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Causas: Patricio de Azcárate, 2009, Factor o principio del que depende una cosa.
La noción aristotélica de causa es más amplia que la actual; nosotros entendemos
por causa sólo lo que Aristóteles llamaba causa eficiente y causa final. Para este
filósofo causa es todo principio del ser, aquello de lo que de algún modo depende la
existencia de un ente; o de otro modo: todo factor al que nos tenemos que referir
para explicar un proceso cualquiera.
Aristóteles pone el ejemplo de una escultura: si se trata de una escultura del dios
Zeus hecha de bronce por un escultor con la finalidad de embellecer la ciudad, la
causa material es el bronce, la causa formal el ser el dios Zeus, la causa eficiente el
escultor, y la causa final el motivo de su existencia: embellecer la ciudad. Podemos
dividir las causas en:
intrínsecas como la causa material y la formal, pues estos principios descansan en
el propio ente;
y extrínsecas como la causa eficiente y la final, pues se trata de principios exteriores
al ente.
Sin embargo, en los seres naturales aquello a lo que apuntan o hacia lo que tienden
de forma natural es causa final pero en este caso intrínseca (hay que recordar el
principio básico de la física aristotélica según el cual todos los seres naturales se
caracterizan por poseer una finalidad intrínseca). También se habla de la idea,
imagen o boceto que el escultor tiene en mente cuando realiza la escultura como
causa formal; en este caso dicha causa formal es extrínseca.
Sin embargo, para SANCHEZ ROMAN, 2005, es la persona que viene a hacerse
cargo de todas las relaciones jurídicas activas y pasivas del de cujus; relaciones que
sean transmisibles mortis causa salvo los bienes especialmente destinados a
legados. El heredero entra de golpe en el conjunto de esas relaciones y su posición
dentro de ellas es igual que la del difunto.
Menor de Edad: RAYMOND, G. JEAN, 2008. En sentido amplio: toda persona
menor de edad protegida por la ley (niño abandonado, asistido, etc.). Mientras que
de acuerdo con el derecho internacional, se considera menor a todo ser humano de
menos de 18 años salvo que la ley aplicable establezca la mayoría de edad a una
edad más baja.
Por otra parte el autor Hugo Alsina afirma que la demanda es el acto procesal por el
cual el actor ejercita una acción solicitando del tribunal la protección, la declaración
o la constitución de una situación jurídica. Según sea, en efecto, la naturaleza de la
acción deducida, la demanda será de condena, declarativa o constitutiva.
La Demanda es un acto introductivo, pues con ella se da inicio al proceso. Es por
ende el acto indispensable para ejercer la acción. Es un acto de postulación, por
cuanto se formula una pretensión. Es un acto declarativo, por cuanto se da la
exteriorización de la voluntad. Es un acto de parte, pues solo quien ostenta esta
calidad tiene legitimación para instaurarla, y adoptar el carácter de demandante.
Por su parte, Eduardo Pallares, 1991, ha indicado que no hay que confundir el
procedimiento y el proceso, ya que este último es un todo o si se quiere una
institución. Está formado por un conjunto de actos procesales que se inician con la
presentación y admisión de la demanda, y terminan cuando concluye por las
diferentes causas que la ley admite. El procedimiento es el modo como va
desenvolviéndose el proceso, los trámites a que está sujeto, la manera de
sustanciarlo, que puede ser ordinaria, sumaria, sumarísima, breve, dilatada o verbal,
con una o varias instancias, con período de prueba o sin él, y así sucesivamente."
El proceso representa la unidad mientras que el procedimiento es sólo una parte de
esa unidad. Dicho en otras palabras, el procedimiento es una sucesión de actos,
mientras que el proceso es la sucesión de esos actos, pero con un fin, que es la
decisión en firme del tribunal.
Sin embargo, Froilan, Tavares Hijo, 1999, en toda materia, la citación para
comparecer ante el Juzgado de Primera Instancia está sujeta, en su redacción y su
notificación, en primer término a las formalidades intrínsecas y extrínsecas de
carácter general impuestas a los actos de alguacil (supra libro III, cap. I); en según
termino, a las formalidades exigidas en los art. 61 y s., 425 y s., 101 y s., de la ley
834 de 978. En sus detalles el emplazamiento difiere según se trate de asuntos
civiles, comerciales o de referimientos.
En todos los asuntos civiles, el emplazamiento debe contener, de acuerdo al art. 61,
las siguientes enunciaciones particulares: Constitución de abogados; elección de
domicilio; objeto de la demanda y medios en que se funda; tribunal ante el cual se
intenta la demanda; plazo de la comparecencia.
