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Los Derechos Humanos y la

Enfermería
Constitución Nacional y los
Derechos Humanos. Marco legal.
Principio de supremacía. La
dignidad, principio raíz de los
Derechos Humanos. Derecho a la
salud. Derecho a disponer del
propio cuerpo. Derechos
Humanos de los Pacientes.
Legislación vigente. (Ley de
Derechos del paciente Historia
Clínica y Consentimiento
Unidad 3 informado;
Discriminación
Ley de SIDA)
y
Maniacomialización. La norma
legal y el cambio de paradigma. El
ejercicio de la enfermería y los
principios de dignidad y de no
discriminación. Acción humana
responsable. Autonomía. Niveles
de juicio moral.
Bibliografía

Constitución Nacional Argentina. Art. 14 y 14


bis, 19, 30, 42, 43 y 75 Ley N º 26529
Derechos Del Paciente, Historia Clínica y
Consentimiento Informado
Ley N º 26657 Ley Nacional de Salud Mental
Ley nº23.798 - Lucha contra el síndrome de
inmunodeficiencia adquirida (sida) y decreto
1244 reglamentario de la misma ley.
Ley Nº 26061 Protección integral de los
Derechos del Niño, niña y adolescente
Oscar E. Garay (2003) Derechos
Fundamentales de los Pacientes. Ad-Hoc.
Buenos Aires. Argentina pag.66-95; 178-184;
145-169
ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO DE LA JUSTICIA NACIONAL

Ordenamiento Jurídico

El ordenamiento jurídico es el conjunto de normas jurídicas que rigen en un lugar


determinado en una época concreta.
En el caso de los estados democráticos, el ordenamiento jurídico está formado por la
Constitución del Estado, que se erige como la norma suprema, por las leyes como normas
emanadas del poder legislativo (en sus diversos tipos y clases), las manifestaciones de la potestad
reglamentaria del poder ejecutivo, tales como los reglamentos, y otras regulaciones, tales como los
tratados, convenciones, contratos y disposiciones particulares.
El ordenamiento jurídico hace referencia a ese derecho objetivo, es decir, al conjunto de
normas por las que se rige una sociedad. Se puede definir como un conjunto sistemático de reglas,
principios o directrices a través de las cuales se regula la organización de la sociedad.

El ordenamiento fiscal se caracteriza por lo siguiente:

1. Posee una estructura elástica, es decir, que sus componentes están articulados y
seleccionados bien de forma coordinada o subordinados los unos a los otros, principalmente
mediante el principio de jerarquía normativa (de la cual la Constitución es la cúspide), el
principio de especialidad (la ley especial se aplica con preferencia de la general) y el
principio de temporalidad (la ley más reciente deroga a la ley anterior, si entre ellas hay
antinomia.
2. Estructura dinámica: El ordenamiento fiscal establece métodos de renovación, mediante las
potestades legislativas de que goza el Estado en consideración a la adaptación de las
normas a las específicas necesidades de cada población y época.
3. Posee métodos para detectar errores y contradicciones, en base a la elaboración de
principios de preferencia entre sus distintas normas y los procesos de integración del
Derecho para llenar las lagunas legales.
4. Es cerrado, ya que no depende de otros sistemas, legales o supralegales, para encontrar
validez.

Legislación Argentina. Supremacía de la Constitución

Dentro del ordenamiento jurídico que


supone el Estado de Derecho, no todas las Pirámide del Derecho Argentino
normas jurídicas tienen la misma jerarquía. Jerarquía en el orden Nacional
Existen entonces, diferentes grados del orden
jurídico, única manera de asegurar la armonía
del sistema normativo.
Const.
Nac.
La ley fundamental es la Constitución Leyes
Nacional, a cuyas disposiciones deben Códigos: Civil, Penal
Decretos
someterse todas las demás normas jurídicas
Resoluciones Ministeriales
(leyes, decretos, ordenanzas). La Constitución Ordenanzas Municipales
es la ley fundamental del estado que organiza la Sentencias de los Jueces
forma de gobierno, el sistema de poderes con Normas
Reglamentos
las atribuciones y deberes de los gobernantes,
Ordenes emanadas de autoridad competente
así como también los consiguientes derechos y
garantías de los gobernados. El principio de supremacía de la Constitución consagrado en su
artículo 31, supone la estructuración del ordenamiento jurídico en una pirámide jerárquica en la que
la Constitución ocuparía la cúspide. Así, la supremacía supone el punto más alto en la escala
jerárquica normativa, de manera que cualquier norma posterior y contraria que eventualmente
entrase en colisión con la norma suprema provocaría la nulidad de la norma inferior. El mayor
desarrollo de este concepto se debe a la Teoría pura del Derecho de Hans Kelsen, de allí su nombre
“Pirámide de Kelsen”

En la cima de la jerarquía están las Constituciones: la Nacional y las Provinciales. Las


Constituciones Provinciales deben adaptarse a la Constitución Nacional. También deben hacerlo las
demás normas, que son las que a continuación se enuncian:

1. Leyes: Una ley, es una disposición obligatoria que emana del órgano legislativo del estado, que
regula la convivencia humana, orientando y dirigiendo la actividad de los hombres en la vida
social.
La principal características de la ley es que tiene carácter general y es obligatoria, existiendo,
por tanto, una sanción para el caso de incumplimiento.

La ley nacional es sancionada por el Congreso conforme al procedimiento que la Constitución


establece: debe ser aprobada por dos Cámaras, la de Diputados y la de Senadores y
promulgada por el Presidente de la Nación, que encabeza el Poder Ejecutivo. Debe, asimismo,
ser publicada en el Boletín Oficial.

Ley Federal: Se aplica en todo el País Ej.: de aduanas o Narcotráfico

Ley Nacional: Se aplica en territorio de jurisdicción Nacional Ej.: de Enfermería o Medicina

Ley Local: Se aplica en la Provincia que la sanciona. Ej.: Ciudad de Bs. As

Las leyes provinciales serán tales si son sancionadas conformes el mecanismo legislativo
establecido por la Constitución Provincial correspondiente.

2. Códigos: se llama código el cuerpo de leyes que contiene las normas jurídicas de una rama del
derecho, dispuestas en forma organizada, metódica y sistemática. Un código, si bien tiene el
rango de una mera ley, tiene especial relevancia debido a su extensión y su practicidad.
Código Civil: colección de las leyes que establecen o fijan los derechos de que gozan los
hombres entre sí mismos y la forma y efectos de sus convenciones civiles.

Código de Comercio: colección de las leyes relativas a los negocios mercantiles.

Código de Procedimientos: reunión de las leyes que determinan la forma o los trámites que
deben seguirse judicialmente para obtener se imparta justicia.

Código De Instrucción Criminal: el conjunto de las leyes en que se expresan los trámites que
deben seguirse para lograr en justicia el castigo de los delitos.

Código Penal: colección de las leyes que fijan los delitos y las penas que deben aplicarse a los
que los cometen.

3. Decretos reglamentarios: son las normas que dicta el Presidente de la Nación (los
gobernadores en el orden provincial), para facilitar y precisar el cumplimiento de las leyes.
4. Ordenanzas Municipales y Edictos Policiales: son las normas que dictan los municipios y los
jefes de policía para hacer efectivas las funciones que le competen.
En esta pirámide, cada norma debe armonizar con la norma superior, que es su fuente de validez.

EL DERECHO Y LA ENFERMERÍA

Los profesionales de la salud, además del compromiso y la responsabilidad científico-


técnica-humanística, tienen un compromiso y responsabilidad ético-legal por la vida y la
salud, como bienes jurídicos tutelados por el Estado1.

Es por esta razón que nuestra profesión se encuentra estrechamente ligada a todo el
ordenamiento jurídico que a modo sintético se expresa en la Pirámide del Derecho
Argentino.

LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y SU GARANTÍA EN LOS


ORDENAMIENTOS CONSTITUCIONALES

DERECHO CONSTITUCIONAL: Los Derechos Fundamentales

El Derecho constitucional es una rama del Derecho Publico cuyo campo de estudio incluye
el análisis de las leyes fundamentales que definen un Estado. De esta manera, es materia de estudio
todo lo relativo a la forma de Estado, forma de Gobierno, derechos fundamentales y la
regulación de los poderes públicos, incluyendo tanto las relaciones entre poderes públicos, como las
relaciones entre los poderes públicos y ciudadanos.

Los Derechos Constitucionales son aquellos garantizados con rango constitucional que se
consideran como esenciales en el sistema político que la Constitución funda y que están
especialmente vinculados a la dignidad humana. Es decir, son aquellos derechos que dentro del
ordenamiento jurídico disfrutan de un estatus especial en cuanto a garantías (de tutela y reforma). Es
conocido el planteamiento filosófico-antropológico de que donde nace una necesidad surge un
derecho

Los derechos constitucionales se clasifican en:


Derechos fundamentales
Derechos colectivos
Derechos sociales y del medio ambiente

1
Perich, Elena Marcos legales en el ejercicio de la Enfermería. Programa de Actualización en Enfermería. Ed.
Panamericana
Derechos fundamentales
Los derechos fundamentales o facultades básicas e inalienables son aquellos inherentes al ser
humano, pertenecen a toda persona en razón a su dignidad humana.
Son los derechos que se reconocen en un ordenamiento a los seres humanos. La teoría del derecho
natural supone que deberían reconocerse a todo hombre en cualquier ordenamiento.

Los Derechos Fundamentales en Argentina

Es el Congreso a partir del Artículo 75 de la Constitución el que puede aprobar o desechar


tratados concluidos con las demás naciones y con las organizaciones internacionales y los
concordatos con la Santa Sede. Los tratados y concordatos tienen jerarquía superior a las leyes. La
enumeración de Tratados de Derechos Humanos incorporados a la Constitución son:

La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre


La Declaración Universal de Derechos Humanos
La Convención Americana sobre Derechos Humanos
El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo
La Convención sobre la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio
La Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación
Racial
La Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer
La Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes
La Convención sobre Los Derechos del Niño

En las condiciones de su vigencia, tienen jerarquía constitucional, no derogan artículo alguno


de la primera parte de esta Constitución y deben entenderse complementarios de los derechos y
garantías por ella reconocidos. Solo podrán ser denunciados, en su caso, por el Poder Ejecutivo
nacional, previa aprobación de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de cada
Cámara. Los demás tratados y convenciones sobre derechos humanos, luego de ser aprobados por el
Congreso, requerirán del voto de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de cada
Cámara para gozar de la jerarquía constitucional. Finalmente el artículo 75 inciso 23 establece
Legislar y promover medidas de acción positiva: que garanticen la igualdad real de oportunidades y
de trato, y el pleno goce y ejercicio de los derechos reconocidos por esta Constitución y por los
tratados internacionales vigentes sobre los derechos humanos.

La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre fue aprobada por la IX
Conferencia Internacional Americana realizada en Bogotá en 1948, la misma que dispuso la creación
de la Organización de Estados Americanos (OEA). Históricamente, fue el primer acuerdo
internacional sobre derechos humanos, anticipando la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, sancionada seis meses después. El valor jurídico de la Declaración ha sido muy discutido,
debido a que no forma parte de la Carta de la OEA y tampoco ha sido considerada como tratado, a la
vez que la propia OEA no la incluye entre los documentos publicados en su sitio Web. Algunos
países, como la Argentina, la han incluido en la Constitución, otorgándole jerarquía constitucional.
Posteriormente en 1969 se suscribe la Convención Americana sobre Derechos Humanos
(también llamada Pacto de San José de Costa Rica o CADH) que entra en vigencia en 1978 que
establece el Sistema Interamericano de Derechos Humanos.

La Declaración está antecedida por varios considerandos y consta de un preámbulo y dos


capítulos; el primero dedicado a los derechos y el segundo a las obligaciones. En total está integrada
por 38 artículos.

Considerandos

Los considerandos no forman parte de la Declaración, sino que la anteceden, pero se


reproducen con la misma e indican los motivos tenidos en cuenta para sancionarla. Básicamente los
considerandos apuntan a la necesidad de que los derechos humanos no queden solo como normas
sometidas al derecho interno de cada país, sino que se conformen como sistema de protección
internacional.

Preámbulo

El Preámbulo comienza con la frase «todos los hombres nacen libres e iguales en dignidad y
derechos» y establece principios básicos referidos a los derechos humanos, a los deberes que ellos
conllevan y a su sentido moral.

Capítulo I: Derechos

Está integrada por 28 artículos, dedicados a los siguientes derechos:

I: a la vida, a la libertad, a la seguridad e integridad de la persona


II: igualdad ante la ley
III: libertad religiosa y de culto
IV: libertad de investigación, opinión, expresión y difusión
V: protección a la honra, la reputación personal y la vida privada y familiar
VI: a la constitución y a la protección de la familia
VII: de protección a la maternidad y a la infancia
VIII: de residencia y tránsito.
IX: inviolabilidad del domicilio
X: inviolabilidad y circulación de la correspondencia
XI: preservación de la salud y al bienestar
XII: a la educación
XIII: a los beneficios de la cultura
XIV: al trabajo y a una justa retribución
XV: al descanso y a su aprovechamiento
XVI: a la seguridad social
XVII: reconocimiento de la personalidad jurídica y de los derechos civiles
XVIII: de justicia
XIX: de nacionalidad
XX: de sufragio y de participación en el gobierno
XXI: de reunión
XXII: de asociación
XXIII: a la propiedad
XXIV: de petición
XXV: protección contra la detención arbitraria
XXVI: a proceso regular
XXVII: de asilo
XXVIII: Alcance de los derechos del hombre

Capítulo II: Deberes

Está integrada por 10 artículos, dedicados a los siguientes deberes:

XXIX: ante la sociedad


XXX: para con los hijos y los padres
XXXI: de instrucción
XXXII: de sufragio
XXXIII: de obediencia a la Ley
XXXIV: de servir a la comunidad y a la nación
XXXV: de asistencia y seguridad sociales
XXXVI: de pagar impuestos
XXXVII: de trabajo
XXXVIII: de abstenerse de actividades políticas en país extranjero

La Convención Americana sobre Derechos Humanos (también llamada Pacto de San José
de Costa Rica o CADH) fue suscrita, tras la Conferencia Especializada Interamericana de Derechos
Humanos, el 22 de noviembre de 1969 en la ciudad de San José de Costa Rica y entró en vigencia
el 18 de julio de 1978. Es una de las bases del Sistema Interamericano.

Los Estados partes en esta Convención se "comprometen a respetar los derechos y


libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que esté
sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna".

Si el ejercicio de tales derechos y libertades no estuviere ya garantizado por disposiciones


legislativas o de otro carácter, los Estados partes están obligados a adoptar medidas legislativas o de
otro carácter que fueren necesarias para hacerlos efectivos.
Además, establece la obligación, para los Estados partes, del desarrollo progresivo de los
derechos económicos, sociales y culturales contenidos en la Carta de la Organización de los Estados
Americanos, en la medida de los recursos disponibles, por vía legislativa u otros medios apropiados.
Como medios de protección de los derechos y libertades, establece dos órganos para conocer
de los asuntos relacionados con el cumplimiento de la Convención: la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
"A la fecha, veinticinco naciones Americanas han ratificado o se han adherido a la
Convención: Argentina, Barbados, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Dominica, Ecuador,
El Salvador, Grenada, Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay,
Perú, República Dominicana, Suriname, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela. Trinidad y
Tobago denunció la Convención Americana sobre Derechos Humanos, por comunicación dirigida al
Secretario General de la OEA, el 26 de mayo de 1998"
Ha sido complementada con:
Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Protocolo de San
Salvador), de 1988
Protocolo a la Convención Americana sobre Derechos Humanos relativo a la abolición de la pena de
muerte, de 1990

Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales

Es un tratado multilateral general que reconoce derechos de segunda generación y establece


mecanismos para su protección y garantía. Fue adoptado por la Asamblea General de las Naciones
Unidas mediante la Resolución 2200A (XXI), de 16 de diciembre de 1966 y entró en vigor el 3 de
enero de 1976. Se compromete a las partes a trabajar para la concesión de los derechos económicos,
sociales y culturales de las personas, incluidos los derechos laborales y los derechos a la salud, la
educación y un nivel de vida adecuado. A fecha del mes diciembre de 2008, el Pacto tiene 160 partes.
Otros seis países habían firmado, pero aún no ha ratificado el Pacto.

