Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
CLASE 1
Contenidos a desarrollar
1
Uso de la Información Criminal para la Gestión de
Políticas y Estrategias de Seguridad Democrática.
2
Uso de la Información Criminal para la Gestión de
Políticas y Estrategias de Seguridad Democrática.
Por otra parte, todas las sociedades, a lo largo de la historia, dictaron normas y
reglamentaciones que determinaron qué acciones eran consideradas ilegítimas, punibles y
1 Este aspecto está asociado a la noción de “privación relativa”, acuñado por Robert Merton.
3
Uso de la Información Criminal para la Gestión de
Políticas y Estrategias de Seguridad Democrática.
cuáles no. Por este motivo, sería ingenuo pensar que el delito puede extirparse de una
sociedad de una vez y para siempre.
Al analizar los fenómenos vinculados a la violencia y el delito surge una doble dificultad:
la de su definición y la de su conocimiento, ya que se trata de un fenómeno que no es
directamente observable en su totalidad (dado que no existe un actor social omnipresente
que pueda registrar todos los fenómenos delictivos que acontecen en la vida cotidiana). Se
requiere, por ello, información fehaciente que contribuya a su caracterización, comprensión
y diagnóstico.
4
Uso de la Información Criminal para la Gestión de
Políticas y Estrategias de Seguridad Democrática.
La estadística sobre criminalidad y violencia2 está compuesta por los siguientes sistemas:
5
Uso de la Información Criminal para la Gestión de
Políticas y Estrategias de Seguridad Democrática.
En este sentido, se identifica un primer modelo de seguridad, que imperó de manera casi
dominante hasta mediados o fines de la década de 1990 en Latinoamérica que se ha
denominado ‘paradigma del orden’ (BINDER, 2009) o modelo tradicional de
seguridad. Siguiendo a Young (2012), este paradigma no parte de un diagnóstico o análisis
realista que reconoce las “imperfecciones” de nuestras sociedades – es decir, considerando
que el conflicto es propio de las relaciones sociales-, sino que parte de la premisa de que
vivimos en el mejor de todos los sistemas sociales y que el delito y el desorden constituyen
una “desviación” que se debe corregir necesariamente. Así, se concibe al delito como algo
externo a la sociedad, como si no fuera resultado del sistema social en el que surge, y
propio de él, y como si se pudiera “extirparlo” o sacarlo de raíz sin modificar ningún aspecto
de la sociedad o del sistema social en el que opera.
6
Uso de la Información Criminal para la Gestión de
Políticas y Estrategias de Seguridad Democrática.
concentran en la imagen de un delincuente joven, violento, que no sólo nos agrede sino que
es incapaz de comprender que lo que hace está mal. Sin duda, este individuo existe, pero
también él es un chivo expiatorio al que recurrimos para canalizar esos miedos difusos
sobre una imagen concreta. (BINDER, 2009)
Con respecto a los resultados de las políticas en materia de Seguridad fomentadas por
este paradigma tradicional o del orden, la experiencia histórica muestra que el aumento de
la presencia policial, de las penas y detenciones o el encarcelamiento no reducen el delito
(Sozzo, 2004;; ZAFFARONI, 2002; RODRÍGUEZ, 2013), por el contrario, lo incrementan. La
experiencia de países anglosajones demuestra que los largos períodos de alza del delito
7
Uso de la Información Criminal para la Gestión de
Políticas y Estrategias de Seguridad Democrática.
La presencia policial sin planificación tiene como consecuencia la detención del ‘eslabón
más débil’ de la ‘cadena delictiva’, el que comete los delitos “comunes” y/o el que delinque
en la vía pública (según los datos del SNEEP, en el 2011, éstos representan alrededor del
50% de los motivos de encarcelamiento mientras los homicidios dolosos alcanzan el 11%
sobre el total3). Al aislarlos de la sociedad en las cárceles se rompen los vínculos del
detenido con el “afuera” y se fortalecen los lazos con las demás personas privadas de su
libertad, lo que dificulta su posterior reinserción en la sociedad y el acceso a formas
legítimas de obtención de ingresos.
Por estas razones, las prácticas del paradigma del orden retroalimentan el círculo
del delito y la violencia, criminalizan únicamente a determinados tipos de delitos y
delincuentes y no a otros - no se criminalizan los denominados “delitos de cuello blanco” u
organizado-, y no se abordan las causas de las problemáticas. Este último factor impide que
las acciones tengan efectos sobre el largo plazo.
3 Fuente: http://www.jus.gob.ar/areas-tematicas/estadisticas-de-politica-criminal/mapa.aspx
8
Uso de la Información Criminal para la Gestión de
Políticas y Estrategias de Seguridad Democrática.
tradicional que concibe a los delincuentes y los delitos como cuestiones externas a la
sociedad.
Por otra parte, la planificación estratégica también resulta fundamental, dado que
permite tomar decisiones que no son meramente reactivas sino que apuntan a la generación
9
Uso de la Información Criminal para la Gestión de
Políticas y Estrategias de Seguridad Democrática.
de efectos en el corto, mediano y largo plazo. Para contar con capacidad de planificación y
prevenir el delito, uno de los principales escollos es la falta de información de calidad,
oportuna y confiable. En palabras del criminólogo Alberto Binder:
10
Uso de la Información Criminal para la Gestión de
Políticas y Estrategias de Seguridad Democrática.
