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ISSN: 0716-8039
revista.psicologia@facso.cl
Universidad de Chile
Chile
Resumen
La presente investigación analiza variables psicológicas asociadas a la maternidad
de mujeres adolescentes menores de 15 años, comparándolas con madres entre 20 y
34 años y adolescentes no madres ni embarazadas, en un estudio de tipo transversal
descriptivo comparativo. Las madres adultas no presentan niveles de apoyo social
percibido significativamente mayores que las madres adolescentes menores de 15
años (p=0.46), así como tampoco un nivel intelectual significativamente mayor que
las madres adolescentes menores de 15 años (p= 0.23). Además, no se observó un
nivel de autoestima total significativamente mayor que las madres adolescentes
menores de 15 años (p= 0.5). No obstante, las adolescentes madres evidencian signi-
ficativamente mayor nivel de autoestima social que las madres adultas (p=0,036).Las
adolescentes no madres no presentaban un nivel de apoyo social significativamente
mayor que las adolescentes madres (p=0.49). Sin embargo, en la subescala amigos
las adolescentes no madres presentaban significativamente mayor nivel de apoyo
social percibido que las adolescentes madres (p=0,045) y en la subescala apoyo so-
cial percibido otros, las embarazadas adolescentes mostraron significativamente más
apoyo social que las adolescentes no embarazadas (p=0,002). Por otra parte, las ado-
lescentes no madres exhibieron un nivel intelectual significativamente mayor que
las adolescentes madres (p=0.017). Las adolescentes madres no evidenciaron un ni-
vel de sintomatología depresiva significativamente mayor que las adolescentes no
madres. Por el contrario estas últimas fueron las que mostraron, significativamente,
un mayor nivel de sintomatología depresiva (p=0.032). Las adolescentes no madres
no presentaron un nivel de autoestima significativamente mayor que las adolescen-
tes madres (p= 0.12). Sin embargo, se observó diferencias débilmente significativas
1 Este trabajo es parte de una iniciativa más amplia que corresponde al proyecto de investigación, de la Dirección de
Investigación de la Universidad de Concepción Nº2000-84B009-1-0, titulado “Embarazo en Adolescentes Menores
de 15 años: Una Evaluación desde la Interdisciplina”, coordinado por la profesora Marta Molina, docente de la Uni-
versidad de Concepción. Parte de este trabajo, además, corresponde a la Tesis para optar al Grado de Magíster en
Psicología de la Salud de la autora principal, docente de la Universidad de Concepción.
* Psicóloga, Magíster en Psicología de la Salud. Académica, Universidad de Concepción. mavaldivia@udec.cl
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en las subescalas escolar (p=0,07) y general (p=0,099) a favor del grupo de madres
adolescentes en relación al grupo de adolescentes no madres. Los resultados obteni-
dos invitan a reflexionar acerca del rol del desarrollo cognitivo, en particular el co-
eficiente intelectual y la fábula personal. La conjugación de estos factores deja a las
menores y a su hijos/as en una situación de riesgo y vulnerabilidad, necesaria de
atender en futuras investigaciones e intervenciones.
Palabras Clave: Embarazo Adolescente – Menores de 15 años – Variables Psicológicas.
Abstract
The present research analyzes psychological variables associated with Adolescent
motherhood; comparing young mothers under 15 years old, with mothers between 20
and 34 years old, and adolescents non mothers neither pregnant in a comparative
descriptive transversal study. The adult mothers didn’t show significant higher levels
of perceived social support than adolescent mothers under 15 years old (p=0.46), neither
a significant higher intelectual level than adolescent mothers under 15 years old
(p=0.23). Besides, it didn’t show a higher total self-steem level than adolescent mothers
under 15 years old (p=0.5). Nevertheless, the adolescent mothers had a significant
higher level of social self-steem than the adult mothers (p=0.036). The adolescents non
mothers, didn’t show a higher level of perceived social support, than the adolescents
mothers (p=0.45) and in the sub-scale, perceived social support from others; the
adolescent mothers had higher levels of perceived social support than the non pregnant
adolescents (p=0.002). On the other hand, the adolescents no mothers showed a
significant higher intelectual level than the adolescens mothers (p=0.017). The
adolescent mothers didn’t show a higher level of depressive symptomatology than
the adolescents non mothers. On the contrary, the adolescent non mothers showed
significant higher levels of depressive symptomatology (p=0.032). The adolescent non
mothers didn’t had a significant higher level of self-steem than the adolescent mothers
(p= 0.12). However, a weak significant differences was found in school self-steem
(p=0.07) and in general self-steem (p= 0.09), the adolescents mothers having higher
average than the adolescent non mothers. The findings invite us to think about cognitive
development, particulary on the IQ and the personal narrative. The interaction of
both factors leave the adolescents and their sons and daughters in a risky situation
and vulnerability, important to consider it in future research and interventions
Key Words: Adolescent Pregnancy – Under 15 years old – Psychological Variables.
