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CRIMEN ORGANIZADO EN EL PERÚ

1
INDICE
INTRODUCCIÓN ............................................................................................. 03

CAPITULO I
CRIMEN ORGANIZADO
1.1 CONCEPTO ............................................................................................... 04
1.2 LINEAS DE ACCIÓN FRENTE AL CRIMEN ORGANIZADO ..................... 07
1.2.1 Voluntad pública comprometida ............................................................ 07
1.2.2Una inteligencia profesional de alta especialización e interdisciplinaria ... 07
1.2.2.1 La inteligencia analítica ....................................................................... 07
1.2.2.2 La inteligencia para formular un caso ................................................... 08
1.2.2.3 Implementación de una estrategia frente al crimen .............................. 08
1.3 LAS ASOCIACIONES Y BANDAS ............................................................. 09
1.4 ELCONCIERTO CRIMINAL ....................................................................... 10

CAPITULO II
PRESENCIA ACTUAL DE LA CRIMINALIDAD ORGANIZADA EN EL PERU
2.1 LA SITUACIÓN PROBLEMÁTICA ............................................................. 13
2.2 LA LEY 30077: UNA LEY ESPECIAL CONTRA EL CRIMEN
ORGANIZADO ................................................................................................. 21

CAPITULO III
MODELOS Y NIVELES DE ORGANIZACIONES

3.1 LAS INDUSTRIAS O EMPRESAS CRIMINALES ...................................... 28


3.1.1 La Ndrangheta ......................................................................................... 28
3.1.2 La camorra .............................................................................................. 30
3.1.3 La mafia................................................................................................... 31
3.1.4 La Sacra Corona Unita ............................................................................ 33
3.1.5 Las Triadas Chinas ................................................................................. 33
3.1.6 La Yakuza Japonesa ............................................................................... 34
3.1.7 La Cosa Nostra ....................................................................................... 35
3.1.8 La Mafia Rusa ......................................................................................... 37
CONCLUSIONES............................................................................................. 39
SUGERENCIAS ............................................................................................... 40
BIBLIOGRAFIA ................................................................................................ 41
HEMEROGRAFIA ............................................................................................ 42
FUENTES ELECTRONICAS ............................................................................ 45

2
INTRODUCCION

En el presente trabajo describimos el crimen organizado en el Perú, con lo cual


desembocamos desde su concepto más próximo hasta los múltiples modelos y
niveles de organización en la sociedad actual dentro del derecho comparado.

En tal sentido es que en el capítulo I, abarcamos el crimen organizado desde su


concepto básico, incluso las líneas de acción frente al crimen organizado, las
bandas y asociaciones en las cuales repercuten.

El capítulo II, desarrollamos el crimen organizado referido a su presencia en la


sociedad actual y en las consecuencias que trae consigo, desde su problemática
e incluso la ley exclusiva para tratar tal índice delictivo.

Por último, el capítulo III mencionamos los niveles que se tiene en el crimen
organizado e incluso la organización que repercute según sea el grupo delictivo
a tratar.
A todo esto mostraremos desde un ámbito didáctico y general el crimen
organizado en el Perú y su semejanza en el derecho comparado.

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CAPITULO I
CRIMEN ORGANIZADO

1.1 CONCEPTO

Se le representa como una estructura de configuración


predominantemente piramidal, que incluye niveles estratégicos y operativos con
un núcleo o mando central que tiene capacidad decisoria. Su actividad es
especializada y focalizada en un sector delictivo determinado. Sus operaciones
responden a un proceso previo de planteamiento lineal, y ejecutan en un espacio
limitado de internacionalización que puede abarcar países fronterizos o aquellos
ligados por un circuito productivos o de comercialización.1

El prototipo de estas organizaciones lo representan el tráfico ilícito de


drogas, el tráfico de bienes culturales, la trata de personas o la inmigración ilegal.
En Latinoamérica ha tenido expresión propia y violenta en los cárteles
colombianos y mexicanos (Sobre estas modalidades de crimen organizado y sus
características).2

También se incluye en este nivel a las estructuras criminales dedicadas al


lavado de activos y a las modalidades sistémicas de corrupción administrativa o
privada.3

La banda organizada como tal, es ya un agente del crimen organizado.


Durante su desarrollo va a adquirir un conjunto de características tales como4:

1 PRADO SALDARRIAGA, Victor Roberto, Criminalidad Organizada y Lavado de Activos,


Editorial IDEMSA, 2013, Página 78.
2 PRADO SALDARRIAGA, Victor Roberto, Criminalidad Organizada y Lavado de Activos,

Editorial IDEMSA, 2013, Página 78.


3 PRADO SALDARRIAGA, Victor Roberto, Criminalidad Organizada y Lavado de Activos,

Editorial IDEMSA, 2013, Página 79.


4 HERNANDEZ MIRANDA, Edith, La intervención de las comunicaciones en la lucha contra el

crimen organizado, 2003, Página 13.

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a) Asume con normalidad la acción de corrupción, y maneja técnicas de
trabajo ilícito, lo cual les permite explotar las debilidades de las actividades
económicas y sociales de la comunidad, y aplican sistemas de chantaje
sobre los personajes públicos, lo cual vuelve a estos últimos en cómplices
pasivos o activos de ellos.

b) Logran un orden interno altamente disciplinado, mediante la presencia


activa o latente del miedo y la violencia. Es recurrente y claro, que dicho
código de violencia se ordena y se cumple de modo inexorable.

c) Establecen fuertes vínculos con la comunidad a través de una labora de


infiltración planificada de antemano, respecto de las instituciones
legítimas, y compartiendo ganancias.

d) En el interior se generan redes de protección de los jefes, mediante la


técnica de compartimentación y hacia el exterior, creando redes de
protección de los denominados "amigos".

e) Se da un ejercicio de control preciso y monopólico de las actividades en


un sector geográfico o territorial bien delimitado, y sin tolerar la
competencia en cualquier grado o nivel, y sin aceptar alianzas con otras
bandas y organizaciones.

f) La finalidad central de la concentración de poderes e influencia, es la


acumulación de riqueza material, sin implicarse en otros fines que
podrían llevar a una pérdida de su seguridad por involucramiento en
procesos no controlables por la organización.

g) La acción dominante del grupo no reconoce en las normas o valores


legales o sociales una idea de límite o valla, porque siempre encuentran
un modo de sobrepasar dichos escollos.

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h) Se da una planificación del tiempo, de modo tal que se puedan crear
bases para el posterior desarrollo de actividades criminales y sus
prácticas, sin aceptar las oportunidades pasajeras y sorpresivas, o el
denominado "aventurerismo".

i) El uso de la violencia se ejerce sin limitación alguna, en la realización del


propósito criminal, y buscando a la vez mecanismos que garanticen la
impunidad.

j) Se da una creciente profesionalización criminal, mediante el uso de


complejos sistemas de comunicación, gestión y formas de infiltración en
la política, la judicatura y la policía, lo cual constituye entonces una carrera
profesional, con grados y especialidades.

k) Las actividades criminales pueden sostenerse sólo si logran demostrar su


rentabilidad material. Si ésta decae o desaparece, se cambia de rubro de
modo inmediato.

l) Se busca una diversificación de actividades criminales, estableciendo


controles sobre las mismas para mantener el flujo de utilidades y el
ejercicio del control sobre el espacio que comprende el dominio del
grupo.

m) Una parte significativa de la protección de las actividades de la


organización, depende de la fortaleza del vínculo que existe entre cada
individuo con la estructura a la que pertenece, y por esto es que se
incentiva la solidaridad y protección mutua entre los componentes. Es por
eso que se generan un sistema de procedimientos y de reconocimiento
del papel que ocupa cada integrante y sus ascensos en la jerarquía se
reconocen mediante procedimientos que configuran así verdaderos "ritos
de pasaje".

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1.2.- LINEAS DE ACCIÓN FRENTE AL CRIMEN ORGANIZADO

En orden al combate del crimen organizado, se ha identificado la


necesidad de implementar una mayor dinámica en los siguientes campos:

1.2.1 Voluntad pública comprometida

El combate del crimen organizado requiere de una concertación de largo


aliento, con mecanismos de acumulación de información que comprende la que
se produce en un amplio espectro de actividades sometidas a sofisticados
procedimientos, y que tienen articulaciones nacionales e internacionales. Como
se puede prever, ello tiene costos muy elevados, que sólo un Estado
concientizado de esta lucha, puede comprometer y proveer.

1.2.2 Una inteligencia profesional de alta especialización e


interdisciplinaria

La inteligencia necesaria para prevenir o poner en acción la ley posee dos


niveles:

1.2.2.1 La inteligencia analítica

Se aplica sobre los mecanismos y sistemas económicos,


comerciales y financieros, o sobre procesos sociales urbanos surgidos
de nuevas expresiones de los primeros (crédito comercial, empresas
inmobiliarias, sistemas de comunicación de última generación, etc). Se trata de
una actividad en permanente observación de los factores que permiten generar
el surgimiento de formas de criminalidad organizada. Se reconoce que las
perspectivas de los modelos técnicos u organizativos de prevención, resultan
eficaces en este campo.

