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ESTABILIDAD DE TALUDES
GEOMECÁNICA Y ECONOMÍA
CÓDIGO: 20121409A
Para la explotación de una mina a cielo abierto, a veces, es necesario realizar las
excavaciones, por medios mecánicos o con explosivos, los terrenos que recubren o
rodean la formación geológica que forma el yacimiento. Al producirse dicha excavación
se dejará una masa de tierra que no es plana sino que posee pendiente o cambios de
altura significativa, a esto se le denomina talud. Ya que dicha estructura es la zona de
trabajo, se vuelve fundamental asegurarse que la estructura no falle, ya que podría
perjudicar al personal de manera fatal o detener la producción, es por ello que uno de
los temas importantes es la estabilización de taludes, y para ello se debe entender las
causas de su inestabilidad. Las causas más comunes son: talud muy empinado por corte
o relleno, exceso de presión de poros causado por niveles freáticos altos o interrupción
de la trayectoria de drenaje, socavación debido a la erosión de agua superficial y pérdida
de resistencia con el tiempo debido a procesos erosivos como reptación e intemperismo.
El presente trabajo expondrá conceptos básicos sobre estabilidad de taludes para luego
mostrar la metodología para llegar a la estabilidad del talud que concluye con soluciones
al problema que se contrastaran considerando la seguridad así como la economía para
hacer la toma de decisiones.
OBJETIVOS:
ESTABILIDAD DE TALUDES
GENERALIDADES:
La estabilidad de un talud se determina por la relación existente entre las fuerzas que
tienden a producir la inestabilidad y las fuerzas resistentes producidas por las
características del macizo rocoso, estas fuerzas son:
• Acción gravitacional
• Cohesión
Económicos Seguridad
EFECTO DE LA ALTERACIÓN
El daño causado por una voladura masiva se extiende varios metros detrás del talud.
El daño de la voladura se produce debido a los esfuerzos dinámicos inducidos que
resultan en el proceso de la fracturación de la roca, con lo cual se produce la
abertura de las discontinuidades. El efecto de la rotura o fragmentación producida
por la voladura debe ser tomado en cuenta durante el mapeo geotécnico, para
valorar en qué medida es afectada la calidad del macizo rocoso.
La estabilidad de los taludes en una explotación a cielo abierto tiene una gran importancia
para la seguridad y efectividad económica de la misma por lo que debe ser considerada
desde el inicio del proceso de diseño.
Los aspectos más importantes que afectan la seguridad en los frentes y operaciones son
los siguientes:
Las recomendaciones para el control y eliminación de los riesgos son la adopción de las
siguientes medidas:
Los estudios previos necesarios para realizar el diseño geotécnico de un talud estable
implican una caracterización del macizo rocoso a partir de los siguientes factores:
Es necesario señalar las formas de rotura que se producen a partir de los datos registrados
por la práctica internacional.
En el caso de taludes rocosos, las superficies de rotura pueden producirse a partir de las
discontinuidades preexistentes en el macizo. Se puede aplicar un método gráfico para
identificar las situaciones en los que son posibles ciertos tipos de rotura. La utilización de
los métodos gráficos permite detectar los sectores de la explotación que son susceptibles
a la producción de roturas y así, dirigir las acciones de reconocimiento hacia las zonas más
críticas.
En el caso de macizos poco cohesionados del tipo suelo, la experiencia ha demostrado que
las roturas son del tipo circular.
En los macizos rocosos muy fracturados y, donde esta se manifiesta de forma aleatoria o,
donde el talud general varía con respecto a la estructura, las superficies de rotura son más
complejas; pudiendo ser compuestas y formadas parcialmente por discontinuidades
próximas a la superficie de deslizamiento y, por otro lado, por factores nuevos en la roca
intacta.
El valor FS=1 señala la frontera en la cual un talud es o deja de ser estable. La necesidad
de utilizar valores de FS > 1 surge como consecuencia de los siguientes factores:
Los valores que se adoptan en la práctica varían en función de las consecuencias que
resultaran de su colapso, y del nivel de confianza en los datos utilizados. La experiencia
internacional, que se obtiene teniendo en cuenta las considerables implicaciones
económicas, en la selección de un coeficiente de seguridad FS próximo a 1,3 puede ser
adecuado para taludes cuya estabilidad no se considere a largo plazo, Como es el caso de
los taludes de los frentes de trabajo que en ocasiones se trabajan con FS= 1. Por el contrario
si las condiciones son críticas o estamos ante los contornos finales FS puede tomar valores
de 1,5 a 1,6, aunque dependiendo del tipo de roca, de sus propiedades geomecánicas y
del grado de alteración con el tiempo, se deberán tomar medidas adicionales aún con un
factor de seguridad elevado.
Los métodos de cálculo para analizar la estabilidad de un talud se pueden clasificar en dos
grandes grupos.
