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CAPÍTULOTERCERO

NORBÉRTO BOBBIO. LA MARCHA HACIA


LA IDEA DEPAZ
NORBERTOBOBBIO.LA MARCHAHACIALA IDEADE PAZ

Por MIGUEL ALONSO BAQUER

Norberto Bobbio,nacidoenTurínen 1909,es un especialistaen filoso


fía del derechoque ha dedicadouna partenotablede sus publicacionesal
tema de la guerradesdeuna perspectivapacifistaque podríamossituar
tanto en el centro-izquierda
del panoramapolíticocomo en la socialdemo
cracia. Parasusdiscípuloses un hombrede duday de diálogo.Sustesis,
con frecuencia,desembocanen espectacularesindecisionesque parecen
ser fruto de la abundanciade los criteriosque acumulay ordena.Destaca
por una impresionantecapacidadparala descripciónde panoramas.Hay
que concluirque “no es posiblecatalogara Bobbiocomo un escépticoni
incluso como un relativistaen sentidoestricto”. Es convenientesubrayar
que sueledejaral lector sin sabera qué atenerse.
En una “Autobiografía”,aparecidaen 1997, se explicaba de este
modo:
Hoy en díason necesariasmás que nuncaprudenciay debe recha
zarse la tentacióndel “todo o nada”.Ni esperanza,ni desesperación.
Ni ErnstBloch ni GhünterAnders.Los admiroa ambospero no los
tomaría como guías.
No cabeduda que Bobbio está máscercadel neomarxismode Bloch
o del radicalismode Andersque de la neoescolásticade Mac Intyreo del
neoliberalismode Aron. Enel estudiopreliminara una recienteobra ética
de Bobbio, “Elogio de la templanza”(1994),un español, Rafaelde Asís
Roig, nos añade una nota que consideroválida para definir la personali
dad de Bobbio: “Metodologíaemprendedora,filosofíatempladorapero
radical, ideologíaliberal-socialistay, por último,pesimismoprogresista”.

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Nos encontramos,pues, ante una mezclade iluminismopesimistay
frente a las paradojasde un pensamientoen tensiónque no acabade defi
nirse. A mi juicio,respectoal temade la guerray de la paz,Bobbio no bri
lla ni por la templanzani por la desmesura.Le ocurreque, queriendoele
gir el término medio, suele caer en exageracionespropias del lenguaje
político inadecuadaspara un filósofo. Para Bobbio,la guerraes sólo el
resultado de una decisión unilateraly nunca el balancede un modo de
estar relacionadosentre sí los grupos sociales.Su manerapeculiarde
adjetivar a la guerranos revelaque sólo se fija en dos tipos de personas:
— las que legitimancasisiemprelaexistenciadelobjetollamado“guerra”.
— las que declaranimposiblecualquiertipo de legitimaciónde uno y
otro combatientebélico.
Bobbio no quierecaer en la cuentade que la relaciónen la que la gue
rra consistees dialéctica.Lo legitimadopor la historiade las guerrasno
es nuncaa la guerramismacomo fenómenosocialsino a la conductadé
una u otra de las partesen conflictoo de una fracciónde la parteque, de
hecho, tiene de su lado las,razonesde máspeso. La diabolizaciónde los
poderosos que emprendenuna guerra,pudiendorenunciara hacerlo,no
permite diabolizaren el mismo grado a la fracciónagredida,si ésta tam
bién hace uso de las armas.
La guerra,segúnBobbio,se acabaidentificandocon la recíprocades
templanza de los dos extremosen lucha.Nuncapuedeserella mismavir
tuosa, desdeluego,o justa en sí misma.Peroen la realidadhistóricasiem
pre cabríaque algunospuñadosde hombresse comportaranjustamentey
que actuaranvirtuosamenteduranteuna guerra.Esta posibilidad,según
Bobbio, hoy ha quedadodescartada.La guerraes unapiezaindivisible,un
todo, que se enviciadel todo. De la maligñidadde la guerrano sesalvanni
el conquistadorni eÍ resistente;ni el ambiciosoni susvíctimas.Bobbiono
admite que algunoshombresde entre los atrapadospor unasituaciónde
guerra se mantenganen la virtud,es decir,en el meritorioejerciciode altas
cualidades.El pretérito,que permitióen la Greciade Homerodesempeñar
un brillantepapel sociala los “héroes”;que permitióen la Cristiandadde
Tomás de Aquino a los “caballeros”progresarhacia el logro del bien
común; que permitióen la Europade JeremíasBenthamobtenerutilidad
del esfuerzode los “soldados”y que, mástarde,confióen la Europaentre
las dos guerrasen el sentimientodel honor de los “militares”,queda en
Bobbio reducidoa pretérito.Enla marchahaciaunaideade paz,a su pare
cer ajustadaa nuestrotiempo,todo estoson palabrascelestiales.

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Bobbio aproximala nociónde moderación(mitezzaen italiano)a la de
templanza. Y esperade la templanza(o moderación)el acabamientode
los conflictos bélicos por motivos prácticosmás que teóricos. Pensado
res destempladosson Josephde Maistreen “Las veladasde SanPeters
burgo”, Proudhonen “La guerray la paz” y HermanKhanen “La estrate
gia de la era atómica”. Intelectualesmoderadosson E S. Nitti en “Europa
sin paz” (Florencia,1921); GüntherAnders en “Ser y no ser Diario de
Hiroshimay Nagasaki”(Turín,1961);Karl Jaspersen “La bombaatómicay
el destinodel hombre”(Milán,1960).Tambiénestánentre los textos tem
plados: un original de 1958; JonathamSchell “El destino de la tierra”
(Milán, 1982)y otro de FrancoA. Casadio“Conflictividadmundialy rela
ciones internacionales”(Padua,1983).El lemaque presidesu clasificación
se encuentraen este párrafode la “Cartade las NacionesUnidas”,que él
acepta sin crítica:
Si quieresla paz, eliminalas causasprincipalesde la guerra,es decir,
la “opresión”,que no dejaal pueblo sometidootra alternativaque la
resistencia o la esclavitudy la “miseria”que desencadenala lucha
por la supervivencia.
Bobbio no percibe que realmentecualquierpueblo en cualquiercir
cunstancia puedecreerseo sabersesometidoa la esclavitudy sentirame
nazada su supervivencia.Puede,en definitiva,saberseo creerselegiti
mado para la resistenciay parala lucha.Y que el dato nominalistade que
se acabe llamandoa su resistenciaactivao guerrao revoluciónno altera
el factorcomúna ambasque es la pérdidade la paz.Hacerquetome con
ciencia un grupo social de unaopresiónpadeciday de una miseriapro
ducida por otro grupo sociales situarlesa uno y a otro grupo en la ante
sala de una guerrao de una revoluciónpor pacíficay legal que sea la
primera protesta.
Cuando Bobbiose atemperaa sí mismoescribede este modo:
La formación de una federaciónauténtica era una utopía en el
momento en que se sentaronlas bases de las NacionesUnidasy
continúa siéndolode formaaún más evidente...La única alternativa
auténtica a la “Pazdel equilibrio”es la llamada“paz de hegemonía”
o incluso,por emplearun conceptode RaymondAron, la “paz del
imperio “.

O también cuando escribecon serenidadde este otro modo, mera


mente descriptivo:

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Por guerrase entiendeun tipo especialde conflicto, el que se da
entre gruposorganizadosque tiendena destruirsecon la violencia.
La recaídaen la destemplanzadel propio Bobbio,sin embargo,está
esbozada en las frecuentessimplificacionesen que incurre.Porquelos
grupos sociales,en principio,no tiendena destruirsesino a otra finalidad
más noble que entiendensólo puede ser satisfechaneutralizando,—es
decir, desarmando,no aniquilando—al adversario.Lo que falta de hecho
en una situación bélica es, en lenguafrancesa,mansuétudeet douceur
(mansedumbrey dulzura,respectivamente,en español),cualidadesque
Bobbio encuadraentre las virtudes débiles “porque caracterizanaquella
parte de la sociedaddonde están los humilladosy los ofendidos”.La otra
parte son “los héroes,aquellosseresparalos que es lícito lo que no lo es
para el hombrecomún, incluso el uso de la violencia.No hay sitio entre
ellos para losmoderados”.Los héroes,segúnBobbio,tienenla obligación
de ser violentos.
En la mentede Bobbio,un profesoritalianoGiulianoPontaraha encon
trado estafalazargumento:la templanzaes unavirtud que no tienecabida
en la política,ya que es idénticaa lo que llamamosno-violencia.Luegola
no violenciano tiene cabida en la política.
Este silogismo es en sí mismo consideradouna destemplanzaque
expulsa a la ética de la política. Bobbiojuega con parejasde antinomias
en nadasemejantesunasa otras, inclusoen lo de ser antinomias.
Junto a la parejapaz-guerraexistenotras—escribe—como orden
desorden, concordia-discordia,unión-desunión,y en el origen cos
mos-caos.

