual el proceso de ejecución no termina con la expedición de un auto,
sino con la emisión de una sentencia, será aquel referido a la cobranza de aportes
previsionales del Sistema Privado de Pensiones, como se explicará más adelante, por
lo demás, el proceso de ejecución como se ha señalado, es aquel referido a una serie
o sucesión de actos procesales, mediante los cuales se pretende hacer cumplir
forzosamente y consecuentemente materializar en forma objetiva y efectiva, lo resuelto
por una autoridad judicial, autoridad administrativa, por los árbitros o lo acordado o
transado por las partes y finalmente, también el documento (liquidación) emitido para
la cobranza de aportes previsionales del Sistema Privado de Pensiones, en el
entendido de que los mismos reflejan un derecho cierto y auténtico; es decir, les
otorga la Ley una presunción de certeza y autenticidad, por ello las defensas son
taxativamente enumeradas por el artículo 690-D del Código Procesal Civil y en su
caso, por el artículo 38 del Texto Único Ordenado de la Ley del Sistema Privado de
Administración de Fondo de Pensiones, estableciendo en ellos plazos breves y
perentorios.

5
PAREDES INFANZÓN, Jelio. “Análisis de la Nueva Ley Procesal del Trabajo, Ley N° 29497”, Edición 2010,
Editorial Multiservicios La esperanza S.A.C, página 360.
II.- Títulos ejecutivos.

Un título ejecutivo, señala ARÉVALO VELA es una declaración contenida en un


documento, por el cual una persona natural o jurídica reconoce una obligación cierta y
exigible a su cargo.6 Continúa señalando el citado jurista, que el título ejecutivo tiene
dos requisitos uno de fondo y otro de forma. El requisito de fondo está dado por el
reconocimiento de la existencia de una obligación, mientras que el requisito de forma
está dado por la existencia de un documento donde conste el reconocimiento antes
mencionado.7

Para VINATEA y TOYAMA solamente se puede promover un proceso de ejecución si


el derecho del acreedor, que demanda (llamado ejecutante) está contenido en el título
ejecutivo donde conste que el deudor que es demandado (llamado ejecutado) se
obliga o es obligado a satisfacer cierto crédito. Cabe precisar que los derechos
contenidos en los títulos ejecutivos, y que habilitan a iniciar un proceso de ejecución
de estas características, no solamente pueden referirse a obligaciones de dar sumas
de dinero o bienes determinados, sino también a obligaciones de hacer y de no hacer.
Naturalmente, en los casos regulados en este artículo las obligaciones a ejecutar
deben estar referidas o derivarse de una relación laboral.8

En línea de lo anteriormente señalado, mediante el proceso de ejecución se va


promover este, en virtud de títulos ejecutivos de naturaleza judicial o aquellos como los
señala LINO PALACIO citado por HINOSTROZA MINGUEZ, denominados títulos
ejecutivos extrajudiciales, los mismos que la ley, en razón de tratarse de documentos
que contienen una autodeclaración de certeza del derecho proveniente del deudor o
de la administración pública, asigna efectos equivalentes a los de una sentencia
condenatoria.9

Esto por cuanto, ya no existe un tratamiento diferenciado desde las modificaciones


realizadas al Código Procesal Civil por el Decreto Legislativo N° 1069 del 28 de junio
del año 2008, entre títulos ejecutivos y títulos de ejecución, ahora todos se denominan
títulos ejecutivos y así se refleja en la NLPT de fecha 15 de enero del año 2010.

6
Obra citada. ARÉVALO VELA, Javier. Página 250.
7
Obra citada. ARÉVALO VELA, Javier. Página 250.
8
Obra citada. VINATEA RECOBA, Luis y TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. Página 293.
9
HINOSTROZA MINGUEZ, Alberto. “Procesos de ejecución”, Segunda Edición, Jurista Editores, página 16.
Siendo que cuando el artículo 690-A del Código Procesal Civil indica que a la
demanda se debe acompañar el título ejecutivo, además de los requisitos y anexos
provenientes en los artículos 424 y 425 y los que se especifiquen en las disposiciones
especiales, es por qué en este tipo de procesos señala PAREDES INFANZÓN el
contradictorio se invierte. La sola afirmación contenida en la demanda y sustentada en
el título que se adjunta es suficiente para que el órgano jurisdiccional expida el
mandato ejecutivo.10

De lo hasta aquí expuesto, los títulos ejecutivos deben contener como requisito
indispensable, una obligación cierta o veraz, expresa es decir indubitable y exigible,
por lo que, si está sujeta a plazo debe encontrarse vencido y si la obligación está
sujeta a condición, ésta debe haberse cumplido. Cuando se trata de un título que
contiene una obligación de dar suma de dinero, ésta debe ser, además, líquida o
liquidable mediante una simple operación aritmética.

En tal sentido, para la NLPT son títulos ejecutivos los siguientes:

a) Las resoluciones judiciales firmes.

