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fecha límite - ell de enero de 1993 - para el establecirnicnto dcl M{JE, el refuerzo
de las funciones del Parlamento Europeo y la adopción de nledidas dcfiniLivas
para lograr la Unión Económica y Monetaria (UEM).
El Tratado de la Unión Europea, suscrito en Maastricht en 1992, representa
un verdadero salto cualitativo en la integración europea. 2 Establece como objeti-
vos prioritarios la concreción de una unión económica, monetaria y política basada
en elllamado sistema de los tres pilares: economía, política exterior y de seguridad
común (PEse), y cooperación en asuntos de justicia e interior. Estos pilares se
diferencian no sólo por las materias que cubren, sino por el grado de cesión de
soberanía que se concede a los órganos supranacionales de la VE. 3
La transformación de la llE es, así, radical. No se trata ya solanlente de un
nlercado común de bienes; incluye, además de la libre circulación dc bienes, la de
los servicios, los capitales y las personas dentro de un espacio sin frontcras
interiores.
El presente trabajo revisa el estado actual dcl proceso de integración europea.
Sc divide en cuatro grandes apartados: el prirnero analiza la creación de un espacio
curopeo sin fronteras interiores y los obstáculos que ella enfrenta; el segundo,
describe y estudia el proceso para la futura ampliación de la lffi hacia el resto de
Europa; el tcrcero analiza el proceso de construcción de una unión económica y
monetaria que incluya a los países europeos y las vcntajas derivadas de ello; el
cuarto y últin10 apartado resume algunos dc los retos adicionales que enfrenta la
llE y que serán discutidos en la próxima Conferencia Intergubernamcntal de
Turín, la cual revisará el Tratado de Maastricht. Las conclusiones subrayan la
importancia de los logros alcanzados y la neccsidad de profundizarlos y anlpliarlos
al resto de Europa.
2 Puede ser consultado en Tratado de la Unión Europea y tratados constitutivos de las COl1lllnidadcs
Europeas, Madrid, Tccnos (Biblioteca de textos legales, núm. 149), 1994, tcrcera edición, 584
pp. Dicha obra reproduce, actualizados, los instrumentos jurídicos básicos del proceso de integra-
ción europca. La conlpilación es de Arélceli Mangas Mélrtín, quien es Lambién responsable del
prólogo, las notas e índices (N. del E.).
3 En nlaLeria econónlica, predonlÍnan las competencias comunitarias, sobre Lodo con respecto él la
política comercial cOlllún. En lo que Loca a política exLerior y dc seguridad común, la PEse implica
que, por prinlera vez, esos Lemas son parLe dcl csquemél formal dc integración, a(l11 cuando
operativanlente siguen siendo un ámbito de cooperación illlergubernanlenlal, conlO Jo es también
la coopcración en asunLos de justicia c inLerior, con exccpci6n de la política dc fronteras exteriores,
que pasa a ser un campo de cOlnpetencia comunitaria. Véase el Tratado de Maastricht en [bid.,
pp. 35-58.
l~evista Mexicana de j:Jolilica Exterior 11
El Libro blanco de 1985 incluía una lista de 282 medidas necesarias para lograr la
realización dc un mercado europeo plenamente integrado; la estrategia consistía
en eliminar tres tipos de barreras que impedían la libre circulación de las mercan-
cías y los servicios: barreras físicas, barreras técnicas y barreras fiscales. 4
" No todas léJS directivas de las 282 previstas en el Libro blanco estaban en vigor elide enero de
1993. Para entonces, se habían aprobado 264. Sólo 18 no se habían réltificado, la mayoría de ellas
relativas al derecho de sociedades, a temas fiscales ya la propiedad intelectual.
S El alcance de este logro puede nledirse si repasamos la anlplísinla ganHI de controles y tránlites
que se han suprinlido: antes dc 1993, las nlcrcancías se tenían que controlar para recaudar el
inlpuesto sobre el valor agregado (IVA) o los derechos de aduana. Además, se efectuaban controles
veterinarios sohre aninlales y productos éllimenticios, se registraban las nlercancías con fines
estadísticos y se inspeccionaban las licencias de importación restringida de deternlinados produc-
tos. Todas estas restricciones, que se veían cristalizadas en la existencia de decenas de documentos
exigidos en las fronteras, fueron abolidas gradualnlente. Conlo otréls b(}rreras físicas que desapa-
recieron, y que suponen costos reales en tiempo y dinero, lél desaparición de las barreras descritas
permitió a las empresas comunitélrias un ahorro anuéll cercano él los 9 300 nlillones de ccus.
