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Análisis de la sentencia sobre el caso de tortura sexual en contra de

Valentina Rosendo Cantú

Junio del 2018

Valentina Rosendo Cantú es una mujer indígena me’phaa, perteneciente a la comunidad de Caxitepec,
ubicada en el municipio de Acatepec, en la región de la Montaña en el estado de Guerrero. En 2002, fue
torturada sexualmente por efectivos militares en medio de un contexto caracterizado por la represión contra
los movimientos sociales y las organizaciones indígenas del estado de Guerrero.

I. Análisis de la sentencia definitiva en la causa penal 62/2013

El 1 de junio del 20181, el Juzgado Séptimo de Distrito en el Estado de Guerrero emitió una sentencia
condenatoria en contra de Nemesio Sierra García y Armando Pérez Abarca, por los delitos de violación y de
tortura, derivados de los hechos ocurridos en 2002 contra Valentina Rosendo Cantú. En dicha resolución
señala que los inculpados son penalmente responsables de estos delitos y se les impone una pena de 19
años, cinco meses y un día de prisión, condenándolos además al pago de la reparación del daño a favor
de Valentina.

Al día siguiente de la emisión de la sentencia el inculpado Armando Pérez Abarca interpuso recurso de
apelación en contra del fallo. Sobre Nemesio Sierra García se conoce que la resolución le fue notificada pero
al momento que se realizó la revisión del expediente no se había interpuesto recurso de apelación.

Aspectos relevantes de la sentencia

Se da valor probatorio preponderante a las declaraciones de Valentina Rosendo Cantú. Se utilizan criterios
jurisprudenciales que respaldan el valor central de la prueba al tratarse de hechos que por su naturaleza se
realizan sin que medien testigos.

La importancia hacia el testimonio de la víctima se fortalece al brindar carácter probatorio a los testimonios de
su ex pareja y ex cuñada, quienes a pesar de no estar en el momento de los hechos sí pudieron darse cuenta
el estado en el que se encontraba después de los sucesos.

Utiliza el término de “asimetría de poder” al señalar la especial vulnerabilidad en que se encontraba Valentina
Rosendo Cantú en relación con sus agresores que no sólo la superaban en número, sino que pertenecían a
las fuerzas armadas y se encontraban armados.

Señala que los inculpados se aprovecharon de un “entorno de coacción al ser miembros del ejército
mexicano.

Señala que los hechos de violencia sexual descritos en un contexto en el que servidores públicos la ejercen
con la finalidad de presionar y obtener información deben ser entendidos como una forma de tortura dado que

1 Resolución que se notificó el 5 de junio a los representantes de la víctima.


tales hechos los realizaron aprovechándose de su posición de autoridad y vulnerabilidad de la víctima al ser
una menor de edad y perteneciente a un grupo étnico.

Hace un análisis de lo que significa una agresión sexual y los efectos que tiene hacia su grupo familiar y su
comunidad, lo cuales pueden durar indefinidamente. Por ello, indica que la agresión sufrida puede ser
considerada como tortura y/o malos tratos.

Se valora la pertenencia a un pueblo indígena en relación al dicho de la víctima. Las aparentes


inconsistencias en el relato de Valentina se valoran de acuerdo al hecho de que su lengua materna no era el
español (así como a la naturaleza traumática de los hechos).

La situación de pobreza en la que se encontraba Valentina se consideró también al momento de analizar los
argumentos presentados por la defensa. En particular, la falta de una constancia médica que diera cuenta de
la violación sexual fue insuficiente frente a la falta de servicios médicos accesibles que dificultó que se
practicara un examen ginecológico a tiempo.

Fragmentos relevantes

- Tortura sexual

“[...] en el caso el delito de tortura por parte de los elementos castrenses hacía la víctima, no
únicamente se configura por los golpes y amenazas de que fue objeto, sino además resulta
trascendental considerar a la violación sexual de la víctima como un medio especial de tortura, dado
que en sí misma causa un gran sufrimiento físico y psicológico, pues impacta de tal manera en la
dignidad de la persona, denigrándola y humillándola a niveles deshonrosos que se hace ilusoria la
posibilidad de reponerse anímica y emocionalmente de un evento de esa naturaleza, trascendiendo
sus efectos a la vida personal, familiar y comunitaria donde se desarrolla la agraviada.” (pág. 108)

“[...] también la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que la violencia sexual tiene causas y
consecuencias específicas de género, ya que se utiliza como forma de sometimiento y humillación y
método de destrucción de la mujer y que, inclusive, puede derivar en una forma extrema de discriminación
agravada por situaciones de especial vulnerabilidad – tales como la pobreza y la niñez – lo que implica que la
víctima sufra una intersección de discriminaciones.” (pág. 101)