LA PAZ A TRAVÉS DEL DERECHO

Guerra y paz no forman una antinomia.Tampocola forman cosmos-


caos. Los dos elementosde cada díadase muevenen distintosnivelesy
tienen la capacidadde coincidir sin excluirsedel todo en un momento
dado sobre un espacio concreto. Es deseabley desde luego posible
encontrar hombresy gruposen guerratodavíacapacesde no perdersu
paz interior.El eslabónque separaa la guerrade la paz, Bobbio lo toma
de un título del positivistaKelsende 1943, por cierto, que agiganta al
derecho y que empequeñecea la paz. En lugarde buscara la paz como
un bien por sí misma,se afirma que la luchapor el derechoacarreaauto
máticamente la paz.

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La expresión“paza travésdel derecho” esel tftulo de una conocida
obra de Kelsensobre el derechointernacional.
Pero Kelsense moderamuchomásque Bobbio en el uso de las iden
tidades. Nuncaha suscritonadaparecidoa estaopiniónde Bobbio:
La guerrase concibe,primariamente,como negacióndel derechoy
el derecho,a su vez,como afirmacióno reafirmaciónde la paz... Las
armas acallana las leyes,las /eyeshaceninútilesa las armas...Mien
tras que el estadode naturalezaes un estadode guerraa causade
la ausenciade derecho,el estadocivil es un estadode paz por ser la
consecuenciade un acto jurídico.
Retengamosla exageración.La ideade la paz de Bobbiose reducea
la promociónde actos jurídicos.Todos los pacifismos,—el político, el
social, el económico,el moraly el religioso—son pacifismosjurídicos.El
abate de Saint Pierrees un pacifistasólo cuandobusca la paz a travésde
la Alianzaperpetuaentre Estados;Kantcuandoproponela confederación
o Liga por la paz expresadaen forma de tratado y Saint Simoncuando
reclama un Estadofederal,segúnel modelode la unión de Franciay de
Inglaterra.
En las leccionesde filosofíadel derecho,dictadaspor Bobbioen 1964-
1965, todo gravitasobre el mismo principiolegalhastatal punto que titula
al librodonde las leccionesse recogen“Elproblemade la guerray las vías
de la paz”. Bobbio condenaa quienesa lo largode la historiahan enten
dido a la guerrabien como justa, bien como mal menor,bien como mal
necesario o simplementecomo bien. Inclusose distanciade Kantal des
cubrir que para el filósofo prusiano la guerra era un mal aparenteen
cuanto mal necesario.No hay más vía haciala paz que el peso de la ley,
es decir,que la condenade la guerrapor la ley.
La idea de Bobbio sobre la guerraestápartidapor un hechohistórico
que es la irrupciónde la bombaatómicaen 1945.La guerraen tantogue
rra atómicaes un caminobloqueado—escribey añade:“es una institu
ción agotada,una institucióninconveniente,injustae impíaque, además
se ha hechoimposibley es injustificable”.Si la guerrase défine por ser
una institución,la paz,a sujuicio, habráde serdefinidacomo otra institu
ción.
Para el pacifismojurídicode Bobbio la irrupciónde la bombanuclear
fue todo un hallazgodialéctico.¿Quédiría Bobbio de la guerrasi éstano
hubiera llegadoa disponerde la energíaatómica?Sóloconocemosacerca

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de ellatodo lo que se deducede la hipótesisfalsa para mí de que desde
ahora en adelantetodas las guerrastendrán que ser guerrasnucleariza
das. Bobbio se sitúa frente a los realistaspara quienes sigue habiendo
“guerras posibles” desdeluego de muy diferenteintensidad;frentea los
fanáticos paraquienesla guerrasiguesiendo“justificable”por algúnideal;
frente a los nihilistas para quienes procede que la guerra sea siempre
“liberadora” de alguna opresióny frente a los fatalistaspara quienesla
guerra conservasu condiciónde “necesaria”sea para el progreso,sea
para el holocausto.
Su problemaen ordena las víashacia la paz consisteen descubriren
nuestros díasunavariedadde pacifistasequivalentea la variedadde beli
cistas. Hay un pacifismoactivo que reclamael desarmey un pacifismo
finalista que insiste en lo inminentede la catástrofe.Se ocupa Bobbio,
además, de la vigenciade los pacifismosya institucionalizadosde alguna
manera. Perohay,sobretodo en Bobbio,una variedadnotablede pacifis
mos jurídicos:unos nieganque la guerrapueda ser la antítesisdel dere
cho, otros que sea un mediopara realizarel derecho,un objetodel dere
cho y hasta una fuente del derecho. En todos estos pacifismos, no
obstante, la guerraestá presentey queda patente.
El recorridoque realizaBobbio sobre lo que llamajustificacióntradi
cional de la guerraabarcaa la historiauniversal.Pero la nuevasituación
de 1945le pareceabsolutamenteotra historia.Yano hay guerrasde con
quista frentea guerrasdefensivas.(OlvidaBobbioque en una mismague
rra caben conquistadoresy defensores).Ya no hay guerrascomo mates
necesarios porque,a su juicio, sólo la paz es un bien necesario.(Olvida
Bobbio la necesidadde otros bienesterrenalestantas veces esgrimida
con pasión por las gentestambiénen nuestrosdías).Ya no hay guerras
divinas porque,a su juicio, no hay castigosdivinos, ni hechosproviden
ciales, ni fatalidades.
La idea de la paz de Bobbio es, simplemente,la antítesisde un “no
debe ser” de la guerra,diga lo que diga la realidad.Su brillanteretóricale
lleva a este tipo de silogismosedificadossobre arena:La guerraes vio
lencia; la violenciaes un malabsoluto,luego la guerraes un mal absoluto.
La violenciagenera todos los males; no hay bien que pueda intercam
biarse con la pérdidade la paz,luegola pazes la condiciónmismadel flo
recimiento de todos los valores.Toda guerrao cualquierguerra puede
provocar la desapariciónde la vida sobreel planeta;la guerraatómicano
es un mediosino un fin, el fin absoluto,luego no puede ser aceptadoel

— loo —
hecho inevitableque supone el fin-final. El objetivo que persiguenlas
grandes potenciasno es un equilibriosinola hegemoníao la superioridad;
de la tendenciaa ser superioresprocedela inevitabilidaddel equilibriodel
terror, luegoesteequilibriosólo puedeentendersehaciendocadavezmás
alta la propia superioridad.
Ninguna de estas falaciasse ha cumplido entre 1945y el año 2000.
Tampoco otras que Bobbiotoma de la utopía marxistaque le fue dictada
a Engelsen 1848:la fuerzadel Estadoes necesariaen la sociedadde cla
ses, perono lo seráen la sociedadsin clases.Bobbio magnificaa la gue
rra y luegodeplorala exageraciónpor él mismoengendradaal definira la
guerra como un objetoque se toma o se deja, en lugarde definirlacomo
lo que es, unarelaciónentregrupossociales,ciertamenteindeseablepero
superable y evitableen una solapieza.
— la guerraes la manifestaciónmás clamorosade la política.
— la política interior está condicionadapor la política exterior y la
manifestaciónúltimade ella,peor evitadahastaahora,es la guerra.
— política y guerrason dos hechosestrechamentevinculados.
— la guerraes la más escandalosaviolacióndel mandamiento“no
matarás”.
Bobbio se sirve de Erasmo “el que alaba la guerraes que nuncala

ha visto” y de BertrandRussell, “antes rojosque muertos”.Concede,


— —

sin que se percibaen él una profundaconvicción,que “hay que ir desde


la reformade las institucionesa la reforma,o mejor,renovacióndel hom
bre”. Y concluyeque “actuamoscomo si hubierauna salida.Peroaún no
sabemos dondeestá”. La esperanzaen el futuropacíficode la humanidad
queda depositadaen un sólo objetivo:que se implanteun orden político
donde nadie pronuncieel fatídicoadagio:
“Mors tua vita mea”
Con todo, Bobbio no se detieneen la preguntafundamental—la pre
gunta acercade la paz—a la que contestade esta maneraevasiva:
¿Qué entiendoyo por paz? Unestadode ausenciade guerraen tanto
que “enfrentamientoviolento,continuadoy duraderoentre grupos
organizados“.

