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Manejo de residuos
industriales
Manejo de residuos
industriales
Procedimientos y buenas prácticas de ingeniería
para su almacenamiento, acopio y disposición final

JORGE SÁNCHEZ GÓMEZ

COAUTORES:
Rubén González de la Fuente
Carlos González García
Raúl Morales Escalante
Luis Alberto Pineda Barreiro
Inés Eugenia Semadeni Mora
Diseño de portada: Rubén Rodríguez

MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

D.R. © Jorge Sánchez Gómez


D.R. © Rubén González de la Fuente
D.R. © Carlos González García
D.R. © Raúl Morales Escalante
D.R. © Luis Alberto Pineda Barreiro
D.R. © Inés Eugenia Semadeni Mora

D.R. © Universidad Autónoma de Aguascalientes


Av. Universidad #940
Aguascalientes, Ags. 20100
http://www.uaa.mx/difusion/editorial/editorial.html

D.R. © Colegio de Ingenieros Ambientales de México


Tennesse # 8 Col. Nápoles
Del.BenitoJuárez,03810
México, D.F.

D.R. © Comisión Ciudadana de Agua Potable


y Alcantarillado del Municipio de Aguascalientes
Dr. Salvador Quezada Limón # 1407
Col. Curtidores, 20600
Aguascalientes, Ags.

Primera edición 2003

ISBN 9685073 813

Impreso en México/Printed in Mexico


Los autores de esta obra, agradecen
a la Universidad Autónoma de Aguascalientes
el apoyo brindado para la publicación
de este libro.
PRESENTACIÓN

P ara realizar un manejo eficiente de los residuos peligrosos, es necesario


considerar y poder conciliar diferentes aspectos normativos, económicos,
tecnológicos, sociales, políticos, de salud y de tipo ambiental, de tal manera
que se impida el deterioro de nuestros recursos naturales por un manejo
inadecuado de estos residuos.

En particular, una visión estratégica y ambientalmente rentable, necesa-


ria para resolver los graves impactos que en la actualidad tales residuos
generan, requiere sobremanera de infraestructura para su control, así como
de políticas que promuevan su manejo de acuerdo con nuestra realidad
económica y tecnológica, amén de formular e instrumentar una plataforma
legal y normativa que sustente tales iniciativas buscando con todo ello, lograr
un esquema de gestión ambientalmente sustentable, económicamente soste-
nible y jurídicamente equitativo.

Con respecto a la infraestructura requerida, si bien es cierto que existe un


gran rezago en cuanto a instalaciones para el tratamiento y valorización de
los residuos peligrosos, su almacenamiento además de ser deficiente, se hace
por lo general en condiciones de alto riesgo, al igual que el acopio; en cuanto
al confinamiento, sin duda la etapa más crítica, no sólo demanda que se
incremente su infraestructura, sino desarrollarla aplicando buenas prácticas
de ingeniería con el fin de hacerla ambientalmente compatible y con una
menor inquietud poblacional.

Lo anterior reviste especial importancia debido a la obsolescencia de las


normas existentes con que se cuenta para realizar el diseño de tal infraestruc-
tura, así como a la carencia de procedimientos y guías para llevar a efecto los
estudios que sustenten la selección de los sitios donde puedan ser estableci-
dos los Centros de Valorización y Confinamiento de Residuos Peligrosos.

Es por ello que, buscando contar con herramientas que permitan cubrir
tan importantes rezagos, se elaboró la presente obra, para difundir una serie
de procedimientos y buenas prácticas de ingeniería sobre distintos tópicos
para el almacenamiento, acopio y confinamiento de los residuos peligrosos.
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN............................................................................................... 13

GENERALIDADES ............................................................................................ 19

REPERCUSIONES EN LA SALUD, EN EL AMBIENTE Y EN LA


SOCIEDAD, DERIVADAS DEL MANEJO ACTUAL
DE LOS RESIDUOS INDUSTRIALES.............................................................. 23
Efectos en la salud............................................................................... 28
Efectos en el ambiente........................................................................ 33
Efectos en la sociedad ........................................................................ 37

CRITERIOS RECTORES PARA EL MANEJO SEGURO


DE LOS RESIDUOS INDUSTRIALES.............................................................. 41
La necesidad de un manejo racional y ordenado
para la valorización de los residuos ................................................... 43
Interacciones entre las diferentes fases del manejo de los
residuos industriales para promover su valoración integral .............. 46
Transporte sustentable de los residuos ................................................ 47
Opciones para el aprovechamiento de los residuos ...........................
50
Acopio y confinamiento ambientalmente compatible y
sin riesgos de los residuos .................................................................. 53
Aspectos críticos................................................................................. 56

IDENTIFICACIÓN Y EVALUACIÓN DE RIESGOS PARA EL


ALMACENAMIENTO, ACOPIO Y DISPOSICIÓN FINAL
DE LOS RESIDUOS INDUSTRIALES ............................................................. 57
Consideraciones preliminares ............................................................. 59
Un punto de vista sobre la evaluación de riesgos ............................ 60
Procedimiento para la evaluación de riesgos por
exposición crónica .............................................................................. 63

ESTUDIOS PARA LA REVISIÓN DE LA VULNERABILIDAD


GEOHIDROLÓGICA DEL SUBSUELO........................................................... 91
Aclaraciones conceptuales ............................................................... 93
Normatividad oficial .......................................................................... 98
Estudios geológicos ............................................................................. 99
Estudios geofísicos............................................................................... 102
Estudios hidrogeológicos.................................................................... 108
Perforación de pozos en diámetros pequeños ............................. 113

ESTUDIOS DE INGENIERÍA PARA EL DISEÑO DEL


ALMACENAMIENTO, ACOPIO Y DISPOSICIÓN FINAL
DE LOS RESIDUOS INDUSTRIALES ..................................................... 115
Evaluación del potencial de contaminación
del manto acuífero ............................................................................... 117
Estudios hidrológicos .......................................................................... 122
Estudios geotécnicos .......................................................................... 130

PRÁCTICAS ADECUADAS DE INGENIERÍA PARA EL DISEÑO


DE INSTALACIONES ORIENTADAS AL RESGUARDO DE
RESIDUOS INDUSTRIALES .................................................................... 155
Balance de agua ................................................................................... 157
Impermeabilización del sitio .............................................................. 163
Control de lixiviados ........................................................................... 173
Control de los escurrimientos pluviales ......................................... 178

Anexo A : Metodología para ubicar sitios donde puedan


establecerse instalaciones para la disposición final
de residuos industriales ................................................................. 189

Anexo B : Requisitos generales para la localización de vertederos


de residuos en la Comunidad Europea ................................... 199

Anexo C : Descripción de las principales técnicas de perforación


para la obtención de muestras de suelo ................................... 205

BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................. 215


INTRODUCCIÓN
N uestra época se caracteriza, entre otras cosas, por un crecimiento pobla-
cional urbano desmedido y por una reconversión industrial derivada de las
políticas de globalización apoyada en conceptos de calidad total, ecoeficiencia y
competitividad industrial y esquemas de autorregulación, entre los más impor-
tantes. Esta paridad propia de nuestros tiempos demanda criterios que den
prioridad y privilegien el cuidado del ambiente; en particular, es de suma
importancia el manejo adecuado de los residuos, pues actualmente apare-
cen de manera más frecuente materiales con características peligrosas den-
tro de la corriente de los residuos generados en los asentamientos urbanos,
que pueden afectar al ambiente así como generar daños a la salud.

Al respecto hay que señalar que la industria es responsable, en gran me-


dida, del deterioro ambiental; sin embargo, se debe a la actividad industrial
del desarrollo del país, ya que ha favorecido el fortalecimiento del sector de
servicios, la creación de empleos y la diversificación de las exportaciones.
Ejemplo de lo anterior es que en el año de 1994, la industria de la manufactura
aportó 18.5% del producto interno bruto y se constituyó en el tercer sector
económico del país.1

El aspecto cuestionable asociado al sector industrial está relacionado con


el empleo de procesos de producción que, en la mayoría de los casos, arrojan
al ambiente subproductos indeseables que deterioran la calidad de los re-
cursos naturales, tales como las emisiones contaminantes de la atmósfera, las
descargas de aguas residuales y, en particular, la generación de residuos pe-
ligrosos y no peligrosos. Sin embargo, no son sólo los residuos industriales los
productores de contaminación, también los materiales caducos y la materia
prima acumulada en los patios de las instalaciones industriales, pueden ser
tan peligrosos como los propios residuos, situación que depende de las
características físicas y químicas de tales materiales.

1
INEGI, Sistema de Cuentas Nacionales de México. Cálculo preliminar, México 1994-

15
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

El volumen que en la actualidad se genera de estos residuos es muy


grande, por lo que en muchos casos la naturaleza es ya incapaz de eliminarlos,
diluirlos, degradarlos o atenuarlos, lo que puede afectar la salud de la pobla-
ción próxima a los sitios donde son dispuestos.

La Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca, establece


lo siguiente: «Se estima que la generación total de residuos peligrosos de
origen industrial en México, asciende a un volumen aproximado de ocho
millones de toneladas anuales, lo que no incluye jales mineros, residuos que
también pueden ser peligrosos y que se producen en grandes cantidades
(entre 300,000 y 500,000 toneladas diarias). Por su parte, la infraestructura y
los sistemas de manejo y operación son sumamente precarios».2

Aunado a lo anterior, los sitios idóneos para el confinamiento de tales


residuos, según lo establece la normatividad, deben estar muy alejados de las
fuentes que los generan, lo cual redunda en que sean escasos, costosos y
generadores de una inquietud socio-ecológica que crece día con día.

Lo antes citado permite concluir que la generación de residuos es grande


y que prácticamente no existen instalaciones donde puedan llevarse para su
control, con lo cual el problema se agiganta y, por tanto, aparece la pregunta:
¿qué ha pasado con la promoción para la creación de centros de acopio,
selección, reciclaje, aprovechamiento y confinamiento de residuos?

Algunas de las consecuencias inmediatas derivadas de esta situación son


tanto la acumulación de residuos en sitios inadecuados dentro de las propias
industrias, como la disposición clandestina de residuos peligrosos mezclados
con no peligrosos en grietas, barrancas, cauces de ríos, cráteres de volcanes,
bancos de materiales abandonados, etcétera; lugares que casi siempre ponen
en riesgo la salud humana, además de contaminar el suelo, el agua superficial
y subterránea, recursos estratégicos para el desarrollo.

Este tipo de prácticas propician que los pasivos ambientales, día con día
deterioren la calidad de los recursos naturales de los cuales todos depende-

2
INE-SEMARNAP, Programa para la minimización y manejo integral de los residuos peligrosos en México 1996-2000,
México, D.F., 1996.

16
INTRODUCCIÓN

mos. Sin embargo, la respuesta de la sociedad ante este hecho es contradic-


toria, pues hasta ahora en cada ocasión que se ha intentado crear infraestruc-
tura para el manejo y confinamiento adecuado de residuos industriales, la
manipulación que se ejerce sobre la ciudadanía ha impedido que se lleven a
cabo, dando por resultado el desecho clandestino, el deterioro ambiental y
que se vea afectada la salud de la población.

Por todo lo anteriormente mencionado, se hace necesario enfrentar la


problemática generada por los residuos derivados del ramo industrial con un
nuevo enfoque de gestión que considere el establecimiento de sitios para su
adecuada disposición final, cuya ubicación y diseño estén fuera de toda duda
o cuestionamiento, lo cual puede lograrse mediante la formulación y la
instrumentación de una serie de criterios rectores que permitan contar con
una instalación que sea ambientalmente compatible, además de resguardar-
los apropiadamente en los lugares donde se generan y acopiarlos sin riesgos
para el ambiente y la salud pública mientras son trasladados a las instalaciones
donde deben ser tratados de manera conveniente.

Esta situación ha motivado el interés de describir a detalle el tipo y las


características de los estudios que se realizarán para confinar, acopiar o
almacenar temporalmente y en forma segura los materiales, residuos y materia
prima en general, con el fin de evitar el deterioro de los recursos naturales,
particularmente el agua y el suelo.

Por lo tanto, este libro constituye una guía que permitirá al interesado
conocer las técnicas y procedimientos para resguardar los residuos industria-
les; asimismo, permitirá identificar las obras de ingeniería requeridas para
minimizar los riesgos de afectación al ambiente y a la salud.

Con este documento, las industrias generadoras de tales residuos podrán


evaluar si el sitio donde se encuentran reúne las características naturales
necesarias para manejarlos en forma segura; o bien, determinar si tal sitio
requiere de ciertas obras de ingeniería para evitar la contaminación de los
recursos naturales.

Es importante destacar que este libro toma en cuenta los requerimientos


establecidos por la normatividad oficial mexicana, en lo relacionado con las
características que deben reunir los sitios destinados al confinamiento de

17
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

residuos industriales, incluyendo el tipo de estudios necesarios para realizar


esta evaluación.

Finalmente, es necesario precisar que este documento será de utilidad


para las autoridades dedicadas al control de los residuos, los generadores de
éstos, los estudiosos de la materia, así como para los interesados en conocer
las técnicas ingenieriles asociadas con el resguardo de los residuos industriales
que se deben aplicar para proteger la calidad de los recursos naturales.

18
GENERALIDADES
P or lo regular, el resguardo de los residuos industriales en los lugares donde
son generados, acopiados o confinados se hace sin tomar en cuenta una serie
de variables que son fundamentales para reducir los riesgos implícitos que por
su naturaleza estos materiales tienen, y que pudiera impactar al ambiente y
dañar la salud pública en general.

Se puede decir que tan importante responsabilidad es atendida de manera


"despreocupada" y sin criterios ambientalmente seguros, por una gran canti-
dad de generadores de estos residuos y de no pocos prestadores de servicios
para su manejo, que ven estos requerimientos con negligencia, como si fuera
tan sólo una exigencia que está de más y que no tiene beneficio alguno, por
lo menos en términos de utilidad económica.

El resguardo de los residuos industriales requiere un conocimiento


específico de su composición físico-química y sus características de peligro-
sidad; de su grado de toxicidad a la especie humana, su potencial de vola-
tilización y su permanencia en el ambiente, así como de las propiedades físicas
y mecánicas de los suelos donde se ubica la instalación de resguardo.

Algunas de las principales inquietudes que se deben atender para almace-


nar, acopiar o confinar los residuos industriales, se citan a continuación:

• Identificar la capacidad contaminante que tienen los residuos industria


les que serán resguardados.
• Evaluar la porción de la instalación que presenta mayor vocación natural
para almacenar o confinar los residuos.
• Identificar y ponderar las áreas que pueden verse expuestas a una mayor
afectación por el mal manejo de los residuos industriales.
• Precisar la naturaleza de los sitios donde se pretende resguardar los
residuos.
• Determinar las características de los suelos donde se pretenda ubicar las
instalaciones de resguardo para definir las obras de ingeniería que sean
requeridas.

21
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

La carencia de conceptos y criterios rectores que permitan en la práctica


contar con instalaciones para el resguardo de los residuos industriales que
privilegien el cuidado del ambiente y garanticen la no-afectación de la salud
pública, tal vez se deba a la falta de instrumentos regulatorios y normas ofi-
ciales de referencia, así como a la ausencia de información especializada sobre
el tema que propicie una cultura dentro del sector industrial, para almacenar
y acopiar los residuos en forma eficiente, oportuna y ambientalmente segura.

En ese sentido, se requiere desarrollar las normas específicas y los pro-


cedimientos de ingeniería que propicien el desarrollo del sector puesto que,
a lo máximo que se ha llegado hoy en día en cuanto a instrumentos regu-
latorios, lo componen no más de tres o cuatro artículos dentro del Reglamento
Federal en Materia de Residuos Peligrosos (RFRP) , de la Ley General del Equili-
brio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA) los cuales hablan de manera
muy general sobre las características que debe reunir el almacenamiento de
los residuos peligrosos dentro de las instalaciones donde se generan.

Respecto al confinamiento de los residuos industriales se tiene el mismo


problema que para el almacenamiento y acopio, ya que aun cuando existen
varias normas oficiales mexicanas que precisan cómo debe hacerse la se-
lección del sitio en el cual ubicar un confinamiento de residuos peligrosos y
cómo debe ser la ingeniería para su construcción, éstas son tan improcedentes
y contradictorias que resulta muy difícil su instrumentación, además de que
por su obsolescencia -hace más de 12 años que fueron publicadas/1988- sus
argumentos y requerimientos técnicos, así como su propuesta ingenieril son
muy poco confiables.

Esta situación lleva a pensar en la urgente necesidad de contar con un


marco normativo más real, procedente y actualizado, tanto para la selección
de sitios donde llevar a cabo el confinamiento de los residuos industriales,
como para desarrollar los conceptos de la ingeniería que se debe aplicar en el
diseño y la construcción de este tipo de infraestructura; todo ello con el fin de
atenuar la problemática que representa tener un esquema regulatorio tan
pobre, improcedente y limitado en la materia.

22
REPERCUSIONES EN LA SALUD,
EN EL AMBIENTE Y EN LA SOCIEDAD,
DERIVADAS DEL MANEJO
ACTUAL DE LOS RESIDUOS
INDUSTRIALES
.Las prácticas inadecuadas empleadas actualmente en el manejo de los
residuos industriales traen una serie de implicaciones consigo que afectan
tanto al ambiente como a la salud pública y a la sociedad en general. En
particular, es preocupante el destino final que todavía en la actualidad se da
a gran parte de los residuos industriales generados en el país.

Al respecto, la descarga de este tipo de residuos en sitios de disposición


final de residuos municipales irregulares y carentes de control, representa
uno de los mayores riesgos de afectación al ambiente, a la salud y a la econo-
mía de la población (Figura No. 1) por la importante afectación que puede
ocasionar en recursos cada vez más escasos y, paradójicamente, también más
estratégicos para el desarrollo de las sociedades modernas, como son los man-
tos acuíferos y los cuerpos de agua superficiales, sobre todo cuando dichos
sitios se ubican en zonas de recarga de estratos de alta permeabilidad, áreas
donde el nivel freático es muy superficial, o bien, en pantanos, marismas y
humedales.

En nuestro país, esta situación no solamente es algo cotidiano, sino que


día con día se incrementa sin que haya evidencias de preocupación alguna,
tanto de la población en general como por parte de las autoridades que tienen
la responsabilidad de atender esta problemática. En la medida en que los
tiraderos a cielo abierto y los vertederos irregulares de residuos sólidos mu-
nicipales se tornen en sitios controlados y rellenos sanitarios ambientalmente
seguros, estos graves riesgos tenderán a disminuir.

Asimismo, el vertimiento de estos residuos en arroyos, corrientes natura-


les, baldíos, barrancas, minas abandonadas, como también la acumulación y
acopio de ellos dentro de naves industriales, patios de industrias, rampas de
acceso a estacionamientos y áreas de maniobras abandonadas conlleva una
serie de riesgos por exposición crónica a ciertos grupos de población, y la
probabilidad de que ocurran eventualidades ambientales por accidentes
tecnológicos como los reportados en el cuadro No. 1.

El tipo de residuos que pueden propiciar estas implicaciones lo constituye


una enorme variedad de materiales provenientes de procesos industriales con

25
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

diferentes características de toxicidad; aunque la percepción de la población


en general se refiere fundamentalmente a ciertos materiales como son los
residuos que contienen plomo y cromo, ciertas sustancias específicas (en
especial el mercurio), los bifenilos policlorados (BPC'S), así como las dioxinas
y los furanos.

Algunos de ellos son de enorme notoriedad, resultado de una alta pu-


blicidad por los accidentes mundialmente conocidos, registrados en «Seveso»
(fuga de dioxinas del reactor en una planta química), «Minamata (desear-gas
de mercurio dentro de la bahía, provenientes de una planta de fertilizantes)
y «Yusho» (contaminación de aceite comestible con BPC'S). (ver cuadro
No. 2).

La percepción respecto a que este tipo de residuos en pequeñas dosis


pueden tener dramáticos efectos en el ser humano es una de las grandes
razones por las que se ha dado la enorme oposición ciudadana al desarrollo de
infraestructura para el control de estos residuos, situación que obliga, en
nuestros días, a la evaluación real de tales riesgos mediante la aplicación de
técnicas y procedimientos científicos.

Efectos en la salud

Es importante aclarar que el impacto en la salud pública por el mal manejo de


los residuos industriales está definido por los siguientes elementos: la fuente
emisora, la vía de contacto y el receptor. Al respecto, los agentes contaminantes
pueden ser transportados a través del ambiente hasta impactar significa-
tivamente al ser humano mediante una determinada vía de contacto.

La contaminación ambiental significante es una condición necesaria para


que el ser humano pueda verse afectado a través de cualquiera de las vías
ambientales de movilización de los agentes contaminantes (aire, agua y
suelo), que también son una condición necesaria para que pueda haber
efectos en la salud. De hecho, es imprescindible que se presente el trinomio:
fuente contaminante-vía de contacto-receptor viable, como se indica en la
figura No. 2, para que la salud de un ser vivo pueda verse afectada.

Los agentes contaminantes que se encuentran en el ambiente pueden


penetrar al organismo humano mediante tres vías: por inhalación, por

28
Cuadro No. 2
ALGUNOS ACCIDENTES REGISTRADOS A NIVEL INTERNACIONAL,
ASOCIADOS CON PRÁCTICAS INADECUADAS EMPLEADAS
EN EL MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

AÑO INCIDENTE

Envenenamiento con mercurio, en la Bahía de Minamata, Japón.


Se registraron cerca de 800 casos de envenenamiento con mercurio
1955 (metilo de mercurio) por consumir pescado capturado en zonas
prohibidas de dicha bahía.

Contaminación de aceite de arroz con bifenilos policlorados.


1968 Incidente de "Yusho", Japón.

Severa contaminación del río Rhin por descargas de compuestos


1969 de azufre.

Descarga de bifenilos policlorados en el mar de Irlanda.


1970 Se estima que murieron alrededor de 10,000 aves marinas.

En St. Louis Missouri, USA, en un rodeo de caballos, aceite contaminado


1971 con dioxinas fue rociado como polvo extintor de fuego.
— Disposición final clandestina de residuos con cianuro, cerca de
Coventry, Reino Unido.
1972 — Se encontraron tambos que contenían residuos de tolueno y 2-
isocianato, en la Bahía de Cournwall, Reino Unido.

El vaciamiento indiscriminado en el Mar Mediterráneo de residuos


1972 - 1973 generados por la utilización de bióxido de titanio afectó la pesca en
la región.

Contaminación de ríos en el Reino Unido por descargas de residuos


1973 con cianuro.

— Contaminación de aceite de cocina con bifenilos policlorados


enTaiwán.
— En Love Canal (Cataratas del Niágara), vapores tóxicos y lixiviados
1978 provenientes de residuos químicos de un tiradero cerrado afectaron áreas
residenciales. Se reportaron casos de personas afectadas y nacimientos
con defec tos.

Tambos con residuos que contenían dioxinas, provenientes de una planta


1983 en Seveso, Italia, desaparecieron cuando se transportaban hacia un
confinamiento de seguridad.

En Ontario, Canadá, un vehículo que contenía residuos peligrosos


1985 se volcó, derramando 200 litros de bifenilos policlorados.

10,000 tambos de residuos peligrosos, fueron "arrojados" en Koko,


1988
en el delta del Río Nigel.

El gobierno alemán tuvo que retirar residuos de plaguicidas que fueron


1993 dispuestos en Rumania.

Recopilación de varias fuentes.


MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

contacto en la piel y por ingestión. En cada una de estas 3 vías se presenta una
serie de barreras naturales para evitar la transferencia del contaminante, por
lo que su eventual penetración en el organismo es menor a la concentración
detectada del contaminante.

Los contaminantes, después de penetrar al huésped, generalmente pro-


vocan un efecto negativo en la salud si la concentración del contaminante
excede la dosis letal media asociada con el organismo afectado.

Por tanto, el riesgo de afectación a la población a causa de este tipo de


materiales, difícilmente se dará de manera directa; más bien puede manifes-
tarse conforme a los siguientes eventos:3

• Emisiones y descargas accidentales al aire, agua y suelo debido a eventua-


lidades tales como: explosiones e incendios en plantas industriales, o bien,
volcaduras, accidentes o colisiones de unidades que transportan residuos
peligrosos, pero sobre todo sustancias químicas concentradas al 100%.
• Emisiones «controladas» de bajo nivel que se lanzan al ambiente en forma
continua y rutinaria como parte del funcionamiento de las industrias.
• Emisiones y descargas durante las operaciones rutinarias de las instalacio-
nes industriales, asociadas con prácticas operacionales inadecuadas o di-
seños de ingeniería deficientes.

Algunos de los principales efectos potenciales que sobre el ser humano se pue-
den derivar, a partir de los eventos antes descritos, se indican a continuación:4

• Hipersensibilización. Inducción o manifestación de dermatitis por contac-


to continuo de la piel con sustancias químicas.
• Neurotoxicidad. Daño al sistema nervioso central, causando cambios en
el comportamiento humano.
• Teratogenicidad. Daño al embrión y al feto.
• Mutagenicidad. Daño que propicia cambios en la estructura del ADN en los
genes.
• Carcenogenicidad. Desarrollo de tumores y neoplasmas malignos.

3
Petts, J. & Eduljee, Environmental impact assesment for waste treatment and disposal facilities, 1994.
4
Programa para la minización... Op. cit.

30
REPERCUSIONES EN LA SALUD, AMBIENTE Y LA SOCIEDAD

31
MANE]O DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Asimismo, también pueden presentarse con cierta frecuencia efectos tó-


xicos en órganos y partes específicas del cuerpo humano, como son:

• Riñón (Nefrotoxicidad)
• Sangre (Hematoxicidad)
• Hígado (Hepatotoxicidad)

Por otro lado, algunos expertos señalan que la exposición del hombre a
sustancias y materiales tóxicos genera una serie de efectos asociados al es-
trés, tales como dolores de cabeza, migrañas, salpullido, dolores en pecho e
insomnio?

Respecto a lo anterior, se conocen casos de altos niveles de estrés ligados


a incrementos en la susceptibilidad a enfermedades infecciosas, cáncer,
inflamación excesiva y disfunciones en el sistema inmunológico.6 El impacto
a la salud por un material peligroso está en función de sus propiedades to-
xicológicas, duración de la exposición y concentración en el cuerpo, de
manera que la severidad de un impacto no puede ser determinada a partir
de correlaciones e inferencias con base en "sustancias de referencia", se re-
quiere evaluar la sustancia de que se trate. Esto se puede explicar con el si-
guiente ejemplo: pequeñas cantidades de dioxinas y furanos pueden ser
altamente dañinas para el ser humano; sin embargo, grandes cantidades de
compuestos químicos de baja toxicidad no necesariamente generan efectos
de igual severidad.

Además, el efecto de un residuo peligroso en la salud humana se modifica


según sea la ruta de ingreso al organismo; por ejemplo, el Níquel se considera
carcinogénico para el ser humano; sin embargo, su efecto es limitado si es
inhalado; por lo tanto, no hay evidencia de tal efecto si la vía de ingreso es el
sistema respiratorio.

A continuación se describen en términos generales, los factores que


influyen el impacto de los materiales peligrosos en el ser humano:7

5
Cox, T., Stress, MacMillan, London, 1978.
6
Martín, P., Psychology and the Inmone System, New Scientist, 1987.
7
Petts, J. & Eduljee, Op. cit.

32
REPERCUSIONES EN LA SALUD, AMBIENTE Y LA SOCIEDAD

• Características del residuo.


Las propiedades de los agentes peligrosos en un residuo que definen su
agresividad incluyen, entre otras, las siguientes: bioacumulación, carac-
terísticas toxicológicas, propiedades físico-químicas como: solubilidad,
presión de vapor, difusión en suelo, aire, agua y sedimentos; así como las
propiedades que influyen su movilidad y persistencia en el ambiente.
• Potencial de movilidad del contaminante.
El movimiento de los materiales peligrosos, desde el punto donde se en-
cuentren reunidos hasta un receptor potencial, está influenciado funda-
mentalmente por sus propiedades físico-químicas y por el medio a través
del cual se difunde (aire, suelo, acuífero, lagunas, etc.).
• Propiedades difusoras del medio.
A mayor distancia de la fuente emisora, el impacto a los receptores po-
tenciales se reduce debido a la atenuación y/o dispersión del agente
contaminante. El efecto de dispersión está regido por las características
físico-mecánicas del medio en que se mueve el contaminante, por su
potencial de conductividad y por su dinámica molecular en las tres di-
mensiones.
• Patrones de actividad.
El enlace entre las fuentes emisoras del contaminante y el ser humano se
reduce a la probabilidad de que entren en contacto en un determinado
tiempo y espacio, ya sea en forma directa o de manera indirecta a través
del propio medio; o bien, vía los productos, insumos y agentes de consumo
que pueden fungir como la extensión entre ambos. La mayor o menor
probabilidad de que suceda tal enlace dependerá, por tanto, de la
posibilidad de que el ser humano entre en contacto con la actividad que
promueve la presencia del agente contaminante a través de alguna de sus
vías de exposición.

Efectos en el ambiente

El ecosistema en general incluye a los individuos y poblaciones de todas las


especies de plantas y animales que se desarrollan en hábitat terrestres y
acuáticos, incluyendo los espacios donde la flora y la fauna interactúan, así
como el agua, el aire, el suelo y cualquier vía de tránsito o migración de las
especies. En este gran espacio existen incluso sistemas que pueden ser
aprovechados con fines comerciales a través de la agricultura, el cultivo de
la pesca y la explotación de la madera, entre otros.

33
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Para mantener el equilibrio ecológico y la diversidad, no solamente se


requiere el cuidado de tales elementos, también es fundamental mantener
una serie de condiciones físico-ambientales, entre las que se pueden citar las
siguientes: la físico-química de la relación agua-suelo, la profundidad y flujo
del manto freático, la geohidrología del subsuelo, los procesos geomorfológicos
tales como la erosión y la sedimentación, la calidad del aire, el clima, así como
el manejo de los recursos naturales, en especial del agua. Cualquiera de estas
condicionantes —e incluso todas ellas— así como los elementos del eco-
sistema, pueden ser impactados de manera directa o indirecta por el mal
manejo que se da en la actualidad a los residuos industriales.