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afectivas que lo vuelven clave para el desa- del pensamiento (Pozo, 1997). Esto implica
rrollo de una vida adulta normal. que es altamente probable que las jóvenes
de 15 años o menores, especialmente de ni-
En este período, son incipientes aún las veles socioeconómicos deprivados y/o con
estrategias de autodefinición que la niña o un menor nivel instruccional, no hayan de-
el niño toman para conformar la propia iden- sarrollado a cabalidad (o tal vez nunca lo
tidad, lo que los vuelve aún más vulnera- hagan) un tipo de pensamiento que les ayu-
bles a un desarrollo alterado. de a planificar el futuro de una manera más
Asociado al cambio físico emergente en realista y flexible; integrando sus experien-
esta etapa viene un despertar sexual, que cias previas y sabiendo cuales serán las con-
implica un creciente e intenso impulso e in- secuencias de sus acciones.
terés en esta área (Jaskiewicz & McAnarney, Otra particularidad del razonamiento,
1994; Montenegro & Guajardo, 1994). sería el egocentrismo, el que se caracteriza-
A pesar de que este tránsito de acerca- ría en esta etapa según Elkind (1985), por la
miento a la sexualidad es gradual y parece creencia de una audiencia imaginaria, es decir
ser más lento en las mujeres que en los hom- el pensar que las otras personas están cons-
bres (Hoffman et al., 1997), existe un por- tantemente preocupadas de ellos, lo que los
centaje de menores que adelantan este pro- hace muy conscientes de si mismos; y la fá-
ceso iniciándose sexualmente antes de los bula personal que se refiere a un sentimiento
15 años de edad, como se observó en esta típico del adolescente de ser especial y úni-
investigación. co, y no estar sujeto a las normas que rigen
el resto del mundo. Estas formas de pensa-
En el área cognitiva se inicia el avance miento parecen predominar según lo que
desde un razonamiento concreto a un pen- plantea Elkind en la primera fase de la ado-
samiento lógico abstracto, el que se caracte- lescencia (citado en Hoffman et al., 1996).
riza por ser hipotético deductivo, integran-
do mejor lo que se ha aprendido en el pasa- Si consideramos la fábula personal y aña-
do con los problemas presentes y su dimos la conducta exploratoria propia de la
planeación en el futuro, además permitien- adolescencia, que está relacionada con la
do prevenir posibles consecuencias antes que búsqueda de la identidad como se verá más
éstas sucedan o en situaciones que no han adelante, no es extraño que los adolescentes
ocurrido nunca, ya que no se limita a la ex- se expongan a riesgos que a juicio de los
periencia (Hoffman et al., 1996; Papalia& adultos son innecesarios (Rice, 1997). Aso-
Wendkos, 1998). ciando esto último con el tema del embara-
zo adolescente, se entendería cómo estas
No obstante, en una investigación reali- menores se exponen a tener relaciones sexua-
zada en Chile por Alamo et al. (1981), se les desprotegidamente. Siguiendo en esta lí-
mostró que a la edad de dieciséis y diecisie- nea, se encuentran los hallazgos de Corona
te años, aún existía un predominio del pen- y Tidwell (1999), que observaron que las
samiento concreto (citado en Florenzano, adolescentes madres, pensaban que criar a
1997). Esta relatividad en el avance en las un hijo iba a ser mucho más fácil y entrete-
etapas del desarrollo cognoscitivo es cohe- nido de lo que realmente es.
rente con algunas de las líneas de critica al
pensamiento Piagetano. Una de las más im- Si cruzamos esta información con aquella
portantes viene desde autores como relacionada con la prevalencia y magnitud del
Vigotsky, Ausubel y muchos otros, quienes problema, llegaremos a conclusiones preocu-
señalan que la socialización y la instrucción pantes. En nuestro país, según el INE, en casi
juegan un rol fundamental en el desarrollo dos décadas, la tasa de fecundidad en muje-
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res entre 15 y 19 años ha aumentado levemen- ternidad, para los cuales no está psicológica-
te de 69.7 a 70.2 nacidos vivos por mil adoles- mente madura, como se explicó en el aparta-
centes. En Chile, nacen cada año alrededor do anterior, ya que, sigue siendo niña
de 40.300 niños cuyas madres tienen entre 15 cognitiva, afectiva y económicamente (Muñoz
y 19 años. A esta cifra se agregan otros 1.175 et al., 2001; Restrepo, 1991; Vera, Gallegos &
nacimientos en menores de 15 años. De esta Varela, 1999), agudizándose esto aún más en
forma, en nuestro país la incidencia de em- el caso de la primera adolescencia.
barazo en la adolescencia es alrededor de
16.16%, cifra muy similar a la de la octava Si lo habitual es que todo el grupo fami-
región de 16.20% (INE, 2000). Específicamen- liar se debe adaptar para recibir a un nuevo
te, en el segmento de menores de 15 años, se miembro (Hernández, Kimelman &
observa el incremento en países como Méxi- Montino, 2000), esto es mucho más evidente
co (Lartigue et al., 1992) y Estados Unidos en la adolescencia (Vives et al., 1992), ya que
(Jaskiewicz & McAnarney, 1994). las familias de las adolescentes suelen ser
más complejas, ya que incluyen a sujetos en
En Chile, las cifras muestran un aumen- diversas etapas del desarrollo; los que pro-
to en el embarazo de niñas menores de 17 bablemente no están esperando la llegada de
años. Así, a pesar de que la tasa de fecundi- un nuevo integrante, que de alguna manera
dad global en nuestro país, para las mujeres va a modificar sus vidas.
de 20 años y menos ha disminuido entre 1980
y 1998, para el grupo de mujeres menores En Chile, el 95% de los hijos de mujeres
de 15 años la tasa específica de fecundidad menores de 15 años nacen fuera del matri-
por mil ha aumentado de un 1.6 en 1980 a monio, mientras que en la población gene-
un 2.2 en 1998. En la octava región esta tasa ral el porcentaje alcanza el 45% (INE, 2000).
