Sie sind auf Seite 1von 7

La película PHILADELFHIA, se encuentra ambientado en la ciudad

Norteamericana del mismo nombre. La trama se centra en el despido de un


abogado Andrew Beckett por una supuesta incapacidad, la cual no hace más que
enmascarar, la homofobia y el prejuicio de sus empleadores, un portentoso estudio
de abogados WHYANT, WHEALER, HELLERMAN, TETLOW Y BROWN, debido a la
exteriorización del VIH.

Andrew Beckett: Abogado gay seropositivo Andrew Beckett es abogado y trabaja


para un reputado estudio de abogados de la ciudad, probablemente uno de los más
importantes del país y su salud está mermada por el virus de inmunodeficiencia
humana(VIH) en una reunión recibe la noticia de que ha sido designado para llevar
importantísimo asunto, Sin embargo, es al terminar una dicha reunión, uno de los
presentes, nota una herida en la frente, un ‘sarcoma de Kaposi’ (una supuración
común en pacientes en fases terminales o expuestos a altas situaciones de estrés) y
le pregunta acerca de ello, a lo cual Beckett responde que se la hizo jugando
beisbol. Nueve días después, acaba con el manuscrito de la demanda de un
importante caso de libre competencia. Por su parte, los sarcomas han aumentado y
su semblante es penoso, debido a la labor de redactar dicho documento el mismo
que deja sobre su escritorio un día antes de la presentación a la Corte. Sin
embargo, al día siguiente llama a la oficina, sólo para enterarse que su documento
ha desaparecido y sólo tiene 75 minutos para presentar sus alegatos por escrito, ya
que, una norma de prescripción así lo especifica. Sospechosamente, su copia
aparece minutos antes de que el proceso se cierre. En una reunión con los socios
directores, le comunican su despido por incompetencia, debido a problemas que los
abogados del estudio califican como ‘problemas de actitud, para disimular ciertas
características referentes a la orientación sexual de Beckett. El sabotaje a la labor de
Beckett tiene como fin obtener un pretexto que sirva como causal de despido, que
no hace otra cosa más que, ocultar la discriminación de la cual es víctima dada su
condición de homosexual y seropositivo. Es así que Se embarca así en una lucha en
busca no sólo del reconocimiento de sus derechos, sino también en defensa de su
honor y prestigio profesional.

Joseph Miller: Abogado afroamericano Como se ha mencionado anteriormente,


Miller es un abogado pragmático, más cercano a los espacios populares, afro
americano, que publicita sus servicios vía televisión de una manera no muy
ortodoxa, tiene su propio estudio donde atiende incidentes menores y hasta
superfluos, por daños y perjuicios, por ejemplo, a imprudentes peatones lesionados
por el proceso el construcción y literalmente ‘cobra sólo si le conseguimos dinero’.

En ese sentido, Miller admite su homofobia al conversar con su esposa, reconoce


que los homosexuales le incomodan, lo asquean. Es más, la denomina de la
siguiente manera ¿Aceptarías a un cliente si estuvieses pensado: ‘no quiero que
esta persona me toque’?, ‘no quiero que respire cerca de mi’

La anterior reflexión se sucede a razón de la visita de Beckett a la oficina de Miller en


busca de patrocinio, ante la cual, este se niega, debido a que no ve un caso en esa
situación; enfática negativa azuzada por la noticia de ser Beckett portador de VIH y
haberle estrechado la mano. Sin embargo, dos semanas después de aquel
incidente, Miller encuentra a Beckett en la biblioteca revisando jurisprudencia y al
notar que es marginado por empleado de la biblioteca decide patrocinarlo.

Análisis de la película: Durante el juicio, ambos abogados intentan demostrar que


el despido de Andrew fue injustificado y motivado únicamente por prejuicios y
discriminación no sólo a la enfermedad, sino también a su homosexualidad.
Demostrando gran pericia profesional, Miller comienza a formar una fuerte defensa
en torno a todos quienes han sido testigos del talento y la entrega profesional de
Beckett; quienes no dudan en declarar a su favor. El caso es seguido por la prensa
y cientos de grupos en defensa y en contra de las minorías sexuales de toda
Filadelfia. Por otro lado, la defensa presentada por el estudio, intenta desprestigiar
no sólo la imagen profesional del abogado, si no también, y utilizando aberrantes
argumentos discriminatorios, no duda en cuestionarlo por su “estilo de vida
descuidado y promiscuo”.

