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Alisson Alexandra Vilela Olaya et al.

LA RETÓRICA ARISTOTÉLICA

INFORME

CCOM 187 NRC 7452 - 7453

RICARDO VERA LEYVA

UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN

ESCUELA PROFESIONAL DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN

Mayo del 2018


Alcántara Quispe, Luis Alberto

Arias Figueroa, Sandra Valeska

Campos collas, Allison Alessandra

Carbajal Garay, Sandra Valeria

Vilela Olaya, Alisson Alexandra


LA RETÓRICA ARISTOTÉLICA
INTRODUCCIÓN

La vida moderna está llena de momentos en los que se habla en público, por lo que es

necesario que se ponga énfasis en esta habilidad comunicativa. El discurso público, partiendo de

lo anterior, tiene gran importancia en la sociedad occidental, ya que éste, por definición, sugiere

que las personas se muestran más receptivas a escuchar puntos de vista que pueden entrar en

contradicción con los suyos y, además, que cuando uno habla ante un grupo, la información tiene

resonancia más allá de ese grupo.

A Aristóteles se le atribuye el mérito de explicar las dinámicas del discurso público en su

teoría denominada La Retórica. Ésta, está compuesta por tres libros: El primero, centrado en los

oradores, el segundo, en la audiencia, y el tercero, en el discurso en sí mismo. Los expertos en

comunicación consideran a La Retórica como uno de los escritos con mayor influencia en la

civilización occidental, e incluso, se llega a afirmar que el trabajo de Aristóteles es hoy en día el

más importante tratado sobre cómo preparar y dar un discurso.

Además, políticos, médicos y filósofos, entre otros, han incorporado varios de sus

principios a sus disciplinas respectivas, y durante mucho tiempo los estudiosos del discurso

público han sabido sacar provecho de ella, por lo tanto, esta teoría es heurística, y no sólo eso,

sino que también es la que, entre sus semejantes, ha sobrevivido más al paso del tiempo.
TRADICIÓN RETÓRICA

Aristóteles fue animado a pensar sobre el mundo que le rodeaba. A los 17 años fue a

estudiar con su mentor, Platón. Ambos tenían visiones del mundo enfrentadas: Platón buscaba

verdades absolutas sobre el mundo, no le importaba si esas verdades tenían un valor práctico o

no, e incluso, creía que las personas podían ponerse de acuerdo en cuestiones importantes;

mientras que Aristóteles, estaba más interesado en encontrar la verdad absoluta, así como la visión

realista, racional y lógica de la sociedad, es decir, intentaba comprender los distintos tipos de

personas de la sociedad ateniense.

Aristóteles estaba comprometido en ayudar a los ciudadanos corrientes. A estos, se les

pedía que participen en juicios por asesinato, que vigilen los límites de la ciudad, que defiendan

sus propiedades de falsos recaudadores de impuestos. Ya que no había abogados profesionales,

muchos ciudadanos contrataban sofistas (profesores de discurso público) para que les enseñe los

principios de la persuasión. Esos profesores fundaban pequeñas escuelas donde enseñaban a sus

alumnos el proceso de hablar en público y donde producían manuales presentaban sencillas

formas de convertirse en un buen orador. Aristóteles, creía que muchos de esos manuales se

centraban en el sistema judicial en perjuicio de otros campos, creía también que los autores

dedicaban demasiado tiempo a las formas de excitar a los jurados y los jueces. Aristóteles

recuerda a los oradores que deben olvidar la importancia de la lógica en sus presentaciones.

Se puede considerar que la Retórica es la respuesta de Aristóteles a los problemas que

veía en esos libros. Aristóteles, recomienda a los oradores, y espera de ellos que vayan más allá

de los instintos primarios cuando quieran persuadir a otros. Deben tener en cuenta todos los

aspectos del discurso, incluidos los oyentes.

Para algunos puede resultar poco familiar interpretar la retórica, después de toda esta

palabra ha sido tan traída y llevada por diferentes tipos de personas que quizás incluso haya

perdido el sentido que originalmente le dio Aristóteles. Por ejemplo, Jasper Neel (1994) comenta

que el término retórica ha tomado “connotaciones tan cálidas y cercanas en la era postmoderna”
(p. 15) que se entiende a olvidar su significado original. Además, menciona que debemos volver

a la interpretación aristotélica de retórica o perderemos la esencia de su teoría. Los políticos a

menudo atacan a sus rivales diciéndoles que “su retórica está vacía” o que “tiene mucha retórica

pero poca acción”. Las críticas de este tipo trivializan el activo y dinámico proceso de la retórica

y su papel en el proceso del discurso público.