Se ejecutan exclusivamente ante el juez que conoció la demanda y dentro del mismo
expediente, es decir, si la demanda si hubiese iniciado ante una Sala Laboral, es
competente el Juez especializado de trabajo de turno, siendo que en este caso ya no
existe el turno, será competente el Juez especializado de Trabajo, en forma aleatoria
según su ingreso al Sistema Integrado Judicial (SIJ).

Se trata entonces de aquellas decisiones judiciales autos y sentencias emitidas y que


tengan la condición de consentidas o ejecutoriadas, para ARÉVALO VELA son
aquellas que gozan de autoridad de cosa juzgada, es decir que contiene una decisión
inimpugnable, inmutable y coercible, no siendo ejecutables en esta vía agrega el
citado autor, las resoluciones judiciales expedidas en procesos referidos a otras
materias.11

Siendo que dichas resoluciones deben establecer una condena, es decir, aquellas en
la que se tenga que cumplir una obligación de dar, de hacer o de no hacer.

10
Obra citada. PAREDES INFANZÓN, Jelio. Página 361.
11
Obra citada. ARÉVALO VELA, Javier. Página 251-252
b) Las actas de conciliación judicial.
Son aquellos acuerdos totales o parciales a los que arribaron las partes, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 30 de la NLPT, teniendo las mismas la
autoridad de cosa juzgada y que se ejecutan exclusivamente también ante el juez que
conoció la demanda y dentro del mismo expediente. De igual manera, que en el caso
anterior si la demanda se hubiese iniciado ante una Sala Laboral, sería competente el
Juez Especializado de Trabajo, en forma aleatoria en la medida que ya no existe el
turno, como forma de determinar la competencia.

c) Los laudos arbitrales firmes que, haciendo las veces de sentencia,


resuelven un conflicto jurídico de naturaleza laboral.

En palabras de ARÉVALO VELA, el laudo puede definirse como decisión final que
emiten los árbitros dentro de un proceso arbitral condenando a una de las partes a
cumplir una obligación de dar, hacer o no hacer.12

Sin embargo, debemos estar frente un laudo arbitral firme, por el cual se haya resuelto
un conflicto jurídico y no aquellos que resuelvan conflictos económicos de naturaleza
laboral, el que va ser tramitado conforme a la norma general de arbitraje, prevista en
el Decreto Legislativo N° 1071, en los que no se haya otorgado facultades de
ejecución a los árbitros, según inciso 1) del artículo 67 del referido Decreto Legislativo,
pudiéndose tratar de laudos arbitrales firmes emitidos en derecho o en equidad.

Por su parte, entre otro supuestos cuando estamos frente a una controversia jurídica
entre el empleador y el trabajador, ambos acuerden firmar un convenio arbitral y la
remuneración mensual del trabajador supere las setenta (70) unidades de referencia
procesal, el laudo arbitral que se emita, una vez firme, constituirá un título ejecutivo.

d) Las resoluciones de la autoridad administrativa de trabajo firmes que


reconocen obligaciones.

Se refiere a resoluciones firmes, es decir, aquellas contra las cuales ya no cabe


interponer recurso impugnatorio alguno en la vía administrativa, las que se constituirán
en títulos ejecutivos.

Estas resoluciones pueden ser emitidas por el Ministerio de Trabajo y Promoción del
Empleo o por la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral – SUNAFIL, a
través de las cuales se reconocen obligaciones.

12
Obra citada. ARÉVALO VELA, Javier. Página 252.
ELIAS MANTERO señala que las resoluciones administrativas por su propia
naturaleza pueden ser cuestionadas en la vía judicial a través del proceso contencioso
administrativo, siendo el requisito esencial de procedencia la interposición de la
demanda dentro del término de tres meses señalados en el artículo 17 de la Ley N°
27584, (Ley que Regula el Proceso Contencioso Administrativo). La interposición de la
demanda no determina de por si la interrupción de la ejecución, en cuyo caso se
requeriría una medida cautelar, no necesariamente fácil de obtener en razón de que
los pronunciamientos de la autoridad están premunidos de una presunción de
legalidad, lo que hace difícil, aunque no imposible, cumplir con el requisito de la
apariencia del buen derecho o verosimilitud dela obligación.13

e) El documento privado que contenga una transacción extrajudicial; en


donde se hayan abordado asuntos laborales.

Son títulos ejecutivos en este caso las transacciones extrajudiciales, cuando las
mismas aborden asuntos laborales, no debe tratarse de aquellos casos en los cuales
ya existe un proceso judicial, sino previas al mismo y que contengan concesiones
recíprocas y no equivalentes.

En estos casos el Juez al calificar el título ejecutivo deberá observar especial cuidado,
es decir, verificar de lo expuesto en los documentos y en su caso requerir a la parte,
que señale si existe algún tercero que pueda afectarse con lo acordado en la
transacción extrajudicial, por cuanto, muchas veces mediante estos documentos, se
quiere generar supuestas obligaciones para otorgarles un derecho preferencial y/o
generar un derecho persecutorio y burlar de esa forma el cobro de acreedores reales y
no ficticios; así como, deberá apreciarse al calificar el título ejecutivo, que el trabajador
en la transacción no este renunciando a derechos laborales.

f) El acta de conciliación extrajudicial, privada o administrativa.

