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e-mail: rabagodon@hotmail.com
e-mail: manriqueimplantes@hotmail.com
MATERIAL Y MÉTODO
Revisión de distintos artículos científicos con la finalidad de
reunir las distintas características anatómicas para la coloca-
ción de implantes.
Revisión de estudios realizados en la cátedra de ciencias
morfológicas II.
Facultad de Medicina de la U.C.M. 2003-2004.
Búsquedas bibliográficas en distintas bibliotecas: Ilustre
colegio oficial de odontólogos y estomatólogos de Madrid,
U.C.M, U.E.M.
La calidad ósea que encontraremos en estas áreas implan- Zona posterior: Distal a la cresta zigomática-alveolar.
tológicas superiores será un hueso poco denso y muy tra-
beculado sobretodo cuanto más nos dirijamos hacia distal, Zona Anterior.
dato de importancia puesto que en ocasiones deberemos Es la zona comprendida por el grupo anterior, incisivos y
fresar algún milímetro menos de diámetro para conseguir la caninos. Hay que tener en cuenta antes de elegir la incli-
estabilidad del implante con la compresión del hueso hacia nación de los implantes la concavidad vestibular haciendo
las paredes del lecho. En otras ocasiones se deberán utili- un buen despegamiento a espesor total hasta ver bien el
zar condensadores óseos para compactar ese hueso antes fondo del vestíbulo, para que los implantes no fenestren
de la colocación de los implantes. Debido a las característi- por vestibular.
cas de hueso maxilar y también en algún caso mandíbula, El limite anterior esta formado por la sutura intermaxilar,
se puede fresar sin irrigación, la fresa piloto se introducirá en la cara vestibular de esta zona encontramos una cor-
hasta la profundidad deseada a 50 r.p.m. sin dicha irriga- tical fina y una estructura anatómica, la escotadura nasal
ción (entre 30 y 50 r.p.m.). Si notamos dificultad de avance, que limita con la del lado contrario formando el orificio
la sacaremos del alveolo y desalojaremos el hueso retenido piriforme.
en la fresa en un recipiente de cristal estéril. Posterior a la escotadura y justo por delante de la eminen-
Hablar de maxilar superior exclusivamente es erróneo a la cia canina encontramos una depresión, la fosita mirtiforme,
hora de referirnos a zonas anatómicas implantológicas su- de la que tendremos que ver su grado de concavidad, que
periores, en realidad estamos hablando de unas zonas im- se corresponde a las raíces de los incisivos superiores y que
plantológicas maxilares, aunque el hueso maxilar es el re- sirve de origen para el músculo de igual nombre.
ceptáculo principal de nuestros implantes oseointegrados, La cortical palatina es más gruesa en este área que en el
otros huesos como son el palatino y el esferoides forman resto del maxilar, la cara nasal del maxilar al articularse
parte de este área maxilar superior. forma la cresta nasal que en su tercio anterior se eleva y
El hueso maxilar es par y se fusiona en la línea media por la forma la cresta incisiva que se prolonga por la espina nasal
sutura intermaxilar y constituye el centro del macizo facial anterior. En su cara palatina por detrás de los alvéolos de
superior, forma parte de la cavidad bucal, del paladar óseo, los centrales superiores, encontramos una fosita ovalada
de las fosas orbitarias, de las nasales pterigopalatina y de la (forma variable) la fosita incisiva donde encontramos la
fosa zigomática salida de los vasos palatinos anteriores y nervios nasopalati-
Tomando como referencia la eminencia canina y la cresta nos; la altura varia desde 17,6mm en su punto más anterior
zigomática alveolar que son dos estructuras fácilmente de- (Lang 1995) hasta 11,66 en su zona más posterior (Hass-
tectables realizando una palpación en el vestíbulo, delimi- mann 1975) este conducto tiene una inclinación de 20º con
tan las tres áreas implantológicas superiores (Figura 5): respecto al plano medio sagital.
Zona anterior: Desde la sutura intermaxilar hasta la eminen- El límite posterior en la cara palatina existe un surco que
cia canina. corresponde a los vestigios de la sutura incisiva; la atrofia
Zona media: Eminencia canina y la cresta zigomática-alveo-
lar o infratemporal
Figura 5: zonas anatómicas del maxilar. Figura 6: cara palatina del maxilar superior.
Zona Posterior.
Es la zona distal a la cresta zigomática-alveolar, correspon-
dería a la zona del segundo y tercer molar, es una zona
conflictiva a la hora de colocar nuestros implantes, es
convexa y rugosa hacia palatino y presenta un saliente: la
Figura 10: Relación entre zona posterior del maxilar superior, hueso esfenoides y hueso
tuberosidad del maxilar que se continua con el triángulo piramidal.
retromolar de la maxila que comienza a reabsorverse en la
5.º década de la vida. El tipo de hueso será predominante-
mente esponjoso (figura 9). MANDÍBULA
Otros dos huesos que participan en esta zona implanto- En las zonas implantológicas inferiores solo esta implicado
lógica son el palatino mediante su apófisis piramidal, y el un hueso la mandíbula. Debemos definir dos zonas óseas
mandibulares. El hueso alveolar que sustenta a los dientes
y su presencia o ausencia depende de la existencia o no de
dientes; y el hueso basal relacionado con las inserciones
musculares, que en caso de grandes reabsorciones será el
hueso remanente.
La mandíbula tiene un trabeculado denso rodeado por una
cortical gruesa. Tilman at cols observaron en 1983 que la
cortical mandibular es mas gruesa en la cara lingual de la
zona incisiva y en el vestibular de la zona molar, esta caracte-
rística nos marcará la inclinación de nuestras preparaciones.
