Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
INTERCULTURAL E INTERDISCIPLINAR1
Metodología, epistemología, gnoseología y ontología
Antonio Salamanca Serrano2
3 Courtis, Christian y Atienza Rodríguez,Manuel (coords.), Observar la ley: ensayos sobre metodo-
logía de la investigación jurídica, Madrid, Trotta, 2006, pp. 9-19.
4 Sánchez Zorrilla, Manuel, “La metodología en la investigación jurídica: características pecu-
liares y pautas generales para investigar en el Derecho”, Revista Telemática de Filosofía del Derecho,
n.o 14, 2011, pp. 317-358.
ISSN 1889-8068 REDHES no.14, año VII, julio-diciembre 2015
La investigación jurídica intercultural e interdisciplinar 61
publicaciones jurídicas, la mayor parte de lo existente tiene un enfoque de glosa norma-
tiva. Apenas hay trabajos con una perspectiva historicojurídica, sociojurídica, antropo-
jurídica o economicojurídica ecuatoriana y latinoamericana; o estudios sobre Filosofía
del Derecho o Teoría del Derecho, confeccionados con nuestra propia realidad, como
diría J. Martí, y que no sea disfrazarse con la moda eurocéntrica o anglosajona (v.gr. en
Teoría del Derecho, en general, o disciplinar, como en el campo de la Teoría del Dere-
cho Administrativo, etc.). La gran parte de los textos de Teoría del Derecho penal, de la
Filosofía del Derecho, del Derecho penitenciario, etc., en el Ecuador, son trabajos ex-
tranjeros. Y cuando lo son regionales (v.gr. argentinos, colombianos, etc.) con frecuen-
cia siguen tributando a la gran deuda colonial. Ni qué decir tiene la magra producción
jurídica en el ámbito de la fundamentación del nuevo paradigma constitucional. Ello es
expresión del tremendo colonialismo jurídico dominante.
Por más de siglo y medio todavía sigue siendo hegemónico en el país el positi-
vismo jurídico colonial con su reducción normativista. En esta iglesia continúan adoc-
trinándose casi todos los operadores jurídicos (v.gr. abogados, jueces, fiscales, activistas
sociales, etc.). Muchos siguen confesando el credo “el Derecho es norma”. Se ha feti-
chizado a la mediación escrita, trasmisora del voluntarismo político, se la adora como
una divinidad y se la invoca y pide muestras diarias de su poder. Otros, decepcionados
de la impotencia de aquel Moloch, se marchan escépticos como carne fresca para el re-
lativismo, la retórica cínica y el sofisma de los Gorgias y Protágoras de nuestros días.
En Ecuador, el colonialismo jurídico del positivismo normativista ha expropia-
do a los alumnos y estudiosos del Derecho la riqueza de explorar y buscar el mundo
jurídico intercultural e interdisciplinarmente, como relación social histórico-jurídica,
ántropo-jurídica, socio-jurídica, axiológico-jurídica, ideológico-jurídica, económico-ju-
rídica, psico-jurídica, etc. No existen programas de posgrado en investigación jurídica
intercultural e interdisciplinar, y pocos a nivel regional nuestroamericano. En el caso
ecuatoriano, el problema adquiere mayor relevancia dado que el proyecto constitucio-
nal de 2008 necesita con urgencia perfiles de egreso de los operadores jurídicos capa-
ces de responder a las exigencias del nuevo Estado de derechos y justicia. Eso resultará
imposible sin personal académico, docente-investigador, fundamentalmente de las uni-
versidades públicas, que pueda abrir y crear, con los futuros operadores jurídicos, los
conceptos, las categorías y los postulados del nuevo horizonte jurídico. En 2015, de los
programas de posgrado ofrecidos por las universidades ecuatorianas en las 202 maes-
trías, solo 20 son en Derecho; y de ellos, dos son de investigación, y ninguno en investi-
gación jurídica intercultural e interdisciplinar. Respecto de los programas de doctorado,
de los 14 ofertados en el país, solo uno es en Derecho, y este sin moverse necesariamen-
te en el horizonte metodológico intercultural e interdisciplinar.
ISSN 1889-8068
Revista de Derechos Humanos y Estudios Sociales
25 Salamanca Serrano, Antonio, Teoría Socialista del Derecho, 2 vols., Quito, Editorial Jurídica, 2011.
REDHES no.14, año VII, julio-diciembre 2015 ISSN 1889-8068
70 Revista de Derechos Humanos y Estudios Sociales
(v.gr. observación de campo, entrevista, biografías, encuestas, grupos focales, análisis
estadístico, etc.).
(a) Modo histórico-jurídico. El enfrentamiento con el problema de los hechos con-
fusos y caóticos en el modo histórico-jurídico de la investigación es con los hechos
del Derecho en su historicidad –según el paradigma praxeológico referido arriba–. La
historicidad del Derecho es la dimensión temporal de su dinamismo. Es decir, el en-
frentamiento es con el transcurso de la producción (origen), circulación (desarrollo) y
apropiación (distribución y consumo) de los derechos de los pueblos y la Naturaleza,
como praxis jurídicas normativas, sus instituciones y sistemas jurídicos26.Un ejemplo
de este modo de aprehensión de los hechos puede ser el realizado por J. L. Castillo Ve-
gas, El estatuto jurídico de los indígenas en las constituciones hispanoamericanas del periodo de la
emancipación27.
Las técnicas para acometer el modo histórico-jurídico de investigación se toman
en gran parte de la Historia, pero no solo. Las técnicas de investigación son técnicas
cada vez más interdisciplinares, también en el campo de la Historia. Algunas nacieron
en el seno de unas disciplinas pero progresivamente han sido compartidas por la inves-
tigación en general. Entre las principales técnicas para identificar los hechos caóticos
y confusos problemáticos en el modo de investigación histórico-jurídico cabe men-
cionar: (i) la técnica arqueológica; (ii) la técnica epigráfica; (iii) la técnica numismática;
(iv) la técnica de filología documental. Aunque esta última tal vez sea de las que más
información pueda aportar, hay que revalorizar mucho las posibilidades de las otras, si
entendemos el Derecho como praxis. La fuente principal de este es la consuetudinaria;
anterior y más rica que su mediación escrita28 .