PRESUPUESTO DE LA RETÓRICA

Dos propuestos de retórica:

 Los buenos oradores deben tener en cuenta a su audiencia:

Por supuesto hay que tener en cuenta que la comunicación es un proceso transaccional,

así que se debe reconocer la relación de orador-audiencia porque sin audiencia no

tendría sentido un orador por ello se debe tener en cuenta también a la audiencia. Analiza

la audiencia, todas sus características para así se haga recíproco el conocimiento y el

entendimiento entre las dos partes. Para Aristóteles eran importantes tres elementos en

el discurso para que sea efectiva la comunicación: Orador, tema y personas hacia las

que se dirigen.

 Los buenos oradores utilizan pruebas en sus presentaciones:

Las pruebas se refieren a los medios de persuasión, para Aristóteles existen tres pruebas:

El ethos se refiere al carácter, la inteligencia y la disposición las cuales el orador a través

de ello las revela al público. También se refiere a una influencia entre el orador y el

oyente; en El logos el orador utiliza ciertos recursos como argumentos, razones,

lenguaje claro; y El pathos es lo que los oyentes reflejan en cuanto a un discurso con

emociones.

Aristóteles expone al logos más allá e indica que si un orador lo utiliza, piensan, necesariamente

en los silogismos y los entimemas.


SILOGISMOS Y ENTIMEMAS: UN ARGUMENTO DE TERCER GRADO

Al silogismo se le define como un argumento deductivo y como un conjunto de

proposiciones relacionadas entre ellas, que se sacan conclusiones a partir de las premisas (punto

de partida del orador) mayores y menores.

Como al entimema lo definen como un silogismo basado en probabilidades, que hace que

la persuasión sea retórica. Se lleva una conclusión de una premisa que no está completa y que

omite una premisa básica que el silogismo si incluye. Y para Aristóteles es parte fundamental del

discurso, los oradores lo usan para que su discurso sea efectivo.

CÁNONES DE LA RETÓRICA

Aristóteles estaba convencido de que para que un discurso tuviese efecto, los oradores debían

seguir unas guías o principios de que llamó cánones. Aristóteles señala cinco ingredientes de una

oratoria efectiva: invención, arreglo, estilo, declamación, y memoria. (Turner & West, 2005)

 La invención, se define como la construcción o el desarrollo de un argumento relevante

para el propósito de un discurso.

 El arreglo, se relaciona con la organización del discurso, evitando las estructuras

complejas y dando prioridad a la sencillez.

 El estilo, se relaciona con la utilización del lenguaje para expresar ideas. De acuerdo con

Aristóteles, se deben evitar lo términos pocos conocidos o anticuados, intentando

convertir lo desconocido en conocido y hacer el aprendizaje lo más sencillo posible.

 La declamación, se refiere al componente verbal de un discurso, para Aristóteles este

término se refería exclusivamente a la manipulación de la voz; esto es, su tono, ritmo y

volumen.

TIPOS DE RETÓRICA
En la época en la que Aristóteles existía, se les pedía a los ciudadanos que realicen

diversas actividades oratorias, como las de los jueces, abogados o legisladores. Dentro de estos

ambientes fue donde él describió diferentes situaciones en las que un ciudadano hablaba de

negocios, de finanzas, de la defensa nacional y de guerra. Presento tres tipos de retórica, o lo que

él llamaba tres tipos de oratoria.

La oratoria o retorica judicial

Referida concretamente a hablar en los tribunales. Su objetivo es establecer la

culpabilidad o la inocencia, en los tiempos de Aristóteles, los oradores judiciales dirigían sus

discursos a un juez. Aristóteles estudio la retórica judicial dentro de un marco legal. Por otro lado

Aristóteles reconocía que la personalidad de una persona es fundamental para esta retórica. Los

ejemplos de la retórica judicial abundan en nuestra sociedad. Los oradores judiciales han tenido

un importante papel en los tribunales de Estados Unidos. Los abogados, en particular, han

utilizado durante años la retórica judicial de manera persuasiva. Amelie Rorty (1996) afirma que

“el discurso judicial supone centrarse en argumentos que influyen en las mentes de los jueces,

incluidas sus creencias sobre por qué algunos criminales actúan como lo hacen y que situaciones

incitan a las personas a quebrantar la ley”.

