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Tema:
Alimentación del neonato vía enteral y parenteral.
Presentan:
Catedrático:
Grupo:
703-B
Sonda nasoentérica
Nasoduodenal y nasoyeyunal, pasa a través del estómago y permiten administrar nutrición
pos pilórica. Las sondas entéricas pueden colocarse manualmente durante una laparatomia
o en la cama del paciente; por vía endoscópica o guiadas por fluoroscopia.
Alimentación por sonda transpilórica
Es un método útil de nutrición en el paciente crítico con ventilación mecánica importante y
sedación profunda, o con alteración hemodinámica importante.
Gastrostomía
Consiste en la colocación de una sonda en estómago a través de la pared abdominal,
mediante cirugía o endoscopía.
Gastrostomía endoscópica percutánea (PEG)
Tiene por objeto cubrir las necesidades nutricionales y farmacológicas en pacientes que
tienen dificultad en ingerir suficiente cantidad de alimento por la boca o tragar los
alimentos.
Duodenostomía y Yeyunostomía (Arenas & Roberto, 2007).
Al igual que en la gastrostomía la sonda específica se coloca en el duodeno o yeyuno,
también existe la posibilidad de pasar una sonda a través de una gastrostomía y hacerla
llegar hasta el duodeno o yeyuno.
Formas de Admistración
Flujo continúo
Consiste en la administración de la nutrición en perfusión continua a lo largo las 24 horas.
Puede hacerse con o sin bomba de infusión. (Quesada & Rabanal, s/f).
Goteo rápido e intermitente
Consiste en la administración de leche a través de una sonda orogástrica, la cual se usa en
neonatos incapaces de succionar, ya sea por inmadurez o por daño neurológico. La
administración se recomienda en intervalos de tres horas en cantidades crecientes. (Jasso,
2002).
Cabaje lento
Generalmente se realiza en la técnica de Cabaje lento, que consistente en la administración
de la dieta por una jeringuilla, o mediante la gastroclisis, que consiste en la administración
de nutrientes mediante una bomba percusores. Se debe de administrar por Cabaje, debe de
introducirse por gravedad, sin presionar el embolo de la jeringuilla, para que baje el
contenido lentamente según la capacidad del estómago.
Procedimiento
Material
Equipo
Sonda dependiendo la edad y el calibre
Jeringa de 3 o 5ml
Agua destilada
Tela adhesiva
Estetoscopio
Tijera
Procedimiento
Preparación del equipo
Lavado de manos
Colocar al paciente en posición supina
Medir la sonda de acuerdo al sitio de elección de acuerdo a su colocación
Se recomienda medir con la cabeza lateralizada
Nasogástrica: medir desde la punta de la nariz hasta el borde inferior del lóbulo
de la oreja y hasta el apéndice xifoides
Orogastroca: se toma desde la comisura labial al lóbulo inferior de la oreja hasta
el apéndice xifoides.
Tomar la cabeza del bebe, lubricar la sonda con agua destilada
Se introduce suavemente a través de la boca si es orofaringe y/o en la nariz
Se verifica ubicación por aspiración u auscultación
Fijar
Cuidados
Extremar las medidas asépticas, con lavado de manos antes, durante y después de la
manipulación.
Valorar presencia y características del residuo gástrico para ver la tolerancia de la
alimentación.
Comprobar siempre la correcta colocación de la sonda antes de dar alimentos o
medicación.
Lavar la sonda con agua después de la administración de la dieta, con el fin de
evitar la obstrucción de la misma.
Administrar la dieta con la concentración y flujo adecuado. No administrar a altas
velocidades para evitar contenido gástrico.
Seleccionar la sonda con el calibre adecuado que corresponda con el peso del
paciente y sus características anatómicas.
Programar la bomba de infusión (volumen / tiempo = velocidad de infusión).
Registrar la tolerancia al procedimiento y los eventos asociados. (Castro, F. &
González, G., 2006), (Soria, R., s/f).
Nutrición parenteral
Definición: se refiere al aporte de macronutrientes y micronutrientes por vía endovenosa
central o periférica en cantidades adecuadas para cubrir los requerimientos del paciente de
acuerdo a su edad y patología y con el propósito de mantener un adecuado estado
metabólico y nutricional (Daza, 2009).
