La vestimenta que caracteriza la cultura de Chimalhuacán es el traje de charro
bordado en canutillo de oro o plata importado de Francia y adornado de pedrería. Se completa con una máscara de cera; las cejas, bigote y barba se confeccionan con pelo de caballo. El bordado de los trajes y las máscaras se realizan desde hace varias décadas con técnicas artesanales de este municipio. Estos trajes tienen un costo de renta por día desde los 5,000 hasta los 15,000 pesos. Y su venta oscila desde los 50, 000 hasta 60,000 pesos. Los artesanos del municipio de Chimalhuacán se distinguen por su trabajo en confección de trajes de Charro. La creatividad de los Artesanos Chimalhuaquenses es actualmente reconocida a nivel mundial y durante los últimos 100 años se ha convertido en una actividad impulsada por los mismos.
La careta con facciones europeas, las botas y los accesorios complementan el
atuendo que es preparado con seis meses o hasta un año de anticipación por los chimalhuacanos, quienes con antelación ahorran para la fiesta. El gasto aproximado que realizan los carnavaleros en la vestimenta y careta va de los 8 mil a los 10 mil pesos: “un traje nuevo es muy costoso, nosotros lo alquilamos, por día nos cobran 3 mil pesos; las botas cuestan entre 400 a 600 pesos, más el gasto de la mascada, guantes, moño y la careta”, dijo José Luis López, charro de la comparsa Cardenales. La música y el colorido son dos elementos que no deben faltar en el Carnaval, pues la comparsa es acompañada por música de orquesta los dos días de su presentación; para cubrir éste y otros gastos, los carnavaleros aportan cuotas. “La cooperación para nosotros es de 5 mil 500 pesos, la cual se emplea en el vestuario de las mujeres, la música, los adornos y el audio, muchos vamos pagando durante todo el año para que no se nos haga pesado pagar todo junto”, refirió José Luis. Pero el oneroso gasto no concluye, a lo anterior se suma la comida para los invitados la cual consiste en arroz o sopa, carne, algún postre y, por supuesto la bebida (refresco, agua, tequila o lo que el invitado pida), por lo que cada carnavalero gasta entre 5 mil y 6 mil pesos en ello. Y aunque la fiesta suele resultar muy cara para los chimalhuacanos a ellos no les importa trabajar todo el año para costearla debido a que la viven y sienten en el corazón. “Es un gasto que vale la pena para nosotros bailar en el carnaval no tiene precio, si por algún motivo no participamos nos sentimos tristes, como si algo nos hiciera falta”, finaliza José Luis López.