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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE

FACULTAD DE DERECHO

LOS BIENES

Apuntes de clase Raúl Lecaros Zegers

I.- CONCEPTO DE COSAS Y BIENES

- Concepto de cosa: Es todo lo que existe y no es persona.

Para el derecho cosa es todo lo que es o puede ser objeto de la ciencia jurídica. Ej.: El
homicidio, el arrendamiento, el matrimonio, la nación, son cosas.

Sin embargo, en este capítulo a nosotros nos interesan las cosas en cuanto son relevantes para
la ley positiva y pueden ser objeto de relaciones jurídicas.

- Concepto de bien: Es una cosa que presta utilidad y es apropiable.

A) Características de la noción jurídica de cosa

1.- La cosa ha de ser extraña al sujeto (se opone al sujeto)

El derecho está constituido de relaciones jurídicas en que son titulares las personas y
constituyen el objeto las cosas.

2.- Relevancia jurídica

Esto significa la posibilidad de que la cosa pueda ser objeto de relaciones jurídicas.
3.- La noción de cosa es independiente de la de apropiabilidad de ella

Son cosas, por ejemplo, las que la naturaleza ha hecho comunes a todos los hombres (artículo
585 del Código Civil), las "res nullius", el tesoro no descubierto, porque aunque no pertenecen
a nadie, pueden ser objeto de relaciones jurídicas.

4.- La cosa puede ser presente o futura (artículo 1461)

5.- Debe proporcionar o poder proporcionar una utilidad al hombre.

Esta utilidad puede ser presente o futura, material o moral, pero no es necesario que tenga un
valor económico en sí misma.

De esta manera, el concepto de cosa no se limita al ámbito patrimonial. Así el derecho a la


vida, a la libertad, al honor.

El artículo 19 Nº 7 letra i) de la Constitución Política recoge el concepto de “daño moral”.

En definitiva la utilidad de una cosa puede ser meramente moral, pero no por ello
deja de tener un valor económico, por eso se indemniza el daño moral.

B) Cosas y Bienes: ¿Es lo mismo?

Cosa: Tiene un significado en sí misma, sin considerar al sujeto, siempre que sea jurídicamente
relevante.

Bien: Da a entender el concepto de utilidad, de interés y, por tanto se refiere al sujeto.

Por esto, la idea de cosa o bien, es una diversa forma de mirar el problema y las clasificaciones
que se hacen, unas parecen referirse más a las cosas y otras a los bienes.

Ej.: Se clasifican las cosas, en fungibles y no fungibles, consumibles y no consumibles (cuestión


que no tendría interés decir del concepto de bien).

Se clasifican los bienes en patrimoniales y extrapatrimoniales, lo que dice más bien relación
con el interés que reporta al sujeto.

La frontera es difusa, puesto que nuestro código habla de bienes muebles e inmuebles. En este
caso la expresión "bien" está tomada como "cosa".

C) Importancia de distinguir entre bienes y cosas


En una misma cosa pueden recaer diversos derechos, por ejemplo diversas servidumbres, una
hipoteca, propiedad de una persona diversa (se trata de bienes diversos).

Siempre que hay una relación jurídica debe haber un sujeto que tenga el derecho, aunque es
concebible que temporalmente no lo tenga. Por ejemplo, cuando se ofrece una recompensa al
que encuentre una especie al parecer perdida o se ofrece un premio al que preste un servicio
importante (Arts. 632 y 962).

Igualmente siempre que hay una relación jurídica debe haber un objeto, pero ese objeto
puede no existir actualmente pero puede llegar a existir (Arts. 1461 y 1813).

En los derechos reales la relación objeto-cosa es muy directa. En el dominio que


recae en una cosa corporal; en el usufructo que aunque la relación no es tan directa,
también el derecho se ejerce respecto de la cosa.

En los derechos personales la relación jurídica tiene por objeto una cosa que se trata
de dar, hacer o no hacer.

Si se trata de dar, el objeto de la obligación será una cosa, pero si se trata de hacer o no hacer
será un hecho. (Art. 1460)

La clave, reiteramos, es que el concepto de cosa tiene un valor objetivo, en sí mismo; bien, en
cambio, da a entender la idea de interés, de utilidad y, por tanto, se refiere al sujeto.

Hay que tener cuidado pues en el Código y en otras leyes, se emplean indistintamente las
expresiones cosa o bien.

Sin embargo digamos:

1.- Se acostumbra a llamar "cosas" a las entidades que no son susceptibles de propiedad (como
las cosas que la naturaleza ha hecho comunes a todos los hombres) (Art. 585).

2.- A las cosas que son susceptibles de propiedad se les llama indistintamente cosas o bienes.
(Art. 565: "Los bienes consisten en cosas corporales o incorporales" y el Art. 576: "Las cosas
incorporales son derechos reales o personales").

3.- Las características esenciales de los bienes son su utilidad y apropiabilidad.

Algunos consideran que hay una relación de género a especie.

Cosa: Es todo lo que existe y que no es persona.

Bien: Sería una cosa que presta utilidad y que es apropiable.


II.- CLASIFICACIÓN DE LAS COSAS

A) Cosas corporales e incorporales (Art. 565)

1.- Cosas corporales: "son las que tienen un ser real y pueden ser percibidas por los sentidos,
como una casa, un libro". (Inc. 1°).

La expresión "tienen un ser real" se refiere a que tienen una existencia material que
puede ser percibida por los sentidos. Por lo anterior, dicen los autores, una descarga eléctrica
es una cosa corporal (puede ser percibida por los sentidos). La mayoría de los autores, ha
opinado, hasta ahora, que las energías – entre ellas – la energía eléctrica, no cabe en esta
clasificación del Código, porque no puede ser percibida por los sentidos y no consiste en
“meros derechos”, que es la definición que da el Código da de cosas incorporales, como
veremos a continuación.

La energía, cualquiera sea su fuente, creemos que es un atributo de una cosa, es un accidente
de una de una substancia (el carbón, la madera, el átomo, el viento, el agua etc., etc.) que
subsiste en ella, puesto que la energía, definida por la ciencia física, "es la capacidad de trabajo
que tiene un cuerpo”. Siendo entonces la substancia (el carbón, la madera, el agua, etc.) una
cosa corporal, el accidente de la substancia (su energía) no puede tener otra naturaleza, es
decir, no puede ser sino una cosa corporal.

Un ejemplo ilustrativo: en el caso del carbón, éste es el agente; su energía es su capacidad de


trabajo, es decir, de entrar en combustión; y finalmente, la combustión es el trabajo propio de
la energía térmica que tiene el carbón.

A este respecto puede revisarse la tesis de licenciado del abogado e ingeniero civil don José
Alberto Bravo Lyon, denominada “La Energía, para el Código Civil Chileno, es una Cosa Corporal
Mueble o Inmueble” (ello es según lo sea el agente en que inhiera)”.

2.- Cosas incorporales: “las que consisten en meros derechos, como los créditos, y las
servidumbres activas”. (Inc. 2°).

Sólo pueden ser percibidos por la inteligencia, no por los sentidos.

Esta definición fue tomada por don Andrés Bello de “Las Institutas” de Gayo y aparentemente
de una traducción no muy feliz. Pareciera que la traducción más cercana diría que las cosas
incorporales “son aquellas que no pueden tocarse y que pueden constituirse en derechos”.
Para los romanos, las cosas corporales, eran las que podían tocarse.

- Importancia de esta clasificación:

- La tradición de las cosas es diversa si se trata de cosas corporales (Art. 684 y 685 los muebles
y 686 y sgtes. los inmuebles) o incorporales (la de los derechos reales es igual a las cosas
corporales, dependiendo si son muebles o inmuebles –excepto las servidumbres- y la de los
derechos personales se efectúa según el art. 699 en relación con el 1901 a 1908).

- La reivindicación también es diversa si se trata de cosas corporales (Art. 890) o incorporales


(Art. 891).

- Hay ciertos modos de adquirir el dominio que sólo tienen aplicación respecto de las
cosas corporales: La ocupación y la accesión.

- Tanto las cosas corporales como las incorporales pueden ser objeto de derechos
reales (dominio) o personales (ej. el derecho del arrendatario sobre la cosa).

B) Cosas corporales: muebles e inmuebles (Art. 566)

"Las cosas corporales se dividen en muebles e inmuebles".


Sin embargo, el artículo 580 dice que los derechos y acciones se reputan muebles o inmuebles
según lo sea la cosa en que han de ejercerse o que se debe.

En definitiva, las cosas corporales e incorporales pueden ser muebles o inmuebles.

- Importancia de esta clasificación:

- Por razones históricas que vienen desde el derecho romano, a los inmuebles se les ha
considerado de mayor importancia, por ello el estatuto jurídico que los rige es mucho más
exigente.

En la vida moderna, actual, esto es cada día menos verdad.

Ejemplos:

a) La enajenación de los muebles se autoriza con mucho más facilidad para los administradores
de bienes ajenos que en el caso de los inmuebles que se requerirá de decreto judicial o aún de
pública subasta, como ocurre con los tutores y curadores. (Art. 393 y 394). Otro tanto ocurre
en la administración ordinaria y extraordinaria de la sociedad conyugal.

b) En la sucesión por causa de muerte, los comuneros (herederos), para disponer de los bienes
muebles, les basta que se haya concedido la posesión efectiva de los bienes del causante, en
cambio, para disponer de los inmuebles es necesario que se hayan practicado las inscripciones
especiales de herencia.

c) La acción rescisoria por lesión enorme sólo tiene lugar cuando se trata de venta o permuta
de inmuebles.

d) En el Derecho Procesal, respecto de la competencia de los tribunales para conocer de


determinadas acciones, los artículos 135 y 138 del COT disponen:

i.- Si la acción es inmueble, (Art. 135 COT) es competente, si no hay convención de las partes, a
elección del demandante:

1º El juez del lugar en que se contrajo la obligación

2º El juez del lugar donde se encuentra la especie reclamada

Si los inmuebles o el inmueble están situados en más de un territorio jurisdiccional, es


competente el juez de la comuna o agrupación de comunas en que estuviere situado
cualquiera de los inmuebles.

ii.- Si la acción es mueble (Art. 138 COT), a falta de estipulación de las partes, es competente el
juez del domicilio del demandado.
e) En el Derecho Penal, es un elemento del delito de robo o de hurto la apropiación de una
cosa muebles ajena, en cambio la apropiación de un inmueble importa usurpación.

f) Las acciones posesorias sólo amparan los inmuebles.

g) La tradición de los inmuebles se hace por la inscripción en el Registro del Conservador de


Bienes Raíces, en cambio la de los muebles en forma real o ficta, según el art. 684.

h) La venta de bienes raíces debe hacerse por escritura pública, la de los muebles es
consensual.

1.- Cosas inmuebles: "Inmuebles o fincas o bienes raíces son las cosas que no pueden
transportarse de un lugar a otro; como las tierras y minas, y las que adhieren
permanentemente a ellas, como los edificios, los árboles.

Las casas y heredades se llaman predios o fundos". (Art. 568)

Los inmuebles se clasifican:

a) Inmuebles por naturaleza: Son las cosas que no pueden transportarse de un lugar a otro, sin
que se altere su substancia.

Las tierras (entendidas como predios).

Las minas (no los minerales extraídos).

b) Inmuebles por adherencia: Son las cosas que adhieren permanentemente a los inmuebles
por naturaleza, como los edificios y los árboles.

Lo importante es que estos bienes adhieren permanentemente no perpetuamente.


Ejs.: Edificios, árboles, puentes, durmientes de ferrocarril, rieles, alcantarillas.

Las plantas también son inmuebles por adherencia aunque su adherencia sea transitoria,
mientras adhieren. “Las plantas son inmuebles, mientras adhieren al suelo por sus raíces, a
menos que estén en macetas o cajones, que puedan transportarse de un lugar a otro”. (Art.
569)

No serían inmuebles por adherencia las carpas de un circo, o los puestos de una
feria, porque no adherirían permanentemente al suelo.

Por su parte, el art. 573 establece: "Las cosas que por ser accesorias a los bienes raíces se
reputan inmuebles, no dejan de serlo por su separación momentánea”. A continuación pone
como ejemplo a los bulbos o cebollas que se arrancan para volverlos a plantar y las losas que
se desencajan de su lugar para hacer una reparación y se vuelven a colocar. Pero agrega: “Pero
desde que se separan con el objeto de darles diferente destino, dejan de ser inmuebles”.

c) Inmuebles por destinación: “Se reputan inmuebles, aunque por su naturaleza no lo sean, las
cosas que están permanentemente destinadas al uso, cultivo y beneficio de un inmueble, sin
embargo de que puedan separarse sin detrimento...". (Art. 570)

Basta, según ha dicho la jurisprudencia, que concurra uno de estos requisitos: que
estén permanentemente destinados (i) al uso; (ii) al cultivo; o (iii) al beneficio de un inmueble.

En los ejemplos del Código hay que distinguir:

i.- Los dos primeros están errados: las losas del pavimento y los tubos de las cañerías son
inmuebles por adherencia.

ii.- En los otros ejemplos, la destinación debe ser hecha por el dueño, salvo el caso de los dos
últimos incisos del Art. 570.

Es decir, los utensilios de labranza o minería y los animales deben ser destinados por el dueño
al uso, cultivo o beneficio del predio, como asimismo los abonos deben ser destinados por el
dueño a mejorar el predio; en cambio las prensas, calderas, cubas, alambiques, toneles y
máquinas y los animales guardados en jaulas adheridas al suelo, no requieren ser destinados
por el dueño, basta el hecho objetivo. Sin embargo, la jurisprudencia ha dicho que el destino
también se lo puede dar el usufructuario o el arrendatario.

Resulta importante entender que la razón de ser de los inmuebles por destinación es la
mantención del valor del inmueble o dicho de otra manera evitar el menoscabo de su valor.

Por eso, por ejemplo:

- El Art. 1830: Dice que en la venta de una finca se comprenden todos sus accesorios que
según el Art. 570 y siguientes se reputan inmuebles.

- El Art. 2420: Establece la misma regla a la hipoteca constituida sobre bienes raíces (hay
hipoteca sobre naves y aeronaves).

- El Art. 1118: La especie legada se debe en el estado que se encuentra al tiempo de la muerte
del testador, comprendiendo los utensilios necesarios para su uso y que existan en ella.

- El Art. 1121: Se refiere al mismo principio en lo referente al legado de una cosa o hacienda.

Lo que constituye un inmueble por destinación, es el aspecto de permanencia y el giro a que


está destinado el inmueble.
- Cosas de comodidad u ornato: El art. 572 dispone que son muebles siempre que se puedan
separar sin detrimento de las paredes en las cuales están fijadas. Si estos cuadros, espejos, etc.
están embutidos en las paredes de manera que forman un mismo cuerpo con ellos, se
consideran parte de ellos, aunque puedan separarse sin detrimento.

2.- Cosas Muebles: "Muebles son las cosas que pueden transportarse de un lugar a otro, sea
moviéndose ellas a sí mismas, como los animales (que por eso se llaman semovientes) sea que
sólo se muevan por una fuerza externa, como las cosas inanimadas.