6 Dicha tasa tiene una duración de cuatro (lños ya que se tréltél de un régimen transitorio que asegura
la aproxirnación de las tasas dellVA. Las actuélles tasas permanecerán en vigor hasta finales de 1996,
monlento en que se revisarán. Este logro es tanto más notable ya que se sitúa en un área en que
las decisiones del Consejo Europeo deben ser unánimes.
7 Los Estados nliembros acordaron aceptar, siempre que fuera posible, las normas y estándares
vigentes en los demás como equivalentes él SlIS propias normas. La idea consistía en que las medidas
legales y reglamentarias fuerml de un nivel suficientemente alto en toda la UE C0010 para que léls
que estuvieran en vigor en un Estéldo nliembro fueran aceptadas por los otros 14.
12 1-lacia una nUeva Europa
8 Este sector es el que nlás personas emplea en todos los países de la UE (aproxinladamente 60 %
del total de empleos). Adenlás, su contribución al bienestar econónlico, expresada en un porcen-
tilje del producto nacional bruto (PNB), es de 62 %; muy superior él 35 % que representa el sector
industrial o a 3 % de la agricultura.
9 Por ello, las redes transcuropeas (RTE) se hiln convertido en un proceso irrcversible, impulsado
en la Cumbre de Essen, cn 1994. El gasto previsto para la realización de grandes proyectos, hasta
el año 2000, se acerca a los 600 000 millones de ccus. Si bien una huena parte de las RIE de energía
y telecomunicaciones deberían poder financiarse con fondos privados, los proycctos de transporte
público, tanto de la UE como en Europa Central y Oriental, precisan el apoyo de asociaciones entre
el sector público y el privado. Todo análisis de los costos de estos proyectos debe considerar no
sólo los beneficios puramente econ6micos de las RTE sino, tanlbién, los beneficios generales que la
integración europea resultante generará a largo plazo y en términos sociales.
Revista Mexicana de Po/itica Exterior 13
Las normas del MUE rigen, en la actualidad, en casi toda Europa Occidental. En
virtud del acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo (EEE), entre la UE y la
Asociación Europea de Libre Comercio (AELC),13 el MUE está en vigor en la casi
totalidad de Europa Occidental. En el futuro inmediato, la preparación para la
adhesión a la DE de los países de Europa Central y Oriental, H dará lugar a
la ampliación del MUE hacia esa subregión europea para conformar, aSÍ, un
espacio económico análogo al que se desarrolló con los países de la AELC,
previamente a su adhesión. El MUE constituye, por lo tanto, el centro de las nuevas
reglas de juego del nlercado europeo en su conjunto.
Con la eliminación de la lnayor parte de las b~rreras físicas y técnicas al
comercio entre los Estados miembros, hoy no existen, prácticamente, obstáculos
importantes para la libre circulación de mercancías, servicios y capitales dentro
de la UE y, aunque persisten sólo ciertas barreras fiscales, también están en etapa
de arnlonización.
El MUE es un proceso. Como tal, implica la constante adaptación de los agentes
económicos a las nuevas condiciones legislativas y de mercado, y a la efectiva
aplicación de la legislación comunitaria por parte de los Estados miembros. 15 Si
bien es cierto que el mercado sin fronteras funciona en una gran medida, todavía
subsisten algunos problemas parciales: el desmantelanliento completo de los
controles fronterizos sobre los ciudadanos de la UE; retrasos en la adaptación de
las medidas comunitarias a las legislaciones nacionales en materia de propiedad
intelectual, apertura de las contrataciones públicas a la libre competencia, entre
otros. Estas dificultades determinan algunas veces una aplicación imperfecta
del MUE.
En consecuencia, en el corto plazo, la consolidación del MUE requiere garan-
tizar la calidad de la aplicación comunitaria en sectores claves como las telecomu-
nicaciones y la energía, y promover un entorno nlás eficiente para las empresas
con la apcrtura del camino hacia la sociedad de la información a través dcl
desarrollo de un marco regulatorio que propicie los flujos intracomunitarios.