Ahora bien, debido a la interdependencia entre la flora, la fauna y otros


componentes del ecosistema, el efecto potencial que puede generar la mala
disposición de cualquier tipo de residuo industrial es muy difícil de dimensionar,
de precisar su evolución en el ambiente y, por lo tanto, de identificar su efecto
en el corto y largo plazo. No obstante esta situación, por lo regular los criterios
y procedimientos empleados hoy día están orientados a identificar y ocasio-
nalmente dimensionar los efectos directos a corto plazo sobre el aire, agua y
suelo; por lo regular los efectos, vía los cambios que pueden ocurrir a través
de los diferentes espacios ambientales, no son tomados en cuenta.

Lo anterior se debe, evidentemente, a la falta de información sobre cuen-


tas e inventarios ambientales, pero sobre todo a la tradicional simplicidad
de observar y analizar los ecosistemas, concepto que subyace en la aplicación
de los criterios para la evaluación y análisis de los problemas ambientales en
nuestro país, además de que existe una especie de incertidumbre y de cierta
indolencia para considerar los factores que van más allá de los típicos ele-
mentos que para la sociedad en general, representa la ecología.

Con base en lo antes mencionado, queda claro que todo lo dicho hasta
ahora sobre los efectos del mal manejo de los residuos industriales sobre los
ecosistemas y sobre el ambiente en general, no refleja la real y grave situación
que se registra en la actualidad por la displicencia y relajamiento de los cri-
terios con los que se delinean y se evalúan dichos efectos, carentes de pre-
cisión en cuanto a la naturaleza del daño, así como en lo que se refiere a la
magnitud, significancia y permanencia de los efectos; todo ello en un espa-
cio cambiante por sí mismo en cualquier momento como lo es el ambiente,
que promueve en consecuencia, cambios cotidianos entre los organismos,
elementos y sistemas que lo conforman.

34
REPERCUSIONES EN LA SALUD, AMBIENTE Y LA SOCIEDAD

Con el fin de precisar los mecanismos de afectación ambiental que


permitan describir un escenario más apegado a la realidad de lo que hasta
ahora se maneja sobre el tema, a continuación se precisan las principales vías
de afectación ambiental y los factores que las favorecen y que propician la
presencia de los efectos sobre el ambiente, asociados básicamente con el
inadecuado almacenamiento y la mala disposición final de residuos.

Las principales vías de afectación ambiental son las siguientes:

• Volatilización de sustancias químicas.


• Emisión de polvos a la atmósfera.
• Generación de vapores y gases tóxicos.
• Lixiviación de contaminantes al subsuelo.
• Infiltración de lixiviados en los acuíferos.
• Movilización de gases en el subsuelo.
• Derrames y fugas sobre el suelo de aceites, hidrocarburos en general,
solventes y líquidos corrosivos.
• Escurrimientos hacia arroyos, lagunas, pantanos y zonas de inundación de
aguas pluviales contaminadas.

Ahora bien, el alcance de los efectos que sobre el ambiente generan ta-
les manifestaciones contaminantes para diferentes escenarios, se describe a
continuación.

Efectos por la acumulación de residuos sobre el suelo

La acumulación desordenada de residuos industriales sobre el suelo puede


generar disturbios en el ambiente físico, debido a cambios en los niveles y flujo
de los escurrimientos superficiales naturales e inducidos, así como alteracio-
nes en las estructuras de los suelos y en la morfología del terreno.

Asimismo, esta práctica puede tener efectos de remoción del hábitat de


plantas y animales, incluyendo disturbios y alteraciones en cuanto a los
hábitos de alimentación, pernoctancia, anidamiento, reproducción y mi-
gración de las especies. El efecto más inmediato que puede surgir debido a la
disposición desordenada de los residuos es la pérdida del hábitat natural para
algunas especies en el sitio mismo donde se hace la ocupación del suelo ya
que, por lo regular, para efectuar esta acción sin ninguna evaluación previa

35
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

se realizan excavaciones, se hacen rellenos de material, se desmonta el terre-


no, se cortan árboles y arbustos y se cambian las pendientes naturales del te-
rreno, todo ello con la consecuente pérdida de las especies o, por lo menos,
de aquellas más frágiles o expuestas a este tipo de alteraciones. Algunos efec-
tos más severos sobre el hábitat y sus especies están relacionados con las obras
de ingeniería que en ocasiones, ex profeso, se hacen para realizar descargas
de residuos sobre el suelo como son los caminos, drenajes y cercas.

Exposición a los agentes contaminantes

La exposición a los agentes contaminantes, vía la ingesta, inhalación, con-


tacto cutáneo de la fauna, así como la absorción a través de las raíces, puede
tener efectos letales y subletales en la salud de la flora y la fauna. Estos efec-
tos, pueden incluir:

• Daño a hojas y tejidos, así como reducción en la productividad de las


plantas.
• Morbilidad y mortalidad de la fauna.
• Afectaciones en los sistemas reproductivos.
• Irritación y daño a nivel de piel.
• Efectos carcinogénicos.

Las rutas de exposición de los ecosistemas son sumamente complejas, co-


mo lo son también las interrelaciones que se dan entre la flora y la fauna
afectadas de un determinado sistema. Por ejemplo, algunas plantas que cre-
cen en suelos contaminados registran la migración de agentes químicos de
la raíz al fruto, efecto de poca consideración en semillas y granos; pero en
vegetales como la lechuga, el transporte de agentes químicos por efecto de
la transpiración puede ser muy importante. Compuestos con una baja presión
de vapor y baja solubilidad en agua, pueden resultar más dañinos para las
plantas en general a través del contacto con el material depositado o por vía
aérea.

Por otro lado, las rutas de exposición dominantes en animales terrestres,


normalmente están ligadas a la cadena trófica y pueden ser más o menos
comparables con las rutas de exposición al ser humano. Se considera que to-
dos los animales superiores pueden estar directamente expuestos a los agentes
contaminantes antes y después de nacer, y por la transferencia de ellos a

36
REPERCUSIONES EN LA SALUD, AMBIENTE Y LA SOCIEDAD

través de los tejidos de su progenitura. En este sentido, en pájaros y reptiles


la transferencia de los agentes contaminantes se da por vía de la acumulación
en los huevos, mientras que en mamíferos es a través de la placenta y la leche
materna.

Por todo lo anterior, ante una situación de probable afectación al am-


biente por el manejo de materiales peligrosos, es evidente entonces la
necesidad de realizar una adecuada caracterización para determinar cuáles
pueden fungir como agentes contaminantes, además de precisar su efecto en
los diferentes elementos de la flora y de la fauna de mayor importancia a
considerar, ya sea por su fragilidad, su importancia comercial o su valor eco-
lógico, con el fin de valorar y evaluar las posibles afectaciones.

Efectos en la sociedad

El desarrollo que a lo largo de los años ha tenido la evaluación del com-


ponente ambiental en el desarrollo de las actividades humanas -aun cuando
desde su concepto original plantea incluir no sólo los aspectos de orden eco-
lógico, sino también los sociales y los económicos como parte de dicha
evaluación— por costumbre se ha enfocado a considerar los aspectos puramen-
te ecológicos.

Esta disfuncionalidad entre el concepto original del análisis ambiental y


su aplicación práctica plantea una evidente separación de las principales
disciplinas involucradas en este tipo de análisis, como son la ingeniería, la
ecología, la sociología y la economía, separación que se ve reforzada por una
serie de ambigüedades implícitas en nuestro marco regulatorio ambiental. Por
lo tanto, es indiscutible que en la aplicación de los procedimientos am-
bientalistas utilizados actualmente se ha renunciado a considerar todo aque-
llo que no encuadre dentro de lo puramente ecológico.

Los procedimientos oficiales de evaluación de impacto ambiental que se


aplican actualmente son un reflejo de lo antes mencionado ya que, aun
cuando se deben considerar los aspectos de tipo social y económico, no se
establece precisión alguna al respecto, más bien se invocan tímidamente.
Difícilmente en un estudio de impacto ambiental de cualquier tipo, se
evalúan las condiciones socio-económicas de las comunidades ubicadas en la
región donde se desarrollará el proyecto, mucho menos se incluyen los

37
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

cambios económicos y demográficos que pueden darse por la iniciativa


pretendida, así como los impactos en el suministro y la demanda de los
servicios públicos en la estructura social de las comunidades y en la calidad
de vida prevaleciente. Cuando casi de manera silenciosa se anotan algunos
conceptos de este tipo, carecen de parámetros medibles y cuantificables.

Este extraño -aunque aceptado- concepto de la evaluación ambiental, tal


vez sea la explicación del desinterés y ausencia de análisis dentro de la gestión
ambiental mexicana respecto a las implicaciones económicas derivadas del
mal manejo de los residuos industriales. Es decir, el componente eco-
nómico en el marco de la valoración ambiental es un asunto colateral y de
segundo orden, normalmente sometido a los intereses ecológicos en los
proyectos asociados con la infraestructura para el manejo de tales residuos.

Es evidente, por tanto, que son todavía poco importantes y carentes de


todo interés institucional-social las consideraciones de orden económico
ligadas a la falta de infraestructura para el control de los residuos peligrosos
y al régimen de dispendio y desvalorización con que se manejan en la ac-
tualidad; a pesar de que dicho modelo, evidentemente, está muy lejos de
coincidir con la tan esperada sustentabilidad ambiental. Es evidente que la
falta de infraestructura para el manejo de los residuos industriales propicia su
dispersión en cuerpos receptores, baldíos, minas abandonadas, arroyos, lu-
gares ocultos; o bien que se arrojen a tiraderos de residuos municipales e,
incluso, que se almacenen de manera desordenada en patios y bodegas de las
instalaciones industriales, sin considerar la competencia desleal que día con
día se incrementa. Estas prácticas, a su vez, están provocando graves impactos
al ambiente como contaminación de acuíferos, disminución de la producti-
vidad de los suelos, volatilización de sustancias orgánicas, emisión de vapores
tóxicos y partículas suspendidas al ambiente, generación de gases invernade-
ro, afectación de cadenas tróficas, aportación de sustancias acumulativas al
aire, etcétera.

El desorden ambiental, causado por las prácticas inadecuadas empleadas


actualmente en el manejo de los residuos industriales, opera como una
especie de cinturón contaminante que presiona a la sociedad, deteriorando
su calidad de vida y su economía a través de las siguientes manifestaciones:

• Incremento de los pasivos ambientales y de los sitios contaminados por


residuos peligrosos.

38
REPERCUSIONES EN LA SALUD, AMBIENTE Y LA SOCIEDAD

• Reducción de la plusvalía de los espacios abiertos, propiedades, edifica-


ciones e instalaciones en general, ubicadas en las inmediaciones de los si-
tios donde se arrojan residuos peligrosos.
• Incremento de los costos de los servicios de aseo urbano y del suministro
de agua potable, por la aparición simultánea de residuos peligrosos en el
flujo de la basura tradicional, así como en los cuerpos receptores de agua.
• Aumento de los tiraderos de residuos municipales, con presencia de re-
siduos peligrosos.
• Desaprovechamiento de materiales con posibilidad de ser usados como
materia prima y como insumos alternos, debido a la carencia o deformación
de los mercados para la valorización de los mismos.
• Incremento del número de personas que requieren atención médica, por
afecciones relacionadas con los residuos industriales.
• Alteración de la calidad del agua por un mayor número de cuerpos de
agua superficiales debido a la presencia, cada vez más frecuente, de re-
siduos peligrosos, lo cual está derivando en un aumento de los costos del
tratamiento.
• Inutilización de instalaciones y terrenos contaminados con residuos
peligrosos.
• Cancelación de pozos de extracción para el suministro de agua potable por
contaminación de residuos peligrosos.
• Desaprovechamiento de acuíferos superficiales por la intrusión de lixiviados
contaminantes, sobre todo, metales pesados.
• Incremento de los costos de manejo de residuos peligrosos por los mo-
nopolios que se están favoreciendo, a causa de la pasividad de los meca-
nismos para la creación de infraestructura para el control de estos resi-
duos, además de que en la mayor parte del país las principales instalacio-
nes existentes para el control de estos residuos se encuentran muy lejanas.

Reflexionando sobre los puntos antes anotados, se debe precisar que


existen situaciones que por sí mismas implican un impacto directo a la
economía de la sociedad por el mal manejo de los residuos peligrosos, aunque
también existen situaciones indirectas que conllevan, de igual manera, im-
plicaciones económicas para poder atenderlas.

Los planteamientos antes expuestos brindan un panorama desalentador


desde el punto de vista económico respecto a la problemática asociada con la
gestión de los residuos industriales en México. Esta situación, además de

39
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

establecer el reto de "hacer más con menos", también puede traer aparejados
desórdenes de tipo social. No se debe olvidar que un impacto económico
puede desembocar en un impacto a las estructuras de la sociedad, estructuras
que arropan el funcionamiento de los talentos y voluntades que definen, sobre
todo, el manejo de los residuos peligrosos.

Algunas de las implicaciones de tipo social que se pueden presentar por los
desórdenes económicos debidos a un mal manejo de los residuos peligrosos,
son los cambios en las relaciones gobierno-iniciativa privada y gobierno-
sociedad, así como ajustes en los patrones de comportamiento del sector
industrial y de los prestadores de servicios para el manejo de residuos pe-
ligrosos, que puede privilegiar la no ejecución de acciones ante la ausencia
de políticas reales y efectivas para atender este problema.

40
CRITERIOS RECTORES
PARA EL MANEJO SEGURO
DE LOS RESIDUOS INDUSTRIALES
L a necesidad de un manejo racional y ordenado, para la valorización de
los residuos

El manejo de los residuos industriales implica la utilización de instalaciones


así como la aplicación de técnicas y procedimientos operacionales que sean
eficientes y seguros, de tal forma que se minimicen los riesgos potenciales,
tanto de afectación crónica como aquellos que pueden propiciar accidentes
tecnológicos, situaciones ambas que normalmente conllevan el manejo de
estos residuos y que pueden acarrear graves daños a la población en general.

Lo anterior, como política global de desarrollo, no basta para alcanzar la


tan ansiada sustentabilidad cuando no está asociada a la aplicación de esque-
mas de manejo atractivos y rentables para los sectores industrial y privado
que permitan, técnica y comercialmente, la valorización de los residuos, ya que
de otra forma, más allá de garantizar la seguridad en el manejo de éstos, no
se tendrá una orientación efectiva y sustentable de los residuos hacia
instalaciones de manejo idóneas y proactivas, lo que puede generar situacio-
nes aberrantes como sucede en la actualidad, fomentadas por el desconoci-
miento, el dolo, la competencia desleal y la falta de infraestructura, que se
traducen en prácticas de manejo disfuncionales y sumamente lamentables
desde cualquier punto de vista, como son la incineración de líquidos poco
combustibles y el confinamiento de sólidos, lodos y tortas de filtrado que
contienen metales pesados no-volátiles. Estas situaciones, que significan
altos costos de manejo y el despilfarro de materiales aprovechables, conlle-
van el cuestionamiento sobre el confinamiento de residuos líquidos volátiles
y sustancias orgánicas que pueden generar vapores tóxicos y gases combus-
tibles, así como sobre la incineración de residuos con altos contenidos de
cloro, actividad normalmente asociada con problemas ambientales o graves
daños a la salud.

Por todo lo antes descrito, el manejo sustentable de los residuos industria-


les, requiere de la participación de tres elementos fundamentales: la instru-
mentación de políticas de promoción, la aplicación de estrategias integrales
para el cumplimiento de las regulaciones ambientales y la utilización de

43
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

técnicas y procedimientos apropiados para el tratamiento y disposición final


de los residuos con base en las características que identifiquen a las diferentes
corrientes de residuos. En particular, para definir las técnicas y procedimien-
tos específicos con el fin de valorizar cada una de las corrientes de residuos
por controlar, se deberá analizar la probabilidad de utilizar alguna o varias de
las siguientes opciones:

• Reducción de residuos en la fuente.


• Reciclaje y reuso de residuos.
• Recuperación de materiales y/o de energía.
• Tratamiento de residuos.
• Disposición final de residuos provenientes de los sistemas de tratamien-
to y de otros residuos no-aprovechables.

Tomando en cuenta lo que implica la utilización de estas opciones, una


estrategia inteligente, rentable y sustentable para el control de los residuos
industriales, demanda la utilización de esquemas virtuosos para la valoriza-
ción de dichos residuos, como el que se muestra en la figura No. 3, donde se
describen las interacciones fundamentales que se deben promover entre las
diferentes fases o etapas que integran el ciclo de manejo de los residuos
industriales.

Este ciclo inicia con la generación de residuos, por lo que el primer paso
para el control de ellos corresponde a los propios generadores a través de la
aplicación de técnicas para la reducción de residuos en la fuente y mediante
la instrumentación de políticas para la segregación y reciclaje in-situ de
aquellos residuos que brinden estas posibilidades.

Los residuos inevitables que resulten después de aplicar las estrategias


antes mencionadas serán empacados, colectados y transportados hacia ins-
talaciones de almacenamiento temporal, normalmente denominadas como
centros de acopio o estaciones de transferencia, con el fin de consolidar em-
barques, acondicionar los residuos para reducir costos, segregarlos conve-
nientemente para su mejor aprovechamiento, o bien, prepararlos para su envío
a los diferentes sistemas de tratamiento.

Posteriormente, los residuos deben ser enviados a los centros de aprove-


chamiento (que pueden ser parte de los mismos centros de acopio), así como

44
CRITERIOS RECTORES PARA EL MANEJO SEGURO DE LOS RESIDUOS INDUSTRIALES

45
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

a instalaciones de tratamiento específico; o bien, cuando sus características


no permitan aprovecharlos ni demanden tratamiento alguno para su inac-
tivación, serán trasladados a instalaciones de disposición final para darles
confinamiento seguro, previa estabilización y solidificación.

Interacciones entre las diferentes fases del manejo de los residuos indus-
triales para promover su valoración integral
Se debe mencionar que el tratamiento de los residuos tiene dos propósitos: la
recuperación de materiales y del contenido energético de los residuos, o bien,
su conversión a formas que permitan realizar su confinamiento en forma
segura y responsable, buscando, a partir de las características inherentes a los
residuos, reducir su potencial contaminante.
Empleando este tipo de esquemas de valorización, una determinada
corriente de residuos puede cambiar su composición, forma, concentración,
localización y posibilidad de aprovechamiento; además, la evaluación del
impacto ambiental, en cada una de las etapas del ciclo de manejo de los
residuos, puede ayudar a identificar la combinación de opciones que propi-
cien una menor afectación al ambiente, así como aquéllas que brinden una
mayor eficiencia.
De lo establecido en la figura No. 3, las actividades más comunes relati-
vas al manejo de los residuos, después que han sido recolectados en donde son
generados, previa aplicación de prácticas de minimización, reciclaje y
almacenamiento, se indican a continuación:

• Transporte de los residuos a las instalaciones de acopio y/o tratamiento.


• Recepción, revisión, aceptación y almacenamiento en las instalaciones
de acopio y/o de tratamiento.
• Tratamiento de los residuos para transformarlos a formas ambiental-
mente más compatibles para una disposición final segura.
• Reuso, reciclaje y aprovechamiento de los residuos.
• Transporte de los residuos tratados al sitio de disposición final.
• Recepción, revisión y confinamiento en el sitio de disposición final.

No obstante lo antes descrito, existen ciertas corrientes de residuos, para


las cuales los esquemas de manejo son mucho más simples, ya que pueden
enviarse directamente a disposición final, cuando el residuo no es aprovecha-
ble, o bien, cuando no requiere tratamiento alguno antes de su disposición

46
CRITERIOS RECTORES PARA EL MANEJO SEGURO DE LOS RESIDUOS INDUSTRIALES

final, para reducir o atenuar su potencial contaminante, como es el caso de


ciertas escorias de fundición, algunas resinas y prácticamente cualquier tipo
de sales.

Ahora bien, los criterios rectores con que se deben orientar en la


actualidad las actividades antes mencionadas —con el fin de privilegiar los
conceptos de valorización de los residuos, dentro de los esquemas tradiciona-
les que para su manejo se han venido aplicando hasta la fecha— se describen
a continuación.

Transporte sustentable de los residuos

La manipulación y transporte de los residuos puede generar impactos asociados


con el movimiento de las unidades de transporte, tales como: ruido, polvos,
gases y deterioro de la carpeta asfáltica. Asimismo, existen otros impactantes
relacionados con el tipo y naturaleza de los residuos a transportar.
Considerando que ambas situaciones representan potenciales riesgos de
afectación al ambiente, un manejo adecuado de los residuos -durante las
diferentes etapas de su transporte- debe tomar en cuenta los siguientes
aspectos:
• Segregación de los residuos en la fuente, buscando evitar mezclas in-
compatibles entre ellos.
• Selección de un apropiado sistema de almacenamiento de los residuos.
• Empleo del embalaje y etiquetado apropiado, según sea el tipo de
residuos a manejar.
• Definición del sistema y las rutas de transporte apropiados.
• En todos los casos se requiere personal calificado y debidamente ca-
pacitado, así como procedimientos de trabajo que sean claros, íntegros
y sin complicaciones.

Los objetivos que se persiguen con la aplicación de las anteriores reco-


mendaciones son, fundamentalmente, aislar los residuos con relación a su
entorno, buscando realizar las actividades de traslado-carga-transferencia en
condiciones tales que sea posible eliminar o reducir el riesgo de que se pre-
sente algún accidente.
De igual forma, se buscará proporcionar el entrenamiento que permita el
manejo seguro de los residuos, además de brindar la información suficiente

47
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

respecto a la naturaleza y características de los materiales y sustancias pre-


sentes en los residuos, así como las medidas de seguridad que deban adop-
tarse, en caso de que algún accidente ocurra durante el transporte de los
residuos.

En el cuadro No. 3, se reportan los requisitos que han sido establecidos por
la SEMARNAT y la SCT para obtener la autorización que permita transportar
residuos peligrosos.

Un aspecto que se debe atender cuidadosamente en el transporte de resi-


duos peligrosos es el cumplimiento del Peso Bruto Vehicular para el cual fue di-
señada la unidad, así como las máximas descargas vehiculares establecidas
por la SCT para diferentes tipos de vehículos y distintas clases de carpetas de
rodamiento.

Aun cuando las consideraciones establecidas para el manejo y transporte


de los residuos no estén lo suficientemente desarrolladas, se debe asumir que
el personal que ejecutará tales actividades deberá aplicar las mejores
prácticas al respecto, además de contar con una guía oficial de trabajo lo más
detallada posible, que describa incluso, los posibles impactos que se puedan
registrar en caso de que se presente alguna contingencia.

Por ejemplo, si un residuo orgánico es transportado a cualquier instalación


de manejo, los aspectos específicos que deberá conocer el operador de la
unidad de transporte en caso de que se presente un accidente mientras
transita por la vía pública -como pueden ser: la liberación de nubes tóxicas,
incendios y explosiones, que siguen a cualquier accidente; así como el impacto
al ambiente por la migración de derrames hacia el suelo- deberán ser incluidos
en un Manual de Buenas Prácticas para la Atención de Contingencias.

Tratamiento de los residuos

Las diferentes opciones para el tratamiento de los residuos, pueden categorizarse


de la siguiente manera:

• Procesos físicos
• Procesos químicos
• Procesos térmicos
• Procesos biológicos
CRITERIOS RECTORES PARA EL MANEJO SEGURO DE LOS RESIDUOS INDUSTRIALES

Cuadro No. 3.
REQUISITOS ESTABLECIDOS POR LA SEMARNAT Y LA SCT,
PARA EL TRANSPORTE DE RESIDUOS PELIGROSOS

— Tarjeta de circulación y placas (permiso) para el servicio de Transporte Público


Federal de Materiales y Residuos Peligrosos.

— Licencia Federal Tipo "E" para el Transporte de Materiales y Residuos Peligrosos.

— Copia de la póliza correspondiente a un seguro de responsabilidad civil por daños


a terceros y al medio ambiente.

— Manifiesto de Entrega-Transporte -Recepción de residuos peligrosos.

— Manifiesto para reportar casos de derrames de residuos peligrosos por accidentes.

— Bitácora de las horas de servicio del conductor.

— Bitácora de inspección ocular diaria de la unidad de transporte por parte del conductor.

— Documentación que acredite la limpieza y control de remanentes de la unidad.

— Programa de Atención a Contingencias que incluya las acciones a seguir en caso


de suscitarse un accidente según sea el tipo de residuos por transportar.

— Carteles de identificación tanto en la unidad de transporte como en los contenedores


de acuerdo con el tipo de residuos que sean transportados.

Fuente: Sistemas de Ingeniería y Control Ambiental, S.A. de C.V. Febrero, 2002.

Los procesos de tratamiento físicos y químicos frecuentemente se combi-


nan dentro de la misma línea de tratamiento, dando por resultado procesos
combinados denominados físico-químicos.

Se debe señalar que los procesos de oxidación química convierten a cier-


tos residuos peligrosos, como son los cianuros, en materiales no-tóxicos;
mientras que los procesos físicos, como la filtración y la sedimentación, son
usados para separar diferentes contaminantes de mezclas líquidas.

49
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Los procesos de tratamiento alteran la naturaleza de los residuos, redu-


ciendo o eliminando sus características intrínsecas peligrosas y disminuyen-
do, por tanto, su impacto al ambiente.

Algunos de los beneficios que pueden ser obtenidos a partir del tratamien-
to de los residuos se anotan a continuación:

• Reducción de las cantidades de residuos: Con la incineración, se pue-


den lograr reducciones de hasta un 90 % en peso.
• Reducción en la Toxicidad: La conversión de cianuros a formas me-
nos tóxicas, como son los cianatos.
• Cambios en las formas físicas de un residuo: La remoción de metales
pesados de las corrientes acuosas de residuos, mediante precipitación
y filtración permitirá que la fase sólida sea confinada o estabilizada y
fijada en mezclas con yeso, asfalto o concreto, mientras que la fase
líquida puede ser descargada al drenaje sin ningún problema.

Por otro lado, no se debe olvidar que existen procesos de recuperación de


materiales que encajan en las cuatro categorías antes mencionadas, que
deben ser privilegiados sobre otros tipos de tratamiento.

Finalmente, se debe dejar muy claro que el tipo de residuos determinará


la selección apropiada del proceso de tratamiento a emplear, ya sea como un
tratamiento único o como una combinación de ellos.

Una aproximación teórica de lo antes señalado, se indica en el cuadro No.4.

Opciones para el aprovechamiento de los residuos

Un residuo tiene valor comercial cuando puede ser reciclado, o bien, puede
entrar como materia prima en otros procesos, incluso cuando puede ser ven-
dido como un nuevo producto.

Los costos de procesamiento para alcanzar alguna de estas opciones no


deben perderse de vista, con el fin de incluir los precios del mercado tanto
del residuo reciclado como del transformado en materia prima y del conver-
tido en producto nuevo. La mejor opción económica estará determinada por
los propios costos del proceso.

50
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Para poder desarrollar alguna de las opciones antes indicadas, existen en


la práctica alternativas para llevar a cabo la valoración de los residuos con el
fin de elegir la que sea más atractiva.

Uno de los procesos donde más fácilmente es posible aplicar esta filosofía
lo constituyen los procesos de filtración convencional, donde el producto que
se obtiene es un residual filtrado que contiene compuestos tóxicos por lo
que el número de lavados de la matriz o masa para poder descontaminarla,
normalmente está determinado por el costo de los lavados -sin tomar en
cuenta el género del compuesto tóxico retenido— cuando en realidad el
número óptimo de lavados de la masa tendrá que ser determinado por el tipo
de agente contaminante y por la toxicidad de la masa, la cual deberá ser
inferior a los límites establecidos por la legislación ambiental vigente, de modo
que el residuo (la masa en este caso) pueda ser valorizado como un
subproducto o, por lo menos, permitir ser dispuesto en rellenos sanitarios como
un material inerte.

Al respecto, se debe señalar que por lo regular es mucho más cómodo para
un industrial, generar un residuo sólido único (mezcla de diversos compues-
tos) para ser descartado vía un solo efluente, como es el caso de las gal-
vanoplastias, que suelen trabajar con varios metales pesados.

El tratamiento de efluentes puede generar un residuo sólido (lodo) que


contenga cationes de varios metales pesados (en forma de hidróxidos o sales)
el cual, además de no tener utilidad, requiere de un confinamiento especia-
lizado sumamente costoso.

Por otro lado, en algunos casos es posible separar el componente tóxico de


un residuo mediante transformaciones físicas y/o químicas, de modo que la
fracción que contiene el componente tóxico, por tener una masa menor que
la del conjunto, acarrea menores costos de manejo.

Los mismos beneficios son conseguidos por la concentración de un residuo


que contenga un componente tóxico, reduciendo su volumen por secado,
evaporación, etc., como es el caso de la producción del sulfato de sodio, a
causa de la neutralización de las aguas acidas generadas en los sistemas de
lavado y abatimiento de gases en instalaciones que, en su funcionamiento,
dan origen a gases que contienen SO, y SO..

52
CRITERIOS RECTORES PARA EL MANEJO SEGURO DE LOS RESIDUOS INDUSTRIALES

También es el caso de las grandes centrales térmicas que queman com-


bustible fósil; así como de las metalúrgicas que en su proceso liberan el azufre
de sus minerales en forma de gases.

El sulfato de sodio, tanto en su forma anhídrida como hidratada (sal de


Glauber), tendrá valor comercial siempre y cuando sean adoptadas ciertas
precauciones para evitar contaminarla con cenizas y hollín.