es mayor que la tasa nacional, alcanzando A esto se agrega que entre los años 1980 y
2.4 puntos (INE, 2000). 1998, el porcentaje de hijos nacidos fuera del
vínculo matrimonial en las menores de 15
A pesar de la complejidad descrita, son ha aumentado de 66, 6% a 95.1% (INE, 2000).
más bien pocas las investigaciones centra-
das en el embarazo adolescente en esta épo-
ca. Probablemente esta escasez se debe más Consecuencias culturales-económicas
que nada a la dificultad para acceder a mues-
tras correspondientes a este rango de edad. Otra consecuencia evidente de esta situa-
ción es la deserción escolar. Así, en una in-
La presente investigación, y el proyecto vestigación realizada en E.E.U.U., se obser-
más amplio en el cuál se inserta, busca res- vó que alrededor del 50% de las embaraza-
ponder a esta necesidad, y profundizar el das adolescentes abandonaron la educación
conocimiento existente al respecto. formal (Carver, Kittleson & Lacey, 1990) Esto
también ha sido encontrado en Chile en una
serie de estudios; los que muestran un por-
Consecuencias psicosociales2 centaje cercano al 70 % de deserción escolar
entre adolescentes embarazadas (Burrows,
La adolescente madre debe asumir una
Rosales & Muzzo, 1994; Ferrada et al., 2002;
multiplicidad de roles, que son aquellos que
Muñoz et al., 2001; Rojas, 1991; Vera, Galle-
conlleva una tarea de adultos como es la ma-
gos & Varela, 1999).
2 Para los fines de la presente investigación no se expondrán aquellos aspectos relacionados con el ámbito bíomédico.
Estos están descritos en la Tesis en la cual este artículo está basado.
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Por otra parte, las adolescentes no madres embarazadas durante la adolescencia que sus
presentan mayores perspectivas educaciona- contrapartes con solo un factor de riesgo.
les y planes futuros, en relación a las emba-
razadas (Guijarro et al., 1999) lo que trae Con relación a los factores predisponen-
aparejado menores logros educacionales y tes, se mencionan en la literatura elementos
laborales (Florenzano,1997). biológicos, psicosociales y psicológicos. Den-
tro de los factores biológicos llama la aten-
Este fenómeno ayuda a explicar los me- ción la menarquia más temprana y el hecho
canismos de la transmisión intergeneracional de que haya sido madre previamente. (Molina
de la pobreza (Brandell y Cifuentes, 2000; et al.,1997, Issler, 2001; Davis, 1989, cit. en
Corcoran, 1999; Muñoz et al., 2001), ya que Castro y Matamala, 1996). Dentro de los fac-
tendríamos a una niña pobre que tiene un tores psicológicos y sociales, la discusión ha
hijo a temprana edad, y que asociado a ésto, sido un poco más extensa (Muñoz, 1993).
deserta de sus estudios, o que en algunos
casos, ya los había dejado previamente. Por
lo tanto, podrá aspirar sólo a trabajos mal Factores sociales
remunerados debido a su baja calificación,
si es que puede trabajar, es decir si cuenta En el ámbito sociocultural se ha indicado
con quien dejar a su hijo. que entre un 33% y un 46% de las adoles-
centes embarazadas, han abandonado la es-
Otros efectos señalados, en la literatura, cuela antes de quedar encinta ( Maynard,
con relación a los hijos e hijas de las adoles- 1995, cit, en Levine & Chase-Landsdale,
centes son el maltrato infantil y la morbilidad 1998). En Brasil, se encontró que un 84,5%
infantil (Muñoz et al., 2001; Restrepo, 1991)3 , de adolescentes gestantes ya se encontraban
así como el menor desarrollo cognitivo de los fuera del sistema educacional, al embarazar-
menores. Esto último se observó en Estados se (Fujimori et al., 1997). Estas jóvenes pre-
Unidos, en un estudio longitudinal llevado a sentan menores niveles de escolaridad que
cabo con 70 madres adolescentes con sus hi- embarazadas adolescentes que han deserta-
jos, demostrando que estos últimos quedaban do durante su estado de gravidez y a menu-
en el rango límite del desarrollo del lenguaje. do una profunda deprivación socioeconómi-
En términos intelectuales, el 56% de los ni- ca (Ferrada et al., 2002).
ños tenían un CI bajo lo normal y un 23%
mostraban problemas conductuales (Miller, En la Octava Región, Chile, según resul-
Miceli, Whitman & Borkowsky, 1996). tados obtenidos por Molina et al. (1992) y
Ferrada et al. (2002), alrededor de un 40%
de adolescentes gestantes, ya había deserta-
Factores de riesgo do del sistema escolar y se encontraba sin
realizar ningún tipo de actividad producti-
Kalil y Kunz (1999), señalan que el efecto va, previo al embarazo.
acumulativo de los factores de riesgo es par-
ticularmente significativo en el embarazo Por otra parte, Evans y Rosen (2000), han
adolescente. A partir de una muestra de 958 comprobado que al mantenerse las mujeres
adolescentes, en todo Estados Unidos, se lle- en el sistema de educación formal, ellas tien-
gó a la conclusión que si éstas presentaban 5 den a posponer su primer embarazo, a usar
o más factores de riesgo sociodemográficos, métodos anticonceptivos, a tener un menor
tenían 16 veces más posibilidades de quedar número de hijos y a responder mejor al cui-
dado de ellos.
