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VARIABLE I.

Características de los actores

Según el Diccionario Enciclopédico Universal, Aula 2000, edición especial. En su


uso más general y amplio, el concepto de características designa a aquella cualidad
que facilita la identificación de algo o de alguien y por caso lo diferencia de sus
semejantes. Vale destacarse que esas cuestiones que singularizan y diferencian
pueden estar asociadas a la personalidad, el carácter, el físico de alguien o al
aspecto simbólico. Asimismo, se llama características o aspectos técnicos o
naturales a aquella información que es propia de un sujeto, objeto o estado y que lo
define como tal. Las características son todos aquellos aspectos o variables que
configuran el estado e identidad de una entidad en particular, que puede ser tanto
una persona como un animal, un vegetal, un objeto o incluso una condición o
escenario.

Sin embargo, Anna Estellés y Amparo Alcina, en su informe Jornades de Fomento


de la Investigación, establecen que, en terminología, las características constituyen
conceptos en sí mismos y también sirven para describir conceptos, ayudando a
distinguir unos conceptos de otros. Partiendo de la base de que un término se
compone de una denominación y un concepto, las características ejercen su rol
principal en la descripción y constitución del concepto de dicho término. En cambio,
La norma UNE EN 1066 (UNE:1066, 1991) alude a las características como
aquellas que: sirven de base para la clasificación de conceptos. Son indispensables
para diferenciar un concepto de otro en un campo determinado y cumplir otras
funciones.

Dentro de las características de los actores del proceso de Demanda en Partición en


el Distrito Judicial de Bahoruco, podemos citar las siguientes:

SEXO: El Diccionario Enciclopédico Universal, Aula 2000, edición especial lo define


como una condición orgánica que distingue al macho de la hembra, en los seres
humanos, en los animales y plantas. En cambio, Light, Keller & Calhoun, 1994,
establecen una definición conceptual y lo definen como el conjunto de
características biológicas asignadas a hombres y mujeres.
EDAD: El Diccionario Enciclopédico Universal, Aula 2000, define la edad como el
tiempo que una persona ha vivido a contar desde que nació. Se puede decir
también, que es la duración de las cosas materiales a contar desde que empezaron
a existir. Número de años cumplidos, según fecha de nacimiento. Edad, con origen
en el latín aetas, es un vocablo que permite hacer mención al tiempo que ha
transcurrido desde el nacimiento de un ser vivo. La noción de edad brinda la
posibilidad, entonces, de segmentar la vida humana en diferentes periodos
temporales.

OCUPACION: Según la Revista virtual el Observatorio Laboral para la Educación.


Diciembre de 2013, la ocupación es el trabajo o cuidado que impide emplear el
tiempo en otra cosa. Ocupación es un término que proviene del latín occupatio y que
está vinculado al verbo ocupar, apropiarse de algo, residir en una vivienda,
despertar el interés de alguien. El concepto se utiliza como sinónimo
de trabajo, labor o quehacer.

NIVEL ACADEMICO: La Revista virtual el Observatorio Laboral para la Educación,


Diciembre de 2013, define el nivel académico como las fases secuenciales del
sistema de educación superior que agrupan a los distintos niveles de formación,
teniendo en cuenta que se realicen antes o después de haber recibido la primera
titulación que acredite al graduado para el desempeño y ejercicio de una ocupación
o disciplina determinada. Sin embargo, Venescopio, 2006. establece que es el
período medido en años escolares que una persona ha permanecido en el sistema
educativo formal.

NIVEL SOCIOECONOMICO: Romaguera & Uzcátegui, 2001. Es la posición o status


que obtiene una persona en la sociedad a través de los recursos económicos que
posee. Mientras que Méndez Castellano, 1982 dice que es la categoría del estrato
social en la que se ubica la persona según la puntuación obtenida en la escala
Graffar.

LUGAR DE PROCEDENCIA: Origen, principio de donde nace o se deriva una cosa.


La palabra procedencia se emplea para designa el origen, el comienzo que ostenta
algo, un objeto, una persona y del cual entonces procede. Normalmente, en este
sentido del término lo que se puede conocer, ya sea de un objeto o de una persona
es la nacionalidad que la misma presenta.

VARIABLE II.- Causas Generadoras de la Demanda en Partición

Causas: Patricio de Azcárate, 2009, Factor o principio del que depende una cosa.
La noción aristotélica de causa es más amplia que la actual; nosotros entendemos
por causa sólo lo que Aristóteles llamaba causa eficiente y causa final. Para este
filósofo causa es todo principio del ser, aquello de lo que de algún modo depende la
existencia de un ente; o de otro modo: todo factor al que nos tenemos que referir
para explicar un proceso cualquiera.

Para entender cualquier ente debemos fijarnos en cuatro aspectos fundamentales


(cuatro causas):
 la causa material o aquello de lo que está hecho algo;
 la causa formal o aquello que un objeto es;
 la causa eficiente o aquello que ha producido ese algo;
 y la causa final o aquello para lo que existe ese algo, a lo cual tiende o puede llegar
a ser.

Aristóteles pone el ejemplo de una escultura: si se trata de una escultura del dios
Zeus hecha de bronce por un escultor con la finalidad de embellecer la ciudad, la
causa material es el bronce, la causa formal el ser el dios Zeus, la causa eficiente el
escultor, y la causa final el motivo de su existencia: embellecer la ciudad. Podemos
dividir las causas en:
 intrínsecas como la causa material y la formal, pues estos principios descansan en
el propio ente;
 y extrínsecas como la causa eficiente y la final, pues se trata de principios exteriores
al ente.

Sin embargo, en los seres naturales aquello a lo que apuntan o hacia lo que tienden
de forma natural es causa final pero en este caso intrínseca (hay que recordar el
principio básico de la física aristotélica según el cual todos los seres naturales se
caracterizan por poseer una finalidad intrínseca). También se habla de la idea,
imagen o boceto que el escultor tiene en mente cuando realiza la escultura como
causa formal; en este caso dicha causa formal es extrínseca.

En cambio, ARCIMIS, AUGUSTO, et al, 1887-1910, La palabra causa, en su


acepción más general, significa agente, energía o fuerza que, según su propia
naturaleza, produce actos, efectos o fenómenos. La idea de causa, magistralmente
estudiada por Aristóteles en su tiempo (V. Le P. Th. Regon, La Métaphisique des
Causes, d'après Saint Thomas et Albert le Grand, París, 1886), implica multitud de
sentidos, que son todos complementarios de la acepción general que queda
expuesta, y entre ellos los de razón, finalidad, motivo, causa primera, impulso, etc.

