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ISBN 978-987-521-826-0
A pesar del papel de la tecnología para apoyar el Frente a esta situación, el Manual de Indicadores
mayor número de personas que pueden ser so- de calidad del suelo, es una obra de gran relevan-
portadas por la biosfera terrestre, hay un límite cia, no solo por su riqueza científica técnica, tam-
finito a los recursos disponibles de la tierra. bién como un excelente elemento para generar
toma de conciencia en la sociedad.
Los suelos sufren una creciente presión por la
intensificación y la competencia de su uso. Se- Esta obra transita gradualmente desde aspectos
gún FAO, la demanda de alimentos, piensos y generales de los indicadores de calidad de suelo y
fibras de una población creciente aumentará un sus componentes; explicita métodos, selección de
60 por ciento para 2050. Por lo tanto debemos indicadores y su construcción, para luego centrar-
conceptualizar al suelo como un recurso finito, se en aquellos que permiten monitorear sistemas
ya que su pérdida no se revierte en el curso de productivos relevantes en cada una de las seis
una vida humana. Por ello una mirada hacia la ecorregiones definidas para Argentina.
sustentabilidad coloca al suelo como un recurso
irremplazable para la seguridad alimentaria y la Como hecho institucional sumamente auspicioso
nutrición del planeta. es la integración de Programas Nacionales como
el PN Suelo y PN Recursos Naturales, Gestión
En la Argentina los mejores suelos agrícolas (cerca Ambiental y Ecorregiones, generando espacios
de 47 millones de hectáreas), presentan altos ni- colaborativos para alcanzar el objetivo propuesto.
veles de intervención antrópica, por lo que en la
actualidad los desarrollos tecnológicos y las polí- Mis felicitaciones a todos los autores y al editor de
ticas públicas, deben profundizar estrategias para esta obra, que con seguridad será ampliamente
la intensificación sustentable, la recuperación de consultada por diversos usuarios.
tierras degradadas y no focalizarse en la expan-
sión productiva sobre nuevas tierras.
Prefacio III.
Programa Nacional Suelos
Ing. Agr. Dr. Adrián Enrique Andriulo Coordinador Programa Nacional Suelo
6 La profundidad de muestreo
para análisis de fertilidad
y calidad de suelo ......................................................................................... 61
12 Metodologías de construcción
........................................................................ 107
de índices de calidad de suelos
15 Protocolos de Monitoreo
de la Calidad del Suelo ...............................................................................137
Capítulo II. Indicadores de calidad
de suelo para los sistemas productivos
relevantes por ecorregión.
Ecorregión Mesopotámica
Ecorregión Norandina
Ecorregión Pampeana
4 Valles Templados de Salta y Jujuy
SISTEMA PRODUCTIVO: Intensivo 14 Centro-Este de Entre Ríos
Tabacalero, bajo riego .................................................................................................. 175 SISTEMA PRODUCTIVO: Agrícola específico
arrocero regado con agua de origen subterráneo ......................................................... 241
22 Este de La Pampa
SISTEMA PRODUCTIVO: Mixto
(Agrícola-Ganadero) .................................................................................................... 291
MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
La Argentina es el octavo país más grande del desarrollan en una gran variedad de ambien-
planeta en superficie (2.780.400 km²), y si bien tes, de los cuales en superficie y en términos
presenta una densidad poblacional relativamen- generales, un tercio corresponde a ecosistemas
te baja (14,6 hab/km² en 2010), más del 80% de húmedos y dos tercios a ecosistemas áridos y
su territorio es utilizado para actividades agríco- semiáridos. Por su propio carácter esta produc-
las, ganaderas y forestales. La producción agro- ción ocupa grandes superficies, reemplazando
pecuaria fue el principal motor del crecimiento o modificando el hábitat natural y los servicios
y desarrollo del país, hasta bien entrado el siglo ecosistémicos que presta, tales como el manteni-
XX. Argentina sigue teniendo un rol destacado miento de la biodiversidad, la provisión de agua
como proveedor de alimentos a escala global, potable, la regulación hídrica de cuencas, la cap-
exportando en 2014 alrededor de 75 millones tura de gases de efecto invernadero, entre otras.
de toneladas de granos y productos derivados de Por lo tanto es frecuente que se generen contro-
su industrialización, que representa una partici- versias entre producción y conservación, lo que
pación relativa del 11,4% del comercio mundial remite a la idea de sustentabilidad.
medido en volúmenes físicos (Calzada, 2014).
El término sustentabilidad guarda múltiples inter-
Las actividades agropecuarias en Argentina se pretaciones y es utilizado como sinónimo de sos-
15
Capítulo 1
tenibilidad, referido a la cualidad de sostenible, suelos, afectando al territorio patagónico con di- indicadores. Un indicador es algo que sirve para Bibliografía
ésto es un proceso que puede mantenerse por sí versos grados de desertificación (Del Valle et al., indicar una dirección o una acción. En el caso •BRAN D., S. ALDERETE SALA, C. CALCATERRA, J.
mismo en el tiempo, sin ayuda exterior ni mer- 1997), y desde el punto de vista social significó de los observatorios propuestos, los indicadores ZURITA, N. MURILLO, J. GAITAN y N. MACEIRA,
ma de los recursos existentes. Sin embargo esta el exterminio o marginación de los pueblos que deberían servir para: promover y sensibilizar so- 2015. Marco conceptual y propuesta metodológica
definición es contradictoria, ya que los sistemas preexistían en esos territorios (Malvestitti, 2002). bre los problemas observados; suprimir barreras para el desarrollo de Observatorios de Sustentabili-
socio-ambientales son dinámicos, y no habría un Estos procesos de ganancias y pérdidas también y desigualdades de información entre los dife- dad Rural. Disponible en http://inta.gob.ar/sites/de-
equilibrio ideal, deseado o buscado (Reynolds et se dan cada vez que se generan cambios en el rentes actores sociales; detectar situaciones de fault/files/inta-_observatorios_de_sustentabilidad_
al., 2007). El mundo está en constante evolución, uso de las tierras, inclusive dentro de un mismo riesgo; detectar y difundir buenas prácticas e ini- rural_conceptos-y-metodologia_agosto-2015.pdf
sociedad y ambiente deben co-adaptarse frente uso cuando se generan cambios en los sistemas ciativas; evaluar el impacto real de la implemen- • CALZADA J., 2014. Argentina y su posicionamien-
a los cambios de cualquiera de ambas partes. Sin de producción. En la actualidad, estos cambios tación de políticas, y fundamentalmente, ayudar to en el mercado mundial de granos, aceites y sub-
embargo no siempre esa co-adaptación se logra tienden a hacerse más rápidos e intensos, moto- a encontrar respuestas que ayuden a revertir o productos. Informativo Semanal Bolsa de Comer-
y muchas veces se producen desarreglos ambien- rizados por el proceso global conocido como la mitigar los posibles Síndromes. Para lograrlo, cio de Rosario. Año XXXII - N° 1687. http://www.
tales, que arrastran negativamente a las socieda- “Gran Aceleración”, generado a partir de la se- los observatorios deben constituirse al mismo bcr.com.ar/Publicaciones/Informativo%20semanal/
des o viceversa. Estos desarreglos son conocidos gunda mitad del Siglo XX (Lewis y Maslin, 2015). tiempo en espacios articuladores que permitan bcr2014_12_05.pdf
como Síndromes de Sustentabilidad (WBGU, Este proceso, caracterizado justamente por la ace- una representación colectiva de estas realidades •DEL VALLE, H.; N. Elissalde; D. Gagliardini y J. Mi-
1997) y pueden ser producidos tanto por la so- leración en el crecimiento de la población huma- complejas, a través de miradas interdisciplinarias lovich, 1997. Distribución y cartografía de la deser-
breutilización de los recursos naturales, como por na, en los avances tecnológicos y en los procesos y la representación de múltiples actores, en la va- tificación en la región de Patagonia. RIA 28: 1-24.
la excesiva generación y deposición de residuos; de concentración económica, sumado al cambio lidación y análisis de los indicadores. •FOLADORI G. y N. PIERRI, 2005. ¿Sustentabilidad?
dicho de otra manera, cuando se compromete la climático, implica nuevos desafíos a la sustenta- Desacuerdos sobre el desarrollo sustentable. Colección
capacidad de la tierra de actuar como fuente de bilidad. Considerando entonces que el mundo es Entre los indicadores propuestos para la dimen- América Latina y el Nuevo Orden Mundial. México.
producción de bienes y servicios, o cuando se su- dinámico y en constante evolución, se puede re- sión ambiental, se destacan a los Indicadores de
•LEWIS S. y M. MASLIN, 2015. Defining the An-
pera su capacidad de actuar como sumidero (Fo- formular el concepto de sustentabilidad, no ya en calidad de suelo (ICS). En un mundo que debe
thopocene. Nature 519: 171-180
ladori y Pierri, 2005). la idea de un sistema que se mantiene por sí mis- enfrentar un incremento de población, en el con-
mo en el tiempo, sino en los procesos de co-adap- texto de cambio climático, el mantenimiento de •MALVESTITTI, 2002. El poblamiento mapuche de
La idea de sustentabilidad se fue complejizan- tación, donde el aumento de ganancias en una o la calidad de los suelos va a ser cada vez más im- la Línea Sur después del aukan. En Anclajes VI, Par-
do, y se fueron agregando distintas dimensiones más dimensiones de la sustentabilidad no debería portante (Montanarella, 2015). Según este autor, te I - diciembre: 79-102.
para su análisis, que se podrían resumir en tres: hacerse a expensas de pérdidas abruptas en algu- sin gobernanza para asegurar la gestión racio- •MC BRATNEYy A., D. FIELD y A. KOCH, 2014. The
la dimensión natural o ambiental, la dimensión na de las otras dimensiones. nal y el acceso equitativo al suelo, nos dirigimos dimensions of soil security. Geoderma 213:203–213
social y la dimensión económica - productiva. hacia el aumento de la pobreza, el hambre, los •MONTANARELLA L., 2015. Govern our soils. Natu-
Cuando los ecosistemas naturales se transfor- La complejidad implícita en la sustentabilidad, ya conflictos, la apropiación de tierras y la migración re 528: 32-33.
man en agroecosistemas, se producen ganancias que cada dimensión a su vez presenta innume- masiva de las poblaciones desplazadas. Para re-
•REYNOLDS, J., D. STAFFORD SMITH, E. LAMBIN, B.
y pérdidas en cada una de estas dimensiones. rables variables, ha llevado a trabajar en el desa- forzar la idea de gobernanza cita la frase escri-
TURNER, M. MORTIMORE, S. BATTERBURY, T. DOW-
Para poner un ejemplo se puede analizar la co- rrollo de nuevos abordajes, nuevos dispositivos y ta por F. Roosevelt: “La historia de cada nación
NING, H. DOWLATABADI, R. FERNANDEZ, J. HERRICK,
lonización de la Patagonia a fines del Siglo XIX nuevas herramientas. Entre ellas está la propues- está eventualmente escrita en la forma en que
E. HUBER-SANNWALD, H. JIANG, R. LEEMANS, T.
y la implementación de sistemas ganaderos ovi- ta de generar Observatorios, como los Observa- cuida sus suelos”, y señala que en la comunidad LYNAM, F. MAESTRE, M. AYARZA y B. WALKER. 2007.
nos. En la dimensión económica-productiva, la torios de Sustentabilidad Rural (Bran et al., 2015) científica se empieza a hablar del concepto de la Global desertification: Building a science for dryland
actividad ovina para producción de lana generó o el Observatorio Nacional de Desertificación y seguridad de los suelos (soil security), ya que el development. Science 316: 847-851.
hasta mediados del Siglo XX grandes riquezas Degradación de Tierras (www.desertificacion. suelo tiene un rol integral en los desafíos de la
• WBGU (German Advisory Council on Global Chan-
y fue el principal promotor del modelo de de- gob.ar). Los observatorios son concebidos como seguridad alimentaria, la seguridad del agua, la
ge), 1997. World in Transition: The Research Cha-
sarrollo regional. Sin embargo, en la dimensión herramientas dedicadas a la recolección, segui- seguridad energética, la estabilidad del clima y la
llenge. Annual Report 1996. Springer-Verlag Berlin
natural generó una importante degradación de miento y difusión de datos. Pero esos datos, di- protección de la biodiversidad y de los servicios Heidelberg New York.
los pastizales y la consiguiente erosión de los versos y complejos, deben ser transformados en ecosistémicos (McBratney et al. 2014).
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MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Indicadores
Un indicador es un parámetro o un valor deri- Un indicador es una variable que resume o simpli-
vado de parámetros que provee información, fica información relevante, haciendo que un fenó-
describe el estado de un fenómeno/ ambiente/ meno o condición de interés se haga perceptible,
área, con un significado extendido más allá que mediante la cuantificación y comunicación en for-
el directamente asociado con el valor del pará- ma comprensible. Los indicadores deben ser pre-
metro (OECD, 1995). Gallopin (1997) considera feriblemente variables cuantitativas, cualitativas o
que un indicador es una variable y que ésta es nominales o de rango u ordinales, especialmente
una representación operacional de un atributo cuando no hay disponibilidad de información cuan-
(calidad, característica, propiedad) de un siste- titativa, o el atributo no es cuantificable o los costos
ma. Así, un indicador es un atributo en términos para cuantificar son demasiado elevados. Las prin-
de una medición específica o procedimiento de cipales funciones de los indicadores son: evaluar
medición donde la variable está asociada a una condiciones o tendencias, comparar transversal-
particular serie de entidades a través de las cuales mente sitios o situaciones, para evaluar metas y ob-
se manifiesta. Estas entidades son referidas como jetivos, proveer información preventiva temprana y
estados o valores de esta variable. anticipar condiciones y tendencias futuras.
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Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Respecto a las características que deben reunir los o de Unidades (funciones de Fuente de Recursos Los sistemas naturales, por ser sistemas abiertos nicas de rutina disponibles en la mayoría de
indicadores, éstos deben ser: limitados en núme- y de Sumidero) para cada recurso. El Modelo de en equilibrio dinámico, tienen mecanismos de au- los laboratorios de suelos y aguas. Para aque-
ro y manejables por diversos tipos de usuarios; PSR (OECD, 1995) es un modelo causa-efecto torregulación que le permiten reaccionar frente a llos indicadores de presión y de respuesta no
sencillos, fáciles de medir, de bajo costo y tener donde la Presión representa el efecto de las acti- una presión o impacto conservando su condición, cuantificables se utilizan datos estadísticos
un alto grado de agregación, es decir, deben ser vidades humanas sobre el ambiente, cambiando y por otra parte, pequeños cambios generan una preexistentes o resultados de encuestas pro-
propiedades que resuman otras cualidades o pro- la calidad y cantidad de los recursos naturales. El secuencia de estados de equilibrios que pueden pias. Es de destacar que los distintos grupos
piedades; interdisciplinarios; en lo posible debe- Estado representa los cambios observables y me- indicar una tendencia de cambio. Es por ello que participantes del proyecto (REDESAR-PICT
rán incluir todo tipo de propiedades de los recur- dibles en el ambiente y los recursos naturales. La la combinación de estas tres clases de indicadores 439/03) realizaron un estudio de sensibilidad
sos naturales (químicas, físicas, biológicas, etc.), Respuesta son las intenciones o acciones que la permite tener una imagen del grado de sustenta- de los indicadores teniendo en cuenta la infor-
tener una variación en el tiempo tal que sea posi- sociedad realiza para modificar la presión sobre bilidad que presenta un área dada. Un área que mación previa existente en cada área, prefe-
ble realizar un seguimiento de las mismas, asimis- los recursos naturales o el ambiente, con el fin de no tenga marcos regulatorios, aunque la calidad rentemente la obtenida por el mismo grupo y
mo, no deberán poseer una sensibilidad alta a los mejorar o proteger los recursos naturales. (o estado) de los recursos naturales no esté fuer- repitiendo las mediciones anualmente.
cambios climáticos y/o ambientales pero la sufi- temente afectada, es menos sustentable que si
ciente como para detectar los cambios produci- El modelo ha sido criticado por sus relaciones los tuviera. Esto permite establecer la demanda ¿Cómo se obtienen los índices?
dos por el uso y manejo de los recursos (Gallopin causales ya que podrían llevar a posturas simplis- de marcos regulatorios. Existen diferentes metodologías para la obten-
1997; Doran &Parkin 1996; Cantú et al, 2008). tas como suponer que los sistemas naturales son ción de índices. En el proyecto desarrollado por
receptores pasivos que no presentan mecanis- Otro de los aspectos de la matriz de doble entra- Cantú et al. (2008) se efectúa la combinación de
mos de autorregulación que permiten equilibrar da considerada (Cantú et al. 2008) es el que eva- indicadores para obtener índices integrados que
Selección de indicadores o compensar los cambios. Hay una concepción lúa las funciones de los recursos naturales. Estas puedan reflejar más claramente la calidad am-
La selección de indicadores a utilizar constituye lineal de las relaciones entre el subsistema natural pueden ser: biental, de los suelos y el agua y el grado de sus-
una problemática que ha sido ampliamente dis- y el subsistema social y en realidad, cada subsiste- tentabilidad de los agroecosistemas con respecto
• Función de Naturalidad: representa el gra-
cutida (Cendrero et al. 2002; SCOPE, 1995, entre ma tiene relaciones más complejas internamente a las principales funciones de los recursos. En este
do de conservación de la naturaleza prístina.
otros) y vinculada al grado de subjetividad que se y entre ellos (Gallopin 1997). proyecto, los valores de Indicadores e Indices son
incorpora en la misma. A ésto se suma una mayor • Función Fuente de Recursos: indicadores
normalizados mediante una escala que oscila
subjetividad al asignar peso a cada indicador para Cantú et al. (2008) al aplicar el modelo PSR, par- que se utilizan para referirse a los recursos entre 0-1, donde los valores 0 y 1 representan,
la elaboración de indicadores compuestos o índi- tieron del concepto de que permite evaluar cuáles naturales como fuente para la generación de respectivamente, la peor y la mejor condición
ces y en el establecimiento de rangos (líneas de son las relaciones entre el subsistema social y el recursos para la sociedad. Por ejemplo: el suelo desde el punto de vista de la calidad ambiental,
base y umbrales críticos). natural y a través de ello, establecer una aproxi- y el agua como fuente de recursos para la agri- de suelos y agua o de la sustentabilidad, conside-
mación de cuan sustentable, desde la perspectiva cultura, la ganadería, la silvicultura, etc. rando los valores absolutos utilizados para cada
El Proyecto REDESAR, integrado por investigado- ambiental, es el uso actual de los recursos natura- indicador. Cuando se transforma el indicador me-
• Función Sumidero: indicadores que per-
res de distintas regiones del país para la evalua- les para la producción agropecuaria. Ello permite dido (Im) a su valor normalizado (Vn) entre 0 y 1
miten evaluar a los recursos naturales desde
ción de la sustentatibilidad ambiental en sistemas evaluar cuál es la presión de uso al que es someti- pueden ocurrir dos situaciones:
una perspectiva de sumidero de efluentes
agropecuarios, ha desarrollado una metodología do cualquier recurso natural y, por otra parte, si a a) El valor máximo del indicador del intervalo (I
y residuos, o sea la capacidad de retención,
para la selección de indicadores e índices (Cantú través de los cambios de estado o calidad del re- max) corresponde a la mejor condición ambiental
capacidad filtrante, dilución, entre otros. Por
et al. 2008). En el mismo se utilizó la combina- curso es posible evaluar el efecto de esa presión, (Vn = 1), por ejemplo cobertura vegetal 100%,
ejemplo, el agua como sumidero de contami-
ción de una matriz de doble entrada compuesta y poder establecer la necesidad de regulaciones o mientras que valor mínimo del indicador es la
nantes, el suelo como sumidero de contami-
por la combinación del modelo Presión, Estado y cambio de las mismas, si éstas ya existieran. Los peor condición (cobertura vegetal 0%).
nantes y residuos.
Respuesta (PSR) con las funciones de los recursos indicadores de Respuesta son los que permiten Para cada tipo de indicador se establecen las Vn=Im-Imin / Imax-Imin
naturales. En esta última se consideran dos selec- identificar si en una región dada existen marcos técnicas de obtención del valor teniendo como
ciones de atributos, a nivel de Sistema (funciones regulatorios que permitan manejar o controlar los b) El valor máximo corresponde a la peor situa-
criterio básico los principios establecidos para
de Naturalidad, de Fuente de Recursos y de Sumi- impactos sobre los recursos naturales. ción ambiental (Vn = 0), por ejemplo porcentaje
la selección de un indicador. Se adoptaron téc-
dero de efluentes y residuos); y a nivel de detalle
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Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
de cursos contaminados.
IRp=∑(Vi*Wi/n).
Donde:
n = Nº de indicadores.
de la metodología del proyecto REDESAR (PIC-
TR439/03). Fundación UNRC. 184páginas.
Aplicación de indicadores de calidad de
∑Wi = 1 • CENDRERO A, FANCÉS E, LATRUBESSE EM, PRA- suelo para el monitoreo agroambiental
DO R, FABBRI A, PANIZZA M, CANTÚ MP, HUR-
El mismo procedimiento es utilizado para calcu- TADO M, GIMÉNEZ JE, MARTINEZ O, CABRAL M,
lar los índices de estado y respuesta. Los índices TECCHI RA, HAMITY V, FERMAN JL, QUINTANA Marcelo Germán Wilson1 y María Carolina Sasal
de Presión (p), Estado (e) y Respuesta (r) para C, CECCIONI A, RECATALA L, BAYER M e AQUINO
cada una de las diferentes funciones son inte- S. 2002. Projeto RELESA-ELANEM: Uma nova pro-
gradas como índices de la función: posta metodológica de índices e indicadores para Introducción
avaliaçao da qualidade ambiental. Revista Brasi- y biológicas de los suelos como resultado del uso
El cambio en el uso de la tierra que se ha regis-
IR = (IRp.Wi+IRe.Wi+IRr.Wi)/3 leira de Geomorfología, Ano 3, Nº1:33-47.
trado en los últimos años en la mayor parte de agrícola ha sido observado prácticamente en la
Integrando los distintos índices se obtienen los • DORAN JW & PARKIN TB. 1996. Quantitative in- las áreas húmeda y subhúmeda del país, se dio a totalidad de las Tierras cultivadas en la Argentina.
índices de calidad ambiental, calidad de suelos dicators of soil Quality: a minimum data set. In: través de la conversión de ecosistemas naturales Estos problemas han sido alertados en diferentes
Methods for assessing Soil Quality, SSSA Special a cultivados, especialmente a partir del desmonte foros de discusión por diversos sectores sociales
y agua, sustentabilidad de los agroecosistemas,
Publication N° 49, pp 25-37. Wisconsin, USA. y de la producción, requiriendo una respuesta in-
considerando que estos índices son una función y la simplificación de los esquemas de rotaciones
de la calidad individual de los componentes y la • GALLOPIN G. 1997. Indicators and their use infor- en tierras agrícolas, con tendencias al monocul- mediata.
calidad de éstos son una función de las series mation for decision making. Part 1 Introduction. tivo de soja. Esto se debe a la ventajosa relación
de parámetros con los que se describe el estado. En: Sustainability indicators, eds. B. MOLDAN and insumo/producto de la soja respecto a otros cul- Calidad del suelo
S. BILLHARZ. Wiley, Chichester-N. York. tivos o al uso de pasturas o pastizales naturales. Para interpretar la condición de un suelo en térmi-
•OECD. 1995. Using the Pressure, State and Res- En consecuencia, se han identificado procesos nos de su calidad, el criterio sugerido por Larson
ponse to develop. OECD: Paris, France. de degradación de los recursos naturales com- y Pierce (1994) referido a la aptitud para el uso
prometiendo la sustentabilidad de los sistemas “fitness for use” se considera el más adecuado.
•SCOPE. 1997. Environmental indicators; a syste-
productivos. En el contexto de maximizar la producción agrí-
matic approach to measuring and reporting on
cola, la calidad del suelo se define en términos
the environment in the context of sustainable
development. In: Indicators of sustainable develo- El deterioro de las propiedades físicas, químicas de productividad, específicamente en relación a
pment for decision-making, Eds: GOUZEE N, MA-
ZIJN B and BILLHARZ S. Federal Planning Office, 1. INTA, Estación Experimental Paraná. Oro Verde 3101, Entre Ríos, Argentina.
Brussels: 25 pp.
22 23
Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
la capacidad de sostener el crecimiento de los y la utilización en forma combinada de las cla- ecosistema, llamados indicadores. Estos de- representen los diferentes estados, trayectorias y
vegetales. De este modo, la calidad del suelo se sificaciones de aptitud de Tierras y la adecua- ben ser de fácil observación o registro, senci- tendencias, dado que a largo plazo es necesario
define como su capacidad o aptitud para sopor- ción de regiones para usos específicos, se em- llos de comprender (Viglizzo, 1996) y sus me- que la calidad del suelo se mantenga dentro de
tar el crecimiento de los vegetales sin que ésto pezó a generalizar el uso del término calidad, diciones deben ser reproducibles (Gregorich et ciertos límites que garanticen la capacidad pro-
resulte en la degradación del suelo o en un daño tanto para las evaluaciones de Tierras como de al., 1994). Para la medición de la calidad diná- ductiva del recurso de forma económicamente
ambiental (Gregorich y Acton, 1995). La calidad suelos (Carter et al., 1997). Efectos adversos mica del suelo se utilizan indicadores que son viable. Seybold et al. (1998), plantearon dos me-
del suelo se establece como resultado de asociar producidos por el uso y el manejo, y/o efectos representados por aquellas variables sensibles todologías para medir y evaluar los cambios en
la condición del suelo a características necesarias climáticos (por ejemplo la erosión y la deserti- al deterioro o la recuperación del suelo. Es- la calidad del suelo: el monitoreo de tendencias
para un uso particular (aptitud). Implícita en esta ficación) pueden resultar en el deterioro de un tos indicadores permiten expresar la condición y la determinación de valores de referencia. Mo-
definición está la capacidad del suelo para man- suelo que originalmente poseía buena calidad actual o “estado del recurso” y su tendencia, nitorear las tendencias requiere tomar valores de
tener su aptitud en el futuro. Así, Carter et al. inherente. De esta manera y con la finalidad aportando un carácter dinámico y holístico al base para los indicadores y medir el cambio en
(1997), consideran que la definición de calidad de de conocer la productividad de los suelos, la considerar sus interrelaciones. Son necesarios ellos a lo largo del tiempo (Larson y Pierce, 1994).
suelo involucra dos conceptos: la calidad inheren- calidad inherente puede ser estimada utili- para identificar áreas con problemas porque Los indicadores individuales pueden ser evalua-
te del suelo para el crecimiento de los cultivos y la zando los inventarios de los recursos naturales permiten monitorear cambios en la calidad dos por líneas de dirección (líneas de tendencia).
calidad dinámica influenciada por el uso o mane- para cada región o país. ambiental, relacionados al uso y manejo. La Si el cambio en el indicador es positivo, se puede
jo. En este sentido, Koolen (1987) y Carter (1990) clave es identificar variables físicas, químicas considerar que el suelo está mejorando o incre-
distinguieron las propiedades estáticas de las de Calidad dinámica del suelo y su evaluación y biológicas que sean sensibles a los cambios mentando su calidad, respecto a su valor base.
comportamiento del suelo, que corresponden La caracterización de los cambios positivos o en las funciones del suelo. Al grupo de indi- Inversamente, si la línea de tendencia es negativa
respectivamente a las características naturales o negativos en la calidad del suelo, provee un cadores seleccionados se lo denomina set mí- para ese indicador, entonces la calidad se está de-
inherentes, y a aquellas asociadas a la dinámica método efectivo para evaluar directa o indi- nimo de datos, conjunto mínimo de indicado- gradando (disminuye).
del suelo. rectamente los impactos de las decisiones de res (CMI) o conjunto mínimo de datos (CMD),
manejo por parte del hombre. Respecto a la (Larson y Pierce, 1994; Doran y Safley, 1997). Una situación en la que los valores del indicador
Calidad inherente del suelo producción de cultivos, las funciones del suelo Este CMI provee una estimación práctica de se mantengan dentro de un rango deseable, ga-
Los primeros esfuerzos científicos relacionados están orientadas a alimentar y mantener el cre- uno o varios procesos que afectan una fun- rantizando la funcionalidad del recurso, indicaría
a esta temática, reconocieron la importancia de cimiento de las plantas (Carter et al., 1997). Es- ción específica del suelo. Como se comentó un sistema con manejo sustentable del suelo. Los
categorizar clases de suelos y sus propiedades tas funciones están relacionadas a la eficiencia anteriormente, estas propiedades deben ser valores de referencia asignados a cada indicador
para diferentes usos, especialmente el agrícola. con que el suelo provee nutrientes esenciales y medibles, reproducibles y estar sujetas a algún representan a un suelo funcionando a su poten-
Se encontraron fuertes relaciones entre las cla- el ambiente necesario para lograr la conversión grado de estandarización. Es de destacar que cial, es decir a su máxima capacidad en función
ses identificadas y sus propiedades. Un suelo es de CO2 usando la energía de la luz solar (vía estos CMI deben ser desarrollados localmente de la clase de suelo, uso, clima e insumos del sis-
el resultado de la interacción entre los factores fotosíntesis). Larson y Pierce (1994) definieron ya que pueden variar para distintas regiones, tema (Lal, 1997; Karlen et al., 1994). Estos valores
de formación: clima, topografía, vegetación, a la calidad del suelo como la habilidad o ca- dependiendo de los factores formadores, del de referencia se desarrollan específicamente para
material parental y el tiempo (Jenny, 1980). pacidad del mismo para cumplir varias funcio- tipo de suelo, sus funciones y el uso que se cada indicador y consisten en un valor máximo
Por lo tanto, cada suelo tiene una capacidad nes intrínsecas y extrínsecas: proveer un medio le dé (Carter et al., 1997), como así también y un valor base, y otros entre los que están los
innata de funcionar. Así, algunos suelos serán para el crecimiento de las plantas y la actividad sus valores umbrales. Esto hace que sean muy valores objetivo para lo que se consideraría una
inherentemente más productivos o serán ca- biológica, regular y particionar el flujo y el al- diversas y abundantes las propuestas de CMI adecuada calidad del suelo. El valor máximo re-
paces de proveer agua al cultivo mucho más macenamiento del agua en el ambiente y servir citadas en la bibliografía presenta el máximo potencial que puede ser
eficientemente que otros (Seybold et al., 1998). como buffer en la formación y destrucción de obtenido por un indicador para un suelo dado y
Este punto de vista de la definición es útil para compuestos ambientalmente riesgosos. Monitoreo de la calidad del suelo el valor de base representa el potencial mínimo
comparar capacidades de un suelo respecto a El uso del suelo produce alteraciones estructura- aceptable para éste (Karlen et al., 1994).
otro, siendo frecuente evaluar el valor o aptitud La calidad del suelo no puede ser medida di- les y funcionales que condicionan su productivi-
de los suelos para usos específicos. rectamente, pero puede ser inferida a partir dad, siendo necesario conocerlas y cuantificarlas, Para suelos en su condición original, los valores
A partir del análisis de costos de producción de cambios en sus atributos o atributos del a través de la identificación de los indicadores que de referencia representan la calidad inherente
24 25
Capítulo 1
de un suelo, definido por los factores y procesos poniendo énfasis en la conversión de sistemas na-
formadores. Los suelos que son intensamente turales a cultivados. En la Ecorregión Norandina
manejados, con importante incorporación de in- los sistemas intensivos tabacaleros y frutales. En
sumos externos, pueden estar funcionando a su Cuyo, los análisis están centrados en los efectos
capacidad máxima. Por otra parte, las activida- del reemplazo de pastizales naturales por cultivos
des humanas de rehabilitación de suelos pueden agrícolas, especialmente monocultivos de soja
aumentar la capacidad de éstos, más allá de las con un gran impacto ambiental. Finalmente en
limitaciones intrínsecas propias. Por lo tanto, los la Ecorregión Patagónica, los sistemas frutales de
valores de referencia iniciales deben ser ajusta- pepita de los Valles irrigados y los sistemas de ga-
dos para reflejar los impactos y requerimientos nadería extensiva sobre pastizales naturales de la
de producción. Es por ésto que se propone es- Patagonia extraandina.
tablecer los valores umbrales y de referencia de
los indicadores que conforman el CMI, para cada La identificación y valoración de indicadores que
suelo y uso particular. representen la dinámica que adquieren los suelos
con distintos usos y manejos, es una de las formas
Observatorios Ambientales de contribuir al conocimiento de cómo son afec-
El INTA, desde el Programa Nacional Ecorregiones tadas las funciones de los suelos en producción.
Bibliografía
y articulado con diferentes instituciones del país, Así se podrá visualizar el origen de los procesos
elaboró un sistema de Observatorios ambientales de degradación y a partir de ésto, delinear pautas • CARTER, M.R. 1990. Relative measures of soil •JENNY, H. 1980. The soil resource. Ecological Studies,
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26
MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
las causas y los efectos de la aplicación de distin- La encuesta se conformó con preguntas orien-
tas prácticas de manejo sobre la producción y el tadas a recabar información sobre diferentes as-
ambiente; pectos de los indicadores de calidad de suelo, sin
• contribuyen a la evaluación y al seguimiento
discriminar el uso, el manejo y el tipo de suelo.
de la eficacia de las prácticas de manejo y de las
políticas aplicadas. Estas fueron:
• ¿Qué parámetros simples y/o índices compues-
En el año 2008, en el marco del Programa Na- tos por dos o más parámetros considera útiles
1. Instituto de Suelos INTA Castelar, De Los Reseros y N Repetto s/n (1686) Hurlingham, Bs. As., Argentina.
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Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
30 31
Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
8 indicadores comunes para todas las ecorregiones (CE, COT, Nt, Según se observa en la Tabla 2, las 20 variables buenos, dado la simplicidad del método de
pH agua, DAP, EA, RMP y Res) que fueron considerados buenos preseleccionadas a nivel nacional resultaron útiles muestreo, el grado de laboriosidad requerido , la
Tabla 2: Tipo de
o muy buenos en cada una de las ecorregiones del país con indicadores considerados
como indicadores según la opinión de los encues- cantidad de muestras para ser representativo, el
respecto a su utilidad. En la Tabla 2 se muestran, para cada eco- como útiles a muy útiles tados para las ecorregiones Pampeana y Chaque- requerimiento de equipos especiales, la disponibi-
rregión, los indicadores considerados útiles a muy útiles. para cada ecorregión. ña. En tanto que, para los otras ecorregiones, el lidad de laboratorios que lo determinen, el costo
número de indicadores propuestos fue menor. Es de muestreos de campo, costo de análisis de la-
de destacar que en las ecorregiones Pampeana boratorio, interpretación de resultado y nivel de
INDICADORES y Mesopotámica, el 100% de los encuestados conocimiento.
consideró como buenos o muy buenos a estos in-
Bases X (6) X (3) X (6)
dicadores , denotando un consenso generalizado La opinión recogida por ecorregión, respecto a
CE X (19) X (5) X (15) X (1) X (2) X (7)
sobre la utilidad de los mismos. cuáles son los indicadores e índices que a partir
CIC X (11) X (5)
del conocimiento disponible en nuestro país per-
Químicos COP X (32 X (9) X (26) X (2) X (8) Respecto a los indicadores CE, COT, pH agua y miten la aprobación de su uso, se presenta a con-
COT X (57) X (7) X (36) X (3) X (2) X (7) EA, éstos fueron considerados buenos o muy tinuación:
Nt X (12) X (5) X (12) X (2) X (3) X (7)
32 33
Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Para la ecorregión Pampeana, de los 20 indica- Res y RMP resultaron buenos o muy buenos con
dores considerados útiles, 11 cuentan con sufi- respecto a su utilidad para todas las ecorregiones.
ciente conocimiento para aprobación de uso y Respecto a la facilidad metodológica de rele-
sólo 2 (CE, IP) cuentan con criterios para realizar vamiento a campo y análisis de laboratorio, los
diagnósticos. En tanto que en la ecorregión Cha- indicadores CE, COT, pH agua y EA fueron con-
queña, de los 20 indicadores seleccionados, 9 siderados buenos o muy buenos para todas las
presentan suficiente conocimiento para su uso y ecorregiones.
sólo 5 (Pd, Nt, CE, AU e IP) cuentan con criterios
de interpretación. En la ecorregión Mesopotámi- Los indicadores CE y COT presentaron suficiente
ca existen 13 indicadores útiles con suficiente co- información y aprobación de uso en 5 ecorregio-
nocimiento, de los cuales 5 (EA, CH, COP, DAP y nes. En tanto que, CH, DAP, Nt, pH y RMP en 4 de
pH agua) cuentan con criterios de interpretación las 6 ecorregiones del país.
para formular diagnóstico. Por su parte, la ecorre- Indicadores de calidad de suelos en
gión Cuyo propuso 13 indicadores, de los cuales En todas las ecorregiones existe bajo consenso en
4 presentan suficiente conocimiento y solo 2 (CE cuanto a los criterios de interpretación para for- Argentina. Recopilación de una década
y textura) disponen de criterios de interpretación. mular diagnósticos.