La conciliación extrajudicial es el acuerdo de las partes para poner fin una controversia
evitando que la misma llegue a la vía judicial.14

Sobre la conciliación extrajudicial privada, esta posibilidad se encuentra prevista en el


artículo 7 de la Ley N° 26872 – Ley de Conciliación, que establece que la conciliación
en materia laboral se llevará a cabo respetando el carácter irrenunciable de los

13
Obra citada. ELIAS MANTERO, Fernando. Página 12.
14
Obra citada. ARÉVALO VELA, Javier. Página 255.
derechos del trabajador reconocidos por la Constitución Política del Perú y la Ley. Se
indica además que la misma será atendida por los Centros de Conciliación Gratuitos
del Ministerio de Justicia, Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo y por los
Centros de Conciliación privados para lo cual deberán de contar con conciliadores
acreditados en esta materia por el Ministerio de Justicia. En la audiencia de
conciliación en materia laboral las partes podrán contar con un abogado de su elección
o, en su defecto, deberá de estar presente al inicio de la audiencia el abogado
verificador de la legalidad de los acuerdos.

Por su parte, la Cuarta Disposición Final de la Ley de Conciliación, Ley N° 26872


señaló que la Conciliación Administrativa a que se refiere el Capítulo III del Título III
del Decreto Legislativo N° 910, Ley General de Inspección del Trabajo y Defensa del
Trabajador, mantiene su plena vigencia.

En ese sentido, el artículo 27 del citado Decreto Legislativo señala que el área de
Conciliación Administrativa, está destinada a promover el acuerdo entre empleadores
y trabajadores o ex trabajadores a fin de encontrar una solución autónoma a los
conflictos que surjan en la relación laboral. La asistencia del trabajador y del
empleador a la Audiencia de Conciliación es de carácter obligatorio. La Audiencia de
Conciliación puede ser solicitada por el trabajador, ex trabajador, la organización
sindical, por el empleador o por ambas partes. Para la realización de la Audiencia de
Conciliación debe notificarse a ambas partes, con una anticipación no menor de diez
(10) días hábiles.

Siendo que por su parte, señala el artículo 28 el plazo de caducidad en materia


laboral, se suspende a partir de la fecha en que cualquiera de las partes presenta la
solicitud de Audiencia de Conciliación y hasta la fecha en que concluya el
procedimiento.

Las partes, indica el artículo 29 pueden intervenir en la conciliación a través de sus


representantes o apoderados. La designación puede constar en una carta simple, con
la facultad expresa para conciliar, acompañada de la copia del poder del otorgante.

Si el empleador o el trabajador no asisten a la conciliación por incapacidad física, caso


fortuito o fuerza mayor, deben acreditar por escrito su inasistencia, dentro del segundo
día hábil posterior a la fecha señalada para la misma. Admitida la justificación se
notifica oportunamente a las partes para una segunda y última diligencia.

La notificación en este caso se efectúa con una anticipación no menor de veinticuatro


(24) horas. Si en el plazo señalado en el primer párrafo del presente artículo, el
empleador no presenta la justificación pertinente o ésta es desestimada, se aplica una
multa de hasta una (1) Unidad Impositiva Tributaria vigente, según los criterios que
establece el Reglamento. Contra la resolución por la que impone la multa, el
empleador, dentro del tercer día hábil de su notificación, puede interponer Recurso de
Apelación, el que es resuelto en el término de diez (10) días hábiles de su
presentación, agotándose la vía administrativa.

Finalmente, en la conciliación sólo se levanta acta cuando las partes lleguen a un


acuerdo total o parcial del tema controvertido, en caso contrario únicamente se expide
una constancia de asistencia. Dicho acuerdo debe quedar reflejado en el acta de
conciliación que debe contener una obligación cierta, expresa y exigible la que
constituye título ejecutivo y tiene mérito de instrumento público.

g) La liquidación para cobranza de aportes previsionales del Sistema


Privado de Pensiones.

La NLPT viene siendo implementada en nuestro país y no dudo que con éxito, sin
embargo, la misma fue diseñada bajo el criterio de especialidad y bajo el modelo del
Despacho Judicial Corporativo, conforme a la Resolución Administrativa N° 127-2012-
CE-PJ de fecha 4 de julio del año 2012, dicho modelo requiere de al menos un
Juzgado de Paz Letrado y un Juzgado Especializado de Trabajo para su
funcionamiento.