Inicialmente, los beneficios del MUE fueron evaluados quizá de n1anera den1a-
siado optimista. 16 A nivel macroeconómico, como consecuencia del MUE, durante
las prin1eras etapas del proceso se han observado una reestructuración clllpresa-
dal y un aumento en las tasas de desempleo que se han acompañado del cierre de
las cnlpresas menos eficientes. Esta situación interna ha influido en el crecimiento
comunitario. 17 Además, siguen habiendo amplias diferencias en los niveles de
desarrollo de los Estados miembros, sobre todo, en el ámbito interno: ninguna
región en Grecia y Portugal (y sólo una en España), alcanzó el promedio del
producto interno bru to (PIB) per capita en 1994-1995.
16 Ellnfornle Cecchini calculó los costos de oportunidad de los beneficios desaprovechados por
los europeos debido él la falta de unificación de sus mercados. Dicho infornle calculó que un
mercado único produciría una lista inlpresionante de beneficios, como un crecimiento econónlico
adicional medio de 4.5 dell'Jll comunitario, un enfriamiento de 1(1 economía europea por el cual
los precios al consumidor disnlinuirían en promedio 6.1 %, Y una inyección de 1.8 millones de
empleos en el nlercado comunitario. Estas previsiones pecaban, probablemente, de un gran
optimismo. Existen otros céÍlculos, menos optinlistas, que sitúan el crecimiento adicional inducido
por el MUE en 2 %. Es indudable que los prinlcros estudios sobre los beneficios no tuvieron en
cuenta, o pasaron por alto, los obstáculos políticos -y los inevitables retrasos corrcspondientes-
a la ejecución del programa. A pesar de que los beneficios esperados no corresponden él las cifras
defendidas por el informe antes citado, existe un consenso general de que la realización del
mercado interno trajo consigo sensibles efectos positivos sobre la economía, los cuales se traducirán
en un aumento de la conlpetitividad europea frente al resto del mundo. Algunos beneficios se han
concretado; por ejemplo, el impulso suplementario al comercio intraconlunitario que ya, en 1993,
aunlentó hasta 60 % (53 %, en 1985).
17 Mientras en 1993 el PIU de la lJE decreció en 0.3 %, en 1994 se manifesLó una recuperación del
crecinliento ccon6nlico de 2.1 (Yo. Esta tendencia se consolidó, en 1995, con un crecimiento menor
de lo esperado (2.5 %).
16 llacia una nueva Europa
Quizá el paso más importante para los próximos años sería la adopción de un
Estatuto dc la Sociedad Europea. Adelnás del potencial de ahorro de costos que
ello implicaría, la integración se vería nuevamente estimulada ya que las empresas,
grandes y pequeñas, verían su expansión facilitada en el resto de Europa. De
hecho, el mercado interior seguirá inconcluso mientras las empresas europeas no
puedan operar a través de toda la DE de un modo más eficiente y flexible.
El Estatuto de la Socicdad Europea es una necesidad debido a que cada vez
más empresas adoptan una perspectiva paneuropea en sus estrategias, estructuras
y enfoques de mercado. Quieren mejorar las economías de escala, aumentar
su flexibilidad y acelerar su capacidad de aprovechamiento de las nuevas po-
sibilidades del mercado interior. Dicho estatuto significaría, en función de la
dimensión y el número dc operaciones dc cada empresa, un ahorro sustancial
para las empresas europeas. Algunas estimaciones cifran el potencial total de
ahorro en 30 000 millones de ecus al año. Claro está que un nuevo estatuto de la
empresa debe ir acompañado de mayores avances en la legislación fiscal y social
de la {lE.
con un abismo cada vcz más profundo entre ncaudalados e indigentes, entrc trabnjndores y
desenlpleados."
19 Las mujeres europeas han resuitndo las más afectadas: en promedio, el índice de desernpleo para
las mujeres es de 12'.5 % (9.5 % para los hombres).
20 En 1994, Alemania había experimentado un crecimiento relativanlente vigoroso con 2.9 % del
PIB, debido a una progresión sostenida de las exportaciones y de la inversión, en particular, en la
industria de la construcción. A pesar de esto, el crecimiento empezó a frenarse durante el segundo
semestre de 1995, hasta provocar una disminución de la lasa de crecimiento que, para finales del
misnlo año, se situó en un frági12 %, un resultado ampliamente inferior él las estinlaciones iniciales.
Para 1996, se estima un crecimiento de 1.7 % del PIB.
2J Según la Oficina Fcderal del Trabajo de Nuremberg, en febrero de 1996 el desempleo golpeaba
a 4 270 000 alemanes.