El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales es parte de la


Carta Internacional de Derechos Humanos, junto con la Declaración Universal de los Derechos
Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

“Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona al disfrute del más
alto nivel posible de salud física y mental...” Artículo 12

El Artículo 12 del Pacto reconoce el derecho de toda persona al "disfrute del más alto nivel posible
de salud física y mental. «Salud» se entiende no sólo como un derecho a estar sano, sino como un
derecho a controlar los propia salud y el cuerpo (incluida la reproducción). Los Estados deben
proteger este derecho, garantizando que todo el mundo dentro de su jurisdicción, tiene acceso a los
factores determinantes de la salud, como agua potable, saneamiento, alimentación, nutrición y
vivienda, y por medio de un sistema global de atención sanitaria, que está a disposición de todos, sin
discriminación alguna, y económicamente accesible para todos.

El Artículo 12.2 exige a las partes que adopten medidas concretas para mejorar la salud de sus
ciudadanos, incluida la reducción de la mortalidad infantil y mejorar la salud infantil, la mejora del
medio ambiente y salud en el trabajo, la prevención, control y tratamiento de enfermedades
epidémicas y la creación de condiciones para garantizar la igualdad y el acceso oportuno a los
médicos servicios para todos. Estos se consideran "ilustrativa, no exhaustiva de ejemplos", en lugar
de una declaración completa de las partes las obligaciones.

El derecho a la salud se interpreta como que requieren las partes a que respeten la mujer "los derechos
reproductivos, al no limitar el acceso a la anticoncepción o censurar, ocultar o desvirtuar
intencionalmente la retención" de información sobre la salud sexual. Asimismo, deben garantizar que
las mujeres están protegidas de tradicionales nocivas prácticas como la mutilación genital femenina.
El Artículo 9 del Pacto reconoce "el derecho de toda persona a la seguridad social, incluso al seguro
social. Se requiere que las partes a proporcionar algún tipo de plan de seguro social para proteger a
las personas contra los riesgos de enfermedad, invalidez, maternidad, accidentes de trabajo, el
desempleo o la vejez, para proporcionar a los supervivientes, los huérfanos y los que no pueden pagar
la atención de la salud, y para garantizar que las familias estén suficientemente soportadas. Beneficios
de este régimen deben ser adecuados, accesibles a todos, y siempre sin discriminación.

La Observación General N º 14 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales


establece los siguientes estándares para el derecho a la salud:

Disponibilidad.
Los Estados deben crear toda la infraestructura de salud necesaria en todo su territorio.
Esta infraestructura debe contar con agua, electricidad, personal capacitado y todos los
medicamentos necesarios.

Accesibilidad.
La infraestructura y los servicios de salud deben ser accesibles a todas las personas sin
discriminación. Esto incluye: 1) Accesibilidad física. Los centros de salud deben estar
ubicados cerca de todas las comunidades. 2) Accesibilidad económica. Todas las personas
deben tener acceso al nivel más alto posible de servicios de salud independientemente de
sus ingresos. 3) Las personas también deben tener acceso a información pertinente sobre
los problemas de la salud.

Aceptabilidad.
La infraestructura de salud debe estar de acuerdo con la cultura y las prácticas de las
comunidades a las que atiende.

Calidad.
La infraestructura de salud debe ser científica y médicamente apropiada, contando con
todos los equipos y el personal necesario, y con agua potable y condiciones sanitarias
adecuadas

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) es la mayor organización internacional


existente. Se define como una asociación de gobiernos global que facilita la cooperación en asuntos
como el Derecho Internacional, la paz y seguridad internacional, el desarrollo económico y social, los
asuntos humanitarios y los derechos humanos.
La ONU fue fundada el 24 de octubre de 1945 en San Francisco (California), por 51 países, al
finalizar la Segunda guerra Mundial, con la firma de la Carta de las Naciones Unidas.
Los Pactos de Nueva York o Pactos Internacionales de Derechos Humanos son dos
tratados internacionales sobre derechos humanos adoptados en el seno de la Asamblea General de
las Naciones Unidas por la Resolución 2200A (XXI), de 16 de diciembre de 1966: el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) y el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC).
Como se expreso anteriormente, la unión de estos pactos y la Declaración Universal de los
Derechos Humanos comprende lo que se ha denominado Carta Internacional de los Derechos
Humanos.

Naciones Unidas

Desde 2006 y después de la adhesión de Montenegro, el número de estados miembros es de


192. Mientras la sede principal está en Nueva York, existen otras sedes en Ginebra, La Haya, Viena,
Montreal, Copenhague, Bonn, Nairobi, Paris, Santiago de Chile, Adis Abeba, Sevilla, Buenos Aires.

LOS DERECHOS HUMANOS

Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de
nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra
condición. Todos tenemos los mismos derechos humanos, sin discriminación alguna. Estos derechos son
interrelacionados, interdependientes e indivisibles.

Los derechos humanos universales están a menudo contemplados en la ley y garantizados por ella, a
través de los tratados, el derecho internacional consuetudinario, los principios generales y otras fuentes del
derecho internacional. El derecho internacional de los derechos humanos establece las obligaciones que
tienen los gobiernos de tomar medidas en determinadas situaciones, o de abstenerse de actuar de
determinada forma en otras, a fin de promover y proteger los derechos humanos y las libertades
fundamentales de los individuos o grupos.

PRINCIPIOS Y CARACTERÍSTICAS DE LOS DD HH

Universales e inalienables

El principio de la universalidad de los derechos humanos es la piedra angular del derecho


internacional de los derechos humanos. Este principio, tal como se destacara inicialmente en la Declaración
Universal de Derechos Humanos, se ha reiterado en numerosos convenios, declaraciones y resoluciones
internacionales de derechos humanos. En la Conferencia Mundial de Derechos Humanos celebrada en Viena
en 1993, por ejemplo, se dispuso que todos los Estados tenían el deber, independientemente de sus sistemas
políticos, económicos y culturales, de promover y proteger todos los derechos humanos y las libertades
fundamentales.

Todos los Estados han ratificado al menos uno, y el 80 por ciento de ellos cuatro o más, de los
principales tratados de derechos humanos, reflejando así el consentimiento de los Estados para establecer
obligaciones jurídicas que se comprometen a cumplir, y confiriéndole al concepto de la universalidad una
expresión concreta. Algunas normas fundamentales de derechos humanos gozan de protección universal en
virtud del derecho internacional consuetudinario a través de todas las fronteras y civilizaciones.
Los derechos humanos son inalienables. No deben suprimirse, salvo en determinadas situaciones y
según las debidas garantías procesales. Por ejemplo, se puede restringir el derecho a la libertad si un tribunal
de justicia dictamina que una persona es culpable de haber cometido un delito.

Interdependientes e indivisibles

Todos los derechos humanos, sean éstos los derechos civiles y políticos, como el derecho a la vida, la
igualdad ante la ley y la libertad de expresión; los derechos económicos, sociales y culturales, como el
derecho al trabajo, la seguridad social y la educación; o los derechos colectivos, como los derechos al
desarrollo y la libre determinación, todos son derechos indivisibles, interrelacionados e interdependientes. El
avance de uno facilita el avance de los demás. De la misma manera, la privación de un derecho afecta
negativamente a los demás.

Iguales y no discriminatorios

La no discriminación es un principio transversal en el derecho internacional de derechos humanos.


Está presente en todos los principales tratados de derechos humanos y constituye el tema central de algunas
convenciones internacionales como la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación Racial y la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la
Mujer.

El principio se aplica a toda persona en relación con todos los derechos humanos y las libertades, y
prohíbe la discriminación sobre la base de una lista no exhaustiva de categorías tales como sexo, raza, color,
y así sucesivamente. El principio de la no discriminación se complementa con el principio de igualdad, como
lo estipula el artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: “Todos los seres humanos nacen
libres e iguales en dignidad y derechos”.

Derechos y obligaciones

Los derechos humanos incluyen tanto derechos como obligaciones. Los Estados asumen las
obligaciones y los deberes, en virtud del derecho internacional, de respetar, proteger y realizar los derechos
humanos. La obligación de respetarlos significa que los Estados deben abstenerse de interferir en el disfrute
de los derechos humanos, o de limitarlos. La obligación de protegerlos exige que los Estados impidan los
abusos de los derechos humanos contra individuos y grupos. La obligación de realizarlos significa que los
Estados deben adoptar medidas positivas para facilitar el disfrute de los derechos humanos básicos. En el
plano individual, así como debemos hacer respetar nuestros derechos humanos, también debemos respetar
los derechos humanos de los demás.
DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS
10 DE DICIEMBRE DE 1948

Adoptada y proclamada por la Asamblea General en su resolución 217 A (III), de 10 de diciembre de 1948

PREAMBULO

Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la
dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana.

Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de
barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad; y que se ha proclamado, como la aspiración más
elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la
miseria, disfruten de la libertad y de palabra de la libertad de creencia;

Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que
el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión;

Considerando también esencial promover el desarrollo de relaciones amistosas entre las naciones;

Considerando que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su fe en los derechos
fundamentales del hombre, la dignidad y el valor de la persona humana y en la igualdad de derecho de
hombres y mujeres; y se han declarado resueltos a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida
dentro de un concepto m s amplio de la libertad;

Considerando que los Estados Miembros se han comprometido a asegurar, en cooperación con la
Organización de las Naciones Unidas, el respeto universal y efectivo a los derechos y libertades
fundamentales del hombre;

y Considerando que una concepción común de estos derechos y libertades es de la mayor importancia para el
pleno cumplimiento de dicho compromiso;

La Asamblea General Proclama la presente Declaración Universal de Derechos Humanos como ideal
común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las
instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la esperanza y la educación, el
respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e
internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados
Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción.

Artículo 1 Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de
razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.

Artículo 2 1. Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin
distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen
nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. 2. Además, no se hará
distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya
jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio bajo
administración fiduciaria, no autónoma o sometida a cualquier otra limitación de soberanía.
Artículo 3 Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.

Artículo 4 Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre; la esclavitud y la trata de esclavos están
prohibidas en todas sus formas.

Artículo 5 Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.

Artículo 6 Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica.

Artículo 7 Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos
tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda
provocación a tal discriminación.

Artículo 8 Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales nacionales competentes,
que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la
ley.

Artículo 9 Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.

Artículo 10 Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con
justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o
para el examen de cualquier acusación contra ella en materia penal.

Artículo 11 1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se
pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las
garantías necesarias para su defensa. 2. Nadie ser condenado por actos u omisiones que en el momento de
cometerse no fueron delictivos según el Derecho nacional o internacional. Tampoco se impondrá pena m s
grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito.

Artículo 12 Nadie ser objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su
correspondencia, ni de ataques a su honra o su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la
ley contra tales injerencias o ataques.

Artículo 13 1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un
Estado. 2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.

Artículo 14 1. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo; y a disfrutar de libertad, en
cualquier país. 2. Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial realmente originada por
delitos comunes o por actos opuestos a los propósitos y principios de las Naciones Unidas.

Artículo 15 1. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad. 2. A nadie se privará arbitrariamente de su
nacionalidad ni del derecho a cambiar de nacionalidad.

Artículo 16 1. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por
motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia; y disfrutar en de iguales derechos en
cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio. 2. Sólo mediante libre
y pleno consentimiento de los futuros esposos poder contraerse el matrimonio. 3. La familia es el elemento
natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado.
Artículo 17 1. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente. 2. Nadie ser privado
arbitrariamente de su propiedad.

Artículo 18 Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este
derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión
o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el
culto y la observancia.

Artículo 19 Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de
no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de
difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Artículo 20 1. Toda persona tiene derecho de libertad de reunión y de asociación pacíficas. 2. Nadie podrá ser
obligado a pertenecer a una asociación.

Artículo 21 1. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país directamente o por medio de
representantes libremente escogidos. 2. Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de
igualdad, a las funciones públicas de su país. 3. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder
público; esta voluntad se expresar mediante elecciones auténticas que habrá n de celebrarse
periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que
garantice la libertad del voto.

Artículo 22 Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener,
mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos
de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad
y al libre desarrollo de su personalidad.

Artículo 23 1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones
equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo. 2. Toda persona tiene derecho,
sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual. 3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una
remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la
dignidad humana y que ser completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección
social. 4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.

Artículo 24 Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable
de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.

Artículo 25 1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia,
la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios
sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez,
viudez, vejez y otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su
voluntad. 2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños,
nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social.

Articulo 26 1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo
concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental ser obligatoria. La
instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudio superiores ser igual para
todos, en función de los méritos respectivos. 2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la
personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades
fundamentales; favorecer la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los
grupos ‚étnicos o religiosos; y promover el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el
mantenimiento de la paz. 3. Los padres tendrá n derecho preferente a escoger el tipo de educación que
habrá de darse a sus hijos.

Articulo 27 1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a
gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de ‚el resulten. 2. Toda
persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón
de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora.

Artículo 28 Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social internacional en el que los
derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos.

Articulo 29 1. Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad puesto que sólo en ella puede
desarrollar libre y plenamente su personalidad. 2. En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus
libertades, toda persona estar solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de
asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas
exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en una sociedad democrática. 3. Estos
derechos y libertades no podrá n en ningún caso ser ejercidos en oposición a los propósitos y principios de las
Naciones Unidas.

Artículo 30 Nada en la presente Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho
alguno al Estado, a un grupo o una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos
tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración.

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LA POSICIÓN DE ENFERMERÍA EN RELACIÓN CON LOS DERECHOS HUMANOS

En la declaración de posición del consejo internacional de Enfermeras (CIE) sobre los Derechos Humanos
queda claro que: “las enfermeras tienen la obligación de preservar en todo momento y lugar los derechos de
las personas a la salud, ello incluye garantizar que se dispone la atención adecuada con los recursos
disponibles y de conformidad con la ética de enfermería.”.

“la protección de los Derechos Humanos debe aplicarse principalmente a los grupos vulnerables como las
mujeres, los niños (en todo su ciclo vital), las personas mayores, los refugiados y los grupos estigmatizados.”

Por otra parte, el Código de Ética del CIE adoptado por la FAE propone para los profesionales de enfermería
que “las enfermeras tienen cuatro deberes fundamentales: promover la salud, prevenir la enfermedad,
restaurar la salud y aliviar el sufrimiento. La necesidad de la Enfermería es Universal”.

“son inherentes a la enfermería el respeto de los Derechos Humanos, el Derecho a la Vida, a la dignidad y a
ser tratado con respeto”.
La enfermería argentina, por su parte, convocada por FAE y AEUERA en 1998, aprobó las políticas
Argentinas para el Decenio 2000. La política sustantiva sobre marcos legales y éticos sostiene: “fortalecer el
sistema de valores orientándolos a la preservación de los principios éticos y el cumplimiento de las
responsabilidades legales para la defensa y respeto de la dignidad y los derechos humano, la garantía de la
equidad, la libertad de decisión y el derecho de la salud”

Entre las políticas instrumentales indica:

 Promover y desarrollar en los enfermeros capacidades para el discernimiento ético permanente


sobre la base del compromiso fundado en los valores universales y profesionales.
 Promover el reconocimiento y defensa de los valores humanos universales expresados en las
declaraciones internacionales de los derechos humanos, la denuncia de su violación y la lucha contra
toda forma de discriminación que atente contra la dignidad de las persona.
 Favorecer el desarrollo de la conciencia moral autónoma que permita la reflexión critica de los
valores y normas sociales en función de los principios éticos de la profesión.
 Contribuir a la inserción fructífera de las personas en la sociedad y promover el desarrollo humano.

LA CONSTITUCIÓN NACIONAL Y LA CONVENCIÓN DE LOS DERECHOS DEL NIÑO

El Congreso Argentino ratifico y adopto los principios de la Convención sobre los Derechos del Niño en
Septiembre de 1990, instituyéndola como Ley Nacional 23.849/90 y, en Agosto de 1994, la Convención
Constituyente la incorporo al art 75 en la nueva Constitución de la Nación argentina.

Dos ideas fuerza estructuran el contenido de la Convención:

La consideración del niño, la niña y el adolescente como sujetos plenos de derecho, merecedores
de respeto, dignidad y libertad, abandonando con este enfoque el concepto de niño como objeto
pasivo de intervención por parte de la familia, el Estado y la sociedad.
La consideración de los niños como personas con necesidad de cuidados especiales, lo que supone
que, por su condición particular de desarrollo además de todos los derechos que disfrutan los
adultos, los niños tienen derechos especiales.
Los principios 2 y 4 de los Derechos del Niño aprobados por la Asamblea General de las Naciones unidas en
1959, y adoptada en nuestra constitución Nacional en 1994, postulan:

“El niño gozara de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensando
todo aquello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral,
espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad.
Al promulgar leyes con este fin, la consideración fundamental a que se atendrá será de interés
superior del niño”.