La respuestase quedaen demasiadocorta porquesólo excluyede la


vivencia de la paz a la más temible de las situaciones.Convive,según
Bobbio, la paz con todos los demásconflictosmenoresque la guerrapara

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los que el pensadorapenas tiene palabras: “He dicho —pontifica con
solemnidad—que la paz es necesaria.He dicho que la paz es imposible.
Mientras existala relaciónamigo-enemigo,la pazsolo es unatregua”.¿Se
puede en estascondicionesabrir un caminohaciala obligadamarchade
la vida intelectualhaciauna idea precisade paz?

LA PRESENCIADE UN “TERCERO”

El retornodesdeel estadode guerra,no hacia el orden de paz sino


hacia la situación de tregua, un temor esencial en la obra de Kant —

devuelve a Bobbio haciala realidad.


Los dos pactos, el de no agresióny el que permite transformarel
“estado polémico” (de conflictividad violenta)en “estado agónico”
(de conflictividadno violenta)puedenser violados.
Este soñadoretornoa la realidadsin guerrasalterael léxicode Bobbio
y le conduce a una nuevautopía,sin duda más discretay factible que la
del mero relevode las situacionesde guerray de paz. Elestadoagónico,
—resuena aquí el tono de San Agustín—requierela presenciade un Ter
cero “el pasode una situaciónde terceroexcluidoa otra situaciónde ter
cero incluido”.
Bobbio profundizacon habilidaden la tipología del Terceroy en sus
posibilidades de éxito. No hay que ocultar que el modelode tipos elegi
dos vienede la antigua creenciaen la divinidad o en las divinidades.El
Terceroes, sucesivamente:1.- Aliado;2.- Neutral;3.- Mediador;4.- Árbi
tro; 5.- Juez;6.- Profetadesarmadoy 7.- Pacificadorsin apelación.
La ideade paz que retieneBobbio,antes de sublimarla inclusióndel
Tercerocomo el mejorremediode las guerras,pasapor el miedode Hob
bes. Suideade paz sefundamentaen el miedoa la guerray no en el ansia
de paz.
El Estadoes el hombreartificialque los propios hombreshan fabri
cado parasalir de unasituaciónde miedoincontrolado...La amenaza
de la fuerza(origendel miedo)se dirigesolo contralos que transgre
den las leyesestablecidaspor el podersoberano...Un Estadoterrito
rialmente limitado no elimina la guerra universalde todos contra
todos, sino sólo la guerraentre quieneshabitanel mismo territorio.
Bobbio reconoce,al retrocederhacia Hobbes,que “Hobbes nunca
separa, allí donde se planteael problemade los fines del Estado,la segu

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ridad (quese refierea las relacionesinternas)de la defensa(quese refiere
a las relacionesexternas)”.Pero no se atrevea contemplaruna realidad
internacionalen la que los diferentesestadosde defensaconstruyan,pel
daño a peldaño,una seguridad,un nuevo orden de seguridad.Porque
quiere, quizás,sin darse cuentade ello, seguirancladoen lo inexorable
del retornodel estadode guerra.La paz es imposible,repite.
La amenazade la guerranuclearimpide sólo la guerranuclear...Se
trata de una carreraque sólo puede concluir con la invencióndel
arma absolutapor parte de uno de los contendientes...El terroraleja
la guerra,perosu estallido,a medidaque seaplazamediantela esca
lada delpoder disuasivo,seríamuchomás terrorífico.
Miedo y terrorson las condicionespreviasdel pensamientode Bobbio
que utilizaparareferirsea la guerra.Si el miedoresultaaminoradopor una
política sana de seguridady de defensay por una adecuadaformación
moral del hombre,Bobbio pierde pie y retornaa lo absolutodel mal que
tiene que serla guerrapara reiterarsu condenade cuantoshombres,a su
juicio, apelena la violenciaarmadaparaalcanzarsusfines.
Con la doctrinade la disuasiónse ha producidoel paso de la guerra
real a la amenazade guerra(técnicatradicionalde prevenirel malque
se quiereevitarpropagandoel miedoa un mal mayor).
¡Claro que la paz es la condiciónsine qua non para protegereficaz
mente los derechoshumanosy que la protecciónde los derechoshuma
nos favorecela paz! Pero el retorno a Hobbes,de nuevosin templanza,
vuelve a ser incoado:“Metáforasaparte,la humanidadno se verálibrede
la amenazade guerraatómica hasta el día en que dejen de existir las
armas atómicas...La formamáscoherentey tambiénla másdifundida,de
pacifismo institucionales la que aspiraa crearun Estadouniversal”.
Bobbio se sumó en su día al manifiestofirmadoen 1955 por 52 Pre
mios Nobel donde, según HernanKhan en “La Estrategiade la era ató
mica”, se proclamabaque si los estadosno renunciabana la fuerza“deja
rían de existir”. Un documentoque fue acusado,según HernanKhan,por
muchos de contenerun “simplismodesconcertante”de puro ejerciciode
retórica, cuyos autoresno pasabande ser “charlatanes”.
El talentonaturalde Bobbionuncase separaradicalmentede Hobbes
y nuncale llevaa subscribirotras utopías.Por eso nos recuerdaunay mil
veces lo esencialde las doctrinasdel pensadorbritánicodel sigloXVIIpar
tidario del absolutismo.

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El Estado,monstruobueno o “Leviathán”,nacede la necesidadque
experimentan los hombresde superarla situación de “temor reci
proco”, en la que se encuentranen estado de naturaleza,para no
caer en los brazosde la guerracivil, monstruomaloo “Benhemoth”.
De aquí que sea precisopara Bobbio,cuando se participaen la mar
cha haciala ideade paz,no perderde vista la envergaduradel temor,del
miedo, del pánico,del terror,aquíy ahora:“Ningunade las justificaciones
tradicionalesde la guerraresistela pruebade la guerranuclear”...“el pro
blema actual no puéde consistir en buscar las razonesadecuadaspara
elegir la guerraentrevariosactos posibles...sino en otro mucho másdifí
cil: hacerque la guerrasea imposible”.
Las cinco tesisde Bobbioson obviasy estándemostradaspor másde
medio siglo de evidencias.Lo que ocurreen la realidad,aquí y ahora,es
que la guerraatómicaha ocupadomuypoco espacioen la realidadhistó
rica de las guerrasposiblesen relacióncon el que ocupanlas demásgue
rras y los restantesconflictos,no sólo posiblessino realmentedados.Son
las siguientes:
1. Una guerraatómicapodríasuponerel aniquilamientofísico de toda
la humanidad.
2. La guerraatómicaes un acontecimientoposible.
3. La guerraatómicano debeconsiderarseuna alternativa,es decir,un
objeto de elección.
4. La guerraatómicanos imponeunaactitud contrariaa la continuidad
de la políticaatómica.
5. La nuevasituacióncrea unos deberes,una nuevamoral.
Estas cinco obviedades,que explicanel no-empleoefectivodel arma
mento nucleardesde 1945,sustituyenen Bobbioal análisisde la natura
leza de la paz cuandoescribe,ahoraponiendoa la democraciaen el lugar
donde puso antesel derechoesta frasesolemnetambiénobvia:
Las dos grandesdicotomíasdelpensamientopolítico, “paz-guerra”y
“democracia-despotismo”,confluyen una en otra... el despotismo
puede considerarsela continuaciónde la guerradentro del Estado,
la democracia...un modo de expandiry asegurarla paz fuerade las
fronteras de cadaEstado.
Todo cambiacuando Bobbio se refugiade nuevoen GüntherAnders
— “la única forma de abolir definitivamentelas guerrases suprimir los
estados y formarun Estadoúnico”. Porqueresultaque Bobbio no cree en

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la paz como valorabsolutoen la misma medidaen que utilizaa la guerra
como si fuera el mal supremoo, másveces aún, como mal absoluto.
La paz no es siempreel biensupremo,sino un bien entre otros bie
nes como la libertad,el honor de la nación,la religión,el bienestar,
etc... Sólo el sistemade Hobbes,entre los sistemaséticos del pen
samiento moderno,se basaen la primacíadel valorde la paz sobre
los restantesvaloresy, por eso mismo,en la consideraciónde la gue
rra como mal absoluto.
Los bienesde la guerra,en la plumade Josephde Maistrey de Pierre-
Joseph Proudhon,alimentanel aplausode Bobbioa los objetoresde con
ciencia que sostienenque la guerraes incondicionalmenteun mal abso
luto. Y no seolvida Bobbioparaescandalizarseni de las observaciones
del
ilustrado Humboldt “la guerracontribuyeal progresomoralde la huma

nidad estimulandociertas virtudes sublimes que solo en el combate,


cuando la vida se hallaen peligro,puedenaparecery triunfar” ni de las

del románticoHegel, “la guerramantienela saludmoralde los pueblos”


— como tal romántico,un ser que desdeñala maldadde la guerra.


