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UNIVERSIDAD NACIONAL

“TORIBIO RODRÍGUEZ DE
MENDOZA”

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

ESCUELA PROFESIONAL DE TECNOLOGÍA MÉDICA-


TERAPIA FISICA Y REHABILITACIÓN

EXPERIENCIA CURRICULAR: TERAPIA FÍSICA PEDIÁTRICA

TEMA: ABORDAJES INTEGRALES, O PROGRAMAS QUE PUEDE TRABAJAR


EL PACIENTE ATETOIDE Y ATÁXICO (PCI)

ESTUDIANTE: YOVANITH REQUEJO CASTREJON

DOCENTE : LIC. TM. MARIA DEL CARMEN RIVAS CORONEL

CICLO : VIII

CHACHAPOYAS-PERÚ

2018
INTRODUCCIÓN

El retraso mental, llamado también retardo mental, abarca un amplio grupo de pacientes
cuyas limitaciones en la personalidad se deben, esencialmente, a que su capacidad
intelectual no se desarrolla lo suficiente para hacer frente a las necesidades del ambiente
y poder, así, establecer una existencia social independiente.

Fundamentalmente es un compromiso con el desarrollo del cerebro, de una enfermedad


o de una lesión cerebral que se produce durante o inmediatamente después del nacimiento,
o es la consecuencia de un déficit en la maduración debido a que los estímulos
ambientales provenientes de fuentes familiares, sociales o culturales han sido
insuficientes para estimularla. Se muestra como una incapacidad o limitación, tanto
psíquica como social, y generalmente es descubierta en la infancia.

El retraso mental puede acompañarse de cualquier otro trastorno somático o mental. De


hecho, los pacientes afectados de un retardo mental pueden padecer todo el espectro de
trastornos mentales, siendo la prevalencia de éstos al menos tres o cuatro veces mayor
que en la población general. Es importante remarcar, además, que los retrasados mentales
tienen mayor riesgo de sufrir explotación o abuso físico y sexual
ALTERACIONES INTELECTUALES O RETRASO MENTAL

CONCEPTO DE RETRASO MENTAL


El retardo mental (también conocido como retraso mental o deficiencia mental) es una
afección que se diagnostica antes de los 18 años de edad y supone que el individuo que
lo padece presenta un funcionamiento intelectual que se ubica por debajo del promedio.

El retraso mental es un trastorno definido por la presencia de un desarrollo mental


incompleto o detenido, caracterizado principalmente por el deterioro de las funciones
concretas de cada época del desarrollo y que contribuyen al nivel global de la inteligencia,
tales como las funciones cognoscitivas, las del lenguaje, las motrices y la socialización.

CAUSAS DE RETRASO MENTAL

Las causas genéticas incluyen el síndrome de down, que es consecuencia de poseer un


cromosoma 21 adicional, y el síndrome de X frágil, resultado de tener un cromosoma X
anómalo. Las enfermedades metabólicas son problemas de la degradación o eliminación
de algunas sustancias químicas del cuerpo. Por ejemplo, la fenilcetonuria que es una
enfermedad metabólica que origina lesión cerebral y retraso mental a menos que se
modifique la dieta para limitar el consumo de una sustancia que se llama fenilalanina.

Durante el embarazo las infecciones aumentan el riesgo de dar a luz a un bebe con R.M.
El virus de la rubéola provoca dicho retraso. El consumo de alcohol puede ser causa de
trastorno de espectro de alcoholismo fetal, presentando una serie de problemas físicos y
retraso mental. El consumo de drogas también es causa de retraso mental. Otras causas
de retraso mental son lesiones en el cerebro después del nacimiento, falta de oxígeno al
cerebro, traumatismo físico, desnutrición, etc.

Las causas de la discapacidad intelectual son múltiples: desde enfermedades genéticas


hasta las alteraciones de origen ambiental. Actualmente, la causa de la discapacidad
intelectual se considera una interacción entre cuatro categorías de factores de riesgo:
biomédico, social, conductual y educativo; que interactúan a lo largo de la vida del sujeto
y entre generaciones de padres a hijos.

