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Adaptación de Zusman, Perla, “El campo de la geografía histórica”, en: Tratado de Geografía Humana, Daniel
Hiernaux, Anthropos, Barcelona, 2006.
El campo de la Geografía Histórica se hace más presente en Inglaterra en la tesis de Derby “The role of de
Fenland in English history “ (1991). Según el autor los fenland constituían un área pantanosa que actuaba,
por un lado, como barrera natural entre el este de Anglia y Mercia, y por otro lado un campo de refugiados
en tiempos de conflicto político. De este modo incluye cuestiones de historia ambiental para su análisis y
aporta el método de cross – sections para analizar los cambios en el paisaje, método de periodización
que adquirió gran importancia para la delimitación del campo de la Geografía Histórica. Este autor otorga
importancia al trabajo con fuentes históricas, datos estadísticos y cartografía.
En Estados Unidos, Carl Sauer busca alejarse de posturas deterministas, para aproximarse al campo de la
geografía cultural. El autor plantea que la reconstrucción de áreas culturales pasadas significa a
interesarse por procesos y secuencias históricas y superar las explicaciones que recurren a los términos
de control, influencia, adaptación o respuesta en la relación de las sociedades con la naturaleza. Por ello
se esfuerza en diferenciar el campo de aquel propio de las ciencias naturales. Sin embargo, la influencia
del autor es limitada y en trabajos posteriores de otros geógrafos, el esfuerzo por diferenciarse de la
historia acaba naturalizando la visión del espacio y el tiempo presente en los mismos.
Cuando el marco referencial son las ciencias naturales se pierde la idea de progreso y las relaciones
pasado/presente se ven como una sucesión de etapas o ciclos (tal como el modelo de erosión de William
Davis). No se toman en cuenta los cambios en las localizaciones, en la extensión, en las configuraciones
espaciales. Quizás esta naturalización del tiempo haya desembocado en una concepción de espacio
como estático, muerto o inerte.
En ocasiones se utilizó el método regresivo: se parte del presente para observar el pasado. Se vuelve al
pasado en tanto y en cuanto sea necesario para lograr la mejor ilustración de la escena contemporánea.
Así, lo temporal explicaría los cambios en el interior de un determinado pasaje o región, sin tener en
cuenta las transformaciones que pueden darse en la extensión, posición o localización. Esta aproximación
impediría cuestionar el proceso de constitución de dicho pasaje o región. Dado que las ciencias naturales
han operado como marco de referencia para la Geografía Histórica, se han abordado dinámicas espaciales
sin comprenderlas como procesos sociales y de producción y, por lo tanto, sin entenderlas como parte de
los procesos históricos.