Verdadera y falsa sabiduría

Los científicos creen liberarse de la filosofía ignorándola o insultándola. Más dado que sin pensamiento
no avanzan y para pensar tienen necesidad de determinaciones del pensamiento - y así aceptan
inconscientemente estas categorías del sentido común de las personas cultas, dominadas por los
residuos de una filosofía hace mucho tiempo desaparecida, o de aquel poco de filosofía que han
escuchado obligatoriamente en la universidad (que además de fragmentaria, es una mezcolanza de las
concepciones de personas pertenecientes a las escuelas más diversas, y a menudo peores) o de la lectura
acrítica y asistematica de escritos filosóficos de toda especie - no son en efecto menos esclavos de la
filosofía, mas lo son la mayor parte de las veces, por desgracia, de la peor: y aquellos que más insultan a
la filosofía son precisamente esclavos de los peores residuos vulgarizados de la peor filosofía.
F. Engels

Apariencia de sabiduría y no sabiduría verdadera procuras a tus discípulos. Pues habiendo oído hablar
de muchas cosas sin instrucción, darán la impresión de conocer muchas cosas, a pesar de ser en su
mayoría unos perfectos ignorantes; y serán fastidiosos de tratar, al haberse convertido, en vez de sabios,
en hombres con la presunción de serlo. Platón FEDRO 275a-b

... basta con que algo se haya escrito una sola vez, para que el escrito circule por todas partes lo mismo
entre los entendidos que entre aquellos a los que no les concierne en absoluto, sin que sepa decir a
quiénes les debe interesar y a quiénes no. Y cuando es maltratado, o reprobado injustamente,
constantemente necesita de la ayuda de su padre, pues por si solo no es capaz de defenderse ni de
socorrerse a si mismo. ib. 275e

Pues entonces, mi querido amigo, no debemos preocupamos de lo que diga la mayoría de la gente, sino
sólo de lo que diga el experto en cosas justas e injustas, único capaz de decirnos la verdad misma. De
modo que, en primer lugar, no es correcto lo que propones, que tengamos en cuenta las opiniones de la
mayoría de la gente acerca de las cosas justas, bellas, buenas y de sus contrarios.
Platón CRITON 48a

Cuantas personas desprovistas de la cultura más elemental poseen libros que no son de ningún modo
instrumentos de estudio, sino que adornan su salón comedor. Se adquieren las obras completas de
autores desconocidos o mediocres para bostezar en medio de tantos miles de volúmenes (...). Veréis en
casa de los más insignes perezosos toda la colección de oradores e historiadores, y los estantes apilados
hasta el techo; pues hoy en día, junto a los baños y las termas, la biblioteca se ha convertido en adorno
obligado de toda casa que se precie. Yo excusaría perfectamente esta manía si proviniese de un excesivo
amor por los estudios, pero estas obras sagradas de los más excepcionales genios de la humanidad, con
las estatuas de sus autores que indican su ordenamiento, se las adquiere para decorar las paredes!.
Séneca De la tranquilidad del animo IX 5-7

No es verdad que todo pueda ser aprendido, y que la juventud pueda esperar confiada de los colegios y
de las universidades no sólo cursos de cocina, de economía doméstica, de puericultura, de técnica
publicitaria, del arte del maquillaje y fabricación de artículos de belleza, de los mejores medios para
ganar dinero, de psicología aplicada al arte de hacer una buena boda y de la ciencia de la felicidad en el
hogar, sino también -y por qué no?- cursos acerca de los medios científicos de hacerse con un genio
creador en las artes y en las ciencias, de saber consolar a los que lloran o de llegar a ser un hombre
efusivo y cordial.
J. Maritain La Educacion en este momento crucial p.35

No busques 1o que te sobrepasa, ni trates de escrutar 1o que excede tus fuerzas. Medita 1o que se te
encomienda, que no te es menester 1o que está oculto. No te fatigues en 1o que excede a tus obras,
pues ya se te ha mostrado más de 1o que alcanza la inteligencia humana. Que a muchos descaminaron
sus prejuicios, extraviando sus pensamientos una falsa ilusión (Por falta de pupila careces de luz: si
estás desprovisto de ciencia, no hagas profesión de ella)
Eclesiástico 3, 21-24