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La historia de la albañilería se remonta a más de 6000 años atrás y se originó en civilizaciones como Babilonia y el antiguo Egipto, donde se usaron los primeros ladrillos de barro. En el Perú, la albañilería confinada se introdujo después del terremoto de 1940 y desde entonces se ha convertido en uno de los sistemas estructurales más empleados, especialmente en Lima. Actualmente existe una gran variedad de unidades de albañilería y es necesario investigar el comportamiento sísmico de las nuevas unidades.
La historia de la albañilería se remonta a más de 6000 años atrás y se originó en civilizaciones como Babilonia y el antiguo Egipto, donde se usaron los primeros ladrillos de barro. En el Perú, la albañilería confinada se introdujo después del terremoto de 1940 y desde entonces se ha convertido en uno de los sistemas estructurales más empleados, especialmente en Lima. Actualmente existe una gran variedad de unidades de albañilería y es necesario investigar el comportamiento sísmico de las nuevas unidades.
La historia de la albañilería se remonta a más de 6000 años atrás y se originó en civilizaciones como Babilonia y el antiguo Egipto, donde se usaron los primeros ladrillos de barro. En el Perú, la albañilería confinada se introdujo después del terremoto de 1940 y desde entonces se ha convertido en uno de los sistemas estructurales más empleados, especialmente en Lima. Actualmente existe una gran variedad de unidades de albañilería y es necesario investigar el comportamiento sísmico de las nuevas unidades.
La necesidad de construir viviendas apareció cuando los
refugios naturales dejaron de ser suficientes para la supervivencia. En algunos lugares se empleaban ramas y piedras, pero también empezaron a surgir los primeros ladrillos o bloques a base de barro cocido y secado al sol. La historia de la albañilería se remonta a más de 6000 años atrás.
El uso de los primeros ladrillos –un poco distintos a los
que usamos hoy en día pero con la misma base y finalidad- se dio en Babilonia (Mesopotamia) y en el antiguo Egipto, civilizaciones que impulsaron el nacimiento de la construcción y en el que podríamos poner el punto de inicio de la albañilería.
Uno de los grandes resultados de esta época fueron las
famosas pirámides de Egipto, entre las que encontramos la única de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo que perduran a día de hoy, la Gran Pirámide de Guiza.
Griegos y romanos
Los templos griegos, creados unos siglos antes de Cristo,
basaron sus estructuras en piedra caliza y mármol, haciéndolos famosos en la historia de la albañilería y la construcción por su majestuosidad. Cuando la civilización pasó a manos de los romanos, estos empezaron a construir cúpulas y arcos en todo tipo de construcciones.
La albañilería en esta época fue muy innovadora y se
crearon teatros, anfiteatros, acueductos, sistemas de calefacción, puentes y muchos más. Y si no, echemos un vistazo a la acrópolis de Atenas o al Coliseo de Roma. Época medieval
En la época medieval encontramos dos factores clave que
afectaron a la construcción y la albañilería:
La profundización del conocimiento en el uso de otros
materiales como el estuco o el yeso, así como del sistema de tuberías y canales que se pudo dar gracias a la influencia islámica en la Península Ibérica. Esto lo vemos en los Reales Alcázares de Sevilla. Las construcciones religiosas en toda Europa y el nacimiento de estilos como el románico (catedral de Santiago de Compostela), el gótico (catedral de Notre- Dame), el renacimiento (Santa Maria del la Consolazione), el barroco (iglesia del Gesù) y el neoclasicismo (iglesia de la Madeleine).
Era moderna hasta el día de hoy
Si bien hasta ahora se iban incorporando técnicas y
materiales, la era moderna y la Revolución Industrial aportan no solo nuevos productos, sino normativas y reglamentaciones (especialmente en grandes urbes).
Fue en esta época en la que se desarrolló maquinaria que
ayudó a realizar trabajos de extracción de material o trabajo de la piedra, así como del transporte de productos pesados. Los grandes y altos edificios requerían algo más que albañilería: se necesitaban metales, vigas y cemento que aguantara tales dimensiones. El hormigón armado y el acero se impusieron sobre el ladrillo y la piedra.