Mientras que para Carnelutti, Francesco, 1999. Es un acto escrito, que debe
notificarse al demandado y que contiene la demanda judicial que inicia un
procedimiento, determinando el juez ante quien se propone la demanda y el tiempo
en que será debatida.
Por otra parte RAYMOND, G. JEAN, 2008, establece que es un mandato dado por
un litigante a un abogado para que lo represente y asista en un proceso. Esta
constitución es, en principio, obligatoria ante el tribunal de instancia superior. Implica
elección de domicilio. Ha reemplazado a la constitución de procurador judicial.
Mientras que Froilan, Tavares Hijo, 1999, establece que el emplazamiento debe
contener la indicación precisa del Tribunal que conocerá la demanda. No basta citar
al demandado para que comparezca ante el tribunal competente, porque varios
tribunales pueden ser igualmente competentes, como ocurre por ejemplo: en caso
de pluralidad de demandados o en materia mixta inmobiliaria. Es indispensable que
el tribunal sea designado por su nombre y por la división territorial en que funciona.
Juzgado de Primera Instancia del Distrito Judicial de Puerto Plata, por ejemplo.
Por otro lado, Froilan, Tavares Hijo, 1999. El procedimiento para el aporte de la
prueba escrita, que es prueba preconstituida, existente antes de la discusión de la
causa, es inaplicable a los demás medio de prueba, que tienen que constituirse
precisamente en el curso del proceso, como la prueba testimonial, la inspección de
lugares, el peritaje, etc. La administración de estas pruebas debe ser propuesta
antes de los debates, como por ejemplo: la información testimonial (art. 73 y s. de la
ley 834 de 1938); pero es ordenada por el juez mediante sentencia antes de
conocer el fondo del proceso, y como medio para formar su convicción.
Mientras que para Froilan, Tavares Hijo, 1999, de acuerdo con el art. 78 modificado
por de la ley 845 de 1978, en la audiencia las partes se limitarán a exponer sus
conclusiones motivadas y el juez les concederá plazos moderados para el depósito
de réplicas y contrarréplicas, que no deberán exceder de 15 días para cada una de
las partes y serán consecutivos.
Las conclusiones principales son las que resumen todas las pretensiones de las
partes en cuanto al fondo de sus derechos respectivos. Subsidiarias son las
conclusiones que contienen sea una restricción a las conclusiones principales, para
el caso de que el tribunal entienda que no debe acoger estas, sea una demanda
tendiente a que se ordene la administración de una prueba en apoyo de
conclusiones principales, que no se hayan suficientemente justificadas.
Sentencia: Froilán, Tavares Hijo, 1999. Es el acto jurisdiccional que pone fin al
proceso o a una eta del proceso. Después de haber verificado la verdad de los
hechos invocados por las partes, el juez declara, para cada caso, cual es la voluntad
de la ley en relación con la causa planteada ante él con el ejercicio de la acción. En
otros términos: la sentencia es una aplicación concreta del derecho objetivo a los
hechos de la causa.
Para RAYMOND, G. JEAN, 2008. Es el nombre dado a los fallos emitidos por los
tribunales de instancia y por los tribunales de trabajo, así como también por los
árbitros. V. Aforismo. Pr. Gen. Resolución judicial tomada por una Corte de
Apelación, por la Corte de Casación o por las jurisdicciones administrativas distintas
de los tribunales administrativos. V. juicio.
Como acto jurídico procesal, es aquella resolución que emana de los Magistrados y
mediante la cual se decide la causa o punto sometido a su conocimiento o se
resuelven las pretensiones de las partes o se disponen medidas procesales. La
sentencia como acto jurídico procesal: es una operación mental analítica y crítica.
Como documento, la sentencia, es la pieza procesal escrita y suscrita por el Juez
que contiene el texto de la decisión emitida. Como documento público, debe cumplir
una serie de requisitos exigidos por la ley para que tenga: validez, eficacia y fuerza
vinculatoria.
Sin embargo, Carnelutti, Francesco, 1999, establece que por regla general, no
puede haber resolución sobre una demanda si no es oída, o debidamente citada
para serlo, la parte contra quien ha sido propuesta. Por ello la demanda judicial
existe en el momento que es notificada debidamente a la parte contraria y en ese
mismo momento existe la relación procesal. Pues la notificación es el procedimiento
empleado para llevar un acto del proceso a conocimiento de la contraparte y que
constituye una de las garantías fundamentales del contradictorio, se realiza por lo
general por el oficio.