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1.2.2.2 La inteligencia para formular un caso

A efectos de que el mismo pueda ser llevado ante la justicia. Esto implica
reconstruir actividades, métodos, formas de organización y las tácticas de la
organización criminal. Aquí deben generarse interrogantes como ¿Quiénes las
dirigen? ¿Cómo operan? ¿Cuáles son sus rasgos y cuál es el grado de
criminalidad desarrollada? ¿Cuál es el origen social de sus integrantes y cómo
ha sido su carrera delictual?

1.2.2.3 Implementación de una estrategia frente al crimen

Esto requiere reglas tales como las siguientes:

a. El establecimiento de una legislación adecuado al desarrollo de la


inteligencia, y compatible internacionalmente a efectos de permitir la
suscripción de acuerdos de cooperación y extradición entre países.

b. El establecimiento de un sistema ordenado de colaboración entre


agentes públicos y privados a nivel nacional, con protocolos de
colaboración y agentes autorizados para prestarla, y con un
reglamento a tal efecto. Asimismo, se requiere de un sistema de
colaboración internacional elaborado en un marco jurídico claro.

c. El intercambio de información de la experiencia en técnicas y


procedimientos de investigación, los cuales posibilitan el desarrollo de
investigaciones conjuntas entre dos o más países.

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1.3 LAS ASOCIACIONES Y BANDAS

Son organizaciones tradicionales y de menor importancia que las


anteriormente mencionadas. Sus antecedentes históricos se relacionan con las
asociaciones de malhechores y las cuadrillas de bandoleros. Este tipo de
organizaciones corresponde a la que Macintosh denomina “organización
picaresca” (Cfr. Mary Macintosh. La Organización del crimen. Ob. Cit., P. 35 y
ss.)

Como ya se ha mencionado para la mayoría de expertos estas


estructuras, mayormente amorfas, no constituyen parte de la criminalidad
organizada por poseer un modis operandi notorio y artesanal. Carecen de roles
establecidos y de procesos de planificación complejos. Su dimensión operativa
se restringe en función al escaso número y especialización de sus integrantes.

Estas estructuras delictivas se ubican en un escenario común y coyuntural


que las conecta generalmente con delitos convencionales violentos como el
robo, la extorsión o los secuestros. Su influencia sobre el entorno es mínima lo
que determina que sus integrantes sean frecuentemente intervenidos por la
policía. Su radio de acción delictiva es esencialmente local. No obstante, en
algunas ocasiones las asociaciones ilícitas o bandas actúan como instancias
periféricas o asociadas a organizaciones de mayor jerarquía a las que ofrecen y
brindan servicios; o con las cuales desarrollan negocios a menor escala para
distribuir los bienes ilícitos que aquéllas producen o comercializan. Al respecto
Anarte BORRALLO afirma que la vinculación entre las bandas y las
organizaciones criminales de mayor importancia se da con relativa continuidad.
EI ese sentido, este autor sostiene que:

“Con frecuencia se atribuye a aquéllas un importante papel en


el desenvolvimiento de las actividades ilegales de éstas
muchos casos, las bandas ejercen de minoristas del comercio
ilegal que controla el grupo criminal organizado o bien prestan

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cierto apoyo logístico o personal, puntual o sistemático (casi
como una contrata). A cambio, el grupo suministra la mercancía
o ayuda en caso necesario (v. gr. frente a la Actuación policial
o de otra banda). De todas formas, la banda conserva su
autonomía e identidad" (Anarte y Ferre, 1999, p. 22).

No obstante, una banda criminal de proyecciones internacionales y


características propias son las Maras centroamericanas que han concentrado
sus actividades, mayormente violentas, en El Salvador, Honduras, Guatemala y
algunas regiones de México (Sobre su estructura, ritos y características véase
Luis De la Corte Ibáñez y Andrea Giménez-Salinas Framis. Crimen. Org. Ob.
Cit., p.170 y ss).

1.4 EL CONCIERTO CRIMINAL

Es el nivel más básico e inferior de las formas de delincuencia colectiva o


grupal. En el derecho extranjero son pocos los sistemas legales que aluden
expresamente al concierto criminal. Ese es el caso del artículo 340° del Código
Penal colombiano que lo tipifica en los siguientes términos: "Cuando varias
personas se concierten con el fin de cometer delitos, cada una de ellas será
penada, por esa sola conducta, con prisión de tres (3) a seis (6) años

La actividad delictiva del concierto es ocasional y efímera. Por esta razón,


más que una organización estructurada, él, representa una integración
espontánea y plural de dos o más personas para la realización de un
determinado delito. Esto último constituye su principal diferencia con la
conspiración criminal que se expresa como la preparación de un proyecto
criminal futuro y de ejecución permanente. De allí, pues, que en otros sistemas
jurídicos se considere al concierto criminal sólo como una circunstancia de
agravación basada en la pluralidad de agentes. Ello ocurre, por ejemplo, en el
inciso 4o, primer párrafo, del artículo 189° del Código Penal peruano que agrava

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la penalidad del delito de robo cuando es cometido "con el concurso de dos o
más personas”.

Es característica del concierto criminal que entre sus componentes no


existan vínculos de dependencia ni jerarquía, por tal razón cada integrante aporta
lo que le corresponde según las necesidades operativas del ilícito penal que
ejecutan. Al concierto le alcanza, pues, con mayor propiedad la idea de una
coautoría funcional basada en la división de las tareas ejecutivas. De allí la
preocupación de la doctrina por apartarlo plenamente de la noción de
criminalidad organizada:

“A diferencia de la coautoría, en la que basta para su apreciación


la estimación de una resolución común al hecho y reparto de
roles entre los intervinientes, los cuales intervienen en plano de
igualdad, sin subordinación de los unos respecto de los otros,
sino simplemente mediante una división funcional del trabajo, y,
en todo caso, con un aporte esencial en la fase de ejecución del
delito, cuando se alude a la organización criminal es necesario
comprobar que una pluralidad de personas completan una
estructura jerarquizada y, en consecuencia, con cometidos de
los subordinados dependientes de la acción organizativa de
otras personas que actúan como gestores, jefes o
administradores de una empresa criminal” (CHOCLÁN, 2001.p.
243 y ss.).

El Acuerdo Plenario N° 8-2007/CJ-116 de la Corte Suprema de Justicia


también ha destacado las diferencias entre concierto criminal y asociaciones
ilícitas o bandas. En efecto en su fundamento jurídico 6° precisa lo siguiente; “la
diferenciación sistemática que realiza el artículo 189° del Código Penal, respecto
a la intervención de una pluralidad de agentes en la comisión de un robo, permite
sostener que se trata de dos circunstancias agravantes distintas. Por un lado, la
pluralidad de agentes prevista en el inciso 4) del primer párrafo alude a un

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concierto criminal en el que el proceder delictivo conjunto es circunstancial y
no permanente. Se trata, pues, de un supuesto básico de coautoría o
coparticipación, en el que los agentes no están vinculados con una estructura
organizacional y con un proyecto delictivo de ejecución continua. Por otro lado,
la agravante que contempla el párrafo in fine del citado artículo alude a un
proceder singular o plural de integrantes de una organización criminal sea esta
de estructura jerárquica - vertical o flexible - horizontal”.

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CAPITULO II
PRESENCIA ACTUAL DE LA CRIMINALIDAD ORGANIZADA EN EL PERU

2.1 LA SITUACIÓN PROBLEMÁTICA

Hoy más que en cualquier otro momento de nuestra historia reciente,


podemos afirmar y demostrar que en el Perú la delincuencia es ya un problema
socializado como trascendente. Al respecto diferentes estudios empíricos, de
mayor o menor cobertura, validan tal afirmación. Por ejemplo, según una
encuesta realizada el año 2012 por Proética e Ipsos-Apoyo, la delincuencia para
un 61% de los encuestados era el principal problema que padece nuestro país,
"seguido de la corrupción (47%), el desempleo (31%), las drogas 30% y por
último la pobreza (27%)”. Pero, además, se trata de modalidades delictivas
violentas y muy sensibles a la población, la cual las internaliza tanto en sus
efectos dañosos como en su manifiesta y reiterada impunidad. Efectivamente, la
Cámara de Comercio de Lima en un estudio individualizado sobre una muestra
de 130 de sus asociados, “reveló que un 57.9% ha sido víctima del denominado
robo al paso, un 20% por robo a mano armada y un 14.6% sufrió asalto en su
domicilio u oficina. Un dato relevante del sondeo es que el 65.38% de las familias
que fueron víctimas de actos delincuenciales no realizó ninguna denuncia
contrariamente a los 34.62 % que si la realizaron. Esto se explica ya que el
57.69% consideró que presentar una denuncia era una pérdida de tiempo”
(Aguda Inseguridad Ciudadana Impactará en el Crecimiento. Informe Especial
publicado en Empresas & Negocios. Revista de la Cámara de Comercio N° 577.
Año 12. Edición del 27 de mayo de 2013,p.7 y ss.).