Consideran en el cálculo las deformaciones del terreno, además de las leyes de la estática.
Su aplicación práctica es de gran complejidad y al problema debe estudiarse aplicando el
método de los elementos finitos u otros métodos numéricos.
MÉTODOS DE EQUILIBRIO LÍMITE (Hoek y Bray, 1981)
𝑊 ∗ 𝐶𝑂𝑆𝛽
𝜏=𝑐+ 𝑇𝑎𝑛∅
𝐴
𝑊 ∗ 𝐶𝑂𝑆𝛽
𝑊 ∗ 𝑠𝑒𝑛𝛽 = 𝑐 + 𝑇𝑎𝑛∅
𝐴
Si c = 0, entonces: 𝛽 = ∅.
Hoek y Bray (1981), propusieron un análisis para cuñas por medio de la definición de las
relaciones angulares que guardan las líneas de intersección de todos los planos que
delimitan la cuña respecto al balance de fuerzas que actúan sobre ella. Este análisis
requiere que sea definida la geometría de la cuña por la localización y orientación de cuando
menos cinco superficies limitantes. Estas incluyen las dos discontinuidades que se
intersectan para formar la cuña, la cara del talud, la superficie superior del talud. El tamaño
de la cuña está definido por la distancia vertical desde la cresta del talud a la línea de
intersección de los planos.
La falla en cuña ocurre cuando la masa de roca se desliza a lo largo de dos discontinuidades
que se interceptan en un ángulo oblicuo a la superficie del talud. La formación de una falla
en cuña depende primordialmente, de la litología y de la masa de roca. El análisis
cinemático de una falla en cuña es controlado por la orientación de la línea de intersección
de los dos planos. Las condiciones estructurales que se deben cumplir son las siguientes:
En otras palabras, el factor que gobierna el vuelco de un bloque es la localización del vector
de su peso W, con respecto al punto pivote del bloque. Si el rango t/h es menor que Tanβ,
entonces la fuerza resultante debida al peso del bloque se situará fuera del pie del bloque,
y un momento volcador se desarrollara sobre el panto pivote. El factor gobernante para el
deslizamiento, por otro lado, es la relaci6n entre β y Ф; si β > Ф el deslizamiento puede
ocurrir. Si la condición existente es β > Ф y t/h < tan β, entonces ambos deslizamiento y
vuelco serán posibles.
Para que cinemática y cinéticamente sea posible el vuelco, deben de existir las siguientes
condiciones:
Las fallas planas ocurren a lo largo de una superficie aproximadamente plana y se analizan
como un problema en dos dimensiones. Aunque pueden existir otras discontinuidades que
definen los límites laterales de los movimientos, solo se tiene en cuenta el efecto de la
discontinuidad principal. El tamaño de las fallas planares puede ir desde unos pequeños
metros cúbicos a montañas enteras.
d. La extensión lateral de la masa potencial de falla debe ser definida por superficies
laterales que no contribuyen a la estabilidad. Si las condiciones anteriores se cumplen la
estabilidad puede evaluarse por el método del equilibrio límite. El análisis de estabilidad
requiere la solución de fuerzas perpendiculares y paralelas a la superficie de falla potencial.
En la Figura se presentan esquemas de una falla plana con grieta de tensión en la cara del
talud, con grieta de tensión arriba de cabeza del talud y una representación esquemática
general de la falla plana.
Para tener una idea de las consecuencias que conlleva la inestabilidad de taludes
imaginemos un deslizamiento como el de la imagen, ¿Cuánto nos tomaría remover todo el
material deslizado?, ¿Cuánto es el coste de las maquinaria dañada?, ¿Cuánto tiempo de
producción estoy perdiendo?, etc. Muy aparte de considerar los costos por anclajes, muros
de contención, drenaje si hay presencia de agua subterránea y la vida humana de
trabajadores.
Para poder decidir una opción sobre cómo prevenir y estabilizar el talud no solo se tiene en
cuenta el aspecto geomecánico sino también el aspecto económico, para esto debemos
tener en cuenta muchos costos generados como el costo de extracción de un metro cúbico,
relación de desbroce, etc.
La relación de desmonte removido para recuperar una tonelada de mineral se llama relación
de desbroce (WOR). Si la relación de desbroce es muy grande, se llega a un punto donde
puede ser más rentable revertir a minería subterránea.
Los factores más importantes que deben ser considerados en el análisis económico en un
posible tajo abierto son:
Todo esto debe dar factibilidad económica a la mina, obviamente mientras menos
inconvenientes más rápido y más efectivo es la producción de la mina; para que esto suceda
se debe prevenir todo tipo de derrumbe y generar estabilidad en el talud generando.
