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Historia del espía que se infiltró dos

años en la seguridad de 'Jojoy'

La agencia AFP envió esta imagen al mundo. En ella un soldado colombiano, a


bordo de un avión que participa en las operaciones en La Macarena, lee la
edición extra de EL TIEMPO sobre la muerte de 'Jojoy'.

1. El Infiltrado, un sargento de la Policía Colombiana

Un sargento de la Policía, infiltrado en la guerrilla, fue la clave del


más grande golpe dado a las Farc. Una mujer, sin saberlo, guió las
bombas hasta el jefe rebelde.

El 8 de febrero del 2006, la caída del 'Mono Jojoy' se convirtió para


la Policía en un asunto de honor. Ese día fue asesinado en La Julia
(Meta) un oficial que se había infiltrado en las estructuras del bloque
Oriental de las Farc y que tenía como misión llegar al primer anillo
de seguridad del jefe guerrillero. Sus subalternos tuvieron que
llorarlo en silencio.

Sin pensarlo dos veces, uno de ellos, un sargento, se ofreció para


completar la misión de infiltración. Este hombre, que ahora es un
héroe anónimo para el país, fue la ficha clave del golpe de la
madrugada del miércoles, cuando finalmente cayó Víctor Julio
Suárez, que era como en verdad se llamaba el máximo jefe militar
de las Farc.

El suboficial y otros tres hombres de Inteligencia de la Policía fueron


los que marcaron la ruta hacia 'Jojoy' en el Meta. EL TIEMPO obtuvo
su testimonio y reconstruye paso a paso cómo fue la misión, que
duró dos años y tres meses antes del golpe de gracia.

Aprovecharon que los frentes de las Farc de Cundinamarca estaban


en desbandada por la primera fase del Plan Patriota y, con un
negocio de fachada, se instalaron en La Julia (Uribe).

Poco a poco, el suboficial empezó a conocer a guerrilleros y a


ganarse su confianza. Entonces supieron que el 'fuego amigo' se
había convertido en un problema para las Farc y que el 'Mono', para
no perder más tropa, ordenó que cada patrulla llevara una mujer,
para distinguirlas de las del Ejército.

Una de esas mujeres, sin saberlo, ayudó a guiar las más de siete
toneladas de bombas que le llovieron al jefe guerrillero en la
operación 'Sodoma'. En todo este tiempo, ese sargento fue
guerrillero del 'Embo', Estado Mayor del Bloque Oriental de las Farc.
"Uniformado y con arma, pero no le tocó enfrentar a las tropas", le
confirmó a este diario uno de sus superiores.

Con toda la cautela empezó a cultivar una relación con la guerrillera,


que estaba en el segundo anillo de seguridad del 'Mono'. Con la
información que le sacaba a ella y lo que él mismo vio, se tejió la
red que cerró el cerco.

2. Mirada fotográfica al búnker

"Duraba meses sin salir del área, pero cada vez que podía se
acercaba a la fachada y entregaba la información", cuenta uno de
los oficiales de Inteligencia. Lo más cerca que tuvo a 'Jojoy' en
persona fue a 9 kilómetros, entre el 27 y el 29 de noviembre del año
pasado, en la misma zona donde se dio el ataque definitivo (La
Escalera, en La Macarena).

Para esas fechas las diferentes compañías guerrilleras tuvieron que


moverse. Esa también fue la primera y única vez que el suboficial
vio el búnker. De paso hacia La Escalera hicieron una parada en el
campamento para abastecerse, pero 'Jojoy' estaba en otro punto.

La información de ese día fue determinante: sus jefes dicen que,


"con mirada fotográfica", el hombre de Inteligencia grabó en su
cabeza lo más que pudo del lugar: vegetación, las construcciones, la
geografía, los puntos de referencia y el despliegue de los
guerrilleros que estaban allí.

En los siguientes meses, sus contactos recibieron el dato y lo


juntaron con lo que se manejaba en Bogotá, gracias a las
deserciones de guerrilleros del Bloque Oriental. Gente de casi todos
los anillos de seguridad del 'Mono' dio información, pero la ruta
siempre iba semanas o meses rezagada de los movimientos reales:
"Hay que decir que el único anillo que nunca se pudo infiltrar fue
ese primero de 150 personas que le fueron leales a 'Jojoy' hasta el
último minuto. En los otros dos hubo deserciones que nos
permitieron ir consolidando la información de su ubicación".