Bobbio, en múltiplesoportunidades,para mí desaprovechadas,ape
nas hablade la paz en cuanto paz.Lo suyo consisteen repetirincansable
su ideasobre la guerracomo la antítesis(quees fuerte)de unaideade paz
(que es débil).
El fin de la cadena no puede ser otro que la invencióndel “arma
absoluta’ es decir, el arma al mismo tiempo indestructibley omni
destructiva...El futurodiseñodel mundoseráde aquelqueposeano
ya un armaabsoluta,sino la defensaabsoluta.

EL FUTURODE LA HUMANIDAD

A principiosde enerodel año 2000,el jurista italianoya con noventa


años cumplidos,Norberto Bobbio,se sometióa una entrevistasobre el
futuro de la humanidaden las páginasde una publicaciónalemanade
gran difusión.Sólo unosdíasmástarde,lo esencialde la entrevistaseveía
reproducido por el diario español“El País”. Inmediatamente
seríacomen
tado por más de un intelectualhispanoen este doble sentido: Norberto
Bobbio se mostrabamuy pesimistaacercadel bienestarmundialprome
tido parael tercermilenioy considerabados motivacionesantagónicas:la
violencia sería muy frecuentepor la persistenciade la humanidaden el
ejercicio de las conviccionesreligiosasmás arraigadasentre los pueblos

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y la violenciaseríamuy dañinapor causade la inmensacapacidaddes
tructiva de los inventosahoraal alcancedel hombre.
Curiosamente,las declaracionesde Bobbio,de modo paladino,conte
nían un esencialdesprecioa las ideas,—en concretoa las ideasfilosófi
cas— y una supervaloraciónde los interesesmaterialesen juego.En esta
coyuntura lo que cabíaesperarcomo muyprobableera un incrementode
los actosviolentosen los primerosaños del siglo XXI.
Nosotros, en estas reflexiones,apenas nos vamos a referira las últi
mas consideracionesdel pensadoritaliano sobre el futuro, sino que le
vamos a dar preferenciaa su trayectoriaintelectuala travésde la glosade
sólo cuatro libros, hoy al alcancedel lector español.Quedaráfuera del
análisis la obra propiamentejurídicade Bobbiocuyo introductory anima
dor en España,ha sido, sin duda, GregorioPecesBarba, un catedrático
español con largohistorialpolítico.
Decía Bobbio el 1 de enerodel año 2000:
El sigloXXse cerrarácon un peligroque le acechóya en su primera
mitad: la violencia.
Permanezco fiel a la concienciaindividualista,dado que la misma
democracialiberalse fundamentaen la primacíade/individuo.
El verdaderopeligrode la humanidades el del desarrollode la cien
cia y de la tecnología,que no tienefiny del que no se puededar mar
cha atrás.Hoy sabemosmuchascosasque los antiguosignorabany
sin embargo,el mundosiguesiendoincomprensiblee impenetrable.
Nuestra preferenciapor los cuatro librosde Bobbio,menoscientíficos
o rigurosos,—másdoctrinales—no excluyela convicciónde que lo esen
cial del pensamientode Bobbio estáen sus ideassobreel Derecho.Pero
los contenidosde los libros“El problemade la guerray las w’asde la paz”,
“El Terceroausente”, “Elogio de la templanza”y “Derechae Izquierda”
nos resultanmucho más próximosa nuestrasinquietudessobre el fenó
meno de la paz.
Queda dicho por adelantadoque Bobbioes un formidabledialécticoy
un excelenteorganizadorde las ideas.Y añádaseque su modode pensar
se está generalizandoentre los universitarioseuropeos. Es por ambas
razones juntas por las que nuestraglosaserá,en lo substancial,primero,
una exposiciónde sus ideasy luego,en lo circunstancial,una crítica de
sus propuestas.

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El pensamientode Bobbiosobrecuestionesjurídicasexpresaun nota
ble distanciamientohacialo que fue y es el DerechoNatural:“El fracaso
del DerechoNaturales tambiénel fracasode la Justicia como ideal” —

escribe en “TeoríaGeneraldel Derecho” (EditorialDebate.Madrid, mayo


1991). Sesitúa en líneacon estaotraafirmacióndeljurista norteamericano
(actualmenteen el primerplano de la atenciónmundialJohn Rawlspor su
obra “Teoríade la Justicia”, cuyo primeroriginalaparecióen 1971).
Hay tantas“Justicias”como autores,hay tantasteoríascomo opinio
nes, hay que rechazara la “Justicia” como idea directrizy llegar a
otros modelosde comportamientoque sí no “justos” por lo menos
sean fruto de una convivenciasocial.
Bobbio está, pues, colocadoen sus ideasjurídicasen uno de los dos
polos ya señaladospor Kelsenen su folleto ¿Quées justicia? y másaún
lo estabaen una conferenciade éxito pronunciadapor él en Berkeleyel
27 de mayode 1952.
La justiciapuedeentendersecomo un ideal,como un criterioo como
una opinión... Las teoríasidealistasson teoríasdualistassobre el
Derecho, teoríasque fomentanla existenciade dos Derechos,uno
de los cualesserá un Derechoideal frenteal otro, el Derechoreal o
Derecho Positivo.
La preferencianítidade Bobbio por el Derechopositivose reflejatam
bién en “Igualdady Libertad”,un originalitalianode Bobbio que tardaría
en ser traducido desde 1977-1979 hasta 1993 por Paidosen Barcelona,
donde el tono es más irónicosi cabe.
Son comunes criterios de justicia las especificacionesde la más
vacía generalidad..,tales como “A cada uno lo suyo”, “a cada uno
según su mérito”, segúnsu capacidad,segúnsu talento,segúnsu
esfuerzo, segúnsu trabajo,segúnel resultado,segúnla necesidad,
según la calidado rango.
Bobbio niega,pues, que se puedaactuar sobre la realidaddesde un
ideal de justicia. Sólo un derechoválido,aunqueno sea justo, puedeser
aplicado con eficacia.De aquí que sobre una pretensiónde igualitarismo
subyacente separe hasta tres nocionesde justicia nunca identificables
con el ideal de la justicia, —la justicia social o retributiva,la justicia atri
butiva o del equilibrioy la justicia formal o procesal.Para Bobbio cual
quier tipo de retornoal DerechoNaturalle parecetan ingenuocomo ine
ficaz.