Sin embargo, resulta ser que aproximadamente el noventa por ciento (90%) de los
expedientes que conocen los Juzgados de Paz Letrados, están referidos a la cobranza
de aportes previsionales del Sistema Privado de Pensiones, situación que se ha visto
acentuada con lo acordado en el Segundo Pleno Jurisdiccional Supremo en Materia
Laboral, que en el Quinto Tema del mismo, en relación a la competencia de los
Juzgado de Paz Letrados, se precisó lo siguiente:

“5.1….. ¿Son competentes los juzgados de paz letrados para conocer pretensiones no
cuantificables? El pleno acordó por unanimidad: Los juzgados de paz letrados no son
competentes para conocer pretensiones no cuantificables, pues de conformidad con el
artículo 1 de la Ley N° 29497, Nueva Ley Procesal del Trabajo, sólo son competentes
para conocer pretensiones cuantificables originadas en demandas de obligación de
dar sumas de dinero y títulos ejecutivos, cuyas cuantías no sean superiores a
cincuenta (50) Unidades de Referencia Procesal (URP).

5.2….. ¿Son competentes los juzgados de paz letrados para conocer pretensiones no
cuantificables acumuladas con una pretensión cuantificada que sí es de su
competencia por la cuantía? El pleno acordó por unanimidad: En la Nueva Ley
Procesal del Trabajo, los juzgados de paz letrados no son competentes para conocer
pretensiones no cuantificables acumuladas con una pretensión cuantificada que si es
de su competencia por la cuantía; pues éstos únicamente pueden conocer las
materias expresamente señaladas en el artículo 1 de la Ley N° 29497”; en conclusión,
los juzgados de paz letrados no pueden conocer pretensiones no cuantificables, aún
estas estén acumuladas con pretensiones cuya cuantía no supere las cincuenta (50)
Unidades de Referencia Procesal, lo que casi convierte a los mismos en órganos
jurisdiccionales a exclusividad para conocer la cobranza de aportes previsionales del
Sistema Privado de Pensiones, significando que la mayoría de las pretensiones sean
conocidas por los Jueces de Trabajo, los que tienen que afrontar una gran cantidad de
procesos, atentando con ello el principio de celeridad que inspira al nuevo proceso
laboral, lo que hace necesario una modificación legislativa al respecto, para que los
Juzgados de Paz Letrados asuman competencia frente a pretensiones no
cuantificables acumulada a una cuantificable no mayor a cincuenta (50) Unidades de
Referencia Procesal, dado que son órganos jurisdiccionales que han sido creados bajo
el criterio de especialidad en dicha materia.

La liquidación para cobranza:

Es un documento con mérito ejecutivo, emitido por una Administradora de Fondo de


Pensiones en el cual se determina el monto de los aportes adeudados por el
empleador.15

Normas que rigen la cobranza de aportes previsionales del Sistema Privado de


Pensiones:

Conforme a la modificatoria realizada por la Segunda Disposición Modificatoria de la


NLPT al artículo 38 del Texto Único Ordenado de la Ley del Sistema Privado de
Administración de Fondo de Pensiones, aprobado por Decreto Supremo N° 054-97-
EF, en la misma se señala que la cobranza se efectuará de acuerdo con el Título II de
la Sección Séptima de la NLPT, estableciendo a continuación reglas especiales para
dicha ejecución, es decir, que si bien el proceso de cobranza de los aportes se tramita
con arreglo a la NLPT, lo cierto es que existen en el Texto Único Ordenado de la Ley
del Sistema Privado de Administración de Fondo de Pensiones, reglas especiales que
priman sobre las disposiciones generales que son las establecidas por la NLPT.

15
Obra citada. ARÉVALO VELA, Javier. Página 257.
Al respecto ELIAS MANTERO, señala que el proceso de ejecución de los adeudos
contenidos en la liquidación de cobranza que debe preparar la AFP, se debe llevar a
cabo de acuerdo con lo señalado en la NLPT. El tema está regulado por el artículo 38
del D.S. 054-97-EF (Texto Único Ordenado de la Ley del Sistema Privado de
Administración de Fondo de Pensiones). Este dispositivo señala las pautas especiales
para la tramitación de la ejecución y las razones para sustentar la contradicción de la
ejecución.16

En ese sentido, siguiendo el principio que rige para la solución del conflicto de normas,
que la norma especial rige sobre la norma general,17 se tiene que habiéndose
establecido expresamente en la norma especial, incisos c), d) y e) del artículo 38 del
Texto Único Ordenado de la Ley del Sistema Privado de Administración de Fondo de
Pensiones, aprobado por Decreto Supremo N° 054-97-EF, que para la ejecución de
los adeudos contenidos en la Liquidación para Cobranza de aportes previsionales del
Sistema Privado de Pensiones que si se formula contradicción, el juez expedirá
sentencia dentro de los cinco días de realizada la absolución o sin ella, no se efectuará
audiencia y que independientemente de la cuantía de la pretensión, conocerá la
apelación el Juez de Trabajo, quien expedirá sentencia dentro de los diez días de
recibido el expediente, no admitiéndose informe oral, primando dichas normas
especiales, sobre cualquier otra de carácter general.