En ese contexto podemos reconocer también que en nuestra sociedad


coexisten dos modalidades muy definidas y diferentes de criminalidad
organizada. Esto es, de manifestaciones paralelas de delincuencia que se
realizan y reproducen a partir de estructuras organizacionales de diseño
convencional o complejo.

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En efecto, es innegable desde un enfoque sociológico, político, económico
o psicosocial, que al interior de la sociedad peruana y de la interacción cotidiana
de sus actores confluyen de manera aleatoria y trasversal manifestaciones
activas o latentes de criminalidad organizada violenta dedicada, sobre todo, a
delitos tradicionales como el robo, el secuestro o la extorsión; con la silenciosa y
encubierta presencia operativa de modalidades de criminalidad organizada no
convencional y sofisticada como el lavado de activos, la minería ilegal o la trata
de personas. Por lo demás, el desarrollo cuantitativo de los indicadores de
frecuencia de una criminalidad organizada fracasada o de los pobres y
desplazados, se integra con imágenes predominantes y constantes, que hacen
poco visible el verdadero y gravitante poder material que van asumiendo las
organizaciones criminales exitosas que construyen o expanden sus mercados y
productos ilícitos en un contexto favorable y gris de economía emergente. La
situación, pues, de la criminalidad organizada en el Perú del tercer milenio es, si
bien aún nebulosa en sus contornos etiológicos y empíricos, sensible y
estresante en un espectro de mensajes e imágenes que sobre ella insertan e
internalizan en la ciudadanía, de modo continuo y estereotipado, los medios de
comunicación social. Se asienta, pues, en línea paralela a lo real del problema,
un sinnúmero de enfoques direccionados a infundir temor e inseguridad y a hacer
de nuestra población un espacio más de lo que con tino ideográfico ZAFFARONI
denomina la criminología mediática o en su lugar :

“visión de la cuestión criminal que construyen los medios de


comunicación” ( Zaffaroni, 2012, p.216).

Es así que sucesivos sondeos de opinión han coincidido en reconocer que


la criminalidad organizada y la inseguridad ciudadana, son ya una constante
psicosocial en la percepción de los problemas nacionales que identifica
mayoritariamente los miembros de la comunidad nacional. Por ejemplo, en una
encuesta publicada por uno de los principales diarios capitalinos, se señalaba
que el 36% de las 1210 personas encuestadas, mayores de 18 años y residentes
en 17 ciudades de la costa, sierra y selva del país, consideraba que el principal

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tipo de violencia que existe en el Perú proviene de la delincuencia organizada
representada por secuestros y asaltos con armas de fuego (Cfr. Lourdes
Fernández. Peruanos en su mayoría se sienten inseguros en la calle y en sus
casas. Reseña de encuesta publicada en el diario El Comercio. Edición del 30
de marzo de 2013, p. A14). Con registros más altos otra encuesta radicada en
Lima Metropolitana y el Callao, ha señalado que el 87% de los 411 entrevistados
se siente inseguro en las calles de su ciudad (Datum. Pulso Perú. Seguridad
Ciudadana. Reseña de encuesta publicada en el diario Perú 21. Edición del 8 de
julio de 2013, p.4).

Ahora bien, este mismo proceso de asimilación angustiante y de


presencia dual de la criminalidad organizada se reproduce en otras sociedades
de nuestro mundo globalizado con mayor o menor intensidad de poder o de
influencia. Lo que acontece en el Perú no es, pues, la excepción sino parte de la
regla. Siendo así no debe sorprender que las recetas y planes que se diseñan y
aplican para su prevención y control sean los mismos aunque coyunturalmente
se implementen antes y con mayores recursos en unos países que en otros, Por
lo demás, el objetivo ideológico y político criminal que persigue el Estado de
combatir el miedo y no el delito también se internacionaliza y se comparte con
iguales instrucciones y técnicas, aunque igualmente con escasos indicadores de
éxito e ineficacia. Participamos, pues, de una misma historia de nuestro presente
como advirtiera con ironía GARLAND al comparar la interpretación del control
penal contemporáneo en dos sociedades tan diferentes aunque conexas como
lo son la norteamericana y la británica:

"A ambos lados del Atlántico, las condenas obligatorias, los


derechos de las víctimas, las leyes de notificación a la
comunidad, la policía privada, las políticas de “ley y orden” y
una acentuada creencia en que la prisión funciona”, se han
convertido en elementos comunes en el paisaje del control del
delito y no sorprenden a nadie, aunque aún provoquen
consternación e incomodidad en ciertos círculos. Para el

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ciudadano moderadamente informado que lee los diarios o mira
las noticias por televisión, éstos son rasgos que se dan por
sentados de la política contemporánea de control del delito”
(Garland, 2005, p. 31).

Entonces lo que a continuación diremos sobre la criminalidad organizada y sus


dimensiones actuales en la realidad peruana, no es del todo novedoso, como
tampoco lo son sus datos cualitativos o sus indicadores cuantitativos. Es más,
sobre todo ello ya hemos desarrollado anteriores enfoques y criterios de
interpretación (Cfr. Víctor Roberto Prado Saldarriaga. Criminalidad
Organizada.IDEMSA.Lima.2006,p. 66 y ss.). Por tanto, lo que ahora aportamos
en esa misma dirección informativa y analítica sólo debe asimilarse como una
oportuna y necesaria actualización de un cuadro que quizás resulte a todos
suficientemente conocido.5

Comenzaremos por señalar que la última década se ha caracterizado por


el crecimiento cualitativo y cuantitativo de las organizaciones criminales
dedicadas a la comisión de delitos violentos. Es decir, se ha incrementado la
cuota de delitos de despojo de bienes y cuyos actores se inscriben en el amplio
registro estadístico de la criminalidad organizada fracasada y proveniente de los
sectores pobres y vulnerables del país. Al respecto son ilustrativas las cifras y el
análisis que aporta el Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público al
revisar la problemática concreta de Lima Metropolitana y el Callao; “El Ministerio
Público ha registrado un total de 58,704 presuntos delitos de robo en los 49
distritos de Lima Metropolitana y Callao entre enero de 2000 y agosto de 2011,
los cuales equivalen a un promedio anual de 4,920 delitos. 410 delitos por mes,
14 delitos por día y aproximadamente 4 delitos cada 7 horas. Se debe considerar
que existen delitos que no se denuncian, los cuales integran la denominada cifra
negra. Según investigaciones desarrolladas por el Observatorio de Criminalidad

5 PRADO SALDARRIAGA, Victor Roberto, Criminalidad Organizada y Lavado de Activos,


Editorial IDEMSA, Página 83, 2013.

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y reportes oficiales sobre victimización desarrolladas en nuestro país,
aproximadamente 4 de cada 10 delitos se denuncian”6

A esta modalidad de delincuencia tradicional y agresiva se le coloca como


la imagen de la inseguridad ciudadana y hacia ella convergen de modo
espontáneo, disperso y confuso un siempre inagotable conjunto de medidas
sobrecriminalizadoras que hacen de las penas de cadena perpetua o de 35 años
de privación de la libertad, o de las agravantes cualificadas de reincidencia y
habitualidad la única vía transitable para el control simbólico del espectro criminal
que aquellas y aquellos producen y reproducen. Al respecto, el populismo de
estas medidas se encuentra bastante arraigado en la introspección ciudadana.
Por ejemplo, en una de las encuestas anteriormente citadas al preguntarse a los
encuestados sobre qué acciones serían las más idóneas para reducir la
inseguridad ciudadana, el 78% coincidió en priorizar como opción “Penas más
drásticas” (Datum. Pulso Perú. Seguridad Ciudadana. Cit. p.4). Por lo demás,
basta con revisar el vasto conglomerado y sobrepuesto conjunto de datos,
frecuencias y mapas que en torno a estas formas de criminalidad organizada
violenta acompañan, a modo de diagnóstico situacional, el Plan Nacional de
Seguridad Ciudadana 2013-2018 hecho público en julio de 2013 (Cfr.
Presidencia del Consejo de Ministros-Ministerio del Interior. Plan Nacional de
Seguridad Ciudadana 2013-2018. Lima. 2013, p. 20 y ss.).

Paralelamente, el espacio de la criminalidad organizada exitosa y de


producción de bienes y servicios se ha ubicado también en un proceso continuo
de crecimiento y diversificación. En ese contexto delitos tradicionales como el
tráfico ilícito de drogas o el tráfico ilícito de insumos químicos han recuperado
estándares importantes de producción y comercialización interna y externa. En
el presente, pues, las otrora firmas peruanas se han proyectado como carteles
emergentes que han configurado y afianzado circuitos propios de exportación y
distribución en espacios regionales situados en el cono sur y en proyección o

6(Boletín Semanal del Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público. N°9. Octubre 2011,
p. 2).