Las ecorregiones Patagónica y Norandina presen- Debe considerarse el estudio de indicadores de de investigaciones
taron 11 indicadores útiles cada una. La primera relevancia regional en ecorregiones o subrregio-
cuenta con 9 indicadores con suficiente conoci- nes específicas relacionadas a características o Natalia Mórtola1; Ana Lupi1; Romina Romaniuk1;
miento y 1 sólo indicador (CH) con criterios de in- problemáticas intrínsecas de cada zona que no Gabriela Albarracín2 & Gabriela Civeira1
terpretación. La segunda presenta 8 indicadores fueron seleccionados a nivel nacional en esta en-
con suficiente conocimiento, de los cuales 6 (EA, cuesta. Introducción
COT, Pd, CH, Nt y RMP) disponen de criterios de Asimismo, para la selección definitiva de indica- En nuestro país existe actualmente considerable dad de criterios de interpretación para formular
interpretación. dores que integren el CMI, debe considerarse el información sobre indicadores de calidad de sue- diagnósticos, valores de referencia, entre otros.
suelo y el sistema productivo en particular, con un los generada desde hace varios años por diversos Este hecho es consecuencia de la gran variabili-
sólido soporte estadístico que determine la sensi- grupos de trabajo. Este hecho se ve reflejado en dad edafo-ambiental y productiva de nuestro país
Consideraciones finales
bilidad de los indicadores. la importancia que fue adquiriendo la temáti- que requiere abordar el tema teniendo en cuenta
Los indicadores que cumplieron con todos los
ca, no solo en el sector de la investigación y el aspectos específicos relacionados a los ambientes
aspectos planteados (utilidad, facilidad metodo-
desarrollo, sino también a partir de la demanda en particular y a los sistemas productivos desarro-
lógica de relevamiento a campo y análisis de la-
creciente por diferentes procesos de certificación llados en cada zona.
boratorio), suficiencia de información, recomen-
dación de uso y disponibilidad de criterios para la y la aplicación de leyes referentes al manejo sus-
tentable de los recursos. A efectos de contar con un diagnóstico sobre el
interpretación y el diagnóstico fueron:
• CE e IP (Ecorregión Pampeana).
estado de avance en el tema indicadores de sue-
• EA, CH, COP, DAP y pH agua (Ecorregión Me-
A excepción de algunas zonas productivas, aún los, el objetivo de este trabajo fue relevar la infor-
no hay consenso sobre cuáles son los indicado- mación generada durante la década 2000-2010
sopotámica).
• Pd, Nt y CE (Ecorregión Chaqueña).
res que mejor predicen los cambios en la calidad sobre indicadores de calidad de suelo en cada
• CH (Ecorregión Patagónica).
del suelo, así como tampoco sobre aspectos tales ecorregión e identificar los vacíos de información
• CE (Ecorregión de Cuyo)
como: metodología de relevamiento a campo y existentes.
• EA, COT, Pd, CH y RMP (Ecorregión análisis de laboratorio, información y disponibili-
Norandina).
1. Instituto de Suelos INTA Castelar, 1686, Hurlingham, Buenos Aires, Argentina.
Los indicadores CE, COT, DAP, EA, Nt, pH agua, 2. Centro de Investigación de Recursos Naturales (CIRN), 1686 Hurlingham, Buenos Aires, Argentina.
34 35
Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
36 37
Tabla 1. Variables químicas, físicas y biológicas Entre paréntesis se indica el número de veces en que las variables presentaron diferencias significativas o que
seleccionadas para la ecorregión Pampeana. fueron seleccionadas como indicadores.
(*) los significados de las abreviaturas se detallan al final del artículo
Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Entre paréntesis se indica el número de veces en que las variables presentaron diferencias
significativas o que fueron seleccionadas como indicadores.
40 41
Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Entre paréntesis se indica el número de veces en que las variables presentaron diferencias significativas o que fue-
ron seleccionadas como indicadores.
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Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Consideraciones Finales
Tabla 4. Variables químicas, físicas y biológicas A partir del análisis de las tablas para las diferen- regiones el indicador más seleccionado, ya sea en
seleccionadas para la ecorregión Norandina.
tes ecorregiones consideradas, puede observarse su contenido total o en alguna de sus fracciones
una tendencia general a no incluir o minimizar a lábiles, como el COP. No debe perderse de vista
los indicadores biológicos respecto a los físicos y que es una variable sumamente valiosa, ya que
químicos, posiblemente debido a que los paráme- es central en los procesos químicos, físicos y bio-
tros biológicos no tienen una implicancia directa lógicos. Sin embargo, el COS presenta distinta
sobre los rendimientos de los cultivos, como sí lo sensibilidad ante diferentes situaciones. Disminu-
tienen, por ejemplo, los nutrientes disponibles. ye entre el 25 y el 50% cuando suelos naturales
A pesar de ello, es ampliamente sabido que los son convertidos a tierras de cultivo y es sensible
microorganismos tienen un papel fundamental cuando queremos diferenciar situaciones contras-
sobre la dinámica y funcionamiento de los sue- tantes de manejo en el largo o mediano plazo.
los, y por tanto deberían tener más participación Por su parte, el cambio de sistema de labranza de
dentro de los indicadores a considerar a la hora convencional a siembra directa no siempre pro-
de evaluar la calidad de los suelos. Contrariamen- voca cambios en esta variable. En evaluaciones a
te a lo que ocurre con los indicadores biológicos, corto plazo, el COS no siempre logra diferenciar
las variables químicas, mayormente asociadas a situaciones de manejo. En estos casos, el COP
la disponibilidad de nutrientes, poseen una ma- puede ser un indicador más útil. Cuando suelos
yor relación con el rendimiento de los cultivos, agrícolas son convertidos en pasturas y cuando
y por tanto suelen incluirse dentro del conjunto se aplican rotaciones de cultivos, el COS y el COP
de indicadores. En el caso de los indicadores físi- pueden variar o no, constituyendo para estos ca-
cos, al ser en gran parte mediciones que pueden sos una variable de mediana confiabilidad.
realizarse a campo y por tanto ser de bajo costo, El Ntotal ha sido otra de las variables más selec-
suelen ser incluidos en el grupo de indicadores a cionada, sin embargo suele estar altamente co-
Entre paréntesis se indica el número de veces en que las variables presentaron diferencias significativas o que
fueron seleccionadas como indicadores. evaluar. Otro motivo de la mayor participación de rrelacionado con el COS, no siendo en general
variables físicas y químicas respecto a las biológi- necesaria la inclusión de ambas en el CMI.
cas es que las primeras suelen ser mediciones de Al considerar los indicadores físicos, la estabilidad
Tabla 5. Variables químicas seleccionadas para rutina, estandarizadas y que pueden ser medidas de agregados toma un rol predominante dentro
la ecorregión Cuyo. en laboratorios de análisis de suelo, mientras que de los mismos. Parece ser la medición que reúne
las biológicas no han sido aún, en su mayoría, in- las condiciones necesarias para reflejar la degra-
cluidas dentro de los mismos. Es lógico que exista dación física de los suelos y para mostrar como
una tendencia a priorizar los indicadores que inci- los mismos son afectados según las prácticas de
den directamente en el rendimiento, o a aquellos manejo. Sin embargo existen múltiples metodo-
que sean de fácil medición, pero no debe perder- logías para su medición lo cual constituye una
se de vista que el suelo es un todo, donde lo físi- complicación al momento de interpretar y com-
co, lo químico y lo biológico interactúan para dar parar los valores obtenidos para esta variable.
lugar al suelo tal cual lo vemos. Si deterioramos Por lo tanto, se considera necesario la discusión
el aspecto biológico esto se va a ver reflejado en y consenso para la unificación de la metodología.
lo químico en el corto plazo, y en lo físico en el El aspecto físico es muchas veces definitorio en el
mediano o largo plazo. desarrollo de los cultivos, por lo que es esencial
Entre paréntesis se indica el número de veces en que las variables presentaron diferencias significativas o que fue- Dentro de las variables químicas, es claro que el que al menos un indicador de este tipo conforme
ron seleccionadas como indicadores. COS juega un rol central y ha sido en todas las el CMI a evaluar. No obstante debe tenerse en
44 45
Capítulo 1
46
Capítulo 1
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Bedano, JC; R Arolfo & A Domínguez. 2008. La me- Hugo. 2007. Evaluación de la calidad de suelos me-
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sofauna edáfica como indicadora de la degrada- diante el uso de indicadores e índices. Cienc. Suelo
Cambios en las sustancias húmicas y agregados dad y distribución de poros asociados a causas ed-
ción del suelo. Actas XX Congreso Argentino de la 25 (2): 173-178.
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Ciencia del Suelo y I Reunión de Suelos de la Región
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Andina, Salta, Argentina.
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gra; J Villar & M Migliorati. 2010. Impacto de ciclos todos estadísticos multivariados. Actas XXI Con-
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Suelo, Rosario, Santa Fé, Argentina.
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la erosión eólica en suelos de la región Semiárida ro de suelos arroceros. Actas XIX Congreso Argen-
XXII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo,
50
Capítulo 1
tino Ciencia del Suelo y II Simposio Nacional sobre Salta, Argentina. Propiedades físicas del suelo. Actas XXII Congreso Lardone, A; E Bricchi & A Degioanni. 2010. Efec-
Suelos Vertisólicos, Paraná, Entre Ríos, Argentina. Argentino de la Ciencia del Suelo, Rosario, Santa to de sistemas de labranzas sobre el contenido
Gutiérrez, N; C Venialgo; J Gutiérrez; R Restelli; E
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Cerana, JA; MG Wilson; JJ De Battista; J Noir & C Moro. 2000. Propiedades edáficas en un Durustol
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Suelo, Rosario, Santa Fe, Argentina.
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bolla en el Valle Bonaerense del Río Colorado. I
52
Capítulo 1
Mandolesi, ME; MM Ron; P Vidal & H Forjan. 2006. Dinámica de nutrientes en fracciones granulomé- zas contrastantes en Córdoba Argentina. Actas XIX gados. Actas XIX Congreso Argentino Ciencia del
Fracciones de carbono orgánico en u Argiudol típi- tricas de un Hapludol típico bajo labranzas diferen- Congreso Argentino Ciencia del Suelo y II Simposio Suelo y II Simposio Nacional sobre Suelos Vertisóli-
co del centro sur bonaerense. Actas XX Congreso tes. Actas XVII Congreso Argentino de la Ciencia Nacional sobre Suelos Vertisólicos, Paraná, Entre cos, Paraná, Entre Ríos, Argentina.
Argentino de la Ciencia del Suelo y I Reunión de del Suelo, Mar del Plata, Buenos Aires, Argentina. Ríos, Argentina.
Paladino, I; J Irigoin; G Civeira & G Moscatelli. 2008.
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Manetti, PL; AN López; NL Clemente & AJ Faberi. nanzi. 2004. Fracciones orgánicas en suelos de la ters. 2006. Medición de parámetros físicos quími- distintas series de la región Pampeana, mediante
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Manso, ML; H Forján; GA Studdert; M Zamora & R güer & S Venanzi. 2010. Efecto de los sistemas de Murro, A; M Aciar; JL Arzeno; R Osinaga & DC tes manejos. Actas XXII Congreso Argentino de la
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Parra, BJ; MP Cantú; A Becker & JC Bedano. 2008.
tino de la Ciencia del Suelo, Potrero de los Funes, rense. Actas XXII Congreso Argentino de la Ciencia greso Argentino de la Ciencia del Suelo y I Reunión
Indicadores de degradación en Haplustoles del
San Luis, Argentina. del Suelo, Rosario, Santa Fe, Argentina. de Suelos de la Región Andina, Salta, Argentina.
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Martinez Uncal, MC; S Aimar; HM Martinez & R He- Miretti, MC; G Poi & S Imhoff. 2008. Indicador físi- Musso, TB; MP Cantú & A Becker. 2006. Indicado- gentino de la Ciencia del Suelo, Potrero de los Fu-
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Parra, BJ; AR Becker & MP Cantú. 2010. Compac-
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tabilidad, carbono orgánico y densidad aparente
Suelo y I Reunión de Suelos de la Región Andina, Argentina. Reunión de Suelos de la Región Andina, Salta, Ar-
bajo distintos sistemas de manejo agrícolas del
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Mestelan, S; J Ressia; M Pazos; G Mendivil; D Ola- Moro, E; C Venialgo; N Gutiérrez & O Ingaramo. ción. Actas XXI Congreso Argentino de la Ciencia
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Morón, A; V Gudelj; J Sawchik; C Galarza; H Ma- el uso en un Argiudol típico, sur de Santa Fé: 1)
Suelo, Rosario, Santa Fe, Argentina.
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54
Capítulo 1
del Suelo y I Reunión de Suelos de la Región Andi- ro de los Funes, San Luis, Argentina. centro-norte de la provincia de Córdoba. Actas del suelo en un ambiente semiárido. Actas XXI
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I Reunión de Suelos de la Región Andina, Salta, ro de los Funes, San Luis, Argentina.
Pilatti, MA; S Imhoff; P Ghiberto & O Felli. 2006. en el manejo de nutrientes bajo agricultura inten-
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Reynoso, L & A Andriulo. 2008. Índices de carga
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contaminante de N y P desarrollados para la Pam-
posio Nacional sobre Suelos Vertisólicos, Paraná, los Vertisólicos, Paraná, Entre Ríos, Argentina.
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Rienzi, EA; S Rebottaro; P Rodríguez; CM Kvolek; C
Argentino de la Ciencia del Suelo y II Simposio Na- del suelo en sistemas hortícolas bajo manejo con- lo. Actas XX Congreso Argentino de la Ciencia del
Barcelonna & D Cabrelli. 2004. Cambios físicos so-
cional sobre Suelos Vertísolicos, Paraná, Entre Ríos, vencional y orgánico. Actas XXI Congreso Argen- Suelo y I Reunión de Suelos de la Región Andina,
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Argentina. tino de la Ciencia del Suelo, Potrero de los Funes, Salta, Argentina.
GENTINA) provocados por plantaciones de Pinus
San Luis, Argentina.
Piquín, EJ; JL Arzeno; MP Cabrera y C Sánchez. elliottii (ENGELM). R.C. Suelo Nutr. Veg. 4 (1): 1-13. Sánchez, MC; FA Galizzi; RA Duffau y EA Azar.
2006. Evaluación de la calidad de suelo mediante Romaniuk, R; L Giuffré & C Costantini. 2010. Estu- 2008. Agricultura sustentable en sistemas produc-
Rivarola; SE & RA Roselli: 2006. Distribución de
la biomasa y la actividad respiratoria (in vitro). Ac- dio de la estructura de la comunidad microbiana tivos con riego: valores iniciales de propiedades
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tas XX Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo en la evaluación de la calidad de los suelos. Actas físicas y químicas del suelo en Santiago del Estero,
calidad del suelo. Actas XX Congreso Argentino de
y I Reunión de Suelos de la Región Andina, Salta, XXII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo, Argentina. Actas XXI Congreso Argentino de la
la Ciencia del Suelo y I Reunión de Suelos de la Re-
Argentina. Rosario, Santa Fe, Argentina. Ciencia del Suelo, Potrero de los Funes, San Luis,
gión Andina, Salta, Argentina.
Argentina.
Piquín, EJ; JL Arzeno; MP Cabrera & C Sánchez. Romero, V; JL Arzeno; D Moreno; R Osinaga; CD
Rodriguez, ML; AR Becker; MP Cantú; HF Schiavo;
2006. La actividad respiratoria a campo como in- Sánchez & A Franzoni. 2008. Uso de los indicadores Sanzano, GA; R Corbella; J García & G Fadda. 2004.
BJ Parra & JC Bedano. 2008. Evaluación del impac-
dicador de la calidad de suelos. Actas XX Congreso de calidad de suelo en fincas del umbral al Chaco La degradación física de un haplustol típico bajo
to del uso y manejo del suelo sobre las propieda-
Argentino de la Ciencia del Suelo y I Reunión de en Salta y Santiago del Estero. Actas XXI Congreso distintos sistemas de manejo de suelo. Actas XIX
des químicas en Hapludoles típicos en la cuenca del
Suelos de la Región Andina, Salta, Argentina. Argentino de la Ciencia del Suelo, Potrero de los Congreso Argentino Ciencia del Suelo y II Simposio
arroyo La Colacha, provincia de Córdoba, Argenti-
Funes, San Luis, Argentina. Nacional sobre Suelos Vertisólicos, Paraná, Entre
Quintero, C; MG Wilson; A Paz González; E Vidal na. Actas XXI Congreso Argentino de la Ciencia del
Ríos, Argentina.
Vázquez; E Díaz & J Cerana. 2004. Utilización de Suelo, Potrero de los Funes, San Luis, Argentina. Ron, MM; C Facchinetti; ME Mandolesi & RJ Kiess-
indicadores para evaluar el efecto del uso arroce- ling. 2004. Efecto de la acción antrópica sobre Sasal, MC; MG Wilson; NA Garciarena; HA Tasi & O
Roldán, S; G Lorenz & L Bonelli. 2000. Aspectos de
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calidad de materia orgánica del suelo en función
Argentino de la Ciencia del Suelo, Paraná, Entre ductivo del partido de Tornquist. Actas XIX Con- en sistemas de cultivo bajo siembra directa. Efec-
del uso de la tierra en el centro-este santiagueño.
Ríos, Argentina. greso Argentino Ciencia del Suelo y II Simposio to de algunas propiedades edáficas superficiales.
Actas XVII Congreso Argentino de la Ciencia del
Nacional sobre Suelos Vertisólicos, Paraná, Entre Actas XXI Congreso Argentino de la Ciencia del
Ramírez Pisco, R; MA Taboada & R Gil. 2006. Efec- Suelo, Mar del Plata, Buenos Aires, Argentina.
Ríos, Argentina. Suelo, Potrero de los Funes, San Luis, Argentina.
tos a largo plazo de la labranza convencional y la
Rollán, AA; MS Karlin & OA Bachmeier. 2004.
siembra directa sobre las propiedades físicas de un Rossi, MS; RR Casas; RO Michelena; BA Pérez & IE Schmidt, E; N Amiotti & O Bravo. 2008. Compor-
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Argiudol típico de la Pampa Ondulada Argentina. Garcia. 2008. Indicadores bioquímicos y microbio- tamiento de indicadores químicos y biológicos de
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Capítulo 1
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58
Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Introducción
Todos los investigadores y docentes, del área evaluación de tierras, monitoreo de calidad y con-
fertilidad de suelos, concuerdan en señalar a la servación del recurso.
fase de muestreo como la más crítica del proceso
analítico. Esto es especialmente así para fines de Lo que se aborda aquí es la fuente de variación
diagnóstico. Tal prevención se basa en la cono- vertical, por la aparente menor atención relativa
cida variabilidad espacial (horizontal – vertical), a esta medida. Es normal que mientras los taxo-
cultural, estacional, temporal y operatoria. Para nomistas otorgan un valioso poder diagnóstico a
abordarla se formulan diferentes métodos y “fi- la estructura morfológica, de esa dimensión, mu-
losofías”, que no terminan de estabilizarse en una chos “fertilólogos” -para el muestreo- otorgan
puesta en común. El tema exhibe diversos enfo- más celo a la variabilidad horizontal.
ques que seria bueno ordenar -según cada obje-
tivo particular- y atender al mismo nivel con que Durante los años 70, se desarrolló un proyecto
se realizan los controles de métodos ínter labo- de FAO (con sede en Balcarce) sobre Conserva-
ratorios. No se debe desconocer que los análisis ción de Suelos. En esa oportunidad se programó
de suelos son un insumo imprescindible, no solo un muestreo sistemático de la región pampeana,
para reponer nutrimentos, sino -también- como para Materia Orgánica, pH y Fósforo extraíble. La
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Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
pauta de estandarización de profundidad fue de fueron explicadas. Simultáneamente también se nes específicos. En particular ya hay experiencias
0-12 cm, popularizando el muestreador de pico y impulsó el fraccionamiento en tres profundida- útiles de las ventajas de testear los primeros 5 o 6
tacho, cuyas bondades están a la vista. El criterio des para N disponible (0-20, 20-40 y 40-60 cm). cm. vs. 12, en suelos con distinta historia agrícola
elemental era extraer el segmento más conspicuo Se acepta que para elementos móviles como N o más o menos prístinos. Con SD, además, pue-
de la capa arable y/o del horizonte A. Como un o S disponible y humedad, las profundidades de den interesar otros segmentos de estratificación
complemento, necesario, se implementó un 5% muestreo dependen de las texturas, tipos de sue- inducida. Para agua y nutrientes móviles, parece
de las muestras con una 2º profundidad, hasta los los, cultivos y objetivos, independientemente de adecuado y razonable indicar 2 o 3 profundida-
20 cm. De esta forma se relevaban los patrones los horizontes genéticos. des, ya sea en diagnóstico o investigación
de cambio -en profundidad- para cada variable.
Un producto de este Proyecto fue el muy difun- Propuesta También el instrumento/herramienta de mues-
dido mapa de fertilidad fosfórica, dando lugar a treo, aunque no es objeto de este apartado, debe
numerosos programas de investigación sobre la Para los análisis de rutina, como pH, Materia Or- ser objeto de norma. Aun muchos laboratorios
nutrición de este elemento (calibraciones, fertili- gánica (MO) y Fósforo extraíble (Pe), es impor- (públicos y privados) incluyen la pala como ins-
zación, etc.). tante una standardización -de la profundidad de trumento alternativo al específico, admitiendo
muestreo- a nivel nacional. Al respecto se sugiere -además- parte del procesamiento a campo. No
Objetivos confirmar o adoptar la medida de 0-12 cm., para hace falta abundar en estas innecesarias fuentes
fines de diagnóstico, calibraciones y monitoreo de variación que, al igual que la profundidad de
- Promover el debate, académico y operativo, de de calidad. Mantener este segmento dentro de muestreo, luego no son revertidas o atenuadas
la posibilidad de estandarizar la profundidad de la capa arable y/o el horizonte “A” es relevante a en las etapas siguientes.
muestreo de suelos, para fines de diagnóstico y los efectos de una mejor reproducibilidad y valor
calidad, inicialmente en los análisis de rutina. comparativo en diferentes suelos. No debemos Conclusiones
olvidar que en las zonas semiáridas y áridas (70 %
- Idealmente se pretende que la norma sea de uso del territorio nacional) difícilmente el horizonte A Mal podríamos trabajar en neutralizar o moderar
nacional, por las innegables ventajas comparati- se extienda hasta los 20 cm. También hay trabajos la variabilidad espacial, si agregamos una fuente
vas y de evaluación. de calibración, para el fósforo extraíble, en base a consistente en su componente vertical. Es difícil
esta medida (0-12 cm). volver atrás con la modalidad ya adoptada, sobre
- Como etapa intermedia u objetivo de mínima, todo en la pampa húmeda. Sería razonable, em-
podrían establecerse pautas para las zonas áridas/ El conocimiento de la fertilidad a distintas profun- pero, que para indicadores de calidad de suelo se
semiáridas vs. húmedas o la Calidad de los suelos didades del suelo no es, necesariamente, vincu- respete los horizontes genéticos, como una nor-
vs. Diagnóstico de fertilidad. lante a las rutinas de muestreo. Al menos para el ma básica, al diseñar los sistemas analíticos
análisis de los atributos poco móviles y estables,
Cambios resulta de sentido común atender a los cambios La profundidad de muestreo, según fines, es
naturales del perfil. Se pueden incluir uno, dos o un parámetro relevante del proceso de análisis
Avanzados los años 90 asistimos a un aumen- más estratos/horizontes, para distintos fines, pero de suelos. Su variación, por lo tanto, no debería
to en la profundidad de las muestras de suelos, mezclarlos -como norma- no es consistente. adoptarse sin consulta y consenso de la comuni-
para análisis de rutina, promovida desde la región dad científica especializada y los servicios técnicos
pampeana húmeda. Esta variación, de 0-12 a Para siembra directa (SD), la profundidad de 0-12 de distintas zonas. Las ventajas de uniformar al-
0-20 cm., no fue una propuesta del INTA o la Uni- también es válida. Si bien no hay capa arable si- gunas medidas, según propósitos, es innegable.
versidad, ni el resultado de una investigación o ta- gue vigente no sobrepasar el horizonte A, como La presente propuesta recoge antecedentes y
ller de trabajo. Algunos hablaron de una cuestión criterio. No obstante, tanto en este sistema como criterios que esperan ser enriquecidos por otros
de practicidad o de mejor cobertura de la zona en el convencional o conservacionista, es justifi- aportes.
radicular. Si hubo otras causales del cambio no cable incluir estratos menores (o mayores), con fi-
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MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
El incremento de gases de efecto invernadero cativos directos en sus propiedades y con un im-
(GEI) en la atmósfera, y el consecuente cambio pacto positivo sobre las cualidades ambientales o
climático tendrán efectos importantes (positivos agrícolas y sobre la biodiversidad. Las consecuen-
y/o negativos) en el siglo XXI. Si se pretende redu- cias incluirán mayor fertilidad del suelo y mayor
cir las emisiones de dichos gases e incrementar su productividad de la tierra para la producción de
captura en los suelos y en la vegetación, se debe- alimentos y la seguridad alimentaria. (FAO, 2002)
rá tomar un cierto número de medidas tecnológi-
cas que estén acompañadas por el desarrollo de La MOS es un indicador clave de la calidad del
nuevas estrategias y políticas apropiadas para el suelo, tanto en sus funciones agrícolas como en
manejo de la agricultura y los bosques. sus funciones ambientales -entre ellas captura de
C y calidad del aire. Además, es la principal deter-
Una de las estrategias disponibles para mejorar minante de su actividad biológica. La diversidad,
la resiliencia de los agroecosistemas es aumentar la cantidad y la actividad de la fauna del suelo y
las reservas de materia orgánica del suelo (MOS), de los microorganismos están directamente rela-
las cuales están relacionadas con efectos signifi- cionadas con ella. La MOS y la actividad biológica
65
Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
que ésta genera tienen gran influencia sobre las de los niveles de MOS, pero está universalmente resueltos y también resultan escasos los datos de menor temperatura y amplitud térmica, aumento
propiedades químicas y físicas de los suelos. La reconocido que una acción clave en la mayoría de campo sobre los diferentes factores de controlan en el contenido de humedad del suelo y menor
agregación y la estabilidad de la estructura au- los sistemas con suelos degradados es añadir ma- en nivel de C del suelo en períodos de 20 años, contacto de los residuos con el nitrógeno mineral
mentan con su contenido. Éstas, a su vez, incre- teriales orgánicos y mejorar el contenido de MOS tales como: tipo de suelo, condiciones climáticas, del suelo (Balesdent et al., 2000). Sus combina-
mentan la tasa de infiltración y la capacidad de con prácticas agrícolas adaptadas. uso de la tierra y prácticas agrícolas. ciones tienen un impacto muy pronunciado sobre
agua disponible, así como la resistencia contra la la mineralización de la MOS (Oorts et al., 2006).
erosión hídrica y eólica. También mejora la diná- La mayoría de los suelos del mundo bajo agricul- En general, los cambios producidos en los sis- La gran dispersión obtenida en las tasas de acu-
mica y la biodisponibilidad de los principales nu- tura han sido esquilmados de su MOS después temas de cultivo de nuestro país en las últimas mulación de C bajo SD de diferentes partes del
trientes para las plantas. de la aplicación de sistemas convencionales de la- décadas fueron masivamente adoptados sin una mundo pueden estar relacionadas con diferencias
branza manual o mecánica, en comparación con evaluación previa de su posible impacto sobre las en el clima, los sistemas de cultivo, la fertilización,
La MOS tiene una composición diversa y compleja su situación original bajo cubierta vegetal natural. reservas de MOS en el largo plazo. La magnitud la profundidad de laboreo, el tipo de laboreo, las
en la que se pueden identificar varias fracciones. Sin embargo, se ha constatado que este proce- y el sentido de los efectos de los principales cam- características de suelo, y también en las profun-
Estas fracciones tienen un papel muy diferente en so de degradación es reversible. En muchos de bios tecnológicos introducidos en el escenario didades de muestreo (Franzluebbers, 2004). Se
el suelo y es necesario reconocer estas diferen- los predios de agricultores, en climas húmedos agrícola nacional de los últimos 30 años sobre la debe tener en cuenta que la duración de estas
cias. Una consecuencia de la diversidad de ma- y subhúmedos y en cultivos bajo riego, el con- reserva de MOS han sido muy poco estudiados. tasas de cambio no es permanente y que el C po-
teriales y funciones es que al agregar matria or- tenido de MOS se ha incrementado después de Por ello, resulta imperativo evaluar la efectividad dría alcanzar un nuevo equilibrio en 15-20 años
gánica para mantener o mejorar su contenido en cambiar las prácticas de manejo de suelos ha- de los diferentes sistemas de cultivo para mitigar (West & Post, 2002).
el suelo, el simple aumento en su contenido total cia la agricultura de conservación, ncluyendo la el efecto invernadero en la región (Irizar, 2010).
puede no traer los beneficios esperados. Esto in- labranza mínima y la SD. Incluso en condiciones En sistemas bajo agricultura continua, el sistema La secuencia de cultivo altera el momento, ubi-
dica que también es necesario tener en cuenta la semiáridas, el sistema de SD resulta eficiente, si de labranza y la secuencia de cultivo son los princi- cación, cantidad y calidad de los aportes de resi-
naturaleza, así como la cantidad de material orgá- bien con menores tasas de captura de C. La me- pales reguladores del ciclado y el almacenamiento duos de cultivo, afectando el tamaño, la tasa de
nico añadido, su volumen y ubicación. Son impor- dida del progreso de la captura de C en los suelos de MOS (Paustian et al., 1997). Generalmente, se reciclado y la distribución vertical de los compar-
tantes para su manejo la naturaleza y la cantidad agrícolas es técnicamente posible, pero hasta el acepta que los sistemas de labranza afectan prin- timentos de C y nitrógeno (N) (Franzluebbers et
de los residuos frescos y los flujos que se generan momento, raramente ha sido hecha más allá de cipalmente a la tasa de descomposición de MOS al., 1994). Además, la intensificación de la rota-
con la incorporación de fracciones lábiles. Si bien niveles experimentales. Para su implementación, y a su pérdida por erosión, y que la secuencia ción actúa favorablemente sobre el balance de
estamos muy lejos de comprender todas las fun- las organizaciones regionales de suelos deberían de cultivos afecta, mayormente, a la cantidad C MOS (Wright & Hons, 2005; Dou et al., 2007).
ciones de la MOS e incluso en los casos donde realizar una supervisión sistemática del suelo por aportado (Rasmussen et al., 1980; Havlin et al., En climas más cálidos y húmedos, permite reali-
se han identificado relaciones con las propieda- medio de una combinación de lugares perma- 1990; Porter et al., 1997). Si bien algunos estu- zar un uso más eficiente de las condiciones am-
des del suelo y las funciones, a menudo, no se nentes de monitoreo, lugares de muestreo bien dios concluyeron que la reducción de las labran- bientales, y al producirse mayor biomasa de resi-
entiende completamente la naturaleza de dichas distribuidos, combinados con la descripción del zas podría acumular más C en el suelo respecto duos a través del año, existen, en el largo plazo,
relaciones. Sin embargo, está claro que la MOS manejo de la tierra por parte de los agricultores a una rotación de mayor complejidad (West & mayores oportunidades para ingresar C al suelo
dispara una serie de funciones clave que influyen y la teledetección de la cobertura del suelo (FAO, Post, 2002, Apezteguía et al., 2000; Bayer et al., vía fotosíntesis y de lograr mayores reservas de
en muchas de las actividades llevadas a cabo en la 2002). 2000), existe poca información al respecto. MOS (Franzluebbers, 2004). Además, al existir un
superficie de la tierra: una función global, a través aumento de tiempo de ocupación del suelo por
del ciclo de C, y diferentes funciones en relación Evaluación de las reservas de MOS y sus El tipo de labranza influye sobre la localización raíces vivas, los exudados radicales estimulan la
a la nutrición de las plantas, a los organismos del principales cambios de los residuos en el perfil del suelo. El laboreo actividad microbiana, favoreciendo la agregación
suelo (biodiversidad) y al medio ambiente y su En los próximos 25 años, para estimar el potencial produce una relocalización de los residuos de los (Puget & Drinkwater, 2001; Denef & Six, 2006).
gestión sostenible. Por lo tanto, es imprescindible de captura de C en el suelo bajo distintos esce- cultivos. En cambio, la SD deja todos los residuos A su vez, la rotación de residuos de diferente ca-
mantener las existencias de MOS y en los casos en narios (Batjes, 1999) será necesario distinguir dos aéreos sobre la superficie del suelo, originando lidad produce el mismo efecto (Luo et al., 2010).
que éstas se han reducido de forma significativa, aspectos: cuál es la existencia (reserva) actual de efectos importantes sobre su funcionamiento. Por otro lado, la desaparición o disminución del
hay que aumentarlas. En la actualidad no hay cla- MOS y cuáles son los cambios en las existencias. Estos efectos incluyen el aumento de la dap y me- período de barbecho contribuye a aumentar las
ridad sobre lo que debería ser el umbral objetivo Hay varios problemas importantes que deben ser nor aireación, mayor estabilidad de agregados, reservas de MOS (Campbell et al., 1991, 2000).