Exceptúanse las que siendo muebles por su naturaleza se reputan inmuebles por su destino,
según el artículo 570”. (Art. 567)

Las cosas muebles se clasifican:

a) Muebles por naturaleza: (Art. 567) Las que pueden transportarse de un lugar a otro y se
clasifican en:

i.- Semovientes: Los animales.

ii.- Cosas inanimadas: Cualquiera otra.

Esta clasificación en semovientes y cosas inanimadas es meramente conceptual. El Código los


trata de la misma manera.

b) Por anticipación: (Art. 571) "Los productos de los inmuebles, y las cosas accesorias a ellos,
como las yerbas de un campo, la madera y fruto de los árboles, los animales de un vivar, se
reputan muebles, aun antes de su separación, para el efecto de constituir un derecho sobre
dichos productos o cosas a otra persona que el dueño".

“Lo mismo se aplica a la tierra o arena de un suelo, a los metales de una mina, y a las piedras
de una cantera”.

Este artículo debe relacionarse con el 1801 inc. 3° de la compraventa que repite estos
conceptos.

Es necesario que se trate de crear un derecho en favor de un tercero distinto del dueño.
(Puede tratarse en estos bienes de una venta o de la constitución de un derecho real como una
prenda), es decir, desde que se venden o desde que se constituye la prenda, son muebles.

El Código confunde en un mismo concepto los productos como las arenas, la madera de los
árboles, con los frutos que dan por ejemplo los árboles frutales o las cosechas de trigo. Los
frutos son los que se producen con periodicidad y sin detrimento de la sustancia, a diferencia
de los productos. Tiene importancia en el derecho de usufructo, por ejemplo, que sólo da
derecho al usufructuario sobre los frutos y no sobre los productos.

- Concepto de “muebles” y “muebles de una casa” (Art. 574) Este artículo dice que cuando la
ley o el hombre usa la expresión "bienes muebles" sin otra calificación, se comprenderá todo
lo que se entiende por cosas muebles según el Art. 567 ya estudiado. Agrega en el inc. 2° que
no se entienden formar parte de “los muebles de una casa” los que no "forman el ajuar de la
casa".

La enumeración que hace el artículo es enunciativa. Es una cuestión de hecho probar que no
es parte del ajuar.

Este artículo se encuentra corroborado con el artículo 1121, que trata del legado de una casa
con sus muebles y del legado de una hacienda.

C) Cosas incorporales: derechos reales y derechos personales (Art. 576)

"Las cosas incorporales son derechos reales o personales".

1.- Derechos reales: "Derecho real es el que tenemos sobre una cosa sin respecto a
determinada persona.

Son derechos reales el de dominio, el de herencia, los de usufructo, uso o habitación, los de
servidumbres activas, el de prenda y el de hipoteca. De estos derechos nacen las acciones
reales”. (Art. 577). Con todo, el inc. 2° del Art. 577 no es taxativo, pues otras disposiciones del
mismo Código Civil crean derechos reales, como el de censo en el Art. 579 en cuanto se
persigue la finca acensuada. También hay derechos reales especiales (creados por leyes
especiales) como del derecho de aprovechamiento de aguas (Art. 6 del Código de Aguas), la
concesión minera (Art. 2 del Código de Minería y 2 de la Ley Orgánica Constitucional sobre
Concesiones Mineras [Ley 18097, de 1982]); el Derecho Real de Conservación Medioambiental
establecido por el Art. 2 de la Ley 20.930, etc.

- Elementos del derecho real:

a) Sujeto activo: Su titular.

b) Objeto sobre que recae.

El titular se aprovecha de la cosa o de la utilidad que ésta pueda prestarle.


El derecho real puede tener por objeto cosas corporales o incorporales, pero nunca
un hecho, puesto que se ejerce sin relación a determinada persona.

El derecho real debe recaer necesariamente sobre una cosa determinada en especie.

Digamos que, en todo caso, el derecho real de herencia, nadie ha discutido que recae sobre
una universalidad como es la herencia, es decir, todos los bienes derechos y obligaciones del
causante o una cuota de ellos.

En todo caso, que el derecho real deba recaer necesariamente en una cosa determinada en
especie, me parece una afirmación discutible. Al respecto creo que vale la pena citar el Art.
2221 del depósito irregular y recordar la Ley de Bancos (su historia en cuanto a la garantía a los
depósitos). Sin embargo, en el Art. 789 relativo al cuasiusufructo, dice que el usufructuario se
hace dueño.

- Clasificación de los Derechos Reales:

a) En cosa propia: Derecho de dominio; Derecho real de herencia

b) En cosa ajena:

i.- De goce: (Permiten la utilización directa de la cosa): Usufructo; Uso o habitación;


Servidumbre; Derecho de aprovechamiento de aguas.

ii.- De garantía: Prenda; Hipoteca; Censo (Art. 579).

2.- Derechos personales o créditos: "Son los que sólo pueden reclamarse de ciertas personas,
que, por un hecho suyo o la sola disposición de la ley, han contraído las obligaciones
correlativas; como el que tiene el prestamista contra su deudor por el dinero prestado, o el hijo
contra el padre por alimentos. De estos derechos nacen las acciones personales". (Art.578)

- Elementos del derecho personal:

a) Sujeto activo o acreedor.

b) Sujeto pasivo o deudor.

c) Objeto del derecho, el cual puede consistir en dar, hacer o no hacer algo.

La obligación de entregar una cosa, en nuestro Código Civil, es una obligación de dar, aunque
se discuta por algunos que es de hacer.
Por eso podemos decir que la obligación de dar es "aquella que tiene por objeto transferir o
constituir un derecho real, entregarla materialidad de la cosa o la tenencia de la misma o
restituirla a su dueño".

Ello resulta del artículo 1460, que dice: “Toda declaración de voluntad debe tener por objeto
una o más cosas que se trata de dar, hacer o no hacer. El mero uso de la cosa o su tenencia
puede ser objeto de la declaración”.

Por su parte, el artículo 1548 expresa: “La obligación de dar contiene la de entregar la cosa; y si
ésta es una especie o cuerpo cierto, contiene además la de conservarlo hasta la entrega, so
pena de pagar los perjuicios al acreedor que no se ha constituido en mora de recibir”.

Además, según el CPC el juicio ejecutivo que tiene por objeto la entrega de una cosa se rige
por el juicio ejecutivo de las obligaciones de dar.

De esta manera, resulta indiscutible que, para nuestro Código, la obligación de entregar ha
sido tratada como obligación de dar, aún cuando por su naturaleza sea una obligación de
hacer.

- Diferencias entre derechos reales y personales

a) En los derechos reales hay un sujeto pasivo indeterminado; En los derechos personales hay
un sujeto pasivo determinado;

b) El derecho real es un derecho absoluto, en cuanto puede oponerse a todas las personas; el
derecho personal es relativo, sólo puede oponerse a la persona obligada;

c) El derecho real se ejerce sobre una cosa determinada, salvo el derecho real de herencia que
se ejerce sobre una universalidad; el derecho personal puede ejercerse sobre cosas específicas
o genéricas, sobre hechos o abstenciones;

d) El derecho real otorga por lo general un derecho de persecución, para perseguir la cosa en
poder de quien la tenga y otorga un derecho de preferencia; el derecho personal no otorga un
derecho de persecución y otorga un derecho de preferencia cuando la ley lo establece. (Art.
2470).

e) Los derechos reales son limitados, sólo los que establece la ley; los derechos personales son
ilimitados, cuantas relaciones jurídicas se creen por la voluntad.

- Clasificación de los derechos en muebles e inmuebles (Art. 580)


"Los derechos reales y personales y las acciones que de ellos nacen se clasifican en muebles o
inmuebles" según la cosa en que han de ejercerse o se debe. Así el derecho de usufructo sobre
un inmueble es inmueble. Así la acción del comprador para que se le entregue la finca
comprada es inmueble; y la acción del que ha prestado dinero, para que se le pague, es
mueble".

El Art. 581 agrega: "Los hechos que se deben se reputan muebles". De esta manera la
obligación de hacer y no hacer es mueble.

Reiteramos que la obligación de entregar es de dar y por tanto podrá ser mueble o
inmueble según la cosa en que recaiga.

La obligación de entregar es de dar y no de hacer. Ello está corroborado por el


artículo 1548: "La obligación de dar contiene la de entregar la cosa; y si ésta es una especie o
cuerpo cierto, contiene además la de conservarlo hasta la entrega, so pena de pagar los
perjuicios de acreedor que no se ha constituido en mora de recibir".

D) Cosas genéricas y específicas

1.- Cosa específica o cuerpo cierto: Es la determinada por sus caracteres propios que la
distinguen de todas las demás de su género o especie.

Ejs.: Este perro, el auto patente XX 1111

2.- Cosa genérica: Es la determinada solo por sus caracteres comunes a todos los individuos de
su género o especie.

Ejs.: un perro, un caballo purasangre

Esta clasificación no la trata el Código a propósito de la clasificación de las cosas pero


sí alude a ella en la "sucesión por causa de muerte".

Art. 951 inc. 2°: "El título es universal cuando se sucede en una o más especies o cuerpos
ciertos, como tal caballo, tal cosa; o en una o más especies indeterminadas de cierto género,
como un caballo, tres vacas, seiscientos pesos fuertes, cuarenta fanegas de trigo".

A su vez, el Art. 1508 define las obligaciones de género: "Son aquellas en que se debe
indeterminadamente un individuo o de una clase o género determinado".
El Art. 1509 dice: "En la obligación de género, el acreedor no puede pedir determinadamente
ningún individuo del género y el deudor queda libre de ella, entregando cualquier individuo
del género, con tal que sea de una calidad a lo menos mediana".

- Importancia de esta clasificación

La obligación de conservar la cosa sólo rige respecto de las cosas específicas:

Art. 1548: "La obligación de dar contiene la de entregar la cosa; y si ésta es una especie o
cuerpo cierto, contiene además la de conservarla hasta la entrega, so pena de pagar los
perjuicios al acreedor que no se haya constituido en mora de recibir".

Art. 1549: "La obligación de conservar la cosa exige que se emplee en la custodia el cuidado
debido"

En cambio:

Art. 1510: "La pérdida de las cosas del género no extingue la obligación, y el acreedor no
puede oponerse a que el deudor los enajene o destruya, mientras subsistan otras para el
cumplimiento de lo que debe".

Ej.: Yo fabriqué 100 modelos de chalecos determinados. Un chaleco es un individuo


indeterminado, pero si se incendia la tienda, perece el género.

Por lo tanto el género no perece, salvo que perezcan todos los individuos del género.

Por lo tanto, la pérdida fortuita del cuerpo cierto extingue la obligación, pero no así la pérdida
de una cosa genérica.

Art. 1670: "Cuando el cuerpo cierto que se debe perece, o porque se destruye, o porque deja
de estar en el comercio, o porque desaparece y se ignora si existe, se extingue la obligación;
salvo empero las excepciones de los artículos subsiguientes.

Entonces, la teoría del riesgo, se refiere a quién pertenece el riesgo del cuerpo cierto que se
debe en los contratos bilaterales. El riesgo por regla general pertenece al acreedor.

Excepción: Art. 1550: Si el deudor está en mora de efectuar la entrega de la cosa o se ha


comprometido a entregar la cosa a dos o más personas. En este caso el cuerpo cierto que ha
perecido por caso fortuito, el riesgo es del deudor porque éste ha sobrevenido durante su
mora o porque se le sanciona por haberse obligado a entregar la cosa a dos o más personas. El
deudor pierde su derecho al precio.
Esta clasificación en cosas genéricas y específicas es importante porque la pérdida fortuita del
cuerpo cierto extingue la obligación del que lo debe, tanto en los contratos bilaterales como
unilaterales. (Art. 1670; es un modo de extinguir las obligaciones).

E) Cosas presentes y futuras

1.- Presentes: Son las que existen al momento de constituirse la relación jurídica.

2.- Futuras: Son las que no existen al momento de constituirse la relación jurídica, pero se
espera que existan (Art. 1461).

A este respecto, cabe citar los artículos 1813 y 1814 inc. 1°:

“Art. 1813. La venta de cosas que no existen, pero se espera que existan, se entenderá hecha
bajo la condición de existir, salvo que se exprese lo contrario, o que por la naturaleza del
contrato aparezca que se compró la suerte”.

“Art. 1814. La venta de una cosa que al tiempo de perfeccionarse el contrato se supone
existente y no existe, no produce efecto alguno”.

El artículo 2339 del contrato de fianza, según la cual si se afianza una obligación
futura el fiador podrá retractarse mientras la obligación principal no exista.

Según el Art. 2419, la hipoteca de cosa futura (bienes futuros) vale y sólo da derecho al
acreedor para inscribir la hipoteca a medida que se vayan adquiriendo los bienes.

F) Cosas principales y cosas accesorias

1.- Cosas principales: Es la que tiene vida jurídica independiente.

Ej.: el suelo

2.- Cosas accesorias: Es la que no tiene vida jurídica independiente y depende de


otra principal.

Ej.: Inmuebles por adherencia, los árboles.

- Otros criterios diversos que usa el mismo Código:


a) posibilidad de subsistir por sí mismo;

Ej. 1: El Art. 1442: Definición de contrato principal y accesorio.


Ej. 2: En la compraventa Art. 1829. En la venta de una vaca, yegua u otra hembra se
comprende la del hijo que lleva en el vientre o amamanta, pero no del que puede o
alimentarse por sí mismo.

b) El de la finalidad: Art. 570: Los inmuebles por destinación.

c) El del valor considerando el valor de afección: Ej.: Art. 659 (accesión)

d) El del volumen: Art. 661 (accesión)

Se extiende esta clasificación tanto a las cosas corporales como a las incorporales.

- Importancia de esta clasificación

El dueño de lo principal se hace dueño de lo accesorio (Art. 648).

Extinguido el derecho principal, se extingue el accesorio (Art. 2381 Nº 3 fianza)


(Art. 2434 hipoteca).

G) Cosas apropiables e inapropiables

1.- Apropiables: Las que son susceptibles de propiedad pública o privada.

2.- Inapropiables: Las que no son susceptibles de propiedad pública o privada.

Ej. Único: Art. 585 las cosas que la naturaleza ha hecho comunes a todos los hombres.

- Inalienables son las cosas no enajenables como las que la naturaleza ha hecho común a todos
los hombres, los bienes nacionales de uso público y los derechos personalísimos.

- Incomerciables son las cosas que la naturaleza ha hecho comunes a todos los hombres y los
bienes naciones de uso público en cuanto tales y las otras que disponga la ley.

- Cosas inapropiadas son las que actualmente no tienen dueño pero son apropiables: res
nullius y res derelictae. (Sólo bienes muebles puesto que los inmuebles siempre tienen dueño).

H) Cosas comerciables e incomerciables

1.- Cosas comerciables: Las que son susceptibles de dominio o posesión por los particulares.

2.- Cosas incomerciables: No son susceptibles de propiedad ni posesión por los particulares.
Ej.: Cosas que la naturaleza ha hecho comunes a todos los hombres y los bienes naciones de
uso público. Sobre éstas se puede tener un título legítimo de mera tenencia como las
concesiones y permisos.

Las cosas comerciables, por ser susceptibles de posesión por los particulares, su dominio se
puede ganar por prescripción. (Art. 2498 inc. 1°).