Es importante resaltar por otro lado, que las normas del Código Procesal Civil, no son
de aplicación supletoria en forma directa a la cobranza de aportes previsionales, en la
medida que existe normas especiales que establecen el proceso a seguir, su
aplicación estará supeditada a que al respecto no exista nada regulado ni en la norma
especial, ni en la NLPT.

Resolución que pone fin al proceso:

Habíamos ya señalado que en el caso del proceso de ejecución de las liquidaciones


para cobranza de aportes previsionales del Sistema Privado de Pensiones, el proceso
no concluía con un auto sino con una sentencia.

16
ELIAS MANTERO, Fernando. “Comentario Exegético de la Nueva Ley Procesal del Trabajo”, En:
Actualidad Laboral. Número 476, Mes de Febrero, Año 2016, página 13.
17
PECES-BARBA, Gregorio, FERNÁNDEZ, Eusebio, DE ASÍAS, Rafael. “Curso de Teoría del Derecho”,
Editorial Marcial Pons 2000, Madrid, Barcelona, España, Página 194. “La máxima specialia generalibus
derogant entiende que prevalece la norma especial sobre la general en materia, espacio o sujetos
afectados”.
Para ello debemos indicar que conforme a lo precedentemente expuesto, existen dos
supuestos:

Con contradicción: Es supuesto está previsto expresamente por la referida norma


especial, que señala que formulada contradicción con la absolución o sin ella, se emite
sentencia e interpuesto el recurso de apelación, en este caso, en aplicación supletoria
del artículo 691 del Código Procesal Civil, en el plazo de 3 días contados, desde el día
siguiente a su notificación, la resolución que se emite en revisión de los actuados,
conforme se señala en la norma especial, es la de una sentencia de vista.

Sin contradicción: El segundo supuesto que puede generar dudas sobre el tipo de
resolución a emitirse, es aquel en el cual no se ha formulado contradicción y se emite
resolución ordenando llevar adelante la ejecución, supuesto no señalado en la norma
especial, pero siguiendo la misma lógica, si interpuesto el recurso de apelación contra
la citada resolución, está debe ser resuelta por el Juez de Trabajo por una sentencia,
no puede ser la resolución materia de apelación un auto sino una sentencia, por
cuanto dicha resolución también al igual que en el primer supuesto, resuelve llevar o
no adelante la ejecución. Por otro lado, cualquiera sea la posición que se adopte
tratándose de una resolución que pone fin al proceso de ejecución, interpuesto el
recurso de apelación debe ser concedido con efecto suspensivo conforme al artículo
371 del Código Procesal Civil y no sin efecto suspensivo y sin la calidad de diferida, en
cuyo caso se remitirá un cuaderno de copias certificadas, lo que atenta contra los
principios de celeridad y economía procesal que inspiran al nuevo proceso laboral,
conforme al artículo I del Título Preliminar de la NLPT.

Prueba tasada o libertad probatoria:

Surge de las normas especiales previstas en el artículo 38 del Texto Único Ordenado
de la Ley del Sistema Privado de Administración de Fondo de Pensiones, aprobado
por Decreto Supremo N° 054-97-EF, duda en cómo se debe interpretar lo dispuesto en
el inciso b) literales 1), 3) y 4) del referido artículo, cuando señala que: “El ejecutado
podrá contradecir la ejecución solo por los siguientes fundamentos: 1. Estar cancelada
la deuda, lo que se acreditará con copia de la Planilla de Pagos de Aportes
Previsionales debidamente cancelada; (…) 3. Inexistencia del vínculo laboral con el
afiliado durante los meses en que se habrían devengado los aportes materia de
cobranza, lo que se acreditará con copia de los libros de planillas. 4. Error de hecho en
la determinación de monto consignado como deuda en la Liquidación para Cobranza,
lo que se acreditará con copia de los libros de planilla o de las boletas de pago de
remuneraciones suscritas por el representante del demandado; (…)”.
La norma examinada delimita los supuestos que van a permitir justificar y sustentar la
contradicción a la ejecución de las Liquidaciones para Cobranza emitidas por las
Administradoras de Fondo de Pensiones en ejercicio de la obligación que bajo
responsabilidad le impone el artículo 37 de la misma Ley del Sistema Privado de
Fondo de Pensiones, que dentro de este marco jurídico su mérito ejecutivo sólo va a
poder ser válidamente enervado acudiendo a cualquiera de las hipótesis taxativamente
determinadas; empero no podría también sostenerse que la acreditación de la
configuración de cada supuesto señalado se encuentre en estricto vinculado al mérito
exclusivo y excluyente de dichos documentos: planilla de pagos previsionales
debidamente canceladas y copia del Libro de Planillas o con las boletas de pago de
remuneraciones, con lo cual estaríamos implícitamente tipificando un supuesto de
prueba tasada ajena al ámbito y contornos del Principio de Libertad Probatoria bajo el
cual se estructura el Sistema Probatorio que acoge la Nueva Ley Procesal del Trabajo
concordado con el Código Procesal Civil.18

