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DE FREUD Y LACAN
PROGRAMA DE PSICOLOGIA
PEREIRA
2008
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Estudiante
Ricardo Rojas
Asesor
Programa de Psicología
Pereira- Risaralda.
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Dedicatoria
A mi deseo subversivo
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Agradecimientos
A mis hermanos por los momentos de alegría y por sus grandes enseñanzas
A mis maestras Ana Lucia Arango y Ana Lucia Sanín por haber dejado en mi una
A Adriana y Yisela por esperar algo de mí, por su presencia, por su confianza
TABLA DE CONTENIDO
1.1 Antecedentes 6
1.3 Justificación 39
1.4 Objetivos 41
2. Marco teórico 43
2.1.4 Las Relaciones del Suicidio Con la Verdad: No querer saber nada
de…Verdad y desconocimiento 72
3. Metodología 90
5. Discusión 98
6. Conclusiones 103
7. Recomendaciones 106
8. Referencias 107
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1.1 Antecedentes
El suicidio es un acto que hace enigma, al que se intenta dar una explicación, ya sea
desde el ámbito de lo patológico, social o subjetivo, por esto es importante conocer, lo que
se ha dicho del acto suicida, las posibles explicaciones que han dado sobre su ejecución y el
lugar que tiene el sujeto en cada una de ellas. Para este fin se han revisado varios artículos
que se preguntan por este acto y que intentan dar cuenta de él desde sus diferentes posturas.
refiere a este como un acto por el cual la escuela es responsable, en la medida en que “ella
es para sus educandos, el sustituto de los traumas que los adolescentes encuentran en las
otras condiciones de su vida” (Freud, 1910. Pág. 231), de esta forma Freud consideraba
importante que las instituciones educativas más que prevenir el suicidio, procuraran inspirar
en sus estudiantes el deseo de vivir, siendo un soporte para estos, en una edad en que sus
lazos con el núcleo familiar se debilita. Así en este momento Freud considera que la escuela
trata con individuos aún inmaduros a quienes se les debe dejar permanecer en las fases del
para las cuales no están preparados. Por último Freud deja abierta la pregunta por la causa
del acto suicida, si este es provocado por el desengaño de la libido por la poca satisfacción
que ofrece el yo, o porque hay una renuncia del yo a su propia afirmación.
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hay una tendencia de carácter inconsciente a la auto aniquilación, que explica las lesiones
que el sujeto se ocasiona por medio de torpezas o accidentes que se deben a un aparente y
desafortunado azar, sin embargo pese a su apariencia de accidente, estos sucesos son
ocasionados por una pulsión de auto aniquilación y su compromiso con las fuerzas
defensivas, lo que hace que el sujeto no cometa un acto suida sino que en vez de eso
Esta pulsión mortífera se hace evidente cuando se descubre que la persona que sufre
el accidente y muere, ya había tenido una inclinación o una intención de suicidio que fue
sujeto elige los medios, el tiempo y la oportunidad para ejecutar el acto, elección que está
conforme con la tendencia inconsciente, lo que hace que en el momento del acto suicida la
suicidio, ya sea como una formación del inconsciente o como un acto deliberado dan cuenta
“Nuestra Actitud Frente a la Muerte”, muestra dos vertientes sobre la muerte propia, en la
primera vertiente afirma que “la angustia de muerte, que nos domina más a menudo de lo
que pensamos, es en cambio algo secundario y la mayoría de las veces proviene de una
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conciencia de culpa”(Fred, 1915. Pág 298), es decir que sitúa al suicidio del lado del
sacrificio, en la media en que el sujeto ofrenda su vida para pagar una culpa, una deuda por
un crimen, un asesinato cometido contra el Padre primordial. De esta manera “si el hijo de
Dios debió ofrendar su vida para limpiar a la humanidad del pecado original, entonces,
según la ley del Talión, ese pecado ha sido una muerte, un asesinato, solo esto pudo exigir
como expiación el sacrificio de la vida”( Freud, 1915,. Pág 294). Así es el sentimiento de
culpa el que lleva al sujeto a pagar con su vida la deuda contra dios.
Freud señala un elemento contradictorio en la medida en que dice que se admite la muerte
de los extraños, es decir que hay un deseo de muerte pero para el otro. Un deseo de muerte
que también se estructura en el lazo con el objeto amado, y que se devela en la medida en
que estos seres queridos tienen una doble connotación, pues en primer lugar el sujeto los
toma como un objeto propio, con el cual se tiene un lazo tierno, sin embargo este mismo
encuentre también una moción hostil, un deseo de muerte. Así según Freud “nuestro
muerte contra el extraño, tan dividido hacia la persona amada como el hombre de los
situación de guerra afloran y hacen que el hombre actúe como un héroe indestructible al
que la muerte no llega, además que hace del extranjero un enemigo al que hay que dar
muerte y posibilita que el sujeto pase por alto la muerte de sus amados, lo que le lleva a la
económica, política, etc. tenga una distribución igual, y por lo tanto se acaben sus
malquerencias, esto le hace plantear tres preguntas “¿no hemos de ser nosotros los que
cedamos y nos adecuemos a ella (la guerra)?”, “¿no debemos admitir que con nuestra
actitud cultural hacia la muerte hemos vivido de nuevo en lo psicológico por encima de
nuestros recursos?” “¿no daremos marcha atrás y reconoceremos la fatal verdad?” “¿no
sería mejor dejar a la muerte, en la realidad y en nuestros pensamientos, el lugar que por
derecho le corresponde, y sacar a relucir un poco más nuestra actitud inconciente hacia ella,
que hasta el presente hemos sofocado con tanto cuidado?”, lo que implicaría según Freud
una regresión, regresión que sin embargo posibilitaría que se diera más espacio a la realidad
permitiendo que la vida sea más soportable, siendo esto último el primer deber de todo ser
dice que solo tiene la energía psíquica para matarse aquel, quien mata a la vez un objeto
con el que se ha identificado y quien vuelve hacia sí un deseo de muerte que iba dirigido a
otra persona. Esclarecimiento que hace a la luz del caso de intento de suicidio de la joven
homosexual, pues en este se evidencia que hay un cumplimiento de castigo que está
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enlazado a los deseos de muerte que la joven tiene contra su madre, y que tienen como
contenido que esta ultima debió morir en el parto del hijo, que la joven homosexual deseaba
dar a su padre. Lo que demuestra a su vez una identificación con su madre, de este modo en
el intento de suicidio no solo muere ella, sino el objeto con quien se identifica que es la
madre, la que tuvo el hijo y la que por esto debió morir. Este intento de auto punición
encubre el deseo de dar un hijo al padre, pues el intento de suicidio alcanzaba ese deseo en
la medida en que al tirarse por el puente, esta cae por culpa del padre, caída que se enlaza
con el significante parir. Es decir que con la caída da a luz, pero a su vez ella misma es el
muestran en este caso, se dan porque en el suicidio hay un deseo de muerte hacia una
persona que puede ser una amenaza para el amor, y, a su vez, hay un mandamiento de auto
punición por estos deseos de muerte que se dirigen al otro, lo que evidencia la ambivalencia
del obsesivo y el sadismo que en un primer momento es dirigido hacia otro pero que se
devuelve hacia la persona propia, por un imperativo superyoico en una identificación con
el rival que amenaza con quitarle el amor, y que en el caso del hombre de las ratas, más allá
del primo y de la abuela de la dama, podría remitir al padre de Paul (hombre de las ratas) en
la medida en que éste fue perturbador de la relación de su hijo con la dama debido a la
posición social de ésta, y además perturbador de su propia relación con una muchacha que
tenía un bajo status en la posición social, y a quien renunció para casarse con la madre de
Paul.
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resistencia que hay en el yo del neurótico en la situación de la cura, y que hacen parte de la
necesidad de estar enfermo o de padecer, postula que algunos neuróticos parecieran tener
un trastorno en las pulsiones de auto conservación, pues tienen una tendencia a hacerse año
personas que se suicidan, esta tendencia ocurre según Freud por una des mezcla en las
Lacan (1938) en su artículo sobre “la Familia” habla de la identificación que tiene
el niño con el otro, identificación que le posibilita estructurar su propia imagen, su yo, una
identificación que va mas allá de la imitación de los comportamientos sociales del niño,
pues la imago del otro se encuentra íntimamente ligada a la estructura del cuerpo, lo que
posibilita un sentimiento del otro, sin embargo de esta identificación con el otro se deriva
no solo el amor, sino el odio, la agresividad que se siente frente al rival, el cual se toma
como objeto, una agresividad que devela un deseo de muerte en el sujeto, pero un deseo de
muerte que no solo se muda en sadismo, sino que se refiere a un masoquismo primordial y
que tiene que ver con el encuentro del sujeto con su propia imagen en espejo, con la
identificación narcisista, de esta forma al matar al otro, el sujeto se mata a sí mismo pues en
la identificación con el otro “yo es otro”. De esta manera se ilustra el mito de narciso quien
forma Lacan ubica en un primer momento este deseo de muerte con el destete en la medida
en que
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como lo hemos hecho, en el malestar del destete humano la fuente del deseo de
quien se desteta, empezando a hacer un juego en el que busca al objeto pecho, y a su vez lo
Lacan en sus artículos “Estadio del Espejo” (1949) y en el de “La Familia” (1938)
habla sobre la identificación narcisista del sujeto, donde estructura su yo por medio de la
imagen del otro. En la explicación de esta estructuración del yo, y del reconocimiento por
parte del niño de su propia imagen en el espejo, Lacan habla también sobre el suicidio
originario que ubica en la pre maturación fisiológica en la que se encuentra el sujeto, pre
maturación que da cuenta de “una doble ruptura vital: ruptura en relación con la inmediata
adaptación al medio que define el mundo del animal por su connaturalidad; ruptura de la
ambiente que le es familiar a otro extraño a sí mismo, evidenciándose esto en la asfixia que
tiene el niño, y por la cual tiene que utilizar un órgano que también se hace extraño. Lo
anterior designa una pre maturación fisiológica que deja al niño a merced del otro.
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caso de la joven homosexual y a su intento de suicidio, sobre este refiere que la joven se
encuentra en un primer momento frustrada del falo, sin embargo por medio de la relación
imaginaria con la dama había encontrado un medio de sostener su deseo, además de una
forma de demostrarle al padre como se ama, es decir que ella le dice, que se ama no solo
por lo que se tiene, sino por lo que no se tiene, en este caso el falo que se encuentra no en la
dama sino en el padre. De esta manera la joven logra sostener su deseo, pues se fija en una
mujer mayor, pero que aun es deseada por los hombres y puede ser madre, una mujer que
escoge por la vía de identificación con la madre. No obstante cuando la dama le exige no
volverle a hablar más por la mirada colérica que les dirige el padre, la joven se enfrenta
ante la privación del objeto, “el objeto se ha perdido definitivamente, y ni siquiera esa nada
en la que se ha basado para demostrar a su padre como puede amar tiene ya razón de ser, en
parir, de esta forma la caída tiene dos significaciones por un lado la privación del objeto y
por el otro la pantomima de un parto simbólico, así ella se identifica no solo a la madre que
da a luz a un hijo, sino al hijo que no ha tenido. De esta forma en el intento suicida, el acto
de morir, se identifica al objeto fálico en el acto de parir, es decir ella cae en identificación
crítico y terminal de sus relaciones con la dama y con el padre, Freud puede
interpretarlo como una forma demostrativa de convertirse ella mima en ese niño
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imaginaria con el otro, sino por la privación definitiva del objeto fálico, y en identificación
“Los Efectos Psíquicos del Modo Imaginario” plantea que en el ser humano hay una
tendencia suicida, pues este constituye su yo a partir de identificaciones con el otro, lo cual
le permite constituir el nudo imaginario que Freud designó con el nombre de narcisismo,
este nombre evoca la tendencia suicida que el ser humano tiene con relación a su imagen
que se manifiesta en el mito de Narciso y que designa la tendencia mortífera que hay en el
Depende, para nosotros, del hecho de que la muerte del hombre, mucho
vive, desde el traumatismo del nacimiento hasta el fin de los primeros meses de
Sin embargo aunque Lacan articula en un primer momento esta tendencia mortífera
vida, mas adelante va a postular que esta tendencia mortífera se da también en la relación
imaginaria que tiene con el otro, puesto que en esta relación “yo es otro” en la medida en
que el sujeto esta capturado por la imagen de este y constituyéndose de esta forma,
Lacan citando a Freud muestra en el revés del mandamiento “amaras a tu prójimo como a ti
mismo”, “odiaras a tu prójimo como a ti mismo” , lo que denota la tendencia mortífera que
se evidencia en esa relación alienante del yo con el otro primordial. Lo que da pie a Lacan
para hablar de la discordancia primitiva que hay entre el yo y el ser, discordancia que el
sujeto intentará resolver; sin embargo toda resolución de esta discordancia a partir de una
coincidencia ilusoria de la realidad con el ideal “debe resonar hasta en las profundidades
del nudo imaginario de la agresión suicida narcisista” (Lacan, 1946. Pág.177) Es decir que
el encuentro del sujeto con la imagen alienante del espejo, solo se logra con el suicidio.
posiciones que se relacionan con una elección que tiene que hacer el sujeto “¿La bolsa o la
vida?”, “¿vida o libertad?” una elección que encubre para el sujeto una posición particular a
partir de su escogencia, es decir que definirá el lugar del sujeto como amo o esclavo. La
elección del esclavo va a estar determinada por el argumento de que no hay libertad sin
vida, escogiendo la vida para obtener la libertad, sin embargo este argumento se tornará
En tanto que el amo hace una elección diferente pues este se enfrenta en una lucha a
obtener su libertad
pertenezca a su registro, el del amo, y los valores por los que se sacrifica solo
alienación radical de la libertad que existe en el propio amo” (Lacan, 1964. Pág.
