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Leonor Gallardo
Mourinho
versus
Guardiola
Dos métodos para un mismo
objetivo
Prólogo de Mercedes Coghen
Epílogo de Gabriel Masfurroll
muchos años entre los mejores, por supuesto sometidos a los vai-
venes inexorables y a veces hasta ridículos del famoso entorno que
no admite triunfadores por demasiado tiempo. Es la gran paradoja
de la vida. Buscamos ídolos, los aupamos, los adoramos y luego no
soportamos que estén en el Olimpo demasiado tiempo. Hay que
recambiarlos por otros y así vuelta a empezar. Es la sociedad del
hedonismo en la que nos hemos instalado.
También se preguntarán, me preguntarán, qué les diferencia.
Pues bien, yo diría que a pesar de su fuerte personalidad, de ser
ambos especiales, quizás Mou es más showman, papel que le gus-
ta más cada día que pasa. Llamar la atención y ser enfant terrible
es algo que ya está en sus adentros, forma parte de su personali-
dad y es un arma de doble filo. No tengo claro si esta faceta la usa
para descargar de presión a sus jugadores o ya forma parte intrín-
seca de su propia personalidad y es por ello que se cree tanto su
papel que su ego sigue creciendo con sus éxitos.
Por su parte, Pep sigue siendo coherente con su forma de ser.
Protege al máximo su imagen y comparte con su gente la visibi-
lidad. No obstante, la desaparición de Laporta, que se llevaba
merecidamente casi todos los palos del entorno, le pone a él en
primera línea de fuego y lo sabe. El entorno rival va a ir a por él
y no le va a perdonar ni la más mínima; de hecho, ya está pasan-
do. No es nada nuevo en este caprichoso mundo del fútbol y Pep
tiene la ventaja de que lo conoce a la perfección, pero también es
cierto que, como él bien dice, el que paga el ticket para ver fút-
bol, es soberano y cuando las cosas, es decir, los resultados, se
tuercen y el entorno mediático entra al trapo, se producen tsuna-
mis imparables e imposibles de controlar.
Tanto Pep como Mou saben que están en el punto de mira
tanto de los suyos como del entorno. Pep quizás mucho menos
que José, que aún no ha convencido a su hinchada pues su incor-
poración como mesías salvador le ha puesto el listón muy alto.
Otra diferencia es que Guardiola es extremadamente respetuoso
con sus rivales, incluidos los más directos, y a José a veces la len-
214 gua le traiciona y se crea anticuerpos en toda la geografía.
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