66 67
Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Los problemas que surgen frecuentemente al de partida conocida, suelos con muy poca varia- permitan la identificación de la fuente de MOS
comparar resultados de investigaciones del efecto bilidad textural y sin fases por erosión, el mismo en el caso de la conversión del uso de la tierra de
de los sistemas de labranza y/o secuencias de cul- momento de muestreo para todos los tratamien- C3 a C4 o viceversa- y para medir los flujos del C.
tivo sobre el COS, son la profundidad hasta la que tos analizados, cuya profundidad de muestreo
se realiza el muestreo, la que debería alcanzar al incluya, al menos, la profundidad de laboreo y Conclusión
menos la profundidad de laboreo (Franzluebbers, permita expresar los resultados a igual masa de El desarrollo de la agricultura pasada se tradujo
2004), y la expresión de los resultados. Estos úl- suelo (OECD, 2002). en una disminución de las reservas de MOS crea-
timos pueden expresarse como concentración Uno de los grandes desafíos agronómicos actua- das durante un período de larga evolución. En
(%, g kg-1), como stock (Mg ha-1) a profundidad les es encontrar sistemas de cultivos que man- muchas de las tierras cultivadas, sobre todo en
constante, o como stock (Mg ha-1) en masa equi- tengan o aumenten las reservas de MOS en los las regiones áridas y semiáridas, ésto ha llevado a
valente de suelo. La utilización de la última expre- agroecosistemas y contribuyan a mitigar el efecto una reducción de la productividad de la tierra de-
sión tiene en cuenta la variación de la dap con la invernadero. bido a su degradación y a la desertificación. Se ha
profundidad entre diferentes sistemas de labran- demostrado que es posible revertir esa tenden-
za y/o sistemas de cultivo, y se la recomienda para Propuesta de un sistema de supervisión de cia, si se cambia el tipo de agricultura. Los suelos
evitar errores de sub o sobreestimación (Powlson tierras para verificar la captura de carbono pueden secuestrar en 25 años más del 10% de
& Jenkinson, 1981; Lal et al., 1998; Balesdent et (FAO) las emisiones antropogénicas. Al mismo tiempo,
al., 2000). Será necesario contar con herramientas para la ésto proporciona otros beneficios importantes
Además, cuando se comparan secuencias de cul- supervisión, la verificación o la certificación, de para el suelo, los cultivos, la calidad del ambien-
tivo y/o sistemas de labranza, las diferencias en modo de poner en claro los cambios en los de- te, la prevención de la erosión y la desertificación
MOS entre los tratamientos y su evolución en el pósitos de C en relación con el tipo de suelo, las y para el fortalecimiento de la biodiversidad. La
largo plazo están afectadas por otros factores condiciones climáticas, la ocupación de la tierra agricultura, las tierras de pastoreo y las sabanas
adicionales: climáticos (precipitación, temperatu- y las diferentes prácticas de manejo. Las parce- tienen el potencial para almacenar C, siendo prio-
ra), edáficos (textura, pendiente, reserva inicial de las permanentes georreferenciadas constituyen ritario generar prácticas agrícolas que mejoren el
MOS), profundidad, momento de muestreo y ex- un apoyo para la descripción de los perfiles y el almacenamiento del C y la productividad. Nues-
presión de los resultados. La magnitud y sentido muestreo para las determinaciones analíticas y la tra atención debería ser dirigida a estos beneficios
de variación de cada uno de ellos y su interacción conservación de las muestras. Debe realizarse la potenciales y a la necesidad de iniciar la recolec-
con las secuencias de cultivo y los sistemas de la- descripción actual y anterior de la ocupación de ción de datos y el análisis de las existencias y flujos
branza es compleja. La fuerte interacción entre las la tierra y de las prácticas agrícolas. Es necesario del carbono, en escala piloto, en diferentes sitios
variables en juego ha sido señalada por Lal et al. considerar que un plazo de cinco a diez años es el seleccionados. También es necesario definir algu-
(1998) y por Paustian et al. (1997). Debido a que período mínimo apropiado para supervisar cam- nas prioridades para las tierras degradadas con
la gran cantidad de cambios tecnológicos intro- bios en los depósitos de C. La red debería estar medidas adaptadas para las tierras cultivadas,
ducidos en los sistemas de cultivo poseen impac- unida a una base de datos digitales relacionados pasturas y agrosilvicultura. Se conoce la existen-
tos diversos sobre el ciclo de la MOS, deberían con datos de suelos y ocupación de la tierra, pero cia de deficiencias en los datos asociados con las
estudiarse los efectos separados de la secuencia también con otras bases de datos de condicio- extrapolaciones regionales y globales, justifican-
de cultivos, del sistema de labranza, de la fertili- nes biofísicas o socioeconómicas que permitan la do los análisis cuantitativos y los problemas para
zación nitrogenada y de sus interacciones sobre el determinación de la distribución espacial en dis- medir e interpretar los datos de campo sobre el
balance de la MOS. Para poder aislar los efectos tintas escalas (nacional, regional). Unos pocos lu- flujo del C. Nuestro rol debería basarse en validar
de las secuencias y los sistemas de labranza sobre gares pueden ser seleccionados por ecorregiones y promover los conceptos; en ayudar a medir, su-
la evolución de la MOS en el largo plazo, es im- y ocupación de la tierra con diferentes prácticas y pervisar, modelar, y finalmente en organizar redes
prescindible controlar experimentalmente estas ser supervisados con más equipos a fin de obte- para desarrollar y adaptar soluciones prácticas.
fuentes de variación adicionales. Esto se puede ner una evaluación más detallada de las existen-
lograr, utilizando ensayos a campo con situación cias de C -por ejemplo, usando isótopos de C que
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Capítulo 1
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MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Introducción
La evolución del funcionamiento físico de los clima húmedo ha sido considerablemente estu-
suelos y su relación con la dinámica del agua son diado. En general, se caracterizan por su suscep-
aspectos clave en la sustentabilidad ambiental de tibilidad a compactarse, a formar estructura ma-
los agroecosistemas. No es posible manejar sus- siva y homogénea (Voorhees & Lindstrom, 1984;
tentablemente un medio tan complejo y vulnera- Alakukku, 1998). La escasa capacidad natural de
ble como el suelo a menos que comprendamos regeneración de porosidad se agrava en suelos
sus atributos, funciones internas e interacciones bajo uso agrícola debido al tránsito continuo y no
con el ambiente (Hillel, 2004). Los indicadores de controlado de implementos agrícolas y se mitiga
calidad permiten conocer las tendencias a la re- con labores de remoción del suelo. Sin embargo,
cuperación o a la degradación del recurso suelo es también ampliamente conocido que el laboreo
bajo determinadas prácticas de manejo y even- convencional conduce a la degradación de sue-
tualmente generar alertas tempranas. los agrícolas, la cual incluye pérdidas de espesor
El comportamiento físico de los suelos limosos de del suelo por erosión y reducción de los stocks de
1
INTA, Estación Experimental Paraná. Oro Verde 3101, Entre Ríos, Argentina.
2
INTA, Estación Experimental Pergamino. Pergamino 2700, Buenos Aires, Argentina.
3
INRA, UPR 1158 AgroImpact, site d’Estrées-Mons, F-80203 Péronne, France.
73
Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
carbono y de nutrientes. La siembra directa (SD) tura de suelos bajo SD para analizar y comprender Estado estructural del horizonte super-
resulta una práctica adecuada para mitigar proce- su evolución desde su adopción masiva en la dé- ficial de Argiudoles bajo siembra directa
sos erosivos asociados a la labranza en Molisoles. cada de 1990. En efecto, resulta necesario tener La mayoría de los trabajos que describen el es- En los últimos años, diversos trabajos en suelos
Sin embargo, combinada con la simplificación de una mirada integral y dinámica del funcionamien- tado estructural del horizonte superficial de los limosos bajo SD (Alvarez et al., 2009; Ball & Ro-
las secuencias de cultivos y particularmente con to del suelo y adecuada al sistema de SD. Argiudoles bajo SD, informan densificación del bertson, 1994; Bonel et al., 2005; Morrás et al.,
el monocultivo de soja, genera la necesidad de horizonte por aumento en la cohesión de las par- 2004; Pagliai et al., 1983; Sasal et al., 2006; Shipi-
estudiar nuevos aspectos de la degradación física Para poder analizar la evolución de la estructura, tículas del suelo cuando se suspenden los labo- talo & Protz, 1987; Soracco et al., 2010; VandenB-
de los suelos cultivados. es necesario valerse de una metodología ade- reos (Senigagliesi & Ferrari, 1993, Taboada et al., ygaart et al., 1999), han registrado una estructura
cuada que permita evaluar la variación temporal 1998; Cosentino & Pecorari, 2002), o por capas laminar (con agregados alargados orientados pa-
La mayoría de los trabajos que describen carac- y espacial de la estructura observada a campo, compactadas por tránsito o por antiguos pisos ralelamente a la superficie del suelo) dentro de los
terísticas edáficas bajo SD abordan aisladamente integrando los estados estructural e hídrico del de arados o rastras (Alakukku et al., 2003). Sin primeros diez centímetros del horizonte superfi-
la descripción de algunos indicadores de ciertas suelo (Roger-Estrade et al., 2004, Boizard et al., embargo, la evolución de la estructura masiva cial (Figura 1). La presencia de estructura laminar
características de la porosidad edáfica, la agrega- 2016). La técnica del perfil cultural es un méto- o la caracterización de otros tipos de estructura constituye un aspecto de importancia dado que
ción o algunas propiedades hidrológicas en situa- do semi-cuantitativo de descripción morfológica presentes bajo SD son, al presente, aspectos con- restringe el ingreso de agua al suelo (Sasal et al.
ciones contrastantes de tipos de suelo o climas de la estructura de suelos cultivados. Permite di- siderablemente menos estudiados. 2010).
luego de transcurrido cierto número de años de ferenciar visualmente distintas estructuras en el
SD (Dabney et al., 2004; Hubbard et al., 2001; Kay perfil de suelo, clasificarlas por las características
& VandenBygaart, 2002; Lal & Vandoren, 1990). macroscópicas que le imprimen los sistemas de
En general, la SD es comparada con situaciones cultivo y mapearlas (Manichon 1987), sin generar
testigo bajo labranza convencional. Sin embargo, disturbios como se haría con un muestreo o un
los parámetros tradicionalmente utilizados para tamizado, e independientemente de la humedad
caracterizar la aptitud física de un suelo, como la del suelo al momento de la medición (Boizard et
densidad aparente, la distribución de poros por al., 2002). En los últimos años, el alcance de esta
tamaño y la estabilidad de agregados, no permi- metodología se ha potenciado al ser combinada
ten explicar las variaciones en la tasa de infiltra- con el análisis de imágenes (fotografías parciales
ción de lotes agrícolas bajo SD continua (Sasal et del perfil).
al., 2006). Tampoco permiten visualizar los cam-
bios en la organización de las estructuras del ho- La complementación de la técnica del perfil cultu-
rizonte superficial del suelo. En efecto, bajo SD, la ral con el análisis del sistema de porosidad permi-
ausencia de labores tiene como efecto indirecto te corroborar en laboratorio, los tipos de estruc-
la ausencia de homogeneización de propiedades tura identificados visualmente a campo (Stengel,
Figura 1. Estructura laminar de los primeros centímetros de un Argiudol
edáficas. 1979). Sin embargo, no exime al primer método típico bajo SD. Ensayo de largo plazo (INTA Pergamino).
de la subjetividad que imprime la habilidad del
Es escasa la bibliografía sobre la evolución de la operador, al delimitar zonas o espesores corres-
estructura del suelo bajo SD y raramente se reali- pondientes a los distintos tipos de estructura. Por
za un análisis integrado entre las modificaciones ello se propone la medición de resistencia al corte
inducidas en los estados estructural e hídrico del de suelos (RC) como herramienta de medición in
suelo. En el estudio de la organización estructural situ, para discernir cuantitativamente qué tipo de
de suelos limosos sin remoción, cobran relevancia estructura se presenta en cada perfil analizado.
las escalas de tiempo y espacio analizadas. Par- (Sasal et al., 2016)
ticularmente, Argentina carece de una crono-se-
cuencia de mediciones reproducibles de la estruc-
74 75
Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Figura 2. Relación entre la proporción de estructura laminar (cP) en el perfil del horizonte superficial
y los años bajo SD en la pampa húmeda norte (puntos negros= observaciones, línea roja= modelo
lineal-fitted piecewise, línea gris cortada= 95% intervalo de confianza).
Figura 4. Parcelas de escurrimiento de INTA EEA Paraná
76 77
Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Figura 6. Correlación entre espesor coloreado con trazador Blue Brillant y escurri-
miento acumulado promedio de cuatro campañas analizadas.
La secuencia de cultivos implementada bajo de agua al suelo fue mayor en las secuencias de
SD condiciona la formación y las características cultivos más intensificadas (>ISI) (Figura 8). Así, el
de esta estructura. La comparación de distintas ISI se robustece como indicador, no sólo del esta-
secuencias, características de la región, y con la do estructural, sino también del funcionamiento
misma antigüedad de SD indicó que el ingreso hídrico del horizonte superficial del suelo.
Figura 5. Regresión lineal entre porcentaje de estructura laminar (a) o granular (b) y escurrimiento
acumulado promedio de cuatro campañas analizadas.
Los porcentajes de estructura laminar y granular observarse la relación negativa entre el espesor
explicaron el 70 y el 60% de la variación del es- de suelo que fue coloreado con el trazador y el
Figura 7. Regresión lineal entre el índice de intensificación de la secuencia (ISI) y el
pesor coloreado con el trazador, respectivamente escurrimiento acumulado promedio. El espesor
escurrimiento acumulado promedio de cuatro campañas (mm).
(p<0,01). Es decir, que a mayor proporción de es- coloreado explicó un 87 % de la variación del
tructura laminar y menor proporción de estructu- escurrimiento promedio de las cuatro campañas.
ra granular, el espesor coloreado por el trazador Aplicando una regresión múltiple (y=133,11-2,11*- La descripción del estado estructural edáfico bajo efectos negativos se destacan la formación de
fue menor. De esta manera, puede visualizarse el granular+1,95*laminar), la combinación de la es- SD resultó indicadora de efectos negativos de la estructura laminar de considerable espesor, la au-
efecto negativo de la estructura laminar y positi- tructura laminar y la granular explican el 85 % de simplificación del sistema de cultivo, evidenciado sencia de estructura granular superficial, la menor
vo de la estructura granular superficial sobre el la variación del escurrimiento promedio. en la expansión del monocultivo de soja, sobre proporción de macroporos mayores a 300 μm y
ingreso de agua al suelo. En la figura 7 puede la sustentabilidad del agroecosistema. Entre estos la baja estabilidad de la estructura gamma subya-
78 79
Capítulo 1
cente y en consecuencia, la restricción al ingreso La valorización de herramientas de diagnóstico densidad: impacto sobre el comportamiento físico
BIBLIOGRAFÍA
del agua que favorece el escurrimiento superfi- para detectar las causas de mal funcionamiento de los suelos de la región pampeana. Ciencia del
Alakukku, L. 1998. Properties of compacted fi- Suelo, 20: 9-16.
cial. Por ejemplo, un aumento de la proporción estructural disponibles permitirá dar precisión a
ne-textured soils as affected by crop rotation and
de estructura laminar en el horizonte superficial la toma de decisiones para mejorar la planifica- Dabney, S.M., Wilson, G.V., McGregor, K.C. y Fos-
reduced tillage. Soil Till. Res., 47:83-89.
de 20 a 50% puede duplicar las pérdidas de agua ción de las secuencias de cultivos a implementar. ter, G.R. 2004. History, residue, and tillage effects
por escurrimiento. Por ejemplo, la bibliografía indica que la clásica Alakukku, L., Weisskopf, P., Chamen, W.C.T., Tijink, on erosion of loessial soil. Trans ASAE, 47:767-775.
F.G.J., Van der Linden, J.P., Pires, S., Sommer, C. y
medición de conductividad hidráulica, tanto a Hillel, D. 2004. Introduction to Environmental Soil
Spoor, G. 2003. Prevention strategies for field tra-
Las secuencias más intensificadas en la región campo como en laboratorio, no ha resultado un Physics. Elsevier Academic Press. USA. 494 p.
ffic-induced subsoil compaction: A review. Part 1.
son las que presentan trigo, ya que es el princi- buen indicador del ingreso del agua al suelo y de
Machine/soil interactions. Soil Till. Res., 73:145-160. Hubbard, R.K., Lowrance, R.R. y Williams, R.G.
pal cultivo de invierno y precede a una soja de los cambios generados en el suelo por su uso. Sin
2001. Preferential flow in clayey Coastal Plain soil
segunda fecha de siembra. De esta manera, se embargo, la complementación de la técnica con Alvarez, C.R., Taboada, M.A., Gutierrez Boem, F.H.,
as affected by tillage. ASAE,:261-262
mantiene el suelo con elevado tiempo de ocupa- la aplicación del trazador Blue Brillant permitió Bono, A., Fernandez, P.L. y Prystupa, P. 2009. Top-
ción, similar al tiempo que ocuparía una pastura. soil Properties as Affected by Tillage Systems in the Kay, B.D. y VandenBygaart, A.J. 2002. Conserva-
visualizar el efecto negativo de la estructura lami-
Rolling Pampa Region of Argentina. Soil Sci. Soc. tion tillage and depth stratification of porosity
Además, el trigo se siembra con poca distancia nar y positivo de la estructura granular superficial
Am. J., 73: 1242-1250. and soil organic matter. Soil Till. Res., 66: 107-118.
entre hileras y así puede favorecer la interrupción sobre el ingreso de agua al suelo.
de capas continuas de estructura laminar con Ball, B.C. y Robertson, E.A.G. 1994. Effects of soil Lal, R. y Vandoren, D.M.Jr. 1990. Influence of 25
sistemas radicales en cabellera y la formación de water hysteresis and the direction of sampling on years of continuous corn production by three tilla-
estructura granular superficial. Un incremento del aeration and pore function in relation to soil com- ge methods on water infiltration for two soils in
paction and tillage. Soil Till. Res., 32:51-60. Ohio. Soil Till. Res., 16:71-84.
10 a 20% en la proporción de estructura granu-
lar en el horizonte superficial puede reducir las Boizard, H., Richard, G., Roger-Estrade, J., Dürr, C. Manichon, H. 1987. Observation morphologique
pérdidas de agua por escurrimiento en un 20%. y Boiffin, J. 2002. Cumulative effects of cropping de l’état structural et mis en évidence d’effets de
systems on structure of the tilled layer in nothern compactage des horizons travaillés. Pp. 39-52 en
France. Soil Till. Res., 64:149-164. Monnier, G., Goss, H.J. (eds). Soil compaction and
regeneration. Balkema. Rotterdam. The Nether-
Boizard, H., Yoon, S.W., Leonard, J., Lheureux, S.,
lands
Cousin, I., Roger-Estrade, J. y Richard, G. 2013.
Consideraciones finales Using a morphological approach to evaluate the Morrás, H.J.M., Tonel, B. y Michelena, R. 2004. Ca-
La caracterización del estado estructural de sue- effect of traffic and weather conditions on the racterísticas microestructurales del horizonte su-
los en SD permite detectar patrones estructurales structure of a loamy soil in reduced tillage. Soil Ti- perficial de algunos suelos pampeanos bajo siem-
favorables o desfavorables y caracterizarlos, re- llage Res. 127, 34–44. doi:10.1016/j.still.2012.04.007 bra directa. En Actas del XIX Congreso Arg. de la
sultando un buen indicador de la dinámica del Ciencia del Suelo, Paraná.
Boizard, H.; Peigné J; Sasal MC; Guimaraes, M.F.;
agua a la escala de lote. A partir de estos resulta- Piron, D.; Tomis, V.; Vian, F.; Cadoux, S.; Ralisch, Novelli, L.E., Caviglia, O.P., Wilson y M.G., Sasal,
dos, la descripción de la organización estructural R.; Tavares Filho, J.; Heddadj, D.; De Battista, J.; M.C. 2013. Land use intensity and cropping se-
con el método del perfil cultural adquiere mayor Duparque, A.; Franchini, J.C. y Roger-Estrade, J. quence effects on aggregate stability and C stora-
relevancia y se comprueba su valor como herra- 2016. Developments in the profil cultural method ge in a Vertisol and a Mollisol. Geoderma 195-196:
mienta de diagnóstico para predecir el ingreso de for an improved. Soil Tillage Res. http://dx.doi.or- 260-267.
agua al suelo. Además, las ecuaciones generadas g/10.1016/j.still.2016.07.007
Pagliai, M., LaMarca, M. y Lucamante, G. 1983.
permiten identificar, mediante el índice ISI, se- Bonel, B., Morrás, H.J.M. y Bisaro, V. 2005. Modifi- Micromorphometric and micromorphological in-
cuencias de cultivos con proporciones de estruc- caciones en la microestructura y la materia orgá- vestigations of a clay loam soil in vitiviniculture
turas laminar y granular que mejoran la captación nica en un Argiudol bajo distintas condiciones de under zero and conventional tillage. J. Soil Sci.,
de agua para aumentar rendimientos de cultivos cultivo y conservación. Ciencia del Suelo, 23:1-12. 34:391-403.
y minimizar riesgos ambientales asociados a las
Cosentino, D.J. y Pecorari, C. 2002. Limos de baja Roger-Estrade, J., Richard, G., Caneill, J., Boizard,
pérdidas de agua por escurrimiento.
80
MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
H., Coquet, Y., Défossez, P. y Manichon, H. 2004. VandenBygaart, A.J., Protz, R., Tomlin, A.D.
Morphological characterisation of soil structure y Miller, J.J. 1999. Tillage system effects on
in tilled fields: from a diagnosis method to the near-surface soil morphology: observations
modelling of structural changes over time. Soil from the landscape to micro-scale in silt loams
Till. Res., 79: 33–49. soils of southern Ontario. Soil Till. Res., 51:139-
149.
Sasal, M.C., Andriulo, A.E. y Taboada, M.A. 2006.
Soil porosity characteristics and water movement Voorhees, W.B. y Lindstrom, M.J. 1984. Long-
under zero tillage in silty soils in argentinian term effects of tillage method on soil tilth inde-
pampas. Soil Till. Res., 87:9-18. pendent of wheel traffic compaction. Soil Sci.
Soc. Am. J., 48:152-156.
Sasal, M.C., Castiglioni, M.G. y Wilson, M.G. 2010.
Effect of crop sequences on soil properties and
runoff on natural rainfall erosion plots under no
tillage. Soil Till. Res., 108:24-29.
83
Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
muestreo más intensivo que aquellos más unifor- de contaminantes orgánicos e inorgánicos. Esta ción de la población de organismos patógenos
memente distribuidos. selección depende también de la sensibilidad de Indicadores biológicos disponibles (Janssens et al., 2006).
estas propiedades a cambios en el manejo del Entre las propiedades o características biológicas
Uno de los determinantes más importantes de suelo o en el clima, así como en su accesibilidad que pueden incluirse en un índice de calidad de Relacionar las actividades de uno, o de unos po-
la calidad de suelo es la habilidad que tiene para y utilidad para productores, especialistas en agri- suelo o en un CMD para evaluar la calidad de un cos microorganismos de suelo con la calidad del
descomponer residuos vegetales y animales, cultura, conservacionistas y responsables de de- suelo, pueden incluirse mediciones de micro y suelo, es algo imposible de lograr ya que en el
mantener adecuados tamaños de fracciones de finir políticas de manejo (Doran & Parkin, 1996, macroorganismos y sus actividades o funciones. suelo viven miles de especies, la mayoría de ellas
nutrientes y de materia orgánica y actuar como Rezaei et al., 2006). También pueden ser utilizados, la concentración sin identificar aún, y de muchas de ellas aún no co-
un sistema de filtrado con capacidad de degradar Por otra parte, muchas de las funciones del eco- o población de lombrices, nemátodos, termitas, nocemos siquiera su función (Paul & Clark, 1996).
o reducir compuestos tóxicos o peligrosos para sistema suelo son difíciles de inferir directamente hormigas, así como la biomasa microbiana, hon- Sumado a ésto, también existe el inconveniente
proveer agua pura a los ríos, lagos y aguas subte- y, en consecuencia, la calidad del suelo a menudo gos, actinomicetes o líquenes, debido al rol que que el resultado de la actividad microbiana, por
rráneas. Muchos de estos procesos son llevados debe inferirse a partir de otras propiedades más ejercen en el desarrollo y la conservación del sue- ejemplo la evolución de CO2 desde el suelo, es el
a cabo, y por ende, regulados, por las activida- fácilmente medibles (Weil & Magdoff, 2004). Te- lo, ciclaje de nutrientes y fertilidad del suelo (An- resultado neto de complejas interacciones subs-
des de los microorganismos (hongos, bacterias, niendo en cuenta la calidad del suelo, los indica- derson, 2003). También pueden incluirse proce- trato-microorganismo, involucrando a su vez, un
protozoos, levaduras, etc.). A su vez, cualquier dores se deben orientar principalmente hacia la sos metabólicos, como la evolución de dióxido de vasto número de microbios del suelo. Para supe-
factor que afecte estas actividades, tiene gran detección de cambios o tendencias que se pue- carbono (CO2), utilizada como una medida de la rar esta dificultad, se han desarrollado métodos
efecto sobre la fertilidad del suelo y por ende en dan medir en el tiempo. Sin embargo, algunos in- actividad microbiana relacionada a la descompo- para medir los microorganismos del suelo como
su calidad. dicadores pueden cambiar más rápidamente que sición de la materia orgánica del suelo. Un índice una única e indiferenciada unidad o “caja negra”,
otros, por lo que los cambios detectados no sólo muy utilizado es el cociente metabólico (qCO2), llamada biomasa microbiana del suelo (Jenkinson
Selección de indicadores biológicos deben ser reales, sino también suficientemente definido como la relación respiración:biomasa & Powlson, 1976). Si bien tiene algunas limitacio-
Para estimar la calidad del suelo se deben realizar sensibles en períodos cortos de tiempo, para que microbiana, y que está muy asociado con la mi- nes, este enfoque permite detectar la dirección
observaciones o mediciones de diferentes propie- se pueda tomar una acción rápida a fin de corre- neralización de sustratos orgánicos por unidad de de cambio (aumento o disminución) en la materia
dades o procesos y algunos de estos indicadores gir los problemas antes que ocurran situaciones biomasa microbiana (Bastida et al., 2008). orgánica del suelo y el funcionamiento del ecosis-
pueden ser combinados en la determinación de no deseadas o pérdidas irreversibles de calidad tema suelo debido, por ejemplo a incrementos en
los índices de calidad del suelo o en un conjunto del suelo. Otros indicadores biológicos que han sido amplia- la concentración de metales, cambios en el pH o
mínimo de datos (CMD). mente estudiados son los compuestos químicos agregados de residuos de cultivos. El valor de la
Algunos autores sugieren que un indicador de o productos metabólicos de organismos, particu- biomasa microbiana como un indicador o “alerta
Los indicadores deben ser limitados en número y calidad de suelo no es adecuado si no está di- larmente algunas enzimas tales como celulasas, temprana” de los cambios en las condiciones del
manejables por los diferentes tipos de usuarios, rectamente relacionado a quienes serán usuarios arilsulfatasa, fosfatasas, relacionadas con las fun- suelo, la ubica entre uno de los indicadores reco-
simples y fáciles de medir, cubrir las mayores si- de la información que el indicador provea. Si el ciones específicas de degradación de sustratos o mendados para monitorear las variaciones en la
tuaciones posibles (Doran & Zeiss, 2000, Cantú et objetivo es desarrollar un índice para producción a la mineralización de N, S o P orgánicos del sue- calidad de un suelo.
al., 2007), incluyendo la variación temporal, y ser de cultivos, entonces la materia orgánica del sue- lo. Los ensayos de actividad enzimática del suelo
muy sensibles a cambios ambientales y al manejo lo, la infiltración, la agregación, el pH, la biomasa actúan como indicadores potenciales de calidad Actualmente, la mayoría de los programas de mo-
del suelo (Dick et al., 2000). microbiana, las fracciones de N, la densidad apa- de los ecosistemas al ser operativamente prác- nitoreo de la calidad del suelo, incluyen medicio-
rente, la conductividad eléctrica o la salinidad y la ticos, sensibles, integradores, siendo descriptos nes de biomasa y respiración, aunque también se
La selección de estos indicadores depende tanto disponibilidad de nutrientes representan un gru- como “huellas biológicas” de manejo pasado del extienden a mineralización del nitrógeno, diversi-
del suelo como de las funciones a evaluar, entre po de indicadores que pueden usarse para descri- suelo y se relacionan con las labranzas y la estruc- dad microbiana y algunos grupos funcionales de
las que se incluyen: el soporte para el desarrollo bir la mayoría de las funciones básicas del suelo, tura del suelo (Dick, 2000). También pueden ser- fauna edáfica. Mediciones más promisorias tales
de los organismos vivos, flujos de agua y de nu- como la capacidad de absorber, retener y liberar vir como indicadores biológicos de la calidad del como la utilización de sustratos que da el perfil
trientes, la diversidad y la productividad de plan- agua para las plantas, mantener la productividad suelo, las tasas de descomposición de residuos de catabólico de la comunidad microbiana, el análisis
tas y animales, la eliminación o descontaminación y responder a los procesos de manejo y de ero- plantas en bolsas, las mediciones de la cantidad de los ácidos grasos en las membranas celulares
sión (Rezaei et al., 2006). de semillas de malezas, la presencia y cuantifica- de organismos y de ácidos nucleico, que hacen a
84 85
Capítulo 1
la biodiversidad, son señaladas como indicadores mal funcionamiento del ecosistema suelo (Arshad
biológicos de la calidad del suelo & Martin, 2002), por ejemplo, para la mayoría de
los cultivos, el pH debe ser de 6.5-7.0. No obstan-
Para la mayoría de los indicadores biológicos, hay te, si bien este concepto es práctico, dependien-
poca evidencia disponible que relacione directa- do de la propiedad es difícil establecerlo debido
mente el valor del indicador con la productivi- a la variedad de factores que inciden en el mismo
dad o el riesgo de impacto ambiental negativo. (tipo de suelo, clima, uso).
Sin embargo, en suelos Argiudoles de la Región
Pampeana, se ha demostrado que algunos indi-
cadores biológicos, como la actividad enzimática
(fosfatasas, ureasas, deshidrogenasas), qCO2 y
carbono de la biomasa microbiana (CBM), pre-
sentan respuesta en suelos bajo manejo agrícola
Bibliografía
intensivo respecto al suelo de referencia o bajo
manejos más conservacionistas, (Ferreras et al., Anderson T. 2003. Microbial eco-physiological indi- Ferreras; Toresani S, Bonel B, Fernández E, Baci-
cators to asses soil quality. Agriculture Ecosystems galuppo S, Faggioli V & Beltrán C. 2009. Paráme-
2009).
and Environment 98: 285–293. tros químicos y biológicos como indicadores de ca-
lidad del suelo en diferentes manejos. Ciencia del
Valores de referencia Consideraciones finales Arshad M.A., Martin S. 2002. Identifying critical
Suelo (Argentina) 27: 103-114.
Un aspecto muy importante a tener en cuenta Si bien hay diversas propiedades biológicas del limits for soil quality indicators in agro-ecosystems.
para una mejor interpretación de los indicadores suelo que pueden usarse como indicadores de Agriculture, Ecosystems and Environment 88: 153– Janssens J, Deng, Z., Sonwa, D., Torrico, J.C., Mulin-
de calidad de suelo, es disponer de datos de base calidad del suelo, ya sea solas o en combinación 160. dabigwi, V., Pohlan, J. 2006. Relating agro-climax
of orchards to eco-climax of natural vegetation.
o situación de referencia para comparar y deter- con otras propiedades física o químicas, cualquie- Bastida F. ZA, Hernández H., García C. 2008. Past,
Acta Horticulturae 707: 181-186.
minar si ocurrieron impactos negativos o positivos ra de ellas está lejos de ser universal, y debieran present and future of soil quality indices: A biolo-
sobre el ambiente. Además, deben determinarse ser elegidas de acuerdo a la situación particular gical perspective. Geoderma 147: 159-171. Jenkinson D.S. & D.S. Powlson. 1976. Effects of Bio-
variaciones en el tiempo y tasas de cambio, así bajo estudio. Por otro lado, hay varias propie- cidal Treatments on Metabolism in Soil. 5. Method
Cantu M. BA, Bedano C. and Schiavo H. 2007. Eva-
como los indicadores locales, para definir posibles dades que son tan difíciles de determinar y de for Measuring Soil Biomass. Soil Biology & Bioche-
luación de la calidad de suelos mediante el uso de
modelos a escalas mayores (Segnestam, 2002). interpretar, que muchas veces puede explicarse mistry, 8, 209-213.
indicadores e índices. Ciencia del Suelo (Argentina)
Hay varias alternativas a fin de utilizar como valo- lo mismo utilizando mediciones más simples y 25:173-8. Paul EA & FE Clark, 1996. Soil Biology and Bioche-
res de referencia: menos costosas. Del mismo modo, sólo debieran mistry. 2nd Edition Academic Press, Inc., New York,
Dick R. Soil enzyme stability as an ecosystem indi-
usarse propiedades sensibles a cambios en el ma- NY.
cator. Oregon, United States: http://cfpub.epa.gov/
• El mismo sitio en un momento más temprano nejo. Adecuadas estrategias de muestreo y aná- ncer_abstracts; 2000. [cited 2010 8th June ]. Rezaei S, Gilkes, R., Andrews, S. 2006. A minimum
(comparación longitudinal) lisis multivariados de los resultados son factores data set for assessing soil quality in rangelands.
Doran J, Parkin, T. 1996. Quantitative Indicators of
• Un sitio similar en otro lugar (comparación clave para considerar cuando se usan indicadores Geoderma 136: 229–34.
soil quality: A minimum data set. In: Doran J, Jo-
transversal) biológicos. No menos importante es la interac-
nes, A., editor. Methods for assessing soil quality. Segnestam L. 2002. Indicators of the environmen-
• Un valor derivado de un rango de observacio- ción con los productores que son quienes toman
Wisconsin: Soil Science Society of America Chapter tal and sustainable development. Theories and
nes las decisiones de manejo y finalmente afectan la 2. Practical Experience. Environmental Economic
• Un valor en un área natural sobre el mismo calidad del suelo. Series, Paper Nº 89, 61 pp. World Bank, Washing-
tipo de suelo Doran J, Zeiss, M. 2000. Soil Health and sustainabi-
ton DC.” Weil R, Magdoff, F. 2004. Significance of
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ty. Applied Soil Ecology 15:3-11.
Otro aspecto importante a definir es el límite crí- Magdoff F, Weil, R., editor. Soil Organic Matter in
tico, que es el rango de valores deseables de un Sustainable Agriculture. Boca Ratón, Fl: CRC Press.
indicador, el cual debe ser mantenido para el nor- p. 1-43.
86
MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
A lo largo del desarrollo del presente Manual se lores umbrales o de referencia. Se habla entonces
ha puesto énfasis en el concepto de Conjunto Mí- de los “ICS en etapa de ajuste”, es decir, ac-
nimo de Indicadores (CMI), conformado por los tualmente estos indicadores no tienen suficiente
Indicadores de Calidad de Suelos (ICS) que sobre- información como para presentarlos, pero se es-
salieron por su eficiencia y eficacia en cada zona o tima que pueden resultar de utilidad en el futuro.
sistema productivo y/o Ecorregión. Junto al CMI, Los “ICS en etapa de ajuste” son diferentes para
se utilizan también otros ICS que en términos ge- las diversas zonas, y el estado de avance también
nerales acompañan las tendencias del CMI, pero puede ser diferente para cada una de ellas.
con menor intensidad, es decir que resultan me- A efectos de ejemplificar, se expone a continua-
nos eficaces, por lo que se los podría llamar indi- ción un estudio realizado en Jujuy-Salta, en el cual
cadores complementarios. se trabajó especialmente con un grupo de ICS li-
gados a la Materia Orgánica (MO). Se comenzó
Por otra parte, en algunas zonas se ha trabajado en las parcelas de largo plazo de la EEA Salta,
con ICS que se encuentran en “etapa de ajuste”, cuantificando la relación porcentual de la MO
es decir que aún se está ajustando la metodología a dos profundidades: 0-5 y 0-20 cm, (% ReMO
de su determinación en el laboratorio y/o que fal- 5/20: MO 0-5 – MO 0-20 / MO 0-20 x 100) (Ar-
ta aún desarrollar las metodologías de muestreo zeno et al., 2010).
a campo o de calibración, para determinar sus va-
89
Capítulo 1
Luego se la utilizó en el Observatorio Ambiental propiedades del suelo, observándose que su va-
de Tartagal. Los resultados obtenidos permitieron riación se logró especialmente a partir de la varia-
considerar al % ReMO 5/20 como un comple- ción de MOP (Ferrary Laguzzi et al., 2010 b).
mento de los otros ICS ligados a la materia orgá- Posteriormente en fincas del Observatorio am-
nica, posibilitando la interpretación de su dinámi- biental de Tartagal, se compararon dos metodo-
ca (Arzeno et al., 2012). La %ReMO media de 23 logías de determinación del Potencial de minera-
lotes evaluados fue de 36,8 % (clasificada como lización de la MO: aeróbica y anaeróbica, (Ferrary
mejoradora en una primera aproximación). Cuan- Laguzzi et al., 2012), sobresaliendo la última
do más alto es el % ReMO 5/20 indica que se como ICS, por su eficiencia y eficacia. Se progra-
van enriqueciendo los primeros 5 cm, debido a la ma utilizar este conjunto de ICS ligados a la MO,
siembra directa (SD) y la abundancia de rastrojos y el CMI sobre diferentes suelos de la Hoja Lajitas
en especial de maíz y sorgo. 1/50.000 (Dpto Anta, Salta).
En las parcelas de largo plazo de la EEA Salta, se Respecto a los indicadores físicos de calidad de Bibliografía
trabajó además en el fraccionamiento de la MO suelo, el Terrón húmedo (TH), ligado a la reten- Arzeno J.L.; R.Osinaga; F. Ferrary Laguzzi; E.Corva-
y en su potencial de mineralización (PM), des- ción de agua, es considerado un ICS en etapa de lán y T.Rodriguez 2010 - Relación de la MO entre:
tacando la importancia de la Materia Orgánica ajuste. Este indicador presenta una alta correla- 0-5 y 0-20 cm (% REMO 5/20), como indicador de
particulada (MOP), en especial de la fracción más ción con la Capacidad de campo. calidad de suelos en parcelas de largo plazo de
gruesa (MOP 212-2000 µm) y específicamente a Salta. En: Resumen XXII Congreso Argentino de
5 centímetros de profundidad, como un indica- Cabe destacar además la utilización de un Índice la Ciencia del Suelo. Rosario. pag 224.
dor temprano de los cambios ocurridos por las también en etapa de ajuste, el “Perfil cultural sim- Arzeno J.L.; Corvalán E.; Vivas F; Huidobro D.J.;
diferentes prácticas agronómicas, de corto o me- plificado y cuantificado”, mediante el cual, apo- Ferrary Laguzzi F.2012 –Indicadores de calidad de
diano plazo, por ser estas fracciones, de ciclado yado en el perfil cultural, se cuantifica el estado suelo en Fincas del Observatorio ambiental de Tar-
más rápido (Ferrary Laguzzi et al., 2010 a). del suelo y la distribución de raíces, llegando a un tagal. En: XXIII Congreso Argentino de la Ciencia
De la misma manera, el PM resultó ser un indi- valor final que oscila entre 1 y 10. del Suelo. Mar del Plata.
cador temprano de los efectos del uso sobre las Ferrary Laguzzi F.; R.Osinaga; J.L. Arzeno y T. Rodrí-
guez 2010 a – Fraccionamiento de la materia orga-
nica como indicador químico de la calidad del suelo
en distintos sistemas de labranza. En XXII Congreso
Argentino de la Ciencia del Suelo, Rosario.