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alianza táctica con carteles mexicanos hacia el continente asiático y africano.
Sobre esta constatación y sus causas son reveladoras las reflexiones
sustentadas en la Estrategia Nacional de Lucha Contra las Drogas 2012-2016 a
partir del año 2000 la presencia del tráfico ilícito de drogas se ha venido
incrementando en forma sostenida en el país, hasta alcanzar un área de 61,200
hectáreas de coca y una producción de 129,000 toneladas métricas de coca.
Entre los principales factores que explican esta nueva tendencia se tienen: i)
Incremento de la demanda internacional de la droga sobre todo en nuevas zonas
geográficas como Europa, Asia y América Latina, ii) ausencia de una
implementación efectiva y eficaz de las estrategias nacionales de lucha contra la
droga y iii) la significativa reducción de cultivos de coca en Colombia que está
originando una relocalización (efecto globo) de los cultivos de coca en Perú y
Bolivia” (Presidencia del Consejo de Ministros. Comisión Nacional para el
Desarrollo y Vida sin Drogas-DEVIDA. Estrategia Nacional de Lucha Contra las
Drogas. Lima. Marzo de 2012, p. 9). Ahora bien, Investigaciones de organismos
técnicos no gubernamentales como MACROCONSULT han esclarecido también
el panorama actual del tráfico ilícito de drogas a partir de estudios económicos
geopolíticos, así como de análisis de riesgos sociales. Uno de estos estudios
destaca como rasgos definitorios de una tercera etapa evolutiva de esta
modalidad delictiva organizada los siguientes: “El Perú está experimentando una
Tercera Etapa de narcotráfico y coca ilegal. Si bien los cultivos ilegales no
alcanzan la extensión que tuvieron en la segunda etapa, hay evidencia de que el
narcotráfico estaría afirmándose bajo la impronta de carteles mexicanos. Al
respecto podemos señalar las siguientes evidencias: la recuperación gradual de
los cocales ilegales aunada a un significativo aumento de sus productividad por
el uso de nuevas tecnologías; el salto a la producción y exportación de cocaína
y la reorientación del destino de la droga producida en el país”. (Macroconsult.
Narcotráfico: amenaza al crecimiento sostenible del Perú. Estudios sobre coca,
cocaína, seguridad y desarrollo. Lima. 2008, p. 219).

El contrabando también ha adquirido dimensiones importantes en las


principales y tradicionales zonas de frontera, especialmente en el espacio que

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se comparte con Bolivia y Chile. Igualmente se ha agudizado el tráfico de
personas a través de indicadores en ascenso en la práctica de la trata de
personas así como del tránsito de migrantes ilegales de origen asiático o
africano. Con relación a la trata de personas el Consejo Nacional de Política
Criminal en un documento exploratorio sobre el estado situacional del crimen en
el país, identifica su relación principal con la explotación sexual de las víctimas:
"Más de la mitad de los casos de trata de personas en el Perú son con fines de
explotación sexual (59%). Le siguen en importancia la explotación laboral (29%),
la mendicidad (5%) y la venta de niños (1%). Un 12% de casos corresponden a
trata mixta, donde la finalidad de la explotación es más de una, usualmente
sexual y laboral. La información corresponde al registro policial (RETA) para el
período enero 2006 a abril 2012... durante el mismo se registraron 804 casos
que involucraron a 1960 victimas7.
También se precisa que los principales puntos de origen y destino de las
actividades de trata se ubican en los Departamentos de la selva y ceja de selva
y de la costa central o centro sur como Loreto, Ucayali, Huánuco, Cusco, Madre
de Dios, Lima, Arequipa, Moquegua y Puno (ídem, p.37).

Algo similar viene ocurriendo en torno al tráfico de armas, municiones o


explosivos donde el Observatorio de Criminalidad reporta la siguiente tendencia:
“El Ministerio Público ha registrado un total de 18,894 delitos de tráfico ilícito de
armas a nivel nacional, entre enero de 2000 y junio de 2011, los cuales equivalen
a un promedio anual de 1,596 delitos, 133 delitos por mes, 4 delitos por día y
aproximadamente 1 delito cada 5 horas” (Boletín del Observatorio de
Criminalidad del Ministerio Público Año 2 N° 10. Octubre 2011, p.4). Por último
la piratería fonográfica o la falsificación de marcas y prendas de vestir registran
también nuevas rutas, modalidades y espacios de influencia.

Un espacio propio viene consolidando manifestaciones sofisticadas de


criminalidad organizada no convencional como la vinculada a la extracción

7Consejo Nacional de Política Criminal. Documento de Trabajo N° 3. Diagnóstico Situacional


del Crimen en el Perú. Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Lima. Junio de 2013, p. 37.

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minera ilegal de oro o a las operaciones de lavado de activos. Con relación a la
primera se destacan sus altos indicadores de ganancia así como sus múltiples
efectos perjudiciales y criminógenos: “Los perjuicios de la minería ilegal de oro,
según Macroconsult, son incalculables. Primero, la destrucción de miles de
hectáreas de bosques amazónicos y la desforestación de miles más. Segundo,
la defraudación tributaria que llegaría al 31% de las utilidades producidas. Si las
exportaciones de oro extraído ilegalmente entre el 2005 y el 2011 llegaron a
9,000 millones de dólares, lo que se dejó de pagar al fisco ascendería a casi
3,000 millones de dólares. Tercero, los daños a la salud pública. Cuarto, el
negativo impacto que la corrupción genera en las instituciones democráticas y el
Estado de derecho. Quinto, el deterioro de las condiciones de seguridad. Desde
el 2006, Madre de Dios es la región con más alta tasa de homicidios y se ubica
en el tercio superior en denuncias de delitos y faltas por 100,000 habitantes a
nivel nacional. Asimismo, arroja los peores indicadores en lo referido a trata de
personas, fenómeno delictivo ligado a la minería ilegal” (Consejo Nacional de
Política Criminal. Documento de Trabajo N° 3. Diagnóstico Situacional del
Crimen en el Perú. Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Lima. Junio de
2013, ps.36 y 37).Hallazgos de traslado de dinero en efectivo en ingentes
cantidades vienen siendo también objeto de investigación al plantearse como
hipótesis su conexión con actos de minería ilegal (Cfr. Oscar Castilla.
Operadores de Minería Ilegal llevaban US $ 4 millones escondidos en maletas.
Diario El Comercio. Edición del 26 de agosto de 2013, p. A2 y A4). Cabe recordar
que la criminalización de la práctica de la minería ilegal es todavía de reciente
data en nuestro país y está, aún, mediatizada por un complejo sistema de
normas transitorias y derivadas que vienen neutralizando su operatividad (Cfr.
Minería Ilegal. Los Gobiernos Regionales Defienden la Formalización de las
mafias del Oro. Diario El Comercio. Edición del 27 de agosto de 2013, p.A2). Y,
también, como destaca Martha MEIER el delito de minería ilegal ha sido excluido,
sin argumentos sólidos, de los alcances de la Ley Contra el Crimen Organizado
(Cfr. Martha MEIER M.Q. Excluyen Minería Ilegal de Ley Contra el Crimen
Organizado. Diario El Comercio. Edición del 1o de setiembre de 2013,p. A8).

20
Finalmente, la visualización alcanzada por el lavado de activos, en los últimos
cinco años, se ha hecho más nítida a partir del incremento de los reportes de
transacciones sospechosas que recepciona la Unidad de Inteligencia Financiera
del Perú. A través de estos documentos se puede inferir una variada gama de
sectores, modalidades y montos comprometidos que muestran ese ascenso casi
natural que este delito registra en una economía en crecimiento como la que
viene sosteniendo el Perú desde los dos últimos lustros. En ese contexto, debe
aceptarse como correcto lo sostenido por el Consejo Nacional de Política
Criminal al interpretar que "El lavado de activos constituye, junto al tráfico de
drogas y la minería informal, la tercera principal actividad de criminalidad
organizada en el Perú" (Consejo Nacional de Política Criminal. Documento de
Trabajo N° 3. Diagnóstico Situacional del Crimen en el Perú. Ministerio de
Justicia y Derechos Humanos. Lima. Junio de 2013, ps.39).

2.2 LA LEY 30077: UNA LEY ESPECIAL CONTRA EL CRIMEN


ORGANIZADO

El contar hoy con una Ley Especial Contra la Criminalidad Organizada es


una constante en toda estrategia nacional contra la presencia activa de
estructuras criminales. Basta con revisar el actual panorama legislativo sobre la
materia en nuestra región, para advertir tal característica y desarrollo normativo
de la política criminal contemporánea para la prevención y control de la
delincuencia organizada al Latinoamérica. Nuevamente, pues, el que se haya
promulgado mediante Ley 30077 una Ley Contra el Crimen Organizado para el
Perú, no nos hace la excepción sino parte de la regla.

