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Carl Von Linne, introdujo mediante el sistema binomial la forma de nombrarlos a los hongos. C. H.
Persoon en 1801 y Elías Fries en 1821, generaron la nomenclatura sistemática moderna para los
hongos, ilustran, describen y clasifican gran cantidad de ellos en sus libros Synopsis Methodica
Fungorum (Persoon) y Systema Mycologicaum (Fries), ambos autores presentaron sus trabajos
cuando la teoría de la generación espontánea estaba de moda.
Moore-Landecker E. Fundamentals of the Fungi. 4th Edition. Prentice Hall, New Jersey (1996) 574
pp.
(Marín, Castro M. A. & Castelán, Vega Rosalía del Carmen & Ramos, Casselis Ma. Elena. Los
hongos: entre la magia y la ciencia. Elementos 95, 2014:22.
Otros estudios científicos sobre los hongos mexicanos fueron realizados por micólogos europeos.
Humboldt y Bonpland, recorren parte del país, desde Acapulco en marzo de 1803 hasta Veracruz
en marzo de 1804. Ellos realizaron recolectas de hongos y líquenes, que sirvieron de base a Kunth
(1822-25) para escribir su obra sobre las plantas de la Nueva España. (Dr. Sigfrido Sierra Galván
Diversidad fúngica en México pasado, presente y futuro. Lab. de Hongos Tremeloides, Labs. de
Micología, Facultad de Ciencias, UNAM. México. 2010, (PDF).
... En uno de estos claros del bosque recogimos veinte hongos, para la inmensa alegría del más
viejo de mis compañeros, quien, como devoto entusiasta de este intoxicante, de nuevo alabó sus
poderes y beneficios. Confirmó, por experiencia propia, los efectos tan variados de este hongo en
los animales herbívoros: a menudo se encuentra tan estupefacto al reno salvaje que ha comido
algunos de ellos que se le puede atar con cuerdas y capturar vivo; su carne entonces intoxica a
todo el que la come, pero sólo si se mata al reno al poco tiempo de habérsele apresado; y de esto
se deduce que la comunicabilidad de la sustancia narcótica dura tanto que llega a afectar los
mismos nervios del animal. (Adolph Erman, 1833:304-306, cit. por Wasson, 1968:235.), Furst,
Peter T. Los alucinógenos y la cultura. Fondo de Cultura Económica; 1980: p.164.
Más tarde, Kickx (1841) en Bélgica y Fries (1851) en Suecia, publicaron Interesantes trabajos sobre
los hongos mexicanos, basándose en colecciones enviadas a ellos. Berkeley en Inglaterra y Curtis
en E.U.A, respectivamente, describieron Craterellus confluens B. et C. de Orizaba.
1843 Prescott Wm. H., Conquest of México, Omitió toda mención de los hongos sagrados
Las investigaciones sobre los hongos realizadas por mexicanos, se iniciaron con:
-Armería en 1897-98 citó por primera vez al famoso hongo Amanita muscaria de México.
(Dr. Sierra, Galván Sigfrido. Diversidad fúngica en México pasado, Presente y futuro. Lab.
de Hongos Tremeloides, Labs. de Micología, Facultad de Ciencias, UNAM. 2010).
1874: Bancrroft Hubert Home: the Native Race. vol. 2 ; 1874- 1876; p360.
Miscellaneous drinks were wáter, plantain-juice, the various kinds of porridge known as atolli,
already mentioned, the juice of maize-stalks, those prepared from chian an other seed by boiling,
and fermented wáter in which corn had been boiled-a favorite tarasco drink.
