Sie sind auf Seite 1von 5

Experimentación animal

Se usan animales no humanos en laboratorios para varios propósitos. Algunos ejemplos de


experimentación animal incluyen el testado de productos, el uso de animales como modelos
de investigación y como herramientas educativas. Dentro de cada una de estas categorías
puede haber también muchos propósitos diferentes por los que se usan. Por ejemplo, algunos
son usados como herramientas para investigación militar o biomédica; algunos, para probar
cosméticos y productos de limpieza del hogar; y algunos se usan en clases de disección para
enseñar a adolescentes la anatomía de las ranas o para realizar una tesis doctoral.

El número de animales usados en experimentación animal es, sin duda, más pequeño que el de
animales usados en otros ámbitos como las granjas o la industria pesquera,1 pero se estima
que más de 100 millones de animales son usados cada año,2 lo cual es un número importante.

Las formas en que estos animales pueden ser dañados en procedimientos experimentales,
también conocidos como vivisección,3 varían. Sin embargo, en casi todos procedimientos los
animales sufren de manera importante, y en la mayoría de ellos terminan con la muerte de los
animales.

Hay una diferencia importante a día de hoy entre la consideración que se permite a los sujetos
potenciales y reales usados en los experimentos, dependiendo de si son animales humanos o
no humanos. Pocas personas hoy apoyarían la experimentación en seres humanos de formas
perjudiciales y, de hecho, resulta indicativo de esto que dicha investigación esté fuertemente
restringida por la ley, si no directamente prohibida. Cuando se permite la experimentación en
humanos, es siempre en un contexto de individuos que la consienten, por los beneficios
personales que les sirven como incentivos. No es el caso de los animales no humanos.

Esto no se debe a ninguna creencia de que la experimentación en humanos no pueda traer


conocimiento importante (de hecho, parece obvio que esta práctica supondría conocimiento
mucho más útil y relevante para los humanos que cualquier experimentación en animales no
humanos). Más bien, la razón para este doble estándar es que los animales no humanos no
son tenidos en consideración moral, porque no se tienen en cuenta los fuertes argumentos
contra el especismo.

En las siguientes secciones, se tratan las áreas más importantes en que se usan animales no
humanos en laboratorios o clases:

Usos de animales en la experimentación

Experimentación con objetivos ecologistas


Cosméticos y productos del hogar

Investigación militar

Experimentación biomédica

Experimentación con nuevos materiales

Uso de animales en la educación

Uso de animales en educación primaria y secundaria

Uso de animales en universidades

Hacia un futuro en el que los animales ya no sean explotados en los laboratorios

Bases de datos de métodos de investigación que no usan animales

Empresas que no experimentan en animales

Empresas que experimentan en animales

1 Cada año se matan decenas de miles de millones de animales en mataderos, y billones de


animales son pescados y matados en piscifactorías. Para estimación sobre esto, Organización
de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (2013) “Ganadería primaria”,
FAOSTAT [referencia: 24 de enero de 2017]; Mood, A. & Brooke, P. (2010), “Estimating the
number of fish caught in global fishing each year”, Fishcount.org.uk [referencia: 18 de octubre
2010]; Mood, A. & Brooke, P. (2012) “Estimating the number of farmed fish killed in global
aquaculture each year”, Fishcount.org.uk [referencia: 18 de febrero 2013].

2 See Taylor, K.; Gordon, N.; Langley, G. & Higgins, W. (2008) “Estimates for worldwide
laboratory animal use in 2005”, Alternatives to Laboratory Animals, 36, pp. 327-342
[referencia: 11 de abril de 2013].

3 Aunque el término “vivisección” significa literalmente “cortar vivo a un animal”, esta palabra
ha ampliado su significado en el lenguaje habitual para aludir a cualquier tipo de uso invasivo
en laboratorio de un animal. Los defensores de la experimentación animal prefiren no usarla,
debido a sus connotaciones negativas, que prefieren evitar, mientras que quienes se oponen a
la misma suelen afirmar que no debe´ria haber un problema en usar este término dado el
significado que ya tienen en el lenguaje común. Estos últimos defienden que su rechazo se
debe a una intención de usar un lenguaje que nos es explícita sobre cómo se usan los animales
en este campo.