Ateniéndose a la observación y a la experiencia, el positivismo quiere limitar la


esfera de la inteligencia humana al conocimiento de los fenómenos y a la conexión
de sus distintos órdenes mediante leyes inducidas, de suerte que la ciencia fije las
relaciones invariables de sucesión entre los fenómenos, y la noción de
la causalidad quede reducida a la del antecedente. Pero queda el pensamiento en lo
arbitrario e indeterminado y gravita necesariamente hacia el escepticismo si,
averiguados empíricamente los hechos y su sucesión, no se determina qué
relaciones de sucesión son las de causalidad, porque la ciencia humana aspira a
explicar y prever, y para lo primero se exige la causa como para lo segundo se
requiere la ley. Se estima entonces la causa como antecedente, el fenómeno como
subsiguiente.

Heredero: RAYMOND, G. JEAN, 2008. En sentido amplio, el que sucede al difunto


por efecto de la ley o del testamento. En sentido más escrito, es el que sucede al
difunto en virtud únicamente de la ley, en contraposición al legatario, instituido por
testamento. A veces designa también esta palabra los únicos herederos que tienen
derecho a tomar posesión de la herencia.

Sin embargo, para SANCHEZ ROMAN, 2005, es la persona que viene a hacerse
cargo de todas las relaciones jurídicas activas y pasivas del de cujus; relaciones que
sean transmisibles mortis causa salvo los bienes especialmente destinados a
legados. El heredero entra de golpe en el conjunto de esas relaciones y su posición
dentro de ellas es igual que la del difunto.
Menor de Edad: RAYMOND, G. JEAN, 2008. En sentido amplio: toda persona
menor de edad protegida por la ley (niño abandonado, asistido, etc.). Mientras que
de acuerdo con el derecho internacional, se considera menor a todo ser humano de
menos de 18 años salvo que la ley aplicable establezca la mayoría de edad a una
edad más baja.

Interdicción: RAYMOND, G. JEAN, 2008. Situación jurídica de una persona que


está total o parcialmente privada del goce o del ejercicio de sus derechos en virtud
de la ley o de una decisión judicial. La interdicción legal resulta automáticamente de
ciertas condenas penales. La interdicción judicial afectaba al demente y se seguía
de una decisión de justicia; pero fue suprimida por la ley del 3 de enero de 1968,
que la remplazó por la tutela.

Desacuerdo: Según Vinyamata (2001) el desacuerdo es definido como lucha,


conflicto, incompatibilidad aparente, confrontación de intereses, percepciones o
actitudes hostiles entre dos o más partes. El desacuerdo es connatural con la vida
misma, está en relación directa con el esfuerzo por vivir. Los conflictos se relacionan
con la satisfacción de las necesidades, se encuentra en relación con procesos de
estrés y sensaciones de temor y con el desarrollo de la acción que puede llevar o no
hacia comportamientos agresivos y violentos.

Sin embargo, Fisas, V. (2001) es un proceso interactivo que se da en un contexto


determinado. Es una construcción social, una creación humana, diferenciada de la
violencia (puede haber conflictos sin violencia, aunque no violencia sin conflicto),
que puede ser positivo o negativo según cómo se aborde y termine, con
posibilidades de ser conducido, transformado y superado.

En cambio, para Entelman (2002) un desacuerdo es un proceso dinámico, sujeto a


la permanente alteración de todos sus elementos. A medida que se desarrolla su
devenir cambian las percepciones y las actitudes de los actores que, en
consecuencia, modifican sus conductas, toman nuevas decisiones estratégicas
sobre el uso de los recursos que integran su poder y, a menudo, llegan a ampliar,
reducir, separar o fusionar sus objetivos.
Incapacidad: Rodríguez Martín, (2012). La incapacidad es el mecanismo jurídico
previsto para aquellos casos en que enfermedades o deficiencias persistentes de
carácter físico o psíquico impiden a una persona gobernarse por sí misma, teniendo
como objetivo la protección de los intereses y derechos del incapacitado, tanto a
nivel personal como patrimonial. Es la carencia de condiciones, cualidades o
aptitudes, especialmente intelectuales, que permiten el desarrollo de algo, el
cumplimiento de una función, el desempeño de un cargo, etc.

Curatela: RAYMOND, G. JEAN, 2008. Desde la ley del 3 de enero de 1968,


institución que permite asistir a ciertos mayores protegidos por la ley a causa de sus
deficiencias físicas o psíquicas.

VARIABLE III. Procedimiento llevado a cabo en la demanda en partición,


conforme al debido proceso.

Demanda: Carnelutti, Francesco, 1999. Es el acto mediante el cual, la parte,


afirmando existente una voluntad concreta de ley que le garantiza un bien, declarar
querer que esa voluntad sea actuada, e invoca a tal fin la autoridad del órgano
jurisdiccional.

Sin embargo, la Universidad Católica de Colombia, 2010, en su obra MANUAL DE


DERECHO PROCESAL CIVIL establece que, jurídicamente la demanda es
concebida como el acto mediante el cual inicia el proceso, por tanto es posible
afirmar que este acto introductivo es el instrumento necesario para ejercitar la
acción y la pretensión del demandante. De acuerdo con la doctrina establecida por
el maestro Devis Echandía, podemos definir la demanda como un acto de voluntad
de parte, introductivo y de postulación, que sirve de medio para ejercer la acción y
de vehículo para formular la pretensión.

Por otra parte el autor Hugo Alsina afirma que la demanda es el acto procesal por el
cual el actor ejercita una acción solicitando del tribunal la protección, la declaración
o la constitución de una situación jurídica. Según sea, en efecto, la naturaleza de la
acción deducida, la demanda será de condena, declarativa o constitutiva.
La Demanda es un acto introductivo, pues con ella se da inicio al proceso. Es por
ende el acto indispensable para ejercer la acción. Es un acto de postulación, por
cuanto se formula una pretensión. Es un acto declarativo, por cuanto se da la
exteriorización de la voluntad. Es un acto de parte, pues solo quien ostenta esta
calidad tiene legitimación para instaurarla, y adoptar el carácter de demandante.

Procedimiento: Universidad Católica de Colombia, 2010, Manual de Derecho


Procesal Civil. Para la doctrina en general según el autor AZULA CAMACHO, 1988,
El vocablo proceso proviene del latín processus o procedere que,
etimológicamente, significa ―marcar, ―avanzar, ―desarrollar, ―llevar a cabo. En
su aceptación corriente puede concebirse como la serie o conjunto de actos que
están orientados a lograr un fin determinado. De acuerdo con lo anterior, el proceso
surge en multiplicidad de actividades humanas. Jurídicamente, el proceso puede
considerarse desde dos puntos de vista: en sentido genérico o de acuerdo con la
teoría pura y el propiamente dicho. Conforme a la teoría pura: el proceso es un
conjunto de actuaciones realizadas por las diferentes ramas del estado dirigidas a
la creación o aplicación de la norma, sea con carácter general o individual. Según
este criterio el proceso se clasifica en legislativo, administrativo jurisdiccional.
El propiamente dicho o en sentido estricto que Carnelutti, 1989, para resaltar el
fenómeno denominado proceso procesal, es el conjunto de actos coordinados y
sucesivos realizados por los órganos investidos de jurisdicción y los demás sujetos
que actúan, con el fin de obtener la aplicación de la ley sustancial o material a un
caso concreto o particular.