Amonng the ingredients used to make their drinks more intoxicating the most powerful was
The teonanacatl, “flesh of god,” a kind of mushroom which exited the passions and caused the
partaker
Traduccion:
Se tomaron varias bebidas, jugos de plátano, varios tipos de gachas conocidas como atolli, ya
mencionado, el jugo de los tallos de maíz, aquellos preparados de chian y otras semillas por
ebullición, y el agua fermentada en la que se había hervido, una bebida tarasco favorita. Amonng
los ingredientes utilizados para que sus bebidas sean más intoxicantes que las más poderosas. El
teonanacatl, "carne de dios", una especie de hongo que salió de las pasiones y causó el partícipe
1880 Manuel Orozco y Berra, Historia Antigua y de la conquista de México. Tomo I y III. Los
teonanácatl, carne divina, hongos divinos, amargos y desagradables, eran comidos para practicar
ciertos actos supersticiosos; tomaban dos o tres solamente con un poco d0000000000e miel de
abejas. Producían un estado de embriaguez, con alucinaciones de carácter espantoso. […]
(Motolinea tratado. I, cap. II; Orozco, 1880:274)
[…] Sentado Motecuhzoma en el lugar supremo, entre los mismos dioses, vio inmoral a los
prisioneros otomíes; aquel sacrificio le pertenecía en parte, supuesto estar ya revestido del
carácter divino. Acabada la fiesta religiosa, los señores se reunieron a comer los hongos silvestres,
que tienen la propiedad de trastornar el juicio cual si fueran bebida embriagantes; durante el
trastorno veía visiones, creían escuchar voces, de donde tenían aquellas alucinaciones como
avisos divinos, de revelación para el porvenir y adivinaciones de lo futuro. Amigos y enemigos
volvieron a sus tierras, ricos en regalos, llenos de admiración por el poderío, la riqueza y el Fausto
del emperador de Tenochtitlán.
(Duran, Cap. LIV. Tezozómoc, Cap. LXXXIX, MS. Códice Ramírez, MS. Orozco, tomo III; 1880:375;
Ramsés Hernández y Margarita Loera; 2008:82)
1885 Rémi Siméon Diccionario de la lengua Náhuatl Desde que los religiosos españoles
escribieran en sus libros hace cientos de años sobre el teonanácatl, se asoció siempre el término a
un hongo narcótico.
Desde que los religiosos españoles escribieran en sus libros hace cientos de años sobre el
teonanácatl, se asoció siempre el término a un hongo narcótico. En 1885, Rémi Siméon en su
diccionario de la lengua Nahuatl recoge el significado dado al teonanácatl: «espèce de petit
champignon qui a mauvais gout, enivre et cause des hallucinations; il est médicinal contre les
fièvres et la goutte». Illana, Carlos Esteban. El redescubrimiento del teonanácatl. Departamento de
Biología Vegetal, Facultad de Ciencias, Universidad de Alcalá, E-28871 Alcalá de Henares, Madrid;
YESCA, 24: 95-98; 2012: P. 95.
<<Un lado ¿de qué? Otro lado ¿de qué >>Pensaba Alicia
<<De la seta>>, dijo la oruga […] Alicia quedóse contemplando pensativamente la seta durante un
rato, intentando adivinar cuáles serían sus dos lados, pues como era absolutamente redonda, se
trataba de un problemas harto difícil de resolver. A pesar de todo, decidió por fin extender ambos
brazos cuan largos eran por los bordes de la seta y cortó con las manos un trocito de cada lado.