228)
elección de una posición particular en donde el sacrificio que hace le conduce a ser libre.
Esta elección del amo me lleva a la pregunta acerca de ¿si esa esencia de su propio ser a la
hay una tendencia irresistible al suicidio, que se manifiesta en las últimas resistencias en
sujetos que se caracterizan por haber sido niños no deseados, los cuales por esta razón
deseo. De esta manera al estar del lado del significante y al querer al mismo tiempo salir de
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esa cadena, más se introduce convirtiéndose en un signo de esta, por ello cuando el sujeto
consuma el acto suicida se convierte en un signo eterno para el Otro. De esta forma se hace
evidente una dimensión ambivalente del acto suicida en tanto mortífero y a su vez
significante, y de su horrorosa belleza que lleva a la condena más severa del acto por el
Lacan (1963) en el Seminario X: “la Angustia”, en el capítulo del (a) a los Nombres
del Padre, habla del suicidio en la melancolía, el cual ocurre porque el melancólico tiene
que vérselas con el objeto pequeño a,el cual se encuentra enmascarado por el mecanismo
a la cual el melancólico se enfrenta para intentar alcanzar ese objeto (a) que se encuentra
enmascarado en el i (a), pero que lo trasciende; por esto la caída de este objeto precipita al
melancólico en el suicidio.
que no anda en lo real, que es la duda generada por la inaprehension de la muerte, y es que
la muerte solo puede ser aprehensible, produciéndose por un acto un acto fallido, pues para
que sea un acto logrado el sujeto que se suicida debe hacerlo sabiendo que es un acto.
que el acto suicida puede ser un efecto tanto de una alienación al Otro, como de una
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separación, así una misma tentativa de suicidio puede tener distintas determinaciones. De
un lado, como efecto de un pensamiento-acción, que implica una total alienación al Otro
durante el cual, el sujeto se apaga, pues es identificado al discurso del Otro. De otro lado
como efecto de una separación implica la caída del sujeto de la cadena significante, dejando
Otro artículo es el de Daysi Justus (2003) “El Suicidio Nuestro de Cada Día” en el
que se hace una aproximación al acto suicida conceptualizándolo como una respuesta al
vacío estructural, a partir del cual se es sujeto; según esta autora en el encuentro con el par
presencia – ausencia, vida - muerte, el sujeto intenta reconocerse, teniendo en cuenta que
en ese intento de reconocimiento se eyecta, se hace ausencia con el fin de generar un nuevo
nacimiento, una nueva presencia, un símbolo que dé cuenta de su ser. Así mismo Justus
siguiendo a Lacan plantea que el suicidio es un acto que no tiene falla, porque a partir de
modo el suicidio es un acto que ocupa el lugar de toda palabra plena ya que posibilita la
ruptura con la historia precedente y permite la reproducción de una historia que resignifica
al sujeto. Esta autora muestra el lazo entre la pulsión de muerte y el silencio, dado que la
repite el suceso del encuentro con la sexualidad, hecho traumático, porque hay un
encuentro con la perdida, lo que determina la relación del sujeto con el objeto que se
encuentra perdido para siempre, de esta manera se evidencian dos caras de la pulsión:
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señalar un suceso pulsional diferente al anterior, un silencio que en este caso no rememora,
cargadas de goce. Un silencio que está del lado de lo que Freud postula, como lo que
pretende la cultura en función del Eros, que es llegar al Uno, lo que hace que se evidencie
en el Eros una tendencia de eliminar el deseo para que no haya diferencia, de este modo el
silencio deviene discurso, en la media en que da cuenta del asesinato del deseo y por ende
de la muerte del propio sujeto, ya que no acepta la muerte del Otro, del lugar del deseo, en
tanto diferencia, esto se articula con el final del artículo en donde dice que el joven se
suicida para dar cabida a un símbolo que lo subjetive, como protesta, a una sociedad de
consumo y del goce en donde ser diferente queda anulado, sin dejar cabida a los secretos
que dan cuenta de un sujeto, una sociedad donde todo es exhibido, donde no hay grietas que
permitan ver algo mas allá, pues al estar todo permitido la falta es taponada. No hay lugar
“Imperativos del Súper yo”: testimonios clínicos. En el cual plantea la cuestión del suicidio
desde una reflexión fundamentada en la clínica, así el suicidio es estudiado en relación con
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por una transgresión, un crimen, un pecado fundamental que se torna imperdonable, que es
el asesinato del padre, el cual solo se paga con la vida del individuo, deuda que se salda con
un acto aparentemente involuntario. Desde Lacan el pecado, estaría del lado de una
herencia dejada por el padre, siendo esta su falta, su pecado. Así lo que se pretendería es
hallar la falta del Otro y taponarla por medio de un sacrificio, un pecado que hay que pagar
fallas, tampoco se refiere a un mensaje para el Otro en un acting out sino que es un suicidio
ante la muerte y el suicidio que ha tenido la sociedad en diferentes épocas, así aunque ahora
se acepta la muerte como un hecho natural, se evidencia una aceptación que más que
integrada al discurso del sujeto es una concepción intelectualizada, es decir que el sujeto
acepta como natural la muerte del otro, sin embargo no acepta la suya propia, en la medida
en que actúa como si no fuera a morir, dado que pospone sus proyectos, y solo a disgusto
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la acepta como posible con la muerte de un otro cercano. De esta forma se hace evidente
en la edad media, se evidencia un cambio en la medida en que la muerte era algo que se
integraba al destino de la humanidad, destino que era prohibido quebrantar ya que el único
que tenía el designio sobre él era Dios, razón por la cual el suicidio era un acto rechazado.
Es después del siglo XIX que la sociedad no vuelve a ocuparse de la muerte natural,
retardarla. De esta forma cuando se habla de muerte voluntaria, de acto suicida, aun hoy se
evidencia una actitud de rechazo. Sin embargo este acto implica una preocupación, ya que
Acto de angustia pues el sujeto confunde su ser con el significante que aspira una
función en el Otro en tanto lugar del deseo, lo que hace que se vuelva un signo eterno para
el Otro y que devela que en el núcleo del narcisismo hay una tendencia mortífera, que
Por último el autor afirma que la muerte se aborda por la vía del acto, sin embargo
para él este acto no es logrado, pues un acto logrado es realizado cuando alguien se suicida
sabiendo que es un acto, sin embargo al causar dolor y problemas de conciencia moral en el
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doliente, hace que se devele el suicidio como un acto fallido, en la medida en que solo este
triunfo frente al Otro. Sin embargo este semblante cae en la media en que el suicida
deviene signo para el Otro, pues aquí el acto deja de ser puro, para devenir puro
significante.
Otro artículo que habla del suicidio desde el psicoanálisis es el del autor Waldo
García (2002) “La Antesala del Suicidio”. Este artículo en primer lugar alerta acerca de la
importancia que tiene la vida psíquica de los sujetos y de lo poco que influyen en esta los
factores externos. Posteriormente toma algunos conceptos del libro “el mito de Sísifo” de
Albert Camus para establecer algunos puntos de encuentro con la teoría psicoanalítica en
primer lugar Camus dice que el suicidio debería ser el único problema de la filosofía por
que éste pone en juego si la vida vale la pena o no vivirla. De igual forma García, W toma
algunos problemas que Camus plantea, explicándolos desde el psicoanálisis, “Un acto
como éste se prepara en el silencio del corazón, lo mismo que una gran obra. El propio
suicida lo ignora. Una noche dispara o se sumerge”; La sociedad no tiene mucho que ver
“El gusano se halla en el corazón del hombre”, a partir de esta cita tomada de
Camus, García, W., refiere que el gusano se encuentra en el aparato psíquico del hombre.
De igual forma afirma que “En el apego de un hombre a su vida hay algo más fuerte que
todas las miserias del mundo”, refiriéndose a que los pensadores que negaban un sentido a
la vida no habían terminado con ésta voluntariamente. García se pregunta al respecto si este
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algo más fuerte, que refiere Camus no es la pulsión de vida; y agrega que la pulsión de
muerte es lo que se pone en juego en el suicidio, siendo este el acto que responde a la
culpabilidad que proviene del superyó, de esta forma citando a Freud refiere que el “yo
solo puede darse muerte cuando puede tratarse a sí mismo como al objeto”, y además que
premisa de Freud acerca de que “quizás nadie encuentra la energía psíquica necesaria para
A partir de esto García, W., citando a Lacan afirma que el súper yo que se encarniza
además otra cita de Lacan en la cual afirma que la única cosa de la cual podemos ser
culpables es de haber cedido en el deseo, refiriendo que ceder en el deseo acaba en goce.
De esta forma cuando el sujeto queda sometido al imperativo superyoico, lo que actúa
como barrera contra esto es el deseo; en el sujeto suicida no aparece el deseo poniendo esta
barrera, lo que permite que la pulsión de muerte encuentre el campo propicio para
suelen haber fantasías suicidas en las que ese acto se ve como liberador del sufrimiento o
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como mensaje a los objetos perseguidores amados u odiados, de esta forma en la antesala
del acto suicida hay una base de crisis, conflictos y ambivalencias en donde las esperanzas
se van perdiendo y las ideas suicidas se van construyendo en el silencio. Por último vuelve
desconocimiento del carácter absurdo de la vida. Contrario al hombre absurdo que tiene
conciencia del carácter absurdo de la vida, quien agota todo, es rebelión solitaria y su única
refiriéndose al suicidio melancólico. En donde citando a Lacan afirma que es “en el punto
de la carencia del Otro, donde el sujeto ofrece al deseo parental su desaparición como
la melancolía hay una introyección del objeto con el que el sujeto se ha identificado
encontrando en este una satisfacción sádica, este tormento que se infringe el melancólico es
dirigidos a un objeto exterior, pero que son regresadas al yo por el propio sujeto. En la
melancolía no es el objeto de amor el que cae sobre el propio sujeto, sino su sombra lo que
designa un (a) sin maquillaje, es decir que lo que cae sobre el sujeto es el objeto pulsional.
melancolía por el tipo de objeto y por la regresión que vuelve a la identificación narcisistica
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y al sadismo. Por último Fleischer, Devorah, cita las referencias de Lacan sobre el suicidio
melancólico, en “Televisión”, Lacan refiere que las depresiones son una forma de ceder
ante el deseo, mientras que atribuye el suicidio a la manía, “Y lo que resulta por poco que
esa cobardía de ser deshecho del inconsciente vaya a la psicosis, es el retorno en lo real de
lo que es rechazado, del lenguaje, es por la excitación maníaca que ese retorno se hace
pues el a es el deseo puro, ahí donde el sujeto no encuentra con que identificarse. En el
de esta forma el fantasma exige la destrucción del Otro como lugar del deseo. Mientras que
en la melancolía falta el deseo del Otro lo que hace que no haya llamado a diferencia de la
neurosis obsesiva.
refiere al suicidio de los hijos no deseados. Afirma que al Otro no le falta el agujero, lo que
hace que el sujeto caiga de la cadena significante, no se inscriba en ella, de esta forma el
significante pierde la batalla. Por esto en la melancolía hay un deseo que no se inscribe en
la cadena significante. No hay una distinción entre sujeto dividido y el a, (S ~ a), así el
deseo melancólico es un deseo inmortal que resiste más allá de toda vida. En última
por la teoría Freudiana y Lacaniana, refiere en primer lugar que el suicidio debe ser
pensado desde el complejo de Edipo, pues en el centro del acto suicida está tanto la
Edipo la castración es una representación intolerable de la propia muerte, así como los
sentimientos ambivalentes de amor y odio hacia el otro. Dice además citando a Freud que el
suicidio se esclarece porque “no halla energía psíquica para matarse quien, en primer lugar,
vuelve hacia si un deseo de muerte que iba dirigido hacia otra persona”. (Freud, S. 1920.
en la que hay amor al objeto pero también hay odio, lo que se representa en los imagos del
cuerpo fragmentado. Citando a Freud refiere que la rivalidad entre los hermanos hace
Además afirma citando a Lacan que la repetición nos permite poner en correlación
dos modos bajo los cuales el sujeto aparece de un modo diferente. Puede manifestarse en su
que hace posible la pregunta acerca de la interpretación del suicidio. Aun más si Lacan
out. Más adelante afirma que los grandes historiales clínicos de Freud con excepción del
caso el pequeño Hans, tienen una referencia al suicidio, sin embargo aunque encuentra
elementos singulares Freud no universaliza un sentido para los casos. Aunque si pone al
suicidio dentro de los actos fallidos en “Psicopatología de la Vida Cotidiana”, sin organizar
ninguna teoría sobre el suicidio. De esta forma los conceptos encontrados como pulsión de
melancólica, vuelta contra sí mismo, castigo por culpabilidad inconciente, o fracaso de las
Además el acto suicida puede ser calificado como pasaje al acto o Acting out. Rattin
referencia a Freud en duelo y melancolía donde habla acerca de que la sombra del objeto ha
caído sobre el yo y que denota un pasaje de una relación del yo y del objeto a la relación del
yo transformado en objeto, así mismo Lacan en 1963 afirma que el objeto supera su
dirección y triunfa, en la medida en que este objeto oculto es lo que el melancólico necesita
que pase a través de su propia imagen y le ataque, para poder alcanzar por medio del objeto
aquello que se le escapa, sin embargo con la caída del objeto, el sujeto también cae, lo que
le precipita al suicidio.