— 107 —
El DerechoNaturalesun derechodesarmado...Mientrasno encuen
tre la fuerzaparahacersevalerno es derechoen el sentidocoherente
de la palabra...La seguridady la paz son la consecuenciade la efi
cacia atribuidaal DerechoPolftico.
Lo que aquí interesasubrayares lo que Bobbio niega,quizáspara dar
fácil entradaal concepto suyo de “fuerza” y acaso para hacer viables
tanto a la seguridadcomo a la paz a travésde la fuerzadel Derecho.Bob
bio no cree que el Derechosea la encarnaciónde la Justicia, ni que valga
para la determinaciónde lo que es verdaderamentejusto. Niega que el
Derecho Naturaly el DerechoPositivoseandos formasde realizarla Jus
ticia, dos expresionesdel mismo fin por las que nos cabe a los hombres
determinar lo que deberíaser un “orden”. Una concepcióndel Derecho
que valga parafundar la cohesiónsocial, para limitar las arbitrariedades
del poder políticoy para reinarla Justiciaqueda muylejosel pensamiento
de NorbertoBobbio.Elsentidotranscendentede la personaque nos viene
dado a los hombrespor nuestrainserciónen el Ordende la Naturaleza —

nada digamossi se trata del Ordende la Creación—no figura en el modo


de pensarde Bobbio de ningunamanera.
Bobbio se sitúa,pues,en la últimade las tresetapasde la llamadaFilo
sofía del Derecho:Derechoera la mismacosa justa en la AntigüedadClá
sica, (Cicerón),derivó a ser el arte de discernirlo que es justo, (Kanto
Hegel) y acabósiendoel lugardondese otorgaun derechoa alguien(Kel
sen o Rawls).Nadietienede particularque en su entornohayansido suce
sivamentedesacreditadosestoscuatrograndesproverbiosde uso común.
— Salus populi, supremalex.
— lusticia fundamentumregnorum.
— Fiat iustitia,pereatmundus.
— Summum ius,summa injuria.
Ratifica Bobbio el cambiode perspectivacon estasimplefrase:
En la realidad vale como derecho también el derecho justo y no
existe ningúnordenamientoque seaperfectamente’justo. El Derecho
es lo que esy no lo que deberíaser.
Para Bobbio lo prácticoes echarseen los brazosde la igualdadcomo
proyecto, mejorque en los brazosde la justicia como virtud:
La igualdadconsistesolamenteen unarelación:lo que da a estarela
ción un valor,es decir lo que hace de ella una líneahumanamente
deseable,es el serjusta.

—108—
No es ajenadel todo sino consecuentecon estaposturala concepción
que Bobbio, brillantementepor cierto, sostieneen su personal“marcha
hacia la ideade paz”, la concepciónque él tiene del Derecho.Pero,aquí
y ahora,serásuficientedejarlaesbozadano sin antesseñalarquetambién
el pensamientojurídicode Bobbio,como másaún el político,ha sido con
alguna prestezapuesto a disposiciónde los españoles.Recuérdesela
apresuradaediciónen Españade estoscuatro tratados:
— En 1996 por Taurus,“Algunosargumentoscontra el DerechoNatu
ral”, todavía una obra colectiva no por azar titulada “Crftica del
Derecho Natural”.
— En 1989 por Fondo CulturaEconómica, “Liberalismoy Democra
cia”.
— En 1991por EditorialDebate,“TeoríaGeneraldel Derecho”.
— En 1993por Paidos,“Igualdady Libertad”.
Y es queen estascuatroobrasyatraducidasparauso de nuestrosuni
versitarios se encuentranlos fundamentosde lo que luego se convertirá
en su proyectovital másquerido:“Esperohacertodos los esfuerzospara
eliminar parasiemprela guerratermonuclear”.
Claro que esta esperanzaestabasiendo sostenida(y en una medida
importante realizadacon fortuna) por multitud de gentes sensatassin
necesidad de presumirpor ello de ser unos hombresbeneméritos.Son
legión los hombresque,de hecho,hantrazadolos cuatrolímitesque habi
tualmente ni se quierentraspasarni son traspasadospor los Estadosde
la modernidaddemocrática:el que distingueentre beligerantesy no beli
gerantes; el que separalos objetivosllamadosmilitaresde otros tipos de
objetivos; el que prohíbeel empleode las armasde destrucciónmasivay
el que aciertaa delimitaren cada crisis internacionallas zonasde guerra.
Puede aceptarsede Bobbio lo que ya está aceptado con notable
generalidad:que la guerraconstituye(o puede constituir)la antítesismás
radical de la juridicidadallí donde no se acompañedel derecho(o de la
moral mejoraún)y que la hegemoníade la fuerza,(cuandocrece desme
suradamente)anula cualquierderecho.Estasgraves cuestionesson las
que se desarrollancon lucidez y con claridaden los cuatro libros mejor
ajustados al tema de la resoluciónde los conflictoscon mediospacíficos.
Pero, a mi juicio, lo más esperanzadorde la trayectoriafinal de Norberto
Bobbio es que a pesarde todas susdudas nos ha dejadoabiertaunavía
intelectual muycertera haciala verdaderapaz.

—109—
Se trata de la víapor donde podríarealizarseuna marchahacia¡aidea
misma de la paz que dejara atrás la anteriorobsesiónde Bobbio por la
guerra como mal absolutoque, de hecho,actúa como una obsesiónque
paraliza los pasoshaciala paz verdadera.La defensade la paz no es una
lucha contra el mal absoluto,sino contra unos malesconcretos.

EL PROBLEMADE LA GUERRATERMONUCLEAR

Los cuatro libros seleccionadospor mí como más clasificadoresno


incluyen la Autobiografía,aunquesu lectura,sin duda alguna,enriquece
ría la capacidadde comprensiónde la figura influyentede Bobbio. Baste
decir que, en tanto figura polémica,Bobbiose sitúa en las antípodasdel
iusnaturalismoen todas sus versiones:la españolao escolástica,que pre
cede al triunfo del pensamientode la Reformay la europeao moderna,
que compartecon el pensamientocontemporáneouna soluciónde com
promiso entrelo naturaly lo positivo,hoy ni siquieraintentadapor el neo-
positivismo.
Los cuatro librosson los siguientes:
1.0 “II problemadella guerrae le vie della pace” aparecidoen Italiaen
1979 y cuya primeraedición en lengua españolacorrespondea
febrero de 1982en Barcelona(GEDISAS.A.)bajo el título “El pro
blema de la guerray las víasde la paz”.
2.° “II terzoassente”publicadoen Italia,exactamenteen Milánpor Edi
zioni Sondaen 1989 e impresoen Españapor EdicionesCátedra
en 1997, precisamente en Madrid, bajo el título “El tercero
ausente”.
3.° “Elogiodellamittézae altri scritti morali”editadoen Milánpor Linea
d’Ombra Edizionien 1994y traducidopor Temasde hoy,ensayo,en
1997 bajo el título“Elogiode la templanzay otrosescritosmorales”.
4•0 “Destrae sinistra”,cuya segundaedicióncorregida(la primeraestá
fechada en Turínen febrerode 1994)correspondea Roma,Donze
III Editore(1995)exactamenteel mismoaño de la ediciónen lengua
española de Santillana S.A. Taurus bajo el título “Derecha e
Izquierda. Razonesy significadosde una distinciónpolítica”.
Resulta útil observarque los plazosde tiempoentre la primeraedición
italiana y la primeraespañolase fueronacortando,síntomainequívocodel
interés por difundir su pensamientoy, quizástambién, de la aceptación
creciente de sus sugestivosplanteamientos.

— 110 —
Mucho másinteresantesería,sin dudaalguna,reconoceren la obrade
Bobbio otro fenómeno intelectual no siempresubrayado. La conexión
entre la filosofía y la literaturaitalianasy sus homólogasespañolasha
sido y es muy grande en cualquiertiempo o circunstancia.Conocercon
algún rigorlos pensamientosde unafiguracon éxito en Italiaes unabuena
medida, silo que se quiere es conocertambiénlas tendenciasque vibran
en la vida universitariaespañola.
“El problemade la guerray las víasde la paz” vienede una colección
de antiguosensayos,todos ellos planteadospor Bobbio para atenderal
segundo problemade los dos que considerabapor entoncesfundamen
tales: a) el ordenamientodemocráticode la Italiaya liberadadel fascismo
y b) el ordenamientopacíficode las relacionesinternacionalescon Italia.
Quería Bobbio eliminar(o limitar al máximo)a la violenciacomo medio
para resolverlos conflictosentreindividuosy entregrupos:
Con el descubrimientode las armasatónicas, cada vezmás homi
cidas, e/tema mismo de la guerra había cambiado de naturaleza:
la guerra amenazabaser no ya un instrumento de poder, como
siempre ló había sido, sino que corría el riesgo de convertirseen
un instrumentode muerte universaly por lo tanto de impotencia
absoluta.
La posturade Bobbio entre 1968y 1989estaba impresionadapor el
alegato del pacifistaGhüntherAnders“Ser o no ser.Diariode Hiroshima”
(1961). Descalificabaal mismotiempo las cuatrotradicionalesjustificacio
nes de la guerra: la guerra justa, la guerracomo mal menor,la guerra
como mal necesarioy laguerra como bien.
Para Bobbiola guerraes una violenciatan colectivacomo organizada.
Pero insisteen que “a medidaque la violenciase hace mástotal, se hace
más eficaz”.
El ejemplomásalto y másconcretamentedel método de la no vio
lencia para la solución de los conflictos no hay que ir buscando
demasiado lejos:Por suerte lo experimentamos, cada día inclusoen
nuestro país:es la democracia.
El salto entre los conceptosde guerray de conflicto social se da en
Bobbio con demasiadoautomatismo.Se trata de una actitud que reapa
rece en estacita de septiembrede 1979,dondela guerrasiguesiendotra
tada como si fuera un conflicto social más, pero para ser calificadodel
único absoluto.