Asimismo, para la reducción de yeso a partir de la precipitación con cal


(hidróxido de calcio), las soluciones que contienen iones sulfato pueden ser
consideradas como un ejemplo muy ilustrativo de un residuo que se puede
contemplar como un subproducto, siempre que no presente alteraciones per-
judiciales en sus características físico-químicas, inclusive en su color. Ahora
bien, en la fabricación tradicional del ácido fosfórico esto no ocurre, pues el
yeso se encuentra contaminado con hierro, ácido fluorhídrico y elementos
radiactivos que impiden su reciclaje y valoración.

Acopio y confinamiento ambientalmente compatible y sin riesgos de los


residuos

Recepción, Revisión, Acopio y/o Resguardo de los Residuos

A su llegada a cualquier instalación de acopio, tratamiento y disposición


final, los residuos, previo a su ingreso, deben ser sujetos de una detallada
revisión vía la aplicación de un procedimiento de aceptación que permita
verificar las características, estado físico, cantidad y procedencia estableci-
das por el generador, así como precisar el manejo que debe dársele dentro de
la instalación, sobre todo antes de aplicar los procedimientos de acopio,
resguardo, inactivación o confinamiento que demande su manejo, según sea
el tipo de instalación que se trate.

Una vez que se han aplicado los procedimientos de aceptación, verifica-


ción y para el manejo seguro de los residuos, serán transferidos a contene-
dores de seguridad -cuyas características, capacidad, material y etiquetado,
dependerán del tipo de residuo que se trate- para ser conducidos a la sección
de acopio, al área de almacenamiento temporal, a los procesos de tratamien-
to, o bien, a las celdas de confinamiento.

53
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Por lo regular, dentro de los procesos de aceptación se incluye el muestreo


y análisis del residuo para verificar y/o identificar sus características de pe-
ligrosidad (CLAVE CRETIB) . Ciertos residuos no requieren del muestreo y análi-
sis debido a que sus características están plenamente identificadas y presen-
tan muy pocas variaciones, ya que los procesos que los generan son homogé-
neos y altamente predecibles, o bien, implican un elevado riesgo para quien
lleva a cabo esta actividad, como corresponde respectivamente a residuales
de asbesto y a residuos biológico-infecciosos.

Por otro lado, en ocasiones basta realizar tan sólo una inspección ocular
para determinar el manejo que debe darse al residuo, como es el caso de
ciertos materiales provenientes de actividades comerciales y de servicios (por
ejemplo: fármacos caducos, decomisos comerciales, insumos fuera de especi-
ficación y ciertos embalajes).

No obstante, se deben tomar todas las precauciones a que haya lugar du-
rante la aplicación de los procedimientos de aceptación -sobre todo cuando
se trata de residuos cuyo origen es desconocido o no está muy claro, los da-
tos del generador no coinciden, o es el primer embarque de un nuevo cliente-
tales como la utilización de equipos de respiración autónoma, medidores de
vapores tóxicos, explosímetros, termopares portátiles y medidores de radio-
actividad.

Recepción, revisión y confinamiento de los residuos

Una vez que los embarques de residuos industriales han sido sometidos a
detallados procedimientos de inspección y revisión al llegar a cualquier ins-
talación para su disposición final, se determinará si presentan alguna irre-
gularidad que sea motivo para evitar su ingreso a la instalación o, si cumple
con todos los requerimientos técnico-administrativos funcionales, se proce-
dería a su confinamiento dentro de la instalación.

La disposición final sustentable de los residuos industriales implica que


solamente deben ser confinados residuos en estado sólido y semisólido pro-
venientes de diferentes procesos de tratamiento, tales como los lodos
deshidratados mediante filtros prensa, centrifugación o equipos de vacío pro-
cedentes de los precipitadores electrostáticos en los sistemas de incineración.

54
CRITERIOS RECTORES PARA EL MANEJO SEGURO DE LOS RESIDUOS INDUSTRIALES

Esta etapa del ciclo debe ser considerada como el punto final de cualquier
proceso de tratamiento de residuos industriales, orientado a inactivar, des-
truir o estabilizar el constituyente que le da justamente la característica de
peligrosidad al residuo. De igual forma, es el paso directo y final sin ninguna
etapa intermedia de tratamiento o preparación para varias corrientes de
residuos que no pueden ser reciclados, reusados, recuperados o aprovechados
de alguna manera y que, por sus características intrínsecas, quedarán res-
guardados en forma segura dentro del confinamiento, además de garantizar
que no se presentará ningún efecto colateral o secundario con posterioridad.

Algunos otros conceptos de mayor racionalidad que deben ser contempla-


dos dentro de la concepción moderna y sustentable que exige el confina-
miento de residuos industriales en los sistemas de disposición final, se indican
a continuación:

• Evitar el confinamiento de residuos líquidos o con un porcentaje de


humedad en peso mayor a 20%.
• Minimizar los volúmenes y movimientos de terracerías.
• Concebir la disposición final de los residuos como una obra de con-
finamiento, que no necesariamente debe ser un enterramiento de re-
siduos, por debajo del nivel del terreno natural.
• Planear, diseñar y operar el sistema de disposición final, buscando
siempre hacerlo crecer vertical en lugar de horizontalmente.
• Eliminar por todos los medios el confinamiento de los residuos a granel
dentro de envases de plástico, lámina o algún otro material como son
los tambos de 20, 100 y 200 litros de capacidad. Debido a que los resi-
duos deben ser aglomerados, estabilizados y/o fijados en matrices de
diferentes materiales aglutinantes antes de su confinamiento, no hay
razón para almacenarlos en ese tipo de recipientes.
• Cuidar la incompatibilidad de los residuos para evitar que se generen
reacciones espontáneas imprevistas como son calor, explosiones y ga-
ses tóxicos por mezclar residuos no compatibles en una misma celda.
• Optimizar la utilización de las celdas, estableciendo relaciones de con-
finamiento de residuos compatibles entre sí o de materiales inertes con
residuos previamente estabilizados.

55
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Aspectos críticos

De todo lo antes indicado, las actividades que se refieren a la recepción,


almacenamiento o confinamiento de los residuos en las fuentes generadoras,
en los centros de acopio y en los sitios de disposición final, son las más des-
cuidadas y las que implícitamente representan un mayor riesgo de afectación
al ambiente y a la salud, sobre todo por las prácticas inadecuadas que se
aplican actualmente en estas actividades; esto, sin considerar su fundamen-
tal, necesario e indisoluble contacto con un recurso tan importante como es
el suelo.

56
IDENTIFICACIÓN Y EVALUACIÓN DE
RIESGOS PARA EL ALMACENAMIENTO,
ACOPIO Y DISPOSICIÓN FINAL DE
LOS RESIDUOS INDUSTRIALES
Consideraciones preliminares
Los riesgos que se pueden presentar en las instalaciones donde se realizan
actividades para el manejo de los residuos industriales, como en cualquier
otra actividad donde se utilizan sustancias químicas y materiales de amplio
uso industrial, pueden ser:8

• Agudos: Debido a la ocurrencia de eventos o accidentes tecnológicos (de-


rrames, fugas, incendios, etc.)
• Crónicos: Por la exposición a materiales con ciertas características de pe-
ligrosidad que pueden generar algún daño a los seres vivos.

Es importante aclarar que la probabilidad de ocurrencia y la severidad de


los daños asociados con el manejo de residuos peligrosos es mucho menor
que la relativa al manejo de sustancias químicas, ya que aquéllos no pre-
sentan la concentración de los agentes reactivos o de peligrosidad que
identifican a estas últimas.

El tipo de eventos agudos que se pueden presentar en las operaciones de


almacenamiento, acopio y confinamiento de residuos peligrosos pueden ser
los siguientes: derrames de materiales reactivos, fuga de polvos y vapo-
res tóxicos, ignición de materiales inflamables y liberación de humos y gases
tóxicos.

Estos eventos, por lo regular, están asociados con las causas que se indican
en el cuadro No 5.

Puesto que la ocurrencia de eventos de tipo agudo en instalaciones donde


se manejan residuos industriales puede ser controlada con un buen programa
de prevención de accidentes y con un eficiente esquema para el manteni-
miento de los equipos -ambos, temas de vital importancia e imprescindibles

8
Uso de Combustibles en la Industria Cementera Mexicana. Ecoeficiencia y manejo ambientalmente seguro
de residuos industriales, CÉSPEDES, México, 2001.

59
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

en este tipo de instalaciones— además de que este tipo de riesgos está per-
fectamente bien acotado en cuanto a los procedimientos y las técnicas
empleadas actualmente para su evaluación, se considera que este tema no
merece mayor discusión en este trabajo. Además, la evaluación del riesgo
por exposición crónica a residuos con cierta toxicidad, sin duda, es el enfo-
que con el que se debe realizar la gestión del riesgo en aquellas instalacio-
nes donde se almacenan, depositan, trasvasan, acopian y confinan residuos
industriales.

Este tipo de gestión de riesgo demanda, primeramente, identificar el tipo,


estado físico y las características de los residuos a considerar en la evaluación.

En el cuadro No. 6 se presenta un balance de las emisiones líquidas, sóli-


das y gaseosas, correspondientes a diferentes unidades empleadas en el al-
macenamiento, acopio y confinamiento de residuos industriales. Dicho
balance se formuló para el diseño de un centro de manejo y valorización de
los residuos peligrosos generados en el Distrito Metropolitano de Quito,
Ecuador.

Un punto de vista sobre la evaluación de riesgos

La evaluación de riesgos por la exposición a residuos o materiales peligrosos


requiere del análisis y de la valoración de datos e información sobre la li-
beración de agentes peligrosos, con el fin de identificar y cuantificar los
impactos sobre el ambiente y/o la salud pública, con lo que se podrán precisar
las acciones necesarias para mitigar o prevenir los efectos sobre tan importan-
tes elementos.

La gestión para la evaluación de este tipo de riesgos se define como un


proceso cuantitativo y cualitativo, orientado a caracterizar la naturaleza y
magnitud de los riesgos hacia una entidad de referencia, por la exposición a
sustancias potencialmente dañinas para el ambiente y el ser humano, como
ya se comentó anteriormente.

Es inobjetable que la evaluación de este tipo de riesgos constituye un


proceso complejo y difícil, razón por la cual, en muchas ocasiones se resta
importancia y no se promueve su aplicación. De hecho, una correcta y efectiva
evaluación de riesgos va mas allá de la identificación de las fuentes de
exposición y la cuantificación de sus efectos. Sin embargo, aun cuando
muchos expertos sobre el tema no estén de acuerdo con las simplificaciones

60
ACOPIO Y DISPOSICIÓN FINAL DE LOS RESIDUOS

Cuadro No. 5
PRINCIPALES CAUSAS QUE PROMUEVEN LA OCURRENCIA DE
EVENTOS DE TIPO AGUDO EN EL MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES
EVENTO CAUSAS QUE LO PROMUEVEN

• Recipientes en mal estado.

Derrames de • Volcaduras de recipientes abiertos.


materiales reactivos • Corrosión de envases metálicos.

• Fuga de lixiviados.

• Trasvasado, vaciado y almacenamiento de materiales


volátiles.
• Residuos acumulados en recipientes abiertos.
Liberación de
• Residuos confinados sin cobertura.
polvos y vapores
• Ignición y explosión de materiales inflamables.
• Lodos deshidratados expuestos a la intemperie.

• Mezcla de residuos incompatibles.

Explosión de gases • Acumulación de gases combustibles y vapores volátiles

inflamables en lugares cerrados.

• Acumulación desordenada de materiales combustibles


Ignición de en lugares abiertos.
materiales
• Derrames de líquidos combustibles.

Liberación de humos • Ignición y explosión de materiales inflamables.

y gases tóxicos • Mezcla de residuos incompatibles.

Fuente Plan de gestión para el manejo de los Residuos Peligrosos en el Distrito Metropolitano de Quito.
Sistemas de Ingeniería y Control Ambiental, S. A. de C. V, Abril / 2001.

61
ACOPIO Y DISPOSICIÓN FINAL DE LOS RESIDUOS

que se describen a continuación, es necesario hacerlas para contar con una


herramienta ingenieril que permita construir y evaluar escenarios de riesgo
y, en consecuencia, que ayuden a la toma de decisiones.

Se puede decir, por tanto, que la evaluación de riesgos representa un


conjunto de mecanismos hasta cierto punto conservadores, pero necesarios,
ya que el conocimiento de las complejas interacciones que se presentan entre
las fuentes de exposición y los sujetos receptores es muy limitada. Siguiendo
con esta tónica, para precisar las implicaciones debidas a la exposición de
agentes tóxicos, se debe considerar, entre otros, los siguientes aspectos: las
fuentes de exposición, los medios ambientales por donde se mueven los
contaminantes, los mecanismos de su transporte, las vías de exposición
humana, las poblaciones y sujetos que se pueden ver afectados, los efectos y
las implicaciones toxicológicas de los contaminantes sobre los receptores
afectados, así como las medidas de control a considerar, como se indica en la
figura No. 4, donde se ilustra el proceso que se debe cumplir para realizar una
evaluación de riesgo por exposición crónica.

Procedimiento para la evaluación de riesgos por exposición crónica

Definición de las fuentes de exposición

El primer paso por atender en cualquier procedimiento para la evaluación de


riesgos es la definición del inventario de todas las fuentes de exposición
presentes y las que puedan ser habilitadas a futuro. Para ello, será necesario
hacer una recopilación y análisis de los siguientes aspectos:

• Recopilación y análisis de la información sobre el proyecto a desarrollar.


• Descripción y valoración de las actividades por realizar.
• Caracterización de los materiales que se manejarán.
• Usos del suelo y características de los recursos naturales a nivel local y
regional.

Aunque siempre es deseable contar con datos sobre los niveles de con-
centración básales, así como con los registros de las diferentes emisiones hacia
el ambiente que pueden generar las distintas instalaciones para el almacena-
miento, acopio y confinamiento de los residuos industriales, dichas emisiones
dependen de las condiciones ambientales que se presentan en cierto momen-

63
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Figura No. 4
DESCRIPCIÓN DEL PROCESO A DESARROLLAR PARA
LA EVALUACIÓN DE RIESGOS POR EXPOSICIÓN
CRÓNICA A RESIDUOS PELIGROSOS

Identificación de los medios ambientales por


donde pueden moverse los impactantes.

Determinación de los mecanismos


de transporte de los contaminantes.

Definición de las poblaciones receptoras y


establecimiento de todas las vías de exposición.

Evaluación de las rutas de exposición


e identificación de las que sean

Determinación de las implicaciones y de los


efectos para la salud pública y el ambiente.

Establecimiento de las medidas de control


y de las acciones a instrumentar.

64
ACOPIO Y DISPOSICIÓN FINAL DE LOS RESIDUOS

to, así como de la operación y funcionamiento de la instalación, lo cual es muy


difícil de precisar durante la etapa de desarrollo de los estudios de factibilidad
de la instalación que se trate.

Por lo anterior, deberán aplicarse las simplificaciones que sean necesarias,


a partir de los balances de las emisiones al ambiente (ver cuadro No. 6), para
definir las fuentes emisoras o de exposición que sean más significativas, las
cuales, combinadas con las cantidades promedio de los diferentes tipos de
residuos a manejar (ya sean reales o virtuales) permitirán cuantificar los
agentes tóxicos o peligrosos a considerar en la evaluación.

Otro aspecto importante a definir será el tipo de emisiones en las que


aparecerán los impactantes ambientales. En el cuadro No. 7, se presentan los
distintos tipos de emisión que pueden generar las instalaciones destinadas al
manejo de los residuos industriales.

Por otro lado, algunas propiedades que identifican el comportamiento


de los contaminantes en el ambiente presentan, sin duda, caracterís-
ticas que les permiten determinar su mayor o menor movilización en los
medios ambientales. Al respecto, las características más determinantes
se describen brevemente:9

— Solubilidad en agua: Esta característica se refiere a la dilución que puede


sufrir un agente químico en presencia de agua pura, porque la mo-
vilidad en los suelos y en otros elementos de los ecosistemas se puede
ver favorecida, cuando la solubilidad es mayor a 500 ppm y alcanza gran
movilidad en los sistemas acuáticos. Las sustancias con solubilidad
acuosa mayor a las 25 ppm no son persistentes en los organismos vivos
mientras que las de menor solubilidad pueden quedar inmovilizadas en
los suelos y concentrarse en los organismos vivos (arsénico, plomo).
Además, ciertas condiciones ambientales, como la temperatura y el pH
pueden influir en la solubilidad de algunos compuestos.

— Densidad: La densidad puede ser un factor determinante en cuanto al


comportamiento de ciertos agentes en medios acuosos; aquellos con
mayor densidad que el agua pueden sedimentarse rápidamente, mien-
tras que los más ligeros pueden flotar y transportarse horizontalmente.

9
Martin E. ]., Hazardous Waste Management Engineering, Van Nostrand Reinhold Company & Johnson,
J.H., New York 1997.

65
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Cuadro No. 7
TIPOS DE EMISIONES DE LAS INSTALACIONES PARA EL MANEJO
DE LOS RESIDUOS INDUSTRIALES

Fuente Plan de gestión para el manejo de los Residuos Peligrosos en el Distrito Metropolitano de Quito.
Sistemas de Ingeniería y Control Ambiental, S. A. de C. V, Abril / 2001

— Coeficiente de partición lípido-agua: Un residuo es liposoluble cuando


este coeficiente es mayor que 1, lo cual implica que sea de fácil absor-
ción a través de las membranas por lo que es capaz de acumularse en
el tejido graso (plaguicidas, hidrocarburos policíclicos aromáticos),
razón por la que los organismos vivos acumulan contaminantes en la
membrana lípida de sus tejidos cuando se presentan valores altos de
este coeficiente.

— Presión de vapor: Esta característica determina la volatilidad de los re-


siduos. Cuando es mayor a 25 mm de Hg a 25 grados centígrados, los
residuos son sumamente volátiles, por lo que se pueden dispersar

66
ACOPIO Y DISPOSICIÓN FINAL DE LOS RESIDUOS

fácilmente en la atmósfera (acetona, éter etílico, metil isocianato). Los


no volátiles (aceites minerales, alcoholes pesados), tienen una presión
de vapor menor a 7 mm de Hg a 25 grados centígrados.

— Ionización y disociación: Los residuos amónicos se movilizan fácilmente


en los suelos mientras que los catiónicos se absorben fuertemente a las
partículas del suelo, a nivel de superficie, con lo que se inmovilizan en
el suelo.

— Degradabilidad: Pueden existir diferentes tipos de degradabilidad, co-


mo la quimio-degradabilidad (ácidos, bases), la fotodegradabilidad (pi-
retrinas, toxafeno) y la biodegradabilidad (celulosa, peróxidos, algunos
hidrocarburos). En todos, la actividad de los residuos disminuye al
disminuir la concentración del compuesto que se degrada.

— Ley de Henry: La constante que deriva de esta ley incluye el peso mo-
lecular, la solubilidad y la presión de vapor; además, rige el grado de
volatilidad de un compuesto químico en una solución.

Definición de los medios ambientales

La definición de los medios ambientales que deben ser incluidos en el análisis


de riesgo va más allá de lo trivial que significan los elementos constituyentes
del ambiente (aire, agua, suelo). Los medios ambientales son los escenarios
por donde los impactantes se mueven hacia los sitios donde pueden entrar en
contacto con las poblaciones o los sujetos receptores. Los medios ambientales
más característicos son los acuíferos, el agua superficial, el aire, el terreno
natural, el subsuelo e, incluso, las cadenas tróficas.

Dentro de estos escenarios se presentan una serie de eventos o mecanismos


que condicionan el transporte de los fluidos, que es la vía para la movilización
de los agentes tóxicos; algunos de los más característicos se presentan a
continuación:10

10
Castang y G., Tratado práctico de las aguas subterráneas, Ediciones Omega, Barcelona, España, 1981.

67
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Eventos climáticos

— Precipitación pluvial: En lugares con alta precipitación pluvial se promueve


la recarga de los acuíferos cuando el subsuelo está constituido por material
granular o rocas fracturadas e intercomunicadas. Por lo regular, en época
de lluvias se presentan importantes tasas de escurrimientos, además de que
difícilmente se agotan las reservas de humedad del suelo, ya que su
capacidad de campo casi siempre se mantiene cubierta. Asimismo, en
dicha época del año es más fácil la remoción de los vapores solubles así
como la migración de contaminantes miscibles en el agua.

— Evaporación: Altos registros de evaporación potencial debidos, básica-


mente, a la temperatura que se registra en el ambiente -además de mini-
mizar las tasas de infiltración del agua de lluvia al suelo, así como los
escurrimientos superficiales- puede afectar las reservas de agua del suelo,
agrietar los suelos arcillosos y promover la migración de contaminantes.
Por otro lado, incrementa el índice de volatilidad de los contaminan-
tes, promoviendo la liberación de vapores a la atmósfera.

— Velocidad y dirección del viento: Este parámetro determina e influencia el


potencial de viaje de polvos y de las llamadas partículas viables, asociadas
con microorganismos como hongos, levaduras, bacterias, etcétera.

— Humedad del ambiente: Este atributo potencializa la presencia en el am-


biente de hongos y bacterias, amén de promover ambientes corrosivos.

Características geomorfológicas

La topografía, en su concepto más amplio, y las características orográficas e


hidrográficas de la zona donde se ubica una instalación para el manejo de
residuos industriales son atributos que, sin duda, pueden facilitar o dificultar
el movimiento de los contaminantes a través de los medios ambientales. Una
topografía abrupta promueve los escurrimientos pluviales y reduce la infiltra-
ción al suelo.

Zonas con topografía suave combinadas con suelos poco permeables, aun
cuando se presentan escurrimientos lentos, facilitan la acumulación del agua
en zonas bajas y, con ello, permiten su mayor evaporación. Las depresiones y

68
ACOPIO Y DISPOSICIÓN FINAL DE LOS RESIDUOS

las formaciones morfológicas con pendientes elevadas pueden constituirse en


obstáculos para el desplazamiento de la fauna endémica y para la transferen-
cia de los impactantes a través del aire y de los escurrimientos superficiales.
Finalmente, en las zonas con topografía complicada abundan los escurrimientos
intermitentes, por lo que en época de lluvias el desplazamiento de impactantes
a través de los escurrimientos superficiales puede ser crítico.

Atributos geohidrológicos

Éstos son de suma importancia para determinar la viabilidad de que los


impactantes puedan infiltrarse a los acuíferos, o bien, queden retenidos en la
zona no-saturada del subsuelo. En ese sentido, la definición de la estratigrafía
de los materiales ubicados entre el terreno natural y el nivel freático es
información que debe ser determinada con amplio detalle. De igual forma, las
características físicas y mecánicas de dichos materiales, así como su mayor o
menor capacidad para transmitir o retener agua son parámetros también muy
importantes.

Además, el conocimiento de las variaciones piezométricas de los acuíferos


en combinación con el funcionamiento del modelo geohidrológico regional
permitirá conocer los gradientes hidráulicos del agua subterránea, así como
sus regímenes de flujo y el potencial de viaje de los impactantes.

Características de los suelos

El conocimiento de las propiedades físicas y mecánicas de los suelos -sobre


todo su capacidad de campo, su capacidad de intercambio catiónico y su
conductividad hidráulica- ayudarán a determinar la viabilidad de que los
agentes contaminantes puedan escurrir a los cuerpos de agua superficial, o
bien, se infiltren al subsuelo en donde podrán quedar retenidos o continuar
su tránsito hacia los mantos acuíferos. Estos parámetros, en combinación con
el balance hídrico Precipitación-Evaporación-Escurrimiento, permitirán cuan-
tificar el potencial de agua de infiltración al subsuelo que, al percolarse en
depósitos de residuos, puede tornarse en lixiviados contaminantes.

Infraestructura y obras civiles

Los canales, las alcantarillas, los caminos, los pozos de extracción de agua, las
perforaciones con fines exploratorios, las represas y los ductos para la

69
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

conducción de combustibles, entre otros, se pueden convertir en vías para el


movimiento y la transferencia de contaminantes.

Determinación de los mecanismos de transporte de los contaminantes

El transporte de los contaminantes en el ambiente lleva implícito el movi-


miento de gases, líquidos y de partículas sólidas a través de los medios am-
bientales factibles y debido a la combinación de ciertos factores (climáticos,
geomorfológicos, geohidrológicos, etc.) que propician o promueven dicho
fenómeno.

Cuando los contaminantes son liberados hacia el ambiente es posible que


se puedan trasladar hacia los potenciales receptores, necesariamente por vía
de un fluido que puede ser el aire o el agua, aunque también puede darse a
través de un cierto vector, como las aves y los animales domésticos.

En el caso particular de la movilización de los contaminantes a través de


un fluido, es necesario que se presente un mecanismo que asegure este fe-
nómeno, como puede ser un escurrimiento superficial, la percolación de un
fluido a través del suelo o el desplazamiento del aire. En caso de que no se
presente alguno de estos eventos, es imposible pensar en la movilización de los
contaminantes.

Ahora bien, el movimiento de los contaminantes, como parte de un fluido


y a través de un medio ambiental, puede sufrir una serie de cambios debido
a la aparición de ciertos mecanismos físicos, químicos, y bioquímicos que
influyen en la dilución y destino final de los contaminantes, incrementando
o reduciendo su peligrosidad, entre los cuales se pueden señalar los si-
guientes:1'

Físicos
• Advección • Difusión molecular
• Dispersión mecánica • Filtración
• Sedimentación • Absorción-desorción

11
Uso de Combustibles en la Industria ... Op. cit.

70
ACOPIO Y DISPOSICIÓN FINAL DE LOS RESIDUOS

Químicos
• Reacciones ácido-base • Oxidación química
• Fotolisis • Hidrólisis
• Precipitación química

Bioquímicos
• Acumulación/concentración • Mineralización
• Cometabolismo • Transformación biótica
• Polimerización • Biodegradación

Los mecanismos más usuales responsables de la transformación de los


contaminantes en los medios ambientales, se indican en el cuadro No. 8, en
donde se señala su aplicabilidad en los medios ambientales, así como los
factores que influyen en su comportamiento.

Algunos de los atributos que identifican los mecanismos señalados en el


cuadro No. 8, se precisan a continuación:12

— Advección

Se refiere a la transferencia de contaminantes con la misma velocidad y di-


rección con que se mueve el fluido que los transporta. Es el principal meca-
nismo, de tal manera que si se eliminan los otros procesos, el comportamiento
del fenómeno casi no se altera, sobre todo en medios acuosos.

Como ejemplo, se puede decir que la advección por el flujo del agua sub-
terránea tiene un rango de:

10-6 cm/seg. ≤ V ≤ 10-1 cm/seg.

— Dispersión mecánica

Se trata de un fenómeno de aspersado, causado por las variaciones de ve-


locidad del contaminante en el medio. Se puede decir que la dispersión es
función de la acción mecánica que se da entre el contaminante y el medio por
donde se transporta.

12
Vidales, H., Sánchez, J., Lopez, F., Contaminación de Acuíferos en la Cd. de México, 1998.

71
ACOPIO Y DISPOSICIÓN FINAL DE LOS RESIDUOS

Cuando el contaminante es un fluido viscoso, implica una velocidad nula


sobre superficies sólidas creando, por tanto, un gradiente de velocidad en la
fase líquida de los tubos capilares.

La variación de las dimensiones de los poros crea discrepancias entre las


velocidades a lo largo de los ejes de los poros, por lo que:

Por tanto, las líneas de corriente en los poros del medio fluctúan con respecto
a la dirección media del flujo.

— Difusión molecular

Tiene aplicabilidad cuando la velocidad de transporte es casi nula. Esta


propiedad está regida por la la. Ley de FICK

F = - Dm (dc/dx)

La masa de los contaminantes que se difunden, que pasa por una sección
transversal, dada por unidad de tiempo, es proporcional al gradiente de con-
centración del contaminante

— Volatilización

Aun cuando la volatilización es un fenómeno que se puede dar a nivel de


superficie en los acuíferos, sobre todo en cuerpos de agua superficiales, es el
mecanismo que más emisiones contaminantes puede aportar al aire.

Aunque existen varios modelos que permiten describir las emisiones al


aire que se pueden dar en las instalaciones destinadas al manejo de los re-
siduos industriales, el principio de la 1a. Ley de Fick puede ser empleado pa-
ra cuantificar las emisiones al ambiente que pueden darse por el almacena-
miento y manejo de líquidos volátiles.

Cg = H Cl

73
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Donde:
Cg : Concentración del contaminante en fase gaseosa.
H : Constante de Henry.
Cl : Concentración del contaminante en fase líquida.

— Fotólisis

La degradación fotolítica ocurre cuando un elemento absorbe energía lumí-


nica de una cierta longitud de onda, correspondiente a un incremento en el
nivel de energía en una molécula. La absorción de la energía lumínica puede
romper el vínculo molecular y destruir los compuestos contaminantes. Al
respecto, el nivel máximo de energía disponible proveniente de la luz solar
equivale aproximadamente a 95 kcal/mole. De tal manera que el benceno
(C6H--H), que tiene un contenido energético igual a 112 kcal/mole, se
encuentra libre de verse afectado por una reacción fotolítica.

— Hidrólisis

Es un desplazamiento nucleofílico debido a una reacción entre un impactante


y el agua, de donde se obtienen los productos de la hidrólisis de agua (H+ y OH-
). Esta mecanismo está regido por la reacción tipo siguiente:

La hidrólisis depende mucho de las variaciones del pH, y puede verse li-
mitada significativamente ante la presencia de alcoholes, aldehídos, alcanos,
benceno y por los hidrocarburos aromáticos polinucleares. En cambio, se de-
sarrolla sin muchos problemas con los ácidos, amidas, aminas y carbamatos.

— Oxidación química

La reacción de oxidación que ocurre cuando está presente el agua es una


reacción típica de los compuestos con oxígeno.

Los fenoles y los aldehídos son altamente reactivos; los alcoholes, los áci-
dos y las aminas son medianamente reactivos, mientras que los hidrocarburos
halogenados, el benceno y los insecticidas clorados presentan baja reactividad.