Plazo para Recurrir: Froilan, Tavares Hijo, 1999. De acuerdo con el art. 156,
modificado por la ley 845 de 1978, la notificación de la sentencia en defecto o
reputada contradictoria, deberá contener a pena de nulidad, la mención del plazo de
la oposición fijado por el art. 157 o del plazo de la apelación establecido por el art.
443, según sea el caso(casación: 13 febrero 1984, BJ. 879, p. 243).
Art. 443, C.P.C.- (Modificado por la Ley 845 del 15 de julio de 1945). El término para
apelar es de un mes tanto en materia civil como en materia comercial. Cuando la
sentencia sea contradictoria por aplicación de los artículos 149 y siguientes, el
término se contará desde el día de la notificación de la sentencia a la persona
condenada o a su representante o en el domicilio del primero.
Significa este principio que no debe existir justicia secreta, procedimientos ocultos,
fallos sin antecedentes ni motivaciones, y encuentra consagración también en
nuestra carta fundamental.
El derecho de defensa, el cual incluye, como derecho esencial del debido proceso:
el derecho de contradicción (derecho a contradecir los medios de hecho y de
derecho de la parte contraria, en igualdad de condiciones, dando paso al derecho de
bilateralidad de la audiencia); el derecho a ser informado en la forma debida y en un
tiempo razonable de los hechos y del derecho relativos al proceso de que se trate; el
derecho a la asistencia letrada; el derecho a la no alteración de los hechos o del
objeto del proceso, lo que implica la inmutabilidad de proceso en cuanto a los
hechos y al objeto de la acción; y el derecho de prueba, el cual no sólo comprende
la oportunidad de todo procesado de acceder oportunamente a todos los modos de
prueba permitidos, en igualdad de condiciones con el adversario, sino, además, el
derecho a la exclusión de toda prueba obtenida en violación a la ley (señalado de
manera expresa por el acápite 8 del texto comentado), derecho que, con
independencia de la distinción doctrinal entre prueba ilegal y prueba ilícita
(MIRANDA ESTRAMPES, 2010), permite descartar toda prueba obtenida en
violación a las formas procesales establecidas por la ley o de manera viciada, como
la obtenida mediante la manipulación de la voluntad del deponente (vid. CIDH, caso
Castillo Petruzzi y otros c. Perú, 03 de mayo de 1999); interpretación de la prueba
ilegal que nos acerca a la concepción prevista por el artículo 29 de la Constitución
de Colombia, que califica como nula la prueba obtenida con violación del debido
proceso). Puede concluirse, por tanto, que la prueba ilegal es una prueba inválida
que, por consiguiente, no produce efectos.
Otros derechos conexos al derecho de defensa previstos en el texto comentado son:
el derecho a la presunción de inocencia, el cual, a pesar de su carácter penal,
podría ser entendido, en una concepción mucho más amplia, superando, por tanto
el ámbito penal, como la obligación para quien acusa o demanda de probar lo
alegado, salvo en los casos de exoneración o presunción legal a su favor; el
derecho a un juicio oral, público y contradictorio (derecho a la publicidad del juicio),
para evitar que el juicio se realice en circunstancias de secreto y aislamiento (CIDH,
caso Castillo Petruzzi, párrafo 172); el derecho a no ser juzgado dos veces por una
misma causa (llamada regla del non bis in idem), el cual, a pesar de lo
expresamente indicado por el texto, debe ser concebido como el derecho a no ser
juzgado dos veces por el mismo hecho, mucho más garantista que el anterior
(CIDH, caso María Elena Loaysa Tamayo, 17 de septiembre de 1997, párrafo 66), el
derecho a no declarar contra sí; y el derecho a ser juzgado conforme a leyes
preexistentes al acto imputado y con las formalidades procesales propias de cada
proceso.
Trastornos psicológicos: Grupo Oceano, 2009. Son una alteración patológica del
pensamiento, los sentimientos, las emociones, las relaciones personas, sociales,
profesionales… provoca una conducta anormal que lleva al afectado a actuar,
pensar y sentir de manera que se perjudica a sí mismo o a los demás. Algunos
trastornos hacen que se sienta muy desgraciado, pero en otros no es consciente de
su problema e incluso puede tener sensación de bienestar y felicidad.
El entorno Puede alterarnos: quizás esta sea una adaptación normal a un entorno
anormal. Al considerarse el ambiente como un factor de determinación de la
conducta, se plantea así mismo la posibilidad de modificar el comportamiento de las
personas. Por ejemplo, un psicólogo puede aconsejar a un ejecutivo hipertenso y
estresado que pase una semana en el campo. En personas propensas a la
depresión, un ambiente estresante o sucesos ambientales estresantes pueden
precipitarla.