3 Para una actualizada revisión, en cuanto a intervenciones en esta línea, se sugiere a Traid (1999).
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Se ha reportado además que ellas presen- depresiva; todas variables que han apareci-
tan un desempeño escolar pobre (Short & do como importantes en la literatura relacio-
Slusher, 1994; Guijarro et al, 1999), con fre- nada con esta problemática.
cuentes repitencias de curso (Ferrada et al.,
2002), o con un desinterés por un futuro li-
gado a los estudios (Arriagada et al., 1991; Conductas de riesgo
Florenzano, 1997; Issler, 2001) Conductualmente se ha indicado como
Se ha indicado que las mujeres que lle- frecuente en este grupo de riesgo el consumo
gan a ser madres durante la adolescencia tie- de alcohol, el uso de drogas, una actividad
nen menores niveles educacionales que quie- sexual precoz, o la existencia previa de un
nes postergan el embarazo hasta la adultez aborto espontáneo (Coard, Nitz & Felice, 2000;
(Molina et al., 1997; Stevens-Simon & Lowy, Horwitz, Klerman, Kuo, & Jekel, 1991ª;
1995; Vera et al., 1999). Medora & Von der Hellen, 1997; Paikoff, 1995;
Peterson & Crokett, 1992; Short & Slusher,
En relación al nivel socioeconómico, di- 1994; Urdy, Kovenock, & Morris, 1996, cit. en
versas investigaciones tanto nacionales como Levine y Chase-Landsdale, 1998;). En Méxi-
internacionales coinciden en señalar que las co, Gutiérrez, Pascacio, De la Cruz y Carrasco
jóvenes que se embarazan precozmente, ge- (2002), han reportado lo mismo.
neralmente pertenecen al nivel socio econó-
mico bajo, entre las que se pueden mencio- Además se ha señalado que hay un bajo
nar en E.E.U.U a Corcoran, Franklin y Bennet índice de uso de medidas anticonceptivas en
(2000), Desmond (1994), y Lagana (1999). En la primera relación sexual, y que esto es más
Latinoamérica; Guijarro et al. (1999) en Ecua- frecuente en las adolescentes de menor edad
dor, y Rojas (1991) en Costa Rica, en Brasil, (Abma et al., 1997, cit. en Levine y Chase-
Fujimori et al. (1997). En Chile, con resulta- Landsdale, 1998; Fujimori et al., 1997;
dos equivalentes, cabe mencionar a Gutierrez, et al., 2002; Lagana, 1999; Molina
Arriagada et al. (1991), Molina, Peña y et al., 1997; Vera et al., 1999). De hecho, en
Quiroz (1992), Salinas, Pérez, Ramírez y un estudio realizado en la ciudad de Santia-
Cumsille, (1997). go de Chile con embarazadas adolescentes,
se encontró que la joven se expone un año o
La falta de oportunidades para el futuro, más al coito sin protección, antes de solici-
asimismo, ha sido mencionada como un fac- tar contracepción. (Varas, Kramarosky, Díaz,
tor predisponente para este fenómeno Sibilla, & Gaete, 1999).
(Desmond, 1994).4
Siguiendo esta línea de investigación los
trabajos realizados en la ciudad de Concep-
Factores Psicológicos ción por Ferrada et al. (2001) y Molina et al.
(2001) muestran porcentajes de utilización de
En este ámbito se considera de relevancia anticonceptivos del orden del 5,8% y del
analizar las conductas de las menores que se 18,1%, respectivamente, en adolescentes de
asocian al embarazo, las características de sus 15 años o menos, previo a su embarazo.
familias, el apoyo social percibido, el nivel Ambos porcentajes son significativamente
intelectual de estas jóvenes, su autoestima y menores a los encontrados en los grupos
la presencia o ausencia de sintomatología control de adultas embarazadas (20-34 años).
4 Se debe señalar, sin embargo, que más allá de lo evidente que pudiera ser para el lector el impacto de la deserción
escolar y el nivel socioeconómico como predisponentes del embarazo, la mayoría de los estudios a este respecto son de
carácter descriptivo y correlacional, más que predictivos.
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Más aún, en el trabajo realizado por Molina mayoría (Molina et al., 1992; Porras, 1994;
et al., al hacer un seguimiento después del Short y Slusher, 1994). Se ha reportado ade-
parto, alrededor del 40% de las menores, se- más mayor porcentaje de padres alcohólicos
guía sin el uso de métodos anticonceptivos. en las adolescentes embarazadas (Arriagada
et al.,1991; Molina et al., 1992; Rojas, 1991), y
Estos hechos sumados a que menos del que provienen de familias numerosas
10% de los adolescentes han recibido algu- (Molina et al., 1992).
na educación sexual sistemática antes de los
13 años, teniendo inicio sexual antes de los Además se han planteado otras caracte-
15 años, constituyen un panorama preocu- rísticas que se pueden asociar a algún grado
pante. (Gottsegen & Philliber, 2001) de disfunción familiar, como son, relaciones
intrafamiliares complicadas y/o con violen-
Éstos hallazgos están muy probablemen- cia (Short y Slusher, 1994; Vives et al., 1992) y
te asociados a la fábula personal caracterís- ausencia de uno o de los dos padres en el
tica de la adolescente, del tipo “esto no me hogar (Brandell y Cifuentes, 2000, Florenzano,
va a pasar a mi” (Flick, cit. en Desmond, 1997; Guijarro et al., 1999; Issler, 2001; Molina
1994; Elkind cit. en Papalia y Wendkos, 1998), et al., 1992; Medora, & Von der Hellen, 1997;
y que ha sido encontrado frecuentemente Rojas, 1991; Short & Slusher, 1994). También
asociado al embarazo adolescente (Molina el aumento de las discusiones entre los pa-
et al., 2001;Varas et al., 1999). dres o problemas con los hermanos fueron
observados como factores predisponentes al
embarazo precoz (Records, 1993).