“El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social. Tendrá derecho a crecer y desarrollarse
en buena salud; con este fin deberán proporcionarse, tanto a el como a su madre, cuidados
especiales, incluso atención prenatal y postnatal. El niño tendrá derecho a disfrutar de alimentación,
vivienda, recreo y servicios médicos adecuados”.
Cabe señalar que la importancia de la Convención de los derechos del Niño reside en la amplitud y la
riqueza de los artículos.

El art. 24

Los Estados .partes reconocen el derecho del niño al disfrute del más alto nivel posible de salud y a
servicios para el tratamiento de las enfermedades y la rehabilitación de la salud.
Los estados partes se esforzaran por asegurar que ningún niño sea privado de su derecho al disfrute
de esos servicios sanitarios. “…adoptar medidas apropiadas para:
a- reducir la mortalidad infantil y en la niñez…
b- …haciendo hincapié en el desarrollo de la atención primaria de salud
c- combatir las enfermedades y la malnutrición …
d- asegurar la atención sanitaria prenatal y postnatal apropiada a las madres…
e- …que conozcan (la sociedad y en particular los padres) los principios básicos de la salud y la
nutrición de los niños, las ventajas de la lactancia materna, la higiene y saneamiento
ambiental, prevención de accidentes, acceso a educación pertinente”.
El art. 32, por su parte, hace referencia a la protección de los niños de la explotación económica y trabajo
que pongan al niño en peligro y su equilibrio físico, mental, espiritual, moral o social.

El art. 34 es explicito en lo referente a la explotación o al abuso sexual en los niños

DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS DEL NIÑO


Aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas,20 de noviembre de 1959

1. El niño disfrutará de todos los derechos enunciados en esta declaración. Estos derechos serán
reconocidos a todos los niños sin excepción alguna ni distinción o discriminación por motivos de
raza, color, sexo, idioma, religión opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social,
posición económica, nacimiento u otra condición, ya sea del propio niño o de su familia.
2. El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios , dispensado
de todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral,
espiritual y socialmente, en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y
dignidad. Al promulgar leyes con este fin, la consideración fundamental a que se atenderá será el
interés superior del niño.
3. El niño tiene derecho desde su nacimiento a un nombre y a una nacionalidad.
4. El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social. Tendrá derecho a crecer y a
desarrollarse en buena salud: con este fin deberán proporcionarse, tanto a él como a su madre,
ciudadanos especiales, incluso atención prenatal y postnatal. El niño tendrá derecho a disfrutar de
alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados.
5. El niño física o mentalmente impedido o que sufra algún impedimento social debe recibir el
tratamiento, la educación y el cuidado especiales que requiere su caso particular.
6. El niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, necesita amor y comprensión.
Siempre que sea posible, deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y, en
todo caso en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material ; salvo circunstancias
excepcionales, no deberá separarse al niño de corta edad de su madre. La sociedad y las
autoridades públicas tendrán la obligación de cuidar especialmente a los niños sin familia, o que
carezcan de medios adecuados de subsistencia. Para el mantenimiento de los hijos de familias
numerosas, conviene conceder subsidios estatales o de otra índole.
7. El niño tiene derecho a recibir educación que será gratuita y obligatoria por lo menos en las
etapas elementales. Se le dará una educación que favorezca su cultura general y le permita, en
condiciones de igualdad de oportunidades, desarrollar sus aptitudes y su juicio individual, su
sentido de responsabilidad moral y social y llegar a ser un miembro útil de la sociedad.
8. El interés superior del niño debe ser el principio rector de quienes tienen la responsabilidad de su
educación y orientación: dicha responsabilidad incumbe, en primer término, a sus padres.
9. El niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deberán estar orientados
hacia los fines perseguidos por la educación; la sociedad y las autoridades públicas se esforzarán
por promover el goce de este derecho.
10. El niño debe, en todas las circunstancias, figurar entre los primeros que reciban protección y
socorro.
11. El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación. No será objeto
de ningún tipo de trata. No deberá permitirse al niño trabajar antes de una edad mínima adecuada;
en ningún caso se lo dedicará ni se le permitirá que se dedique a ocupación o empleo alguno que
pueda perjudicar su salud o educación, o impedir su desarrollo físico, mental o moral.
12. El niño debe ser protegido contra las prácticas que puedan fomentar la discriminación racial,
religiosa o de cualquier otra índole. Debe ser educado en un espíritu de comprensión, tolerancia,
amistad entre los pueblos, paz y fraternidad universal, y con plena conciencia de que debe
consagrar sus energías y aptitudes al servicio de sus semejantes.

Ley 26.061-DE PROTECCION INTEGRAL DE LOS DERECHOS DE LAS NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES

El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, etc. sancionan con fuerza de
Ley:

TITULO I

DISPOSICIONES GENERALES

ARTICULO 1° - OBJETO. Esta ley tiene por objeto la protección integral de los derechos de las niñas, niños y
adolescentes que se encuentren en el territorio de la República Argentina, para garantizar el ejercicio y
disfrute pleno, efectivo y permanente de aquellos reconocidos en el ordenamiento jurídico nacional y en los
tratados internacionales en los que la Nación sea parte.

Los derechos aquí reconocidos están asegurados por su máxima exigibilidad y sustentados en el principio del
interés superior del niño.
La omisión en la observancia de los deberes que por la presente corresponden a los órganos
gubernamentales del Estado habilita a todo ciudadano a interponer las acciones administrativas y judiciales a
fin de restaurar el ejercicio y goce de tales derechos, a través de medidas expeditas y eficaces.
ARTICULO 2° - APLICACION OBLIGATORIA.
La Convención sobre los Derechos del Niño es de aplicación obligatoria en las condiciones de su vigencia, en
todo acto, decisión o medida administrativa, judicial o de cualquier naturaleza que se adopte respecto de las
personas hasta los dieciocho años de edad. Las niñas, niños o adolescentes tienen derecho a ser oídos y
atendidos cualquiera sea la forma en que se manifiesten, en todos los ámbitos.
Los derechos y las garantías de los sujetos de esta ley son de orden público, irrenunciables,
interdependientes, indivisibles e intransigibles.
ARTICULO 3° - INTERES SUPERIOR. A los efectos de la presente ley se entiende por interés superior de la
niña, niño y adolescente la máxima satisfacción, integral y simultánea de los derechos y garantías
reconocidos en esta ley.
Debiéndose respetar:
a) Su condición de sujeto de derecho;
b) El derecho de las niñas, niños y adolescentes a ser oídos y que su opinión sea tenida en cuenta;
c) El respeto al pleno desarrollo personal de sus derechos en su medio familiar, social y cultural;
d) Su edad, grado de madurez, capacidad de discernimiento y demás condiciones personales;
e) El equilibrio entre los derechos y garantías de las niñas, niños y adolescentes y las exigencias del bien
común;
f) Su centro de vida. Se entiende por centro de vida el lugar donde las niñas, niños y adolescentes hubiesen
transcurrido en condiciones legítimas la mayor parte de su existencia.
Este principio rige en materia de patria potestad, pautas a las que se ajustarán el ejercicio de la misma,
filiación, restitución del niño, la niña o el adolescente, adopción, emancipación y toda circunstancia vinculada
a las anteriores cualquiera sea el ámbito donde deba desempeñarse.
Cuando exista conflicto entre los derechos e intereses de las niñas, niños y adolescentes frente a otros
derechos e intereses igualmente legítimos, prevalecerán los primeros.
ARTICULO 4° - POLITICAS PUBLICAS. Las políticas públicas de la niñez y adolescencia se elaborarán de
acuerdo a las siguientes pautas:
a) Fortalecimiento del rol de la familia en la efectivización de los derechos de las niñas, niños y adolescentes;
b) Descentralización de los organismos de aplicación y de los planes y programas específicos de las distintas
políticas de protección de derechos, a fin de garantizar mayor autonomía, agilidad y eficacia;
c) Gestión asociada de los organismos de gobierno en sus distintos niveles en coordinación con la sociedad
civil, con capacitación y fiscalización permanente;
d) Promoción de redes intersectoriales locales; organismos para la defensa y protección de los derechos de
las niñas, niños y adolescentes.
ARTÍCULO 5° - RESPONSABILIDAD GUBERNAMENTAL.
Los Organismos del Estado tienen la responsabilidad indelegable de establecer, controlar y garantizar el
cumplimiento de las políticas públicas con carácter federal.
En la formulación y ejecución de políticas públicas y su prestación, es prioritario para los Organismos del
Estado mantener siempre presente el interés superior de las personas sujetos de esta ley y la asignación
privilegiada de los recursos públicos que las garanticen.
Toda acción u omisión que se oponga a este principio constituye un acto contrario a los derechos
fundamentales de las niñas, niños y adolescentes.
Las políticas públicas de los Organismos del Estado deben garantizar con absoluta prioridad el ejercicio de los
derechos de las niñas, niños y adolescentes.
La prioridad absoluta implica:
1.- Protección y auxilio en cualquier circunstancia;
2.- Prioridad en la exigibilidad de la protección jurídica cuando sus derechos colisionen con los intereses de
los adultos, de las personas jurídicas privadas o públicas;
3.- Preferencia en la atención, formulación y ejecución de las políticas públicas;
4.- Asignación privilegiada e intangibilidad de los recursos públicos que las garantice;
5.- Preferencia de atención en los servicios esenciales.
ARTÍCULO 6° - PARTICIPACION COMUNITARIA. La Comunidad, por motivos de solidaridad y en ejercicio de la
democracia participativa, debe y tiene derecho a ser parte activa en el logro de la vigencia plena y efectiva de
los derechos y garantías de las niñas, niños y adolescentes.
ARTÍCULO 7° - RESPONSABILIDAD FAMILIAR.
La familia es responsable en forma prioritaria de asegurar a las niñas, niños y adolescentes el disfrute pleno y
el efectivo ejercicio de sus derechos y garantías.
El padre y la madre tienen responsabilidades y obligaciones comunes e iguales en lo que respecta al cuidado,
desarrollo y educación integral de sus hijos.
Los Organismos del Estado deben asegurar políticas, programas y asistencia apropiados para que la familia
pueda asumir adecuadamente esta responsabilidad, y para que los padres asuman, en igualdad de
condiciones, sus responsabilidades y obligaciones.
TITULO II
PRINCIPIOS, DERECHOS Y GARANTIAS
ARTICULO 8° - DERECHO A LA VIDA. Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a la vida, a su disfrute,
protección y a la obtención de una buena calidad de vida.
ARTICULO 9° - DERECHO A LA DIGNIDAD Y A LA INTEGRIDAD PERSONAL. Las niñas, niños y adolescentes
tienen derecho a la dignidad como sujetos de derechos y de personas en desarrollo; a no ser sometidos a
trato violento, discriminatorio, vejatorio, humillante, intimidatorio; a no ser sometidos a ninguna forma de
explotación económica, torturas, abusos o negligencias, explotación sexual, secuestros o tráfico para
cualquier fin o en cualquier forma o condición cruel o degradante.
Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a su integridad física, sexual, psíquica y moral.
La persona que tome conocimiento de malos tratos, o de situaciones que atenten contra la integridad
psíquica, física, sexual o moral de un niño, niña o adolescente, o cualquier otra violación a sus derechos, debe
comunicar a la autoridad local de aplicación de la presente ley.
Los Organismos del Estado deben garantizar programas gratuitos de asistencia y atención integral niñas,
niños y adolescentes.
ARTICULO 10. - DERECHO A LA VIDA PRIVADA E INTIMIDAD FAMILIAR. Las niñas, niños y adolescentes tienen
derecho a la vida privada e intimidad de y en la vida familiar.
Estos derechos no pueden ser objeto de injerencias arbitrarias o ilegales.
ARTICULO 11. - DERECHO A LA IDENTIDAD.
Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a un nombre, a una nacionalidad, a su lengua de origen, al
conocimiento de quiénes son sus padres, a la preservación de sus relaciones familiares de conformidad con la
ley, a la cultura de su lugar de origen y a preservar su identidad e idiosincrasia.
Los Organismos del Estado deben facilitar y colaborar en la búsqueda, localización u obtención de
información, de los padres u otros familiares de las niñas, niños y adolescentes facilitándoles el encuentro o
reencuentro familiar. Tienen derecho a conocer a sus padres biológicos, y a crecer y desarrollarse en su
familia de origen, a mantener en forma regular y permanente el vínculo personal y directo con sus padres,
aun cuando éstos estuvieran separados o divorciados, o pesara sobre cualquiera de ellos denuncia penal o
sentencia, salvo que dicho vínculo, amenazare o violare alguno de los derechos de las niñas, niños y
adolescentes que consagra la ley.
En toda situación de institucionalización de los padres, los Organismos del Estado deben garantizar a las
niñas, niños y adolescentes el vínculo y el contacto directo y permanente con aquéllos, siempre que no
contraríe el interés superior del niño.
Sólo en los casos en que ello sea imposible y en forma excepcional tendrán derecho a vivir, ser criados y
desarrollarse en un grupo familiar alternativo o a tener una familia adoptiva, de conformidad con la ley.
ARTICULO 13. - DERECHO A LA DOCUMENTACION.
Las niñas, niños, adolescentes y madres indocumentadas, tienen derecho a obtener los documentos públicos
que comprueben su identidad,
ARTICULO 14. - DERECHO A LA SALUD. Los Organismos del Estado deben garantizar: a) El acceso a servicios
de salud, respetando las pautas familiares y culturales reconocidas por la familia y la comunidad a la que
pertenecen siempre que no constituyan peligro para su vida e integridad;
b) Programas de asistencia integral, rehabilitación e integración;
c) Programas de atención, orientación y asistencia dirigidos a su familia;
d) Campañas permanentes de difusión y promoción de sus derechos dirigidas a la comunidad a través de los
medios de comunicación social.
Toda institución de salud deberá atender prioritariamente a las niñas, niños y adolescentes y mujeres
embarazadas.
Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a la atención integral de su salud, a recibir la asistencia
médica necesaria y a acceder en igualdad de oportunidades a los servicios y acciones de prevención,
promoción, información, protección, diagnóstico precoz, tratamiento oportuno y recuperación de la salud.
ARTICULO 15. - DERECHO A LA EDUCACION.
Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a la educación pública y gratuita, atendiendo a su desarrollo
integral, su preparación para el ejercicio de la ciudadanía, su formación para la convivencia democrática y el
trabajo, respetando su identidad cultural y lengua de origen, su libertad de creación y el desarrollo máximo
de sus competencias individuales; fortaleciendo los valores de solidaridad, respeto por los derechos
humanos, tolerancia, identidad cultural y conservación del ambiente.
Tienen derecho al acceso y permanencia en un establecimiento educativo cercano a su residencia.
Por ninguna causa se podrá restringir el acceso a la educación debiendo entregar la certificación o diploma
correspondiente.
Las niñas, niños y adolescentes con capacidades especiales tienen todos los derechos y garantías consagrados
y reconocidos por esta ley, además de los inherentes a su condición específica.
Los Organismos del Estado, la familia y la sociedad deben asegurarles el pleno desarrollo de su personalidad
hasta el máximo de sus potencialidades, así como el goce de una vida plena y digna.
ARTICULO 16. - GRATUIDAD DE LA EDUCACION.
La educación pública será gratuita en todos los servicios estatales, niveles y regímenes especiales, de
conformidad con lo establecido en el ordenamiento jurídico vigente.
ARTICULO 17. - PROHIBICION DE DISCRIMINAR POR ESTADO DE EMBARAZO, MATERNIDAD Y PATERNIDAD.
Prohíbese a las instituciones educativas públicas y privadas imponer por causa de embarazo, maternidad o
paternidad, medidas correctivas o sanciones disciplinarias a las niñas, niños y adolescentes.
Los Organismos del Estado deben desarrollar un sistema conducente a permitir la continuidad y la
finalización de los estudios de las niñas, niños y adolescentes.
La mujer privada de su libertad será especialmente asistida durante el embarazo y el parto, y se le proveerán
los medios materiales para la crianza adecuada de su hijo mientras éste permanezca en el medio carcelario,
facilitándose la comunicación con su familia a efectos de propiciar su integración a ella.
ARTICULO 18. - MEDIDAS DE PROTECCION DE LA MATERNIDAD Y PATERNIDAD. Las medidas que conforman
la protección integral se extenderán a la madre y al padre durante el embarazo, el parto y al período de
lactancia, garantizando condiciones dignas y equitativas para el adecuado desarrollo de su embarazo y la
crianza de su hijo.
ARTICULO 19. - DERECHO A LA LIBERTAD.
Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a la libertad.
Este derecho comprende:
a) Tener sus propias ideas, creencias o culto religioso según el desarrollo de sus facultades y con las
limitaciones y garantías consagradas por el ordenamiento jurídico y ejercerlo bajo la orientación de sus
padres, tutores, representantes legales o encargados de los mismos;
b) Expresar su opinión en los ámbitos de su vida cotidiana, especialmente en la familia, la comunidad y la
escuela;
c) Expresar su opinión como usuarios de todos los servicios públicos y, con las limitaciones de la ley, en todos
los procesos judiciales y administrativos que puedan afectar sus derechos.
Las personas sujetos de esta ley tienen derecho a su libertad personal, sin más límites que los establecidos en
el ordenamiento jurídico vigente.
No pueden ser privados de ella ilegal o arbitrariamente.
La privación de libertad personal, entendida como ubicación de la niña, niño o adolescente en un lugar de
donde no pueda salir por su propia voluntad, debe realizarse de conformidad con la normativa vigente.
ARTICULO 20. - DERECHO AL DEPORTE Y JUEGO RECREATIVO. Los Organismos del Estado con la activa
participación de la sociedad, deben establecer programas que garanticen el derecho de todas las niñas, niños
y adolescentes a la recreación, esparcimiento, juegos recreativos y deportes, debiendo asegurar programas
específicos para aquellos con capacidades especiales.
ARTICULO 21. - DERECHO AL MEDIO AMBIENTE.
Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado, así como a
la preservación y disfrute del paisaje.
ARTICULO 22. - DERECHO A LA DIGNIDAD.
Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a ser respetados en su dignidad, reputación y propia imagen.
Se prohíbe exponer, difundir o divulgar datos, informaciones o imágenes que permitan identificar, directa o
indirectamente a los sujetos de esta ley, a través de cualquier medio de comunicación o publicación en
contra de su voluntad y la de sus padres, representantes legales o responsables, cuando se lesionen su
dignidad o la reputación de las niñas, niños y adolescentes o que constituyan injerencias arbitrarias o ilegales
en su vida privada o intimidad familiar.
ARTICULO 23. - DERECHO DE LIBRE ASOCIACION.
Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho de asociarse libremente con otras personas, con fines
sociales, culturales, deportivos, recreativos, religiosos, políticos, laborales o de cualquier otra índole, siempre
que sean de carácter lícito y de conformidad a la legislación vigente. Este derecho comprende,
especialmente, el derecho a:
a) Formar parte de asociaciones, inclusive de sus órganos directivos;
b) Promover y constituir asociaciones conformadas exclusivamente por niñas, niños, adolescentes o ambos,
de conformidad con la ley.
ARTICULO 24. - DERECHO A OPINAR Y A SER OIDO. Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a:
a) Participar y expresar libremente su opinión en los asuntos que les conciernan y en aquellos que tengan
interés;
b) Que sus opiniones sean tenidas en cuenta conforme a su madurez y desarrollo.
Este derecho se extiende a todos los ámbitos en que se desenvuelven las niñas, niños y adolescentes; entre
ellos, al ámbito estatal, familiar, comunitario, social, escolar, científico, cultural, deportivo y recreativo.
ARTICULO 25. - DERECHO AL TRABAJO DE LOS ADOLESCENTES. Los Organismos del Estado deben garantizar
el derecho de las personas adolescentes a la educación y reconocer su derecho a trabajar con las
restricciones que imponen la legislación vigente y los convenios internacionales sobre erradicación del
trabajo infantil, debiendo ejercer la inspección del trabajo contra la explotación laboral de las niñas, niños y
adolescentes.
Este derecho podrá limitarse solamente cuando la actividad laboral importe riesgo, peligro para el desarrollo,
la salud física, mental o emocional de los adolescentes.
Los Organismos del Estado, la sociedad y en particular las organizaciones sindicales coordinarán sus esfuerzos
para erradicar el trabajo infantil y limitar toda forma de trabajo legalmente autorizada cuando impidan o
afecten su proceso evolutivo.
ARTICULO 26. - DERECHO A LA SEGURIDAD SOCIAL. Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a
obtener los beneficios de la seguridad social.
Los Organismos del Estado deberán establecer políticas y programas de inclusión para las niñas, niños y
adolescentes, que consideren los recursos y la situación de los mismos y de las personas que sean
responsables de su mantenimiento.
ARTICULO 27. - GARANTIAS MINIMAS DE PROCEDIMIENTO. GARANTIAS EN LOS PROCEDIMIENTOS
JUDICIALES O ADMINISTRATIVOS.
Los Organismos del Estado deberán garantizar a las niñas, niños y adolescentes en cualquier procedimiento
judicial o administrativo que los afecte, además de todos aquellos derechos contemplados en la Constitución
Nacional, la Convención sobre los Derechos del Niño, en los tratados internacionales ratificados por la Nación
Argentina y en las leyes que en su consecuencia se dicten, los siguientes derechos y garantías:
a) A ser oído ante la autoridad competente cada vez que así lo solicite la niña, niño o adolescente;
b) A que su opinión sea tomada primordialmente en cuenta al momento de arribar a una decisión que lo
afecte;
c) A ser asistido por un letrado preferentemente especializado en niñez y adolescencia desde el inicio del
procedimiento judicial o administrativo que lo incluya. En caso de carecer de recursos económicos el Estado
deberá asignarle de oficio un letrado que lo patrocine;
d) A participar activamente en todo el procedimiento;
e) A recurrir ante el superior frente a cualquier decisión que lo afecte.
ARTICULO 28. - PRINCIPIO DE IGUALDAD Y NO DISCRIMINACION. Las disposiciones de esta ley se aplicarán
por igual a todos las niñas, niños y adolescentes, sin discriminación alguna fundada en motivos raciales, de
sexo, color, edad, idioma, religión, creencias, opinión política, cultura, posición económica, origen social o
étnico, capacidades especiales, salud, apariencia física o impedimento físico, de salud, el nacimiento o
cualquier otra condición del niño o de sus padres o de sus representantes legales.
ARTICULO 29. - PRINCIPIO DE EFECTIVIDAD.
Los Organismos del Estado deberán adoptar todas las medidas administrativas, legislativas, judiciales y de
otra índole, para garantizar el efectivo cumplimiento de los derechos y garantías reconocidos en esta ley.
ARTICULO 30. - DEBER DE COMUNICAR.
Los miembros de los establecimientos educativos y de salud, públicos o privados y todo agente o funcionario
público que tuviere conocimiento de la vulneración de derechos de las niñas, niños o adolescentes, deberá
comunicar dicha circunstancia ante la autoridad administrativa de protección de derechos en el ámbito local,
bajo apercibimiento de incurrir en responsabilidad por dicha omisión.
ARTICULO 31. - DEBER DEL FUNCIONARIO DE RECEPCIONAR DENUNCIAS. El agente público que sea
requerido para recibir una denuncia de vulneración de derechos de los sujetos protegidos por esta ley, ya sea
por la misma niña, niño o adolescente, o por cualquier otra persona, se encuentra obligado a recibir y
tramitar tal denuncia en forma gratuita, a fin de garantizar el respeto, la prevención y la reparación del daño
sufrido, bajo apercibimiento de considerarlo incurso en la figura de grave incumplimiento de los Deberes del
Funcionario Público.
DADA EN LA SALA DE SESIONES DEL CONGRESO ARGENTINO, EN BUENOS AIRES, EL VEINTIOCHO DE
SEPTIEMBRE DE DOS MIL CINCO.
EDUARDO O. CAMAÑO. DANIEL O. SCIOLI. Eduardo D. Rollano. Juan Estrada.
Sancionada: 28/09/2005 -Promulgada de Hecho: 21/10/2005 -Publicada en el BO el 26/10/2005