I) Cosas particulares y nacionales

1.- Cosas particulares: Aquellas en que el dominio pertenece a los particulares.

2.- Cosas nacionales: Cuyo dominio pertenece a la nación toda. Art. 589.

Pueden ser:

a) Bienes nacionales de uso público o bienes públicos: Si además su uso pertenece a todos los
habitantes de la nación (Art. 589) Ej. Calles, plazas, caminos, mar adyacente y playa de mar.

b) Bienes fiscales o bienes del Estado: Cuyo uso no pertenece generalmente a los habitantes
(Art. 589 inc. final).

Ej.: Las tierras, bienes que caen en comiso, las multas, los impuestos fiscales y municipales, las
herencias vacantes, los inmuebles destinados a los servicios públicos y los inmuebles sin
dueño.

c) Las minas: pertenecen al Estado y sólo se da a los particulares un derecho real de concesión.

J) Cosas consumibles y no consumibles

1.- Cosas consumibles: Aquellas que en razón de sus caracteres específicos se destruyen
naturalmente o inicialmente por su primer uso.

Ej.: Una fruta cualquiera

2.- Cosas no consumibles: Lo contrario.

La destrucción natural es el desaparecimiento físico de la cosa o la alteración de su substancia,


por el uso que se le da conveniente a su naturaleza.

Ej.: De la madera se hace un mueble.


La destrucción civil, consiste en la enajenación de la cosa.

Ej. 1: Las especies monetarias, perecen para el que los emplea como tales.

Ej. 2: El fabricante de ropa que la vende.

- Importancia de la clasificación:

Los contratos que constituyen un titulo de mera tenencia, sólo pueden recaer en
bienes no consumibles. (Se debe restituir la misma cosa).

Los derechos reales que otorgan el uso y goce de la cosa, sólo pueden recaer en
bienes no consumibles. Porque en los consumibles el uso y la disposición de la cosa se
confunden.

El depósito irregular en mi concepto no transfiere el dominio (Art. 2221). El cuasiusufructo sí


transfiere el dominio porque lo dice la ley (Art. 789).

Crítica al Art. 575: Confunde las cosas fungibles con las consumibles.

K) Cosas fungibles y no fungibles

1.- Cosas fungibles: Son aquellas que por presentar características iguales tienen
entre sí el mismo poder liberatorio.

- Poder liberatorio: Es el poder de liberar de la obligación o extinguirla.

2.- Cosas no fungibles: Lo contrario.

- Importancia de esta clasificación

a) En la compensación que opera por el sólo ministerio de la ley, sólo opera respecto
de las cosas fungibles (Art. 1656).

b) El mutuo sólo puede recaer sobre cosas fungibles. Cabe señalar que, de acuerdo a las
definiciones de cosas consumibles y fungibles que hemos dado, todas las cosas consumibles
son fungibles, pero no todas las fungibles son consumibles.

L) Cosas divisibles e indivisibles

1.- Cosas divisibles: Son las que admiten división física, intelectual o de cuota.
2.- Cosas indivisibles: Las que no admiten división alguna.

- Divisibilidad física: Ej. Un saco de trigo, porque no pierde su identidad el trigo. Un caballo no.

- Divisibilidad intelectual o de cuota: Es la que se hace en derecho.

Las cosas divisibles e indivisibles físicamente, siempre podrán ser divisibles intelectualmente.

Exc. Art. 1524: "La obligación de hacer construir una casa o de conceder una servidumbre de
tránsito son indivisibles".

En el caso de la servidumbre de tránsito, si fuera divisible no tendría sentido, pues unos podría
transitar por un trecho y otros por otro y lo que interesa es el poder transitar por todo el
camino, se transita o no se transita. Comúnmente se ha dicho por muchos autores que la
obligación de construir una casa es divisible porque la casa se puede construir por partes, lo
que es bastante común. Sin embargo, pensamos que la obligación de construir una casa, si se
divide, ya no es una obligación, sino varias obligaciones distintas, por lo tanto, la obligación es
indivisible. Creemos que toda obligación de hacer es indivisible.

También el Código dice que son indivisibles el derecho de hipoteca y el derecho de prenda.
(Arts. 2396, 2405 y 2408).

- Importancia de la clasificación:

a) Para las obligaciones divisibles e indivisibles (Arts. 1524 y 1526 Nº 5).

Según el Art. 1524 "las obligaciones son divisibles o indivisibles según si su objeto es
susceptible de división física, intelectual o de cuota".

Esta clasificación tiene importancia en las obligaciones de sujeto múltiple en que si la


obligación es indivisible cada uno de los deudores está obligado a pagar el total de la deuda
(Art. 1527). Así, si tres personas se obligan a construir una casa, cada uno debe construirla
completamente y no puede liberarse de la obligación construyendo un tercio de la casa.

Si la obligación es divisible puede pactarse solidaridad (Art. 1511). El objeto tiene que ser
divisible para que tenga sentido pactar solidaridad. En este caso ocurre lo mismo que en la
obligación indivisible pero no por la naturaleza del objeto de la obligación. Así, si tres personas
deben $900, lo normal es que cada una quede libre pagando $300, pero si pactan solidaridad,
el acreedor puede exigir a cualquiera pagar $900, sin perjuicio de que el que paga puede exigir
reembolso a sus codeudores.
b) Para los efectos de la partición de bienes, se distingue si la cosa que se va a partir es
divisible o indivisible (Art. 1337).

La voluntad de las partes puede hacer indivisible una obligación divisible.

Ej.: Pacto de indivisión entre los herederos (Art. 1317) y en cualquier contrato, en virtud de la
autonomía de la voluntad.

El artículo 1317 del Código Civil, con que se inicia la partición, dice que no se aplican sus reglas
a las servidumbres, a los lagos de dominio privado, ni a las cosas que la ley manda mantener
indivisas, como la propiedad fiduciaria (Art. 751). Otro caso en que la ley manda mantener las
cosas indivisas es la copropiedad inmobiliaria sobre edificios de departamentos y condominios.
Los lagos de dominio privado no existen en la actualidad.

M) Cosas singulares y cosas universales o universalidades

1.- Cosas singulares: Son las que constituyen una unidad natural y que no son
divisibles en su individualidad.

Ej.: Una vaca, un libro, una planta, un invento.

2.- Universalidades: Son un conjunto de cosas o bienes que trascienden las cosas
individuales que la componen. El todo no es igual a la suma de las partes.

Ejs. - La herencia (universalidad jurídica).

- Los rebaños y el ganado (Art. 788 y 1123) son universalidades de hecho.

- El ajuar de una casa, un amoblado de dormitorio o comedor, colecciones


científicas (Art. 574).

Tipos de Universalidades:

a) De hecho: Es un conjunto de cosas que a pesar de permanecer separadas forman un todo


por tener una común destinación económica.

Sus características:

i.- Son cosas autónomas y distintas entre sí;

ii.- Tienen un común destino económico;

iii.- Está constituido por bienes muebles;


iv.- No tiene pasivo.

Como consecuencia de lo anterior, la universalidad de hecho puede ser objeto de un solo acto
de disposición.

Asimismo, puede sufrir incrementos o disminuciones, permaneciendo como una unidad


compleja.

Normalmente, la universalidad de hecho (cuchillería, colección de sellos) tiene un valor


superior al de la suma de los individuos que la componen.

Ejemplos: biblioteca, colección, rebaño, establecimiento de comercio, empresa.

Agreguemos que, en nuestra opinión, es concebible una universalidad de hecho compuesta de


bienes muebles e inmuebles, como por ejemplo, una empresa cerrada, que no funciona.

b) Universalidades de derecho: Conjunto de bienes muebles e inmuebles que tienen activo y


pasivo ya que la ley les reconoce existencia.

Ej.:

i.- La herencia (Art. 951) La ley ha reglamentado su enajenación en cuanto tal.

ii.- Algunos piensan que el patrimonio es una universalidad jurídica. Es un error. El patrimonio
en cierto sentido, es una universalidad de hecho, pero más bien es una creación intelectual,
pues lo que caracteriza la universalidad es que puede ser objeto de un sólo acto de disposición
y ello no ocurre con el patrimonio.

iii.- La empresa es una universalidad de hecho salvo cuando, en el caso de quiebra se vende
como unidad económica, en ese caso es universalidad jurídica, pues se vende con su activo y
pasivo. (Art. 124 y siguientes de la Ley Nº 18.175 sobre Quiebras)

Los artículos 1811 y 2056 establecen prohibiciones respecto a la venta de una universalidad y a
constituir sociedades a título universal respectivamente.

Expresan los citados artículos:

“Art. 1811. Es nula la venta de todos los bienes presentes o futuros o de unos y otros, ya se
venda el total o una cuota; pero será válida la venta de todas las especies, géneros y
cantidades, que se designen por escritura pública, aunque se extienda a cuanto el vendedor
posea o espere adquirir, con tal que no comprenda objetos ilícitos.

Las cosas no comprendidas en esta designación se entenderán que no lo son en la venta: toda
estipulación contraria es nula”.
“Art. 2056. Se prohíbe toda sociedad a título universal, sea de bienes presentes y venideros, o
de unos u otros.

Se prohíbe asimismo toda sociedad de ganancias, a título universal, excepto entre cónyuges.

Podrán con todo ponerse en sociedad cuantos bienes se quiera, especificándolos”


III.- EL DOMINIO

A) Concepto

“El dominio (que se llama también propiedad) es el derecho real en una cosa corporal, para
gozar y disponer de ella arbitrariamente; no siendo contra la ley o contra derecho ajeno”. (Art.
582 inc. 1°).

El dominio es el poder jurídico más amplio que se puede tener sobre una cosa y cuando es
completo, comprende todos los otros derechos reales.

Sobre las cosas incorporales hay también una especie de propiedad. Así, el usufructuario es
dueño de su derecho de usufructo (art. 583). Es decir, la expresión especie utilizada por el art.
583, se refiere a algo semejante a la propiedad.

En consecuencia, en nuestra opinión, pueden ser objeto de dominio, en un sentido estricto,


sólo las cosas corporales, y de entre las incorporales, sólo los derechos reales y no los derechos
personales. Estos últimos no se poseen, no se pueden adquirir por prescripción ni
reivindicarse. Sobre los derechos reales también existe una especie de propiedad, algo
semejante a la propiedad, pero esa semejanza es mucho mayor que en los derechos
personales. Por esto, es que el Código Civil trata su posesión y su adquisición por prescripción,
cosa que no ocurre con los derechos personales.

Cabe destacar que los autores franceses también consideran que sobre las cosas corporales
existe verdadera propiedad y sobre las incorporales también estiman, por las mismas razones
que acabamos de dar, que existe algo muy semejante a la propiedad. Respecto de los derechos
personales, los franceses dicen, creemos con toda razón, que sólo se puede hablar de
propiedad de ellos para indicar que el titular del derecho personal excluye a toda otra persona.
Así, por ejemplo, el vendedor es el único titular del derecho a cobrar el precio de la venta. En
este es el único sentido en que se puede decir, según los franceses, que el vendedor es el
“dueño” del derecho personal sobre el precio.

Agreguemos que en los proyectos de Código Civil, don Andrés Bello hablaba de propiedad sólo
para referirse a las cosas corporales y de “cuasi propiedad” para referirse a los derechos. Otro
tanto hacía con la posesión; hablaba de posesión de las cosas corporales y de “cuasi posesión”
de las incorporales o derechos.
Sin embargo, en Chile, antes de la Constitución de 1980, los autores nacionales, en general,
consideraban que el artículo 582 se refería a una especie de propiedad, aquella sobre las cosas
corporales y el artículo 583 a otra especie de propiedad, aquella sobre las cosas incorporales o
derechos. Es evidente que estos autores no estaban en la razón, puesto que si se lee lo que
dice el artículo 582 que expresa: “El dominio (que se llama también propiedad) es el derecho
real en una cosa corporal, para gozar y disponer de ella arbitrariamente; no siendo contra la
ley o contra derecho ajeno”, y el artículo 583, que dice: “Sobre las cosas incorporales hay
también una especie de propiedad. Así, el usufructuario tiene la propiedad de su derecho de
usufructo”, se observará que para que hubiera dos especies de propiedad, una sobre las cosas
corporales y otra sobre las incorporales, tendría que existir un concepto genérico de propiedad
que comprendiera ambas especies. Pero ocurre que el concepto de dominio o propiedad –el
único que existe en nuestro Código Civil- es del artículo 582 que dice que la propiedad es el
derecho real sobre una cosa corporal. En este género no pueden caber las cosas incorporales.
Para que hubieran tenido razón estos autores, el derecho de dominio tendría que haber estado
definido simplemente como el que se tiene sobre una cosa, pero sin calificaciones, sin agregar
la expresión “corporal”.

Sin embargo, este asunto, antes de la Constitución de 1980, no levantaba gran polémica,
porque no había acción cautelar alguna, como existe hoy día, con el recurso de protección, que
protege directamente el derecho de propiedad. En consecuencia, fue esta protección al
derecho de propiedad (artículo 19 Nº 24), otorgada a través del artículo 20, lo que suscitó la
discusión acerca de si podían ser objeto de este recurso o acción cautelar, sólo los derechos
reales o también los personales. En más de algún fallo se acogieron protecciones respecto de
derechos personales.

Sin embargo, prontamente la jurisprudencia varió comenzando a rechazar estas protecciones,


fundándose en el argumento de que en los derechos personales había necesidad de un juicio
de lato conocimiento, para establecer con certeza su existencia. Es evidente que si se ampara
por la vía de la protección un derecho personal, como el derecho al precio que tendría el
vendedor, cómo podría después de la sentencia recaída en la protección discutirse en juicio
ordinario la existencia, validez o el cumplimiento por las partes del contrato que dio origen a
ese derecho personal.

En la Constitución Política de la República de 1980, se consagró, en el artículo 19 Nº 24, como


garantía constitucional, “El derecho de propiedad en sus diversas especies, sobre toda clase de
bienes corporales o incorporales”.

Basándose en esta disposición constitucional, parte de la doctrina ha señalado que existe


dominio sobre los derechos personales, ya que sería una de sus “diversas especies”. Quienes
así piensan, siguen en la lógica de sostener que los artículos 582 y 583 del Código Civil se
consagran dos especies de propiedad, lo que ya hemos demostrado que es un manifiesto error.

Lo que realmente complica, es que el artículo 19 Nº 24, señala que se garantiza el dominio
sobre toda clase de bienes corporales o incorporales, sin distinguir entre derechos reales y
personales, en las cosas incorporales.

Todavía, la expresión garantiza “El derecho de propiedad en sus diversas especies sobre toda
clase de bienes corporales o incorporales”, hace más difícil de comprender la disposición,
porque no sabemos, ya señalado que garantiza la propiedad de las cosas corporales e
incorporales, qué se quiso decir, en sus diversas especies.

Algunos destacados autores de derecho constitucional han dicho que esta expresión se refiere
a la propiedad fiduciaria, a la nuda propiedad o, incluso, a otras clases de propiedad, pero
nada de ello consta en la historia de la norma constitucional.