Por su parte, Eduardo Pallares, 1991, ha indicado que no hay que confundir el
procedimiento y el proceso, ya que este último es un todo o si se quiere una
institución. Está formado por un conjunto de actos procesales que se inician con la
presentación y admisión de la demanda, y terminan cuando concluye por las
diferentes causas que la ley admite. El procedimiento es el modo como va
desenvolviéndose el proceso, los trámites a que está sujeto, la manera de
sustanciarlo, que puede ser ordinaria, sumaria, sumarísima, breve, dilatada o verbal,
con una o varias instancias, con período de prueba o sin él, y así sucesivamente."
El proceso representa la unidad mientras que el procedimiento es sólo una parte de
esa unidad. Dicho en otras palabras, el procedimiento es una sucesión de actos,
mientras que el proceso es la sucesión de esos actos, pero con un fin, que es la
decisión en firme del tribunal.

Acto de Emplazamiento: Código de Procedimiento Civil y Legislación


Complementaria, 1984. En materia de sucesiones, el demanda será emplazado
para ante el tribunal en donde se haya abierto la sucesión, en los casos siguientes:
1. En las demandas entre herederos, hasta la divisoria inclusive. 2. En las
demandas intentadas por los acreedores del difunto antes de la divisoria. 3. En las
relativas a la ejecución de las disposiciones testamentarias, hasta la sentencia
definitiva.

Sin embargo, Froilan, Tavares Hijo, 1999, en toda materia, la citación para
comparecer ante el Juzgado de Primera Instancia está sujeta, en su redacción y su
notificación, en primer término a las formalidades intrínsecas y extrínsecas de
carácter general impuestas a los actos de alguacil (supra libro III, cap. I); en según
termino, a las formalidades exigidas en los art. 61 y s., 425 y s., 101 y s., de la ley
834 de 978. En sus detalles el emplazamiento difiere según se trate de asuntos
civiles, comerciales o de referimientos.

En todos los asuntos civiles, el emplazamiento debe contener, de acuerdo al art. 61,
las siguientes enunciaciones particulares: Constitución de abogados; elección de
domicilio; objeto de la demanda y medios en que se funda; tribunal ante el cual se
intenta la demanda; plazo de la comparecencia.

Mientras que para Carnelutti, Francesco, 1999. Es un acto escrito, que debe
notificarse al demandado y que contiene la demanda judicial que inicia un
procedimiento, determinando el juez ante quien se propone la demanda y el tiempo
en que será debatida.

Constitución de Abogado: Froilan, Tavares Hijo, 1999. El emplazamiento debe


contener la designación del abogado que postulará y defenderá por el demandante,
con indicación de su estudio, permanente o ad hoc, en la ciudad en donde tenga su
asiento el tribunal que va a conocer de la demanda (art. 61-1º). Esta mención
comprueba que el demandante confiere mandato de ad litem al abogado que indica
el emplazamiento; es a este abogado a quien el demandado hará notificar el acto de
constitución del abogado que lo defenderá. La constitución de abogados es válida,
aunque el designado rehúse defender al demandante.

Por otra parte RAYMOND, G. JEAN, 2008, establece que es un mandato dado por
un litigante a un abogado para que lo represente y asista en un proceso. Esta
constitución es, en principio, obligatoria ante el tribunal de instancia superior. Implica
elección de domicilio. Ha reemplazado a la constitución de procurador judicial.

Fijación de Audiencia: Froilan, Tavares Hijo, 1999. Después de vencido el plazo


del emplazamiento, cualquiera de las partes puede solicitar fijación de la audiencia
en que se conocerá de la causa (art. 77 modificado por la ley 845 de 1978). La
solicitud de audiencia de hace en forma de instancia dirigida al juez presidente, y es
fijada por auto de dicho juez presidente (art. 40 ley O.J.).

Acto de Avenir o Recordatorio: Froilan, Tavares Hijo, 1999. Al abogado que ha


obtenido fijación de audiencia, procede entonces a llamar para esa audiencia al
abogado de la parte adversa, mediante un acto recordatorio, notificado con dos días
francos de antelación por lo menos, a pena de nulidad (art. 80, código de P.C., único
de la ley 362 de 1932). El acto de recordatorio es una formalidad sustancial,
protectora del derecho de defensa; tiene entre los abogados la misma importancia
que la citación entre las partes. La sentencia obtenida sin que intervenga previo acto
recordatorio es nula (casación, 30 agosto de 1922, B.J. 744-146, p.. 35).

Competencia del Tribunal: RAYMOND, G. JEAN, 2008. Derecho de competencia.


Con respecto a una autoridad pública o a una jurisdicción, es la aptitud legal para
cumplir un acto o para instruir y juzgar un proceso.

Mientras que Froilan, Tavares Hijo, 1999, establece que el emplazamiento debe
contener la indicación precisa del Tribunal que conocerá la demanda. No basta citar
al demandado para que comparezca ante el tribunal competente, porque varios
tribunales pueden ser igualmente competentes, como ocurre por ejemplo: en caso
de pluralidad de demandados o en materia mixta inmobiliaria. Es indispensable que
el tribunal sea designado por su nombre y por la división territorial en que funciona.
Juzgado de Primera Instancia del Distrito Judicial de Puerto Plata, por ejemplo.

Comunicación de Documentos: RAYMOND, G. JEAN, 2008. Los litigantes deben


comunicarse los escritos de que se sirven. Esta comunicación, si no se hace
espontáneamente, puede exigirse por medio del juez o del tribunal, que pueden
gravar su no ejecución, en cierto plazo, con una multa civil o constreñimiento.

Sin embargo, Froilan, Tavares Hijo, 1999, establece que la comunicación de


documentos ha dejado de constituir una excepción del procedimiento. Ella no
constituye sino uno de los elementos fundamentales para la lealtad de los debates,
que los jueces están en el deber de supervigilar, para garantizar el derecho de la
defensa.

Las características fundamentes de la comunicación de documentos, de acuerdo


con las disposiciones de la ley 834, pueden resumirse del siguiente modo: 1. Debe
ser espontánea, esto es, de toda parte que vaya a usar un documento está en la
obligación de comunicarlo (art. 49); 2. Si no se realiza espontáneamente, esto es,
amigablemente entre los abogados o por un depósito en secretaría, será ordenada
por el juez sin formalismos (art. 50). 3. El juez fija el plazo y las modalidades de esta
comunicación, y si hay necesidad, puede fijar un astreinte (Art. 51). 4. En caso de
que la parte no restituya voluntariamente un documento que le ha sido comunicado
amigablemente, puede ser condenada eventualmente a un astreinte (art. 53). 5. El
juez puede descartar del debate, los documentos que no han sido comunicados en
tiempo útil. La parte que recibe comunicación de un documento puede no solamente
leerlo, sino también copiarlo, incluso por medio de la fotografía.