Por último afirma que la estructura del sujeto es suicidaria en la medida en que hay
la cosa así como la separación por efecto del deseo del Otro, lo que remite al juego del fort
acto de Narciso en la medida en que si bien su acto nos quita la vida, en el primer momento
de simbolización nos permite la existencia como sujetos, pues ante la pregunta ¿Qué me
quiere el Otro?, el sujeto ofrece su desaparición como respuesta, posición que lo sumerge
en el deseo. Por último referencia a Lacan cuando habla de los sujetos no deseados que no
al querer salirse de la cadena más se introducen en ella, lo que hacen que aun muertos
Otro artículo que se estudió fue: Tentativas de suicidio en la estrategia del amor.
Introducción: El prestigio del suicidio de Silvia López (s.f.). En este artículo la autora
plantea la relación entre suicidio y transferencia, la relación del sujeto suicida con el
responsabilidad que devela la relación entre la institución como amo y las respuestas
Así mismo, cita una novela de Goethe sobre Werther, en la cual hay tres elementos
que configuran la obra, “el discurso del amo, (representado por la nobleza adueñada del
saber), el subjetivismo extremo (marcado por Goethe en las vicisitudes de la vida amorosa)
y el suicidio.”, de igual forma trae a colación los suicidios de Bobary y de Karenina para
ilustrar la relación del acto suicida y la opresión del amo. Además cita un caso de tentativa
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de suicidio y al relacionarlo con la relación anterior evidencia en primer lugar que cuando
el padre ocupa el lugar del amo en la estructura, se trata en el suicidio de faltarle al amo, en
el caso de las tentativas de suicidio, jugarlo todo en su forma mas radical, poniendo en
juego la propia existencia. Pues faltarle al amo encarna una verdad, la de la castración del
amo. Lo anterior la lleva a dar cuenta del señalamiento dado por Freud acerca del lugar
padre cuando en el fino borde del coqueteo con la muerte la histérica encuentra su final, y
en este acto es ella misma el objeto perdido de la castración paterna”, lo que devela en
primer lugar el suicidio como una denuncia acerca de lo que hace ser al padre, bajo la
forma del Acting out, pero en segundo lugar pretende la separación radical del Otro, dejarlo
en el afuera más radical en el pasaje al acto, lo que deja al sujeto suicida en un borde filoso
en donde se pasa del Acting out al pasaje al acto. A partir de esto la autora plantea que entre
Acting out y pasaje al acto hay un nexo aun inexplorado con el que debe trabajar el analista.
ocurridos entre 1986 y 1995. Este estudio fue realizado por medio de la revisión de
paciente llevó a cabo el acto suicida, evolución del paciente, tipo de suicidio, antecedentes
morbilidad, edad y sexo, etc. La hipótesis de esta investigación es: “El suicidio es una
potencian”.
acompaña de diversos factores: a nivel familiar, el rechazo, poca colaboración por parte de
tuvieron una adecuada elaboración del duelo. A partir de esto se encontraron diferentes
modalidades de familia: familias integradas (el paciente vive con sus padres o con su
esposa), familias desintegradas (el paciente no vive con sus padres, sus padres son
acto suicida se llevó a cabo cuando hubo una disminución de los síntomas positivos. Con
respecto a la diferencia de edades en los hombres hay una mayor concentración en las
Con relación al tiempo en que se comete el acto: entre los periodos más frecuentes
médico, en periodos de licencia del paciente, etc., Los motivos más frecuentes fueron,
abandono de la novia y/o familia, desesperanza frente a la cura, delirio de voces o de otro
que los manejaba y en donde se ve al suicidio como única alternativa para encontrar un
aparece como significativo en el suicidio pues este se presenta de tres a cuatro veces.
multicausado, sin embargo es importante tener en cuenta que si bien estos factores son
médico, o salida de la institución mental por parte del paciente. Aunque estos son factores
que tienen una influencia en el individuo, y que le conciernen, no tienen una pregunta por la
finitud de la vida y presencia de fantasías en las que la muerte se manifiesta como una
intento de suicidio podría expresar un recurso a partir del cual el sujeto podría cambiar de
situación. De igual forma se evidencia en estos sujetos una necesidad de utilizar el suicidio
para expresar el miedo, la rabia, culpa en correspondencia con una dificultad para recurrir
sentimientos.
¿Cómo se llega a cuestionar la idea de suicidio en sociología? ¿En qué sentido es posible
fundamentar no ya una sociología del suicidio o una ciencia del suicidio, sino un discurso
suicidio fue reconocido como hecho social en la sociedad del siglo XIX, la cual se
preocupó por hacer las primeras estadísticas en lo que al suicidio se refiere, así Paris censa
los suicidios ocurridos en 1817, y a partir del 1826 la justicia penal comienza a registrar y
estructuras sociales, de esta forma lo que se obtiene con los índices de suicidio, es el nivel
moral colectiva. De esta forma en esta concepción el suicidio es visto como un hecho
teoría sociológica, teniendo en cuenta que al ser esta el estudio del sentido, el acto suicida
plantea un sin sentido, en la medida en que plantea un límite oscuro, en tanto que es un
hecho que las razones de su ejecución son individuales. Aporía individuo-sociedad, que es
última determina al individuo, de tal forma que a partir de su vínculo se deduce una
al individuo y lo aliena a tal punto que determina no sólo su historia individual sino
Nacional sobre Violencia - INML y CF, de Medicina Legal, en el cual el suicidio es un acto
influenciado por la liberación de las ideas religiosas, la diversificación de los roles sociales
34
que permitan un vínculos de los adultos con las instituciones sociales. De igual forma se
plantea como factor la diversidad de roles y de escenarios de acuerdo con estos, así como
las relaciones de pares y de pareja entre jóvenes que contrastan con la debilitación de los
lazos familiares que son ocasionados por el ausentismo de los padres. Así teniendo en
cuenta la diversidad de roles que llevan a que el lugar de trabajo se encuentre aparte del
ruptura de los vínculos antes mencionados según la investigación implica una “dislocación
en la motivación que tiene el individuo atado a una sociedad”(medicina legal, 1999. Pág.
11), así mismo otra causa de suicidios encontrada en esta investigación es la insuficiencia
de los medios para el cumplimiento de diversas metas que tienen los individuos, a partir de
realidad.
situación social que se vive actualmente en donde hay condiciones de exclusión social,
Los anteriores antecedentes muestran de forma diversa las posibles causas del acto
suicida, así por un lado desde el psicoanálisis hay una posición con respecto al suicidio, y
es la implicación del sujeto en el acto suicida sea de cualquier naturaleza, desde un acto no
premeditado en donde el sujeto hace una separación radical con el discurso que le preexiste
o desde los supuestos accidentes que suelen causar la muerte del sujeto y que
paradójicamente, suelen ser un acto de torpeza cometido por el mismo, un acto fallido en el
cual el sujeto muere; el suicidio en identificación con el otro a quien se odia, y a su vez en
identificación con el objeto fálico; además del suicidio que se comete por un imperativo
superyoico.
Lacan (1946) plantea en un primer momento que el sujeto tiene una tendencia al
partir de la imagen del otro, el sujeto se encuentra en una relación alienante en donde “yo es
cadena que lo preexiste, en la medida en que ejerce un acto que está del lado del
significante y que lo introduce aún más en el discurso, a pesar de su rechazo, pero que a su
vez tiene una dimensión mortífera, lo que hace que se convierta en un signo eterno, que
contiene una belleza horrorosa que se juzga, pero que en sí misma es contagiosa.
36
que la hace posible solo por medio de un acto fallido, puesto que el sujeto cuando se
Y por último plantea el asunto en las psicosis en donde la caída del objeto a, empuja
al sujeto melancólico a la muerte, pues este tiene una identificación con este objeto que le
lleva a atacarlo, y al mismo tiempo a alcanzarlo, razón por la cual cuando el objeto cae el
Así se evidencia una tendencia agresiva en el sujeto mismo que está del lado de la
destrucción, y que ratifica la hipótesis Freudiana acerca de que la finalidad de toda vida es
hacia los objetos, hay un núcleo de esa tendencia destructiva que se queda dentro del sujeto
y que le lleva a una vuelta siempre al mismo lugar, a la repetición de un trauma, que se
el fracaso, en el estancamiento del sujeto en un malestar que le hace daño y del cual no sale,
formas de repetición que no dan vía a un avance, a un cambio de posición del sujeto con
relación a ese goce mortífero que se satisface por medio de su malestar. Un goce mortífero
que vía identificación con el otro, o identificación con el objeto, o por medio del
en un acto suicida.
37
evidencia una contradicción entre sus posturas, en la medida en que la primera postula el
suicidio como un acto logrado en tanto resignifica toda la historia del sujeto, mientras que
momento de cometer un suicidio que se trata de un acto, además deja ver su falla en la
multicausal, de esta forma, no hay una pregunta por la responsabilidad del sujeto, sino que
psiquiatría no implica al sujeto en una determinada posición con relación a ese abandono o
sujeto que padece, sino a la comunidad médica que se hace cargo de él, de ahí las
que si bien son adecuados en lo que se refiere a pacientes con alto riesgo, no posibilitan una
Del lado de la sociología hay una relación estrecha entre el individuo y la sociedad,
que es explicada por medio del suicidio, pues este acto como todos los ejecutados por el
individuo están sometidos a las reglas sociales, pertenecen a una estructura social estable,
donde cada uno está determinado, donde ninguno de los hechos está por fuera de las
38
que se tiene que eliminar. Por lo tanto es ajeno al sujeto quien no se implica en el conflicto,
suicidio en psicoanálisis aun no se ha investigado por la estructuración del acto suicida pues
en un primer momento se abordan cuestiones que tienen que ver más con las causas del
superyó, el acto logrado o fallido, la relación entre el semblante de amo y el suicidio, las
relaciones entre suicidio melancólico y el suicidio en la neurosis obsesiva, etc, sin embargo,
falta una articulación teórica que dé cuenta de la estructura del acto suicida. De esta forma
1.3 Justificación
fenómeno problemático en la sociedad pues no se la ve como el fin al que llega la vida sino
como su opuesto, causando aun enigmas a las personas que tienen que vérselas con la
muerte de otro cercano,pero aun así sin interiorizar la muerte propia, así, si la muerte
natural se hace enigmática y horrorosa a los ojos de las personas, la muerte voluntaria crea
más inquietudes, pues el suicidio, citando a Lacan, tiene una belleza horrorosa que suscita
aún en estos tiempos la condena de este acto. Pero que a su vez, hecho paradójico, tiene
una belleza que lleva a epidemias de suicidios. De esta manera el suicida se muda en un
signo eterno para el Otro, signo que deja abierta una permanente pregunta acerca de las
la patología; el tipo de sociedad y el grado de alienación o no que el sujeto tiene para con
esta; o desde la consideración de elementos que son estructurales para el sujeto y que llevan
un acercamiento de la posición que tienen las personas que eligen quitarse la vida.
estructuración del acto suicida en el sujeto, pregunta que es novedosa en tanto interroga la
que le preexiste, que es resinificado por la inscripción de la ley que hace ruptura o reafirma
el significante primordial, el sujeto asume una posición particular frente a este discurso que
repite de forma insaciable, lo cual genera malestar, sufrimiento, porque sin saberlo repite su
verdad, una verdad inconsciente que en el caso de algunos sujetos está del lado de ser un
niño no deseado. De esta forma la pregunta por el acto suicida en el sujeto tiene interés en
la medida en que busca esclarecer y profundizar en la dimensión significante que está del
lado del deseo del propio sujeto y a la vez en la dimensión mortífera que tiene que ver con
se estructura ese rechazo que acaba con la ligazón al discurso y por ende a la vida misma.