Algunos ejemplos de estas causas o factores de riesgo son:


Causas antes del parto (prenatal)

 A nivel biomédico: trastornos cromosómicos, trastornos asociados a un único


gen, síndromes, enfermedades maternas o la edad de los padres.
 A nivel social: malnutrición materna, violencia doméstica, falta de acceso a
cuidados parentales o pobreza.
 A nivel conductual: consumo de drogas, alcohol y tabaco de los padres e
inmadurez parental.
 A nivel educativo: discapacidad cognitiva de los padres o falta de preparación
para la paternidad.

Causas durante el parto (perinatal)

 A nivel biomédico: prematuridad en el parto, lesiones en el nacimiento o


trastornos en el neonato.
 A nivel social: falta de cuidados parentales.
 A nivel conductual: rechazo por parte de los padres o abandono del hijo.
 A nivel educativo: falta de derivación hacia servicios de intervención tras el alta
médica.

Causas tras el parto (posnatal)

 A nivel biomédico: traumatismo o lesiones craneoencefálicas, malnutrición,


meningoencefalitis, trastornos epilépticos o trastornos degenerativos.
 A nivel social: una interacción pobre entre el niño y su cuidador/a, falta de
estimulación adecuada, pobreza familiar, enfermedad crónica en la familia o
institucionalización.
 A nivel conductual: maltrato y abandono, violencia doméstica, medidas
inadecuadas de seguridad, deprivación social (aislamiento) o conductas
problemáticas del niño.
 A nivel educativo: déficits en la crianza, diagnóstico tardío, servicios de atención
temprana inadecuados, servicios de educación especial inadecuados o apoyo
familiar inadecuado.

A pesar del conocimiento que hay actualmente, de los avances médicos y los esfuerzos
por favorecer una detección lo más precoz posible, lo cierto es que, en muchos de los
casos, las causas concretas de la discapacidad intelectual son desconocidas.
GRADOS DE RETARDO MENTAL

El déficit en la función intelectual es considerado como su principal característica. Se


toma en cuenta el cociente intelectual (C.I.) para clasificar los grados de retardo. Aquél
debe determinarse mediante la aplicación individual de pruebas de inteligencia
estandarizadas y adaptadas a la cultura de la población de la cual es miembro el sujeto.
Las escalas de madurez social y de adaptación aportan una información complementaria,
siempre y cuando estén adaptadas al medio cultural del paciente, debiendo completarse
con entrevistas a los padres o a las personas que cuidan al enfermo y que conocen su
discapacidad para la actividad cotidiana. Sin la aplicación de métodos estandarizados, el
diagnóstico del retardo mental debe ser considerado como provisional. El carácter
pluridimensional de éste se refleja también en los diversos enfoques utilizados para
clasificar esta enfermedad. Esencialmente, todos ellos se refieren a las características del
desarrollo del paciente, a su potencial de educación y entrenamiento, y a su adecuación
social y vocacional. Los grados o niveles de retraso son clasificados por la CIE-10 de la
forma siguiente:

 F70 Retraso mental leve (50 a 69 de C.I.)


 F71 Retraso mental moderado (del 35 a 49 de C.I.)
 F72 Retraso mental grave (del 20 a 34 de C.I.)
 F73 Retraso mental profundo (menos de 20 de C.I.)
 F78 Otro retraso mental
 F79 Retraso mental sin especificación

CLASIFICACIÓN

F70 RETRASO MENTAL LEVE: Llamado también debilidad mental, subnormalidad


mental leve, oligofrenia leve, morón. Se considera que un cociente intelectual (C.I) de 50
a 69 corresponde a un retraso mental leve.

Son pacientes que adquieren tarde el lenguaje, aunque son capaces de mantener una
conversación y, por lo tanto, de expresarse en la vida cotidiana. Una gran parte llega a
alcanzar una independencia para el cuidado de su persona (comer, lavarse, vestirse y
controlar los esfínteres). Las mayores dificultades se presentan en las actividades
escolares, sobre todo en la lectura y la escritura. Pueden desempeñarse en labores
prácticas, más frecuentemente en trabajos manuales semicualificados.

