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Cuando analizamos los mercados fi nancieros en el modelo IS-LM de una economía cerrada,

partimos del supuesto de que los individuos eligen únicamente entre dos activos financieros: dinero y
bonos. Ahora que estamos examinando una economía financieramente abierta, también debemos
tener en cuenta el hecho de que los individuos pueden elegir entre los bonos nacionales y los bonos
extranjeros. Consideremos cada una de estas elecciones por separado. Dinero frente a bonos
Cuando examinamos la determinación del tipo de interés en el modelo IS-LM del Capítulo 5,
formulamos de la manera siguiente la condición según la cual la oferta de dinero debe ser igual a la
demanda de dinero: M P %YL(i) a Consideramos dada la oferta real de dinero (el primer miembro de
la ecuación y supusimos que la demanda real de dinero (el segundo miembro de la ecuación
dependía del nivel de transacciones existente en la economía, que se medía por medio de la
producción real, Y, y del coste de oportunidad de tener dinero en lugar de bonos, es decir, del tipo de
interés de los bonos, i. ¿Qué modificaciones debemos introducir en esta caracterización al considerar
una economía abierta? Le gustará la respuesta: no muchas, por no decir ninguna. En una economía
abierta, la demanda de dinero interior sigue procediendo principalmente de los residentes interiores.
Por ejemplo, no existen muchas razones para que los residentes de Reino Unido tengan euros o
depósitos a la vista en euros. Para realizar transacciones en Reino Unido se necesitan libras, no
euros. Si los residentes de Reino Unido quieren tener activos denominados en euros, es mejor que
tengan bonos en euros, que pagan, al menos, un tipo de interés positivo. Y en cualquier país la
demanda de dinero por parte de los residentes interiores sigue dependiendo de los mismos factores
que antes: de su nivel de transacciones, que medimos por medio de la producción real interior, y del
coste de oportunidad de tener dinero, que es el tipo de interés de los bonos. P = P* = 1, por lo que El
modelo IS-LM en una economía abierta 139 Por tanto, podemos seguir utilizando la ecuación [6.10]
para analizar la determinación del tipo de interés en una economía abierta. Este debe ser tal que la
oferta de dinero y la demanda de dinero sean iguales. Un aumento de la oferta monetaria provoca
una reducción del tipo de interés. Un aumento de la demanda de dinero debido, por ejemplo, a un
incremento de la producción provoca una subida del tipo de interés. Bonos nacionales frente a bonos
extranjeros Para analizar la elección entre los bonos nacionales y los bonos extranjeros, nos
basaremos en el supuesto que introdujimos en el apartado 6.2: los inversores financieros, nacionales
o extranjeros, apuestan por la tasa esperada de rendimiento que sea más alta. Eso significa que, en
condiciones de equilibrio, tanto los bonos nacionales como los bonos extranjeros deben tener la
misma tasa esperada de rendimiento; de lo contrario, los inversores solo estarían dispuestos a tener
uno u otro, pero no los dos, por lo que no podría ser un equilibrio (al igual que ocurre con casi todas
las demás relaciones económicas, esta relación no es más que una aproximación a la realidad y no
siempre se cumple; para más información sobre esta cuestión véase el recuadro «Las interrupciones
súbitas de las entradas de capital, la fortaleza del dólar y los límites de la condición de la paridad de
los tipos de interés» del apartado 6.5). Como hemos visto antes (ecuación [6.2]), este supuesto
implica que debe cumplirse la siguiente relación de arbitraje, la condición de la paridad de los tipos de
interés: (1! it ) %(1! i*t ) A Et Ee t!1B a Donde i t es el tipo de interés nacional, i t * es el tipo de interés
extranjero, Et es el tipo de cambio actual y Et e +1 es el tipo de cambio futuro esperado. El primer
miembro indica el rendimiento, expresado en moneda nacional, de tener bonos nacionales. El
segundo miembro indica el rendimiento esperado, también expresado en moneda nacional, de tener
bonos extranjeros. En condiciones de equilibrio, los dos rendimientos esperados deben ser iguales.