- Testimonio de la víctima

“[...] el reconocimiento directo que hizo la agraviada en conjunto con todo el material probatorio
vertido en autos previamente valorado y aquí sintetizado, permiten a la suscrita llegar al
convencimiento de la plena responsabilidad penal de los coinculpados en la comisión de los delitos
de tortura y violación agravada que se les reprochan; por lo que, al tener de lo antes expuesto y
razonado, a criterio de esta juzgadora, ha sido destruida la presunción de inocencia de los
procesados, sin que haya material probatorio que desvirtúe el cúmulo de probanzas que generan la
prueba indiciaria en su contra.” (página 208)

“Luego, si en el caso no existió celeridad en el reconocimiento de los agresores sino hasta que la
investigación quedó bajo la competencia del órgano investigador del orden civil -dicho como antagónico del
fuero castrense- en dos mil ocho, ello no puede operar en perjuicio de la agraviada, pues además de que
esas circunstancias fueron ajenas a su voluntad y claramente contrarias a sus intereses en la búsqueda de
justicia que ha procurado desde hace más de una década, lo que viene a reforzar el convencimiento
de la genuinidad del señalamiento es que, a pesar del transcurso del tiempo el reconocimiento se
realizó sin dudas ni reticencias (en cuanto pudo observar las imágenes en color) respecto de los dos
procesados; [...]” (página 188)

“[...] En las primeras declaraciones de Valentina Rosendo Cantú, ella no dominaba el idioma español, por
lo que es dable considerar válidamente que lo que el defensor destaca como una posible
inconsistencia, se deba a una falla del lenguaje, porque al margen de que haya sido asistida por un
traductor al momento de rendir su declaración, ello no elimina de suyo toda la problemática en torno a
la traducción e interpretación entre distintas lenguas… la falta de correspondencia de vocablos o
conceptos entre una lengua y otra supone un obstáculo a vencer a la hora de plasmar una declaración con
una gran cantidad de factores del lenguaje y el acervo cultural… cuando se trata de una mujer indígena.
Luego no es lógico ni jurídico descartar la veracidad de la declaración de la víctima en el caso
concreto con base en una circunstancia que bien pudo derivar de la problemática inherente a la
interpretación o traducción del lenguaje; por ende, se reitera que en nada trasciende el hecho de que se
refiera a una seña particular del inculpado...” (pág. 189-190)

“[...] tampoco resta valor a las declaraciones de Valentina Rosendo Cantú la circunstancia de que, en el
dictamen ginecológico que se le practicó en un primer momento se concluyera que no presentaba signos de
cópula reciente, pues no debemos perder de vista que pasaron aproximadamente treinta días desde
que sucedieron los hechos hasta que se llevó a cabo dicho examen, habida cuenta... [de que] la
víctima tuvo acceso a los servicios médicos correspondientes (examen ginecológico) hasta el
diecinueve de marzo de dos mil dos, dadas las condiciones de marginación y falta de servicios
médicos del lugar donde radicaba; por tanto, era poco probable que existieran huellas físicas de la cópula
al momento de practicarse dicho examen”. (pág. 193)

- Asimetría de poder

“[...] es pertinente señalar que los sentenciados Nemesio Sierra García y Armando Pérez Abarca
actuaron bajo la influencia de los cargos que ostentaban el día de los hechos como elementos del
ejército mexicano, existiendo una desigualdad estructural con asimetría de poder, mostrando una
clara ventaja hacia la víctima pues con sus armas de cargo la amedrentaron, golpearon y violaron[...]
(pág. 254)

- Fuero militar
“[...] en el caso de que se inicien nuevas causas penales por los hechos del presente caso en contra de
presuntos responsables que sean o hayan sido funcionarios militares, las autoridades a cargo deberán
asegurar que éstas sean adelantadas ante la jurisdicción ordinaria y bajo ninguna circunstancia en el fuero
militar” (pág. 241)

II. Conclusión general

La sentencia que emite el Juzgado Séptimo de Distrito es de gran relevancia para el caso y el proceso de
justicia que desde hace más de 16 años emprendió la señora Rosendo Cantú; sin embargo, aunque
reconocemos el avance que trae consigo esta resolución creemos que existen varios elementos que no se
consideraron. Si bien la resolución es buena, esta no logra incluir los más altos estándares internacionales
que existen tanto en casos de tortura sexual como en la participación de las fuerzas armadas en labores de
seguridad pública.

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