Cambio de posición radical frente al deseo, la ley y el goce que implica a un sujeto
fundamentales que tienen que ver con el acto suicida, pues si bien en los antecedentes se
abordan algunos de los conceptos que tienen que ver con este acto, en algunos artículos se
algunos de ellos, sin embargo en los antecedentes revisados no hay una pregunta por las
relaciones estructurales entre los elementos conceptuales que permiten dar cuenta del acto
41
Tiene una utilidad a nivel social porque permitirá un saber teórico acerca de las
relaciones estructurales de los elementos del acto suicida, además de aclarar la implicación
del sujeto en su propia muerte y de la actitud de la sociedad frente a este suceso que queda
marcado como un signo eterno, un cuestionamiento permanente para una sociedad que
como se manifestaba anteriormente tiene una actitud ambigua hacia la muerte. Aunque hay
que aclarar que las relaciones encontradas no son universalizables, pues solo puede darse
1.4 Objetivos
1.4.1 General
1.4.2 Específicos
2. MARCO TEORICO
Para abordar las relaciones entre pulsión de muerte y suicidio se hace necesario
retomar el recorrido que hizo Freud de las pulsiones con el fin de esclarecer que se entiende
por pulsión y establecer de forma adecuada la división entre pulsiones sexuales y pulsiones
yoicas para finalmente conceptualizar de forma adecuada la división entre pulsión de vida y
pulsión de muerte.
pulsión es un estimulo que se encuentra en el interior del organismo, Freud lo diferencia del
estímulo exterior en la medida en que este último actúa como una fuerza de choque de la
cual el sujeto se puede sustraer mediante una acción acorde a fines como la huida, mientras
que la pulsión proviene del interior del cuerpo y actúa como una fuerza constante de la
cual el individuo no puede sustraerse mediante la huida “Puesto que no ataca desde afuera,
sino desde el interior del cuerpo, una huida de nada pueda valer contra ella” (Freud, 1915.
Pág. 114), estas pulsiones actúan de acuerdo al principio del placer que rige al aparato
disminución de estímulo, placer. La pulsión tiene como meta la satisfacción que se alcanza
Freud distingue dos clases de pulsiones: las pulsiones sexuales y las pulsiones
yoicas o de auto conservación, estas pulsiones Freud las colige a partir del estudio de las
funciones, para la otra concepción el individuo es un apéndice temporario, razón por la cual
su tendencia más allá de él, es la creación de nuevos individuos por medio del plasma
germinal. De esta forma se evidencia una diferenciación entre pulsiones yoicas y sexuales;
autoconservación y posteriormente una parte de las pulsiones sexuales sigue asociada con
tendencia que tenían sus pacientes a repetir por medio del sueño, del juego y en sus actos,
situaciones dolorosas, traumáticas, una compulsión a la repetición que lejos de cumplir con
el principio del placer tendía a un displacer continuo. Freud afirma que dicha tendencia se
refiere a un más allá del principio del placer a partir del cual se revela un carácter universal
de las pulsiones: “una pulsión será entonces un esfuerzo, inherente a lo orgánico vivo, de
45
reproducción de un estado anterior que lo vivo debió resignar bajo el influjo de fuerzas
perturbadoras externas” (Freud, 1920. Pág. 36) de esta forma la pulsión tiene una naturaleza
conservadora del viviente siendo la meta a la que aspiran el regreso a un estado inicial del
que partió la vida y al que ésta aspira a regresar, dicho estado no puede ser otro que la
las pulsiones de autoconservación que tenderían a la conservación de la vida, por esta razón
la teoría de las pulsiones de autoconservación cae por tierra debido a que son pulsiones
sexuales que cuidan y posibilitan el encuentro entre las células germinales que permiten la
estados anteriores de la sustancia viva; pero lo son en medida mayor pues resultan
pues conservan la vida por periodos más largos (…) llegado a cierto lugar de este
camino, se lanza hacia atrás para volver a retomarlo desde cierto punto y así
Así las pulsiones de vida tienden a establecer la fusión de dos células germinales,
unión que permite prolongar la vida. Es importante aclarar que la pulsión de vida, retorna a
situaciones que fueron placenteras. En tanto que las pulsiones de muerte pugnan por
46
tensión. Estas pulsiones si bien por la represión no pueden satisfacerse, empujan al sujeto a
insaciable algo que fue traumático para el sujeto, (como la perdida de objeto, o la guerra o
los accidentes mortales), hechos que se manifiestan en las neurosis traumáticas, en los
sueños de angustia, en los juegos. Compulsión a la repetición que estanca al sujeto, que le
destruye y que le marca su vida en un aparente destino de fatalidad, en donde todo vuelve
al mismo lugar.
explicando de este modo el proceso de la vida, pues las pulsiones sexuales tenderán a
destrucción hacia el exterior lo que hace que busque la aniquilación de otro organismo y no
la propia, mientras que si no dirige su pulsión hacia el exterior hay una tendencia a la
autoaniquilación.
vuelven inofensiva para el individuo dirigiéndola hacia los objetos externos, lo que hace
que reciba el nombre de pulsión de destrucción, como esta pulsión se encuentra mezclada
con la pulsión de vida, esta la pone al servicio de la función sexual en la cual la pulsión de
destrucción se manifiesta como sadismo. Sin embargo una parte de esta pulsión queda en el
tal forma que “no debemos contar con una pulsión de muerte y una pulsión de vida puras”
(Freud, 1923. Pág. 170), lo que posibilita la inferencia de que posiblemente hay una sola
Ahora bien, ¿qué dice Lacan de la pulsión?, Lacan en primer lugar comienza por
diferenciarla de la fuerza (Drang) y la define como una ficción, un montaje que permite la
hay al principio una finalidad biológica, ya que la sexualidad se encuentra atravesada por el
significante y en esta medida por la hiancia que hay en el inconsciente, de esta forma
retomando a Freud, Lacan (1964) afirma que no se puede hablar de homeostasis porque las
pulsiones que permiten a la sexualidad entrar en juego son parciales y en estas no hay una
Otro aspecto importante que indica Lacan es que la pulsión es una fuerza constante,
en la cual no hay alza ni baja, razón por la cual, se deduce que en la pulsión no hay un
correlato biológico, puesto que en este siempre hay un ritmo, lo que hablaría de una tensión
que se rebaja, que se puede extinguir por medio de la satisfacción. Lo que es opuesto a la
insatisfacción y por ende el sufrimiento que tienen los pacientes en lo que atañe a su ser y
esa satisfacción subversiva de algo que va en contra de su deseo, satisfacción que se cumple
en la medida en que ellos hacen lo que no quieren hacer pero que ese algo les exige,
satisfacción paradójica de la pulsión de muerte que Lacan denominó goce. De ahí que
Lacan (1964 ) diga que el camino del sujeto se encuentra entre dos murallas de lo
imposible, imposible que Freud ya había tenido en cuenta cuando hablaba del síntoma
Eso imposible se refiere a lo real en la medida en que es aquello que hace obstáculo
imposible: la relación sexual. Este real es justamente el que hace que se vuelva siempre al
pérdida del objeto y la pérdida de goce que esta falta trae consigo.
conservadora, en la medida en que repite vivencias de las que el sujeto pretende salir, sin
embargo aunque esta sea su pretensión, se queda estancado en una repetición incesante de
muerte, desviándola hacia el exterior, hacia los otros, no obstante la pulsión de muerte
sintomático que no reconoce como suyo, un sufrimiento que actúa por medio de la
juegos, en los sueños traumáticos, en los síntomas, en los actos, en la medida en que en
análisis en vez de haber una mejoría del malestar, lo que se produce es un empeoramiento
del síntoma, en tanto el sujeto no recuerda nada de eso que esta reprimido y que es
traumático para él, sino que lo repite en un acto sintomático, repetición que un análisis tiene
el objetivo de mudar en recuerdo con el fin de que el sujeto no actúe lo vivenciado sino que
El goce se presenta como la satisfacción de una pulsión, esta pulsión contiene tanto
insistencia propia de la pulsión, insistencia que se relaciona con “algo memorable, por
Lacan evoca la teoría del Marqués de Sade en la cual éste formula que la destrucción es
destruido, de esta forma dice que el crimen es necesario en el mundo y que los crímenes
más útiles para la tierra son el rechazo a la propagación y la destrucción. Sin embargo
afirma que para servir a la naturaleza hacen falta crímenes más completos, pues es la
matando a una vida, sería necesario oponerse a la regeneración del cadáver para servirla de
energética con el principio de nirvana y la pulsión de muerte, pues esta última se sitúa en el
dominio histórico, debido a que se encuentra articulada por el significante. De esta manera
la pulsión se sitúa más allá del retorno de lo inanimado en una voluntad de destrucción, ya
que hay una voluntad de Otra cosa, voluntad de recomienzo, en la medida en que se articula
con el significante.
tanto la repetición si bien tiene que ver con la función de ciclos de vida, conlleva también
punto ideal, punto fuera del plano, pero cuyo sentido capta el análisis estructural. Queda
el descenso hacia la muerte, de esta manera cuando Freud articula el más allá del principio
del placer, se refiere al mismo tiempo al principio del displacer, puesto que si bien el
tensión. Es en este mismo sentido que el ser parlante se distingue del animal, pues el
primero se encuentra atravesado por una hiancia que le permite operar sobre el cuerpo
propio y el del otro en busca de una ganancia de goce. Es a partir de esto que Freud articula
51
el instinto de muerte y lo cual lleva a decir a Lacan que “el único acto que en definitiva-si
atravesada por el significante, el suicidio aunque sea un punto final, no borra lo que se es,
es decir que el ser es eterno. Esto se relaciona con lo que dice en el seminario cinco “Las
Formaciones del Inconciente”, (1958), acerca de que el suicida quiere salir de esa cadena
significante en la que solo a disgusto fue aceptado por su madre, pero al intentar salir de esa
cadena, al suicidarse no sale sino que se introduce más en esa cadena quedando como un
signo eterno para el Otro. Es por esto que Lacan el seminario VI El Deseo y su
Interpretación (1958), dice que la pregunta de Hamlet acerca “de ser o no ser” no es
crucial, que no hay “ser o no ser”, pues con el suicidio no se deja de ser, el sujeto a pesar de
que quiera salir de la cadena sintomática, no cae en el no ser, nunca deja de ser.
De esta forma la pulsión de muerte abre una pregunta acerca de la relación del
sujeto con la muerte, pregunta que remite al significante en la medida en que sólo a partir
del significante el sujeto puede acceder a un saber sobre la muerte pues, en tanto que el
sujeto articula una cadena significante, puede llegar a saber que “puede faltar en la cadena
En este sentido se podría decir que el suicidio del sujeto tiene una relación
estructural con la pulsión de muerte en la medida en que el suicidio realizaría su meta que
52
hacia la muerte, pues el gozar del cuerpo propio remite a la parte de la pulsión mortífera
que se queda en el interior del cuerpo y que tiende a la aniquilación de la propia vida. En
este sentido el suicidio es un acto que se deriva de la pulsión en tanto no se articula con
palabras, sino que se actúa para obtener un goce haciendo efectiva su falta en la cadena
significante.
Para abordar la estructuración del acto suicida se hace importante tener en cuenta la
relación entre suicidio e identificación, pues ésta se hace evidente en un primer momento
en lo que Freud dice acerca de que “el psicoanálisis nos ha descubierto, en efecto, que
un deseo de muerte orientado hacia distinta persona” (Freud, 1920 pág. 155), refiriéndose
en este caso a la joven homosexual, quien pasa al acto suicida, en una identificación con la
madre, en la medida en que ésta le da al padre, en la realidad, el hijo, que la Joven esperaba
niederkommt, caer, que a su vez remite al significante parir, de esta forma la joven se
identifica a la madre, que debió morir durante el parto, sin embargo, más allá de esto en la
53
caída también se encuentra la identificación con ese hijo que ella deseaba tener, así pues
en esta tentativa de suicidio hay varias dimensiones, en primer lugar hay una realización de
deseo pues en la caída está representando el parto, y a la vez se está identificando con el
hijo que no pudo darle a su padre, pero también se infringe un auto castigo en la medida en
que devuelve hacia sí el deseo de muerte que iba dirigido hacia la madre. De igual forma la
muerte al perturbador del amor, se infringe un auto castigo a partir de tentativas de suicidio
El hecho de que en el neurótico solo halle fuerzas para matarse aquel que
mata de forma simultánea un objeto con el que esté identificado, se esclarece en “duelo y
solo puede darse muerte cuando a partir de una regresión de la libido, de los objetos hacia
el yo, este se trata a sí mismo como a un objeto, en este sentido toda la agresividad que en
Más adelante en el esquema del psicoanálisis (1940) Freud postula que en algunas
personas neuróticas el suicidio sobreviene a partir de la des mezcla de las pulsiones a partir
de las cuales la pulsión de muerte es vuelta hacia el propio sujeto de una forma excesiva, lo
que hace que las pulsiones de auto conservación sufran un trastorno pues la persona solo
busca su autodestrucción.
