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Microbiología (157-2022) Prof.

Mariana Granadillo
UNIDAD 5 MICOLOGÍA BÁSICA
Los hongos son organismos eucariotas que:
 Pueden ser unicelulares (levaduras) o pluricelulares (hifas)
 No pertenecen al reino vegetal: carecen de hojas, tallo, cloroplastos y clorofila, son heterótrofos
 Tamaño variable, pueden ser muy pequeños (2 µ) hasta ser observables a simple vista
 Reproducción sexual y asexual
 Son capaces de formar esporas
 Algunos son llamados hongos dimórficos debido a que pueden desarrollarse en dos fases diferentes: Fase
sapróbiga, cuando el hongo forma hifas que suelen encontrarse en el suelo o materia vegetal en
descomposición y producen las células infecciosas que viajan en el aire (conidios) y la fase parasitaria, cuando
el hongo ingresa al hospedero es capaz de adaptarse a las condiciones de éste para poder crecer y
reproducirse. En esta fase el hongo es unicelular.

La gran mayoría de los hongos existentes en la naturaleza son saprófitos, sin embargo otros pueden afectar de forma
negativa a diferentes organismos vivos incluyendo al hombre ocasionando patologías llamadas micosis. La micosis es un
padecimiento causado por un hongo, con características clínicas únicas y signos variables que pueden ser subagudos o
crónicos, generalmente las manifestaciones son indoloras y pueden ocurrir recaídas debido a que los hongos pueden ser
muy persistentes y su tratamiento suele ser prolongado, por lo que a veces el paciente no lo cumple de manera correcta.
Los hongos patógenos primarios son capaces de originar una infección en un hospedero sano inmunocompetente. Son
capaces de colonizar al anfitrión, evitar o alterar los mecanismos de defensa y multiplicarse. Entre los hongos patógenos
primarios se encuentran Blastomyces dermatitidis, Paracoccidioides brasilensis, Coccidioides immitis e Histoplasma
capsulatum. Cada uno de ellos tiene factores de virulencia que le permiten atravesar las defensas del organismo anfitrión
que habitualmente impiden la invasión por otros microorganismos. Cuando una persona inmunocompetente inhala conidias
de cualquiera de estas cuatro especies suele contraer la infección y en él tienen lugar procesos de colonización, invasión de
tejidos y diseminación sistémica del patógeno. Normalmente, los individuos sanos muestran resistencia a las micosis, a
pesar de verse expuestos de manera constante a las formas infecciosas de varios hongos presentes en su flora normal o en
el entorno natural. Los hongos patógenos oportunistas sólo producen infección en los individuos con alteraciones en las
barreras protectoras de la piel y las membranas mucosas, o con deficiencias en el sistema inmunológico que les permite
atravesarlas, colonizar y reproducirse en el anfitrión. Son hongos patógenos oportunistas Candida, Cryptococcus
neoformans y Aspergillus entre otros. Los hongos patógenos primarios también pueden comportarse como patógenos
oportunistas, ya que las variantes de mayor gravedad de cada micosis se observan más a menudo en pacientes con
deficiencias inmunitarias.

TIPOS DE MICOSIS: Las micosis se clasifican de acuerdo al tejido que invaden, en tal sentido existen 3 grupos: Micosis cutáneas o
superficiales, micosis subcutáneas y micosis profundas