Finalmente, en nuestra opinión, y siguiendo la doctrina que expusiéramos al comienzo, es


decir, en la misma línea que la doctrina francesa, estimamos que el recurso de protección
ampara la “verdadera propiedad” consagrada en el artículo 582 del Código Civil y la muy
semejante especie propiedad que existe sobre los derechos reales, referidos en el artículo 583,
que como ya explicáramos se poseen, se adquieren por prescripción y se reivindican de la
misma manera que las cosas corporales.

B) Características

1.- Es un derecho absoluto: el titular del dominio puede ejercer sobre la cosa todas las
facultades posibles, teniendo como límites sólo la ley y el derecho ajeno.

2.- Es un derecho exclusivo: el dominio supone un titular único, aunque sean muchas
personas; lo que no se opone a que existan sobre la cosa otros derechos reales que el dueño
deba respetar.

3.- Es un derecho perpetuo: en el sentido que no está sujeto a limitación en el tiempo (dura
cuanto dura lo cosa en que se ejerce). Sólo se pierde cuando otra persona adquiere el dominio
por prescripción.

Don Fernando Rozas estimaba que esta es una característica de la naturaleza, puesto que la
propiedad fiduciaria no es perpetua, ya que está sujeta al gravamen de pasar a otra persona
por el hecho de verificarse una condición (Art. 733 inc. 1°)
C) Atributos del Dominio

1.- Usar la cosa: habilita al dueño para servirse de la cosa tal cual es, sin referirse a los frutos, y
sin que su utilización importe la destrucción inmediata de la cosa.

2.- Gozar de la cosa: habilita al dueño para apropiarse de los frutos y productos de la cosa, sea
que emanen de ella o se obtengan con ocasión de ella.

3.- Disponer de la cosa: habilita al dueño para destruir materialmente la cosa, para consumirla
o para desprenderse de ella.

Cuando los tres atributos se encuentran reunidos en el mismo titular se habla de propiedad
plena, absoluta, completa.

Sin embargo, los referidos atributos pueden separase y se habrá desmembrado el derecho de
dominio: la propiedad separada del goce de la cosa, se llama mera o nuda propiedad (art. 582
inc. 2°).

- La facultad de disposición, y específicamente la de enajenar, puede encontrarse suspendida:

a) Por disposición de la ley:

i.- los derechos personalísimos, como los de uso y habitación (arts. 819 y 1464 Nº 2)

ii.- las cosas embargadas por decreto judicial, a menos que el juez lo autorice, o el acreedor
consienta en ello (art. 1464 Nº 3).

iii.- las especies cuya propiedad se litiga, sin permiso del juez que conoce del litigio (art.
1464Nº 4)

b) Por voluntad del hombre:

i.- el constituyente de la propiedad fiduciaria puede prohibir su enajenación por acto entre
vivos (art. 751).

ii.- el donante puede prohibir la enajenación, por acto entre vivos, de las cosas donadas (art.
1432).

iii.- el constituyente puede prohibir al usufructuario ceder su usufructo (art. 793 inc. 3°).

Mucho se ha discutido sobre la validez de las cláusulas de no enajenar, porque se considera


que la facultad de disposición es de la esencia del dominio y porque uno de los principios que
inspira al Código Civil es el de la libre circulación de los bienes. Nosotros creemos que las
cláusulas de no enajenar son válidas, pero no impiden la enajenación, y de producirse ésta, se
infringe una obligación de no hacer lo que se traduce en la indemnización de perjuicios, de
acuerdo al art. 1555.

Para que la enajenación de una cosa produzca efectos jurídicos es necesario:

i.- que el que dispone de la cosa sea el titular del derecho de propiedad.

ii.- que el que dispone de la cosa tenga capacidad de ejercicio.

iii.- que el derecho de que se dispone sea apto para que su titular se desprenda de él.

D) Limitaciones del Dominio

1.- Las obligaciones reales: las que afectan al propietario o poseedor por el sólo hecho de
serlo. Por ejemplo, cortar las ramas de los árboles que pasan a la propiedad del vecino.

2.- El abuso del derecho: hay abuso del derecho cuando los actos que importan su ejercicio
son contrarios a los fines económicos o sociales del mismo, o cuando, sin utilidad para su
titular, se realizan principalmente para causar mal a otro (la sanción es la indemnización de
perjuicios).

3.- Las establecidas en el art. 732: a) la propiedad fiduciaria; b) el usufructo, el uso y la


habitación; y c) las servidumbres.

E) Protección del derecho de dominio

El derecho de dominio se encuentra protegido por:

1.- la acción real que emana del derecho real de dominio: acción reivindicatoria.

2.- el recurso de protección, que protege la garantía constitucional consagrada en el art. 19 Nº


24 de la Constitución.

3.- la acción de precario que trata el Art. ……. Del Código Civil.

F) Clasificación de la propiedad

1.- según su extensión:

a) propiedad plena: la que autoriza al titular para ejercer todas las facultades del dominio.
b) nuda o mera propiedad: aquella en que el titular está despojado de las facultades de usar y
gozar de la cosa.

c) propiedad absoluta: la que no está sujeta a condición alguna en cuanto a su término o


duración.

d) propiedad fiduciaria: la que está sujeta al gravamen de pasar a otra persona por el hecho de
verificarse una condición.

2.- según su titular:

a) individual: aquella en que el titular es una sola persona.

b) copropiedad o condominio: la que tiene por titular a varias personas

3.- según su objeto:

a) civil: la que reglamenta el Código Civil.

b) intelectual e industrial: la que está constituida por las producciones del talento o del ingenio
de sus autores (y se rige por leyes especiales) (art. 584)

G) Extensión objetiva de la propiedad

Este problema se presenta en relación con los inmuebles:

1.- plano horizontal: se determina por los deslindes. Si ellos no existen o no están
correctamente fijados, la ley establece el procedimiento para la demarcación (arts. 842 y 843).

2.- subsuelo: no hay norma expresa, pero se estima que el dueño del suelo lo es también del
subsuelo (al edificar, plantar o sembrar se utiliza el subsuelo). Sin embargo, debe tenerse en
cuenta que el Estado es dueño de todas las minas, sin perjuicio de otorgar a los particulares el
derecho real de concesión.

3.- espacio aéreo: para algunos autores, el dueño del suelo tiene derecho sobre el espacio
aéreo hasta la altura que sea útil para el uso del inmueble. Otros autores sostienen que el
espacio aéreo no es susceptible de dominio.

Don Femando Rozas estima que el dueño del suelo tiene derecho para edificar, plantar,
sembrar y utilizar el suelo usando el espacio aéreo que hay sobre él.
IV.- LOS MODOS DE ADQUIRIR EL DOMINIO

A) Concepto

Son hechos o actos jurídicos a los que la ley atribuye la facultad de hacer nacer o traspasar el
dominio.

B) Cuáles son los modos (Art. 588)

- La ocupación

- La accesión

- La tradición

- La sucesión por causa de muerte

- La prescripción adquisitiva.

- Debemos agregar la ley, que a veces es un modo de adquirir, como ocurre por ejemplo en el
caso de las expropiaciones.

C) El título y el modo de adquirir

La doctrina clásica romana exige para que se adquiera el dominio la existencia de un título
(que lo consideran causa eficiente) y un modo de adquirir.

Los contratos en nuestro derecho no sirven por sí solos para transferir el dominio y sólo
engendran derechos personales.

De esta forma "el modo de adquirir" es la causa próxima de la adquisición del dominio de las
cosas corporales e incorporales. "El título" es el antecedente, la causa remota de la
adquisición del dominio.

Así, por ejemplo, en una compraventa, el comprador adquiere el dominio por la "tradición" y el
contrato de compraventa es el título que tiene la aptitud de servir para que el dominio se
adquiera por la tradición.
Igualmente en la sucesión por causa de muerte, el legatario de una especie adquiere el
dominio por sucesión por causa de muerte y le sirve de título el testamento; el legatario de
género adquiere el dominio por tradición y le sirve de título el testamento; al heredero, para
adquirir el derecho real de herencia, le sirve de título el testamento o la ley.

En el derecho francés, los contratos transfieren el dominio. Sin embargo, tratándose de bienes
raíces, se requiere además la "inscripción" en el Registro de Propiedad, puesto que de lo
contrario la transferencia del dominio es inoponible a terceros.

D) Clasificación de los modos de adquirir el dominio

1.- Originarios y derivativos

a) Originarios: Son los que hacen adquirir el dominio independientemente, sin tomar en
cuenta el dominio anterior.

Son: La ocupación, la accesión y la prescripción adquisitiva.

Algunos autores piensan que en los modos originarios no se requiere de un título inmediato
que sirva de antecedente a la adquisición del dominio.

Otros estiman que en los modos originarios el título inmediato es la propia ley que reglamenta
la forma como se adquiere el dominio.

Por último, digamos que todos están de acuerdo en que el título de la adquisición del dominio
es la ley.

b) Derivativos: Son los que hacen adquirir el dominio considerando el dominio del anterior
dueño de la cosa.

Son: La tradición y la sucesión por causa de muerte.

La importancia de la clasificación es enorme.

En los modos originarios para medir o saber el derecho que se adquirió sólo se atiende al
adquirente.

En los modos derivativos, para saber qué adquirió el adquirente se atiende al derecho que
tenía el antecesor.

El tradente no puede transferir más derechos que los que tiene y el adquirente no puede
adquirir más derechos de los que tenía su tradente. Por eso, si el vendedor no era dueño, el
comprador sólo podrá llegar a adquirir el dominio por prescripción, pero no lo adquiere por la
tradición.

2.- A título universal y a título singular

a) A título universal: Es aquel en que se adquiere todo el patrimonio de una persona o una
cuota de él (Art. 951).

b) A título singular: Es aquel en que se adquiere el dominio de una especie o cuerpo cierto o
de una especie indeterminada de cierto género (Art. 951).

La ocupación y la accesión siempre son a título singular.

La sucesión por causa de muerte, la tradición y la prescripción pueden ser a título singular o a
título universal.

La tradición y la prescripción son generalmente a título singular pero pueden ser a título
universal, la tradición cuando se cede el derecho real de herencia y la prescripción cuando se
adquiere el derecho real de herencia (Art. 1909, 1910 y 2512).

3.- Onerosos y gratuitos

a) Onerosos: Aquellos que imponen al adquirente un sacrificio pecuniario.

b) Gratuitos: Aquellos que no importan un sacrificio pecuniario para el adquirente.

Son gratuitos la ocupación y la prescripción.

La tradición puede ser a título gratuito u oneroso. Cuando el título es la venta es a título
oneroso, cuando el título es la donación, es a título gratuito.

La accesión es a título gratuito generalmente pero puede ser a título oneroso.

4.- Por acto entre vivos y por causa de muerte

a) Entre vivos: No requiere para operar la muerte de una persona.

b) Por causa de muerte: Requiere la muerte de una persona para que opere el modo de
adquirir.

Sólo es de esta última clase la sucesión por causa de muerte.

Finalmente, digamos que la ley como modo de adquirir el dominio puede ser originario o
derivativo, a título singular o universal, gratuito u oneroso, etc. Habrá que examinar caso a
caso la ley de que se trate para determinar su naturaleza como modo de adquirir el dominio.
E) Qué derechos pueden adquirirse mediante los modos de adquirir el dominio

Se puede adquirir el dominio de las cosas corporales y de los demás derechos reales y aún los
derechos personales (especie de propiedad o titularidad, según ya explicáramos)

Mediante la ocupación sólo se adquiere el dominio de las cosas muebles.

Mediante la accesión puede adquirirse el dominio de las cosas corporales muebles e


inmuebles.

Por la prescripción se adquiere el dominio de las cosas corporales muebles e inmuebles, de los
demás derechos reales aún el de herencia que recae sobre universalidades.

Mediante la sucesión por causa de muerte, la tradición y la ley puede adquirirse el dominio de
las cosas corporales muebles e inmuebles, de los demás derechos reales, aún el de herencia, y
los derechos personales muebles o inmuebles.

F) Imposibilidad de adquirir el dominio por varios modos

Quien ya es dueño no puede adquirir nuevamente el dominio de lo que ya es suyo.

La posesión (que es un hecho) puede tenerse por varios títulos (Art. 701).

G) Los modos de adquirir el dominio y su naturaleza jurídica

Son actos jurídicos: la ocupación, la tradición y la ley.

Son hechos jurídicos propiamente tales la prescripción y la sucesión por causa de muerte.

Es hecho jurídico del hombre o de la naturaleza o propiamente tal, la accesión según los casos.
V.- LA OCUPACIÓN

A) Concepto

La definición de la Ocupación, como modo de adquirir el dominio, está tratada en el Art. 606
del Código Civil, el cual dispone: “por la ocupación se adquiere el dominio de las cosas que no
pertenecen a nadie, y cuya adquisición no es prohibida por las leyes chilenas, o por el Derecho
Internacional.

Así, la Ocupación es un modo de adquirir el dominio de las cosas que no pertenecen a nadie y
cuya adquisición no está prohibida por las leyes chilenas, o por el Derecho Internacional,
mediante la aprehensión material de ellas con la intención de adquirirlas. (Art. 606)
B) Requisitos

1.- Que la cosa no pertenezca a nadie (res nullius)

Son las cosas que nunca han tenido dueño, como los animales bravíos, y las que tuvieron y
dejaron de tenerlo, ya porque han sido abandonadas para que las haga suyas el primer
ocupante (res derelictae), ya por haber permanecido largo tiempo ocultas, como los animales
domesticados que recuperan su libertad y el tesoro.

En razón que el Art. 590 del Código Civil señala que son bienes del Estado todas las tierras que,
estando dentro de los límites territoriales, carecen de otro dueño, se desprende que la
ocupación sólo opera respecto de las cosas muebles. Además, debe tenerse presente que los
yacimientos mineros pertenecen al dominio absoluto exclusivo, inalienable e imprescriptible
del Estado (Art. 19 N° 24, inciso 6 de la Constitución; Art. 591 del CC), razón por la cual los
yacimientos mineros no pueden ser adquiridos por “ocupación”; otro tanto sucede con las
aguas, las que atendida su naturaleza, son bienes inmuebles salvo que se destinen
permanentemente al uso, cultivo o beneficio de un inmueble (Art. 4 del Código de Aguas),
pues las aguas, de acuerdo al Art. 5 del mismo Código de Aguas, son “bienes nacionales de uso
público” y lo que se otorga a los particulares en un derecho real para aprovecharlas, que se
denomina “derecho de aprovechamiento de aguas” (en materia minera, el aprovechamiento
de los particulares de la riqueza minera se deriva de la llamada “concesión minera”, la cual se
define también como un derecho real [Art. 2 del Código de Minería], concesión que se
constituye por resolución judicial y que habilita para explorar o explotar, según la especie de
concesión minera que se trate, los yacimientos mineros) .

2.- Que la adquisición no esté prohibida por ley

Ya se verá, que un tipo de Ocupación es la ocupación de especies animadas. La caza y la pesca


son especies de ocupación por la cual se adquiere el dominio de los animales bravíos o
salvajes. Pues bien, la legislación especial consagra prohibiciones para, por ejemplo, cazar y
pescar, debiendo respetarse las llamadas vedas.
3.- Que haya aprehensión material de la cosa

Este requisito se refiere a tomar físicamente la cosa, o a realizar actos que manifiesten la
intención de tomar la cosa, como en el caso de las trampas instaladas para los efectos de cazar
o pescar, o como en el caso en que el cazador ha herido a un animal y va en su búsqueda sin
que se le pueda escapar (Art. 617 CC).