Cuando el retraso va acompañado de una falta de madurez emocional o social destacadas,


pueden presentarse dificultades para hacer frente a las demandas del matrimonio o la
educación de los hijos, así como en la adaptación a la cultura.

F71 RETRASO MENTAL MODERADO: Llamado también imbecilidad,


subnormalidad mental moderada u oligofrenia moderada. Los pacientes con retraso
mental moderado muestran una lentitud en el desarrollo de la comprensión y el uso del
lenguaje, teniendo en esta área un dominio limitado. Los avances escolares son limitados,
y aprenden sólo lo elemental para la lectura escritura y cálculo. Tienen dificultad para su
cuidado personal. Sus funciones motrices son pobres, y necesitan de una supervisión
permanente. Se considera que un cociente intelectual (C.I.) comprendido entre 35 y 49,
corresponde al retraso mental moderado. En el trabajo desarrollan labores prácticas y
sencillas, siempre y cuando estén detalladamente estructuradas y se les supervise de modo
adecuado. De adultos es difícil que desarrollen una vida social completamente
independiente; sin embargo, muchos de ellos son físicamente activos, con total capacidad
de movimientos. El nivel de desarrollo del lenguaje varía, desde la capacidad para tomar
parte en una conversación sencilla, hasta la adquisición de un lenguaje sólo para lo
cotidiano. Existen pacientes que nunca aprenden a hacer uso del lenguaje y utilizan la
gesticulación manual para compensar la carencia verbal. En la mayoría se detecta una
etiología orgánica. Son frecuentes el autismo, o trastornos del desarrollo, así como
también la epilepsia, los déficit neurológicos y las alteraciones somáticas.

F72 RETRASO MENTAL GRAVE: Llamado también subnormalidad mental grave u


oligofrenia grave. Se considera que un cociente intelectual (C.I.) entre 20 y 34,
corresponde a retraso mental grave.

El paciente con retraso mental grave presenta un cuadro clínico mucho más severo que el
anterior; básicamente, su etiología es orgánica, asociada a otros trastornos con escaso o
nulo nivel del desarrollo del lenguaje, necesitándose, generalmente, de una anamnesis
indirecta. La gran mayoría de los pacientes presenta marcado déficit motor, o la presencia
de otras carencias que dan evidencia clínica de un daño o anormalidad del desarrollo del
Sistema Nervioso Central.

F73 RETRASO MENTAL PROFUNDO: Llamado también idiotez, subanormalidad


profunda u oligofrenia profunda. Se considera que el C.I., es inferior a 20.

Los pacientes de este grupo poseen muy limitada capacidad para cuidar sus necesidades
básicas, y requieren ayuda y supervisión permanente. No muestran capacidad para
comprender instrucciones o reconocerlas y actuar de acuerdo a ellas. Su comunicación no
verbal es muy rudimentaria; muestran una movilidad muy restringida o totalmente
inexistente, no controlan esfínteres. La etiología es generalmente orgánica. Suelen estar
acompañados de trastornos somáticos y neurológicos graves que afectan la motricidad,
así como de epilepsia o de alteraciones visuales y auditivas. Es frecuente el autismo
atípico, sobre todo en aquellos que son capaces de caminar, así como la presencia de
trastornos generalizados del desarrollo en sus formas más graves.

PRINCIPALES SÍNDROMES ASOCIADOS A LA DISCAPACIDAD


INTELECTUAL

Síndrome de Down

La causa del Síndrome de Down se encuentra en una anomalía cromosómica porque la


persona posee un cromosoma extra en el par 21, es decir, la persona presenta 47
cromosomas en vez de los 46 que aparecen típicamente en el cariotipo humano.

Este síndrome es la causa más frecuente de discapacidad intelectual de origen genético.