54
Posteriormente, Lacan postula en el estadio del espejo que el sujeto cuando llega al
cuenta de un suicidio originario en la medida en que hay una doble ruptura vital, en primer
lugar una ruptura con la adaptación al medio en que se encontraba, y una ruptura con el
imagen del otro, “el estadio del espejo es un drama cuyo empuje interno se precipita
identificación espacial, maquina las fantasías que se sucederán desde una imagen
Así en el estadio del espejo el sujeto percibe en el otro una imagen ideal, una
imagen virtual, pero sin embargo más acá del espejo, está la imagen real que representa, la
imagen del deseo fragmentado, una imagen que da cuenta del desmembramiento del
cuerpo, pero que se camufla a partir de la imagen especular. Ahora bien esto es lo que hay
más acá del espejo, el deseo del sujeto fundado en el deseo del Otro, sin embargo lo que se
evidencia más allá del espejo es la relación imaginaria que el sujeto tiene con este Otro.
libido pues el sujeto adquiere por medio de ésta un valor mortal en la medida en que se
55
la medida en que en el hombre adquiere una significación diferente puesto que la libido
atraviesa por una fase imaginaria. Pues la imagen ideal que reconoce en el otro, la imagen
del amo, el sujeto la confunde con la imagen de la muerte, en tanto está sometido a esta
imagen, es por esto que el amor es una forma de suicidio, pues el sujeto en la identificación
con este otro absoluto, se identifica a la imagen de la muerte, que sería correlativa al deseo
fragmentado que hay más acá del espejo, así cuando el sujeto se identifica a esta imagen de
la muerte, reduce la discordancia entre el yo y el ser, por ello esto resuena en el nudo
imaginario en la agresión suicida narcisista. De ahí que Lacan plantee que el hombre
cuando hace el amor sabe que está sometido a la muerte y lo experimenta, pues quiere por
funda en el deseo del Otro, y en esta medida el sujeto tendrá sentimientos de amor, pero
también de odio, de rivalidad, con este Otro y que hace evidente la relación entre la libido
narcisista y la función enajenadora del yo, lo que denota la tendencia alienante y mortífera
de yo con el Otro primordial, relación en la que el sujeto evidenciará una discordancia entre
el yo y el ser, que el sujeto intenta resolver; sin embargo, la resolución a partir de una
coincidencia ilusoria de la realidad con el ideal “debe resonar hasta en las profundidades
del nudo imaginario de la agresión suicida narcisista” (Lacan, 1946. Pág.177)”En la medida
momento la joven se encuentra frustrada del falo, en la medida en que la promesa paterna
de trasmitírselo por la vía de un hijo falla cuando el padre engendra un hijo con la esposa y
madre de la joven; sin embargo, la joven por la vía de la homosexualidad logra sostener un
deseo, en la medida en que escoge su objeto de amor, por una vía de identificación con la
madre, una mujer mayor pero aun deseada por los hombres y que aun puede ser madre, aun
puede recibir el objeto. Además se constituye el objeto por el cual la joven le demuestra al
padre que no solo se ama por lo que se tiene, sino más allá de esto por lo que no se tiene.
De esta manera, cuando la joven es enfrentada por su padre a partir de una mirada
privación del objeto, en este momento siente que el objeto queda perdido para siempre,
careciendo de sentido también la nada en la que se había apoyado para demostrar a su padre
como se puede amar, pues esta nada se sostenía por un grado, por pequeño que fuese, de
aceptación de esta mujer que aún podía recibir el falo. En ese momento en que se enfrenta a
Pero también este suicidio, es la pantomima del objeto simbólico, pues ella se
identifica no solo a la madre que da a luz un hijo, sino al hijo que no ha tenido. Así en el
suicidio, el acto de morir, se identifica al objeto fálico en el acto de parir, es decir ella cae
en identificación con el objeto que cae. Así en este caso se evidencia no solo el suicidio
por la vertiente de la identificación imaginaria con el otro, sino por la privación definitiva
57
del objeto fálico, y en identificación con este objeto, una identificación que como se decía
anteriormente reduce la distancia entre el yo y el objeto ideal solo a partir de la caída, del
suicidio. En este sentido la joven en esta tentativa, se hace ser el don que no tiene y que
quiere entregar a su ideal, “Ella elige como objeto ¿por qué?, para darle lo que es el objeto
del amor, darle lo que ella no tiene, llevar al máximo la idealización, darle este falo objeto
de su adoración al cual se identifica el amor homosexual por esta persona singular que es el
en la medida en que hay una tendencia agresiva del sujeto desde el comienzo mismo de la
relación con el otro a partir del cual forma su yo, tendencia agresiva en la medida en que el
otro se muda en su propia imagen, una imagen que se ama y se odia, imagen siempre
muerte.
angustia es producida, por una tensión acumulada como la respiración. De esta forma la
proceso a partir del cual la angustia es generada. Así es importante tener en cuenta que
en situaciones normales, cuando el sujeto tiene una tensión física acrecentada alcanza
un umbral a partir del cual el efecto psíquico se anuda a dicha tensión, formándose un
tensión física con el afecto psíquico, lo que hace imposible la formación del afecto
sexual. Así la tensión sexual que queda sin ligar se muda en angustia generándose un
premisa acerca de que la angustia es producida por un aumento de tensión que causa el
nacimiento nos ofrece una vivencia arquetípica de tal índole, y por eso nos
59
como acorde al fin, en tanto se manifiesta cuando se presenta un peligro vital en el cual el
perciba de nuevo un peligro semejante. Sin embargo cuando se exterioriza un peligro nuevo
al fin, pues el yo al reproducir este afecto no reproduce una acción que le permita salir de la
situación de peligro, aunque esta reacción se exterioriza de nuevo como acorde a fines
cuando el peligro es percibido como inminente. De esta forma para abordar el problema de
vida (…) el feto no puede notar más que una enorme perturbación en la economía
Tensión que más tarde se siente en las fobias de los niños a la soledad, a la
del nacimiento, sin embargo estos tres casos tienen una condición y es la de una añoranza
de la persona amada, no obstante no es cualquier persona la que puede ocupar este lugar,
sino la madre que colma sus necesidades. De esta forma el infante inviste intensamente, de
forma alucinatoria, a la imagen de este objeto de amor; sin embargo, ante la ausencia de
medida en que éste no está para colmar sus necesidades, lo que hace que haya un aumento
de objeto.
respiratoria y vocal clama ahora por la madre, así como antes la actividad
de su nacimiento nada más que esta caracterización del peligro (Freud, 1926.
Pág130)
una descarga por vía psíquica ni motriz. Sin embargo con la vivencia de que un objeto
61
cuando la ausencia del objeto se produce, el infante da la señal de angustia para evitar la
situación de displacer. De esta forma la función de la angustia es la de ser una señal para la
ésta en tanto se refiere a la separación de un objeto, sin embargo ese objeto se encuentra en
el propio cuerpo del infante, son sus genitales. Por tanto la angustia que siente el infante es
angustia de castración. Esta situación se relaciona con las anteriores situaciones de peligro
la reunión con el objeto de amor en el acto del coito. De este modo la separación de ese
miembro deviene también una separación de la madre lo que implica que la tensión de
Edipo, estas forman una instancia de crítica, el superyó, de este modo es el castigo del
superyó, la pérdida de amor de parte de éste, lo que es considerado como peligro por parte
del yo y frente a lo cual emite la señal de angustia. Así la angustia es registrada por el yo,
quien a partir de los procesos sobrevenidos del ello, de la insistencia pulsional, emite la
señal de angustia y desarrolla la represión del contenido displacentero. Así “que en el ello
suceda algo que active una de las situaciones de peligro para el yo y lo mueva dar la señal
62
de angustia a fin de inhibirlo, o que en el ello se produzca la situación análoga al trauma del
nacimiento, en que la reacción de angustia sobreviene automática” (Freud, 1926. Pág. 133).
Dicha tensión entre el yo y el ello lleva al vínculo entre angustia y síntoma, pues el peligro
que es sentido por el yo no es exterior sino interior, parte de las exigencias pulsionales del
ello, de tal manera que aquello que sería considerado como peligro en la angustia es la
propia libido.
defensa que es análogo al intento de huida frente al peligro exterior, pues busca sustraerse
de la exigencia pulsional por medio de la represión, de este modo la libido que intentaba
embargo, esta libido que queda insatisfecha busca aferrarse a contenidos del ello, fuentes
internas de excitación que le permitan reforzarse, lo cual sería sentido como displacentero
para el yo quien emitiría de nuevo la señal de angustia, sin embargo como la libido está
desterrada del yo, ya no pertenece a sus dominios; de esta forma el yo tiene que hacer una
pulsional.
la situación de peligro. Posee dos caras; una que permanece oculta para nosotros,
peligro; la otra cara, vuelta hacia nosotros, nos muestra lo que ella ha creado en
63
Pág. 137)
El vínculo entre angustia y síntoma permite discernir la naturaleza del peligro frente al que
el yo huye, puesto que es un peligro no externo sino interno, pulsional, peligro que no cesa
reprimida sigue latente en el inconsciente. La angustia siempre tiene como factor común la
separación con la madre, ya sea desde lo biológico en el nacimiento hasta en lo anímico con
la pérdida del objeto. Sin embargo este peligro pulsional es tanto interno como externo. Es
decir que el sujeto inviste al objeto con su libido y siente angustia ante la desaparición de
peligro proviene de las mociones pulsionales del ello que pugnan por una unión con la
madre en el coito, pues estas mociones pulsionales son condición para un peligro que sería
exterior que es la castración por parte del padre que es el rival amado y odiado del infante,
Es cierto que el varoncito siente angustia ante una exigencia de la libido, en este
neurótica. Pero ese enamoramiento le aparece como un peligro interno, del que
debe sustraerse mediante la renuncia a ese objeto, solo porque convoca una
situación de peligro externo (…) el peligro pulsional interno resulta ser una
condición y preparación del peligro objetivo externo (Freud, 1926 pág. 80)
esto lo que interesa si no el hecho de que la amenaza de castración se haya hecho efectiva
64
aunque nunca se la lleve al acto. De esta forma la angustia es una señal frente al peligro
que permite al yo preparase frente a una posible ocurrencia de este, aunque este peligro sea
desconocido, o nuca llegue a efectuarse. Es decir que la angustia para Freud es señal de un
cuento de Hoffmann “El Hombre de Arena” , Freud partir de lo que se narra en este
perder los ojos, dicha angustia estaba relacionada con el temor hacia el hombre de
Arena, debido a una leyenda, acerca de que este le arrancaba los ojos a los niños
piquitos curvos como las lechuzas; con ellos picotean los ojos de las
criaturas que se portan mal».
ojos! ». El espanto del estudiante se calma al advertir que los ojos ofrecidos
resultan ser unas inocentes gafas; le compra a Coppola un prismático de
bolsillo con el que espía la casa lindera del profesor Spalanzani, donde
divisa a su hija Olimpia, bella pero enigmaticamente silenciosa e inmóvil. Se
enamora perdidamente de ella, hasta el punto de olvidar a su inteligente y
serena novia. Pero Olimpia es un autómata al que Spalanzani le ha puesto
el mecanismo de relojería y Coppola -el Hombre de la Arena- los ojos. El
estudiante sorprende a los dos maestros disputando por su obra; el óptico se
lleva a la muñeca de madera, sin ojos, y el mecánico Spalanzani arroja al
pecho de Nathaniel los ojos de Olimpia, que permanecían en el suelo
'bañados en sangre; dice que Coppola se los ha hurtado a Nathaniel. Este
cae presa de un nuevo ataque de locura en cuyo delirium se aúnan la
reminiscencia de la muerte del padre con la impresión fresca: «¡Uy, uy, uy!
¡Círculo de fuego, círculo de fuego! ¡Gira, círculo de fuego, lindo, lindo!
¡Muñequita de madera, uy, bella muñequita de madera, gira!». Se arroja
entonces sobre el profesor, el presunto padre de Olimpia, con ánimo de
estrangularlo.
Freud firma que el terror a perder los ojos de Nataniel tiene que ver con la angustia
padre, el primero era el padre bueno, el salvador y el último era el padre castrador, de esta
forma el deseo inconsciente de que muera el padre malo, perturbador del amor halla su
encarnación en la muerte del padre bueno. Así mismo sucede con el profesor Espalanzanni
castrador, en este mismo sentido llama la atención sobre ambas encarnaciones del hombre
de arena como perturbador del amor haciendo que el estudiante terminara con su novia,
Este suicidio tiene relación con lo que Freud se encontraba articulando en el texto de
“Lo Ominoso” sobre “la verdad de lo terrorífico que se remonta a lo consabido de antiguo,
68
a lo familiar desde hace tiempo” (Freud, 1924. Pág. 220), en la medida en que el joven cada
que esa verdad se le hacía manifiesta en la figuras adoptadas por el abogado Coppelius (el
hombre de arena, el padre castrador, el perturbador del amor) caía presa de la locura,
manifestada en el horror que le causaba la impresión de sus ojos arrancados, hasta que
llevan al suicidio.