Atendido que se requiere aprehensión material, es que no pueden ocuparse los derechos.

Así, este modo de adquirir opera sólo respecto de las cosas corporales muebles.

4.- Que haya intención de adquirir el dominio

Es un acto jurídico, ya que existe esta intención. Por esto, los absolutamente incapaces no
pueden adquirir por ocupación.

C) Clases de Ocupación

1.- De cosas animadas

a) Caza y Pesca: Por ellas se adquiere el dominio de los animales bravíos (art. 607) que son los
que viven naturalmente libres e independientes del hombre, como las fieras y los peces.

El Art. 608 del Código Civil clasifica a los animales según su dependencia o no del hombre. Así,
los animales bravíos o salvajes, son aquellos que viven naturalmente libres e independientes
del hombre; animales domésticos, aquellos que viven ordinariamente bajo la dependencia del
hombre; y, animales domesticados, aquellos que no obstante ser bravíos por naturaleza, sin
embargo se han acostumbrado a la domesticidad y reconocen en cierto modo el imperio del
hombre.

Pues bien, por la caza y la pesca, como se acaba de decir, se adquiere el dominio de los
animales bravíos, razón por la cual no pueden ocuparse los animales domésticos, que son los
que viven ordinariamente bajo dependencia del hombre, como las gallinas y las ovejas, pues
éstos tienen dueño, y su dominio no se extingue porque se fuguen aun cuando entren en
tierras ajenas.

Los domesticados, que son los que sin embargo de ser bravíos por naturaleza, se acostumbran
a la domesticidad y reconocen en cierto modo el imperio del hombre, mientras conservan la
costumbre de volver al amparo del hombre siguen la regla de los domésticos, pero si pierden
esa costumbre, recobrando su libertad natural, se vuelven bravíos.

Se entiende que se ha cazado o pescado un animal desde que se ha tomado materialmente, o


se ha herido gravemente y ya no le sea fácil escapar mientras persista en la búsqueda, o desde
que ha caído en las trampas o redes (Art. 617 CC).

Pero si el animal herido entra en tierras donde está prohibido cazar, el dueño del predio puede
hacerlo suyo (Art. 617 inciso 2° CC).

Se puede cazar en las tierras propias o en las ajenas pero con permiso del dueño; pero siempre
el ejercicio de la caza está sujeto a la legislación especial que la regule. Si se caza en tierras
ajenas sin permiso del dueño y cuando por ley es necesario obtenerlo, lo que se cace será,
precisamente, para el dueño del predio, quien –además- posee acción para reclamar por los
perjuicios que se le haya causado.

Los pescadores pueden hacer de las playas de mar y de las tierras contiguas hasta la distancia
de ocho metros de la playa, el uso necesario para la pesca, pero sin tocar los edificios o
construcciones que haya ni atravesar las cercas.

b) Situación de las abejas y palomas: El artículo 619 dispone que los anímales bravíos
pertenecen al dueño de las jaulas, pajareras, colmenas, corrales, etc. en que están encerrados.
Pero agrega que cuando recobran su libertad natural cualquiera puede hacerlos suyos mientras
el dueño no los vaya persiguiendo teniéndolos a la vista.
Esta disposición se aplica a las abejas y a las palomas, sin perjuicio de lo establecido en los
artículos 620 y 621 respecto de ellas.

Dice el Art. 620: “Las abejas que huyen de la colmena y posan en árbol que no sea del dueño
de ésta, vuelven a su libertad natural, y cualquiera puede apoderarse de ellas, y de los panales
fabricados por ellas, con tal que no lo hagan sin permiso del dueño en tierras ajenas, cercadas
o cultivadas, o contra la prohibición del mismo en las otras; pero al dueño de la colmena no
podrá prohibirse que persiga a las abejas fugitivas en tierras que no estén cercadas ni
cultivadas”.

Por su parte, expresa el Art. 621: “Las palomas que abandonan un palomar y se fijan en otro,
se entenderán ocupadas legítimamente por el dueño del segundo, siempre que éste no se
haya valido de alguna industria para atraerlas y aquerenciarlas.

En tal caso estará obligado a la indemnización de todo perjuicio, inclusa la restitución de las
especies, si el dueño la exigiere, y si no la exigiere, a pagarle su precio”.

2.- De cosas inanimadas

a) Invención o Hallazgo: especie de ocupación por la cual el que encuentra una cosa inanimada
que no pertenece a nadie, adquiere su dominio, apoderándose de ella. El Art. 624 del Código
Civil, señala que la invención o hallazgo, es una especie de ocupación por el cual el que
encuentra una cosa inanimada que no pertenece a nadie, adquiere su dominio, apoderándose
de ella.

El Código señala que de este modo se adquieren las piedras conchas y otras sustancias que
arroja el mar, que no presentan señales de dominio anterior.

De la lectura del citado Art. 624, se desprende que hay dos clases de invención: En primer
lugar, aquella que emana del mismo inciso 1° y por el cual el objeto de dominio es una cosa
que no pertenece a nadie; pero también están las llamadas res derelictae, esto es, las cosas
abandonadas al primer ocupante, éstas se adquieren siempre que el abandono sea manifiesto,
con intención de desprenderse, pues de lo contrario, se entenderá que se trata de especies al
parecer perdidas, debiendo-en tal caso- seguirse las reglas de los arts. 629 y siguientes del
Código Civil; finalmente constituye una especie de Invención o Hallazgo, el descubrimiento de
un tesoro: Se llama tesoro a las monedas, joyas u otros efectos preciosos que elaborados por
el hombre han estado sepultados por largo tiempo sin que haya memoria ni indicio de su
dueño. En el caso del tesoro, el dominio se adquiere desde que es descubierto y se divide por
partes iguales entre el dueño del terreno y el descubridor, pero el que hizo el descubrimiento
tiene derecho a su parte sólo si buscó el tesoro con permiso del dueño, o si el descubrimiento
fue fortuito.

b) Captura bélica: Constituida por las propiedades que se toman en guerra de nación a nación,
no sólo a los enemigos, sino también a los neutrales, y aún a los aliados y nacionales. Sólo el
Estado se hace dueño de las propiedades que se toman en guerra de nación a nación, ya que
las presas hechas por bandidos, piratas o insurgentes, no transfieren el dominio (Art. 641 CC).

3.- Especies muebles al parecer perdidas y especies náufragas

Las especies al parecer perdidas son cosas muebles que presentan señales de dominio anterior
y en que no consta la intención del dueño de abandonarlas, por lo que no pueden ser objeto
de ocupación.

El Código establece un procedimiento que tiene por objeto encontrar al dueño, disponiendo
que quien encuentre la cosa debe ponerla a disposición de la Municipalidad correspondiente.
A este respecto se refieren los artículos 629 y siguientes del Código Civil, haciéndose presente
que un sector de la doctrina ha estimado que la disposición del Art. 632, inciso 2°, constituye
una “declaración unilateral de voluntad” por parte del dueño de la especie perdida y que ha
sido recuperada, toda vez que toca a quien encontró dicha especie elegir entre el premio de
salvamento que le corresponde (Art. 630 CC) o la recompensa ofrecida por el dueño, si éste
hubiese ofrecido la misma.

Las especies náufragas se refieren a la carga y los fragmentos de un buque o efectos


pertenecientes a él. Las personas que las vean o sepan de ellas deben denunciarlas a la
autoridad, y si se las apropiaren quedarán sujetos a la acción de perjuicios y a la pena de hurto
(Art. 635 CC).
VI.- LA ACCESIÓN

A) Concepto

Modo de adquirir por el cual el dueño de una cosa pasa a serlo de lo que ella produce, o de lo
que se junta a ella. (Art. 643)

B) Clases

1.- Accesión de frutos o discreta: es la que proviene de la cosa misma, sea por el nacimiento o
producción. Se manifiesta en la generación de productos o frutos.

2.- Accesión propiamente tal o continua: es la que resulta al agregarse una cosa a otra,
formándose un todo con individualidad propia.

Puede ser:

- de inmueble a inmueble

- de mueble a mueble

- de mueble a inmueble

C) Naturaleza jurídica

En opinión de algunos, toda accesión, sea de frutos o propiamente tal, es un modo de adquirir
el dominio, tal como lo señala el artículo 643 ya citado. Otra parte de la doctrina estima que
sólo la accesión propiamente tal es un modo de adquirir el dominio. La accesión de frutos no
sería accesión ni modo de adquirir el dominio, sino sólo una facultad del dominio, sería el
ejercicio de la facultad de goce.
D) Accesión de frutos o discreta

La accesión de frutos comprende tanto la accesión de frutos como de productos, lo cual tiene
importancia, ya que hay disposiciones que otorgan derecho a los frutos a terceros.

- Productos y Frutos

Sin perjuicio de que el Código Civil no distingue estos conceptos, la doctrina sí lo ha hecho:

1.- Productos: Aquellas cosas que derivan de otra, pero sin periodicidad y con detrimento de la
sustancia. Ejs.: Metales de una mina, piedras de una cantera.

2.- Frutos: Aquellas cosas que en forma periódica y sin detrimento de la sustancia, produce
una cosa. Ejs.: frutas, leche, rentas de arrendamiento.

Los frutos se clasifican en:

a) Frutos naturales: Son los que da la naturaleza, ayudada o no de la industria humana. (Art.
644)

Los frutos naturales pueden encontrarse en los siguientes estados: (art. 645)

i.- Pendientes: Mientras adhieren a la cosa que los produce. (Ej. Plantas arraigadas al suelo)
ii.- Percibidos: Los que han sido separados de la cosa productiva. (Ej. Frutas y granos
cosechados)

iii.- Consumidos: Los que se han consumido verdaderamente o se han enajenado.

b) Frutos civiles: Son las utilidades que se obtienen de una cosa por el uso o goce que de ella
se da a un tercero.

Ejs.: - precios o cánones de arrendamiento;

- intereses de capitales exigibles (mutuo, precio de venta a plazo);

- intereses de capitales impuestos a fondo perdido (renta vitalicia).

Los frutos civiles pueden encontrarse (art. 647):

i.- Pendientes: Mientras se deben.

ii.- Percibidos: Desde que se cobran. Sin perjuicio de que el Código diga expresamente esto, el
profesor Fernando Rozas estimaba que deben llamarse percibidos desde que se reciben, ya
que si se cobran y no se pagan, aún se deben, por lo que estarían pendientes. Determinar
cuándo se entienden percibidos tiene importancia, por ejemplo, para el poseedor de buena fe
vencido en la reivindicación, quien no está obligado a restituir los frutos percibidos antes de la
contestación de la demanda.

Por su parte, fruto devengado, es el fruto al que se ha adquirido derecho por cualquier título.
Los frutos civiles se devengan día a día.
Finalmente, digamos que tanto los frutos naturales como civiles pertenecen al dueño de la
cosa, salvo cuando por disposición de la ley (poseedor de buena fe, frutos de los bienes del
hijo sujeto a patria potestad) o por un hecho del hombre (usufructo) pertenecen a un tercero.

E) Accesión propiamente tal o continua

Es la que se tiene lugar cuando dos o más cosas de diferente dueño se unen de manera que
pasan a constituir un todo.

Por regla general, el dueño de lo principal se hace dueño de lo accesorio.

1.- Accesión de inmueble a inmueble

a) Aluvión: Aumento que recibe la ribera de la mar o de un río o lago por el lento e
imperceptible retiro de las aguas (art. 649).

El retiro debe ser lento e imperceptible y, además, definitivo, ya que el suelo que el agua ocupa
y desocupa alternativamente en sus creces y bajas periódicas forma parte de la ribera o cauce
y no accede mientras tanto a las heredades contiguas (art. 650 inc. 2°)

El aluvión accede a los predios riberanos dentro de sus líneas de demarcación prolongadas
hasta el agua (art. 650 inc. 1°).

El artículo 651 dispone que si las líneas de demarcación prolongadas se cortan una a otra antes
de llegar al agua, el triángulo formado por ellas y por el borde del agua debe dividirse en dos
partes iguales por una línea recta tirada desde la intersección hasta el agua, accediendo una
parte a cada predio.
b) Avulsión: Aumento que experimenta un predio cuando por una avenida u otra fuerza
natural violenta le es transportada parte del suelo de otro predio (art. 652)

El terreno transportado pertenece al que era su dueño al tiempo del hecho, pero sólo para el
efecto de llevárselo teniendo un año para reclamarlo. Pasado este año, se hace dueño de él, el
dueño del terreno al que fue transportado.

c) Mutación del cauce de un río o división de éste en dos brazos que no vuelven a juntarse: Los
propietarios riberanos pueden ser autorizados por la Municipalidad para hacer las obras
necesarias para que las aguas vuelvan a su cauce.

La parte del cauce que permanentemente quede en seco, accede a las heredades contiguas,
como el terreno de aluvión.

Concurriendo los riberanos de un lado con los del otro, una línea longitudinal dividirá el nuevo
terreno en dos partes iguales; y cada una de éstas accederá a las heredades contiguas, como
en el caso de aluvión. (art. 654)

Las mismas reglas se aplican para el caso que un río se divida en dos brazos que no vuelvan a
juntarse.

- Heredad inundada

El artículo 653 dispone que si una heredad ha sido inundada, el terreno restituido dentro de
los cinco años subsiguientes volverá a los antiguos dueños.

A este respecto, dispone el artículo 2502 que la posesión se interrumpe naturalmente:


“1. Cuando sin haber pasado la posesión a otras manos, se ha hecho imposible el ejercicio de
actos posesorios, como cuando una heredad ha sido permanentemente inundada”

Finalmente, digamos que si el terreno es restituido pasados los cinco años siguientes a la
inundación, éste accede a las heredades riberanas por aluvión.

d) Formación de una nueva isla: El artículo 656 dispone que respecto de las nuevas islas que no
hayan de pertenecer al Estado, es decir, las que se formen en ríos o lagos que no puedan
navegarse por buques de más de cien toneladas, se seguirán las siguientes reglas:

i.- La nueva isla se mirará como parte del cauce o lecho, mientras fuere ocupada y desocupada
alternativamente por las aguas en sus creces y bajas periódicas, y no accederá entre tanto a las
heredades riberanas.

ii.- La nueva isla formada por un río que se abre en dos brazos que vuelven después a juntarse,
no altera el anterior dominio de los terrenos comprendidos en ella; pero el nuevo terreno
descubierto por el río accederá a las heredades contiguas, como en el caso del río que cambia
su cauce.

iii.- La nueva isla que se forme en el cauce de un río, accederá a las heredades de aquella de las
dos riberas a que estuviere más cercana toda la isla; correspondiendo a cada heredad la parte
comprendida entre sus respectivas líneas de demarcación, prolongadas directamente hasta la
isla y sobre la superficie de ella.

