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Sua formação superior se inicia na Escola Naval em 1947 onde se licencia em Matemática.
Como caminho natural, nos dizeres de Serres, do aprofundamento da matemática, surge a
filosofia. Um dos fatos que fez com que Serres abandona-se a Escola Naval e fosse para as
humanidades foi a leitura de Le pesanteur et la grâce de Simone Weil. Em seguida ingressa
na École Normale Supérieure em 1952 onde fará seus estudos literários, obtendo também o
título de Filosofia em 1955. Durante os anos de 1956 a 1958 Serres serve à Marinha francesa.
De volta à vida acadêmica, recebe seu doutorado em 1968. Serres foi orientado em sua tese
por Bachelard. A tese versou sobre a diferença entre o método algébrico de Boubaki.
É neste momento que Seres aprender matemática moderna, estrutura, álgebra e topologia.
Ainda na década de 60 passa pelas universidades de Clemont-Ferrand e Vincennes (Paris-
VIII, onde leciona com Foucault), ocupando mais tarde a cadeira de História de Ciência na
Sorbonne (Paris I). É por meio dessas misturas entre ciência, filosofia, letras, que Serres
forjará sua filosofia, seu modo de pensar as ciências. Desde 1984 é professor da Universidade
de Stanford, sendo ainda eleito para a Academia Francesa em 1990. Suas obras possuem uma
multiplicidade de asuntos.
Michel Serres
Sobre o livro:
La obra de Serres es un desafío al buen sentido. A su juicio, no estimular al lector para que halle la
coherencia en su trabajo –como ha hecho con otros– es dejarlo estéril y sujeto al colapso que
aguarda inevitablemente a todos los sistemas cerrados.
“Cuando un concepto cambia de sentido es cuando más sentido tiene” Bachelard.
Os capítulos:
As anamneses matemáticas:
Serres começa este capítulo afirmando que:
La filosofía de las ciencias fomentó naturalmente su proyecto en
la filosofía de la historia de la ciencia.
Por lo cual Serres expresa cierta preocupación ya que por asumir este hecho puede incurrir a
la desaparición de conocimiento a través del tiempo. En este sentido, tomar de nuevo por
objeto del discurso la historia de una ciencia es necesario. Serres hace referencia a lo anterior,
como logos, entendiéndose, como razón o principio racional del universo o desde la filosofía
como el discurso que da razón a las cosas. Este hecho es evidente puesto que Serres es
perteneciente al racionalismo, en particular, al profesado por Leibniz el cual sabemos es el
padre del cálculo infinitesimal.
A través de la filosofía de Leibniz, Serres comienza un análisis de la problemática expresada
en el inicio. Dado que, para él, se trata de un buen ejemplo, dado que la obra de Leibniz tiene
aspectos de una filosofía sistemática, enciclopedia científica y acumulación doxográfica.
Cuestiones que a lo largo del capítulo se van desarrollando sobre las matemáticas y la
historicidad de las mismas.
Serres en este apartado concibe al termino ciencia la acepción más amplia, es decir, la
enciclopédica. Más aún, se trata de una red de correspondencias que aseguran la posibilidad
universal de la traducción de cualquier temática a otra cualquiera, y a la inversa.
Para realizar dicha traducción se precisaba de un lenguaje con el cual construir diccionarios
bilingües que permitan hacer esto. Es por esto que Serres a las matemáticas un lenguaje cuyas
palabras se corresponden estrictamente, de una lengua indefinidamente traducida a lenguas
nuevas pero homólogas, y esto, sucede es porque las matemáticas se examinan la serie de las
(meta)morfosis de un logo referido a sí mismo.
Traição: A tanatocracia:
Serres concibe la historia de las ciencias como una disciplina académica. El autor comenta:
“que quien haya entrado a la universidad recientemente es un signo: de que ya no puede
hablar más que de épocas pasadas, de que ya no tiene que decir de la modernidad”. Esto se
debe a que, desde hace un tiempo atrás, no se puede concebir la historia de las ciencias en
el sentido tradicional. Según Serres las ciencias ya no toman en cuenta su carácter histórico,
debido a que la academia la a atañido de un sentido, una dirección, una determinación
previsible.
En el capítulo se expresa que la historia de las ciencias, era siempre un poco eso, la
determinación vaga o indeterminación, el juego arriesgado, la búsqueda de lo desconocido.
Las ciencias han perdido su componente histórico o mejor dicho lo han desechado. Porque
esa indeterminación, a pesar de ser tan débil como se la hubiera podido imaginar, era la chispa
de ignición de los campos de la invención que se proponían a los trabajadores. Eso muestra
que, sin indeterminación, la historia desaparece, se borra y se desvanece. Así, la historia de
las ciencias tiene una dirección, una orientación, una determinación única. Necesaria,
tranquila, previsible, que lleva a la ciencia agarrada de la mano hacia la Muerte.
Se puede inferir que, desde que existen las ciencias, claramente estas fueron divididas,
cuidadosamente separadas. Se puede presentar una confusión entre la historia de una de estas
disciplinas. Por lo cual, no existe una relación entre los campos singulares del saber y por
ende, mientras tanto no exista una historia de la ciencia, es decir, una historia del desarrollo
general del saber de manera integrada, no existirá entonces la posibilidad practica de
reconocer relaciones entre esta formación cultural y otras.
Obtrução: A epistemología
En este capítulo, el título hace referencia a una obstrucción sobre cómo se produce el
conocimiento humano. Serres relata que hace 20 años las bases de la ciencia estaba
sustentado en la lógica. Más, sin embargo, realiza una crítica sobre esta ciencia, donde lo
esencial era preservar el conocimiento mediante repetición y reproducción del mismo. Para
aquellas personas que no puedan inventar un teorema, un protocolo, una experiencia, puede
en última instancia, explicar, comentar algo ya producido. Aquellos profesores que siguen
esta lógica matan toda creación de los estudiantes.
Esta relación entre estos vértices diametralmente opuestos son producto de unos resultados
y la tecnología que los hace factibles, entonces y sólo entonces se puede afirmar que se
produce la creación. Sin embargo, Serres en cuestión prefiere el termino invención, dando su
justificación con una paradoja entre la relación del todo y la nada. Este modelo para Serres
es extremadamente sencillo y escogido dado que da cuenta de una cantidad de cosas, por
ejemplo, en historia de las ciencias y las técnicas. Da cuenta de un sistema global que cambia
de forma en cada ocasión.
Origem da geometría:
Serres nos comenta un poco de historia, él expresa que las fuentes que informan del milagro
griego, a saber, la invención de la geometría «abstracta», son escasas, muestran, al menos,
una concordancia: esta relación entre la Grecia antigua y la civilización egipcia. De ahí la
discusión tradicional, ya viva en la antigüedad, retomada por Montucla, Bailly, en los siglos
XVIII y XIX. La geometría apareció, bien en el valle del Nilo o también en las orillas del
mar Jónico.
Ahora bien, destcando el hilo comunicativo, Serres cuestiona que si se habla de un grafo. Y
la pregunta es: ¿cómo dibujar? ¿cómo hablar adecuadamente de un trazado? Ahora bien,
plantearse la pregunta del comienzo griego de la geometría es, precisamente, preguntarse
cómo se pasó de una lengua a otra, de un tipo de escritura a otro, de un lenguaje conocido
como natural y de su notación alfabética al lenguaje riguroso y sistemático de los números,
las medidas, los axiomas y los razonamientos in forma.
Bibliografía