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Investigación documental y de campo

Informe final

Tema de investigación: Derechos de los animales domésticos existentes en


México.

Nombre: Flor Liliana Pérez Higareda

Junio 2018
Índice
Introducción………………………………………………………………………3
Objetivos…………………………………………………………………..4
Propósito………………………………………………………………….5
La importancia de la consideración de los animales no humanos como sujetos de
derecho desde la perspectiva de los Derechos Humanos………………...6
Ley Gral de Bienestar animal…………………………………………7
La normatividad en México sobre el bienestar animal……………11
La protección del bienestar animal a través del derecho penal…12
Los animales y su situación frente al derecho……………………………12
Garantías jurídicas para la protección de animales domésticos..13
10 derechos de los animales que debes conocer y respetar……14
Conclusiones…………………………………………………………………18
Bibliografía……………………………………………………………………19
Introducción
Prácticamente nadie cuestiona en la actualidad que los animales necesitan y
merecen una mayor protección por parte del Derecho tanto a nivel estatal como a
nivel internacional. Sin embargo, con frecuencia se encuentran voces que ponen
en tela de juicio que los animales puedan ser titulares de derechos. A menudo, la
gente se pregunta si los animales deben tener derechos, y la respuesta es
sencilla: ¡Sí! Definitivamente los animales merecen vivir su vida sin sufrimiento y
sin explotación.

La sociedad es un ente en constante evolución, no solo en tecnología, también en


sentimientos, conceptos, cuestiones, percepción, entre otras, cuya visión respecto
al mundo es de proteger todo aquello que nos beneficie, las personas en este siglo
se muestran intrigadas respecto al entorno que se comparte con la vida animal, ya
que la interacción con ellos va desde el consumo hasta la compañía que puede
desplegar un animal. (Carman, M. 2015)

En búsqueda de la satisfacción de la sociedad se encuentra que los derechos de


los seres humanos están encaminados a proteger los valores que corresponde a
toda persona, superiores de la comunidad y del propio Estado, es por esto que el
ser humano busca crear un concepto de lo que debe ser o no lo adecuado.
De lo anterior se deduce que cada nación tiene incorporado a su sistema de
normas, ciertas costumbres y/o series de postulados que limitan el accionar de los
ciudadanos con la relación entre estos y los animales, es decir, que el actuar de
cada ciudadano frente al comportamiento que debe asumir con el mundo animal
es el que las leyes de su país les atribuyan, así mismo, paulatinamente se ha
venido avanzando en este sentido, de tal manera que existen, por ejemplo,
códigos reconocidos internacionalmente para la protección animal, cuya eficacia
de ellos se enfoca a entender la importancia de los animales como parte de la
creación, de hecho se ha llegado a considerar su condición como ser. (Méndez,
P. 2014).
Para el desarrollo del estudio se propuso abordar la teoría de la Liberación Animal
propuesta por Peter Singer a través de la cual se busca convencer que los
animales son seres sensibles e independientes y no simples objetos cuya
existencia se reduce a satisfacer los intereses humanos.
Sus postulados se dirigen a todo aquel que busca acabar con la explotación y la
opresión en cualquier nivel en que ocurran y que considera que el principio moral
de igualdad en la consideración no debe estar restringido al tratamiento de los
miembros de la misma especie (Singer, 1999).
De lo anterior se deduce, la prioridad que ostenta Singer de ciertos animales
respecto de los seres humanos, ya que considera que los animales tienen el
derecho a no ser tratados como cosas, si bien estos pueden servir al propósito de
los humanos y por esto pueden usarlos como su propiedad, pero sin causarles
algún tipo de dolor y sufrimiento:
Aunque podemos usar y matar animales para nuestros propósitos, no deberíamos
imponer sufrimiento a un animal que no impusiésemos a un humano a menos que
tengamos una buena razón para hacerlo, una razón que no viole ella misma el
principio de igual consideración. (Singer, 1999)

