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1.3 Rasgos
Los rasgos y los mecanismos psicológicos para una persona no son tan
solo una colección aleatoria de elementos, más bien la personalidad es organizada
debido a que los mecanismos y los rasgos están vinculados entre sí de un modo
coherente; imagine el simple caso de dos deseos, un deseo de tomar alimento y un
deseo de intimidad; sino ha comido por un tiempo y experimenta punzadas de hambre,
entonces su deseo de alimento podría superar al deseo de intimidad.
Sigmund Freud propuso que los pensamientos conscientes son solo una parte
limitada de la dinámica de la personalidad. Las dinámicas inconscientes son mas
importantes en su teoría psicoanalítica; los psicólogos han aprendido mucho más
sobre la cognición. La personalidad es influida por nuestras formas de pensar acerca
de nuestras capacidades, así como de nosotros mismos y de las demás personas.
Cuando la experiencia o la terapia cambian nuestros pensamientos cambia nuestra
personalidad.
1.7.3 Cultura
>Etapa oral: este periodo comprende desde el nacimiento hasta los 18 meses y se
caracteriza básicamente, según Davidoff (1998), porque el niño obtiene placer a través
de succionar el pecho de la madre y masticar los alimentos meses más tardes. Según
Freud (1967; citado por Pervin & John, 1998), los niños que obtienen buena
gratificación durante esta etapa tienden a ser adultos optimistas, crédulos y confiables,
mientras que los que no son satisfactoriamente gratificados tienden a ser pesimistas,
sarcásticos, discutidores y hostiles.
>Etapa fálica: comprende de los 3 a 6 años, es una etapa muy importante porque es
este el momento en que los niños empiezan a descubrir sus genitales, entonces se
apegan mucho más al progenitor del sexo contrario mientras que experimentan
sentimientos de rivalidad con el progenitor del mismo sexo. De no darse una adecuada
identificación con los progenitores se forma lo que en los niños se conoce como
complejo de Edipo y en las niñas complejo de Electra (Papalia & Wendkos, 1997). Las
personas que no reciben suficiente gratificación durante esta etapa tienden a
mostrarse como egoístas, vanidosos, con baja autoestima, tímidos y con sentimientos
de minusvalía durante la edad adulta (Morris & Maisto, 2005).
>Etapa de latencia: va de los 6 hasta los 12 o13 años; Freud creía que en esta etapa
el interés por el sexo disminuye y los niños pueden jugar con los otros niños del mismo
sexo sin experimentar ninguna dificultad (Papalia & Wendkos, 1997). Finalmente de
los 13 años en adelante Freud describe la etapa genital, momento en el cual se
despiertan los impulsos sexuales permitiendo que el adolescente satisfaga todos los
deseos reprimidos durante la niñez, las personas que logran abordar
satisfactoriamente esta etapa, desarrollan un muy buen sentido de responsabilidad y
preocupación por los demás (Davidoff, 1998).
El HIT fue diseñado tomando como base el Rorschach, con el fin de eliminar las
deficiencias técnicas de los primeros instrumentos. La técnica de HIT proporciona dos
series paralelas de 45 tarjetas cada una donde la persona debe dar una sola respuesta,
incluye muchas variables presentes en el Rorschach y adiciona otras como ansiedad
y hostilidad. De acuerdo con las técnicas pictóricas o gráficas se encuentran algunas
como: el Test de Apercepción Temática, el cual evalúa la personalidad apartar de 19
tarjetas que contienen dibujos no definidos en blanco y negro más una tarjeta en
blanco, se le pide al examinado que elabore una historia de acuerdo con el dibujo.
Para la tarjeta blanca se le pide que imagine algún dibujo que lo describa y que cuente
una historia al respecto (Anastasi & Urbina, 1998). Las técnicas verbales hacen
especial énfasis en la asociación de palabras o en completar frases. Los recuerdos
autobiográficos hacen especial énfasis en que la persona recuerde eventos tempranos
de su vida, las técnicas de ejecución hacen referencias al uso del dibujo, el juego y los
juguetes para la interpretación de la personalidad.