Esta narración acerca del suicidio a partir del horror de una verdad que se hace
manifiesta se encuentra en lo que Lacan manifiesta acerca del objeto a, en la medida en que
cuando el sujeto franquea el fantasma y se encuentra con este objeto se encuentra con lo
precisamente con la falta de objeto, porque este es un objeto cesible, de ahí que el sujeto
en el se confronta con la discordancia entre la imagen de lo que se busca ser para satisfacer
al Otro, y lo que el sujeto tiene para ofrecer, en una hiancia que le deja a merced de las
significaciones del Otro, así la angustia “es correlativa del momento de suspensión del
sujeto, en un tiempo en que va a ser algo en el que ya no sabe dónde está, hacia un tiempo
en el que ya nunca podrá reconocerse”(Lacan, 1957. Pág. 228), siendo esta la angustia de
castración. Es decir que el sujeto deja de ser para ser lo que la madre quiere, pero cuando
madre y lo que en realidad tiene para ofrecer, algo que para él es muy poco. En este
ser lo que es para ser algo en lo que nunca podrá reconocerse, es esta la angustia.
causa del deseo, en la medida en que no se encuentra en el mismo lugar del fin de la
interior del cuerpo, sin embargo como el objeto no se encuentra en el interior sino en el
exterior no puede ser alcanzado por la tendencia y siempre queda ese resto como
irreductible a la satisfacción, pues nunca será alcanzado en la medida en que por estar en el
exterior que se sitúa aquí, a, antes de que el sujeto en el lugar del Otro se capte en x en la
forma especular que introduce para él la distinción entre yo y no-yo. La noción de causa
pertenece a ese exterior, a ese lugar del objeto antes de toda interiorización” (Lacan 1962.
Pág. 115.), interiorización que permite articular la relación entre la ley y el deseo, en tanto
tienen un objeto en común. Así el deseo y la ley son una y la misma cosa en tanto la ley
traza el camino del deseo emergiendo como efecto el complejo de castración que Lacan
designa como –φ, en la medida en que la falta le es estructural al objeto a, de este modo en
la conjugación del objeto con la falta que le es inherente, el sujeto se constituye en el lugar
del Otro. Así cuando hay apertura de esta falta, se muestra el límite de la imagen especular,
y emerge la angustia. “el fenómeno del borde, en lo que se abre como esta ventana y en
70
ocasiones privilegiadas, marca el límite ilusorio de ese mundo de reconocimiento que llamo
correlación entre el deseo y angustia que lacan denomina turbación y que es el objeto a,
designa al objeto.
sujeto se confronta con la falta que hay en el campo del Otro, y en el cual cede al objeto.
Cesión que determina el carácter del objeto, en la medida en que es un objeto que se
abandona, sin embargo es dicho carácter de cesión lo que implica la angustia, y en el cual
se evidencia que los puntos de fijación de la libido que hay en la historia del sujeto se
Objeto a, que representa al sujeto, en tanto objeto cesible, “yo soy este objeto
cesible”. Objeto que al estar articulado con la falta hace que el sujeto sea deseante de una
falta, pero no de una falta del sujeto, si no una falta en el goce del Otro. En esta medida el
objeto aunque irreductible a toda simbolización depende del Otro porque es a partir de este
que se articula. De ahí que la angustia esté vinculada con el hecho de no saber que objeto a
soy yo para el Otro. Angustia de la que el sujeto está protegido, por medio de la captación
El objeto a tiene como función entonces la hiancia que instaura la separación entre
el deseo y el goce “y nos condena a que necesariamente para nosotros el goce no le este,
71
por su naturaleza destinado al deseo. El deseo no puede ir mas que a su encuentro” (Lacan,
1962. Pág. 358). Al encuentro del objeto causa, que solo se encuentra franqueando al
fantasma que lo sostiene, y que Lacan presentifica como un cuadro que se encuentra en el
marco de una ventana, cuadro que indica un deseo de no ver que hay más allá, porque mas
allá se encuentra lo que Freud designaba como verdad terrorífica consabida desde hace
tiempo, y que en Lacan toma la forma del objeto que se es para el Otro, verdad que se
manifiesta a partir del franqueamiento del cuadro y que deja al sujeto en un vacío y que
enfrenta al sujeto con la angustia de castración, y que lo hace encontrarse con un momento
irreductible a toda significación, es señal de la caída del objeto, señal frente a la cual el
identificación con este objeto como sucede en el cuento del hombre de arena con el
estudiante Nathaniel quien al ver a la encarnación del hombre de arena, aquel que cree que
para el Otro como objeto a como un objeto cesible, un objeto faltante. De esta forma
fenómeno de borde a partir del cual el sujeto atraviesa la ventana y se lanza al vacío en un
2.1.4 Las Relaciones del Suicidio Con la Verdad: No querer saber nada de…Verdad y
desconocimiento
relación entre verdad y muerte, pues la verdad es la que hace surgir la muerte, de ahí que el
sujeto no quiera enfrentarse con una verdad de la que nada sabe, pero que le concierne
íntimamente, sin embargo cuando el sujeto se encuentra con esta verdad, se encuentra con
el vacío, con la cesión del objeto, y con la muerte. Para emprender la relación entre la
sensaciones placenteras en la que hay una alta estima por este miembro. Esta primacía
fálica hace que el infante presuponga que todos los seres animados tienen falo, lo que hace
la diferencia con los seres inanimados, sin embargo cuando observa que las personas del
sexo contrario no tienen pene, el desconoce esta realidad argumentando que lo tiene
pequeño y después le crecerá; sin embargo mas adelante con el complejo de Edipo el
pequeño que toma a su madre como objeto de amor y siente a su padre como un rival
que tiene su punto de arranque en el pecho materno (…); del padre el varoncito se
apodera por identificación. Ambos vínculos marchan un tiempo uno junto al otro,
hasta que por el refuerzo de los deseos sexuales hacia la madre, y por la percepción
73
Sin embargo el niño no solo tiene sentimientos hostiles hacia el padre sino que
también por medio de la identificación lo toma como objeto de amor, es decir también tiene
un complejo de Edipo invertido, ambas formas del complejo de Edipo ofrecían al niño
cual tomaba el lugar del padre para tener comercio sexual con la madre, y el complejo de
Edipo negativo una gratificación pasiva en la cual se sustituye a la madre para hacerse amar
por el padre.
A partir de esto el niño tiene sentimientos hostiles hacia su padre, deseo de muerte
hacia él para que no perturbe la relación con su madre, sin embargo además de este
sentimiento hostil se encuentra la identificación que tiene con su padre, y el amor que siente
por él. Esta ambivalencia de sentimientos lleva a que él proyecte los deseos de muerte que
pene faltante en las niñas, no va a crecer sino que ya estaba y fue castrado, por las posibles
mociones hostiles que las personas del sexo opuesto tendrían hacia su rival. Es por esto que
el complejo de Edipo finaliza, pues el sujeto decide renunciar al objeto de amor con el fin
el pene, entonces por fuerza estallará el conflicto entre el interés narcisista en esta
también tiene como consecuencia la pérdida del objeto de amor. Así a partir del complejo
ante mociones libidinosas que parten del ello y que tienden a satisfacerse en una unión con
interno del que debe sustraerse pues son condición para un peligro exterior que es el de la
castración.
A partir de este peligro interno como se decía anteriormente el sujeto emite la señal
de angustia con el fin de que el yo proporcione las defesas que le permitirán sustraerse al
peligro interno y por ende al peligro externo. El sujeto a partir de esta señal de angustia
de la que el infante no quiere saber, entonces recurre a tres mecanismos que marcarán
mociones pulsionales que le son traumáticas, así como todo aquello que entre en conexión
asociativa con los retoños pulsionales. En la psicosis hay una forclusión de la realidad en
la castración de modo que cuando el sujeto se encuentra con que su madre no tiene pene,
desmiente esta representación, y allí donde el miembro no se encuentra pone un fetiche “si
en lo psíquico la mujer sigue teniendo pene, pero este pene ya no es el mismo que antes
era. Algo lo ha reemplazado; fue designado sustituto por así decir y hereda el interés que
tenía el primero”(Freud, 1928. Pág. 149), por medio de este sustituto el sujeto también se
Lacan retoma estos tres mecanismos, para hablar de la elección de estructura que
en una relación alienante con la madre, y es necesario que el Otro simbólico intervenga en
esta relación y permita una separación en esta relación, que le permita al niño salir del lugar
de objeto respecto del deseo de la madre e ingrese en lo simbólico como sujeto deseante.
a dicha ley, de la castración, sumisión siempre dolorosa dado que implica una pérdida de
76
goce y de objeto, para devenir sujeto deseante, de ahí en adelante el sujeto se creará un
síntoma que tiene que ver con una forma de respuesta particular frente a la verdad velada de
su falta.
sujeto fuera del discurso, en una estructura psicótica. En este orden de ideas, el sujeto
rechaza no solo una ley simbólica, sino al Otro en tanto lugar del discurso, del inconsciente.
Así la psicosis es un rechazo radical del inconsciente y por tanto se encuentra fuera de
discurso, debido a que éste impone límites que tienen un efecto castrador, es por esto que
cuando el sujeto psicótico se encuentra con un límite que toque con su falta, al no tener un
con la castración materna y también con la suya propia, no la reprime -sometiéndose a ella
como en el caso de las neurosis- sino que desmiente esa ley, para no encontrarse con lo
horroroso de la castración, velando la falta que hay en la madre por medio de un fetiche que
erige en el lugar del objeto que falta, objeto que da cuenta a su vez del saber que tiene el
perverso de la castración.
medida en que el sujeto no quiere saber nada de esta, ni del objeto a que queda como resto
77
a partir de ella. Objeto que develaría la verdad del sujeto, la verdad de su división, de su
no saber que conlleva angustia, pero que sin embargo es un no saber que le permite no
enfrentarse con lo angustiante de la castración, el objeto a queda velado por medio del I(a),
que es el i(a), introyección que tiene que ver con el fantasma de omnipotencia en el
Deseo de no ver, de no saber refiriéndose al fantasma del sujeto, del cual Lacan
hace una metáfora en la cual hay un cuadro situado en el marco de una ventana, siendo el
fantasma la ventana. Así el cuadro situado en el marco de la ventana indica que de lo que
se trata es de no ver que hay más allá de esta, de esta forma el sujeto por medio del
fantasma se protege de lo que hay más allá. Sin embargo cuando el sujeto quiere saber y
quita el cuadro se enfrenta con algo del orden de lo horroroso, que Freud designaba como
lo ominoso
Ese nexo con la represión nos ilumina ahora también la definición de Schelling,
78
cuento de “El hombre de Arena” en donde Nathaniel se suicida cuando se encuentra con el
personaje que le generaba angustia en tanto le enfrentaba con sus ojos como objeto cesible,
en la medida en que si retomamos el suicidio del lado del pasaje al acto, es importante tener
en cuenta que en este el sujeto se encuentra tachado en su forma radical, es decir que él se
anula. En este sentido cuando el sujeto se identifica con el objeto a, se identifica al objeto
con este, el sujeto se queda expuesto al objeto que cede tras la castración, de esta forma
cuando el objeto a cae de la escena, el sujeto que se encuentra identificado también cae. Se
deja caer porque no quiere enfrentarse con esa verdad que le es impuesta y que le llena de
angustia.
De esta manera la verdad del sujeto le es extraña, se encuentra velada, “en efecto,
parece que la verdad es para nosotros una extraña, me refiero a nuestra propia verdad. Está
con nosotros, no hay duda, pero sin que nos concierna tanto como suelen decir” (Lacan,
1970 pág. 61), es decir que se encuentra en un objeto que se encuentra velado para el
79
sujeto, sin embargo cuando la verdad emerge, surge la muerte, lo que Freud denominó
como pulsión de muerte en tanto repetición insaciable que caracteriza la realidad psíquica
del sujeto, sin embargo el sujeto se empeña todo el tiempo en no saberla, pero cuando
franquea el límite y quita el cuadro de la ventana se enfrenta con ésta, el sujeto no vuelve a
ser el mismo porque sabe. Esto se ejemplifica con Edipo, en tanto éste en un comienzo no
sabía pero quería saber y cuando supo su crimen se arrancó los ojos para no ver, pero ya era
demasiado tarde pues en el momento en que supo se volvió vidente. De igual forma
Hamlet sabe, aunque intente negarlo fingiendo una locura, sabe, y debe cumplir la hora de
suicidio que tienen las personas caracterizadas por el hecho de haber sido niños no
deseados, pues a medida que avanza el análisis y que se acercan a su verdad, “rehúsan cada
vez más entrar en el juego. Quieren literalmente salir de él. No aceptan lo que son, no
quieren saber nada de esa cadena significante en la que solo a disgusto fueron aceptados
por su madre” (Lacan, 1958. Pag253). Sin embargo cuando el sujeto mas asevera querer
convirtiéndose en un signo eterno para el Otro, puesto que en el suicidio el sujeto no deja
de ser, es decir que si bien el suicidio pone término a algo, el sujeto no deja de ser pues este
ser sigue existiendo en el lenguaje en la medida en que el sujeto sigue siendo idéntico a la
Así la relación entre suicidio y verdad se encuentra en que esta última señala la
que se caracteriza por ser eternamente perdido, cuando el sujeto franquea el límite, quita el
enfrenta con un vacío, un hueco no con el objeto si no con su eterna falta, con un vacío, en
este momento la verdad señala la muerte en la medida en que el sujeto se enfrenta con su
Para abordar el suicidio como acto, es importante retomar el concepto de acto como
repetición en Freud, en la medida en que el sujeto repite por medio del acto, las vivencias
reprimido, sino que lo actúa. No lo reproduce como recuerdo, sino como acción: lo repite
sin saber desde luego que lo hace.”(Freud, 1914 pág. 152). De esta forma la repetición en
acto es la forma de recordar del sujeto, repetición que se extiende también a sus sueños,
sus juegos infantiles, en los cuales repite sus vivencias traumáticas, sus síntomas, sus
actitudes inviables, sus inhibiciones. El sujeto repite en sus actos lo reprimido, y es por eso
que Freud dice que sufre de reminiscencias. Reminiscencias que no contienen placer sino
que son harto dolorosas para el sujeto como su vida sexual infantil, del complejo de Edipo
y de la castración.