Ahora bien, no cabe duda que la influencia de la Convención de las


Naciones Unidas Contra la Delincuencia Organizada Transnacional o
Convención de Palermo (2000), ha sido determinante para la elaboración de esta
clase de estatutos especializados. Cabe recordar que las principales estrategias
internacionales contra la criminalidad organizada que diseñó la Convención de
Palermo fueron las siguientes:

21
1. Criminalización específica de los actos de promoción e integración en las
organizaciones criminales.
2. Creación de un espacio internacional contra la criminalidad organizada.
3. Aplicación de procedimientos especiales de pesquisa policial para infiltrar
las organizaciones criminales.
4. Control sobre los capitales y fuentes financieras y logísticas de las
organizaciones criminales.
5. Procedimientos especiales para la investigación preliminar y el
juzgamiento de los integrantes de las organizaciones criminales.

En efecto, con mayor o menor amplitud de contenidos, así como con mejor
o deficiente técnica legislativa, la morfología de esta:: normas pasa, siempre, por
configurar un concepto legal de organización criminal, por incluir listados de
delitos asimilables a la criminalidad organizada y por definir procedimientos
especiales de pesquisa, juzgamiento, así como por la adscripción de
competencias excepcionales para las agencias estatales comprometidas con la
aplicación de la Ley. Veamos algunos ejemplos.

En nuestra Región una de las primeras leyes contra la criminalidad


organizada fue la promulgada en México el 7 de noviembre de 1996 y
denominada Ley Federal contra la Delincuencia Organizada. Esta ley definía con
precisión sus objetivos de política criminal en su artículo 1°:(La presente Ley
tiene por objeto establecer reglas para la investigación, persecución,
procesamiento, sanción y ejecución de las penas, por los delitos cometidos por
algún miembro de la delincuencia organizada. Sus disposiciones son de orden
público y de aplicación en todo el territorio nacional”. Luego en su artículo 2o
daba una definición bastante lograda de organización criminal: “Cuando tres o
más personas se organicen de hecho para realizar, en forma permanente o
reiterada, conductas que por sí o unidas a otras, tienen como fin o resultado
cometer alguno o algunos de los delitos siguientes, serán sancionadas por ese
sólo hecho, como miembros de la delincuencia organizada..." En total se

22
consideraban 7 modalidades delictivas entre las que destacaban con nitidez el
terrorismo, el tráfico de armas, el tráfico de indocumentados y los secuestros.

Otro antecedente importante fue la Ley colombiana 365 del 21 de febrero


de 1997 “Por la cual se establecen normas tendientes a Combatir la Delincuencia
Organizada y se dictan otras disposiciones”. En ella se tipificaba el delito de
concierto para delinquir, de lavado de activos, a la vez que se estipulaban
sanciones de cancelación de personería jurídica y cierre de locales y
establecimientos para las personas jurídicas que hubieren sido dedicadas a!
desarrollo de actividades delictivas; e, igualmente, se incluían procedimientos
especiales de sentencia anticipada con reducción de penas por colaboración
eficaz y de extinción del derecho de dominio (Cfr. Artículos 2o, 8o, 11° y 14°).

Sin embargo, en la última década las leyes especiales contra la


delincuencia organizada se han incrementado notablemente en los países del
continente americano. Entre las más recientes cabe destacar a la Ley
nicaragüense 735 del 9 de setiembre de 2010 denominada “Ley de Prevención,
Investigación y Persecución del Crimen Organizado y de la Administración de los
Bienes Incautados, Decomisados y Abandonados”. Y, también, la Ley 8754 de
Costa Rica del 22 de julio de 2009 o Ley Contra la Delincuencia Organizada. De
esta última legislación es relevante el detalle normativo que desarrolla en torno
al decomiso preventivo y comiso de capitales emergentes. A este nivel no sólo
se legitima el levantamiento del secreto bancario sino que, también, se
criminalizan practicas dirigidas a la distracción dolosa o culposa del patrimonio
de personas sometidas a diligencias de justificación del capital emergente (Cfr.
Capítulos IV, V y VI).

La Ley Nacional 30077 o Ley Contra el Crimen Organizado, promulgada


el 26 de julio de 2013, reproduce, pues, en gran medida, los objetivos,
características, estructura y contenidos de los antecedentes y modelos citados.
En efecto, posee una estructura normativa integral aunque poco sistemática.
Estos es, reúne, a su interior, aunque con escasa claridad y orden, cinco clases

23
de normas: programáticas, penales, procesales, de cooperación judicial
internacional en materia penal y de ejecución penal. Además, complementa sus
funciones y efectos con tres Disposiciones Complementarias Finales, cuatro
Disposiciones Complementarias Transitorias y con seis Disposiciones
Complementarias Modificatorias. Todas estas reglas de enlace son de
importante repercusión para la praxis de las agencias estatales implicadas en la
persecución y sanción de la criminalidad organizada, en tanto que, por ejemplo,
no sólo ponen en vigencia para el procesamiento de los integrantes de una
organización criminal a las normas y ritos del Código Procesal Penal(Cfr. Artículo
4o y Primera Disposición Complementaria Transitoria); sino que, también,
otorgan competencia exclusiva y excluyente para la investigación y
procesamiento de los delitos vinculados a organizaciones criminales a la Sala
Penal Nacional del Poder Judicial (Cfr. Tercera Disposición Complementaria y
Final), con el desconcertante agregado de que el financiamiento requerido para
la implementación de tales competencias debe ser aportado por el presupuesto
ordinario del sistema de justicia "sin demandar recursos adicionales al Tesoro
Público” (Cfr. Cuarta Disposición Complementaria Transitoria).

En cuanto a normas programáticas los artículos 1o, 2o y 3o delinean la


función político criminal de la Ley 30077 y que no es otra de regular un estatuto
especial para el procesamiento y sanción de los delitos realizados por
organizaciones criminales o por sus órganos asociados o dependientes. Por lo
demás es una ley de clara orientación sobrecriminalizadora como lo demuestran
sus artículos 22° (Catálogo de Circunstancias Agravantes Específicas), 24°
(Prohibición de Concesión de Beneficios Penitenciarios) y Primera Disposición
Complementaria Modificatoria ( Modifica Artículo 80° del Código Penal in fine
Duplicando el Plazo de Prescripción de la Acción Penal para Delitos Cometidos
por Integrantes de una Organización Criminal e Incrementa la Penas para
Diversos Delitos cuando estos sean cometidos por esta clase de Agentes).

Las disposiciones procesales (Artículos 5o al 15°) o sobre cooperación


judicial internacional en materia penal (Artículos 26° al 30°) son a todas luces

24
innecesarias en tanto que regulan aspectos ya contemplados por el Código
Procesal Penal el cual, por lo demás, es puesto en vigencia integralmente para
los delitos de criminalidad organizada(Artículo 4o). Hubiera sido más técnico y
menos complejo desarrollar las normas de aquel y adecuarlas a los cambios
sugeridos en las normas de la Ley Contra el Crimen Organizado (Cfr. El análisis
que hacemos de varias de estas disposiciones en el Capítulo V al estudiar las
normas procesales aplicables al delito de lavado de activos). Sobre todo porque
ya a través de la Tercera Disposición Complementaria Modificatoria son
reformulados varios artículos del citado Código Adjetivo. En este dominio, por
ejemplo, lo más relevante se relaciona con la ampliación de los plazos para las
diligencias preliminares que se elevan a sesenta días y se faculta al Fiscal a
discernir un límite distinto en atención a la complejidad del caso sub judice.
En lo que atañe a reglas de derecho penal material son dos los aspectos que
cabe destacar como importantes. En primer lugar, la incorporación al Código
Penal, mediante la Segunda Disposición Complementaria y Modificatoria, del
artículo 105 A, que regula los criterios de determinación y fundamentación de la
aplicación de consecuencias accesorias a personas jurídicas involucradas en la
comisión, favorecimiento, facilitación o encubrimiento de un hecho punible.
Reglas similares ya habían sido promovidas en el Anteproyecto de Código Penal
2008-2010 (Cfr. Artículo 110°) y en el Acuerdo Plenario de la Corte Suprema de
Justicia de la República N° 7-2009/CJ-116 del 13 de noviembre de 2009 (Cfr.
Fundamento Jurídico 16).La utilidad operativa de las pautas que contiene el
artículo 105°Ason de suma importancia y dinamizarán la aplicación concreta de
sanciones penales a la personas jurídicas comprometidas con el delito. Ahora
bien, la Ley Contra el Crimen Organizado, en su artículo 23°, también contiene
un catálogo específico de consecuencias accesorias, las que deberán aplicarse
a todo ente colectivo que sirva a la delincuencia organizada o se beneficie de su
accionar ilícito. Lo novedoso que aporta tal disposición lo encontramos en el
literal a y está relacionado con la aplicación de multas, las cuales se determinan
en base a un múltiplo equivalente a “un monto no menor del doble ni mayor del
triple del valor de la transacción real que se procura obtener como beneficio
económico por la comisión del delito respectivo".

