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ESCUELA SUPERIOR POLITÉCNICA

DEL LITORAL

MATERIA:
ENVASES Y EMBALAJES

TEMA:
EVOLUCIÓN DEL ENSAVASE EN ECUADOR

PROFESOR:
ING. PEDRO RAMOS DE SANTIS

ESTUDIANTE:
KEVIN ANTHONY QUINDE VÍCTORES
Todo comenzó con algunas ramitas y hojas. Para la mayoría de nosotros, las

compras son una parte integral de nuestra vida cotidiana: alimentos para nuestra nevera,

suministros para nuestras oficinas, un nuevo par de zapatos. Lo más probable es que lo que

sea que necesitemos esté envuelto en una pequeña bolsa o caja.

El empaque está en todas partes. ¿Pero alguna vez te preguntas dónde comenzó

todo?

El empaquetado tal como lo conocemos hoy ha sido el resultado de un largo proceso de

desarrollo.

El empaquetado es una industria que ha existido desde el comienzo del hombre. En

la antigüedad, el embalaje se utilizaba para transportar, ayudar, almacenar o proteger

artículos con materiales naturales como hojas. En la Edad Media, los barriles de madera

eran la forma más común de almacenar productos. En la década de 1900, el papel y el

cartón se convirtieron en materiales de embalaje más importantes. A medida que nuestro

mundo continuó evolucionando, también lo hizo el embalaje.

La revolución industrial provocó un cambio tremendo en la forma en que las

personas vivieron sus vidas. Finalmente, las manos fueron reemplazadas por máquinas en la

fuerza laboral, lo que conduce a niveles más rápidos y más altos de producción de

productos. Esto naturalmente creó una mayor demanda de diferentes tipos de envases, tales

como:

1. Contenedores de almacenamiento y transporte

2. Bolsas

3. Métodos de envasado de alimentos


4. Materiales de embalaje primario

5. Opciones de empaque en la tienda

La Gran Depresión trajo consigo el auge de la cultura del "autoservicio" donde la

gente comenzó a ir a las tiendas de abarrotes con más frecuencia. Esta nueva tendencia

cambió la forma en que se empacaron los artículos. El uso de envases se convirtió en una

herramienta de ventas, también conocida como el "vendedor silencioso", en lugar de una

herramienta para guardar artículos simplemente. Después de la Segunda Guerra Mundial,

se exploraron nuevos materiales, como plástico y papel de aluminio. Esto ofrecía la

conveniencia de un solo uso y empaque "desechable", que era muy atractivo para la cultura

del supermercado.

En la segunda mitad del siglo 20 vino el auge de las tecnologías digitales, y el

mundo productor se hizo más competitivo. Las empresas ahora tenían una forma de

diferenciarse en el estante. El mercado se volvió más competitivo ya que la producción

masiva permitió a las empresas incursionar en todo el mundo.

La evolución es recomendada para las marcas que están muy bien establecidas

en el mercado y no pueden correr el riesgo de ser confundidas, o peor aún, de no ser

identificadas ni por sus propios consumidores.

Hoy en día, los envases desempeñan un papel principal en la decisión de compra de

los consumidores. Es una herramienta de marketing que impacta directamente en el punto

de compra. El empaquetado es una industria que continúa siendo esculpida y moldeada para

adaptarse a las tendencias actuales.


Un rediseño no solo puede hacer que el producto luzca más atractivo, sino que

puede hasta re-posicionar el producto aumentando su percepción de calidad y la

confianza del consumidor hacia la marca. También puede optimizar procesos

productivos y ahorrar costos.

La revolución es generalmente un camino altamente efectivo para revitalizar

marcas con poca participación en el mercado o que no llaman la atención ni se destacan.

Mediante un diseño nuevo e innovador, una marca debilitada tiene mayor libertad y

posibilidades de cambiar, fortalecerse y diferenciarse para atraer consumidores.

Los receptores directos del packaging son los consumidores, por lo tanto el diseño

debe dialogar de manera con ellos. No solo hablar en su mismo idioma, sino que debe

hacerlo de modo tal que ellos que se sientan identificados.

Hay varios tipos de consumidores y lo importante es poder identificarlos. Pueden ser

conservadoras y reticentes a los cambios, o tal vez más desestructurados y tendientes a

buscar nuevas y emocionantes experiencias. Cualquiera sea el consumidor, no existen

fórmulas. El consumidor, por su condición humana, es un ser de costumbres. Estas

costumbres pueden ser tan inalterables como cambiantes. A medida que las personas

crecen, se desarrollan emocional y profesionalmente, cambian su estilo de vida. El

consumidor evoluciona y también lo hace el contexto en el que vive, por eso el diseño

de packaging también debe acompañar esos cambios.

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