90
MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
1. INTA, Estación Experimental Paraná. Oro Verde 3101, Entre Ríos, Argentina.
2. Universidad Nacional de Entre Ríos, Facultad de Ciencias Agropecuarias, Oro Verde 3101,
Entre Ríos, Argentina.
93
Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
El valor de un impacto sobre el ambiente no siem- caso en particular. Al respecto se han presentado (2011) afirman que, dada la naturaleza dinámica producción, utilizando el ACP. Este análisis permi-
pre está bien representado por la diferencia del grupos de indicadores obtenidos para situaciones e interactiva de los procesos edáficos, rara vez se te encontrar con pérdida mínima de información,
factor alterado con y sin proyecto, requiriéndose regionales o locales (Brejda et al., 2000; Cantú et observa una relación uno a uno entre un indica- un nuevo conjunto de variables no correlaciona-
la identificación de indicadores, que constituyen al., 2004; Segnestam, 2002; Astier et al., 2002, dor y una función, ya que cada función puede das (Componentes Principales, CP) que expliquen
la expresión medible de dicho impacto y permiten Wilson et al, 2007). estar determinada por una serie de atributos del la estructura de la variación. Permite además,
estimarlo en forma cuantificada. El primer paso suelo, por lo que diferentes propiedades pueden visualizar la sensibilidad de las variables a través
para predecir la magnitud de los impactos es asig- Seybold et al. (1999) proponen dos metodologías ser simultánemanete relevantes en varias funcio- de un gráfico bidimensional (BIPLOT), logrado a
nar a cada uno de ellos, un indicador cuantifica- para medir y evaluar los cambios en la calidad del nes que desempeñe un suelo en particular. De ahí partir de los dos primeros componentes del ACP.
ble que mejor lo represente (Gómez Orea, 1999). suelo: una basada en el monitoreo de tendencias que el fin último de la evaluación de la calidad de Siguiendo los criterios de selección utilizados por
La degradación del suelo es uno de los problemas y otra en la determinación de valores de refe- suelos sea identificar los atributos que llevan al Maddoni et al. (1999), Schipper y Sparling (2000)
ambientales de mayor importancia ya que impac- rencias. Estos autores, al igual que otros (Doran suelo a cumplir sus funciones, de tal modo que y Govaerts et al. (2006), las variables con los ma-
ta negativamente a todas las escalas de percep- y Parkin, 1994; Larson y Pierce, 1994) proponen éstos puedan traducirse en propiedades cuantifi- yores valores de ponderación (E1) del CP 1 (co-
ción (global, regional y local), condicionando o en sus modelos, por razones prácticas, un Set de cables, de utilidad como indicadores. eficiente de ponderación mayor a ± 0,25), son
impidiendo el cumplimiento de las funciones del datos mínimos (MDS) potencial, que consiste en seleccionadas como ICS. Con ellos se conforma
recurso (Cantú, 2004). un conjunto de atributos relacionados a las pro- Doran y Parkin (1994) indican que son diversas el CMI. La interpretación del comportamiento de
piedades químicas, físicas y biológicas del suelo, las técnicas que se han aplicado para la selección los indicadores en el ACP permite estimar la diná-
Doran et al. (1996) sostienen que, si bien en los útiles para evaluar la calidad del mismo. de indicadores de calidad de suelo. Entre las téc- mica del suelo en función del uso.
procesos de desarrollo sustentable intervienen di- En la República Argentina, Cantú et al (2007) de- nicas aplicadas estos autores citan el análisis de
versos factores, la calidad del suelo constituye un sarrollaron y aplicaron un conjunto mínimo de in- factores, el uso de ecuaciones de regresión para Una vez obtenido el CMI para cada binomio suelo
indicador básico del manejo sustentable. dicadores (CMI) del estado del recurso suelo para describir las relaciones entre los indicadores y las – sistema de producción, se realiza el Análisis de
evaluar su calidad en agroecosistemas con suelos funciones del suelo, las evaluaciones mediante re- Conglomerados utilizando la distancia euclídea
Distintos autores han abordado el estudio de indi- molisoles, integrado por las siguientes variables: gresión lineal múltiple basada en las propiedades promedio y datos estandarizados, con la finali-
cadores de calidad de suelos (ICS) y destacan los C orgánico, pH, saturación de bases, agregados físicas y químicas, y el análisis de componentes dad de construir un dendrograma jerárquico que
que, a su juicio, son más relevantes. Sin embar- estables al agua, velocidad de infiltración, densi- principales (ACP). muestre el encadenamiento de tratamientos con
go, en la actualidad, no se cuenta con metodo- dad aparente y espesor del horizonte A. Por su diferentes condiciones de uso, con la finalidad de
logías de trabajo ni de expresión de los resultados parte, Wilson (2003) y Cerana et al (2006) han Cualquiera sea la técnica aplicada, un aspecto agrupar aquellos tratamientos similares. Para la
unificados que permitan evaluar objetivamente, obtenido un CMI para la evaluación del efecto del prioritario es la necesidad de definir claramente conformación de grupos se toma como criterio
comparar ni controlar el impacto de las prácticas cultivo de arroz sobre el suelo. el patrón de comparación que se utilizará como el valor correspondiente al 50% de la distancia
agropecuarias sobre la calidad del suelo en una estándar, dado que éste puede hacer que los máxima. De esta manera, se logra sintetizar con-
región. Por ello, surge la necesidad de establecer- Selección de indicadores de calidad de resultados del análisis con indicadores difiera (Et- siderablemente la información y visualizar relacio-
los para cada región y uso del suelo. suelo. Obtención del conjunto mínimo de chevers et al, 2009). Básicamente, la metodología nes multivariadas de compleja naturaleza.
indicadores (CMI). utilizada para seleccionar los ICS que permitan
Dumanski et al. (1998) establecen que los ICS no La evaluación de la calidad del suelo debe ba- identificar aquellos suelos más vulnerables a la En la siguiente etapa, se realizan correlaciones
pueden ser un grupo ad hoc para cada situación sarse en sus funciones específicas, entendiendo degradación cuando son puestos en producción lineales entre las variables analizadas para iden-
en particular sino que deben ser los mismos en cada función como el resultado de la interacción agrícola, consiste en medir un grupo de variables tificar asociaciones entre ellas. El coeficiente de
todos los casos, lo que posibilita las comparacio- de las diversas propiedades del suelo, de modo de suelo, y evaluar su sensibilidad al uso con res- correlación de Pearson es una medida de la mag-
nes a nivel nacional e internacional. Sin embargo, que los mejores indicadores serán aquellas pro- pecto a una condición considerada de referencia. nitud de la asociación lineal entre dos variables
otros autores consideran que los indicadores que piedades que influyan significativamente sobre la Se evalúan las variables de suelo en función de que no depende de las unidades de medida de
se utilizan deben reflejar en cada caso las princi- capacidad del suelo para proveer cada función, su respuesta a los cambios en las condiciones las variables originales.
pales restricciones en congruencia con la función los usos a los cuales se destine y el ecosistema en edáficas asociadas al uso, seleccionando aquellas
o las funciones principales que se evalúan, por el cual se está realizando la evaluación (Astier et más sensibles. Dicho análisis se realiza para cada Finalmente, la dinámica de las variables físicas, fí-
lo que los indicadores a aplicar difieren en cada al.,2002). Sin embargo, Navarrete Segueda et al. combinación de subgrupo de suelos – sistema de sico químicas, químicas y microbiológicas del sue-
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Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
lo en relación al uso del suelo, se realiza tomando ran que la asignación de valores umbrales para suelo resulta insuficiente, siendo necesaria su in- La técnica exige que la totalidad de valores alcan-
a la condición inalterada como referencia a través cada indicador puede realizarse de acuerdo a tegración para la interpretación de los resultados. zados por los indicadores del CMI, independien-
de la determinación de la significancia (< 0.01), los siguientes criterios: valores legales (o combi- Expresan que la problemática de la calidad del temente de su unidad de expresión original, sean
R2 y la pendiente relativa de la regresión lineal. nación de valores legales de los datos); valores suelo se manifiesta como un fenómeno total, in- transformados a esta escala, posibilitando a pos-
Para detectar la sensibilidad de cada variable en establecidos científicamente; medias espaciales tegral, que abarca la complejidad del recurso en teriori la integración de ICS en índices.
relación al uso, se prioriza el grado de ajuste en- (comparaciones sincrónicas), medias temporales sí mismo y la indisoluble unidad de sus dimensio-
tre la variable y los años de uso (por medio del (comparaciones diacrónicas); opinión de exper- nes constitutivas. A través de los indicadores inte- La representación gráfica de los datos mediante
R2 y la significancia), además de tener en cuenta tos; opinión de representantes institucionales y de grados, utilizados para medir conceptos comple- el tipo de gráfico Ameba o Estrella constituye
la pendiente relativa, dado que la variable más grupos sociales (a través de encuestas) y opinión jos y multidimensionales, es posible considerar la la parte cualitativa de la técnica propuesta por
sensible es la que mayor cambio experimenta por popular (también a partir de encuestas). Cantú multidimensionalidad de la realidad de la calidad MESMIS. En este gráfico cada eje representa un
cada año de uso. et al. (2007), para evaluar la calidad del suelo en del suelo y la interpretación de tales dimensiones. indicador y sobre cada eje se visualizan los valores
agroecosistemas con molisoles, identificaron un Una de las técnicas aplicables para la integra- transformados a la escala nominal. Estos gráficos
Criterios para la definición de valores umbrales CMI y definieron para cada ICS valores umbrales ción de los indicadores que conforman el CMI y permiten evaluar la posición relativa de cada si-
(VU) de los indicadores de calidad de suelos calculados a partir de los suelos de referencia y la obtención de índices, es la técnica mixta pro- tuación evaluada, respecto a la situación inalte-
La evaluación de la calidad del suelo debe con- aplicando criterios teóricos. puesta por el MESMIS (Marco de Evaluación de rada (en la que el suelo aún no está puesto en
cebirse en un contexto donde se establezcan y Sistemas de manejo de Recursos naturales me- producción) y a una situación de referencia que
especifiquen las escalas espacio-temporales. De La asignación de valores umbrales y de línea base diante indicadores de Sustentabilidad, Masera refleja un manejo sustentable del recurso suelo
esta forma, el seguimiento de la calidad del suelo a cada indicador constituye una etapa fundamen- et al., 2000). Esta técnica combina información (en producción). En esta situación de referencia, a
podrá efectuarse de manera comparativa o rela- tal en la evaluación de la calidad de los suelos, numérica y gráfica. La numérica representa el as- diferencia de la inalterada, los ICS adquieren sus
tiva. Al respecto, Massera et al. (1999) sugieren dado que conforman el marco de referencia para pecto cuantitativo de la técnica. Los valores de “mejores valores” (valores de referencia, VR) con
dos vías fundamentales: 1) comparar la dinámi- cotejar los valores obtenidos de cada indicador, los indicadores son transformados a una escala el suelo en producción. Los VR representan los lí-
ca de un mismo sistema a través del tiempo, y 2) ante una situación particular de uso del suelo, nominal, según el criterio de Tylor (1993, citado mites necesarios para garantizar el mantenimien-
comparar simultáneamente uno o más sistemas posibilitando la detección de tendencias a la de- por Masera, 2000), según el cual los valores asig- to de la productividad a largo plazo y por ende la
de manejo alternativo o innovador, con una situa- gradación o a la recuperación de la calidad del nados en cada intervalo de la escala representan sustentabilidad del sistema.
ción de referencia. recurso. la distancia del valor del indicador al VU (máx o
mín) establecido para el mismo. De esta forma, Finalmente se obtienen los índices de calidad de
Se ha destacado la importancia de establecer Obtención de índices los valores que adquieren los diferentes interva- suelo (InCS). Estos pueden obtenerse directamen-
para cada indicador la línea base (baseline), de re- Orellana et al. (1997) consideran que el CMI es los de la escala dependen de la distancia de los te a partir de la sumatoria de los valores obte-
ferencia o de inicio de una actividad, para reflejar insuficiente para cuantificar la calidad del suelo valores del indicador respecto a los VU y de cuán nidos por cada indicador, o bien mediante una
la generación de impactos positivos o negativos y que sólo permite detectar niveles de degrada- perjudicial o beneficioso resulta este efecto sobre sumatoria ponderada, en la que se contempla el
en el ambiente, y los valores umbrales (thresholds) ción o de recuperación del suelo. La medición el recurso. Esta distancia entre valores constituiría peso de cada uno de los ICS. La definición de ín-
para el monitoreo de impactos negativos, los cua- ocasional de este CMI no es suficiente sino que una medida directa de la intensidad del impacto dices permite establecer clases de calidad de sue-
les no deben exceder un determinado nivel o va- se requiere conocer su dinámica. A tal fin, estos de una actividad sobre el suelo. lo (ver caso de estudio).
lor (Segnestam, 2002). Los valores umbrales (VU), autores establecen índices globales e interactivos
que pueden ser valores máximos o mínimos de- de productividad y de degradación de suelos, a Los valores de las escalas a la que son transforma- Caso de estudio. Evaluación del impacto del
pendiendo de la variable en cuestión, representan partir de la integración de los indicadores que in- dos los datos pueden oscilar entre 0 y 4 ó entre sistema de producción de arroz sobre el sue-
para cada indicador, el nivel por encima del cual tegran el CMI. 0 y 3, correspondiendo el mayor valor (3 ó 4) a la lo en Entre Ríos
el recurso suelo se torna sensible a los procesos situación de mejor calidad del suelo, lo que repre- Para evaluar el impacto del sistema de producción
degradativos generados por el uso, arriesgándose Ferrazzino et al. (2004) coinciden con el criterio senta un menor impacto del sistema productivo de arroz sobre el recurso suelo, se efectuó un es-
su capacidad de recuperación. anterior y sostienen que el estudio de los indica- sobre el recurso. El 0 representa la peor condi- tudio a escala de establecimiento agropecuario,
Existen distintos criterios para establecer los VU. dores físicos, físico-químicos, biológicos, econó- ción (impacto de mayor intensidad). evaluándose seis lotes que diferían en su historia
Tolon Becerra y Ramírez Román (2000) conside- micos y sociales relacionados con la calidad del de manejo, básicamente en el porcentaje de par-
96 97
Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
ticipación del cultivo de arroz en la rotación. toreo de los mismos. punto de toxicidad para el desarrollo de los cul- en sus límites inferiores y superiores (por ejemplo
Se aplicó el CMI propuesto por Wilson (2003), En base a la bibliografía (Wilson, 2003; Cerana et tivos de la zona. Si bien la bibliografía cita al en el Ks de percolación, 6-10 y 10-16 cmh-1). Esto
constituido por los siguientes ICS: índice de ines- al., 2006; Wilson y Banchero, 2006) y consultas a pH neutro como la mejor condición del suelo se hace con el fin de no recurrir a decimales en
tabilidad estructural (Is), índice Ks de percolación expertos se determinaron para cada indicador, los en cuanto a calidad (Whittaker et al., 1959; Soil la valoración de los rangos. Para todo efecto, se
de Hénin (Ks), contenido de materia orgánica VR y los VUmáx y VUmín admisibles. Se trabajó Survey Staff, 1993), en este trabajo se conside- entenderá en este trabajo, que los límites no com-
(MO), contenido de sodio de intercambio (CSI), con una base de datos provenientes de 75 sitios de ró el promedio de los valores determinados en la parten los valores, pudiéndose interpretar como
reacción del suelo (pH) y conductividad eléctrica muestreo localizados en el área arrocera tradicio- condición inalterada para suelos vertisólicos de la si tuvieran decimales (6-9,99 y 10-15,99 cmh-1),
del extracto, CE(e). Estos ICS fueron determina- nal, sobre suelos vertisólicos y con diferentes his- zona, el cual resultó próximo al pH neutro (6,5). de manera que las clases siempre resultan inde-
dos en la situación inicial (año 0) a efectos de rea- torias de manejo (Wilson, 2003). En la Tabla 1 se Respecto al CE(e), los In, VR y VU fueron esta- pendientes.
lizar un diagnóstico de la calidad de suelo en los presentan los valores de la situación inalterada (In) blecidos a partir del análisis de la base de datos
lotes, en tanto que al año 1 se efectuó un moni- y los VU para cada uno de los indicadores del CMI. provenientes de suelos vertisólicos de la zona Para todos los indicadores del CMI, la condición
arrocera y de la consulta a expertos en el tema. óptima fue valorizada con el máximo valor de la
escala (4 ó 3).
Estandarización e integración de indicadores.
Obtención de índices de calidad del suelo. El InCS fue obtenido a partir de la sumatoria de los
La aplicación del marco conceptual y los aspectos valores adquiridos por cada uno de los indicadores
metodológicos para la obtención de ICS adecua- del CMI en su transformación a la escala nominal
dos a los objetivos perseguidos permitió obtener (índice sin ponderar). En este caso se asume que el
una serie de indicadores estandarizados e índices peso relativo de los indicadores en la determina-
de calidad de suelo. En la Tabla 2 se presentan, a ción de la calidad del suelo es equitativo.
modo de ejemplo, los valores de Ks y su transfor-
mación a una escala nominal para la estandariza- Para la interpretación de estos InCS se establecie-
ción de los mismos. ron clases de calidad de suelo (Tabla 3).
Tabla 1: Indicadores de calidad del suelo. Valores para la situación inalterada (In), valores de referencia (VR) y valo- Como se observa en la tabla anterior, los rangos
res umbrales mínimos o máximos (VU mín o máx)
de las escalas pueden compartir un valor similar
Wilson y Banchero (2006) indican que en suelos VUmín el requerimiento para satisfacer la condi-
vertisoles, valores de Is superiores a 0,5 indican ción de suelo vertisólico (Soil Survey Staff, 2006),
problemas de deterioro estructural, mientras que y como VUmáx el promedio de los valores deter-
con valores mayores a 0,90 los problemas de minados en la condición inalterada de los suelos
deterioro estructural son severos, por lo que se de referencia en el área de estudio.
consideró como VUmáx) un valor de Is de 0,9. Los Para la determinación de los VU (máximo) de
valores de la condición inalterada surgieron de CSI se siguió el criterio de Cook y Muller (1997),
promediar datos provenientes de suelos vertisó- quienes consideran que niveles superiores a 1,4
licos del área de estudio. cmolc.kg-1 resultan peligrosos para la estabilidad
Los In, VR y VU establecidos para el Ks de perco- de agregados y la dispersión coloidal en suelos
lación surgieron como resultado del análisis de la vertisólicos. Los valores de la situación inalterada
Tabla 3: Clases de calidad de suelos a partir de los
base de datos provenientes de suelos vertisólicos fueron obtenidos a partir de la base de datos de InCS.
de la zona arrocera, los que fueron a su vez some- suelos vertisólicos locales.
tidos a discusión por expertos en el tema. Tabla 2: Transformación de los valores de Ks a una
escala nominal.
Respecto al contenido de MO, se consideró como El VUmín de pH fue establecido en función del
98 99
Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
En la Tabla 4 se presentan los InCS obtenidos para no supera el 20%. Ambas situaciones permiten Se obtuvo también un índice ponderado (InCS- Los modelos productivos que presentaron una
la situación inalterada y para la situación de refe- sostener una calidad de suelos muy alta y alta, pond), a partir de la aplicación de un ACP. Los situación más crítica correspondieron a aquellos
rencia, representada por un modelo de produc- con valores de InCS de 5 y 4, respectivamente. resultados de este análisis indica que el CP contri- con mayor participación del cultivo de arroz en la
ción en el que la participación del cultivo de arroz buye con el 83.5% del total de la variabilidad de rotación, o a aquellos en los que se implantó este
los datos. El InCS ponderado obtenido indica los cultivo en la última campaña evaluada. En estos
pesos relativos de cada ICS: casos, la posición relativa de los mismos distó del
sistema de referencia básicamente en los ICS rela-
cionados con la calidad del agua de riego.
InCS pond= 0.19*pH + 0.18*CSI + 0.17
* MO + 0.17 *Is + 0.13 * CE + 0.165 * Ks La utilización de agua de origen subterráneo
(bicarbonatada sódica) para riego, produce un
aumento del CSI en el suelo. Los grandes volú-
Se observa que los seis indicadores del CMI tie- menes de agua requeridos para inundar el cultivo
nen similar importancia. El análisis comparativo y el desequilibrio entre la relación de adsorción
entre la aplicación de los dos índices (ponderado de sodio (RAS) y la salinidad del agua de riego,
y sin ponderar) permitió observar que ambos re- magnifican los efectos de sodificación en suelos
flejaron la misma calidad de suelo en los distintos donde predominan arcillas montmorillonitas (Wi-
lotes evaluados, por lo que se considera que los lson, 2003). So y Cook (1993) expresan que estos
dos índices resultan de utilidad para estudiar el aumentos de CSI provocan condiciones desfavo-
Tabla 4: Transformación de los In y los VR correspondientes a cada indicador, a la escala nominal. impacto del sistema productivo arrocero sobre el rables que inducen a la desagregación del suelo y
suelo. En este estudio de caso, se muestra la eva- a la dispersión de las arcillas.
luación de la calidad del suelo aplicando el InCS
En la Figura 1, la superficie verde del gráfico re- sensible a los procesos degradativos generados sin ponderar. En todos los casos, la inclusión de cultivos diferen-
presenta la situación inalterada (sin producir) para por el uso arrocero, arriesgándose su capacidad tes del arroz (soja – ray grass) en la última campa-
suelos vertisólicos de la zona de estudio, en tanto de recuperación. Validación de InCS ña permitió la recuperación de los ICS, generando
que el área gris indica la posición relativa de un El uso de indicadores e índices de calidad del sue- un incremento en la calidad del suelo.
modelo productivo en el que se respetan los va- lo a nivel de establecimiento agropecuario permi-
lores de los indicadores que garantizan una pro- tió evaluar el impacto del cultivo de arroz sobre Los InCS oscilaron entre 5 y 2, correspondiendo
ductividad sostenida a largo plazo en lo que al la calidad del recurso, observándose diferencias los mayores índices al lote en que no presentó
recurso suelo concierne. Este modelo productivo apreciables entre los valores de InCS correspon- arroz en la rotación, con predominio de prade-
resulta equivalente a un sistema en el que la par- dientes a las diferentes secuencias de cultivos ras. En las situaciones con mayor participación de
ticipación del cultivo de arroz en la rotación es realizadas en los lotes evaluados. De forma glo- arroz, los valores de InCS resultaron fuertemente
de un 20% aproximadamente. En esta situación bal es posible afirmar que, a excepción del lote influenciados por el indicador CSI, que constitu-
los impactos del cultivo de arroz sobre el suelo destinado a pradera y sin inclusión de cultivo de ye la propiedad más afectada por el manejo del
son de una intensidad tal que no comprometen arroz, todos los modelos productivos analizados arroz, básicamente por el riego. Estos modelos
la sostenibilidad de su aptitud productiva a largo a escala de establecimiento agropecuario gene- productivos fueron los que más distaron del mo-
plazo. raron impactos de diversa magnitud sobre el sue- delo de referencia y de la situación inalterada.
lo, causando deterioros de diferente grado en su
El área del gráfico en color rojo representa una calidad respecto al modelo de producción consi- A modo de ejemplo, en la Figura 2 se presenta la
condición en la que los ICS han alcanzado los va- Figura 1: Diagrama “ameba” correspondiente derado de referencia, con el que se garantizaría situación del lote sin cultivo de arroz en su historia
lores umbrales (máximos o mínimos), límite a par- a la situación inalterada (In), posición relativa de la sustentabilidad de la productividad del suelo de manejo, en el que se registró una muy alta
los VR y de los VU.
tir del cual la calidad del suelo se torna altamente a largo plazo. calidad de suelos al año 0, observándose que la
100 101
Capítulo 1
inclusión del cultivo de soja en la rotación afectó La menor calidad de suelo en la situación inicial En este lote, la inclusión de ray grass en la última
el contenido de MO al año 1, disminuyendo un correspondió al lote con 80% de participación campaña permitió una leve recuperación del CSI
28% aproximadamente, pasando la calidad del de arroz en la rotación, en el que se registró un como producto de la ausencia de riego con agua
suelo de muy alta a alta. InCS de 2, constituyendo el modelo productivo bicarbonatada sódica. A pesar de este aspecto,
más alejado de la situación de referencia, com- el suelo mantuvo el valor 2 de su InCS, reflejan-
prometiéndose severamente la sustentabilidad do su baja calidad, lo que estaría indicando que
de la productividad del recurso suelo (Fig. 3). la inclusión de un solo ciclo de ray grass no sería
suficiente para recuperar el deterioro del suelo
ocasionado por una alta participación de arroz
en la secuencia de cultivos.
Bibliografía
Consideración final
En este apartado se presentan los criterios y he- ASTIER, C.M., MASS-MORENO, M. y ETCHEVERS,
rramientas metodológicas para la obtención de B.J. (2002). Derivación de indicadores de calidad de
suelo en el contexto de la agricultura sustentable.
los conjuntos mínimos de indicadores de calidad
Agrociencia 36: 605-620.
de suelos y el desarrollo de índices de calidad,
los que deben estar basados en los binomios BREJDA, J.J., MOORMAN, T.B., KARLEN, D.L. and
suelos-sistemas productivos, y ser desarrollados T.H. DAO (2000). Identification of regional soil qua-
localmente. Se presentan además, criterios para lity factors and indicators: I. Central and southern
la asignación de valores umbrales y de línea base high plains. Soil Sci. Soc. Am. J. 64:2115–2124.
a cada indicador seleccionado. CANTÚ, M. P.; BECKER, A.; BEDANO, J. C.; MUSSO,
T. B.; SCHIAVO, H. F. (2004). Indicadores e indices
Finalmente, se expone un estudio de caso de ob- cuantitativos de Calidad Ambiental y de Suelos
tención de índice de calidad de suelos desarrolla- para evaluar la sustentabilidad de Agroecosiste-
do localmente y su aplicación a nivel de estable- mas. XIX Congreso Argentino de la Ciencia del
cimiento, que puede brindar utilidad para futuras Suelo. CD, 8 pp. Paraná.
102
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104
MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Metodologías de construcción
de índices de calidad de suelos
Romina Romaniuk1
Introducción
La sustentabilidad de los sistemas puede ser eva- ma, integrar diferentes propiedades y procesos,
luada a través del estudio de la calidad del suelo. ser accesibles a muchos usuarios, sensibles al ma-
Esto requiere la medición de indicadores y la com- nejo y al clima. Los mismos deben ser “predicti-
paración de los resultados para evaluar las conse- vos”, lo que implica reflejar cambios tempranos
cuencias de diferentes sistemas de manejo (Kar- en los procesos ecológicos e indicar la probable
len et al., 1997; Nael et al., 2004, Giuffré et al., ocurrencia de cambios futuros (Herrick et al.,
2006). Los indicadores de calidad de suelo pue- 2002). Las primeras aproximaciones realizadas en
den ser brevemente definidos como aquellas pro- el estudio de la calidad de los suelos centraron su
piedades y procesos, que una vez medidos, per- esfuerzo en la selección de un conjunto mínimo
miten detectar con mayor sensibilidad cambios de datos universal que fuese útil para evaluar su
en sus funciones. Doran y Parkin (1996) enfatizan calidad en suelos de todo el mundo (Doran y Par-
que los indicadores deben estar correlacionados kin, 1994; Gregorich et al., 1994; Karlen y Stott,
con los procesos que tienen lugar en el ecosiste- 1994; Larson y Pierce, 1994). Sin embargo, quedó
107
Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
demostrado que los indicadores apropiados para rrollar un índice integrado de calidad de suelos. taja reside en el hecho que un mismo indicador que dicho índice debe ser considerado como un
evaluar las funciones del suelo no son universales, Pierce y Larson (1993) propusieron utilizar proce- representa generalmente a más de una función, indicador y no como un índice, debido a que no
sino que difieren según el objetivo de manejo en dimientos estadísticos de control de calidad para y a su vez los mismos son elegidos sin evaluar si considera otros aspectos asociados a las funcio-
relación al tipo de suelo, clima y ecosistema que evaluar la dinámica de los cambios temporales en son sensibles para caracterizar a los sistemas eva- nes del suelo.
sea evaluado (Andrews et al., 2002 a). la calidad del suelo. Smith et al. (1993) emplea- luados. De esta manera y según el número de
ron la exploración de variables múltiples basada funciones que se cuantifiquen, el valor final del Wander y Bollero (1999) utilizaron el análisis mul-
Una evaluación consistente de la calidad del suelo en geoestadística no paramétrica. Doran y Parkin índice estará influenciado por los indicadores que tivariado para analizar diferentes parámetros de
requiere una metodología sistemática para selec- (1994) utilizaron una simple función multiplicativa caractericen a la mayor cantidad de funciones a suelo. Las variables fueron agrupadas en físicas,
cionar, interpretar e integrar las propiedades del para evaluar la calidad de los suelos considerando las que arbitrariamente hayan sido asignados. químicas y biológicas. Aquéllas que mostraron di-
suelo que sean útiles como indicadores de cali- aspectos geográficos, climáticos y socioeconómi- Finalmente, no simplifica la evaluación de la cali- ferencias significativas entre tratamientos fueron
dad. Sin embargo, aunque existen muchos méto- cos. Karlen y Scott (1994) propusieron un mode- dad de los suelos, ya que utiliza múltiples indica- incluidas por grupos en el análisis multivariado.
dos para monitorear y evaluar la calidad del aire y lo de normalización de indicadores basado en el dores para caracterizar a una función sin utilizar Esta aproximación les permitió interpretar efecti-
del agua, ningún método único ha sido aceptado uso de curvas normalizadas para luego evaluar el un método de reducción de los mismos, ni eva- vamente un complejo conjunto de datos y pudie-
para la evaluación de la calidad del suelo debido, efecto de los diferentes sistemas productivos so- luar la correlación entre ellos. ron identificar variables sensibles a las prácticas
en gran parte, a la complejidad y variabilidad que bre funciones asociadas con la calidad del suelo de manejo como así también conocer la interrela-
presenta el sistema edáfico. Esto repercute en la (Karlen et al., 1994) utilizando un índice aditivo La normalización de los indicadores responde ción entre las mismas. El análisis multivariado re-
gran cantidad de muestras que deben obtenerse ponderado (IAP) donde las funciones del suelo a la función que mejor represente al indicador sultó ser un descriptor mucho más poderoso del
y sumado a ello, en el gran número de determi- eran ponderadas arbitrariamente y multiplicadas utilizado. Esto puede ser “cuanto mayor es me- sistema edáfico que el análisis univariado.
naciones que deben realizarse para abarcar las por el valor normalizado de la variable que re- jor”, “cuanto menor es mejor” o un “óptimo”.
diferentes funciones o propiedades del suelo, las presentaba esa función. La misma responde a la Aunque este sistema de normalización es válido Andrews et al. (2002a) compararon diferentes
que a su vez suelen estar interrelacionadas (Lu et siguiente ecuación: y representativo de la realidad de cada sistema, métodos de construcción de índices de suelo. Para
al., 2008). De esta manera, el poder evaluar la cuenta con ciertas limitaciones, ya que para cada seleccionar el CMI utilizaron el sistema de opinión
calidad del suelo extrayendo la información más indicador a normalizar hay que fijar valores um- de expertos (OE) y el análisis de componentes
representativa de cada sistema y su integración SQ = qWE (wt) + qWMA (wt) + qRD brales, bases y óptimos. Esto es dificultoso ya que principales (ACP), como métodos para reducir los
en un valor final que caracterice adecuadamente (wt) + qFQP (wt) los mismos varían según el sistema productivo y indicadores analizados. Para normalizar los valo-
su calidad, representa sin duda alguna un gran tipo de suelo, entre otros factores. A pesar de res de los indicadores se utilizaron los modelos li-
desafío. Donde SQ es calidad del suelo, qWE se refiere a las dificultades que presenta este sistema de neales (donde cada variable es normalizada usan-
la capacidad del suelo para permitir la entrada de evaluación de calidad de suelos, varios autores, do el criterio de cuanto mayor mejor, o lo inverso)
Combinación de variables en un índice de ca- agua, qWMA es la ponderación a la habilidad del implementaron esta metodología (Hussain et al. y no lineales (donde cada variable responde a una
lidad de suelos: antecedentes en la temática suelo para la absorción y transferencia del agua, (1999), Glover et al. (2000) y Masto et al., (2007). función característica según lo propuesto por
Según el trabajo realizado por Batidia et al. qRD se refiere a la capacidad del suelo para resistir Gregorich et al. (1994) enfatizaron la importancia Karlen y Scott, 1994). Finalmente los indicadores
(2008), de las 14000 publicaciones que aparecen la degradación y qFQP a la habilidad para susten- de incluir a las fracciones de la materia orgánica fueron combinados mediante la utilización de un
desde 1940 en referencia al término “calidad del tar el crecimiento vegetal. Wt es el peso numérico dentro del conjunto mínimo de indicadores a uti- índice aditivo (IA), donde los que fueron seleccio-
suelo”, sólo 934 se refieren a índices, y de ellas, para cada función, la cual está representada por lizarse en la evaluación de la calidad de los suelos. nados tienen el mismo peso, y el sistema aditivo
son muy pocas los que realmente proveen un ín- diferentes indicadores que representan a cada En base a esta aproximación, Blair et al. (1995) ponderado (IAP) diferenciándose del propuesto
dice que permita cuantificar la calidad de los sue- una de ellas. Aunque esta aproximación resulta propusieron la utilización de un índice basado por Karlen et al. (1994) en que la ponderación no
los. Un índice de calidad de suelo puede ser de- interesante y permite integrar diferentes indica- en la composición de las diferentes fracciones de es arbitraria, sino obtenida mediante herramien-
finido como el mínimo conjunto de parámetros, dores, cuenta con varias desventajas. La primera carbono en el suelo (índice de manejo del carbo- tas estadísticas. Ambos métodos de selección de
que interrelacionados, provee datos numéricos reside en que la ponderación para cada función no – IMC) para evaluar la calidad de los suelos. indicadores resultaron adecuados. La eficiencia
acerca de la capacidad de un suelo para llevar a (q), así como la de los indicadores que represen- De Bona et al. (2008) utilizaron este índice para de los sistemas de normalización utilizados no
cabo sus funciones (Acton y Padburry, 1993). Se tan a cada una de ellas (wt) son fijados arbitraria- comparar el efecto de diferentes prácticas de ma- difirió en gran medida, aunque los autores consi-
realizaron aproximaciones sistemáticas para desa- mente y por tanto son subjetivos. Otra desven- nejo sobre la calidad de los suelos. Concluyeron deraron al sistema de normalización no lineal más
108 109
Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
representativo de la realidad. Finalmente, la efi- hold et al., 2006; Erkossa et al., 2007). Todos es- los índices fueron similares, concluyeron que el la incidencia relativa sobre cada una de ellas, lo
ciencia de estos índices fue comparada con otras tos trabajos utilizaron como base la metodología IAP (índice aditivo ponderado) junto con el CMI que otorga mayor seguridad a la hora de arribar a
técnicas multivariadas que utilizan todas las varia- propuesta por Andrews et al., 2002 a, b y 2004. (conjunto mínimo de indicadores) fueron los que conclusiones acerca de los cambios en la calidad
bles (Wander y Bollero, 1999). Esta comparación Esta técnica de construcción de índices también mejor reflejaron la calidad de los suelos estudia- de los suelos.
mostró resultados similares entre ambas técnicas, fue utilizada para crear índices microbiológicos dos, recomendando su uso para futuros estudios
indicando que un reducido número de variables (Bastidia et al., 2006; Dawson et al., 2007). Basti- de calidad de suelos, centrando el esfuerzo en Método sistemático para la construcción de
criteriosamente seleccionadas y combinadas den- dia et al. (2008) realizaron una revisión sobre los mejorar dichas metodologías y no en crear más índices de calidad de suelos
tro de un índice, pueden brindar la información índices propuestos y utilizados hasta el momento. índices, que solamente generan confusión a la Para la construcción de un índice de calidad de
necesaria para la selección de la mejor práctica Concluyeron que las metodologías propuestas hora de seleccionar un único método para evaluar suelos puede utilizarse un método sistemático
de manejo. Andrews et al. (2004) aplicaron este por Karlen et al. (1994) y modificadas por An- la calidad de los suelos en el mundo. (Romaniuk et al. 2011) que consta de tres pa-
sistema de construcción de índices de calidad de drews et al. (2002 a,b, 2004) han sido las más sos consecutivos. Para un mayor entendimiento
suelos, mediante la creación de un programa con utilizadas para cuantificar la calidad de los suelos. Aunque numerosos investigadores destacan que práctico de los mismos se ejemplificarán con un
interacción del usuario (Soil Management Assess- Lu et al. (2008) propusieron una alternativa al uso la evaluación de la calidad de los suelos debe con- estudio realizado en huertas bajo manejo orgáni-
ment Framework – SMAF) en la elección de las de análisis de componentes principales (ACP) o de siderar las propiedades físicas, químicas y bioló- co y convencional con diferentes años de manejo
variables que representen mejor las funciones del factores (AF). Se denomina “factorización positi- gicas, la metodología de construcción de índices (Romaniuk et al. 2014).