Indicaciones:
Neonatos:
Recién nacidos prematuros de bajo peso y de muy bajo peso al nacimiento.
Enterocolitis necrotizante.
Defectos gastrointestinales congénitos: gastrosquisis, atresia intestinal, atresia
esofágica.
Ileostomía de alto gasto.
Enfermedad de Hirschprung.
Enfermedad de membrana hialina.
Defectos pulmonares congénitos: de hernia diafragmática, quilotorax.
Asfixia perinatal.
Hemorragia interventricular.
Neonato posquirúrgico.
Ductus arterioso persistente (Daza, 2009).
Pediatría:
Posquirúrgico gastrointestinal (resección intestinal, ileostomía, resección de
tumores, cierre de ileostomía-colostomía, remplazo esofágico con colon, trasplante
empático, trasplante intestinal, entre otros).
Obstrucción intestinal.
Fistulas gastrointestinales (biliares, entero cutáneas, etc.).
Isquemia intestinal del lactante.
Diarrea crónica – síndrome de malabsorción.
Síndrome de intestino corto.
Enfermedad inflamatoria del intestino.
Pancreatitis aguda moderada, severa, necrohemorragica.
Estados hipermetabolicos: trauma abdominal abierto y cerrado, trauma cráneo –
encefálico, quemadura de piel - vías respiratorias esofágicas, críticamente enfermos,
entre otros.
Pacientes desnutridos que serán sometidos a cirugía abdominal.
Aportes por nutrición enteral insuficientes durante 5 días.
Pacientes oncológicos, en radioterapia o quimioterapia con poca tolerancia a la vía
oral e imposibilidad de dar un apoyo nutricional enteral (Daza, 2009).
Evaluación inicial:
Para prescribir una nutrición parenteral es necesario conocer el estado bioquímico y
metabólico del paciente. Es responsabilidad del grupo evaluar cada paciente que requiere
nutrición parenteral y supervisar que disponga del protocolo de nutrición parenteral antes
de iniciar la nutrición parenteral (Daza, 2009).
Este protocolo consiste en los siguientes exámenes de laboratorio:
Hemograma completo
Electrolitos: sodio, potasio, cloro, calcio, fosforo, magnesio.
Nitrógeno ureico sérico.
Creatinina.
Glicemia.
Proteínas totales y diferenciales.
Aminotransferasas (SGOT – SGPT).
Fosfatasa alcalina.
Bilirrubinas totales y diferenciales.
Colesterol y triglicéridos.
Pruebas de coagulación (PT – PTT) (Daza, 2009).
Seguimiento de los pacientes con nutrición parenteral:
Los parámetros deben controlarse semanalmente o cuando las condiciones del paciente lo
requieran (cada 24, 48 o 72 horas por ejemplo, en casos de alteraciones metabólicas), estos
exámenes de laboratorio de control deben ser solicitados por el grupo de soporte nutricional
en conjunto con los médicos tratantes del paciente.
Cada paciente que recibe soporte nutricional parenteral, debe tener un formato de
monitoreo de la nutrición parenteral incluida en la historia clínica, en el cual se consigna los
datos de identificación, diagnóstico médico y nutricional, vía de acceso venoso, tipo de
bomba de infusión, los requerimientos diarios de cada nutriente y los exámenes de
laboratorio iniciales y de seguimiento (Daza, 2009).
Además, son necesarias las actividades de enfermería las cuales se deben realizar en cada
uno de los turnos, a saber:
Registro de los líquidos administrados y eliminados.
Registro de los signos vitales.
Revisión de las vías de acceso y líneas de administración de la infusión.
Determinación de glucocetonuria.
Registro del peso diario (Daza, 2009).
Vías de administración
Acceso venoso central:
La nutrición parenteral requiere de un acceso vascular central cuando la duración del
soporte nutricional parenteral es mayor a dos semanas en este periodo, el niño no
garantizara la aceptación de un soporte de nutrientes por vía enteral. El acceso venoso
percutáneo constituye una técnica que evita sufrimientos innecesarios al paciente pediátrico
ya que cuenta con un acceso de larga duración que permite la administración de soluciones
con osmolaridad alta; suprimiendo múltiples venopunsiones e inmovilizaciones (Daza,
2009).