Multiplicando los dos miembros por Et e +1 y reordenando, tenemos que: Et% 1 ! it 1 !i*t Ee t!1 a
[6.11] De momento consideraremos dado el tipo de cambio futuro esperado y lo representaremos por
medio de Ee (en el Capítulo 18 abandonaremos este supuesto). Partiendo de este supuesto y
eliminando los índices temporales, la condición de la paridad de los tipos de interés se convierte en:
E % 1 !i 1 !i* E1 e a [6.12] Esta relación nos dice que el tipo de cambio actual depende del tipo de
interés interior, del tipo de interés extranjero y del tipo de cambio futuro esperado: • Una subida del
tipo de interés interior provoca una subida del tipo de cambio. • Una subida del tipo de interés
extranjero provoca una reducción del tipo de cambio. • Una subida del tipo de cambio futuro
esperado provoca una subida del tipo de cambio actual. Esta relación desempeña un papel
fundamental en el mundo real y desempeñará un papel fundamental en este capítulo. Para
comprenderla mejor, examinemos el siguiente ejemplo: consideremos los inversores financieros —los
inversores para abreviar— que eligen entre los bonos británicos y los bonos japoneses. Supongamos
que tanto el tipo de interés a un año de los bonos británicos como el de los bonos japoneses son de
un La presencia de Et se debe a que para comprar el bono extranjero, debemos cambiar primero la
moneda nacional por moneda extranjera. La presencia de E e t +1 se debe a que para recuperar los
fondos en el siguiente periodo, tendremos que cambiar moneda extranjera por moneda nacional.: EL
CORTO PLAZO 5 %. Supongamos que el tipo de cambio actual es 100 (1 libra vale 100 yenes) y que
el tipo de cambio esperado para dentro de un año también es 100. Partiendo de estos supuestos,
tanto los bonos británicos como los bonos japoneses tienen el mismo rendimiento esperado en libras,
por lo que se cumple la condición de la paridad de los tipos de interés. Supongamos que ahora los
inversores esperan que el tipo de cambio sea un 10 % más alto dentro de año, por lo que ahora Ee
es igual a 110. Al mismo tipo de cambio actual, ahora los bonos británicos son mucho más atractivos
que los bonos japoneses: ofrecen un tipo de interés del 5 % en libras. Los japoneses siguen
ofreciendo un tipo de interés del 5 % en yenes, pero ahora se espera que el yen valga dentro de un
año un 10 % menos en libras. El rendimiento de los bonos japoneses en libras es, pues, igual a 5 %
(el tipo de interés) -10 % (la depreciación esperada del yen frente a la libra), o sea, -5 %. ¿Qué
ocurrirá entonces? Al tipo de cambio inicial de 100, los inversores quieren deshacerse de los bonos
japoneses e invertir en bonos británicos, para lo cual tienen que vender primero los bonos japoneses
a cambio de yenes, vender los yenes por libras y utilizar las libras para comprar bonos británicos.
Cuando los inversores venden yenes y compran libras, la libra se aprecia. ¿Cuánto? La ecuación
[6.12] nos da la respuesta: E = (1,05/1,05) 110 = 110. El tipo de cambio actual debe subir en la
misma proporción que el tipo de cambio futuro esperado. En otras palabras, la libra debe apreciarse
hoy un 10 %. Cuando se ha apreciado un 10 %, de tal manera que E = Ee = 110, el rendimiento
esperado de los bonos británicos y japoneses vuelve a ser el mismo, por lo que hay equilibrio en el
mercado de divisas. Supongamos, por el contrario, que el tipo de interés sube en Reino Unido del 5
al 8 % como consecuencia de una contracción monetaria británica. Supongamos que el tipo de
interés japonés sigue siendo del 5 % y que el tipo de cambio futuro esperado no varía y es igual a
100. Al mismo tipo de cambio actual, ahora los bonos británicos son de nuevo mucho más atractivos
que los bonos japoneses. Tienen un rendimiento del 8 % en libras. Los japoneses tienen un
rendimiento del 5 % en yenes y —como se espera que el tipo de cambio sea el próximo año el mismo
que hoy— también tienen un rendimiento esperado del 5 % en libras. ¿Qué ocurrirá entonces? Una
vez más, al tipo de cambio inicial de 100, los inversores quieren deshacerse de los bonos japoneses
e invertir en bonos británicos, para lo cual venden yenes por libras y la libra se aprecia. ¿Cuánto? La
ecuación [6.12] nos da la respuesta: E = (1,08/1,05) 100 ≈ 103. El tipo de cambio actual sube
alrededor de un 3 %. ¿Por qué un 3 %? Pensemos en qué ocurre cuando la libra se aprecia. Si,
como hemos supuesto, los inversores no cambian sus expectativas sobre el futuro tipo de cambio,
cuanto más se aprecie la libra hoy, más esperan los inversores que se deprecie en el futuro (ya que
se espera que vuelva a tener el mismo valor en el futuro). Cuando la libra se ha apreciado un 3 %
hoy, los inversores esperan que se deprecie un 3 % durante el próximo año. O lo que es lo mismo,
esperan que el yen se aprecie frente a la libra un 3 % durante el próximo año. La tasa esperada de
rendimiento en libras de tener bonos japoneses es, pues, del 5 % (el tipo de interés en yenes) + 3 %
(la apreciación esperada del yen), o sea, 8 %. Esta tasa de rendimiento esperada es igual que la tasa
de rendimiento de tener bonos británicos, por lo que hay equilibrio en el mercado de divisas.