<<Y ahora>>, se dijo, << ¿Cuál será cuál? mordisqueó un poco del que tenía en su mano derecha,
para probar su efecto. Al instante sintió un fuerte golpe en el mentón: ¡es que acababa de dar con
la cabeza en los pies! […]
Inmediatamente se puso a comer del otro tozo. […] y logro tragar una buena porción del trocito
que tenía en la mano izquierda. (Lewin; 1982: 92-93)
[…] Después de un rato se acordó que tenía los pedacitos de setas en las manos y se puso a
trabajar diligentemente, mordisqueando primero uno y luego el otro, creciendo unas veces y
menguando otras, hasta que hubo recobrado su estatura habitual. […] (Lewin, 1982:96)
[…] entrando a un hermoso jardín y […] vio una pequeña casita como de cuatro pies de altura y
pensó de nada me serviría <<!de nada ir averiguarlo de este tamaño: se morirían del susto!>> así
que empezó a mordisquear el trocito que tenía en la mano derecha, y no se aventuró a
aproximarse hasta que hubo logrado una estatura de nueve pulgadas. (Lewin; 1984:97)
Cuando llega a la casa de la liebre […] de todos modos la casa se le pareció muy grande que no se
atrevió a acercarse sin antes mordisquear un poco del trocito de seta que aún llevaba en la mano
izquierda, por lo que creció hasta alcanzar una estatura de unos dos palmos […] (Lewin; 1982:113-
114)
[…] se dijo, i empezó por tomar la llavecita de oro de encima de la mesa y abrir la puerta que
conducía al jardín; una vez hecho esto, se puso a mordisquear metódicamente el trocito de seta
que había guardado cuidadosamente en un bolsillo y fue menguando hasta lograr una estatura de
un palmo. (Lewin; 1982:127-128)
Esta afección la curaba mandando tomar al enfermo la hierba Mixitl y el hongo teonanácatl, y
poniéndolo al exterior, localmente sobre las articulaciones enfermas, ya lavatorios hechos con
maceración de hojas y semillas de xoxouhcapatli, ya especies de cataplasmas preparadas con
semillas de tlapatli. (¿Datura stramonium?, L.) Molidas, o con polvos de la piedra itztli
humedecidos y hechos pasta, ya en fin, con parches formados de emplastos de caracoles y resina,
o bien de hojas y semillas de xoxouhcapatli, polvos de penea de metl y resina. (Flores, 1886-1888:
148)
AFODICIACOS
1892 Doctor Jacinto De la Serna Manual de Ministros de Indios para el conocimiento de sus
idolatrías, y extirpación de ellas “, Que á él había venido un indio natural del Pueblo de Tenango,
gran Maestro de supersticiones, y se llamaba Juan Chichiton, que quiere decir “Perrillo”, el que
había traído los hongos colorados, que se cogen en el monte, y con ellos a vía hecho una gran
idolatría; y antes de decirla quiero explicar la calidad de los dichos hongos, que se llaman en la
lengua Mexicana Quautlalt nanácatl. Y habiendo dado á el Licenciado Don Pedro Ponce de León el
gran Ministro, y Maestro de Ministros, que dije en el capítulo segundo; me dijo, que estos hongos
eran pequeños, y colorados; y que para cogerlos iban á el monte los Sacerdotes, y Viejos Ministros
diputados para estos embustes, y estaban casi toda la noche en oración, y deprecaciones
supersticiosas, y á el amanecer; quando comenzaba cierto vientecillo, que ellos conocen, entonces
los cogían atribuyéndoles Deidad, y teniendo el mismo efecto, que el ololiuhqti, ó el peyote,
porque. comidos, ó bebidos los embriaga, y priva de sentido, y les hace creer mil disparates, este
pues Juan Chichiton habiendo cogido los hongos una noche, en la casa, donde se juntaron con
ocasión de una fiesta de un Santo: el Santo estaba en el altar, y los hongos con el pulque" y con el
fuego debajo del altar, anduvo toda la noche el Tepastli, y el canto y habiendo pasado la mayor
parte de la el dicho Juan Chichiton, que era el Sacerdote de aquellas Glemnidad, les dio á todos los
circunstantes, que se habían juntado á la fiesta, á comer de los hongos como á modo de