25
En segundo lugar, es también relevante el cambio que se introduce con
la Primera Disposición Complementaria Modificatoria en el artículo 317° del
Código Penal. En efecto, por primera vez en nuestra legislación sustantiva
fundamental el delito tipificado en dicha norma considera punible la constitución
y promoción d® organizaciones criminales, algo que habíamos sugerido en otra
publicación. Además, también nos satisface observar que el legislador ha
tomado en cuenta nuestras recomendaciones de construir circunstancias
agravantes específicas en base a la posición de liderazgo que ostenta el agente
en la organización criminal o a su rol de financista de la misma (Cfr. Víctor
Roberto Prado Saldarriaga, Criminalidad Organizada. IDEMSA. Lima. 2006, ps.
87 y 88).

26
CAPITULO III
MODELOS Y NIVELES DE ORGANIZACIONES

El cuadro de características de la criminalidad organizada, a las que alude


el concepto operativo esbozado, no estaría completo, sino se hiciera mención a
los distintos modelos y niveles organizacionales que en torno a ella coexisten en
la realidad. En efecto, los especialistas señalan que la estructura organizacional
y operativa de una organización criminal permite identificar el grado de
importancia y desarrollo que ella ha alcanzado. Como apunta LAMAS PUCCIO:

“El crimen organizado está envuelto en distintos tipos de


organizaciones. Aunque en general parece existir cierto grado
de especialización en un determinado producto o gama de
productos, algunos grupos de criminales aparecen envueltos
en una gama de actividades” (Puccio, 2011, p. 315).

Complementando lo señalado por el autor citado, es importante


reconocer también que las dimensiones de las actividades ilícitas, la
composición interna, la amplitud de su cobertura internacional, así como la
calidad de sus integrantes posibilitan identificar el mayor o menor nivel de
influencia que las organizaciones criminales pueden ejercer sobre su entorno
económico, social, o político.

Tradicionalmente se ha clasificado a las organizaciones criminales en los


siguientes grados y niveles de importancia y nocividad social o política: Industria
o empresa criminal, crimen organizado, asociaciones ilícitas y bandas, concierto
criminal.

Veamos a continuación algunos indicadores especiales que son propios


de cada una de estas organizaciones delictivas:

27
3.1. Las Industrias o Empresas Criminales

Se les considera la verdadera expresión de la criminalidad organizada


contemporánea. Poseen una estructura compleja que les permite desarrollar un
conglomerado de actividades ilícitas y lícitas. Su operatividad se materializa
mediante una eficiente red de agencias que le otorgan poder, y presencia
transnacional. Estas organizaciones criminales han logrado ejercer consolidada
influencia sobre su entorno lo que les brinda control sobre los riesgos, a la vez
que les asegura permanencia y cuantiosas ganancias. Para esto último las
empresas criminales recurren a sofisticados servicios de legitimación de sus
ingresos ilícitos. Como advierte CHOCLAN MONTALVO:

“Esta criminalidad empresarial o industrial, que persigue actividades


lucrativas, tiende a globalizarse paralelamente a la globalización de los
mercados.La lucratividad de la empresa depende en buena medida del
blanqueo de dinero, por lo que la legitimación de capitales es una actividad
asociada a la actividad productora" (Choclán, 2000, p. 235).

El proceso de desarrollo y expansión de las empresas criminales tiene un


evidente ejemplo en las organizaciones de origen italiano como lo ha investigado
FORGIONE (Cfr. Francesco Forgione. Mafia Export. Como la 'Ndrangheta, la Cosa
Nostra y la Camorra han colonizado el mundo. Editorial ANAGRAMA. Barcelona.
2012, p. 253 y ss).

En la actualidad pertenecen a este nivel superior de la criminalidad


organizada las grandes organizaciones criminales, tradicionales o modernas,
que han radicado en Europa, Asia y América. Entre ellas cabe destacar a las
siguientes:

3.1.1 La Ndrangheta: Organización criminal que opera en Calabria (Italia). El


término 'Ndrangheta deriva del vocablo griego andragathos, que significa
“hombres valientes"; también es conocida como la Maffia Calabresa. (Cfr. Luis

28
de la Corte Ibáñez y Andrea GIMÉNEZ-SALINAS FRAMIS. Crimen.Org. Ob. Cit., p.
68 y ss). En sus orígenes se dedicaba a la práctica del bandidaje, la extorsión y
el robo. Posteriormente fue la primera organización criminal italiana que se
involucró en el tráfico de cocaína (ídem, p. 74).
Dentro de sus rasgos característicos encontramos (i) la preponderancia
de la invisibilidad, a diferencia de la Mafia siciliana y la Camorra napolitana; y (ii)
la existencia de un conjunto de prácticas, rituales, símbolos y normas morales
alternativas, cuyo respeto es imperativo de todos los integrantes de la
organización.

En cuanto a su estructura la Ndrangheta se compone de dos unidades


elementales: ndríne y locali. La ndrine es la agrupación básicamente familiar. Su
pervivencia depende de la ampliación de los lazos familiares y de la
incorporación de sus descendientes. De ahí que, para esta organización criminal,
los lazos de parentesco como criterio de agrupación y reclutamiento resultan ser
muy importantes. (ídem, p. 69). Cada ndrine opera autónomamente y actúa como
sí fuera una banda criminal que ostenta el monopolio de las actividades delictivas
en un determinado territorio. Por otro lado, el locali está integrado por múltiples
ndrine. Esta unidad se constituye en una de las instancias reguladoras entre las
ndrine, mas no ejerce autoridad sobre ellas, pues la Ndrangheta, a diferencia de
la Mafia siciliana no tiene estructura piramidal ni centralizada (ídem, p. 70). Esta
organización criminal “tiene caracteres que la diferencian de la Cosa Nostra y de
la Camorra, ya que posee una estructura horizontal. A ello contribuye el espacio
geográfico donde se asienta. No le interesa, como a los otros grupos, ampliar su
territorio sino, por el contrario, consolidar el poder total en el que le pertenece”
(Mario D. MONTOVA. Mafia y crimen organizado. Ob cit., p 54).

29
Composición de una Familia en la 'Ndrangheta
Una familia de la 'Ndrangheta esta compuesta por dos sociedades
muy distintas. Cada sociedad tiene a su vez diferentes niveles de
afiliación:
LA SOCIEDAD MAYOR (societá maggiore)
Associazione o Societá
Trequartino o quintino
Vangelista
Santista
Camorrista di sgarro
Camorrista

Nota: En cada nivel de afiliación hay distintas funciones: capo


lócale (jefe de la Familia), capo societá (jefe de la sociedad, adjunto al
jefe de Familia); contabile (gestiona la caja, llamada baclnella o casa
comune), mastro di giornata (maestro del día, distribuye el trabajo y
transmite las órdenes del jefe a la sociedad menor), mastro di buon
ordine (maestro del buen orden, es una especie de juez que resuelve
los conflictos).

LA SOCIEDAD MENOR (societá minore)


Picciotto sgarrista
(tras seis meses de afiliación y una ceremonia)
Picciotto liscio (nuevos afiliados)
Nota: los picciotti pueden desempeñar distintas funciones
Tomado de: Jean-Francois Gayraud. El G9 de las Mafias en el
Mundo. Geopolítica del Crimen Organizado. Tendencias Editores.
Barcelona. 2007. p. 97

3.1.2 La Camorra: Esta organización criminal desarrolla sus actividades en la


región de Campania y tiene como sede central la ciudad de Nápoles. Su nombre
deriva del término “gamurri” que quiere decir “bandas de ladrones que actúan en

30
las Montañas del Sur de Italia’’.

No existe acuerdo respecto a sus orígenes. Algunos autores afirman que


surgió en el marco de las guerras napoleónicas (1799 - 1815). Otros señalan que
dicha organización nació en las prisiones napolitanas y desde allí comenzó a
desarrollar actividades delictivas como la extorsión, contrabando, robo, servicios
de protección y asesinato. (Cfr. Luis De la Corte Ibáñez y Andrea Giménez-
Salinas Framis. Crimen. Org. Ariel. Barcelona. 2010, p. 63 y ss.)

En sus primeros años, la Camorra constituía una red conformada por


colaboradores y clientes pertenecientes a diferentes clases sociales con un
orden social paralelo. Posteriormente, se consolidó en una confederación de
grupos o clanes que se encargaban de controlar la economía ilegal de la zona.
Cada uno de ellos se caracterizaba por tener una jerarquía mediante la cual se
realizaba el reparto de las tareas. Se puede distinguir entre una Camorra urbana
caracterizada por la presencia de conflictos internos y una Camorra rural menos
visible, pero con mayor estabilidad.