Una de las mayores fortalezas de 'Jojoy', su impresionante aparato


de seguridad, terminó jugando en su contra. El mismo guerrillero
decía que prefería pasar tiempos largos en un solo sitio, para no
alertar a los organismos de inteligencia con los movimientos de los
casi 1.000 hombres que lo cuidaban en diferentes anillos. Por eso
tenía búnkeres fijos a los que volvía con frecuencia y en los que se
quedaba por semanas.

3. La señal

La recta final de 'Sodoma' arrancó hace un mes. Para agosto, el


suboficial infiltrado recibió la misión de prestar guardia en el tercer
anillo de seguridad y se encontró con su amiga en una de las
patrullas de reconocimiento.

"Ella le contó que iba para el campamento grande, el que tenía el


búnker de concreto. Esa fue la señal".

Como estaba planeado desde el principio, el infiltrado simuló una


grave intoxicación que hizo que lo sacaran de urgencia a una
población cercana. Desde allí se comunicó con sus compañeros, que
de inmediato se agruparon y fueron a buscarlo para ponerlo a salvo
y recoger la información. Eso ocurrió hace 10 días. Para las Farc,
seguramente quedó como un desertor más.

Sorprendentemente, aunque en esta operación se usaron las


llamadas 'bombas inteligentes', no hubo coordenadas electrónicas ni
localizadores satelitales que las guiaran: "Con los datos que él dio,
por las referencias geográficas y con inteligencia técnica aérea se
ubicó el objetivo". Todas las fuerzas, Armada, Ejército y Fuerza
Aérea, aportaron los datos que tenían sobre la zona:
interceptaciones y rastros de los anillos de seguridad. Así se
concluyó que 'Jojoy' estaba en La Escalera.

Solo 10 generales y almirantes, además del presidente Santos y el


ministro Rivera, sabían de la operación. En ella estuvieron los
mejores pilotos y los de las Fuerzas Especiales. La Infantería de
Marina, por ejemplo, llamó a varios de los comandos que
participaron en la operación para rescatar al ex ministro Fernando
Araújo. Por el Ejército, llegaron algunos de los que rescataron hace
unos meses al general Mendieta.

La hora cero fue a las 2:00 de la madrugada del miércoles. En ese


momento fueron descargadas las primeras siete bombas. Luego
vino otra y otra descarga, y una hora después desembarcaron los
primeros hombres de Policía, Armada y Ejército.

Veinticuatro horas después, en el Cantón Norte de Bogotá, se oyó el


reporte que todos esperaban: "Hay un hombre que se parece al
blanco, tiene un pantalón verde oliva, camisa de microfibra militar,
no tiene botas, está en medias negras y no tiene bigote. A su lado
hay dos fusiles M-4", reportó el oficial a cargo. De inmediato, a
través de un teléfono satelital les llegó la primera imagen del que
parecía ser 'Jojoy'. No había duda. La leyenda negra del país había
muerto.

Lo que contaron los de la operación

"Creo que todos los comandos y los contraguerrillas soñamos


siempre con este momento, y ahí estaba yo, a punto de ser parte de
la historia".
Uno de los militares que estuvieron en La Macarena.

"Después del ablandamiento (bombardeo), había una sola


oportunidad de entrar y revisar. Íbamos a tener respuesta de la
retaguardia".
Oficial de la Policía, sobre el día en que murió 'Jojoy'.

Lo que quedó del campamento tras los bombardeos de la


'Operación Sodoma'

Familiares de 'Jojoy' quieren llevarlo a Cabrera, el pueblo donde


nació. El cuerpo tiene señales de aplastamiento y de asfixia a causa
del bombardeo. Medicina Legal también identificó a otros de los
guerrilleros: Ana Montaña, de 38 años; Gilma Espinosa Castro y
Héctor Sandoval Durán, de 30.

El tesoro de la 'Operación Sodoma' son 15 computadores, 94


memorias USB y 14 discos duros externos, recuperados por la
Policía. Expertos hacen copias espejo de todos los archivos
encontrados en los dispositivos, mientras la información real queda
congelada, como prueba judicial.

Salas de reuniones, aulas de enfermería, dispensarios de


alimentos y sitios de alojamiento hacían parte del complejo criminal
que habían construido las Farc en esta zona. El Ejército halló en el
lugar unas 15 toneladas de comida, que abastecían a los casi mil
guerrilleros que estaban en el lugar.
En los 10 campamentos ubicados alrededor de varios refugios
subterráneos fueron halladas grandes cantidades de dinero; muchos
billetes quedaron incinerados por la acción de las bombas. El
mantenimiento de 'Jojoy' y su seguridad valía millones cada día.

JINETH BEDOYA LIMA


ENVIADA ESPECIAL DE EL TIEMPO
LA MACARENA (META)

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