Se conocen actualmente tres tipos distintos: la trisomía 21 simple o pura (más del 90%
de los casos), la translocación cromosómica (cuyas características con similares al
anterior tipo) y el mosaicismo, tipo menos frecuente que afecta tan solo al 1% de los
casos. Este último es también conocido porque puede mostrar todas, algunas e incluso
ninguna de las características típicas asociadas al síndrome de Down, dependiendo del
porcentaje de células que llevan información extra. Por lo que en general, la afectación
es menor que en los otros dos tipos.
o A nivel físico, las personas con síndrome de Down suelen tener el rostro plano y
recto (braquicefalia), hipotonía muscular, baja estatura; cuello, extremidades,
dedos y orejas generalmente cortos; nariz y ojos inclinados hacia arriba y una boca
pequeña con una lengua grande y desplazada hacia delante.

o A nivel conductual la afectación cerebral produce lentitud para procesar,


codificar, interpretar y elaborar la información, generándose una discapacidad
intelectual entre leve y moderada. También suelen presentar dificultad para
mantener la atención, retener información en la memoria y para la orientación
espacio-temporal; además su producción del lenguaje suele ser pobre. Sin
embargo, a pesar de estos problemas lingüísticos, las personas con síndrome de
Down suelen tener una buena capacidad de adaptación social.

Síndrome de X-frágil

El Síndrome de X-fragil es un trastorno de origen hereditario que se da más en varones


que en mujeres y es fruto de una anomalía molecular en el cromosoma X. Es la segunda
causa genética de discapacidad intelectual. Las personas con este síndrome tienen cuatro
rasgos principales: cara alargada con frente amplia y mentón prominente, orejas grandes
y despegadas, una gran movilidad de las articulaciones y macroorquidismo (excesivo
desarrollo testicular). A nivel conductual suelen presentar discapacidad intelectual leve o
moderada, alteraciones del lenguaje: inicio tardío del habla o ausencia de lenguaje;
hiperactividad y déficit de atención, timidez extrema o estereotipias frecuentes como
aleteos o mordida de manos. En las mujeres, la afectación a nivel cognitivo suele ser
menor.

Síndrome de Williams

El Síndrome de Williams es un trastorno genético caracterizado por la pérdida de genes


en uno de los cromosomas. Físicamente se asocia con una forma determinada de la cara:
alargada y fina, grandes labios, ojos claros con dibujo de estrella en el iris y nariz
achatada. En una gran cantidad de casos, el sistema cardiovascular está afectado. Las
personas con este síndrome presentan discapacidad intelectual, generalmente entre leve y
moderada y dificultades psicomotoras. Suelen tener un rico vocabulario, buenas
habilidades para la interacción social, así como para la música y una buena memoria.

Síndrome de Angelman

El Síndrome de Angelman es un trastorno genético debido a alteraciones producidas en


el cromosoma 15. Se asocia a retrasos a nivel neurológico y físicamente poseen una baja
pigmentación en los pies, en el pelo y en los ojos; una boca grande con los dientes
alargados, separados y la mandíbula hacia delante; un tamaño menor de la cabeza y unas
manchas características en el iris. La discapacidad intelectual en este síndrome suele ser
severa o profunda, con graves afectaciones en el habla y el lenguaje, retraso en el
desarrollo psicomotor, alteraciones del movimiento y del equilibrio y estereotipias con
las manos. Otro de los rasgos característicos es la presencia de una sonrisa que se
mantiene sin causa alguna.

Síndrome de Prader-Willi

El Síndrome de Prader-Willi es un trastorno congénito derivado a la ausencia de actividad


normal de los genes del padre en el cromosoma 15 y otras alteraciones cromosómicas.
Durante la primera infancia pueden presentar problemas para la alimentación y bajo tono
muscular; también es característica su baja estatura, manos y pies pequeños,
hipogonadismo, ingesta compulsiva de comida y obesidad. En este síndrome, la presencia
de discapacidad intelectual no es clave para diagnosticar este síndrome ya que un 32% de
las personas con este síndrome poseen un CI normal o límite. Aunque en general, suelen
presentar trastornos del habla y limitaciones cognitivas en el procesamiento de la
información y en la memoria a corto plazo.