Objetivo general:
 Conocer y fomentar la aplicación de la legislación que vela por los derechos
y contribuye con el bienestar de los animales domésticos en México.
Objetivos específicos:
 Revisar y evaluar los preceptos que sienta para el cuidado de los derechos
de los animales.
 Conocer los estados de la república que cuentan con legislación específica
para el cuidado y la protección de los animales domésticos.
 Conocer los principales principios que considera la legislación existente
para el cuidado y la protección de los animales domésticos por Estado.
 Conocer la legislación a nivel federal que existe para el cuidado y la
protección de los animales domésticos en México.
 Conocer la participación de SAGARPA y las normar emitidas por esta
entidad, en materia de derechos de los animales.
Propósito
Se realizará una revisión documental sobre los derechos de los animales en
México, para ello se buscarán las leyes o normas referentes al cuidado y
bienestar de los animales. Se considerarán previamente las publicaciones
científicas referentes al tema.
La importancia de la consideración de los animales no humanos como
sujetos de derecho desde la perspectiva de los Derechos Humanos

Cualquier tipo de discriminación nos muestra tanto las carencias y los límites de
nuestra propia cultura jurídica occidental de derechos humanos, que su ideal es
buscar humanidad, por lo que considero se deben de buscar más espacios para
lograr un mundo más justo. Respetando en igualdad de condiciones las
diferencias y siempre defendiendo una vida digna de ser vivida en cada entorno
social y cultural, en donde podemos utilizar al Derecho como un instrumento más
de reconocimiento y garantía.
El saber valorar las diversas particularidades siendo conscientes de nuestras
raíces no impide la búsqueda de referentes transculturales y transhistóricos que
en cada momento y en cada lugar se generan y se regeneran por lo general, en
función de las prácticas humanas.
Pero acaso, ¿no es al día de hoy conocido que varios animales no humanos
también cuentan con culturas ampliamente desarrolladas donde aprenden a usar
herramientas e instrumentos, así como varias formas de interaccionar a través del
aprendizaje social? Como por ejemplo, ciertos individuos primates aprenden
comportamientos y posteriormente son adoptados por los demás. Algunos
inventan conductas y los congéneres aprenden estas por imitación, lo que se
puede considerar como conductas culturales. La comunidad de científicos
expertos en primatologia hoy en día conocen que existen tres áreas culturales
entre los chimpancés, que viene siendo la cultura de las piedras en África
occidental, la de los bastones en Camerún y Guinea Ecuatorial, la de las hojas y
las lianas en África oriental, cada una en diversas partes del mundo. Los
chimpancés son animales muy culturales. Aprenden a distinguir cientos de plantas
y sustancias, ya conocer sus funciones alimentarias y astringentes, logrando
alimentarse y contrarrestar los efectos de los parásitos. Cada grupo tiene sus
propias tradiciones sociales, alimentarias, sexuales, instrumentales, etc., que
pasan de una generación a otra.
Ley Gral. de Bienestar animal
En nuestro país existe un gran número de conflictos relacionados con el trato a los
animales, mismos que varían en sus causas, naturaleza y gravedad de acuerdo a
la gran diversidad de especies domésticas y no domésticas, y al uso que se hace
de ellas. En la mayoría de los casos, las causas de los problemas de bienestar
animal se deben a la percepción errónea que la gente tiene acerca de que los
animales no son capaces de sufrir, sentir dolor y padecer estrés.

Como resultado, es común que se desarrollen actitudes negativas hacia ellos, lo


que finalmente se refleja en conductas de crueldad y negligencia, siendo el
alojamiento y mantenimiento; el transporte y movilización; la eutanasia y matanza;
la comercialización de los animales, y el manejo que se hace de los animales, las
situaciones que dan origen a la problemática de bienestar animal.

Algunos de estos problemas se deben principalmente a que en nuestro país es


una constante que los animales no cuenten con un mantenimiento y alojamiento
adecuado a sus necesidades biológicas, ya que sus poseedores en muchas
ocasiones no los proveen del alimento que requieren, viviendo hacinados y en
lugares inadecuados.

Además de esto, aquellos animales que son utilizados en algunas actividades


productivas sufren de problemas de bienestar relacionados con las prácticas de
manejo de las cuales son objeto, provocándoles estrés, lesiones, enfermedades e
incluso la muerte, como ejemplo se puede mencionar que durante el transporte,
los animales son mezclados sin ningún cuidado ya que en el mismo contenedor se
pueden introducir animales de diferentes especies, edades o etapas fisiológicas,
facilitando con ello, la presencia de enfermedades e incluso agresiones entre las
propias especies.