Aportación de Prueba: Carnelutti, Francesco, 1999. Probar significa una actividad


del espíritu dirigida a la verificación de un juicio. Lo que se prueba es una
afirmación; cuando se habla de probar un hecho, ocurre así por el acostumbrado
cambio entre la afirmación y el hecho afirmado. Como los medios para la
verificación son las razones, esta actividad resuelve en la aportación de las razones.
La prueba es, por lo tanto, una cosa que utiliza cada día en las más variadas
contingencias de la vida. En particular debemos servirnos de ellas cada día en la
vida del derecho. Basta observar que el derecho actúa por medio de pretensiones
que, aún antes o sin que se origine de ellas un litigio, exigen de continuo una
verificación de su valor; después, cuando el conflicto degenera un litigio y para la
composición de éste se forma el proceso, también es necesario verificar la
pretensión. Estas son así un instrumento elemental, no tanto del proceso cuanto del
derecho, y no tanto del proceso de conocimiento cuanto del proceso en general; sin
ellas el derecho no podría, en el noventa y nueve por ciento de las veces, conseguir
su objetivo.

Probar significa convencer al juez de la existencia o la no existencia de hechos de


importancia en el proceso. Por sí, la prueba de la verdad de los hechos no conoce
límites; pero la prueba en el proceso, a diferencia de la prueba puramente lógica o
científica, experimenta una primera limitación por la necesidad social de que el
proceso tenga un término; una vez que la sentencia es firme, la investigación sobre
los hechos de la causa queda definitivamente cerrada y desde ese momento el
derecho no vuelve a ocuparse de si los hechos estimados por el juez corresponden
o no a la realidad de las cosas.

Por otro lado, Froilan, Tavares Hijo, 1999. El procedimiento para el aporte de la
prueba escrita, que es prueba preconstituida, existente antes de la discusión de la
causa, es inaplicable a los demás medio de prueba, que tienen que constituirse
precisamente en el curso del proceso, como la prueba testimonial, la inspección de
lugares, el peritaje, etc. La administración de estas pruebas debe ser propuesta
antes de los debates, como por ejemplo: la información testimonial (art. 73 y s. de la
ley 834 de 1938); pero es ordenada por el juez mediante sentencia antes de
conocer el fondo del proceso, y como medio para formar su convicción.

Salvo en casos y en procedimientos especiales, que luego serán indicados,


corresponde exclusivamente a las parte aportar al proceso los elementos que el
tribunal deberá tomar en cuenta para decidir. Es una consecuencia de la estructura
de nuestro proceso civil y comercial, que es dirigido e impulsado por las partes, y
condicionado, en general por la actividad de las partes. El papel del tribunal es de
pasiva neutralidad: no tiene casi nunca el poder de iniciativa, limita su actividad
procesal a considerar y ponderar los elementos de prueba que las partes ponen a
su alcance.

En cambio, RAYMOND, G. JEAN, 2008, sobre la aportación de pruebas, en sentido


lato, demostración de la realidad de un hecho o de la existencia de un acto jurídico.
En sentido más restringido, procedimiento utilizado para ello. Cuando los medios de
pruebas están previamente determinados e impuestos por la ley, la prueba se dice
que es legal. En el caso contrario se dice que es libre.

Sin embargo, la Universidad Católica de Colombia, 2010, MANUAL DE DERECHO


PROCESAL CIVIL. Para que sean decretadas y practicadas las pruebas que buscan
demostrar los hechos que son base del tema de decisión la iniciativa corresponde
únicamente a las partes, siguiendo el principio de la carga de la prueba. Esto quiere
decir que en el proceso el demandante debe probar los hechos en que se edifican
sus pretensiones, mientras que al demandado le tocará establecer los que
construyan su medio de defensa. El juez, debido a esto, no tiene la facultad de
decretar pruebas de oficio, con la finalidad de que se aclaren los hechos objeto de la
litis, restringiéndose solamente a lo pedido por las partes.

Medidas Provisionales y Cautelares: Froilan, Tavares Hijo, 1999. Como se ha


expuesto, estas medidas o sentencias, al no adquirir nunca la autoridad de la cosa
juzgada, tampoco producen el desapoderamiento del juez, en todo momento, antes
que la instancia se termine, las partes pueden requerirle que modifique o revoque su
decisión frente a la supervivencia de un cambio en el estado de las cosas, que
existía en el momento en que intervino la sentencia provisional.

Por su parte, Carnelutti, Francesco, 1999. Si falta la declaración judicial o


contractual, apta para la ejecución forzosa, o si la ejecución misma, exige un plazo
más o menos largo, y mientras tanto se presentan tales circunstancias que impiden
en todo o en parte, o hacen más difícil o gravosa la adquisición del bien al cual se
aspira en el día en que esté declarada la voluntad de la ley o esté pronta para
despacharse la ejecución, se puede prevenir este peligro, acelerando la ejecución,
en los límites legales, o con otras resoluciones dirigidas a conservar el estado actual
de cosas.

Tales medidas especiales, determinadas por peligro o urgencia, son llamadas


provisionales cautelares o de conservación, porque se dictan con anterioridad a la
declaración de la voluntad concreta de ley que garantiza un bien, o antes de que se
lleve a cabo su actuación, como garantía de este, y varían según la diversa
naturaleza del bien que se pretende. Las medidas provisionales cautelares
mencionadas se distinguen por su naturaleza y condiciones de aquellas también
provisionales, que le es permitido al juez, vista la especial certidumbre del derecho o
naturaleza especial.

Conclusión de las Parte: Para RAYMOND, G. JEAN, 2008. Es el acto de


procedimiento por el cual el actor expone los motivos de su demanda y el
demandado sus medios de defensa. El debate se inicia con la presentación de
conclusiones. El juez tiene obligación de responder a todos los capítulos de las
conclusiones.

Mientras que para Froilan, Tavares Hijo, 1999, de acuerdo con el art. 78 modificado
por de la ley 845 de 1978, en la audiencia las partes se limitarán a exponer sus
conclusiones motivadas y el juez les concederá plazos moderados para el depósito
de réplicas y contrarréplicas, que no deberán exceder de 15 días para cada una de
las partes y serán consecutivos.

Las conclusiones al fondo o sobre el fondo son aquellas que se refieren a la


demanda misma, y por cuyo medio el demandado requiere del tribunal que admita la
demanda, y el demandado que se la rechace. Las conclusiones son excepcionales
cuando su objeto es tener una medida previa, como por ejemplo: una declinatoria, o
la solicitud de una fianza, iudicatumsolvi, etc.