Síndrome 5p (Del Maullido de Gato)

El Síndrome 5p se debe a una alteración en el cromosoma 5. Físicamente tienen como


rasgos más característicos un tamaño pequeño de cabeza, la cara redondeada, los ojos
separados, un puente nasal ancho, malformación en las orejas y una mandíbula pequeña;
también tienen manos pequeñas y deformidades en los pies y el paladar además de
problemas oculares como estrabismo. A nivel más conductual el rasgo distintivo se
encuentra en un llanto del bebé que es similar a un maullido de un gato que no tiene
utilidad comunicativa. Aparece un retraso importante en el desarrollo motor, suelen
presentar discapacidad intelectual grave y una capacidad atencional muy limitada.

DEFICIENCIA MENTAL Y PLURIDEFICIENCIAS

Todo lo que el niño toca, oye, ve, huele y degusta es interiorizado y almacenado,
facilitando su conocimiento acerca del mundo que lo rodea y de sí mismo con respecto a
ese mundo. La información que llega por los sentidos es recibida, interpretada, combinada
y conservada. La adquisición del lenguaje facilita la integración de los datos aportados
por los sentidos, los que permiten al aprendizaje ordenar el material almacenado.

La integración de los miles de datos de información concreta recibida a través de los


sentidos en un grupo unificado de conceptos acerca de las personas y las cosas,
proporciona el conocimiento funcional para el pensamiento abstracto. El proceso de
clasificar, codificar y organizar la información sensorial y los conceptos para hacer que
todas las funciones operativas actúen como una sola, es una actividad mental muy
compleja.

En todos los casos en los que es evidente la existencia de una o más deficiencias, la
intervención habilitadora y educativa deberá tratar de restablecer el equilibrio perdido en
estos procesos, estimulando etapas de desarrollo perdidas.

Está estadísticamente comprobado que una deficiencia mental profunda está siempre
acompañada de otras deficiencias añadidas:

 Problemas de visión, motrices, de audición, epilepsia, etc. Este problema es de


enorme amplitud para aquellas personas con deficiencias graves que necesitan
manipular su entorno para entenderlo, malogrando así también sus posibilidades
de comunicación. Por ello es importante conocer cómo cada deficiencia influencia
sobre las demás y las dificultades que añaden al cuadro de la deficiencia mental.
Deficiencias motrices añadidas

Cuanto menor sea la capacidad de abstración, mayor es la importancia que cobra la


existencia de problemas motrices que dificultan la capacidad de la persona con deficiencia
mental para desarrollar su inteligencia. Es a través del movimiento y la manipulación de
los objetos de su entorno como esta persona logrará el conocimiento de su espacio y las
cualidades de los objetos. Experiencias realizadas demuestran que si un niño con graves
deficiencias mentales y problemas motores tiene la posibilidad de desplazarse en una silla
dotada de un motor eléctrico y un mecanismo electromagnético para el control de la
dirección, mejorará notablemente no sólo su percepción del espacio sino también su
capacidad visual y su deseo de participar e interactuar.

En este aspecto, es muy importante la labor del fisioterapeuta y del terapeuta ocupacional
para evaluar eficientemente la posibilidades y necesidades de la persona con deficiencia
mental y problemas motrices añadidos y las características de su entorno.

Debemos subrayar el importantísimo papel que la motricidad desempeña en el desarrollo


evolutivo de un niño como primera forma de conocimiento y como base en la que se
apoyará toda la estructura intelectual. Esta afirmación avalada por la teoría de Piaget es
también válida en el desarrollo del niño con deficiencias. La diferencia radica en que
mientras el niño con desarrollo normal supera por él mismo y con facilidad períodos
iniciales del desarrollo mental, no sucede así con el niño deficiente, quién verá mermadas
sus posibilidades de explorar, de comunicarse y de adquirir experiencias enriquecedoras,
dependiendo de nuestra intervención para recuperar etapas frustradas o incompletas de su
desarrollo.