LA DIGNIDAD PRINCIPIO RAÍZ DE LOS DERECHOS HUMANOS

En la persona humana, dotada de inteligencia y libertad reside la dignidad. Ser persona es un rango,
una categoría que no tienen los seres irracionales. Esta prestancia o superioridad del ser humano, sobre los
que carecen de razón es lo que se llama la dignidad de la persona humana. Y esta dignidad de la persona es
compartida por todos los hombres por igual, ya que todos los hombres son iguales en dignidad: pues “no hay
nada en la creación más importante ni mas valioso que el hombre, que todo hombre, que cualquier hombre”;
independientemente de sus condiciones de nacimiento, raza o sexo, opiniones o creencias, de su inteligencia
o salud mental, de la condición sociocultural o económica, de la conducta o comportamiento desplegado,
etc. Asi, el derecho a la dignidad se funda en la igualdad específica de todos los hombres.

El fundamento antropológico de la dignidad personal hunde sus raíces en la propia naturaleza


humana. Y es que el hombre no es un medio para ningún fin, sino que es un fin en sí mismo. Por su
naturaleza, al hombre le ha sido dado el conocerse a si mismo, el ser autoconsciente de su propia conciencia,
de manera que con su libertad decida o no optar por ser lo que debe. Por la voluntad, el hombre se nos
aparece como el autor responsable de sus propias transformaciones, de la hechura que como persona
alcance a lo largo de todo su despliegue biográfico. Esto quiere decir que cada hombre puede y debe dirigirse
libremente a si mismo hacia su propia perfección.

Pero si cada hombre es un fin en si mismo, si a cada persona le ha sido dado un relativo dominio
sobre su propio fin, de manera que pueda hacer de su propia existencia lo que él mismo decida, entonces
ningún hombre puede ser tratado como un medio por o para otro hombre. Concordante con ello se afirma
que “es la esencia de la dignidad real el autosostenerse en sí mismo”

La dignidad opera como valor, como derecho y como principio. En cualquier caso, se presenta de
modo exigente, ya que demanda ciertos comportamientos y rechaza a otros.

A la vez se trata de una locución no muy precisa, que cuenta con diversos contenidos. Uno muy
ambicioso, ve en la dignidad humana un derecho que engloba a todos los demás, , a la idea nuclear de los
derechos humanos, el valor constitucional último, el fundamento de los derechos humanos. Para algunos el
derecho a la dignidad ocupa el primer lugar en la escala jerárquica de los derechos civiles, y que en sentido
amplio dignidad es el valor esencial que sirve de fundamento a todos los derechos individuales.
La vida humana merece dignidad porque la dignidad es intrínseca a la persona, inherente a todo ser
humano en cuanto es persona confiere base a todos los demás derechos.

Podemos decir que el derecho a la dignidad es el que tiene todo hombre a reclamar el respeto de sus
semejantes a causa de su condición humana, tratándose de un principio que resguarda la posibilidad de
protección que su esencia personal amerita. De esta manera, la dignidad se yergue en un valor
importantísimo que es menester proteger, ya desde la Constitución, ya desde el plexo normativo en su
totalidad.
La dignidad constituye un valor supraconstitucional y supraestatal, toda vez que, siendo
consustancial al ser humano, la Constitución y el Estado solo la reconocen, pero no la crean del mismo modo
que ocurre con los derechos fundamentales, que son su consecuencia. La dignidad personal exige que el
aparato del Estado esté a su servicio y no al revés. Por lo mismo, ella descarta y excluye cualquier visión
totalizante del Estado o de la vida política que subyugue a la persona o que coarte su plena realización.
La dignidad personal es un concepto absoluto, referido al ser humano como paradigma y no a cada
sujeto según su propia condición social, prestigio o merecimiento.

La dignidad personal es fuente directa y la medida trascendental del contenido de los derechos
fundamentales, reconocidos, en especial de los “derechos de la personalidad”. Eleva el nivel del ser humano
al momento de ejercer sus derechos fundamentales. La dignidad personal tiene un contenido integrador del
vacío que pueda ocasionar la omisión o la falta de reconocimiento de un derecho indispensable par ala
preservación o para su plena realización. La dignidad personal corresponde a cada persona por su condición
de tal, sin tener en cuenta sus meritos.

Oscar E. Garay (2003) Derechos Fundamentales de los Pacientes. Ad-Hoc. Buenos Aires. Argentina pag.178-184

DERCHOS PERSONALISIMOS

También llamados “derechos de la personalidad”, constituyen una in confundible categoría de


derechos subjetivos esenciales, que pertenecen a la persona por su sola condición humana y que se
encuentran respecto de ella en una intima conexión, casi orgánica e integral.
En esta categoría quedan comprendidos el derecho a a la vida (antes y después del nacimiento), el
derecho a la integridad física y el derecho a disponer del cadáver, que son los que hacen a la personalidad
física. También están comprendidos los derechos al honor, a la identidad personal, a la intimidad y el derecho
a la imagen, como tutelares de la personalidad espiritual. Así mismo habría que incluir a la libertad en sus
diversas manifestaciones.

DERECHO A DISPONER DEL PROPIO CUERPO

El derecho a disponer del propio cuerpo surge del derecho a la integridad psicofísica del hombre y se
relaciona con el principio de autonomía y con el gobierno que ejerce la persona en si misma.

El cuerpo es parte natural y esencial del ser humano, no es una cosa; “el cuerpo humano con vida es
sede de la persona y como tal es la persona misma”. El cuerpo no es exterior, separable mecánica o
materialmente, distinto o independiente del hombre, es la condición que imprime corporeidad a la vida
humana. El hombre es corpóreo porque fundamentalmente es desde y por su cuerpo.

El ser humano es soberano; es decir, a través de su propia autodeterminación, es quien decide sobre
su cuerpo. Él es quien ejerce el derecho a la disposición del propio cuerpo.

Pero este derecho no es absoluto. Así la persona tiene libre disponibilidad de todos aquellos
“materiales anatómicos y tejidos naturalmente renovables y separables del cuerpo humano (uñas, cabellos
sangre, leche de madre, semen, etc.) pues estas dejan de formar parte del cuerpo de la persona y son
susceptibles de tener valor pecuniario; son objetos materiales, son cosas (Código Civil) y pueden por
consiguiente constituir objeto de un derecho real; pero no pueden disponer de partes o de la totalidad de su
cuerpo, en violación de la ley, de la moral, del orden público o de las buenas costumbres.
La doctrina nacional, ante la falta de una norma específica que regule la materia, cita el art. 5 del
Código Civil Italiano que establece: “los actos de disposición del propio cuerpo están prohibidos cuando
ocasionen una disminución permanente de la integridad física, o cuando sean contrarios en otra forma a la
ley, al orden público o a las buenas costumbres”.
Constituye un derecho personalísimo, lo ejerce como titular la persona humana, a partir del poder de
autonomía del hombre sobre sí mismo.
Podemos mencionar como limite a la libre decisión de la persona respeto de la disposición de su
cuerpo a los siguientes:
a) No puede disponer de la totalidad de su cuerpo. Si bien no está penalizado el suicidio, por
cuestión lógica, éste es repudiado desde un punto de vista moral, y
b) No puede disponer de su cuerpo para operaciones prohibidas por ley;
a. Aborto,
b. Cambio de órganos sexuales,
c. Comercio de órganos humanos.
Sí puede disponer de su propio cuerpo en los siguientes casos:
a) En su propio beneficio: quedan aquí comprendidos, fundamentalmente aquellos actos donde
la persona consiente lesiones a su integridad física, ya sea con mira a la recuperación o
mejoramiento de de su cuerpo o de su salud, o por la realización de actividades que importen
una asunción de riesgo (Ej. laborales, deportivas)
b) En beneficio de terceras personas: la dación de órganos no renovables para ser trasplantados
en personas determinadas o indeterminadas; o para ser utilizados en beneficio de la ciencia.
Las partes naturalmente renovables del cuerpo humano pueden ser objeto de dación a título
gratuito u oneroso.
c) En interés de la ciencia: se relaciona con la autorización de la persona para participar en
investigación en salud.

Derecho a la disposición del cadáver

El derecho no se ha ocupado adecuadamente de este tema. La doctrina nos dice que la


persona puede, en vida, adoptar disposiciones sobre el destino a darse a a su propio cuerpo una vez
muerto. Es entendible que tales disposiciones no deben estar reñidas con las buenas costumbres, la
moral y la ley. Se ha considerado que con respeto al propio cadáver la persona tiene un derecho, de
carácter personalísimo, sobre cosa futura, limitado por los interese públicos.
La Jurisprudencia ha reconocido el derecho del causante a disponer el modo y formas de sus
exequias e inhumación de su cadáver, y la prevalencia de su voluntad aun sobre las creencias
religiosas de sus herederos, incluso se ha autorizado la cremación del cadáver si así lo hubiera
dispuesto el difunto.
Cuando la persona fallecida no ha dejado instrucciones acerca de sus exequias o destino a
dar a su cadáver, son sus parientes más cercanos quienes deciden acerca de estos extremos; siendo
claro que los mas cercanos excluyen a los mas lejanos.
La decisión de los parientes, además, debe conformarse a las creencias religiosas del
fallecido, y no contrariar los usos y costumbres corrientes sobre sepulturas y custodia de cadáveres.
El Código Civil prevé que la persona capaz puede “disponer, por cualquier forma, el modo y
circunstancias de sus exequias e inhumación, así como la dación de todo o parte de su cadáver con
fines terapéuticos, científicos, pedagógicos, o de índole similar. Si no se expresa la voluntad del
fallecido, la decisión corresponde al cónyuge no separado judicialmente, y en su defecto a los
parientes según orden sucesorio, quienes no pueden dar un destino contrario a los principios
religiosos del difunto.”