Si toda la isla no estuviere más cercana a una de las dos riberas que a la otra, accederá a las
heredades de ambas riberas; correspondiendo a cada heredad la parte comprendida entre sus
respectivas líneas de demarcación prolongadas directamente hasta la isla y sobre la superficie
de ella.
Las partes de la isla que en virtud de estas disposiciones correspondieren a dos o más
heredades, se dividirán en partes iguales entre las heredades comuneras.

iv.- Para la distribución de una nueva isla, se prescindirá enteramente de la isla o islas que
hayan preexistido a ella; y la nueva isla accederá a las heredades riberanas como si ella sola
existiese.

v.- Los dueños de una isla formada por el río adquieren el dominio de todo lo que por aluvión
acceda a ella, cualquiera que sea la ribera de que diste menos el nuevo terreno abandonado
por las aguas.

vi.- La nueva isla que se forme en un lago accederá a las heredades de todas sus riberas,
correspondiendo a cada heredad la parte comprendida entre sus respectivas líneas de
demarcación prolongadas directamente hasta la isla y sobre la superficie de ella. Pero no
tendrán parte en la división del terreno formado por las aguas, las heredades cuya menor
distancia de la isla exceda a la mitad del diámetro de ésta, medido en la dirección de esa
misma distancia.

2.- Accesión de mueble a mueble

a) Adjunción: Es una especie de accesión que se verifica cuando dos cosas muebles
pertenecientes a distintos dueños se juntan una a otra, pero de modo que puedan separarse y
subsistir cada una después de separadas; como cuando el diamante de una persona se engasta
en el oro de otra o en un marco ajeno se pone un espejo propio. (art. 657)

i.- Si la unión se produce sin conocimiento de una de las partes y sin mala fe de la otra, el
dueño de lo principal se hace dueño de lo accesorio, pero con el gravamen de pagarle al dueño
de lo accesorio su valor. (art. 658)
Si el dueño de lo accesorio hizo uso de la materia principal, el dueño de ésta puede pedir que
se le restituya otro tanto de la misma naturaleza, calidad y aptitud o su valor en dinero. (art.
665) Pero en este caso, el dueño de lo accesorio se hará dueño de lo principal.

En todos los casos en que al dueño de una de las dos materias unidas no sea fácil reemplazarla
por otra de la misma calidad, valor y aptitud, y pueda separarse sin deterioro de lo demás, el
dueño de ella, sin cuyo conocimiento se haya hecho la unión, podrá pedir su separación y
entrega, a costa del que hizo uso de ella. (art. 664)

ii.- Si el dueño de la cosa principal tuvo conocimiento del uso que se hacía de ella, se presume
que lo consintió y sólo tendrá derecho a su valor. (art. 666)

iii.- Si el dueño de lo principal o accesorio usaron las cosas de otro sin su conocimiento y sin
justa causa de error, estarán sujetos a perder la cosa y pagar los perjuicios irrogados al otro
dueño, sin perjuicio de la acción criminal si lo hicieron a sabiendas. (art. 667 inc. 1º)

- Cosa principal y accesoria (arts. 659, 660 y 661)

i.- Es principal la de más estimación, y se mirará como de más estimación la cosa que tuviere
para su dueño un gran valor de afección.

ii.- Si no hay gran diferencia de estimación, lo que sirve para el uso, ornato o complemento de
lo otro, será lo accesorio.

iii.- Si no se pueden aplicar las dos reglas anteriores, la de mayor volumen será la principal.

b) Especificación: especie de accesión que se verifica cuando de la materia perteneciente a una


persona, otra persona hace una obra o artefacto cualquiera, como si de uvas ajenas se hace
vino, o de plata ajena una copa, o de madera ajena una nave. (art. 662)
i.- No habiendo conocimiento del hecho por una parte, ni mala fe por otra, el dueño de la
materia tendrá derecho a reclamar la nueva especie, pagando la hechura. Pero si en la obra el
precio de la nueva especie vale mucho más que el de la materia, como cuando se pinta en
lienzo ajeno, o de mármol ajeno se hace una estatua, la nueva especie pertenecerá al
especificante, y el dueño de la materia tendrá solamente derecho a la indemnización de
perjuicios. (art. 662 inc. 2º)

Si la materia del artefacto es, en parte, ajena y, en parte, propia del que la hizo o mandó hacer,
y las dos partes no pueden separarse sin inconveniente, la especie pertenecerá en común a los
dos propietarios; al uno a prorrata del valor de su materia, y al otro a prorrata del valor de la
suya y de la hechura. (art. 662 inc. final)

El dueño de la materia que ha sido usada sin su conocimiento para hacer la obra puede pedir
que se le restituya otro tanto de la misma naturaleza, calidad y aptitud o su valor en dinero.
(art. 665) Pero en este caso, el especificante se hará dueño del artefacto.

ii.- A la especificación se le aplican los artículos 666 y 667 inc. 1º a que nos refiriéramos al
tratar la adjunción, pero si el valor de la obra excediere notablemente al de la materia, no se
aplica el inc. 1º del art. 667, salvo que se haya procedido a sabiendas. (art. 667 inc. 2º)

c) Mezcla: especie de accesión que tiene lugar cuando se juntan materias áridas o líquidas
pertenecientes a distintos dueños. (art. 663)

i.- No habiendo conocimiento del hecho por una parte, ni mala fe por otra, el dominio de la
cosa pertenecerá a todos los dueños proindiviso, a prorrata del valor de la materia que a cada
uno pertenezca. Pero si el valor de la materia perteneciente a uno de ellos fuere
considerablemente superior, el dueño de ella tendrá derecho para reclamar la cosa producida
por la mezcla, pagando el precio de la materia restante.
Cualquiera de los dueños cuya materia se haya usado sin su conocimiento y que tenga derecho
a la propiedad de la cosa producida por la mezcla, sea como único dueño o como comunero,
puede pedir, en lugar de la propiedad de la cosa, que se le restituya otro tanto de su materia
de la misma naturaleza, calidad y aptitud o su valor en dinero.

ii.- A la mezcla, como a la especificación, se le aplican el artículo 666 y ambos incisos del 667.

3. - Accesión de mueble a inmueble

Se da en los siguientes casos:

a) Cuando se edifica, siembra o planta en suelo propio con materiales, semillas o vegetales
ajenos.

i.- El dueño del suelo –cosa principal- se hace dueño de lo edificado plantado o sembrado.

ii.- Si usó los materiales con justa causa de error, debe a su dueño el justo precio de ellos u otro
tanto de la misma naturaleza calidad y aptitud.

iii.- Si lo hizo sin justa causa de error pero no a sabiendas, además de lo anterior, debe
indemnizar perjuicios.

iv.- Si procedió a sabiendas, además de todo lo anterior queda sujeto a la acción criminal
competente.
v.- Pero si el dueño de los materiales sabía del uso que se hacía de ellos, sólo tendrá derecho al
justo precio de ellos u otro tanto de la misma naturaleza calidad y aptitud, sea que el dueño los
haya usado con o sin justa causa de error o a sabiendas.

b) Cuando se edifica, siembra o planta en suelo ajeno con materiales, semillas o vegetales
propios.

i.- Si el dueño del suelo no tuvo conocimiento, puede:

(a) hacer suyo el edificio, plantación o sementera, pagando las indemnizaciones prescritas a
favor de los poseedores de buena o mala fe en la reivindicación; o

(b) obligar al que edificó o plantó a pagarle el justo precio del terreno más intereses corrientes
por el tiempo que lo tuvo en su poder; y al que sembró a pagarle la renta e indemnizarle
perjuicios.

ii.- Si el dueño del suelo tuvo conocimiento, para recobrar el terreno debe pagar el valor del
edificio, plantación o sementera.

- Finalmente, digamos que mientras los materiales del edificio no se hayan incorporado a la
construcción y las semillas o vegetales no estén arraigados en el suelo, podrá reclamarlos su
dueño y no habrá accesión.
VII.- LA TRADICIÓN

Es un modo de adquirir el dominio de las cosas y consiste en la entrega que el dueño hace de
ellas a otro, habiendo por una parte la facultad e intención de transferir el dominio, y por otra
la capacidad e intención de adquirirlo.

Lo que se dice del dominio se extiende a todos los otros derechos reales. (Art. 670).

A) Características de la tradición como modo de adquirir el dominio

1.- Es un modo de adquirir derivativo pues proviene del tradente (Art. 682 inc. 1°).

2.- Sirve para adquirir todos los otros derechos reales (Art. 670 inc. 2°).

3.- También sirve para adquirir los derechos personales o créditos.

Art. 699: "La tradición de los derechos personales que un individuo cede a otro se verifica por
la entrega del título hecha por el cedente al cesionario".

La tradición de los derechos personales está tratada en el título XXV del Libro IV "De la cesión
de derechos", párrafo "de los Créditos Personales" en los arts. 1901 y siguientes.
El derecho real de herencia que recae en una universalidad, es decir en todos los bienes,
derechos y obligaciones del causante o en una cuota de ellos, también se puede adquirir por
tradición y está reglada en los arts. 1909 y 1910.

Cuando se cede el derecho real de herencia, lo que se cede es el derecho sobre el patrimonio
del causante no del tradente.

4.- Es un modo de adquirir generalmente a título singular, salvo en la tradición del derecho real
de herencia.

5.- Es un modo de adquirir a título gratuito u oneroso.

Ello dependerá del título que le sirve de antecedente. Si fuera la donación será
gratuito; si es la compraventa o la permuta será oneroso.

6.- Es un modo de adquirir entre vivos.

7.- Es un acto jurídico bilateral o convención, que se perfecciona por el acuerdo de voluntades
entre el tradente y el adquirente.

8.- Es un modo de extinguir las obligaciones, es un pago (la prestación de lo que se debe).

9.- Es un acto dependiente.

B) Entrega y Tradición
La entrega es el acto material por el cual se traspasa una cosa de una persona a otra.

La entrega o tradición en nuestro Código es una expresión genérica que sirve en algunos casos
para referirse al mero traspaso material de una cosa a otra persona, como ocurre en el
comodato (Art. 2174 especialmente el inciso 2°), o en el arrendamiento (artículo 1920), y en
otros para referirse al modo de adquirir el dominio, como ocurre en el Art. 2197 referido al
mutuo en que señala que el mutuo no se perfecciona sino por la tradición y la tradición
transfiere el dominio.

Esto ocurre porque Bello siguió los conceptos romanos y ellos distinguían, entre la "nuda
traditio" y la "traditio".

Recordemos que en el Art. 1443 al definirse los contratos reales se dice que éstos son aquellos
que para que sean perfectos "es necesaria la tradición de la cosa a que se refiere". De los
contratos reales, la prenda, el comodato y el depósito no transfieren el dominio. Sólo lo hace el
mutuo (en los tres primeros sólo se transfiere la mera tenencia).

También es necesario hacer notar que en el Art. 682 y en el Art. 683 no se transfiere el
dominio y también se emplea la expresión tradición. En estos casos, la tradición sólo hace
nacer posesión.

Art. 682. “Si el tradente no es el verdadero dueño de la cosa que se entrega por él o a su
nombre, no se adquieren por medio de la tradición otros derechos que los transmisibles del
mismo tradente sobre la cosa entregada.

Pero si el tradente adquiere después el dominio, se entenderá haberse éste transferido desde
el momento de la tradición”.

Art. 683. “La tradición da al adquirente, en los casos y del modo que las leyes señalan, el
derecho de ganar por la prescripción el dominio de que el tradente carecía, aunque el tradente
no haya tenido ese derecho”.
En definitiva, la tradición, acto dependiente, transfiere o no el dominio dependiendo de si el
acto principal, el título, sirve o no por su naturaleza, de acuerdo a lo dispuesto en el inc. 2° del
art. 703, para transferir el dominio. Es decir, tradición significa entrega, la que hace adquirir el
dominio cuando concurren además de la entrega otros requisitos que son: título traslaticio,
consentimiento y facultad de enajenar (que el tradente sea dueño).

C) Requisitos de la Tradición como modo de adquirir el dominio

1.- Concurrencia de dos partes, el tradente y el adquirente;

2.- Consentimiento del tradente y del adquirente;

3.- Título traslaticio de dominio;

4.- Entrega de la cosa.

1.- Concurrencia de dos partes

Ellos son el tradente y adquirente.

"Se llama tradente la persona que por la tradición transfiere dominio de la cosa entregada por
él o a su nombre, y adquirente la persona que por la tradición adquiere el dominio de la cosa
recibida por él o a su nombre”. (Art. 671 inc. 1º)

a) Requisitos del tradente para que pueda transferir el dominio


i.- Debe tener la facultad de transferir el dominio (Art. 682 inc. 1°), lo que significa que debe
ser dueño de la cosa o del derecho que transfiere. (Art. 1575 inc. 2°).

Si el tradente no es dueño de la cosa, la tradición no es nula, sino que no transfiere el dominio.

Art. 682 inc. 1°: "Si el tradente no es el verdadero dueño de la cosa que se entrega por él o a su
nombre, no se adquieren por medio de la tradición otros derechos que los transmisibles del
mismo tradente sobre la cosa entregada".

Por eso resulta confusa la expresión del Art. 1575 que dice que el pago no es válido en ese
caso. Si se refiere, no a que tenga un vicio de nulidad, sino a que no opera como modo de
extinguir la obligación, y en ese sentido no es válido.

Recordemos que de acuerdo al artículo 1815: "La venta de cosa ajena vale, sin perjuicio de los
derechos del dueño sobre la cosa vendida, mientras no se extingan por el lapso de tiempo".

ii.- Debe tener capacidad de ejercicio. Si el tradente no tiene capacidad de ejercicio la tradición
es nula porque es un acto jurídico. Por supuesto que los incapaces podrán actuar
representados o autorizados por sus representantes legales (Art. 671 inc. 2°).

b) Requisitos para que el adquirente pueda adquirir por la tradición

i.- Debe tener capacidad de ejercicio, por la misma razón de que es un acto jurídico,
concretamente una convención.

Alessandri, piensa que el adquirente sólo debe tener capacidad de goce, lo que es un error.
Art. 1578 Nº 1: "El pago hecho al acreedor es nulo en los siguientes casos:

1° Si el acreedor no tiene la libre administración de sus bienes...” (aquí se refiere al adquirente)

Ahora, lo que dice Alessandri debe mirarse con cuidado si se piensa en la compraventa entre
cónyuges no separados judicialmente. En ese caso el cónyuge adquirente no tiene capacidad
de goce (especial) y por tanto la tradición sería nula, porque el título, la compraventa entre
cónyuges, es nula según el Art. 1796.

c) Efectos de la tradición cuando el tradente no es dueño de la cosa que se pretende transferir

i.- El adquirente no adquiere el dominio, porque nadie puede transferir más derechos que los
que tiene;

ii.- Esa tradición no adolece de vicio de nulidad pese al comentado Art. 1575 que dice que el
pago en que debe transferirse la propiedad no es válido sino en cuanto el que paga es dueño
de la cosa pagada y no olvidemos que la tradición es pago. Según el Art. 1815 la venta de cosa
ajena vale, sin embargo no tiene la virtud de transferir el dominio, por lo tanto ese pago, esa
tradición, es mera entrega y lo que ocurre es que el comprador no adquiere el dominio, pero
pasará a ser poseedor y podrá ganar el dominio por prescripción de acuerdo a los Arts. 682 y
683.

iii.- Como se dijo recién, cuando la tradición es efectuada por quien no es dueño, el adquirente
pasa a ser poseedor y puede ganar el dominio por prescripción. (Art. 683).

iv.- Si el tradente no es dueño, el adquirente sólo adquiere los derechos transmisibles del
tradente en la cosa entregada (Art. 682 inc. 1°). Por ejemplo si el tradente es usufructuario, no
se transfiere el domino, pero sí el usufructo.
v.- Si hecha la tradición de una cosa ajena, el tradente adquiere el dominio de ella, se reputa
que el adquirente es dueño desde la tradición (Art. 682 inc. 2° y Art. 1818 sobre efecto de la
venta de cosa ajena).

vi.- Lo mismo ocurre si el dueño o su representante ratifica después la tradición hecha por un
tercero (Art. 672 inc. 2° y 1818).