Deficiencias visuales añadidas

El sistema visual es un aparato altamente complejo que ofrece información de mucha


importancia para el contacto del niño con su entorno. A través del sentido de la vista,
cuando éste funciona con normalidad, recibimos alrededor del 85 % de la información
referida al mundo circundante y sus objetos. Cuando existe una deficiencia visual grave
se dificulta la posibilidad de recibir dicha información. Un niño nacido con una
deficiencia visual se sentirá menos motivado para explorar, tocar y tomar objetos y
personas con sus manos. Los resultados de algunas investigaciones concluyen en estos
niños manifiestan un retraso en el desarrollo motor que no se produce en niños con visión
normal. Algunos problemas motrices agregan dificultades que influencian negativamente
el campo visual de ciertos niños, que ven mejor en determinada posición corporal y peor
en otras, haciendo pensar a padres y maestros que utilizan el sentido de la vista de manera
muy despareja.

Deficiencias auditivas añadidas

También las deficiencias de tipo auditivo implican una pérdida total o parcial de la
capacidad de recibir los estímulos y la información auditiva de los objetos y personas que
nos rodean. La magnitud de los efectos de la falta de la audición sobre el desarrollo
cognitivo, afectivo y lingüístico del niño deficiente mental requieren de una intervención
precoz, intensiva y perseverante.

EVALUACIÓN

Todos los diagnósticos psiquiátricos pueden acompañar al retraso mental y todos los tipos
de personalidad pueden darse con el retraso mental. Aproximadamente de un tercio a la
mitad de estos pacientes presentan TDAH. Pueden presentar también trastornos afectivos
unipolares y bipolares, trastornos por ansiedad, reacciones psicóticas, trastorno autistas e
incapacidades específicas del aprendizaje.

La evaluación debería incluir:

Un examen físico y tests de laboratorio, incluyendo estudios cromosómicos, estudios de


aminas y ácidos orgánicos, función tiroidea, pruebas de plomo y un estudio de
mucopolisacáridos. También radiografías (rayos X) de los huesos largos y de las
muñecas. Una evaluación neurológica, incluyendo una tomografía computarizada Se
debería evaluar el tamaño y las simetrías de la cabeza y la cara, la forma de la cabeza
(incluyendo el pelo), la posición de ojos y orejas y las asimetrías de las funciones motoras
y sensoriales. Se debe obtener información del historial materno de abortos, infecciones
o exposición a tóxicos, y del tamaño y la actividad fetal.

A nivel psicológico, se requieren tests que incluyan una evaluación neuropsicológica.


DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

Diversas condiciones médicas pueden simular el retraso mental. Los niños que proceden
de hogares que proporcionan una insuficiente estimulación, pueden presentar retrasos
motores y mentales que son reversibles, si se les proporciona un entorno enriquecido y
estimulante en la primera etapa de la niñez. Diversas incapacidades, sobre todo la sordera
y la ceguera (así por ejemplo Helen Keller, la ciega y sordomuda famosa por su
inteligencia y voluntad), pueden simular un retraso mental. Sin embargo, es necesario
establecer el diagnóstico diferencial con:

 Los trastornos específicos del desarrollo


El atraso en éste caso es en un área específica y no global.
 Los trastornos generalizados del desarrollo
Aparece una alteración cualitativa en el desarrollo de la interacción social, de las
habilidades de comunicación, tanto verbales como no verbales, y de la
imaginación.
 Demencia
Requiere un nivel previo normal de desarrollo intelectual que se deteriora por la
edad o por traumatismos craneales o enfermedades cerebrales. No es apropiado
diagnosticarla antes de los 4-6 años, ya que es difícil valorar entonces el nivel
previo de capacidad intelectual. Sólo se puede diagnosticar demencia en menores
de 18 años, cuando el trastorno no puede ser claramente encuadrado sólo en el
RM
 Capacidad intelectual limítrofe
Generalmente, se establece dentro del rango de C.I. de 71 a 84, que requiere de
una detenida y prolija evaluación de todas las fuentes de información
psicobiosociales.

TRATAMIENTOS REHABILITADORES

Serán necesarias diversas terapias rehabilitadoras de las funciones afectadas en el RM.


 Terapia psicomotriz: está indicada en los frecuentes trastornos de la
motricidad que se presentan en los RM: trastornos del impulso al movimiento,
coordinación, ritmo, lateralidad, esquema corporal. etc. Se requiere la
actuación de un técnico especializado en psicomotricidad para la aplicación de
estas terapias que deben adaptarse al estado particular de cada RM, dirigido a la
educación del esquema corporal, conductas motrices básicas, conductas
perceptivo-motóricas y educación psicomotriz diferenciada.