(b) Modo socio-jurídico. El enfrentamiento con el problema de los hechos confusos
y caóticos en el modo socio-jurídico de la investigación es con los hechos del Dere-
cho en cuanto relaciones sociales –según el paradigma praxeológico referido arriba–.
Es decir, el enfrentamiento es con los hechos confusos y caóticos del dinamismo “im-
personal” de las relaciones sociales en la producción (origen), circulación (desarrollo)
y apropiación (distribución y consumo) de los derechos de los pueblos y la Naturaleza,
en cuanto praxis jurídicas normativas, sus instituciones y sistemas jurídicos29.
Las técnicas comunes al modo socio-jurídico de investigación se toman en gran
parte de la Sociología, pero no solo, como ocurre con el modo histórico-jurídico. Entre
algunas de las principales cabe mencionar: (i) cuestionarios; (ii) encuestas cualitativas;
26 Aróstegui Sánchez, Julio, La investigación histórica: teoría y método, Barcelona, Crítica, 1995.
27 Castillo Vegas, Jesús Luis, “El estatuto jurídico de los indígenas en las constituciones hispanoame-
ricanas del período de la emancipación”, Revista de estudios histórico-jurídicos, n.o 35, 2013, pp. 431-459.
28 Peréx Agorreta, María Jesús (coord), op. cit.
29 Courtis, Christian y Atienza, Manuel (coords.), Observar la ley, op. cit., pp. 277-304.
ISSN 1889-8068 REDHES no.14, año VII, julio-diciembre 2015
La investigación jurídica intercultural e interdisciplinar 71
(iii) la observación de campo; (iv) entrevista cuantitativa; (v) encuesta cuantitativa; (vi)
identificación de datos secundarios recolectados por otros investigadores; (vii) pruebas
estandarizadas o inventarios; (viii) recolección de datos mecánica o electrónica; (ix) la
entrevista cualitativa; (x) las biografías e historias de vida; (xi) los grupos de enfoque;
(xii) la obtención de datos documentales (v.gr. registros, materiales, artefactos)30.
(c) Modo ántropo-jurídico. El enfrentamiento con el problema de los hechos confu-
sos y caóticos en el modo ántropo-jurídico de la investigación es con los hechos del De-
recho en cuanto prácticas culturales –según el paradigma praxeológico referido arriba–.
Es decir, el enfrentamiento lo es con la problematicidad de las prácticas culturales en el
dinamismo de producción (origen), circulación (desarrollo) y apropiación (distribución
y consumo) de los derechos de los pueblos y la Naturaleza como praxis jurídicas nor-
mativas, sus instituciones y sistemas jurídicos. La cultura es entendida aquí, coincidien-
do con su etimología, como el cultivo de la vida de los pueblos con la Naturaleza. Son
objeto de investigación todas las dimensiones de la vida cultura articuladas en la rela-
ción comunidad-persona. Un ejemplo de trabajo de este tipo es el realizado por D. Poole,
Los usos de la costumbre. Hacia una antropología jurídica del Estado neoliberal31.
Las técnicas comunes al modo ántropo-jurídico de investigación se toman en
gran parte de la Antropología, pero no solo, como ocurre con los modos anteriores. La
misma Antropología ha ido tomando prestadas técnicas de otras disciplinas para sus
investigaciones. Entre algunas de las principales técnicas etnográficas, cabe mencionar:
(i) la observación de campo; (ii) la entrevista; (iii) las biografías de vida; (iv) el test de la
personalidad; (v) los grupos de enfoque; (vi) la filología documental; (vii) los datos ge-
nealógicos y de redes; (viii) elementos y datos del discurso32.
(d) Modo psico-jurídico. El enfrentamiento con el problema de los hechos confusos
y caóticos en el modo psico-jurídico de la investigación es con los hechos del Derecho
en cuanto relaciones psicológicas personales, comunitarias y sociales, conscientes e in-
conscientes –según el paradigma praxeológico referido arriba–. Es decir, el enfrenta-
miento lo es con la problematicidad de la dimensión psicológica de las acciones en el
dinamismo de producción (origen), circulación (desarrollo) y apropiación (distribución
y consumo) de los derechos de los pueblos y la Naturaleza como praxis jurídicas nor-
33 Morales, L.A. y García, E. “Psicología jurídica: que hacer y desarrollo”, Revista diversitas.
Perspectivas en psicología 6, n.o 2, 2010, pp. 236-257; Muñoz, J.M. et al., “Psicología Jurídica en Espa-
ña: Delimitación Conceptual, Campos de Investigación e Intervención y Propuesta Formativa
dentro de la Enseñanza Oficial”, Anuario de Psicología Jurídica, 21, 2011, pp. 3-14.
34 Garzón, Adela, “La sala de justicia y los jurados. Perspectiva psicológica”, Boletín de Psicología,
n.o 44, 1994, pp. 27-56.
35 Courtis, Christian y Atienza, Manuel (coords.), Observar la ley, op. cit., pp. 83-102; 304; 349-387.
ISSN 1889-8068 REDHES no.14, año VII, julio-diciembre 2015
La investigación jurídica intercultural e interdisciplinar 73
(f) Modo axiológico-jurídico. El enfrentamiento con el problema de los hechos con-
fusos y caóticos en el modo axiológico-jurídico de la investigación es con los hechos
del Derecho en cuanto relaciones axiológicas (valores) personales, comunitarias y so-
ciales–según el paradigma praxeológico referido arriba–. Es decir, el enfrentamiento
lo es con la problematicidad de la dimensión ética o moral de las acciones (de los va-
lores) en el dinamismo de producción (origen), circulación (desarrollo) y apropiación
(distribución y consumo) de los derechos de los pueblos y la Naturaleza como praxis
jurídicas normativas, sus instituciones y sistemas jurídicos. Este modo de investigación
frecuentemente se une al ideológico-jurídico por la fuerza y el peso de los valores en
el contenido de las ideas. Sin embargo, el modo de axiológico-jurídico tiene su plena
autonomía y es fundamental poder diferenciarlo dado el papel esencial que tienen en la
legitimación del Derecho.
Las técnicas comunes al modo axiológico-jurídico de investigación se toman en
gran parte de la Axiología, Ética o la Moral, como ramas de la Filosofía, pero no solo,
como ocurre con los modos anteriores. Entre algunas de las principales técnicas cabe
mencionar: (i) la identificación del dinamismo histórico de los valores; (ii) la filología
documental axiológica; (iii) la encuesta axiológica; (iv) la entrevista axiológica; (v) la bio-
grafía axiológica; (vi) la observación axiológica; (vii) el grupo focal axiológico; (viii) los
dilemas morales; (ix) la contradicción axiológica ortodoxia-ortopraxis.