Oscar E. Garay (2003) Derechos Fundamentales de los Pacientes. Ad-Hoc. Buenos Aires. Argentina pag.145-169
LEY 26529

PODER LEGISLATIVO NACIONAL (PLN)

Derechos del Paciente en su Relación con los Profesionales e Instituciones de la Salud.


Sanción: 21/10/2009; Promulgación de Hecho: 19/11/2009; Boletín Oficial 20/11/2009.

El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, etc. sancionan con fuerza de Ley:

DERECHOS DEL PACIENTE, HISTORIA CLINICA Y CONSENTIMIENTO INFORMADO

Artículo 1º.- Ambito de aplicación. El ejercicio de los derechos del paciente, en cuanto a la autonomía de la voluntad, la
información y la documentación clínica, se rige por la presente ley.

Capítulo I
DERECHOS DEL PACIENTE EN SU RELACION CON LOS PROFESIONALES
E INSTITUCIONES DE LA SALUD

Art. 2º.- Derechos del paciente. Constituyen derechos esenciales en la relación entre el paciente y el o los
profesionales de la salud, el o los agentes del seguro de salud, y cualquier efector de que se trate, los
siguientes:
a) Asistencia. El paciente, prioritariamente los niños, niñas y adolescentes, tiene derecho a ser asistido por los
profesionales de la salud, sin menoscabo y distinción alguna, producto de sus ideas, creencias religiosas,
políticas, condición socioeconómica, raza, sexo, orientación sexual o cualquier otra condición. El profesional
actuante sólo podrá eximirse del deber de asistencia, cuando se hubiere hecho cargo efectivamente del
paciente otro profesional competente;

b) Trato digno y respetuoso. El paciente tiene el derecho a que los agentes del sistema de salud
intervinientes, le otorguen un trato digno, con respeto a sus convicciones personales y morales,
principalmente las relacionadas con sus condiciones socioculturales, de género, de pudor y a su intimidad,
cualquiera sea el padecimiento que presente, y se haga extensivo a los familiares o acompañantes;

c) Intimidad. Toda actividad médico - asistencial tendiente a obtener, clasificar, utilizar, administrar, custodiar
y transmitir información y documentación clínica del paciente debe observar el estricto respeto por la dignidad
humana y la autonomía de la voluntad, así como el debido resguardo de la intimidad del mismo y la
confidencialidad de sus datos sensibles, sin perjuicio de las previsiones contenidas en la Ley Nº 25.326;

d) Confidencialidad. El paciente tiene derecho a que toda persona que participe en la elaboración o
manipulación de la documentación clínica, o bien tenga acceso al contenido de la misma, guarde la debida
reserva, salvo expresa disposición en contrario emanada de autoridad judicial competente o autorización del
propio paciente;
e) Autonomía de la Voluntad. El paciente tiene derecho a aceptar o rechazar determinadas terapias o
procedimientos médicos o biológicos, con o sin expresión de causa, como así también a revocar
posteriormente su manifestación de la voluntad. Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a intervenir
en los términos de la Ley Nº 26.061 a los fines de la toma de decisión sobre terapias o procedimientos
médicos o biológicos que involucren su vida o salud;

f) Información Sanitaria. El paciente tiene derecho a recibir la información sanitaria necesaria, vinculada a su
salud. El derecho a la información sanitaria incluye el de no recibir la mencionada información.

g) Interconsulta Médica. El paciente tiene derecho a recibir la información sanitaria por escrito, a fin de
obtener una segunda opinión sobre el diagnóstico, pronóstico o tratamiento relacionados con su estado de
salud.

Capítulo II
DE LA INFORMACION SANITARIA

Art. 3º.- Definición. A los efectos de la presente ley, entiéndase por información sanitaria aquella que, de
manera clara, suficiente y adecuada a la capacidad de comprensión del paciente, informe sobre su estado de
salud, los estudios y tratamientos que fueren menester realizarle y la previsible evolución, riesgos,
complicaciones o secuelas de los mismos.
Art. 4º.- Autorización. La información sanitaria sólo podrá ser brindada a terceras personas, con autorización
del paciente.

En el supuesto de incapacidad del paciente o imposibilidad de comprender la información a causa de su estado


físico o psíquico, la misma será brindada a su representante legal o, en su defecto, al cónyuge que conviva
con el paciente, o la persona que, sin ser su cónyuge, conviva o esté a cargo de la asistencia o cuidado del
mismo y los familiares hasta el cuarto grado de consanguinidad.

Capítulo III
DEL CONSENTIMIENTO INFORMADO

Art. 5º.- Definición. Entiéndese por consentimiento informado, la declaración de voluntad suficiente efectuada
por el paciente, o por sus representantes legales en su caso, emitida luego de recibir, por parte del profesional
interviniente, información clara, precisa y adecuada con respecto a:
a) Su estado de salud;
b) El procedimiento propuesto, con especificación de los objetivos perseguidos;
c) Los beneficios esperados del procedimiento;
d) Los riesgos, molestias y efectos adversos previsibles;
e) La especificación de los procedimientos alternativos y sus riesgos, beneficios y perjuicios en relación con el
procedimiento propuesto;
f) Las consecuencias previsibles de la no realización del procedimiento propuesto o de los alternativos
especificados.
Art. 6º.- Obligatoriedad. Toda actuación profesional en el ámbito médico-sanitario, sea público o privado,
requiere, con carácter general y dentro de los límites que se fijen por vía reglamentaria, el previo
consentimiento informado del paciente.
Art. 7º.- Instrumentación. El consentimiento será verbal con las siguientes excepciones, en los que será por
escrito y debidamente suscrito:

a) Internación;
b) Intervención quirúrgica;
c) Procedimientos diagnósticos y terapéuticos invasivos;
d) Procedimientos que implican riesgos según lo determine la reglamentación de la presente ley;
e) Revocación.
Art. 8º.- Exposición con fines académicos.
Se requiere el consentimiento del paciente o en su defecto, el de sus representantes legales, y del profesional
de la salud interviniente ante exposiciones con fines académicos, con carácter previo a la realización de dicha
exposición.
Art. 9º.- Excepciones al consentimiento informado. El profesional de la salud quedará eximido de requerir el
consentimiento informado en los siguientes casos:

a) Cuando mediare grave peligro para la salud pública;

b) Cuando mediare una situación de emergencia, con grave peligro para la salud o vida del paciente, y no
pudiera dar el consentimiento por sí o a través de sus representantes legales.

Las excepciones establecidas en el presente artículo se acreditarán de conformidad a lo que establezca la


reglamentación, las que deberán ser interpretadas con carácter restrictivo.

Art. 10.- Revocabilidad. La decisión del paciente o de su representante legal, en cuanto a consentir o rechazar
los tratamientos indicados, puede ser revocada. El profesional actuante debe acatar tal decisión, y dejar
expresa constancia de ello en la historia clínica, adoptando para el caso todas las formalidades que resulten
menester a los fines de acreditar fehacientemente tal manifestación de voluntad, y que la misma fue adoptada
en conocimientos de los riesgos previsibles que la misma implica.

En los casos en que el paciente o su representante legal revoquen el rechazo dado a tratamientos indicados,
el profesional actuante sólo acatará tal decisión si se mantienen las condiciones de salud del paciente que en
su oportunidad aconsejaron dicho tratamiento. La decisión debidamente fundada del profesional actuante se
asentará en la historia clínica.

Art. 11.- Directivas anticipadas. Toda persona capaz mayor de edad puede disponer directivas anticipadas
sobre su salud, pudiendo consentir o rechazar determinados tratamientos médicos, preventivos o paliativos, y
decisiones relativas a su salud. Las directivas deberán ser aceptadas por el médico a cargo, salvo las que
impliquen desarrollar prácticas eutanásicas, las que se tendrán como inexistentes.

Capítulo IV
DE LA HISTORIA CLINICA

Art. 12.- Definición y alcance. A los efectos de esta ley, entiéndase por historia clínica, el documento
obligatorio cronológico, foliado y completo en el que conste toda actuación realizada al paciente por
profesionales y auxiliares de la salud.
Art. 13.- Historia clínica informatizada. El contenido de la historia clínica, puede confeccionarse en soporte
magnético siempre que se arbitren todos los medios que aseguren la preservación de su integridad,
autenticidad, inalterabilidad, perdurabilidad y recuperabilidad de los datos contenidos en la misma en tiempo y
forma. A tal fin, debe adoptarse el uso de accesos restringidos con claves de identificación, medios no
reescribibles de almacenamiento, control de modificación de campos o cualquier otra técnica idónea para
asegurar su integridad.

La reglamentación establece la documentación respaldatoria que deberá conservarse y designa a los


responsables que tendrán a su cargo la guarda de la misma.

Art. 14.- Titularidad. El paciente es el titular de la historia clínica. A su simple requerimiento debe
suministrársele copia de la misma, autenticada por autoridad competente de la institución asistencial. La
entrega se realizará dentro de las cuarenta y ocho (48) horas de solicitada, salvo caso de emergencia.

Art. 15.- Asientos. Sin perjuicio de lo establecido en los artículos precedentes y de lo que disponga la
reglamentación, en la historia clínica se deberá asentar:
a) La fecha de inicio de su confección;
b) Datos identificatorios del paciente y su núcleo familiar;
c) Datos identificatorios del profesional interviniente y su especialidad;
d) Registros claros y precisos de los actos realizados por los profesionales y auxiliares intervinientes;
e) Antecedentes genéticos, fisiológicos y patológicos si los hubiere;
f) Todo acto médico realizado o indicado, sea que se trate de prescripción y suministro de medicamentos,
realización de tratamientos, prácticas, estudios principales y complementarios afines con el diagnóstico
presuntivo y en su caso de certeza, constancias de intervención de especialistas, diagnóstico, pronóstico,
procedimiento, evolución y toda otra actividad inherente, en especial ingresos y altas médicas.
Los asientos que se correspondan con lo establecido en los incisos d), e) y f) del presente artículo, deberán
ser realizados sobre la base de nomenclaturas y modelos universales adoptados y actualizados por la
Organización Mundial de la Salud, que la autoridad de aplicación establecerá y actualizará por vía
reglamentaria.
Art. 16.- Integridad. Forman parte de la historia clínica, los consentimientos informados, las hojas de
indicaciones médicas, las planillas de enfermería, los protocolos quirúrgicos, las prescripciones dietarias, los
estudios y prácticas realizadas, rechazadas o abandonadas, debiéndose acompañar en cada caso, breve
sumario del acto de agregación y desglose autorizado con constancia de fecha, firma y sello del profesional
actuante.

Art. 17.- Unicidad. La historia clínica tiene carácter único dentro de cada establecimiento asistencial público o
privado, y debe identificar al paciente por medio de una “clave uniforme”, la que deberá ser comunicada al
mismo.

Art. 18.- Inviolabilidad. Depositarios.

La historia clínica es inviolable. Los establecimientos asistenciales públicos o privados y los profesionales de la
salud, en su calidad de titulares de consultorios privados, tienen a su cargo su guarda y custodia, asumiendo
el carácter de depositarios de aquélla, y debiendo instrumentar los medios y recursos necesarios a fin de
evitar el acceso a la información contenida en ella por personas no autorizadas. A los depositarios les son
extensivas y aplicables las disposiciones que en materia contractual se establecen en el Libro II, Sección III,
del Título XV del Código Civil, “Del depósito”, y normas concordantes.

La obligación impuesta en el párrafo precedente debe regir durante el plazo mínimo de DIEZ (10) años de
prescripción liberatoria de la responsabilidad contractual. Dicho plazo se computa desde la última actuación
registrada en la historia clínica y vencido el mismo, el depositario dispondrá de la misma en el modo y forma
que determine la reglamentación.

Art. 19.- Legitimación. Establécese que se encuentran legitimados para solicitar la historia clínica:
a) El paciente y su representante legal;
b) El cónyuge o la persona que conviva con el paciente en unión de hecho, sea o no de distinto sexo según
acreditación que determine la reglamentación y los herederos forzosos, en su caso, con la autorización del
paciente, salvo que éste se encuentre imposibilitado de darla;
c) Los médicos, y otros profesionales del arte de curar, cuando cuenten con expresa autorización del paciente
o de su representante legal.
A dichos fines, el depositario deberá disponer de un ejemplar del expediente médico con carácter de copia de
resguardo, revistiendo dicha copia todas las formalidades y garantías que las debidas al original. Asimismo
podrán entregarse, cuando corresponda, copias certificadas por autoridad sanitaria respectiva del expediente
médico, dejando constancia de la persona que efectúa la diligencia, consignando sus datos, motivos y demás
consideraciones que resulten menester.
Art. 20.- Negativa. Acción. Todo sujeto legitimado en los términos del artículo 19 de la presente ley, frente a la
negativa, demora o silencio del responsable que tiene a su cargo la guarda de la historia clínica, dispondrá del
ejercicio de la acción directa de “habeas data” a fin de asegurar el acceso y obtención de aquélla. A dicha
acción se le imprimirá el modo de proceso que en cada jurisdicción resulte más apto y rápido.

En jurisdicción nacional, esta acción quedará exenta de gastos de justicia.

Art. 21.- Sanciones. Sin perjuicio de la responsabilidad penal o civil que pudiere corresponder, los
incumplimientos de las obligaciones emergentes de la presente ley por parte de los profesionales y
responsables de los establecimientos asistenciales constituirán falta grave, siendo pasibles en la jurisdicción
nacional de las sanciones previstas en el título VIII de la Ley 17.132 -Régimen Legal del Ejercicio de la
Medicina, Odontología y Actividades Auxiliares de las mismas- y, en las jurisdicciones locales, serán pasibles de
las sanciones de similar tenor que se correspondan con el régimen legal del ejercicio de la medicina que rija
en cada una de ellas.

Capítulo V
DISPOSICIONES GENERALES

Art. 22.- Autoridad de aplicación nacional y local. Es autoridad de aplicación de la presente ley en la
jurisdicción nacional, el Ministerio de Salud de la Nación, y en cada una de las jurisdicciones provinciales y
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la máxima autoridad sanitaria local.
Invítase a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a adherir a la presente ley en lo que es
materia del régimen de sanciones y del beneficio de gratuidad en materia de acceso a la justicia.
Art. 23.- Vigencia. La presente ley es de orden público, y entrará en vigencia a partir de los NOVENTA (90)
días de la fecha de su publicación.
Art. 24.- Reglamentación. El Poder Ejecutivo debe reglamentar la presente ley dentro de los NOVENTA (90)
días contados a partir de su publicación.
Art. 25.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.
Dada en la Sala de Sesiones del Congreso Argentino, en Buenos Aires, a los veintiún días del mes de octubre
del año dos mil nueve. Registrada bajo el N º 26.529.

Julio C. C. Cobos; Eduardo A. Fellner; Enrique Hidalgo; Juan H. Estrada.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Ley de Derechos del Paciente Historia Clínica y Consentimiento Informado
Ley Nº 25659

En su relación con los profesionales e instituciones de salud

Constituyen derechos esenciales en la relación entre el paciente y los profesionales y efectores de salud

a) Asistencia
b) Trato digno y respetuoso
c) Intimidad
d) Confidencialidad
e) Autonomía de la voluntad
f) Información sanitaria

Consentimiento Informado

Art. 5º.- Definición. Entiéndase por consentimiento informado, la declaración de voluntad suficiente
efectuada por el paciente, o por sus representantes legales en su caso, emitida luego de recibir, por parte del
profesional interviniente, información clara, precisa y adecuada con respecto a su estado de salud y todo lo
relacionado a los procedimientos o tratamientos que se le realizaran.

El consentimiento será verbal con las siguientes excepciones, en los que será por escrito y debidamente
suscrito:

a) Internación;
b) Intervención quirúrgica;
c) Procedimientos diagnósticos y terapéuticos invasivos;
d) Procedimientos que implican riesgos según lo determine la reglamentación de la presente ley;
e) Revocación.