— 111 —
La violencia, tal vezhayadejado de ser la comadronade la historia
y se estáconvirtiendocada vezmásen su sepulturero...Unaconfla
gración atómica no supone tan sólo una dramáticainversióndel
curso de la historiasino másbienel fin de los tiempos.
Estos inmensossaltos,afortunadamenteparael lector de este libro,se
coronan con consideracionesmenos apocalípticas.Bobbio remata de
este modo suevoluciónen el CapítuloV.“La idea de la pazy e/pacifismo”,
del librocitado:
“Paz” se empleahabitualmentecomo el términoopuestoa “guerra”
y no, genéricamente,a conflictoy mucho menosa violencia,como
sin embargosigue sosteniendouno de los más acreditadosexpo
nentes de la “peaceresearch” JohannGaltung.
La suspensiónmás o menosduraderade las modalidadesviolentas
en las rivalidadesentre verdadespolíticas era lo que A. Aron habíalla
mado paz. El último Bobbio se aproximaa dar tan certero paso haciael
sentido realista de las cosas cuando distingue a la guerra “conflicto
entre grupospolíticos cuya soluciónse confíaa la violenciaorganizada”
de la violencia “uso de la fuerza física internacionalmentedirigida a
lograr el efecto deseadopor el sujeto activo no consentidapor el sujeto
pasivo”. Y, consecuentemente, nos encontramosque admite todavía
con másrealismouna clasificaciónde los tipos de guerra:guerraexterna
entre estadossoberanos,guérraen el interiorde un estado¿guerra civil,
guerra colonial o imperialistay guerra de liberación nacional. Son los
mismos tipos que el ecléctico RaymondAronya habíacalificadode gue
rra interestatal,de guerrainfraestatal,de guerrasuperestataly de guerra
infraimperial.
El fecundodiálogo con el liberalAron culminarácuando el socialista
Bobbio admita el acierto del intelectualfrancés en clasificarlos tipos de
paz también en tres clases —de potencia o de paz de “equilibrio”, de
impotencia o de paz de “hegemonía”y de satisfaccióno de paz “impe
rial”.
Y es que cabe concluir que el despegue de Bobbio respecto al
pacifismo de Ghünter Anders, si bien aproximándolo al pacifismo de
John Galtung, tendría muchas horas de vuelo que ganar si se convir
tiera en una seria lectura de las serenas recomendacionesde Ray
mond Aron.

— 112 —
EL TERCEROAUSENTE

“El Terceroausente”,sin duda, reflejamayor madurezy mayor rea


lismo. Es la obrade Bobbio que consideramosmejorreferidaa su procla
mado ideal:la marchahaciauna ideade paz. El librose divide en dos par
tes. Másdoctrinal,la primeraconciliados subtítulosaltamenteexpresivos
“Paz y Guerra:Pazy Derecho”.Más electoralista,la segunda,recogelo
que denominaDiscursosdonde se subtitulande otro modo las cuestio
nes: No matarás,¿Unasociedadno violenta?¿Hayfuturopara la paz?La
lanza y e! escudo.El juego de la guerra,etc... Bobbio cree que en la pri
mera parte sigue un punto de vista filosóficoy en la segundaotro punto
de vistaperiodístico—juridisccional.Setrata para mí,muyclaramente,de
una actualizacióndel otro libro suyo sobreel tema“Elproblemade la gue
rra y/os caminosde la paz”. De aquí que procedacontemplarlesa ambos
puestos en la mismadirecciónde la marchahaciauna ideade paz.
El núcleode “El terceroausente”sigueestandoen la prioridadabso
luta otorgadaal armanuclearcomo herramientadel pensamiento.
Si ningunade las justificacionestradicionalesde la guerraresiste la
prueba de la guerranuclear...el problemaactualno puede consistir;
como en otras épocas,en buscarlas razonesadecuadaspara elegir
la guerraéntre variosactosposiblesy, en cualquiercasolícitos,sino
en otro másdiffdll:hacerque la guerrasea imposible.
Bobbio concluiráque lo imposiblees la paz,repitiendoa Kant.Perono
vale la pena volver a la exageracióndel adjetivo “perpetua” que en los
años finalesdel XVIIIse aplicó a la paz deseadapara de estemodo dar el
salto de lo posible a lo imposible.Porquela guerrasigue siendo posible
es por lo que procedeestarpresenteen la marchahaciauna ideaprecisa
de paz,—entiéndasede la paz como posibilidad.
Bobbio desacreditóprimeroa la teoría que, a su juicio, habíajustifi
cado a las guerrasdel pretéritobasándoseen que la aparicióndel arma
absoluta nuclearse la había llevadopor delante: la teoría de la guerra
justa, segúnla cual habíanocurridoguerrascondenablesy guerrasacep
tables.
La guerraatómicaanulala distinciónentre guerrasjustas e injustas,
porque haceimposibleunode los dos términos:la guerraen legftima
defensa. La guerraatómicano admitemás que un tipo de guerra:la
del primeratacante.

— 113 —
En segundo lugar,desacreditaBobbio a la teoría de la guerracomo
mal menor,segúnla cualse piensaque sirve paraevitar la pérdidadel bien
considerado menoren aquellacircunstancia,la paz en aras de otro bien
más deseableque la paz.
Sólo Hobbes,entre los sistemaséticosde/pensamientomodernose
basa en la primacíadel valorde la paz sobre los restantesva/oresy
por eso mismo,en la consideraciónde la guerracomo mal absoluto.
Bobbio se acerca al sistema ético de Hobbes al considerar,desde
luego a la guerratermonucleary por analogíaa todas las demásformas
de guerra,como malesabsolutos.No es razonablehablar,vienea decir,
de una alternativaentre pazy justiciao entrepazy honor.De hecho,todas
las guerraspadecidasen el sigloXX hantenido defensoresarmados,pre
cisamente porquese hablabaa gritos de libertad,de justiciay de honor,
aunque luegopeligrarala paz.
En tercer lugar,Bobbio desacreditala teoría de la guerra como mal
necesario,como un elementoindispensabledel progresohumano.
Desde Kant—dicecontra supropio maestro—el pensamientodeci
monónico ha reproducido entre millaresde ejemplos,con algunas
variantes,esta fórmulade la filosoifa de la guerra...Quien quisiera
recoger un flovilegiode apólogosde la guerracomo espueladel pro
greso, no tendríaotro problemaque el de la elección.
Por último, Bobbio desacreditala teoríade la guerracomo bien en sí
misma, como valor en sí mismo,el valor por excelencia.
El campeónde la idolatríade la sangrey de la guerrafue, como es
bien sabido,el teócrataDe Maistre:“la guerraes divinaen sí misma,
porque es unaley del mundo”.
No penetraBobbio en la diferenciaque existe entre comprendera la
guerra como un suceso padecidopor unos (peroproducidopor otros)y
comprenderlacomo acto producido por unos (pero padecidopor otros)
que es, a mijuicio, donde radicala posibilidadmismade la progresivaeli
minación de la violenciacolectivay orgánicadel Estadomoderno.Bobbio
sigue creyendoque hay guerrasporque para unos es un acontecimiento
providencial (castigodivino)y para otros un acontecimientopropio de la
evolución natural(selecciónde la especiehumana).
Lo común a estas dos teorías,la teológicay la biológica, es que
ambas extraenlas guerrasdel terrenode los acontecimientosdirec