Si bien se utilizan estos modelos con fines didácticos y para simplificar el análisis, en la
práctica estos paradigmas no son reconocibles en formas totalmente puras; por el contrario,
se cruzan, complementan y retroalimentan entre sí. Por ejemplo, respecto del modelo
tradicional de policía y los usos de la información, resulta importante destacar que presenta
una fuerte correlación con el paradigma del orden presentado en el apartado anterior.
Asimismo, el modelo alternativo de policiamiento, que se verá con más detenimiento en
este apartado, se conecta muy estrechamente con el paradigma democrático de la
Seguridad.
11
Uso de la Información Criminal para la Gestión de
Políticas y Estrategias de Seguridad Democrática.
12
Uso de la Información Criminal para la Gestión de
Políticas y Estrategias de Seguridad Democrática.
Por lo tanto el accionar policial se traslada de una práctica punitiva (‘de castigo’)
hacia una práctica preventiva. Este nuevo modelo apunta a mejorar las estrategias de
gestión de conflictos sin acudir a la violencia como único medio de acción frente a éstos.
Para trabajar a partir de intervenciones preventivas se debe contar con
información de calidad en tiempo y forma.
Esta información permitirá construir mapas del delito con hot spots o puntos calientes; es
decir, aquellas zonas de mayor ocurrencia de un problema. Un hot spot se da cuando en un
lugar, instalación o pequeña área geográfica, ocurre una cantidad inusual de delitos que son
perpetrados por diferentes delincuentes. Los delitos involucrados no tienen que ser
necesariamente iguales. (VELASCO Y BOBA, 2000) El patrullaje a partir de hot spots
permite maximizar los recursos disponibles, generar efecto disuasorio y redireccionar los
esfuerzos hacia los lugares reales donde se cometen delitos, en detrimento del despliegue
de recursos que supone el patrullaje a partir de cuadrículas.
13
Uso de la Información Criminal para la Gestión de
Políticas y Estrategias de Seguridad Democrática.
Policía comunitaria
14
Uso de la Información Criminal para la Gestión de
Políticas y Estrategias de Seguridad Democrática.
15
Uso de la Información Criminal para la Gestión de
Políticas y Estrategias de Seguridad Democrática.
Las estrategias de prevención, como su nombre lo indican, tienen por objeto evitar la
comisión de un delito antes de que efectivamente ocurra. A partir de ello, se pueden
identificar tres modelos básicos de prevención:
a. Prevención Situacional y Ambiental
b. Prevención Social
c. Prevención Comunitaria
16
Uso de la Información Criminal para la Gestión de
Políticas y Estrategias de Seguridad Democrática.
La principal crítica a estas teorías racionales las plantea Crawford (1998), quien
destaca que las decisiones racionales no se encuentran presentes en todos los tipos
de delitos. Este comportamiento es más plausible en delitos contra la propiedad, no así en
aquellos que involucran una alta dosis de violencia. O’Malley (1992) resalta que esta teoría
abstrae al individuo del contexto social o estructural en el que se desenvuelve. De esta
forma, se atienden los síntomas del delito y no las causas del mismo.
17
Uso de la Información Criminal para la Gestión de
Políticas y Estrategias de Seguridad Democrática.
18
Uso de la Información Criminal para la Gestión de
Políticas y Estrategias de Seguridad Democrática.
La mayor dificultad que se presenta con este tipo de estrategias es que, inicialmente, es
difícil establecer relaciones de causalidad entre los factores identificados y el delito, es decir,
definir cuándo pueden ser causa o efecto; por otra parte, si se revisan los factores de
riesgo, algunos resultan muy complejos de intervenir.
La información necesaria en este tipo de estrategia se relaciona con toda aquella que
esté disponible en la población de ofensores. Se requiere además de la información
identificatoria, la relacionada a las condiciones socioeconómicas de los individuos, familia y
entorno social en el que se desarrolla. De esta forma, se podrá realizar una caracterización
de la población objeto de la política.
19
Uso de la Información Criminal para la Gestión de
Políticas y Estrategias de Seguridad Democrática.
Entre las dificultades más relevantes de este tipo de estrategia figura el lograr
el consenso de la comunidad y la participación de miembros representativos, ya
que en su mayoría quienes lo hacen son un grupo pequeño y marginal del que pretenden
representar; no se debe omitir la dinámica interna de estas comunidades intervenidas con el
espacio urbano (desde lo político, económico, social, religioso, cultural, etc.) y su dinámica
externa con el resto de espacios sociales.
Como bien se aclara, este tipo de estrategia suele estar solapada con la
situacional o la social en términos de ejecución, por cuanto la construcción de la
información dependerá de la tendencia de la intervención. Seguramente, se requiere
información estadística delictiva del territorio al que pertenece la comunidad a la que se
invita a participar de la gestión de política; también es necesario relevar información
cualitativa respecto a la identificación de las problemáticas que los aquejan y a su
percepción respecto a las situaciones de riesgo para su seguridad.
20
Uso de la Información Criminal para la Gestión de
Políticas y Estrategias de Seguridad Democrática.
21
Uso de la Información Criminal para la Gestión de
Políticas y Estrategias de Seguridad Democrática.
22