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LA POLITICA ECONOMICA

La política económica se refiere a las acciones que los gobiernos adoptan en el ámbito
económico. Cubre los sistemas de fijación de tasas de interés y presupuesto del gobierno, así
como el mercado de trabajo, la propiedad nacional, y muchas otras áreas de las intervenciones
del gobierno en la economía.

Estas políticas son a menudo influidas por las instituciones internacionales como el Fondo
Monetario Internacional o el Banco Mundial, así como las creencias políticas y las
consiguientes políticas de los partidos.

La política económica puede definirse como el conjunto de directrices y lineamientos mediante


los cuales el Estado regula y orienta el proceso económico del país, define los criterios
generales que sustentan, de acuerdo a la estrategia general de desarrollo, los ámbitos
fundamentales e instrumentos correspondientes al sistema financiero nacional, al gasto
público, a las empresas públicas, a la vinculación con la economía mundial y a la capacitación y
la productividad. Todo ello pretende crear las condiciones adecuadas y el marco global para el
desenvolvimiento de la política social, la política sectorial y la política regional.

CLASES DE POLITICA ECONOMICA

POLITICA MONETARIA

La política monetaria es una política económica que usa la cantidad de dinero como variable
de control para asegurar y mantener la estabilidad económica. Para ello, las autoridades
monetarias usan mecanismos como la variación del tipo de interés, y participan en el mercado
de dinero.

Cuando se aplica para aumentar la cantidad de dinero, se le llama política monetaria


expansiva, y cuando se aplica para reducirla, política monetaria restrictiva.
Objetivos:

– Estabilidad del Valor del Dinero

– Plena ocupación o pleno empleo (mayor nivel de empleo posible)

– Evitar desequilibrios permanentes en la balanza de pagos

El banco central no puede influir directamente sobre la cantidad de dinero ni sobre la tasa de
interés, pero hay otras formas de cambiar la cantidad de dinero en circulación, como son:

– Variación del tipo de interés

– El tipo o tasa de interés indica cuánto hay que pagar por el dinero que nos presta cierto
banco.

Por eso, si el tipo de interés es muy alto, no todos los inversores podrán permitírselo, y no
pedirán muchos préstamos. El dinero se quedará en el banco. En cambio, una bajada de los
tipos de interés incentiva la inversión y la actividad económica, ya que los empresarios
dispondrán fácilmente de dinero para invertirlo en sus proyectos.

Por tanto, los cambios en la tasa de interés están relacionados directamente con la cantidad de
dinero que circula en el mercado.

No hay que olvidar que existen otros procesos -distintos a la política monetaria- que también
alteran la tasa de interés, ya sea por un proceso inflacionario, o por el auge o la recesión de la
actividad económica, dificultando de esta manera el papel de la tasa de interés como variable
objetivo de la política monetaria.

Además del tipo de interés de referencia, el BCE dispone también de otros instrumentos de
política monetaria:

Operaciones de mercado abierto. El BCE inyecta a las entidades de crédito una cantidad
determinada de liquidez a un plazo dado a cambio de que éstas le entreguen durante ese
período un activo financiero como garantía. El coste mínimo al que el BCE presta esa liquidez
es el tipo de interés de referencia antes mencionado y denominado tipo repo.

Las facilidades permanentes, con las que el BCE proporciona y absorbe liquidez a un día.
Existen dos facilidades permanentes:

La facilidad marginal de crédito, que suministra liquidez a un día a las entidades de crédito a
un coste superior al del tipo de referencia.

La facilidad marginal de depósito, utilizada por las entidades para efectuar depósitos a un día
en el banco central, y que el BCE remunera a un tipo de interés inferior al del tipo de
referencia.