 Fisioterapia: cuando la afectación motriz es debida a lesiones anatómicas,


musculares, neurológicas, etc. necesitarán intervención de fisioterapia.

 Logopedia y foniatría: el retraso en el desarrollo del lenguaje, siempre patente


en el RM, suele ir acompañado y continuado por diversos trastornos de la
pronunciación, expresión o comprensión del mismo (dislalia, disfemia, disfasia,
disartria, etc.) que requieren la actuación de reeducadores en logopedia y
foniatría.

TERAPIAS RECREATIVAS

Los niños RM necesitan ser estimulados de forma especial para poder aprender las
actividades recreativas y lúdicas que normalmente se realizan de forma casi espontánea,
ya desde los primeros meses de la vida. En edades escolares tienen gran importancia
los juegos individuales: dibujo, pintura, modelado, construcciones, dominó, barajas;
comunitarios en lugares cerrados: educativos, juegos de mesa, programas de video, TV
y cine adecuados y orientados; al aire libre: juegos deportivos y excursiones; actividades
artísticas: mimo, música, danza, teatro, etc.

El valor terapéutico de estas actividades lúdicas y de las escolares es patente al


comparar las conductas de los deficientes en estas circunstancias y en el medio familiar,
donde son más problemáticos.

MUSICOTERAPIA

Mención especial merece esta terapia realizada por musicoterapeutas, siendo pionera
en España la Dra. Serafina Poch. Basándose en la influencia que la música tiene sobre
el estado anímico puede tener un beneficioso efecto sobre niños RM, autistas y con
problemas de conducta ya que seleccionada de forma adecuada puede relajar,
desinhibir, estimular, favorecer el contacto con los demás, facilitar la expresión
corporal y la psicomotricidad. Incluso, siendo la música un arte sin palabras puede ser
el medio para comunicarse con los débiles mentales.

Nosotros la hemos incluido en la formación de educadores y aplicado a niños RM,


obteniendo interesantes resultados al participar mediante el ritmo, canto, audición,
ejecución de instrumentos simples y creatividad, siendo el más importante valor de la
música para estos niños la percepción sensorial estética.

TRATAMIENTO PSICOTERÁPICO

En los primeros años de la vida del RM el apoyo psicológico es más necesario a los
padres y hermanos para que acepten el problema de la forma más adecuada, evitando
las reacciones que antes hemos expuesto como nocivas para ellos mismos y para el
niño. Esto se realizará mediante psicoterapia de apoyo que también es conveniente a
través de grupos con otras familias.

El RM a partir de la edad escolar y sobre todo en la adolescencia y en la edad adulta,


puede necesitar psicoterapia de apoyo dirigida a un mejor conocimiento de sus
capacidades y a su adaptación familiar, escolar y social, teniendo en cuenta las
posibilidades de cada uno después de un amplio estudio psicológico de su inteligencia y
personalidad. Las técnicas de modificación de conducta están indicadas en los casos que
presentan acusados trastornos del comportamiento, sobre todo agresividad, mediante
métodos de reforzamiento, decondicionamiento y de rehabilitación psicosocial.

INTEGRACIÓN LABORAL

Concluida la Formación Profesional del RM tienen derecho a acceder al mundo


laboral para su completa realización personal e integración social o en los casos
profundos para la asistencia y tutela necesarias. Según los niveles de afectación la
integración laboral puede realizarse según tres modalidades:
 Sistema ordinario de trabajo: pueden acceder a determinados puestos de
trabajo los RM de más alto nivel, con la adecuada formación profesional,
aunque siempre necesitarán ser atendidos de forma especial. Para estimular esta
integración se ha reglamentado que las empresas con más de 50 trabajadores fijos
deberán emplear a un número de minusválidos no inferior al 2% de la plantilla.
Se establecen diversas ayudas y subvenciones a las empresas para que faciliten
este empleo.