2.2.-Teoría de la Personalidad de Carlos Jung
En el grupo de partidarios de Freud, había un psiquiatra suizo llamado Carl Jung, quien
tenía formación médica y se interesó por los métodos y teorías concernientes al
psicoanálisis que se habían desplegado a finales del siglo XX. La relación entre Jung
y Freud fue fructífera, Jung admiraba el trabajo de Freud y lo apoyó en los ensayos
profesionales que desarrolló, de hecho el primer encuentro que tuvieron duró trece
horas, evidenciado el mutuo interés y respeto. Sin embargo, en 1914, debido a
discrepancias teóricas terminaron su relación y Jung formuló su propia teoría de la
personalidad. Carl Jung no estaba de acuerdo con la teoría freudiana en el sentido de
su concepto del inconsciente como paradigma original de la personalidad y no
meramente de la parte reprimida, pensaba que la aproximación simbólica al material
onírico y otras expresiones inconscientes eran los medios más indicados para
comprender el lenguaje de la psique y describir su dinámica; pensaba que la psique
se comunicaba por medio de imágenes más que de concepciones, y que estas
imágenes tomaban la forma de analogías y parábolas que simbolizaban el significado
de una situación concreta. En general, cuando Jung hablaba de la personalidad se
refería a la psique, que es un término griego para definir “espíritu o alma”, de esta
manera evitaba la relación de una división científica de la personalidad en funciones
sin relación, proponiendo en su lugar la integración de todos los aspectos de la
personalidad, de hecho describió a toda la personalidad integrada como el Sí mismo.
A Jung le atraía el hecho de que el desarrollo anatómico del feto contiene la historia
evolutiva de la humanidad, la cual se inicia en un organismo unicelular y se convierte
en un producto a término; creía que la psique poseía un registro de recuerdos y le dio
el nombre de inconsciente colectivo, el cual contiene los arquetipos que son símbolos
universales que aparecen en repetidas ocasiones en las bellas artes, la literatura, los
mitos y la religión. Sin embargo, el inconsciente colectivo refleja el misticismo de Jung,
y es el concepto menos aceptado por la corriente principal de la psicología.
La sombra se refiere a los aspectos de la psique que son “obscuros” o amorales por
el Yo, pues son débiles en el autoconcepto; los impulsos sexuales y agresivos que son
inadmisibles, son substancialmente propios de la sombra, y éstos son evocaciones de
la teoría de Freud sobre los impulsos reprimidos del Ello.
Carl Rogers consideró que los seres humanos construyen su personalidad cuando se
ponen al servicio de metas positivas, es decir, cuando sus acciones están dirigidas a
alcanzar logros que tengan un componente benéfico (Morris & Maisto, 2005). Para
Rogers, la persona desde que nace viene con una serie de capacidades y potenciales
los cuales tiene que seguir cultivando a través de la adquisición de nuevas destrezas;
esta capacidad se ha denominado tendencia a la realización; por el contrario, cuando
el individuo descuida el potencial innato hay una tendencia a que se vuelva un ser
rígido, defensivo, coartado y a menudo se siente amenazado y ansioso.
También creía que la medida en que los motivos de una persona para actuar son
autónomos, determina su nivel de madurez, señalando así la importancia del yo,
concepto que defendió porque creía que era una de las características más
importantes de la personalidad. Para que no se confundiera su orientación del yo con
la dada por Freud, creo el concepto de propium, lo que contiene las raíces de la
uniformidad que caracteriza las actitudes, objetivos y valores de la persona. Según lo
anterior, el yo no se encuentra presente al momento de nacer sino que se desarrolla
con el paso del tiempo (Mischel, 1988).
