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ME2 La Ferla | León María del Rosario | 2018

La instalación como método aplicado a la fotografía: el espacio y su rol discursivo.

En el siguiente ensayo me propondré, trazar un paralelismo entre las características propias de la


instalación y cómo la llegada de este nuevo género artístico ha influido en la narrativa espacial de
las muestras artísticas más tradicionales, en este ensayo específicamente abordaré la configuración
espacial de las muestras fotográficas que han sido visitadas en el marco de la cursada de Medios
Expresivos.
Siguiendo el nuevo paradigma de arte moderno que nos propone Dubois en Máquina de imágenes,
despojado de su afán de imitar lo real y reproducir fielmente aquello que se observa, la
convergencia en este (llamado por Mónica Sánchez) nuevo género, medio o práctica que es la
instalación, de diversas disciplinas nos deja plantados frente a una forma innovadora de concebir
los espacios en los que se disponen las, por decirlo de alguna manera, formas mas “clásicas”. El
espacio comienza a cumplir un rol activo en la disposición de la obra, se piensa el espacio y se
concibe como un actor más en la puesta en escena. Pondré como ejemplo la obra París, Etc.
(2008), de Patti Smith, donde además del contenido formal de la obra, su partido conceptual se
desarrolla muy fuertemente con el elemento diseñado del espacio. Nos encontramos con una
disposición de 40 fotografías en blanco y negro, desplegadas de manera rítmica y regular en las
paredes de la sala, ampliamente separadas una de la otra, proponiendo, invitando al espectador a
ser parte de este recorrido que la autora nos propone con la fotografía en su obra.
Las imágenes nos hablan acerca de un paseo, de una “historia”, en la cual el mismo recorrido que el
espectador realiza para visualizarla, forma parte de la experiencia. El ritmo de visualización esta
prediseñado: se requiere un recorrido mínimo para poder ver de una fotografía a otra, y esto
inevitablemente es un factor significante en el concepto general de la obra. Para reforzar este
punto, voy a comparar esta disposición espacial con la muestra Journal Intime (1994) de Araki,
donde las imágenes se muestran en sucesión casi inmediata, una al lado de la otra, y las mismas
están dispuestas en paredes de forma curvada que dejan al espectador un espacio delimitado para
recorrer la galería, sumado a la forma en la que estas paredes están ubicadas, lo cual le otorga un
ritmo “acelerado” e incluso una sensación totalmente opuesta a la que propone la galería de Patti
Smith.
Tomando como ejes comparativos estas dos obras, y como soporte textual los dichos de Ana
Claudia García “En una instalación, la relación continente-contenido (espacio de exhibición y la obra
exhibida) se torna –en la mayoría de los casos- mucho más ambigua para el espectador-visitante
pues está incluido su cuerpo como perceptor dentro de la obra”, podemos afirmar que la influencia
de la forma instalativa ha pasado los límites de su propio campo y si bien las muestras
anteriormente mencionadas, no son instalaciones bajo ningún termino, la experiencia espacio-
temporal que proponen y la exclusiva relación de la espacialidad con el concepto de la obra son
factores que emergen de esta disciplina. La instalación proviene de la hibridación y la expansión de
muchas disciplinas artísticas y como tal, podemos afirmar que esta expansión misma ha repercutido
en las disciplinas de las que ésta emerge.
Retomando en los ejes comparativos de estas dos obras, quisiera hablar del valor conceptual de
ambas con respecto, ya no solo de su espacialidad, sino del valor fotográfico de las mismas bajo el
concepto de analogismo de Dubois: son imágenes que plantean, simulan un documentalismo, una
forma de narrar los hechos tal cual han sido observados por el artista, nos transfiere una especie de
crudeza y realismo que posiciona al espectador en un lugar –cómodo o incómodo– y en un tiempo
determinado. Pero vamos a cuestionar este supuesto realismo en un nivel de análisis en el que
podemos vislumbrar decisiones de tipo estéticas (como el uso de soporte en escala de grises) o
técnicas (mas concretamente hablando del trabajo de Patti Smith, donde podemos ver imágenes
con bajas velocidades, registrando movimientos) que están exentas del puro mecanicismo de la
máquina con la que se han registrado esos instantes, que podemos vislumbrar un recorte de la