18 Hacia una nueva Europa
El apoyo que ha prestado la VE a los países de Europa del Este ha sido crucial.
Además de la ayuda misma, este apoyo ha tenido un doble objetivo: garantizar la
cohesión política y la seguridad en toda Europa, y consolidar, a través de una
readecuación geográfica, la tendencia expansiva de las economías europeas. De
hecho, la UE da por descontada la futura incorporación de dichos países al
esquema comunitario.
La ampliación incorporará dos grupos de países: primero, los países de Europa
Central y Oriental (PECO),22 además de Chipre y Malta; después, los tres Estados
bá1ticos,23 además de Eslovenia. Con la adhesión de los seis PECO, la UE experi-
mentará un incremento de 27 % en su población; pasará de 368 millones de
habitantes a 466 millones. La VE ampliada extenderá el alcance del MUE; tanto
los PECO como los países bálticos se beneficiarán de sus libertades de circulación
de bienes y servicios, capitales y, en el futuro, de personas.
El proceso de ampliación de la UE conllevará costos iniciales, principalmente
para los actuales Estados miembros. Algunos especialistas calculan que el Pffi
comunitario crecerá sólo 2.7 (JIo Y que el PIn per capita de la UE podría bajar, de
19 685 dólares en la actualidad, hasta 16 063 dólares en el primer periodo de la
adhesión. Sin embargo, los beneficios en el mediano y largo plazos serán mayores.
En ténninos de comercio exterior, por ejemplo, con 1 500 millones de dólares
(MDD) tanto en exportaciones conlO en importaciones, la UE ampliada a los PECO
doblaría los montos registrados por el TLC en su configuración actua1. 2'¡
El inicio de la ampliación de la VE
26 El cual debe coincidir con el inicio de las negociaciones con Chipre y Malta, fijadas ya para
COnlenZétr seis meses después de haber concluido la Conferencia lntergubernamental de TurCn.
Como se prevé que dicha conferencia acabe "en el segundo semestre de 1997", todas las negocia-
ciones podrán empezar en 1998.
21 La integración a la UE de países con fuertes sectores agropecuarios en sus economías podría
tener efectos negativos para la política agrícola de la UE, debido a los excedentes de producción.
Para evitar efectos negativos de la liberalización comercial sobre la PAC, la VE prevé la aplica-
ción, para algunos "productos sensibles" provenientes de los PECO, de etapas de transición que
pueden alcanzar hasta 10 años.
22 1-lacia una nueva I~uropa
A pesar del enornle esfuerzo integrador en curso, aún perduran obstáculos es-
tructurales. En prinler lugar, como los países de Europa del Este no poseen
todavía una economía de nlcrcado muy desarrollada, la competencia en el interior
de las fronteras comunitarias crecerá, sobre todo en el sector agrícola, debido a los
excedentes de producción, lo que podría provocar una nueva reforma de la PACo
En segundo lugar, dado que dichos países cuentan con una mano de obra más
barata, los costos de producción son menores; por lo tanto, representan una seria
amenaza para los proveedores de bienes y servicios de los actuales miembros de
la UE. 28 En tercer lugar, las fuertes diferencias en el desarrollo regional existentes
entre los actuales miembros de la VE y los PECO obligarán a las autoridades
europeas a rediseñar los llamados fondos estructurales. 29
28 Aunque, él mediano plazo, este factor puede convertirse en una ventaja para los capitales
europeos que quieran instalar plantas de producción en dichos países, ya que entonces se benefi-
ciarían de menores costos de producción.
29 Destinados a pronlover el desarrollo de las regiones atrasadas en cada uno de los Estados
miembros, es decir, aquéllas en las cuales el PIB per capila es inferior a 75 % del promedio de la UE
(N. del E.).
Revista Mexicana de j:>olítica Exterior 23
30A pesar de que los Acuerdos Europeos otorgan un trato preferencial a productos como lácteos,
cereales y carne de vacuno, la UE ha reiterado que los productos agrícolas, en particular aquéllos
protegidos por la PAC, estén excluidos en esta etapa de libre comercio. En el caso de ciertos
productos industriales, la Comisión Europea se ha reservado el derecho de proteger él Jos produc-
tores comunitarios si llegaran a sentirse amenazados por los productores de los países de Europa
del Este.