(g) Modo económico-jurídico. El enfrentamiento con el problema de los hechos con-
fusos y caóticos en el modo económico-jurídico de la investigación es con los hechos
del Derecho en cuanto relaciones económicas –según el paradigma praxeológico refe-
rido arriba–. Es decir, el enfrentamiento lo es con la problematicidad de la dimensión
económica de las acciones en el dinamismo de producción (origen), circulación (de-
sarrollo) y apropiación (distribución y consumo) de los derechos de los pueblos y la
Naturaleza como praxis jurídicas normativas, sus instituciones y sistemas jurídicos. El
modo económico-jurídico puede limitar la aprehensión de los hechos confusos y caó-
ticos únicamente en función de la “eficiencia y/o eficacia” de: bienes, base monetaria,
tipos de interés, precios, mercados, oferta, demanda, coste, beneficio, salario mínimo,
tasa de desempleo, producto interno bruto, índice de competitividad global, de los re-
cursos asignados al ámbito del Derecho. Pero esta es solo una posibilidad de la inves-
tigación. Cabe otra aprehensión de los hechos económicos, confusos y caóticos, como
función ideológica en la producción, circulación y apropiación de los derechos (sea micro
o macroeconómica). Este es un acercamiento a los hechos de un modo económico-
jurídico crítico (v.gr. economía política marxista).
Las técnicas comunes al modo económico-jurídico de investigación se toman
en gran parte de la Economía, pero no solo, como ocurre con los modos anteriores.
Entre algunas de las principales técnicas cabe mencionar: (i) observación de campo;
REDHES no.14, año VII, julio-diciembre 2015 ISSN 1889-8068
74 Revista de Derechos Humanos y Estudios Sociales
(ii) encuesta; (iii) entrevista; (iv) identificación de datos secundarios recolectados por
otros investigadores; (v) estadísticas; (vi) la identificación ideológica-económica de los
hechos con relevancia jurídica.
(h) Modo lingüístico-jurídico. El enfrentamiento con el problema de los hechos con-
fusos y caóticos en el modo lingüístico-jurídico de la investigación es con los hechos
del Derecho en cuanto relaciones lingüísticas personales, comunitarias y sociales (v.gr.
praxis expresivas, expresiones, símbolos, palabras, significados, etc.) –según el paradig-
ma praxeológico referido arriba–. Es decir, el enfrentamiento lo es con la problematici-
dad de la dimensión comunicativa (expresiva-signante-significante) de las acciones en el
dinamismo de producción (origen), circulación (desarrollo) y apropiación (distribución
y consumo) de los derechos de los pueblos y la Naturaleza, como praxis jurídicas nor-
mativas, sus instituciones y sistemas jurídicos. La mediación comunicativa fundamen-
tal, y más extensa de los hechos del Derecho, es la costumbre, entendida como praxis
consuetudinaria. Una reducción de ella es la mediación lingüística verbal, y otra reduc-
ción de esta segunda es la mediación lingüística escrita. Dependiendo del paradigma
comunicativo que se tenga: idealista –nominalista o escéptico ante la realidad signada–,
o materialista, los hechos caóticos y confusos del Derecho pueden quedar reducidos al
juego del fetiche de enunciados con letra muerta (el idealismo lingüístico), o pueden vi-
vir, por el contrario, como expresión de realidad, reducida por la signación, y precisada por
la significación. Ambas, signación y significación, como la expresión, lo son de realidad
(materialismo lingüístico).
Las técnicas comunes al modo lingüístico-jurídico de investigación para la apre-
hensión de los hechos se toman en gran parte de la Lingüística, pero no solo, como
ocurre con los modos anteriores. Entre algunas de las principales técnicas cabe men-
cionar: (i) la observación; (ii) el cuestionario; (iii) el test lingüísticos; (iv) las entrevistas
breves y anónimas; (v) las observaciones no sistemáticas; (vi) la audición y visionado
de medios de comunicación de masas; (vii) el test de extracción familiar y de reacción
subjetiva; (viii) test de autoevaluación; (ix) la filología documental; (x) la obtención do-
cumental de datos.
(i) Modo normativo-jurídico. El enfrentamiento con el problema de los hechos con-
fusos y caóticos en el modo normativo-jurídico de la investigación es con los hechos
del Derecho en cuanto normas consuetudinarias, no escritas o escritas (ley en sentido am-
plio) –según el paradigma praxeológico referido arriba–. Es decir, el enfrentamiento lo
es con la problematicidad de la normatividad consuetudinaria no escrita o escrita (ley
en sentido amplio) de las acciones en el dinamismo de producción (origen), circulación
(desarrollo) y apropiación (distribución y consumo) de los derechos de los pueblos y la
Naturaleza como praxis jurídicas normativas, sus instituciones y sistemas jurídicos36.
36 Ibídem., pp. 105-127; Virgilio Latorre Latorre, Bases metodológicas de la investigación jurídica,
ISSN 1889-8068 REDHES no.14, año VII, julio-diciembre 2015
La investigación jurídica intercultural e interdisciplinar 75
Las técnicas comunes al modo normativo-jurídico de investigación para la apre-
hensión de los hechos han sido en parte elaboradas por la llamada Dogmática norma-
tivista. Sin embargo, como ocurre con los modos anteriores, no son solo esas. Entre
algunas de las principales: (i) la observación normativa consuetudinaria; (ii) la encuesta
normativa consuetudinaria; (iii) la entrevista normativa consuetudinaria; (iv) el grupo
focal normativo consuetudinario; (v) la identificación documental normativa; (vi) la fi-
lología documental normativa.
(j) Modo jurisprudencial. El enfrentamiento con el problema de los hechos con-
fusos y caóticos en el modo jurisprudencial de la investigación es con los hechos del
Derecho en cuanto praxis normativa jurisprudencial –según el paradigma praxeológico
referido arriba–. Es decir, el enfrentamiento lo es con la problematicidad de los hechos
jurisprudenciales como acciones en el dinamismo de producción (origen), circulación
(desarrollo) y apropiación (distribución y consumo) de los derechos de los pueblos y la
Naturaleza como praxis jurídicas normativas, sus instituciones y sistemas jurídicos37.