Pues en realidad la finalidad del citado artículo es relevar en forma enunciativa cual es
el instrumento que en forma directa, adecuada e idónea cumpliría con tal propósito sin
descartar que pueda ser alcanzado vía otros elementos de prueba o sucedáneos
probatorios que incidan en demostrar la cancelación de la deuda, la inexistencia del
vínculo laboral acusado o el error de hecho en la determinación del monto consignado
como deuda, salvo bajo la limitación procesal que se traten sólo de documentos
conforme el último párrafo del inciso b) del artículo 38 del Texto Único Ordenado de la
Ley del Sistema Privado de Administración de Fondo de Pensiones, aprobado por
Decreto Supremo N° 054-97-EF que indica: “(…) No se admitirá prueba distinta a los
documentos. (…)”, lo cual por lo demás resulta razonable y proporcional a la
naturaleza del proceso de ejecución; de lo que se desprende que si es admisible
cualquier documento cuyo mérito sirva para el objetivo y propósito de probar el
supuesto de contradicción denunciado, es decir, otorgan la habilitación para respaldar
la configuración de un supuesto de contradicción en el mérito de cualquier documento

18
GOZAINI, Osvaldo Alfredo. “La Prueba en el Proceso Civil Peruano”, Normas Legales, setiembre 1997,
Página 146. Sobre el particular señala citando a Devis Echandía: “Para que la prueba cumpla su fin de
lograr la convicción del juez sobre la existencia o inexistencia de los hechos que interesan al proceso, en
forma que se ajuste a la realidad, es indispensable otorgar libertad para que las partes y el juez puedan
obtener todas las que sean pertinentes, con la única limitación de aquellas que por razones de
moralidad versen sobre hechos que la ley no permite investigar, o que resulten inútiles por existir
presunción legal que las hacen innecesarias, o sea claramente impertinentes o inidóneas”.
que en forma valida, razonable y proporcional sirva para demostrar su existencia con
lo cual el sentido interpretativo fijado se ve incluso respaldado desde un criterio de
interpretación sistemática.

Oportunidad de presentación de los medios de prueba:


Si bien el inciso b) del artículo 38 del Texto Único Ordenado de la Ley del Sistema
Privado de Administración de Fondo de Pensiones, aprobado por Decreto Supremo N°
054-97-EF, señala que a la contradicción se deberá presentar acompañada de la
prueba instrumental que acredite sus fundamentos, salvo los casos a que se refiere el
numeral 2 del citado artículo (nulidad formal o falsedad de la liquidación para
cobranza) y el inciso 3 del artículo 446 del Código Procesal Civil (referido a la
excepción de representación defectuosa o insuficiente del demandante o del
demandado), suele suceder que la presentación de la documentación que acredita la
cancelación de la deuda, inexistencia del vínculo laboral o el error de hecho en la
determinación de monto consignado como deuda, se realiza no con la contradicción,
sino con la apelación, esto quedaría solucionado de raíz, si como sucede con el
Sistema de Planillas Electrónicas Web (PLAME), los Jueces Laborales contaran con el
Sistema AFP Net, sin embargo, ello no se encuentra previsto, ni existe convenio
alguno entre el Poder Judicial y la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP, pero
que sin embargo, se hace necesario por cuanto directamente se contaría con la
verificación de haberse o no realizado el pago de los importes materia de cobranza, es
decir, se accedería no sólo a lo declarado sino a lo efectivamente pagado y la
oportunidad del mismo.

Mientras ello sucede, queda en manos del Juez de Trabajo, adopte alguna alternativa
de solución, la formal sería simplemente que al no haberse acompañado las
documentales con la contradicción y no encontrándose los documentos presentados
en alguno de los supuestos previstos en el artículo 374 del Código Procesal Civil, es
decir, se trate de medios probatorios referidos a la ocurrencia de hechos relevantes
para el derecho o interés discutido, pero acaecidos después de concluida la etapa de
postulación del proceso o documentos expedidos con fecha posterior al inicio del
proceso o que comprobadamente no se hayan podido conocer y obtener con
anterioridad, procederá a confirmar la sentencia apelada y ordenar se prosiga con la
ejecución.

Sin embargo, también en justicia podría tomar la alternativa de admitirlo de oficio los
medios probatorios acompañados con el escrito de apelación, con arreglo a lo
dispuesto en el artículo 22 de la NLPT, en cuyo caso podría afectar el derecho de
contradicción de la contra parte, o teniendo en cuenta el primer párrafo del artículo III
del Título Preliminar del Código Procesal Civil que indica que: “El juez deberá atender
a que la finalidad concreta del proceso es resolver un conflicto de intereses o eliminar
una incertidumbre, ambas con relevancia jurídica haciendo efectivos los derechos
sustanciales, y que su finalidad abstracta es lograr la paz social en justicia. (…)”.