Podemos definir dos zonas implantológicas determinadas
por el orificio mentoniano (figura 11):
Zona Anterior: delante del orificio mentoniano.
Zona Posterior: detrás del orificio mentoniano.
figura 9: Tuberosidad del maxilar.
ZONA ANTERIOR: zará cerca de la cortical lingual para conseguir que el im-
Es la zona más noble que probablemente nos encontremos plante termine situado en la posición deseada.
en implantología, tanto como lechos receptores de nuestros En la zona lingual nos encontramos cuatro salientes las
implantes oseointegrados como de zona donante de hueso apófisis geni (figura 13) y una depresión la fosita sublin-
para la realización de injertos óseos. gual. Es importante realizar un correcto despegamiento
Anatómicamente el mejor hueso donante se encuentra a a espesor total y así poder observar tanto la concavidad
unos 10mm de la basal mandibular ya que es la zona que vestibular como la depresión lingual, evitando invadir el es-
más esponjosa posee. pacio blando en la zona lingual y también no dejar espiras
En la zona anteroinferior, en su zona media, tenemos la expuestas en la cara vestibular.
sínfisis mentoniana, sobre la línea media se encuentra la
protuberancia mental y cerca del borde inferior del hueso
y en su parte lateral el tubérculo mental. Parasinfisaria-
mente se encuentran las fositas mentonianas. A cada lado
de las fositas parte la línea oblicua externa que acaba si-
tuándose en la rama de la mandíbula, por encima de ella
se encuentran las depresiones y los salientes de los alvéo-
los dentarios.
En la cara vestibular de esta zona anterior debemos tener
en cuenta la angulación sinfisaria mandibular que en el na-
cimiento es de 75º reduciéndose en la edad adulta a 62,71
y llegando a ser de 52,57 en el anciano Lang y Öder 1984.
Será de interés a la hora de calcular la angulación de los
implantes a este nivel.
Figura 13: Apófisis Geni.
Esta zona antero inferior es la zona que más tratamientos
implantológicos va a recibir. Un tratamiento muy común es
el de edéntulos totales en el que busquemos una solución Al realizar un despegamiento a espesor total rechazamos y
implantológica que posibilite la sujección de implantes en respetamos los vasos terminales (ramas de la arteria lingual
maxilar inferior, para lo que tendremos que tener en cuenta y sublingual) y al reposicionar el colgajo aportaremos vas-
una serie de factores cularización en una zona ósea que en el edéntulo de larga
Primero: esta angulación a nivel vestibular en un anciano evolución es pobre en terminales sanguíneos y con una den-
edéntulo. Nunca podremos hacer un fresado paralelo al sidad ósea alta que en muchos casos nos obligará a realizar
plano medio sagital sino que tendremos que ver esa angu- fresados más agresivos en intensidad, sometiendo al lecho
lación sinfisaria (figura 12). óseo a una temperatura elevada, ya que por muy cuidadosos
Segundo: la cortical vestibular es más fina que la lingual, que seamos en nuestra irrigación continua durante nuestro
por lo cual el inicio del fresado de la preparación se reali- fresado, cuando nos encontremos a 13mm de profundidad di-
fícilmente conseguiremos una buena refrigeración de la zona
apical de nuestra preparación , así que si unimos un cuidadoso
fresado eligiendo la intensidad y la angulación adecuada, una
continua irrigación y la conservación de las estructuras vascu-
lares periféricas nos dará muchas probabilidades de conseguir
una correcta oseointegración de los implantes.
Por esto, respecto a la cirugía de implantes, debemos tener
en cuenta la entrada de un ramo de la arteria sublingual
en la mandíbula entre las dos apófisis geni superiores, esta
irrigación será importante para la correcta osteointegración
de los implantes parasinfisarios.
En el limite posterior encontramos una estructura limi-
Figura 12: Corte sagital del maxilar inferior. tante el agujero mentoniano, clásicamente se dice que está
ZONA POSTERIOR:
Parte del orificio mentoniano, salida del conducto dentario
inferior. En esta zona lo más representativo a la hora de co-
locación de implantes será una prominencia ósea muy mar-
cada en la zona lingual. Debemos tener la máxima conside-
ración con esta región puesto que los únicos casos descritos
en la literatura de muerte en implantología se localizan a
este nivel, por invasión de este espacio y desgarro de la ar-
teria sublingual, produciendo tal edema que se produce el
compromiso de las vías aéreas superiores y la consecuente
muerte del paciente.
El conducto del nervio dentario inferior visto en una radio- figura 15: Canal del nervio dentario inferior
bula en la zona del tercer molar; por lo que el despega- No debemos olvidar que la implantología, aunque se haya
miento por esta zona deberá ser lo mas cuidadosa posible, “sacado” del quirófano y llevado a nuestros gabinetes den-
para no comprometer su inervación. En caso de realizar tales, sigue siendo una cirugía. Por ello, no debemos pro-
despegamiento siempre será a espesor total. vocar situaciones que comprometan su vida con nuestra
mala praxis o desconocimiento de situaciones que puedan
CONCLUSIÓN convertir esta mal llamada cirugía menor en la mayor de las
Así pues, del mismo modo que es impensable la planifica- cirugías por sus consecuencias.
ción de cualquier obra arquitectónica sin un correcto cono-
cimiento de la base sobre la que vamos a edificar, en cirugía
sería no solo impensable, sino mala praxis el aventurarse a AGRADECIMIENTOS
realizar la apertura de un campo quirúrgico sin el conoci- Dr. José Francisco Rodríguez Vázquez.
miento exhaustivo y preciso de las regiones anatómicas so- Dr. Vicente Jiménez López.
bre las que vamos a intervenir. Dr. Ricardo Fernández (Clínica Alpe).
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