Derechos laborales y discriminación Los argumentos de Miller son simples y


directos:

Uno, Andrew Beckett es un abogado brillante;

Dos, Andrew Beckett afectado por su enfermedad y de manera legal, mantiene en


secreto su enfermedad;

Tres, sus empleadores descubrieron dicha deficiencia y lo despidieron;


Cuatro, se asustaron. Miller, trató de probarle al jurado que este caso consistía en
un miedo al homosexualismo, que desafortunadamente se manifestó mediante un
prejuicio de parte de la junta de directores de Wyant, Wheeler, Hellerman, Tetlow &
Brown, resultando en el despido injusto y discriminatorio de Andrew Beckett.

Conoce todo lo que encierra la cultura homosexual y la percepción que la sociedad


tiene de ella, sus prejuicios, y es por ello que, trata de ser directo, lógico, lo más
políticamente correcto, como para no dar espacio a las vacilaciones subjetivas y
prejuiciosas del jurado. Es cuidadoso al presentar argumentos y de manera gradual
hace manifiesto el derecho que todos poseemos a tener una vida privada y al
respeto de la misma. Tal como lo menciona, esto no solo es sobre sida sino también
sobre odio público, repudio, temor a los homosexuales.

Mientras que los argumentos de la otra parte, representada por Conine indican lo
siguiente;

Uno, el desempeño de Beckett varió de competente a incompetente, a muchas


veces, mediocre;

Dos, él señor Beckett se autodenomina víctima de mentiras y engaños, pero él


mismo, engaño y no reveló su condición de seropositivo;

Tres, los socios no tenían conocimiento de su enfermedad, es su estilo de vida


(imprudente) lo que le está acortando su existencia, posee dentro de sí rabia, ira,
coraje, resentimiento.

El drama judicial toma lugar mayormente en la sala de justicia, detallando la historia


de cómo el caso se desarrolló y, a la vez, cómo la condición de Beckett empeoró.
Mediante diversos testimonios.

Wheeler, presidente del estudio en el cual trabajaba Beckett, habría trabajado en el


pasado con una mujer que portaba la misma enfermedad, pero quien la contrajo por
una transfusión de sangre, lo cual no la hacía reprochable, ya que ella no tuvo, a
juicio de él, ninguna actitud positiva tendiente a contraer tal enfermedad, a pesar de
lo cual sí la miraba con desaire o “repulsión” como ella testificó en el juicio. Sin
embargo, la actitud que mostraba en contra del señor Beckett, fue abiertamente
discriminatoria, ya que su condición de homosexual sería, en su entendimiento,
reprochable. Esto lo se hace notorio, por ejemplo, cuando participa en el juicio como
testigo, y hace alusión a las “reglas de Dios”, e insta a Beckett a leer la Biblia, tanto
“El antiguo testamento como el nuevo”, haciendo una clara referencia a la calidad de
“pecado” de la homosexualidad que consigna la Iglesia

Esto claramente sobrepasa los parámetros éticos pertinentes. Sabemos que si bien
se menciona por el propio juez de la causa, que la justicia es ciega a toda raza,
política, religión y orientación sexual, como bien responde Miller, “no vivimos en este
tribunal”, estamos permanentemente expuestos a tratos discriminatorios en el
“mundo real” por quienes en virtud de su ignorancia prefieren actuar negativamente,
como es el caso del propio Wheeler, quien debiese separar sus preferencias
personales de las actitudes que un abogado debe tener, las cuales van en las
direcciones de la ética profesional por sobre todas las cosas.

Los abogados de la parte demandada omiten el considerable desempeño del


abogado e inciden en el estilo de vida que poseía Beckett, que deviene en el
transcurso del proceso en ‘materia controvertida’. Al respecto, este declara ‘uno no
lleva su vida personal a la firma supuestamente uno no tiene vida personal’.

En las últimas sesiones previas antes que el jurado delibere, se le hacen una serie
de preguntas ilustrativas en relación al ejercicio de su profesión:

— ¿Es Ud. un buen abogado, Sr. Beckett? —pregunta Miller


—Excelente —responde Beckett
— ¿Qué lo hace excelente?
—Amo el Derecho, conozco la Ley, me destaco en la práctica
— ¿Qué le gusta del Derecho?
—Muchas cosas.
— ¿Qué es lo que más le gusta del Derecho?
— De vez en cuando, uno se convierte en parte de la justicia que se va haciendo.

Es interesante percibir cómo, tanto Miller y los demandados, debaten en torno a la


diligencia de Beckett. Precisamente, la diligencia ocupa un rol contundente, debido a
que la inexistencia de la misma, justifica el despido de Beckett, mientras que, la
comprobación de esta corrobora el argumento del despido nulo. La diligencia y la
competencia son dos valores que poseía Beckett, por los que fue convocado a ser
socio del Estudio donde trabajaba.
A continuación, la deliberación de los miembros del jurado a falla a favor de Andrew
Beckett, con el siguiente veredicto:

a) Por salarios atrasados y la pérdida de beneficios, Beckett debía recibir $143,000;


b) por angustia mental, emocional y por humillación, otros $100,000; y c) por daños
punitivos, más de $4, 000,000.