“realidad” como en el caso de Araki, o donde simplemente, se aprecia el ojo del artista como forma
de contar una historia: “la invención es siempre estética, nunca técnica”, Dubois, 2000.
La combinación de códigos es una forma que ha sucitado de la instalación y que hoy día se ha
vuelto muy popular en otras disciplinas, por ejemplo, la manera en la que se realizan algunas
muestras fotográficas sumando a la ecuación proyecciones; y si bien no llegan al estatuto pleno de
una instalación, su origen se encuentra en esta disciplina. Podemos citar como ejemplo, dentro del
marco de Les Visitants de la cual las dos obras previamente mencionadas eran parte, las
proyecciones de Nan Goldin y de Araki: en este tipo de muestras no solamente infiere en la
ecuación el tema espacial, sino que nos encontramos con una hibridación audio-visual y temporal.
Añadimos el factor del sonido como forma de evocación, acompañamiento, disonancia o
ambientación; sumándolo al factor espacial (el espectador tiene un lugar previamente diseñado en
el cual se inserta en la obra) y temporal (ya que los fotogramas tienen un tiempo predeterminado
de visualización, y no es lo mismo que recorrer el espacio teniendo un tiempo indeterminado para
observar cada uno de los fotogramas). En estos tipos de muestras, podemos afirmar, que el diseño
de la obra es mucho mas complejo, ya que no sólo se piensa en el factor cuerpo-espacio sino que se
añade una fuerte premisa temporal, obligando de alguna manera al espectador a visualizar, o no,
en un espacio de tiempo limitado, a permanecer y a acompañar lo que ve con lo que oye. Como
afirma Machado, la fotografía se ha apartado de esa finalidad puramente documental y restrictiva,
escapando de simplemente ser “el instante decisivo” para pasar a ser una conjunción de decisiones
formales, técnicas y espaciales. La fotografía en estos casos, se complementa con la inserción de las
mismas en un espacio determinado, tiene un anclaje auditivo y un tiempo narrativo.
Para concluir con lo ya anteriormente expuesto, quisiera hacer un análisis basado en los escritos de
Ana Claudia García y acompañar esto último con unas imágenes de las primeras dos muestras
anteriormente mencionadas: Así como en la instalación, el lugar nos remite a un efecto, y como el
tiempo es un factor determinante en la anatomía de las mismas, la influencia de los códigos
instalativos se ven reflejados en otro tipo de ámbitos artísticos que no llegan a considerarse
instalaciones, pero que articulan diálogos afines. Son no sólo muestras o exposiciones, sino
conceptos completos y diseñados que requieren pensar en el espacio, lo que se percibe y
experimenta del mismo; pensar en el tiempo de expectación que es contemporáneo al sujeto y en
la forma en la que esta espacialidad se percibe en el tiempo (por ejemplo, los recorridos en la
muestra de Patti Smith o los sinuosos caminos de Araki) que involucra de forma directa al
espectador en la obra. Nos encontramos con un proyecto de diseño, producto de una curaduría
específica, una narrativa que se compone no sólo de los elementos anteriormente mencionados,
sino que tiene a sus partes ordenadas y dispuestas con una rítmica determinada (ya sea
inmediatamente yuxtapuestas o distribuidas ampliamente en un espacio) o dispone de medios
externos, maquinísticos, visuales o auditivos, que complementan el discurso semántico que
encierra el valor completo de la obra, y la cual es necesario que sea completada con la vivencia de
quien la percibe.

París, Etc. (2008) Patti Smith. Muestra de la espacialidad, recorrido y ritmo dispositivo de las imágenes. Podemos observar cómo el
contenedor de las imágenes es un componente activo a la expresión de la obra desde su carácter material.

Journal Intime. (1994) Nobuyoshi Araki. Muestra de la espacialidad, recorrido y ritmo dispositivo de las imágenes. En este caso
observamos el cambio rítmico que acontece entre una muestra y la otra y cómo esto influye en su carga conceptual.
Bibliografía

Arlindo Machado (2000), El paisaje mediático: sobre el desafío de las poéticas tecnológica, Buenos Aires,
Libros del Rojas, Nueva Librería.

Dubois Philippe (2000), Video, Cine, Godard, Buenos Aires, Libros del Rojas.

Jorge la Ferla, Sofía Reynal (compiladores) (2012), Territorios audiovisuales, Buenos Aires, Libraria
Ediciones.

Mónica Sánchez Argiles (2009), La instalación, cómo y por qué, España, El Cultural (Edición impresa).

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