Los beneficios económicos de operar taludes más parados son evidentes, pero este criterio
queda limitado por los coeficientes de seguridad exigidos en la legislación, las alturas
máximas de bancos admitidas, la necesidad de bermas lo suficientemente anchas y pistas
de pendiente suficientemente baja. En caso de los taludes de banco estos se diseñaran de
acuerdo con los criterios operativos de la voladuras o del método de excavación, pero
tratando de minimizar (que no de evitar) las roturas, y siempre realizando diseños que eviten
problemas de roturas de pistas e instalaciones, perdidas de maquinaria y accidentes de
trabajo.
Se debe tener cuidado al plantear una variación en el ángulo de talud puesto que si
variamos el ángulo en aunque sea un grado nuestro volumen a mover variaría en gran
cantidad y la relación estéril/Mineral aumentaría. La relación estéril/mineral debe ser
incorporada en la valoración de un determinado cono.
Con todo lo anterior se tiene un conjunto de datos de costes para las diversas soluciones
que se pueden adoptar para resolver un problema de estabilidad de taludes. Esta
información proporciona elemento de juicios suficientes para que el ingeniero pueda tomar
una decisión sobre la elección de una de las opciones que se plantean. Siguiendo las ideas
de Hoek y Bray (1974), la opción más concreta es el de diseñar un talud con un ángulo tal
que aumente su factor de seguridad, es decir, el ángulo de talud deber asegurar que el F.S.
sea muy alto (F.S. > 1.3). Mientras que si se llega al nivel freático lo más recomendable es
bombear los fluidos fuera del tajo, si se quiere economizar el agua puede utilizarse para
regar el tajo y zonas aledañas (evitar el levantamiento de polvo).
Normalmente se puede aceptar que el riesgo de que con un periodo de retorno determinado
periodo de lluvias excepcionales, por ejemplo de 20 años, estas no se produzcan durante
la vida útil del talud, si es inferior ha dicho periodo. Si no hay mala suerte, entonces se
estará en situación óptima desde el punto de vista económico, que es la descrita en el caso.
Por otra parte, si se han tomado las medidas necesarias en previsión de que pueda deslizar
el talud y esto llega a producirse, por ejemplo, en una situación excepcional de lluvias, las
consecuencias económicas de la rotura del talud serán del mismo orden de magnitud que
las otras opciones, que incluían elementos de drenaje y anclaje del talud, dando por
descontado que se han tomado todas las medidas necesarias para no poner en riesgo vidas
humanas, maquinarias e instalaciones.
Todos los métodos correctivos siguen una o más de las siguientes líneas de acción:
Evitar la zona de falla suele estar ligado a cambios en el alineamiento de la vía, sea el
horizontal o el vertical; a la remoción total de los materiales estables o a la construcción de
estructuras que se apoyen en zonas firmes, tales como puentes o viaductos.
La reducción de las fuerzas motoras se puede lograr, en general, por dos métodos:
remoción de material en la parte apropiada de la falla y subdrenaje, para disminuir el efecto de
empujes hidrostáticos y el peso de las masas de tierra, que es menor cuando pierde agua.
Por lo común, la línea de acción que ofrece más variantes es la que persigue aumentar las
fuerzas siguientes: algunas de estas son: el subdrenaje, que aumenta la resistencia al
esfuerzo cortante del suelo, la eliminación de estratos débiles u otras zonas falla potencial, la
construcción de estructuras de retención u otras restricciones y el uso de tratamientos,
generalmente químicos, para elevar la resistencia de los suelos al deslizamiento.
Los principales métodos para la corrección de fallas son:
Métodos de excavación
Este va desde excavaciones menores hechas solo en la cabeza de la falla, hasta la remoción
total del material inestable. La remoción de material en la cabeza de la falla o en todo el
cuerpo de la misma, hasta llegar a la remoción total, es un método que en la práctica solo
se puede emplear en fallas ya manifestadas, rara vez se puede conocer con tanto detalle las
futuras fallas en una zona de inestabilidad potencial como para que resulte prudente
proceder a remover materiales en gran escala. Las excavaciones en la cabeza buscan
reducir las fuerzas motoras y balancear la falla, las remociones totales eliminan la causa de
raíz. Una solución mixta, que combina la remoción de material y relocalización es el
abatimiento de la rasante de un camino para disminuir pesos del terraplén sobre zonas de
suelos débiles o con superficies de falla previamente formadas.
Abatimiento de taludes
Este es uno de los métodos más socorridos para el mejoramiento de las condiciones de la
estabilidad de los taludes. Es un método correctivo ligado a deslizamientos en el cuerpo del
talud. De hecho este es el primer punto a tomar en cuenta respecto a esta solución; al igual
que todas las demás, no es de alcance universal, y su eficiencia no es siempre la misma,
sino que puede variar extraordinariamente de unos casos a otros.
Se denomina bermas a masas generalmente del mismo material del propio talud o de uno
similar que se adosan al mismo, para darle estabilidad.