Las conclusiones principales son las que resumen todas las pretensiones de las
partes en cuanto al fondo de sus derechos respectivos. Subsidiarias son las
conclusiones que contienen sea una restricción a las conclusiones principales, para
el caso de que el tribunal entienda que no debe acoger estas, sea una demanda
tendiente a que se ordene la administración de una prueba en apoyo de
conclusiones principales, que no se hayan suficientemente justificadas.

Sentencia: Froilán, Tavares Hijo, 1999. Es el acto jurisdiccional que pone fin al
proceso o a una eta del proceso. Después de haber verificado la verdad de los
hechos invocados por las partes, el juez declara, para cada caso, cual es la voluntad
de la ley en relación con la causa planteada ante él con el ejercicio de la acción. En
otros términos: la sentencia es una aplicación concreta del derecho objetivo a los
hechos de la causa.

En los casos en que no hay comunicación al ministerio público, el juez pronuncia el


fallo de la misma audiencia, o en una audiencia posterior, pero a más tardar dentro
de los 90 días de la vista de la causa (art. 116 C.P.C, 165 ley O.J.) salvo caso de
fuerza mayor que se hará constar en la sentencia (art. 2 ley 1021 del 1935).

En cambio, Carnelutti, Francesco, 1999, la define como el pronunciamiento sobre la


demanda de fondo, o mejor, la resolución del juez que afirma existente o inexistente
la voluntad concreta de ley deducida en Juicio.

Para RAYMOND, G. JEAN, 2008. Es el nombre dado a los fallos emitidos por los
tribunales de instancia y por los tribunales de trabajo, así como también por los
árbitros. V. Aforismo. Pr. Gen. Resolución judicial tomada por una Corte de
Apelación, por la Corte de Casación o por las jurisdicciones administrativas distintas
de los tribunales administrativos. V. juicio.

Por otro lado, la Universidad Católica de Colombia, 2010, MANUAL DE DERECHO


PROCESAL CIVIL. define la sentencia como la resolución más característicamente
jurisdiccional, pues es la actuación del Juez o Magistrados en la que deciden
definitivamente el pleito en cualquier instancia o grado de jurisdicción.

Como acto jurídico procesal, es aquella resolución que emana de los Magistrados y
mediante la cual se decide la causa o punto sometido a su conocimiento o se
resuelven las pretensiones de las partes o se disponen medidas procesales. La
sentencia como acto jurídico procesal: es una operación mental analítica y crítica.
Como documento, la sentencia, es la pieza procesal escrita y suscrita por el Juez
que contiene el texto de la decisión emitida. Como documento público, debe cumplir
una serie de requisitos exigidos por la ley para que tenga: validez, eficacia y fuerza
vinculatoria.

Notificación: Froilan, Tavares Hijo, 1999. Es el acto procesal preparado a


requerimiento de una de las partes del proceso, mediante el cual la sentencia es
llevada a conocimiento de la otra parte. En regla general, la ley no considera
suficientemente conocida la sentencia por la parte que sucumbe por el solo hecho
de su pronunciación en la audiencia: paria sunt non ese et non significari. Esto no
significa, sin embargo, que todos los efectos de la sentencia se produzcan
únicamente a partir de su notificación.

La notificación de la sentencia tiene dos finalidad: sirve de preliminar a la ejecución


forzosa; hace correr los plazos para el ejercicio de las vías de recursos (casación,
15 octubre 1926, BJ. 195, p. 3; 30 octubre 1934, BJ. 327, p. 576).

Sin embargo, Carnelutti, Francesco, 1999, establece que por regla general, no
puede haber resolución sobre una demanda si no es oída, o debidamente citada
para serlo, la parte contra quien ha sido propuesta. Por ello la demanda judicial
existe en el momento que es notificada debidamente a la parte contraria y en ese
mismo momento existe la relación procesal. Pues la notificación es el procedimiento
empleado para llevar un acto del proceso a conocimiento de la contraparte y que
constituye una de las garantías fundamentales del contradictorio, se realiza por lo
general por el oficio.

Mientras que RAYMOND, G. JEAN, 2008, dice que es un modo de publicidad


empleado normalmente en materia de actos individuales y consistente en informar
personalmente al interesado acerca de la medida de que se trata.

Plazo para Recurrir: Froilan, Tavares Hijo, 1999. De acuerdo con el art. 156,
modificado por la ley 845 de 1978, la notificación de la sentencia en defecto o
reputada contradictoria, deberá contener a pena de nulidad, la mención del plazo de
la oposición fijado por el art. 157 o del plazo de la apelación establecido por el art.
443, según sea el caso(casación: 13 febrero 1984, BJ. 879, p. 243).

Art. 443, C.P.C.- (Modificado por la Ley 845 del 15 de julio de 1945). El término para
apelar es de un mes tanto en materia civil como en materia comercial. Cuando la
sentencia sea contradictoria por aplicación de los artículos 149 y siguientes, el
término se contará desde el día de la notificación de la sentencia a la persona
condenada o a su representante o en el domicilio del primero.

Según la Universidad Católica de Colombia, 2010, MANUAL DE DERECHO


PROCESAL CIVIL. Para que el impulso procesal tenga lugar, es necesario que se
dé bajo el cumplimiento de todas las reglas establecidas, dentro de las cuáles cabe
destacar, los plazos del procedimiento. El proceso no es una cosa que ya se
encuentra hecha, sino es una cosa que debe hacerse a medida del tiempo. Los
plazos entonces son lapsos que existen para que puedan realizarse los actos
procesales. Debe tenerse en cuenta que el tiempo también crea, modifica y extingue
derechos dentro del proceso.

Sin embargo, RAYMOND, G. JEAN, 2008. Los plazos del procedimiento es el


tiempo concebido a uno o a otro de los protagonistas de un proceso para realizar
una formalidad precisa (por ejemplo, inscripción de la demanda, interposición de un
recurso). Los plazos de procedimiento civil son plazos no francos.

Interposición de Recurso: Froilan, Tavares Hijo, 1999. La oposición, la revisión


civil, revisión por causa de fraude de las decisiones del tribunal de Tierra, la tercería,
son vías de recurso, mediante las cuales el proceso vuelve a plantearse ante el
mismo tribunal que dictó la sentencia.

Lo mismo ocurre a consecuencia del recurso de casación interpuesto contra las


sentencias del tribunal superior de tierras; por tratarse de un tribunal único, cuando
una de sus sentencias es casada, el asunto es enviado ante el mismo tribunal para
su reconsideración (art. 136 ley R. de T.).
En cambio, RAYMOND, G. JEAN, 2008. Recurso jurisdiccional, por el que un
requirente puede pedir al juez, invocando todos los medios pertinentes, que
reconozca la existencia a su favor de un crédito contra el estado o contra otra
colectividad publica, o que anule un acto administrativo que no entra en el ámbito de
aplicación del recurso por exceso de poder y sobre todo un contrato administrativo.
Vías de recurso: medios puestos a disposición de los litigantes para permitirles
obtener un nuevo examen del proceso (o de una parte de el) o hacer valer las
irregularidades observadas en el desarrollo del procedimiento. Se distinguen vías de
recursos ordinarias (oposición y apelación) y extraordinarias (oposición de tercero,
recurso de revisión, escritos de agravios), vías de retractación (oposición, recurso
en revisión) y de reforma (apelación).