“Mientras la Cosa Nostra tiene una estructura jerárquica verticalista y la


'Ndrangheta tiene una estructura horizontal, la Camorra se encuentra constituida
por centenares de bandos que se componen y se recomponen sin orden ni
disciplina (Mario D. Montoya. Mafia y crimen organizado. Ob. Cit., p. 53)

3.1.3 La Mafia: Es la estructura criminal más conocida y se originó en la Región


italiana de Sicilia. El nombre deriva del término mafiusi que significa “arrogante’’.
Su estructura organizacional se ha caracterizado siempre por ser jerárquica y
dinámica.

Los primeros clanes mafiosos aparecieron durante la segunda mitad del


siglo XIX. Según DICKIE, “la Mafia surgió en la zona que hoy en día sigue siendo
su región vital; se desarrolló donde se concentraba la riqueza de Sicilia, en el
verde oscuro de la franja costera, entre modernas empresas de exportación

31
capitalistas establecidas en los idílicos naranjales y limonares de las afueras de
Palermo” (Jhon Dickie. Cosa Nostra. Historia de la Mafia Sicliana. Litografía
roses. Barcelona. 2009, p. 56). Los factores que permitieron su extensión fueron
(i) el ensalzamiento de los valores familiares y machistas y (¡i) la desconfianza
hacia instituciones del nuevo Estado italiano que se encontraba en formación.
En ese sentido, “Las familias mafiosas explotaban la desconfianza de los
sicilianos hacia las autoridades estatales y se ofrecían para impartir una justicia
alternativa, primitiva y brutal, pero inmediata y bastante más efectiva que la del
Estado. A cambio, los líderes mañosos exigían respeto a los beneficiarios de su
particular justicia, es decir, reconocimiento explícito de su poder e inmunidad
para todas las acciones que llevaran a cabo" (Cfr. Luis de la Corte Ibáñez y
Andrea Giménez-Salinas Framis. Ob.Cit., p. 46 y ss ).

Dentro de las principales actividades delictivas atribuidas a la Mafia


siciliana se encuentran la extorsión a pequeños y medianos negocios
relacionados con la construcción, el tráfico ilícito de drogas, el contrabando, etc.

Según CRESLEY las principales reglas de conducta de los Hombres de


Honor son las siguientes:
 Ser leal a los miembros de la organización, no interferir en los intereses de
otro integrante y no ser un informante.
 Ser un hombre de honor y actuar siempre con rectitud.
 Respetar a las mujeres y a los ancianos.
 Ser racional y no inmiscuirse en disputas si no puede ganar.
 Mantener los ojos y oídos abiertos pero la boca cerrada
 Tener clase y ser independiente (citado por Mario D. Montoya. Mafia y
crimen organizado. Ob. Cit., p. 32).

Resalta como una característica emblemáticas de esta organización criminal


la práctica del Omertá o Código de silencio, el cual se ritualiza en un juramento
que sintetiza la subcultura asumida y extendida por la Mafia (ídem, P 46).

32
Organización de la Mafia Siciliana
(organización de familias)
Capo interprovinciale o capo dei capi
Commissione interprovinciale
Capo commissione - commissione
(provincias de Agrigento, Caltanissetta, Catania, Trapani y
Palermo)
Capo mandamento/mandamento (tres familias)
Capo Famiglia - Famiglia
Vice Capo, Consigiiere, Reggente
Capodecina
Soldad

3.1.4 La Sacra Corona Unita: Considerada en la actualidad como la


organización criminal italiana más importante. Surge entre los años setenta y
ochenta y su centro operativo se encuentra en la localidad de Puglia (Abulia).

Es una organización horizontal conformada, aproximadamente, por 45 clanes


autónomos. Cabe resaltar que las mujeres desempeñan un rol muy importante
en las operaciones de la estructura criminal.8

Dentro de las principales actividades delictivas que ejecuta encontramos el


control del mercado de cannabis, la prostitución, el tráfico de armas, de
inmigrantes ¡legales, etc.. (Cfr. Luis de la Corte Ibáñez y Andrea Giménez-
Salinas Framis. Ob.Cit., ps. 75 y 76)

“La especialidad de la mafia pugliese es la incorporación de menores a sus


filas: en esto se diferencia especialmente de la Cosa Nostra y de la ’Ndrangheta"
(Mario D. MONTOYA. Mafia y crimen organizado. Ob. Cit. p. 56).

3.1.5 Las Tríadas Chinas: Son consideradas como la estructura criminal más
antigua y sus antecedentes se remontan al siglo XII. Actualmente tiene filiales en
varios países de Asia, Europa y América.

8PRADO SALDARRIAGA, Victor Roberto, Criminalidad Organizada y Lavado de Activos,


Editorial IDEMSA, Página 78, 2013.

33
El término tríada hace referencia a un triángulo equilátero, símbolo místico
chino, que representa el cielo, la tierra y el hombre (elementos básicos de la
cultura china). Cabe señalar que “ las tríadas contemporáneas tienen su origen
en el siglo XVII, cuando individuos de las zonas rurales crearon fraternidades
para oponerse a la dinastía imperial manchú de los Qing, que se estableció en
Pekín en 1644 y dominó China hasta la abdicación del último emperador, en
1912, y la formación de la República de China." (Cfr. Luis De la Corte Ibáñez y
Andrea Giménez-Salinas Framis. Crimen. Org. Ariel. Ob. Cit., p 124). Cabe
mencionar que el epicentro de las tríadas se encuentra ubicado en la ciudad de
Shanghái.

Tradicionalmente las tríadas se dedicaron a realizar robos, secuestros y a


la piratería. Sin embargo, durante el siglo XXI buscan expandir el comercio del
opio no sólo en China, sino también a nivel continental y transcontinental (ídem,
p. 124)

Dentro de las grandes Tríadas se encuentran Sun Yee On, Sap Sze Wuí,
Wo Chi Tau, Chu Luen Pang, Sí Hai Pang y Tai Huen Tsai.9

3.1.6 La Yakuza Japonesa: Sus orígenes se remontan al siglo XVII y opera


también con una amplia periferia transnacional. El término “Yakuza” hace
referencia a los perdedores de un tradicional juego de cartas japonés. Asimismo,
es el nombre que reciben los integrantes de los grupos criminales de Japón, ello
porque estos provienen de grupos marginales estigmatizados y “destinados” a
ser los perdedores de la sociedad. (Cfr. Luis de la Corte Ibáñez y Andrea
Giménez-Salinas Framis. Ob. Cit, p. 113 y ss.)

Durante los siglos XIX y XX las Yakuzas se fueron ubicando entre las
élites económicas japonesas. Sin embargo, a mediados del siglo XX
experimentan un proceso de restructuración caracterizado por la extensión de

9Jean-Frangois Gayraud. El G9 de las Mafias en el Mundo. Geopolítica del Crimen Organizado.


Tendencias Editores. Barcelona. 2007, ps. 118 a 120.

34
las principales familias.

Dentro de las características más resaltantes de esta organización


criminal encontramos que, a diferencia de la 'Ndrangheta, no operan en la
clandestinidad ni buscan mantener su identidad oculta. Al contrario, manifiestan
su condición de criminal y se preocupan por su imagen pública. De ahí que, por
ejemplo, realicen actividades relacionadas a prestar servicios sociales. (ídem, p.
118)

Asimismo, su actividad criminal se distingue por mantener relaciones con


la policía japonesa, basadas en la ideología ultranacionalista, conservadora y
anticomunista compartida con este sector; así como por dominar un amplio
catálogo de negocios ¡legales como la pornografía, el tráfico de personas, tráfico
ilícito de drogas, la extorsión, el juego, etc. (ídem p. 119)

Las Yakuza más importantes son Yamaguchí - gumi (Kobe), Sumiyoshi-


kai (Atami) y lnagawa-kaí.(Akasaka - Tokio) (ídem p 116).

El poder y desarrollo de la Yakuza se basa en el respeto a sus seis reglas


sagradas:

 No revelar los secretos de la organización.


 No involucrarse personalmente con narcóticos.
 Jamás deshonrar a la esposa o a los hijos de otros miembros.
 No retener dinero de la banda.
 No fallar en la obediencia a los superiores.
 No apelar a la ley o a la policía. (Cfr. Mario D, Montoya. Mafia y Crimen
Organizado. Ob cit. p, 77).

3.1.7 La Cosa NOSTRA (MAFIA ITALOAMERICANA): Organización criminal que se


inició como filial de la Mafia en los Estados Unidos, comenzando sus actividades
criminales desde inicios del siglo XX. Se consolidó entre 1930 y 1950 y se

35
encontraba liderada por los sindicatos delictivos de Nueva York y Chicago (Cfr.
Luis de la Corte Ibáñez y Andrea Giménez-Salinas Framis. Crimen. Org. Ariel.
Barcelona. Ob. Cit, p.98)

Entre sus principales características encontramos una estrecha


vinculación entre los integrantes de la Cosa Nostra y numerosos grupos
distribuidos en todo Estados Unidos. Asimismo, cabe destacar su gran
capacidad para infiltrarse en instituciones locales y corromperlas. (Cfr. ídem, p.
98).