Para la evaluación de la personalidad desde este modelo, los teóricos han planteado
la utilización de pruebas tales como: Ordenamientos Q, diseñada por William
Stephenson en la década de los 50’s, es una prueba proyectiva, pero desde el punto
de vista subjetivo proporciona la representación integral de los puntos fuertes y
debilidades de la personalidad de un individuo. Otros instrumentos como la Escala de
Autoconcepto de Tennessee, la escala de Autoconcepto para niños de Piers-Harris y
los Inventarios de Autoestima de Coopersmith. De manera general, desde este
enfoque se tiende a preferir herramientas como los estudios de casos, entrevistas no
estructuradas en lugar de pruebas psicológicas de tipo objetivo (Aiken, 2003).
i) Fragmentación; “Una persona puede usar con éxito una variedad de subsistemas
de interpretación, los cuales son hipotéticamente incompatibles con el resto”. Hay
ocsiones en que el individuo usa constructos que en apariencia son incompatibles
entre sí, debido a esto a menudo somos sorprendidos por la conducta de otras
personas y no siempre podemos inferir lo que ellas van a hacer mañana a partir de la
forma en que se comportaron hoy.
Kelly evito muchos de los conceptos asociados de forma tradicional con la teorización
de la personalidad. Dio a los hitos y términos familiares significados nuevos y los
subordino a su teoría de los constructos personales.
La ansiedad es el reconocimiento de que los eventos con los que nos enfrentamos se
encuentran afuera del rango del sistema de constructos propios. En otras palabras nos
sentimos ansiosos cuando ya no podemos entendernos a nosotros mismos y a los
eventos de nuestra vida en términos de las propias experiencias pasadas.
La culpa es una percepción del desalojamiento aparente por parte del individuo de su
estructura de rol central. En nuestra relación con otros que son significativos,
desarrollamos un rol centra en la cual nos interpretamos en formas específicas, tales
como ser cariñosos o responsables. La agresión implica la elaboración activa del
campo perceptual propio. Implica la acción; el colocarse de forma deliberada en
situaciones que exigen decisiones.
2.6.-Psicoterapia
De acuerdo con Kelly, los trastornos psicológicos surgen cuando una persona se aferra
a los constructos personales y continua usándolos a pesar del hecho de que la
experiencia subsecuente no los valide. Dicho individuo tiene dificultad para anticipar y
predecir acontecimientos y es incapaz de aprender las experiencias. El neurótico
complica su situación en el esfuerzo por desarrollar formas nuevas de interpretar al
mundo o sostener de manera rígida constructos que son inútiles. En lugar de
desarrollar constructos más exitosos y solucionar los problemas, el neurótico
desarrolla síntomas. Kelly concibió a sus métodos terapéuticos como “reconstrucción”
en lugar de psicoterapia. Buscaba ayudar a sus pacientes a reinterpretar el mundo de
una manera que fomentara mejores predicciones y control. El primer paso en su
terapia por lo general la explicación de la molestia, el terapeuta busca identificar el
problema, descubrir cuándo y bajo qué condiciones surgió; primero indicar que
cambios han ocurrido en éste, descubrir cualquier medida correctiva que el cliente
pueda haber emprendido ya y averiguar bajo que condiciones es más o menos
evidente el problema. La explicación de la molestia revela por lo general muchos
aspectos del sistema de constructos de la persona, pero Kelly concibió un segundo
paso para interpretar este sistema en sí. Esta explicación proporciona un panorama
mas completo de los elementos generales en la molestia, permite que surjan más
alternativas, amplía la base de la relación entre el terapeuta y el cliente y revela el
marco de referencia conceptual que creó y sostiene a los síntomas. Kelly hizo una
contribución única a la metodología terapéutica al desarrollar y fomentar el uso de la
representación de roles. Kelly alentó el uso de la inversión de roles, haciendo que el
cliente representara el de las figuras significativas mientras el encarnaba el del cliente.