81
experiencia clínica pues el sujeto repite la vivencia traumática en la persona del médico, sin
embargo esta compulsión se extiende más allá del analizante a las personas consideradas
normales en una compulsión de destino, que se torna dolorosa para el sujeto, un retorno de
1919. Pág. 220) y que da cuenta de una vivencia dolorosa para el sujeto. Esta forma de
recordar del sujeto devela que este no actúa en función del principio del placer, que su
muerte, que tiene por meta el retorno del organismo a una meta anterior que es la
inanimada, la muerte.
De esto se siguen dos cosas, en primer lugar, como se decía anteriormente, esta
reminiscencia no pasa por el pensamiento, no se articula con palabras, sino que pasa por el
acto, lo que da cuenta de la antinomia que hay entre acto y pensamiento en la medida en
que el acto no se encuentra antecedido por el pensamiento, pues esto supondría un acto que
se encuentra calculado de antemano, y que por tanto no daría lugar al error. De igual forma
si el pensamiento gobernara al acto, este último estaría en función del bien propio. Sin
embargo lo que se devela en el acto es lo contrario a estos ideales por que el sujeto no
busca un bien propio sino que con la repetición en acto lo que se pone en juego es su propia
autodestrucción.
82
una repetición en acto, un acto que es eminentemente humano en tanto al estar en las
relaciones de la repetición con lo real se haya articulado con la cadena significante, de este
modo un acto está vinculado en una red de significantes, y es esto lo que lo diferencia de
Acto que se produce cuando por medio de la palabra se toca el efecto de sujeto, y es
en la medida en que es tocado este efecto que se da un retorno. Lacan pone como ejemplo
un acto particular el que es llamado harakiri, o como él lo llama seppuku que es el acto de
abrirse el vientre con una daga, el cual refiere que no es un acto que se hace para fastidiar a
los demás, sino que es un acto en la estructura, es un acto que hace para conservar el honor,
De esta forma el acto como significante implica también al acto psicoanalítico pues
eyección del a, que es soportado por el analista. De esta amanera el analizante cuando se
enfrenta con la eyección del a, con la castración, en un retorno hacía el punto original,
(Lacan, 1968), en este encuentro con eso original realiza un acto en el cual sabe finalmente
porque no realizará ese acto en tanto sujeto. De esta manera en el acto psicoanalítico el
eyección del objeto y saber por qué no realizará ese acto como sujeto.
83
No obstante Lacan al comparar el acto psicoanalítico con el acto que realiza el héroe
en la tragedia, afirma que el héroe o cualquiera que se embarque solo en el acto está
destinado a no ser más que el desecho con el cual se pone punto final a la tragedia. Es decir
que aquel que se encuentra con ese momento original sin mediación alguna, se enfrenta al
hecho de no ser más que un resto y eyectarse con el objeto poniendo esta vez al igual que el
En este sentido el acto suicida sería el modelo del acto, en la medida en que piensa
el acto a partir del suicidio haciendo de éste el paradigma de lo que sería un acto en
apariencia no fallido, sino un acto verdadero “habríamos podido leer quizás esto, en el
instinto de muerte de Freud, que lleva tal vez a decir que el único acto, que en definitiva
sería un acto acabado (…) sería entonces, si pudiese serlo, el suicidio” (Lacan, 1971. Pág.
8); de esta forma y al ser el suicidio el paradigma del acto, todo acto verdadero es un
suicidio del sujeto, en la medida en que hay retorno es decir se toca el efecto de sujeto lo
que posibilitaría que el sujeto volviera al punto original pero diferente. Es decir que
después del acto el sujeto no vuelve a ser el mismo porque franquea un límite y se
encuentra con algo de su verdad, después de esto ya no vuelve a ser el mismo porque sabe,
franqueamiento que permite cambiar algo de lo ya escrito, en este caso pasar del no saber al
saber, aunque este último sea del lado de lo ominoso y el sujeto se esfuerce por no saberlo.
Es demasiado tarde para quien franquea el límite así en un intento de no aceptar lo que sabe
84
ponga fin a su existencia pues este punto final no implica que se borre la cadena
significante que lo precede, es decir que el sujeto nunca deja de ser porque su ser está
inscrito en el lenguaje y como tal es eterno. Es por esto que el acto suicida aunque tenga
apariencia de acto no es más que un acto fallido, pues como en el lapsus hay un éxito y un
que pugna por salir a la conciencia y fracaso en la medida en que a pesar del intento de
ocultamiento o en la misma deformación, algo de la verdad emerge a pesar del sujeto. Así
en el acto suicida aunque el sujeto intente rechazar su historia de sujeto y salir de la cadena
significante, con el suicidio más se inserta en ella quedando como un signo eterno que
devela algo de su verdad, a pesar de su no querer saber. De esta forma “no hay acto más
que fracasado y es inclusive la única condición para una apariencia de éxito. Es sin duda
por lo que el suicidio merece objeción. Porque no es necesario que permanezca como
tentativa para ser igualmente fracasado desde el punto de vista del goce” (Lacan, 1971. Pág.
9)
En el pasaje al acto hay una identificación del sujeto con el objeto a, como el objeto
que se deyecta. Este objeto que queda como resto de la castración se encuentra encubierto
en el i(a), es por esto que en la escena el sujeto no se encuentra directamente con él, sin
embargo cuando el sujeto se encuentra con este objeto a sin la envoltura, se encuentra con
la verdad de la castración, y en identificación con el objeto que cae como resto el también
85
cae, rechazando de esta forma la verdad a la que se enfrenta. El pasaje al acto tiene
relación con lo que Lacan postulaba en “acerca de la causalidad psíquica” donde afirmaba
que había una discordancia entre el ser y el ideal, discordancia que sólo se logra solucionar
cuando el sujeto alcanza a la imagen especular, lo cual sólo se logra por medio del suicidio.
la cadena significante, pues el suicida no quiere saber nada de lo que es, ni de lo que hay en
la cadena, así el sujeto busca la forma de dejarse caer de la cadena, “este dejar caer es el
correlato esencial del pasaje al acto. Aun es necesario precisar desde que lado es visto este
dejar caer. Es visto precisamente, de lado del sujeto” (Lacan, 1962. Pág. 128). En la medida
en que en el pasaje al acto el sujeto se encuentra borrado de forma radical por la barra. De
escena.
Sin embargo aun cuando el sujeto consuma su acto suicida y se afirma como
queriendo salir de ella, mas se inserta en la cadena simbólica en la medida en que deviene
un signo eterno para el Otro. Pues el pasaje al acto implica lo definitivo en la medida en
De esta forma el pasaje al acto sería un acto que se hace en la angustia pues en éste
él es como objeto a para el Otro, como un objeto cesible, un resto. Así el pasaje al acto
identificación al objeto que cae. A partir de esto se podría inferir que teniendo en cuenta
acto suicida podría darse en la psicosis en la medida en que cuando el psicótico tiene un
llamado a lo simbólico se enfrenta con una falta de significante del nombre del padre,
razón por la cual se enfrenta a lo real y es en este encuentro que el sujeto podría pasar al
imagen narcisista del i (a) para alcanzar el objeto que se escapa y cuya cesión lo precipita
en el suicidio
precipitación, en el suicidio; ello con ese automatismo, con ese mecanismo, con ese
se trata del recurso a una estructura que no es otra que la que yo acentúo como la
Es decir que cuando el sujeto intenta eliminar la discordancia entre el ser y el ideal
precipitación al vacío, pues el objeto que encubre la imagen no es más que vacío. Sin
neurosis puede presentarse también que el sujeto intentando saber algo de su historia
A diferencia del pasaje al acto el acting out es un acto que se encuentra en la escena,
pues es un acto que busca la interpretación del Otro. Es un acto inmotivado, en el cual el
sujeto trata de hacerse reconocer por el Otro, de mostrarle a éste algo que ha faltado por
esclarecer.
velada para nosotros, como sujetos del acting out, en la medida en que eso habla,
en la medida en que eso podría hacer verdad. Sino, por el contrario, es visible al
causa. Lo esencial de lo que es mostrado es aquel resto, su caída, lo que cae en este
Es decir que el acting out es un acto que el sujeto actúa para mostrarle algo al Otro,
decirle algo, demostración que espera por una interpretación, en este sentido el acting out
velada algo que está siendo dejando de lado por la interpretación del Otro, evidenciándose
de este modo la relación entre el acting out y el objeto a, en la medida en que es síntoma de
algo que se ignora, el resto que cae, y que se hace para que el Otro lo reconozca, en este
sentido cuando el sujeto comete una tentativa de suicidio desde el acting out, lo que
buscaría es un reconocimiento por parte del Otro, de eso que se ignora y en el cual se
Sin embargo, el hecho de que el acting out sea un mensaje para el Otro, indica que
no es una caída de la escena lo que se busca, ni un rechazo del Otro, sino por el contrario su
reconocimiento, lo que hace que cuando el sujeto muere a causa de un acting out esto tenga
infortunado azar. Y lo que remite a lo que Lacan decía en el seminario XXII: RSI pág. 62
en el cual hace alusión a que en la neurosis obsesiva la muerte es abordable por un acto
fallido.
la estrategia del amor, que tanto el acting out como el pasaje al acto estarían conjugados en
89
los intentos de suicidio, pues en el intento suicidio se puede denunciar una verdad al Otro, a
la par que se buscaría también la afánisis radical de ese Otro. Pues Lacan plantea en el
seminario V “Las Formaciones del Inconciente” (1956), que el sujeto aun cuando busca
medida en que el suicidio es el paradigma del acto pues implica una transgresión, un
franqueamiento sin mediación que enfrenta al sujeto con algo de su verdad, algo que hace
que retorne al momento original, que marca su historia subjetiva y que le hace encontrarse
con lo que él es como objeto para el Otro, con un vacío. El suicidio a pesar de que tiene
bien es un acto que pone punto final a algo, ese punto no significa que el sujeto deja de ser
lo que ha sido, al contrario, como se decía anteriormente aunque el sujeto con el suicidio
quiera salir de la cadena y rehusar a lo que es en el discurso que le precede con el acto
suicida se interna más en la cadena, y se queda como un signo eterno para el Otro.
90
3. METODOLOGÍA
que se utilizó para su desarrollo fue cualitativa de carácter descriptiva, en este caso la
específico. De esta forma la monografía se distingue por tener una delimitación del área
acto suicida, por un interés teórico desde la teoría de la pulsión de muerte en Freud y del
goce en Lacan pues este acto representa la tendencia a la destrucción vuelta hacia al propio
sujeto. Por este motivo el enfoque escogido para esta investigación monográfica fue la
hizo con el fin de responder en este caso al estatuto del sujeto en el acto suicida. En este
sentido fue indispensable una selección de los datos de forma rigurosa y coherente. Así en
argumentativo por medio del análisis de las fuentes de información seleccionadas. En este
que se hizo a través de la lectura analítica en primer lugar de los antecedentes investigativos
lo que permitió dar cuenta de las diferentes teorías que explicaban el suicidio, desde la
91
teoría freudiana y lacaniana, así como desde otras disciplinas como la psiquiatría y la
sociología. Lo que permitió adquirir información acerca del problema en cuestión que es el
suicidio. Esta información permitió delimitar el tema de una forma adecuada y posibilitó
Freud y Lacan, a partir de las cuales se buscó la relación entre los diferentes conceptos por
92
ellos aportados y también se recolectó información a partir de las fuentes secundarias como
se hizo con el fin de establecer la particularidad de lo que cada discurso tenía que decir
acerca del suicidio y sus diferenciaciones en este caso con el psicoanálisis, así como la
pertinencia e importancia que tiene el presente trabajo para la disciplina desde la cual se
trabaja.
de los objetivos y de las categorías de análisis lo que fue realizado entre agosto del 2007 y
octubre del 2008. Esta Pregunta se respondió por medio del análisis y la lectura crítica de
los autores Freud y Lacan en lo que se refiere a sus conceptualizaciones sobre el suicidio, la
estableciendo no solo la relación de cada uno de estos con el suicidio, sino la articulación
acerca de los diferentes estudios no solo de las fuentes primarias sino también las
y médicas, que se han hecho entorno al suicidio en los cuales se evidenció una marcada
diferencia para abordar la pregunta, así como el lugar del sujeto en cada uno de ellos,
además de que se notó una gran preocupación en algunos de los artículos por la
93
manifestación creciente del fenómeno lo cual da cuenta de que el suicida aunque rechace la
cadena significante que le precede, con su acto no hace más que insertarse más en esta
cadena quedando como un signo eterno para el Otro. Este último periodo del trabajo se
Instrumentos
obras de las fuentes primarias, artículos de internet de diferentes fuentes secundarias tanto
categorías de análisis.