2.- Consentimiento del Tradente y del Adquirente

Por ser una convención -acto jurídico bilateral- requiere del consentimiento de las partes (Art.
672 inc. 1° y 673 inc. 1° y Art. 670).

Si falta el consentimiento no hay tradición, es inexistente.

La ratificación de que hablan los incisos segundos de los artículos 672 y 673 aunque hablen de
"validez" se refieren a otra cosa, "a la validez como tradición que transfiere el dominio" y, por
lo tanto, la ratificación que hace el dueño de la cosa a la tradición efectuada por quien no lo
era, produce el efecto de que desde tal ratificación se transfiere el dominio. Es decir, había una
entrega que no había podido transferir el dominio, porque faltaba un requisito, el
consentimiento, y cuando éste se presta, transfiere el dominio, con efecto retroactivo.

El artículo 673 inc. 2° se refiere al pago hecho a otra persona que el acreedor
ratificado por éste, a que se refiere el Art. 1577.

Art. 1577. “El pago hecho a una persona diversa de las expresadas en el artículo precedente es
válido, si el acreedor lo ratifica de un modo expreso o tácito, pudiendo legítimamente hacerlo;
o si el que ha recibido el pago sucede en el crédito, como heredero del acreedor, o bajo otro
título cualquiera.
Cuando el pago hecho a persona incompetente es ratificado por el acreedor, se mirará como
válido desde el principio”.

- Tradición hecha por mandatarios o por representantes legales

El Art. 671 inc. 2° dice que pueden entregar o recibir a nombre del dueño sus mandatarios o
representantes legales.

No tiene nada de raro. Es la regla general en el derecho que los actos jurídicos se puedan
celebrar a través de los mandatarios o representantes legales.

Exc. El testamento.

El Art. 671 inc. 4° agrega: "La tradición hecha por o a un mandatario debidamente autorizado,
se entiende hecha por o a el respectivo mandante".

El Art. 674 resulta equívoco: "Para que sea válida la tradición en que intervienen mandatarios o
representantes legales, se requiere además que estos obren dentro de los limites de su
mandato o de su presentación legal".

En verdad no se trata de un problema de validez de la tradición.

(i) El mandatario que excede los límites de su mandato hace inoponibles sus actos al mandante
de acuerdo al Art. 2160 inc. 1°, salvo que si el mandatario lo hace por una necesidad
imperiosa, se convierte en agente oficioso de acuerdo al Art. 2122 (se rige por el Art. 2284 y
sigs. sobre agencia oficiosa).
(ii) En el caso de los representantes legales el que obre más allá de dichos límites de su
representación legal, tendrán la sanción que en cada caso establezca la ley como la nulidad, la
inoponibilidad u otra, por ejemplo Arts. 255, 256 y 390 y siguientes.

(iii) En las ventas forzadas que se hacen por decreto judicial, en pública subasta, a petición de
un acreedor, según el Art. 671 inc. 3°, el juez es representante legal del tradente.

Ello es así, porque el deudor, al contraer la obligación, consintió en que el acreedor tendría la
facultad de hacer vender todos sus bienes, salvo los no embargables si no pagaba su crédito,
por el derecho de prenda general consagrado en el Art. 2465.

También es representante legal del tradente el partidor de acuerdo a lo dispuesto por el Art.
659 del C.P.C.

- El error en la tradición

Como todo acto jurídico, que requiere de consentimiento, la tradición puede estar viciada por
error, fuerza y dolo.

En la tradición, el Código no trató ni la fuerza ni el dolo, los que entonces se rigen por las reglas
generales.

Sí se ocupó del error y trató cuatro especies de error.

a) Error en la identidad de la cosa que debe entregarse


Art. 676: "Se requiere también para la validez de la tradición que no se produzca error en
cuanto a la identidad de la especie que debe entregarse, o de la persona a quien se le hace la
entrega, ni en cuanto al título."

“Si se yerra en el nombre sólo, es válida la tradición”

Estimamos, como el profesor Fernando Rozas, que en este caso tampoco se trata de un
problema de validez.

En este caso hay un error obstáculo que produce inexistencia (debe concordarse con el Art.
1453).

Lo anterior es una demostración más que la expresión valor o validez


usada por el Código en muchas oportunidades no se refiere necesariamente a
requisitos de validez.

b) Error en la persona

Art. 676: "Se requiere también para la validez de la tradición que no se produzca error en
cuanto a la identidad de la especie que debe entregarse, o de la persona a quien se le hace la
entrega, ni en cuanto al título."

“Si se yerra en el nombre sólo, es válida la tradición”

Me inclino a pensar que la buena doctrina es una que siendo la tradición un pago, debe regir el
artículo 1576 y en consecuencia el pago para ser válido debe hacerse al acreedor. Si se paga a
otro por error, ha habido un pago de lo no debido que se regirá por este cuasicontrato (Art.
2295 y sigs.) sin perjuicio de la obligación de pagar al verdadero acreedor.

Cabe destacar que se debe pagar a la persona con quien se contrató, a él se le debe hacer
tradición (en sentido de entrega y después se verá si se transfiere o no el dominio según si el
tradente era o no dueño), porque la tradición es un acto jurídico dependiente del título, es
decir, debe hacerse tradición a quien corresponde en el título.

Si hubo error en persona en el contrato que debe ser intuito personae, no puede dejar de
pagarse al acreedor sin pedir la nulidad del contrato (de lo contrario sería autotutela). (No se
puede separar el título del modo).

El error en el nombre no vicia la voluntad.

c) Error en cuanto al título

Art. 676: "Se requiere también para la validez de la tradición que no se produzca error en
cuanto a la identidad de la especie que debe entregarse, o de la persona a quien se le hace la
entrega, ni en cuanto al título."

Comprende dos situaciones:

i.- Cuando una parte entiende un título translaticio y la otra uno que no lo es;

ii.- Cuando ambas partes entienden títulos translaticios pero diversos.

Estamos en presencia del error obstáculo del Art. 1453.

Demuestra otra vez que la expresión validez no se refiere a requisitos de validez.

También confirma la tesis de que no se puede separar el título del modo.

d) Error sufrido por mandatarios o representantes legales (Art. 678)


El error sufrido por los mandatarios o representantes legales afecta de la misma manera que
afectaría al representado.

3.- Título traslaticio de dominio

El Art. 675 dice: "Para que valga la tradición se requiere de un título traslaticio de dominio,
como el de venta, permuta, donación, etc.”

El mismo Art. 675 inc. 1° señala, como se ve, ejemplos de títulos traslaticios.

Otro tanto hace el Art. 703 inc. 3°, pero los define: "Son traslaticios de dominio, los que por su
naturaleza sirven para transferirlo, como la venta, la permuta, la donación entre vivos”.

El inc. 6° del Art. 703 agrega a la transacción en cuanto transfieran la propiedad de un objeto
no disputado.

- Requisitos del título traslaticio:

a) Debe ser válido el título en sí.

Si el título traslaticio es nulo, la tradición que se haga en virtud de él no transfiere el dominio.

b) El título debe ser válido respecto de la persona a quien se confiere.


Art. 675 inc. 2° pone por ejemplo la donación irrevocable entre cónyuges, la que es siempre
revocable aunque se haga bajo la forma de donación entre vivos.

Otro tanto ocurre con la compraventa o permuta entre cónyuges no separados judicialmente
(Art. 1796).

Si el título requiere de solemnidades es necesario cumplir con ellas para que se transfiera el
dominio (pero ello es porque de otra manera no valdría como título).

4.- La entrega de la cosa

En la tradición, la entrega de la cosa juega el papel de materializar el acuerdo de voluntades de


transferir el dominio.

En mi concepto la entrega de la cosa es la forma de perfeccionar la tradición y esa es la forma


de manifestar el consentimiento.

La entrega de la cosa es diferente según se trata bienes muebles, inmuebles, frutos y


productos, del derecho de herencia y de las servidumbres.

a) Tradición de una cosa corporal mueble

Art. 684: "La tradición de una cosa corporal mueble deberá hacerse significando una de las
partes a la otra que le transfiere el dominio y figurando esta transferencia por uno de los
medios siguientes:..."

La entrega en esta clase de tradición puede ser real o ficta.


i.- Entrega real: Art. 684 Nº 1: Es la que se hace traspasando físicamente la cosa a la otra parte;
como dice el Código, permitiéndole la aprensión de la cosa presente.

ii.- Entrega ficta: Es la que se hace por medio de una ficción, en la que determinados actos o
hechos se consideran entrega.

- Se acostumbra a entender por entre fictas, la simbólica: la entrega "longa manu o de larga
mano; brevi manu" o breve mano; y el constituto posesorio, pero el Código no usa esta
nomenclatura.

(a) Entrega simbólica: Cuando en vez de entregar la cosa se realizan alguno de estos actos:

- Cuando se entregan al adquirente las llaves del granero, almacén, cofre o lugar en que está
guardada la cosa (Art. 684 Nº 3);

- Cuando se entrega el conocimiento, carta de parte o factura en los casos de venta de


mercaderías que vienen en tránsito por mar o tierra. (Art. 149 Nº 1 del Código de Comercio);

- Cuando se fija por el comprador, con consentimiento del vendedor, su marca en las
mercaderías vendidas (Art. 149 Nº 2 del Código de Comercio);

- Cuando el tradente se encarga de poner la cosa a disposición del adquirente en el lugar


convenido (Art. 684 Nº 4);

- Cuando el tradente muestra la cosa al adquirente. Entrega longa manu (Art. 684 Nº2).
Obviamente al mostrarla debe ponerla a disposición del adquirente.
(b) Entrega brevi manu: Es la que tiene lugar cuando el mero tenedor de la cosa la retiene con
ánimo de dueño porque celebró un acto traslaticio de dominio con el dueño. (Art. 684 Nº 5
primera parte).

Ej.: El arrendatario o comodatario compró la cosa al dueño.

(c) Constituto posesorio: Tiene lugar cuando el dueño de la cosa celebra un contrato en que él
retiene la mera tenencia de la cosa que pasa a ser de otro. (Art. 684 Nº 5 segunda parte).

Ej.: Una persona vende una cosa pero se constituye en arrendatario o comodatario de ella.

- Entrega de frutos y productos de un predio:

Se efectúa cuando se separan las piedras, frutos pendientes y otras cosas que forman parte del
predio y que se toman de él con permiso del dueño. La tradición se verifica en el momento de
la separación. (Art. 685 inc. 1°).

También se efectúa cuando: “Aquel a quien se dieron los frutos o productos entra a cogerlos al
predio, fijándose día y hora de común acuerdo con el dueño. (Art. 685 inc. 2°).

Si no se produce acuerdo en el día y hora deberá resolver el juez.

Creemos que la entrega de los frutos o productos puede también hacerse en forma

ficta, pero hay jurisprudencia contraria.


La tradición de los derechos reales sobre una cosa mueble se hace de la misma manera
(usufructo, uso y prenda).

b) Tradición de una cosa corporal inmueble y de los derechos reales de uso, usufructo,
habitación, censo e hipoteca recaídos en ellos (Art. 686).

Se hará mediante la inscripción del título en el Conservador de Bienes Raíces.

c) Tradición del derecho de servidumbre (Art. 698)

Se efectuará por la escritura pública en que el tradente expresa constituirla y el adquirente


aceptarla. Esta escritura podrá ser la misma del acto o contrato.

En este caso debe ser explícito en que además se está efectuando la tradición.

La inscripción en este caso sólo es formalidad de publicidad, salvo la servidumbre de


alcantarillado de predios urbanos en que la tradición se efectúa por la inscripción.

d) Tradición del derecho real de herencia

Recordemos que la herencia, el derecho real de herencia, se adquiere por los herederos por el
modo de adquirir el dominio sucesión por causa de muerte. Ahora nos estamos refiriendo a su
adquisición por tradición o cesión de derechos.

La ley no ha señalado la forma de hacer la tradición pero la jurisprudencia ha estimado, y con


razón, que recayendo el derecho real de herencia en una universalidad, aunque haya bienes
inmuebles en la universalidad, la herencia no es ni mueble ni inmueble, pero se le aplican las
reglas de los muebles. En otras palabras no es necesaria la inscripción para hacer la tradición.
Esta se efectúa de acuerdo al art. 684, ya estudiado.

La cesión se inscribe normalmente, pero no para hacer la tradición sino para


conservar la historia de la propiedad si hay inmuebles o para que los cesionarios con los
herederos puedan disponer de los bienes muebles de la herencia.

Lo normal será que la tradición se haga en la misma escritura de compraventa,


donación, etc.

La cesión del derecho de herencia está tratada en el Art. 1909 y 1910.

Por último digamos que cuando el título es la venta, permuta o donación, debe
constar en escritura pública.

e) Tradición de los derechos personales

La tradición de los derechos personales que un individuo cede a otro se verifica por la entrega
del título que el cedente hace al cesionario. (Art. 699).

Cabe aclarar que lo que se transfiere en los derechos personales, no es la propiedad sino la
titularidad (o especie de propiedad), tal como lo explicáramos al tratar el derecho de dominio.

Esta entrega puede ser real cuando el título consta por escrito.

Puede ser simbólica también si el título no consta por escrito; tendrá que ser
simbólica y consistirá en permitir al cesionario tener el crédito por suyo. Para
materializarlo habrá que otorgar una escritura de cesión que puede ser pública o privada y en
que se exprese la voluntad de transferir el crédito por una parte y por la otra de adquirirlo.

Hacemos presente, tal cual lo dijimos al tratar del Acto Jurídico, que para que la cesión de un
crédito personal produzca efectos contra el deudor y contra terceros, debe ser notificada por
éste (el cesionario) al deudor o aceptada por éste. (Art. 1902)

También recordemos que la tradición de los derechos personales, tratada en los Arts. 1901 a
1908, se refiere sólo a los créditos nominativos y que no se refiere a la letras de cambio,
pagarés, cheques y otras especies de transmisión que se rigen por el Código de Comercio o por
leyes especiales, aunque sean nominativos.

Los créditos a la orden se transfieren por el endoso y los al portador por la entrega material.

D) Efectos de la Tradición

1.- Ya se estudió el efecto de la tradición cuando el tradente no era dueño de la cosa.

2.- Cuando el tradente es dueño de la cosa, por la tradición se transfiere el dominio.

3.- Siendo la tradición un modo de adquirir derivativo, el dominio que tenía el tridente pasa al
adquirente en las mismas condiciones que éste lo tenía y con los mismos gravámenes.