Universidad Católica de Colombia, 2010, MANUAL DE DERECHO PROCESAL


CIVIL. Los medios de impugnación se pueden definir como los actos de contradecir,
combatir o refutar alguna acción judicial. Son importantes porque siempre que hay
un conflicto, el juez entra a decidir, decide sobre el desacuerdo de las partes
haciendo primar unas pretensiones sobre las otras. Generalmente la parte a la que
le desestimaron las pretensiones se siente afectada, siente que el fallo la perjudica o
simplemente no está de acuerdo porque está mal argumentado, es acá cuando
entran los medios de impugnación y revocabilidad, para que la parte que se siente
afectada proteste contra la decisión del juez.

Solamente pueden impugnarse los pronunciamientos judiciales a instancia de las


partes, sin la factibilidad de que esto sea de oficio. Igualmente tiene restricción este
principio, mediante el grado de consulta que se otorga a favor de quien es visto
como la parte más débil en el proceso.

En la obra de Hugo Alsina se trata sobre el sistema dispositivo que es en el que ―


el impulso procesal corresponde a las partes; ellas no solamente son dueñas de la
acción, a la que dan vida con la presentación de la demanda, pudiendo extinguirla
en cualquier momento mediante el desistimiento o la transacción, sino que fijan los
términos de la litis, aportan el material de conocimiento y paralizan o activan la
marcha del proceso según que denuncien o no, mediante el respectivo acuse de
rebeldía, el incumplimiento por la parte contraria de un deber procesal. Se advierte
así que el principal efecto del sistema dispositivo es la limitación de los poderes del
juez: éste no procede de oficio y sólo conoce de litigio en la extensión que las partes
quieran hacerle conocer, de tal manera que los hecho incontrovertidos deben ser
admitidos como ciertos y las afirmaciones y las pruebas aportadas por las partes
constituyen los únicos fundamentos de la sentencia.

Debido Proceso: Artículo 69 de la Constitución Dominicana, Comentada,


Fundación Institucionalidad y Justicia Inc. (FINJUS), 2012. Tutela judicial efectiva y
debido proceso. Toda persona, en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos,
tiene derecho a obtener la tutela judicial efectiva, con respeto del debido proceso
que estará conformado por las garantías mínimas que se establecen a continuación:

El derecho a una justicia accesible, oportuna y gratuita. El derecho a ser oída,


dentro de un plazo razonable y por una jurisdicción competente, independiente e
imparcial, establecida con anterioridad por la ley. El derecho a un juicio público, oral
y contradictorio, en plena igualdad y con respeto al derecho de defensa. Es nula
toda prueba obtenida en violación a la ley. Toda sentencia puede ser recurrida de
conformidad con la ley. El tribunal superior no podrá agravar la sanción impuesta
cuando sólo la persona condenada recurra la sentencia. Las normas del debido
proceso se aplicarán a toda clase de actuaciones judiciales y administrativas.

En cambio, la Universidad Católica de Colombia, 2010, MANUAL DE DERECHO


PROCESAL CIVIL. El principio del debido proceso es un derecho fundamental de
contenido constitucional que garantiza la efectividad de todos los procesos, para
todas las actuaciones del ser humano aplica en ella y es razón suficiente para que
una decisión no se consolide cuando no se rige el debido proceso, que como en la
sentencia T-474/92 ―el derecho debido proceso comprende un conjunto de
principios materiales y formales, todos los cuales en estricto rigor responden mejor a
la estructura jurídica de verdaderos derechos fundamentales. La finalidad de este
principio ―no es otra que garantizar el equilibrio armónico de las partes entre sí,
bajo la dirección de un tercero imparcial que estaría dispuesto a dar el derecho a
quien le corresponda, en virtud de lo probado, es decir, de lo evidenciado por las
partes bajo parámetros de legitimidad y oportunidad.
Juicio Oral y Contradictorio: Carnelutti, Francesco, 1999. La acción no
corresponde a una parte, sino a cada una de las dos. Su bilateralidad es condición
de su utilidad. La actividad de cada parte en el proceso favorece la finalidad de éste,
siempre que se integre y rectifique mediante contradictorio. En virtud de la dirección
contraria de los intereses de los litigantes, la bilateralidad de la acción se
desenvuelve, pues, como contradicción recíproca, por ello, contradictorio responde
a uno de los principios fundamentales del proceso civil.

El proceso oral constituye el predominio de la palabra hablada como medio de


expresión, atenuado por el uso de escritos de preparación y de documentación. El
principio de la oralidad no se satisface con sólo una discusión oral en audiencia,
como la que admite nuestra ley, y que en la práctica cada vez de verifica más
raramente. En un sistema en que las partes están obligadas a exponer por escrito
no sólo sus declaraciones y conclusiones, sino incluso los motivos de hechos y de
derecho en que apoya sus conclusiones.

Derecho de Defensa: Universidad Católica de Colombia, 2010, MANUAL DE


DERECHO PROCESAL CIVIL. Este principio consiste en que una parte tenga la
oportunidad de oponerse a un acto realizado por la contraparte y a fin de verificar su
regularidad, además de la ―garantía de la participación de los interlocutores en el
discurso jurisdiccional, sobre todo para ejercer sus facultades de presentar
argumentos y pruebas. De este modo, el derecho de defensa garantiza la
posibilidad de concurrir al proceso, hacerse parte en el mismo, defenderse,
presentar alegatos y pruebas.

El derecho de defensa implica la plena posibilidad de controvertir las pruebas


allegadas en contra; la de traer al proceso y lograr que sean decretadas, practicadas
y tenidas en cuenta las existentes a favor, o las que neutralizan lo acreditado por
quien acusa; la de ejercer los recursos legales; la de ser técnicamente asistido en
todo momento, y la de impugnar la sentencia condenatoria.

Principio de Publicidad de los Procesos: Universidad Católica de Colombia,


2010, MANUAL DE DERECHO PROCESAL CIVIL. El fin de este principio es dar a
conocer las actuaciones realizadas en el proceso por el funcionario jurisdiccional,
para que tanto las partes las partes directamente vinculadas al proceso como los
terceros de los cuales se requiera su presencia tengan pleno conocimiento de
dichos actos.

CLASES: Puede considerarse desde dos puntos de vista: interno y externo. La


publicidad interna se refiere a que las partes conozcan todos los actos llevados a
cabo por el juez en el proceso. Se infiere que dicha modalidad se establece frente a
los actos del juez y no en relación con las partes, pues estas actúan ante él, así
cada una tenga su propio interés en los resultados del proceso. Tanto es así, que,
por ejemplo, al demandado no se le hace conocer en forma directa la demanda, sino
que se entera de ella mediante la notificación del auto que la admite.