Factores familiares
Dentro de los factores familiares, se ha También se ha encontrado, que embara-
mostrado que el involucramiento paterno zadas que puntuaban altos niveles de estrés
actúa disminuyendo en sus hijos conductas en sus familias de origen, consideraban sólo
de riesgo (Scaramella et al., 1998). Las hijas como moderadamente estresante el embara-
de padres que muestran una mayor preocu- zo en si mismo, en relación a otros estresores.
pación por quién acompaña a sus hijas en las Esto puede ayudar a entender cómo es que
salidas, y respecto a las fiestas, perciben ma- el embarazo puede llegar a ser visto como
yor apoyo social (Castro y Matamala, 1996). una salida de relaciones familiares conflicti-
vas (Ravert & Martín, 1997).
En esta misma línea, en investigaciones
realizadas en Ecuador, E.E.U.U. y otros paí- En términos generales, una mayor
ses; se observó que las adolescentes embara- disfuncionalidad familiar se ha asociado tan-
zadas reportaban menor calidad en la comu- to al riesgo de embarazo, como al embarazo
nicación familiar, que sus pares no embara- en sí mismo (Burrows, Rosales, Ayalo &
zadas (Arnold, Smith, Harrison & Springer, Muzzo, 1994; Medora, & Von der Hellen,
2000; Corcoran et al. 2000; Guijarro et al. 1999; 1997; Varas et al., 1999).
Issler, 2001). En un estudio realizado en la 8º
región, la mayoría de las adolescentes emba-
Apoyo social percibido
razadas describió la relación con su madre
como distante (Brandell y Cifuentes, 2000). Se han observado más bajos estándares
de calidad y cantidad de relaciones sociales
En el ámbito de la trasmisión transgene- (Arriagada et al., 1991) en las embarazadas
racional, se ha observado que tanto, en zo- adolescentes, quienes además difícilmente
nas rurales como urbanas, las madres ado- encuentran apoyo para sus problemas tanto
lescentes provenían de familias cuyas fuera como dentro de la familia (Guijarro et
progenitoras también lo habían sido en su al., 1999).
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Es evidente que en muchos casos el pro- 1. Las madres adultas primigestas entre 20
yecto de vida de estas adolescentes se ve y 34 años, de NSE bajo, presentan signifi-
frustrado (Muñoz et al., 2001), lo que tam- cativamente mayores niveles de apoyo
bién podría asociarse a sintomatología de- social percibido que las adolescentes ma-
presiva. dres primigestas menores de 15 años y de
igual NSE.
No obstante, Troutman y Cutrona (1990),
no encontraron diferencias significativas en 2. Las madres adultas primigestas entre 20
depresión entre un grupo de adolescentes y 34 años, de NSE bajo, presentan signifi-
embarazadas y posteriormente madres, y un cativamente mayor nivel intelectual que
grupo control con las mismas características las adolescentes madres primigestas me-
sociodemográficas y en una investigación nores de 15 años y de igual NSE.
realizada en E.E.U.U., con adolescentes en 3. Las madres adultas primigestas entre 20 y
el tercer trimestre de embarazo, se verificó 34 años, de NSE bajo, presentan significa-
que en la medida que el embarazo avanza- tivamente mayores niveles de autoestima
ba, los síntomas depresivos disminuían pro- que las adolescentes madres primigestas
gresivamente (Barnet et al., 1996). menores de 15 años y de igual NSE.
El analizar factores psicológicos y 4. Las adolescentes no madres menores de
psicosociales en mujeres embarazadas me- 15 años, de NSE bajo, presentan signifi-
nores de 15 años se hace particularmente ne- cativamente mayores niveles de apoyo
cesario, por los escasos estudios al respecto, social percibido que las adolescentes ma-
por la necesidad de profundizar el conoci- dres de la misma edad y NSE.
miento existente, y especialmente por las sin-
gularidades que esta etapa del desarrollo tie- 5. Las adolescentes no madres menores de
ne, y que son distintas al grupo etáreo ma- 15 años, de NSE bajo, presentan signifi-
yor de 16 años. cativamente mayor sintomatología de-
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presiva que las adolescentes madres de NSE, cuyos partos ocurrieron en el servicio
la misma edad y NSE. de obstetricia y ginecología del Hospital
Guillermo Grant Benavente, durante el año
6. Las adolescentes no madres menores de 15 2001. Así, por cada madre adolescente que
años, de NSE bajo, presentan significativa- se atendía de parto en el Hospital Guillermo
mente mayor nivel intelectual que las ado- Grant Benavente, se elegía al azar alguna
lescentes madres de la misma edad y NSE. mujer entre 20 y 34 años que fuese primigesta
7. Las adolescentes no madres menores de y que se hubiese atendido de parto ese mis-
15 años, de NSE bajo, presentan significa- mo día.
tivamente mayores niveles de autoestima El segundo grupo control estuvo consti-
que las adolescentes madres de la misma tuido por una muestra obtenida por accesi-
edad y NSE. bilidad, de adolescentes no madres ni em-
barazadas, de un rango de edad equivalen-
te y mismo NSE, alumnas de liceos y escue-
Muestra
las públicas de la ciudad de Concepción y
El muestreo fue de tipo temporal. La mues- sus alrededores. Este grupo fue detectado, a
tra correspondió a un año (2001) y corres- través de informantes claves, del Servicio de
pondió a 46 adolescentes primigestas que Salud Concepción y la Dirección de Educa-
tuvieron su parto durante ese período de ción de Chiguayante.5
tiempo. De estas 46 niñas, se pudo encuestar
a 41, siendo entonces este el n valido.