La inversión de roles permitía a los clientes entender su propia participación en forma
más completa y además comprender el marco de referencia de la otra persona. Kelly
también uso la terapia del rol fijo, que consistía en que el cliente reconstruyera el rol
de alguien más durante un periodo mas prolongado. Dando inicio con el propio
argumento del carácter del cliente, desarrollado durante la fase de explicación del
sistema de constructo, el terapeuta crea un rol ficticio para que lo represente la
persona, el cual es distinto del normal y esta diseñado para ayudar al cliente a explorar
formas posibles de reinterpretar las experiencias. Este último es introducido al rol
ficticio y se le pide que trate de pensar, hablar y comportarse como esa persona
durante un periodo de unos cuantos días o semanas. Es obvio que el rol debe ser
pensado con anticipación, tiene que ser realista y no demasiado amenazador para el
cliente. Al final el individuo puede descubrir que los constructos del personaje que
representa es más efectivo y adoptar algunos de esos constructos. Más importante
aun, el cliente aprende que el cambio es una posibilidad real. La terapia de rol fijo
prueba ser una forma muy creativa de reinterpretarse asi mismo bajo una guía
profesional. Kelly también lento el uso de la terapia de grupo par ayudar a solucionar
problemas individuales y comunes. La técnica de la representación de roles se adapta
bien en particular a grupos, donde varias personas pueden ayudar a representar una
escena.
Eysenck (1947) realizó una revisión acerca de las teorías del temperamento con la que
logró dar explicación a los factores o dimensiones de la personalidad: introversión en
contraposición con extroversión y emocionalidad en contraposición con estabilidad,
siendo la primera dimensión la que determina que una persona sea sociable y
participativa al relacionarse con otros sujetos. Extroversión-introversión es una
dimensión continua que varía entre individuos, pues algunos tienden a ser más
amistosos, impulsivos y extrovertidos mientras que otros se inclinan por ser más
reservados, callados y tímidos.
Otras de las pruebas desarrolladas desde esta teoría son las que se presentan a
continuación: el MMPI (Minnesota Multiphasic Personality Inventory) cuyo instrumento
evalúa una serie de características de personalidad pero tiende a resaltar
perturbaciones y anormalidades en la misma. El MMPI ha sido revisado y reformulado
en dos versiones: el MMPI-2 y el MMPI para Adolescentes (Anastasi & Urbina, 1998).
Watson, padre del conductismo, manifestó su acuerdo con la teoría de Jhon Locke en
el siglo XVII sobre la tabula rasa, teoría de la personalidad según la cual un recién
nacido viene en blanco y es el ambiente el que determinará la personalidad debido a
la moldeabilidad de este, no solo en la infancia sino también en la etapa adulta
(Davidoff, 1998). De otra manera, Skinner, quien realizó experimentos sobre el
aprendizaje animal y humano, concluyó que lo que una persona aprende a hacer es
semejante a como aprende otras cosas; por tal razón, lo que implica motivación
inconsciente, aspectos morales y rasgos emocionales no existe (Papalia y Wendkos,
1997).
Esta teoría plantea que la conducta está guiada por la manera como se piensa y se
actúa frente a una situación; sin embargo, no deja de lado las contingencias que ofrece
el ambiente inmediato ante cualquier situación.
Mientras que para Rotter (1954) esto puede ser utilizado como una habilidad cognitiva
que influye en las personas de acuerdo con el manejo de sus expectativas, como lo
plantea Bandura (1977; citado por Davidoff, 1998), la conducta de las personas está
orientada a metas, pues los individuos se pueden regular a sí mismos; además tienen
un grado de libertad y capacidad de cambiar durante toda la vida.
Bandura consideró a los humanos como seres complejos, únicos, activos, destacando
el pensamiento y la autorregulación. Pues los individuos están en una continua
resolución de problemas, partiendo de la experiencia y de la capacidad de
procesamiento de información. Por tal razón, Bandura realizó sus estudios en
humanos en el nivel contextual; por lo tanto, a través de la observación de modelos la
persona puede transformar imágenes e ideas que se pueden combinar y modificar con
el fin de elaborar patrones de conducta adecuados.
