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1.

Esquematizar los procedimientos y la información necesaria que permita planificar la


prospección del agua subterránea

La detección directa del agua subterránea se realiza con la aplicación de métodos geofísicos de
una forma ordenada y cuidadosamente seleccionando las diferentes etapas que han de
constituir cualquier campaña

a. Planteamiento del problema


b. Elección del método o métodos más adecuados
c. Programación de la campaña de campo
d. Ejecución cuidadosa de las medidas
e. Interpretación de los datos obtenidos
2. Identificar y seleccionar los métodos de exploración y prospección de acuerdo a los
objetivos de estudio

- Información básica y definiciones (métodos más usados y equipos)


La localización de objetos y estructuras inmersas en el subsuelo se basa en la detección de alguna
propiedad que los diferencia del medio que los rodea, para esto necesitamos métodos geofísicos
que se basan en el estudio de las propiedades físicas de la corteza. Para poder aprovechar las
aguas subterráneas, es preciso primero saber dónde se encuentran.
Las aguas subterráneas están “escondidas”. A veces pueden hallarse debajo de nuestros pies sin
imaginarlo. Antiguamente se utilizaban métodos poco científicos para intentar detectar la
existencia de aguas subterráneas. Para la detección de las aguas subterráneas, hoy se utilizan
procedimientos científicos. ¿Por qué interesarnos los estudios hidrológicos? Actualmente son de
especial interés no solo para la provisión de agua a la población sino también para entender el
ciclo vital de ciertos elementos químicos, como así también para evaluar el ciclo de las sustancias
contaminantes, su movilidad, dispersión y la manera en que afectan al medio ambiente.
Las aguas subterráneas se acumulan y discurren a través de terrenos permeables. Las
características de estos terrenos influyen en la capacidad de almacenar y en la movilidad de ésta
en su seno. La geología es la ciencia que estudia los materiales terrestres, su composición y forma.
Por eso, el conocimiento de las aguas subterráneas está íntimamente ligado al de la geología. La
geohidrología considera a las aguas subterráneas aptas para el consumo como un mineral útil,
pero a diferencia de otros minerales (sólidos, petróleo y gas natural), el agua subterránea es el
único mineral que en su proceso de explotación tiene lugar su agotamiento. Para extraer agua del
subsuelo, en la mayoría de los casos, es necesario bombearla y a veces por gravedad,
transportarla, o bien sacarla del pozo en forma manual, en las regiones más primitivas. Cuando la
extracción del agua se efectúa por medio de bombas se originan siempre dificultades, porque la
permeabilidad de las rocas circundantes no es suficientemente grande como para que el agua
fluya hacia el pozo con la suficiente velocidad a fin de mantener siempre el mismo nivel

Los avances alcanzados recientemente por las técnicas de prospección geofísica en la exploración
de las aguas subterráneas cubren un amplio espectro aplicaciones. Estos avances pueden
apreciarse a partir de las numerosas publicaciones aparecidas en las revistas especializadas. Sin
embargo, muchos de estos avances transcienden poco entre los hidrogeólogos, que son quienes
mejor pueden aprovecharlos para mejorar el rendimiento y la fiabilidad de sus estudios, y mucho
menos entre el público en general, que es como consumidor el beneficiario final del éxito de la
exploración.

Todos los métodos geofísicos: gravimétrico, magnético, sísmicos y eléctricos, pueden contribuir
de alguna manera a la exploración de las aguas subterráneas. Sin embargo, los dos últimos y
sobre todo los métodos eléctricos (incluyendo los electromagnéticos) son los más utilizados y los
mejor dotados para resolver la mayor parte de los problemas planteados con una mejor relación
coste/beneficio.

En términos generales, podemos decir que los problemas que se plantean actualmente en la
investigación hidrogeológica, y a los que la prospección geofísica puede aportar información útil,
no difieren significativamente de aquellos que se presentaban hace algunas décadas. Éstos
pueden resumirse en tres grandes apartados:

Delimitación de zonas favorables para la explotación del agua subterránea: o, lo que es lo


mismo, definir la geometría de los acuíferos: Es por tanto, un procedimiento indirecto que consiste
fundamentalmente en determinar la topografía del techo y de la base de la formación acuífera, así
como de su extensión lateral.

Control de la calidad de las aguas subterráneas: Consiste en localizar el límite entre aguas de
diferente composición química, como consecuencia de la contaminación. El agente contaminante
puede ser debido directamente a la acción humana (vertidos industriales, agrícolas, etc.) o
inducida por la sobreexplotación (intrusión marina), y se detecta a menudo mediante el aumento
de la conductividad eléctrica aparente que provoca el incremento de mineralización del agua
subterránea.