Como es bien sabido durante décadas un número importante de animales ha sido


utilizado para satisfacer el mercado de carne. Aproximadamente entre 60 por
ciento y 80 por ciento del total de los animales fueron sacrificados en rastros
municipales, donde generalmente el manejo previo y la matanza se realizan en
condiciones tan precarias que no se garantiza ni la sanidad, ni los requerimientos
mínimos de bienestar, aún a pesar de que existe una norma oficial mexicana
NOM-033-ZOO-1995 que regula dicha actividad.

Asimismo, en el caso de los animales de abasto, es común que el sacrificio se


realice mediante degüelle, sin previa insensibilización, introduciendo a los
animales aún vivos en agua hirviendo, así como desollándolos en las mismas
circunstancias.

Ahora bien, en lo que corresponde al control y manejo de los animales de


compañía, un alto porcentaje sufre de abandono en la vía pública, las prácticas de
sacrificio son igual de inadecuadas, ya que es común que para tal efecto se
utilicen venenos, electrocución mal aplicada e incluso golpes.

Esta es otra grave problemática que se da dentro de las actividades de


comercialización de animales, ya que la misma no cuenta con suficientes
mecanismos jurídicos que regulen el respeto al bienestar de los animales
susceptibles de dichas actividades, y por lo general los establecimientos no
cuentan con las medidas de seguridad necesarias, ni la atención por parte de un
médico veterinario.

Asimismo, una práctica cotidiana que refleja serios problemas de bienestar animal,
es la venta de animales en mercados ambulantes o en la vía pública, ya que
además de ser ilegal, no se cuenta con mecanismos de control y garantía de
protección de sus necesidades más básicas como lo son la alimentación, el
cuidado y alojamiento, lo que provoca estrés, así como la transmisión de
enfermedades infecciosas por falta de higiene; llegando a practicar la modificación
de su aspecto físico, ya sea con pintura y otras sustancias con el objeto de
engañar al comprador y aumentar su valor comercial.
En cuanto a los animales que son utilizados para el trabajo, incluyendo los de
carga, monta y tiro, así como los de terapia, asistencia, guardia y protección, es
también común que durante la ejecución de estas actividades se utilicen animales
enfermos o heridos, hembras gestantes a término, o especies muy jóvenes para
carga y tiro, desarrollando dichas actividades por periodos prolongados y sin
procurarles descanso y alimentación suficiente.

Es necesario destacar que en muchas ocasiones el entrenamiento de animales


utilizados para terapias, asistencia, guardia y protección se lleva a cabo en
ocasiones en lugares públicos, por entrenadores no certificados, sin formación y
sin experiencia, lo que propicia que el entrenamiento sea a través de castigos e
incluso lesiones severas a los animales.
La normatividad en México sobre el bienestar animal

Desde el 8 de diciembre de 2007 es de aplicación la Ley 32/2007, de 7 de


noviembre, para el cuidado de los animales, en su explotación, transporte,
experimentación y sacrificio.

El objetivo de esta Ley es establecer las normas básicas sobre el cuidado de los
animales en la explotación, durante su transporte y en el momento de su sacrificio.
También establece las normas básicas sobre los animales utilizados para
experimentación y otros fines científicos.

Con esta Ley se completa la normativa nacional ya existente en la materia,


incorporando al ordenamiento jurídico algunos aspectos de la legislación
comunitaria en materia de protección animal, incluyendo la tipificación de
infracciones y sanciones.

Si bien el ámbito de aplicación de la Ley se refiere a los animales mantenidos con


fines económicos, la prohibición de las actividades consideradas más graves, tales
como el abandono o la utilización de animales en peleas, se extienden también a
los animales de compañía. También es de aplicación lo relativo a su transporte,
siempre que éste se realice de forma colectiva.

Con objeto de poder comprobar el cumplimiento de la normativa, se regulan las


inspecciones y se establecen las competencias inspectoras, por las que se
determina que las administraciones públicas, en el ámbito de sus competencias,
son las encargadas de realizar los controles necesarios para asegurar el
cumplimiento de la normativa, así como de las disposiciones de las Comunidades
Autónomas en esta materia, correspondiendo a la Administración General del
Estado las inspecciones sobre los aspectos de la protección animal en materia de
importación y exportación de animales y en los centros que dependen de ella.
También se contempla la posibilidad de adoptar medidas provisionales de carácter
cautelar en casos de grave riesgo para la vida de los animales.