Las técnicas comunes al modo jurisprudencial de investigación para la aprehen-
sión de los hechos han sido en parte elaboradas también por la llamada Dogmática
normativista. Sin embargo, como ocurre con los modos anteriores, no son solo esas.
Entre algunas de las principales: (i) la observación jurisprudencial consuetudinaria; (ii)
la encuesta jurisprudencial consuetudinaria; (iii) la entrevista jurisprudencial consuetu-
dinaria; (iv) el grupo focal jurisprudencial consuetudinario; (v) la identificación docu-
mental jurisprudencial; (vi) la filología documental jurisprudencial.
(2) Análisis sistémico (dialéctico o respectivo) de los hechos aprehendidos. Una vez que el
problema jurídico ha sido aprehendido, como hechos caóticos y confusos, y antes de
buscar la explicación al mismo, hay una fase fundamental en la investigación: el análisis
sistémico de esos hechos. Se le ha denominado también análisis dialéctico (v.gr. en la
tradición marxista). La finalidad de esta fase es el dinamismo de cierta elevación (distan-
ciamiento) de lo confuso y caótico concreto en una relativa abstracción analítica, sistema-
tizadora y creadora de postulados explicativos. Esta retracción (distanciamiento en pers-
pectiva) ante lo inmediato de la realidad, pero sin salirse nunca de ella, se articula en
tres momentos: (1º) delimitar, fijar y centrar el estudio de los hechos en cada una de las
partes susceptibles de relativa separación; (2) integrar, sistematizar y reaprehender las
partes de los hechos a la luz de la totalidad. Para ello se requiere el recurso de conceptos
y categorías, tomados de paradigmas existentes o creados por el propio investigador;
(3º) la creación tentativa –en su caso– de postulados explicativos (hipótesis) y el some-
timiento de los mismos a verificación, falsación, o cualquier modo de probación.
Valencia, Tirant lo Blanch, 2012, pp. 119-147.
37 Courtis, Christian y Atienza, Manuel (coords.), Observar la ley, op. cit., pp. 127-135; Virgilio
Latorre Latorre, Bases metodológicas de la investigación jurídica, op. cit., pp. 149-170.
REDHES no.14, año VII, julio-diciembre 2015 ISSN 1889-8068
76 Revista de Derechos Humanos y Estudios Sociales
Así como indicamos que ocurre en la primera fase de aprehensión de los hechos
caóticos y confusos, lo mismo pasa en esta fase con respecto al paradigma jurídico que
se tenga. Este, con su carga metodológica, epistemológica y gnoseológica, condicio-
nará el análisis sistémico (dialéctico o respectivo). En esta propuesta de investigación
jurídica, el análisis sistémico tiene también sus modalidades interdisciplinares e inter-
culturales.
(a) Análisis sistémico en el modo histórico-jurídico. El análisis sistémico histórico-jurí-
dico se apoya en la recogida de los datos sobre los hechos caóticos y confusos, como
todo análisis. Sobre ellos, codificados en su caso, se intenta obtener la mayor informa-
ción apoyándose en las técnicas de crítica externa e interna. Siguiendo a D. Hernández
de la Fuente38, se pueden diferenciar entre las técnicas analíticas de: (i) crítica externa
textual o de hermenéutica inferior: (1°) integridad o fragmentariedad de la fuente, y,
en lo posible, su restitución; (ii) la crítica externa o hermenéutica superior: (2°) locali-
zación de la fuente en el espacio; (3°) determinación de la autoría de la fuente y de los
datos sobre el autor; (4º) origen de la fuente: soporte, transmisión, datos sobre su pro-
cedencia; (5º) credibilidad y valoración de la fuente. Y también como técnicas analíticas
(iii) de crítica interna cabe mencionar el análisis de credibilidad y valoración de las fuen-
tes. La hermenéutica llamada superior, apoyada en la crítica textual de la hermenéutica
inferior, se ocupa de determinar el género de la obra jurídica, su estructura, su finalidad,
ubicación en el contexto histórico y dentro de la vida y obra de los protagonistas39.
(b) Análisis sistémico en el modo socio-jurídico. El análisis socio-jurídico busca el exa-
men de cada uno de los hechos (datos) con posible relevancia jurídica, en sí mismos,
y en su afectación por el conjunto de las relaciones de la totalidad de la realidad; así
como también el modo en que la totalidad de la realidad queda afectada por los hechos
(datos) objetos de estudio. Los análisis de los datos, en algunos casos, cuenta con el
apoyo de programas informáticos de análisis cuantitativo como Statistical Package for the
Social Sciences (SPSS) y PASW Statistics, o programas informáticos de análisis cualitativo
como Atlas.ti Ethnograph, Nvivo y Decision Explorer–. Entre las técnicas analíticas cabe
mencionar: (i) unidades de primera codificación de los datos; (ii) unidades de primera
sistematización de los datos según categorías prestadas o creadas; (iii) análisis estadís-
tico descriptivo para cada variable; (iv) análisis estadístico paramétrico; (v) análisis des-
criptivo; (vi) análisis estadístico multivariado; (vii) análisis estadístico no paramétrico;
(viii) análisis de la inmersión inicial; (ix) análisis de la inmersión profunda; (x) análisis
40 Sautu, R. et al., Manual de Metodología. Construcción del marco teórico, formulación de los objetivos y
elección de la metodología, Buenos Aires, Prometeo Libros, 2010.
REDHES no.14, año VII, julio-diciembre 2015 ISSN 1889-8068
78 Revista de Derechos Humanos y Estudios Sociales
focal axiológico; (vii) el análisis de los datos de los dilemas morales; (viii) el análisis de
las contradicciones axiológica entre la ortopraxis y la ortodoxia.
(g) Análisis sistémico en el modo económico-jurídico. Las técnicas del análisis econó-
mico-jurídico son comunes al análisis económico, pero no solo. Entre algunas de las
principales: (i) análisis de la maximización del beneficio; (ii) análisis de la función de
beneficios; (iii) análisis de la minimización de los costes; (iv) análisis de la función de
los costes; (v) análisis de la maximización de la utilidad; (vi) análisis de la demanda; (vii)
análisis de los bienes públicos, (viii) análisis del bienestar; (ix) análisis de las externalida-
des; (x) análisis de la optimización; (xi) análisis de la eficiencia y la eficacia de los recur-
sos; (xii) análisis cualitativo y/o cuantitativo de los datos ideológico-económicos en la
producción, circulación y apropiación de bienes jurídicos y derechos.
