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INFORME DE SALIDA
Luego nos dejaron observar mediante unos telescopios que había allí el planeta
Júpiter, nos enseñaron como debíamos manejarlo para así poder observar dicho
planeta de nuestro sistema solar. Al acabarse la charla en el observatorio, nos
fuimos para la zona de las carpas, allí comimos algo y empezamos a interactuar con
los compañeros de clase de astronomía, hablamos un rato y jugamos cartas. Cabe
resaltar que en esta zona se estaban alojando muchos turistas entre ellos una joven
Europea la cual estaba chinchillosa porque no era mucho de su ambiente.
Al otro día, el 13 de mayo nos hicieron levantar muy temprano tipo 7:30 de la
mañana para empezarnos a alistarnos para nuestra siguiente aventura la cual era
una caminata en el desierto de la Tatacoa. Al llegar al desierto nos encontramos
con 2 guías que nos acompañaron toda la caminata, ellos nos explicaron que el
desierto de la Tatacoa no era realmente un desierto, sino que era un bosque seco
tropical, también nos explicaron que anteriormente eso era una especie de mar el
cual dejo muchos fósiles de vida acuática y nos mostraron algunos de esos fósiles,
también nos mostraron una tumba de un indígena.
Fuimos entrando más hacia el desierto y nos encontramos con un fruto parecido a
la pitaya la diferencia de este, es que está era una pitaya demasiada caliente; de
igual manera con las plantas provenientes del desierto.
Después fuimos a refrescarnos y nos dirigimos a una piscina natural que quedaba
aproximadamente a 30 minutos de donde nos estábamos hospedando, el agua
estaba deliciosa y apenas para la quemada que nos habíamos pegado en el desierto
de la Tatacoa.
Unas horas más tarde nos fuimos de nuevo a donde nos estábamos hospedando y
de camino allá tuvimos un pequeño accidente con una camioneta la cual manejaba
un señor que literalmente no quería su vida ni la de sus hijos porque le parecía muy
sencillo adelantar en plena trocha. Luego de este suceso llegamos a la zona de las
carpas, nos duchamos y nos arreglamos para ir a comer algo y luego todos los
compañeros nos agrupamos e hicimos una noche muy agradable, conocí muy
buenas personas.
Al último día de nuestra vista el 14 de mayo todos estábamos muy cansados, pero
aun así nos levantamos super temprano para que no nos cogiera el trancón y poder
llegar maso menos temprano a nuestras casas. En el trayecto de la venida hicimos
2 paradas, 1 en una estación de gasolina y la otra en Silvania para poder almorzar
y también estirar nos un poco del viaje. Llegamos a Bogotá aproximadamente a las
5 de la tarde y a mi casa llegue tipo 6 de la tarde.
Llegué rendida a la casa, pero valió la pena el viaje, aprendimos grandiosas cosas,
conocí nuevas personas y vencí miedos... ¿Qué más podría pedir? Estoy realmente
agradecida con el ingeniero Cristian Goez por permitirme vivir de esta grata
experiencia y enseñarme que la vida no solamente es lo rutinario, sino que hay que
salir a vivir nuevas aventuras.