Además, se tipifican las distintas clases de infracciones, clasificándolas como


leves, graves o muy graves, dependiendo de los criterios, por una parte de riesgo
o daño para los animales y por otra, del grado de intencionalidad, estableciendo
las sanciones que pueden aplicarse, que podrían consistir en un apercibimiento o
en multas con importes comprendidos entre los 600 y los 100.000 euros.

Asimismo, se modifica la Ley 8/2003, de sanidad animal, de forma que las


explotaciones de animales de nueva creación tienen que haber sido
inspeccionadas por la autoridad competente para comprobar el cumplimiento de
los requisitos exigibles en materia de protección animal.

También se contempla el establecimiento, por parte del Ministerio de Educación y


Ciencia, de un procedimiento excepcional para la acreditación de la formación y
experiencia de los investigadores que trabajan con animales de experimentación.

La Ley Orgánica 15/2003, de 25 de noviembre, (BOE 26 de noviembre) modificó la


Ley Orgánica 10/1995, del Código Penal, configurándose como delito el maltrato
de los animales domésticos, manteniéndose como falta únicamente para los
supuestos leves. Asimismo, se introduce como falta el abandono de animales.

En cuanto a la normativa específica, existe legislación que regula la protección de


los animales de granja, durante su transporte y en el momento de su sacrificio.
La protección del bienestar animal a través del derecho penal

Se afirma que el otorgamiento al animal del estatus de “sujeto pasivo” del delito,
debería conllevar su consiguiente reconocimiento como “sujeto activo” de otros
ilícitos algo que en opinión de este sector doctrinal debe considerarse hoy en día
inaceptable, en la medida en que su ausencia de raciocinio implica una absoluta
incapacidad, pues “los animales no pueden actuar dolosa o imprudentemente, sino
sólo instintivamente”. No obstante, este mismo sector doctrinal reconoce que tal
escollo podría salvarse sosteniendo que los animales son sujetos sólo de
derechos (razón por la cual podrían ser sujetos pasivos del delito de maltrato) y no
de obligaciones (por lo que no podrían cometerdelitos); visto desde esta
perspectiva, “los animales podrían ser equiparados con un niño recién nacido —
carente igualmente de raciocinio y de capacidad de culpabilidad— que posee
derechos subjetivos —y que, por tanto, puede ser sujeto pasivo de un delito—
pero no tiene capacidad para cometer delitos”.

Los animales y su situación frente al derecho

Se ha discutido a lo largo de la historia el tema del estatus moral de los animales,


entendiendo por estatus moral aquella condición en la cual el individuo es
consciente de su propia existencia (autoconciencia) y toma decisiones para un
futuro calculado. Frente a esta discusión, se han planteado tres posibles
respuestas:
1.- Considerar que los animales, al no ser seres racionales no tienen estatus
moral, por lo que no tenemos obligaciones para con ellos.
2.- Considerar que existe una relación instrumental, es decir, son medios que nos
ayudan a alcanzar un fin, por ejemplo: Alimentación, vestuario, compañía en el
caso de lasa mascotas, experimentación científica, etc., por lo que el ser humano
tiene un deber a su respecto. Para esta posición los animales tendrían una
importancia moral indirecta.
3.- Por último existen corrientes filosóficas y éticas que postulan que el animal, por
el hecho de tener sensibilidad al dolor y capacidad de amar o de adherirse
emocionalmente a los seres humanos, como ocurre con los animales domésticos,
tiene una esfera moral que le es propia e irreductible.
En efecto, es un hecho, que para la mayoría de las personas no resulta fácil llegar
a la conclusión de que es malo causar dolor a los demás prescindiendo de la
especie a la que pertenezcan, por lo que menos aún lo es afirmar que es malo
matar a un animal en el momento en que nos enfrentamos a situaciones como la
experimentación científica, la moda de usar pieles, hábitos alimenticios,
tradiciones religiosas o de carácter patrio como el rodeo o las corridas de toros o
diversas actividades económicas que benefician al hombre y que implican el
sacrificio y sufrimiento de seres no humanos. La mayoría de las personas estará
de acuerdo en que es incorrecto matar a otro ser humano, sin embargo no
presentarán objeción ante la muerte de animales. Esto no constituye más que una
forma de “especismo” al considerar que sólo la vida humana es valiosa.
El valor que se atribuya a la vida variará en cada individuo, dependiendo de
diversos factores de carácter ético, valórico y religioso. Así hay quienes se oponen
irrestrictamente a fenómenos como el aborto y la eutanasia, argumentando que
estos métodos privarían de la vida a seres inocentes, no obstante lo cual no ven
problema alguno ante la matanza descarnada de quienes no pertenecen a nuestra
especie.