Cuatro requisitos

1. El enfermo debe estar en condiciones y capacidad de razonar y tomar decisiones.

2. La decisión debe ser voluntaria y sin coerción.

3. El enfermo debe tener clara la idea de los riesgos y beneficios del tratamiento propuesto.

4. El enfermo no debe estar bajo efectos de sedantes en el momento de dar su consentimiento.


Excepciones al consentimiento informado.

El profesional de la salud quedará eximido de requerir el consentimiento informado en los siguientes casos:

a) Cuando mediare grave peligro para la salud pública;

b) Cuando mediare una situación de emergencia, con grave peligro para la salud o vida del paciente, y
no pudiera dar el consentimiento por sí o a través de sus representantes legales.

Directivas anticipadas.

Toda persona capaz mayor de edad puede disponer directivas anticipadas sobre su salud, pudiendo consentir
o rechazar determinados tratamientos médicos, preventivos o paliativos, y decisiones relativas a su salud. Las
directivas deberán ser aceptadas por el médico a cargo, salvo las que impliquen desarrollar prácticas
eutanásicas, las que se tendrán como inexistentes.

LA HISTORIA CLÍNICA

Art. 12.- Definición y alcance. A los efectos de esta ley, entiéndase por historia clínica, el documento
obligatorio cronológico, foliado y completo en el que conste toda actuación realizada al paciente por
profesionales y auxiliares de la salud.

“VALOR LEGAL DE LA HISTORIA CLÍNICA”

Principios Jurídicos

La H.C. se la define como el documento médico-legal donde quedan registrados todos los actos y actividades
médico-sanitarias realizados al paciente y todos los datos relativos a su salud, que se elabora con la finalidad
de facilitar su asistencia, desde su nacimiento hasta su muerte.

La jurisprudencia ha dicho que la historia clínica debe ser elaborada con precisión, corrección y el mayor
detalle posible.

Características de la Historia Clínica

Debe ser perfectamente identificable.


Debe tener una relación ordenada, detallada y cronológica de todos los datos, tanto anteriores como
actuales del paciente, que sirva de base para el juicio de la enfermedad actual.
Controlar la evolución, haciendo constar los cambios operados en forma diaria.
Deberá contener la actividad profesional y las indicaciones prescritas.
Cada registro deberá llevar firma y sello aclaratorio del profesional interviniente.
Los datos identificación deben coincidir con cada uno de los formularios que integran la Historia
Clínica.
La Historia Clínica está constituida por la suma de Registros, con las Historias de:

Nutrición.
Radiología.
Enfermería.
Laboratorio.
Médica.
Otras.

VALOR LEGAL DE LOS REGISTROS DE ENFERMERÍA COMO PRUEBA DE LA ATENCION BRINDADA

Los Registros Enfermeros representan una “Declaración jurada de las prestaciones de Enfermería”

Registros: Definición

Documentación que los profesionales, individualmente (ficha) o institucionalmente (Historia


Clínica deben llenar en la atención de pacientes, los cuales deben conservarse durante un tiempo legal, a
disposición del paciente, los profesionales y las autoridades administrativas y judiciales.

Fuente: Diccionario Médico-Legal.

Composición de una Historia de Enfermería

Requisitos legales necesarios

Hoja de Valoración de Enfermería.


Hoja de Balances y Parámetros vitales.
Hoja de Prestaciones efectuadas por Enfermería.
Hoja de Evolución de Enfermería.

Otros:
Hoja de Plan de Cuidados de Enfermería.
Hoja de epicrisis de Enfermería.

Los Aspectos Legales, en el Ejercicio de la ENFERMERÍA, Suponen que:

Todo profesional debe conocer y saber cuál es y, qué ordena el marco legal que regula el ejercicio de su
profesión, es decir, respecto a los derechos y obligaciones que tienen como PROFESIONALES

Algunos principio del derecho, expresan que:

“No es un atenuante aducir desconocer una Ley, para no cumplirla”


“Lo que no está escrito, no está hecho”
Ley 12245,del Ejercicio profesional de la Enfermería en la Pcia. De Bs. As.

Art. 3:...les está permitido a Lic. En Enfermería y Enfermeros...:


Inc. E: Organizar y controlar sistemas de informes o registros pertinentes a enfermería.
Inc. R:
Pto. H: Observar, evaluar y registrar signos y síntomas que presentan los pacientes, decidiendo las
acciones de enfermería a seguir.
Pto. Q: Realizar el control y el registro de ingresos y egresos del paciente.
Pto. U: Realizar el registro de evolución de paciente y de prestaciones de enfermería del individuo y
la familia, consignando: fecha, firma y número de matrícula.

Ley N°153/99 (Básica de Salud) y su reglamentación

• Inc. D: En su reglamentación, párrafo 3°: La H. Cl. Y los registros profesionales y auxiliares deberán
estar redactados en forma legible, sin dejar espacios en blanco ni alterar el orden de los asientos. Las
enmiendas o raspaduras deberán ser salvadas. Estos documentos serán llevados al día, fechados y
firmados por el profesional actuante, con aclaración de su nombre, apellido y n° de matrícula
profesional.

PARA TENER EN CUENTA

Legalmente, cada Enfermero es responsable de sus actos.

Enfermería no puede evadir esta responsabilidad explicando que un médico indicó a la enfermera
llevar a cabo las acciones que perjudicaron al paciente.

Se espera que los Enfermeros utilicemos nuestro criterio para cuestionar las indicaciones que sean
inapropiadas o que probablemente perjudiquen al paciente.

Los registros en la historia clínica son uno de los elementos probatorios de la diligencia profesional

Características de los Registros de Enfermería

1. Coherente

Las anotaciones deben ser precisas, que no den lugar a interpretaciones sin fundamento fáctico. Las
contradicciones en los registros, dentro de una misma historia clínica, la cubren con un manto de duda.

2. Completo

El registro debe incluir todas y cada una de las actuaciones en relación al paciente. No deben omitirse
anotaciones que puedan ser relevantes. Deben contener sólo hechos, no apreciaciones subjetivas.

3. Diligenciado

No deben dejarse espacios en blanco. Respetar el orden, llenar todos los ítems requeridos.
4. Legible

Debe ser claro, que su lectura textual, no dé la oportunidad de hacer diferentes interpretaciones y que
ofrezca seguridad a quien continuará con la prestación del servicio.

5. Fecha, Hora, Firma, Aclaración y Nº de Matricula

Estos datos formales dan al registro el carácter de documento privado y legal, identifican al autor de cada
anotación y precisan el momento en que cada profesional involucrado interviene. Existe un principio
general de derecho según el cual cada persona responde por sus propias acciones u omisiones.

PARA TENER EN CUENTA

1. Nunca registre sus cuidados antes de tiempo, o al final de su turno


2. Utilice letra clara, legible
3. No utilice abreviaturas que solo Ud. comprende, no intente ser creativo
4. Redacte sin faltas de ortografía
5. No tache o borre algo que ha registrado, tampoco utilice corrector
6. No deje espacios en blanco
7. Sea preciso en sus registros, no utilice términos como: parece, aparentemente, creo, otros; que lo
que escriba tenga sentido
8. No delegue actividades o funciones de su competencia en personas no autorizadas para ello.
9. No administre medicación ni registre actividades que no haya realizado personalmente.
10. No cumpla con indicaciones verbales (solamente en caso de urgencias) y exija la indicación por
escrito de parte del médico responsable lo antes posible.
11. Exija que las indicaciones sean claras y precisas.
12. Valore siempre a los enfermos antes de administrar medicación o tratamiento alguno.
13. Cada vez que solicite la presencia del médico para evaluar al paciente, registre horario y nombre del
médico, si debió reiterar el pedido, lo que manifestó y a qué hora se hizo presente y lo que ha
indicado

PARA NO OLVIDAR!!

-“Los tribunales tienen una débil visión de las evidencias basadas en el recuerdo no apoyado por la
documentación escrita, especialmente cuando ha pasado mucho tiempo entre los sucesos y el juicio.

-Un fiscal nunca perderá la oportunidad de señalar al jurado que un suceso importante no fue registrado por
los profesionales de los cuidados.

-Algunos tribunales sostienen que la falta de exactitud en la documentación se puede considerar como
evidencia de negligencia”

Cushing 1982
American Journal of Nursing
LEY 23.798 - LUCHA CONTRA EL SÍNDROME DE INMUNODEFICIENCIA
ADQUIRIDA (SIDA) Y DECRETO 1244 REGLAMENTARIO DE LA MISMA LEY.

Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida. Declaración de interés nacional a la lucha contra el mismo,


estableciendo medidas para la detección, investigación, diagnóstico y tratamiento. Aceptación de las
modificaciones introducidas por el Honorable Senado (expedientes 92. 1.148, 1.781 y 3.295 - D.87; Orden
del día Nº 533/90).

Artículo 1º - Declárase de interés nacional a la lucha contra el síndrome de inmunodeficiencia adquirida,


entendiéndose por tal la detección e investigación de sus agentes causales, el diagnóstico y tratamiento de la
enfermedad, su prevención, asistencia y rehabilitación, incluyendo la de sus patologías derivadas, como así
también las medidas tendientes a evitar su propagación, en primer lugar la educación de la población.
Artículo. - 2º - Las disposiciones de la presente ley y de las normas complementarias que se establezcan, se
interpretarán teniendo presente que en ningún caso pueda:
a) Afectar la dignidad de la persona;
b) Producir cualquier efecto de marginación, estigmatización, degradación o humillación;
c) Exceder el marco de las excepciones legales taxativas al secreto médico que siempre se
interpretarán en forma respectiva;
d) lncursionar en el ámbito de la privacidad de cualquier habitante de la Nació n Argentina;
e) Individualizar a las personas a través de fichas, registros o almacenamiento de datos, los cuales, a
tales efectos, deberán llevarse en forma codificada.
Artículo 3º - Las disposiciones de la presente ley será n de aplicación en todo el territorio de la República. La
autoridad de aplicación será el Ministerio de Salud y Acción Social de la Nació n, a través de la Subsecretaría
de Salud, la que podrá concurrir a cualquier parte del país para contribuir al cumplimiento de esta ley. Su
ejecución en cada jurisdicción estará a cargo de las respectivas autoridades sanitarias a cuyos fines podrá n
dictar las normas complementarias que consideran necesarias para el mejor cumplimiento de la misma y su
reglamentación.
Artículo 4º - A los efectos de esta ley, las autoridades sanitarias deberán:
a) Desarrollar programas destinados al cumplimiento de las acciones descriptas en el artículo 1,
gestionado los recursos para su financiación y ejecución;
b) Promover la capacitación de recursos humanos y propender al desarrollo de actividades de
investigación, coordinando sus actividades con otros organismos públicos y privados, nacionales,
provinciales o municipales e internacionales;
c) Aplicar métodos que aseguren la efectividad de los requisitos de máxima calidad y seguridad;
d) Cumplir con el sistema de información que se establezca;
e) Promover la concentración de acuerdos internacionales para la formulación y desarrollo de
programas comunes relacionados con los fines de esta ley;
f) El Poder Ejecutivo arbitrará medidas para llevar a conocimiento de la población las características
del SIDA, las posibles causas o medios de transmisión y contagio, las medidas aconsejables de
prevención y los tratamientos adecuados para su curación, en forma tal que se evite fa difusión
inescrupulosa de noticias interesadas.
Artículo 5º - El Poder Ejecutivo establecerá dentro de los 60 días de promulgada esta ley, las medidas a
observar en relación a la población de instituciones cerradas o semicerradas, dictando las normas de
bioseguridad destinadas a la detección de infectados, prevención de la propagación del virus, el control y
tratamiento de los enfermos, y la vigilancia y protección del personal actuante.
Artículo 6º - Los profesionales que asistan a personas integrantes de grupos en riesgo de adquirir el síndrome
de inmunodeficiencia está n obligados a prescribir las pruebas diagnósticas adecuadas para la detección
directa indirecta de la infección.
Artículo 7º - Declárase obligatoria la detección del virus y de sus anticuerpos en sangre humana destinada a
transfusión, elaboración de plasma y otros de los derivados sanguíneos de origen humano para cualquier uso
terapéutico. Declárase obligatoria, además, la mencionada investigación en los donantes de órganos para
trasplante y otros usos humanos, debiendo ser descartadas las muestras de sangre, hemoderivados y
órganos para trasplante que muestren positividad.
Artículo 8º - Los profesionales que detecten el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) o posean presunción
fundada de que un individuo es portador, deberá n informarles sobre el carácter infectocontagiosos del
mismo, los medios y formas de transmitirlo y su derecho a recibir asistencia adecuada.
Artículo 9º - Se incorporará a los controles actualmente en vigencia para inmigrantes, que soliciten su
radicación definitiva en el país, la realización de las pruebas de rastreo que determine la autoridad de
aplicación para detección del VIH.
Artículo 10º - La notificación de casos de enfermos de SIDA deberá ser practicada dentro de las cuarenta y
ocho horas de confirmado el diagnóstico, en los términos y formas establecidos por la ley 15.465. En
idénticas condiciones se comunicará el fallecimiento de un enfermo y las causas de muerte.
Artículo 11º - Las autoridades sanitarias de los distintos ámbitos de aplicación de esta ley establecerán n y
mantendrá n actualizadas, con fines estadísticos y epidemiológicos, la información de sus á reas de influencia
correspondiente a la prevalencia e incidencia de portadores, infectados y enfermos con el virus de la I.D.H.,
así como también los casos de fallecimiento y las causas de su muerte. Sin perjuicio de la notificación
obligatoria de los prestadores, las obras sociales deberán presentar al INOS una actualización mensual de
esta estadística. Todo organismo, institución o entidad pública o privada, dedicado a la promoción y atención
de la salud tendrá amplio acceso a ella. Las provincias podrá n adherir este sistema de información, con los
fines especificados en el
presente artículo.
Artículo 12º - La autoridad nacional de aplicación establecerá las normas de bioseguridad a las que estará
sujeto el uso de material calificado o no como descartable. El incumplimiento de esas normas será
considerado falta gravísima y la responsabilidad de dicha falta recaerá sobre el personal que las manipule,
como también sobre los propietarios y la dirección técnica de los establecimientos.
Artículo 13º - Los actos u omisiones que impliquen transgresión a las normas de profilaxis de esta ley y las
reglamentaciones que se dicten en consecuencia, será n faltas administrativas, sin perjuicio de cualquier otra
responsabilidad civil o penal en que pudieran estar incursos los infractores.
Artículo 14º - Los infractores a los que se refiere el artículo anterior serán sancionados por la autoridad
sanitaria competente, de acuerdo a la gravedad y/o reincidencia de la infracción con:
a) Multa graduable entre 10 y 100 salarios mínimo, vital y rnóvil;
b) inhabilitación en el ejercicio profesional de un mes a cinco años;
c) clausura total o parcial, temporaria o definitiva del consultorio, clínica, instituto, sanatorio, laboratorio o
cualquier otro local o establecimiento donde actuaren las personas que hayan cometido la infracción.
Las sanciones establecidas en los incisos precedentes podrá n aplicarse independientemente o
conjuntamente en función de las circunstancias previstas en la primera parte de este artículo. En el caso de
reincidencia, se podrá incrementar, hasta el décuplo la sanción aplicada. -
Artículo 15º - A los efectos determinados en este título se considerará reincidentes a quienes, habiendo sido
sancionados, incurran en una nueva infracción, dentro del término de cuatro (4) años contados desde la
fecha en que haya quedado firme la sanción anterior, cualquiera fuese la autoridad sanitaria que la
impusiera. -
Artículo 16º - El monto recaudado en concepto de multa que por intermedio de esta ley aplique la autoridad
sanitaria nacional, ingresará a la cuenta especial "Fondo Nacional de la Salud", dentro de la cual se
contabilizará por separado y deberá utilizarse exclusivamente en erogaciones que propenden al logro de los
fines indicados en el artículo primero. El producto de las multas que apliquen las autoridades sanitarias
provinciales y de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, ingresará de acuerdo con lo que al respecto
se disponga en cada jurisdicción, debiéndose aplicar con la finalidad indicada en el párrafo anterior.
Artículo 17º - Las infracciones a esta ley será n sancionadas por la autoridad sanitaria competente previo
sumario con audiencia de prueba y defensa a los imputados. La constancia del acta labrada en forma, al
tiempo de verificarse la infracción, y en cuanto no sea enervada por otros elementos de juicio, podrá ser
considerada como plena prueba de la responsabilidad de los imputados.
Artículo 18º - La falta de pago de las multas aplicadas hará exigible su cobro por ejecución fiscal,
constituyendo suficiente título ejecutivo del testimonio autenticado de la resolución condenatoria firme.
Artículo 19º - En cada provincia los procedimientos se ajustarán n a lo que al respecto resuelvan las
autoridades competentes de cada jurisdicción, de modo concordante con las disposiciones de este título.
Artículo 20º - Las autoridades sanitarias a las que corresponda actuar de acuerdo a lo dispuesto en el artículo
3º de esta ley está n facultadas para verificar su cumplimiento y el de sus disposiciones mediante
inspecciones y/o pedidos de informes según estime pertinente. A tales fines, sus funcionarios autorizados
tendrá n acceso a cualquier lugar previsto en la presente ley y podrá n proceder a la intervención o secuestro
de elementos probatorios de su inobservancia. A estos efectos podrá n requerir el auxilio de la fuerza pública
o solicitar orden de allanamiento de los jueces competentes.
Artículo 21º - Los gastos que demande el cumplimiento de la dispuesto en el artículo 4º de la presente ley
será n solventados por la Nació n, imputado a "Rentas Generales", y por los respectivos presupuestos de cada
jurisdicción.
Artículo 22º - El Poder Ejecutivo reglamentará, las disposiciones de esta ley con el alcance nacional dentro de
los sesenta días de su promulgación.
Artículo 23º - Comuníquese al Poder Ejecutivo.