(h) Análisis sistémico en el modo lingüístico-jurídico. Las técnicas de análisis lingüístico-
jurídico se toman en gran parte de la investigación lingüística, pero no solo. Entre algu-
nas de las principales: (i) análisis en el discurso del tipo de texto jurídico; (ii) análisis en
el discurso de una categoría lingüístico-jurídica en un tipo de texto; (iii) análisis en el dis-
curso de una categoría lingüística-jurídica en un tipo de texto asociado a un grupo; (iv)
análisis en el discurso de una teoría o ideología jurídica asociada a un grupo determina-
do; (v) análisis en el discurso de una teoría o ideología jurídica en tipos de texto asocia-
dos a grupos determinados; (vi) análisis en el discurso de una teoría o ideología jurídica;
(vii) análisis comunicacional jurídico; (viii) análisis sintáctico-semántico jurídico.
(i) Análisis sistémico en el modo normativo-jurídico. Las técnicas de análisis comunes al
modo normativo-jurídico de investigación han sido en parte elaboradas por la llamada
Dogmática normativista, aunque no son solo esas. Entre algunas de las principales: (i)
el análisis sintáctico-semántico normativo; (ii) el análisis teleológico normativo; (iii) el
análisis sistemático normativo; (iv) el análisis histórico normativo; (v) el análisis lógi-
co normativo; (vi) análisis axiológico normativo; (vii) el análisis ideológico normativo;
(viii) análisis de eficacia normativa.
(j) Análisis sistémico jurisprudencial. Las técnicas comunes al modo jurisprudencial
de investigación para la aprehensión de los hechos han sido en parte elaboradas por la
llamada dogmática normativista, aunque no solo. Entre algunas de las principales: (i)
análisis sintáctico-semántico jurisprudencial; (ii) análisis teleológico jurisprudencial; (iii)
análisis sistemático jurisprudencial; (iv) análisis histórico jurisprudencial; (v) análisis ló-
gico argumentativo jurisprudencial; (vi) análisis axiológico jurisprudencial; (vii) análisis
ideológico jurisprudencial; (viii) análisis de eficacia jurisprudencial41.
(3) Probación (verificación o falsación) de la hipótesis explicativa. La tercera y última fase
de la investigación es el sometimiento a la probación intercultural –como ya dijimos– e
interdisciplinar de la realidad de la hipótesis postulada. La probación puede ser enten-
41 Martínez Zorrilla, D., Metodología jurídica y argumentación, Madrid, Marcial Pons, 2010.
ISSN 1889-8068 REDHES no.14, año VII, julio-diciembre 2015
La investigación jurídica intercultural e interdisciplinar 79
dida como la progresiva verificación de la fuerza explicativa de la misma mediante la
repetición reiterada. Pero también puede ser entendida desde el paradigma de la fal-
sación del racionalismo crítico popperiano: se acepta una hipótesis explicativa (teoría)
provisionalmente en tanto no es posible refutarla con un contraexperimento.
Ahora bien, no todas las investigaciones concluyen la tercera fase. Hay trabajos
de investigación que se quedan en la aprehensión de los datos y/o llegan a su codifi-
cación. Otros trabajos, apoyados en estos previos, o acometiendo la primera fase, no
alcanzan sin embargo más allá de la segunda fase: el análisis sistémico (dialéctico o res-
pectivo), ya sea que se queden en la integración, sistematización y/o crítica de los datos
analizados. No siempre los trabajos de investigación culminan el camino completo y
finalizan formulando postulados explicativos y/o hipótesis que someten a probación.
Por ejemplo, la investigación histórico-jurídica puede quedar en la fase descriptiva, li-
mitándose a la recopilación-revisión y descripción de los datos.
Sin embargo, el proceso de investigación se culmina con una interpretación con-
clusiva o explicación verificada o falsada. En el ejemplo de la investigación histórico-
jurídica, la tercera fase es el ensayo explicativo. Recogiendo los aportes de la técnica
filológica y análisis documental, entre otros, se procede a elaborar un postulado de dis-
curso explicativo, con pretensiones de razonabilidad y verosimilitud, que se somete al
constante proceso de probación o refutación de la experiencia y sucesivos avances de
la ciencia. Para ello, es común entre los investigadores no idealistas recurrir a uno de los
mecanismos más empleados, la vinculación causa-efecto en sus tres dimensiones: (a)
“la unión causal entre los hechos históricos; (b) la determinación, dado un hecho, de
la causa del mismo; (b) la determinación del efecto del que podría ser causa del mismo
un hecho histórico”42.
La pluralidad de modos de aprehensión de los hechos y de análisis sistémico
impone una pluralidad también de modos de probación intercultural e interdisciplinar
de las hipótesis. No son lo mismo las circunstancias, recursos y exactitud de la pro-
bación en laboratorio de una hipótesis química que los que puede ofrecer la filología
documental o la crítica histórica de las fuentes en una investigación histórico-jurídica.
La probabilidad estadística como criterio aproximativo de certeza o verdad de hipóte-
sis explicativas en los estudios sociojurídicos, por ejemplo, debe valorarse según lo que
puede dar de sí los métodos de probación en las llamadas ciencias sociales. Lo mismo
ocurre con el poder explicativo, no excluyente de excepciones, que pueden tener hipó-
tesis explicativas de investigaciones interculturales sistemáticas, axiológicas, ideológicas,
normativas o jurisprudenciales, propias del ámbito del Derecho. Ahora bien, este pro-
ceso, no hay que olvidar, es un dinamismo colectivo e histórico; los investigadores y los
Con respecto al primero de los ámbitos de estudio de la epistemología jurídica, dos son
los grandes paradigmas que se pueden distinguir: (a) el escepticismo cognitivo respecto
a la cientificidad del dinamismo estructural del conocimiento jurídico; (b) la cientifici-
dad del dinamismo estructural del conocimiento jurídico. Este trabajo se enmarca en el
segundo de los horizontes, no por mera opción arbitraria, sino por el poder explicativo
ofrecido por los conocimientos obtenidos en aplicación del método científico.