Las reservas mínimas o el coeficiente de caja que las entidades de crédito tienen que cumplir
mensualmente dejando un porcentaje dado de sus depósitos de clientes en una cuenta del
banco central.
Los instrumentos mencionados son los empleados por el BCE en condiciones económicas y
financieras normales, es decir, en ausencia de anomalías relevantes en la transmisión de la
política monetaria. Aunque bajo ciertas situaciones extremas, puede llegar a adoptar medidas
monetarias no convencionales, de carácter excepcional y naturaleza temporal. Entre ellas:

Operaciones de inyección ilimitada de liquidez. En las operaciones de mercado abierto se


adjudica una cantidad determinada en función de las necesidades totales de liquidez del sector
bancario y el coste variables variable según la demanda de liquidez.

Ampliación de la lista de activos financieros aceptados como garantía en las subastas de


inyección de liquidez.

Compra de títulos de bonos de deuda pública o privada en los mercados de negociación, (en
particular, títulos emitidos por el sector bancario con garantía hipotecaria).

TIPOS DE POLÍTICA MONETARIA

Puede ser expansiva o restrictiva:

POLÍTICA MONETARIA EXPANSIVA: cuando el objetivo es poner más dinero en circulación.

POLÍTICA MONETARIA RESTRICTIVA: cuando el objetivo es quitar dinero del mercado.

POLITICA FISCAL O GUBERNAMENTAL

En economía, la política fiscal se puede definir como el uso del gasto público y la recaudación
de impuestos para influir en la economía.

La política fiscal puede ser contrastada con el otro tipo principal de la política económica, la
política monetaria, que intenta estabilizar la economía mediante el control de las tasas de
interés y la oferta de dinero. Los dos principales instrumentos de la política fiscal son el gasto
público y los impuestos. Los cambios en el nivel y la composición de los impuestos y el gasto
público puede influir en las siguientes variables en la economía:

● La demanda agregada y el nivel de actividad económica


● El patrón de asignación de recursos
● La distribución de los ingresos.
La política fiscal se refiere al efecto global de los resultados del presupuesto en la actividad
económica. Las tres posiciones posibles de la política fiscal son: expansiva, contractiva y
neutral:

Política Fiscal Expansiva

Una Política Fiscal Expansiva implica un aumento neto del gasto público (G> T) a través de
aumentos en el gasto público o una menor recaudación fiscal o una combinación de ambos.
Esto dará lugar a un déficit presupuestario mayor o un menor superávit. Política fiscal
expansiva se asocia generalmente con un déficit fiscal.

Política Fiscal Restrictiva o Contractiva

Una Política Fiscal Restrictiva o Contractiva se produce cuando el gasto neto del gobierno se
reduce ya sea a través mayor recaudación fiscal o reducción del gasto público o una
combinación de los dos. Esto llevaría a un déficit fiscal menor o un mayor superávit que el
gobierno se había, o un superávit si el gobierno se había un presupuesto equilibrado. Política
de contracción fiscal se asocia generalmente con un superávit.

Política Fiscal Neutral

Una postura neutral de la política fiscal implica un presupuesto equilibrado en el G = T (gasto


público = ingresos fiscales). El gasto gubernamental es financiado íntegramente por los
ingresos fiscales y en general los resultados del presupuesto tiene un efecto neutro en el nivel
de actividad económica

Mecanismos

Los dos mecanismos de control sugeridos por los keynesianos (los seguidores de la política
fiscal) son:

Variación del gasto público:

Variación de los impuestos

De los dos, es más importante el control de la inversión pública. Pero si hay que elegir entre
hacer que el Estado gaste más o bajar los impuestos, los políticos suelen preferir lo segundo,
porque es inmediato, reversible, y les da buena fama.

A continuación se explica cada uno de estos métodos.

Variación del gasto público

Gasto público (inversión pública) es cuánto dinero gasta el Estado en pagar los proyectos
públicos, como carreteras, vías y otras construcciones. Conjunto de gastos realizados por el
gobierno en bienes y servicios para el Estado.