E) Cuándo puede exigirse la tradición

Como la regla general es que los actos jurídicos sean puros y simples, la tradición, que es
consecuencia de ellos, puede exigirse inmediatamente después de celebrado el contrato.
Si para cumplir la obligación, que es justamente hacer la tradición, hay plazo o
condición suspensiva, no puede exigirse la tradición sino una vez vencido el plazo o cumplida la
condición (Art. 680 inc. 1° y 681).

Tampoco puede hacerse la tradición si hay decreto judicial que retenga el pago. (Arts. 681 y
1578 Nº 2).

Pensamos, al igual que el profesor Fernando Rozas, que si pendiente la condición suspensiva,
se entrega la cosa y después se cumple la condición, se entenderá hecha la tradición desde la
entrega puesto que la condición suspensiva opera con efecto retroactivo. Si se paga pendiente
la condición o está efectuado el pago y falla la condición, se puede repetir porque habría pago
de lo no debido.

- Tradición bajo condición resolutoria

a) Si se hace la tradición de la cosa, pendiente una condición resolutoria, el adquirente se hace


dueño desde la tradición, pero está expuesto a perder el dominio de la cosa o del derecho real
recaído en ella si se cumple la condición resolutoria.

b) Cumplida la condición resolutoria, se entiende que el adquirente jamás tuvo dominio sobre
la cosa y siempre fue del tradente, porque la condición resolutoria opera con efecto
retroactivo.

c) Si el adquirente, pendiente la condición resolutoria, enajena la cosa o la grava con algún


derecho real, tiene lugar lo prevenido en los Arts. 1490 y 1491.

i.- Art. 1490: Si la cosa es mueble, el tradente no puede reivindicarla contra terceros de buena
fe.
ii.- 1491: Si la cosa es inmueble, sólo puede resolverse la enajenación o el gravamen cuando la
condición constaba en el título respectivo, inscrito u otorgado por escritura pública.

Respecto de este artículo, muchos, la mayoría, piensa que si la condición consta en el título se
presume su mala fe, la del tercero. Pienso que no es verdad, simplemente si la condición
constaba en el título hay derecho a reivindicar, porque asumió el riesgo y la buena fe es la regla
general. El asunto tiene importancia para las prestaciones mutuas.

Hay autores que piensan que por el artículo 680 la condición en la tradición
debe ser siempre expresa y que por tanto no se aplicaría a la condición resolutoria tácita.

Ello no es así, la condición resolutoria tácita consta en el título puesto que es un elemento de
la naturaleza en los contratos bilaterales (Art. 1489). Así se ha fallado mayoritariamente. Lo
que en definitiva se está diciendo es que la condición resolutoria tácita cumple con el requisito
de haberse expresado "con tal que se exprese", que se cumpliera la condición.

Declarada la resolución del contrato, debe procederse a las prestaciones mutuas conforme al
Art. 1487.

- Contradicción entre el Art. 680 en la tradición y el Art. 1874 en la compraventa

Art. 680: "La tradición puede transferir el dominio bajo condición suspensiva o resolutoria, con
tal que se exprese.

Verificada la entrega por el vendedor, se transfiere el dominio de la cosa vendida, aunque no


se haya pagado el precio a menos que el vendedor se haya reservado el dominio hasta el pago
o hasta el cumplimiento de una condición".
Art. 1874: "La cláusula de no transferirse el dominio sino en virtud de la paga del precio, no
producirá otro efecto que el de la demanda alternativa enunciada en el artículo
precedente;...".

Los artículos son francamente contradictorios, en ambos se trata de la venta.

Estimamos que la única manera de conjugarlos, es estimar, como lo es en verdad, que el


artículo 1874 es norma especial, la que en virtud del Art. 13 del Código, debe prevalecer sobre
la norma general.

Así las cosas el Art. 680 se puede y debe aplicar en otros contratos que no sean la compraventa
y en la compraventa a otras condiciones que no consistan en el pago del precio. Por ejemplo al
aporte en sociedad, que es un título traslaticio oneroso.

En los dos artículos Bello permitía la cláusula de no transferirse el dominio. Más tarde se
modificó el 1874 y no el 680. Así quedó esta contradicción que se resuelve como lo señalamos.

Siempre la condición tendrá que constar en el título.


VIII.- EL CONSERVADOR DE BIENES RAICES

A) Objeto de las inscripciones en el Conservador de Bienes Raíces

1.- Es la única forma de hacer la tradición de derechos reales sobre inmuebles, con la
excepción de las servidumbres y del derecho real de herencia.

2.- Dar publicidad a la propiedad raíz, sus gravámenes y limitaciones.

A estos objetivos obedecen las inscripciones de las transmisiones por causa de


muerte y los de las sentencias que declaran la prescripción sobre inmuebles.

3.- Es requisito, prueba y garantía de la posesión de los bienes raíces (Arts. 724, 924 y 728).

4.- En algunos casos es solemnidad de los actos jurídicos.

- El usufructo, el uso, la habitación y el fideicomiso que recaigan sobre inmuebles no valen si


no se inscriben; requieren de inscripción para su perfeccionamiento (Arts. 767, 812 y 735). Así
lo piensan en general los autores.

Creemos que lo anterior es verdad sólo en el fideicomiso, en que el gravamen se inscribe en el


Registro de Hipotecas y Gravámenes y cumplida la condición por la inscripción en el Registro
de Propiedad se hace la tradición de la propiedad plena.

En el caso del usufructo, uso o habitación, al igual que en el contrato de hipoteca, el


instrumento público es la solemnidad que perfecciona el acto y la inscripción en el Registro de
Hipotecas y Gravámenes es la tradición del derecho real.

72
B) Libros de que se compone el Conservador de Bienes Raíces

1.- Registro de Propiedad

2.- Registro de Hipotecas y Gravámenes

3.- Registro de Interdicciones y Prohibiciones de enajenar

4.- Además, se lleva el Repertorio.

1.- En el Registro de Propiedad se inscriben las transferencias de dominio (compraventas,


donaciones, permutas), el auto de posesión efectiva, las inscripciones especiales de herencia,
la sentencia que declara una prescripción. Todo ello, salvo la posesión efectiva, cuando recae
sobre inmuebles.

2.- En el Registro de Hipotecas y Gravámenes se inscriben: las hipotecas, los derechos de


usufructo, uso y habitación, los fideicomisos y las servidumbres.

3.- En el Registro de Interdicciones y Prohibiciones se inscriben: los decretos de interdicción,


las rehabilitaciones, las prohibiciones de enajenar, los embargos, las medidas precautorias, etc.

- Estos registros se llevan separadamente y se encuadernan separadamente al final de cada


año.

- Las inscripciones se numeran (fs. y Nº)

73
- Cada registro termina con un índice

- El Conservador debe dar las copias que se le soliciten, las que deben ser completas y con las
referencias relativas a las subinscripciones, anotaciones y cancelaciones que se hagan al
margen de la inscripción.

4.- En el Repertorio se anota todo título que se lleve al Conservador para su inscripción.

Se indica la hora en que se hace la inscripción.

La inscripción que se hace en el Repertorio subsiste por dos meses y la inscripción se entiende
hecha en la fecha de la anotación en el Repertorio.

C) Títulos que deben inscribirse

Si no se inscribe el título que debe inscribirse, el acto (el que sea) no produce
efectos jurídicos (ojo: el acto puede producir efectos, pero no hacen nacer el derecho real
como ocurre con el uso, usufructo, habitación e hipoteca). El acto que no produce efectos en
estos casos es la tradición.

1.- Los títulos translaticios de dominio sobre los inmuebles;

2.- Los títulos de derecho de usufructo, uso, habitación, censo e hipoteca constituidos sobre
inmuebles;

3.- La sentencia que declara la prescripción del dominio o de cualquier de los derechos
indicados en la letra anterior, sobre inmuebles;

74
4.- La constitución de fideicomiso, usufructo, uso o habitación que recaigan sobre inmuebles;

5.- La renuncia de cualquiera de los derechos indicados;

6.- El decreto de interdicción provisoria o definitiva, el de rehabilitación del disipador, demente


o sordo o sordomudo;

7.- El decreto que concede la posesión definitiva de los bienes del desaparecido (Art. 52
Reglamento C.B.R.)

D) Títulos que pueden inscribirse

1.- Toda condición suspensiva o resolutoria del dominio de bienes inmuebles o


derechos reales constituidos en ellos;

2.- Todo gravamen impuesto en bienes raíces que no sean de los que deben inscribirse;

3.- El arrendamiento en el caso del artículo 1962;

4.- Cualquier otro acto o contrato cuya inscripción esté permitida por la ley;

5.- Todo impedimento o prohibición referente a inmuebles, sea convencional, legal o judicial,
que embarace o limite de cualquier modo el libre ejercicio del derecho de enajenar (embargo,
cesión de bienes, secuestro, litigio, etc.) (Art. 53 Reglamento C.B.R.)

75
Hacemos presente que el C.P.C. dispone que los embargos y medidas
precautorias sobre bienes raíces surten sus efectos respecto de terceros desde que se
inscriben.

E) Manera de hacer las inscripciones

1.- Lugar en que se practican:

a) Tratándose de la inscripción de un inmueble o de la constitución de derechos reales en ellos,


la inscripción se practica en el C.B.R. de la Comuna en que está situado el inmueble.

b) Si el inmueble está situado en varias comunas debe inscribirse en todas ellas.

c) Las adjudicaciones de inmuebles se practican en los mismos Conservadores (Art. 687 y 54


del Rgl. C.B.R.)

d) Los decretos relativos a la interdicción; de incapaces o a su rehabilitación se


inscriben en el Conservador de la Comuna en que tenga domicilio el incapaz y,
además, en todas las comunas en que tenga inmuebles. (Art. 56 Rgl. C.B.R.).

e) La posesión efectiva se inscribe en la Comuna en que se concede.

f) Si en una sucesión hay inmuebles, se reinscribe y también en la Comuna en que se concede


la posesión efectiva.

g) El testamento se inscribe en la Comuna en que se concede la posesión efectiva.

76
h) Las inscripciones especiales de herencia se hacen en la o las comunas en que están situados
los inmuebles hereditarios (Art. 688).

2.- Quién puede pedir la inscripción

a) La parte interesada.

b) Cualquiera persona que la pida a nombre de la parte interesada (mandato para producir
efecto aún después de los días de los mandantes)

c) Si la inscripción o la constitución de un derecho real requiere la inscripción para


perfeccionarse o nacer, deben convenir ambas partes o sus personeros o representantes
legales debidamente autorizados (Arts. 60 y 61 del Rgl. C.B.R.)

3.- Qué se entrega al Conservador para que practique la inscripción

Copia auténtica del título y copia simple. (Art. 610 inc. 1°).

Si se trata de una sentencia, se entrega copia auténtica de ella, con certificado de estar
ejecutoriada.

4.- Negativa del Conservador a practicar una inscripción

El Conservador no puede negarse a anotar un título en el Repertorio.

77
Puede negarse a inscribirlo si le encuentra algún defecto en la forma. En este caso, la parte
perjudicada con la negativa puede recurrir al juez, quien resuelve previo informe del
Conservador. La sentencia es apelable en la forma ordinaria.

Si se ordena al Conservador inscribir, debe hacerlo, pero deja constancia que la inscripción se
ha hecho en virtud de decreto judicial (Arts. 18, 19 y 20 del Reglamento).

5.- Contenido de la inscripción

Es materia muy reglamentaria que está tratada en los Arts. 690, 691 y 2432 del C.C. y 71 a 78
del Reglamento y 59 y 81 del mismo Reglamento.

Siempre que se transfiera un derecho que ha sido antes inscrito, se mencionará la precedente
inscripción en la nueva (Art. 692).

6.- Inscripción de un inmueble que no estaba inscrito

Se publican 3 avisos en un periódico de la Comuna o Capital de provincia si en aquel no lo


hubiere, dándose noticia al público de que se inscribirá un determinado inmueble.

Se fija un cartel durante 15 días en la Oficina del Conservador respectivo en que se da la misma
noticia;

Lo dicho se aplica también a la constitución o transferencia de los demás derechos reales sobre
inmuebles (Art. 693 y 58 del Reglamento del C.B.R.)

78
La inscripción sólo puede practicarse pasados 30 días desde que el Conservador certifica la
publicación de los avisos y la fijación del cartel por 15 días.

Esta norma no se refiere sino a las transferencias de dominio por acto entre vivos y no cuando
el título que se invoca no es traslaticio de dominio, porque la ley y el Reglamento no lo dicen,
pero frente al vacío legal, creemos que se aplica a todos los modos de adquirir que puedan
tener lugar.

F) Sanción a las inscripciones mal hechas

1.- No dan posesión efectiva del respectivo derecho (Art. 696);

2.- Si se corrige la inscripción, la rectificación opera con efecto retroactivo;

3.- Si la inscripción es solemnidad de un acto y se hace mal, la sanción es la inexistencia del


acto o la nulidad absoluta, según la doctrina que se siga.

G) Objeto de las inscripciones de la posesión efectiva, testamento y especiales de herencia

1.- Hemos visto que el objeto principal de la inscripción es hacer la tradición de los inmuebles.

2.- Hemos visto que con la inscripción se persigue, además, dar publicidad a la
propiedad inmueble y mantener su historia.

3.- Con las inscripciones que ordena el Art. 688 para que los sucesores puedan
enajenar los bienes raíces hereditarios, se persigue mantener la historia de la
propiedad raíz y darle publicidad.

79
No se persigue hacer tradición, porque los sucesores han adquirido por causa de muerte y
nadie puede adquirir por más de un modo.

- Sanción por la omisión de las inscripciones ordenados por el Art. 688

Si se enajena un inmueble hereditario sin haberse practicado las inscripciones


ordenadas por el Art. 688, la persona a quien se hace la enajenación, no adquiere la posesión
efectiva de ese inmueble (Art. 696).

Así lo ha resuelto en definitiva la jurisprudencia, la que en un comienzo fue


vacilante.

Primero sostuvo que tanto el contrato que era el título de la enajenación como ésta última,
eran nulos absolutamente por ser las reglas del C.B.R. de orden público.

Después dijo que tal nulidad alcanzaba incluso a las enajenaciones forzadas.

Posteriormente dijo que la nulidad absoluta era sólo sanción del acto y de la
enajenación cuando ésta era voluntaria ya que no podía entrabarse la acción de la justicia.

En un cuarto fallo, dijo que el contrato era válido pero que la enajenación era nula ya que a ella
se refería el Art. 688 al hablar de disposición.

En un quinto fallo, llegó la jurisprudencia a la solución lógica, cual es la indicada anteriormente


y consagrada en el Art. 696; es decir, simplemente, la inscripción no da "la posesión efectiva".

80
H) Objeto de la inscripción de la sentencia que declara la prescripción de un inmueble

El objeto de la inscripción no es adquirir el dominio por tradición, puesto que ya se adquirió


por prescripción y nadie puede adquirir por dos modos.

El objeto es hacer oponible la sentencia a terceros, vale decir, darle publicidad y mantener la
historia de la propiedad raíz. (Arts. 689 y 2513 C.C. y 52 Reglamento C.B.R.).

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