Acceso venoso periférico:
Se utiliza de preferencia cuando el tiempo de nutrición parenteral es corto, por lo general se
indica en pacientes con un estado nutricional adecuado que requieren de un aporte parcial
de energía mientras su aporte enteral es adecuado (Daza, 2009).
Los recién nacidos son un capítulo aparte, en especial por que en la mayoría de los
casos existe imposibilidad para mantener un acceso venoso periférico por más de 24 horas
y las venopunsiones frecuentes conllevan un riesgo para el paciente, en estos casos sería
más conveniente un acceso venoso central aunque el tiempo de soporte nutricional
parenteral sea menor de dos semanas (Daza, 2009).
En lo posible todo niño que requiere nutrición parental total y en los siguientes casos
debe contar con un acceso venoso central:
Paciente con tratamiento intravenoso prolongado con difícil acceso venoso.
Peso extremo.
Mínima manipulación.
Paciente en ventilación mecánica que inicia nutrición parenteral.
Paciente con malformaciones gastrointestinales que ameritan un tiempo prolongado
con NPT (Daza, 2009).
Vía de la administración de la NP según osmolaridad, concentración final de la mezcla y
duración del soporte nutricional:
Vía Osmolaridad Concentración Concentración Duración/Días
final de glucosa en final en la
la mezcla de NP mezcla de NP
neonatos. pediátrica.
Periférica Menor a 800 Menor de 10% Menor de Menor a 2
mOsm/L 12.5% semanas
Central Mayor a 800 Mayor de 10% Mayor de Mayor a 2
mOsm/L 12.5% y semanas
máximo 25%
Tipo de catéter:
Para la elección del catéter se debe tener presente el material, con el objetivo de disminuir
el riesgo de trombosis venosa. Actualmente se cuanta con catéteres y material inocuo como
poliuretano y silicona (Daza, 2009).
Para hacer la recomendación del calibre y la longitud del catéter se debe tener en cuenta el
peso y la edad del niño.
Calibre y longitud de catéter:
Neonatos Calibre Longitud
Menor a 2500gr 22 50cm
Mayor a 2500gr 22 a 20 50cm
(Daza, 2009).
Se debe tener ciertas precauciones con el acceso venoso de la nutrición parenteral:
No tomar muestras de sangre diariamente del sitio de la perfusión, podría confundir
la evolución del paciente porque el laboratorio informara hiperglicemia,
hipertrigliceridemia, hipercolesterolemia, etc.
No conectar otras perfusiones en Y, puede existir incompatibilidades de la mezcla
de nutrición parenteral con algunos medicamentos.
No añadir sustancias a la mezcla de nutrición parenteral en los servicios de
hospitalización, podría contaminar la mezcla y alterar la estabilidad de la mezcla.
En caso de contaminar el equipo de bomba, proceder a cambiarlo inmediatamente
bajo técnica aséptica.
Estar supervisando los signos de infección para comunicarlos al grupo de vigilancia
epidemiológica.
Cuando una mezcla de nutrición parenteral se termine ante de lo estipulado, se debe
conectar una solución glucosada con electrolitos a la concentración que se
encontraban en la nutrición parenteral (Daza, 2009).
Complicaciones de la nutrición parenteral (Daza, 2009):
Por obstrucción de catéter
Precipitación de medicamentos
Depósito de lípidos.
Complicaciones mecánicas:
Trombosis venosa: intra o extra luminal.
Embolia gaseosa.
Neumotórax.
Hemitórax.
Hidrotórax.
Quilotórax.
Perforación.
Extravasación.
Fuga de líquido.
Espasmo venoso.
Mala ubicación del catéter.
Complicaciones infecciosas:
Infección.
Complicaciones metabólicas:
Por defecto o exceso tales como alteraciones en la glicemia
Alteraciones electrolíticas (hipocalemia, hipercalemia, hiponatremia, hipernatremia,
entre otros.)
Deficiencias de elementos trasa
Deficiencia de ácidos grasos esenciales
Deficiencia de vitaminas
Deficiencia colestasis
Hiperazoemia
Hiperamonemia
Acidosis metabólica
Alcalosis metabólicas
Hiperlipidemia
Osteopenia
Calculo renales
Alteraciones de aminoácidos plasmáticos.
Bibliografía