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Introducción
La parálisis cerebral puede definirse como la consecuencia de una lesión que ha sufrido
un cerebro en desarrollo, en un periodo que abarca desde la gestación hasta los 3 primeros
años de vida. Esta afectación cerebral se manifiesta en que la coordinación muscular no
es la correcta, ni tampoco el tono muscular, y todo ello queda reflejado en alteraciones
más o menos importantes del movimiento, que pueden afectar o no al habla.
Manifestaciones Clínicas
Las alteraciones del movimiento serán diferentes según el tipo de parálisis cerebral y el
grado de afectación, pudiendo afectar al habla y al desarrollo del lenguaje o no.
Características Generales:
Los movimientos pueden estar “mal regulados” llegando a ser: rígidos, lentos o
extremadamente rápidos.
La extensión y la gravedad de la lesión pueden ser muy variables (todo el cuerpo,
una pierna, etc.)
En los casos más graves puede resultar imposible: la marcha, la sedestación, la
manipulación voluntaria e incluso el habla.
En los casos más leves pueden pasar casi desapercibidos y manifestarse
complicaciones solo en actividades como: la escritura, pequeños defectos en la
articulación, en la prosodia, etc.
Esta afectada la capacidad de expresión del lenguaje en sus aspectos motores:
articulación, respiración, fonación y voz. Al igual se puede ver afectado el proceso
de adquisición del lenguaje, desde problemas muy leves, como la dificultad en
producir correctamente un sonido determinado, hasta la imposibilidad total del
habla.
Semiología
Mímica facial inexpresiva, pobre, lenta, o, por el contrario, con gestos bruscos,
exagerados, tics, etc., que en muchas ocasiones aparecen con motivo de una
actividad motriz voluntaria y, en particular, con el lenguaje.
Movimientos asociados de una parte del cuerpo (brazos, manos, hombros, cabeza,
etc.) o de todo él al hablar o intentar hablar.
Los reflejos orales pueden no aparecer o, por el contrario, persistir hasta edades
avanzadas.
Con frecuencia está alterada la motricidad de la alimentación. Tardan en deglutir
correctamente y en masticar, o lo hacen con un patrón de deglución atípica.
El balbuceo muchas veces es pobre y presenta dificultades en sus aspectos
interactivos.
Problemas de voz: se manifiestan ya desde edades tempranas y con frecuencia dan
lugar a síntomas disfónicos.
Problemas de fonación y prosodia: la emisión fluida del sonido está alterada y
muchas veces la entonación, la melodía y el ritmo no están bien.
PROBLEMAS DE LENGUAJE
La parálisis cerebral puede presentar una gran diversidad en el ámbito del lenguaje,
alrededor de un 60% de los casos presentarán problemas de lenguaje.
Las dificultades del paralítico cerebral pueden variar a lo largo del desarrollo. A la vez
que se produce un mayor desarrollo del lenguaje, la escolaridad, el aumento de los
interlocutores, pero también los cambios físicos de la persona, pueden provocar distintas
necesidades de intervención en las diferentes épocas de desarrollo. Estas necesidades de
intervención pueden comprender tanto aspectos motores como de adquisición del
lenguaje.
Es preciso tener en cuenta que, junto con otros aspectos madurativos, el ritmo de
adquisición del lenguaje en el paralítico cerebral puede presentar características
especiales que oscilan desde pequeños problemas a nivel morfológico hasta problemas
graves de comprensión que requerirán una intervención especializada.
Estudios sobre la evolución del lenguaje en el paralítico cerebral no son muy numerosos
ya que, en general, se ha estudiado mucho más el problema motor. En la práctica podemos
encontrarnos diferentes niveles de evolutivos según los casos: desarrollo normal, retraso
ligero o retraso grave.
1. Desarrollo fonológico
En general estará retardado respecto al desarrollo normal, Aunque globalmente siga las
mismas frases de desarrollo. Llegaran a producir más tarde los diferentes sonidos, tendrán
más dificultad en llegar a producir sonidos consonánticos, dobles, inversos, etc.
2. Desarrollo morfosintáctico.
4. De tipo pragmático
puede existir un déficit desde las primeras etapas, dado que al niño le resultará más difícil
una conversación, protestar, buscar más información, mostrar desacuerdo, buscar o
seleccionar un determinado interlocutor, etcétera.
Debe destacarse que hay pocos trabajos al respecto, pero que se trata de un aspecto que
se debe cuidar y potenciar en dos de los contextos del desarrollo básicos para el niño: la
familia y la escuela.
Alimentación. Se observa dentro del estudio del lenguaje porque sus movimientos están
muy relacionados con los que se realizan al hablar, y, por lo tanto, cualquier intervención
para mejorar la movilidad de la zona oral debe tener en cuenta el informe sobre la
alimentación.