La experimentación con animales es uno de los temas más polémicos y que levantan algunas
de las discusiones más acaloradas y apasionadas, ya que las implicaciones que se derivan no se
reducen al ámbito animalista, sino que se extienden a cientí-ficos, legisladores, estudiantes,
industrias, opinión pública y medios de comunicación.

Es muy difí-cil permanecer impasible ante según qué protocolos experimentales, ya que el gran
dilema que se presenta es ¿hasta qué punto es lí-cito, o cientí-fica y éticamente aceptable,
llevar a cabo experimentos con animales? ¿En qué medida el análisis de la ratio sufrimiento del
animal-beneficio para humanos compensa o justifica ciertos experimentos?

Y es que, en efecto, detrás de los sentimientos o razonamientos inmediatos subyace un sinfí-n


de interrogantes que merece la pena tener en consideración. Podemos afirmar que no es
aceptable inducir sufrimiento a animales, que aspiramos a un desarrollo tecnológico y médico,
que son necesarias unas garantí-as a los consumidores, que los estudiantes deben aprender...
¿pero es posible encajar todas estas piezas en un puzzle perfecto que nos satisfaga a todos?

Los experimentos con animales tienen su base en el hecho de considerar a otras especies
animales como modelos en miniatura de los problemas humanos, sin los severos
cuestionamientos éticos que conlleva experimentar con humanos. Esta idea básica, y
comprensible desde el punto de vista metodológico y teórico (que no ético ni cientí-fico), es
puesta en tela de juicio continuamente.

Por poner un ejemplo clásico e ilustrativo que puede servir como primera reflexión sobre esta
cuestión, nos referiremos a un estudio que elaboró luna Comisión de la Comunidad Europea
en el que tomaron parte 100 laboratorios para valorar la fiabilidad y validez del test DL 50 (se
administra a una población de animales de laboratorio por ví-a oral, intravenosa, intravaginal,
anal... etc una sustancia hasta que muere el 50% de los animales del estudio).

Se restringieron al máximo todos los factores susceptibles de incrementar la variabilidad en los


resultados (a mayor variabilidad, menor valor de la prueba) y, a pesar de ello, al analizar los
resultados se documentaron variabilidades que oscilaban del 144 al 738%.

Es obvio que la comunidad cientí-fica no se plantearí-a la experimentación con animales si no


hubiera estudios como éste que hacen tambalear algunas de las ideas clásicas de la Ciencia, las
cuáles se perpetúan, no por su valor cientí-fico, sino por la tradición, la inercia y el miedo al
cambio, tan inherente al ser humano.

Se realizan experimentos con animales básicamente en tres campos: la docencia, la industria y


la investigación.

Las prácticas docentes con animales tienen como objetivo el aprender ciertos procesos
fisiológicos, caracterí-sticas anatómicas o adquirir habilidades clí-nicas y quirúrgicas
(entendiendo esto último, no como parte de un proceso tutelado, sino como un puro
entrenamiento mecánico sin tratarse de un caso clí-nico). El hecho de utilizar animales (en
general ratas y ratones, vertebrados con un sistema nervioso que les permite sentir dolor
como mecanismo fisiológico de defensa) para experimentos reiterativos e innecesarios, ya que
se pretende demostrar un concepto de sobras conocido, supone un sufrimiento gratuito (para
animales y alumnos).

Muchas organizaciones como Physicians Comittee for a Responsible Medicine, EuroNICHE, the
American Anti-vivisection Society, the National Anti-vivisection Society, the New England Anti-
vivisection Society y muchas otras, desarrollan y ofrecen métodos pedagógicos que no
suponen sufrimiento para los animales (tengamos en cuenta que, por ejemplo, las facultades
de Medicina de Stanford, Harvard, NY, Ohio,etc.... no utilizan animales para prácticas
docentes, y en Israel se ha prohibido recientemente realizar experimentos con animales en el
ámbito educativo). ADDA presentó un Proyecto de Ley de Objeción de Conciencia a las
prácticas con animales con el fin de promover la implementación de los métodos docentes que
no requieren animales, y proteger al mismo tiempo a la persona que rechaza estas prácticas y
aboga por aprender de una manera más ética.