Obsérvese que nuestro argumento se basa en gran medida en el supuesto de que cuando el tipo de
interés varía, el tipo de cambio esperado se mantiene constante. Eso implica que una apreciación
hoy provoca una depreciación esperada en el futuro, ya que se espera que el tipo de cambio vuelva a
su mismo valor anterior. En el Capítulo 18 abandonaremos el supuesto de que el tipo de cambio
futuro es fijo, pero la conclusión básica es la misma: una subida del tipo de interés interior en relación
con el tipo de interés extranjero provoca una apreciación. La Figura 6.10 representa la relación entre
el tipo de interés interior, i, y el tipo de cambio, E, que implica la ecuación [6.12]: la relación de
paridad de los tipos de interés. Corresponde a un tipo de cambio futuro esperado dado, E e , y un tipo
de interés extranjero dado, i*, y está representada por una línea de pendiente positiva: cuanto más
alto sea el tipo de interés interior, más alto será el tipo de cambio. La ecuación [6.12] también implica
que
cuando el tipo de interés interior es igual al extranjero (i = i*), el tipo de cambio es igual al tipo de
cambio futuro esperado (E = Ee ). Eso implica que la línea correspondiente a la condición de la
paridad de los tipos de interés pasa por el punto A en la fi gura.
Análisis conjunto de los mercados de bienes y los mercados financieros Ahora ya tenemos los
elementos necesarios para comprender las variaciones de la producción, el tipo de interés y el tipo de
cambio. El equilibrio del mercado de bienes implica que la producción depende, entre otros factores,
del tipo de interés y del tipo de cambio: Y = C(Y - T) + I(Y, i) + G + NX(Y, Y*, E) El tipo de interés
depende, a su vez, de la igualdad de la oferta y la demanda de dinero: M P %YL(i) a Y la condición
de la paridad de los tipos de interés implica la existencia de una relación negativa entre el tipo de
interés nacional y el tipo de cambio: E % 1 !i 1 !i* E1 e a Estas tres relaciones determinan
conjuntamente la producción, el tipo de interés y el tipo de cambio. No es muy fácil trabajar con las
tres, pero podemos reducirlas fácilmente a dos utilizando la condición de la paridad de los tipos de
interés para eliminar el tipo de cambio de la relación de equilibrio del mercado de bienes. De esa
manera, tenemos las dos ecuaciones siguientes, que son las versiones de las ya conocidas
relaciones IS y LM correspondientes a una economía abierta: IS: Y%C(Y.T) !I(Y, i) !G ! NXA Y, Y*, 1 !i
1! i* E1 e B LM: M P %YL(i) a Figura 6.10 La relación entre el tipo de interés y el tipo de cambio que
se deriva de la paridad de los tipos de interés Una subida del tipo de interés interior provoca una
subida del tipo de cambio, o sea, una apreciación. Tipo de interés interior, i Tipo de cambio, E A
Relación de paridad de los tipos de interés (dados i*, Ee ) Ee i* ¿Qué ocurre con la curva si i * sube?