24 Hacia una 11lleva Europa
Hacia la UEM
34 Jacques Santer, actual presidente de la Comisión Europea, ha afirmado que "nada nlás que las
turbulencias monetarias de 1995 hicieron que el crecimiento cayera de 0.25 a 0.50 puntos". Esta
carda es atribuible tanto a las fluctuaciones del dólar como a la de las monedas europeas.
35 Artículo B, Título 1, del T'ratéldo de la UE, en Tratado de la Unión Europea y tratados constituti-
VOS ••• , p. 40.
Revista Mexicana de Politica ~'xterior 27
36 El nombre específico euro se utilizará en lugar del tcnnino genérico eCll utilizado por ell'ratado
de la VE para referirse a la unidad lnonetaria europea.
37 Inicialmente no existirán billctes ni monedas curo. Los únicos billetes y monedas que tendrán
curso legal seguirán sicndo los billetes y las monedas nClcionales de los Estados miembros. Esto
quiere decir que, desde 1999 hasta el CIño 2002, los pagos en efectivo se realizarán en unidades
nacionales, mediante billetcs y nloncdas. Sin embargo, cl euro existirá para todos los efectos como
dinero bancario, es decir, como unidad de denominación posible para las operaciones bancarias.
Por ejemplo, el llaneo Central Europeo (acE) realizará sus operacioncs monetarias con la banca
comercial en euro, y en los mercados de canlbio, la moneda curopea cotizará frente al dólar y al
yen, por lo quc desClparecerán las cotizaciones de las monedas nacionales frente a esas terceras
monedas. Hecho inlportante es que los bancos podrán negociar la deuda pública en euros a partir
del 1 de enero de 1999. Los mercados de deuda pública podrán operar en euros; posteriormente,
pero de forma progresiva, lo podrán hacer los restantes nlereados de título y la bolsa.
28 Hacia una nueva Europa
38 Se prevé que las grandes empresas cambien rápidamente sus cuentas bancarias a euros, mientras
que los particulares y pequeños depositantes lo hagan a un ritmo más lento.
39 A partir de la fecha de la puesta en circulación de billetes y monedas en euro, las operaciones
de las respectivas administraciones públicas deberán realizarse en la moneda única.
40 Lo anterior se ha traducido en compromisos como el de que, una vez alcanzada la moneda única,
el déficit deberá mantenerse por debajo de 3 % del PIB en circunstancias normales. Quienes no
cumplan se harán acreedores a sanciones.
Revista Mexicana de ]Jolilica Exterior 29
41Por ejemplo, en 1980 se inició la lucha contra la inflación; hoy, ésta se encuentra en un índice
nledio de 3 %, muy por debajo del promedio histórico, por lo que el resultado es muy positivo.
30 I-Iacia una nueva Europa
dos frentes: la deuda pública, que nlantiene un alto nivel de déficit, y las elevadas
tasas de interés a largo plazo. 42
Otro tipo de problenla vinculado con la introducción del euro se relaciona con
las inquietudes que la misma despierta en los banqueros europeos. A corto plazo,
ello puede generar trastornos en la actividad bancaria tradicional. Los banqueros
estiman que los cambios serán onerosos debido al aumento de la complejidad de
las operaciones, la necesidad de modificar los sistemas informáticos y los sistemas
de distribución automáticos.'13 Estudios realizados por la Comisión Europea,
además de los realizados por el sector bancario, han puesto de manifiesto un hecho
evidente e irrefutable: el sector bancario soportará gastos y afrontará problemas
en un grado superior que el resto del mercado. A estos gastos deben añadirse los
beneficios no percibidos por la conversión de las divisas. 44 Sin embargo, el nervio-
sismo de los banqueros se debe más al hecho de que la transición hacia la moneda
única inlplica una importante in.versión de carácter político en la cual las reglas
del juego no están enteramente definidas. El mundo financiero va aún más lejos
en sus interrogantes y preguntas sobre si el fisco estará preparado para el inicio
de esa transición y si habrá adaptado su colecta de impuestos en moneda única
para enero de 1999, además de otras cuestiones vinculadas. A pesar de este tipo
de problemas, resulta claro que, para el año 2002, la existencia de una moneda
única invertirá el clima de falta de confianza de los inversionistas y los consumi-
dores que actuahnente afecta a la economía europea y a su mercado de consumo.
A menos de tres años del inicio de la tercera fase de la UEM, la VE enfrenta una
agenda cargada de ilusiones y, a la vez, de difíciles retos como los antes tratados.