Garantías jurídicas para la protección de animales domésticos

El reglamento es de orden público, interés social y observancia, su contenido


procura prácticas humanitarias; orientadas a la educación y concientización de la
sociedad; sobre el respeto, cuidado y consideración hacia los animales.
Son objetivos específicos de este instrumento los siguientes:
I. Proteger a los animales de cualquier acto de maltrato que les cause daño o
sufrimiento;
II. Controlar la población de animales callejeros
III. Controlar la población de animales domésticos
IV. Prevenir y disminuir la prevalencia de las enfermedades zoonóticas y lesiones
causadas por estos animales;
V. Reducir los efectos y costos adversos de la contaminación provocados por las
excretas caninas;
VI. Mejorar la imagen del Cuidad;
VII. Establecer obligaciones a los propietarios de mascotas, sobre su atención,
cuidados, control sanitario, destino final, así como de los daños a terceros que
causen; y
VIII. Concientizar a la población acerca del cuidado de las mascotas, así como del
control de población de los animales domésticos.
IX. Establecer acuerdos con organismos públicos y privados de protección animal,
para el cumplimiento de los fines del presente reglamento.

10 derechos de los animales que debes conocer y respetar

El 10 de diciembre de 1997 se comenzó a conmemorar el Día Internacional de los


Derechos de los Animales Desde entonces, se busca lograr que las personas
reflexionen sobre el respeto que debe otorgarse a todos los seres y no solamente
a los humanos.

Como menciona el portal edy.com.mx, teniendo en consideración que el respeto


hacia los animales por el hombre está íntimamente ligado al respeto de los
hombres entre ellos mismos, la liga internacional de los Derechos de los Animales,
proclamo el 15 de octubre de 1978 la Declaración Universal de los Derechos de
los Animales, la cual fue posteriormente aprobada por la ONU y la UNESCO.

A lo largo de estos años, se ha recibido el apoyo de organizaciones provenientes


de países de todo el mundo como Reino Unido, Holanda, Francia, la República
Checa, Alemania, Polonia, Chipre, Canadá, Estados Unidos, México, Argentina,
Brasil, India y Filipinas, convirtiendo a esta fecha en un referente a lo largo de todo
el planeta, así lo menciona Anima.

Artículo 1º

Todos los animales nacen iguales ante la vida y tienen los mismos derechos a la
existencia.

Artículo 2º

a) Todo animal tiene derecho al respeto.

b) El hombre, no puede atribuirse el derecho de exterminar a otros animales o de


explotarlos violando ese derecho. Tiene la obligación de poner sus conocimientos
al servicio de los animales.

c) Todos los animales tienen derecho a la atención, a los cuidados y a la


protección del hombre.

Artículo 3º

a) Ningún animal será sometido a malos tratos ni a actos crueles.

b) Si es necesaria la muerte de un animal, ésta debe ser instantánea, indolora y no


generadora de angustia.

Artículo 4º

a) Todo animal perteneciente a una especie salvaje, tiene derecho a vivir libre en
su propio ambiente natural, y a reproducirse.
b) Toda privación de libertad, incluso aquella que tenga fines educativos, es
contraria a este derecho.

Artículo 5º

a) Todo animal perteneciente a una especie que viva tradicionalmente en el


entorno del hombre, tiene derecho a vivir y crecer al ritmo y en las condiciones de
vida y de libertad que sean propias de su especie.

b) Toda modificación de dicho ritmo o dichas condiciones que fuera impuesta por
el hombre con fines mercantiles, es contraria a dicho derecho.
Artículo 6º

a) Todo animal que el hombre ha escogido como compañero, tiene derecho a que
la duración de su vida sea conforme a su longevidad natural.

b) El abandono de un animal es un acto cruel y degradante.

Artículo 7º

Todo animal de trabajo tiene derecho a una limitación razonable del tiempo e
intensidad del trabajo, una alimentación reparadora y reposo.