Hoy en día, la albañilería no ha desaparecido, sino más
bien al contrario: se ha mejorado y se ha reforzado, combinando así la belleza de sus acabados con su funcionalidad técnica y su larga durabilidad. Albañilería Confinada en el Perú desde 1940
En el Perú, la albañilería confinada fue introducida
después del terremoto de 1940 y por su facilidad constructiva y buen comportamiento sísmico (cuando existen alta densidad de muros) se ha convertido en uno de los sistemas estructurales más empleados. Para ciertos tipos de requerimientos como la construcción de viviendas, no obstante el conocimiento del acero y concreto armado, debe contemplarse la alternativa de emplear albañilería de ladrillos de arcilla cocida o de bloques, considerando que muchas veces resulta más económica. En nuestro país tenemos una gran variedad de sistemas constructivos, en donde las edificaciones destinadas a viviendas en las ciudades son principalmente de albañilería, de concreto armado y mixtas. Generalmente las edificaciones de albañilería son construidas con ladrillos de arcilla cocida y en menor proporción con ladrillos sílico calcáreos o concreto. La albañilería ha sido utilizada para la construcción desde la antigüedad y desde los principios de la década de los 60 se apreció un interés creciente en investigar sus propiedades en el Perú. Las exigencias arquitectónicas modernas y lo costoso de los materiales de construcción, han dado lugar a efectuar un diseño estructural racional buscando economía en este tipo de construcción, y es recién en la década del 80 que se inicia el estudio experimental de la albañilería confinada en el país, cuyo objeto es conocer su comportamiento sísmico empleando técnicas constructivas y materiales propios del país. Así que, en el año 1982 se promulgó nuestra 1 a norma de diseño en el campo específico de la albañilería estructural. Tanto en el Perú como en el extranjero existe una variedad tremenda en las unidades de albañilería, estas han sufrido cambios principalmente en lo referente a su estructura alveolar, dimensiones de las unidades y calidad de los agregados empleados en su fabricación dependiendo su elaboración de si son artesanales o industriales. Los porcentajes de vacíos se incrementaron grandemente de lo que eran de 25% a 30% llegando actualmente a existir unidades de 40% a 48%. Actualmente, existe en el mercado una gran variedad de medidas, donde las dimensiones tradicionalmente usadas no corresponden a las dimensiones actuales. La producción de la industria ladrillera ha ido cambiando a través de los años, la variabilidad que existe actualmente se puede observar tanto en las dimensiones del ladrillo como en su estructura alveolar. La Norma de albañilería E-070 establece que los muros portantes pueden ser construidos con ladrillos sólidos o huecos. Sin embargo, la tendencia a través de los años ha sido aumentar el área de vacíos en la unidad de albañilería, como es obvio se puede producir mayor cantidad de ladrillos con la misma cantidad de insumas. Un punto a favor de los ladrillos con alvéolos lo constituye el hecho de que tienen una mejor cocción, otro es el que se generen llaves de engrapamiento entre el mortero y la unidad de albañilería. No obstante, la preocupación ante esto surge al observar que el tipo de falla en la albañilería con las unidades clasificadas como huecas son frágiles, lo cual puede atentar contra la seguridad de la estructura y por consiguiente contra la vida humana. Actualmente, la albañilería confinada constituye el principal tipo de construcción en muchas ciudades del Perú, como por ejemplo Lima. Las unidades de albañilería de arcilla son las más empleadas para este tipo de construcción, la aceptación que tiene se debe a que es la más antigüa y la más difundida, además de ser aparentemente la más económica para edificaciones de varios niveles. Si hacemos un recorrido por las calles de Lima y sus alrededores sería inevitable no encontrar viviendas construidas con este tipo de material, en las zonas urbanas, en las zonas populares, en las residenciales e incluso en los asentamientos humanos en las laderas de los cerros, la mayoría de la población (sobre todo el sector popular) está acostumbrada a su uso y es más, es muy renuente a cambiarlo. Lo anteriormente expuesto nos plantea la necesidad de realizar investigaciones para evaluar las nuevas unidades, determinar sus propiedades físicas y mecánicas, así como su comportamiento sismorresistente en muros de albañilería y encontrar en qué grado afectan tales modificaciones a un adecuado comportamiento de las edificaciones de albañilería con las nuevas unidades perforadas. Ante esta imperiosa necesidad y esta ardua tarea (En 1982 solo en la ciudad de Lima habían 50 ladrilleras incluyendo las clandestinas) surge el interés de diversos centros de investigación y universidades, uno de ellos el CISMID que viene investigando, entre otros, las estructuras construidas con unidades de albañilería.