¿Y si E e aumenta? M06_BLAN7886_01_SE_C06.indd 141 14/10/11 08:22:15 142 EL NÚCLEO: EL
CORTO PLAZO Tomemos primero la relación IS y veamos cómo afecta una subida del tipo de
interés a la producción. Ahora una subida del tipo de interés produce dos efectos: • El primero, que
ya estaba presente en una economía cerrada, es el efecto directo producido en la inversión: una
subida del tipo de interés provoca una reducción de la inversión, una reducción de la demanda de
bienes interiores y una disminución de la producción. • El segundo, que solo está presente en la
economía abierta, es el efecto que produce a través del tipo de cambio: una subida del tipo de interés
nacional provoca una subida del tipo de cambio, es decir, una apreciación. Esta, que encarece los
bienes interiores en relación con los bienes extranjeros, provoca una reducción de las exportaciones
netas y, por tanto, un descenso de la demanda de bienes interiores y una disminución de la
producción. Ambos efectos actúan en el mismo sentido: una subida del tipo de interés reduce
directamente la demanda e indirectamente a través del efecto negativo de la apreciación del tipo de
cambio. La Figura 6.11(a) muestra la relación IS entre el tipo de interés y la producción
correspondiente a determinados valores de todas las demás variables de la relación, a saber, T, G,
Y*, i* y Ee . La curva IS tiene pendiente negativa: una subida del tipo de interés provoca una
reducción de la producción. La curva se parece mucho a la de una economía cerrada, pero oculta
una relación más compleja que antes: el tipo de interés afecta a la producción no solo directamente,
sino también indirectamente a través del tipo de cambio. La relación LM es exactamente igual en una
economía abierta que en una economía cerrada. La curva LM tiene pendiente positiva. Dado el valor
de la cantidad real de dinero, M/P, un aumento de la producción provoca un aumento de la demanda
de dinero y una subida del tipo de interés de equilibrio. En la Figura 6.11(a), el equilibrio del mercado
de bienes y de los mercados financieros se alcanza en el punto A con un nivel de producción Y y un
tipo de interés i. El valor de equilibrio del tipo de cambio no puede hallarse directamente en el gráfico,
pero se obtiene fácilmente en la Figura 6.11(b), que reproduce la 6.10 e indica el tipo de cambio
correspondiente a un tipo de interés dado. El tipo de cambio correspondiente al tipo de interés de
equilibrio, i, es igual a E. Recapitulando, hemos obtenido las relaciones IS y LM de una economía
abierta. • La curva IS tiene pendiente negativa. Una subida del tipo de interés provoca directamente
e indirectamente (a través del tipo de cambio) una disminución de la demanda y de la producción. •
La curva LM tiene pendiente positiva. Un aumento de la renta eleva la demanda de dinero,
provocando una subida del tipo de interés de equilibrio.

La producción de equilibrio y el tipo de interés de equilibrio se encuentran en la intersección de las


curvas IS y LM. Dados el tipo de interés extranjero y el tipo de cambio futuro esperado, el tipo de
interés de equilibrio determina el tipo de cambio de equilibrio. La condición de la paridad de los tipos
de interés supone que a los inversores financieros solo les interesan los rendimientos esperados.
Como hemos señalado en el apartado 6.2, a los inversores les interesan no solo los rendimientos,
sino también el riesgo y la liquidez, es decir, la facilidad con que se puede comprar o vender un
activo. La mayoría de las veces podemos prescindir de estos otros factores. Sin embargo, estos a
veces influyen mucho en las decisiones de los inversores y en la determinación de las variaciones de
los tipos de cambio. Las percepciones del riesgo a menudo influyen considerablemente en las
decisiones de los grandes inversores financieros —por ejemplo, de los fondos de pensiones— de
invertir o no en un país. A veces la impresión de que el riesgo ha disminuido lleva a muchos
inversores extranjeros a comprar simultáneamente activos en un país, provocando un gran aumento
de la demanda de activos de ese país. A veces la impresión de que el riesgo ha aumentado lleva a
los mismos inversores a querer vender todos los activos que tienen de ese país, cualquiera que sea
el tipo de interés. Estos episodios, que han afectado a muchas economías emergentes
latinoamericanas y asiáticas, se conocen con el nombre de interrupciones súbitas de las entradas de
capital. Durante estos episodios, la condición de la paridad de los tipos de interés no se cumple, por
lo que el tipo de cambio puede bajar mucho sin que varíen los tipos de interés interiores o