Se corrobora la discriminación de la que fue víctima debido a su condición de


homosexual y a la enfermedad que padecía. Por su parte, Miller asume como suya,
la reivindicación de los derechos de todos los ciudadanos, el respeto al proyecto de
vida que deseen adoptar y la no discriminación por el mismo. Tópicos tales como los
derechos humanos, la tolerancia, la compasión se presentan y convergen no sólo en
la ficción, es más, apelan como elementos aleatorios, para la consecución de la
justicia que no sólo incumbe al abogado como agente al interior del sistema jurídico,
sino también como ser humano.

Desafortunadamente, Beckett falleció dos meses después de haber ofrecido su


testimonio en el caso. El bufete Wyant, Wheeler, Hellerman, Tetlow & Brown buscó
apelar el veredicto pero no llegó a anularlo.

COMENTARIOS

Se observa que por un lado, el Estudio de abogados al cual pertenece Beckett,


carece de publicidad, salvo alguna tarjeta y la reputación que se ha labrado con los
años, hasta convertirse en la firma más importante de la ciudad de Filadelfia. Por
otro lado, el estudio particular de Miller, difunde su publicidad de la manera menos
ortodoxa, sobre todo para el rubro legal, mediante ‘comerciales televisivos’ incitar
procesos innecesarios, además promete una serie de resultados, de una manera
generalizada y superficial, asegurando un buen resultado económico, por ejemplo, si
es que la persona en cuestión tiene alguna lesión generada, así sea lejanamente,
por las actividades de construcción.

La opinión propia que tiene de los homosexuales es irrelevante, pues el tema de


fondo es el hecho de que la ley ha sido quebrantada por la firma de abogados,
quienes han despedido a Andrew ilegalmente. El abogado es capaz de
superponerse a este conflicto personal de homofobia por el que atraviesa, pues se
da cuenta que existe un interés superior, un objetivo último, el cual es restablecer la
justicia que ha sido vulnerada por una práctica ilegal y por lo demás antiética, como
es el despido basado en la homosexualidad y/o enfermedad, lo que le permite
desligarse de sus prejuicios y actuar de forma incondicionada. Podemos decir
entonces, que Joe Miller ha cumplido con el artículo 1º del Código de ética
profesional del colegio de abogados, en tanto

“El abogado debe tener presente que es un servidor de la justicia y un


colaborador de su administración; y que la esencia de su deber profesional es
defender empeñosamente, con estricto apego a las normas jurídicas y
morales, los derechos de su cliente”.

En relación al mismo tema, el artículo 6º del mismo cuerpo normativo reza:

“El abogado tiene la libertad para aceptar o rechazar los asuntos en que se
solicite su patrocinio, sin necesidad de expresar los motivos de su resolución,
salvo en el caso de nombramiento de oficio, en que la declinación debe ser
justificada, En suma, no deberá hacerse cargo de un asunto si no cuando
tenga libertad moral para dirigirlo”.

Si bien en la película están presentes cuestiones relacionadas con el Derecho


laboral (despido improcedente) (discriminación por razón de orientación sexual), que
son las que dominan su temática jurídica, de ella también pueden surgir otros
interesantes temas de debate

Esta película nos enfrente a una realidad respecto a la justicia que a veces no
nos gusta ver: existe parcialidad, los operadores del sistema son personas, y
como tales, tienen prejuicios. El Derecho está influenciado, además, por una
serie de concepciones, filosóficas, históricas, incluso religiosas, y también
políticas, por lo que no es absolutamente neutro. Es por esto que es tan difícil
alcanzar la total imparcialidad. Sin embargo, esa es la meta y la guía que debe
primar en el desarrollo de la justicia, tanto a nivel de legislación como a nivel
práctico.

Es por esto que es de crucial importancia que exista normativa que permita
resguardar cierto nivel de imparcialidad (el más alto posible), así como normas
de carácter ético, como nuestro Código de Ética Profesional, y cursos sobre
ética profesional, que permitan enseñar la forma de abordar casos complejos
desde el punto de vista moral, y den directrices para solucionarlos de la mejor
forma posible. Porque, al fin y al cabo, la justicia debe ser para todos por igual,
o al menos ese es el ideal que se espera alcanzar.

Das könnte Ihnen auch gefallen