Instrumentos
Derivado de lo anterior, la muestra estu-
vo constituida por las madres primigestas Para este estudio las variables considera-
menores de 15 años, cuyos partos ocurrie- das fueron apoyo social percibido, depre-
ron en el servicio de obstetricia y ginecología sión, coeficiente intelectual, y autoestima.
del Hospital Guillermo Grant Benavente Para medir cada una de ellas se utilizó
durante el año 2001. un set de instrumentos. A continuación se
El primer grupo control estuvo constitui- les enumera, mencionando el autor y los
do por un numero equivalente de madres datos de confiabilidad y validez originales
primigestas, entre 20 y 34 años del mismo y para Chile.
5 Como el segundo grupo control no fue elegido probabilísticamente, estrictamente no se deberían usar métodos de
análisis estadístico paramétrico. Sin embargo, éstos se utilizaron a partir de los objetivos de la investigación, y tenien-
do presente que las inferencias se pueden hacer, sólo a una población con características similares a las de la muestra,
lo que sería el objetivo de este estudio.
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Tabla 1
Validez Confia-
Escala Autor Original bilidad Validez Chile Confiabilidad Chile
Original
Escala de Apoyo Zimet et al. 0.85 0.88 0.80 0.87
Social Percibido. (s/f, en Blumenthal (D’Appolonio
et al., 1987). y cols., 2000).
Subescala de Síntomas Alvarado et al. 0.70-0.95 0.93
Depresivos, de la Escala (1991).
de Salud Mental.
CDI. Children’s Del Barrio, 0.84 *** 0.82 0.81
Depression Inventory. Moreno-Rosset (Venegas et al.,
Adaptación para la y López- 2001).
población española. Martinez, 1999.
Test de Habilidades Manzi y Rosas, *** *** *** Significado Verbal,
Mentales Primarias. 1985. 0.91, series
numéricas, 0.77,
Series de Letras,
0.78, Agrupación
de Palabras, 0.79,
Relaciones Espaciales,
0.83 (Manzi y Rosas,
1985).
Escala de Autoestima Validación hecha en *** *** Adolescentes. Adolescentes: 0.87
de Coopersmith. Chile por Brikmann Validez, (KR-20 para las
y Garcés (1999), correlacionando cinco escalas).
para adultos, y por el test de (Brinkmann, Segure
Brinkmann, Segure personalidad y Solar, 1989)
y Solar (1989), para de California, Adultos: 0.85
adolescentes y niños. significativas (Brinkmann y
al p=0.01. Garcés, 1999).
Resultados
Descriptivos.
A continuación se presentan los estadís-
ticos descriptivos de las variables que se con-
sideraron en el presente estudio, para el gru-
po experimental.
96
Factores Psicológicos Asociados a la Maternidad..., Vol. XII, Nº 2: Pág. 85-109. 2003
Tabla 2
Tabla 3
Resultado de la Prueba Anova para Apoyo Social Percibido
**p<0.01
97
Revista de Psicología de la Universidad de Chile
Tabla 4
Resultados del Test Posthoc de Scheffe para Apoyo Social Percibido
Obs. El signo negativo de la diferencia entre las medias, indica que es el grupo Control Adolescentes no madres el que
presentó significativamente Mayor Apoyo Social de Amigos en relación al grupo de Adolescentes Madres
**p<0.01
Tabla 5
Resultados del Test Posthoc de Scheffe para Apoyo Social Percibido
Amigos entre el grupo de adolescentes no madres y el grupo de adultas madres.
**p<0.01
98
Factores Psicológicos Asociados a la Maternidad..., Vol. XII, Nº 2: Pág. 85-109. 2003
Tabla 6
Prueba t de student entre el grupo de adolescentes madres y adolescentes no madres para la
variable depresión
Depresión t Valor p para una cola.
Al dividir por dos el valor p para dos co- 5.2.3. Coeficiente Intelectual (CI)
las, queda en 0,032*, lo que implica que existe
Con respecto a la comparación en el Co-
diferencia significativa en la sintomatología
eficiente Intelectual entre el grupo experi-
depresiva entre el grupo objetivo madres
mental y los grupos control, se puede afir-
adolescentes y las adolescentes no madres.
mar que, como se puede apreciar en la tabla
No obstante la diferencia es a favor de este
10, existen diferencias significativas entre el
último grupo y no como se propone en la
grupo objetivo, y el control 2 (Adolescentes
hipótesis número 5.
no madres), presentando más alto CI el últi-
mo. No se encontraron diferencias significa-
tivas con el Grupo 1.
Tabla 7
Resultado de la Prueba Anova entre los tres grupos para Coeficiente Intelectual.