(A) Paradigma del escepticismo cognitivo respecto al método científico jurídico. Este paradig-
ma tiene sus raíces en los pueblos antiguos de todos los continentes. Testimonio de ello
son, por ejemplo, los logógrafos, sofistas y cínicos de la Grecia Antigua. En el siglo V
a.C., encontramos en Protógoras y Gorgias tesis relativistas y escépticas ante la reali-
dad y, en este caso, ante el método para poder conocerla: “nada existe; si algo existiera
ISSN 1889-8068 REDHES no.14, año VII, julio-diciembre 2015
La investigación jurídica intercultural e interdisciplinar 81
no podría ser conocido por el hombre; si algo existente y pudiese ser conocido, sería
imposible expresarlo en el lenguaje a otro hombre”. Sin embargo, en Occidente no fue
hegemónico ese horizonte hasta el siglo XIX. David Hume, con su obra Tratado de la
Naturaleza Humana (1739), retomando la tradición del relativismo y escepticismo anti-
guo, desarrolla algunos aportes de J. Locke y G. Berkeley. Unos años más tarde (1781),
I. Kant, con su obra Crítica de la razón pura, levantará en la epistemología el muro entre
la cosa en sí (el noúmeno), que siempre es incognoscible, y el mundo de los fenómenos,
que es lo único que podemos esperar conocer de la realidad. La realidad material del
espacio, tiempo y las categorías queda desmaterializada en meras condiciones de posi-
bilidad de los fenómenos (idealismo trascendental kantiano)43.
De estas fuentes epistemológicas abrevará el escepticismo y relativismo metodo-
lógico del positivismo jurídico. Algunos los más radicales negarán toda realidad jurídi-
ca. Otros, además –o siendo algo más moderados, solo–, negarán que haya un método
científico para acceder al conocimiento jurídico, y si lo existiese, niegan que se pueda
expresar lingüísticamente para que otro ser humano lo pueda conocer. La “investiga-
ción jurídica” resulta imposible, solo caben estudios de: (i) los comentarios o glosas de
las normas como expresión de la voluntad arbitraria de quien tiene el monopolio de la
violencia del poder para imponerla; (ii) articulación jerárquico-sistemática de esas nor-
mas como expresión de aquella voluntad; (iii) condiciones de posibilidad del discurso
jurídico intersubjetivo; (iv) la retórica y argumentación del discurso jurídico; (v) la efi-
cacia de las voluntades normativas de los legisladores y jueces.
(B) Paradigma de la cientificidad del conocimiento jurídico: fases de su dinamismo estructural.
En este segundo paradigma se afirma que existe la realidad jurídica, que se puede co-
nocer, y que se puede comunicar; que el hecho del Derecho pueda ser investigado cien-
tíficamente. Como hemos visto en el apartado anterior respecto a la metodología de
la investigación jurídica, tres momentos o fases se pueden diferenciar en el dinamismo
epistemológico de la investigación jurídica: (1ª) la aprehensión intercultural e interdisciplinar
de los hechos problemáticos, caóticos y confusos de la realidad jurídica; (2ª) el análisis sistémico (dialé-
ctico o respectivo) de los hechos jurídicos aprehendidos en sus diferentes modos interculturales e interdis-
ciplinares,; (3ª) la probación intercultural e interdisciplinar con la realidad de los hechos (verificación o
falsación) de la fuerza explicativa de la hipótesis o argumentación jurídica postulada44.
43 Salamanca Serrano, Antonio, Fundamentos de los derechos humanos, Madrid, Nueva Utopía,
2003, pp. 208-2012.
44 Salamanca Serrano, Antonio, Teoría Socialista del Derecho, op. cit.
REDHES no.14, año VII, julio-diciembre 2015 ISSN 1889-8068
82 Revista de Derechos Humanos y Estudios Sociales
4.2. Ontología jurídica
Quien se adentra en una investigación del Derecho, que además tiene pretensiones in-
terdisciplinares e interculturales, y comienza a buscar el enfoque y el modo metodoló-
gico más apropiado, pronto necesita recurrir a conceptos, categorías y paradigmas jurí-
dicos. Estos son fundamentales para que el investigador pueda hacerse cargo del estado
de la cuestión, también llamado del arte (del problema) y de los modos metodológicos
que han utilizado otros autores. Además, los conceptos, categorías y paradigmas son
necesarios para delimitar y precisar el problema, formular en su caso una hipótesis sus-
ceptible de probación, y elegir el modo más apropiado para llegar a alguna explicación
verificable.
Ahora bien, cuando el investigador se introduce en el estudio de los referidos
conceptos, categorías y paradigmas jurídicos se da cuenta de que estos con frecuencia
desbordan el ámbito de la Teoría de la Ciencia jurídica y la Filosofía del Derecho (de su
epistemología y ontología jurídicas). Ellos llegaron allá posiblemente desde otro lugar
más profundo: la Filosofía y la Teoría de la Ciencia.
El investigador debe conocer este fontanal, adentrarse y beber en él; más allá
de que opte por asumir unos u otros conceptos, categorías y paradigma, criticarlos o
crear nuevos. Estos presupuestos últimos radicales de la filosofía y teoría de la cien-
cia condicionan toda su investigación jurídica, muchas veces sin saberlo. En términos
generales, y muy esquemáticamente, el investigador tendrá que posicionarse ante el di-
namismo dialéctico del círculo epistemologico-ontológico: realismo ingenuo e idealismo vs
materialismo57.
En la Historia de la Filosofía, desde la relación dialéctica circular epistemologi-
co-ontológica, se ha intentado buscar el método para llegar a la realidad y decir algo
de esta –al menos en la metafísica occidental–, oscilando entre el realismo ingenuo y el
idealismo, en sus diferentes expresiones (v.gr. racionalismo crítico, etc.). En intentos, no
propiamente científicos, se ha ido proponiendo como arranque metodológico del dina-
mismo del conocimiento y/o realidad última: el ser (Parménides, Hegel, Heidegger), el
movimiento (Heráclito, Hegel), la sustancia de las cosas materiales (Aristóteles), la conscien-
cia (Descartes), la conexión mental de impresiones sucesivas (Hume), la razón sintética de lo cate-
gorial y lo fenoménico (Kant), el espíritu absoluto, en su ser (Hegel), el binomio placer/dolor del
utilitarismo (Bentham), la voluntad de vida (Shopenhauer), la voluntad de poder (Nietzsche),
la comunidad discursiva (Apel, Habermas), o la cultura (multiculturalistas).