suelo para los diferentes objetivos de manejo. En va de matrices”. La ventaja principal que otorga con mayor aceptación hasta el momento (CMI
todos los casos, la aplicación del índice obtenido esta técnica es que la ponderación de las variables integrados mediante el IAP) no considera este as- 1. Selección de un Conjunto Mínimo de Indi-
mediante esta metodología, resultó sensible para es siempre positiva, a diferencia de los ACP o AF, pecto a la hora de integrar los indicadores. Aun- cadores (CMI)
distinguir entre sistemas de manejo y otorgar ma- en donde las variables pueden quedar pondera- que el conjunto de variables a evaluar esté inte- En primera instancia se realiza análisis de varianza
yores valores del índice a aquellos sistemas con das negativamente, lo cual, según el autor, difi- grado por variables químicas, físicas y biológicas, univariado (ANVA) para todas las variables anali-
prácticas más conservacionistas. Cambardella et culta la interpretación de las mismas. alguno de estos grupos de indicadores puede no zadas, ya sean físicas, químicas y/o biológicas. Se
al. (2004) y Karlen et al. (2009) utilizaron este sis- quedar seleccionado para integrar el índice de recomienda utilizar la prueba de comparaciones
tema para evaluar la calidad de suelos a mayor Qi et al. (2009) compararon diferentes índices (ín- calidad de suelos. Es por este motivo Romaniuk múltiples de Rienzo, Guzmán y Casanoves (DGC)
escala, obteniendo una cuantificación represen- dice aditivo ponderado -IAP vs. [Índice de calidad et al (2011) analizaron de manera separada los que es un procedimiento basado en conglome-
tativa de las situaciones estudiadas. Sin embargo, de Nemoro - ICN). En este último caso los resul- tres grupos de variables (físicas, químicas y bio- rados (Di Rienzo et al., 2002) disponible en sof-
este sistema sólo otorga la posibilidad de elegir tados son afectados por el indicador que posee lógicas) de manera que al menos una variable de tware estadístico INFOSTAT. Solamente aquellas
entre 11 indicadores que poseen programada la el mínimo valor y luego promediados. Ambos cada tipo forme parte del índice. Esta metodo- variables con valor de p< 0,05 y CV < 40 son rete-
función característica a partir de la cual se ponde- índices fueron construidos con diferentes méto- logía fue comparada con la que considera todas nidas para el análisis posterior (Wander y Bollero,
ran los indicadores, lo que limita su utilidad. A su dos de selección de indicadores (conjunto total las variables conjuntamente dentro del análisis de 1999).
vez, su adquisición y utilización no está disponible de datos - CTI, conjunto mínimo de datos - CMI componentes principales, con el fin de analizar
actualmente. y Delphi data set - DDS). El CTI considera al total si difieren en su sensibilidad para diferenciar en- En una segunda instancia se efectúa análisis
de los parámetros evaluados como indicadores; tre las situaciones de estudios evaluadas. Según multivariado de componentes principales consi-
Como puede apreciarse, la utilización de análisis el CMI considera solo aquellos indicadores que el sistema productivo evaluado, la metodología derando sólo las variables que fueron selecciona-
multivariado es cada vez más generalizada en la hayan quedado seleccionados luego de aplicar propuesta incrementó o no afectó la sensibilidad das luego del ANVA. El análisis multivariado de
construcción de índices de calidad de suelo. Los análisis multivariado de componentes principales de los índices para discriminar entre situaciones componentes principales (ACP) construye nuevas
resultados encontrados han sido exitosos para (Andrews et al., 2002); mientras que el DDS es de estudio. A su vez, los valores provistos por el variables no correlacionadas (CP) basándose en
muchas de las variantes propuestas por diferentes una metodología de selección de indicadores ba- índice mostraron una tendencia más real y similar la matriz de correlación. Permite analizar la inter-
autores. Sin embargo, solo algunos trabajos han sada en el sistema de opinión experto, pero que al estado de degradación de los lotes que los va- dependencia de variables. Como resultado del
vuelto a explorar estas metodologías con el fin de luego debe ser validada y corregida por otros es- lores derivados del índice según la metodología mismo, se obtienen los autovalores correspon-
comparar su sensibilidad para detectar cambios pecialistas (Zangh et al., 2004). Mediante estas de introducción conjunta de las variables. Otra dientes a cada CP. Los mismos hacen referencia
en la calidad del suelo (Cambardella et al., 2004; combinaciones quedaron construidos seis índices ventaja es que permite visualizar el efecto de las a la proporción de la variabilidad total explicada
Sharma et al., 2005; Rezaei et al., 2006; Wien- diferentes. Aunque los resultados provistos por prácticas de manejo sobre estas propiedades y por cada componente, y a la proporción de la
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Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
variabilidad total explicada, en forma acumulada. se evalúa la correlación entre las variable selec- Normalización de los indicadores
También se presentan los autovectores, que son cionada con las demás variables. Si las variables Tabla 1: Autovalores para las CP seleccionadas y au- Para la normalización de los indicadores se utiliza
tovectores (Avalores) de las variables fìsicas, químicas
los coeficientes con que cada variable original fue presentan un coeficiente de correlación menor a y biológicas para las CPs seleccionadas. Prop.: propor-
el modelo lineal.
ponderada para conformar las CP. Permiten ver la 0.7 con la variable seleccionada, se considera que ción de la variabilidad explicada por cada CP. Modelo lineal: las variables son normalizadas
incidencia que tuvo cada variable en la definición no están correlacionadas y entonces cada una de según se considere que responde al criterio de
de los ejes de las componentes principales. Mues- ellas, es retenida dentro del CMI. Si por el contra- “cuanto mayor es mejor” (límite superior – LS),
tran la correlación de las variables con las CP. rio, el coeficiente de correlación es mayor a 0.7, la caso en el cual se divide el valor correspondiente
Para la selección final de los indicadores se proce- variable es eliminada. para cada observación por el mayor valor observa-
de de la siguiente manera: do de la variable; o si responde al criterio “cuan-
to menor es mejor” (límite inferior – LI), entonces
Ejemplo:
a. Se consideran solo las componentes principales se divide el menor valor observado de la variable
(CP) con autovalores mayores a 1 y que expliquen Las variables seleccionadas luego del ANVA por el valor para cada observación. También se
al menos 10% de la variabilidad del modelo. Esto fueron evaluadas mediante el análisis de com- presenta el caso de “óptimo”, por ejemplo en el
se debe a que al trabajar con los datos estandari- ponentes principales (Tabla 1) separadamente caso del pH. Si el pH del suelo presenta un valor
zados, cada variable posee una varianza de 1, y la según su clasificación en físicas, químicas y entre 6,5 y 7,5, se considera que esta dentro de
biológicas.
varianza total es igual al número de variables que un rango óptimo y se le otorga un valor de 1. Si el
entren en el análisis. Entonces, cuando una CP po- valor de pH es menor a 6,5, se toma el criterio de
El ACP de las variables físicas muestra que sólo
see un valor mayor a 1, significa que explica mayor la CP 1 explicó el 90% de la variabilidad del “Cuanto mayor es mejor”. Si en cambio el valor
proporción de la variabilidad de los datos que las modelo y fue la única CP seleccionada. Dentro de pH es mayor a 7,5, se normalizará según el
variables individuales (Bredja et al., 2000). de esta CP quedaron seleccionadas el DMP 1 criterio de “cuanto menor es mejor”.
y 2 y la K1. Luego del análisis de correlación
entre estas variables, solo quedó seleccionado
b. Dentro de cada CP seleccionada, son retenidas Ejemplo:
el DMP 1.
aquellas variables que presentan autovectores Para los indicadores seleccionados, se conside-
con valores absolutos dentro del 10 % del mayor ró que el COT, COP y CBM responden al criterio
Para las variables químicas quedaron seleccio-
“cuanto mayor es mejor”; y el DMP a “cuanto
valor. Ejemplo: En la tabla 1 dentro de la CP selec- nadas las CP 1 y 2. La primera explicó el 69% y
menor es mejor”
cionada para las variables físicas, el DMP 2 es la la segunda el 30%. Dentro de la CP1 quedaron
seleccionadas el COT 1 y 2, el Nt1 y el CS 1 y 2.
que presenta el mayor autovector (0.53). Enton-
ces todas las variables que entren en el rango que
De estas variables solo quedó seleccionado el 3. Integración de los indicadores dentro de
va de 0.53 +/- 0.053 en valores absolutos serán COT 2 por presentar la mayor suma de corre- un índice de calidad de suelos.
retenidas para el análisis. De esta manera el DMP laciones. Dentro de la CP 2 el pH 1y 2 presen-
1 (0.51) y K (-0.49) quedaron seleccionadas. taron los mayores valores. Sin embargo, por
Índice aditivo ponderado:
estar todos los valores de pH dentro del rango
112 113
Capítulo 1
114
Capítulo 1
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116
MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
La calidad del suelo (CS) está íntimamente relacio- De la Rosa, 2008). Se trata de un concepto holísti-
nada a la calidad ambiental, a la sustentabilidad co, que reconoce al suelo como parte de un siste-
de los sistemas de cultivo y a la salud vegetal, ani- ma de producción diverso y dinámico, con atribu-
mal y humana (Doran & Zeiss, 2000). El Comité tos físicos, químicos y biológicos, que se pueden
para la salud del suelo, de la Soil Science Socie- cuantificar en escalas temporales específicas, re-
ty of America, adopta la definición de CS como conoce también los distintos roles de los suelos
“la capacidad del suelo para funcionar dentro de en los agroecosistemas y en los sistemas naturales
ciertos límites naturales y antrópicos del ecosiste- (Karlen et al., 1997; Sánchez et al., 2003).
ma, sustentar la productividad vegetal y animal,
mantener la calidad del agua y del aire, promover Considerando entonces a la CS como un elemen-
la salud de plantas, animales y soportar la habi- to clave de la agricultura sustentable (Warkentin,
tabilidad y salud del hombre” (Larson & Pierce, 1995), su conocimiento y la cuantificación del im-
1991; Doran & Parkin, 1994; Karlen et al., 1997; pacto del uso, resulta fundamental para el desa-
1-Universidad Nacional del Nordeste. Facultad de Ciencias Agrarias. Cátedra de Edafología. Sargento Cabral 2131. CP
3400. Corrientes. Argentina. E-mail: marcelatoledo94@hotmail.com
119
Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
rrollo de sistemas productivos sustentables, tanto secos, está relacionada con la producción de pueden variar (Nortcliff, 2002; Etchevers et al., información de los indicadores que no son elegi-
desde el punto de vista ambiental como econó- cultivos, y comprende todas las propiedades que 2009). La cantidad y multidimensionalidad de las dos, reduce la necesidad de determinar un gran
mico (Cardoso Niero et al., 2010), siendo una he- pueden cambiar en respuesta al uso y manejo variables que intervienen en un agroecosistema número de variables, y evita problemas como la
rramienta básica a la hora de tomar decisiones de antrópicos y que están fuertemente influenciadas (Villamil et al., 2008) y dentro de éste, en el siste- redundancia de información y un trabajo de la-
manejo para lograr una producción sostenible en por las prácticas agronómicas (Pierce & Larson, ma suelo, hacen que determinar la CS, no sea un boratorio tedioso (Qi et al.; 2009; Rojas, 2012;
el tiempo y que contribuya a la calidad ambiental. 1993). Es también llamada “salud del suelo” y estudio sencillo. Por ello, resulta necesario que la Toledo & Vazquez, 2016).
Dada las múltiples funciones del suelo: produc- depende de las propiedades más sensibles a los complejidad y multidimensión sean simplificadas
ción, hidrológica, de almacenamiento de agua, cambios y son objeto de estudio en el monitoreo en valores claros, objetivos y generales que sean Los componentes de un CMD no son universales,
de nutrientes y energía, sostenibilidad y calidad de los suelos (De la Rosa, 2008). obtenidos en base a la información brindada por y los adecuados para una evaluación indirecta, son
ambiental, de control de la contaminación, de los IC. aquellos determinados como críticos para los obje-
espacio para el desarrollo de la vida entre otras Evaluación de la calidad del suelo tivos de cada manejo (Andrews et al., 2004).
(FAO, 1995; Cruz et al., 2004), la calidad es más La palabra“Indicador” proviene del verbo latino Al evaluar el impacto del cambio de uso sobre La aplicación de técnicas estadísticas multivariadas
bien relativa que absoluta, siendo entonces multi- “indicare”, que significa revelar, señalar. Así, la calidad, es importante reunir los IC en grupos como el análisis de componentes principales (ACP),
funcional (De la Rosa, 2008). la evaluación de la calidad consiste en valorar y como por ejemplo lo aplicado por la USDA: físi- permite la evaluación de la CS, proporcionando un
explicar los cambios sucedidos en el suelo en el cos, químicos, biológicos, y visuales o cualitativos medio objetivo de extraer información e identificar
La evaluación de la CS es un campo promisorio espacio y en el tiempo a través de parámetros (NRCS-USDA, 1996). los parámetros de mayor peso y relevancia (Wander
en constante evolución (Qi et al., 2009), y se rela- o indicadores que “revelan” su funcionamiento & Bollero, 1999; Giuffré et al., 2006).
ciona con un gran número de propiedades edáfi- (Toledo et al., 2015). La división en categorías resulta muy importante
cas, siendo necesaria la selección de aquellas más a la hora de seleccionar IC para la construcción Se recomienda entonces, conformar un conjunto
sensibles a los cambios producidos por el uso y las La CS no se puede medir directamente, pero se de índices, ya que permitirá obtener índices de mínimo de datos (CMD) cuya composición variará
prácticas de manejo (Trasar-Cepeda et al., 1999; puede inferir a través de la determinación de indi- calidad física, química y biológica del suelo por con cada caso bajo estudio. Mientras que algunos
Sánchez-Marañón et al, 2002). cadores (Bredja et al., 2000) y a través de la com- separado. Si bien se sabe que las propiedades del de los IC pueden ser muy sensibles a los cambios,
En base a la compleja naturaleza del sistema-sue- paración de los resultados obtenidos para evaluar suelo están interrelacionadas, también hay evi- otros pueden ser más sutiles; lo que se busca es
lo, se pueden distinguir dos tipos de calidad: inhe- las consecuencias de los diferentes sistemas y/o dencias de que responden en distintos plazos de medir y cuantificar los indicadores más sensibles
rente y dinámica (De la Rosa, 2008). prácticas agronómicas (Karlen et al., 1997; Giu- tiempo. Por ejemplo, existe el conocimiento pre- y desarrollar con ellos Índices de calidad que se
ffré et al., 2006). vio de que la calidad física obedece a cambios en puedan utilizar de forma fiable para vigilar y pre-
La calidad inherente del suelo es intrínseca, debi- el largo plazo en tanto que la biológica a cambios decir el impacto de los sistemas agrícolas y prác-
da a su composición, es función del material geo- La evaluación y seguimiento de los cambios me- en el corto plazo (De la Rosa, 2008), por su mayor ticas de manejo (Parr et al., 1992). Así mismo los
lógico, del material parental y de la topografía, diante la obtención de indicadores, hace posible dinamismo y sensibilidad a las prácticas agronó- índices pueden proporcionar una indicación tem-
siendo la mineralogía y la distribución del tamaño evaluar las ganancias y pérdidas de calidad (Ma- micas, tomando la calidad química una posición prana de la degradación del suelo y la necesidad
de partículas, estáticas o de poco cambio. Es el riscal Sancho, 2008). De este modo, su evalua- intermedia. de medidas correctivas.
resultado de los factores clima, topografía, orga- ción consiste en valorar y explicar los cambios su-
nismos, material parental y tiempo (Jenny, 1941), cedidos en el suelo en el espacio y en el tiempo, a Por lo expuesto el primer paso será entonces Para la selección de los IC más sensibles recomen-
y está gobernada por los procesos formadores de través de parámetros que valoran el cumplimien- agrupar en categorías los atributos de suelo a damos emplear técnicas de análisis univariado
manera que cada suelo tiene una capacidad natu- to de sus funciones (Doran & Parkin, 1994). evaluar. como ANOVA y prueba de LSD (p<0,05) (Tabla
ral para funcionar (Pierce & Larson, 1993). Puede Para los fines de esta demostración se expondrá 1) y el empleo de un análisis exploratorio de los
ser definida por un rango de valores óptimos de Se consideran como indicadores de calidad (IC), una sola categoría: Atributos químicos. datos a través una visualización multidimensional
propiedades del suelo que reflejan el potencial a las propiedades y procesos edáficos que resul- de los mismos tal como el aplicado por Villamil
ideal del mismo para cumplir una función especí- tan ser sensibles a los cambios en las funciones Selección de indicadores de calidad et al. (2008), mediante el empleo de análisis de
fica (Karlen et al., 1997). del suelo (Doran & Jones, 1996). Dependiendo En este segundo paso se debe considerar que componentes principales (ACP). Esta técnica des-
del tipo de funcionalidad que esté bajo estudio, si bien, la selección de un conjunto mínimo de criptiva permite estudiar las relaciones que exis-
La calidad dinámica es debida a factores extrín- las propiedades seleccionadas para medir la CS datos (CMD) va en detrimento de la pérdida de ten entre las variables cuantitativas, sin considerar
120 121
Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
pH: pH en KCl, CO: carbono orgánico, N: nitrógeno total, P: fósforo extractable, K: potasio; Ca:
calcio, Mg: magnesio; H: acidez intercambiable; Al: aluminio intercambiable; CIC: capacidad de in-
tercambio catiónico.
Fuente: Proyecto “Dinámica del fósforo en Oxisoles bajo distintos sistemas de uso”. Cátedra de Edafología. Univer-
sidad Nacional del Nordeste. Tabla de datos publicada en Dalurzo et al., 2006.
122 123
Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Construcción de índices de calidad Las CP´s son seleccionadas luego en base a la A continuación se procede a considerar con con-
El tercer paso consiste en desarrollar índices de Así, a partir del CMD obtenido para la categoría contribución de los autovalores (>1) respecto a la tribución significativa a cada componente princi-
calidad a partir del CMD conformado. de orden químico, se procede al desarrollo de ín- variancia total (Fig.1). pal, a aquellas variables cuyos autovectores pre-
Es importante destacar que existen indicadores dices de calidad mediante la aplicación de ACP. sentan cargas >2/3 de la carga máxima y una alta
simples e índices sintéticos, los primeros están correlación con las componentes (Tabla 3).
constituidos por la combinación de dos o más La técnica permite concentrar toda la variación
datos, mientras que los índices son funciones presente en la matriz de datos originales en unos
matemáticas sintetizadoras (EEA, 2002) utiliza- pocos ejes o componentes principales (CP). Cada
das para resumir información compleja sobre un componente es entonces el resultado de una
fenómeno en estudio, con el objeto de detectar combinación lineal de las variables originales, en
rápidamente cambios dentro de un sistema (To- donde cada una tiene una ponderación diferen-
rres et al., 2006). Entre las técnicas más usadas te, en proporción a las magnitudes de cada ele-
se destacan la ponderación y transformación de mento que conforma el autovector respectivo. El
los indicadores y su combinación dentro de un ín- significado de cada CP depende de la magnitud
dice (Andrews et al., 2002; Bastida et al., 2006); de tales ponderaciones y de su signo, y es nece-
la obtención de una variable sintética o combina- sario encontrarle sentido desde un punto de vista
ción lineal de las variables originales que resume técnico (Quevedo, 1991). La contribución de los
Figura 1: Gráfico de codo o Scree plot de las propieda-
información, y es interpretada como un índice indicadores en cada CP, se expresa en autovalores des químicas de 0-0,30m.
(Godshalk & Timothy, 1988; Almenara-Barrios y autovectores (Franco & Hidalgo, 2003).
Conforme al Scree plot, seleccionamos entonces
et al., 2002; Tusell, 2008; Santana Rodríguez et
las 3 primeras componentes principales para la
al., 2010); o la aplicación de regresiones lineales Selección del número de componentes y de
construcción de los índices, las cuales como pue-
múltiples, donde una variable es calculada por la atributos dentro de cada componente
de observarse en la Tabla 2, explican un 82% de Tabla 3: Autovectores de las 3 componentes seleccio-
combinación lineal de otras (Trasar-Cepeda et al., A partir del CMD y considerando las 3 profundi-
la variabilidad total. nadas para las variables químicas. Se señalan con ne-
1998; Zornoza et al., 2008). dades juntas (0,30 m), se efectúa un análisis de grita a la carga máxima y con *, a aquellas variables
componentes principales normado (Tabla 2) a cuyos autovectores presentaron cargas >2/3 de la carga
máxima.
Esta propuesta metodológica incluye desarrollar partir de la matriz de correlación. Trabajando con Cuando se presenten casos en los que una mis-
índices de calidad a partir de funciones matemá- los datos estandarizados (media=0 y variancia=1) ma variable tiene alta carga en 2 componentes también de los minerales nitrogenados aporta-
ticas sintetizadoras, que resuman información a fin de que todas las variables originales tengan a la vez (CO, N, H y Al), se sugiere proceder a dos; y a su vez la materia orgánica es considerada
compleja sobre el estado del sistema suelo, y igual importancia, ya que las mismas no fueron consultar la tabla de correlaciones de las variables un indicador universal debido a su gran influen-
cuantificar así la calidad de los suelos y monito- medidas en iguales unidades (Manly, 1997; Hus- con las componentes, conservando la variable en cia en las funciones del suelo, en su calidad, y en
rear su dinámica bajo distintos sistemas de uso. son et al., 2011). aquella componente con la cual presentó mayor la productividad (Shukla et al., 2004; Galantini &
correlación positiva. Rosell, 2006). En sistemas sin fertilizaciones nitro-
genadas entonces el N podría no ser considera-
Así, para la primera dimensión, las variables selec- do incluido, ya que el 98 % del N proviene de la
cionadas son: pH, carbono orgánico, nitrógeno materia orgánica, a menos que tenga un interés
total, potasio, calcio y magnesio intercambiables. especial que lo justifique.
Cabe destacar que si bien CO y N, son variables
que presentan una alta correlación entre ellas, se A continuación, para la segunda dimensión, las
conservaron ambas en el CMD debido a que, en variables seleccionadas son: H y Al intercambia-
sistemas que reciben fertilizaciones nitrogenadas bles, en tanto que para la tercera dimensión la
Tabla 2: Primeras 5 componentes de las 9 componentes principales obtenidas para las 9 variables químicas eva- (tabaco, citrus) el N proviene no solamente de la única variable que presentó una alta carga fue el
luadas en los 0,30 m del perfil de suelo, sus autovalores, proporción de variancia explicada y variancia acumulada. mineralización de los compuestos orgánicos sino fósforo disponible.
124 125
Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Desarrollo de Índices de calidad El cuarto paso consiste en la aplicación del pa- Superponiendo la información otorgada por las Conclusiones
En base a las formulaciones matemáticas prove- quete FactoMineR (R-Project) mediante el cual se Figuras 2 y 3, se puede observar para este ejemplo La metodología propuesta permite la selección
nientes del ACP, teniendo en cuenta las 3 primeras logra obtener el círculo de correlaciones (Fig 2) y que los suelos prístinos, tomados como referencia de indicadores, el desarrollo y obtención de índi-
componentes y las variables seleccionadas, se obtu- el bi-plot de individuos y elipses de confianza al de alta calidad de suelos, se ubicaron con los mayo- ces de calidad, los cuales constituyen una herra-
vieron 3 índices de calidad química del suelo. 95 % (Fig. 3). Obteniendo así más información res contenidos de CO, N, P y de bases cambiables, y mienta útil para la determinación y evaluación de
A partir de la CP1, el índice obtenido se denominó acerca de las relaciones entre indicadores y la dis- con menor acidez. Los suelos bajo Yerba mate (no la calidad de los suelos, su monitoreo y el impacto
IQ-30-1, su formulación se observa a continuación: tribución de los individuos en el plano. recibieron enmiendas) se ubicaron a la izquierda del uso de las tierras.
con los menores contenidos de CO, N, y de bases
cambiables, con la mayor acidez intercambiable; en Agradecimientos: A la Ms Sc. J. M. Rojas
IQ-30-1=Ca*0,43+CO * 0,32 + N* 0,35
tanto que los suelos bajo Tabaco y Citrus que reci- (EEA-INTA Saenz Peña) por introducirme en el
+ pH*0,35 + K*0,30 + Mg*0,32
bieron fertilizaciones y encalado lo hicieron en una uso del Software R. Al Dr. H. C. Dalurzo y a la Ing.
posición intermedia. Una mayor descripción de los Agr. Arminda Pagliera por la determinación de
Corresponde a un índice de calidad relacionado
tratamientos presentados puede encontrarse en variables en Yerba mate y Tabaco. A los integran-
a la “fertilidad química” del suelo. Como se pue-
Toledo et al., 2013. tes de la Cátedra de Edafología, y a la Secretaría
de interpretar el índice tomará mayores valores,
General de Ciencia y Técnica de la Universidad
cuanto mayor sea el contenido de CO, de macro-
Puntuaciones de los índices de calidad para los Nacional del Nordeste.
nutrientes y el pH del suelo. Es decir que valores
distintos usos de suelo
altos del índice IQ-30-1, se asociarían a suelos de
El quinto y último paso propuesto es obtener, a
alta calidad.
partir de la aplicación de las formulaciones de-
sarrolladas, y de los valores de las variables pre-
A partir de la CP2, el índice desarrollado se deno-
viamente estandarizados, las puntuaciones de los
minó IQ-30-2, su formulación fue:
índices para las distintas situaciones que se quie-
Figura 2. Círculo de correlaciones con la representa-
ción de las variables químicas respecto a las componen- ren cuantificar. Se recomienda también la aplica-
IQ-30-2= Al*0,36 + H*0,32 tes o dimensiones (Dim) 1 y 2 ción de ANOVA y Prueba de LSD (P<0,05) para
establecer diferencias entre tratamientos.
y corresponde a un índice de calidad relaciona-
do a la “acidez potencial”. El mismo será mayor Cabe destacar que a posteriori, es muy impor-
cuando mayores sean los contenidos de aluminio tante efectuar la validación de los índices, consi-
e hidrógeno intercambiables, y estaría asociado a derando las características de clima y suelo en los
una menor calidad de suelo. que fueron desarrollados, a fin de comprobar su
efectividad y su sensibilidad.
A partir de la CP3, el índice desarrollado se deno-
minó IQ-30-3, su formulación fue:
IQ-30-3= P*0,75
126 127
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Como resultado de la creciente demanda de pro- encontraban ocupados con ganadería o montes
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fibras y energía, se han producido importantes Los cambios en el uso de la tierra pueden afec-
Toledo DM; JA Galantini; Contreras Leiva SM & S cambios en el uso de la tierra en muchas áreas tar en gran medida las propiedades del suelo y,
Vazquez. 2015. Stock de carbono y relaciones de del mundo. Particularmente, en diversas áreas de en consecuencia, la productividad y sustentabili-
estratificación como índices de calidad en Oxisoles Sudamérica los sistemas de cultivos extensivos dad de los sistemas (Cambardella y Elliot, 1993).
subtropicales. En: El impacto de los sistemas actua-
han incrementado la proporción del área cultiva- Como respuesta al impacto antrópico se generan
les de cultivo sobre las propiedades químicas del
da con soja (Glycine max [L.] Merr.), principalmen- modificaciones en la cobertura vegetal del suelo
suelo y sus efectos sobre los balances de carbono.
te como único cultivo anual (Caviglia y Andrade, las cuales pueden alterar muchos factores involu-
Ed. Sá Pereira, Eduardo de. 1º Edición. Ediciones
2010; FAOSTAT, 2011). Además, se ha producido crados en los ciclos biogeoquímicos de elementos
INTA. Instituto Nacional de Tecnología Agropecua-
ria. Coronel Suarez, Buenos Aires. Argentina. Pp. una progresiva expansión de la agricultura hacia críticos para la nutrición de las plantas y la fun-
139-144. ambientes frágiles, los cuales tradicionalmente se cionalidad del suelo como el C, N y P (Viglizzo et
131
Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Tabla 1. Coeficientes de correlación (r) de la relación entre los índices de uso de la tierra y los diámetros medios
al., 2011). El monitoreo de las tendencias en las drade, 2010; Novelli et al., 2011, 2013). En este ponderados de tres métodos de estabilidad estructural (tamizado en seco, tamizado en húmedo, Le Bisson-
propiedades del suelo es, por lo tanto, una cues- sentido, los pastizales naturales o tierras bajo ro- nais) a 0-5 y 5-15 cm de profundidad para once sitios agrícolas y un sitio inalterado, en un Molisol y un Vertisol de
Entre Ríos, Argentina.
tión básica para el mantenimiento de la sustenta- taciones agrícolas-ganaderas que incluyen pastu-
bilidad de los sistemas, debido a los constantes y ras cultivadas pueden ser caracterizadas por una
crecientes cambios en el uso de la tierra. elevada fracción de tiempo anual con cobertura
El objetivo de este trabajo es presentar y discutir viva en comparación con secuencias de cultivos
la utilidad de la selección de índices de uso de la con elevada frecuencia de barbechos, basadas en
tierra que permitan predecir cambios en las pro- cultivos anuales (Sasal et al., 2010).
piedades del suelo de una manera continua.
La selección de índices que permitan analizar
Índices para evaluar los cambios los cambios en el uso de la tierra utilizando una
en el uso de la tierra variable continua surge como una herramien-
El uso de la tierra puede ser caracterizado de di- ta clave para el desarrollo de sistemas agrícolas
versas formas, siendo las más comunes aquellas sustentables así como también para el diseño
que comparan un cambio de acuerdo a un uso de potenciales sistemas de monitoreo, los cuales
corriente (e.g. agrícola, agrícola-ganadera, fo- pueden ser de mucha utilidad para el desarrollo
restal, etc.) utilizando un pastizal natural o una de políticas oficiales (Viglizzo et al., 2012).
situación no cultivada como sistema de referencia
(Cambardella y Elliot, 1993; Chenu et al., 2000). Evaluación de índices de uso de la tierra y su
Ha habido intentos para cuantificar el cambio en relación con algunas propiedades del suelo NS, *, **, *** indica no significativo, P<0,05; P<0,01; P<0,001; respectivamente. DMP= diámetro medio ponderado. TS, TH y LB
indican tamizado seco, tamizado húmedo y método Le Bissonnais, respectivamente. IISm= índice de intensificación de la secuencia
el uso de la tierra y correlacionarlo con las pro- A modo de ejemplo se presentan algunos re- (meses con cultivos en relación a los meses de la secuencia); FCS= frecuencia del cultivo de soja; FCT= frecuencia del cultivo de
piedades del suelo, utilizando el tiempo trans- sultados que permiten demostrar la utilidad de trigo; FCC= frecuencia de cultivos cereales; FCP= frecuencia de pasturas. Los índices fueron calculados utilizando la fracción de
tiempo anual con cobertura vegetal viva en un periodo de 6 años previos al período del muestreo de suelos (2002-2008).
currido desde que surgió un cambio (e.g. años la selección de índices de uso de la tierra para
bajo agricultura, pastura, siembra directa, etc.) detectar cambios en algunas propiedades de los Los índices de uso de la tierra basados en el perío- Figura 1. Almacenaje de COS en grandes macroagre-
en relación a un pastizal natural o una tierra no suelos. do de tiempo con cobertura vegetal viva (i.e. IISm) gados afectados por la frecuencia del cultivo de soja
(FCS) en 0-5 cm de profundidad. Círculos vacíos repre-
cultivada (Studdert et al., 1997; Wilson, 2008). Sin y la frecuencia del cultivo de soja (FCS) y pasturas sentan el suelo Molisol. Círculos llenos representan el
(FCP) fueron los más sensibles para predecir el suelo Vertisol. Las barras verticales representan el des-
embargo, este tipo de evaluaciones no considera En un estudio llevado a cabo sobre un Molisol y vío estándar de cada media. FCS indica el número de
la transición entre los diferentes tratamientos ya un Vertisol de Entre Ríos en lotes de producción cambio en la estabilidad de agregados en el Moli- meses ocupados con cultivo de soja en relación con el
número de meses ocupados con cultivos en un perío-
que, en general, se comparan tratamientos muy (considerando secuencias agrícolas y agrícolas ga- sol, principalmente a 0-5 cm de profundidad (Ta- do de 6 años previo al período de muestreo de suelos
contrastantes (e.g. agricultura vs. pastizal natu- naderas) y sitios con pastizal natural (Novelli et al., bla 1). En el Vertisol, los cambios en la estabilidad (2002-2008).
ral). La selección de variables de tipo continuas 2013), se evaluó la utilidad de diferentes índices de los agregados fueron menos evidentes que en
que permitan predecir cambios en las propieda- de uso de la tierra para predecir los cambios en la el Molisol (Tabla 1), detectándose diferencias sólo
des del suelo debidas al uso de la tierra, puede estabilidad de agregados de suelo por diferentes entre las situaciones inalteradas o en rotación con
ser de gran utilidad para detectar tendencias tem- metodologías: tamizado en húmedo (TH), tami- pasturas frente a las agrícolas.
pranas de cambios en las propiedades del suelo y zado en seco (TS), y Le Bissonnais (1996) (LB).
para facilitar la detección de umbrales de acción. Los índices de uso de la tierra tuvieron en cuenta Al igual que para el caso de la estabilidad de los
Índices que incluyan la fracción de tiempo anual el tiempo con cobertura vegetal viva (IISm) y la agregados, el índice que contempló la frecuencia
con cobertura vegetal viva o la frecuencia de un frecuencia de algún cultivo en particular (i.e. so- del cultivo de soja (FCS) fue sensible para detectar
cultivo particular en la secuencia de cultivos pue- ja-FCS; trigo-FCT; cereales, incluyendo trigo, maíz en lotes de producción, cambios en el carbono
den ayudar a caracterizar sistemas con diferente y sorgo-FCC; y pasturas-FCP) en la secuencia de orgánico del suelo almacenado en agregados
intensidad en el uso de la tierra (Franzlubbers et cultivos durante un período de 6 años previos al >2000 µm en un Molisol y un Vertisol de Entre
al., 1994; Farahani et al., 1998; Caviglia y An- muestreo de suelos (Tabla 1). Ríos (Figura 1) (Novelli et al., 2011).
132 133
Capítulo 1
Por otra parte, en un ensayo de campo llevado Además, la utilización del índice IISm en el ensa- Consideraciones Finales
a cabo sobre un Molisol y un Vertisol de Entre yo de campo comentado anteriormente fue útil La selección de índices simples e intuitivos como
Ríos, la utilización del índice de intensificación de para demostrar una asociación entre el tiempo el IISm, FCP o FCS fueron útiles para detectar el
las secuencias (IISm), calculado como el número de ocupación con cobertura vegetal viva y el COS impacto del uso de la tierra sobre la agregación y
de meses con cultivos en un período de 2 años, almacenado en macroagregados de un Molisol y el COS almacenado en los macroagregados, per-
permitió detectar una asociación positiva entre el un Vertisol (Novelli et al., 2017) (Figura 3). mitiendo evaluar las tendencias de los cambios
tiempo de ocupación con cobertura vegetal viva y en el uso de la tierra. Sin embargo, los índices
la cantidad de macroagregados, aunque fue más mostraron diferente sensibilidad para predecir
dependiente del tipo de suelo (Figura 2). cambios en las propiedades evaluadas entre sue-
los. En efecto, los cambios en las propiedades del
suelo afectados por el tiempo de ocupación con
cultivos o la frecuencia de soja fueron más noto-
rios en el Molisol en comparación con el Vertisol.
Los índices que tuvieron en cuenta la frecuencia
de trigo o cereales (incluidos trigo, maíz y sorgo)
no fueron sensibles para detectar los cambios en
las propiedades del suelo por el uso de la tierra.