Cuando un gobierno altera las compras de bienes y servicios del Estado, logra desplazar la
curva de demanda agregada. Supongamos, por ejemplo, que el Ministerio de Fomento de un
país contrata la construcción de una nueva autopista a una empresa constructora por valor de
3.000 millones de euros. Esta contratación eleva la demanda de producción de las
constructoras implicadas, lo que induce a las empresas del sector a contratar más trabajadores
y a aumentar la producción. Como las constructoras forman parte de la economía, el aumento
de la demanda de la autopista se traduce en un aumento de la demanda agregada de bienes y
servicios del país. La curva de demanda agregada se desplaza hacia la derecha,
incrementándose el PIB, en la medida que uno de los componentes de éste es el gasto público.

En un primer momento podría pensarse que la curva de demanda agregada se desplaza hacia
la derecha exactamente en 3.000 millones de euros, que es el dinero gastado en la
construcción. Sin embargo, no es así. Se producen dos efectos macroeconómicos que hacen
que la magnitud del desplazamiento de la demanda agregada sea diferente de la variación de
las compras del Estado. El primero -el efecto multiplicador- sugiere que el desplazamiento de
la demanda agregada podría ser superior a 3.000 millones de euros que era el gasto realizado.
El segundo efecto a tener en cuenta es el efecto expulsión.

Efecto multiplicador

Según el mecanismo keynesiano del multiplicador, un aumento de la inversión eleva la renta


de los consumidores, provocando una cadena de aumentos del gasto en cascada pero cada vez
menores. Las variaciones de la inversión se multiplican, pues, traduciéndose en aumentos
mayores de la producción.
El mecanismo del multiplicador no se aplica sólo a la inversión sino que tiene un carácter
mucho más amplio. En realidad, cualquier variación del gasto público también se traduce en
una variación mayor de la producción. Esta cuestión, analizada por primera vez por Keynes,
llevó a muchos economistas a recomendar la utilización de la política fiscal como instrumento
para estabilizar el ciclo económico

Efecto expulsión

El segundo efecto influyente para determinar la cuantia del efecto total de la política fiscal de
gasto sobre la demanda agregada es el denominado efecto-expulsión, que sugiere que el
efecto que tendría el gasto de 3.000 millones de euros sobre el PIB, en el ejemplo
anteriormente expuesto, podría ser inferior a 3.000 millones.

Aunque el efecto multiplicador sugiere que la variación de la demanda provocada por la


política fiscal puede ser mayor que la variación de las compras del Estado, existe otro efecto
que actúa en sentido contrario. Aunque un aumento de las compras del Estado estimula la
demanda de bienes y servicios, también provoca una subida del tipo de interés, la cual tiende a
atemperar la demanda de bienes y servicios. La reducción que experimenta la demanda
cuando una expansión fiscal eleva el tipo de interés se denomina efecto expulsión.

Para ver por qué se produce este efecto-expulsión, comprobemos una vez más qué ocurre
cuando el Estado construye la autopista por valor de 3.000 millones de euros. Como ya hemos
señalado, este aumento de la demanda eleva las rentas de los trabajadores y de los
propietarios de estas empresas (y como consecuencia del efecto multiplicador, también de
otras empresas). Al aumentar la renta, los hogares planean comprar más bienes y servicios y,
como consecuencia, deciden tener una parte mayor de su riqueza en un activo líquido. Es
decir, el aumento de la renta provocado por la expansión fiscal eleva la demanda de dinero,
que debemos recordar es una función dependiente, entre otros factores, de la Renta
monetaria de los sujetos. Como el banco central no ha alterado la oferta monetaria, la curva
de oferta vertical no varía. Cuando el aumento del nivel de renta desplaza la curva de demanda
de dinero hacia la derecha, el tipo de interés debe subir con el fin de mantener equilibradas la
oferta y la demanda de dinero.