Estimación de los parámetros hidráulicos: Consiste en establecer correlaciones entre los


parámetros físicos medidos y las características hidrodinámicas de la formación acuífera. Esta
aplicación no puede efectuarse en todos los casos, ya que es necesario disponer en el sector
estudiado de un cierto número de sondeos en los que se conozcan las características hidráulicas
para tratar de obtener una correlación estadística. En algunas localidades se han obtenido
funciones lineales que relacionan el primer parámetro de Dar Zarrouk (la resistencia transversal) y
la transmisividad hidráulica. Hay que tener en cuenta el papel que puede jugar la geofísica
aportando información complementaria para la elaboración de modelos matemáticos de flujo y
transporte de masa en la simulación hidrogeológica de los acuíferos.

- Métodos geofísicos de superficie y profundidad


La aplicación de la prospección geofísica nos ayuda a conocer la distribución de los materiales en
el subsuelo así como su naturaleza, analizando la variación de las propiedades físicas de las rocas
con la profundidad. Los métodos de prospección geofísica que se aplican en hidrogeología servirán
siempre de apoyo y colaboración a los estudios geológicos previos, para determinar la existencia y
distribución aproximada del agua en los terrenos permeables. Los métodos geofísicos más
efectivos en la prospección de las aguas subterráneas son:
 El método gravimétrico, estudia las anomalías de la gravedad en la superficie terrestre a fin de
deducir zonas muy compactas e impermeables, con anomalías positivas, y zonas porosas o
fracturadas permeables con anomalías negativas por defecto de masa. Es útil para determinar
la existencia de fallas importantes o de grandes cavidades kársticas saturadas de agua.
 El método eléctrico, que mide la variación de la resistividad de las diferentes rocas con la
profundidad. Cuando las rocas son muy resistivas carecen de poros o fisuras que puedan estar
saturados en agua. Sin embargo, cuando existen aguas subterráneas acumuladas en los
huecos de las rocas, la resistividad será mucho más baja, debido a que el agua, por la
presencia de sales disueltas en ella, actúa como un conductor. Es decir, a efectos
hidrogeológicos, una baja o nula porosidad de las rocas se manifiesta por una elevada
resistividad. Así mismo, si la roca se encuentra sobre el nivel freático, o no contiene agua, su
resistividad será también elevada. Pero si la resistividad es muy baja, el agua almacenada
tendrá un elevado contenido en sales, o las rocas son arcillosas e impermeables.

En este ensayo se utilizan arreglos de cuatro electrodos. Los que están externos inyectan
corriente al suelo, mientras que el par interno detecta la respuesta del material. Sin embargo
este método mide la resistencia de la roca en un punto. Para tener una imagen tridimensional
de las características de un cierto volumen de roca (sección de suelo) se repiten las mediciones
a lo largo de líneas o incluso cuadrículas, identificando las características de la roca en varios
puntos en profundidad.

 El método electromagnético, estudia la influencia del terreno sobre un campo


electromagnético artificial. Puede aplicarse desde aviones y recientemente, comienza a
utilizarse en estudios hidrogeológicos regionales. Es un método que tiene grandes
posibilidades en un futuro no muy lejano, especialmente para prospecciones donde no es
necesario llegar a profundidades superiores a los veinte metros.

Se utilizan un método que consiste en un dispositivo electromagnético enterrado en la tierra,


que es detectado desde un avión o helicóptero desde varios metros de altura. Desde allí se
inducen corrientes en un amplio espectro de frecuencias y, con el magnetómetro enterrado se
miden las distintas profundidades de la roca.
- Interpretación de métodos geofísicos

Las técnicas de interpretación de datos geofísicos también han evolucionado considerablemente


en los últimos años. La disponibilidad de potentes ordenadores a precios asequibles y el desarrollo
de programas de modelización bi y tridimensional ha aumentado mucho la fiabilidad de las
interpretaciones (Shima, 1990 y Barker, 1992). Sin embargo, debe desconfiarse de las
interpretaciones automáticas llevadas a cabo por personal no especializado o que no considere la
información geológica disponible “a priori” y las condiciones de contorno.

Un avance considerable en la interpretación de los datos geofísicos de interés en hidrogeología es


la interpretación conjunta de datos para la reducción de la ambigüedad en la interpretación
(Raiche et al., 1985). Por ejemplo, en la interpretación de las curvas de SEV de tres capas tipo K
(ρ1 < ρ2 > ρ3) se produce el conocido problema de equivalencia en T, siendo T la resistencia
transversal unitaria o producto del grosor por la resistividad de una capa. En cambio, en la
interpretación de las curvas de TDEM puede determinarse el grosor de la capa, pero no su
resistividad, lo que se denomina equivalencia en H (Fitterman et al., 1988). El conocimiento del
grosor de la capa mediante la técnica TDEM proporciona la restricción necesaria para resolver la
resistividad a partir de los datos del SEV (Maier et al., 1995). La principal ventaja de la
interpretación conjunta es la reducción de la influencia del modelo inicial en el resultado final.
3. Elaborar mediante esquemas de organización archivos de información hidrogeológica

- Elaboración de la fase de datos

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