La epidéictica o retorica ceremonial

Los discursos de los tiempos de Aristóteles se daban en auditorios públicos y con la

intención de elogiar, honrar, culpar o avergonzar. Los oradores epidéicticos se refieren en sus

discursos a personas, hechos, organizaciones o naciones. Estos discursos se centran normalmente

en asuntos sociales, ya que según Aristóteles las personas se interesan por el aquí y el ahora. Por

ejemplo, un discurso que critica las condiciones de las prisiones quizás no tenga gran repercusión

entre el público si el orador está condenado a muerte o violación y asesinato. Por otro lado en los

funerales, es normal elogiar al difunto refiriéndose a los valores actuales. El orador epidéictico

de un funeral habitualmente compara los valores de quien ha fallecido con los de la sociedad.
Retorica deliberativa o retórica política

Se asocia al futuro, a lo que la audiencia hará o pensara como resultado de los esfuerzos

del orador. El orador deliberativo debería prepararse a entrar a temas que son importantes para la

audiencia y con los que puede que él tenga una relación personal. Larry Arnhart (1981) dice que

“el orador deliberativo debe conocer no solo el tema actual de debate sino también los elementos

de la naturaleza humana que influyen en la deliberación”.

CRÍTICA

La Teoría Retórica es un pilar fundamental de la comunicación, pero, pesar de esto, la

Teoría Retórica no ha sido aceptada completamente. Los críticos de Aristóteles, hacen hincapié

en la contradicción de su teoría. Lord (1994) afirma que al desarrollar su teoría, Aristóteles

arremete contra los estudiosos de la retórica Contemporánea a él por centrarse demasiado en las

emociones de la audiencia. A pesar de que, en su teoría, Aristóteles anima a los oradores a no

centrarse demasiado en las emociones, él hace precisamente eso cuando acentúa la importancia

de presentar las emociones e invocar a las pasiones de la audiencia (pathos) en el discurso.

Otra crítica hacia esta teoría es la relacionada a su aparente incoherencia debido al

desorden de su trabajo. La teoría retórica se monta a partir de las lecturas de Aristóteles (Kennedy,

1991; Lord, 1994), por lo que “parece que éste tratara los temas arbitrariamente y por azar,

presentando un tema y dejándolo, para volver más tarde a él”.

Por otro lado, también hay mucha crítica en cuanto la falta de claridad en su terminología,

confusión que tiene origen en las definiciones poco trabajadas por Aristóteles, o en la falta de

definiciones. Por último, los críticos acusan a Aristóteles de ignorar la naturaleza crítica de sus

lectores (audiencias), sobre esto, Eugene Ryan (1984) menciona que: “Aristóteles piensa en

oyentes que tienen cierta dificultad en concentrarse en lo que dice el orador, se distraen

fácilmente, tienden a olvidar lo que ha pasado y no quedan absortos con las ideas abstractas”

(p.47).
CONCLUSIONES

1. La retórica. Planteada por Aristóteles, es el arte de persuadir a cualquiera por

medio del discurso, e inicia por las necesidades humanas de transmitir un discurso.

2. La retórica se concibe, de forma generalizada, como una disciplina con grandes

capacidades aplicativas en lo que concierne a la formación comunicativa del

orador. Su trasfondo teórico permite la consecución de un plan instructivo que

sobrepasa el simple adoctrinamiento y de fácil aplicación.

3. A pesar de ser criticado por algunos debido a su inconsistencia y claridad, la

Teoría Retórica es uno de los pilares fundamentales de la comunicación con

importantes aportes sobre cómo los oradores generan y utilizan las emociones, la

lógica y la confianza. Veinte siglos después, es uno de los escritos más

importantes sobre el discurso.


BIBLIOGRAFÍA

Arnhart, L. (1981). Aristotle on political reasoning: A commentary on rethoric.


Delkab: Nortern Illionis University Press.

Kennedy, G. (1991). Aristotle on Rhetoric: A theory of civil discourse. New York:


Oxford University Press.

Lord, C. (1994). The intention of Aristotle’s Rhetoric: Classical Greek Rhetoric.


California: Hermagoras Press. (pp. 157—168).
Neel, J. (1994). Aristotle’s Voice: Rhetoric, theory & writing in America. Carbondale:
Southern Illinois University Press.

Rorty, A. (1996). Structuring rhetoric: Aristotle’s Rhetoric. Berkeley: University of


California Press. (pp. 1—33).

Ryan, E. (1984). Aristotle’s theory of rhetorical argumentation. Montreal: Les


Editions Ballarmin.

Turner, L & West, R. (2005). Teoría de la comunicación: Análisis y aplicación. (1ª


ed.). España: McGraw Hill. (pp. 281-297).

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