— 114 —
tos o controladospor el hombre, la primeralos interpretacomo un
“acto divino”y la segundacomo un “hechonatura!”.
Bobbio no parecepercibir el juego de las libertadesy de los ideales
como motivaciónde actitudes que, sin querer la guerra, pasan por el
estado de guerracomo prueba.No es ni un acto divino,ni un hechonatu
ral, ni un mal absoluto.Es un acontecimientocoyunturalmentehistórico
que quizás—comodecíaentre otros Nietszche—tiene una funciónposi
tiva en la historia,está destinadaa desaparecery deberíaser eliminada
mediante una reformaradicalde la sociedad.
Bobbio, expertoen magníficasgeneralizaciones, llega a decir solem
nemente que “la guerraes para la filosofía de la historia un tema tan
importante como el origen y el fundamentode la propiedad y el surgi
miento o la caídade los estados”.
La historiahumanaparecetenderhaciatres fines:la libertad,la igual
dad y la paz... Pero la creacióndel Estado,con la consiguientedis
tinción entregobernantesy gobernadosha sofocadodefinitivamente
la libertad (Hobbes),el nacimientode la propiedadha introducidola
desigualdad (Rousseau) y la guerraha hechoimposiblela conviven
cia pacíficade los estadosconformeal derecho(Kant).
Abolir al Estado,destruir la Propiedady clausurarla Guerraquedan
insinuadas como tres operacionespendientes.Bobbio lo hace empe
zando por la tercerade ellasy denegandolas tres posibilidadesde pro
greso que Guillermovon Humboldty Hegelhabíanconcedidoa la prueba
de la guerra—progresomoral, progresotécnico y progresosocial. Y lo
sorprendente—y no de modo correctoy esperanzador—es que Bobbio
no se hayadado cuentatodavíade que debía hablardirectamentede la
paz, másaún que de los pacifismos.
Bobbio,refiriéndose al equilibriodel terror, se topa con la interpreta
ción del miedopara reducira estapasión la fenomenologíade la política
y tropiezacon la apologéticade la disuasión:
Las armas nuclearesse paralizanmutuamente.La amenazade la
guerra nuclearimpide sólo la guerranuclear
“La disuasión—nos dice—es la técnicatradicionalde prevenirel mal
que se quiereevitar propagandoel miedoa un mal mayor.La lógica de la
voluntad de poderes la de las antítesisabsolutas...es la lógica de la solu
ción final”.

— 115 —
Ninguna de estas lógicas llega más allá de la retóricahabitualen los
foros de reflexión.Porqueen la realidadsociale internacionaltodavíase
confía algoen las capacidadesde llegara la paz a travésdel Derecho.El
propio Bobbio estáen esta línea.Perono sólo habrápaz si hay Derecho.
Se necesitanotros valores,ademásde un cierto grado de paz interioren
los actoresdel conflicto previsto.
La paz es la condición “sinequa non” paraprotegereficazmentelos
derechos humanosy la protección de los derechoshumanosfavo
rece la paz.
Bobbio privilegianaturalmente,entre todos los pacifismos,al paci
fismo jurídico.
El pacifismojurídicoes aquelque considerala guerrael efectode un
estado sin derecho,es decir;de un estadoen el que no existennor
mas eficacespara regularlos conflictos.
Tres fueron,para Bobbio,los proyectosde paz a travésdel derecho —

el de Saint Pierre(1713),el de Kant(1795)y el de Saint Simon(1814).Los


Discursos de Bobbioen los que, por fin, aparecerála propuestaa favorde
la presenciade un “Tercero”en los litigios internacionalesse presentan
como secuelade estostres proyectosde paz.
Naturalmente que antes de proponer la presencia del “Tercero
Ausente” Bobbio vuelvea sembrarpesimismoa manos llenas,en línea
con la frasede Sartre:el infiernoson los otros.
Duranteestoscuarentaaños(1950-1990) hanestalladomásde cuatro
cientos conflictos,entreguerrasinternas,externasy golpesde estado,
para cuyaresoluciónlos contendientes hanrecurridoa la guerra.
El mundoentero,salvoNorteaméricay Australia,ha padecidoconflic
tos, —añadeexagerandode nuevolas nocionesde guerray de conflicto
para llevarlasjuntas al puerto de todas las violencias.Pero la solución
ética reaparecejunto a un nuevoelogiohaciala figurade Kantcomo algo
que de nuevovuelvea ser necesario.
Sólo la ética de la virtudpracticadapor quienespresidenel destino
de los pueblosliberaríaa la humanidaddel estadode guerraperma
nente o potencial,cuyo fin será únicamente“el gran cementeriode!
género humano”.
“He dichoya que la paz es necesaria.He dicho que la paz es imposi
ble. Mientrasexistala relaciónamigo-enemigo,la paz es sólo unatregua”.

—116—
¿A quédebemosatenernos?Bobbioesperaráhastalas páginasfinalesde
su libro para darnosla clavepragmática:
Un poder por encimade las partes requierela presenciade un Ter
cero, presupone,pues, el paso de una situaciónde terceroexcluido
a otra de terceroincluido.
El libro terminacon una confesiónobvia: el arma nuclearno ¡nauguró
una nuevaera.

ELOGIO DE LA TEMPLANZA

El tercer libro de divulgaciónde ideas que va a ocupar brevemente


nuestra atención—Elogiode la térnplanzay otrosescritosmorales—tiene
el méritode haber efectuadoun discreto,pero lúcido viraje haciala Ética
en un constantetejer y destejer.Esun admirableesfuerzode análisisy de
claridad que se contradice en ocasionesy es una patente autocrítica
siempre elogiadaentre nosotrospor GregorioPeces-Barba,por ElíasDíaz
y por AlfonsoRuiz Miguel,que nos reconciliacon Bobbio.
El “Elogio de la Templanza”
significapara mí algo muyimportantepor
que en estas reflexionesdesapareceprácticamentedel todo la obsesión
de Bobbiopor el armaabsoluta,por la guerracomo mal absolutoy por las
afirmaciones absolutasa favor de lo necesarioy de lo imposible.Claro
que persistela referenciaincidentala la “sublimacióno perversión”que
Bobbio siguellamando“guerra”.
Encontrarsecon Bobbio en un tratado sobre las virtudeses descubrir
junto a él la diferenciaentre la ética del príncipecristianoque elaboróen
1515 Erasmode Rotterdamy la ética del príncipesin másque por enton
ces teníaescritaMaquiavelo.
Maquiavelodice que un señor “Ørudente”no estáobligadoa mante
ner la palabradada...BaltasarGraciánescribe: “Las serpientesson
las maestrasde toda sagacidad:ellasnos muestranel caminode la
prudencia... Justo despuésde la prudencia...está la astucia,repre
sentada ya no por la serpientesino por la zorra”... En un tratado
griego de cazay pescalos animalesquehacenparticularostentación
de metis(templanza)son la zorray el pulpo.
Con suhabitualmaestríaparaforjar esquemasy paraesclarecerpano
ramas Bobbiose enfrentacon el hechode que lo que en Kantera morali

— 117 —
dad en Hegeles eticidady con el hechode que lo que en Erasmoera ética
de los principiosen Maquiaveloes ética de los resultados.
El moralistase pregunta“Qué principiosdebo observar?”y el polí
tico “Qué consecuenciasse derivande mi acción?”.
La respuestade Bobbiotiene un nombre:democracia.La democracia
es la formade gobiernocuyasreglastienenla finalidadde permitirla solu
ción de los conflictossin necesidadde recurrira la violenciarecíproca;la
democracia da la máximaextensióna la relaciónde confianzarecíproca
entre los ciudadanosy la democraciaes un régimenen el que las deci
siones son tomadasa travésde acuerdosentregrupos. Pero aún siendo
así, Bobbiorecomiendael regresohacialos valoreséticos.
No hay que esperarque la divergenciaentre la exigenciade la moral
y la de la polftica desaparezcapor completo. Hay que esperar,sin
embargo, que la políticapueda respetarel ideal moralde una buena
sociedad.
El elogiode la virtud —en su caso de la templanza—trae estasexce
lentes ventajas para el pensador.Que el positivismo se abre hacia la
moral. Y que la nuevaeticidad tiene que tomar partidoentre lo laicoy lo
religioso y entrevarios modosde ser los hombreslaicoso religiosos.
La historiade la ética moderna..,es un intento,o mejor una seriede
intentos, de fundaruna ética objetiva,o racionalo empírica, a un
tiempo racionaly empírica,en definitivalaica.
Bobbio se refiere al iusnaturalismomoderno de Grocio. Queda por
demostrar,escribe,que todo lo que es naturales bueno por el solo hecho
de ser natural.Se refiereen segundolugaral tambiéniusnaturalismoanti
guo —y mástarde escolástico—de Aristótelesy de SantoTomás.Ambas
teorías constatan que lo básico de una cierta norma de conducta es
común a todas las gentes.Se refiereen tercer lugar al formalismode la
universalidadde la acción propiode Kant,una ética,nos dice, cuya vali
dez dependede la bondaddel fin, mejorque de la bondaddel principio.
Se refiereen cuartoy últimolugaral utilitarismo,a las sensacionesde pla
cer y de dolorcomo índicesde moralidad,segúnBentham.Perocualquier
máxima a favorde la felicidaddel mayor númeroa Bobbio le parecede
una vaguedaddesalentadora.Y es entoncescuando Bobbio apelaa una
pregunta audaz.“Pero ¿esunasoluciónla ética religiosa?”.
Bobbio no aceptarátampoconingunarespuestaal planteamientoteo
lógico. Lo suyo es apelar de nuevo al intuicionismoético, al relativismo