La subida del tipo de interés reduce, a su vez, la cantidad demandada de bienes y servicios. En
particular, como será más caro pedir préstamos la demanda de inversión tanto en viviendas y
como en las empresas disminuye. En definitiva el aumento de las compras del Estado que
eleva la demanda de bienes y servicios, también puede expulsar inversión. Este efecto-
expulsión contrarresta en parte la influencia de las compras del Estado en la demanda
agregada.

Recapitulando, cuando un Estado incrementa sus compras en 3.000 millones de euros, la


demanda agregada de bienes y servicios puede aumentar en una cuantía superior o inferior a
3.000 millones, dependiendo de que sea mayor el efecto multiplicador o el efecto-expulsión.

Variación de los impuesto

La otra gran herramienta de la política fiscal es el nivel de tributación. Cuando el gobierno de


un país baja los impuestos, aumentan los ingresos netos de los hogares. Estos ahorran parte de
esta renta adicional, pero también gastan alguna en bienes de consumo. Como la reducción de
los impuestos eleva el gasto de consumo, desplaza la curva de demanda agregada hacia la
derecha. Asimismo, una subida de los impuestos reduce el gasto de consumo y desplaza la
curva de demanda agregada hacia la izquierda. En la magnitud del desplazamiento de la
demanda agregada provocado por una modificación de los impuestos también influyen el
efecto multiplicador y el efecto-expulsión. Cuando el gobierno baja los impuestos y estimula el
gasto de consumo, los ingresos y los beneficios aumentan, lo que estimula todavía más el
gasto de consumo. Este es el efecto multiplicador. Al mismo tiempo, un aumento de la renta
eleva la demanda de dinero, lo que tiende a elevar los tipos de interés. La subida de los tipos
de interés encarece la petición de préstamos, lo cual reduce el gasto de inversión. Este es el
efecto-expulsión. Dependiendo de la magnitud del efecto multiplicador y del efecto-expulsión,
el desplazamiento de la demanda agregada puede ser mayor o menor que la variación de los
impuestos que lo ha provocado.

Si aumenta la renta de los consumidores (el dinero que la gente tiene disponible para gastar),
entonces pueden gastar más, y es probable que lo hagan. Hay medidas para saber qué
porcentaje de la renta se gasta; son la propensión marginal al consumo y la propensión
marginal al ahorro.

El estímulo del consumo permite mejorar la economía gracias al efecto multiplicador, un punto
importante de la teoría de Keynes. Dice que el dinero, al pasar de mano en mano, va
generando incrementos en la producción (producto nacional). No es magia; veamos un
ejemplo:

Supongamos que la propensión marginal al consumo (PMgC) es del 0,8, lo que significa que
todos los ciudadanos gastan el 80% de lo que ganan y por el contrario ahorran un 20%.

Yo compro algo a alguien por 100 euros. Eso hace aumentar el producto nacional en 100
euros.

El vendedor, 100 euros más rico, es también un consumidor, y gastará el 80% de esos 100
euros comprando otra cosa, por tanto, gasta 80 euros. El PIB sube 80 euros más.

Quien acaba de recibir los 80 euros, gasta un 80% de ello, o sea, 64 euros. El PIB sube 64 euros.

Quien recibe los 64, gasta el 80%; el PIB sube 51,2 más

El siguiente hace subir el PIB 40,96

Etcétera: 32,77, 26,21, 20,97, 16,78,...

¿Cuánto ha aumentado el producto nacional, en total? Pues 100 + 80 + 64 + 51.2 + 40.96 +...
Esta serie equivale a 100/(1-0.8), que son 500 euros.

Por tanto, una inversión de 100 euros ha hecho aumentar el producto nacional en 500.

Por eso bajar los impuestos (aumentando la renta disponible) aumenta el producto nacional. El
subirlos, lo reduce, y puede ser la acción apropiada si se quiere generar un superávit y enfriar
la economía (lo cuál ayudaría a controlar la inflación).

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