Para efectos de obtener un fallo justo, y no soslayar los elementos fácticos que fluyen
del proceso y obtener una decisión mucho más analítica, exhaustiva e integral del
caso y en la medida que resulta imprescindible determinar con la mayor certeza, si la
parte ejecutada, en base a los documentos adjuntados a su recurso impugnatorio,
resulta ser la obligada para atender el monto devengado, ello a fin de evitar un posible
enriquecimiento indebido por parte de la ejecutante, podría ordenar que el Juzgado de
Paz Letrado evalúe bien los documentos aportados por la ejecutada en su escrito de
apelación y los que fueran necesarios, en tanto que los primeros no se consideraron
para la emisión de la resolución materia de apelación; tanto más, si el Juez de Paz
Letrado puede acceder a otros tipos de instrumentos tales como: Sistema de Planillas
Electrónicas Web (para verificar la fecha de ingreso y cese de cada trabajador afiliado)
o solicitar a las partes información relevante respecto de lo peticionado, concediéndole
a la ejecutante el traslado respectivo para que pueda exponer los argumentos que
considere pertinentes a su derecho y a la ejecutada para que se pronuncie sobre la
situación de los aportes previsionales, que pretende desvirtuar con la documentación
acompañada con el escrito de apelación, preservando con ello el derecho de
contradicción de la parte ejecutante, contra la documentación presentada; abonan a
una solución en justicia el hecho de que el sistema de pagos AFP Net, al efectuarse el
mismo, solicita el ingreso mediante el sistema de la planilla de pago, y el pago se
puede efectuar con un comprobante con el cual se hace efectivo directamente en las
oficinas bancarias o inclusive debitado directamente de las cuentas de la empleadora,
mientras que por su parte, la norma le exige la planilla de pagos de aportes
previsionales (la que es ingresada al sistema AFP Net) debidamente cancelada, (lo
que puede acreditarse con el comprobante de pago o el estado de cuenta en la que
figure el débito en la cuenta respectiva de la ejecutada), sin perjuicio de indicarse que
por lo menos desde el punto de vista normativo, el Ministerio de Trabajo y Promoción
del Empleo debería permitir a todos los Jueces Laborales, el acceso a la información
de las planillas electrónicas.
h) Otros títulos ejecutivos.

Debemos señalar que a diferencia de lo que sucede en la norma procesal civil (inciso
11 del artículo 688), en el caso de la Nueva Ley Procesal del Trabajo, no se ha
previsto que tengan mérito de título ejecutivo, otros títulos a los que la Ley les da ese
mérito, pero nada quita que el legislador, mediante una norma de ese rango así lo
establezca. Al respecto VINATEA y TOYAMA señalan que por la redacción de este
dispositivo se entiende que no existen otros títulos ejecutivos distintos de los
específicamente mencionados, a diferencia de la norma procesal civil que utiliza el
esquema de númerus apertus.19

III.- Suspensión extraordinaria de la ejecución

El artículo 60 de la Nueva Ley Procesal del Trabajo, indica que tratándose de la


ejecución de intereses o de monto liquidado en ejecución de sentencia, a solicitud de
parte y previo depósito o carta fianza por el total ordenado, el juez previo traslado a la
parte contraria entendemos, puede suspender la ejecución en resolución
fundamentada, esto dada su carácter extraordinario, siendo la citada resolución
impugnable. Es decir, no basta que se presenten todos los requisitos señalados en la
norma, sino que, una vez verificada la existencia de ellos, el juez debe fundamentar
porque ha decidido suspender la ejecución.20

A diferencia de lo que sostiene VINATEA y TOYAMA que indican que el supuesto de


hecho del artículo 60, se refiere a los casos de ejecución de sentencia firme, respecto
tanto del capital como de los intereses,21 lo que señala literalmente la citada norma, es
que la suspensión extraordinaria de la ejecución, trata “de la ejecución de intereses o
de monto liquidado en ejecución”, por tanto, no se trata entonces del capital, sino de
los importes liquidados de intereses, de los costos y/o de las costas e inclusive de
remuneraciones devengadas.

19
Obra citada. VINATEA RECOBA, Luis y TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. Página 293.
20
Obra citada. PRIORI POSADA, Giovanni F.; CARRILLO TEJADA, Santiago; GLAVE MAVILA, Carlos;
SOTERO GARZÓN, Martín; PÉREZ-PRIETO DE LAS CASAS, Roberto. Página 282.
21
Obra citada. PRIORI POSADA, Giovanni F.; CARRILLO TEJADA, Santiago; GLAVE MAVILA, Carlos;
SOTERO GARZÓN, Martín; PÉREZ-PRIETO DE LAS CASAS, Roberto. Página 282.
IV.- Multa por contradicción temeraria

Si la contradicción no se sustenta en alguna de las causales señaladas en la norma


procesal civil, se impone al ejecutado una multa no menor de media (1/2) ni mayor de
cincuenta (50) Unidades de Referencia Procesal (URP), esto apunta a evitar los casos
de temeridad22 que supone una conducta procesal objetiva carente de fundamentos
defendibles en derecho.