La publicidad se cumple mediante la notificación de la providencia y el medio de


llevarla a cabo varía, según la naturaleza de la decisión. La publicidad externa atañe
a terceros o extraños al proceso y se contrae a la posibilidad que presencien ciertas
actuaciones realizadas dentro de él.

Significa este principio que no debe existir justicia secreta, procedimientos ocultos,
fallos sin antecedentes ni motivaciones, y encuentra consagración también en
nuestra carta fundamental.

Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS), 2012, Derecho de acceso a la


justicia.– En este texto el derecho de acceso a la justicia aparece diferenciado del
derecho a ser oído, como si se tratase de dos derechos procesales distintos,
aunque se complementen. Sin embargo, la doctrina jurídica y los instrumentos
jurídicos internacionales los identifican como parte de una misma prerrogativa
fundamental, tal como se concluye del análisis de los artículos 14.1 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, 8.1 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos y 6.1 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos
Humanos y de las Libertades Fundamentales. Por tanto, el texto comentado
pretende diferenciar entre el derecho de acceso, como sinónimo de derecho de
entrada, y, ya habiendo accedido, el derecho a la audición, entendido como el
derecho a que la autoridad competente, ya iniciado el proceso, conozca de las
alegaciones de que se trata, concibiéndolo así como un derecho en el proceso.
Interesa destacar, además, que en ambos casos el texto constitucional precisa: (1)
la calidad del derecho: la justicia que se procura debe ser accesible (sin obstáculos),
oportuna y gratuita (dejando pendiente una viva controversia acerca del alcance de
este último término) y el justiciable debe ser oído dentro de un plazo razonable;
plazo para el que han de tomarse en consideración la conducta procesal de las
partes, la complejidad del caso y el desinterés de las partes, entre otros factores
(vid. Corte Interamericana de Derechos Humanos, caso Canto, 28 de noviembre de
2002); y (2) la condición del juzgador que ha de conocer las alegaciones, quien
debe ser competente, independiente, imparcial y establecido con anterioridad por la
ley; características del denominado juez natural preconstituido. Ello constituye una
prohibición a la creación de tribunales especiales, ad hoc o de “jueces sin rostro”
para conocer determinados casos.

El derecho de defensa, el cual incluye, como derecho esencial del debido proceso:
el derecho de contradicción (derecho a contradecir los medios de hecho y de
derecho de la parte contraria, en igualdad de condiciones, dando paso al derecho de
bilateralidad de la audiencia); el derecho a ser informado en la forma debida y en un
tiempo razonable de los hechos y del derecho relativos al proceso de que se trate; el
derecho a la asistencia letrada; el derecho a la no alteración de los hechos o del
objeto del proceso, lo que implica la inmutabilidad de proceso en cuanto a los
hechos y al objeto de la acción; y el derecho de prueba, el cual no sólo comprende
la oportunidad de todo procesado de acceder oportunamente a todos los modos de
prueba permitidos, en igualdad de condiciones con el adversario, sino, además, el
derecho a la exclusión de toda prueba obtenida en violación a la ley (señalado de
manera expresa por el acápite 8 del texto comentado), derecho que, con
independencia de la distinción doctrinal entre prueba ilegal y prueba ilícita
(MIRANDA ESTRAMPES, 2010), permite descartar toda prueba obtenida en
violación a las formas procesales establecidas por la ley o de manera viciada, como
la obtenida mediante la manipulación de la voluntad del deponente (vid. CIDH, caso
Castillo Petruzzi y otros c. Perú, 03 de mayo de 1999); interpretación de la prueba
ilegal que nos acerca a la concepción prevista por el artículo 29 de la Constitución
de Colombia, que califica como nula la prueba obtenida con violación del debido
proceso). Puede concluirse, por tanto, que la prueba ilegal es una prueba inválida
que, por consiguiente, no produce efectos.
Otros derechos conexos al derecho de defensa previstos en el texto comentado son:
el derecho a la presunción de inocencia, el cual, a pesar de su carácter penal,
podría ser entendido, en una concepción mucho más amplia, superando, por tanto
el ámbito penal, como la obligación para quien acusa o demanda de probar lo
alegado, salvo en los casos de exoneración o presunción legal a su favor; el
derecho a un juicio oral, público y contradictorio (derecho a la publicidad del juicio),
para evitar que el juicio se realice en circunstancias de secreto y aislamiento (CIDH,
caso Castillo Petruzzi, párrafo 172); el derecho a no ser juzgado dos veces por una
misma causa (llamada regla del non bis in idem), el cual, a pesar de lo
expresamente indicado por el texto, debe ser concebido como el derecho a no ser
juzgado dos veces por el mismo hecho, mucho más garantista que el anterior
(CIDH, caso María Elena Loaysa Tamayo, 17 de septiembre de 1997, párrafo 66), el
derecho a no declarar contra sí; y el derecho a ser juzgado conforme a leyes
preexistentes al acto imputado y con las formalidades procesales propias de cada
proceso.

VARIABLE IV.- Implicaciones en la Familia

González, José L. y Garrido, María J. (2015). El Proceso judicial, el juicio o pleito


aparece ante todo, para la persona que se embarca en ello, como algo de temer e
imperfecto. Teóricamente es la manera de lograr que se haga justicia, pero sin
embargo es algo que traumatiza, a los actores de la contienda. No hay dudas que
las organizaciones judiciales por ser humanas son defectuosas, y más los son
cuando quién pretende que se haga justicia, va a juicio con su propia o subjetiva
idea de lo justo. Si el poder judicial le responde positivamente es bueno, si no hace
lugar a lo que pretende el demandante, es defectuoso, falto de imparcialidad.