74
ACOPIO Y DISPOSICIÓN FINAL DE LOS RESIDUOS

— Sedimentación

Este mecanismo, en combinación con la adsorción, puede controlar la dis-


persión de contaminantes en el ambiente y, por tanto, atenuar la exposición
crónica a materiales que pueden ser peligrosos. El mecanismo de la sedimen-
tación ha resultado muy eficiente, tanto en el aire como en el agua, para
remover gran parte de los contaminantes presentes en el ambiente, que por
su peso propio o con la ayuda de agentes floculantes pueden ser precipitados
fácilmente.

— Biodegradación

La biodegradación es un importante mecanismo de remoción, para muchos


compuestos contaminantes. Sin embargo, como en el caso de la volatilización,
la degradación microbiana en el suelo difiere sustancialmente de la degrada-
ción en la superficie del agua. Lo anterior se debe a que los microorganismos
del suelo presentan mayor diversidad que en el agua, además de que ge-
neralmente su presencia se limita, a menos de 1 metro de profundidad a partir
del terreno natural.

— Adsorción

Ocurre cuando una molécula cargada (ion) de algún fluido contaminante,


pasa sobre una partícula de suelo que contiene una carga contraria a la cual
se adhiere.

Al respecto, el intercambio catiónico es el principal mecanismo para la


adsorción de los metales. Las fuerzas de Van der Waals y la transferencia de
la carga catiónica por adsorción pueden retardar el movimiento de los con-
taminantes a través del suelo.

Un suelo que tiene una buena capacidad de intercambio catiónico posee


un gran potencial de retención de los contaminantes presentes en el lixi-
viado. Una expresión que permite cuantificar la adsorción de contaminantes
en el suelo se expresa a continuación:

Q = R Km Y

75
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Donde:
Q: Contaminante adsorbido en el suelo, μg/ml.
R: Gramos de carbón orgánico en el suelo por gramo de éste.
K: Concentración del contaminante, μg/ml.
m: Constante adimensional.
Y: Coeficiente de adsorción del suelo, ml/gr.

— Integración y predicción de mecanismos

Por lo regular, más de uno de los mecanismos antes descritos participan en el


movimiento y dilución de los contaminantes en un determinado medio am-
biental cuando son transportados por un fluido. Para mostrar un ejemplo de
cómo participan diferentes mecanismos de dilución de contaminantes, cuan-
do se mueven a través de un fluido en el ambiente, se establecerá el caso
hipotético de un contaminante en fase líquida (lixiviado), que se mezcla y
desplaza en la zona vadosa (no-saturada) del subsuelo. En ese sentido, para
este caso virtual, los solutos en el fluido que se desplaza a través del suelo son
transferidos por transporte de masa y por difusión. Este flujo causará que el
soluto del fluido sea dispersado en la matriz de suelo. El flujo en esta fase del
subsuelo será vertical, fundamentalmente, debido a la no-saturación del me-
dio y al movimiento inducido por una cierta carga hidráulica que promue-
ve el movimiento vertical descendente. La situación antes descrita se ilustra
en el diagrama de definiciones de la figura No. 5.13

De acuerdo con lo anterior, los mecanismos que participarán en el evento


serán: la advección, la biodegradación, la adsorción y la difusión molecular.

Si se establece un balance de masa en un elemento diferencial del dia-


grama de definiciones, se tiene:

13
Ídem.

76
ACOPIO Y DISPOSICIÓN FINAL DE LOS RESIDUOS

Figura No. 5
DIAGRAMA DE DEFINICIONES PARA DESCRIBIR EL TRANSPORTE
DE LOS CONTAMINANTES EN LA ZONA NO-SATURADA DEL SUBSUELO

77
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Donde:
C : Concentración en fase sólida
q : Concentración en fase líquida
K : Concentración del contaminante,
D : Coeficiente de difusión molecular.

Si integramos el balance de masa y reducimos términos, se obtiene la si-


guiente ecuación:

Estableciendo como y también,


además de reducir términos, se determina la siguiente expresión:

Planteando esta ecuación diferencial en términos de celdillas de mezcla-


do despreciando la difusión molecular, por su mínima influencia en el evento
se tiene:

En estado estable:

Despejando y reduciendo términos, se tiene:

Donde:
concentración del contaminante a la entrada de la celdilla
concentración del contaminante a la salida de la celdilla

78
ACOPIO Y DISPOSICIÓN FINAL DE LOS RESIDUOS

Definición de las poblaciones receptoras y establecimiento de las vías de exposición


viables

Aun cuando en la evaluación de riesgo por exposición crónica se debe tomar


en cuenta como sujetos de referencia, al personal operativo y administrati-
vo de las instalaciones para el manejo de los residuos industriales, el objetivo
fundamental será considerar a los grupos de población que se hallen en el
entorno de dichas instalaciones y que puedan resultar potencialmente re-
ceptoras de impactantes que, generados en aquéllas, viajen en cualquier
fluido a través de un medio ambiental hasta los puntos donde puedan entrar
en contacto con las ya indicadas, poblaciones receptoras.

En ese sentido, como primer paso, se debe definir perfectamente la ubi-


cación del sitio dentro de la zona donde se hallen todas las poblaciones que
pudieran resultar potencialmente afectadas. A continuación se deben seña-
lar todos aquellos accidentes topográficos, así como aquellas instalaciones
(canales, escurrimientos, etc.) que puedan servir de obstáculos para el movi-
miento de los contaminantes o que faciliten su transporte, respectivamente.
Asimismo, deberán determinarse tanto el tamaño y las características de las
poblaciones que tienen mayores posibilidades de quedar expuestas a los
impactantes ambientales. En particular deberán considerarse las áreas residen-
ciales más cercanas, además de los grupos de residentes y de los individuos
que puedan servir como sujetos o receptores de referencia, ubicados en lu-
gares de trabajo, escuelas, hospitales y áreas recreativas. La información sobre
la distribución de la población, características socio-económicas, actividades
más importantes, hábitos representativos y tiempos de ocupación de los in-
muebles deberá ser cuantificada con el mayor detalle posible.

Al respecto, con relación al tipo de infraestructura urbana de las áreas


residenciales, es indudable que la ubicación de las instalaciones industriales
cerca del sitio de referencia, puede implicar una potencial exposición pro-
longada del personal operativo que desarrolle actividades a la intemperie. En
las áreas residenciales, las condiciones socioeconómicas influyen en los
estilos de vida, lo que a su vez puede redundar en un mayor o menor tiem-
po de exposición a los impactantes ambientales. Las áreas recreativas (campos
de juego, parques, playas, etc.), así como los mercados, tianguis y, en general,
los lugares de concentración pública, pueden incrementar las exposiciones
que la actividad cotidiana diaria pueda propiciar.

79
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Finalmente, las escuelas (sobre todo de infantes) junto con los hospitales
son sitios de referencia muy importantes, ya que en ellos coexisten grupos de
población de mediana y alta fragilidad que pueden verse mayormente afec-
tados, que cualquier individuo común por la exposición crónica a residuos
industriales.

Ahora bien, una vez que se han acotado las poblaciones potencialmente
expuestas, así como aquellos individuos o grupos poblacionales de referencia,
se deben revisar todas las posibles vías de exposición crónica a residuos in-
dustriales para establecer aquellos que deban ser tomados en cuenta dentro
del análisis por su viabilidad. Por vías de exposición se debe entender a todos
aquellos medios por los que los agentes peligrosos pueden ingresar a cualquier
ser vivo. Las vías de exposición posibles se anotan a continuación:

• Ingesta de agua (de cualquier fuente), alimentos y suelo contaminados.


• Inhalación de aire contaminado así como de gases, vapores y polvos
provenientes del suelo y del agua contaminados.
• Contacto o absorción dérmica de contaminantes presentes en el agua,
suelo, aire y alimentos.
• Contacto con vectores contaminados, como pueden ser los animales
domésticos y las aves, así como objetos y equipos contaminados.

En el análisis se deben tomar en cuenta todas las vías de exposición que


se pueden presentar en cada uno de los medios ambientales considerados,
tanto las relevantes como las secundarias que deberán evaluarse para
determinar su real o potencial ocurrencia. En el cuadro No. 9 se presenta una
aproximación de la relación entre los medios ambientales y las vías de expo-
sición potenciales. Con esta información es posible identificar las poblacio-
nes que pudieran quedar expuestas a los contaminantes según sean las vías
de exposición que se hayan establecido como viables.

Ahora bien, el parámetro que permite dimensionar la duración en que un


sujeto de referencia podría estar expuesto a ciertas condiciones de riesgo
—el cual se denomina como Factor de Exposición— se determina aplicando la
siguiente expresión:14

14
Departamento de Salud Humana y Servicios de los E.U.A., Evaluación de riesgos en salud por la exposición a
residuos peligrosos, Atlanta Georgia, 1992.

80
ACOPIO Y DISPOSICIÓN FINAL DE LOS RESIDUOS

Donde:
F : factor de exposición (adimensional).
D : duración de la exposición (días).
T : No. de días naturales del periodo de exposición (días).
f : frecuencia de exposición (días/año).
d : periodo de exposición considerado (años).

Por ejemplo, el factor de exposición para un velador que laboró en una


industria 8 horas diarias por 5 días a la semana durante 30 años en la que se
depositaban a la intemperie lodos deshidratados contaminados es igual a:

F = 0.2375

Evaluación de las rutas de exposición e identificación de las que sean viables

Una ruta de exposición es el ciclo que integra todos los elementos necesarios
para que se dé el contacto entre los agentes contaminantes emitidos por una
cierta fuente emisora con los grupos de población o individuos potencialmen-
te receptores. En ese sentido, el ciclo que representa a cualquier ruta de ex-
posición demanda la participación de los siguientes elementos: fuente de
exposición, medio ambiental, mecanismos de transporte y transmisión del con-
taminantes, punto de contacto entre el impactante y el receptor, vía de
exposición y población o individuos receptores (ver figura No. 6)

La descripción genérica de los elementos mencionados se presenta a conti-


nuación:15

— Fuente de exposición

Es la instalación o actividad relacionada con el manejo de residuos industria-


les que libera impactantes o agentes contaminantes al ambiente en forma
líquida, sólida o gaseosa.

15
Ídem.

81
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

— Medios ambientales

Los medios ambientales son los escenarios a través de los cuales los impactantes
liberados por una determinada fuente emisora pueden entrar en contacto con
las poblaciones receptoras. El hecho de que existan estos escenarios no ase-
gura la movilización de los contaminantes; para ello se requieren los me-
canismos de transporte. Es obvio que el suelo, el aire, los acuíferos y las co-
rrientes superficiales constituyen los medios ambientales de más importancia.

— Mecanismos de transporte y transmisión

En los mecanismos de transporte de los contaminantes, en todos los casos,


siempre será algún fluido (agua o aire), por lo que si no existe la vía de
transporte de los contaminantes nunca se dará la movilización de ellos a
través de los medios ambientales. Los mecanismos de transmisión de los
contaminantes son los responsables de que su concentración se difunda y di-
luya en los medios ambientales. La advección, adsorción, sedimentación y
biodegradabilidad, tal vez sean los más importantes.

— Punto de contacto

Es el sitio donde puede darse el contacto entre el impactante liberado por una
fuente contaminante y el individuo o la población receptora, como pueden ser
un pozo de agua potable, una corriente de agua, los espacios de trabajo, los
recintos habitacionales y el consumo de los alimentos.

— Vía de exposición

Son las diferentes formas mediante las cuales los agentes tóxicos pueden
ingresar a los organismos vivos. Como se sabe, las principales vías de expo-
sición son la inhalación, la ingesta y el contacto dérmico.

— Población e individuos receptores

Son los grupos de personas, flora o fauna (endémica, de interés comercial,


etc.) que real o potencialmente, pueden verse afectados por la exposición
crónica a residuos industriales en un determinado punto de contacto y a
través de una cierta vía de exposición.

82
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Cuadro No. 9
RELACIÓN ENTRE LOS MEDIOS AMBIENTALES Y LAS VÍAS
DE EXPOSICIÓN POTENCIAL

MEDIO VÍAS DE EXPOSICIÓN PROBABLE

• Ingestión directa.

Agua • Contacto dérmico (*).

• Ingestión o contacto secundario (lavado


de utensilios, lavado de alimentos).

• Ingestión directa.

Suelo • Contacto y absorción dérmica.

• Inhalación de polvos y partículas (PM10).

Aire • Inhalación de polvos y partículas (PM10).

• Contacto dérmico (*).

• Ingestión directa de alimentos contaminados.

• Ingestión directa de alimentos preparados


Alimentos
con agua contaminada.

• Contacto dérmico con productos contaminados.

• Contacto dérmico (*).


Vectores
• Ingesta e inhalación
(*) También incluye el contacto ocular.
— Evaluación de las rutas de exposición

Un punto importante del análisis lo constituye sin duda la evaluación de las


rutas de exposición para determinar si en todas ellas se cumplen todos los
elementos del ciclo de riesgo, ya que si los ciclos de las rutas de exposición
consideradas no se cumplen del todo por falta de alguno de los elementos, no
se dará el contacto entre los impactantes y las poblaciones receptoras. Esto es

84
ACOPIO Y DISPOSICIÓN FINAL DE LOS RESIDUOS

particularmente de gran importancia en los proyectos con los que se pretende


dar viabilidad a las instalaciones para el manejo de residuos industriales, ya
que las rutas de exposición formuladas establecen situaciones que se darán
a futuro, por lo que su evaluación servirá para priorizar en los programas de
monitoreo ambiental y de prevención de accidentes las rutas de exposición
que incluyan a todos los elementos del ciclo.

Determinación de las implicaciones y de los efectos para la salud pública y el


ambiente

Una vez evaluadas las rutas de exposición y habiendo identificado las que
resultaron ser viables, por incluir todos los elementos que demanda el ciclo
de riesgo, viene la fase correspondiente a la determinación de las implicaciones
y efectos en la salud pública y el ambiente. Para ello será necesario desarrollar
los siguientes pasos:

• Estimación de la dosis de exposición


• Comparación de las estimaciones con los criterios permisibles.
• Determinación de las implicaciones y de los efectos en la salud.

Este proceso deberá aplicarse a cada una de las rutas de exposición con
ciclos de riesgo completos.

— Estimación de la dosis de exposición

Como se indicó, será necesario determinar las dosis de exposición para las
condiciones en que operará la instalación que se trate de acuerdo con la
siguiente metodología:'6

• Cálculo de la Duración de la Exposición: Este parámetro servirá para


determinar el tiempo en que una determinada población puede quedar
expuesta a ciertos contaminantes.

• Selección del Sujeto de Referencia: De la población expuesta, se de-


berá elegir a los sujetos de referencia a considerar en el análisis, con lo
cual podrá definirse el peso corporal correspondiente.

16
ídem.

85
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

• Establecimiento del Contaminante de Referencia: De los diferentes


agentes contaminantes que sean emitidos en el ambiente, se deberán
elegir a los más representativos por su mayor toxicidad y elevada con-
centración.

• Definición de las Vías de Ingestión: Según el tipo de contaminante, el


medio ambiente por donde se difunde y el mecanismo de transporte, se
definirá la vía de ingestión más crítica.

Con base en lo antes indicado, en el cuadro No. 10 se describen las expre-


siones para determinar la dosis de exposición crónica de un determinado
evento:

Cuando no se cuente con la concentración de referencia del contaminante


en el medio, es posible estimarla a partir de un balance de emisiones, como el
mostrado en el cuadro No. 6. En ese sentido, es posible determinar la
concentración de referencia del contaminante, de la siguiente manera:

Q = (T x E) / V

Donde:
Q : Concentración del contaminante en el medio.
T : Cantidad de residuos de una cierta corriente que ingresan diaria-
mente a la instalación.
E : Porcentaje correspondiente al tipo de emisión a considerar (fases
líquida, sólida y gaseosa/ver cuadro No. 6).
V : Volumen del fluido en que se movilizará el contaminante en una
determinada unidad de tiempo.

Ahora bien, la comparación de las estimaciones con los criterios permisi-


bles se realizará aplicando las mismas formulaciones descritas para el cálculo
de las dosis de exposición, sustituyendo las concentraciones de los contami-
nantes registrados o estimados por las concentraciones permisibles que pre-
cise la normatividad correspondiente, o bien, los criterios o estándares in-
ternacionales de referencia cuando no se cuente con normas específicas.

En caso de que las dosis de exposición del contaminante rebasen la dosis


correspondiente a los valores de las concentraciones permisibles del contami-
nante, el riesgo potencial considerado quedará confirmado, por lo que será

86
ACOPIO Y DISPOSICIÓN FINAL DE LOS RESIDUOS

necesario identificar las implicaciones y los efectos en la salud que correspon-


dan; para ello será fundamental precisar los siguientes factores:17

• Probable distribución del contaminante en el cuerpo del sujeto de


referencia.
• Órganos que pueden verse involucrados.
• Probabilidad de que se desarrolle algún tipo de carcinogenicidad.
• Efecto acumulativo del contaminante.
• Tolerancia esperada.
• Efectos reversibles e irreversibles.
• Cambios en las conductas sociales.
• Implicaciones socioeconómicas.
• Efectos en la familia.

— Establecimiento de Medidas de Control y de las Acciones a Instrumentar.

Las medidas de control a considerar, según la Evaluación de Riesgos en Salud


por la Exposición a Residuos Peligrosos (*), dependerá del tipo de riesgo
implícito, como a continuación se indica:

• Peligro urgente
Retirar a la población expuesta y realizar análisis selectivos de sangre, tejidos
y fluidos biológicos para establecer programas de restablecimiento o rehabi-
litación.

• Peligro definido
Restringir el acceso a zonas contaminadas y llevar a cabo un estudio de riesgo
con iniciadores biológicos.

• Peligro indeterminado
Realizar una encuesta entre toda la población potencialmente expuesta para
identificar a los individuos con mayor riesgo y precisar las acciones correctivas.

• Peligro no-aparente
Realizar un estudio específico que permita definir con claridad, la existencia
de rutas de exposición completas, además de instrumentar un programa de
17
Centro Panamericano de Ecología Humana y Salud, Evaluación de Riesgos para la Salud en la Población
Expuesta a Metales en Solivia, 1997.
(*)Departamento de Salud Humana y Servicios de los E.U.A.-1992

87
ACOPIO Y DISPOSICIÓN FINAL DE LOS RESIDUOS

difusión para cultivar entre la población expuesta, instrumentar prácticas


preventivas de los riesgos probables.

• Sin peligro
Instrumentar un programa de difusión entre la población expuesta, señalando
la inexistencia del riesgo presumible, además de algunas medidas preventivas
básicas que refuercen la prevención de los riesgos potenciales.

Independientemente del riesgo involucrado con el evento a considerar, se


deberán desarrollar los siguientes programas:

• Programa de prevención y control


• Programa de información a las comunidades que dé respuesta a las
preocupaciones de la sociedad.

89
ESTUDIOS PARA LA REVISIÓN
DE LA VULNERABILIDAD
GEOHIDROLÓGICA
DEL SUBSUELO
Aclaraciones conceptuales
En este capítulo se describirá la aplicación práctica de ciencias como la Geo-
logía y la Hidrogeología para evaluar la vocación natural de sitios para el
establecimiento de sistemas de disposición final de residuos industriales, o
bien, si son vulnerables a la contaminación de las aguas subterráneas por in-
filtración de líquidos percolados.

Para esto es importante definir dos conceptos: vocación natural del terreno
y vulnerabilidad a la contaminación de los recursos hídricos subterráneos, que son
dos aspectos estrechamente relacionados, puesto que ambos dependen de las
características del subsuelo.

Cuando se hable de vocación natural del terreno, se estará refiriendo a la


capacidad natural de un sitio para almacenar o disponer residuos sin que se
provoquen daños a los recursos hídricos del subsuelo.

Esto depende del conjunto de las características físicas y químicas del


material que se localiza entre la superficie del terreno donde serán deposita-
dos los residuos y la profundidad a la que se encuentra el techo del acuífero
(material que almacena y transmite agua). Con base en lo anterior, un sitio
tendrá vocación natural cuando no exista posibilidad de contaminar al agua
subterránea, lo cual sucederá cuando se presenten los siguientes casos:

• No existan acuíferos en el subsuelo.


• El acuífero esté protegido por una capa superior impermeable de
espesor y distribución considerables.
• El acuífero sea libre, pero la zona no saturada tenga un gran espesor y
esté constituida con materiales con una elevada capacidad de in-
tercambio iónico.

En cualquier otra situación existirá siempre alguna posibilidad de que los


recursos hídricos subterráneos sean contaminados, de ahí la importancia de
establecer mediante diversos estudios, el modelo de funcionamiento hidro-
geológico de la zona de interés.

93
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Ahora bien, cuando sea mencionado el concepto vulnerabilidad a la con-


taminación de los recursos hídricos subterráneos se estará hablando del conjunto
de características físicas y químicas del terreno que, al conjugarse, puedan
permitir que los contaminantes reactivos y no reactivos lleguen al agua
subterránea deteriorando su calidad; con este concepto se pretende precisar
cualitativamente la probabilidad de que el agua subterránea sea contami-
nada por líquidos percolados provenientes de los residuos depositados sobre
el suelo.

En conclusión, para establecer si un terreno tiene vocación natural para


confinar o almacenar residuos, así como para evaluar la vulnerabilidad del agua
subterránea a la contaminación, es necesario plantear con detalle el marco
geológico e hidrogeológico de referencia, lo cual significa comprender tri-
dimensionalmente la distribución y la composición de los materiales en el
subsuelo.

Por lo regular, la elección de los sitios para la disposición final de cualquier


tipo de residuos está asociada con el desinterés e irresponsabilidad por cuidar
los recursos naturales al disponer los residuos en cavernas, bancos de
materiales abandonados, cauces de ríos y arroyos, cráteres, etc. Estas acciones
van asociadas con cierto riesgo, ya que el sitio elegido puede ser técnicamente
inadecuado, pudiendo afectar en el corto o mediano plazo el agua sub-
terránea y poner en riesgo la salud pública de la población asentada en su
entorno.

En muy pocas ocasiones se realizan estudios de detalle en sitios elegidos


por algún interés en particular, lo que puede permitir establecer la vulnera-
bilidad de ellos y, en caso necesario, definir las obras de ingeniería requeridas
para impedir la afectación del ambiente. Esta situación sin embargo, dista de
ser la mejor opción, ya que al no evaluar la región en la que se ubica el sitio,
es posible que existan otros técnicamente más factibles que demanden menor
inversión. Cuando este proceso de realizar estudios en sitios arbitrariamente
elegidos se generaliza o se hace repetitivo, se corre el riesgo de hacer
inversiones mal orientadas, ya que nunca habrá garantías de haber seleccio-
nado el sitio más adecuado.

Por lo anterior, lo mejor será iniciar con estudios geológicos e hidrogeo-


lógicos regionales que involucren la extensión del territorio natural, social o

94
ESTUDIOS PARA LA REVISIÓN DE LA VULNERABILIDAD GEOHIDROLÓGICA DEL SUBSUELO

políticamente elegible con el fin de identificar las áreas en donde se tengan


las mejores condiciones naturales.

Esto significa encontrar los sitios en donde la vulnerabilidad de los recursos


hídricos subterráneos sea mínima para que a continuación se efectúen los
estudios de detalle. De esta forma, siempre se tendrá la seguridad de contar
con la mejor opción técnica y con una inversión económica mínima, en obras
de ingeniería.

Esta posición implica entonces, realizar trabajos de planificación y de


evaluación directa, como a continuación se indica:

a) Planificación: Este tipo de estudios va de lo general a lo particular, esto es,


se inician con el estudio de grandes extensiones (estudios de gran visión),
como se indica en la figura No. 7, para tener un conocimiento re-gional del
modelo geohidrológico, cuyo objetivo es la identificación de regiones con
vocación natural en donde puedan llevarse a cabo posteriores estudios de
detalle (estudios específicos), que bien pueden ser efec-tuados por los
interesados en crear infraestructura para el confinamiento de residuos.
Al respecto en el Anexo A, se presenta una metodología inspirada en lo
antes mencionado, para ubicar sitios viables con el fin de establecer de
confinamientos de residuos industriales.

En el proceso de selección no únicamente deben intervenir criterios cien-


tíficos de carácter técnico, sino también políticos y sociales. Los problemas
que pueden suscitarse por cuestiones político-sociales son eventos críticos
para que se dé la cristalización de un confinamiento. De ahí que sería
importante incluir estos aspectos en los trabajos de planificación.

b) Evaluación directa: Los estudios de evaluación directa buscan precisar la


vulnerabilidad a la contaminación del sitio que se pretende utilizar para
el confinamiento de los residuos.

Estos estudios normalmente tienen una visión de orden local, como se


puede observar en la figura No. 8.

En general, los estudios de gran visión y los específicos deben estar


fundamentados en los requisitos que impone la normatividad, debiendo
precisar las características geológicas e hidrogeológicas del terreno.

95
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Normatividad oficial

La normatividad oficial relacionada con la ubicación de sitios para el


confinamiento de residuos es una variable de gran importancia, ya que por lo
regular se toman en cuenta una serie de atributos no sólo de carácter natural,
sino también limitantes relacionadas con el uso del suelo (áreas naturales
protegidas), así como perímetros de protección para salvaguardar la calidad
de vida de los habitantes de poblaciones y la seguridad de infraestructura
generada por el hombre (presas, redes de comunicación, etc.), entre otras.

Es importante destacar que en muchas ocasiones la identificación de sitios


factibles para confinar residuos ha generado inversiones económicas impor-
tantes en la elaboración de estudios que sólo visualizaron el aspecto natural;
en estos casos, el resultado ha sido poco satisfactorio ya que además de otras
irregularidades de índole administrativo y social, no fueron consideradas las
variables adicionales que establece la normatividad oficial. Cabe destacar
también que la normatividad debe ser periódicamente revisada para no correr
el riesgo de caer en la obsolescencia o en situaciones extremas que deriven
en el establecimiento de requisitos fácilmente salvables con la tecnología
actual. Este es el caso de la NOM-055/ECOL-93, que en la mayor parte de sus
criterios es demasiado rigurosa, ya que da el mismo peso a todas las variables
que involucra, además de que en otros casos es ambigua, por lo que se vuelve
difícil de cumplir. Uno de los criterios en que la norma es en exceso res-
trictiva, es el perímetro de protección de 25 km que impone como distancia
mínima que debe haber entre poblaciones mayores de 10,000 habitantes y un
confinamiento de residuos peligrosos, ya que en estados como los de México,
Guanajuato, Puebla y Tlaxcala, entre otros, resulta prácticamente imposible
cumplir tal requisito debido a la gran densidad de población registrada en sus
territorios. Esta situación es contrastante al compararla con la situación que
prevalece en países como Estados Unidos de América y Canadá, donde se
imponen distancias de tan sólo 150 metros entre instalaciones para el manejo
y confinamiento de residuos industriales y zonas residenciales; o bien, con lo
establecido por la Comunidad Europea, la cual permite ampliamente la uti-
lización de obras de ingeniería cuando el sitio no cumple del todo con los
requisitos geohidrológicos establecidos (ver Anexo B).

Además de lo antes indicado, se debe señalar que el amplísimo rango de


aplicación de dicha norma al señalar que con obras de ingeniería es posible

98
ESTUDIOS PARA LA REVISIÓN HE LA VULNERABILIDAD GEOHIDROLOGICA DEL SUBSUELO

solventar cualquier incumplimiento, hace que su aplicación sea difícil y


complicada, además de favorecer la discrecionalidad y el cuestionamiento
sociopolítico de las iniciativas respaldadas por dicho instrumento normativo
-lo anterior dificulta la viabilización oficial de ellas. Sin duda, esta situación,
dificulta demandar racionalidad y madurez en los procesos para el estable-
cimiento de rellenos sanitarios y confinamientos de residuos por el gran en-
tusiasmo ligado a la percepción tan equivocada que se ha creado respecto al
tema mencionado.

Con la intención de alcanzar un marco normativo que por sí mismo impulse


el desarrollo de infraestructura para el control de los residuos peligrosos, es
importantísimo que las normas oficiales sean revisadas y actualizadas perió-
dicamente por profesionales con amplia experiencia práctica sobre el tema
con el fin de facilitar su aplicación y cumplimiento.

Estudios geológicos

No se puede hablar de la aplicación práctica de la geología sin antes definirla,


por lo que se utilizarán algunas de las ideas descritas por Arthur Holmes, ex-
profesor de geología y mineralogía de la Universidad de Edimburgo, quien
señala lo siguiente: "Para el geólogo, una roca es algo más que un agregado de
minerales; es una página de la autobiografía de la Tierra, con una historia que podrá
descubrir aquel que llegue a leer la lengua en la que están escritos los datos. Estas
páginas, dispuestas en orden apropiado, de la primera a la última, y datadas cuando
es posible, engloban la historia de la Tierra".

De igual forma explica: "La geología moderna tiene por objetivo descifrar la
evolución completa de la tierra y sus habitantes, desde los tiempos más antiguos
hasta la actualidad, cuyas huellas pueden descubrirse en las rocas. Aspectos fun-
damentales en la geología son: los materiales del armazón rocoso de la tierra
(estudiados por la mineralogía y petrología); sus disposiciones, o sea, su forma,
estructura e interrelaciones (aspectos estudiados a través de la geología estructural
y la estratigrafía); los procesos geológicos o mecanismos de la Tierra, por los que
se producen cambios de todo tipo (analizados por la geología física); y finalmente,
la sucesión de estos cambios en el tiempo, o la historia geológica de la Tierra
(considerados por la geología histórica)".

De esta forma, un estudio geológico se enfoca al estudio de la estructura


terrestre, lo que implica conocer su forma, consistencia y evolución. Para

99
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

lograrlo, es necesario recopilar la información que estudian ciencias como la pe-


trología, geomorfología, sedimentología, estratigrafía y tectónica, entre otras.