— 118 —
absoluto y al actualismode lo meramenterazonable.Y el hiato entre la
ética laicay la ética religiosalo cubrirádesdela templanzacon la solución
única de la tolerancia.
Leemos en las historiasde la filosoifa que los antiguoscontraponían
una ética de la virtud a una ética de la felicidad.Los modernoscon
traponen unaética del debera unaética de la utilidad.Por no hablar
de la conocidísimadistinciónweberianaentre la ética de la convic
ción pura y la ética de la responsabilidad.El único principioque se
puede considerarpropiamentelaico es el de la tolerancia.
La tolerancia—por analogíacon la templanza—es el únicoprincipio
que de la consecuenciade la multiplicidadde los valoresmoralesextrae
la consecuenciade la necesidadde una pacíficaconvivenciaentre ellos.
Elogio de la templanzaterminaincluyendoalgunaspreguntassobreel pro
blema del mal.
Lo sorprendentees que Bobbio no caigaen la cuentade que al distin
guir los dos aspectosactivos y pasivosdel Mal está ofreciendolas dos
perspectivas con las que el hombrese asoma al fenómenode la guerra,
—la guerracomo acto producidoy la guerracomo sucesopadecido.
El Mal tiene dos aspectosque... deber ser diferenciados.Estosson
el Mal activo y el Mal pasivo. El primero es aquel que se hace, el
segundo es aquel que se sufre. El Mal infringidoy el Mal sufrido.En
el conceptogeneraldel Mal comprendemosdos realidadeshumanas
opuestas, la moral y el sufrimiento.Dos figurasparadigmáticasde
estos dos rostrosdel Mal son Caíny Job.
El Elogio de la templanzano da ningún paso en esta direcciónpara
comprendermejor al fenómenode la guerra.Es más,coronael texto con
esta fraseterrible:
Desde siempreel hombresencilloha dadoya su respuesta.“Eneste
mundo no hayjusticia”.

DERECHA E IZQUIERDA

Para JoaquínEstefanía,queesel autordel Prólogoa la ediciónespañola


de “Derechae Izquierda”,Bobbioes un testigo del sigloXX al que le con
viene paramejorcalificarsu obra,el título de seruna “Utopíainvertida”.
Norberto Bobbio plantea en toda su obra teórico-políticala misma
complejidad: desconfianzahaciala políticademasiadoideologizada;

— 119 —
defensa del gobierno de los hombres; elogio de la democracia;
defensa a ultranzade una polftica laica, entendiendo el laicismo
como ejerciciodel espíritucrftico contra los opuestosdogmatismos
de católicosy comunistasy, finalmente,incondicionaladmiracióndel
sistema político inglés.
Se trata, pues, de un testigo que nos dará siempresu testimonioa
favor de la “terceravía”.
Guste o no guste—dice Bobbio—las democraciassuelenfavorecer
a los moderadosy castigana los extremistas.
La tesis del libro es que “la esenciade la distinciónentre la derechay
la izquierda...es la diferenteactitudfrentea la ideade igualdad”.La díada
extremismo-moderaciónestá referidano al conceptodejusticia,sino al de
libertad. Existendoctrinasy movimientoslibertariosy autoritariostanto a
la derechacomo a la izquierda.
La clasificaciónen cuatro categoríasde las opciones políticas que
ofrece Bobbio puedeencontrarseen otros muchosautores.
— El jacobinismode la extremaizquierdade los movimientosy doctri
nas a la vez igualitariosy autoritarios.
— El socialismoliberal o la socialdemocraciade los movimientosy
doctrinas liberalesy a la vez igualitarios.
— El conservadurismodel centro-derechade los movimientosy doc
trinas liberalesy a la vez desigualatorios,por no decir autoritarios.
— El fascismoo el nacionalsocialismode la extremaderechade los
movimientosy doctrinasantiliberalesy a la vezanti-igualatorios.
Ahora bien, ni lo que verdaderamentesean la izquierday la derecha,
ni el esquema posicional de las actitudes políticas que Bobbio hace
suyo, nos interesanaquí en sí mismosconsiderados.Aquí nos importa
saber la importanciaque Bobbio le sigue dando a sus caminos haciala
paz y a su propuestade la presenciade un “Tercero”como lo mejorque
cabe hacer.
La visióntriadica,que incluyeentre derechae izquierdaun espacio
intermedio, que no es ni de derechani de izquierda,sino quejusta
mente estáen el mediode la unay la otra sepuede definircomo Ter
cero incluido.
Bobbio ha esperado a este libro para corregirsea sí mismo en un
importante matiz.

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Distinto del Terceroincluido.., es el Terceroincluyente.El Tercero
incluyente tiendea ir más alláde los dos opuestos,englobándolosen
una síntesissuperior.
Bobbio juega a ganar la quiniela de los catorce aciertos. Él mismo
parece ser la encarnaciónsupremadel “Tercero”incluido.
El Terceroincluidosepresenta,sobre todo, como práxissin doctrina.
El Terceroincluyente,sobretodo,como doctrinaen buscade unaprá
xis... el ideal del socialismoliberal o de! liberal socialismoes una
expresión típicade un pensamientoTercero-incluyente.
Pues bien, que nadiepienseque Bobbio se ha olvidadode la guerrani
de la paz en la hora de sentirse“Tercero”incluido:
En cadabinomiode términosantitéticosno siemprelos dos elementos
tienen igualfuerza...Existenbinomiosdondee/términofuerteesperfec
tamente sólouno: en el binomioguerra-paz, e/términohastaahorapre
ferentes “guerra”,la prueba es que “paz” ha sido definidotradicional
mente como “no guerra”,comoalgoquellegadespuésde la guerra.
El jurista italiano no perdona.Tienedecididoque lo buenoes construir
una triada y ha de demostrarque lo maloes la persistenciade las díadas.
En la guerra,ya sea exteriorcomo interior,no haysitio para el Tercero,
el cual aparece sólo como mediadorpara detenerle,o bien, como
árbitro, para establecerla paz.La guerra,como duelo,no conocemás
que dos partners...Unaguerradondeal finalno hayaganadoresy per
dedores es una guerra que no logra su propósito... Las partes en
fue go, por numerososque sean los aliados,son siempresolamente
dos.
El problemase reducea esto:el tema que reapareceen todas las varia
ciones es el de la contraposiciónentrevisión horizontalo igualitariade la
sociedad y visiónverticalo no igualitaria.La igualdaden su formulaciónmás
radical es el trazo común de las ciudadesidealesde los utopistasMoro,
Campanella,ThomasMünzer.Bobbiono es un utópiconi un optimista.
Nunca como en nuestraépocase hanpuestoen telade juicio las tres
fuentes principalesde desigualdad,la clase,la razay el sexo.
De estaevidenciaBobbio no deducenadasobreel fenómenode la con
flictividad pero, al parecer,el pesimismoque puso de relieveen sus decla
raciones a la prensade 1 de enerodel año 2.000quizásse desprendadel
apoyo en estasbasesanalíticastan reducidas.

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