Esta multa es independiente a otras que se pudiesen haber impuesto en otros


momentos procesales, estas están referidas a las reglas de conducta en las
audiencias u otras aplicadas en el transcurso del proceso, como sería el caso de la
mala fe, impuesta por falta de razón procesal o abuso de maniobras dilatorias.

V.- Incumplimiento injustificado al mandato de ejecución

El artículo 62 de la norma Procesal Laboral, señala que tratándose de las obligaciones


de hacer o no hacer, a diferencia de las obligaciones de dar en las que sí es posible
emplear medidas coercitivas contra el deudor, generalmente el empleador, para que
cumpla con la prestación a su cargo, por ejemplo, con el embargo de sus bienes u otro
tipo de medidas cautelares; en las obligaciones de hacer y de no hacer que están
asociadas a la conducta o comportamiento del obligado no es posible utilizar las
mismas medidas de presión, ya que significaría emplear violencia física, lo cual está
prohibido por el ordenamiento jurídico,23 en ese sentido, habiéndose resuelto seguir
adelante con la ejecución, el obligado no cumple, sin que se haya ordenado la
suspensión extraordinaria de la ejecución, el juez impone multas sucesivas,
acumulativas y crecientes en treinta por ciento (30%) hasta que el obligado cumpla el
mandato; y, si persistiera el incumplimiento, procede a denunciarlo penalmente por el
delito de desobediencia o resistencia a la autoridad, previsto en el Código Penal en el
artículo 368, tratándose de una persona jurídica, quien sería denunciado sería su
representante legal.

Al respecto ARÉVALO VELA señala que este artículo tiene su fundamento en el


derecho a la tutela jurisdiccional efectiva de que goza toda persona, una de cuyas
dimensiones es el cumplimiento oportuno de los mandatos judiciales, es por ello que

22
CABANELLAS, Guillermo. “Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual”, Tomo III, T-Z, Editorial Hiliasta
S.R.R., Buenos Aires, Argentina, Edición 1981, página 28 se señala: “TEMERIDAD.- (…) Juicio temerario, el
formulado sin la debida razón y fundamento”.
23
Obra citada. VINATEA RECOBA, Luis y TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. Página 305.
se autoriza la utilización de medidas de coacción para que se dé cumplimiento a lo
ordenado por el Poder Judicial.24

VI.- Cálculo de derechos accesorios

Finalmente, en el artículo 63 de la Nueva Ley Procesal del Trabajo, señala que los
derechos accesorios a los que se ejecutan, como las remuneraciones devengadas que
son conocidas también como salarios caídos no percibidos por el trabajador durante el
periodo en que no prestó efectivamente servicios por razón de haber sido despedido y
encontrarse siguiendo un proceso para lograr su readmisión en el empleo25 y los
intereses, se liquidan por la parte vencedora, la cual puede solicitar el auxilio del perito
contable adscrito al juzgado o recurrir a los programas informáticos de cálculo de
intereses implementados por el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo.

La liquidación presentada es puesta en conocimiento del obligado por el término de


cinco (5) días hábiles siguientes a su notificación. En caso de que la observación verse
sobre aspectos metodológicos de cálculo, es decir, la fórmula o ecuación empleada,
en este caso, el obligado debe necesariamente presentar una liquidación alternativa.

Vencido el plazo el juez, con vista a las liquidaciones que se hubiesen presentado,
resuelve acerca del monto fundamentándolo. Si hubiese acuerdo parcial, el juez
ordena su pago inmediatamente, reservando la discusión sólo respecto del diferencial.

24
Obra citada. ARÉVALO VELA, Javier. Página 265.
25
Obra citada. ARÉVALO VELA, Javier. Página 267
XI.- Conclusiones.

El proceso de ejecución es aquel referido a una serie o sucesión de actos procesales,


mediante los cuales se pretende hacer cumplir forzosamente y consecuentemente
materializar, lo contenido en el título ejecutivo.

El título ejecutivo debe contener como requisito indispensable, una obligación cierta o
veraz, expresa o indubitable y exigible, es decir, si está sujeto a plazo este debe
encontrarse vencido y si está sujeto a condición, esta debe haberse cumplido.

Las normas especiales previstas en el T.U.O. de la Ley del Sistema Privado de


Administración de Fondo de Pensiones, priman sobre las generales establecidas en la
NLPT y en su caso, en el Código Procesal Civil.

Cuando en la cobranza de aportes previsionales del Sistema Privado de Pensiones, no


se formula contradicción y se emite resolución ordenando llevar adelante la ejecución,
interpuesto recurso de apelación el mismo debe ser concedido con efecto suspensivo,
al tratarse de una resolución que pone fin al proceso.

La acreditación de la contradicción en la cobranza de aportes previsionales del


Sistema Privado de Pensiones, no está supeditada al mérito exclusivo y excluyente de
ciertos documentos, pues ello sería contrario al principio de libertad probatoria, siendo
admisible cualquier documento siempre que en forma válida, razonable y proporcional
sirva para demostrar su existencia.
BIBLIOGRAFIA

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