El uso de bermas tiende a incrementar la estabilidad del talud por razones un tanto
similares a las expresadas para el abatimiento de taludes; de hecho en muchos casos, la
construcción de bermas equivale mecánicamente a un abatimiento del talud. Así, caben el
empleo de bermas muchos de los conocimientos hechos para el abatimiento en taludes.
Un talud con bermas también es diferente del original y tendrá otro círculo crítico, que se
deberá determinar analizando la nueva sección.
El uso de muros en celosía, tablestaca y otras estructuras de retención es muy común para
corregir deslizamientos después de que han ocurrido o para prevenirlos en zonas en que
sean de temer. De hecho, su principal campo de aplicaron está en la prevención.
Se debe tener en cuenta que una estructura de retención de costo razonable no incrementa
demasiado la resistencia al deslizamiento del conjunto; si las fuerzas resistentes, la
construcción del muro puede ser apropiada, pero si el desequilibrio es fuerte, lo más
probable es que el muro no baste para crear la seguridad que se requiere.
Empleo de pilotes
Constituye la solución más controvertible entre las que son más usuales para estabilizar
mecánicamente deslizamientos en laderas y taludes; sin embargo, se han reportado algunos
éxitos espectaculares, logrados a costos comparativamente bajos. En casi todos los casos
de éxito se instalaron dos y tres hiladas de pilotes, y algunas veces su uso ha sido reportado
como solución más bien restrictiva, en el sentido que se instala una hilera de pilotes o dos
para frenar un movimiento y se van instalando hileras sucesivas, a medida que el material se
adapta a la restricción y los movimientos vuelven a comenzar; en tales condiciones, existen
fallas que se han estado piloteando a lo largo de 20 años.
La solución solo se puede intentar en roca o materiales duros, pues los suelos blandos
fluirán fácilmente en torno al pilote reduciendo mucho su eficiencia. Cuando la fricción a lo
largo de la superficie de falla potencial sea muy importante, el pilotaje constituye una medida
de prevención digna de tomarse en cuenta porque puede incrementar los efectos de
fricción. En ocasión se complementa la acción de los pilotes colocando losas de
concreto reforzada entre ellos.
Esta busca dos efectos; en primer lugar, balancear el efecto de las fuerzas motoras en la
cabeza de la falla, en forma similar a como hace una berma, a la que equivalen en algunos
aspectos; en segundo lugar, incrementar la resistencia al esfuerzo cortante del material
subyacente, cuando este es de naturaleza friccionante.
Una apropiada forma de la superficie de falla (de preferencia que tienda a elevarse bajo el
contrapeso) y que el terreno en la zona de colocación tenga suficiente resistencia para
soportar el peso que le impone, son probablemente las dos condiciones básicas para que
pueda pensarse en el empleo de esta solución.
Anclajes
Algunos problemas muy importantes de estabilidad de taludes y laderas se han resuelto con
técnicas de anclaje en suelos con costos muy razonables. Una variante de los métodos de
anclaje es la utilización de tirantes de anclaje en estructuras de retención, especialmente
cuando estas han de cimentarse en suelos poco resistentes, con presiones de contacto
mayores que la capacidad de carga; en retenciones a base de pilotes, el anclaje de estos
puede dar muy buenos resultados cuando el estrato resistente en que se afianzan no
ofrece suficiente garantía de que los pilotes no lo penetren lateralmente. Los anclajes suelen
consistir en cables de acero unidos a muertos y sólidamente ligados a la estructura de
retención.
Uso de explosivos
La superficie de falla sobre la cual ocurre un deslizamiento es muchas veces lisa y pulida; el
caso típico de este fenómeno es el de masas de suelo cohesivo que deslizan sobre mantos
de roca o suelos mucho más duros. Este tipo de contactos constituyen también una
superficie potencial de deslizamiento.
Los explosivos se pueden usar tan bien en derrumbes y caídos, pero no como método de
corrección sino de remoción. Es probable que el aspecto más sugestivo del uso de explosivos
sea su costo, que suele ser muy interior al de otras soluciones, al grado que aun suele ser
ventajoso económicamente un programa que incluya varias aplicaciones sucesivas del
procedimiento a lo largo de varios años.
CONCLUSIONES
Elegir un diseño que sea el más conveniente debido a que cambiarlo más adelante
es muy difícil hasta e imposible, hacer variaciones en el ángulo es mucho costo y
pérdida de tiempo de producción. Se puede recurrir en el aprovechamiento de
recursos del lugar para satisfacer algunas demandas y así aumentar la rentabilidad
del lugar (agua subterránea, vegetación, etc.)
BIBLIOGRAFIA
Hoek E. y Bray J.W. Rock Slope Engineering. Revised 3rd edition - Chapman &
Hall. (1981)
Internet.