A partir de esto, el enfoque que habrá de darse a la geología cuando se


estudia la vulnerabilidad de un sitio, es el de establecer el marco de re-
ferencia para definir la existencia, forma y velocidad de transporte del agua
subterránea, así como de cualquier fluido que transite a través del medio
geológico identificado. Esto se lleva a cabo por medio de una geología práctica
en la que se estudia no sólo el sitio de interés, sino el entorno del mismo. La
amplitud y extensión del entorno geográfico a estudiar dependerá del tipo de
estudio a realizar (de planificación o de evaluación directa).

En este orden de ideas, resulta interesante continuar con una breve


descripción de las ramas de la geología más empleadas en trabajos de
prospección:18

• Geología Física. Estudia los agentes terrestres que generan deforma-


ciones en las rocas (pliegues); los mecanismos que generan rupturas en
los materiales (fracturas y fallas), y los procesos que transforman a la
Tierra; así, la geología física permite comprender qué tipo de procesos
han cambiado el aspecto de la región que se estudia y las repercusiones
que se generan en cuanto a las formas geológicas originadas.

• Geología Estructural. Estudia la forma y disposición de las diversas uni-


dades que constituyen la Tierra, involucrando las estructuras conteni-
das en ellas; con esta rama de la geología se pueden identificar y
cuantificar estructuras como: pliegues, fracturas, fallas, planos de
estratificación, flujos de lava, discordancias y zonas de karst (estructu-
ras resultantes de la disolución del carbonato de calcio), entre otras.
Todas estas estructuras dan una característica especial a los materiales
que conforman un área o un sitio, e intervienen para incrementar o
disminuir la permeabilidad de las rocas, para limitar un acuífero, o para
permitir que se recargue.

18
Morales, R., La geología en la selección de sitios para el confinamiento de residuos sólidos peligrosos, Revista
AMCRESPAC, México, 1994.

100
ESTUDIOS PARA LA REVISIÓN DE LA VULNERABILIDAD GEOHIDROLÓGICA DEL SUBSUELO

• Estratigrafía. Estudia la sucesión eventual de las fases de depósito tan-


to de las rocas estratificadas (rocas sedimentarias), como de las seudo-
estratificadas (rocas volcánicas depositadas por aire, como cenizas, tobas,
etc.), así como la naturaleza de las mismas y la correlación de los es-
tratos de diferentes lugares.

De esta forma, se puede establecer el arreglo de las rocas en el subsuelo,


partiendo del existente en superficie, así como de las estructuras que las
afectan. En muchas ocasiones, este conocimiento se logra por medio de la
correlación, aplicando lo que sucede en sitios relativamente próximos en
donde las condiciones geológicas son similares.

• Sedimentología. Se encarga de describir los ambientes en que se


depositan los materiales, así como los efectos que posteriormente los
afectan. Con base en esto, se establece el sello distintivo y las
características físicas y químicas (facies sedimentarias) de las rocas así
formadas. El principio en el cual se basa la sedimentología se denomina
«uniformísimo», que a la postre dice: «El presente es la clave del pasado»,
esto es, la forma en que están ocurriendo los procesos sedimentarios en
la actualidad es igual a la forma en que se dieron en el pasado.

Partiendo de las características físicas y químicas de las rocas a nivel de


superficie, es posible suponer el ambiente de depósito en que se acumularon
los materiales de una determinada región o sitio e inferir su proyección hacia
el subsuelo. Así, se estará en posibilidad de predecir la existencia de agua
subterránea, de su movilidad y de la capacidad de autodepuración del te-
rreno por intercambio iónico.

• Finalmente, la geología histórica tiene implicaciones más amplias; se


apoya en las partes de la geología comentadas anteriormente para
establecer la secuencia, paso a paso, de los sucesos que constituyen la
historia de la región que se está analizando, con lo cual se dispone de
un modelo conceptual geológico de lo ahí ocurrido; esto es, el geólogo
cuenta con la posibilidad de describir cuándo y qué tipo de eventos
geológicos ocurrieron, cómo se sucedieron unos a otros, qué tipo de
materiales se formaron en cada caso, qué estructuras los afectaron,
cómo fueron deformados y cómo llegaron a adquirir su aspecto actual,
entre otras cosas.

101
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Siempre que se realiza un análisis geológico a detalle, aunque sea para


evaluar directamente un sitio, se requiere establecer un marco Geológico de
Referencia que se desarrolla en un ámbito geográfico más amplio al entorno del
sitio que interesa evaluar. El objetivo de ello es identificar los procesos
geológicos que ocurrieron en la región dentro de la cual se ubica el sitio (ver
figura No. 9). Así, podrá establecerse lo siguiente:

• La litología de la región, es decir, la composición de los materiales


aflorantes.
• Los tipos de roca y características físicas y químicas de los materiales
identificados en el sitio.
• La geología estructural, lo que representa conocer la densidad y tama-
ño de las fracturas, así como el tipo de fallamientos y plegamientos.

Para plantear este marco de referencia, se requiere recopilar información


en fuentes confiables como son institutos de investigación especializados,
universidades, iniciativa privada, dependencias del gobierno federal y esta-
tal, etc. Dentro de éstas, la información cartográfica es esencial, pues permite
visualizar geográficamente la distribución espacial de los tipos de materiales
y estructuras.

Con el marco geológico de referencia se logra:


• Tener un conocimiento rápido de la distribución y consistencia de los
materiales y estructuras existentes.
• Contar con un marco natural base, estructurado en poco tiempo y de
forma económica.
• Contar con la posibilidad de establecer unidades hidrogeológicas y
delimitar regiones con base en su vulnerabilidad a la contaminación.

Estudios geofísicos

Una vez que ha sido definida la distribución espacial y composición de los


materiales en la zona de estudio, se tiene el planteamiento no sólo de la
litología, sino también de las estructuras existentes; este conocimiento es cer-
tero en superficie, pero hipotético en el subsuelo, por esta razón es necesario
llevar a cabo actividades complementarias que permitan corroborar el mode-
lo geológico conceptual supuesto para el subsuelo.

102
103
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

La forma más exacta de hacerlo es mediante la perforación de pozos por


medio de los cuales se obtienen muestras en superficie del material cortado;
esto, sin embargo, tiende a ser una limitante, ya que la información es puntual
y tendrían que perforarse una gran cantidad de pozos para tener un buen
conocimiento horizontal y vertical del subsuelo.

La solución a este problema ha sido emplear métodos indirectos que, de


forma rápida y económica, permiten tener un modelo más preciso del sub-
suelo; estos métodos son conocidos como métodos geofísicos.

En general, la finalidad de la prospección geofísica es la detección de


texturas y estructuras a través del análisis de sus propiedades físico-químicas
como son resistividad, densidad y magnetismo, entre muchas más. Si bien el
número de éstas puede ser muy variado, los métodos desarrollados para
estudiarlas son igualmente variados. De esta manera, existen métodos eléc-
tricos, gravimétricos, sísmicos, etcétera.

En la prospección hidrogeológica, por ejemplo, el método utilizado común-


mente ha sido el eléctrico, el cual ha probado sus bondades en la prospección
de medios estratificados, especialmente horizontales.

Este método ha sido ampliamente desarrollado, de tal manera que a partir


de la emisión de corrientes eléctricas pueden evaluarse una o varias de las
características de los materiales terrestres a través de distintas formas:
sondeos eléctricos verticales (SEV), sondeos con polarización inducida (PI), son-
deos magnetotelúricos (SMT), sondeos por frecuencia (SF), sondeos por
transitorio electromagnético (TEM), seudosondeos electromagnéticos aéreos
(PSEA) , calicatas electromagnéticas, aéreas y terrestres (CEMA) y registros geo-
físicos de pozos (REV).

La pretensión del método eléctrico es la valoración de respuesta de los


materiales al paso de una corriente eléctrica, misma que puede ser manipu-
lada en el tiempo y ritmo de frecuencia de la onda. De esta forma, es posible
encontrar arreglos usados dentro del método eléctrico que varían exclusiva-
mente en función de la frecuencia (polarización inducida) y otros más, el
tiempo del mismo (sondeos eléctricos verticales, sondeos Wenner, calicatas
y dipolos), cuya diferencia dista en la forma del arreglo de los electrodos y, por
ende, del objetivo del estudio.

104
ESTUDIOS PARA LA REVISIÓN DE LA VULNERABILIDAD GEOHIDROLOGICA DEL SUBSUELO

Todos los métodos eléctricos funcionan a raíz de la emisión de una co-


rriente eléctrica a través de dos o más electrodos puntiformes y de su re-
cepción a través de otros dos electrodos adyacentes receptores del potencial
inducido (ver figura No. 10). Su arreglo es lo que marca la diferencia entre
sí, utilizándose para la prospección de agua subterránea los sondeos eléctricos
verticales (arreglo tipo Schlumberger) y los sondeos de polarización inducida;
para la determinación de cavernas y para la definición de zonas contamina-
das, las calicatas y los arreglos dipolares; mientras que para la prospección de
tierras físicas, se utiliza el arreglo Wenner o el Lee. Finalmente, para la pros-
pección minera, se utilizan los sondeos de polarización inducida o de bloques.

La información geofísica de campo tiene que depurarse en gabinete a


través de paquetes computacionales hechos ex-profeso para ello, lo cual da
como resultado gráficas con valores para que el especialista los correlacione
con la hidrogeología de la región, para así poder dar una interpretación
sensata de lo que se obtiene. En un sentido amplio, la geofísica proporciona
las herramientas para evaluar el modelo geológico subterráneo a partir del
existente en superficie.

Como ya se mencionó, los métodos geofísicos son muy variados y se


clasifican de acuerdo con tipo de energía que utilizan. A continuación se
enlistan algunos de ellos:19

• Magnético: Este método utiliza el magnetismo de las rocas de la corteza


terrestre. Consiste de dos partes, el magnetismo inducido y el magne-
tismo remanente; el primero se debe al campo magnético de la Tierra,
y el remanente es el que fue adquirido cuando se formaron las rocas.
Es el método de exploración más antiguo y es poco usado en estudios
hidrogeológicos; en el caso de estudios de índole ambiental, se utiliza
cuando se sabe que el contaminante puede tener alguna propiedad
magnética.

• Gravimétrico: Se basa en las variaciones de gravedad causadas por un


contraste de densidad entre una estructura o roca y la del medio que

19
Flores, R., La geofísica aplicada como un apoyo fundamental para el adecuado confinamiento de residuos sólidos,
Revista AMCRESPAC, México, 1992.

105
106
ESTUDIOS PARA LA REVISIÓN DE LA VULNERABILIDAD GEOHIDROLÓGICA DEL SUBSUELO

la envuelve; este método estudia las anomalías de la gravedad en la


superficie terrestre para deducir la estructura y forma del basamento;
normalmente se utiliza en estudios regionales. Es útil también para
determinar la existencia de grandes fallas que pongan en contacto
rocas de diferentes densidades. Sus alcances en la hidrogeología son
limitados, por lo que se usa poco.

• Eléctrico Resistivo: Es un método eléctrico que utiliza como patrón de


medición la resistividad de los materiales al momento de inyectar una
corriente eléctrica dentro de éstos. El arreglo de los electrodos a
utilizar, es determinado a su vez por el objetivo del estudio; cuando se
buscan contaminantes, cavernas o algún elemento discrepante al
medio que le rodea, se utilizan los arreglos dipolares, mientras que
cuando se requiere conocer la existencia o no de agua, es mejor
emplear los sondeos eléctricos verticales (SEV) , Wenner o Lee. Si bien
dentro de éstos aún así existen subdivisiones, los sondeos eléctricos
(SEV) son los más usados para la prospección de agua debido a que
presentan una mejor definición en las anomalías verticales. Este es, por
tanto, el arreglo mayormente usado para el estudio de sitios propicios
para el confinamiento de residuos industriales.

• Electromagnético: Estudia la influencia del terreno sobre un campo


electromagnético artificial. Es un método caro, pero con buena resolu-
ción para explorar de forma rápida el subsuelo. Debido a que sus
resultados dependen de las características físicas de los materiales y de
los fluidos que contienen, son aplicados para el reconocimiento de las
condiciones hidrogeológicas y para la identificación de frentes de
contaminación.

• Sísmico: La sismología de exploración se basa en el análisis del com-


portamiento de las ondas sísmicas, las cuales son registradas a partir de
sismógrafos. Las fuentes de energía que generan las ondas sísmicas
están controladas y son móviles; las distancias entre la fuente y los
puntos de detección son relativamente pequeñas. El objetivo de la
exploración sísmica es deducir información acerca de las rocas, es-
pecialmente sobre la posición de las capas. Es una técnica muy
empleada en la exploración petrolera, aunque también se usa en la
ingeniería civil, sobre todo para medir la profundidad del substrato

107
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

rocoso. Debido a que es una técnica más costosa que la eléctrica


resistiva, con una definición equiparable a ella, es poco empleada en
geohidrología y en estudios ambientales.

Como resultado de los estudios geofísicos y de su correlación con la ex-


ploración geológica, se establece un modelo geológico en superficie y uno
geoeléctrico en el subsuelo, el cual se calibra a través de los cortes litológicos
obtenidos con la perforación de algunos pozos en diámetro reducido. De esta
forma, las secciones geoeléctricas realizadas durante la fase de interpretación
geofísica son fácilmente calibradas y transformadas en secciones geológicas y,
finalmente, en hidrogeológicas, permitiendo establecer un modelo con-
ceptual geológico más detallado, pues se integra al previamente formulado,
el conocimiento profundo del tipo y comportamiento de los materiales en el
subsuelo.

Es importante resaltar que la realización aislada de geofísica de cualquier


tipo, sin un conocimiento profundo de la geología del área y sin alguna
correlación con los cortes litológicos de las perforaciones, representa un gasto
inútil, ya que su interpretación tendrá muy altas probabilidades de ser
errónea. En resumen, para explorar de forma correcta el subsuelo, es imposible
aplicar aisladamente las técnicas geofísicas, puesto que éstas funcionan
simplemente como un auxiliar de la geología.

Estudios hidrogeológicos

La hidrogeología como tal, corresponde al estudio de los factores geológicos


relacionados con el agua existente en ellos. A partir de esto se puede suponer
lo siguiente: la hidrogeología representa el estudio del almacenamiento,
circulación y distribución del agua dentro de materiales consolidados y no
consolidados, tomando en cuenta sus propiedades físicas y químicas, sus
interacciones con el medio físico y biológico y sus reacciones a la acción del
hombre. Esto permitirá, a fin de cuentas, estimar el rango de vulnerabilidad
a la contaminación del agua subterránea, aspecto que finalmente permitirá
conocer la vocación natural del terreno para ubicar sin riesgo alguno una
instalación para el depósito de residuos industriales.

La hidrogeología es, definitivamente, una materia interdisciplinaria en la


que es necesario aplicar las leyes y métodos de otras muchas disciplinas, como

108
ESTUDIOS PARA LA REVISIÓN DE LA VULNERABILIDAD GEOHIDROLÓGICA DEL SUBSUELO

son la ecología, la geofísica, la geotecnia, la hidrogeoquímica, la mecánica de


fluidos, la tecnología de pozos de agua, la climatología, etcéteta.

Una vez establecido el modelo geológico conceptual, se continúa con el


análisis hidrogeológico y, por ende, con la delimitación de las unidades
hidrogeológicas que se presentan en la zona. Éstas son definidas dependiendo
de la permeabilidad cualitativa que se les confiere al tipo de material
existente; este parámetro estará definido, a su vez, por el tamaño y distribu-
ción de los detritos, la presencia de cementante, el grado de compactación
así como por la densidad y arreglo de las fracturas. Las unidades hidrogeológicas
serán entonces, agrupaciones de materiales con características similares de
permeabilidad.

Así, la conformación de las unidades permitirá establecer las unidades


litológicas susceptibles para formar acuíferos o las que pueden formar barre-
ras al paso del agua. Esta es una actividad muy importante porque simplifica
el número de unidades que se manejan y da sentido práctico a la clasificación.
Como ejemplo de lo anterior, no es igual tener tres unidades litológicas re-
presentadas por: basaltos fracturados, andesitas fracturadas y materiales
aluviales arenosos con muy alta porosidad, por una parte, que tener una sola
unidad hidrogeológica que unifique a las tres primeras y se describa de la si-
guiente forma:

Unidad hidrogeológica que engloba materiales de alta permeabilidad; en


superficie constituye zonas de recarga y en el subsuelo acuíferos de alta
potencialidad.

En la hidrogeología hay conceptos muy importantes como el de acuífero,


que es el material que por sus características físicas permite el almacenamiento
y movimiento del agua subterránea. Para decidir si un sitio es adecuado para
ubicar un confinamiento, es necesario saber si existen acuíferos y de qué tipo.
Como se podrá ver enseguida, la vulnerabilidad a la contaminación varía
según el tipo de acuífero de que se trate.20

20
Morales R., Op. cit.

109
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Acuíferos Libres. Son aquellos que almacenan y transmiten agua: están


limitados en su base por materiales impermeables y en su parte superior por
la superficie freática, que es la cima de la zona saturada. Por encima de la
superficie freática está la zona no saturada, que es la porción del terreno en
donde coexisten, tanto en los poros como en las fracturas del material, el agua
y el aire. El espesor de esta zona es muy variable y puede ir de unos cuantos
centímetros a más de 100 m; estas dimensiones son muy importantes en el
momento de analizar la vulnerabilidad del acuífero a la contaminación (ver
figura No. 11).

Acuíferos Confinados. Son aquellos en los cuales la cima del agua está en
contacto directo con una barrera impermeable, generando con ello una pre-
sión mayor a la atmosférica. Como se puede ver, la vulnerabilidad a la conta-
minación de este tipo de acuífero es mucho menor, ya que no existe una vía
de acceso directa a los contaminantes (ver figura No. 12).

Acuíferos Semiconfinados. Son aquellos que almacenan y transmiten agua


y que están limitados en su base por materiales impermeables y en su parte
superior, por materiales semipermeables (de muy baja permeabilidad), de tal
manera que sí existe movimiento de agua hacia el acuífero a través de los
materiales semipermeables, pero de una forma lenta. La contaminación de
éstos puede darse, aunque en un tiempo mayor que el de un acuífero libre.

Otra forma de clasificar los materiales es de acuerdo con su respuesta al


paso del agua; de esta manera se conocen como:21

Acuíferos. Materiales que permiten el almacenamiento y movimiento del


agua a través de ellos. Su permeabilidad puede variar de alta (de 1 m/día a
más de 104 m/día) a baja (de 10-1m/día a 104 m/día), en cuyo caso conforman
buenos acuíferos y acuíferos pobres, respectivamente. Las vías por las cuales
el agua se mueve en los acuíferos son: los poros que se presentan entre los
granos de arena, grava, etc.; las fracturas existentes en las rocas consolidadas,
y las estructuras de disolución presentes en las rocas carbonatadas.

21
ídem

110
ESTUDIOS PARA LA REVISIÓN DE LA VULNERABILIDAD GEOHIDROLOGICA DEL SUBSUELO

111
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Acuitardos. Son materiales, por lo regular arcillas, que almacenan y trans-


miten agua, pero de forma muy lenta; tienen permeabilidades bajas a muy ba-
jas que van de 10-5 m/día a menos de 10-7 m/día.

Acuicludos. Son materiales que almacenan agua, pero no la transmiten, por


esta razón no pueden ser explotados mediante pozos. Un ejemplo de éstos son
los granitos, en los que sus fracturas no están intercomunicadas, por lo que el
agua almacenada en ellas no puede moverse.

Acuifugos. Son materiales prácticamente impermeables, en los que ni se al-


macena ni transmite el agua. Como ejemplo de acuifugo, está cualquier roca
que no ha sido afectada por disolución y no tiene porosidad ni fracturamiento;
en la realidad sólo algunas porciones de los materiales de la corteza terrestre
tienen estas características.

En conclusión, las rocas con muy baja permeabilidad son casi siempre
acuicludos y/o acuifugos.

De esta forma, los materiales más vulnerables a la contaminación son los


que constituyen acuíferos, particularmente los libres cuando presentan una
zona no saturada muy delgada, aspecto que permite que los contaminantes
puedan llegar rápidamente y contaminar el agua almacenada en ellos; por lo
que los materiales que tienen mayor vocación natural para confinar residuos
son los acuicludos y acuifugos, así como aquellos que conforman acuíferos
confinados.

Por lo antes expuesto, es muy importante realizar una zonificación en


función del comportamiento de las unidades litológicas ante el paso del agua
para, posteriormente, poder establecer el modelo conceptual hidrogeológico
que, en resumen, debe comprender como mínimo los siguientes aspectos:22

• Establecer qué unidades litológicas conforman acuíferos, de qué tipo


son y definir si hay comunicación hidráulica entre ellos.
• Dar la localización de las unidades hidrogeológicas en el sentido
horizontal y vertical (esta última representa la posición estratigráfica de
las unidades hidrogeológicas).

22
Ídem

112
ESTUDIOS PARA LA REVISIÓN DE LA VULNERABILIDAD GEOHIDROLÓGICA DEL SUBSUELO

• Proporcionar la ubicación geográfica de las zonas de recarga y descarga


del o los acuíferos.
• Describir cómo se mueve el agua en el acuífero.
• Evaluar la calidad fisicoquímica y bacteriológica del agua subterránea.
• Establecer el grado de explotación a que está sometido el acuífero y
dónde se localizan los pozos que aprovechan su agua.
• Cuantificar, mediante pruebas de permeabilidad, la conductividad hi-
dráulica de los materiales, particularmente los que constituyen la zona
no saturada del acuífero.

Con esta integración, se logrará tener un profundo conocimiento de la


vulnerabilidad a la contaminación a la que está sometido el acuífero y, con
ello, concluir si el área de estudio tiene vocación para ubicar un confinamien-
to de residuos.

Perforación de pozos en diámetros pequeños

Esta constituye la etapa final de la evaluación de un sitio para ubicar un con-


finamiento de residuos, lo cual implica llevar a cabo perforaciones con los si-
guientes objetivos:

• Obtener núcleos de roca para realizar adecuadamente la correlación


geológica—geofísica.
• Realizar durante la perforación, pruebas de permeabilidad tipo Lugeon
o Lefranc, para evaluar cuantitativamente la conductividad hidráuli-
ca de los materiales cortados.
• Tomar muestras alteradas de los diferentes materiales identificados
para evaluar su capacidad de intercambio iónico y, con ello, su capa
cidad de autódepuración ante la presencia de minerales e iones me
tálicos.
• Tomar muestras inalteradas de los diferentes materiales identificados
para evaluar en el laboratorio su porosidad total así como su porosidad
efectiva y posteriormente, establecer la cantidad de agua que requiere
el material para su saturación; información que, correlacionada con las
condiciones climáticas del área, permitirá evaluar si es posible que al
acuífero lleguen contaminantes. También se analizará, a partir de dichas
muestras, la conductividad hidráulica de los diferentes materiales en
contrados con la perforación.

113
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

• Comprobar en forma directa el espesor de la zona no saturada y la


profundidad a la que se encuentra el acuífero.
• Se tomarán muestras de material para medir la respuesta mecánica a
los esfuerzos y con ello evaluar su impacto en la base del confinamiento.

Otro aspecto de interés, desde el punto de vista geotécnico, es la


exploración geológica con el fin de localizar bancos de explotación de donde
se puedan obtener materiales arcillosos, para cubrir las diferentes etapas de
llenado de las celdas; estos estudios se realizan en las inmediaciones del área
para que, una vez establecido el sitio donde se encuentran estos materiales,
se realice una cuantificación de los volúmenes disponibles, así como un
análisis de la pureza y calidad de ellos.

En el Anexo "C" se presenta una breve descripción de algunas de las


principales técnicas de perforación y sus aplicaciones.

114
ESTUDIOS DE INGENIERÍA
PARA EL DISEÑO DEL
ALMACENAMIENTO, ACOPIO
Y DISPOSICIÓN FINAL DE LOS
RESIDUOS INDUSTRIALES
Evaluación del potencial de contaminación del manto acuífero
Una faceta fundamental en la definición de un sitio donde se depositarán
residuos sobre el suelo lo constituye la evaluación de la contaminación po-
tencial del manto acuífero, para lo cual será necesario llevar a cabo el si-
guiente análisis:

Consideraciones sobre los acuíferos

La definición de acuífero puede establecerse como sigue: "Es toda formación


que contenga agua subterránea y sea suficientemente permeable para trans-
mitir agua en cantidad utilizable". Los materiales más comunes presentes en
los acuíferos son la arena y la grava no consolidadas que ocurren en valles
aluviales, planicies costeras, dunas y depósitos glaciales.

En términos prácticos, existen dos tipos de acuíferos, los confinados y los


no-confinados. Los no-confinados funcionan como lagos subterráneos en
material poroso. Cuando no existe arcilla u otro material impermeable que
limite al agua subterránea en su parte superior, entonces, el nivel del depósito
varía de acuerdo con la presión atmosférica.

En la superficie de un acuífero no confinado, las presiones del agua sub-


terránea son iguales a la presión atmosférica. Encima de la superficie libre del
agua existe una zona no-saturada donde la presión es menor que la presión
atmosférica por efecto de la capilaridad.

El aire en esa región es normalmente continuo, por lo que un acuífero no-


confinado tiende a ser abierto hacia la atmósfera. En la figura No. 13 se muestra
el esquema de un acuífero no confinado.

La frontera inferior de un acuífero es un estrato mucho menos permeable y


puede estar constituido de arcillas, así como de materiales granulares o rocas.

117
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

118
ACOPIO Y LA DISPOSICIÓN FINAL DE LOS RESIDUOS INDUSTRIALES

La fuente principal de agua que abastece a los acuíferos no confinados es


la precipitación pluvial que se infiltra a través del suelo por la parte superior
del acuífero, así como a través de la infiltración de ríos o lagos.

Cuando el agua subterránea fluye de un acuífero no-confinado hacia un


pozo de bombeo, la superficie libre sufre una depresión vertical y un mo-
vimiento del aire a través de la zona no-saturada, obligando al agua que llena
los vacíos a dirigirse hacia el depósito freático.

Ahora bien, un acuífero confinado es un estrato de material que contiene


agua confinada entre dos capas de material mucho menos permeable, como
por ejemplo, una capa de arena entre dos capas de arcilla. En estos casos, si
las capas confinantes son suficientemente permeables para transmitir agua
verticalmente, pero no suficientemente permeables para permitir un transporte
lateral de agua, son denominados aquitardos. Un acuífero limitado por uno o
dos aquitardos se llama semiconfinado.

La fuente de agua de un acuífero confinado es principalmente la precipi-


tación pluvial que eventualmente se mueve a través de los estratos confinantes
o que se infiltra a través del material en las zonas de recarga. Los acuíferos
confinados son completamente saturados y no poseen una superficie libre de agua.

Las condiciones de presión en acuíferos confinados pueden definirse


mediante la elevación que alcanza el agua dentro de piezómetros que se co-
locan dentro del acuífero confinado. Si la superficie piezométrica se encuen-
tra encima de la capa confinante, el nivel estático del agua en un pozo se
hallará encima del acuífero. Ese pozo es normalmente denominado arte-siano.
Si la superficie piezométrica se ubica encima del nivel del suelo, los pozos son
considerados de flujo libre. La figura No. 14 muestra un esquema de un
acuífero confinado.

Identificación del nivel freático

La definición del tipo de acuíferos y sus características hidráulicas, práctica-


mente definen la profundidad a la que se encuentra el nivel freático, así como
sus variaciones en épocas de sequía y de lluvia. Es de suma importancia co-
nocer este tipo de información para poder llevar a cabo análisis de movi-
miento y atenuación de contaminantes en la zona no-saturada del suelo, así

119
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

120
ACOPIO Y LA DISPOSICIÓN FINAL DE LOS RESIDUOS INDUSTRIALES

como para establecer el nivel de desplante del confinamiento, sobre todo


cuando el nivel freático no es muy profundo.

Porosidad y conductividad hidráulica

Como primer paso, se deberá identificar y delimitar en planos las diferentes


unidades de roca que determinen la zona no-saturada para definir sus carac-
terísticas físicas y conocer su permeabilidad y porosidad. De igual manera se
identificarán estructuras geológicas como fallas y fracturas que puedan ha-
cer variar la permeabilidad original.

Establecimiento de la relación

El conocimiento de la profundidad del nivel freático (D), la porosidad pro-


medio de los materiales del subsuelo y la conductividad hidráulica
promedio de los mismos (K) permitirán conocer si un determinado sitio puede
ser confiable desde el punto de vista geohidrológico, independiente-mente de
que sea un acuífero confinado o semiconfinado, aunque justo es decir que
cuando se está ante un acuífero confinado, por lo regular, el sitio es seguro.
La premisa a corroborar es la siguiente:23

"El valor de la profundidad del nivel freático (D), debe ser tal que en
combinación con la conductividad hidráulica (K) y la porosidad se
-10 -1
obtenga un valor menor a 2 x 10 seg ", lo cual implica que una gota de agua
transite la distancia "D" en al menos 158 años, requisito equivalente a la
restricción establecida por la Comunidad Europea para impermeabilizar
vertederos de residuos peligrosos, la cual indica que debe existir una capa
mineral de al menos 5 metros de espesor y una conductividad hidráulica de
k =

La expresión que relaciona las variables antes mencionadas, se indica a


continuación:

23
Sánchez, J., Notas de clase.

121
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Donde:
K = en m/seg
D = en metros
= fracción adimensional para
f

En la figura No. 15, se presenta un gráfico que muestra la región de sitios


geohidrológicamente aceptables, la cual se obtuvo al comparar la profundi-
dad "D" en metros, con el producto en metros/seg.

Estudios hidrológicos

Los residuos industriales no requieren de agua para su estabilización, sino más


bien de procesos tales como la neutralización, sedimentación, desecación,
estabilización y solidificación, por lo que el agua pluvial es un fuerte in-
conveniente y no una ayuda, como podría ser en el caso de los rellenos
sanitarios en los cuales se requiere de humedad para degradar la materia
orgánica de los residuos domésticos por vía anaerobia.