 Centro especial de empleo: para los que no pueden optar por el trabajo
ordinario. Su objetivo primordial es realizar un trabajo productivo dirigido a las
necesidades del mercado asegurando el empleo remunerado y constituyendo un
medio de integración de los RM que posteriormente puedan acceder al régimen
laboral normal. Estos centros tendrán compensaciones económicas por parte de la
administración pública para que puedan cumplir su función social. Los
trabajadores minusválidos están incluidos en el régimen correspondiente de la
Seguridad Social. Los equipos multiprofesionales de valoración deberán someter
a revisiones periódicas a estos deficientes para impulsar su promoción.

 Centros ocupacionales: pertenecientes a los servicios sociales, tienen como


finalidad proporcionar la terapia ocupacional y el ajuste personal-social a los
minusválidos mayores de 18 años que no puedan acceder a una empresa o centro
especial de empleo y que han sido reconocidos como tales por los equipos
correspondientes.

Los profesionales necesarios en estos CO son: director, administrador, jefe de


comercialización, psicólogo, trabajador social, maestro de taller, monitor
ocupacional, personal sanitario, personal de apoyo y mantenimiento. La
actuación debe ser coordinada y las decisiones asumidas por el equipo
multiprofesional. Las actividades seleccionadas deben estar de acuerdo con la
demanda comercial pero sobre todo con las capacidades de los minusválidos,
procurando que la tarea sea adecuada a la persona y motivadora. También se ha
de realizar un programa de aprendizaje sistemático y gradual de cada tarea,
teniendo en cuenta que aunque es lento, la retención de lo aprendido alcanza
niveles normales; su recuerdo es como el de cualquier otra persona siempre que
la habilidad se haya aprendido con un nivel de cualificación similar; también
olvidan del mismo modo que el resto de la población, pudiendo recuperar lo
olvidado con facilidad. Las actividades a realizar pueden ser: cerámica,
marquetería, madera, encuadernación, mecánica, horticultura, hostelería,
imprenta, tapicería, granja, repostería, jardinería, metal, limpieza, envasado,
esmaltado, embalado, reciclado de papel, etc.
Toda la acción terapéutica sobre el RM está dirigida a conseguir su máxima
integración en la familia, la sociedad y en la actividad laboral pero cuando esto
no es posible por las condiciones del retrasado o por las familias, deben existir
residencias adecuadas que cubran todas sus necesidades, tanto en la infancia
como en la edad adulta.
CONCLUSIONES

La evolución o el desarrollo de una discapacidad intelectual tiene tantas


posibilidades como personas existen con esta condición. En la actualidad, uno de
los puntos más importantes en los que se centra la investigación en este campo es
la realización de un diagnóstico temprano que permita a los profesionales llevar a
cabo una intervención con el niño cuanto antes en todas las áreas afectadas.

Sabemos que esos niños nunca serán "normales", pero con la ayuda y la
motivación de los padres, lograran muchas cosas que a lo mejor uno lo ve sencillo
como hablar o movilizarse, pero para ellos será un gran desafío y, como lo dijimos
antes, con motivación puedan lograr eso, dependiendo de cuál sea la gravedad del
retraso.

Hay distintos niveles de retardo también habrá diferentes maneras de diagnosticar


y tratar a tiempo para hacer reversibles algunos síntomas en el caso del leve a
moderado y a los que padecen de un nivel de grave a darles una mejor calidad de
desarrollo social.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

http://www.plenainclusion.org/sites/default/files/libro_saludmental.pdf
http://riberdis.cedd.net/bitstream/handle/11181/3215/Salud_mental_y_alteracion
es.pdf?sequence=1&rd=0031833589388200
http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtual/libros/psicologia/manual_psiquiatr%C3%
ADa/cap-11.htm
https://www.ecured.cu/Retraso_mental
https://psiquiatria.com/tratado/cap_34.pdf
Leer más: http://www.monografias.com/trabajos101/retraso-mental-leve/retraso-
mental-leve.shtml#ixzz5IFRDaAEi
https://www.buv.su.se/polopoly_fs/1.44433.1320917363!/TKH_30.pdf

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