extranjeros. Los grandes países también pueden resultar afectados. Por ejemplo, la apreciación del
dólar en los años 90 no se debió tanto a una subida de los tipos de interés estadounidenses con
respecto a los tipos de interés extranjero como a un aumento de la demanda extranjera de activos en
dólares a un tipo de interés dado. Muchos inversores extranjeros privados querían tener una parte de
su riqueza en activos estadounidenses: tenían la impresión de que los activos estadounidenses eran
relativamente seguros. Muchos bancos centrales extranjeros querían tener una elevada proporción
de sus reservas en letras del tesoro estadounidenses. La razón se hallaba en que el mercado de
letras del tesoro es muy líquido, por lo que podían comprar y vender letras del tesoro sin afectar al
precio. Esta elevadísima demanda de activos estadounidenses a un tipo de interés dado está detrás
de la fortaleza del dólar en la década de 1990. Incluso cuando los tipos de interés de Estados Unidos
son relativamente bajos, los inversores extranjeros siguen queriendo aumentar sus tenencias de
activos estadounidenses y, por tanto, financiar el elevado déficit comercial de Estados Unidos. De
cuánto tiempo estén dispuestos a hacerlo dependerá lo que ocurra con el dólar y con la balanza
comercial de Estados UnidosLas interrupciones súbitas de las entradas de capital, la fortaleza del
dólar y los límites de la condición de la paridad de los tipos de interés Resumen • La apertura de los
mercados de bienes permite a las personas y a las empresas elegir entre los bienes interiores y los
bienes extranjeros. La apertura de los mercados financieros permite a los inversores financieros tener
activos financieros nacionales o extranjeros. • El tipo de cambio nominal es el precio de la moneda
nacional expresado en moneda extranjera. Desde el punto de vista de Reino Unido, el tipo de cambio
nominal entre Reino Unido y Estados Unidos es el precio de una libra expresado en dólares. • Una
apreciación nominal (apreciación, para abreviar) es una subida del precio de la moneda nacional
expresado en monedas extranjeras. En otras palabras, corresponde a una subida del tipo de cambio.
Una depreciación nominal (depreciación, para abreviar) es un descenso del precio de la moneda
nacional expresado en monedas extranjeras. Corresponde a una bajada del tipo de cambio.

gregory :
La pequeña economía abierta en un sistema de tipos de cambio fluctuantes Antes de analizar el
efecto de la política económica en una economía abierta, debemos concretar el sistema monetario
internacional que ha elegido el país. Es decir, debemos ver cómo puede convertir la gente que
participa en el comercio y las finanzas internacionales la moneda de un país en la moneda de otro.
Comenzamos con el que existe actualmente en la mayoría de las economías: los tipos de cambio
fluctuantes. En este sistema de tipos de cambio, éstos son determinados por las fuerzas del mercado
y pueden fluctuar libremente en respuesta a los cambios de la situación económica. En este caso, el
tipo de cambio e se ajusta para lograr simultáneamente el equilibrio en los mercados de bienes y de
dinero. Cuando ocurre algo que altera ese equilibrio, el tipo de cambio puede variar y alcanzar un
nuevo valor de equilibrio. Reconsideración de la economía abierta: el modelo Mundell-Fleming y el
sistema

de tipos...
La curva LM*. El panel (a) muestra la curva LM convencional [que representa la ecuación M/P = L(r,
Y)], junto con una línea recta horizontal que representa el tipo de interés mundial, r*. El punto de
intersección de estas dos curvas determina el nivel de renta, independientemente del tipo de cambio.
Por lo tanto, como muestra el panel (b), la curva LM* es vertical.

El modelo Mundell-Fleming. Este gráfico del modelo MundellFleming representa la condición de


equilibrio del mercado de bienes, IS*, y la condición de equilibrio del mercado de dinero, LM*. Ambas
curvas se han trazado manteniendo constante el tipo de interés en el nivel correspondiente al tipo de
interés mundial. La intersección de estas dos curvas muestra el nivel de renta y el tipo de cambio de
equilibrio que satisfacen el equilibrio tanto en el mercado de bienes como en el mercado de dinero
La política fiscal Supongamos que el Gobierno estimula el gasto público aumentando las compras del
Estado o bajando los impuestos. Dado que esa política fiscal expansiva eleva el gasto planeado,
desplaza la curva IS* hacia la derecha, como en la figura 12.4. Como consecuencia, el tipo de
cambio se aprecia, mientras que el nivel de renta permanece constante. Obsérvese que la política
fiscal produce efectos muy distintos en una pequeña economía abierta y en una economía cerrada.