DECRETO Nro. 1.244


REGLAMENTACIÓN DE LA LEY Nro. 23.798

Visto la Ley Nº 23.798, y


Considerando:
Que el artículo 22 de la mencionada ley establece que el Poder Ejecutivo Nacional reglamentará las disposiciones de la
misma con alcance nacional.
Que consecuentemente con ello resulta necesaria la aprobación de dichas normas reglamentarias.
Que se actúa en uso de las atribuciones conferidas por el artículo 86, incisos 1) y 2) de la Constitución Nacional y por el
artículo 12 de la ley N9 16.432, incorporado a la ley Nº 11.672 (Complementaria Permanente de Presupuesto).Por ello,
el Presidente de la Nació n Argentina decreta:
Artículo 1º - Apruébese la reglamentación n de la Ley Nro. 23.798, que declaró de interés nacional la Lucha contra el
Síndrome de inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), que como Anexo 1 forma parte integrante del presente Decreto.
Artículo 2º - Créase en el ámbito del Ministerio de Salud y Acción Social la Cuenta Especial Nro. 23.798 con el
correspondiente régimen de funcionamiento obrante en planilla anexa al presente.-
Artículo 3º - Comuníquese, publíquese, dése a la Dirección Nacional del Registro oficial y Archívese

ANEXO 1 DEL DECRETO Nro. 1.244


REGLAMENTACIÓN DE LA LEY (en relación al Secreto Profesional)

Nro. 23.798
(01.07.91)
Artículo 1º - lncorpórase la prevención del SIDA como tema en los programas de enseñanza de los niveles
primario, secundario y terciario de educación. En la esfera de su competencia, actuará el Ministerio de
Cultura y Educación, y se invitará a las Provincias y a la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires a hacer la
propio.
Artículo 2º - incisos a) y b). Para la aplicación de la ley y de la presente Reglamentación deberán respetarse
las disposiciones de la Convención Americana sobre Derechos Humanos llamada Pacto de San José de
Costa Rica, aprobada por Ley Nro. 23.054, y de la Ley Antidiscriminatoria Nº 23.592.
lnciso c). - Los profesionales médicos. así como toda persona que por su ocupación tome conocimiento de
que una persona se encuentra infectada por el virus HIV, o se halle enferma de SIDA, tiene prohibido
revelar dicha información y no pueden ser obligados a suministrarla, salvo en las siguientes circunstancias:
1.- A la Persona infectada o enferma, o a su representante, si se trata de un incapaz.
2.- A otro profesional médico, cuando sea necesario para el cuidado o tratamiento de persona
infectada o enferma.
3.- A los entes del Sistema Nacional de Sangre, creado por el artículo 18 de la Ley Nro. 22.990,
mencionados en los incisos a), b), c), d), e), f), h) e i), del citado artículo, así como a los organismos
comprendidos en el artículo 7mo., de la Ley Nº 21.541.
4.- Al Director de la Institución Hospitalaria, en su caso al Director de su servicio de Hemoterapia,
con relación a personas infectadas o enfermas que sean asistidas en ellos, cuando resulte necesario
para dicha asistencia.
5.- A los Jueces en virtud de auto judicial dictado por el Juez en causas criminales o en las que se
ventilen asuntos de familia.
6.- A los establecimientos mencionados en el artículo 11, inciso b) de la Ley de Adopción, Nº19.134.
Esta información solo podrá ser transmitida a los padres sustitutos, guardadores o futuros
adoptantes.
7.- Bajo responsabilidad del médico a quien o quienes deban tener esa información para evitar un
mal mayor.

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Ley 26657 – SALUD MENTAL

Diciembre 3, 2010 | Posteado en Legislación Nacional

SALUD PÚBLICA
Derecho a la Protección de la Salud Mental. Disposiciones complementarias. Derógase la Ley Nº 22.914.
B.O. 03/12/10
Sancionada: 25/11/2010
Promulgada: 02/12/2010

El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, etc. Sancionan con fuerza de
Ley: LEY NACIONAL DE SALUD MENTAL

Capítulo I Derechos y garantías


ARTICULO 1° — La presente ley tiene por objeto asegurar el derecho a la protección de la salud mental de
todas las personas, y el pleno goce de los derechos humanos de aquellas con padecimiento mental que se
encuentran en el territorio nacional, reconocidos en los instrumentos internacionales de derechos humanos,
con jerarquía constitucional, sin perjuicio de las regulaciones más beneficiosas que para la protección de estos
derechos puedan establecer las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
ARTICULO 2° — Se consideran parte integrante de la presente ley los Principios de Naciones Unidas para la
Protección de los Enfermos Mentales y para el Mejoramiento de la Atención de Salud Mental, adoptado por la
Asamblea General en su resolución 46/119 del 17 de diciembre de 1991. Asimismo, la Declaración de Caracas
de la Organización Panamericana de la Salud y de la Organización Mundial de la Salud, para la
Reestructuración de la Atención Psiquiátrica dentro de los Sistemas Locales de Salud, del 14 de noviembre de
1990, y los Principios de Brasilia Rectores; para el Desarrollo de la Atención en Salud Mental en las Américas,
del 9 de noviembre de 1990, se consideran instrumentos de orientación para la planificación de políticas
públicas.

Capítulo II Definición
ARTICULO 3° — En el marco de la presente ley se reconoce a la salud mental como un proceso determinado
por componentes históricos, socio-económicos, culturales, biológicos y psicológicos, cuya preservación y
mejoramiento implica una dinámica de construcción social vinculada a la concreción de los derechos humanos
y sociales de toda persona.
Se debe partir de la presunción de capacidad de todas las personas.
En ningún caso puede hacerse diagnóstico en el campo de la salud mental sobre la base exclusiva de: a)
Status político, socio-económico, pertenencia a un grupo cultural, racial o religioso; b) Demandas familiares,
laborales, falta de conformidad o adecuación con valores morales, sociales, culturales, políticos o creencias
religiosas prevalecientes en la comunidad donde vive la persona; c) Elección o identidad sexual; d) La mera
existencia de antecedentes de tratamiento u hospitalización.
ARTICULO 4° — Las adicciones deben ser abordadas como parte integrante de las políticas de salud mental.
Las personas con uso problemático de drogas, legales e ilegales, tienen todos los derechos y garantías que se
establecen en la presente ley en su relación con los servicios de salud.
ARTICULO 5° — La existencia de diagnóstico en el campo de la salud mental no autoriza en ningún caso a
presumir riesgo de daño o incapacidad, lo que sólo puede deducirse a partir de una evaluación
interdisciplinaria de cada situación particular en un momento determinado.

Capítulo III Ámbito de aplicación


ARTICULO 6° — Los servicios y efectores de salud públicos y privados, cualquiera sea la forma jurídica que
tengan, deben adecuarse a los principios establecidos en la presente ley.

Capítulo IV Derechos de las personas con padecimiento mental


ARTICULO 7° — El Estado reconoce a las personas con padecimiento mental los siguientes derechos: a)
Derecho a recibir atención sanitaria y social integral y humanizada, a partir del acceso gratuito, igualitario y
equitativo a las prestaciones e insumos necesarios, con el objeto de asegurar la recuperación y preservación
de su salud; b) Derecho a conocer y preservar su identidad, sus grupos de pertenencia, su genealogía y su
historia; c) Derecho a recibir una atención basada en fundamentos científicos ajustados a principios éticos; d)
Derecho a recibir tratamiento y a ser tratado con la alternativa terapéutica más conveniente, que menos
restrinja sus derechos y libertades, promoviendo la integración familiar, laboral y comunitaria; e) Derecho a
ser acompañado antes, durante y luego del tratamiento por sus familiares, otros afectos o a quien la persona
con padecimiento mental designe; f) Derecho a recibir o rechazar asistencia o auxilio espiritual o religioso; g)
Derecho del asistido, su abogado, un familiar, o allegado que éste designe, a acceder a sus antecedentes
familiares, fichas e historias clínicas; h) Derecho a que en el caso de internación involuntaria o voluntaria
prolongada, las condiciones de la misma sean supervisadas periódicamente por el órgano de revisión; i)
Derecho a no ser identificado ni discriminado por un padecimiento mental actual o pasado; j) Derecho a ser
informado de manera adecuada y comprensible de los derechos que lo asisten, y de todo lo inherente a su
salud y tratamiento, según las normas del consentimiento informado, incluyendo las alternativas para su
atención, que en el caso de no ser comprendidas por el paciente se comunicarán a los familiares, tutores o
representantes legales; k) Derecho a poder tomar decisiones relacionadas con su atención y su tratamiento
dentro de sus posibilidades; l) Derecho a recibir un tratamiento personalizado en un ambiente apto con
resguardo de su intimidad, siendo reconocido siempre como sujeto de derecho, con el pleno respeto de su
vida privada y libertad de comunicación; m) Derecho a no ser objeto de investigaciones clínicas ni
tratamientos experimentales sin un consentimiento fehaciente; n) Derecho a que el padecimiento mental no
sea considerado un estado inmodificable; o) Derecho a no ser sometido a trabajos forzados; p) Derecho a
recibir una justa compensación por su tarea en caso de participar de actividades encuadradas como
laborterapia o trabajos comunitarios, que impliquen producción de objetos, obras o servicios que luego sean
comercializados.

Capítulo V Modalidad de abordaje


ARTICULO 8° — Debe promoverse que la atención en salud mental esté a cargo de un equipo interdisciplinario
integrado por profesionales, técnicos y otros trabajadores capacitados con la debida acreditación de la
autoridad competente.
Se incluyen las áreas de psicología, psiquiatría, trabajo social, enfermería, terapia ocupacional y otras
disciplinas o campos pertinentes.
ARTICULO 9° — El proceso de atención debe realizarse preferentemente fuera del ámbito de internación
hospitalario y en el marco de un abordaje interdisciplinario e intersectorial, basado en los principios de la
atención primaria de la salud. Se orientará al reforzamiento, restitución o promoción de los lazos sociales.
ARTICULO 10. — Por principio rige el consentimiento informado para todo tipo de intervenciones, con las
únicas excepciones y garantías establecidas en la presente ley.
Las personas con discapacidad tienen derecho a recibir la información a través de medios y tecnologías
adecuadas para su comprensión.
ARTICULO 11. — La Autoridad de Aplicación debe promover que las autoridades de salud de cada jurisdicción,
en coordinación con las áreas de educación, desarrollo social, trabajo y otras que correspondan, implementen
acciones de inclusión social, laboral y de atención en salud mental comunitaria. Se debe promover el
desarrollo de dispositivos tales como: consultas ambulatorias; servicios de inclusión social y laboral para
personas después del alta institucional; atención domiciliaria supervisada y apoyo a las personas y grupos
familiares y comunitarios; servicios para la promoción y prevención en salud mental, así como otras
prestaciones tales como casas de convivencia, hospitales de día, cooperativas de trabajo, centros de
capacitación socio-laboral, emprendimientos sociales, hogares y familias sustitutas.
ARTICULO 12. — La prescripción de medicación sólo debe responder a las necesidades fundamentales de la
persona con padecimiento mental y se administrará exclusivamente con fines terapéuticos y nunca como
castigo, por conveniencia de terceros, o para suplir la necesidad de acompañamiento terapéutico o cuidados
especiales. La indicación y renovación de prescripción de medicamentos sólo puede realizarse a partir de las
evaluaciones profesionales pertinentes y nunca de forma automática. Debe promoverse que los tratamientos
psicofarmacológicos se realicen en el marco de abordajes interdisciplinarios.