Media de los Grados de
F Significancia
cuadrados libertad
Coeficiente Intelectual 601,942 2 3,513 0,033*
*p<0.05
Tabla 8
Resultados del Test Posthoc de Scheffe para Coeficiente Intelectual
Coeficiente Intelectual
p entre Objetivo (Grupo 2) y Adultas (Grupo 1), para una cola. 0,23
*p<0.05
Como se puede observar no existen dife- adolescentes no madres y las madres meno-
rencias significativas en el CI entre las ma- res de 15 años, siendo esta diferencia a favor
dres adultas y las madres adolescentes me- de las primeras (p=0.017).
nores de 15 años. Si se encuentran entre las
99
Revista de Psicología de la Universidad de Chile
Tabla 9
Resultado de la Prueba Anova entre los tres grupos para autoestima
Media de Grados de
F Significancia
los cuadrados Libertad
Autoestima total 308,372 2 1.824 0,166
Autoestima Social 335,444 2 3,352 0,038 *
Autoestima escolar 390,932 2 2,428 0,093
Autoestima Familiar 413,963 2 3,26 0,042 *
Autoestima General 230,392 2 2,766 0,067
*p<0.05
Tabla 10
Resultados del Test Posthoc de Scheffe para Autoestima
*p<0.05
**p<0.01
100
Factores Psicológicos Asociados a la Maternidad..., Vol. XII, Nº 2: Pág. 85-109. 2003
6 No se encontraron diferencias significativas, siendo el p arrojado por el test Post-Hoc de Scheffe de 0.97, luego de
haber analizado esta variable con la prueba ANOVA. Estos resultados no son informados en la presente investigación
por no estar incluidos en los objetivos ni en las hipótesis centrales de ésta.
101
Revista de Psicología de la Universidad de Chile
102
Factores Psicológicos Asociados a la Maternidad..., Vol. XII, Nº 2: Pág. 85-109. 2003
Por otro lado, las autoras de la presente Por estas razones el énfasis en las conclu-
investigación consideran que la edad de la siones, está puesto en la comparación entre
menores incluidas en la muestra incide en los grupos, que es lo planteado en la hipóte-
que no se encuentren mayores índices de sis de trabajo.
depresión, ya que no existe aún una real per-
cepción de la magnitud de la situación que Así, en lo referente al nivel intelectual se
están viviendo, por lo que esto contradice aprecian diferencias significativas (p= 0.017)
algunos hallazgos de la literatura en relación entre los dos grupos de adolescentes, tenien-
a adolescentes mayores (Brage et al., 2000; do más alto CI las adolescentes no madres.
Millán et al., 1990), pero se aclara a la luz de Esto concuerda con lo señalado por
lo encontrado por Medora y Von der Hellen Arriagada et al. (1991), confirmando la hi-
(1997) quienes encuentran mayor romanti- pótesis 5. Si se considera el CI en términos
cismo en las madres adolescentes en relación de edad mental, se puede suponer que un
a sus pares no embarazadas ni madres, lo mayor CI implica un mayor avance en las
que apuntaría a una forma de razonamiento etapas del razonamiento cognitivo. Como se
más infantil. señalaba en el marco teórico, la capacidad
de anticipación de las consecuencias de un
Sin embargo, al atenerse a lo informado embarazo no deseado, es más probable si se
por Barnet et al. (1994), en torno a que la sin- poseen las capacidades de previsión simbó-
tomatología depresiva en adolescentes dis- lica propias de un razonamiento más abstrac-
minuye después del parto, se podría pensar to (Out & Lafreniere, 2001).
que podría haber un porcentaje mayor de jó-
venes que mostraban esta sintomatología en Como se sabe existe una alta correlación
su período de embarazo. entre el CI materno y el funcionamiento
cognitivo de los hijos (Miller et al., 1996) y
por lo tanto, se podría hipotetizar una trans-
Coeficiente intelectual misión transgeneracional de la limitación
cognitiva. Con estos elementos se aclara la
Las comparaciones entre el grupo expe- transmisión transgeneracional de la pobre-
rimental y los grupos control fueron hechas za y la profunda dificultad de las jóvenes
con la escala de Thurstone. Esta escala, como para encontrar un trabajo digno.
se señaló en la sección metodológica, ha sido
utilizada en nuestro país con anterioridad Con respecto a la hipótesis 2, no se en-
con una muestra similar, y fue validada ori- contraron diferencias significativas en el co-
ginalmente por Donoso et al. en 1983 (Pinto eficiente intelectual entre las adolescentes
et al, 1991). Presenta ventajas prácticas en su madres y las madres adultas, debiendo esta
aplicación en comparación con pruebas equi- por lo tanto ser rechazada. La interpretación
valentes. de este hallazgo, es más compleja, ya que si
bien en la literatura no se encontraron com-
Sin embargo, como se sabe, este instru- paraciones específicas entre adolescentes
mento clasifica a los sujetos en intervalos de madres y madres adultas, es razonable es-
CI más bajos que aquellos que les correspon- perar que la postergación hasta la adultez
dería si hubiesen sido evaluados con la Es- del embarazo en mujeres de NSE bajo, im-
cala WAIS o WISC. Esto permite entender plique un mayor nivel intelectual. Sin em-
los bajos puntajes obtenidos por todos los bargo, las autoras de la presente investiga-
grupos, y no se debe concluir de forma apre- ción, consideran que la ausencia de diferen-
surada que el nivel intelectual de la muestra cias significativas podría originarse, en la
es más bajo que la norma de la población falta de un entrenamiento regular en las des-
general. trezas cognitivas medidas por la prueba de
103
Revista de Psicología de la Universidad de Chile
Thurstone. Esta, que puede considerarse una Sin embargo, esto es poco concordante
limitación de la presente tesis, y que invita a con los resultados obtenidos en la subescala
una cuidadosa elección de instrumentos de de apoyo social percibido de amigos, donde
evaluación de inteligencia, evidencia al mis- no se encontraron diferencias significativas
mo tiempo la escasez que existe en nuestro entre estos dos grupos. Por el contrario, pre-
medio de pruebas que midan CI sin verse sentaron medias casi equivalentes, siendo
tan afectadas por el entrenamiento escolar. para las adolescentes madres de 18,59 y para
las adultas 18,15. Es decir, las adolescentes
Lo expuesto en el párrafo anterior, lleva madres se autoevalúan como más competen-
a una reflexión acerca de los postulados de tes en las relaciones con sus pares, aún cuan-
autores como Vigotsky y Ausubel (Pozo, do no encuentran apoyo en ellos. Esta incon-
1997), quienes entienden el desarrollo gruencia, se asocia con el pensamiento má-
cognitivo como inseparable del contexto so- gico ya descrito en la presente investigación,
cial e instruccional. avalado por en el menor nivel intelectual de
las menores en estudio.
