El mantenimiento integral

José Antonio de Jesús González Díaz

Hoy vivimos en una sociedad cada vez más globalizada y exigente, que demanda

para su subsistencia la satisfacción de ciertas necesidades. Con el propósito de

alcanzar dicho fin, se emplean diversidad de objetos, herramientas, sistemas y un

sin número de bienes que son de gran utilidad para el hombre. Es así como hoy

contamos con gran cantidad de artefactos que de una u otra forma nos facilitan la

vida, siendo este el caso de abanicos, televisores, planchas, licuadoras,

lavadoras, teléfonos celulares, entre muchos otros, los cuales nos han impactado

tanto, que cuando por alguna circunstancia no podemos contar con ellos,

logramos sentir un vacío enorme en nuestros vidas. Sin embargo, nos hemos

enfocado tanto en satisfacer lo momentáneo que dejamos a un lado que estos

aparatos, al igual que nosotros, sufren un desgaste generado, entre otras cosas,

por su amplio uso y poco cuidado. Esto se puede observar con gran facilidad en

un simple abanico, el cual los primeros días funcionó de maravilla, con el pasar

del tiempo comenzó a evidenciar anomalías, y tras una revisión y reparación,

quedó funcionando prácticamente como nuevo. ¿Hubiera sido necesario

suspender el uso de aquel ventilador, si se hubiesen planeado y ejecutado

algunas actividades como revisión y mantenimiento? Pues esta pregunta no solo

aplica a nuestros hogares, sino también a un sin número de procesos industriales

que requieren de equipos costos y de sumo cuidado, los cuales están expuestos

a ciertas condiciones que facilitan su desgaste.

Santiago García Garrido, licenciado en Ciencias Químicas, Máster en

Administración de Empresas (MBA) y Técnico Superior en Electrónica, define

mantenimiento como “conjunto de técnicas destinadas a conservar equipos e

instalaciones industriales en servicio durante el mayor tiempo posible, buscando la

más alta disponibilidad y con el máximo rendimiento” (Garrido, 2012). Esta

definición no solo destaca el hecho de que el mantenimiento ayuda a mantener en

funcionamiento los equipos durante el tiempo de vida útil para el cual fueron

diseñados, sino que también los mantiene a su máximo de rendimiento. Esto es

importante pues, lastimosamente, el tipo de mantenimiento más empleado en

países como España es el correctivo (Goti-Elordi, Egaña-Errasti, & Iturritxa-Pérez

de Albéniz, 2008), lo cual no abarca la totalidad de su definición. Si logramos

implementar un mantenimiento integral, conservaremos la vida útil de los equipos

y obtendremos un rendimiento óptimo, además, como consecuencia secundaria se

podrán evitar accidentes y por ende habrá mayor cuidado del medio ambiente y

las vidas de los trabajadores (Vílchez & Blanco, 2013). Es así como son evitados

muchos percances propios del sector industrial. Una analogía que propone el

propio García, es ver el mantenimiento de una instalación como un depósito.

Cuando la instalación es nueva, el depósito está lleno. Si se consume su

contenido pero periódicamente se rellena, el depósito no llega a vaciarse nunca, lo

que se traduce en que la instalación puede funcionar con un número de

incidencias mínimo. Pero si el depósito no se rellena cada cierto tiempo, es decir,

no se repone lo que se consume, acaba vaciándose, lo que se traduce en que la

instalación sufre paradas frecuentes y envejece de forma prematura.

Es por todo lo dicho anteriormente, que deben implementarse políticas de

mantenimiento integral, es decir, no solo correctivo, sino que también abarque

planes preventivos. Esto a pesar de que parezca que impacte negativamente los

intereses económicos momentáneos de la empresa, traerá consigo buenos

resultados a largo plazo, evitando posibles paradas de planta, y accidentes, hecho

que implica una máxima productividad.

Referencias
Garrido, S. G. (2012). Ingeniería de mantenimiento: Manual práctico para la gestión eficaz
del mantenimiento industria.

Goti-Elordi, A., Egaña-Errasti, M., & Iturritxa-Pérez de Albéniz, A. (2008). Encuesta sobre
el estado del mantenimiento industrial en España.

Vílchez, J., & Blanco, E. (2013). La prevencion de accidentes graves en las operaiones de
mantenimiento industrial.