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GUÍA PRÁCTICA PARA LA REALIZACIÓN DE SELLANTES.

1) Cepillar las piezas dentarias a las cuales se les van a realizar sellantes con
escobilla de profilaxis blanda o dura colocada en el contraángulo, ya sea sola o con flor
de pómez NUNCA con pasta profiláctica porque contiene glicerina, lo que impide la
correcta adhesión del sellante a la pieza dentaria. El ideal es trabajar por cuadrantes, es
decir, de la pieza dentaria 1 a la 8, de la 9 a la 16, de la 17 a la 24 y de la 25 a la 32.

2) Enjuagar con abundante agua en spray de la jeringa triple, por lo menos 3


segundos por pieza dentaria para remover todo residuo de la flor de pómez o de placa
bacteriana que haya quedado luego del cepillado. Preocuparse de que el eyector
succione toda el agua que se acumule dentro de la boca, de lo contrario el paciente
podría atorarse y escupirles toda esa agua en la cara, lo cual no es agradable, ni para
nosotros ni para el paciente.

3) Secar completamente todas las piezas dentarias con el aire de la jeringa triple.

4) Realizar la aislación relativa con tórulas de algodón en vestibular en el caso del


maxilar y en vestibular y lingual en el caso de la mandíbula.

5) Realizar el grabado ácido en cada una de las piezas dentarias durante 15 segundos.

6) Lavar con abundante agua los restos de ácido de las piezas dentarias, por lo menos
3 segundos por pieza dentaria. Preocuparse de que el eyector succione toda el agua y el
ácido que se acumule dentro de la boca, para evitar que el paciente se lo trague.

7) Cambiar las tórulas mojadas por tórulas secas. Generalmente en lingual se deben
poner 2 tórulas en vez de una sola para que absorban mejor la saliva; esto ayudará
también a desplazar la lengua y evitar así que ésta tome contacto con las superficies
dentarias grabadas previamente, ya que de ocurrir este hecho, se debe repetir el
proceso completamente desde el punto número 2 en adelante.

8) Secar completamente las piezas dentarias con el aire de la jeringa triple hasta que
la superficie oclusal se vea blanca y opaca, muy parecida a la tiza.

9) Aplicar el sellante individualmente en cada pieza dentaria. Idealmente empezar


siempre desde la pieza dentaria más distal hacia la más mesial. Recuerde no poner
sellante en exceso y verificar la ausencia de burbujas, además de que todos los surcos,
fosas y fisuras de la pieza dentaria en cuestión queden cubiertas por sellante. No debe
demorarse mucho, ya que el sellante puede escurrir hacia distal dejando excesos en
esa zona o incluso escurrir fuera de la cara oclusal y quedar en la zona del punto de
contacto.

10) Chequear si es que ha quedado alguna burbuja, de ser así, ésta puede ser removida
con la ayuda de la punta de la sonda de caries. Los excesos también deben ser
chequeados y eliminados ya sea con el pincel o con tórulas de algodón.

11) Fotopolimerizar el sellante en cada pieza dentaria durante 20 segundos, idealmente


empezar siempre desde la pieza dentaria más distal hacia la más mesial.

12) Verificar que no haya quedado ninguna burbuja. Si hubiese quedado alguna, debe
retirarse completamente el sellante y repetir el procedimiento desde el principio; de no
ser posible, puede intentarse reparar el sellante rellenando la burbuja con sellante
nuevo aplicándolo con la sonda de caries.

13) Verificar también que todos los surcos, fosas y fisuras de la pieza dentaria en
cuestión hayan quedado cubiertas por sellante. En caso de que no haya sido así,
se puede agregar sellante donde no lo hay y polimerizarlo posteriormente por 20
segundos.

14) Controlar la oclusión. Esto debe hacerse diciéndole al paciente que muerda en
repetidas ocasiones interponiéndole un papel articular o un papel calco en su defecto
entre ambas arcadas para que marque las zonas en las cuales el sellante pudiera haber
quedado alto. Si es que hubiese quedado alto, se debe desgastar con una fresa redonda
de carbide grande o mediana de baja velocidad (colocada en el contraángulo) la zona
que aparezca teñida con el papel articular sobre el sellante. Una vez realizado este
procedimiento se vuelve a controlar la oclusión haciendo morder nuevamente al
paciente interponiéndole el papel articular entre ambas arcadas.

15) Finalmente se sienta al paciente y se le pide nuevamente que muerda para asegurarnos
de que la oclusión ha quedado bien. También se le pregunta al paciente si es que
siente alguna aspereza en alguna superficie dental, la cual podría corresponder a
restos de sellante que deben ser limados para no producir ulceraciones de las mucosas
de las mejillas, labios o lengua.

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