Por su parte, Mischel (1973) se interesó por estudiar las variables personales del
aprendizaje social cognoscitivo, variables que generaron otras maneras de percibir las
diferencias conductuales; a partir, de estos estudios se pudo especificar cómo las
cualidades de una persona influyen en el ambiente y las situaciones, así como también
que el individuo emite patrones de conducta complejos y distintos en cada una de sus
interacciones cotidianas. Por tal razón, es necesario identificar las aptitudes de un
individuo para construir diversas conductas bajo ciertas condiciones; de la misma
manera que es pertinente considerar la codificación y clasificación que hace un
individuo de la situación, al igual que demanda un gran interés por conocer sus
expectativas respecto a los resultados esperados, los valores de esos resultados y los
sistemas auto regulatorios de esa persona en particular.
Sin embargo, Kelly (1955, citado por Pervin & John, 1998) planteó cono concepto
estructural de la personalidad el constructor, como una manera de construir o
interpretar el mundo; es un término utilizado por las personas para anticipar o
experimentar sucesos, pues los interpreta, les da estructura y significado. Al observar
dichos sucesos, el individuo da cuenta de que existen características que los
diferencian de otros individuos.
El apoyo inicial para el modelo de los Cinco Grandes proviene del análisis del lenguaje,
de los términos que han sido usados para describir los rasgos de la personalidad
(Goldberg, 1990). Otro fundamento importante es el estudio de cuestionarios en
diferentes lenguajes, realizado por Costa y McCrae (1985), quienes desarrollaron una
herramienta de evaluación objetiva, el NEO-PI, que posteriormente fue revisado para
formar el Inventario de Personalidad Neuroticismo Extroversión Apertura, revisado
(NEO-PI-R); esta prueba evalúa los cinco grandes factores, al igual que puede ser útil
en el diagnóstico de los trastorno de la personalidad (Costa & McCrae, 1995).
En cuanto a las tres dimensiones del carácter, serían: la cooperación (empatía frente
a hostilidad); la autotranscendencia (originalidad e imaginación frente a control); y la
autodirección, que haría referencia a la capacidad para mantener una conducta en la
dirección de un objetivo frente a la inseguridad, es decir, la capacidad de autoregular
la conducta. Las cinco dimensiones que propone el modelo son: neuroticismo,
extraversión, apertura a la experiencia, amabilidad y responsabilidad (Farabaugh,
Fava, Mischoulon, Sklarsky & Petersen, 2005).
La propuesta que mayor grado de integración alcanza y que mayor difusión tiene en la
actualidad es el “modelo evolutivo” de Millon (1990) que, además de incluir aspectos
cognitivos, conductuales y biológicos, incluye algunos derivados de perspectivas
interpersonales. Esta visión parte del modelo de “aprendizaje biosocial” (Millon, 1985),
en la que Millon ya atribuía posibles efectos en la personalidad a las variables
biológicas como lo hacía con las variables psicosociales, combinando esta propuesta
teórica con la “naturaleza del refuerzo” (positiva, negativa o ninguna) y la “fuente del
refuerzo” (yo, otros, ambivalente o alineada) con la “conducta instrumental” (activa o
pasiva).
3) Síndromes clínicos.
4) Síndromes graves.
La calificación del MCMI puede hacerse tanto de manera manual como computarizada,
aunque resulta más práctica la segunda debido a lo complicado de la transformación
de las puntuaciones si se utiliza la primera (Anastasi & Urbina, 1998).
Otros dos instrumentos propuestos por Millon, que se desprenden del anterior son: el
MACI (Inventario Clínico para Adolescentes de Millon) y el MIPS (Índice de
Personalidad de Millon). El primero de ellos busca ser la herramienta elegida para
evaluar adolescentes entre 13 y 19 años; está basado en un instrumento anterior
desarrollado por el mismo autor que se utilizó tanto en la evaluación clínica como en
la consejería vocacional y académica (Millon, Green & Meagher, 1982). Por otra parte,
el MIPS se utiliza para evaluar adultos normales que buscan ayuda para resolver
problemas laborales, familiares o sociales (Millon, 1994).