Uno de estos retos, no el nlenor, es conseguir que cada uno de los ciudadanos
europeos conozca y acepte la moneda que un día utilizará en su vida diaria. El
ciudadano identifica su moneda nacional con la nación a la que pertenece, incluso
cuando no se es consciente de que el concepto de moneda incluye el de numerario
de forma de pago y de intercambio, y el de reserva de valor. El ciudadano común
Adenlás, dos tercios de los Estados mienlbros de la VE poseen una innación inferior a 3 %, lo que
significa que Europa se encuentra en ulla fase muy cercana a una situación de estabilidad de precios.
Por su parte, el déficit público conlunitario dcscendió de 6 %, en 1993, ti 4.5 % dos años después.
En 1996, seis o siete países cstanin por debajo de 3 %.
42 La Comisión Europea cree que los países miembros pueden seguir el ejenlplo de la disciplina
interna irlandesa quc, de 1986 a 1990, hizo bajar el déficit público en 8.5 puntos, al mismo tiempo
que lograba un crecinliento medio de 6.5 % del PIH y reducía en 3.5 % el índice del desempleo.
43 Por ejemplo, el presidente de la Asociación de Bancos Delgas afirma que el nen'iosismo se debe
al hecho de que nadie se da cuentll del verdadero impacto que causcuá en el sector bancario el paso
a la nloneda única: cargas suplementarias; una inversión de más de 345 MDD, s610 en Bélgica, en
informática; pérdidas de beneficios ligadas a las operaciones de cambio; y, sobre todo, la desapa-
rición de Jacto del mercado de obligaciones en moneda nacional.
44 Estimados eot're 20 000 Y25 000 nlillones de ecus, el equivalente él 0.3 Y 0.4 % del PIB de la lJE.
Revista Mexicana de l~olílic(J ~xteJior 31
sabe, o por lo menos intuye, que el privilegio de acuñar una moneda constituye
uno de los atributos de la independencia de su país; con mayor motivo cuando el
nonlbre de la moneda está estrechamente vinculado, conlO en la mayoría de los
casos, a su historia. Por lo tanto, la aceptación de la creación de la moneda única
es percibida como una pérdida parcial de identidad y ahandono de soberanía,
compensados por una, contribución significativa y consciente a la construcción
europea.
Sin embargo, dado que el ciudadano común tenderá a sentirse perjudicado e
importunado, al menos al principio, por la~ dificultades prácticas inherentes a la
transición, deberá informársele adecuadamente de las ventajas que obtendrá con
la UEM y, en particular, con la instauración de la moneda única. Sondeos recientes
muestran que una mayoría de 54 % de los ciudadanos europeos se pronuncia en
favor del euro; sin embargo, según las mismas encuestas, cerca de 91 % de los
ciudadanos del viejo continente esperan más y mejor información sobre lo que
significará, en su vida cotidiana, la moneda única.
Algunos ciudadanos son conscientes de que la supresión de las operaciones de
cambio entre los países que adopten la moneda única constituirá una ventaja,
especialmente por lo que se refiere al turismo. En relación con las operaciones de
cambio de los particulares, esta ventaja puede ya evaluarse en 4 %.45 Sin embargo,
dado que la puesta en circulación del euro será una operación sin precedentes en
la historia europea, la opinión pública debe ser preparada lninuciosamente, con
claridad y perseverancia. Como saben los líderes dc opinión europeos, los países
de Europa no pueden inlponer el euro a la fuerza; deben convencer a sus
ciudadanos de la necesidad de la moneda única y ganar su apoyo.
46 En cl artículo 3. B del tratado constitutivo de la CE se señala que: CIEn los ámbitos que no sean
de su conlpetencia exclusiva, la Conlunidad [Europea] intervendrá conforme al principio dc sub-
sidiariedad, s610 en la medida en que los objetivos de la acción no puedan ser alcanzados de manera
suficiente por los Estados miembros, y, por consiguiente, puedan lograrse mejor, debido él la
dimensión o los efectos de la acción contemplada, a nivel comunitario". Véase Tratado de la Unión
Europea y tratados constitutivos... , p. 166 (N. del E.).