comunión, y á beber del pulque, y rematar la fiesta con abundante cantidad .de pulque:. que los
hongos por su parte, y el pulque por la suya los sacó de juicio, que fue lastima: el dicho Juan
Chichiton se huyó luego, y nunca pude tener noticia de otros para castigarlos, sino fue de la dicha
Leonor María, que teniéndola presa en mi casa por el indicio del hechizo; y por el hecho de la
asistencia de la idolatría, que hicieron con los hongos, consulté á el dicho Licenciado Don Pedro
Ponce de León el modo, que estos tienen en hacer este daño de los hechizos: y me dijo, que en las
pendencias, que tenían, y amenazas, que se hacían, se daban un golpe á modo de Santas con las
puntas de los dedos, y luego habrían la mano como que echaban alguna cosa de ella hacia donde
está la persona, A quien amenazan, ó quiere hechizar, diciéndole: vos me lo pagareis como lo
veréis: más otras palabras, ó cosas, que por orden del Demonio hacen para estos embustes, jamás,
ó raras veces se pueden averiguar; más bien se reconoce, que las abre para el pacto con el
Demonio, y el, 'luces el autor de todo, les sierra las vacas para que no tengan remedio. Hice mis
prisiones de los hechiceros, y médicos sin secretadas bienes, haciendo yo la costa de su sustento,
porque juzgué que era conveniente, este modo, para que no pensasen, y el demonio les
persuadiese, que no era fin el que se llevaba, de remediar semejante dato, sino codicia de
quintales algunas cosas; y ellos son todos tan miserables, que siempre andan bien desdichados,
como quienes sirven á tan mal dueño: vine pues á esta Ciudad así te dan cuenta del Señor
gobernador del Arzobispado, como á ver si podía descubrir al Juan Chichiton (de la Serna Jacinto,
Doc.; 1829; tomo II, capitulo 4, sección 3:304).
Que acostumbran, y luego llegan los dueños de la ofrenda, y los más principales de la fiesta en
señal de sacrificio señalan de aquel vino, que habían puesto en los tecomates, ó todo, ó parte del
delante de los ídolos de él Huatli: llaman á esta acción Tlatotoiahila, que es el don de
derramamiento, y luego empiezan á beber todos lo que quedó en los tecomates, esto primero, y
luego dan tras las ollas del Pulque hasta acabarlas, y de aquí se siguen todas las cosas, que suelen
en las borracheras; y los duelos de los idolillos los guardan con cuidado hasta el día siguiente para
que todos los de la fiesta se los coman á pedazos entre todos como reliquias: esta superstición, (y
la que arriba dice cap. 4. §. 3 de los hongos del monte), que llaman Qoutlan llollacatl, manifiestan
bien el ansia, que el Demonio tiene de darse bebido todo en comida, y bebida. (De la Serna
Jacinto, Doc.; 1829; Tomo II, Capitulo 15, sección 2:385)
Tomo II. Capitulo. 4; Apartado 3; México; 1er. Edición, Imprenta del Museo Nacional; México.
1892: 303-304.
"Peter Pan in Kensington Gardens".
Unos meses más tarde D. Brinton en la revista “Science” sería el primero que relacionó a los
hongos de piedra con las setas: “Osaré presentar una sugerencia. Su forma parece la de hongos o
setas, y ¿por qué no había de ser esa la intención?” (WASSON, 1980).
Illana, Carlos Esteban. Los hongos de piedra de Mesoamérica. Dpto. Biología Vegetal, Facultad de
Ciencias, Universidad de Alcalá, E-28871. Alcalá de Henares, Bol. Soc. Micol. Madrid 34. 2010:371.
Wasson, R.G. El hongo maravilloso teonanáctl. Micolatría en Mesoámerica. Fondo de Cultura
Económica, México D.F., 1980: p. 307.
Lowy, B. New records of mushroom stones from Guatemala. Mycologia 63: 1971: 983-993.
Otros estudios científicos sobre los hongos mexicanos fueron realizados por micólogos europeos.
Humboldt y Bonpland, recorren parte del país, desde Acapulco en marzo de 1803 hasta Veracruz
en marzo de 1804. Ellos realizaron recolectas de hongos y líquenes, que sirvieron de base a Kunth
(1822-25) para escribir su obra sobre las plantas de la Nueva España.
