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MATRIMONIO ROMANO

El matrimonio se basa en la convivencia conyugal y en la affectio maritalis (Iglesias, 1972:


547), que son los dos elementos subjetivos y objetivos que conforman la figura del
matrimonio. Siendo siempre una unión monogámica. El elemento objetivo consiste en la
convivencia del hombre y de la mujer (Iglesias González, 1963: 63); sin embargo, no se
refiere tanto a una convivencia física constante, como a que entre los cónyuges siempre se
guarde la consideración y respeto debidos. La affectio maritalis, que es el elemento
subjetivo del matrimonio, consiste en la consideración de los cónyuges como marido y
mujer, respectivamente, y el trato que se dan mutuamente de esa manera en público, ya que
comparten el mismo rango social y la mujer tiene la dignidad de esposa. Además de la
intención constante de permanecer como marido y mujer. Para que exista un matrimonio
válido o iustae nuptiae, es necesario que concurran los siguientes requisitos (Iglesias, 1972:
550): 1. Capacidad natural: Se refiere a la edad mínima que se requiere para que sea posible
contraer matrimonio, 2. Capacidad jurídica: Solamente las personas con la calidad de libres
y ciudadanos pueden contraer iustae nuptiae 3.- Consentimiento de los esposos: Es
necesario que sean capaces de manifestar su consentimiento, por lo que un incapaz o loco
no puede casarse, así como tampoco es un matrimonio válido si media la violencia para su
celebración. 4.- Consentimiento del pater familias: Es necesario cuando se trata de personas
alieni iuris, puesto que forman parte de la patria potestad del pater familias y eventualmente
de la sucesión legítima del mismo

Esponsales

Previo a la celebración del matrimonio era común que se hiciera una promesa de
matrimonio denominada esponsales, que consistía en estipulaciones recíprocas llamadas
sponsiones, de ahí el nombre de esponsales, esposo y esposa. Se definen los esponsales de
la siguiente manera: sponsalia sunt mentio et repromissio nuptiarum futurarum, es decir, la
promesa mutua de contraer futuras nupcias, conforme lo que nos reporta el Digesto (D. 23,
1, 1), (Iglesias, 1972: 561). Las partes en los esponsales son el pater familias de la esposa,
el esposo y el pater familias de éste, y su celebración, al principio, conllevaba la obligación
de indemnizar en caso de incumplimiento por lo que se podía exigir una compensación
económica judicialmente
Posteriormente, solo se requería el consentimiento de los pater familias pero el acuerdo era
de los futuros cónyuges, y ya no se concedía una acción para exigir su cumplimiento. La
celebración de los esponsales tenía los mismos requisitos que para contraer el matrimonio,
sin embargo, se permitía que fueran menores de la edad requerida para contraer
matrimonio, así como se podía celebrar antes de que transcurriera el periodo necesario entre
la disolución de un matrimonio y la celebración de nuevas nupcias, de la misma manera, se
permitía estipular términos y condiciones. Además, en el derecho postclásico, se adoptó la
tradición oriental de entregar las denominadas arras (arrhae sponsaliciae), que consisten en
entregar una cantidad de dinero para garantizar la celebración del matrimonio y en caso de
incumplimiento el cónyuge culpable pierde las arras entregadas (Iglesias González,1963:
64). En nuestra legislación existían los esponsales hasta hace algunos años en que se emitió
un código civil para el Distrito Federal y se derogaron, ya que en realidad en la práctica
eran poco usados, sin embargo, el texto subsiste en el Código Civil Federal en el cual no ha
sido derogado a pesar de que no ser aplicable por ser materia local.

Disolución del matrimonio ¿Cuáles son las principales formas para la disolución del
vínculo matrimonial en el derecho romano? En el derecho romano existen varias formas
para la disolución del vínculo matrimonial, desde una muerte natural o una muerte civil y
encontramos ya como manera de ruptura el divorcio, que en la época de Justiniano se
consolidó en cuatro tipos, tal como veremos a continuación. a. Muerte: La muerte de
alguno de los cónyuges es la manera común y más natural de disolución del vínculo
matrimonial. b. Capitis deminutio: Toda vez que solamente gozan del ius conubium los
ciudadanos romanos, si alguno de los esposos sufre una capitis deminutio máxima o capitis
deminutio media, es decir, pierde la libertad o la calidad de ciudadano, en consecuencia, el
matrimonio se disuelve (Iglesias, 1972: 558). c. Repudio: En el derecho romano es posible
que cualquiera de los cónyuges declare de manera unilateral no querer continuar con el
vínculo matrimonial y así darlo por terminado, puesto que se considera una razón
suficientemente válida el que una parte no quisiera seguir unida a la otra para disolver el
matrimonio. (Iglesias González, 1963: 68). d. Divorcio por mutuo consentimiento
(divortium communi consensu): Este tipo de divorcio es cuando ambos cónyuges están de
acuerdo en dar por terminado el vínculo matrimonial, es decir, están conformes en
manifestar la pérdida de la affectio maritalis. e. Divorcio por culpa de uno de los cónyuges
(divortium ex iusta causa): Existen algunas conductas determinadas por ley que el cónyuge
ofendido puede invocar para disolver el vínculo matrimonial, como puede ser el adulterio,
las injurias graves, el atentado contra la vida, la servicia y el crimen de alta traición. f.
Divorcio por declaración unilateral (divortium sine causa): Este tipo de divorcio lo puede
hacer valer cualquiera de los cónyuges sin necesidad de una causa para ello, por lo que se
sanciona a quien lo invoca. Se produce de manera unilateral sin que exista una causa justa
por ley. g. Divorcio bona gratia: Se refiere a la disolución del vínculo matrimonial en los
casos en los cuales sea inútil continuar con el mismo, por ejemplo, la impotencia,
cautiverio, castidad o ingreso a órdenes religiosas (Iglesias González, 1963: 68).

Conclusión

En esta sesión se identificaron algunas características esenciales del matrimonio en el


derecho romano, como: los elementos que lo constituyen, requisitos para celebrarse,
características socio jurídicas de los contrayentes, restricciones y la disolución del mismo.
Es importante destacar que la mayoría de los conceptos emanados del derecho romano
sustentan el marco jurídico vigente en nuestro país. Como conclusión debemos ver que la
validez del matrimonio era el hecho que los hijos resultantes estuvieran sometidos a la
patria potestad y que nacieran siendo ciudadanos, de manera que las familias se fueran
sucediendo adecuadamente.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Gutiérrez-Alviz y Armario, F. (1995). Diccionario de Derecho Romano. (4a. ed.) Madrid:

Reus. Iglesias, J. (1972). Derecho Romano. Instituciones de Derecho Privado. (6a. ed.)
Barcelona: Ariel.

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