Bibliografía
134
MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
137
Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
y asociaciones de productores. Si esta informa- tes de las unidades originales de cada indicador y Con la utilización de los gráficos estrella se pue-
ción puede ser presentada en forma organizada y permiten superar este inconveniente. En la Figura den hacer distintos tipos de evaluaciones a tra-
resumida, entonces las autoridades de aplicación 1 se presentan ejemplos de tablas para la estan- vés de la realización de distintos tipos de com-
de leyes conservacionistas en las diferentes eco- darización del carbono orgánico total (COT) y de paraciones:
rregiones del país, contarán con una herramienta la densidad aparente (Dap). De esta manera, to-
de vital utilidad para la toma de decisiones. dos los indicadores serán directos: a mayor valor a) con una escala construida con los valores b) a través del tiempo para un mismo uso
estandarizado, mejor calidad del suelo. referenciales y a través de gráficos de tipo (Figura 3);
Actualmente se están elaborando protocolos estrella-semáforo (Figura 2); c) entre distintos usos o manejos (Figura 4).
para los diferentes binomios (suelo: sistema pro-
ductivo) representativos de las distintas ecorre-
giones de nuestro país con la información sobre Figura 1. Tablas para la estandarización del carbono
conjuntos mínimos de indicadores (CMI) y sus co- orgánico total (COT) y de la densidad aparente (Dap)
para la evaluación de la calidad de suelos de textura
rrespondientes valores referenciales. Dicha infor- fina bajo agricultura en siembra directa en Chaco Sub-
mación es obtenida en ensayos experimentales y húmedo.
bases de datos locales sistematizadas y homoge-
neizadas con que cuenta el INTA.
138 139
Capítulo 1 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Este análisis de los indicadores y del índice per- nejo propuestas para detener dichos procesos de
mitirá detectar aquellos puntos críticos del ma- degradación con el fin de recuperar el sistema.
nejo del sistema que atentan o comprometen la En la figura 6 se presentan las secciones del Pro-
sustentabilidad, constituyendo el diagnóstico y el tocolo y los pasos a seguir para la evaluación de
alerta de procesos de degradación. la calidad del suelo.
En un punto final se indican las prácticas de ma-
Figura 4. Comparación entre diferentes usos o manejos. Ej: Representación del estado de los indica-
dores con dos manejos distintos, 20 y 80% de participación del arroz en la rotación.
Con el objetivo de obtener un solo valor numé- Para la interpretación del InCS se compara el va-
rico que represente la calidad o estado actual lor obtenido con una escala tipo semáforo (Figura
del suelo, se calcula el índice de calidad de suelo 5). En el caso de querer evaluar dos o más usos
(InCS) considerando todos los indicadores juntos. o manejos, se comparan los InCS obtenidos en
Debido a que no todos los indicadores poseen el cada uno de ellos. También puede calcularse el
mismo valor o peso para la sustentabilidad (al- InCS en un mismo sitio en momentos distintos
gunos seguramente serán más importantes que para evaluar la variación de la calidad del suelo a
otros) se procede a multiplicar el valor del indica- través del tiempo.
dor por un coeficiente (ponderación).
Figura 6. Secciones del Protocolo de Monitoreo de la Calidad del Suelo y pasos a seguir para su evaluación.
InCS = (COT x 0.21) + (COP x 0.20) +
(Nt x 0.18) + (pH x 0.15) + (Dap x 0.15) +
(FE x 0.13)
Otro producto que se espera obtener es un sof-
tware simple y amigable que permita ingresar
Indicadores: COT: carbono orgánico total; COP: car- Figura 5. Tabla para evaluación de la calidad del suelo los valores de los indicadores medidos en los sis-
bono orgánico particulado; Nt: nitrógeno total; pH: según los valores de índice de calidad de suelos obte- temas productivos a evaluar y que arroje como
reacción del suelo; Dap: densidad aparente; FE: fracción nidos.
erosionable.
resultado los gráficos tipo estrella, el índice de ca-
lidad de suelo (InCS), el diagnóstico y las medidas
correctivas a aplicar.
140 141
MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Ecorregión Patagónica
Patagonia extrandina
SISTEMA PRODUCTIVO: Ganadería extensiva sobre pastizales naturales
149
Capítulo 2 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
A principios del siglo XX, la ganadería era la prin- El problema de la desertificación Monitoreo a largo plazo: el proyecto MARAS Experimentales del INTA en la Patagonia comen-
cipal actividad económica de la región, pero en la El avance de la desertificación es uno de los ma- La evaluación y ajuste de las prácticas de mane- zaron a desarrollar el sistema MARAS (acróni-
actualidad representa poco más del 5% del PIB. yores problemas ambientales que afectan a la jo en zonas áridas y semiáridas bajo uso pastoril, mo de “Monitoreo Ambiental para Regiones
Actualmente la región está escasamente poblada, Patagonia extrandina (del Valle et al., 1998) con como los pastizales de la Patagonia, requiere de Áridas y Semiáridas”) con la finalidad de contar
con unos 2 millones de habitantes concentrados fuertes consecuencias económicas y sociales (An- sistemas de monitoreo de la condición o funcio- con un sistema regional de monitoreo a lar-
en las ciudades, y apenas 200.000 pobladores drade, 2012). La excesiva presión de pastoreo es nalidad de los ecosistemas (Pyke et al., 2002). La go plazo que permita detectar la tendencia del
en áreas rurales. La tierra está dividida en unos una de las principales causas de la desertificación medición directa de la funcionalidad de los ecosis- proceso de desertificación y proporcione alertas
12.500 establecimientos rurales, existiendo una de estas tierras (León y Aguiar, 1985). Los prime- temas, por ejemplo mediante la cuantificación de tempranas que ayuden a tomar decisiones de
gran variación en el tamaño de los mismos, Te- ros colonos realizaron un manejo de los pastizales la retención de agua y nutrientes dentro del paisaje manejo para frenar y revertir el problema. El sis-
niendo en cuenta que la rentabilidad depende en naturales basado en experiencias que carecían de es muy costosa en términos de tiempo y dinero tema está basado en la metodología australiana
gran medida del tamaño de las majadas, se consi- una base científica y que habían sido generadas en (Valentin et al., 1999). Por lo tanto, en los últi- LFA (Landscape Function Analysis, Tongway y
dera que por debajo de 1000 ovinos, los estable- ecosistemas muy diferentes a los cuales pretendie- mos años se han desarrollado metodologías para Hindley, 2004). Hasta el presente se llevan ins-
cimientos no son empresariales y corresponden a ron aplicarse (Paruelo, 1993). Este manejo produjo el monitoreo de este tipo de ecosistemas basadas talados 311 monitores en toda la región, desde
sistemas de economía familiar y de subsistencia. profundos cambios en la cobertura, proporción de en la evaluación de indicadores de fácil y rápida Neuquén hasta Tierra del Fuego, abarcando un
grupos funcionales y composición florística de la valoración, tales como atributos de la vegetación amplio rango de condiciones climáticas (tempe-
Este tipo de establecimientos representa el 66% vegetación (ej. León y Aguiar, 1985; Soriano, 1988; y características físicas y biológicas de la superficie ratura media anual entre 5 y 16°C, precipitación
del total y están ubicados principalmente en Pata- Perelman et al., 1997; Bisigato y Bertiller, 1997; Bi- del suelo relacionados con procesos del ecosistema media anual entre 150 y 800 mm) y de tipos de
gonia Norte Los establecimientos de mayor tama- sigato et al., 2005; Gaitán et al., 2009). Estos cam- (Herrick et al., 2005; Tongway and Hindley, 2004). ecosistemas (incluyendo semidesiertos y estepas
ño (estancias) son importantes porque adminis- bios en la vegetación han acelerado los procesos graminosas, arbustivas y arbustivo-graminosas
tran una gran parte de la tierra y de la hacienda; de erosión hídrica y eólica (Rostagno, 1989; Pari- En los primeros años de la década de 2000, un pertenecientes a dos provincias fitogeograficas:
unos 600 establecimientos con más de 6000 ani- zek et al., 2002; Chartier et al., 2011) produciendo grupo de investigadores de distintas Estaciones Patagonia y Monte) (Figura 1).
males manejan un 38% de las existencias totales. cambios en las propiedades edáficas (Rostagno y
Actualmente las existencias ganaderas en la re- Degorgue, 2011) que pueden limitar o impedir la
gión son de aproximadamente unos 9 millones de recuperación de la vegetación (Bertiller, 1996).
ovinos, 0,8 millones de cabezas de bovinos, 0,8
millones de caprinos y 0,16 millones de equinos. La degradación de los pastizales naturales ha
A esto se debe sumar 1,5 millones de guanacos afectado la producción en la Patagonia, al decli-
(un camélido silvestre, típico de la región). nar la receptividad de los campos, especialmen-
te en la Meseta Central Santacruceña, donde se
El ganado bovino se concentra principalmente en ha llegado a abandonar la actividad en grandes
el NE de Patagonia y en los valles cordilleranos y áreas. Esta caída ha sido enmascarada por la va-
el caprino en el norte de la región. Las mayores riabilidad anual de la producción característica de
densidades de herbívoros se dan en los extremos los sistemas semiáridos. Cuando los pastizales na-
N (Neuquén) y S (Tierra del Fuego), con una carga turales pierden la capacidad de trasformar lluvia
animal equivalente a 0,6 y 0,8 ovinos por hec- en forraje, el efecto es percibido por los producto-
tárea, respectivamente. La carga animal total es res a través de un descenso en los índices de pro- Figura 1. Áreas ecológicas y
mínima (menos de 0,2 ovinos por hectárea) en la ducción animal y, muchas veces, ha sido atribuido ubicación de los monitores
provincia de Santa Cruz, pero influye en este valor a cambios en el clima. El desafío es controlar esta MARAS en la región
una gran extensión de campos abandonados. degradación a largo plazo antes de que se refleje patagónica.
150 151
Capítulo 2 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Valores de los principales indicadores e índices por Área Ecológica (promedio + desvío estándar)
152 153
Capítulo 2 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
El diseño del monitor MARAS consiste de un Ellenberg 1974). En cada transecta se baja una palatables y su estado. Con esta información se
Figura 2. Diseño básico del monitor
poste inicial, un trapecio de 5 x 13,5 x 13 metros aguja cada 20 cm y se registra el tipo de cobertu- ajusta la carga animal de acuerdo al cálculo de
MARAS (Oliva et al. 2011).
de lado y tres transectas paralelas (distanciadas ra interceptada (especie vegetal, suelo desnudo la disponibilidad de forraje del campo (Borrelli,
a 6,5 metros entre sí) de 50 metros de largo u hojarasca). En la transecta restante se registra 2001, Elissalde et al. 2002, Siffredi et al. 2013).
(Figura 2). Desde el poste inicial se toma una la longitud de los interparches (zonas abiertas
fotografía al trapecio, estas fotografías se usan sin vegetación vascular) y la longitud, ancho y Cuando se ajusta la carga animal a la oferta de
para monitorear en forma cualitativa los cambios altura de los parches vegetados. También sobre forraje los animales consumen aproximadamen-
de la vegetación. Al estar tomadas desde pun- esta transecta se realizan evaluaciones de 11 in- te un 30% de la biomasa forrajera total, y no
tos fijos y utilizando ópticas similares son útiles dicadores del estado de la superficie del suelo, más del 50% de la biomasa de las especies más
para ver cambios fisonómicos y complementan en los primeros 10 interparches de la transecta palatables para el ganado ovino. Este nivel resi-
los indicadores de cambio de los métodos cuan- Los 11 indicadores que definen el estado del dual es considerado necesario para la regenera-
titativos. Sobre dos de las transectas se realizan suelo, se combinan entonces en tres índices de ción de acuerdo a una conocida regla práctica en
censos de vegetación de acuerdo al método funcionamiento del suelo: (1) estabilidad o resis- el manejo de pastizales (Stoddart y Smith 1955).
de intercepción de puntos (Mueller-Dombois y tencia a la erosión, (2) infiltración o capacidad Algunas evidencias (Oliva et al. 1998) sugieren
para almacenar agua y (3) reciclaje de nutrientes. que la aplicación de la metodología de ajuste de
Complementariamente se toman dos muestras carga permitiría detener la degradación de pasti-
compuestas de suelo (0-10 cm de profundidad) zales debido al sobrepastoreo. Sin embargo, las
de dos micrositios: centro de parches vegetados técnicas de evaluación de la disponibilidad forra-
y centro de interparches. En laboratorio se deter- jera no se emplean en toda la región en una base
mina el contenido de carbono orgánico, nitróge- anual, y en el caso de aquellos establecimientos
no total, pH, conductividad eléctrica y textura. que la realizan, los datos que se obtienen son de
Para más detalles sobre la metodología ver el biomasa forrajera consumible, una variable con-
“Manual para la instalación y lectura de monito- siderada “rápida” (sensu Reynolds et al. 2007)
res MARAS” (Oliva et al., 2011). y que refleja la variabilidad anual de las precipi-
taciones más que los procesos de degradación
Propuestas de manejo y monitoreo de o recuperación del ecosistema largo plazo. Estos
procesos de degradación a nivel predial procesos están más asociados a variables consi-
En la década del ‘90 el INTA comenzó a desa- deradas “lentas”, tales como la estabilidad de
rrollar una metodología aplicable a los estableci- la superficie del suelo y su contenido en materia
mientos ganaderos de la Patagonia que permita orgánica. El empleo de la metodología MARAS
optimizar la producción sin comprometer los re- a escala predial permitiría monitorear a largo
cursos naturales a largo plazo. Esta metodología plazo si los esfuerzos de manejo sustentable son
consiste básicamente en identificar los diferen- efectivos, lo cual sería de gran utilidad para los
tes tipos de ambientes presentes en un estable- productores que intentan valorizar sus productos
cimiento, para ello se realiza la interpretación y a través de certificados de calidad o sustentabi-
análisis de imágenes satelitales. Luego, se realiza lidad ambiental.
el trabajo de campo que consiste en caracterizar
estos ambientes en cuanto a su geomorfología,
suelos, composición de la vegetación, estado de
degradación y se estima la productividad forraje-
ra del pastizal en base a la cobertura de especies
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MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Ecorregión Patagónica
Valles Irrigados Norpatagónicos
SISTEMA PRODUCTIVO: Frutícola
1. INTA, Estación Experimental Alto Valle. Allen 8332, Río Negro, Argentina.
159
Capítulo 2 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
po con el tránsito asociado a las pulverizaciones sanitarias, Para tener control de las condiciones que hacen a
desmalezado mecánico, aplicaciones foliares de raleadores o la calidad del suelo y su modificación en el tiem-
fertilizantes, y la cosecha. Por otro lado, se producen ascensos po a través del manejo, se analizaron una serie Tabla 1: Conjunto Mínimo de Indicadores
de la capa freática salina que en muchos casos llega a profun- Figura 1: Manejo de indicadores que, expuestos a la rigurosidad de (CMI) para suelos Aridisoles y Entisoles con
convencional del suelo de
didades muy cercanas a la superficie. varios criterios de selección, resultaron en un con- sistema frutícola (frutales de pepita) de
un monte frutal.
junto mínimo de ocho indicadores, cuatro físicos y los Valles irrigados Norpatagónicos.
cuatro químicos (Tabla 1). Tales criterios incluyen,
para una primera selección, el criterio estadístico
a través de componentes principales (CP), el agro-
nómico y el de aquellas características de simpli-
cidad, reproducibilidad, repetitividad, bajo costo
y posibilidad de análisis en laboratorios disponi-
bles en la zona. Los valores óptimos y limitantes
se definieron en función de los requerimientos y
tolerancias del cultivo, y máximos y mínimos en-
contrados (Tabla 2).
Figura 2: Situación geográfica del Alto Valle y detalle del área de trabajo, donde se indica la
localización de los once pares de chacras.
Determinados los indicadores y sus valores um- la Figura 3. Se optó (aquí se expresa otro criterio
brales, fueron transformados, a través de curvas, de selección) por la recta, dado que “castiga” si-
a unidades adimensionales con valores entre 0 y tuaciones cercanas a las límite más que la curva
1. Se ensayaron dos tipos de curvas, Y = a + bX e cuadrática, marcando con mayor magnitud esta-
Y = aX2 + bX + c, recta y cuadrática como indica dos próximos a los limitantes, alertando anticipa
160 161
Capítulo 2 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
damente así involuciones o deterioros en la calidad, y marcando Los valores ya transformados a valores adimen- gánica, mejorando principalmente la infiltración,
a su vez una mayor diferencia entre la mejor y la peor condición Figura 3: Curvas utilizadas sionales, cuales quiera fueran sus rangos y unida- indicador de importancia vital para una zona
o calidad. para la transformación a des de expresión, pueden ser trabajados como si bajo riego gravitacional. Se podrá también sa-
valor de indicador fueran equivalentes y, para este caso, sumados, ber a través de estas mediciones en el tiempo, si
generan un valor, el Índice de Calidad de Suelo se está produciendo un proceso de salinización,
(InCS), que representa al sitio. para lo cual se deberá replantear la práctica de
riego, colocar freatímetros que permitan cono-
InCS = (MO 0-10 + pH 0-10 + CE 0-10 + cer la “altura” de la napa y realizar enmienda,
RAS 0-10 + Dap + Ib + PFH 30 + PSH 30) además del lavado de las sales.
InCS = 0 → 8
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MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Ecorregión Cuyo
Sureste de San Luis
SISTEMA PRODUCTIVO: Mixto (Agrícola - Ganadero) del SE de San Luis
1. INTA, Estación Experimental San Luis. Villa Mercedes, 5730, San Luis, Argentina.
2. INTA, Estación Experimental Anguil. Anguil, 6326, La Pampa, Argentina.
169
Capítulo 2 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
emplear valores críticos y la sensibilidad al ma- neales con FE y EES (Colazo & Buschiazzo, 2010). Alertas de procesos de degradación
nejo. Para ello, por triplicado, se muestreó en 4 CR: Rango correspondiente a un volumen de y propuestas de manejo
pares de suelos, un suelo agrícola y adyacente, macroporos necesarios para mantener una airea- Si se considera al contenido de COT del suelo de agregados estables al efecto del viento. El
un suelo sin cultivar; los sitios presentaron suelos ción adecuada (Carter, 1990). FE: Valores nece- sin cultivar como valor de referencia máximo, la acumulamiento de COT en suelos sin cultivar no
con texturas correspondientes a arenoso franco sarios para mantener la erosión eólica por debajo disminución por efecto del manejo agrícola fue es suficiente para formar agregados no erosiona-
y franco arenoso. de niveles tolerables (Leys et al. 1996), EES: Valor de 20,2%. Sin embargo, tanto la situación inal- bles. Frente a ésto, en los sistemas agrícolas, el
empírico (Colazo & Buschiazzo, 2010) y EEH: va- terada como el valor de referencia no alcanzaron manejo de la cobertura es fundamental para im-
Los valores umbrales (Tabla 2) fueron identifica- lor empírico (Buschiazzo & Aimar, 1993). al mínimo establecido para que se obtenga un pedir estos procesos degradativos irreversibles.
dos en función de la bibliografía y usando re- máximo de estabilidad estructural en seco (Cola-
laciones de estos parámetros con funciones de zo & Buschiazzo, 2010).
suelo. COT: Valores críticos en relaciones no li-
La estabilidad estructural en seco es el indicador
más apropiado para cuantificar la resistencia de
los agregados a la abrasión producida por efecto
del viento (Chepil & Woodruff, 1963). En estos
Tabla 1: Conjunto Mínimo de Indicadores (CMI)
para suelos Molisoles y Entisoles con sistema suelos arenosos con un bajo contenido de COT,
mixto (Agrícola – Ganadero). SE de San Luis. incluso en la situación inalterada, no se forman
agregados estables. Asimismo, la fracción ero-
sionable superó el umbral establecido en la bi-
bliografía (FE = 40%), con lo cual también tie-
nen una alta susceptibilidad de ser erosionados
por el viento.
170 171
Bibliografía
Ecorregión Norandina
Valles Templados de Salta y Jujuy
SISTEMA PRODUCTIVO: Intensivo Tabacalero, bajo riego
Ecorregión Chaqueña:
Umbral al Chaco, Norte TAR 63º 31' 49.422'' W
22º 38' 34.931'' S
Ecorregión Chaqueña:
Umbral al Chaco, Este LAJ 64º 14' 3.796'' W
24º 50' 46.085'' S
Ecorregión Norandina:
Valles Templados, Centro LER 65º 30' 31.809'' W
24º 56' 31.348'' S
175
Capítulo 2 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
176 177
Capítulo 2
178
MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Ecorregión Chaqueña
Valle Central de Catamarca
SISTEMA PRODUCTIVO: Frutales intensivo bajo riego (OLIVÍCOLA)
181
Capítulo 2 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
182 183
Capítulo 2
184
MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Ecorregión Chaqueña
Umbral al Chaco de Salta y Jujuy
SISTEMA PRODUCTIVO: Igrícola extensivo de granos a secano
Ecorregión Chaqueña:
Umbral al Chaco, Norte TAR 63º 31' 49.422'' W
22º 38' 34.931'' S
Ecorregión Chaqueña:
Umbral al Chaco, Este LAJ 64º 14' 3.796'' W
24º 50' 46.085'' S
Ecorregión Norandina:
Valles Templados, Centro LER 65º 30' 31.809'' W
24º 56' 31.348'' S
187
Capítulo 2 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Tabla 1.
188 189
Capítulo 2
Bibliografía
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Productivos Sostenibles EEA Salta INTA.
190 191
MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Ecorregión Chaqueña
SISTEMA PRODUCTIVO: Agricultura de secano en siembra directa sobre
suelos forestales sujetos a cambios en el uso del suelo
193
Capítulo 2 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
una tasa de reducción anual del 3,2% (Kees et Para este trabajo se seleccionaron 9 establecimien- cadores seleccionados fueron: COT, COP, Nt, pH, Los efectos del CUS sobre estos parámetros fue-
al., 2009), representando una pérdida de 20000 tos dentro del departamento Almirante Brown, Da y FE; los cuales se sugiere sean incluidos en ron mayores que el efecto inicial que generan las
ha de BN, destinadas a uso agrícola y agrícola ga- distribuidos en un gradiente NO-SE de aproxima- todo set de indicadores utilizado para evaluar el diferencias intrínsecas entre sitios seleccionados
nadero. En ella se realizaron estudios sobre los re- damente 120 km a lo largo la RN 16. El patrón estado de suelos desmontados en esta región, para el muestreo. Estos indicadores pudieron dis-
cursos naturales, por sus altas tasas de CUS y por de muestreo estuvo basado en la elección de la en Haplustepts u otros suelos con características criminar en el conjunto de datos la condición BN
ser considerada zona susceptible a desmontarse misma región agroecológica, serie de suelo (Tolo- similares (Tabla 1). La alta correlación negativa o de la condición disturbada A y su comportamien-
por la ley forestal, con gran reemplazo de bosques sa), y práctica de labranza posterior al desmonte positiva entre algunos de ellos, como por ejem- to varió con la profundidad. El COT demostró ser
y pastizales naturales y por lo tanto, riesgo de (SD). El trabajo se realizó entre 2008 y 2011. Se plo entre COT y COP ó Nt, posibilitaría incluso el parámetro más influyente en las dos profundi-
compromiso para los bienes y servicios ambienta- muestrearon dos situaciones contrastantes: corti- realizar una selección aún mayor en caso de ser dades y se correlacionó altamente con Nt y COP.
les (Rojas, 2012). En la zona, la agricultura es de nas naturales de bosque nativo semideciduo (BN) operativamente necesario.
secano y la producción agrícola se desarrolla ge- y lotes desmontados adyacentes transformados a El Nt fue la segunda variable de mayor peso en
neralmente en sistemas de siembra directa (SD). agricultura intensiva (A), con 4 a 23 años de defo- el ACP y se lo retuvo considerando que podría
restación y diferentes secuencias de cultivo. La se- ser útil en monitoreo de suelos de lotes agrícolas
Aunque el factor climático que limita principal- rie Tolosa está clasificada como Haplustept Údico y fertilizados, y como complemento a la informa-
mente la producción agropecuaria es el agua, en se encuentra presente como suelo forestal en toda ción dada por el COT. También se retuvo al COP
muchas áreas agrícolas la causa de las deficiencias la provincia del Chaco. Los horizontes superficiales por sensibilidad, alta proporción dentro del COT
hídricas no sólo son las bajas precipitaciones sino y subsuperficiales de esta serie son de textura fina y por presentar las mayores caídas en A en el pla-
también el insuficiente almacenaje del agua en el con porcentaje de limo + arcilla promedio mayor a zo estudiado. Aunque el pH no fue contundente
suelo a causa de un manejo inadecuado (Panigatti 700 g.kg-1 de suelo. en el ACP para separar las situaciones se con-
et al., 2001). sideró una variable útil para incorporar al CMD
Se tomaron muestras compuestas de las profun- por presentar aumentos significativos en A y por
didades de 0-10 y 10-20 cm, incluyendo los dos su facilidad de medición. La Da fue un indica-
primeros horizontes de la serie Tolosa, y se deter- dor altamente sensible, presentando tendencia
minaron los siguientes parámetros: pH, conduc- a aumentar en A, principalmente en el horizonte
tividad eléctrica (CE), textura (T), humedad equi- superficial. La FE se presentó como una variable
valente (HE), carbono orgánico total y particulado muy promisoria como indicador. Aunque actual-
(COT y COP), nitrógeno total (N), fósforo extraíble mente es una medición que se realiza en zonas
(P), infiltración (Inf), densidad aparente (Da), resis- áridas y semiáridas para evaluar susceptibilidad a
tencia mecánica a la penetración (RMP), hume- la erosión eólica, mostró sensibilidad, poca varia-
dad equivalente (HE), fracción erosionable (FE), y bilidad y cambios estadísticamente significativos,
estabilidad estructural en seco (EES). características fundamentales de un indicador.
194 195
Capítulo 2 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
los BN y A, ya que el COP fue un indicador alta- límite mínimo de densidad crítica entre 1.2 y 1.6
Tabla 2: Valores umbrales (VU), de referencia (VR) y valores correspondientes a la situación inalterada (In), para mente sensible al CUS y presentó grandes caídas g.cm-3 respectivamente para suelos con contenidos
el CMI de Inceptisoles con sistema agrícola de secano en SD sobre suelos forestales. Ecorregión Chaqueña. en los suelos sometidos a agricultura. Se definió de limo más arcilla cercanos a 90%, teniendo en
el VU de 7 g.kg-1 para horizonte superficial de cuenta que los suelos bajo estudio coincidieron con
BN basado en el valor mínimo medido y 4 g.kg-1 la descripción del perfil modal de la serie (alrededor
para A basado en el valor medio del horizonte de 70 % de fracción fina), que posee textura fran-
subsuperficial (3.97 g.kg-1), considerando que no ca en superficie y franco arcillosa en el horizonte
debería caer por debajo del mismo dada la estra- subsuperficial. Los VU máximos también se basa-
tificación que presenta generalmente el COP. Para ron en el citado por este autor como límite para el
el horizonte subsuperficial se estableció un rango crecimiento de las raíces en suelos francos.
entre 1-3 g.kg-1 para ambas condiciones. Aunque
los valores mínimos hallados fueron cercanos a 0 Respecto de la FE, se tomó como VR el valor pro-
(cero) y no se puede dar evidencia exacta de que medio de la situación inalterada BN, y como VU
en esa profundidad esto afecte significativamente máximo un 40%, basándose en la clasificación
la productividad de los cultivos, se establecen VU de Shiyatyi (1965), citado en López et al. (2007)
mayores a los mínimos basados en el COP poten- que clasifica a los suelos ligeramente erosionables
cial hallado como valores medios y máximos. Es aquellos con FE<40%, siendo moderada y alta-
importante resaltar que los VU aquí presentados mente erosionables los que superan este valor. In-
corresponden a una serie de textura franca fina, formación más detallada sobre los resultados de
siendo los valores para suelos de textura arenosa FE y EES en el presente estudio se pueden encon-
generalmente menores (Diovisalvi et al., 2014), lo trar encuentra publicada en Rojas et al. (2013).
que habría que tener en cuenta si se consideran
estos umbrales para otras series de suelo. Alertas de procesos de degradación y
propuestas de manejo
Para el Nt, se tomó igual que para el CO como VR Los CUS generaron degradación significativa en la
el promedio del BN, y los VU mínimos se calcularon calidad física y química de los suelos agrícolas en
en relación al contenido de CO asumiendo un con- comparación con los suelos de la situación prístina
tenido aproximado de 2.5 % de N total en el CO. en un plazo relativamente corto.
Los valores de referencia para los cuatro indicado- de este valor como umbral para la segunda pro- Como VR de pH para la primera profundidad se El COT y la Da fueron los indicadores de mayor po-
res se establecieron de acuerdo a los resultados del fundidad a partir de la estratificación hallada en la estableció el pH neutro y para la segunda se tomó tencial, imprescindibles para el estudio y monitoreo
trabajo anteriormente descripto, opinión de exper- situación inalterada, el perfil modal de la serie y los el valor del perfil modal de la serie Tolosa, el cual de suelos de esta región. Los resultados revelan
tos, descripción del perfil modal de la Serie Tolosa y valores de lotes cultivados. Los valores de COP para coincide con promedios de valores medidos en pérdidas de COT, COP y Nt que significan pérdi-
bibliografía existente. In son las medias de los suelos de BN estudiado, BN, campo y descripción del perfil modal. Como da de fertilidad en el horizonte superficial, valores
valores altos para la zona pero que coinciden por lo VU mínimo y máximo se tomaron los citados por de Da y FE que alertan sobre posibles procesos de
Como VR de COT se tomó el valor promedio de informado por Albanesi et al. (2003) y Sanchez et Sys et al. (1993) para los cultivos predominantes, compactación. Esto podría tener consecuencias
la BN para las dos profundidades. El VU mínimo al. (2006) para suelos de vegetación nativa de San- tomando como precautorio el valor máximo de negativas para la producción de cultivos en el me-
de COT para la primer profundidad se estableció tiago del Estero quienes informaron como valores algodón y soja. diano plazo. Para predecir y frenar procesos de de-
según los requerimientos de los cultivos principales máximos de COP 14.2 y 12.8 g.kg-1 respectivamen- gradación y erosión en suelos sometidos a CUS en
de la zona (soja, algodón, girasol y sorgo) determi- te para el horizonte superficial. Estos mismos se El VR para Da se determinó siguiendo el criterio la región, es indispensable utilizar estos indicadores
nados por Sys et al. (1993), y se consideró la mitad consideraron VR. Como VU se diferenció entre sue- de Reynolds et al. (2002), quien establece como para monitorear y evaluar si las tendencias de caída
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Capítulo 2
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PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Ecorregión Chaqueña
Oeste de Santiago del Estero
SISTEMA PRODUCTIVO: Ganadero- agrícola sin riego
1. INTA, Santiago del Estero. Santiago del Estero, 4200, Santiago del Estero, Argentina.
201
Capítulo 2 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
La actividad ganadera en la región del Cen- (Minetti, 2005). Santiago del Estero registra una más relevantes. El estrato herbáceo está consti- factores edáficos estrechamente relacionados con
tro-Oeste de Santiago del Estero, ha crecido sig- precipitación media anual que varía entre 950 mm tuido principalmente por gramíneas de los géne- la estabilidad de los agregados (CO), fertilidad
nificativamente a partir de la década del ’80. La en la zona Este a 550 mm en el Oeste. El potencial ros Setaria, Digitaria, Trichoris, Chloris, Eragrostis química (pérdida de nutrientes principales, riesgo
mejora en el manejo del pastizal, del rodeo y la de evapotranspiración medio anual para la zona de y Elionorus, entre otras (Cornacchione, 2006). de salinización), y física (compactación).
incorporación de pasturas megatérmicas (prin- influencia de la localidad de Frías es de 1250 mm
cipalmente Panicum maximun cv. Gatton panic) resultando en un balance hídrico negativo duran- La información generada de indicadores de cali-
fueron algunas de las causas del aumento de la te la mayor parte del año (Figura 2) (Prieto et al., dad de suelo se basa en un ensayo experimen-
producción ganadera bovina en esta área (Cor- 2006). La temperatura media anual en la provin- tal ubicado en un Establecimiento ganadero de
nacchione, 2006). Como consecuencia de una cia es de 20.8 ºC, mientras que en la zona Cen- la localidad de Frias, Dpto. Guasayán, Santiago
intensa acción antrópica se generaron procesos tro-Oeste es de 19,8°C (Acuña et al., 2002). del Estero (LS 28° 43´55,50´; LO 64° 57´13,18´)
de degradación, principalmente debido a la so- (Figura 2). El suelo pertenece a la Unidad Car-
breexplotación forestal, mal manejo del pastoreo La vegetación (de tipo xerófilo y caducifolio) tográfica Asociación Frías 80% y Tapso 20%,
y del fuego, que potenciaron la modificación de caracteriza a una fisonomía de monte degra- con Capacidad de Uso IIIc (Angueira C y J.Vargas
la vegetación original de la región a través de los dado, con un importante estrato arbustivo. El Gil, 1993). Esta Unidad se describe como lomas
años. Así, uno de los problemas asociados a ello estrato arbóreo esta compuesto principalmente extendidas y planos altos de superficie irregular.
fue la aparición de grandes superficies degrada- por quebracho colorado (Schinopsis quebracho Los suelos de Serie Frías ocupan los sectores de
das, ocupadas por especies leñosas arbustivas colorado), y en menor grado quebracho blanco superficie uniforme y la serie Tapso, el microrelie-
(fachinal), que perjudican de forma directa e in- (Aspidosperma quebracho blanco); se presentan ve. La Serie Frías es un suelo oscuro, profundo,
directa a la ganadería (Kunst et al, 1999). entre éstos, algarrobos (Prosopis nigra y Prosopis ligeramente ácido en superficie, bien drenado,
alba) y mistol (Zizyphus mistol). El estrato arbus- desarrollado sobre sedimentos loéssicos, ubica-
El clima semiárido de la región chaqueña semiári- tivo se compone de tusca (Acacia aroma), chañar do en las lomas y planos altos. Son suelos fértiles,
da, está caracterizado por una marcada estación (Geoffroea decorticans), tala (Celtis tala), y gara- con buen contenido de materia orgánica y mo-
seca invernal y elevada tasa de evapotranspiración batos (Acacia praecox y A. furcatispina), entre los derada retención de humedad, se los usa tanto
para agricultura como para ganadería, aunque
presentan alguna limitación climática. Por otro Tabla 1: Conjunto Mínimo de Indicadores (CMI)
lado, los suelos de la Serie Tapso están limita- para suelos Molisoles con sistema ganadero sin
dos parcialmente en su aptitud por su poco de- riego. Oeste de Santiago del Estero.
sarrollo, débil estructuración, salinidad, calcáreo
diseminado en la masa y la limitación climática Para obtener los valores de referencia (VR), en el año
(escasa precipitaciones y alta evapotranspiración) 2007 se realizó un primer muestreo de observación
Por las condiciones ambientales generales de la y valoración de parámetros químicos en tres diferen-
zona, se la caracteriza por su alta luminosidad, tes campos ganaderos del área de influencia de la
altas temperaturas estivales, y con tendencia a la AER Frías, donde se registraron valores promedio de
salinización, compactación y a la erosión. materia orgánica del suelo (MOS) y Fósforo extraíble
(Bray Kurtz) de 3,24 % y 16, 2 ppm respectivamen-
El conjunto mínimo de indicadores de calidad de te para los primeros 15 cm de profundidad. En el
suelo (CMI) se obtuvo a partir del análisis de ca- mismo orden, pero en la profundidad 15-30 cm, los
racterísticas morfológicas del suelo en el sitio del valores descienden a 2,44 % y 8,8 ppm.
ensayo experimental (Tabla 1). Por tratarse de un En el año 2008, en un establecimiento ganadero
ambiente semiárido, de lomadas, con desmonte, de la localidad de Frías, se implementa un lote de-
Figura 2: C: Precipitación y Evapotranspiración media mensual en la localidad pastoreo intensivo y escasa cobertura del suelo se mostrativo de manejo de monte sustentable para la
de Frías (Fuente: Prieto et al., 2006 citado en SigSE V2.0 (Angueira et al., 2007) propone como hipótesis del trabajo evaluar los producción ganadera.