Respecto a la industria cosmética, merece la pena destacar los avances que se han producido,
a pesar de que aún existen laboratorios que testan sus productos en animales. El Real Decreto
93/35 aprobado por el Consejo de Ministros del Gobierno español estipula que estará
prohibido vender productos cosméticos que hayan sido testados en animales. Este Real
Decreto está basado en una Directiva de la UE que entró en vigor el año pasado en el Reino
Unido, sentando un importante precedente. Actualmente, hay un número ingente de
laboratorios cosméticos que no realizan experimentos con animales, y es posible disponer de
una lista pormenorizada de éstos poniéndose en contacto con AnimaNaturalis.

La ECEAE (European Coalition to End Animal Experiments) ha trabajado en un proyecto para


unificar los criterios del etiquetado de "no testado en animales" y evitar la confusión al
consumidor. Los laboratorios que se adhieren al proyecto se comprometen a que sus
productos finales y las materias primas utilizadas no hayan sido testados a partir de una
determinada fecha. Estos laboratorios se reconocerán por un logo exclusivo.
En la investigación es quizá el campo donde la tradición de experimentar con animales está
más arraigada. Con el pretexto de comprobar una hipótesis, por inútil, absurda o excéntrica
que fuera, se justificaba cualquier atrocidad (contemporáneos de investigadores como Claude
Bérnard reconocen la extrema crueldad con que eran tratados los perros y se manifiestan
totalmente contrariosa ello).

Actualmente, gracias a la presión de colectivos de defensa de los animales, de cientí-ficos,


polí-ticos, estudiantes, opinión pública, etc., se están realizando tí-midos avances. Conviene
destacar el hecho de que existen en todo el mundo centros de investigación y desarrollo de
métodos alternativos al uso de animales como el GTEMA (Grupo de Trabajo Especializado en
Metodologí-as Alternativas, dirigido por el Dr. Repetto), el ubicado en la Universidad Johns
Hopkins (The Johns Hopkins Center for the Validation of Alternative Methods), el ECVAM
(European Center for the Validation of Alternative Methods), FRAME, etc.

Nos encontramos, por tanto, en un punto de inflexión. La Ciencia y la Sociedad está avanzando
respecto a hace unos años, pero aún quedan muchas lagunas por cubrir y muchos obstáculos
por superar. Por ello, es importante que no cesen los esfuerzos por parte de los colectivos que
apoyan los métodos alternativos para que se siga invirtiendo en su desarrollo e
implementación en todos los ámbitos, ya que de este modo todos nos beneficiaremos: los
humanos porque desarrollaremos modelos más fiables (se está investigando, por poner un
ejemplo, sobre la metabolización de fármacos en cultivos de hí-gado humano y se están
obteniendo resultados más fiables que en otras especies, cosa, por otra parte, lógica y
esperable) y los animales no humanos, porque evitaremos su sufrimiento innecesario...

Pero hasta que la sociedad logre este loable fin... ¿Cuántos errores vamos a cometer en la
prescripción de fármacos a humanos? ¿Cuántos animales deberán sufrir en silencio en los
laboratorios?

Concepto:

La experimentación con animales o experimentación in vivo es el uso de animales en


experimentos científicos. Se calcula que cada año se utilizan entre 50 y 100 millones de
animales vertebrados (desde peces cebra hasta primates no humanos).1Invertebrados,
ratones, ratas, pájaros, ranas, y otros animales no están incluidos en estos números, aunque
una estimación realizada sobre el número de ratas y ratones usados en los Estados Unidos en
el año 2001 lo situaba en 80 millones.2 La mayoría de animales son sacrificados después de
usarlos en un experimento. El origen de los animales de laboratorio varía entre países y
especies; mientras que la mayoría de animales son criados expresamente, otros pueden ser
capturados en la naturaleza o suministrados por vendedores que los obtienen de subastas en
refugios.3

Das könnte Ihnen auch gefallen