ARENDT SOBRE ARENDT 151
PENSAR ACERCA DE LA SOCIEDAD Y DE LA POL{TICA
Mary McCarthy: Desearia plantearle una pregunta que he tenido
en mi cabeza desde hace muchisimo tiempo. Se refiere a la nitidisima
distincin que Hannah Arendt establece entre lo politico y lo social.
Distincién que es particularmente perceptible en su libro Sobre la re-
volucién, donde demuestra o trata de demostrar que el fracaso de las
revoluciones rusa y francesa se basé en el hecho de que tales revolu-
ciones tuvieron que ver con lo social, con el sufrimiento, y que, en
ellas, el sentimiento de compasién desempeiié un importante papel.
Mientras que la Revolucién americana fue una revolucién politica y
acabé fundando algo.
Pues bien, siempre me he preguntado: «¢Qué se supone que
debe hacer alguien en el estrado ptiblico, si no se interesa por lo so-
cial? Es decir, gqué queda?».
Ami me parece que, una vez que la fundacion ha tenido lugar y dis-
ponemos de una Constitucién y de un sistema de leyes, la escena ya esta
preparada para la accién politica. Y lo unico que le queda por hacer al
hombre politico es lo que hicieron los griegos: jla guerra! jPero no pue-
de ser asi! Por otra parte, si todas las cuestiones econémicas, el bienes-
tar humano, los negocios, cualquier cosa que esté conectada con la es-
fera de lo social, debe ser excluida de la escena politica, entonces me
siento desconcertada; se me deja con la guerra y los discursos, pero los
discursos no pueden ser sélo palabras, deben ser discursos sobre algo.
Arendt: Tiene usted toda la razon y debo admitir que yo misma me
formulo esta pregunta. En primer lugar, los griegos no sélo hicieron
la guerra; Atenas existié previamente a la Guerra del Peloponeso, y el
verdadero aroma de Atenas se situé entre las. Guerras Médicas y la
del Peloponeso. ¢Qué hacian, entonces?
La vida cambia constantemente, y las cosas estén constantemente
ahi como si quisieran ser relatadas. En todas las épocas, la gente que
vive conjuntamente tendré asuntos que pertenezcan al reino de lo pi-
blico: «es importante que sean tratados en puiblico». Lo que estos asun-
tos sean en cada momento historico probablemente es enteramente dis-
tinto. Por ejemplo, las grandes catedrales fueron los espacios ptblicos
en la Edad Media. Los ayuntamientos llegaron mas tarde. Y allf quizés
tuvieron que hablar acerca de un tema que no deja de tener algiin inte-
rés: la cuestién de Dios. De este modo, me parece totalmente distinto