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*Tasa de natalidad: 9.

2%

*Tasa de mortalidad: 8.34%

*Índice de fecundidad: 1.27

*Tasa mortalidad infantil: 3.2%

*Esperanza de vida: 82.84 años


mujeres: 85.61
hombres: 79.99

Una pirámide de población es una representación gráfica del número de habitantes,


divididos según el sexo y la edad, en un año concreto. En este ejemplo, corresponde a la
población de España en 2013. En el eje vertical nos muestran los grupos de edades,
divididos en escalones de 5 en 5 años; en el eje horizontal aparece el porcentaje de
integrantes de cada grupo de edades (en la izquierda los hombres y en la derecha las
mujeres) sobre el total de la población española.

Estructura por sexo.

En la pirámide de la población española de 2013, la cantidad de hombres y mujeres es


prácticamente equilibrada, aunque hay un ligero predomino del sexo masculino
comprendido entre los 0 y 4 años (como se puede observar en la mayor longitud de la
barra inferior de la pirámide, a favor de los hombres). No obstante, la superioridad del
grupo masculino no se da en toda la pirámide, ya que partir de ahí ambos se van
equilibrando, igualándose entre los 45 y 50 años. Desde entonces predominan las mujeres,
con una supremacía de ancianas, que llegan a doblar a los hombres, debido a su mayor
esperanza de vida: casi 84 años frente a los 78 de los hombres. La mayor esperanza de
vida femenina se debe a las razones de tipo biológico, laboral y social (estilo de vida más
expuesto a los factores de riesgo en el caso del hombre)

Estructura por edades.

La mayoria de la población española se encuentra dentro de la población adulta (entre


15 y 64 años), especialmente en el grupo de adultos mayores (de 35 a 50 años) La
pirámide de la población española presenta una clara forma de bulbo, con una base
estrecha que se va ensanchando progresivamente, hasta llegar a los 50, donde empieza
la decadencia (importante volumen de población adulta, por lo que se trata de una
población envejecida) En este grupo, se observa un predominio del sector femenino,
debido a su mayor esperanza de vida y también se encuentran en esta franja los
resultados del babyboom del siglo anterior. Las consecuencias causados por la Guerra
Civil (1936-1939) tanto el número de víctimas, como exiliados, como los que dejaron de
nacer a causa de la guerra y la posguerra, queda reflejado en un estrechamiento muy
notable en los tramos de edad de los 80 años en adelante (es decir, aquellos participes y
testigos de la guerra) No obstante, hay que considerar que los combatientes de la Guerra
Civil están ya desapareciendo de la pirámide, puesto que hoy rondan los 80 años y la
mayoría ya han fallecido. En este grupo hay un entrante en las edades a partir de los 50
años, que afecta a los dos sexos y corresponde a los “no nacidos” durante la dictadura
de Franco. En resumen, esta pirámide de la población nos presenta una población
envejecida, propia de una sociedad desarrollada.

Hechos Históricos

En este grupo, los aspectos demográficos más significativos serían, primero, el aumento de
natalidad debido al llamado baby boom de las décadas sesenta y primeros setenta,
protagonizado por los nacidos entre 1957-1966 (47-57 años) Este fenómeno estuvo
motivado por el desarrollo económico de la década de 1960. Posteriormente, debido a la
extensión del modo de vida urbano (reducción tamaño de la familia) y la disminución en
la natalidad en las generaciones de la guerra y la posguerra, hacen que la población se
estanque, y disminuya.

El segundo aspecto demográfico a considerar en el grupo de población adulta es la


modificación de la base de la pirámide. A partir de 1977 (grupo de 25-29 años) la longitud
de las barras comienza a reducirse (disminución de la fecundidad acopañado de las
importantes transformaciones políticas, sociales y económicas que se producen en la
sociedad española a partir de 1975) El grupo de jóvenes (de 0 a 14 años) es muy
reducido; sólo contiene el 14,3% de la población española, debido a la continua
disminución de la fecundidad antes mencionada y cabe destacar el ligero incremento de
la natalidad, debido a la inmigración y a una ligera reactivación de la natalidad
española. Las causas de este envejecimiento de la población se encuentran en una
natalidad muy baja y en una esperanza de vida elevada. La primera se debe a los
cambios de mentalidad (transformación de las costumbres familiares, incorporación de la
mujer al mundo laboral, disponibilidad de medios anticonceptivos…), la crisis económica y
el desarrollo cultural (prolongación de los estudios...) y aumento del nivel de vida de la
población española desde mediados de los setenta, que traen una considerable
reducción de la fecundidad, una de las más reducidas de Europa. El aumento de la
esperanza de vida va ligado a los avances sanitarios y a las mejoras de las condiciones de
vida (alimentación…). El envejecimiento de la población, puede plantear problemas a
medio y largo plazo (pensiones, aspectos sanitarios y asistenciales, etc.)

En el futuro es previsible que la tasa de natalidad crezca durante unos años. debido a la
inmigración extranjera; sin embargo, en las décadas 2010-2020 decaerá, debido a la
llegada de la edad fértil de las mujeres nacidas en la época de mayor descenso natal
(1985-1995) La tasa de mortalidad crecerá hasta tasas medias debido al constante
envejecimiento de la población; de forma paralela, aumentara la esperanza de vida. El
crecimiento natural se volverá negativo en torno a 2020. Los movimientos migratorios,
aunque difíciles de prever, se espera que aumenten en el caso de las inmigraciones, y
que se estanquen en el caso de las emigraciones. Los hombres seguirán predominando
entre los jóvenes, y las mujeres entra las ancianas; la estructura de edad quedara
claramente envejecida y, en el ámbito económico, crecerá la tasa de actividad, y
aumentara la terciarizacion.

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