MICOSIS CUTÁNEAS O SUPERFICIALES: Los hongos cutáneos también llamados dermatofitos, son los menos invasivos que se
adaptan a las capas queratinizadas de la piel, producen dermatofitosis las cuales son infecciones superficiales de la piel. Los
géneros representativos a continuación son hongos de tipo mohos, que producen tiñas en pelo, piel y uñas. Las dermatofitosis
varían desde la colonización inaparente hasta las erupciones progresivas crónicas que duran meses o años, causando
incomodidad y desfiguración considerables. Son enfermedades comunes la tiña de la cabeza, tiña del pie, tiña de la mano, tiña
inguinal, tiña de la barba, y tiñas del cuerpo. Estas son ocasionadas por los géneros Microsporum, Trichophyton y
Epidermophyton.
La infección de pelo comienza con un eritema en el cuello cabelludo que progresa a descamación, cambios en la coloración y
hasta fractura final del cabello. Las lesiones cutáneas crecen hasta formar bordes eritrematosos que pueden aparecer en
cualquier sitio, pero son más frecuentes en los pliegues cutáneos y sudorosos. La obesidad y el uso de prendas ajustadas
aumentan la susceptibilidad a la infección en la región inguinal y debajo de las glándulas mamarias. Otra forma de infección que
incluye descamación y separación de la piel entre los dedos de los pies se conoce como pie de atleta. Muchas infecciones
cutáneas locales se resuelven de manera espontánea sin fármacos. Las que no se curan de esta forma pueden tratarse con
alilaminas o azoles tópicos. Las infecciones por dermatofitos pueden prevenirse con medidas higiénicas generales sencillas.

MICOSIS SUBCUTÁNEAS: Los hongos subcutáneos se introducen por la piel y afectan a los tejidos subcutáneos, vasos
linfáticos y tejidos contiguos. Las enfermedades que ocasionan incluyen esporotricosis, cromoblastomicosis y micetoma. Sólo la
esporotricosis tiene un solo agente etiológico, Sporothrix schenkii. La cromoblastomicosis y el micetoma son síndromes clínicos
con causas micóticas múltiples.
Esporotricosis: S. schenkii es un hongo que crece como levadura y se encuentra en el heno, tierra, musgo y vegetación en
proceso de descomposición, también en la superficie de algunas plantas. La infección se adquiere por la ruptura traumática de la
piel con material que contenga el hongo. En la mayoría de los casos la exposición es laboral, la piel de los jardineros, granjeros y
trabajadores rurales se lesiona a menudo con espinas u otro material. La lesión cutánea comienza indolora puede desarrollarse
semanas o incluso meses después de la inoculación. Por lo general su localización se explica por la exposición laboral; la mano es
el sitio más frecuente. La lesión pequeña comienza a ulcerarse y a abrirse y a partir de allí comienzan a ser crónicas, los vasos
linfáticos que drenan la zona comienzan a engrosarse y pueden aparecer lesiones pustulares alrededor del sitio primario de
infección o en otros sitios a lo largo de la vía de drenaje linfático. Para su tratamiento, el itraconazol ha sido utilizado con
resultados excelentes.