Revista Me.xicana de Política fulerior 33
En junio de 1995, el Consejo Europeo acogió con gran interés el Inforlne del
Grupo de Reflexión, presidido por Carlos Westendorp, que había solicitado con
el objeto de preparar la Conferencia Intergubernamental. Los 15 mandatarios
europeos han considerado que las orientaciones generaies contenidas en el infor-
me de Messina representan una buena base para dar inicio él los trabajos de la
conferencia; también, han hecho suyos los objetivos identificados por el Grupo de
Reflexión: acercar la construcción europea al ciudadano y reforzar su legitimidad
democrática; mejorar el funcionamiento de la UE, de conformidad con las nece-
sidades de una UE ampliada; reforzar la capacidad de acción de la UE para
desarrollar la PESe; y profundizar la cooperación, en todas sus formas, en el ámbito
de la justicia y de asuntos de interior.
La Conferencia lntergubernamental examinará y revisará las disposiciones del
Tratado de la Unión para lograr esos objetivos. Se prevé que sus trabajos se
prolonguen por un año. 47 El Parlamento Europeo estará estrechamente asociado
a los trabajos de la conferencia, de manera que pueda ser informado en forma
regular y detallada del desarrollo de las discusiones, y que pueda dar su punto de
vista, siempre que lo estinle útil, sobre todas las cuestiones que se debatan.
Además, los países europeos que son candidatos a la adhesión a la UE serán
informados regularmente del desarrollo de las deliberaciones y podrán exponer
sus puntos de vista en ocasión de las reuniones con la presidencia de la nlisma.
47 La conferencia mantendrá reuniones regulares (en principio, una vez por mes) él nivel de minis-
tros de Asuntos Exteriores. Los nlinistros tendrán la responsabilidad general del conjunto de los
trabajos que serán preparados por un grupo compuesto por representantes de los ministros de
Asuntos Exteriores y del presidente de la Comisión Europea. lA conferencia durará un año o un
poco más; es probable que acabe en el segundo semestre de 1997.
34 I-Iacia una nueva Europa
48 Muchos estinHln que la UEO debe perfilarse como el órgano principal del sistema de seguridad
36 Hacia una nueva Europa
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Sin duda, la tendencia actual es dotar a la PESC de los medios necesarios para
funcionar mejor: la propuesta de convertir a la VEO en el órgano principal de
seguridad de la VE, la creación, en 1991, del cuerpo de defensa EUROCORPS,49
considerado como el precursor de un futuro cjército europeo y la propuesta de
una nueva autoridad en materia de política exterior y seguridad común son, entre
otros elementos, ejemplo de ello. so
Conclusiones
de la UE, a pesar de que está integrada no sólo por Estados miembros de la UE, sino tanlbién por
países no miembros como Islandia, Noruega, Turquía, los tres países Bálticos y, adenlás, los PECO
conlO países asociados. Aunque el fortalecimiento de la UEO ha despertado tenlores en la OTAN,
los europeos reiteran que debe desarrollarse y convertirse en el "pilar" europeo de la Alianza
Atlántica y del vínculo transatlántico. Quizá la opción más acertada consista en una integración
gradual de la UEO en la HE. Esto podría alcanzarse fomentando la convergencia UE/UEO mediante
un compronliso de la segunda para actuar como órgano ejecutivo de la primera en cuestiones
operativas y nlilitares, o a través de una serie de etapas que conduzcan a una fusión completa
uE/UEO.
49 Integrado actualmente por 50000 soldados alemanes, franceses, belgas y españoles.
50 Muchos piensan qu~ se debería estudiar el modo de alentar el desarrollo de capacidades
opcrativas europeas, de promovcr una cooperación europea nlás estrecha en nlateria de armamen-
to y de garantizar una mayor coherencia de la acción en el ánlbito rnilitar con los aspectos políticos,
econónlicos o humanitarios de la gestión europea de crisis. Para cunlplir con estos objetivos
estratégicos, países como Alemania y Francia han propuesto que la PEse debe estar dirigida por
una autoridad capaz de representar a la UE en la esfcra internacional. Aunque el Grupo de
H.eflexión de la Conferencia Intergubernamental ha avalado la creación de MOflsiellr PEse, la
Conlisión Europea no está a favor ya que ello implicaría la creación de una nueva institución. En
todo caso, esta conlisión preferiría que se reforzara la intcrrelación entre las presidencias del
Consejo y del ejecutivo comunitario a través de la creación dc una célula de análisis y de prevención
de con nictos.
Revista Mexicana de ]Jolítica Exterior 37