Capítulo VI Del equipo interdisciplinario


ARTICULO 13. — Los profesionales con título de grado están en igualdad de condiciones para ocupar los
cargos de conducción y gestión de los servicios y las instituciones, debiendo valorarse su idoneidad para el
cargo y su capacidad para integrar los diferentes saberes que atraviesan el campo de la salud mental. Todos
los trabajadores integrantes de los equipos asistenciales tienen derecho a la capacitación permanente y a la
protección de su salud integral, para lo cual se deben desarrollar políticas específicas.
Capítulo VII Internaciones
ARTICULO 14. — La internación es considerada como un recurso terapéutico de carácter restrictivo, y sólo
puede llevarse a cabo cuando aporte mayores beneficios terapéuticos que el resto de las intervenciones
realizables en su entorno familiar, comunitario o social. Debe promoverse el mantenimiento de vínculos,
contactos y comunicación de las personas internadas con sus familiares, allegados y con el entorno laboral y
social, salvo en aquellas excepciones que por razones terapéuticas debidamente fundadas establezca el equipo
de salud interviniente.
ARTICULO 15. — La internación debe ser lo más breve posible, en función de criterios terapéuticos
interdisciplinarios. Tanto la evolución del paciente como cada una de las intervenciones del equipo
interdisciplinario deben registrarse a diario en la historia clínica. En ningún caso la internación puede ser
indicada o prolongada para resolver problemáticas sociales o de vivienda, para lo cual el Estado debe proveer
los recursos adecuados a través de los organismos públicos competentes.
ARTICULO 16. — Toda disposición de internación, dentro de las CUARENTA Y OCHO (48) horas, debe cumplir
con los siguientes requisitos: a) Evaluación, diagnóstico interdisciplinario e integral y motivos que justifican la
internación, con la firma de al menos dos profesionales del servicio asistencial donde se realice la internación,
uno de los cuales debe ser necesariamente psicólogo o médico psiquiatra; b) Búsqueda de datos disponibles
acerca de la identidad y el entorno familiar; c) Consentimiento informado de la persona o del representante
legal cuando corresponda.
Sólo se considera válido el consentimiento cuando se presta en estado de lucidez y con comprensión de la
situación, y se considerará invalidado si durante el transcurso de la internación dicho estado se pierde, ya sea
por el estado de salud de la persona o por efecto de los medicamentos o terapéuticas aplicadas. En tal caso
deberá procederse como si se tratase de una internación involuntaria.
ARTICULO 17. — En los casos en que la persona no estuviese acompañada por familiares o se desconociese
su identidad, la institución que realiza la internación, en colaboración con los organismos públicos que
correspondan, debe realizar las averiguaciones tendientes a conseguir datos de los familiares o lazos afectivos
que la persona tuviese o indicase, o esclarecer su identidad, a fin de propiciar su retorno al marco familiar y
comunitario lo antes posible. La institución debe brindar colaboración a los requerimientos de información que
solicite el órgano de revisión que se crea en el artículo 38 de la presente ley.
ARTICULO 18. — La persona internada bajo su consentimiento podrá en cualquier momento decidir por sí
misma el abandono de la internación. En todos los casos en que las internaciones voluntarias se prolonguen
por más de SESENTA (60) días corridos, el equipo de salud a cargo debe comunicarlo al órgano de revisión
creado en el artículo 38 y al juez. El juez debe evaluar, en un plazo no mayor de CINCO (5) días de ser
notificado, si la internación continúa teniendo carácter voluntario o si la misma debe pasar a considerarse
involuntaria, con los requisitos y garantías establecidos para esta última situación.
En caso de que la prolongación de la internación fuese por problemáticas de orden social, el juez deberá
ordenar al órgano administrativo correspondiente la inclusión en programas sociales y dispositivos específicos
y la externación a la mayor brevedad posible, comunicando dicha situación al órgano de revisión creado por
esta ley.
ARTICULO 19. — El consentimiento obtenido o mantenido con dolo, debidamente comprobado por autoridad
judicial, o el incumplimiento de la obligación de informar establecida en los capítulos VII y VIII de la presente
ley, harán pasible al profesional responsable y al director de la institución de las acciones civiles y penales que
correspondan.
ARTICULO 20. — La internación involuntaria de una persona debe concebirse como recurso terapéutico
excepcional en caso de que no sean posibles los abordajes ambulatorios, y sólo podrá realizarse cuando a
criterio del equipo de salud mediare situación de riesgo cierto e inminente para sí o para terceros. Para que
proceda la internación involuntaria, además de los requisitos comunes a toda internación, debe hacerse
constar: a) Dictamen profesional del servicio asistencial que realice la internación. Se debe determinar la
situación de riesgo cierto e inminente a que hace referencia el primer párrafo de este artículo, con la firma de
dos profesionales de diferentes disciplinas, que no tengan relación de parentesco, amistad o vínculos
económicos con la persona, uno de los cuales deberá ser psicólogo o médico psiquiatra; b) Ausencia de otra
alternativa eficaz para su tratamiento; c) Informe acerca de las instancias previas implementadas si las
hubiera.
ARTICULO 21. — La internación involuntaria debidamente fundada debe notificarse obligatoriamente en un
plazo de DIEZ (10) horas al juez competente y al órgano de revisión, debiendo agregarse a las CUARENTA Y
OCHO (48) horas como máximo todas las constancias previstas en el artículo 20. El juez en un plazo máximo
de TRES (3) días corridos de notificado debe: a) Autorizar, si evalúa que están dadas las causales previstas
por esta ley; b) Requerir informes ampliatorios de los profesionales tratantes o indicar peritajes externos,
siempre que no perjudiquen la evolución del tratamiento, tendientes a evaluar si existen los supuestos
necesarios que justifiquen la medida extrema de la internación involuntaria y/o; c) Denegar, en caso de
evaluar que no existen los supuestos necesarios para la medida de internación involuntaria, en cuyo caso debe
asegurar la externación de forma inmediata. El juez sólo puede ordenar por sí mismo una internación
involuntaria cuando, cumplidos los requisitos establecidos en el artículo 20, el servicio de salud responsable de
la cobertura se negase a realizarla.
ARTICULO 22. — La persona internada involuntariamente o su representante legal, tiene derecho a designar
un abogado. Si no lo hiciera, el Estado debe proporcionarle uno desde el momento de la internación. El
defensor podrá oponerse a la internación y solicitar la externación en cualquier momento. El juzgado deberá
permitir al defensor el control de las actuaciones en todo momento.
ARTICULO 23. — El alta, externación o permisos de salida son facultad del equipo de salud que no requiere
autorización del juez. El mismo deberá ser informado si se tratase de una internación involuntaria, o voluntaria
ya informada en los términos de los artículos 18 ó 26 de la presente ley. El equipo de salud está obligado a
externar a la persona o transformar la internación en voluntaria, cumpliendo los requisitos establecidos en el
artículo 16 apenas cesa la situación de riesgo cierto e inminente. Queda exceptuado de lo dispuesto en el
presente artículo, las internaciones realizadas en el marco de lo previsto en el artículo 34 del Código Penal.
ARTICULO 24. — Habiendo autorizado la internación involuntaria, el juez debe solicitar informes con una
periodicidad no mayor a TREINTA (30) días corridos a fin de reevaluar si persisten las razones para la
continuidad de dicha medida, y podrá en cualquier momento disponer su inmediata externación.
Si transcurridos los primeros NOVENTA (90) días y luego del tercer informe continuase la internación
involuntaria, el juez deberá pedir al órgano de revisión que designe un equipo interdisciplinario que no haya
intervenido hasta el momento, y en lo posible independiente del servicio asistencial interviniente, a fin de
obtener una nueva evaluación. En caso de diferencia de criterio, optará siempre por la que menos restrinja la
libertad de la persona internada.
ARTICULO 25. — Transcurridos los primeros SIETE (7) días en el caso de internaciones involuntarias, el juez,
dará parte al órgano de revisión que se crea en el artículo 38 de la presente ley.
ARTICULO 26. — En caso de internación de personas menores de edad o declaradas incapaces, se debe
proceder de acuerdo a lo establecido por los artículos 20, 21, 22, 23, 24 y 25 de la presente ley. En el caso de
niños, niñas y adolescentes, además se procederá de acuerdo a la normativa nacional e internacional de
protección integral de derechos.
ARTICULO 27. — Queda prohibida por la presente ley la creación de nuevos manicomios, neuropsiquiátricos o
instituciones de internación monovalentes, públicos o privados. En el caso de los ya existentes se deben
adaptar a los objetivos y principios expuestos, hasta su sustitución definitiva por los dispositivos alternativos.
Esta adaptación y sustitución en ningún caso puede significar reducción de personal ni merma en los derechos
adquiridos de los mismos.
ARTICULO 28. — Las internaciones de salud mental deben realizarse en hospitales generales.
A tal efecto los hospitales de la red pública deben contar con los recursos necesarios. El rechazo de la atención
de pacientes, ya sea ambulatoria o en internación, por el solo hecho de tratarse de problemática de salud
mental, será considerado acto discriminatorio en los términos de la ley 23.592.
ARTICULO 29. — A los efectos de garantizar los derechos humanos de las personas en su relación con los
servicios de salud mental, los integrantes, profesionales y no profesionales del equipo de salud son
responsables de informar al órgano de revisión creado por la presente ley y al juez competente, sobre
cualquier sospecha de irregularidad que implicara un trato indigno o inhumano a personas bajo tratamiento o
limitación indebida de su autonomía. La sola comunicación a un superior jerárquico dentro de la institución no
relevará al equipo de salud de tal responsabilidad si la situación irregular persistiera. Dicho procedimiento se
podrá realizar bajo reserva de identidad y contará con las garantías debidas del resguardo a su fuente laboral
y no será considerado como violación al secreto profesional.
Debe promoverse la difusión y el conocimiento de los principios, derechos y garantías reconocidos y las
responsabilidades establecidas en la presente ley a todos los integrantes de los equipos de salud, dentro de un
lapso de NOVENTA (90) días de la sanción de la presente ley, y al momento del ingreso de cada uno de los
trabajadores al sistema.

Capítulo VIII Derivaciones


ARTICULO 30. — Las derivaciones para tratamientos ambulatorios o de internación que se realicen fuera del
ámbito comunitario donde vive la persona sólo corresponden si se realizan a lugares donde la misma cuenta
con mayor apoyo y contención social o familiar. Los traslados deben efectuarse con acompañante del entorno
familiar o afectivo de la persona. Si se trata de derivaciones con internación, debe procederse del modo
establecido en el Capítulo VII de la presente ley. Tanto el servicio o institución de procedencia como el servicio
o institución de destino, están obligados a informar dicha derivación al Organo de Revisión, cuando no hubiese
consentimiento de la persona.

Capítulo IX Autoridad de Aplicación


ARTICULO 31. — El Ministerio de Salud de la Nación es la Autoridad de Aplicación de la presente ley, a partir
del área específica que designe o cree a tal efecto, la que debe establecer las bases para un Plan Nacional de
Salud Mental acorde a los principios establecidos.
ARTICULO 32. — En forma progresiva y en un plazo no mayor a TRES (3) años a partir de la sanción de la
presente ley, el Poder Ejecutivo debe incluir en los proyectos de presupuesto un incremento en las partidas
destinadas a salud mental hasta alcanzar un mínimo del DIEZ POR CIENTO (10 %) del presupuesto total de
salud. Se promoverá que las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires adopten el mismo criterio.
ARTICULO 33. — La Autoridad de Aplicación debe desarrollar recomendaciones dirigidas a las universidades
públicas y privadas, para que la formación de los profesionales en las disciplinas involucradas sea acorde con
los principios, políticas y dispositivos que se establezcan en cumplimiento de la presente ley, haciendo especial
hincapié en el conocimiento de las normas y tratados internacionales en derechos humanos y salud mental.
Asimismo, debe promover espacios de capacitación y actualización para profesionales, en particular para los
que se desempeñen en servicios públicos de salud mental en todo el país.
ARTICULO 34. — La Autoridad de Aplicación debe promover, en consulta con la Secretaría de Derechos
Humanos de la Nación y con la colaboración de las jurisdicciones, el desarrollo de estándares de habilitación y
supervisión periódica de los servicios de salud mental públicos y privados.
ARTICULO 35. — Dentro de los CIENTO OCHENTA (180) días corridos de la sanción de la presente ley, la
Autoridad de Aplicación debe realizar un censo nacional en todos los centros de internación en salud mental
del ámbito público y privado para relevar la situación de las personas internadas, discriminando datos
personales, sexo, tiempo de internación, existencia o no de consentimiento, situación judicial, situación social
y familiar, y otros datos que considere relevantes.
Dicho censo debe reiterarse con una periodicidad máxima de DOS (2) años y se debe promover la
participación y colaboración de las jurisdicciones para su realización.
ARTICULO 36. — La Autoridad de Aplicación, en coordinación con los ministerios de Educación, Desarrollo
Social y Trabajo, Empleo y Seguridad Social, debe desarrollar planes de prevención en salud mental y planes
específicos de inserción socio-laboral para personas con padecimiento mental. Dichos planes, así como todo el
desarrollo de la política en salud mental, deberá contener mecanismos claros y eficientes de participación
comunitaria, en particular de organizaciones de usuarios y familiares de los servicios de salud mental. Se
promoverá que las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires adopten el mismo criterio.
ARTICULO 37. — La Autoridad de Aplicación, en coordinación con la Superintendencia de Servicios de Salud,
debe promover la adecuación de la cobertura en salud mental de las obras sociales a los principios
establecidos en la presente ley, en un plazo no mayor a los NOVENTA (90) días corridos a partir de la sanción
de la presente.

Capítulo X Organo de Revisión


ARTICULO 38. — Créase en el ámbito del Ministerio Público de la Defensa el Organo de Revisión con el objeto
de proteger los derechos humanos de los usuarios de los servicios de salud mental.
ARTICULO 39. — El Organo de Revisión debe ser multidisciplinario, y estará integrado por representantes del
Ministerio de Salud de la Nación, de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, del Ministerio Público de
la Defensa, de asociaciones de usuarios y familiares del sistema de salud, de los profesionales y otros
trabajadores de la salud y de organizaciones no gubernamentales abocadas a la defensa de los derechos
humanos.
ARTICULO 40. — Son funciones del Organo de Revisión: a) Requerir información a las instituciones públicas y
privadas que permita evaluar las condiciones en que se realizan los tratamientos; b) Supervisar de oficio o por
denuncia de particulares las condiciones de internación por razones de salud mental, en el ámbito público y
privado; c) Evaluar que las internaciones involuntarias se encuentren debidamente justificadas y no se
prolonguen más del tiempo mínimo necesario, pudiendo realizar las denuncias pertinentes en caso de
irregularidades y eventualmente, apelar las decisiones del juez; d) Controlar que las derivaciones que se
realizan fuera del ámbito comunitario cumplan con los requisitos y condiciones establecidos en el artículo 30
de la presente ley; e) Informar a la Autoridad de Aplicación periódicamente sobre las evaluaciones realizadas y
proponer las modificaciones pertinentes; f) Requerir la intervención judicial ante situaciones irregulares; g)
Hacer presentaciones ante el Consejo de la Magistratura o el Organismo que en cada jurisdicción evalúe y
sancione la conducta de los jueces en las situaciones en que hubiera irregularidades; h) Realizar
recomendaciones a la Autoridad de Aplicación; i) Realizar propuestas de modificación a la legislación en salud
mental tendientes a garantizar los derechos humanos; j) Promover y colaborar para la creación de órganos de
revisión en cada una de las jurisdicciones, sosteniendo espacios de intercambio, capacitación y coordinación, a
efectos del cumplimiento eficiente de sus funciones; k) Controlar el cumplimiento de la presente ley, en
particular en lo atinente al resguardo de los derechos humanos de los usuarios del sistema de salud mental; l)
Velar por el cumplimiento de los derechos de las personas en procesos de declaración de inhabilidad y durante
la vigencia de dichas sentencias.

Capítulo XI Convenios de cooperación con las provincias


ARTICULO 41. — El Estado nacional debe promover convenios con las jurisdicciones para garantizar el
desarrollo de acciones conjuntas tendientes a implementar los principios expuestos en la presente ley. Dichos
convenios incluirán: a) Cooperación técnica, económica y financiera de la Nación para la implementación de la
presente ley; b) Cooperación para la realización de programas de capacitación permanente de los equipos de
salud, con participación de las universidades; c) Asesoramiento para la creación en cada una de las
jurisdicciones de áreas específicas para la aplicación de políticas de salud mental, las que actuarán en
coordinación con la Autoridad de Aplicación nacional de la presente ley.

Capítulo XII Disposiciones complementarias


ARTICULO 42. — Incorpórase como artículo 152 ter del Código Civil: Artículo 152 ter: Las declaraciones
judiciales de inhabilitación o incapacidad deberán fundarse en un examen de facultativos conformado por
evaluaciones interdisciplinarias. No podrán extenderse por más de TRES (3) años y deberán especificar las
funciones y actos que se limitan, procurando que la afectación de la autonomía personal sea la menor posible.
ARTICULO 43. — Sustitúyese el artículo 482 del Código Civil, el que quedará redactado de la siguiente
manera: Artículo 482: No podrá ser privado de su libertad personal el declarado incapaz por causa de
enfermedad mental o adicciones, salvo en los casos de riesgo cierto e inminente para sí o para terceros, quien
deberá ser debidamente evaluado por un equipo interdisciplinario del servicio asistencial con posterior
aprobación y control judicial.
Las autoridades públicas deberán disponer el traslado a un establecimiento de salud para su evaluación a las
personas que por padecer enfermedades mentales o adicciones se encuentren en riesgo cierto e inminente
para sí o para terceros.
A pedido de las personas enumeradas en el artículo 144 el juez podrá, previa información sumaria, disponer la
evaluación de un equipo interdisciplinario de salud para las personas que se encuentren afectadas de
enfermedades mentales y adicciones, que requieran asistencia en establecimientos adecuados aunque no
justifiquen la declaración de incapacidad o inhabilidad.
ARTICULO 44. — Derógase la Ley 22.914.
ARTICULO 45. — La presente ley es de orden público.
ARTICULO 46. — Comuníquese al Poder Ejecutivo nacional.

DADA EN LA SALA DE SESIONES DEL CONGRESO ARGENTINO, EN BUENOS AIRES, A LOS VEINTICINCO DIAS DEL MES
DE NOVIEMBRE DEL AÑO DOS MIL DIEZ.
— JULIO C. C. COBOS. — EDUARDO A. FELLNER. — Enrique Hidalgo. — Juan H. Estrada.
Decreto 1855/2010 – SALUD PUBLICA – Promúlgase la Ley Nº 26.657.
Bs. As., 2/12/2010
POR TANTO: Téngase por Ley de la Nación Nº 26.657 cúmplase, comuníquese, publíquese, dése a la Dirección Nacional
del Registro Oficial y archívese.
— FERNANDEZ DE KIRCHNER. — Aníbal D. Fernández. — Juan L. Manzur.
CAMBIO DE PARADIGMA

• Sospecha de • Presunción de
PELIGROSIDAD CAPACIDAD

• EXCLUSIÓN • INCLUSIÓN

• Enfoque TUTELAR • Enfoque de


DERECHOS

Prof. Lic. María Raquel Rodríguez

Antes

Si la enfermedad
mental es un fenómeno
biológico que determina
conductas peligrosas la
respuesta es el fármaco
y el control, dentro del
sistema de salud

Prof. Lic. María Raquel Rodríguez


Paciente psiquiátrico, Sujeto de Derecho
Rige el principio del consentimiento informado
Enfatiza el trabajo interdisciplinario
Prescripción y renovación de medicación en el marco de interdisciplina y no automático
Promueve el trabajo intersectorial
Internación involuntaria: dictamen médico con intervención judicial.
No considerar el padecimiento mental como un hecho inmodificable
Prohíbe nuevos hospitales monovalentes para internación
Promueve la creación de nuevas alternativas: salas en Hospitales Generales, Casas Medio
Camino, Hospitales de Día, etc.

Derechos de los usuarios

Al acceso a la atención integral


A su identidad
A la alternativa terapéutico menos restrictiva
Al acompañamiento familiar
A recibir o rechazar auxilio religioso
Al acceso a historias clínicas (o a través de familiares)
A la no discriminación
A ser informado sobre su salud
A decidir sobre su tratamiento, dentro de sus posibilidades
A la intimidad

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