El agua infiltrada dentro de un depósito de residuos industriales genera


lixiviados, por lo cual es conveniente realizar un estudio de la distribución de
la precipitación pluvial, tanto en el tiempo como en el espacio, que permita
diseñar una solución ingenieril para el manejo de los lixiviados y la protección
con que deberá contar el sitio en contra del agua que pudiera escurrir hacia
la instalación y perjudicar la operación del mismo.

Objetivos

Un estudio hidrológico, como parte del proyecto para un confinamiento, tiene


como objetivos:

• Delimitar la superficie tributaria del sitio, su geomorfología y su área,


así como calcular los gastos máximos que se presentarán en el lugar,
asociados a cierta probabilidad de ocurrencia para diseñar las obras de
protección en contra de posibles entradas de escurrimientos o daños al
confinamiento.
• Conocer la cantidad de agua que se precipitará sobre la superficie del
mismo para determinar la cantidad de lixiviados que se generarán.

122
ACOPIO Y LA DISPOSICIÓN FINAL DE LOS RESIDUOS INDUSTRIALES

Conceptos generales

Dentro del ciclo hidrológico, la precipitación pluvial es el fenómeno que más


interesa y su medición es el punto de partida en el manejo del agua en el
planeta.

Esto se realiza mediante la operación de una red de estaciones meteoro-


lógicas, mismas que están equipadas con pluviómetros que miden la lámina de
agua llovida en milímetros por día, y con pluviógrafos para medir la lámina
llovida a través del tiempo, o la intensidad de lluvia, expresada en milímetros por
hora, registrando sus mediciones en una gráfica denominada pluviograma,
como la mostrada en la Figura Núm. 16. Los datos del pluviógrafo se procesan
para obtener una gráfica en la que se relacionan la intensidad de la lluvia, la
duración de la tormenta y el tiempo de retorno.

La lluvia escurre sobre la superficie del planeta formando arroyos y ríos, en


algunos de ellos se realizan aforos mediante una red de estaciones hidro-
métricas en las que se instalan limnígrafos, aparatos que miden la altura de
la superficie del agua e indirectamente el gasto, como el que se muestra en la
siguiente figura.

El tiempo de retorno Tr, se define como el recíproco de la probabilidad de


que ocurra un evento mayor o igual al que se está considerando, de tal mane-
ra que un tiempo de retorno de 500 años indica que existe la probabilidad de
uno entre quinientos, o sea, dos al millar, de que ocurra un evento mayor o
igual al que se elige como parámetro de diseño o, en otras palabras, el evento
se presentará en promedio dos veces cada mil años o una vez cada 500. El
evento a considerar en este caso es la lluvia. Lo anterior, se puede expresar
como sigue:

Tr : es el tiempo de retorno en años


P : es la probabilidad de que ocurra una precipitación X, mayor
o igual a una que se ha seleccionado de magnitud x1

Siendo la cuenca, la superficie que vierte sus aguas hasta el punto en


consideración y el parteaguas, la línea curva cerrada formada por las partes más

123
ACOPIO Y LA DISPOSICIÓN FINAL DE LOS RESIDUOS INDUSTRIALES

125
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

126
ACOPIO Y LA DISPOSICIÓN FINAL DE LOS RESIDUOS INDUSTRIALES

altas de la topografía que limita la cuenca, la determinación del gasto máximo


a considerar en el diseño de los sistemas de protección del confinamiento
requiere del cálculo del tiempo de concentración, entendiendo éste como el
tiempo que tarda una gota en llegar desde el punto más alejado del parteaguas
de la cuenca hasta el lugar donde se tendrá la instalación por proteger. (Ver
figura No. 18).

Figura No. 18
ELEMENTOS DE UNA CUENCA HIDROLÓGICA
REPRESENTADA UTILIZANDO UN MODELO DE ELEVACIÓN

Al medir los escurrimientos en un punto, producto de una tormenta, se


puede hacer una gráfica en un sistema cartesiano, de tal forma que sobre el
eje de las ordenadas se registren los gastos que se presentan a través del
tiempo, graneándose este último sobre el eje de las abscisas, desde el mo-
mento cero hasta que termina la tormenta. A esta gráfica se le denomina
hidrograma de tormenta.

127
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

El gasto máximo se presenta cuando el tiempo es igual al tiempo de


concentración, si la tormenta dura exactamente el mismo tiempo que el
tiempo de concentración, los gastos que se presentan a partir de ese intervalo
disminuyen hasta llegar a cero, como se presenta en la figura No. 19.

Figura No. 19
HIDROGRAMA DE UNA TORMENTA DE CORTA DURACIÓN

Sin embargo, si la tormenta dura más que el tiempo de concentración el


gasto permanece constante a partir del tiempo de concentración y, al dejar
de llover, el gasto disminuye hasta llegar a cero. A ese intervalo de tiempo se
le denomina tiempo de receso, como se muestra en la figura No. 20.

La medición de la precipitación, al igual que otros fenómenos meteoro-


lógicos, se realiza diariamente en la red de estaciones climatológicas que
existen en el país, muchas de las cuales son totalmente automáticas enviando
sus datos vía satélite a los bancos de datos tanto nacionales como internacio-

128
ACOPIO Y LA DISPOSICIÓN FINAL DE LOS RESIDUOS INDUSTRIALES

nales. En el caso que nos ocupa, los datos que más interesan son la preci-
pitación, la evaporación y la temperatura.

Se procurará tomar los datos más representativos del lugar, preferente-


mente de las estaciones que estén dentro de la cuenca tributaria o, en su
defecto, las estaciones más cercanas al punto en consideración utilizando el
método de los Polígonos de Thiessen para realizar una ponderación de los datos
climatológicos.

Se adopta como estación base, aquélla que disponga de un mayor intervalo


de información y que se encuentre preferentemente cercana a la instalación,
obteniendo un factor para transportar los datos de la estación base al centro
de gravedad de la cuenca tributaria.

El procesamiento estadístico de los registros del pluviógrafo para la cons-


trucción de la curva Intensidad-Duración-Tiempo de Retorno (I-D-Tr), es

129
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

el procedimiento más preciso. Sin embargo, es difícil obtener esa información


en la mayoría de los casos.

Por lo contrario, el registro de las precipitaciones máximas en 24 horas,


obtenido mediante el uso del pluviómetro, es bastante común; mediante estu-
dios estadísticos se pueden relacionar estadísticamente las precipitaciones en
intervalos menores con respecto a la de 24 horas.24

Conociendo las precipitaciones para determinados tiempos de tormenta y


períodos de retorno, se encuentran las intensidades en mm/h, con lo cual se
puede elaborar la gráfica I-D-Tr. (Ver figura No. 21).

Estudios geotécnicos

Una parte fundamental para realizar el diseño de una instalación donde se al-
macenarán, acopiarán o confinarán residuos industriales sobre el suelo, se
refiere a la realización de los estudios de suelos, mediante los cuales será po-
sible determinar aquellas características físicas y mecánicas de interés para
este tipo de infraestructura.

A continuación, se describen los parámetros de mayor importancia, ne-


cesarios para un buen diseño ingenieril de las instalaciones antes indicadas.

Capacidad de campo del suelo

La capacidad de campo se define como la cantidad de agua que puede


retener un suelo antes de lixiviarla. Esta propiedad de los suelos varía en
función de las características de los mismos, de hecho, es directamente
proporcional con el contenido de arcilla, como se muestra en la figura
No. 22. Para la determinación experimental de la capacidad de campo, el
material deberá empacarse dentro de un lisímetro compactándolo en capas
hasta alcanzar el peso volumétrico deseado. A continuación se agrega agua
al lisímetro hasta alcanzar el nivel superior del material ya compactado con

24
Campos A. D., Cálculo de las curvas intensidad, duración, período de retomo, a partir de registros de lluvia
máxima en 24 horas y relaciones duración lluvia promedio, Subdirección Regional Noreste de Obras
Hidráulicas e Ingeniería Agrícola para el Desarrollo Rural, SARH, San Luis Potosí, México, 1978.

130
ACOPIO Y LA DISPOSICIÓN FINAL DE LOS RESIDUOS INDUSTRIALES
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

el fin de saturar su capacidad de absorción. Después se realiza el drenado del


lisímetro hasta que se alcance un escurrimiento mínimo, lo cual ocurre
normalmente hasta después de 48 ó 72 horas de drenado.

La capacidad de campo del suelo se determinará entonces mediante el


empleo de la siguiente expresión:

Donde:
C: Capacidad de campo del suelo (% de humedad en base seca).
H: Humedad del suelo antes de realizar la determinación de la capaci-
dad de campo (% en peso).
PV,: Peso volumétrico del suelo empacado al inicio de la experimentación
(kg/l).
Si: Volumen de agua de saturación del lisímetro (litros).
Di: Volumen de agua drenada del lisímetro (litros).
V:: Volumen ocupado por el suelo compactado dentro del lisímetro
(litros).
d: Densidad del agua (kg/1).

Peso específico aparente del suelo

Se define como peso específico aparente del suelo a la relación del peso del
suelo en sus condiciones in-situ (P), entre su volumen total (V).

Donde:
g = Peso específico aparente del suelo, en (kg/m3).
P = Peso del suelo en condiciones in-situ en kilogramos.
V = Volumen total del material en m3

132
ACOPIO Y LA DISPOSICIÓN FINAL DE LOS RESIDUOS INDUSTRIALES

Granulometría

Un suelo está constituido por partículas sólidas y una fase fluida. Las par-
tículas sólidas presentan distintos tamaños y formas, constituyendo la estruc-
tura del suelo.

La parte sólida de un suelo está compuesta por dos grandes grupos, el de


granos gruesos y el de granos finos. Los primeros son los retenidos en la malla
No. 200 (0.074 mm) y su clasificación es la siguiente:25

a) Grava (G): Incluye las partículas cuyo tamaño varía entre 76.2 mm y el
tamaño de la malla no. 4 (4.76 mm).
— Grava gruesa, de 76.2 mm a 19.1 mm (de 3 pulgadas a ¾ de
pulgada).
— Grava fina, de 19.1 mm ( ¾ pulg.) al tamaño de la malla No. 4.
b) Arena (S): Incluye las partículas cuyo tamaño varía entre el de la malla
No. 4 y el de la malla No. 200.
— Arena gruesa, malla No. 4 a malla No. 10 (2 mm).
— Arena media, malla No. 10 a malla No. 40 (0.420 mm).
— Arena fina, malla No. 40 a malla No. 200.

Para clasificar visualmente, se puede tomar 1/2 cm como tamaño equiva-


lente a la malla No. 4. Las partículas cuyo tamaño corresponde al de la malla
No. 200, son las menores que se pueden distinguir individualmente a simple
vista.

Los granos finos son menores que la malla No. 200 y pueden ser de dos ti-
pos: limo (M) y arcilla (C). Los sistemas antiguos de clasificación definen a
las arcillas como aquellas partículas menores de 5 mieras (0.005 mm) (algunos
usan 2 mieras) y al limo, como finos mayores al tamaño de las arcillas. Sin
embargo, es un error creer que las propiedades típicas del limo y de la arcilla
dependen del tamaño de las partículas. Algunos depósitos naturales de polvo
de roca, con todas las propiedades de limo y ninguna de arcilla, pueden estar
constituidos en su totalidad por granos menores de 5 mieras; mientras que
algunas arcillas pueden estar constituidas principalmente por partículas ma-
yores de 5 mieras.
25
Residuos Sólidos Industriales, Compañía de Tecnología de Saneamiento Ambiental de Sao Paulo,
Brasil, 1995.

133
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

134
ACOPIO Y LA DISPOSICIÓN FINAL DE LOS RESIDUOS INDUSTRIALES

Por otro lado, la materia orgánica (O) es con frecuencia un componente del
suelo, pero no se le asigna ningún tamaño de grano específico, ya que éste va-
ría desde partículas coloidales de dimensión molecular hasta pedazos de
materia vegetal parcialmente descompuesta de varios centímetros de longitud.

Las proporciones de los diferentes tamaños de granos presentes en un suelo


se pueden determinar en el laboratorio mediante cribado para los granos
gruesos y sedimentación (análisis mecánico húmedo) para los finos. Los re-
sultados de laboratorio se representan en forma de una curva acumulativa de
tamaños (ver figura No. 23).

Para suelos que están formados principalmente por granos gruesos, la dis-
tribución granulométrica revela algunas de las propiedades físicas del ma-
terial. Por otra parte, el tamaño de los granos es menos importante en suelos
que contienen cantidades preponderantes de partículas finas.

Las graduaciones típicas de suelos son:26

Bien graduado (W): Cuando todos los tamaños de partículas, desde las
menores hasta las mayores, se encuentran presentes en proporciones
semejantes.

Mal graduado (P):


• Uniforme. La mayor parte de los granos son aproximadamente del
mismo tamaño.
• Graduación salteada. Ausencia de algún tamaño intermedio.

En campo, la clasificación para determinar si un suelo está bien o mal


graduado se hace por inspección visual. En laboratorio, para la graduación de
los materiales, se aplica el criterio basado en el intervalo de tamaños y en la
forma de la curva granulométrica. La medida del intervalo de tamaño, se
determina a través del coeficiente de uniformidad (C ) y se define como:

26
Secretaría de Recursos Hidráulicos, Manual de Mecánica de Suelos, Depto. de Ingeniería Experimental,
México, D. F., 1970.

135
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Figura No. 16

136
ACOPIO Y LA DISPOSICIÓN FINAL DE LOS RESIDUOS INDUSTRIALES

Donde:
D60 = Tamaño tal que, en peso, el 60 por ciento del suelo sea igual o menor.
D10 = Tamaño tal que, en peso, el 10 por ciento del suelo sea igual a menor.

La forma de la curva granulométrica está dada por el coeficiente de


curvatura (C., que es la relación del cuadrado del tamaño D30 (tamaño tal que,
en peso, el 30 % del suelo sea igual o menor), entre el producto D60, por D10.

En el cuadro No. 9, se presenta la escala granulométrica correspondiente al


Sistema Unificado de Clasificación de Suelos (sucs).

Cuadro No. 11 ESCALA


GRANULOMÉTRICA "SUCS"

GRAVA GRAVA ARENA ARENA ARENA


LIMO ARCILLA
GRUESA FINA GRUESA MEDIA FINA

76.2 mm 19.1 mm 4.76 mm 2mm 0.42 mm 0.074 mm


0.005 mm
(3pulg) (3/4Pulg) (Malla 4) (malla 10) (malla 40) (malla 200)

Límites de consistencia

Una masa de suelo tiene tres constituyentes principales: granos sólidos, aire
y agua. En los suelos que constan principalmente de partículas finas, la
cantidad de agua presente en los poros tiene una influencia decisiva en las
propiedades de los mismos. Se reconocen tres estados principales de consis-
tencia del suelo.

137
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Estado líquido: El suelo está en suspensión o tiene la consistencia de


un fluido viscoso.
Estado plástico: El suelo puede ser deformado rápidamente o moldeado
sin recuperación elástica, cambio de volumen, agrieta-
miento o desmoronamiento.
Estado semisólido: El suelo se agrieta al deformarse o exhibe recuperación
elástica.

Al descubrir los estados del suelo, se considera únicamente la fracción del


mismo que pasa la malla No. 40; para esta fracción de suelo, el contenido de
agua -en porcentaje del peso seco, con el cual pasa del estado líquido al
plástico- se llama límite líquido (LL). Para determinar el límite líquido en el
laboratorio se usa un dispositivo que hace fluir el suelo en ciertas condiciones.
El contenido de agua en la frontera entre líquido y el plástico consiste en el
intervalo de contenido de agua dentro del cual el suelo es plástico y se
denomina índice de plasticidad (I). Los suelos muy plásticos tienen valores
grandes de este índice, mientras que en los no plásticos, el límite plástico y
el líquido coinciden. Ambos (límites de Atterberg) se usan en el SUCS para
diferenciar los materiales muy plásticos (arcillas) de los ligeramente plásticos
o no plásticos (limo). En el cuadro No. 10 se ilustran estos conceptos:

Cuadro No. 12
ESTADO FÍSICO DEL SUELO

Clasificación de los suelos

En la naturaleza, los suelos rara vez existen separadamente en forma de grava,


arena, limo, arcilla o materia orgánica; por lo general se presentan mezclados
en proporciones variables. El SUCS se basa en el reconocimiento del tipo y
predominio de los suelos constituyentes, considerando tamaños de granos,
graduación, plasticidad y compresibilidad.

138
ACOPIO Y LA DISPOSICIÓN FINAL DE LOS RESIDUOS INDUSTRIALES

El sucs divide a los suelos en tres grupos principales: suelos gruesos, finos
y con alto contenido de materia orgánica. En campo, se identifican inspección
nando visualmente los granos gruesos, además de aplicar pruebas manuales
muy simples para la parte fina de los suelos o para los suelos finos. En
laboratorio, puede usarse la curva granulométrica y los límites de Atterberg.
Los suelos turbosos (Pt) se identifican inmediatamente por su color, olor, sen-
sación esponjosa y textura fibrosa.

Aunque un suelo puede ser clasificado en campo a partir de las conside-


raciones mencionadas, el SUCS permite clasificar con precisión un suelo por
medio de ciertas pruebas de laboratorio, en combinación con el uso de los
límites de Atterberg. Los análisis de laboratorio se realizan a menudo sobre
muestras representativas de suelos que han sido sujetas a pruebas de
resistencia al esfuerzo cortante, compresibilidad y permeabilidad.

La curva de granulometría se usa para clasificar el suelo como fino o


grueso; este último, a su vez, se subdivide en grava o arena, empleando para
ello la Carta de Clasificación de Suelos, que se muestra en el cuadro No. 14.
Dentro de los diferentes grupos de grava y arena, los suelos que contienen
menos del 5 por ciento de partículas menores que la malla No. 200 se con-
sideran limpios y se clasifican como bien o mal graduados por medio de sus
coeficientes de uniformidad y curvatura. En el cuadro No. 13, se presentan
las instrucciones para el uso del diagrama.

Para que una grava limpia esté bien graduada (GW), debe tener un "Cu"
mayor de 4 y un "Cc" entre 1 y 3; si no es así, debe clasificarse como grava mal
graduada (GP) . Una arena limpia que tenga un "Cu" mayor a 6 y un "Cc" entre
1 y 3, se considera bien graduada (SW); de no ser así, es una arena mal
graduada (SP).

Las gravas o arenas sucias son aquellas que contienen más de 12 por ciento
de finos y se clasifican como limosas (GM O SM) O arcillosas (GC O SC), según los
resultados de las pruebas de límites de Atterberg al vaciarlos en la gráfica de
plasticidad. Los finos limosos, son aquellos que tienen un "IP" menor de 4, o
bien, que están debajo de la línea "A". Los finos arcillosos son aquellos que
tienen un índice de plasticidad mayor de 7 y que están arriba de la línea "A".

Los suelos gruesos que contienen entre 5 y 12 por ciento de finos, son casos
de fronteras entre las gravas o arenas limpias (GW, GP, SW, SP) o sucias (GM, GC,

139
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

SM, se). Similarmente, pueden ocurrir casos de frontera en gravas y arenas


sucias, cuando el "IP" está entre 4 y 7 (GM-GC; SM-SC). Por lo tanto, teóri-
camente es posible tener casos de frontera dentro de otros casos de fronte-
ra, pero como no se acostumbra usar cuatro símbolos, se da preferencia,
generalmente, al grupo no plástico. Por ejemplo, una grava con 10 por ciento
de finos, "Cu" de 20, "Cc" de 2, e "IP" de 6, deberá clasificarse como (GW-GM)
en vez de (GW-GC).

Una vez que se ha determinado mediante la curva de granulometría si el


suelo es fino, su clasificación dentro de los seis grupos, se efectúa a partir de
los resultados de los límites de Atterberg, colocados en la gráfica de plas-
ticidad ya mencionada y de su contenido de materia orgánica. Los suelos finos
inorgánicos con "IP" mayor de 7 y colocados sobre la línea "A" son (CL O CH),
según que el valor de su "LL", sea menor o mayor de 50 por ciento
respectivamente.

De manera similar, los suelos finos inorgánicos con "IP" menor de 4 o


colocados debajo de la línea "A" son (ML O MH), dependiendo de que su "LG"
sea menor o mayor de 50 por ciento, respectivamente. Los suelos finos que
caen sobre la línea "A", o que tienen un "IP" entre 4 y 7, se clasifican como
(CL-ML).

Los suelos abajo de la línea "A" que son definitivamente orgánicos, se


clasifican como (OL) si tienen "LL" menores del 50 por ciento y como (OH) si
el "LL" es superior. Los limos y las arcillas orgánicas se distinguen comúnmen-
te de los limos inorgánicos, que alcanzan la misma posición en la gráfica de
plasticidad por su olor y color. Sin embargo, cuando se duda del contenido
de materia orgánica, se puede repetir la prueba de límite "LL" después de
secar el material al horno.

La plasticidad de los suelos finos orgánicos se reduce considerablemente


al secarse al horno debido a cambios irreversibles en los coloides orgánicos. El
secado al horno también afecta al "LL" de los suelos inorgánicos, pero en un
grado mucho menor. Una reducción de más de un cuarto del (LL), después
del secado al horno, es una identificación positiva de suelos orgánicos.

En el cuadro No. 14, se presentan las propiedades y atributos de los dife-


rentes tipos genéricos de suelos.

140
141
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Capacidad de Intercambio Catiónico

Las arcillas tienen carga eléctrica negativa, por lo que sobre su superficie
existen cationes absorbidos los cuales pueden ser intercambiados, o mejor
dicho, sustituidos por otros. Esta capacidad de intercambio iónico depende
del tipo de mineral del que está constituida la arcilla. Por ejemplo, las caoli-
nitas pueden aceptar cationes en relación de 3 a 10 meq/100 gr de material.
Para el caso de las montmorilonitas, esa relación puede llegar al orden de 60
a 100 meq/100 gr de suelo.

Cuanto menor es el tamaño de la arcilla, mayor será la capacidad de in-


tercambio catiónico, debido tal vez a que se tiene una mayor área superficial
disponible por unidad de volumen del material. Esta propiedad de las arcillas
es de suma importancia debido a que los lixiviados generados en los con-
finamientos de residuos pueden presentar cargas catiónicas importantes que
pueden ser absorbidas por los materiales arcillosos del suelo.

La tendencia al intercambio es de tipo selectivo de acuerdo con el


siguiente orden:

Índice de actividad mineralógica

El índice de actividad mineralógica de la fracción arcillosa de un suelo se


define como la relación del índice de plasticidad entre el porcentaje de
arcillas presentes en el mismo.

Este índice sirve como indicación de la mayor o menor influencia de las


propiedades mineralógicas y químico-coloidales de la fracción arcillosa en
las propiedades mecánicas del suelo.

142
ACOPIO Y LA DISPOSICIÓN FINAL DE LOS RESIDUOS INDUSTRIALES

Índice de consistencia

La consistencia de un suelo está relacionada con una mayor o menor dureza


en que un suelo cohesivo se encuentra en la naturaleza. La dureza de un suelo
arcilloso depende directamente de su contenido de humedad. Por lo tanto,
el índice de consistencia se define como la diferencia del límite líquido menos
la humedad entre el índice de plasticidad.

Donde:
IC : índice de consistencia
LL : Límite líquido, en %
h : Humedad, en %
I P : índice de plasticidad, en %

La consistencia de un suelo tiene que ver con su resistencia al corte cuando


se aplica una fuerza sobre el mismo. La resistencia es inversamente
proporcional al contenido de humedad del suelo. En el cuadro No. 15, se
presentan los tipos de consistencia de un suelo en relación con su resistencia
a la compresión simple.

Cuadro No. 15
TIPOS DE CONSISTENCIA DE LOS SUELOS ARCILLOSOS

145
ACOPIO Y LA DISPOSICIÓN FINAL DE LOS RESIDUOS INDUSTRIALES

Índice de remoldeo

Las arcillas, dependiendo del modo como están formadas, presentan una
determinada configuración o arreglo de sus partículas que se denomina
estructura del suelo.

Las arcillas, cuando son manejadas con su humedad natural, pueden sufrir
una pérdida de resistencia. Por tanto, se puede definir como índice de remol-
deo, a la relación entre las resistencias a la compresión simple del material
natural con respecto al material remoldeado.

Donde:
Rs : índice de remoldeo
Rs : Resistencia a la compresión simple del material natural, en kg/cm2
R's : Resistencia a la compresión simple del material remoldeado en kg/cm2

Cuanto mayor es el valor de este índice, mayor será el efecto que las arcillas
sufrirán por el remoldeado. Esto es, las arcillas con mayor capacidad de
remoldeado, serán más compresibles y menos permeables.

Cohesión

La cohesión se define como la propiedad que los suelos arcillosos tienen para
mantener su forma. La resistencia al corte inherente a los suelos arcillosos
puede ser debida a las siguientes razones:
• Presencia de un agente natural que liga los granos del suelo, (por ejem-
plo, óxidos de hierro hidratados).
• Ligazón eventual entre los granos del suelo debido a las fuerzas de Van
Der Waals.
• Existencia de presiones capilares en el agua intersticial cuando un sue-
lo sufre presión a la ruptura.

Si un suelo posee una cantidad importante de arcillas no solamente su


textura sino también su estructura, dependerán del arreglo que tomen las
partículas.

149
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Conforme al tipo de iones que tome la arcilla, sus partículas pueden tender
a dispersarse individualmente o a flocularse en unidades estructurales, si-
tuación que generará una menor o mayor cohesión en las partículas. La
condición de que las arcillas estén dispersas o floculadas, varía en función de
la separación de las partículas debido a los cationes absorbidos por ellas.

Si las partículas están suficientemente juntas, las fuerzas de Van Der


Waals predominan y las arcillas tienden a flocularse. Por el contrario, si las
partículas están separadas, las fuerzas electrostáticas de repulsión son predo-
minantes y las arcillas pueden presentar dispersión.

Como las partículas de arcilla son minerales coloidales cargados negativa-


mente, pueden absorber cationes como: Na+, Ca++, Mg+ + , etc., dependiendo
del tipo de catión que tome el suelo, pueden generarse efectos importantes
sobre las propiedades físicas de las arcillas y, consecuentemente, sobre sus
propiedades mecánicas.

Por ejemplo, si el suelo toma cationes de Na+, las partículas arcillosas


tenderán a no estar próximas porque estos iones normalmente se hallan
cercados por moléculas de agua por estar hidratados, produciendo una mezcla
dispersa debido a que las fuerzas electrostáticas repulsivas entre las partículas
cargadas negativamente son superiores a las fuerzas de atracción de Van Der
Waals. En cambio, si los cationes que toma un suelo arcilloso son del tipo Ca++
o Mg++ , sus partículas estarán más próximas debido a que, al no estar
hidratados, son de menor tamaño, por lo que las fuerzas de Van Der Waals
se incrementarán rápidamente al decrecer la distancia entre las partículas,
adoptando el suelo una conformación floculada, con lo cual la cohesión se
incrementa y la permeabilidad disminuye.

Porosidad

La porosidad de un suelo es el porcentaje de su volumen total ocupado por


poros o intersticios, los cuales pueden estar cubiertos por agua si el material
está saturado, o por aire y agua si es no-saturado. Esta característica se esta-
blece como:

150
ACOPIO Y LA DISPOSICIÓN FINAL DE LOS RESIDUOS INDUSTRIALES

donde:
n = Porosidad en %
Vt = Volumen total del material, en litros.
Vs = Volumen de vacíos, en litros.

Los valores de la porosidad para algunos materiales específicos se indican a


continuación:

• Limos y arcillas 50% - 60%


• Arena fina 40% - 50%
• Arena media 35% - 40%
• Grava 20% - 30%
• Arena y grava 10% - 30%
• Arenillas 5% - 30%
• Rocas calcáreas 10% - 20%

Permeabilidad

La permeabilidad de un suelo está definida por la Ley de Darcy.

Los valores de "K", dependen del tamaño y del número de poros en el suelo. La
magnitud de "K" para diferentes materiales es:

• Suelos arcillosos superficiales 0.019002 m/día


• Suelos arcillosos superficiales compactados 10-8 10-6 m/día
• Arenas finas 1 a 5 m/día
• Arenas medias 5 a 20 m/día
• Gravas 100 a 1000 m/día
• Gravas y arenas mezcladas 5 a 100 m/día
• Arcillas, arenas y gravas mezcladas 0.001 a 0.1 m/día

151
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Peso volumétrico máximo y humedad óptima

Se sabe que, para una energía de compactación dada, el máximo peso


volumétrico seco del suelo compactado se obtiene para cierto contenido de
agua, definido como contenido de humedad óptimo (ver figura No. 25).

La compactación permite aumentar la resistencia y reducir la deformabi-


lidad, la permeabilidad y la susceptibilidad a la erosión de los suelos por el
agua. La compactación es el aumento rápido del peso volumétrico de un suelo
mediante la aplicación de cargas transitorias de corta duración.

Para poder realizar este tipo de trabajos en cualquier obra de ingeniería,


es necesario cumplir con una serie de pruebas de compactación en laboratorio
que permita establecer las especificaciones apropiadas y atender el control de
los trabajos de campo.

La idea es que con los análisis de laboratorio se pueda acceder al estudio


de las propiedades mecánicas de los suelos compactados para reproducir los
procedimientos que se deban aplicar en campo, principalmente en cuanto a
los mecanismos y la energía de compactación que se debe aplicar. La compac-
tación no debe considerarse como un fin en sí misma, sino como un medio para
lograr las propiedades mecánicas requeridas.

152
ACOPIO Y LA DISPOSICIÓN FINAL DE LOS RESIDUOS INDUSTRIALES

Figura No. 25

153
PRACTICAS ADECUADAS DE
INGENIERÍA PARA EL DISEÑO
DE INSTALACIONES
ORIENTADAS AL RESGUARDO
DE RESIDUOS INDUSTRIALES
Balance de agua
Manejo de la Información Climatológica

Es fundamental el conocimiento de la información climatológica de la zona


o región donde se pretende establecer cualquier instalación para el resguardo
de los residuos, para lo cual se requiere el manejo de ciertos parámetros físi-
cos, tales como la precipitación pluvial, la evaporación y las temperaturas, los
cuales se obtienen a partir de la consulta y evaluación de una serie de regis-
tros que normalmente son formulados y estructurados con la información
registrada en las estaciones climatológicas.