Artículo 8º

a) La experimentación animal que implique un sufrimiento físico o psicológico es


incompatible con los derechos del animal, tanto si se trata de experimentos
médicos, científicos, comerciales, como toda otra forma de experimentación.

Artículo 9º
Cuando un animal es criado para la alimentación debe ser nutrido, instalado y
transportado, así como sacrificado, sin que de ello resulte para él motivo de
ansiedad o dolor.

Artículo 10º

a) Ningún animal debe ser explotado para esparcimiento del hombre.

b) Las exhibiciones de animales y los espectáculos que se sirvan de animales son


incompatibles con la dignidad del animal.
Conclusiones
Puede decirse que los animales no tienen derecho a la vida o a la integridad, física
o psíquica (entre otras razones porque el reconocimiento de tales derechos
conllevaría la frustración de la satisfacción de numerosas necesidades humanas),
pero la sociedad sí tiene “derecho” (en el sentido vulgar del término) a exigir a
todos y cada uno de sus miembros que respeten la esfera de tutela que ha
decidido otorgarles y que se especifica en una limitación de sus posibilidades de
empleo, al igual que en el caso del patrimonio histórico se limita la propiedad
privada en función de ciertos intereses sociales preeminentes. En este contexto el
injusto penal se concreta en este último aspecto: la sociedad valora a los animales
como bienes jurídicos dignos de protección, y pretende tutelarlos frente a las
agresiones que considera más graves: aquellos actos que le provocan un maltrato
injustificado; por tanto, para la aplicación de los tipos penales bastará con
constatar que se ha maltratado al animal, y no que alguna persona ha sentido
compasión de su maltrato.
Hemos podido efectuar un estudio de la situación de los animales, primero a
través de un análisis histórico de lo que ha sido a través del tiempo la relación
entre hombres y animales, enfocada esta desde las perspectivas religiosa, moral y
jurídica, luego a través de un estudio concreto de las normas que al respecto rigen
en nuestro ordenamiento jurídico, así como también en derecho comparado. Sin
embargo, lo medular de este trabajo ha sido determinar si los animales poseen o
no derechos, y a qué clase de derechos nos referimos al efectuar esta discusión.
De lo analizado en el desarrollo de esta tarea, podemos extraer las siguientes
conclusiones:
Primeramente y tratándose de la relación hombre-animal, rige la idea del dominio
del hombre sobre todos los animales de la tierra, esto se desprende del
pensamiento cristiano, contenido en las Sagradas Escrituras, pensamiento que ha
influido en diversos filósofos y autores de derecho, responsables de lo que nuestra
legislación es hoy, sin perjuicio de que también hayan existido autores disidentes
de esta posición, a los cuales citan y recurren los actuales defensores de los
derechos animales. Actualmente, la Iglesia Católica, si bien sigue sosteniendo la
preponderancia del hombre, hace un llamado, a través del Catecismo a no
ocasionar a los animales sufrimiento innecesario. Llama la atención, que
postulados extremistas como los de René Descartes, que niegan toda
consideración hacia los seres no humanos, vallan quedando cada vez más atrás,
aceptándose casi indiscutidamente la idea de que estamos ante sujetos que viven
y son capaces de sufrir y amar, lo cual los diferencia claramente de los objetos
inanimados, categoría en la que el derecho los incluye, descartándose la
inteligencia y el uso del lenguaje como requisito para merecer esta atención. Se
llega, por tanto a la conclusión que ellos deben ser respetados, como pacientes
morales.
En cuanto a si los animales son titulares o no de derechos, se concluye que, si
bien, como se señaló, tanto el uso de un lenguaje como la racionalidad no influyen
en la consideración moral que se deba dar a un ser vivo que vive y siente, sí
importan al hablar de derechos, pues, al estar los animales en una categoría
intermedia entre las cosas y el hombre, merecen un trato distinto al que
jurídicamente se da a los objetos inanimados, siendo este trato también distinto al
que se otorga a los seres humanos. Por lo anterior, podemos decir, que los
animales merecen respeto; si bien, no como sujetos de derecho en la misma
medida que el ser humano, pero al menos como titulares de derechos mínimos
regidos por el orden moral, generando obligaciones de la misma naturaleza, que
implican un deber que se impone moralmente al resto de la humanidad.
Bibliografía

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