57 Salamanca Serrano, A., Filosofía de la Revolución, México, UASLP, 2008, pp. 19-122.
REDHES no.14, año VII, julio-diciembre 2015 ISSN 1889-8068
88 Revista de Derechos Humanos y Estudios Sociales
Frente a ello, para el materialismo de la tradición marxista no dogmática, que
aquí proponemos como paradigma alternativo al realismo ingenuo y al idealismo, en la
filosofía occidental, antigua, moderna y contemporánea, se han producido enormes fe-
tichizaciones filosóficas del Ser, el Movimiento, la Sustancia, la Conciencia, la Conexión
entre Impresiones sucesivas, el Espacio, el Tiempo, la Razón sintética, el Espíritu Abso-
luto, el Placer-Dolor, la Voluntad de Poder, la Voluntad de Vida, el Discurso, la Cultura,
etc. Se les ha dado sustantividad a algo que no la tiene.
Para este materialismo, desenmascarando críticamente el barro y la madera del
fetiche: (i) el ‘ser’ no tiene sustantividad material, sino la realidad. El ‘ser’ depende de la
realidad. La realidad no es un modo de ser, sino que el ‘ser’ es un modo de realidad ma-
terial; (ii) no hay movimiento histórico sin sustantividad estructural moviente. El movi-
miento no reposa sobre sí mismo; (iii) las cosas materiales son sustantividades materiales,
no sustancias compuestas de materia y forma (hilemórficas); (iv) el sujeto pensante es
una reducción a posteriori de la praxis de la vida humana de los pueblos; (v) la realidad
no es el resultado de una conexión mental en la mente del sujeto de un infinito número
de impresiones aisladas, sino una aprehensión de realidad sucesiva en la que va la cau-
salidad que permite descubrir la causación; (vi) el mundo no es la síntesis racional de
lo categorial y lo fenoménico, sino la aprehensión de realidad en cuanto una unidad en
la praxis misma. Solo hay acción material; (vii) el Espíritu Absoluto no es el contenido
ontológico de la realidad ni ‘la razón lógica es lo sustancial a lo real’. Por el contrario,
es la realidad material, como hecho, y no la dialéctica del espíritu absoluto, como idea,
lo que da o quita razón a la praxis de vida de los pueblos y la Naturaleza; (viii) no es la
tensión bipolar placer/dolor la sustantividad material de la realidad animal y humana,
sino que el placer/dolor, como síntoma, está siempre referido a la vida/muerte de los
pueblos y la Naturaleza; (ix) tampoco es la voluntad de vida el contenido de la reali-
dad ni el punto de arranque epistemológico del conocimiento, sino que la voluntad de
vida lo es siempre de algo que le sustenta, que tiene sustantividad: la praxis material de
la vida de los pueblos y la Naturaleza. Esta, además de voluntad, es afección sentiente
y aprehensión intelectiva. Los tres son los momentos estructurantes y fundantes de la
praxis material de la vida de los pueblos; (x) lo mismo cabe decir del discurso subjetivo
o intersubjetivo, este reposa en los sustantividad de quienes ponen la carne y la sangre
a las palabras; (xi) y, finalmente, la cultura, entendida como creaciones artísticas, ideo-
lógicas, filosóficas, jurídicas, etc., de los pueblos, reside y es expresión de una sustanti-
vidad que ella no tiene per se: la praxis de la vida de los pueblos y la Naturaleza. ¿Qué es
la cultura de los pueblos como creaciones ideales, sin los cerebros, corazones y cuerpos
y manos que la crean? ¿Qué sería la escultura sin cantera?
El iusmaterialismo, acogiendo el materialismo filosófico y científico de la tradi-
ción marxista no dogmática como el más prometedor horizonte para una metodología
ISSN 1889-8068 REDHES no.14, año VII, julio-diciembre 2015
La investigación jurídica intercultural e interdisciplinar 89
jurídica intercultural e interdisciplinar hace suyas las palabras de Engels, en su Carta a
José Bloch58, cuando recuerda sobre el punto de arranque radical para el marxismo (en su
epistemología-ontológica) que “[s]egún la concepción materialista de la historia, el fac-
tor que en última instancia determina la historia es la producción y la reproducción de
la vida real. Ni Marx ni yo hemos afirmado nunca más que esto”. El propio K. Marx,
frente a todo idealismo, deja claro que es la praxis vital, la acción material por la vida y
su reproducción, el lugar arquimédico para toda actividad científica sometida a la veri-
ficación de los hechos:
Físicamente el ser humano vive (lebt) [...] Que el ser humano vive (lebt) en la natu-
raleza quiere decir que la naturaleza es su corporalidad, con la cual ha de mantenerse en
proceso continuo para no morir [...] La actividad vital, la vida productiva misma, aparece
ante el ser humano sólo como un medio para la satisfacción de sus necesidades [...] La
vida productiva es, sin embargo, vida genérica. Es la vida que produce la vida59.
Por lo que se refiere al Capítulo IV, he sudado sangre y agua para encontrar las cosas
mismas, es decir, su encadenamiento. Además, después de que quedó terminado, un
Libro Azul tras otro ha venido a atravesarse, durante mi última labor de revisión, y
me sorprendía el ver mis resultados teóricos enteramente confirmados por los HE-
CHOS60.
6. Conclusión
58 Engels, F., “Carta a Jose Bloch”, en Königsberg, Londres, 21-[22] de septiembre de 1890.
59 Marx, K., Manuscritos Económico-Filosóficos de 1844, México, Ediciones Cultura Popular, 1976, p. 75.
60 K. Marx a F. Engels, 24 de agosto de 1867.
REDHES no.14, año VII, julio-diciembre 2015 ISSN 1889-8068
90 Revista de Derechos Humanos y Estudios Sociales
entre otras muchas posibles una propuesta paradigmática. Una invitación a continuar
la búsqueda de los horizontes y las teorías que necesita la metodología de la investiga-
ción jurídica para fundamentar, desarrollar y materializar los derechos de los pueblos
y la Naturaleza.
Bibliografía
Arandia, I. (coord.), Bases metodológicas para la investigación de derecho en contextos interculturales, Sucre,
Instituto de la Judicatura AECID, Fundación PIEB, 2009.