Por lo regular, se requiere la definición de los siguientes parámetros:


• Precipitaciones diarias del mes más lluvioso registrado en todo el pe-
ríodo de observación considerado.
• Precipitaciones diarias del mes más lluvioso del año con lluvias más
abundantes que se haya registrado a lo largo del período de observación
establecido.
• Precipitaciones totales mensuales y anuales registradas durante el
período de observación considerado.
• Temperaturas y evaporaciones medias por mes y por año que se hayan
registrado durante todo el período de observación.

El objetivo del manejo de los dos primeros parámetros es el de establecer los


valores que permitan considerar, dentro del diseño de los ductos que captarán
y transportarán los escurrimientos superficiales y los líquidos percolados, la
ocurrencia de alguna situación extraordinaria provocada por una lluvia poco
frecuente, pero de alta intensidad y/o duración. No así, con los dos últimos
parámetros, ya que con el manejo y la interpretación que se les dará se pretende
encontrar ciertos valores promedio que permitan realizar un diseño de la
instalación racional y económicamente factible en lo que respecta a las obras
de impermeabilización y protección del sitio, para evitar la infiltración y traslado
hacia fuera del mismo, de los lixiviados contaminantes que pueden generarse

157
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

durante la etapa de operación, además de que con tal información se estará en


posibilidad de hallar el período de retorno de las diferentes precipitaciones plu-
viales registrados en las estaciones climatológicas.

Metodología del cálculo

Para determinar la cantidad de agua que puede infiltrarse en el suelo como


lixiviado, después de haberse percolado a través de las capas de residuos
depositados o confinados en las instalación que traten, se aplicará el méto-
do del balance de agua desarrollado por C.W. Thornthwaite, según es des-
crito por Castany.27 Este método se basa en la evaluación empírica de la
evapotranspiración potencial mensual. Después se calcula la evapotranspi-
ración real mensual, elemento desconocido del balance, partiendo de algunas
estimaciones donde la más importante tiene que ver con la evaluación de la
cantidad máxima de agua almacenada en el suelo antes de su percolación.

La información requerida para la aplicación del método se refiere a las


precipitaciones y temperaturas promedio mensuales de la estación climato-
lógica más próxima durante un periodo de observación deseable de al menos
25 años.

Esta metodología establece una relación entre la hidrología básica de


superficie con la hidrología subterránea, a través de la cual las variaciones en
la cantidad de agua vienen determinadas por la diferencia entre las entradas
y salidas de la humedad asociadas con la climatología. La secuencia a seguir
para efectuar el cálculo del balance de Agua se presenta a continuación:

b-1) Determinación de las evapotranspiraciones mensuales potenciales


corregidas a partir de las temperaturas promedio mensuales, emplean-
do para ello la siguiente formulación:

27
Castang y G., Op. cit.

158
INSTALACIONES ORIENTADAS AL RESGUARDO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Donde:
EPj: Evapotranspiración potencial mensual sin corregir, (cm).
Tj : Temperatura media mensual en °C.
I : Sumatoria de los índices mensuales de calor, tomando meses de 30 días
con 12 horas diarias de sol (adimensional).
ij : índice mensual de calor (adimensional).
a : Coeficiente adimensional, que está en función de la sumatoria de los
índices mensuales de calor.
j : Numero del mes considerado.

Además, los valores de "EPj" calculados para cada mes, se corrigen por
medio de un coeficiente mensual "K", que toma en cuenta el número de días
y el número real de horas entre la salida y la puesta del sol, según la latitud
del lugar, mediante la aplicación de la expresión siguiente:

Donde:
Kc : Coeficiente de ajuste mensual (adimensional).
EPCj: Evapotranspiración potencial mensual ajustada en cm.

b-2) Cálculo de la humedad potencial de infiltración mensual, reali-


zando el siguiente balance para cada uno de los meses del año:

159
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Donde:
IPj: Humedad potencial de infiltración mensual en mm.
Pj : Precipitación media mensual en mm.
CEj: Coeficiente de escurrimiento mensual (adimensional).

b-3) Balance para cada uno de los meses del año en el desplante de la
instalación que se trate, o bien, en la cubierta de las celdas de confinamien-
to, tomando en cuenta para tal fin las siguientes consideraciones:
• Cuando la precipitación mensual es igual o superior a la evapotranspi-
ración potencial mensual se producirá un exceso en el aporte de agua el
cual, al ser absorbido por el suelo, alimentará su reserva de agua.
• Si la altura de precipitación mensual es inferior a la evapotranspiración
potencial mensual, sucederá que la evapotranspiración real consumirá
totalmente la precipitación generándose, por tanto, un cierto déficit,
el cual es cubierto con las reservas de agua del suelo hasta su agota
miento. Si la reserva de suelo es suficiente para satisfacer dicho déficit,
la evapotranspiración real será igual a la evapotranspiración potencial,
por lo que se cae dentro de la consideración anterior; mientras que si,
por el contrario, la reserva del suelo resulta ser insuficiente, la evapo-
transpiración real queda ligada a las precipitaciones mensuales, ago-
tándose las reservas de suelo y generándose, por tanto, un déficit en el
almacenamiento del agua en el suelo.

Con la metodología antes descrita, se procederá a efectuar un balance


virtual del agua con la siguiente información:

• Suelo arcillo-limoso, con una capacidad de campo de 300 mm/m, punto


de marchitamiento de 100 mm/m, capacidad de absorción de humedad
del suelo (HS) de 200 mm/m1'' hasta una profundidad de 20 cm, ya que
cualquier cantidad de agua que atraviese este espesor difícilmente se
verá afectada por la evaporación potencial ambiental.28
• El cálculo de la evapotranspiración potencial ajustada (EPC) se pre-
senta en el cuadro No. 16

28
Fenn, Dennis G. et. al, Use of the water balance method for predicting leachate generation from solid waste
disposal sites, Environmental Protection Agency, U.S., 1975.

160
INSTALACIONES ORIENTADAS AL RESGUARDO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

161
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

162
INSTALACIONES ORIENTADAS AL RESGUARDO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Se consideró un coeficiente de escurrimiento superficial de 0.13 en tem-


porada de secas y de 0.17 en temporada de lluvias, con lo cual pudo estimar-
se a partir de la precipitación (P), el escurrimiento superficial (ES) y la
infiltración (IP); estos cálculos se presentan en el cuadro No. 17

La evapotranspiración real (EPR) y la percolación (PERC) se calcularon


para cada mes, mediante las siguientes relaciones:

Donde:
HS : Humedad del suelo en mm.
PERC : Percolación que se puede tornar en lixiviados en mm.

Con base en lo anterior se realizó el balance de agua para determinar la


cantidad de percolación de agua pluvial anual, o bien, la cantidad potencial
de lixiviados a generarse en la instalación.

Estos cálculos se presentan en el cuadro No. 18, donde se puede observar


que se obtuvo una percolación de 25.84 mm/año, lo que arroja para un total
de 100 Has. virtualmente aprovechables, una percolación anual de 25,840 m3,
equivalente a un caudal de 0.82 l.p.s. En la figura No. 26, se muestra la
esquematización de estos cálculos.

Impermeabilización del sitio

La impermeabilización de las zonas, áreas o sitios destinados al almacena-


miento, acopio o disposición final de residuos industriales -independiente-
mente de que sean geológicamente seguros, que no pongan en riesgo la
calidad del agua de los acuíferos- es una actividad que se puede considerar
cotidiana, ya que se hace para evitar contaminar superficialmente los suelos,
así como para reducir la exposición crónica de materiales que pueden ser
altamente tóxicos al ambiente o al ser humano.

Aunque existen materiales naturales que pueden ser empleados para la


impermeabilización de los suelos (como la bentonita y las arcillas de alta
capacidad de intercambio catiónico: vermiculita, ilita y montmorilonita) su
dificultad para acceder a ellas a bajo costo así como la especialización que

163
INSTALACIONES ORIENTADAS AL RESGUARDO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

165
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

demanda su uso y el agrietamiento que sufren por la pérdida de humedad


cuando quedan expuestas a la intemperie por largos periodos, ha hecho que
las membranas plásticas fabricadas con PVC, polietileno de alta y baja den-
sidad, neopreno, polipropileno, caucho o poliolefinas elastificadas para im-
permeabilizar los suelos artificialmente, adquieran una gran popularidad.

Por el riesgo latente de que las membranas plásticas artificiales puedan


sufrir alguna rotura, rasgadura o agrietamiento, se requiere diseñar la imper-
meabilización de tal forma que puedan soportar los diferentes esfuerzos o
solicitaciones que se presentarán durante toda la vida útil de la instalación,
como son la construcción, la operación y el abandono o clausura de ella.

En ese sentido, los esfuerzos de trabajo más comunes que se presentan en


los sistemas de impermeabilización con membranas artificiales se ilustran en
la figura No. 27 y se describen a continuación:

Esfuerzo de tensión por el peso propio de la membrana. (Γtl )

A partir del detalle No. 1, del Diagrama de Definiciones de la figura No. 27,
se establece el siguiente sistema de fuerzas:

Desarrollando los términos de esta expresión, se tiene:

Donde:
Espesor de la membrana artificial (m).
Peso específico de la membrana artificial (ton/m').
Ángulo de fricción interna del suelo que sustentará la membrana
artificial.

166
INSTALACIONES ORIENTADAS AL RESGUARDO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

El esfuerzo de tensión estará dado por la siguiente expresión:

Donde:

Cabe aclarar que este tipo de esfuerzos de tensión presenta su mayor


solicitación justo después de haber concluido la instalación de la membrana
y antes de iniciar el proceso de confinamiento de los residuos.

Esfuerzos de compresión, debido al peso de los residuos


sobre la membrana

Considerando el detalle No. 2 del diagrama de definiciones de la figura No.


27, el esfuerzo de compresión quedará definido por la siguiente expresión:

Donde:
Peso volumétrico de los residuos dentro de la instalación (ton/m3).
Peso volumétrico de los lixiviados (ton/m3).
Peso volumétrico seco de los residuos (ton/m3).
Humedad propia de los residuos antes de su confinamiento (% en
peso).

Este tipo de esfuerzos alcanzarán su condición de trabajo más crítica justo


al término de la vida útil del confinamiento, que es cuando se tendrá una
mayor carga de residuos sobre la membrana.

169
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Esfuerzo de tensión generado por la fricción debida al crecimiento


vertical de los residuos

Con base en el detalle No. 3 del diagrama de Definiciones que se presenta en


la figura No. 27, se puede formular el sistema de fuerzas siguiente:

Desglosando los términos de esta expresión, se tiene:

Donde:
Ángulo de fricción interna de los residuos sólidos.

El esfuerzo de la tensión quedará definido por la siguiente ecuación:

Donde:

Se debe mencionar que este tipo de esfuerzos se presentarán casi perma-


nentemente durante toda la operación de la instalación, incrementando su
magnitud y haciéndose más críticos conforme se incrementen las capas de
residuos.

Esfuerzo cortante debido al asentamiento irregular de las capas


de residuos superiores

El detalle No. 4 del Diagrama de Definiciones de la figura No. 27, muestra


las fuerzas que se deben considerar para el cálculo del esfuerzo cortante.

170
INSTALACIONES ORIENTADAS AL RESGUARDO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Este tipo de esfuerzos normalmente se presentan una vez que la vida útil
de la instalación ha concluido, debido a las diferencias entre el peso vo-
lumétrico de las distintas capas de residuos que se hubieran depositado.

Esfuerzo de flexión por asentamientos diferenciales


que se presentan en el piso del relleno

Consultando el detalle No. 5 del Diagrama de Definiciones de la figura No.


27, se puede establecer el siguiente sistema de fuerzas:

Desglosando los términos, se tiene:

El esfuerzo de flexión quedará expresado por la siguiente ecuación:

Donde:

Este tipo de esfuerzos -aunque pueden presentarse en cualquier momento,


incluso al iniciar la operación de la instalación- es más factible que se
presenten al término de su vida útil debido a que la carga de los residuos sobre
el suelo será mucho mayor. Estos asentamientos normalmente son debidos a
fallas en la compactación de los materiales que soportarán la instalación,

171
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

aunque en ocasiones estos asentamientos tienen su origen en fallamientos de


capas más profundas, sobre todo en zonas con suelos calcáreos o de baja ca-
pacidad de carga.

Aclaraciones complementarias

Es importante que para el diseño de cualquier sistema de impermeabilización


mediante membranas artificiales, se revisen los esfuerzos de trabajo señalados
en los incisos anteriores para las condiciones específicas del sitio que se trate,
con el fin de establecer las recomendaciones que dicho sistema debe reunir
en cuanto a las siguientes solicitaciones:

• Resistencia a la tensión.
• Resistencia a la compresión.
• Resistencia al esfuerzo cortante.
• Resistencia a la flexión.

La recomendación para establecer la resistencia a la tensión se definirá a


partir del máximo valor que se obtenga de la revisión de los esfuerzos debidos
al peso propio de la membrana y por el crecimiento vertical de las capas de los
residuos.

Es importante mencionar que, de acuerdo con lo señalado en la descrip-


ción analítica de las solicitaciones a las que estará expuesto un sistema de
impermeabilización de membranas artificiales, cada uno de los esfuerzos des-
critos es de diferente carácter, presentar en distintas etapas y tiempos de la
vida útil de la instalación, por lo que es muy difícil que pueda darse una
combinación de esfuerzos. Sin embargo, cuando se requiera realizar el diseño
de un sistema artificial de impermeabilización para un sitio determinado, es
necesario hacer una revisión detallada de los esfuerzos de trabajo para de-
terminar si existe la posibilidad de que se presente una combinación de so-
licitaciones que haga más críticas las condiciones de trabajo del sistema de
impermeabilización y que, por consiguiente, demande un diseño más exigente
y membranas más seguras. En todo caso, para diseños más confiables se re-
comienda que para cualquier análisis de solicitaciones se combine el esfuerzo
de compresión por el peso de los residuos con el esfuerzo de flexión por
asentamientos diferenciales del piso de la instalación.

172
INSTALACIONES ORIENTADAS AL RESGUARDO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Control de lixiviados

El diseño de los mecanismos para el manejo de los lixiviados se inicia con la


determinación de la cantidad con la que se pueden generar en la instalación
que se trate, recopilando la información mensual de las precipitaciones, eva-
poraciones, temperaturas de la estación climatológica considerada y de todo
el período de registros que se tenga disponible. Con dicha información, se
debe hacer una simulación del movimiento del agua llovida en los frentes de
trabajo y áreas expuestas, hasta llegar al sistema de impermeabilización, a los
drenes de recolección y al cárcamo de extracción o bombeo de lixiviados.

Una vez que se conocen los caudales, se determina la geometría, distri-


bución y diámetros de los conductos por los cuales circularán dichos vo-
lúmenes.

Cálculo del gasto máximo de lixiviados

Para calcular el gasto de lixiviados, se tomarán en cuenta las precipitaciones


registradas en la estación climatológica de referencia, tomando en cuenta el
mes y el año más lluvioso. A manera de ejemplo, se tomarán los registros de
la precipitación pluvial de la estación Aguascalientes. La estación cuenta
con registros completos de 1948 a 1998, registrándose como el año más llu-
vioso el de 1958 con una precipitación anual de 938.8 mm, muy superior a la
media (cuadro No. 19).

Cuadro No. 19
PRECIPITACIÓN PLUVIAL EN EL AÑO MÁS LLUVIOSO (1958)

Como se puede observar en el cuadro No. 20, existen registros mensuales


mayores al del año más lluvioso en algunos meses del período de registros con

173
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

174
INSTALACIONES ORIENTADAS AL RESGUARDO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

que se cuenta. Sin embargo, se considera que la aportación máxima se


presentará en el año más lluvioso dado que, al haber una infiltración continua
importante durante varios meses, se tendrán condiciones de mayor humedad,
incrementándose el proceso de lixiviación; por tanto, para el cálculo del cau-
dal de lixiviados, se tomará en cuenta el mes más lluvioso, que para este caso
es el mes de julio.

Se considerará para el caso que se analiza, un tiempo de retorno de 50 años,


ya que el período de registros es de 1948 a 1998, lo que significa que existe una
probabilidad de 2% de que ocurra una precipitación anual mayor o igual a la
que se presentó en 1958. Entonces, la cantidad de agua que se precipitó en
una hectárea fue de (0.9388 m x 10,000 m2) 9,388 m3. Para poder calcular el
gasto máximo promedio anual que originaría ese volumen de agua, se tendrá
que dividir dicho volumen entre el número de meses con lluvia. Es de notar
que el gasto máximo de lixiviados se presenta en el mes de julio, valor que se
considera razonablemente seguro (220.5 mm = 0.851 lps / Ha).

Condiciones hidráulicas necesarias para el control de lixiviados

Como primera condición, se debe establecer que el piso de la instalación


requiere una pendiente por lo menos 1%, para que los lixiviados que se
generen puedan escurrir eficientemente hasta los drenes de recolección.

Los drenes de recolección de lixiviados estarán formados por tuberías


ranuradas hasta la mitad de su diámetro, recomendándose para este fin
tuberías de Poliefileno de Alta Densidad (PAD), que actualmente se empiezan
utilizar en las redes de alcantarillado de aguas servidas. La tubería se instalará
en una cepa con un ancho mínimo de 40 cm mayor que el diámetro de la
tubería. Como se muestra en la figura No. 28, la cepa tendrá en el fondo una
cama de arcilla bentonítica sobre la que descansará la tubería ranurada con
la superficie ciega hacia abajo, acostillándose hasta la mitad de su diámetro.
La tubería se empacará con grava en su parte superior hasta alcanzar el nivel
de desplante de la membrana plástica. La cepa tendrá una profundidad
variable, definida por la pendiente de la plantilla del dren, la cual será lo
suficientemente grande como para propiciar una velocidad mayor o igual a 0.6
m/seg, considerada como la velocidad mínima de arrastre para los lixi-
viados a gasto máximo, aunque un valor de 0.3 m/seg se considera suficiente
en los tramos iniciales de las tuberías de recolección de lixiviados.

175
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Figura No. 28
CARACTERÍSTICAS DEL DREN PRINCIPAL
PARA LA COLECTA DE LIXIVIADOS

En las gráficas de la figura No. 29, se relaciona el diámetro de la tubería


y el gasto de lixiviado con un tirante igual a la mitad del diámetro y con la
pendiente de la plantilla, mostrándose también las curvas, que corresponden
a las velocidades de arrastre de sólidos suspendidos.

Se calculó el gasto máximo que puede conducir cada uno de los diámetros
más usuales, considerando que el lixiviado presenta un flujo uniforme en el
dren, por lo que se utilizó la ecuación de Manning con un coeficiente de fric-
ción n = 0.011; asumiendo, como ya se indicó, que el tirante máximo que
puede llevar el dren es igual a la mitad del diámetro, ya que la parte superior
del dren está ranurada para dar entrada a los lixiviados. Se tomó en cuenta
la relación del coeficiente de Manning de tubo lleno a tubo a la mitad N/n,
igual a 0.808.

176
INSTALACIONES ORIENTADAS AL RESGUARDO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Figura No. 29
GRÁFICA PARA EL DIMENSIONAMIENTO DE
LOS DRENES PARA LA COLECTA DE LIXIVIADOS

177
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Una aproximación de lo que podría ser una instalación para el almacena-


miento de residuos industriales, se muestra en la figura No. 30, señalando la
ubicación del dren conector de lixiviados con el fin de ilustrar su distri-
bución y detalles constructivos dentro de la instalación que se trate.

Control de los escurrimientos pluviales

Aspectos generales

Las obras de drenaje para cualquier instalación donde se almacenen, acopien


o confinen residuos industriales, tendrán como finalidad la captación, con-
ducción y evacuación de los escurrimientos superficiales que fluyan hacia el
sitio de interés, ocasionados por las precipitaciones pluviales, por el es-
currimiento del agua de terrenos adyacentes, o bien, por las crecientes de ríos
o arroyos. En particular, para la conducción de los escurrimientos es nece-
sario construir canales, cunetas y canaletas. Para los primeros, las seccio-
nes más utilizadas son la trapecial y la rectangular. Las cunetas y canaletas son
de sección parabólica o triangular, siendo más común ésta última, por
facilidad de construcción.

En cualquiera de los casos, el diseño deberá atender el gasto máximo que


debe conducir, donde las variables más importantes son la sección hidráulica
y la pendiente del conducto. Se supone que el flujo del agua sobre el conducto
será uniforme, por lo que el modelo hidráulico a utilizar es el de Manning.

Por otro lado, dentro de los objetivos principales de las obras de drenaje,
está el desalojar rápidamente el agua que se pueda acumular en la instala-

178
INSTALACIONES ORIENTADAS AL RESGUARDO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Figura No. 30
DISTRIBUCIÓN DE LOS DRENES PARA LA COLECTA DE LIXIVIADOS
DENTRO DE CUALQUIER INSTALACIÓN PE ALMACENAMIENTO,
ACOPIO O CONFINAMIENTO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

179
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

ción, así como evitar la generación de una mayor cantidad de lixiviados; por
lo que para lograr un buen drenaje en el sitio de interés se debe evitar:

• Que el agua circule en cantidades excesivas dentro o sobre el sitio de


interés.
• Que los cortes (en caso de existir), se saturen de agua con el peligro de
provocar derrumbes y obstruir los caminos.
• Que el agua subterránea reblandezca el suelo y se formen charcos,
baches, etc.

Este tipo de obras pueden clasificarse de acuerdo con sus funciones en


obras de drenaje interior y exterior. Las primeras tendrán como función
principal, permitir el rápido drenaje del agua pluvial precipitada sobre el sitio,
ya que puede impedir la correcta operación de la instalación. Las obras de
drenaje exterior tienen como finalidad impedir que el agua de lluvia pro-
veniente del exterior penetre al sitio de interés.

De acuerdo con la topografía del sitio, estas obras pueden habilitarse


mediante canales abiertos, canales cerrados (tuberías), diques y muros de con-
tención; acompañados en algunos casos con cárcamos y equipos de bombeo,
cuando es necesario salvar alguna altitud o punto elevado.

En el caso particular de un confinamiento que se halle sobre una barranca,


cañada o cañón, el drenaje de las zonas aguas arriba del sitio puede hacerse
usando tuberías enterradas que conduzcan las corrientes superficial por
debajo de las celdas de confinamiento para desalojar los escurrimientos aguas
abajo del sitio.

Para condiciones topográficas suaves y poco pronunciadas, es mejor uti-


lizar canales abiertos para el desvío de las corrientes provenientes de las áreas
circundantes.

Si el sitio de interés es una trinchera o una depresión, pueden usarse cár-


camos y equipos de bombeo para mantener al sitio libre de inundaciones.

Finalmente, cuando el sitio se ubique en un terreno plano inundable,


deberá protegerse contra inundaciones mediante diques o muros de conten-
ción. Por ello, es importantísimo determinar tanto las intensidades de lluvia,

180
INSTALACIONES ORIENTADAS AL RESGUARDO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

como los coeficientes de escurrimiento, datos de la pendiente y forma de la


cuenca, con el fin de calcular correctamente, los gastos de diseño para
los canales y cunetas de drenaje, empleando el Método Racional Americano.

Una práctica usual es diseñar los canales en forma trapecial con un tirante
de 30 a 60 cm y un talud de 1:1, con lo cual el fondo del canal queda
aproximadamente 40 ó 45 cm debajo del nivel del terreno, buscando con ello
seguir la misma pendiente de éste.

Por lo regular, las obras de drenaje son revestidas con mortero cemento-
arena en proporción de 1:3; o bien, mediante un zampeado de piedra junteada
con cemento-arena en proporción de 1:5 y espesor máximo de 10 cm.

Las aguas captadas en los canales normalmente son encausadas a un


colector, éste puede ser un dren natural (río, arroyo, etc.) o artificial (línea
de drenaje pluvial entubada); aunque en ocasiones son llevadas a lagunas de
concentración con el fin de aprovecharlas en distintas actividades como
pueden ser el riego, lavado de pisos, estabilización de residuos, etcétera.

a) Expresiones a utilizar
Para calcular la sección hidráulica del drenaje se deberá utilizar la fórmula
de Manning, la cual se describe a continuación.

Donde:
Q = Es el gasto, en m3/seg.
A = Es el área hidráulica, en m2
V = Es la velocidad de escurrimiento, en m/seg.
n = Es el coeficiente de rugosidad, para canales de concreto es de 0.016.
r = Es el radio hidráulico, en m.
S = Es la pendiente, en milésimas.
P = Es el perímetro mojado de la sección hidráulica, en m.

181
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Para la estimación del gasto máximo, es necesario tomar en cuenta los


períodos de precipitaciones medias mensuales máximas diarias en 24 horas y
número de días con precipitaciones mayores a 1 mm.

Por lo regular se consideran duraciones de 10, 30, 60, 120 y 240 minutos,
para un período de retorno de 10 años.

El método más común para el cálculo del gasto máximo en cuencas pe-
queñas es el conocido como Racional Americano. Para el cálculo del gasto,
este método tiene la siguiente expresión:

Qp = 0.278 C I A (ec. 40)

Donde:
Qp = Gasto máximo (m3/s).
C = Coeficiente de escurrimiento (adimensional).
I = Intensidad de la lluvia crítica, para una duración igual al tiempo
de concentración (mm/hr).
A = Área de la cuenca (km2 ).

El valor de "C" que aparece en la fórmula del Método Racional Americano


está en función del tipo de terreno y de la topografía, por lo que se recomienda
utilizar los valores de la tabla siguiente:

La intensidad de la lluvia (I) debe obtenerse tomando en consideración


el periodo de retorno (Tr), que a su vez depende del riesgo de que se acepte
para que la estructura falle hidráulicamente y también dé su vida útil. La
intensidad de la lluvia crítica es aquella responsable del mayor caudal en la
sección considerada, con una duración igual al tiempo de concentración.
Por lo antes mencionado, se requiere determinar previamente el tiempo de
concentración de las cuencas por drenar, éste puede obtenerse empleando
alguna de las expresiones empíricas que existen para valuarlo, por ejemplo,
la de Kirpich, que se describe a continuación:

182
INSTALACIONES ORIENTADAS AL RESGUARDO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

183
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Donde:
Tc = Tiempo de concentración (hrs).
L = Longitud del cauce principal, más la distancia entre el inicio de éste
y el parteaguas, medida perpendicularmente a las curvas de nivel
(km).
S = Pendiente del cauce en decimales (adimensional).

Con los resultados del (Te) para cada cuenca, es posible determinar los
valores de la intensidad de la lluvia correspondiente para los períodos de
retorno que se pretenden considerar.

La determinación de las intensidades de la lluvia crítica para varios


periodos de retorno puede emplearse, entre otras la siguiente ecuación:

Donde:
I = Intensidad de la lluvia crítica (mm/min).
Tc = Tiempo de concentración (min).
Tri = Periodo de retorno, para el año "i" considerado (años).
P = Precipitación pluvial, para una duración igual al "Te" y el periodo
de retorno "Tri".
n = Número de periodos de retorno considerados para el análisis.

Con dicha expresión es posible construir las curvas de Intensidad-Dura-


ción para los periodos de retorno que se requieran considerar.

b) Dimensionamiento de las estructuras hidráulicas

Para el dimensionamiento del canal, se podrá aplicar el siguiente procedi-


miento:

184
INSTALACIONES ORIENTADAS AL RESGUARDO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Las variables consideradas en el análisis, son:

• Ancho de plantilla: (b)


• Longitud del talud: (t)
• Pendiente: (S)
• Tirante: (y)
• Gasto: (Q)
• Ángulo del talud respecto a la horizontal:

Con las cuales se calculará el tirante normal "Y" para flujo uniforme, de
tal manera que el canal pueda conducir el gasto "Q".

Para lo anterior, primeramente se calcula el área de la sección transversal


del canal mediante la expresión:

Enseguida se determina el perímetro mojado con la siguiente relación:

Con lo que puede calcularse el radio hidráulico:

De la fórmula de Manning y por continuidad, puede escribirse:

De tal manera que, mediante aproximaciones sucesivas, proponiendo va-


lores para el tirante normal "Y" en las ecuaciones de la 43 a la 45, encontramos
el valor buscado para este parámetro, que satisfaga la ecuación 46.

Una vez dimensionado el canal, deberá verificarse que la velocidad no sea


menor de 0.50 m/s para evitar azolves ni exceda del máximo permisible de
acuerdo con el material del canal para no causar erosiones.

185
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Las velocidades recomendadas para evitar erosiones, de acuerdo con el


material que constituye la superficie de escurrimiento del canal, son las
siguientes:

Tierra arcillosa: 1.0-1.5 m./seg.


Mampostería: 1.5 - 2.5 m./seg.
Concreto: 2.5 - 3.5 m./seg.
Arena: < 0.60 m./seg.
Limo: < 0.60 m./seg.
Grava: < 1.50 m./seg.

186
ANEXOS
ANEXO A

Metodología para ubicar sitios


donde puedan establecerse instalaciones
para la disposición final de
residuos industriales
Objetivos
Estos trabajos tienen por objetivos los siguientes:

• Realizar un análisis de gran visión, a escala regional, que permita es-


tablecer los diferentes niveles de vulnerabilidad a la contaminación
que la zona de interés presenta.
• Identificar áreas con vocación natural para ubicar un confinamiento
de residuos industriales.
• Realizar estudios de detalle en el área seleccionada para ubicar el
confinamiento, con el fin de evaluar si el sitio es seguro y, en conse-
cuencia, detectar si no afectará los recursos hídricos subterráneos.