202 203
Capítulo 2 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Los objetivos de este trabajo fueron: evaluar la recu- Los tratamientos rolado, rolo aereador y rastra fue- alguna para estudiar su evolución respecto al resto de del campo comenzando con la práctica de clausura
peración de la productividad y la diversidad del cam- ron realizados en Julio de 2008, la quema se realizó los tratamientos. Representa la línea de base con el (T5 Testigo) y mejorando en el resto de los tratamien-
po natural mediante el uso de prácticas difundidas en Octubre de 2008. Cada tratamiento tiene dos cual se van a monitorear y comparar la evolución de tos. Para el período 2008-2010, en los tratamien-
en la región e identificar indicadores de la salud del repeticiones distribuidas al azar en parcelas de 50 m los indicadores entre los tratamientos propuestos. Los tos de rolado y rastra se observó una disminución
ecosistema y su capacidad para generar productos y x 300 m. las que se subdividen en 3 subparcelas ob- datos registrados en 2008 y 2009 (solo en tratamien- importante de la densidad de arbustivas (volumen
servicios: forraje, sombra, madera. teniéndose 6 muestras compuestas por tratamiento. tos ejecutados), se muestran en tabla 2. promedio de arbustivas por hectárea m3.ha-1) en
los tratamientos respecto del testigo mejorando así
Se procedió a clausurar el lote de 300 ha, con alam- Las estrategias del manejo de los disturbios son: In- Alertas de procesos de degradación la accesibilidad de los animales (Ledesma, 2011). A
brado periférico, ejecución de tratamientos en el tensidad (años de clausura); disturbios (1 por año); y propuestas de manejo la vez, se incrementó la oferta y valor nutritivo de las
momento oportuno, y evaluación de la condición Severidad (comparación del tratamiento con el testi- Los valores de conductividad eléctrica en el ex- leñosas en los tratamientos respecto del testigo (Go-
edáfica en los tratamientos (disturbios). Cada tra- go) e Intervalo de retorno o frecuencia (anual). tracto de saturación (CE) denotan condición leve mez, 2011). En esta etapa de desarrollo del trabajo
tamiento representa una de las formas de manejar en salinidad hasta los 20 cm de profundidad. Por de investigación, no podemos determinar valores
el fachinal y monte para ganadería. Los tratamien- El tratamiento Testigo (parcela Clausurada al momen- otro lado, la escasa cobertura vegetal y el grado de umbrales o categorizar los indicadores de calidad de
tos implementados fueron: 1- Rolado; 2- Rastra; to de instalar el lote demostrativo) representa el es- compactación superficial en el sitio con pendien- suelos seleccionados pues nos encontramos en el
3- Rolo aereador; 4- Fuego prescripto y 5- Clausura tado de degradación del lote al momento de iniciar te entre 2 y 6 % (clase 2; suavemente inclinado; primer ciclo del proyecto (2008-2011).
(descanso del pastoreo, representa nuestro testigo). el ensayo. Esta parcela es mantenida sin intervención FAO 1977), aspecto también descripto por Kunst
et. al., (2006), favorecen los procesos de degrada- Prácticas de descanso y el uso adecuado de otras
ción como por ejemplo, compactación superficial como las propuestas en este estudio (aún en tem-
y subsuperficial, pérdida de materia orgánica del prana estado de evaluación), pueden mejorar las
suelo, erosión hídrica y eólica. Es posible obser- condiciones de oferta nutricional a la vez que apor-
var que a un año de iniciado los tratamientos bajo tan a la calidad del suelo. Es importante el manejo
clausura (sin ingreso de animales), las condiciones de cobertura vegetal con especies vegetales de di-
de fertilidad química mejoran, a excepción del tes- ferentes estratos, particularmente en lotes con pen-
tigo que no recibió ningún tratamiento de mejo- diente moderada a alta, intercalando barreras bioló-
ra para la restauración de variedad de arbustos y gicas para mejorar la captación y almacenamiento
pasturas como ocurrieron en los tratamientos ini- de agua en el perfil, lo que a su vez disminuye la
ciados en 2008. Es posible que con el control de escorrentía superficial. En cuanto a este punto, se
crecimiento del estrato arbóreo, la restauración de pueden establecer estudios a nivel de cuenca y finca
gramíneas autóctonas y de otras introducidas, se para controlar y disminuir el efecto de la velocidad
logre un manejo ganadero que minimice los facto- del agua en épocas de lluvias en lotes mixtos y gana-
res de riesgo ambiental antes mencionados. Para deros para lograr los objetivos antes mencionados.
ello es necesario monitorear en el tiempo la evolu-
ción de los componentes del sistema (suelo-vege- Los cambios anuales en los indicadores de calidad
tación-clima-producción ganadera) e incrementar de suelo pueden representar el rango de variación
el número de observaciones en campos ganaderos normal para la zona en un período climático deter-
de la zona con situaciones contrastantes en cada minado (por la gran variabilidad de precipitaciones
MOS = COT x 1,3 (Walkley Black); Nt (Kjeldahl); P ext (Bray Kurtz); pH y CE del extracto de saturación y sitio (unidad de muestreo). y extremos de temperaturas críticas), por lo que es
DAP (cilindro) importante el monitoreo de los mismos en el media-
En este ciclo de evaluaciones (2008-2011) se han no y largo plazo. Esto permitirá establecer valores de
Tabla 2: Valores promedio para la profundidad (0-20 cm) de materia orgánica del suelo (MOS), nitrógeno total observado cambios favorables en la recuperación de equilibrio respecto de una línea de base y los valores
(Nt), fósforo extraíble (Pex), pH y salinidad (CE conductividad eléctrica en extracto de saturación) y Densidad la productividad y diversidad natural en vegetación umbrales para cada ambiente.
aparente (DAP) para los años 2008 y 2009
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Capítulo 2
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MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Ecorregión Mesopotámica
Centro y noroeste de Misiones
SISTEMA PRODUCTIVO: Forestal (Plantaciones de Pinus taeda)
209
Capítulo 2
lo largo de las rotaciones (Fernández, 2003). En y una disminución acentuada de la velocidad de Bibliografía
este contexto, resulta de importancia establecer infiltración en ambos espesores de suelo estudia- FERNÁNDEZ, R. A.; LUPI, A. M.; PAHR, N. M.; REIS,
criterios e indicadores cuantitativos de impacto dos en la situación de plantación con Pinus taeda. H.; O´LERY, H. J. 2000. Técnicas de manejo de resi-
ambiental de distintos manejos de las reforesta- También se aprecia una pérdida de concentración duos de cosecha para el establecimiento forestal y
de carbono orgánico y de nitrógeno total, lo que su impacto sobre la condición química de los sue-
ciones y predecir las consecuencias sobre la pro-
indica el efecto de las actividades de cosecha y los rojos del noreste de Argentina. Pp. 243-248 en:
ductividad y el rendimiento de rotaciones futuras
preparación del terreno sobre las propiedades fí- Avances en Ingeniería Agrícola. Editorial Facultad
(Goya et al, 2003).
sicas y químicas de los suelos rojos cultivados con Agronomía, UBA. Buenos Aires.
un tercer ciclo de pino en Misiones.
Con el objetivo de seleccionar los indicadores FERNÁNDEZ, R. A. 2003. Estrategias para minimizar
de calidad de suelo en plantaciones de Pinus Alertas de procesos de degradación los impactos de la cosecha forestal. Balance de nu-
taeda de tercer ciclo forestal, se relevaron dife- y propuestas de manejo trientes y condición física del suelo. Actas XVII Jor-
rentes variables de calidad de suelo (Tabla 1) en La estrategia de mantener los residuos de las co- nadas Forestales de Entre Ríos, Concordia.
parcelas de plantaciones forestales y de bosque sechas y de aplicar el sistema de cosecha de fus- FROEHLICH, H. A. 1984. Mechanical amelioration
nativo primario en la región centro y noroeste de te entero y no de árbol entero, aparecen como of adverse phisical soil conditions in forestry. Pro-
la provincia de Misiones, ubicadas sobre suelos criterios de manejo forestal sustentable destina- ceeding of Symposium and productivity of fast
rojos (Ultisoles). dos a mantener la productividad a lo largo de las growing plantations. IUFRO Pretoria. South Africa.
rotaciones. 507-521 pp.
Aún cuando no se dispone de un análisis esta- GONÇALVES, J. L. M.; BARROS, N. F.; NAMBIAR, E. K.
dístico que permita identificar el conjunto míni- S.; NOVAIS, R. F. 1997. Soil and stand management
Tabla 1: Variables edáficas eva-
mo de indicadores para evaluar el impacto de for short-rotation plantations. Pp. 379-417 en: EKS
luadas para suelos Ultisoles bajo
las reforestaciones sobre la calidad del suelo, los Nambiar & AG Brown (eds). Management of soil
sistema forestal de Pinus taeda.
valores obtenidos a partir del muestreo realizado, nutrients and water in tropical plantation forest.
Centro-noroeste de Misiones.
señalan algunas tendencias importantes (Tabla 2). CSIRO. Canberra.
Se observa un aumento de la densidad aparente
GOYA, J. F.; PÉREZ, C.; FRANGI, J. L.; FERNÁNDEZ, R.
A. 2003. Impacto de la cosecha y destino de los re-
siduos sobre la estabilidad del capital de nutrientes
en plantaciones de Pinus taeda L. Ecología austral
v.13 n.2. Versión On-line ISSN 1667-782X. Córdoba.
Tabla 2: Valores promedios de variables de calidad de suelo relevadas para las situaciones de
plantación con Pinus taeda (Pt) y Bosque Nativo (BN) Bosque nativo tomado como línea de base.
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MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Ecorregión Mesopotámica
Provincia de Misiones
SISTEMA PRODUCTIVO: yerbatero
Suelos: Ultisoles
1. INTA, Estación Experimental Cerro Azul. Cerro Azul, 3313, Misiones, Argentina.
2. INTA, Instituto de Suelos INTA Castelar, 1686, Hurlingham, Buenos Aires, Argentina.
3. INTA, Estación Experimental Paraná. Oro Verde 3101, Entre Ríos, Argentina.
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Capítulo 2 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
La yerba mate (YM) es uno de los principales sis- YM puede modificar tanto la cobertura del suelo Ultisoles, diferenciadas según el manejo para el
temas productivos de la provincia de Misiones. como la calidad del mismo, condicionando direc- control de maleza (con o sin remoción de sue- Figura 2. Distribución de las parcelas de
muestreo en la provincia de Misiones.
Debido a los requerimientos, la mayoría de las tamente los procesos de degradación. los), además también se muestreo la situación
plantaciones están instaladas sobre suelos Ulti- prístina (selva). Los indicadores evaluados fue-
soles. Estos son suelos rojos profundos, condi- ron: carbono orgánico de suelo (COS), densidad
ción necesaria para el crecimiento de éste tipo aparente (Dap), porosidad total (PT), cambio del
de planta. Estos suelos presentan en general diámetro medio ponderado de los agregados
buena estructura, un horizonte superficial bien (CDMP), resistencia mecánica a la penetración
provisto de materia orgánica seguido por un (RM), porcentaje de cobertura (% cob), veloci-
B textural muy profundo (Godagnone & De la dad de infiltración (Vi). En éste último, se utilizó
Fuente, 2013). Presentan una baja saturación de la metodología del anillo simple (USDA, 1999),
bases en el perfil, debido principalmente a las sin embargo debido al rápido drenaje de éstos
condiciones climáticas en que han evolucionado. suelos, no se logró medir la infiltración básica,
La mayor parte de la arcilla es caoliníta (retículo por lo que sólo se estimó la infiltración instan-
1:1), existiendo además un elevado tenor de ses- tánea. En éste sentido, los datos utilizados fue-
quióxidos que permiten la formación de agrega- ron la velocidad de infiltración de una columna
dos estructurales muy estables. Figura 1: Entre línea de una plantación de YM de agua de 25 mm. Se consideró a su vez como
indicador, la calidad cualitativa de la parcela a
La YM es una planta originaria de América del partir del siguiente criterio de clasificación:
sur que abunda en estado silvestre y en planta- Los Ultisoles como los existentes en la Provincia
Mala: se observa suelo desnudo, síntomas de
t
ciones cultivadas. En estado silvestre es un árbol, de Misiones son muy frágiles, si bien pueden
escorrentía superficial, plantas de YM de pobre
sin embargo, en plantaciones comerciales la altu- poseer adecuada fertilidad natural, las caracte- Buena: suelo con cobertura natural con di-
t
estructura, pocas hojas, color verde claro.
ra es mantenida hasta los 3 m aproximadamente rísticas agresivas del clima subtropical, de relie- versidad de especies, no se observan rasgos
con prácticas de podas y cosechas sucesivas. Las ve con fuertes pendientes (Ligier et al., 1990), Regular: suelo con algo de cobertura natu-
t de escorrentía de agua, las plantas de YM tie-
labores culturales para el control de las malezas, predisponen a importantes pérdidas de suelo por ral, los rasgos de erosión son localizados, el nen buena estructura, muchas hojas y el color
dependen del marco de plantación, y se realizan procesos erosivos (Erracaborde, 1973; Casas et aspecto de la planta de YM es normal. es verde oscuro.
en las denominadas “calles” que equivalen a la al., 1983; Piccolo, 1996). El mantenimiento del
entrelínea de la plantación (Fig. 1). Actualmente, suelo cubierto es muy importante como medi-
en el sistema de producción de YM el control de da de protección ante el sobrecalentamiento, la
Figura 3. Bi-plot del
malezas se realiza de la siguiente manera: a) con evapotranspiración y la lluvia (Primavesi, 1980). ACP para los indicado-
remoción de suelo, utilizando la rastra de discos En tal sentido se han señalado como prácticas res de calidad de suelo
común en plantaciones antiguas con marcos 4 favorables aquellas que tratan de evitar la re- propuestos clasifica-
dos por el manejo de
x 4 y 4 x 3 m, pero también utilizado hasta el moción del suelo. En éste contexto, se intentó
suelo para el control de
día de hoy en marcos de 3 x 2; b) sin remoción establecer un conjunto mínimo de indicadores malezas. Los puntos de
de suelo, ya sea mediante control químico con (CMD) de calidad física de suelo, que sean su- color verde representan
las parcelas de selva, los
herbicida o utilizando una desmalezadora o ma- ficientemente sensibles para distinguir entre di-
amarillos son parcelas sin
chete. A su vez, dentro de éstos, otra práctica ferentes manejos para el control de malezas en remoción de suelo y los
de menor adopción es el uso de abonos verdes plantaciones de YM. puntos rojos son parcelas
(Erracaborde, 1973; Piccolo, 1996; Heredia et con remoción de suelo.
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Capítulo 2 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
La Fig.3 muestra cómo se correlacionan propie- % de cob, la Vi y además el COS y la Dap con la gular, bueno y muy bueno, similar a lo realizado risco la clase más frecuente (Frecuencia relativa)
dades físicas como la RM, Dap y el CDMP con los Vi. Con el 60% al 70% se correlacionó la calidad por Sosa (1992), con propiedades químicas en de cada indicador. Los valores comprendidos en
manejos con remoción de suelo. Mientras que % cualitativa con el CDMP y la Dap. El CDMP con YM. Se realizó una distribución de frecuencias la clasificación “mala”, generalmente fueron de
Cob, Calidad cualitativa, COS, Vi y PT se asocia- el COS y % de cob. La Dap con el COS y el % de los valores obtenidos para cada variable y si- parcelas manejadas con rastra y los valores den-
ron a situaciones de selva y sin remoción de sue- PT con la Vi. Cada indicador, a su vez, está repre- tuación, de manera de ubicarlos dentro de los tro de la clasificación “muy buena” generalmen-
lo. En la matriz de correlación (Tabla 1) se obser- sentado por un autovector que queda definido intervalos de referencia propuestos. En la tabla 4 te son de selva.
varon las siguientes correlaciones: 70 al 80% se por la correlación que existe entre la propiedad se indican los valores de referencia y con un aste-
correlacionó la calidad cualitativa con el COS, el del suelo y la CP considerada (Tabla 2).
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MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Bibliografía
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Capítulo 2 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
un epipedón mólico, de unos 40 cm., gris muy blemente son suelos aptos para agricultura, aun-
oscuro a negro, franco arcilloso y de reacción dé- que con ligeras limitaciones, por ser susceptibles
bilmente ácida; a conti¬nuación y a través de un a la erosión hídrica. El uso actual es la ganadería
horizonte transcicional AB, sin cambio textural extensiva sobre campo natural y se ubican en la
abrupto se visualiza un horizonte argílico Bt, que Clase IIe por Capacidad de Uso y el Indice de Pro-
se continúa en un horizonte BC, negro a pardo ductividad es de 44. Se inició la campaña en mayo
grisáceo oscuro, arcilloso, de reacción neutra. Las de 2009 y se finalizó en el año 2011.
concre¬ciones de hierro-mangane¬so, se obser-
van desde los 38 cm. y la profundidad efectiva Línea de base: Se tomó como línea de base el
llega a cerca de 100 cm. suelo correspondiente al campo natural.
Son suelos moderadamente a bien provistos en Se evaluaron las propiedades edáficas en 4 repe-
bases de cambio a excepción del potasio, que in- ticiones y a 3 profundidades (0-5 cm, 0-10 cm
crementa entre los 75 y 100 cm. de profundidad. y 10-20 cm), tomadas en 2 momentos al año
La materia orgánica es medianamente alta, solo (Marzo y Octubre). Se tomaron los datos prome- Donde min y máx indican valores mínimos y máximos requeridos, respectivamente.
en la parte superior del epipedón mólico. Induda- dios del monitoreo de tres años consecutivos.
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MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Bibliografía
WILSON M.G., TASI H.A., SASAL M.C., J. CERANA A. Caracterización del agroecosistema e
E INDELÁNGELO, N. 2008. Condición de suelos en
identificación de sus puntos críticos.
producción. Actualización Técnica Agricultura Sus-
El arroz es el cultivo de mayor importancia en la minante de la actividad biológica, la diversidad, la
tentable. EEA Paraná. Ediciones INTA. Serie Exten-
provincia de Corrientes, con 87.020 ha cosecha- actividad de la fauna, de los microorganismos, las
sión N° 51. 14-19.
das y una producción de 557.289 Tn, en la cam- propiedades químicas y físicas, la agregación, la
ESCOBAR, E. H.; LIGIER, H. D.; MELGAR, R., MAT- paña 2015/2016. (Asociación Correntina de Plan- estabilidad estructural, el incremento de la tasa de
TEIO, H. Y VALLEJOS, O.1996. Mapa de suelos de tadores de Arroz). La tecnología de producción infiltración y la capacidad de agua disponible, así
la provincia de corrientes (1:500.000). Área de pro-
y mecanización es comparable a la de los países como la resistencia contra la erosión hídrica y eó-
ducción Vegetal y Recursos Naturales, EEA INTA Co-
más avanzados. La región centro sur, principal- lica, mejorando la dinámica y la disponibilidad de
rrientes.
mente el departamento de Mercedes, concentra los principales nutrientes para las plantas. Muchos
la mayor superficie sembrada. investigadores consideran que la materia orgánica
determina la fertilidad de los suelos y si se quiere
En la Argentina la degradación de los suelos, en lograr sustentabilidad de los sistemas agrícolas es
menor o mayor proporción, está presente en to- imprescindible aplicar sistemas de tratamientos
das las zonas agrícolas. Las más importantes es- en los suelos que mantengan o aumenten la cap-
tán vinculadas al riesgo de erosión, la pérdida de tura de carbono, mediante la formación de com-
materia orgánica y la disminución de la fertilidad puestos órganominerales más o menos estables
natural. (Martínez et al. 2003, Ortega, 1985). En la prác-
tica agrícola en algunos cultivos aún se aplican
La materia orgánica del suelo es el principal deter- sistemas que provocan una disminución brusca de
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Capítulo 2 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
la captura de carbono en los suelos, provocando relieve normal, posición de loma con pendientes y constantes hídricas (Agua útil, Capacidad de
fuerte degradación, este es el caso del monoculti- de 0,5 a 1%, la cobertura vegetal está compues- campo, y Punto de marchitez permanente).
Tabla 1: Conjunto Mínimo de Indicadores
vo del arroz en muchas áreas de cultivo. ta principalmente por Paspalum sp., Andropogon (CMI) para suelos Molisoles bajo sistema arro-
sp., Eringium y árboles dispersos de Prosopis alga- En la Tabla 1 se presenta el conjunto mínimo de cero bajo riego. Centro-Sur de Corrientes.
Se ha demostrado que el monocultivo del arroz rrobilla. El escurrimiento es medio a lento, la per- indicadores de calidad de suelo (CMI)
degrada la fertilidad física y química del sue- meabilidad moderadamente lenta y son modera-
lo. Los suelos con muchos años de agricultura damente bien drenados. Presenta un epipedón Para cada variable, se tomaron los valores de los
continua, como es el caso del cultivo de arroz, mólico, de unos 40 cm., gris muy oscuro a negro, datos promedios de 3 años de monitoreos, con
muestran una tendencia a la degradación, prin- franco arcilloso y de reacción debilmente ácida; a 4 repeticiones.
cipalmente vinculada a las propiedades físicas continuación y a través de un horizonte transci-
del suelo, aumentando la densidad aparente cional AB, sin cambio textural abrupto se visualiza
y a las propiedades químicas, disminuyendo el un horizonte argílico Bt, que se continúa en un
contenido de carbono orgánico, y los cationes, horizonte BC, negro a pardo grisáceo oscuro, ar-
especialmente en el horizonte superficial. Orella- cilloso, de reacción neutra. Las concreciones de
na, et al. (1994) detectaron que en suelos con hierro-manganeso, se observan desde los 38 cm.
actividad agrícola siempre hay una caída del car- y la profundidad efectiva llega a cerca de 100 cm. Tabla 2: Valores umbrales (VU),
de referencia (VR) y valores
bono orgánico.
correspondientes a la situación
Son suelos moderadamente a bien provistos en inalterada (In), para el CMI de
En la zona centro-sur de Corrientes, los suelos bases de cambio a excepción del potasio, que in- suelos Molisoles bajo sistema
dominantes son Argiudoles típicos, de textura crementa entre los 75 y 100 cm. de profundidad. arrocero regado. Centro-sur de
arcillosa fina y la principal actividad productiva La materia orgánica es medianamente alta, solo Corrientes.
es el cultivo de arroz bajo riego, siendo frecuente en la parte superior del epipedón mólico.
el monocultivo.
Indudablemente son suelos aptos para agricul-
Conjunto Mínimo de Indicadores (CMI) tura, aunque con ligeras limitaciones, por ser
para un suelo Argiudol típico bajo mo- susceptibles a la erosión hídrica. El uso actual es
nocultivo de arroz. la ganadería extensiva sobre campo natural y se
En un establecimiento de la zona de estudio, se ubican en la Clase IIe por Capacidad de Uso y el
inició el monitoreo con un monocultivo de seis Indice de Productividad es de 44.
años de arroz, y se continuó por tres años con-
secutivos siguientes, desde el año 2009 al 2011, Para establecer los valores umbrales de los indi-
terminando con un monocultivo de 9 años de cadores de suelo, se analizó un suelo Argiudol
arroz, para la obtención del CMI. típico (Serie Puesto Colonia) bajo monocultivo
de nueve años de arroz (MC) y se tomó como
El suelo es un Argiudol típico, arcillosa fina, co- línea de base a un campo natural ganadero (CN)
rrespondiente a la serie Puesto Colonia. Se toma- correspondiente a la misma serie de suelo. Se
Donde min y max, indican valores mínimos y máximos requeridos, respectivamente.
ron muestras de suelos en dos momentos, antes realizaron las determinaciones químicas de fer-
de la siembra y después de la cosecha, a 0-10 y tilidad global (pH, conductividad, calcio, mag-
10- 20 cm., con cuatro repeticiones. Esta Serie nesio, potasio, sodio, fósforo extractable y ma-
de suelo, cubre alrededor de 15.750 ha. y forma teria orgánica) y determinaciones físicas como
parte de la unidad 86 con 31.000 ha. Se ubica en densidad aparente (Dap), estabilidad estructural
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Capítulo 2
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MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Ecorregión Mesopotámica
Corrientes
SISTEMA PRODUCTIVO: Mixto (Forestal– Ganadero)
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Capítulo 2 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
provincia. Se ubica en relieve normal, en posición es coincidente con el techo de la napa colgante
de media loma a media loma baja, con pendien- (50-60 cm.) Tabla 2: Valores umbrales (VU), de referencia (VR) y valores correspondientes a la situación inalterada (In),
tes de 1 a 1,5%, en planicies arenosas pardo para el CMI de Entisoles bajo sistema mixto (forestal-ganadero). Corrientes.
amarillentas. El tapiz vegetal está compuesto por Son suelos de muy baja fertilidad, con escaso
pajonales de Andropogon lateralis, acompañado tenor de materia orgánica, bajo contenido de
de Axonopus sp, Schizachirium sp., Sporobolus bases de cambio y C.I.C, debilmente ácidos y de
sp. y otros de hábitos húmedos como ciperáceas pobre retención de humedad en los horizontes
y centella. El escurrimiento es lento a medio, la superiores. Presentan muy severas limitaciones
permeabilidad moderadamente lenta y el drenaje que restringen la elección de plantas y requieren
es imperfecto a moderado. un manejo cuidadoso. Las principales limitantes
se refieren al exceso de humedad con sobresatu-
Presenta un horizonte ócrico, arenoso-franco, ración por tiempos prolongados, además de su
seguido de un Eb, álbico, de colores claros, are- baja fertilidad natural. El uso actual es la gana-
noso, con abundantes moteados, sobrepues¬to dería extensiva, no obstante es utilizado para fo-
a un argílico, enterrado (Btbg), franco-arcillo-are- restación y agricultura, con los consiguientes ries-
noso, de lenta permeabilidad. Se destaca un gos, si no se mejoran las condiciones de drenaje y
cambio textural abrupto entre ambos horizontes, fertilidad. Se ubica en la Clase IVw y el Indice de
que dificulta la entrada del agua, produciéndose Productividad es de 16.
una falsa napa de agua que fluctúa hasta cerca Donde min y max, indican valores mínimos y máximos requeridos, respectivamente.
de la superficie, con movimientos laterales por Para la identificación de indicadores de calidad
el Ebg, ocasionando erosión subsuperficial. Esta edáfica, se realizaron muestreos de suelos en la
napa freática generalmente está unida a nume- localidad de Concepción, provincia de Corrien-
rosas lagunas circulares que existen en este am- tes, pertenecientes a una empresa forestal, se Alertas de procesos de degradación y
biente. La profundidad efectiva generalmente evaluó una plantación de pinos (Pinus taeda) con propuestas de manejo
fecha de plantación en el año 2001. Se tomaron En plantaciones de P. taeda se observó en líneas próximo ciclo forestal, la nutrición de base no sea
muestras de suelos a tres profundidades: 0-10 generales una disminución de la fertilidad de los limitante para la producción. Algo similar ocurre
cm, 10-20 cm y 20-50 cm, con 4 repeticiones. suelos con respecto a la línea de base. con el stock de carbono orgánico en el suelo, que
El monitoreo se inició en el año 2009 y terminó disminuye a medida que la forestación crece, más
en el 2011. Las variables más sensibles a estos cambios fue- allá de la captura de C en la biomasa vegetal.
ron: el pH, con un aumento de la acidez en las Dentro de las propiedades físicas se destaca una
El sistema productivo relevante de la empresa es plantaciones, los cationes en líneas generales no tendencia a la mayor densificación superficial en
la forestación con pinos y ganadería extensiva expresaron cambios y el Aluminio, aumentó un forestales, lo que parece ser influida por el desa-
(cría) en áreas de campos naturales y en las fores- 50% en las plantaciones de pinos. Se observó rrollo de raíces y la falta de cobertura vegetal de
taciones mismas. una tendencia a la disminución de materia orgá- porte herbáceo.
nica del suelo en plantaciones de pino, frente al
Se evaluó una plantación de Pinus taeda de 8 pastizal natural. El agua de fuentes naturales no presentó restric-
años de antigüedad, con fecha de plantación en ciones físico-químicas y se categorizaronn como
el año 2001. Durante las etapas de crecimiento de la fores- aptas tanto para consumo animal, como para rie-
tación, los nutrientes del suelo son tomados de go. No se detectaron contaminantes provenien-
Tabla 1: Conjunto Mínimo de Indicadores (CMI) manera selectiva, por lo tanto se debería contem- tes de agrotóxicos en ningún caso.
para Entisoles bajo sistema mixto forestal - gana- plar la fertilización de reposición para que en el
dero. Corrientes.
230 231
MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Bibliografía
http://neacorrientesforestal.blogspot.com.ar/p/in-
Marcelo Germán Wilson1, María Carolina Sasal1, Emmanuel Gabioud1,
formacion-tecnica.html Néstor Garciarena1, Silvana Sione2, José Oszust2, Dante Bedendo1, Hugo Tasi1 y Antonio
Paz González3
http://cfi.org.ar/wp-content/uploads/2015/02/infor-
me-industria-forestal-pdf.pdf Suelos: Peludertes - Hapludertes (Vertisoles), Argiudoles (Molisoles) y Ocracualfes
(Alfisoles)
1. INTA, Estación Experimental Paraná. Oro Verde, 3101, Entre Ríos, Argentina.
2. UNIV. NACIONAL DE ENTRE RÍOS, Facultad de Ciencias Agropecuarias, Oro Verde 3101, Entre Ríos, Argentina.
3. UDC Facultad de Ciencias, Universidade da Coruña, A Zapateira s/n. (15071) A Coruña, Spain
233
Capítulo 2 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
ques nativos constituyen la base productiva de te por una reducción en la cobertura vegetal y Los valores In, VR y VU fueron establecidos a tuación, mientras que VU representa el valor del
los establecimientos agropecuarios ganaderos. por la degradación de la estructura del suelo. partir del análisis de la base de datos. Los In re- indicador cuando en la rotación, el componente
Sin embargo, el área no escapa al fenómeno El conjunto mínimo de indicadores (Tabla 1) se presentan los valores promedios para dicha si- agrícola es mayor al 60%.
de cambio en el uso de la tierra que se ha re- obtuvo mediante la aplicación de análisis de
gistrado en los últimos años en la mayor parte componentes principales para 3 suelos diferen-
de las regiones húmeda y subhúmeda, dado tes a nivel de Gran Grupo (Argiudoles, Pelu-
Tabla 2: Valores umbrales (VU), de referencia (VR) y valores correspondientes a la situa-
a través de la conversión de ecosistemas na- dertes y Ocracualfes), mientras que los valores
ción inalterada (In), para el CMI de Argiudoles (a), Peludertes (b) y Ocracualfes (c) bajo
turales a cultivados y la simplificación de los umbrales y de referencia fueron establecidos a
sistema agrícola ganadero, área bosques nativos. Centro-norte de Entre Ríos.
esquemas de rotaciones en tierras agrícolas, partir del análisis de una base de datos confor-
con tendencias al monocultivo de soja. En tal mada con información proveniente de 146 lotes
sentido, en los últimos años se ha incremen- de productores (58 Molisoles, 48 Vertisoles y 40
tado la superficie destinada a la agricultura, Alfisoles. Para detectar la sensibilidad de cada
recurriendo a la práctica del desmonte, en la variable en relación al uso (Tabla 2), se priorizó
mayoría de los casos sin planificación previa el grado de ajuste entre la variable y los años
del uso y manejo del suelo (Wilson, 2007), lo (por medio del R2 y la significancia), además se
que conlleva serios riesgos de erosión hídrica y tuvo en cuenta la pendiente relativa dado que
encharcamiento en aquellas tierras incorpora- la variable más sensible es la que mayor cambio
das a la actividad agrícola, dado principalmen- presenta por cada año de uso agrícola.
Tabla 1: Conjunto Mínimo de Indicadores (CMI) para suelos Argiudoles, Peludertes y Ocracualfes
con sistema agrícola – ganadero del área de bosques nativos de Entre Ríos (centro-norte).
* en el caso de los agregados estables al agua, el indicador que se toma es relativo a la situación inal-
terada (Agregación relativa).
Se tomaron muestras superficiales de suelo (capa y por ende la sustentabilidad del sistema. Por otra
de 00-12 cm). En la Tabla 2 se presenta el va- parte se establecieron los valores umbrales admi-
lor de la situación inalterada (In): bosque nativo sibles (VU), valor a partir del cual el recurso suelo
sin uso ganadero o con muy baja carga animal, puede verse comprometido en sus funciones y
mientras que los valores de referencia (VR) repre- procesos si continua el uso en el largo plazo, por
sentan los límites necesarios para garantizar el lo que se requiere una intervención de manejo,
mantenimiento de la productividad a largo plazo que restituya la calidad.
234 235
Capítulo 2
Donde el indicador Agr rel (Agregación relativa) indica el valor de la situación inalterada obtenido
por las metodologías de Hénin (pretratamiento al agua) y Le Bissonnais (pretratamiento capilaridad),
respectivamente; VR y VU indican el valor relativo a la situación inalterada de Agr estables al agua,
cualquiera sea el método.
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MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Ecorregión Pampeana
Centro-Este de Entre Ríos
SISTEMA PRODUCTIVO: Agrícola específico arrocero regado con agua de origen
subterráneo
Marcelo Germán Wilson1, Juan José De Battista2, Jorge Alberto Cerana3, Silvana Sione3
1. INTA, Estación Experimental Paraná. Oro Verde, 3101, Entre Ríos, Argentina.
2. INTA, Estación Experimental Concepción del Uruguay. Concepción del Uruguay, 3260, Entre Ríos, Argentina.
3. Universidad Nacional de Entre Ríos, Facultad de Ciencias Agropecuarias. Oro Verde 3101, Entre Ríos, Argentina.
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Capítulo 2 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
la dispersión de los coloides del suelo, hecho que bajo condiciones de saturación hídrica del perfil, El mayor uso arrocero en suelos regados con Alertas de procesos de degradación y
se acentúa cuando predominan arcillas montmo- utilizando maquinarias muy pesadas, lo que pro- agua de origen subterráneo se tradujo en fre- propuestas de manejo
rillonitas, magnificándose los síntomas de sodifi- voca el deterioro de la estructura del suelo. cuentes problemas de implantación de los culti- El manejo del sistema arrocero en Peludertes con
cación (Cerana et al., 2006). El exceso de tránsito vos por el encostramiento. Cuando el arroz par- riego a partir de agua de origen subterráneo de-
y laboreo, que tiene como finalidad buscar un El conjunto mínimo de indicadores (Tabla 1) se ticipa en una alta proporción de las rotaciones, bería perseguir dos premisas básicas para lograr
tamaño reducido de agregados para facilitar las obtuvo mediante la aplicación de análisis de com- se observa en el suelo la disminución en el con- la sustentabilidad de este sistema: 1) incrementar
tareas de nivelación del lote y construcción de tai- ponentes principales, mientras que los valores tenido de carbono orgánico total y de nitróge- los tenores de materia orgánica y 2) reducir los in-
pas, le otorga características distintivas al sistema umbrales y de referencia fueron establecidos a no. Los índices de estabilidad estructural, refle- gresos de sodio al complejo de cambio. Para ello,
de producción de arroz respecto de otros cultivos partir del análisis de una base de datos confor- jaron claramente dicho efecto. Estos índices dan una rotación que incluya 50% a 60% de pasturas
y que tienen efectos negativos para el uso susten- mada con información proveniente de más de 80 cuenta de los dos procesos de degradación de la y 40 a 50% de agricultura con una participación
table del recurso. Asimismo, el suelo se ve afec- lotes de productores (Wilson et al., 2006a). estructura. Por una parte, la pérdida de estabi- del arroz inferior al 20 a 25%, sería lo más acon-
tado por las operaciones de cosecha al realizarse lidad de los agregados (debido a la oxidación y sejable. Considerar la posibilidad del manejo de la
mineralización de la materia orgánica que contri- calidad del agua, tal como la utilización de agua
buyen además al aumento de los gases de efec- de origen superficial (de ríos, arroyos o embalses)
Tabla 1: Conjunto Mínimo de Indicadores (CMI) para suelos to invernadero) por los múltiples laboreos y de o mezcla de ésta con agua de origen subterráneo
Vertisoles bajo sistema arrocero regado con agua de origen
cosecha asociados al cultivo de arroz y por otro (Wilson et al., 2006b). En lotes degradados, la
subterránea. Centro-este de Entre Ríos.
lado, la dispersión de los coloides provocada por utilización de enmiendas químicas, como el uso
el aumento del sodio intercambiable y originada del yeso agrícola en dosis medias a altas (más de
por el agua de riego utilizada. 3000 kg ha-1) ha dado muy buenos resultados.
242 243
MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Bibliografía
PLAN MAPA DE SUELOS, CONVENIO INTA GOBIER- Suelos: Paleudoles y Hapludoles (Molisoles)
NO DE ENTRE RÍOS. 2000. Carta de Suelos de la
República Argentina. Departamento Villaguay, Pro-
Caracterización del agroecosistema e
vincia de Entre Ríos. Memoria Técnica, un Mapa de
suelos a escala aprox. 1:100.000 y 19 mapas temáti-
identificación de sus puntos críticos.
cos a color. Acuerdo Complementario del Convenio En la Ecorregión Pampeana, el centro sur de la do, 22.8 ºC (enero) y la del mes más frío, 7.6ºC
INTA - Gobierno de Entre Ríos, EEA Paraná, Serie provincia de Buenos Aires pertenece a la zona (julio).