ORGANIZACIÓN DE UNA FAMILIA DE LA COSA NOSTRA


EN ESTADOS UNIDOS
Jefe de Familia (Capofamiglia o representante-Boss)
Subjefe (Under Boss) Consejero (Consigliere)
Capitanes o jefes de decenas
(Capodecina en Italia, Caporegime en Estados Unidos)
Soldados agrupados en equipos (crews) o decenas (decine)
Asociados o no iniciados (affiliati o avvicinati)
Tomado de: Jean-Frangols Gayraud. El G9 de las Mafias en el Mundo. Geopolítica del Crimen Organizado. Tendencias Editores.
Barcelona. 2007. P.149

Las principales actividades que desarrolla la Cosa Nostra, al igual que su


par italiana, son la extorsión, gestión de casa de juegos y prostíbulos; venta de
narcóticos, etc. (ídem p. 98).

Actualmente, de las tradicionales familias de la Cosa Nostra se


encuentran activas las siguientes: La familias de Nueva York (Gambino,
Colombo, Lucchese, Bonanno), la Familia de Buffalo o Familia Maggadino
(también llamada the arm), la Familia de Chicago (también denominada the
outfit), la Familia de Milwaukee o Familia Balistieri, ente otras. (Cfr. Jean-
Frangois
Gayraud. El G9 de las Mafias en el Mundo. Geopolítica del Crimen Organizado.
Tendencias Editores. Barcelona. 2007. P. 133).

3.1.8 La Mafia Rusa:También denominada “Vory v'Zakone'X Ladrones de la

36
ley). Esta estructura criminal se diferencia claramente de la mafia siciliana o las
yakuza japonesas, por no adoptar estructuras jerárquicas tradicionales. Por el
contrario, son sus principales características la impredictibilidad heterodoxa de
su diseño organizacional, su desarrollo autónomo complejo y un alto grado de
sofisticación y ambición por parte de sus órganos estratégicos u operativos. Por
tales particularidades, algunos autores como BERMEJOS MARCOS precisan que
son un conjunto de “bandas autónomas estructuradas de forma horizontal, es
decir, carecen de una organización jerarquizada que las aglutine a todas. Cada
una está dirigida por un Pakhan o Zar que controla a sus boyeviky (soldados),
estructurados en bandas al frente de cada una se encuentra un Brigadir. Entre
sus soldados destacan veteranos de guerra y antiguos atletas así como antiguos
miembros de la policía y funcionarios de Justicia. Pese a su autonomía,
reconocen la autoridad de figuras de prestigio, los Ladrones de código o Vory
v'Zakhone que pueden mediar en las disputas”.10.

Según los analistas, la mafia rusa se inició desarrollando sus actividades


de manera paralela a las autorizadas por el ordenamiento legal. De ahí que se
asocie su origen, luego de la desintegración de la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas, como una respuesta a la incapacidad estatal para
satisfacer las necesidades de la población. Al respecto, DE LA CRUZ OCHOA
afirma que “estratégicamente, el desabastecimiento, se convirtió en el mejor
negocio para las mafias'1 (Ramón De La Cruz Ochoa. Crimen Organizado.
Habana-Ciudad de México-Granada 2006, p. 116). Por tanto, la búsqueda del
control del mercado negro generó una serie de luchas internas entre los diversos
grupos que formaban parte de esta organización criminal como la Podolskaya,
la Tambovskaya, la Zukinskaya, etc. En el presente se reconocen como sus
principales exponentes a la Medvedkovskaya o mafia rusa y que comenzó
operando en Moscú; así como también a la Orekhovskaya que es su filial
internacional con presencia en varios países europeos y latinoamericanos.

10Fernando Bermejos Marcos. La Globalización del Crimen Organizado. Eguzkilore. Número 23.
Diciembre 2009, p. 112.

37
Como destaca SHANTY, en la actualidad los grupos criminales que integran
la mafia rusa se dedican a diferentes actividades delictivas, las cuales tienen un
espacio de realización a escala interna e internacional como la extorsión, la
prostitución, el secuestro, el lavado de dinero, el tráfico de drogas, el tráfico de
armas y la trata de personas. Pero además también destaca entre sus acciones
ilícitas, el tráfico de armas nucleares y de destrucción masiva. (Frank Shanty.
Mafia. The Necessary Reference to Organized Crime. Millenium House
Paperback. 2009, ps. 246 y ss). Esto último constituye la característica más
grave de su presencia internacional, pues se les atribuye la venta de “materiales
para la construcción de bombas nucleares, tales como uranio enriquecido y
cesium 137” (Mario D. Montoya. Mafia y crimen organizado. Ob. Cit. p, 99).

38
CONCLUSIONES

1. El crimen organizado en el Perú se configura en distintos niveles en la


cual existe un núcleo central que se focaliza a un delito en específico ya
sea tráfico ilícito de drogas, el tráfico de bienes culturales, la trata de
personas o la inmigración ilegal, etc.

2. En cada sector delictivo se origina redes de protección tanto a los


componentes de este como a los “amigos”, asimismo sus actividades se
dan en un sector geográfico determinado, cuando bajan las utilidades se
cambian a otro sector a esto se le denomina la “rentabilidad de las
utilidades”.

3. La criminalidad en el Perú se ha desarrollado tanto en profesionalismo,


técnicas, armamento, entre otros; es así el uso de la tecnología para
formar una estructura delictiva.

4. Entre las formas clásicas en que se manifiesta el crimen organizado en el


Perú son: lavado de activos, corrupción, tráfico ilícito de drogas, terrorismo

5. Para afrontarla criminalidad se utilizan métodos financieros, jurídicos,


comerciales mediante procedimientos sofisticados tanto nacionales como
internacionales.

39
SUGERENCIAS

1. Pese a los roces entre instituciones, sin un trabajo coordinado entre


Ministerio Público y Policía Nacional Especializada, las investigaciones en
casos de Crimen Organizado no tienen futuro alguno, es por ello que estas
instituciones deben trabajar de la mano para combatir la criminalidad
mediante los mecanismos que la ley dispone.
2. En el Perú se cuenta con la herramienta clave que es la “asociación ilícita
para delinquir” que no se utiliza debido a una divergencia en los criterios
por parte de los operadores de justicia.
3. Estamos en un tiempo en que las necesidades y la exigencia de la
ciudadanía a que el estado tome acciones ante la ola de criminalidad, sin
embargo se pone de pretexto el garantizar derechos y garantías
constitucionales cuando la obligación y deber de todo estado es luchar
contra la delincuencia en general y contra la criminalidad organizada en
particular.
4. Se debe dar mayor capacitación a la Policía Nacional del Perú ya que
esta es la base de toda estrategia de lucha contra la delincuencia
organizada, y este se logra fundamentalmente, al interior del proceso
penal, en la etapa de investigación preliminar y preparatoria en la cual
debe primar las garantías del debido proceso (publicidad; etc.), la Policía
Nacional aun no cuenta con divisiones especializadas en crimen
organizado en provincias, hecho que dificulta el trabajo.
5. Se debe generar un cambio o reconducción del trabajo en los operadores
de justicia que tenga eficacia y se pueda identificar a los miembros de
organizaciones criminales más allá de perseguir el delito, se ve que el
“sistema de recompensa” ha funcionado efectivamente siendo así que se
ha podido capturar a miembros de estas organizaciones criminales, sin
embargo se debe reforzar este sistema, asimismo no se cuenta aún con
albergues necesarios para atender a las víctimas en todas las provincias
del Perú.

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BIBLIOGRAFIA

 Bermejos Marcos, Fernando. La Globalización del Crimen Organizado.


Eguzkilore. Número 23. Diciembre 2009.

 Boletín Semanal del Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público.


N°9. Octubre 2011.

 Consejo Nacional de Política Criminal. Documento de Trabajo N° 3.


Diagnóstico Situacional del Crimen en el Perú. Ministerio de Justicia y
Derechos Humanos. Lima. Junio de 2013.

 Gayraud, Jean-Frangois. El G9 de las Mafias en el Mundo. Geopolítica


del Crimen Organizado. Tendencias Editores. Barcelona. 2007.

 Hernandez Miranda, Edith, La intervención de las comunicaciones en la


lucha contra el crimen organizado, 2003.

 PRADO SALDARRIAGA, Victor Roberto, Criminalidad Organizada y


Lavado de Activos., Editorial IDEMSA, 2013.

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HEMEROGRAFIA

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FUENTES ELECTRONICAS

1. Artículo: la delincuencia y el crimen organizado en el Perú JUEVES, 1 DE


DICIEMBRE DE 2011 , de http://delincuencia-juvenil peru.blogspot.pe/

2. El comercio/ opinión: La delincuencia en el Perú, Director general


Francisco Miró Quesada Cantuarias VIERNES 14 DE NOVIEMBRE DEL
2014 | 06:00, recuperdado de
http://elcomercio.pe/opinion/columnistas/delincuencia-peru-francisco-
miro-quesada-cantuarias-noticia-1771298

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