Descripción del método de estudio

Para cumplir con los objetivos indicados, se debe realizar un análisis integral
que debe iniciar con trabajos de gran visión a escala regional que considera,
por lo regular, una amplia superficie. El objetivo de estos trabajos es iden-
tificar regiones que por sus características naturales presenten vocación para
que se pueda ubicar un confinamiento o almacenamiento de residuos indus-
triales sin provocar afectación alguna a los recursos hídricos subterráneos.

De esta forma, lo que se pretende lograr en una primera instancia, es


elaborar un plano regional de vulnerabilidad a la contaminación del agua
subterránea que permita identificar también regiones seguras en las que se
continúen los estudios de detalle.

Lo anterior permitirá reducir los costos asociados con la ejecución de


estudios hacia regiones seleccionadas técnicamente y no elegidas de forma
arbitraria; lo contrario provoca, en casi todos los casos, que se gaste dinero y
tiempo en zonas que no son adecuadas.

191
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Análisis de gran visión (escala regional, estudios de planificación)

Como se comentó, este análisis tiene por objetivo elaborar un plano de


vulnerabilidad a la contaminación en función de las características natura-
les. El análisis inicia con la delimitación de la región a estudiar, la cual debe
ser tan amplia como sea posible, lo que implica, sin duda, que se considere
la región de interés desde un punto de vista comercial. Una vez definida la
región a estudiar, se deberá realizar las siguientes actividades:

— Recopilación de Información

Se visitarán oficinas oficiales y privadas, así como centros educativos y de


investigación para recopilar información de carácter topográfico, hidrológico,
geológico, geofísico e hidrogeológico; asimismo se definirá la localización de
obras de explotación de agua subterránea y las zonas protegidas (parques
naturales, reservas ecológicas, zonas urbanas, etcétera).

— Análisis geológico a escala regional

En esta etapa, se identificarán y delimitarán en planos las unidades litológicas


(unidades de roca), estableciendo a partir de la consulta bibliográfica sus
características físicas con el objetivo de inferir su permeabilidad; de igual
forma se identificarán estructuras geológicas como fallas y fracturas que
puedan hacer variar la permeabilidad original. En esta etapa, también se
describirá la secuencia de los eventos geológicos ocurridos.

— Definición y delimitación de unidades hidrogeológicas

Con base en el plano geológico y en las características físicas de los materiales


y las estructuras geológicas que los afectan, se realizará un agrupamiento de
las unidades litológicas, con un comportamiento similar ante el paso del agua
a través de ellas; las unidades así definidas reciben el nombre de unidades
hidrogeológicas; ésta es, en esencia, una zonificación en función de la per-
meabilidad en la que se establece la localización geográfica de las zonas
de recarga y se identifican los materiales que son capaces de conformar
acuíferos.

En esta etapa, es importante establecer en las tres dimensiones la dis-


tribución de las unidades hidrogeológicas e identificar las relaciones hidráu-
licas entre ellas.

192
ANEXOS

— Delimitación de áreas de concentración de pozos

Es importante delimitar las zonas donde existe concentración de obras de


extracción de agua subterránea debido a que representan puntos por los que
pueden ingresar fluidos contaminados a los acuíferos, por lo que en estas zonas
no se deberán realizar actividades potencialmente contaminantes o acumular
materiales que puedan poner en riesgo la calidad del agua subterránea.

— Identificación de cuerpos de agua superficial y delimitación de sus cuencas de


captación

Con esta actividad se evitará que los recursos hídricos superficiales puedan
ser contaminados, ya que se observará la ubicación de los cuerpos de agua
naturales y artificiales (lagos, lagunas, presas, etc.), así como la forma y distri-
bución de sus cuencas de captación que representan áreas a proteger, pues
el emplazamiento inadecuado de residuos puede provocar la formación de
lixiviados y su movimiento a través de los cauces de ríos y arroyos pudiendo
contaminar las aguas acumuladas en los embalses ubicados aguas abajo.

— Delimitación de áreas urbanas, áreas boscosas y de cultivo

Es importante establecer la ubicación de estas zonas para evitar en lo posible


su deterioro. Su afectación incide directamente en la producción de activi-
dades económicas y en la calidad de vida de las personas. Para delimitar los
perímetros de protección que deben asignarse para cada caso, será necesario
consultar la normatividad oficial vigente.

— Delimitación de áreas con topografía abrupta

Tiene por objetivo evitar la localización de confinamientos en áreas de topo-


grafía abrupta (pendientes mayores del 25%), debido por una parte, a que la
construcción de cualquier obra de ingeniería encarece la iniciativa, además
de que en estas áreas, se tiene el inconveniente de controlar los escurrimientos
pluviales durante la época de lluvias.

— Delimitación de áreas naturales protegidas

Se consideran zonas protegidas los parques nacionales y naturales, las zonas


de protección ecológica y las áreas urbanas; en todas ellas, por reglamenta-

193
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

ción, está restringido el uso del suelo, por lo que no es posible ubicar
confinamientos. Es importante citar que existen áreas naturales protegidas
declaradas a nivel federal y a nivel estatal, por lo que será necesario consultar
ambas fuentes.

Ponderación de factores para construir el plano de vulnerabilidad a la contami-


nación

Tiene por objetivo establecer cuáles de las variables analizadas son más
importantes o tienen más peso en el proceso de selección de sitios para ubicar
confinamientos de residuos industriales. La actividad consiste en realizar una
identificación geográfica de áreas no favorables; de tal forma que éstas se van
eliminando lo que permite, al final del proceso, encontrar aquellas áreas con
mayor vocación natural para establecer un confinamiento. Este proceso se
realiza de la siguiente forma:

a) Se establecen las dimensiones y límites de la región en que se tiene que


localizar el o los confinamientos de residuos industriales.
b) Se realiza la etapa de recopilación y análisis de la información con el
fin de conocer y evaluar las características naturales y antropogénicas
de la región.
c) En el plano topográfico se delimitan las áreas naturales protegidas y las
áreas urbanas; esto permite identificar de forma inmediata las áreas que
pueden denominarse como "áreas no protegidas".
d) Con la información recopilada se establece el modelo conceptual
geológico y, con base en él, se definen y delimitan en la cartografía las
unidades hidrogeológicas.
e) Dentro de las áreas no protegidas se eliminan las áreas que de acuerdo
con la definición de unidades hidrogeológicas son: áreas con permeabi-
lidad alta y media, que constituyen acuíferos y áreas de recarga; el
resultado es la definición del espacio en donde no hay áreas naturales
protegidas ni áreas con permeabilidad alta o media (áreas restantes).
f) El siguiente paso consiste en delimitar y eliminar dentro de las áreas
restantes, los cuerpos de agua superficiales y sus cuencas de captación.
Nuevamente, esto permite identificar áreas que aún se conservan sin
ninguna clasificación, que son áreas potenciales para ubicar un confi-
namiento.
g) En las áreas aún no clasificadas, se delimitarán y eliminarán las áreas
de concentración de pozos.

194
ANEXOS

h) El siguiente paso es identificar y eliminar las zonas con bosques, culti-


vos y topografía abrupta.
i) Finalmente, se tendrán identificadas geográficamente las regiones que
no presentan alguna de las variables limitantes anteriores y que, por
consecuencia, son las menos vulnerables a la contaminación de aguas
superficiales y subterráneas, con lo cual se cumple el objetivo planteado
para el análisis de gran visión, es decir, se logra establecer la ubicación
de las regiones con vocación natural, en donde ya se podrían realizar
los estudios específicos.

Estudios específicos o de evaluación directa

Éstos conforman una nueva etapa del trabajo, implican análisis detallados en
áreas previamente seleccionadas, ya sea técnica o arbitrariamente, de
menores dimensiones a las consideradas en los análisis regionales.

El objetivo de los estudios específicos consiste en evaluar si es posible


construir un confinamiento para residuos industriales sin necesidad de
realizar obras de ingeniería complementarias para sustentar aquellos atributos
que hayan resultado inconsistentes; o bien, si es necesario establecer cuáles
son las medidas de ingeniería a realizar que eviten la contaminación de los
citados recursos. Las actividades a desarrollar son las siguientes:

— Recopilación de información a escala de detalle

Si se llega a esta etapa después de un estudio de planificación se tiene ya un


conocimiento profundo del área, por lo que la recopilación de información se
centrará en obtener trabajos de detalle realizados en o cerca del área de interés,
particularmente de tipo geológico, geofísico e hidrogeológico; sin embargo, es
necesario recopilar también estudios de tipo sísmico para evaluar si en el entorno
próximo al área se tienen registrados epicentros, así como las magnitudes
registradas en estos eventos. Otro tipo de información que es conveniente
recopilar son los estudios geotécnicos y de bancos de materiales que se ha-
yan efectuado anteriormente.

Otra situación diferente, es la de llegar al sitio sin ningún conocimiento


previo, en cuyo caso es muy importante realizar una labor exhaustiva con el
fin de contar con todos los argumentos técnicos que permitan llevar a cabo
un buen trabajo sobre el sitio.

195
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

— Estudio geológico de detalle

Esta actividad tendrá dos enfoques: el primero consistirá en realizar las


acciones necesarias para sustentar el modelo conceptual de funcionamiento
hidrogeológico del área; el segundo, desarrollar actividades que permitan
evaluar las características geotécnicas del sitio donde se construirá el con-
finamiento, así como localizar bancos de materiales, de donde se pueda
obtener material que sirva para la cubierta de los residuos.

En ambos casos, se deberán realizar visitas de verificación de campo en las que


se definirán los diferentes tipos de materiales que existen, su secuencia estra-
tigráfica, granulometría, grado de compactación, cementación y soldamien-
to, según sea el origen del material; será también importante establecer los
diferentes tipos de estructuras que afectan a las rocas como: fallas, fracturas,
estratos, disolución de rocas carbonatadas, etc., para evaluar cómo estas
estructuras afectan la permeabilidad original de los materiales.

Los estudios geológicos relacionados con la ubicación de bancos de materiales


arcillosos (que serán utilizados como interfase entre el suelo natural y los
residuos a confinar, o bien para su cubierta) consistirán en:

• Localizar y delimitar su extensión, así como evaluar los volúmenes


disponibles.
• Establecer la facilidad que presentan para ser removidos.
• Evaluar la calidad del material a través de exploración directa,
empleando perforaciones de pequeño diámetro (tres pulgadas), pozos
a cielo abierto, trincheras, etcétera.

— Exploración geofísica

Como parte final de la geología de detalle, se establecerá un modelo con-


ceptual geológico, definido a partir de las evidencias de superficie y de
hipótesis planteadas sobre las características y comportamiento de los mate-
riales en el subsuelo; sin embargo, este modelo debe ser conocido con mayor
precisión y confiabilidad, por lo que se realizarán estudios geofísicos (normal-
mente sondeos eléctricos verticales) en los puntos en donde sea necesario
conocer con mayor detalle la geología del subsuelo, de manera que la ubi-
cación exacta de los sondeos eléctricos verticales se establecerá a partir de los
resultados del estudio geológico de detalle.

196
ANEXOS

Será siempre conveniente ubicar, cuando menos, un sondeo eléctrico


vertical muy próximo a un pozo cuando se conozca el corte litológico del
mismo, ya que esto permitirá realizar una buena correlación entre la resistividad
encontrada y el tipo de materiales cortados durante la perforación. En caso
de que no exista algún pozo con información suficiente para realizar esta
correlación, será recomendable programar la perforación de uno o varios pozos
en diámetro pequeño.

— Actividades de carácter hidrogeológico

Estas actividades tienen por objetivo establecer el modelo conceptual de


funcionamiento hidrogeológico del área en estudio, el cual se fundamenta en
los resultados de la geología y la geofísica. A respecto, las actividades que se
deben realizar durante esta etapa son:

1. Verificación de las características físicas de las unidades litológicas, así


como de las estructuras geológicas que las afectan.
2. Definición y delimitación de las unidades hidrogeológicas.
3. Censo detallado de obras de captación de aguas subterráneas como
pozos, norias y manantiales.
4. Identificación del tipo o tipos de acuíferos que existen y la relación
hidráulica entre ellos.
5. Definición de la trayectoria que sigue el agua en el subsuelo.
6. Evaluación de la calidad del agua subterránea.
7. Identificación de la forma en que el o los acuíferos se recargan y
descargan.
8. Perforación de pozos de pequeño diámetro para establecer en forma
directa las características y tipo de materiales presentes en el subsuelo;
correlacionar esta información con los resultados obtenidos en la geofí-
sica y la profundidad a la que se encuentra el techo del acuífero; también
para llevar a cabo determinaciones cuantitativas de la permeabilidad
de las rocas (determinaciones de conductividad hidráulica).

Con la integración de toda la información anterior, se podrá definir el


modelo conceptual de funcionamiento hidrogeológico y, de esta manera,
cumplir con el objetivo originalmente planteado, que es definir si el área
elegida en los estudios previos tiene la vocación natural para construir un
confinamiento de residuos industriales sin riesgos de afectación a los recursos
hídricos; o bien, como ya se indicó, si es necesario desarrollar obras de
ingeniería para evitar la contaminación del agua subterránea.

197
ANEXO B

Requisitos generales para


la localización de vertederos de
residuos en la Comunidad Europea
Ubicación
Para la ubicación de un vertedero, deberán tomarse en consideración los
aspectos siguientes:

a) Las distancias entre el límite del vertedero y las zonas residenciales y


recreativas, vías fluviales, masas de agua y otras zonas agrícolas o
urbanas.
b) La existencia de aguas subterráneas, aguas costeras o reservas natura
les en la zona.
c) Las condiciones geológicas e hidrogeológicas de la zona.
d) El riesgo de inundaciones, hundimientos, corrimientos de tierras o
aludes en el emplazamiento del vertedero.
e) La protección del patrimonio natural o cultural de la zona.

El vertedero sólo podrá ser autorizado si las características del emplaza-


miento con respecto a los requisitos mencionados o las medidas correctoras
que se tomen, indican que el vertedero no plantea ningún riesgo grave para
el medio ambiente.

Control de aguas y gestión de lixiviados

Se tomarán las medidas oportunas con respecto a las características del


vertedero y a las condiciones meteorológicas con el objetivo de:

• Controlar el agua de las precipitaciones que penetre en el vaso del ver-


tedero.
• Impedir que las aguas superficiales o subterráneas penetren en los resi-
duos vertidos.
• Recoger las aguas contaminadas y los lixiviados. Cuando una evalua-
ción sobre la ubicación del vertedero y los residuos que se admitan
muestren que el vertedero no es potencialmente peligroso para el
medio ambiente, la autoridad competente podrá decidir que no se
aplique esta disposición.

201
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

• Tratar las aguas contaminadas y los lixiviados recogidos del vertedero,


de forma que cumplan la norma adecuada requerida para su vertido.

Lo arriba dispuesto, puede no aplicarse a los vertederos para residuos


inertes.

Protección del suelo y de las aguas

Todo vertedero deberá estar situado y diseñado de forma que cumpla las
condiciones necesarias para impedir la contaminación del suelo, de las aguas
subterráneas o de las aguas superficiales y garantizar la recolección eficaz de
los lixiviados en las condiciones establecidas en el punto 2. La protección del
suelo de las aguas subterráneas y de las aguas de superficie se realizará me-
diante la combinación de una barrera geológica y un revestimiento inferior
durante la fase activa o de explotación y mediante la combinación de una
barrera geológica y un revestimiento superior, durante la fase pasiva o pos-
terior a la clausura.

Existe una barrera geológica cuando las condiciones geológicas e hidro-


geológicas subyacentes, así como en las inmediaciones de un vertedero,
tienen la capacidad de atenuación suficiente para impedir un riesgo potencial
para el suelo y las aguas subterráneas.

La base y los lados del vertedero consistirán en una capa mineral que
cumpla unos requisitos de permeabilidad y espesor cuyo efecto combinado en
materia de protección del suelo, de las aguas subterráneas y de las aguas
superficiales sea, por lo menos, equivalente al derivado de los requisitos
siguientes:

Cuando la barrera geológica no cumple de forma natural las condiciones


antes mencionadas, podrá completarse de forma artificial y reforzarse por otros
medios que proporcionen una protección equivalente. El espesor de una
barrera geológica artificial no deberá ser inferior a 0.5 metros.

202
ANEXOS

Además de las barreras geológicas anteriormente descritas para cualquier


tipo de vertedero, deberá añadirse un sistema de impermeabilización y de
recogida de lixiviados en la base del vertedero que cumpla los siguientes
requisitos como mínimo:

• Revestimiento de impermeabilización artificial.


• Capa de drenaje ≥ 0.5 m.

Los estados miembros podrán establecer requisitos generales o específicos


para los vertederos de residuos inertes y para las características de los medios
técnicos anteriormente mencionados.

Si la autoridad competente, tras examinar los posibles peligros para el medio


ambiente, considera que la prevención de formación de lixiviados es nece-
saria, podrá prescribir una impermeabilización complementaria superficial.

Al respecto, las recomendaciones para la impermeabilización superficial se


consignan a continuación:

CLASE DE VERTEDERO NO-PELIGROSO PELIGROSO

Capa de drenaje de gases. R N

Revestimiento de impermeabilización
N R
artificial.

Capa mineral impermeable. R R

Capa de drenaje > 0.5m. R R

Cobertura superior de tierra > 1m. R R

R: Se requiere N: No se requiere

Si la autoridad competente decide, sobre la base de una evaluación de los


riesgos para el medio ambiente, que tome en cuenta —en particular, la
Directiva 80/68/CEE y de acuerdo con la sección 2 ( Control de aguas y
gestión de lixiviados)— que la recogida y tratamiento de lixiviados no son
necesarios, o si se establece que el vertedero no plantea peligros potenciales

203
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

para el suelo, las aguas subterráneas y las aguas superficiales, los requisitos de
los puntos 3.2 y 3.3 anteriores, podrán ser reducidos en consecuencia. En el
caso de los vertederos para residuos inertes, estos requisitos podrán adaptarse
por disposición legislativa nacional. (Fuente: Diario Oficial de las Comunida-
des Europeas/16 de Julio 1999).
ANEXO C

Descripción de las principales técnicas


de perforación para la obtención
de muestras de suelo
Toma de muestras
La perforación en diámetros pequeños (aproximadamente 3 pulgadas), se
considera un método de exploración directa que permite realizar pruebas en
el sitio, así como obtener muestras alteradas e inalteradas con el fin de
someterlas a ensayes de laboratorio para conocer la porosidad, la conductividad
hidráulica y la capacidad de intercambio iónico de los materiales encontrados.

La toma de muestras puede ser profunda o somera, por lo que deberá


definirse el tipo de muestreo que se utilizará, tanto a nivel superficial como
a profundidad, sobre todo para la obtención de las muestras inalteradas.

Al respecto, generalmente las perforaciones profundas se realizan a través


de los métodos de percusión, rotación (con circulación de agua o lodo), o bien
en seco, por medio de barrenos helicoidales.

Para conocer con precisión la estratigrafía del subsuelo y las propiedades


de los distintos materiales que lo componen, es obligatorio recurrir a mues-
treadores profundos, de los cuales existe una gran variedad. Algunos de los
más usuales y efectivos son los siguientes:

Tubo de pared delgada Shelby

Con este tipo de tubo, se pueden obtener muestras relativamente inalteradas.


Esta técnica debe ser aplicada selectivamente para suministrar muestras al
laboratorio.

El tubo se hinca a presión en el suelo para recuperar, como ya se dijo,


muestras relativamente inalteradas. Este muestreador es el de uso más
difundido para el muestreo de suelos finos (blandos a semiduros), y se puede
operar arriba y abajo del nivel freático.

Estudios recientes señalan que, para lograr un muestreo inalterado de


calidad en suelos blandos cohesivos, debe recurrirse al uso de tubos de pared
delgada con pistón fijo; sin embargo, actualmente en nuestro país, de manera

207
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

común se trabaja con perforación a rotación y por lavado lo cual provoca un


muestreo de baja calidad.

Barril tipo Denison

Este muestreador opera a rotación y presión, permitiendo obtener especímenes


de arcillas duras, limos compactados y también limos cementados con pocas
gravas, localizados abajo del nivel freático; las muestras siempre presentan
cierto grado de alteración.

Este barril puede tomar muestras en materiales en donde el tubo Shelby no


puede penetrar, como es el caso de los materiales antes citados.

La utilización de este método con lodo de perforación, generalmente con-


tamina los especímenes del material, pudiendo también alterar la calidad del
agua subterránea cuando se realiza el muestreo en la zona saturada, por lo
que, para trabajos en donde sea importante obtener muestras inalteradas sin
contaminar, se emplea el tubo dentado de rotación.

En cambio, el barril Denison es el mejor muestreador para las rocas duras


y puede emplear aire como fluido de perforación cuando se toma la muestra
arriba del nivel freático (ver fotografías anexas).

Muestreador Pitcher

Es similar al Denison porque utiliza tubos de pared delgada, salvo que tiene
un resorte axial en la cabeza para regular automáticamente la distancia entre
la broca y el tubo interior. Es conveniente su empleo cuando se tienen estratos
de diferentes durezas y espesores.

Muestreador de pistón libre

Los muestreadores de pistón se clasifican en pistón fijo, pistón retráctil y pistón


libre. Los dos primeros requieren tubería doble concéntrica para su operación,
lo cual los hace poco eficientes con respecto al tercero, que requiere tubería
simple. El campo de utilización de los muestreadores de pistón son los suelos
muy blandos.

208
ANEXOS

Momento en la realización del pozo a cielo abierto, la litología encotrada, arenas y limos
fuertemente compactados, intercalados en el primer metro de caliche.

Otro momento de la excavación de uno de los pozos a cielo abierto, el material extraído, arenas y
limos intercalados en los primeros 80 cms. con bandas de caliche.

209
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Tubo dentado

Esta herramienta permite obtener muestras de arcillas duras y limos com-


pactados o cementados con un mínimo de alteración. En estos materiales se
presentan claras ventajas de operatividad y costo sobre los muestreadores
de barril doble.

Con este método se pueden recuperar muestras de mejor calidad que con
el muestreador de barril Denison; sobre todo en los suelos arcillosos duros y
capas granulares compactas, como las que presenta el subsuelo de la Ciudad
de México, independientemente de su simplicidad de operación y bajo costo.

Barriles muestreadores

El muestreo de suelos muy duros y de rocas se lleva a cabo con barriles mues-
treadores que tienen una broca con insertos de carburo de tungsteno o de
a diamantes industriales. Los barriles muestreadores se pueden clasificar en ba-
rril sencillo, rígido y doble giratorio. Este último es el más confiable para obtener
muestras de buena calidad; consta de dos tubos concéntricos montados en una
cabeza con baleros que permiten que el tubo interior permanezca sin girar.

Los barriles muestreadores se identifican según su diámetro como: EX, AX,


BX, NX, mientras que las muestras que se recuperan varían de 22 a 54 mm de
diámetro. Cabe señalar que en los trabajos geotécnicos se obtienen, por lo
regular, muestras NX de 54 mm de diámetro, ya que a mayor diámetro se
incrementa la calidad del muestreo, particularmente en rocas fracturadas.

En la toma de muestras con brocas de diamante, los factores más sig-


nificativos que deben considerarse son la velocidad de la rotación, la fuerza
axial sobre la broca y el gasto del fluido de perforación que se inyecte. La
velocidad de rotación de las brocas se da en función de la dureza de la roca
y del diámetro de aquéllas.

La fuerza axial que se aplica al barril está en función de la dureza de la ro-


ca, del número de diamantes que tiene la broca y de la fuerza que puede
aplicarse a cada diamante. El fluido que se inyecta a la perforación, agua o
lodo, sirve para arrastrar el material cortado y enfriar la broca.

210
ANEXOS

Técnicas de Perforación

La técnica de perforación que se utiliza es una parte fundamental del trabajo


de campo, misma que influye en la calidad del muestreo. La siguiente tabla
ilustra los métodos de perforación más comunes.

Pozos a cielo abierto

La excavación se hace a pico y pala. La forma de la excavación normalmen-


te es cuadrada de 1.5 m de lado, con profundidad de 3 m. Abajo del nivel
freático requiere de bombeo. Si las paredes son inestables, se adema con
madera, (ver fotografías anexas).

Perforación por lavado

Se perfora con una columna de tubos que lleva en la parte inferior un trépano
en forma de puntal, cincel o cruz, con orificios que permiten la salida del
fluido de perforación. Debido a que el equipo es portátil, este método es el
que se usa con más frecuencia en la exploración de suelos.

211
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Perforación a rotación en seco

Se perfora con barras helicoidales que transportan el material cortado a la


superficie mediante la misma hélice. En suelos inestables se pone lodo en
pasta en las barras helicoidales y girando éstas en sentido contrario, se puede
estabilizar la perforación, ya que el lodo suministrado es lanzado por las ba-
rras y se adhiere en las paredes.

Perforación a rotación con agua o lodo

Se perfora mediante una columna de tubos en cuya parte inferior lleva una
broca tricónica o una broca "Drag". Para enfriar la broca y arrastrar el mate-
rial cortado a la superficie, se inyecta agua o lodo (mezcla de agua con
materiales arcillosos, generalmente bentonita). Se requiere una máquina de
perforación para suelos que, por lo general, va montada en un camión.

Para realizar la perforación, se aplica una carga axial y rotación, inyectan-


do agua o lodo para estabilizar las paredes. Se usa lodo como fluido de perfo-
ración en excavaciones sobre el nivel freático. Debajo de éste, puede usarse
agua o lodo según sea la condición de estabilidad de las paredes. El método
de rotación con agua o lodo es aplicable a todo tipo de suelo, mientras que en
los granulares se utilizan lodos densos.

Perforación mixta

Se utiliza el ademe helicoidal ya mencionado, arriba del nivel freático. Por


debajo de éste, se usa el método de lavado o rotación, sin retirar el ademe
helicoidal. En este procedimiento, que es el más eficiente, se requiere para
la penetración una máquina perforadora para suelos y una bomba.

Perforación de rocas

En la exploración geotécnica, generalmente no se profundizan las perforacio-


nes en roca o éstas son de poco espesor; por lo tanto, es común realizar la
perforación y la toma de muestras usando barriles. En caso de que se use flui-
do de perforación y rotación, se requiere una junta giratoria que permita
conectar la tubería proveniente de la bomba a las barras que están girando.

212
ANEXOS

Lodos de Perforación

Las funciones de los lodos de perforación son enfriar la broca, transportar el


material cortado por la broca y mantener estable la pared y el fondo de la
perforación.

La clasificación más convencional de los lodos está basada en su identifi-


cación según la fase líquida. Se tienen lodos de agua dulce, agua salada y de
emulsiones agua-aceite. En geotecnia, sólo se utilizan lodos de agua dulce.
Los lodos de agua dulce se pueden hacer de arcillas plásticas locales,
bentonita natural, o bien, de bentonita tratada.

Pruebas de permeabilidad de campo

Cuando en laboratorio resulta difícil precisar la permeabilidad a partir de


muestras inalteradas, o bien porque sea imposible obtener una muestra con
estas características (debido a la inconsistencia del material), se recurre en-
tonces, a las pruebas de campo.

El tipo de prueba para determinar la permeabilidad útil, en cada caso


particular, depende de muchos factores, como son: tipo de material, profun-
didad del nivel freático y homogeneidad de lo distintos estratos del suelo.

Prueba Lefranc - Mantel

Tiene por objetivo medir con cierta precisión el coeficiente de permeabilidad


en terrenos aluviales o en rocas muy fisuradas, cuando existe agua subterrá-
nea saturando al material.

La prueba consiste en inyectar agua debajo del nivel freático en una cavi-
dad del terreno de forma geométrica conocida, empleando para ello una carga
constante de agua. La medida del caudal y de la carga permite calcu-
lar el coeficiente de permeabilidad "K" en la vecindad de la cavidad con una
buena aproximación.

Prueba Lugeon

La prueba de permeabilidad Lugeon es generalmente usada para determinar


la permeabilidad de las masas rocosas, pero es aplicable también a materiales
granulares parcialmente cementados.

213
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES

Esta prueba, análoga a la prueba Lefranc, también como ésta, se ejecuta


según se avanza en la perforación; por lo general se efectúa en rocas de baja
permeabilidad, pero más o menos fisuradas. Para su realización, es necesario
ejercer presiones con equipos de bombeo relativamente grandes para inyectar
agua en las fisuras.

El procedimiento es el siguiente: al llegar la perforación a una cierta


profundidad (por lo regular de cinco metros o más) se coloca un obturador en
la parte superior de este tramo, inyectándose agua a presión con una bomba.

El equipo que se utiliza adicional a la propia perforadora, consiste de un


manómetro en la boca del pozo, un contador de agua y una válvula de descarga
que mide los caudales inyectados a una presión dada. Este proceso se lleva a
cabo por unos 5 ó 10 minutos a una presión constante para después continuarlo
con una presión mayor.

Los resultados se dan en unidades Lugeon, que se definen como la ab-


sorción de 1 litro de agua por minuto, por metro de sondeo con una presión
de inyección de 10 kg/cm2.

En algunas ocasiones, es tan grande el grado de fisuración que no se pue-


de sujetar un obturador. Puede suceder también que las fracturas sean tan
amplias y continuas, en relación con el caudal de la bomba, que la presión no
pueda incrementarse, motivo por el cual, para tales condiciones, no es posible
realizar un ensayo Lugeon de manera correcta, pero se puede recurrir a un
ensayo Lefranc, que siempre permitirá evaluar un orden de magnitud de la
permeabilidad del terreno.

Prueba de permeabilidad Nasberg

Con esta prueba se determina la permeabilidad local en materiales no sa-


turados. Se utiliza en rocas muy fracturadas y suelos. La medición se debe
realizar en una perforación que no haya sido hecha con lodo o agua.

214
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218
MANEJO DE RESIDUOS INDUSTRIALES.

La edición consta de 600 ejemplares.


Se imprimió el mes de diciembre de 2003
en los talleres de Prograf
12 y 13 Hidalgo Oriente N° 547
Centro, Cd. Victoria, Tam.

El cuidado de la edición
estuvo a cargo del Departamento Editorial

Diseño Gráfico: Rubén Rodríguez

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