En el modelo IS-LM de la econo

Una expansión fiscal en un sistema de tipos de cambio fluctuantes. Un incremento de las compras
del Estado o una reducción de los impuestos desplaza la curva IS* hacia la derecha, lo que eleva el
tipo de cambio, pero no influye en la renta.
mía cerrada, una expansión fiscal eleva la renta, mientras que en una pequeña economía abierta que
tenga un tipo de cambio fluctuante, una expansión fiscal deja la renta al mismo nivel. Desde el punto
de vista puramente mecánico, la diferencia se debe a que la curva LM* es vertical, mientras que la
curva LM que hemos utilizado para estudiar una economía cerrada tiene pendiente positiva. Pero
esta explicación no es muy satisfactoria. ¿Cuáles son las fuerzas económicas que dan lugar a estos
resultados tan diferentes? Para responder a esta pregunta, debemos ver qué ocurre con los
movimientos internacionales de capital y cuáles son las consecuencias de estos movimientos para la
economía de un país. El tipo de interés y el tipo de cambio son las variables fundamentales que
explican lo que está sucediendo. Cuando la renta aumenta en una economía cerrada, el tipo de
interés sube, debido a que el aumento de la renta eleva la demanda de dinero. Eso no es posible en
una pequeña economía abierta, ya que tan pronto como el tipo de interés comienza a subir con
respecto al tipo de interés mundial, r*, entra rápidamente capital del extranjero para aprovechar el
rendimiento más alto. Esta entrada de capital no sólo hace que el tipo de interés vuelva a ser igual al
tipo de interés mundial, r*, sino que también tiene otra consecuencia: como los inversores extranjeros
tienen que comprar la moneda nacional para invertir en la 496 / Macroeconomía e Y Equilibrium
exchange rate LM * IS* 2 IS * 1 Figura 12.4. Una expansión fiscal en un sistema de tipos de cambio
fluctuantes. Un incremento de las compras del Estado o una reducción de los impuestos desplaza la
curva IS* hacia la derecha, lo que eleva el tipo de cambio, pero no influye en la renta. 1. Una política
fiscal expansiva desplaza la curva IS* hacia la derecha... 3. ... y no altera la renta. 2. ... lo que eleva
el tipo T de cambio... ipo de cambio Renta, producción economía del país, la entrada de capital
aumenta la demanda de moneda nacional en el mercado de divisas, presionando al alza sobre el
valor de la moneda nacional. La apreciación de la moneda nacional encarece los bienes interiores en
relación con los extranjeros, lo cual reduce las exportaciones netas. La disminución de las
exportaciones netas contrarresta exactamente los efectos sobre la renta ocasionados por la política
fiscal expansiva. ¿Por qué es la disminución de las exportaciones netas tan grande como para que la
política fiscal sea totalmente impotente para influir en la renta? Para responder a esta pregunta,
examinemos la ecuación que describe el mercado de dinero: M/P = L(r, Y). Tanto en la economía
cerrada como en la economía abierta, la cantidad ofrecida de saldos monetarios reales, M/P, viene
determinada por el banco central (que fija M) y por el supuesto de la rigidez de los precios (que fija
P). La cantidad demandada (determinada por r e Y) debe ser igual a esta oferta fija. En una
economía cerrada, una expansión fiscal provoca una subida del tipo de interés de equilibrio. Esta
subida del tipo de interés (que reduce la cantidad demandada de dinero) permite que aumente la
renta de equilibrio (lo que eleva la cantidad demandada de dinero). En cambio, en una pequeña
economía abierta, r se mantiene fijo y es igual a r*, por lo que sólo existe un nivel de renta que pueda
satisfacer esta ecuación, y este nivel de renta no varía cuando cambia la política fiscal. Por lo tanto,
cuando el Gobierno eleva el gasto público o baja los impuestos, la apreciación del tipo de cambio y la
disminución de las exportaciones netas deben ser lo suficientemente grandes para contrarrestar
totalmente el efecto expansivo que produce normalmente dicha política sobre la renta. 12.2.2 La
política monetaria Imaginemos ahora que el banco central eleva la oferta monetaria. Como se supone
que el nivel de precios se mantiene fijo, el aumento de la oferta monetaria significa un incremento de
los saldos reales. Este incremento desplaza la curva LM* hacia la derecha, como en la figura 12.5.
Por lo tanto, un aumento de la oferta monetaria eleva la renta y reduce el tipo de cambio. Aunque en
una economía abierta, al igual que en una economía cerrada, la política monetaria influye en la renta,
el mecanismo de transmisión monetaria es diferente. Recordemos que en una economía cerrada un
aumento de la oferta monetaria eleva el gasto porque reduce el tipo de interés y estimula la inversión

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