Aróstegui Sánchez, J., La investigación histórica, teoría y método, Barcelona, Crítica, 1995.
Boudon, R. et al., Corrientes de la investigación en las ciencias sociales, Madrid, Tecnos, 1981.
Castillo Vegas, J. L., “El estatuto jurídico de los indígenas en las constituciones hispanoamerica-
nas del período de la emancipación”, Revista de estudios histórico-jurídicos, n.o 35, 2013, pp.
431-459.
De Sousa Santos, B., “A crítica da razão indolente, contra o desperdício da experiência”, en Para
um novo senso comum, a ciência, o direito ea política na transição paradigmática, vol. 1, São Paulo,
Cortez, 2011.
De Sousa Santos, B., Pela mão de Alice-o social eo político na pós-modernidade, Leya, 2013.
De Sousa Santos, B., Sociología jurídica crítica, para un nuevo sentido común en el derecho, Madrid, Trotta,
2009.
Dussel, E., Transmodernidad e Interculturalidad. Interpretación desde la Filosofía de la Liberación, México,
UAM-IZ, 2005.
Engels, F., “Carta a Jose Bloch”, en Königsberg, Londres, 21-[22] de setiembre de 1890.
Faralli, C., Filosofía del Derecho contemporánea, Madrid, Servicio de Publicaciones-Facultad de De-
recho Universidad Complutense, 2007.
Fernández Bulté, J., Teoría del Estado y del Derecho. Teoría del Derecho, Segunda Parte, La Habana,
Editorial Félix Varela, 2004.
Fornet Betancourt, R., Crítica intercultural de la filosofía latinoamericana actual, Madrid, Editorial
Trotta, 2004.
Fornet Betancourt, R., Interculturalidad y globalización, ejercicios de crítica filosófica en el contexto de la glo-
balización neoliberal, vol. 8, IKO-Verlag für Interkulturelle Kommunikation, 2000.
Fornet Betancourt, R., “La filosofía intercultural desde una perspectiva latinoamericana”, Diálo-
go Filosófico 51, 2001, pp. 411-426.
Fornet Betancourt, R., Transformación intercultural de la filosofía, ejercicios teóricos y prácticos de filosofía
intercultural desde Latinoamérica en el contexto de la globalización, vol. 11, Bilbao, Desclée de
Brouwer, 2001.
Fructus, I., Méthodologie de la recherche documentaire juridique (Bruxelles, Larcier, 2014).
Garzón, A., “La sala de justicia y los jurados. Perspectiva psicológica”, Boletín de Psicología, n.o 44,
1994, pp. 27-56.
González Casanova, P., Las nuevas ciencias y las humanidades, de la academia a la política, vol. 37, An-
thropos Editorial, 2004.
ISSN 1889-8068 REDHES no.14, año VII, julio-diciembre 2015
La investigación jurídica intercultural e interdisciplinar 91
González Casanova, P., La universidad necesaria en el siglo XXI, México, Era, 2001.
Haba, E. P., Metodología jurídica irreverente, elementos de profilaxis para encarar los discursos jurídicos te-
rrenales. A contrapelo de las fabulaciones dominantes en la más actual teoría del derecho, Madrid,
Dykinson, 2006.
Hernández de la Fuente, David, “Aprendiendo a investigar la Historia. Tipología y técnicas del
trabajo histórico universitario” en María Jesús Perex Agorreta, Métodos y técnicas de la inves-
tigación histórica I, Madrid, Universidad Nacional de Educación a Distancia, 2012.
Hernández Sampieri, R.; Fernández Collado, C, y Baptista Lucio, P., Metodología de la investigación,
México, Editorial Mc Graw Hill, 2010.
Herrera, E., Práctica metodológica de la investigación jurídica, Ciudad de Buenos Aires, Editorial Astrea
de A. y R. Depalma, 2012.
Jociles, M. J., “Las técnicas de investigación en antropología. Mirada antropológica y proceso
etnográfico”, Gazeta Antropología, 15, 1999, pp. 1-29.
Latorre Latorre, V., Bases metodológicas de la investigación jurídica, Valencia, Tirant lo Blanch, 2012.
Llásag, R., “La jurisdicción indígena en el contexto de los principios de plurinacionalidad e in-
terculturalidad” en La nueva Constitución del Ecuador, Estado, derechos e instituciones, Quito,
Universidad Andina, 2009.
Sánchez Zorrilla, M., “La metodología en la investigación jurídica, características peculiares y
pautas generales para investigar en el Derecho”, Revista Telemática de Filosofía del Derecho,
n.o 14, 2011, 317-358.
Martínez Zorrilla, D., Metodología jurídica y argumentación, Madrid, Marcial Pons, 2010.
Marx, K., Manuscritos Económico-Filosóficos de 1844, México, Ediciones Cultura Popular, 1976.
Morales, L. A., y García, E., “Psicología jurídica, que hacer y desarrollo”, Revista diversitas. Pers-
pectivas en psicología 6, n.o 2, 2010, pp. 236-257.
Morin, E., Los siete saberes necesarios para la educación del futuro, París, UNESCO, 1999.
Muñoz, J. M. et al., “Psicología Jurídica en España, Delimitación Conceptual, Campos de Inves-
tigación e Intervención y Propuesta Formativa dentro de la Enseñanza Oficial”, Anuario
de Psicología Jurídica 21, 2011, 3-14.
Nicolescu, B y Vallejo Gómez, M., La transdisciplinariedad, manifiesto, Hermosillo, Sonora, México,
Multiversidad Mundo Real Edgar Morín, A.C., 1996.
Peréx Agorreta, Métodos y técnicas de la investigación histórica I, Madrid, Universidad Nacional de
Educación a Distancia, 2012.
Pérez Luño, A. E., Trayectorias contemporáneas de la Filosofía y la Teoría del Derecho, Madrid, Editorial
Tébar, 2007.
Pérez Matos N. E. y Setién Quesada, E., “La interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad en
las ciencias, una mirada a la teoría bibliológico-informativa”, accedido el 2 de enero de
2015 http,//bvs.sld.cu/revistas/aci/vol18_5_08/aci021108.htm
Piaget J. et al., Tendencias de la investigación en las ciencias sociales, Madrid, Alianza, 1979.
Poole, D., “Los usos de la costumbre Hacia una antropología jurídica del Estado neoliberal”,
Alteridades 16, n.o 31, 2006, pp. 9-21.