Cromoblastomicosis: Es una enfermedad tropical producida por los agentes Phialophora, Fonsecaea y Cladophialophora. Estos
agentes se hallan en la tierra de regiones endémicas y la mayoría de las lesiones las presentan los individuos que trabajan
descalzos. Por lo general la anomalía aparece en el pie, o la pierna. Comienza por pápulas que se transforman en estructuras
escamosas parecidos a verrugas. La extensión es lenta e indolora y no afecta los vasos linfáticos. Se han prescrito el tratamiento
quirúrgico y los antimicóticos, La enfermedad avanzada muestra poca respuesta al tratamiento. La flucitosina y el itraconazol
son los antimicóticos más utilizados.
Micetoma: término clínico para aludir a una infección relacionada con el traumatismo en un pie, lo cual da lugar a la inoculación
de cualquiera de una docena de especies de hongos. Nocardia es uno de los agentes que provoca esta enfermedad. Los hongos
relacionados con micetomas tienen una distribución geográfica amplia, sin embargo la mayoría de los casos ocurre en el trópico,
tal vez porque la humedad y la maceración crónicas en la piel de los pies que predisponen al micetoma son más frecuentes
entre las personas descalzas en un ambiente tropical. Una vez establecido, el tratamiento del micetoma es difícil, no hay un
antimicótico que sea muy útil.
MICOSIS PROFUNDAS: causan diversas infecciones, cada una con gravedad variable, desde la afección subclínica hasta la
progresiva y debilitante. Difieren de los hongos oportunistas en su capacidad para ocasionar enfermedad en las personas sanas,
pero la anormalidad más grave se observa en los individuos inmunocomprometidos. Ninguno se transmite de un ser humano a
otro. Entre algunos de los géneros representativos se encuentran: Blastomyces dermatitidis, Coccidioides immitis,
Paracoccidioides brasilensis
Blastomicosis: Producida por B. dermatitidis, la enfermedad primaria es una neumonía. Los individuos permanecen
asintomáticos o tienen solo cuadros febriles y tos, a menos que la enfermedad progrese fuera de los pulmones. Al diseminarse,
produce lesiones cutáneas y óseas, sin el compromiso de órganos. Como los casos leves son difíciles de diagnosticar, la mayoría
de las infecciones se reconoce en etapa diseminada. La infección pulmonar se manifiesta por tos, producción de esputo, dolor
torácico y fiebre. El cuadro completo puede parecerse a un tumor pulmonar, tuberculosis o micosis similares producidas por
Histoplasma. Las lesiones cutáneas son frecuentes y alguna vez se consideraron la forma primaria de la enfermedad. La necrosis
extensa puede causar una desfiguración considerable. La infección ósea tiene características similares a otras causas de
osteometilis crónica. Los órganos urinarios y genitales son los que se afectan mas a menudo; La próstata tiene una propensión
particular a la infección. La respuesta al tratamiento es lenta y las recaídas son frecuentes. El itraconazol, ketoconazol, y
fluconazol son efectivos, y la anfotericina B se emplea sólo en la enfermedad diseminada.
Coccidioidomicosis: La infección primaria C. immitis produce una enfermedad primaria llamada “fiebre del valle” caracterizada
por fiebre, malestar, tos seca, dolores articulares y algunas veces un exantema. La enfermedad diseminada incluye lesiones en
los huesos, articulaciones, piel y memingitis crónica progresiva. Al principio de la infección puede ser asintomática, luego de 1 a
3 semanas de infección las personas pueden sufrir tos, malestar, dolor torácico, y fiebre. Esta enfermedad puede durar hasta 6
semanas. La evidencia de infección extrapulmonar casi siempre aparece el primer año despues de la infección, Los sitios más
frecuentes son huesos, articulaciones y meninges. La coccidioidomicosis primaria se limita por sí misma y no está indicado el
tratamiento antimicótico. La enfermedad pulmonar progresiva y la forma diseminada requieren antimicóticos, por lo regular
anfotericina B. Fluconazol e itraconazol son efectivos contra C. immitis.
Paracoccioidomicosis: Paracoccidioides brasilensis es la causa de la paracoccidioidomicosis o blastomicosis sudamericana, una
enfermedad que se limita a regiones tropicales y subtropicales de América Central y del Sur. La enfermedad se manifiesta como
úlceras mucocutáneas o cutáneas crónicas, que se diseminan con lentitud y desarrollan una fase granulomatosa parecidas a
moras. También es probable que haya compromiso de los ganglios linfáticos y pulmones. La enfermedad tiene predilección por
los varones. El tratamiento incluye sulfonamidas, anfotericina B y compuestos azoles.
FARMACOS ANTIFÚNGICOS
El tratamiento antifúngico ha sufrido una radical transformación a lo largo de los últimos años. Durante mucho tiempo,
este tratamiento ha sido propiedad exclusiva de los fármacos anfotericina B y flucitosina 5, los cuales son tóxicos y resultaban
difíciles de utilizar. Actualmente el tratamiento de las micosis ha evolucionado gracias a la introducción de nuevos fármacos con
actividad sistémica y nuevas formulaciones de compuestos anteriores que aportan una eficacia superior y una toxicidad menor.

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