94
acto pulsional, pues en éste se actúa lo que no se puede elaborar con palabras, un acto que
vivo a lo inorgánico, es por esto que Lacan afirma que es una acto que tiene apariencia de
ser logrado, en al medida en que implica un franqueamiento, pues apunta al “corazón del
ser: el goce”(Miller, 1993. pág. 5), lo que devela a su vez sus relaciones con la angustia y
con la verdad, pues el sujeto siente angustia cuando no sabe que objeto a, es él para el Otro,
no quiere saber sobre esto, lo que se revela en el deseo de no ver, no ver que hay más allá
de lo que se esconde tras la imagen ideal, no ver relacionado con el fantasma, y que le
protege de aquella verdad ominosa para el sujeto que tiene que ver con la castración del
Otro y la propia, y no saber del objeto que queda como resto, que es ese objeto que el sujeto
es para el otro: a. Sin embargo, cuando el sujeto quiere saber franquea el límite y pasa al
acto, este franqueamiento implica en los términos metafóricos que utiliza Lacan quitar el
cuadro que se encuentra en el marco de la ventana y que protege al sujeto de ver lo que hay
En este acto el sujeto se enfrenta con la castración, con el objeto como falta,
quedando a merced del vacío, de ahí que se pueda inferir que en la angustia la verdad
retorne, pues si bien la angustia designa el objeto en su carácter de cesible, la verdad señala
la muerte, y es con esto con lo que se enfrenta el sujeto cuando se encuentra con el vacío
del objeto, con la muerte, pues cuando sabe, rechaza lo que sabe, ya no quiere saber, sin
95
embargo a pesar del rechazo de esta verdad ya no vuelve a ser el mismo porque sabe, hay
una trasgresión, un ver más allá lo que finalmente se es, y es esto lo que él rechaza de su
historia por eso el suicida al no querer saber después de haber visto, se deja caer, en el
vacío del objeto, en un acto que es de goce pues pone punto final a su vida en la
Este dejarse caer en el vacío del objeto remite al concepto de identificación de Freud
(1920) y la relación de ésta con el suicidio, pues sólo halla la energía psíquica para matarse
aquel que mata al objeto con quien se han identificado y quien vuelve hacia sí un deseo de
muerte dirigido hacia otra persona. Lacan retomando esta articulación de Freud refiere que
el sujeto se identifica con el Otro primordial en el cual percibe una imagen ideal, una
imagen que lo hace ver como una totalidad encubriendo el desmembramiento del cuerpo,
desmembramiento que se manifiesta más acá del espejo y que es la imagen real del deseo
fragmentado. Esta imagen real es la del deseo del sujeto fundado en el deseo del Otro, en
tanto que mas allá del espejo se encuentra la imagen virtual, la relación imaginaria con el
otro. De esta manera la imagen que reconoce en el otro, el sujeto la identifica a la imagen
este, se identifica a la imagen de la muerte que es la imagen real del deseo fragmentado, lo
que explica que el amor sea una forma de suicidio, pues cuando el sujeto en el
objeto como falta, reduciendo la discordancia entre el yo y el ser que resuena en el nudo
Lo que evidencia que el intento de alcanzar la imagen real encubierta por el ideal
solo se logra con el suicidio, pues detrás de esta imagen está lo real de la castración del
vacío hacia el cual se precipita el sujeto. Retomando lo anterior se puede inferir que el
ausencia.
sujeto a enfrentarse con el objeto como ausencia. Un franqueamiento de la ley que lleva al
sujeto al corazón del ser que es el goce, y que por tanto, marca el descenso hacia la muerte.
vuelta hacia lo inorgánico. Es por eso que el acto suicida es el paradigma del acto. De ahí
que Lacan establezca una relación con el acto analítico, pues en este acto hay una eyección
del a que es soportado por el analista, es decir que el sujeto en su búsqueda de saber en el
análisis, en un retorno hacia el punto original se enfrenta con la eyección del a, con la
castración, lo que hace que el sujeto sepa algo de su verdad y retorne pero diferente, hay un
cambio en el sujeto, porque sabe. Este acto se diferencia del suicidio en la medida en que
en este último el sujeto se enfrenta con la eyección del objeto sin mediación, lo que hace
que al embarcase solo en ese acto se enfrente a no ser más que un objeto cesible que cae
logrado; sin embargo no hay acto más que fracasado lo que se evidencia en la medida en
97
que si bien el sujeto con este acto hace un rechazo del Otro, y se deja caer de la cadena
significante poniendo punto final a su vida, esto no implica que por su autoaniquilación
deje de ser, pues el ser es eterno en la medida en que se encuentra inscrito en el lenguaje.
En la relación del suicidio con el pasaje al acto, el sujeto emite un no radical al Otro,
un rechazo al inconsciente y una identificación con el objeto cesible, razón por la cual hay
una caída de la escena, es decir que el sujeto cae en identificación del objeto cesible, fuera
de toda dimensión de reconocimiento, de toda enunciación. Este dejar caer es visto del lado
del sujeto, pues en este momento el sujeto se anula con su barra de forma radical. Es por
A diferencia del pasaje al acto suicida se encuentra el suicidio como acting out, en
este hay una búsqueda de reconocimiento por parte del Otro es decir que es un acto que se
medio de una acting Out es un mensaje para el Otro, para obtener una interpretación, sin
embargo, es por esto que se infiere que el sujeto en el acting out suicida no buscará morir
realmente, sino hacer un llamado al Otro, llamado que en ocasiones hace las veces de un
5 DISCUSIÓN
cuenta de que el suicidio es un acto que se realiza en medio de la angustia del sujeto por no
saber que objeto a es para el Otro, el sujeto tiene un deseo de no ver, sin embargo en
ocasiones franquea el velo que le impide ver, encontrándose con el objeto como cesible,
como un objeto resto, es decir que se encuentra con un vacío al cual se precipita, en un
rechazo, en un intento de no saber nada de esa verdad. Rechazo al saber del inconsciente,
deyecta y que le hace saber de la castración del Otro y de sí mismo. Es importante poner en
correlación aquí el hecho de que Lacan designe al suicidio como un acto con apariencia de
aquello que señala a la muerte. En este sentido se pude decir que el sujeto tiene una pulsión
repetición de una verdad de la que el nada sabe. En la angustia el sujeto franquea el velo
que no le deja ver y se encuentra con la cesión del objeto, con el vacio, y se precipita en
este. De ahí que la definición que Lacan da de la angustia como el momento de suspensión
del sujeto, en un tiempo en que va a ser algo en el que ya no sabe dónde está, hacia un
tiempo en el que ya nunca podrá reconocerse”(Lacan, 1957. Pág. 228), remite al acto
suicida como un franqueamiento que el sujeto hace de la ley simbólica, ese no al Otro como
99
rechazo a su historia subjetiva. Pues cuando el sujeto sabe, como se decía anteriormente
hay un cambio, es distinto porque sabe, y el suicida no quiere saber nada, no quiere
monográfica difieren en alto grado de las investigaciones sobre suicidio que se desarrollan
pregunta acerca de lo que pasa en el sujeto que se suicida, sino que lo plantean en términos
evidencia en dos de los antecedentes. El primero de los cuales era una investigación de
dan cuenta de que en efecto el suicidio no es consecuencia de un factor aislado, sino que es
propuesta de una de una intervención interdisciplinar que abordara cada uno de los factores
mencionados.
desestructuración o patología de una sociedad, así lo que se obtiene con los índices de
Nacional sobre Violencia - INML y CF, de Medicina Legal, en el cual el suicidio es un acto
influenciado por la liberación de las ideas religiosas, la diversificación de los roles sociales
que permitan un vínculos de los adultos con las instituciones sociales. De igual forma se
plantea como factor la diversidad de roles y de escenarios de acuerdo con estos, así como
las relaciones de pares y de pareja entre jóvenes que contrastan con la debilitación de los
lazos familiares que son ocasionados por el ausentismo de los padres. Así teniendo en
cuenta la diversidad de roles que llevan a que el lugar de trabajo se encuentre aparte del
ruptura de los vínculos antes mencionados según la investigación implica una “dislocación
en la motivación que tiene el individuo atado a una sociedad”(medicina legal, 1999. Pág.
11), así mismo otra causa de suicidios encontrada en esta investigación es la insuficiencia
de los medios para el cumplimiento de diversas metas que tienen los individuos, a partir de
realidad.
situación social que se vive actualmente en donde hay condiciones de exclusión social,
101
finitud de la vida y presencia de fantasías en las que la muerte se manifiesta como una
intento de suicidio podría expresar un recurso a partir del cual el sujeto podría cambiar de
situación. De igual forma se evidencia en estos sujetos una necesidad de utilizar el suicidio
para expresar el miedo, la rabia, culpa en correspondencia con una dificultad para recurrir
sentimientos.
en los índices de suicidio a nivel mundial pues constituye la decimo tercera causa de muerte
en el mundo, pues se considera que cada hora 90 personas se suicidan en el mundo, cada 24
horas más de 2000 personas, y cada año 800000 personas aproximadamente ponen fin a su
vida. En Colombia entre 5 y 6 colombianos de cada 100000 se quitan la vida. Y las cifras
posibles factores que llevan al suicidio, para tratar de establecer que se debe hacer para
mas en la cadena quedando como un signo eterno para el Otro, un signo que tiene una
horrorosa belleza que conlleva a la formulación de múltiples preguntas que tropiezan con la
puede elaborar por medio de la palabras y que siempre va a quedar como un resto
irreductible a la significación.
De igual forma el suicida como signo da cuenta una vez más de la diferenciación
que hay entre psiquiatría, sociología y psicoanálisis, pues en psiquiatría es un signo de una
patología, de los diversos factores que hay en la vida cotidiana del sujeto, de la familia, y
de los cambios. En la sociología es signo del vínculo individuo sociedad, así como de las
patología de las estructuras de esa sociedad. En tanto que en psicoanálisis es un acto que
sujeto de saber que objeto a se es para el Otro, saber que le es insoportable y a partir del
cual se deja caer en identificación con el objeto deyecto. Objeto que es irreductible a toda
significación.
.
103
6 Conclusiones
El suicidio del sujeto tiene una relación estructural con la pulsión de muerte en la
esto que el goce en el cuerpo marca el descenso hacia la muerte, pues el gozar del cuerpo
propio remite a la parte de la pulsión mortífera que se queda en el interior del cuerpo y que
deriva de la pulsión en tanto no se articula con palabras, sino que se actúa para obtener un
Hay una relación estructural entre identificación y suicidio en la medida en que hay
una tendencia agresiva del sujeto desde el comienzo mismo de la relación con el otro a
partir del cual forma su yo, tendencia agresiva en la medida en que el otro se muda en su
propia imagen, una imagen que se ama y se odia, imagen siempre evanescente, y que sólo
Otro como objeto a como un objeto cesible, un objeto faltante. De esta forma cuando el
borde a partir del cual el sujeto atraviesa la ventana y se lanza al vacío en un intento de
alcanzar al objeto que en la medida en que la falta le es estructural, no es más que falta del
Otro.
104
La relación entre suicidio y verdad se encuentra en que esta última señala la muerte,
caracteriza por ser eternamente perdido, cuando el sujeto franquea el límite, quita el cuadro
con un vacío, un hueco, no con el objeto si no con su eterna falta. En este momento la
suicidio es el paradigma del acto pues implica una transgresión, un franqueamiento sin
mediación que enfrenta al sujeto con algo de su verdad, algo que hace que retorne al
momento original, que marca su historia subjetiva y que le hace encontrarse con lo que él
es como objeto para el Otro, con un vacío. El suicidio a pesar de que tiene apariencia de
acto que pone punto final a algo, ese punto no significa que el sujeto deja de ser lo que ha
sido, al contrario, como se decía anteriormente aunque el sujeto con el suicidio quiera salir
inconsciente, de esta forma es un acto que se hace por fuera de toda enunciación, y
105
En el acting Out suicida el sujeto se encuentra en la escena, necesita del Otro como
espectador, en la medida en que su acto es un mensaje para el Otro, un mensaje que busca
escena es una tentativa que no tendría por finalidad consumar el suicidio sin embargo, en el
caso de consumarlo remitirá a las operaciones fallidas en las cuales el sujeto por accidente
7 Recomendaciones
Dado que la presente monografía se centro en las relaciones del acto a la pulsión,
superyó y a la estructura del deseo, sería importante que en próximas investigaciones sobre
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