CAPITULO III
FACTORES QUE CONFIGURAN LA
PERSONALIDAD
PIAGET, prestó particularmente atención al desarrollo cognitivo del niño y, como tal,
su contribución puede no considerarse vinculados al estudio global de la personalidad.
– MEREDITH PIAGET, Libro texto: Desarrollo y Personalidad 2016.
Es innegable la influencia que los factores genéticos ejercen sobre las características
físicas, capacidad intelectual y rasgos de personalidad del individuo.
Sin embargo, su carácter clave en la estructura psicológica del individuo hace que
cualquier desorden emocional o mental afecte y se ve afectado por el funcionamiento
de la personalidad.
• Actúan como modelos de papeles con los que generalmente se identifican en gran
medida los hijos.
• Recompensan y castigan selectivamente algunos comportamientos.
Las condiciones en las que se encuentre la familia es una fuente de suma relevancia
de diferencias de personalidad, pues esta influencia abarca aspectos como tamaño de
la familia, al nivel socioeconómico, la raza, la religión, la ubicación geográfica y el orden
de nacimiento dentro de la familia
MODELOS
Eysenck considera que la Extraversión, Neuroticismo y Psicoticismo son los tres tipos
que dan cuenta de la estructura jerárquica de la personalidad y agrupan el resto de
rasgos de la personalidad de forma interrelacionada.
Los neuróticos son personas ansiosas, con estado de ánimo deprimido, culpables, con
baja auoestima. Por último, los psicóticos son agresivos, egocéntricos, impulsivos,
antisociales, poco empáticos y fríos.
Los neuróticos son aquellos cuyo sistema nervioso autónomo tiene un nivel de labilidad
máximo, es decir son aquellas personas en las que este sistema se activa fácilmente y
cambia el sentido de su actividad de forma rápida. Por su parte, los altos en
psicoticismo son aquellos que tienen bajos niveles de serotonina.
Modelo de J. Gray
Modelo de Zuckerman
Zuckerman trabaja en este modelo con una nueva dimensión “la Búsqueda de
sensaciones”.
Este rasgo está formado por cuatro subdimensiones: búsqueda de aventura y riesgo,
búsqueda de experiencias, desinhibición y susceptibilidad al aburrimiento. Y está
asociada a niveles bajos de la monoaminoxidasa (MAO).
Cuando estos niveles son bajos, los sujetos tienen respuestas de orientación hacia los
estímulos bajas, débiles respuestas de defensa, y una mayor respuesta cerebral bajo
los estímulos intensos.
Modelo de Cloninger
En este modelo Cloninger dice que la personalidad está constituida por 7 rasgos
amplios que pueden dividirse en dos grupos: 4 rasgos temperamentales (Búsqueda de
novedad, evitación del dolor, dependencia-recompensa y persistencia) y 3
caracteriales (autodeterminación, cooperatividad y espiritualidad).
Extraversión y Neuroticismo: son los rasgos más claros (con mayor consenso),
son el carácter nuclear de la personalidad (al contrario que la cordialidad y
responsabilidad con un consenso limitado)
Apertura: rasgo muy cuestionado porque contiene elementos relacionados con
la inteligencia. McCrae y Costa consideran que o bien la inteligencia predispone
a la apertura o ésta colabora en el desarrollo de la Inteligencia.
Se discute la independencia de las facetas Hostilidad y de Impulsividad.
Eysenck sugiere que Responsabilidad, Cordialidad y Apertura, equivalen al
rasgo Psicoticismo que él propone.
También se ha sugerido que Responsabilidad y Cordialidad no son rasgos del
temperamento sino del carácter.