Boletus katoi Kunth, Humboldt et Bonpland fue el primer hongo registrado (y publicado) de
México; fue colectado en Acapulco, Gro., así como unos líquenes en la zona del Cofre de Perote,
Ver. Habían pasado 185 años desde que Sahagún (1555-60) citara los primeros hongos de México.
(Dr. Sigfrido Sierra Galván Diversidad fúngica en México pasado, presente y futuro. Lab. de Hongos
Tremeloides, Labs. de Micología, Facultad de Ciencias, UNAM. México. 2010, (PDF).
1898 Carl Sapper y Daniel Brinton Códice Vindobonense. No se dan cuenta de la existencia del
teonanácatl en el códice.
Hoy día muchos conocemos los hongos de piedra de las tierras altas de Guatemala. Estas piezas
surgieron a la conciencia del mundo el 29 de mayo de 1898, cuando el célebre geógrafo alemán
Carl Sapper público en la revista Globus la fotografía de una de ellas.
Durante algunos años, los hongos de piedra habían sido comentados en Guatemala, en círculos
interesados en la arqueología de aquel país, y en ese momento finalmente aparecían impresos en
periódicos del mundo exterior. Sapper hizo notar que estas piezas tenian “forma de hongos” pero,
de manera extraña, no alcanzo a considerar que los escultores podían estar tallando hogos.
Advirtió que eran piezas de naturaleza religiosa. Descarto la sugerencia de que fuesen fálicas, pero
al final de cuentas dejo en el aire cuál pudiese ser su propósito. (Wasson, 1983:222).
Dos meses despues que Sapper, el 29 de julio de 1898, Daniel Brinton volvió sobre los hongos de
piedra en Science: “Osaré presentar una sugerencia. Su forma parece la de los hongos o setas, y
¿por qué no había de ser esa la intención?” [n. s., vol. 8, núm. 187, p. 127].
En seguida propuso Briton una justificación lingüística, al descubrir (según el creyó) que en una de
las lenguas mayas las palabras “hongo” y “luna” sonaban casi de la misma manera. Los mayistas
descartaron la idea de Briton, pero notemos ahora que fue él quien primero relacionó los hongos
de piedra. En esto tenía razón, aunque no en su seguimiento. Está claro que Brinton nunca había
oído del culto a los hongos en Mesoamérica. (Wasson, 1983:222).
Giacomo Bresadola, Lucien Quélet, Charle Tulasne, Jean Louis Emile Boudier, Abbé Bourdont han
sido micólogos relevantes que han aportado sus conocimientos mediante sus trabajos sobre la
clasificación y el estudio de las setas.
A muy primera interpretación era la de emblemas fálicos, sino también la referencia a la forma de
hongo de estos objetos apareció desde el principio de su descubrimiento. Sapper (1898) los
llamó Pilzförmige Götzenbilder, "ídolos en forma de hongo", y se opuso a la interpretación que los
veía como los miembros viriles. Brinton (1898), convencido de que la forma altamente hongos no
fue al azar, trató de explicarlo señalando que "la palabra maya para el hongo en el dialecto Tzental
eshu, similar a la palabra de la luna, uh , o Yuh , que recuerda el sonido, y la noche del crecimiento
de hongos reforzaría la alianza mítica. Sería emblemas de la deidad lunar o de la noche". Brinton
luego pensó que estos objetos realmente pretenden representar las setas, y fue el único
estudiante de seguir esta idea, hasta que llegó el descubrimiento occidental de setas alucinógenas
de la década de 1950. (BRINTON DANIEL G., 1898, de la seta en forma de imágenes , Ciencia ,
vol. 8, p. 127).
SAPPER CARL, 1898, Pilzförmige Götzenbilder aus Guatemala y San Salvador , Globus , vol. 73,
p. 327.