Desde lo psicológico esto tiene sus explicaciones, en base a los mecanismos de


defensa que inconscientemente se ponen en juego. Hay dos de estos mecanismos
que guardan relación con la mirada que el involucrado en el litigio, realiza a partir de
las imperfecciones de la justicia. Uno es el mecanismo de negación. En este caso la
persona que está en un juicio, para no sufrir, niega la culpa que le puede caber en el
sometido al proceso. El no fue, por lo tanto algo anda mal en el otro, pudiendo ser
defectuosa la justicia, que le está atribuyendo responsabilidad en algo. Un segundo
mecanismo de defensa se pondría en marcha asociado, si se quiere, al de defensa,
y es el de proyección. Por este dinamismo psíquico la culpa que a uno le cabría
dentro del marco del conflicto llevado a juicio, es puesta afuera de su persona, se
desplaza a las fallas del litigio, es trasladada a los jueces, los abogados, a la
sociedad toda. Son los que tienen en definitiva la culpa de todo lo que el justiciable
padece, y de esta manera él se libera del dolor que le causa la ansiedad del
litigio. Pero hay más sobre lo que emerge de lo psicológico del juicio. El pleito es
obra humana y se lo podrán atribuir algunas particularidades de toda creación
cultural, tales como la lentitud, los costos del proceso y la incertidumbre que
genera. Se habla de justicia lenta - que así no es justicia-. Esto le quita aptitud para
generar confianza en el conflictuado que recurre a la institución justicia. Su andar
cansino - el del caminar judicial- aviva paranoias en el lesionado jurídicamente. La
sospecha ya no recae sobre el proceso en abstracto, sino que se encarna en todos
los que de una manera u otra están vinculados al pleito, aún al que se desempeña
como apagado del que sospecha. A su vez, se acusa al juicio de ser costoso en lo
económico, cuando en realidad no debería serlo si se está pagando un precio para
ayudar a liberar al justiciable del dolor que le produce el acto injusto en lo individual
y asegurar también la convivencia social. En estos tiempos todo lo que haga a la
salud y bienestar de la persona es costoso. El médico, ni que hablar del psicólogo.
Pero ha de entenderse que el tema pasa si, por lo costoso de la justicia, pero es
importante que sea eficiente. Lo ideal sería que con bajo costo y rapidez la justicia le
atribuya a cada uno lo suyo y con el consiguiente beneficio para aquel a quien lo
injusto que sufre de lo psicológico le ha desestabilizado el yo. La incertidumbre es
otro dato de la acción judicial. Nadie puede arriesgar el resultado de un pleito -
profesionalmente es nada prudente hacerlo-, aún se tenga toda la biblioteca de su
lado. La gente en general, el profano del derecho, cree que el mundo jurídico es
algo matemático. Si la ley me avala ganaré el pleito. Los abogados saben muy bien
que no. El juicio es probabilidades, como lo son otras técnicas. ¿Qué médico le da
la seguridad de algo en forma total cuando va a aplicar algún tipo de práctica al
paciente? En el mundo de las ideas jurídicas uno puede hacer muchos
razonamientos casi exactos, pero cuando llega el momento de hacer aterrizar las
normas al caso concreto aparecen imponderables que de antemano el abogado no
puede manejar. En esto cabe el principio que dice: el futuro es incierto. El tema de la
prueba es lo que más incertidumbre trae. La reproducción de los hechos como lo
exige el juicio no es tarea fácil. Hay testigos que fallan, documentos que no se
encuentran, etc. En definitiva, mucho es lo que deben trabajar los abogados, para
que el impacto de los defectos naturales del proceso, no tenga efectos psicológicos
negativos en las partes involucradas. Este ya viene con una tensión o carga
emocional que lo hace sufrir, por el solo hecho de padecer una injusticia, y si le
sumamos más peso a esta mochil, el tránsito por el pleito desde lo psicológico
puede llegar a ser tortuoso.

Trastornos psicológicos: Grupo Oceano, 2009. Son una alteración patológica del
pensamiento, los sentimientos, las emociones, las relaciones personas, sociales,
profesionales… provoca una conducta anormal que lleva al afectado a actuar,
pensar y sentir de manera que se perjudica a sí mismo o a los demás. Algunos
trastornos hacen que se sienta muy desgraciado, pero en otros no es consciente de
su problema e incluso puede tener sensación de bienestar y felicidad.

A los largo de la vida, entre un 16 y 30 por ciento de la población presenta algún


trastorno mental. Actualmente se acepta que éstos tienen a la vez una base
orgánica y un fuerte componente psicosocial.

El entorno Puede alterarnos: quizás esta sea una adaptación normal a un entorno
anormal. Al considerarse el ambiente como un factor de determinación de la
conducta, se plantea así mismo la posibilidad de modificar el comportamiento de las
personas. Por ejemplo, un psicólogo puede aconsejar a un ejecutivo hipertenso y
estresado que pase una semana en el campo. En personas propensas a la
depresión, un ambiente estresante o sucesos ambientales estresantes pueden
precipitarla.

Trastornos de Ansiedad: este se caracteriza por un sentimiento de ansiedad de


carácter persistente y generalizado. Por lo general la ansiedad va acompañada de
una sensación de tensión interna y de dificultades para relajarse. Las personas
afectadas por este trastorno comúnmente se quejan de padecer cefaleas. Otras
quejas frecuentes son la visión borrosa, la sequedad de la boca, la excesiva
sudoración, las náuseas, los retortijones abdominales, las palpitaciones y una mayor
frecuencia de las micciones. Esta condición ansiosa envuelve de forma crónica al
sujeto, lo hace flotar en un mar de dudas e inseguridades y dificulta su capacidad de
adaptación a la vida cotidiana. La creencia de que cualquier situación más o menos
contradictoria (aunque sea irrelevante) le provocará problemas, le hace anticipar
desgracias con facilidad, lo cual no hace más que incrementar sus síntomas
somáticos de alerta y entrar en un círculo vicioso: problemas / retos, creencia
ansiosa, síntomas corporales, aturdimiento y conductas inadecuadas ante el
problema.

Trastornos Fóbicos: Se entiendo por fobia un miedo excesivo, irracional y


persistente ante un objeto, actividad o situación que determina un deseo imperioso
de evitar aquello que se teme. El síndrome fóbico consta de tres elemento: el miedo
central que se desarrolla en la confrontación con el objeto fóbico y consiste en una
hiperactividad vegetativa y una valoración cognitiva catastrófica centrada en el
miedo; la ansiedad anticipadora que supone temor a la confrontación con el objeto
fóbico; y la conducta de evitación, organizada por la ansiedad anticipadora y que
condiciona la intensidad de ésta.

La Depresión: Todos hemos oído hablar más de una vez de la depresión. Y,


posiblemente, todos hemos experimentado en alguna ocasión sus síntomas. La
soledad, el temor al futuro, los contratiempos de la vida, incluso los cambios de
estación, pueden habernos hecho sentir faltos de energía, sin ganas de nada, sin
fuerzas para levantarnos, con dificultades para concentrar nuestra atención.

Las Depresiones representan el área más importante de los trastornos afectivos y


suponen, junto con los trastornos de ansiedad, las alteraciones mentales más
frecuentes. Además por las importantes repercusiones personales, sociales y
asistenciales que acarrean, constituyen uno de los principales problemas de la salud
mental.

Trastorno Delirante: El pensamiento de las persona que padecen un trastorno


delirante está bien ordenado, in signos relevantes de pérdida de la capacidad
asociativa, ni de incoherencia o empobrecimiento. El delirio constituye la
manifestación clínica central. Los temas delirantes más habituales son: El perjuicio,
que se presenta preferentemente en personas con rasgos de desconfianza,
suspicacia y rigidez, que pueden manifestar reacciones hostiles cuando tienen el
convencimiento de que alguien les está perjudicando o se pone en duda la
autenticidad de sus delirios.

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