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Higino. Fábulas.

Trs. Javier del Hoyo y


José Miguel García Ruiz. Madrid:
Gredos (Biblioteca Clásica Gredos: 380), 2009.
F Á B U L A S D E H I G IN O , L IB E R T O D E A U G U S T O 177

XCII. EL JUICIO DE PARIS

1. Se dice que cuando Tetis se casó con Peleo, Júpiter con­


vocó a todos los dioses a un banquete, excepto a Eris, esto es,
a Discordia, que por haber llegado más tarde y no ser admitida
en el banquete, lanzó una manzana desde la puerta al centro de
la sala, y dijo que se la había de llevar la más bella413.
2. Juno, Venus y Minerva comenzaron a reivindicar la be­
lleza cada una para sí; estalló entre ellas una gran discordia.
Júpiter ordenó a Mercurio que las condujera ante Alejandro
Paris en el monte Ida, y que ordenara a éste actuar como juez.
3. Juno le prometió que, si se decidía por ella, él había de
reinar en toda la tierra y aventajaría a todos en riqueza. Minerva
le aseguró que si ella salía vencedora de allí, él sería el más
valiente de entre los mortales y versado en todas las artes.
Venus, en cambio, prometió darle en matrimonio a Helena, hija
de Tindáreo, la más hermosa de todas las mujeres414.
4. Paris prefirió el último don a los primeros, y sentenció

prevalecer aquí otra versión (esc. a II. V II44), según la cual Casandra y Héle-
no — siendo niños— se quedaron dormidos en el templo de Apolo Timbreo y
recibieron el don de la profecía al ser lamidos sus oídos por unas serpientes.
Para una visión de conjunto de todas las versiones, véase A. R uiz d e E l v ir a ,
Mitología clásica, pág. 400.
413 Higino añade un elemento al mito, y es que Discordia comenta al lan­
zarla que es «para la más bella», frente a otras fuentes en que en la manzana
había una inscripción que decía «obsequio para la más bella de las diosas».
Acerca de las numerosas variantes del mitema, véase A. Ruiz d e E l v ir a , M i­
tología clásica, págs. 397-399, y «La concha de Venus y la manzana de la
Discordia», CFC Est. Lat. 2001, n.° extr. págs. 242-244.
414 En este triple soborno, uno de los primeros de la historia, G. D u m é z il
(Mito y epopeya, Seix Barrai, Barcelona, 1977) creyó ver la trifuncionalidad
propia de las sociedades preindoeuropeas, según la cual todas las actividades
humanas se agrupan en tres funciones presididas por tres categorías específi­
cas de divinidades: la función de soberanía, la guerrera, y la de producción y
reproducción, representadas aquí por Juno, Minerva y Venus respectivamente.
Las dos primeras se corresponden con el bando aqueo; y la de producción y
reproducción con el troyano.
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que Venus era la más bella. Por ello Juno y Minerva fueron
hostiles a los troyanos.
5. Alejandro, a instancias de Venus, raptó415 a Helena del
palacio de su anfitrión Menelao, llevándosela desde Lacede-
monia a Troya, y la tomó por esposa; junto con ella se llevó a
dos esclavas, Etra y Tisadie, que habían sido entregadas por
Cástor y Pólux a Helena como esclavas416, en otro tiempo
reinas.

XCni. CASANDRA

Se dice que Casandra, hija de Príamo y de Hécuba, rendi­


da de tanto danzar en el santuario de Apolo, se quedó pro­
fundamente dormida. Apolo quiso violarla, pero ella no con­
sintió que dispusiera de su cuerpo. Por ello Apolo decidió
que, aun cuando vaticinara cosas verídicas, no obtuviera cre­
dibilidad417.

415 Abduxit. Parece clara en las fuentes antiguas la voluntad de Helena de


marchar a Troya con Paris. El consentimiento está atestiguado ya en H o m e r o
(II. III173-175; Od. XXIII218-224). En E u r íp id e s (Troyanas 991; Ifigenia en
Áulide 73-75) se habla de la impresión que en Helena produce la apariencia
externa de Paris, mientras que en C o l u t o (El rapto de Helena 255-276 y 312-
314) es la belleza de él lo que le entusiasma a ella, que le hace pasar al palacio
y le pide que se la lleve con él a Troya. En D a r e s (X) se encienden ambos en
tan ardiente pasión al verse en un templo en la isla de Citera, que Paris ordena
a los suyos invadir el templo y llevársela, rapto que ejecutan con el consenti­
miento de Helena (cf. variantes en A. R uiz d e E l v ir a , Mitología clásica, págs.
405-406).
416 Etra es la madre de Teseo. Cuando éste se encontraba en el Hades pri­
sionero, Cástor y Pólux la raptaron para vengar a su vez el rapto de Helena por
parte de Teseo, y se la entregaron a Helena como esclava. Etra siguió a Helena
hasta Troya (H o m e r o , II. II I144; P a u s a n ia s , V 19, 3). Tisadie es la hermana
de Pirítoo, a la que Higino ha nombrado como Fisadie en fab. LXXIX 4.
417 Acerca de otras versiones sobre el origen del don profético de Casan­
dra, véase nota a fab. X C I6.

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