Relevamiento de Recursos Naturales Nº 19, (ISSN- mixta cerealera, donde se desarrollan sistemas Los suelos típicos de la zona son Paleudoles y Ha-
0325-9099), 242 pp. de producción predominantemente agrícola y pludoles, pertenecientes a las series Tres Arroyos,
agrícola-ganadero. Los principales cultivos son Azul y Ochandio, de textura franca en su capa
WILSON, M.G. Y C. BANCHERO. 2006a. Calidad del
trigo, cebada, soja y girasol. La actividad gana- arable, con niveles de materia orgánica entre 3
suelo. Efectos del uso arrocero. En El arroz. Su culti-
vo y sustentabilidad en Entre Ríos. Editorial Univer- dera más importante es la bovina de ciclo com- y 6%, ubicándose en los rangos de medio a alto
sidad Nacional de Entre Ríos y Ediciones de la Uni- pleto, siguiendo la cría e invernada. Los recursos contenido, con niveles bajos a muy bajos de con-
versidad Nacional del Litoral. Director de obra René forrajeros más utilizados son las pasturas base tenido de P extractable (menos de 11 ppm), y
Benavidez. Tomo II. 667-672. ISBN 950-698-167-1. alfalfa, verdeos de invierno y verano, reservas con un pH subácido a neutro, es decir que solo
forrajeras derivadas de ellos y granos. excepcionalmente podría afectar el crecimiento
WILSON, M.G.; SIONE, S.M. Y R. BENAVÍDEZ. 2006b.
Introducción a los criterios de sustentabilidad del
de los cultivos.
sistema de producción de arroz en Entre Ríos. En La zona se encuentra bajo un régimen hídrico
El arroz. Su cultivo y sustentabilidad en Entre Ríos. sub-húmedo. La precipitación media anual es Los sistemas productivos de esta región han evo-
Editorial Universidad Nacional de Entre Ríos y Edi- de 840 mm. La temperatura media anual es de lucionado en función de los cambios producidos
ciones de la Universidad Nacional del Litoral. Direc- 14,9ºC; la temperatura media del mes más cáli- en los últimos tiempos. La mayor productividad
tor de obra René Benavidez. Tomo II. 653-665. ISBN
950-698-167-1. 1. INTA, Estación Experimental Barrow, 7500, Tres Arroyos, Buenos Aires, Argentina.
245
Capítulo 2
de los cultivos sumado a un mayor precio internacional de los dinámica de la materia orgánica del suelo. Una Bibliografía
granos fomentaron el avance de la agricultura por sobre la ga- Figura 1: Evolución de la superficie buena rotación lleva implícita la presencia del ga- FORJÁN H Y L. MANSO. 2010. Cambios en las se-
ocupada por campo natural, pastu- nado en la secuencia, así como la diversificación
nadería, la cual quedó confinada en corrales o en lotes de baja cuencias de cultivos de la región ¿Hacia dónde va-
ras perennes y cultivos de cosecha
capacidad productiva del suelo, manteniéndose el número de de cultivos, ya que sus rastrojos difieren en el vo- mos?. En: AgroBarrow Nº 46. ISSN 0328 1353. pp.
fina y gruesa, y evolución de la su-
cabezas o stock regional a través del tiempo. perficie sembrada con los principa- lumen y la calidad que será aportada al suelo. Es 20-23.
les cultivos de cosecha gruesa por ello que resulta necesario incluir cultivos que
FORJÁN, HORACIO. 2012. Evolución de la superfi-
(Forján, CEI Barrow, 2012) originen una abundante cantidad de rastrojos y cie sembrada en el territorio de la EEAI Barrow. En
de alta relación C/N, tal el caso de las gramíneas, prensa.
para asegurar su lenta descomposición, con la
CARRASCO, N. Y ZAMORA, M.S. 2012. Calidad del
consecuente formación de materia orgánica. Se
suelo en el centro sur bonaerense en función del
recomienda además incluir leguminosas por su
manejo I: calidad química. En: XIX Congreso Lati-
aporte de N al sistema, favoreciendo un ade- noamericano de la Ciencia del Suelo y XXIII Congre-
cuado balance de nutrientes. Asimismo resulta so Argentino de la Ciencia del Suelo. Mar del Plata,
importante asegurar la presencia permanente de Argentina – 16 al 20 de abril de 2012.
abundante materia seca cubriendo el suelo así
ZAMORA, M.S Y CARRASCO, N. 2012. Calidad del
como una buena distribución del bosteo de los
suelo en el centro sur bonaerense en función del
animales, con el fin de restringir las pérdidas por
manejo I: calidad física. En: XIX Congreso Latinoa-
erosión y/o planchado y la evaporación de agua mericano de la Ciencia del Suelo y XXIII Congreso
del perfil. En contraposición, una alta frecuencia Argentino de la Ciencia del Suelo. Mar del Plata,
de soja dentro de la rotación genera un balance Argentina – 16 al 20 de abril de 2012.
negativo de N y P, además la disminución de ma-
La prolongación de los ciclos agrícolas en el tiem- El aumento de la proporción de la soja en las se-
teria orgánica del suelo es más marcada por su
po modificó el tradicional esquema mixto agríco- cuencias y, en muchos casos, la falta de aplica-
escaso aporte de C al sistema.
lo-ganadero, descuidando en muchos casos las ción de prácticas adecuadas de conservación de
rotaciones planificadas y determinando secuen- suelos, han desencadenado procesos de degra-
cias poco armónicas para la sostenibilidad del sis- dación física, química y biológica de los suelos,
tema en el largo plazo. generando cambios sobre la calidad del mismo.
En esta región se ha observado un notable avan- A partir de aquellas variables de mayor sensibili-
ce de la soja por sobre el resto de los cultivos de dad para detectar estos cambios en la calidad del
verano, llegando a superar el 35% de la super- suelo, se obtuvo un CMI mediante la aplicación
ficie en la campaña 2011/12. Este escenario es del análisis de procedimiento mixto, con efectos
probablemente resultado de varios factores in- fijos y aleatorios.
fluyentes: su asociación con la siembra directa,
mayores márgenes de rentabilidad dados por los Alertas de procesos de degradación y
menores costos de implantación de este cultivo propuestas de manejo
con respecto a girasol y maíz, contratos de arren- La rotación de cultivos constituye un factor clave
damientos a corto plazo o accidentales que obli- para lograr la sustentabilidad del actual sistema
gan a los arrendatarios a buscar la mayor renta de producción, ya que en lo inmediato favorece,
posible para disminuir los riesgos de la actividad, entre otras cosas, el ciclado de nutrientes y su Tabla 1: Conjunto Mínimo de Indicadores (CMI)
entre otros. disponibilidad para las campañas siguientes, y en para suelos Molisoles bajo sistema agrícola mixto
y agrícola puro. Centro-Sur de Buenos Aires.
el largo plazo ejerce un efecto benéfico sobre la
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MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Ecorregión Pampeana
Norte de Buenos Aires
SISTEMA PRODUCTIVO: Agrícola continuo bajo siembra directa
tación media anual de 946 mm y la temperatura anualmente aportada por los residuos del cul-
media anual de 16,4 ºC. Los suelos típicos de la tivo de soja resulta insuficiente para compen-
zona corresponden a Argiudoles de textura fran- sar las pérdidas de éstos por mineralización
co limosa (INTA, 1972). de la materia orgánica del suelo (MOS)
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Capítulo 2
250
MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Ecorregión Pampeana
Área de la Cuenca de Mar Chiquita
SISTEMA PRODUCTIVO: Agrícola- ganadero
Silvia Rodríguez1, Nélida N. Pose1, Ester C. Zamuner1, Liliana Picone1, Cecilia Videla1,
Néstor Maceira2.
Suelos: Argiudoles y Hapludoles (Molisoles)
253
Capítulo 2 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
** PN: pastizal natural; A15: 15% del tiempo agricultura y 85% del tiempo pastura; A60CC: 60% del tiempo
agricultura pero por periodos de tiempo corto, intercalando con pastura A60CL: 60% del tiempo agricultura y
40% del tiempo pastura; A80: 80% del tiempo agricultura y 20% del tiempo pastura; A100: 100% del tiempo
agricultura.
* P: pastura implantada; S1: soja de primera; Ceb: cebada; M: maíz; T: trigo; G: girasol; Col: colza; S2: soja de ** PN: pastizal natural; A15: 15% del tiempo agricultura y 85% del tiempo pastura; A60CC: 60% del tiempo
segunda; Av: avena. agricultura pero por periodos de tiempo corto, intercalando con pastura A60CL: 60% del tiempo agricultura y
40% del tiempo pastura; A80: 80% del tiempo agricultura y 20% del tiempo pastura; A100: 100% del tiempo
agricultura.
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Capítulo 2
256
MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Ecorregión Pampeana
Centro-Sur de Santa Fe
SISTEMA PRODUCTIVO: Agrícola continuo
Suelos: Argiudoles
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Capítulo 2 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
El clima del área descripta es templado, con un cultura, incluso en áreas de relieve deprimido y Indicadores de la degradación física. Indicadores de la degradación química.
periodo libre de heladas de 250 días (mediados con napas freáticas cercanas a la superficie agra- La degradación del recurso suelo es producto El sistema de producción agrícola implementado
de setiembre a mediados de mayo), pudien- vando los “problemas de piso” especialmente en de la combinación de efectos naturales y an- durante décadas, con escasa reposición de los
do variar en 20 ó 25 días, según el año. Las otoños húmedos. trópicos de gran intensidad (Pecorari 1988a, nutrientes extraídos por los cultivos, provocó de-
temperaturas medias anuales varían entre 16 y 1988b). Los suelos de la región centro-sur de ficiencias generalizadas de nitrógeno (N), fósforo
18 °C y las precipitaciones entre 975 y 1075 Santa Fe, con alta proporción del monocultivo (P) y mayor frecuencia de lotes con respuesta a
mm, con una alta variación interanual. Aumen- de soja, presentan un marcado deterioro estruc- la fertilización con azufre (S). En el caso del P, las
tan de oeste a este y el régimen pluviométrico tural en los horizontes sub-superficiales, evi- deficiencias son más dramáticas debido a que la
tiende a ser monzónico, o sea con concentra- denciado por descensos significativos de la ma- tasa de exportación con el grano por parte de los
ción de lluvias en primavera-verano. El período teria orgánica y la presencia de estados masivos cultivos, es mayor que en el caso del S.
octubre-marzo concentra el 70% de las lluvias delta, “M∆” (bloques de suelo donde no se ob-
(Mosconi et al., 1981). servan terrones sino un solo elemento estructu- Variables edáficas asociadas a la respuesta del culti-
ral, sin porosidad interna visible) (De Battista et vo a la fertilización, son indicadores de la fertilidad
Uso y estado actual de los suelos del al., 1993). La baja estabilidad y la escasa rege- química del suelo. En nutrientes de alta movilidad
centro-sur de Santa Fe neración de la estructura de los suelos de esta como el caso del nitrógeno, la deficiencia de N
Los suelos de la región centro-sur de Santa Fe región, están asociadas a su alto contenido de (manifestada principalmente en gramíneas) es ge-
fueron afectados durante décadas por problemas limo, mayor al 70% (Barbosa et al., 1997). Estas neralizada en el centro-sur de Santa Fe, ya que se
erosivos y de degradación física, química y bioló- características tienen como consecuencia nega- combinan una alta demanda del cultivo, asociada
gica como consecuencia de sistemas de produc- tiva, un incremento en la resistencia mecánica al potencial de rendimiento y la capacidad del sue-
ción basados en agricultura con predominio de la del suelo a la penetración, con efectos adversos lo de aportar los nutrientes, muchas veces afectada
labranza convencional. Esto trajo aparejado una sobre el crecimiento radical y una disminución por la reducción en los niveles de materia orgánica.
disminución en la profundidad del horizonte su- de la velocidad de infiltración del agua (Cosen- Además, la disponibilidad de nitrógeno en el suelo
perficial, reducción en los contenidos de materia tino y Pecorari, 2002; Gerster y Bacigaluppo, está también determinada por la época de siembra
orgánica y la porosidad del suelo. 2004). Estudios realizados en Argiudoles del sur y el cultivo antecesor. En consecuencia, los indica-
de Santa Fe, mostraron que los suelos de me- dores de suelo no son suficientes para determinar
A partir de 1990 la práctica de siembra directa nor calidad y problemas de compactación (ma- el nivel de deficiencia de N del sistema, sino que
tuvo una amplia difusión alcanzando en la cam- yor densidad aparente del horizonte A, mayor además es necesario conocer el nivel de productivi-
paña 2011 el 78.5 % del área sembrada (Aapre- proporción de pisos y estados masivos delta), se dad del lote. Por ejemplo para maíz, se ha determi-
sid 2012). El crecimiento de la siembra directa no encuentran habitualmente asociados a lotes en nado que la respuesta a la fertilización es máxima
fue acompañado por rotaciones de cultivos que siembra directa continua con baja frecuencia de cuando se tiene una disponibilidad de N en el suelo
incluyeran gramíneas. En la actualidad, la super- maíz en la rotación (Tabla 1). Por el contrario, de 137 kg N ha-1 sumando la oferta de NO3 del
ficie de gramíneas de verano no supera el 15 % lotes con mayor proporción de gramíneas en suelo en los 60 cm de profundidad y el aporte del
del área afectada a la agricultura (SIIA, 2015). El la secuencia de cultivos, presentan en general, fertilizante nitrogenado, cuando el potencial de
cultivo de soja cubre más del 75 % de la superfi- menos incidencia de este problema (Gerster et producción es inferior a los 9600 kg ha-1. Para ren-
cie de la región, ya sea como cultivo de primera o al., 2002). En consecuencia, lotes en siembra dimientos superiores la disponibilidad de NO3 en el
Figura 1. Evolución de la producción total,
de segunda época de siembra, detrás del trigo. La superficie y rendimiento por ha de soja, maíz directa que a pesar de tener el mismo tipo de suelo más fertilizante debería alcanzar los 162 kg N
producción de soja ha presentado un sostenido y trigo en el centro – sur de Santa Fe en el suelo, igual régimen de precipitaciones y simi- ha-1 (Salvagiotti et al., 2011).
crecimiento en las últimas campañas asociado a período 1970 - 2013. Datos correspondientes lar manejo, pueden tener un nivel o capacidad
un área de siembra creciente año a año y a un a los departamentos Gral. López, Constitución, productiva diferente (Bacigaluppo et al., 2011). Para nutrientes de baja movilidad, es necesario
Iriondo, Rosario, San Lorenzo, Caseros, Belgra-
incremento constante de los rendimientos (Figura mantener un nivel de concentración del nutriente
no, San Martin, San Jerónimo, La Capital, Las
1). El avance de la superficie sembrada se realizó Colonias y Castellanos (SIIA, 2015). en el suelo por encima de un umbral, para que
en gran parte en áreas marginales para la agri-
260 261
Capítulo 2 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
la respuesta a la fertilización sea baja. En el caso sur de Santa Fe (Ferraris et al., 2002; Barbagelata, Consideraciones finales - Alertas de pro- a lo que el cultivo exporta con la cosecha en el
del P, diferentes estudios han mostrado que por 2011). En el caso del cinc (Zn), estudios realizados cesos de degradación y propuestas de caso de nutrientes de baja movilidad en el suelo,
debajo de 18 ppm de P Bray en los veinte centí- por Barbieri et al. (2015) han mostrado que los ni- manejo. y en base a las expectativas de producción con
metros superficiales del suelo, la probabilidad de veles de respuesta a la fertilización aumentan por La fertilidad del suelo es la resultante de proce- aquellos de mayor movilidad. Los nutrientes pue-
respuesta a la fertilización aumenta, para los dife- debajo de concentraciones de 1 ppm (Tabla 1). sos físicos, químicos y biológicos que ocurren en den ser incorporados a los sistemas de produc-
rentes cultivos de grano sembrados en el centro él. En términos generales, el cuidado de la ferti- ción mediante el uso de fertilizantes minerales,
lidad de un lote de producción agrícola, implica abonos orgánicos y/o efluentes de la actividad
tener el suelo cubierto la mayor parte del año, pecuaria, además del uso de leguminosas que
Tabla 1: Rango de valores y umbrales de distintas variables edáficas físicas y químicas utilizando prácticas conservacionistas con míni- fijan el nitrógeno del aire.
ma o nula remoción de los residuos (por ejemplo Los sistemas agrícolas actuales de gran parte de
la siembra directa) y en los casos de balances hí- este área, necesitan ser manejados con mayor
dricos más favorables, la inclusión de mayor nú- diversidad de especies y con un mejor aprovecha-
mero de cultivos en el tiempo, ya sea para grano miento de los recursos disponibles como agua,
o como cobertura. luz y nutrientes, para asegurar secuencias “ami-
gables con el ambiente” que permitan alcanzar
El contenido de Materia Orgánica (MO) del suelo un manejo sustentable y rentable.
juega un rol fundamental en la estructura y en la
fertilidad química, contribuyendo a la formación
de los agregados y brindando los nutrientes ne-
cesarios para el crecimiento de los cultivos. Las
rotaciones con cultivos que aporten grandes vo-
lúmenes de residuos, la inclusión de cultivos de
cobertura en el invierno, la fertilización y el ma-
nejo de los residuos a través de la siembra direc-
ta, son algunas de las prácticas que mayor efecto
positivo ejercen sobre el contenido de materia
orgánica del suelo a través del tiempo.
Un suelo con óptimas condiciones de funciona- Cobertura de suelo de una secuencia con gramíneas
miento para el desarrollo de las plantas, debería
presentar una estructura estable y mínima pre-
sencia de sectores densificados por el tránsito
(Dap; M∆), que permitan una correcta entrada y
circulación de agua (Ib) y aire y la exploración de
raíces del mayor volumen de suelo posible. Prác-
ticas como la rotación con gramíneas de verano e
invierno en siembra directa permiten reconstituir
la pérdida de porosidad generada por la compac-
tación por tránsito en el lote.
262 263
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265
MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Ecorregión Pampeana
Sudeste de Córdoba
SISTEMA PRODUCTIVO: Agrícola
Bethania Aimetta1, Tomás Baigorria1, Juan Pablo Bertram2, Mónica Boccolini1, Cristian
Cazorla1, Valeria Faggioli1, Claudio Lorenzon1, Sebastian Muñoz2, Jimena Ortiz1, Vanesa
Pegoraro1, Martín Sanchez2
1. INTA, Estación Experimental Marcos Juárez. Marcos Juárez, 2580, Córdoba, Argentina.
2. CREA Monte Buey
267
Capítulo 2 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Lotes agrícolas. Valores observados medios, entre paréntesis valores mínimos y máximos.
Alertas de procesos de degradación y caso de los valores de COT y NOT, todos los sis-
propuestas de manejo. temas agrícolas presentaron valores inferiores a
Considerando los valores de COT y NOT se ob- los umbrales de referencia, mientras que el 10 y
servaron contenidos de 40 y 30 % inferiores a 50% de estos sistemas presentaron valores infe-
los que presentaron los sistemas monte y pastu- riores a los umbrales en las variables COP y NOP,
ra, respectivamente. En cambio para las fraccio- respectivamente. En cambio, los valores de P y
nes COP y NOP, los contenidos fueron alrededor Nan fueron inferiores a los umbrales de referen-
Los valores umbrales fueron identificados en fun- de Fósforo disponible (P) según la respuesta a la de 60% inferiores con respecto a los mismos cia solo en el 10% de las situaciones agrícolas
ción de la bibliografía y de las relaciones entre los fertilización en la mayoría de los cultivos agríco- sistemas. Los valores observados de P fueron evaluadas. Los contenidos de P considerando los
indicadores y las funciones de suelo. El carbono las (Gutiérrez-Boem et al., 1999) y el pH y con- 24 y 46 % inferiores a las situaciones monte y valores de respuesta a los cultivos son adecuados
orgánico total (COT): en relación con la produc- ductividad eléctrica (CE) en función de limitantes pastura, respectivamente, mientras que en los en el 90 % de los casos, pero se observa una
ción del cultivo de trigo (Diaz-Zorita et al., 1999), para el crecimiento y desarrollo de los cultivos contenidos de Nan los valores fueron un 16 y disminución importante en los valores medios
el Carbono orgánico particulado (COP) y Nitró- agrícolas presentes en la región (Bustingorri and 30 % inferiores a los mismos sistemas. Además en relación a las situaciones de baja alteración,
geno orgánico particulado (NOP) en función a Lavado, 2013; Picone et al., 2006; Azcarate and de esta reducción con respecto a los sistemas de como así también descensos importantes regis-
los valores desde donde disminuye la respuesta Kloster, 2009). Los contenidos de Nan en función baja alteración antrópica (monte y pastura), la trados en los últimos años (Sainz Rozas et al.,
a la fertilización nitrogenada en maíz en regiones a la respuesta a la fertilización en el cultivo de mayoría de los lotes agrícolas presentaron valo- 2012). Considerando los valores de pH y CE se
semiáridas (Quiroga et al., 2006). El contenido maíz (Calviño and Echeverría, 2003). res inferiores a los umbrales de referencia. En el observaron situaciones con valores dentro de los
268 269
Capítulo 2
umbrales en la mayoría de las situaciones agrí- ción química. Se recomiendan aquellas prácticas
colas. Los valores observados en los indicadores de manejo que tiendan a incrementar los conte-
por debajo de los valores umbrales de referencia nidos de COT y sus fracciones, tales como ferti-
indican la necesidad de aplicar tecnologías que lización (Campbell and Zentner, 1993), rotación
tiendan a revertir estos procesos de degradación de cultivos (Sainju et al., 2011) y la utilización de
del suelo. Los contenidos de COT están asocia- cultivos de cobertura (Nascente et al., 2013). La
dos a la fertilidad física y la mayoría de los lotes alta participación del cultivo de soja con barbe-
se encuentran por debajo de los umbrales de chos químicos presenta un espacio entre cultivos Bibliografía
referencia. En cambio, los contenidos de COP, de cosecha que puede utilizarse para intensificar
ALLISON, L.E., BOLLEN, W.B., and MOODIE, C.D. GUTIÉRREZ-BOEM, F.H., SCHEINER, J.D., and LAVA-
NOP, Nan y P (más asociados a la fertilidad quí- las secuencias agrícolas con cultivos de invierno, (1965). Total Carbon. Methods Soil Anal. Part 2 DO, R.S. (1999). Identifying fertilization needs for
mica) presentan muchos lotes con valores por ya sea para la producción de granos de cosecha, Chem. Microbiol. Prop. agronomy monograph, soybean in Argentina. Better Crops Int. 13, 7.
encima de los valores umbrales. Por lo tanto, como para la generación de biomasa área utili- 1346–1366.
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Argentina bajo siembra directa. Cienc. Suelo 25,
159–172.
270
MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Ecorregión Pampeana
Sudoeste de Buenos Aires
SISTEMA PRODUCTIVO: Mixto (Agrícola-Ganadero y Ganadero-Agrícola)
273
Capítulo 2 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
la provincia de Buenos Aires (SAGyP-INTA, 1989), agrícolas con escasa reposición de nutrientes, y Obtención de los indicadores
predominan suelos del orden Molisoles: Hapludo- la sobrecarga animal en suelos marginales, son El fraccionamiento físico del COT se realizó en to. Se utilizó el protocolo descripto en “Metodo-
les y Argiudoles al NE, y Haplustoles y Argiusto- los principales causantes de los procesos de de- base a los lineamientos descriptos por Galantini logía de muestreo de suelo y ensayos a campo”
les al SO. En ambas zonas coexisten sedimentos gradación de suelos. (2005) con algunas modificaciones, por ejemplo (Cazorla et al., 2012).
de texturas que van desde franco arcillosa hasta la utilización del tamiz vibratorio SPARTAN Analy-
franco arenosa. En la mayor parte de la región, En la zona SO la alta variabilidad de las precipi- sette 3, con tamices homologados marca FRITSCH El muestreo comprendió lotes inalterados y lotes
una capa subsuperficial de carbonato de calcio taciones, combinada con escasa capacidad de (ISO 9001), de 50, 100 y 2000 µm. El tiempo de agropecuarios con manejos agronómicos comu-
consolidado (“tosca” u horizonte petrocálcico), retención de agua de los suelos determina el pre- tamizado varió entre 5 y 7 minutos, dependiendo nes para cada zona (Valores de referencia, VR),
limita la profundidad efectiva de los suelos y, jun- dominio de la actividad ganadera de cría y recría, de la textura y se culminó cuando el agua de des- aunque con variaciones en los niveles de insu-
to con el clima, condiciona su productividad. sobre pastizales naturales y cultivos forrajeros carte se tornó translúcida. En las dos fracciones mos y tecnología utilizados.
anuales como avena y centeno. La agricultura se mayores, se determinó el contenido de CO y por
Los sistemas productivos son, en general, de limita a los cultivos de trigo, cebada y avena. El diferencia con el valor obtenido para suelo entero La importancia relativa de cada indicador se es-
carácter mixto. Predomina la agricultura en el manejo del suelo constituye el punto crítico del se calculó el correspondiente al COM. Cada una tudió con análisis multivariado, para detectar
NE, y la ganadería en el SO. En la zona NE, con sistema productivo, al no respetar la aptitud de de las fracciones, denominadas: COM, COP fino aquellos más efectivos en la separación de las si-
mayores precipitaciones y menor evapotranspi- uso y/o realizar labranzas mecánicas, que lo refi- (COPf) y COP grueso (COPg), fue ponderada y ex- tuaciones de manejo evaluadas. El análisis discri-
ración relativas, se realizan cultivos de verano nan y lo dejan expuesto a procesos erosivos. presada como porcentaje del suelo entero. minante lineal para las determinaciones realiza-
(soja, girasol, maíz, sorgo), e invierno (trigo, das en capa 0-10 cm, reagrupó la variabilidad de
cebada, avena). Por influencia del proceso de Estudios recientes (Zilio, 2015) han recabado Para el cálculo del IE fue necesaria la determina- la información y calificó a los parámetros evalua-
agriculturización general de la región pampeana información de numerosos parámetros físicos y ción de textura, que se realizó por el método del dos según su capacidad para agrupar tratamien-
la actividad ganadera se ha visto reducida, sien- químicos para obtener el Conjunto Mínimo de hidrómetro (Bouyoucos, 1965). tos de acuerdo a los factores suelo y manejo. Di-
do confinada a corrales de engorde o suelos de Indicadores (CMI) adecuados para el sudoeste de ferenció los suelos de textura más fina respecto
escasa aptitud. La excesiva presión sobre suelos la Provincia de Buenos Aires (Tabla 1). Para Estabilidad Estructural se utilizaron dos mé- de los de textura más gruesa, según la primera
todos: De Leenheer y De Boodt (1959), y Le Bis- función discriminante que reunió el 59 % de la
sonnais et al. (2002) sobre muestras sin disturbar variabilidad. La segunda función discriminante
secadas al aire. reunió el 18% de la variabilidad, y diferenció el
manejo Inalterado respecto del de referencia.
En el primer caso se calculó el cambio del diá-
metro medio ponderado (CDMP en mm) por di- A continuación, se detallan los resultados de los
ferencia entre el DMP en seco y en húmedo. En indicadores obtenidos en situaciones inalteradas
el segundo caso, se calculó el diámetro medio y bajo uso agropecuario (Fig. 2 y 3) para los sue-
ponderado (DMP, en mm), obtenido luego de los del ambiente subhúmedo (Tabla 2) y semiári-
tres pretratamientos aplicados a la muestra de do (Tabla 3). No se han determinado al presente,
manera independiente: humedecimiento rápido, valores umbrales para los indicadores selecciona-
humedecimiento lento y disgregación mecánica dos, a partir de los cuales se deberían implemen-
por agitación después del humedecimiento len- tar medidas de manejo conservacionistas.
274 275
Capítulo 2 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Tabla 2: Valores de referencia (VR) y valores correspondientes a la situación inalterada (In), Tabla 3: Valores de referencia (VR,) y valores correspondientes a la situación inalterada (In),
para el CMI de suelos bajo sistema mixto (agrícola-ganadero) de la zona subhúmeda del SO para el CMI de suelos bajo sistema mixto (ganadero-agrícola), de la zona semiárida del SO de
de Buenos Aires para suelos Franco arcillosos: Argiudol, y Franco arenosos: Hapludol. Buenos Aires para suelos Haplustoles y Franco arcillosos y Franco arcillo limosos.
Figura 2. Suelo inalterado con vegetación natural (izquierda), y suelo bajo cultivo de soja Figura 3. Suelo inalterado bajo vegetación de stipas (izquierda), y suelo bajo cultivo forrajero
en siembra directa (derecha), en la zona subhúmeda del SO de Buenos Aires. con labranza mecánica (derecha) en la zona semiárida del SO de Buenos Aires.
276 277
Capítulo 2
278
MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Ecorregión Pampeana
Sudeste de la Provincia de Buenos Aires
SISTEMA PRODUCTIVO: Agrícola-Ganadero
281
Capítulo 2 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
y 19 años de agricultura (preocupación vincu- Los indicadores de la calidad de suelo se con- En este trabajo se observó una disminución de la conductividad
lada al caso 1). ciben como una herramienta de medición hidráulica (R2=0.7) y un aumento del cambio de diámetro medio
que debe ofrecer información sobre las pro- ponderado (R2= 0.36) a medida que se avanzaba en el número
La SD, que surge en la década de 1960 luego piedades, los procesos y las características de años bajo agricultura continua (Aparicio y Costa, 2007). Tabla 1: Indicadores evaluados,
unidad de medida y método de
de la invención del 2,4-D y del desarrollo del pa- del suelo. Estos se miden para monitorear los determinación.
raquat, ha ganado aceptación en Sudamérica a efectos del manejo sobre el funcionamiento del
un ritmo más rápido que en EE. UU. Los países suelo en un periodo dado (Astier et al., 2002).
sudamericanos con mayor superficie bajo SD Los indicadores de la calidad del suelo pueden ser
son Brasil, Argentina y Chile (Lal et al. 2007). Sin las propiedades físicas, químicas y biológicas, o
embargo, el sudeste de la Provincia de Buenos los procesos que ocurren en él (SQI, 1996).
Aires no es un reflejo de esa situación, donde la La selección de indicadores está en función
adopción de SD ha sido más dilatada en el tiem- del proceso de degradación que se esté es-
po (preocupación vinculada al caso 2). tudiando. A continuación presentamos algunos
casos de estudio desarrollados en el sudeste bo-
Por otra parte, situándonos en un ambiente con naerense, que fueron inquietudes del sector pro-
condiciones climáticas y edáficas muy favorables ductivo regional abordados conjuntamente con
a la produccion de productos primarios, es que el INTA Balcarce.
se diseña el Plan Estratégico Agroalimentario con
una meta de aumentar la produccion de granos Caso 1
en Argentina del 14% (PEA 2010). La tecnología La incorporación de agricultura continua
del riego suplementario es una de las prácticas ¿puede afectar las propiedades físicos-quí-
propuestas para lograr esa meta y en los últimos micas de los suelos?
años se produjo un aumento significativo de su Para responder esta interrogante trabajamos
adopción (preocupación vinculada al caso 3). Sin conjuntamente con tres establecimientos rura-
embargo, en el sudeste de la provincia de Buenos les de la zona (figura 1) y nos planteamos los si-
Aires, la fuente más común de agua de riego es guientes objetivos:
de origen subterránea y se caracteriza por su alto 1. evaluar la relación entre parámetros físicos
contenido de bicarbonato de sodio, que provoca y químicos del suelo (cuadro 1),
conocidos perjuicios al suelo por el efecto del so- 2. identificar los indicadores de calidad de
dio como dispersante de las arcillas, entre otros. suelos, sensibles a los cambios en sistemas de
cultivo continuo en argentina.
282 283
Capítulo 2 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
284 285
Capítulo 2
En este trabajo, partiendo de un indicador físico dilución con agua de lluvia (RASdf) nos permite Básicamente se propuso el cálculo del Factor de Consideraciones finales
de la calidad de suelo (conductividad hidráulica: brindar una recomendación concreta de manejo Dilución (FD): El término 'calidad del suelo' se comenzó a usar
Kh) logramos establecer un umbral químico (re- del riego suplementario en el sudeste (Figura 5, al reconocer sus funciones (Doran y Parkin, 1994;
lación de adsorción de sodio en el extracto de Costa y Aparicio, 2015). Riego4 Karlen et al., 1997):
FD=
saturación: RASe) que, corregida por el factor de Lluvia4 + Riego4 t Promover la productividad del sistema sin
inserto en un agro-ecosistema,
t Conocer la variabilidad espacial del suelo,
Figura 5. Relación entre la relación de adsorción de sodio (RAS) del agua de riego
teniendo en cuenta el factor de dilución del agua de lluvia (RASdf) frente a la relación
de adsorción de sodio del extracto de saturación (RASe). Puntos llenos adaptados de
Aparicio et al. (2014), cuadrados llenos adaptados de Costa (1999), y los círculos vacíos
corresponden a los datos obtenidos en este estudio.
286 287
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MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
Ecorregión Pampeana
Este de La Pampa
SISTEMA PRODUCTIVO: Mixto (Agrícola-Ganadero)
1. INTA, Estación Experimental San Luis. Villa Mercedes, 5730, San Luis, Argentina.
2. INTA, Estación Experimental Anguil. Anguil, 6326, La Pampa, Argentina.
291
Capítulo 2 MANUAL DE INDICADORES DE CALIDAD DEL SUELO
PARA LAS ECORREGIONES DE ARGENTINA
sin cultivar (Caldenal), los cuales abarcaron un Los valores umbrales fueron identificados en fun- Alertas de procesos de degradación y vernales en base a gramíneas. También es necesa-
amplio gradiente textural (suelos arenosos a fran- ción de la bibliografía y de las relaciones entre los propuestas de manejo ria una gestión adecuada del fósforo que asegure
co – limosos). indicadores y las funciones de suelo. COT: Valores El concepto de sustentabilidad definido en el con- la utilización de dosis apropiadas que permitan la
críticos en relaciones no lineales con FE y EES (Co- texto de sistemas con predominio de procesos eó- rentabilidad de la sistemas productivos y la pre-
lazo & Buschiazzo, 2010). DA: Fue determinado licos, como en nuestros suelos, puede resumirse vención de externalidades negativas (Ron, 2012).
en función de la textura de los puntos de mues- como un balance neutro de la cantidad de suelo
Tabla 1: Conjunto Mínimo de Indi-
treo según los valores establecidos por Daddow que ingresa y sale del sistema (Warren, 2010). En
cadores (CMI). Sistema mixto agríco-
la-ganadero. Este de La Pampa. & Warrington (1983) como limitantes para el cre- este sentido, la comparación de suelos cultivados
cimiento radicular. PE: Nivel de respuesta a la fer- y sin cultivar muestra que la erosión eólica ha dis-
tilización en la mayoría de los cultivos agrícolas. minuido la sustentabilidad de los sistemas de pro-
FE: Considerado como el equivalente necesario ducción de la región. En este contexto, los suelos
para mantener la erosión eólica por debajo de de textura media, son capaces de formar agrega-
valores tolerables y EES: Valor empírico (Colazo & dos no erosionables y estables que son eficientes
Buschiazzo, 2010). para controlar la erosión en condiciones natura-
les. Este no es el caso de los suelos cultivados, que
muestran agregados pequeños y débiles debido
a la pérdida de cementantes orgánicos e inorgá-
Tabla 2. Valores umbrales (VU), de refe- nicos. Aquellas prácticas de manejo que tiendan
rencia (VR) y valores correspondientes a
la situación inalterada (In), para el CMI de a incrementar los contenidos de CO y producir
suelos bajo sistema mixto (agrícola-gana- grandes agregados pueden ser eficientes en con-
dero). Este de La Pampa. trolar la erosión eólica en estos suelos. Los suelos
de textura fina, presentan grandes cantidades de
agregados no erosionables y estables. No existen
diferencias de manejo en estos suelos, a pesar de
las pérdidas de CO. Esta falta de diferenciación
fue atribuida a la alta presencia de cementantes
orgánicos e inorgánicos en suelos vírgenes, y a la
formación de terrones (“clods”) gruesos y esta-
bles en suelos cultivados. En los suelos arenosos,
la falta de cementantes orgánicos e inorgánicos
no favorece la formación de agregados resisten-
tes al viento, aún en condiciones naturales. Pro-
Figura 1. Arriba: Sitio de muestreo donde
bablemente, las tecnologías que tiendan a incre-
se aprecia el suelo cultivado (barbecho)
mentar los contenidos de CO por sí solas no serán a la derecha y suelo sin cultivar
efectivas en controlar la erosión eólica. Este obje- a la izquierda (Caldenar)
tivo debe ser logrado por el uso de tecnologías Abajo:Tratamiento sin cultivar.
que tiendan a incrementar el uso de la cobertura
en la superficie del suelo. Para disminuir la pérdi-
da de materia orgánica en los sistemas actuales
se sugiere una mayor implementación del sistema
Donde min y max indican valores mínimos y máximos requeridos, respectivamente. Entre paréntesis valores
mínimos y máximos promedio de cada sitio (n=3). de siembra directa y de cultivos de cobertura in-
292 293
Bibliografía