Autoestima La misma línea de análisis se da al compa-
Si bien todos los rangos de autoestima rar la autoestima escolar donde también se
caen dentro la normalidad para los tres gru- observa una diferencia significativa débil
pos, lo que apoyaría investigaciones como (p=0.07), a favor de las madres adolescentes,
la de Arriagada et al. (1991) y la de Gutierrez en relación a las adolescentes no madres. Es
et al. (2002), se observan ciertas diferencias decir estas jóvenes a pesar de presentar bajo
en alguna de las subescalas del test de CI, y en muchos casos haber desertado del sis-
Coopersmith. tema escolar, se perciben como más competen-
tes en el ámbito académico que sus pares. Esto
Como se mencionó, no aparecen diferen- corroboraría lo señalado en el párrafo anterior.
cias significativas en la variable autoestima,
medida con el puntaje total (autoestima total) Con respecto a la autoestima general, que
en la Escala de Autoestima de Coopersmith. corresponde al nivel de aceptación con que
Estas diferencias no se encuentran ni entre el la persona valora sus conductas autodescrip-
grupo objetivo y el grupo de madre adultas, tivas (Brinkmann et al., 1989), existe una
rechazando por esto la hipótesis 3, ni entre el diferencia débilmente significativa, a favor
grupo objetivo y el grupo de adolescentes no de las madres adolescentes, en relación a las
madres, rechazando así la hipótesis 7. adolescentes no madres (p=0.09). Esta
autoaceptación es concordante con el menor
No obstante lo anterior, al llevar a cabo un nivel de depresión encontrado en ellas, y
análisis por subescalas, se encontró que las respalda nuevamente la interpretación he-
madres adolescentes presentan una autoesti- cha por las autoras de la presente investiga-
ma social significativamente más alta que las ción en torno a que el pensamiento poco rea-
adultas (p=0.036). La autoestima social es lista e infantil, es un elemento predominan-
definida dentro de la escala de Coopersmith te en la vivencia de estas niñas.
como el nivel de aceptación con que la perso-
na valora sus conductas autodescriptivas en Como se puede anticipar, la posibilidad de
relación con sus pares (Brinkmann et al., hacer predicciones a partir de los datos obte-
1989). Si se toma esta definición se puede es- nidos en la presente investigación está limi-
pecular que las madres adolescentes se eva- tado por el diseño de esta. El hecho de que
lúan más positivamente en sus competencias sea un estudio transversal y no longitudinal
sociales, que las madres adultas. hace muy difícil el determinar que factores
se constituyen como gatillantes o de riesgo.
104
Factores Psicológicos Asociados a la Maternidad..., Vol. XII, Nº 2: Pág. 85-109. 2003
Otra posibilidad sería utilizar un análisis P. & TORRES, C. (1991) Estudio comparativo de
multivariado para predecir el comporta- variables psicológicas de adolescentes embara-
miento de una variable, en este caso emba- zadas y no embarazadas. Seminario para op-
razo o no embarazo, a partir de otras. En la tar al grado académico de Licenciado en
presente investigación, por el tamaño de la Psicología. Universidad de Concepción.
muestra sería poco viable utilizar un análi-
sis multivariado, ya que el n debería ser cer- BARNET, B., JOFFE, A., DUGAN, A., WILSON, M.
cano a 150 sujetos. & REPKE, J. (1996). Depressive symptoms,
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Si se adoptara la opción de un estudio postpartum adolescents. Archives of
longitudinal se debería pensar en varios años Pediatrics Adolescents Medical, 150, 64-69.
de investigación. En el caso de realizar un
análisis multivariado, debido al tamaño del B LUMENTHAL , J., B URG , M., B AREFOOT , J.,
universo, se requeriría realizar un estudio en WILLIAMS, R., HANEY, T. & ZIMET, G. (1987)
varias regiones del país paralelamente. Social Support, Type A Behavior, and
Coronary Artery Disease. Psychosomatic
A pesar de estas dificultades, las autoras Medicine, 49, 331-340.
de la presente investigación, consideran que
el hecho de haber ocupado instrumentos BRANDELL, L. & CIFUENTES, M. (2000) Diagnós-
compuestos de subescalas tales como el tico de embarazo adolescente en la Re-
Coopersmith y la Escala de Apoyo Social Per- gión del Bío Bío, sector salud y educación.
cibido, fue un acierto, en la medida que per- Documento no publicado. SERNAM:
mitió precisar relaciones que no habrían sido Concepción.
detectadas al usar escalas generales. Esto BRAGE, D., ELEK, S. & CAMPBELL-GROSSMAN, C.
ayudó a visualizar con mayor claridad el (2000). Depression, self-steem, loneliness
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